las festividades histÓricas · la palabra elqh [janukah] quiere decir dedicación (jn 10:22), pues...

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LAS FESTIVIDADES HISTÓRICAS: JANUKAH Y PURIM Las festividades menores, invernales o históricas se denominan así por el hecho de haber sido instituidas después de la promulgación de la Torah. Son una realidad histórica y espiritual en el caminar del remanente del Pueblo de D’os e importantísimas lecciones que imparten innegables principios de dedicación y de guerra espiritual a favor del crecimiento y de la victoria de todos los hijos de Hashem. Las festividades de la Torah recuerdan Las festividades de la Torah recuerdan Las festividades de la Torah recuerdan Las festividades de la Torah recuerdan la obra perfecta de Yeshúah Hamashíaj, la obra perfecta de Yeshúah Hamashíaj, la obra perfecta de Yeshúah Hamashíaj, la obra perfecta de Yeshúah Hamashíaj, a favor de todas las personas a favor de todas las personas a favor de todas las personas a favor de todas las personas que, a ella, se acogen. que, a ella, se acogen. que, a ella, se acogen. que, a ella, se acogen. Las festividades históricas recuerdan Las festividades históricas recuerdan Las festividades históricas recuerdan Las festividades históricas recuerdan el fruto de su dedicación, el fruto de su dedicación, el fruto de su dedicación, el fruto de su dedicación, congruente con aquella obra. congruente con aquella obra. congruente con aquella obra. congruente con aquella obra.

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LAS FESTIVIDADES HISTÓRICAS:

JANUKAH Y PURIM

Las festividades menores, invernales o históricas se denominan así

por el hecho de haber sido instituidas después de la promulgación de la

Torah.

Son una realidad histórica y espiritual en el caminar del remanente

del Pueblo de D’os e importantísimas lecciones que imparten innegables

principios de dedicación y de guerra espiritual a favor del crecimiento y

de la victoria de todos los hijos de Hashem.

Las festividades de la Torah recuerdanLas festividades de la Torah recuerdanLas festividades de la Torah recuerdanLas festividades de la Torah recuerdan

la obra perfecta de Yeshúah Hamashíaj,la obra perfecta de Yeshúah Hamashíaj,la obra perfecta de Yeshúah Hamashíaj,la obra perfecta de Yeshúah Hamashíaj,

a favor de todas las personasa favor de todas las personasa favor de todas las personasa favor de todas las personas

que, a ella, se acogen.que, a ella, se acogen.que, a ella, se acogen.que, a ella, se acogen.

Las festividades históricas recuerdanLas festividades históricas recuerdanLas festividades históricas recuerdanLas festividades históricas recuerdan

el fruto de su dedicación,el fruto de su dedicación,el fruto de su dedicación,el fruto de su dedicación,

congruente con aquella obra.congruente con aquella obra.congruente con aquella obra.congruente con aquella obra.

Son, además, un verdadero complemento para la comprensión del

plan del Eterno para Sus hijos, y un testimonio irrefutable y perpetuo de

Su infinita fidelidad.

Su historia y su esencia permiten ver por qué, tanto las festividades

de la Torah, como las históricas, se observan como un todo indivisible

por las personas creyentes en Yeshúah Hamashíaj.

La palabra ELQH [JANUKAH] quiere decir dedicación (Jn

10:22), pues en el año 164 antes de la Era Común, después de ser

recobrada la independencia de Israel, del dominio greco-sirio, el

segundo templo de Yerushalaim fue solemnemente purificado y

dedicado a D’os (según lo establece la Torah), restaurándose así el

servicio al Eterno.

Janukah empieza el vigésimo quinto (25°) día del noveno (9°) mes

hebreo (entre en onceavo y doceavo meses convencionales), justo en el

día en que se inició la purificación, y se prolonga por ocho días.

La antigua tradición judía cuenta que cuando, en el templo, en

proceso de restauración, iba a encenderse la Menorah purísima, sólo se

halló una redoma de aceite de oliva dedicado, suficiente apenas para un

día. Milagrosamente el Lleno de Gracia la hizo durar ocho.

En recuerdo de lo anterior se encienden velas durante ocho

noches: Una vela en la primera noche, dos en la segunda y así

sucesivamente hasta llegar a encender ocho en la última noche, cuando

se clausura la festividad. Por esto, la conmemoración de Janukah se

conoce también con el nombre de la fiesta de las luces, o de las

luminarias.

La historia y el significado de Janukah hacen reflexionar acerca de

varias lecciones espirituales que se pueden sintetizar en el siguiente

pensamiento:

Hasatán procura insistentemente profanar, o, mejor dicho,

hacer que los seres humanos, hijos de Hashem, profanen el lugar

purísimo que el Eterno ha edificado en sus vidas. Sin embargo, la

obligación y el compromiso son: Velar por el corazón y cuidarlo

para que no sea contaminado. Con esta actitud vigilante siempre se

podrá contar con el aceite necesario para que se mantenga vivo el

fuego de D’os que hay en cada uno de Sus hijos. (Mt 25:1-13, II Tm

1:6)

El término NJYFU [PURIM] significa suertes, pues el malvado

Hamán, mediante sorteos, fijó el décimo cuarto (14º) día del doceavo

(12º) mes hebreo, como la fecha de muerte para todos los judíos del

reino de Ajashverosh/Asuero, en la antigua Persia. Sin embargo, una vez

más, el Eterno mostró que Su soberanía y Su bendito decreto están por

encima de todo designio del mal.

Así vemos como la enigmática suma (14+12=26) tiene el mismo

valor numérico del apócope del atributo eterno de D’os

(EFEJ:E+F+E+J=26). Esto enseña que, por encima de la suerte,

prevalece el inmutable propósito de Adonái.

Para los antiguos fue difícil llegar a la conclusión de que la

Meguilat/rollito de Ester tenía que formar parte de la Tana”j, ya que el

apócope del atributo eterno de D’os, EFEJ, no aparece en su texto.

No hubo más duda cuando Hashem les reveló que el apócope de

Su atributo eterno yacía latente con un propósito:

Enseñarnos que, aunque Hasatán intente decretar el día de

nuestra destrucción, nuestro D’os, el que habita en la Alta

Mansión, desde Su secreto, por Su infinito amor y por encima de

todo designio del adversario, tiene el más hermoso plan de

salvación para todo el remanente de Su Pueblo Israel.

El nombre Y[RA [ÉSTER] es, sin duda, un testimonio de esta

grandiosa lección, pues, en hebreo, Y[RA [ASATER], significa “Yo

guardaré en secreto”.

Purim se conmemora como una verdadera y poderosa proclama,

exactamente en la misma fecha decretada para la aniquilación del Pueblo

de Adonái, es decir, el 14º día de Adar (entre el segundo y el tercer

meses convencionales, Jn 4:35, 6:4, 5:1).

La festividad celebra, con gran alegría y acción de gracias, el Y[L

(Kéter/la victoria) de Hashem a favor de la salvación de Sus hijos.

La gratitud a D’os y la manifestación del júbilo se amalgaman en

forma indivisible y se hacen evidentes a través de la expresión:

SDJ AM DS (ad loh yadah/hasta que ya no tuvo conciencia), tal y como

algunos lo entienden a partir de la lectura de la meguilah (Est 9:18-22):

Una vez que ha desaparecido la nube de la desesperanza y de

la tribulación, y se tiene absoluta fe en las promesas irrevocables de

D’os, entonces, la gratitud y el gozo se conjugan en una sola

vivencia.

Las orejas de Hamán, comida tradicional de Purim, simbolizan la

victoria (orejas cortas) sobre Hasatán. Su relleno, a base de semillas de

amapola, representa los frutos abundantes del Kéter.

Quien no ha sufrido la amenaza de la muerte (II Cor 1:9), ni se ha

beneficiado con la anulación de ésta, a través del favor de Adonái, (Col

2:14, II Tm 1:10) jamás podrá entender la razón de esa gratitud y de ese

gozo.

Los disfraces con que todos y todas acuden a la celebración de

Purim representan, por un lado, la incomprensión de quien está ajeno a

la vivencia proclamada en la festividad y, por el otro, la clara convicción

que tenemos de nuestra genuina experiencia interior: Tal vez no

entiendan lo que se ve por fuera, pero, en verdad, hay una incuestionable

realidad por debajo…

¡Hay cosas que sólo se entienden

cuando se experimentan!

JANUKAH

Hace muchos siglos, alrededor del año 164 antes de la Era Común,

sucedió a nuestro pueblo un gran milagro, por estos días de Janukah.

Este milagro es el que celebramos cada año en esta festividad.

Sucedió en aquel entonces que la Tierra de Israel había caído en

manos del Imperio de Grecia, la pagana. Los griegos empezaron a

dominar a los judíos y les quitaron toda su independencia, sólo les

permitían conservar su libertad religiosa.

Pero un día se levantó, para reinar, un malvado emperador que se

llamaba Antíoco Epífanes. Este hombre despiadado odiaba a los judíos y

a todas sus costumbres, no respetaba las creencias de otros pueblos y

deseaba imponerles su filosofía y tradiciones griegas y paganas.

Con esa motivación, Antíoco emitió un decreto donde les prohibió

a los judíos cumplir con las mitzvot de la Torah y alabar a D’os. Aún

más, prohibió la berit milah/circuncisión, realizar bar, o bat mitzvah,

observar el Shabat y las otras festividades, quemó talitot/mantos de

oración, tefilín/filacterias y libros de estudio, toda persona que fuera

encontrada estudiando la Torah, o poniendo por obra alguna de sus

mitzvot, irremiediablemente era ejecutada.

A cambio, Antíoco ordenó a Israel practicar el helenismo y el

paganismo panteísta de Grecia, adorar al Zeus y a todos los otros dioses

falsos, estudiar filosofía, comer animales inmundos y muchas otras cosas

que la Torah prohíbe. Fue una época de zozobra, pavor y desesperanza.

Sin embargo, a Antíoco no le bastó tanta maldad: Cometió una

atroz blasfemia: Profanó el templo purísimo de Jerusalem, donde se

ofrecían sacrificios y alabanzas a D’os. Entró en el templo con sus

ejércitos, quemó las puertas, apagó las lámparas, sacrificó animales

inmundos en el altar de bronce, entró al lugar purísimo y apagó la luz de

la menorah, en todo el templo puso estatuas de ídolos, entró en el lugar

purísimo, rompió el parójet, sacrificó una cerda sobre el propiciatorio

del arón kódesh y colocó una estatua de Zeus en el lugar. El servicio

continuo del Templo cesó.

Entonces, durante una manifestación, en la ciudad de Modiín, un

hombre llamado Matatiah (sumo sacerdote hasmoneo) se levantó con

furor y mató a un soldado griego. Desde este día, él y sus cinco hijos,

Yojanán, Shim’ón, Yehudah, Eleazar y Yonatán, junto con todos los

hombres valientes y dispuestos a luchar en defensa de su fe, se

levantaron en guerra.

Matatiah, al morir, dejó a su hijo Yehudah a la cabeza de la

rebelión contra los griegos. Él y sus hermanos fueron llamados los

makavim, porque eran fuertes como un makévet/martillo. Yehudah

macabeo fue un gran héroe y un gran guerrero.

Fue entonces cuando, D’os hizo el milagro:

Entregó a los muchos, en manos de los pocos, a los despiadados,

en manos de los justos, a los fuertes, en manos de los débiles, y les dio la

victoria. Los macabeos lograron prodigiosamente echar a los griegos y a

Antíoco, de la Tierra de Israel y de Yerushalaim. Nuevamente fueron un

pueblo libre.

Luego de esto los macabeos vinieron al templo, para restaurarlo y

dedicarlo a D’os nuevamente, para, así, ofrecer sacrificios, alabanzas y

ofrendas a Hashem, para agradecerle por la victoria grande que les había

dado. Pero se encontraron con un problema: Para hacer la

janukah&dedicación del templo se necesitaba encender la menorah

durante siete días, para lo cual se necesitaban siete vasijas de aceite. Los

griegos habían roto todos los sellos de las vasijas de aceite y sólo habían

dejado una intacta, porción que alcanzaba tan sólo para un día.

Los macabeos decidieron no esperar para preparar más aceite

purificado, y en un acto de fe encendieron la menorah. D’os hizo otro

milagro: El aceite que sólo alcanzaba para un día se multiplicó. No sólo

alcanzó para los siete días, sino que duró uno más y así la menorah brilló

durante los ocho días de la janukah. Entonces celebraron a D’os y le

agradecieron durante esos días y dedicaron el templo y decidieron que

esa festividad de Janukkah seguiría celebrándose por todas las

generaciones del Pueblo de Israel, desde el 25° de Kislev, por ocho días,

en los mismos en que sucedió el milagro de la multiplicación del aceite.

Hoy nosotros celebramos esta fiesta de Janukkah por los prodigios

y los milagros que hizo Hashem a nuestros padres en aquellos días, pero

ya en este tiempo.

La proclama, en forma de acróstico Z"ECQ (nes gadol haiah

sham/gran milagro hubo allá) trae a la memoria, no sólo los hechos

ocurridos en aquel entonces y el resultado de la intervención del Eterno,

a favor de Su pueblo, sino, también, una muy dura realidad:

La Q [nun] es la inicial de la palabra ZUQ (néfesh/alma/devoción),

que fue lo que quiso exterminar Babilonia, con la destrucción del primer

templo.

La C [guímel] es la primera consonante del vocablo TFC

(guf/cuerpo/integridad física), que fue lo que quiso destruir Medopersia,

por medio del genocidio.

La Z [sin] es la primera letra del término MLZ

(séjel/inteligencia/sabiduría), que fue lo que Grecia quiso aniquilar,

mediante la filosofia.

Finalmente, la E [hei] es la inicial de la palabra MLE (hakol/la

totalidad), que fue lo que Roma/Amalek quiso extinguir del Pueblo de

Israel: Su devoción, su integridad física y su sabiduría… ¡Hasta el día de

hoy!

SÉDER DE JANUKAH

HADLAKAT HANEROT

Una vez que ha oscurecido, se encienden las velas de Janukah.

Éstas, cada noche, se van colocando de derecha a izquierda y se

encienden de izquierda a derecha. Se utiliza un asmas/servidor, es decir,

una vela especial para encender las que se encuentran colocadas en la

janukíah/candelabro de janukah.

Con el shamash encendido se pronuncia la primera bendición. Se

dice la segunda bendición mientras se van encendiendo las velas.

Baruj Atah Adonái Eloheinu Mélej haolam asher kidshanu

bemitzvotav vetzivanu lehadlik ner shel janukah amé”n/Bendito

seas Tú, oh Eterno, nuestro D’os, Rey del universo que nos has

puesto aparte con Tus mandamientos y nos has recomendado

encender las velas de Janukah, amé”n. Baruj Atah Adonái

Eloheinu Mélej haolam sheasah nisim laavoteinu baiamim hahem

bazmán hazeh amé”n/Bendito seas Tú, oh Eterno, nuestro D’os,

Rey del universo que hiciste prodigios milagrosos a nuestros padres,

en aquellos días, pero ya en este tiempo, amé”n.

Sólo en la primera noche:

Baruj Atah Adonái Eloheinu Mélej haolam shehejeianu

vekiyemanu vehiguianu lazmán hazeh amé”n/Bendito seas Tú, oh

Eterno, nuestro D’os, Rey del universo que nos has dado la vida,

nos has levantado y nos has hecho llegar hasta este tiempo, amé”n.

Cada noche se añade la siguiente proclama:

Encendemos estas luminarias: Por los prodigios, por las

maravillas, por las salvaciones y por las victorias, en las guerras,

que hiciste a favor de nuestros padres, en aquellos días, pero ya en

este tiempo, por medio de Tus sacerdotes purificados. Estas velas

son declaradas puras, durante todos los ocho días de Janukah. No

nos es permitido hacer de ellas ningún uso, solamente el

contemplarlas, con el único propósito de agradecer y alabar a Tu

Nombre Grande, por Tus milagros, por Tu salvación y por Tus

maravillas.

MAOZ TZUR

LA ROCA FUERTE

Maoz tzur yeshuatí

lejá naeh lesabéaj

tikón beit tefillatí

vesham todah nezabéaj

leet tajín matbéaj

mitzar hamnabéaj

az egmor beshir mizmor

janukat hamizbéaj

Roca de mi salvación,

Tú eres digno de adoración.

Y en mi casa de oración,

acción de gracias ofreceré.

Y testificaré

de Tus grandes obras.

Yo a ti te cantaré

un canto de Janukah

LECTURA DEL SALMO 30,

SHEMAH ISRAEL Y AMIDAH

Por los prodigios, por los milagros, por los portentos, por las

salvaciones y por las victorias, en las guerras, que hiciste a favor de

nuestros padres, en aquellos días, pero ya en este tiempo: En días de

Matatíah, hijo de Yojanán, sumo sacerdote hasmoneo, y sus hijos,

cuando se levantó el reino de Grecia, la despiadada, sobre Tu Pueblo

Israel, para hacerlos olvidar Tu Torah y para pasar por alto los estatutos

de Tu voluntad. Pero Tú, con misericordia abundante, Te pusiste en pie a

favor de ellos, en el tiempo de su angustia. Peleaste su rencilla, juzgaste

su juicio y vengaste su venganza. Entregaste a los poderosos en manos

de los débiles, a los muchos, en manos de los pocos, a los impuros, en

manos de los puros, a los impíos, en manos de los justos y a los herejes,

en manos de los que escudriñan Tu Torah. Tú Te hiciste Nombre Grande

y Puro, en Tu mundo y a Tu Pueblo Israel le hiciste grande salvación y

milagro, como en este día. Después vinieron Tus hijos a restaurar Tu

Casa, reconstruyeron Tu Templo, dedicaron Tu Lugar Purísimo,

encendieron las luces de Tus atrios puros y permanecieron, durante los

ocho días de la janukah, con alabanza y acción de gracias, e hiciste con

ellos un milagro y un prodigio, por eso agradeceremos a Tu Nombre

Grande… ¡Selah! Los días de Janukah son para agradecer y alabar Tu

Nombre Grande.

Por todo esto te bendecimos: ¡Exaltado y enaltecido sea Tu

Nombre, oh Rey nuestro, siempre y por toda la eternidad! Que todos los

seres vivientes Te alaben con acción de gracias... ¡Selah! Alaben y

bendigan Tu Nombre, grande, en verdad, para siempre. Bueno es el D’os

de nuestra salvación y de nuestro socorro... ¡Selah! D’os bondadoso.

Bendito eres Tú, oh Eterno, bondad es Tu Nombre y es un honor darte

gracias. (Sal 18:1-2, 136:1-26)

SEUDAH Y BIRKAT HAMAZÓN

Todas las seudot/comidas ceremoniales contienen elementos

simbólicos en torno al significado y a las proclamas de la

conmemoración. Janukah no es la excepción: Se acostumbra asar carne

en recuerdo del fuego que ardió, en el beit hamikdash, durante los ocho

días de la dedicación, también se preparan frituras en aceite de olivas

para recordar las aceitunas utilizadas en la elaboración del aceite de la

menorah del templo.

Después de la Seudah se dice la Birkat Hamazón:

Tierra de trigo y cebada, de vides, higueras y granadas. Tierra de

olivos de aceite y de miel de dátiles. Tierra en la cual no comerás el

pan con escasez, ni te faltará nada en ella. Tierra cuyas piedras

contienen hierro y de cuyos montes sacarás cobre. Comerás, te

saciarás y bendecirás al Eterno, tu D’os, por la buena tierra que te

ha dado. Bendito seas Tú, oh Adonái, nuestro D’os, Rey del

universo, que alimentas al mundo entero con Tu bondad, favor,

clemencia y misericordia. Tú provees de pan a todos los seres

vivientes porque Tu clemencia es eterna. Por Tu inmensa bondad

nunca nos ha faltado, ni nos faltará jamás nuestro alimento, a

causa del amor de Tu Gran Nombre. Bendito seas Tú, oh Eterno,

nuestro D’os, Rey del universo, oh Hashem, nuestro Padre, nuestro

Rey, el Rey bondadoso y bienhechor para con todos. Tú nos has

beneficiado, sigues y continuarás haciéndolo. A causa de Yeshúah

Hamashíaj, nos has permitido heredar el día que será siempre

Shabat. Por los prodigios, por los milagros, por los portentos, por

las salvaciones y por las victorias en las guerras que hiciste a favor

de nuestros padres en aquellos días, pero ya en este tiempo: En días

de Matatíah, hijo de Yojanán, sumo sacerdote hasmoneo, y sus

hijos, cuando se levantó el reino de Grecia, la despiadada sobre Tu

Pueblo Israel para hacerlos olvidar Tu Torah y hacer pasar por alto

los estatutos de Tu voluntad. Pero Tú, con misericordia

abundante, Te pusiste en pie a favor de ellos, en el tiempo de su

angustia. Peleaste su rencilla, juzgaste su juicio y vengaste su

venganza. Entregaste a los poderosos, en manos de los débiles, a

los muchos, en manos de los pocos, a los impuros, en manos de los

puros, a los impíos, en manos de los justos, y a los herejes, en

manos de los que escudriñan Tu Torah. Y Tú Te hiciste Nombre

Grande y Puro, en Tu mundo y a Tu Pueblo Israel le hiciste grande

salvación y milagro, como en este día. Después vinieron Tus hijos a

restaurar Tu Casa, reconstruyeron Tu Templo, dedicaron Tu Lugar

Puro, encendieron las luces de Tus atrios puros y permanecieron,

durante los ocho días de la janukah, con alabanza y acción de

gracias, e hiciste con ellos un milagro y un prodigio, por eso

agradeceremos a Tu Nombre Grande… ¡Selah! Los días de

Janukah son para agradecer y alabar Tu Nombre Grande.

El que ya consolidó, la paz en Su Alta Mansión, siga

perfeccionándola en cada una y en cada uno de nosotros, en todo

Israel y digan, en el Nombre de Yeshúah Hamashíaj... ¡Amé”n!

LECTURAS ESPECIALES DE JANUKAH

PRIMER SHABAT DE JANUKAH :

Parashah correspondiente, Nm 7: 1-11, Zc 2: 14-4: 7, Jn 8: 12-19 y

II Tm 1: 6-7

SERVICIO DE SHAJARIT DURANTE LOS OCHO DÍAS DE

JANUKAH:

I día: Nm 6:22-7:17

II día: Nm 7:18-7:23

III día: Nm 7:24-7:29

IV día: Nm 7:31-7:34

V día: Nm 7:35-7:41

VI día: Nm 7:42-7:47

VII día: Nm 7:48-7:53

VIII día: Nm 7:54-8:4

SEGUNDO SHABAT DE JANUKAH:

Parashah correpondiente, Nm 7: 1-11, I Ry 7: 40-50, Jn 8: 12-19 y

II Tm 1: 6-7.

La festividad de Purim consta de cinco elementos:

1. Taanit Ester/el ayuno de Ester: Antes del día de Purim, de 06 am

a 06 pm

PURIM

La festividad de Purim consta de cinco elementos:

l ayuno de Ester: Antes del día de Purim, de 06 am

La festividad de Purim consta de cinco elementos:

l ayuno de Ester: Antes del día de Purim, de 06 am

2. Mikrah Meguilat Ester/la lectura del rollito de Ester: En la

víspera del día de Purim. Se lee, en voz alta, toda la Meguilah o,

por lo menos, el capítulo VII. El lector levantará la mano antes,

cada vez que vaya a leer el nombre de Hamán, con la finalidad

de que los oyentes, así advertidos, rechiflen o abucheen

(silbando, gritando, zapateando, palmeando o haciendo ruido

con sonajas o pitos), para impedir que ése sea escuchado

3. La Lectura de la Meguilah y de los textos especiales, en la

mañana del día de Purim:

Sal 24,

II Cor 1: 9-10,

Col 2: 13-15,

II Tm 1: 9-10,

Est 1: 1-10: 3 y

Ex 17:8-16

4. Haseudah/el banquete: Al anochecer del día de Purim. El dulce

tradicional son las llamadas Oznéi Hamán/Orejas de Hamán

5. El festival de Purim, posterior al día de la festividad. Día para:

Juegos organizados, obras de teatro, presentación de talentos y

desfile de disfraces, con premiaciones

MIKRAH MEGUILAT ESTER

LECTURA DEL ROLLITO DE ESTER

(Est 1: 1-10: 3)

Se dice:

Barúj Atáh Adonái Elohéinu Mélej haolám ashér kidshánu

bemitzvotáv vetzivánu al mikráh meguiláh amé”n/Bendito seas

Tú, oh Eterno, nuestro D’os, Rey del Universo, que nos has puesto

aparte con Tus Mitzvot y nos has recomendado la lectura de la

Meguilah, amé”n.

Barúj Atáh Adonái Elohéinu Mélej haolám sheasáh nisím

laavotéinu baiamím hahém bazmán hazéh amé”n/Bendito seas Tú,

oh Eterno, nuestro D’os, Rey del Universo que hiciste milagrosos

prodigios a nuestros ancestros, en aquellos días, pero ya en esta

época, amé”n.

Barúj Atáh Adonái Elohéinu Mélej haolám shehejeiánu

vekiyemánu vehiguiánu lazmán hazéh amé”n/Bendito seas Tú, oh

Eterno, nuestro D’os, Rey del Universo que nos has dado vida, nos

has levantado y nos has traído hasta este tiempo, amé”n.

Después de la Lectura de la Meguilah se añade:

Baruj Atah Adonái Elohéinu Mélej haolám haráv et rivénu

vehadán et dinénu, vehanokém et nikmaténu, vehamshalém

guemúl lejól oivéi nafshénu, vehanifráh lánu mitzaréinu. Barúj

Atáh Adonái, hanifráh leamó Israél mikól tzaréihem, haél

hamoshíah amé”n/Bendito sea Tú, oh Eterno, D’os nuestro, Rey

del Universo, que peleas nuestra rencilla, juzgas nuestro juicio,

vengas nuestra venganza, pagas su recompensa a todos los

enemigos de nuestra alma y que Te cobras de nuestros

angustiadores adversarios. Bendito seas Tú oh Eterno, que castigas

a los perseguidores de Tu Pueblo Israel... ¡D’os Salvador!...

Amé”n.

HASEUDAH/EL BANQUETE Y BIRKAT HAMAZÓN

Antes de beber vino o de comer pan antes de la cena, deben

pronunciarse las bendiciones correspondientes. Antes comer las orejas

de Hamán se debe pronunciar el Shehejeiánu.

Tierra de trigo y cebada, de vides, higueras y granadas. Tierra de

olivos de aceite y de miel de dátiles. Tierra en la cual no comerás el

pan con escasez, ni te faltará nada en ella. Tierra cuyas piedras

tienen hierro y de cuyos montes sacarás cobre. Comerás, te saciarás

y bendecirás al Eterno, tu D’os, por la buena tierra que te ha dado.

Bendito seas Tú, oh Adonái, nuestro D’os, Rey del Universo, que

alimentas al mundo entero con Tu bondad, favor, clemencia y

misericordia. Tú provees de pan a todos los seres vivientes porque

Tu clemencia es eterna. Por Tu inmensa bondad nunca nos ha

faltado, ni nos faltará jamás nuestro alimento, a causa del amor

de Tu Gran Nombre. Por los prodigios, por los milagros, por los

portentos, por las salvaciones y por las victorias, en las guerras,

que hiciste a favor de nuestros ancestros, en aquellos días, pero ya

en esta época: En los días de Mordejái y de Ester, en Susah, la

capital, cuando se levantó, sobre ellos, Hamán, el despiadado, para

buscar destruir, matar y exterminar a todos los judíos, desde el

joven hasta el anciano, mujeres y niños, en un solo día, en el

décimo tercero del mes duodécimo, es decir, en el mes de Adar, para,

finalmente, apoderarse de todos sus bienes. Pero Tú, con Tu gran

misericordia, frustraste su consejo, confundiste su pensamiento y

trajiste el pago de su castigo sobre su cabeza y fueron colgados, él y

sus hijos, en la horca. E hiciste, a favor de Tu Pueblo Israel, un

milagro y un prodigio, por eso agradeceremos a Tu Nombre grande.

Bendito seas Tú, oh Eterno, nuestro D’os, Rey del Universo, oh

Hashem, nuestro Padre, nuestro Rey, el Rey bondadoso y

bienhechor para con todos. Tú nos has beneficiado, sigues y

continuarás haciéndolo. A causa de Yeshúah Hamashíaj, nos has

permitido heredar el día que será siempre Shabat. El que ya

consolidó la paz, en Su Alta Mansión, siga perfeccionándola en

cada uno de nosotros, sobre todo Israel y digan, en el nombre de

Yeshúah Hamashíaj... ¡Amé”n!

Se levanta la copa y se proclama:

Kos yeshuót esáh veshém Adonái ekráh/La copa de las

salvaciones levantaré y el nombre del Eterno invocaré. Barúj Atáh

Adonái Elohéinu Mélej haolám Boréh pri hagáfen amé”n/Bendito

seas Tú, oh Hashem, nuestro D’os, Rey de Universo, Creador del

fruto de la vid, amé”n.

Se hacen sonar las copas, unas contra las otras... ¡Para que se oiga!...

Se dice: !NJJHM (Lejáyim/¡Por la vida!) y se bebe del vino.

Dr./Rb. Conrado Ricardo Umaña Rojas,

[email protected]