Las aventuras de Juan

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La fiestaPuntos de Patida, cap. 8

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Antes de que Rigoberto pasara por buscarle a María para poder ir juntos a la fiesta de disfraces para el Día de las Brujas, María le contó a Silvana de la carta que su prima encontró antes de subir al avión [clic 1]. “Lo que me enfurece a mí es que ella, mi propia prima, piensa que puede robar a mi hombre. ¿No sabe ella que soy la chica más popular de la escuela?”“Seguro que sabe, porque se lo dices cada vez que están juntas. Y María, estás hablando como que Juan es tu terreno. ¿Qué pasó con Rigoberto? ¿Te acuerdas de él? [clic 2]”“Claro que me acuerdo. Él me va a buscar en algunos minutos para ir a la fiesta de disfraces.”“¿Y?” preguntó Silvana queriendo saber el destino de Rigoberto. “No sé Silvana. Estás cosas son complicadas. Me gustó mucho Rigoberto con todos sus músculos y buen pelo, pero no sé. Los músculos como que están pasando de moda. Y Juan, no sé. Él tiene algo misterioso que tengo que explorar . . . Bueno Silvana, voy a cortar porque Rigo está tocando la puerta. Nos vemos en tu casa.”

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María cuelga el teléfono y contesta la puerta. Es Rigoberto que se vistió de astronauta, con flores en la mano.“Tuve que ir a la luna para encontrarlas, pero ahora te las doy de toda corazón.”“Claro, claro. Subamos tu nave entonces, vamos a llegar tarde” dijo María bruscamente, poniendo las flores a un lado.

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María y Rigoberto fueron a la fiesta en su camión grande, María vestida de Cleopatra y Rigoberto de astronauta. Hicieron una pareja rara. En camino hablaron del día de las brujas y otros días festivos. “Yo creo que el mejor día festivo es el día de San Valentín [clic 1]. Especialmente este año porque voy a regalarte algo buenísimo.”“A mí me encanta la navidad [clic 2].”“Oh, a mí también me encanta. Toda mi familia se reúne e intercambiamos regalos [clic 3], nos divertimos muchísimo. ¿Por eso te gusta?”“No tanto. Me gustan las oportunidades para hacer compras. Me encanta gastar dinero [clic 4]. Y me gusta recibir regalos también. De hecho, me gusta recibir regalos tanto, que un año celebramos la Fiesta de las Luces [clic 5] para poder dar más regalos. ¿Sabías tú que en la Fiesta de las Luces los familiares reciben 12 regalos cada uno. Te digo Rigo, estos judíos saben festejar.”

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En otro lugar, Juan y Pedro fueron también a la fiesta. Ellos llegaron muy tarde porque su vía de transporte se descompuso a mitad de camino [clic 1]. Juan y Pedro se sintieron muy felices solamente porque pudieron llegar al sitio de la fiesta. Las decoraciones [clic 2]de la fiesta fueron increíbles. Hubo de todo, un pastel [clic 3], muchos entremeses [clic 4], música y una pista de baile, y sobre todo, muchos invitados. Parecía que todos los estudiantes de la escuela vinieron. Juan quiso encontrarle a María. Él trajo unas flores para María y él quiso dárselas. “Hablaste con Silvana, ¿no? ¿Cuál es el disfraz de María?”“Silvana dijo que María va a estar disfrazada de Cleopatra” contestó Pedro.

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Luego, en otra parte de la fiesta María está buscándole a Juan cuando se topa con su prima, Beti. “¿María, eres tú?” Beti dijo.“Lo atinaste.” María dijo.“Los dos nos vestimos de Cleopatra. ¡Qué casualidad! Tenemos el mismo disfraz.”“Bueno no te lo digo para ofender, pero no es lo mismo porque papá se lo mandó a pedir a una tienda en Francia. El tuyo seguramente es una copia barata.”

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En otra esquina de la fiesta, Silvana, la anfitriona que organizó la fiesta, estuvo tratando de mantener el control de la fiesta y asegurar que todos pudieron pasarlo bien cuando Rigoberto y sus amigos empezaron a destruir la casa al tratar de meter unos chicos del primer año en una pequeña gabinete. Pedro trajo una pelota de fútbol y después de demostrársela a Rigoberto y a sus amigos se la tiró al perro, en el terreno de atrás. Rigoberto y todos sus amigos futbolistas la siguieron afuera. Mientras estuvieron afuera, Silvana cerró la puerta con llave para tener algunos minutos de paz. “Esto fue una muy buena idea,” le dijo Silvana a Pedro.Pedro no pudo decir nada. Sólo sonrió y se ruborizó.

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En el piso de baile, Beti le encuentra a Juan. “Hola señor basketbolista” dijo Beti.“Cleopatra, por fin te econtré” dijo Juan. En este instante el DJ puso una canción lenta y los dos empezaron a bailar.“Sí recibiste tu carta Juanchi.”“¿Por qué no me la contestaste?”“¿Por qué no supe donde hallar un SÍ de suficiente tamaño como para merecer una respuesta de está índole. Así que decidí darte la SÍ en persona esta noche.”

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Y con eso Beti le besó a Juan en los labios y susurró ‘claro que sí mi amor’ en su oído. Juan casi se desmayó. “Espera un minutito mi cielo. Tengo que hablar con un amigo de mi clase de ciencias, acerca de un proyecto que entregamos hoy. Ya vuelvo.” Y con eso Beti salió y desapareció entre los otros invitados dejándole a Juan solito y aturdido en la pista de baile.

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“¿Viste esto chama? ¿Tú lo puedes creer?” Le preguntó María a Silvana que vieron todo el espectáculo entre Juan y Beti. “Lo vi, pero todavía no lo creo” dijo Silvana con la boca abierta.“Bueno. Yo voy a arreglar todo esto” dijo María y empezó a caminar hacia Juan.“María, no lo hagas” dijo Silvana, pero María no le hizo caso.

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Pedro le acercó a Juan y le dijo, “¿Juan, qué te pasó?”“Dos Cleopatras me besaron esta noche.” dijo Juan.“¿Dos?” dijo Pedro. “Yo solamente le vi a María.”“No, hubo otra aquí en esta fiesta. Y me besó también.”“¿Cómo sabes?”“¿Porque los primeros labios sabían a sandía mientras los labios de María sabían a chocolate?”“¿Quién era la primera Cleopatra entonces?” preguntó Pedro.