las artes plásticas han sido cómplices de los acervos...
TRANSCRIPT
las artes plásticas han sido cómplices de los acervos biblio
gráficos en esos universos a escala que son las bibliotecas.
y la Ciudad de los Libros no es la excepción, pues Betsabée
Romero, Francisco Toledo, Vicente Rojo, Minerva Cuevas, Jan
Hendrix y Perla Krauze, entre otros renombrados artistas vi
suales, han sido convocados a la aventura de establecer un
L AS BIBLIOTECAS HAN SIDO, POR SIGLOS, LOS TEMPLOS
personales de quienes las han formado. En ellas se guardan
sucesos, ocurrencias, cavilaciones, ataduras que conservan
en las entrañas el tiempo en que fueron producidas. Todo
en ellas parece haber sido hecho para conformar un cerrado ejército de
combatientes contra la amnesia que, a la menor provocación, nos lanzan
a la cara las palabras que estábamos a punto de olvidar.
Las bibliotecas son, pues, arsenales de obuses formados
de palabras que reposan unas junto a otras hasta formar
millones. Y todo ello en los espacios personales de esa suerte de
estrategas del pensamiento que las reúnen. ! Antonio Castro Leal,
Jaime García Terrés, Carlos Monsiváis, José Luis Martínez y Alí Chuma
cero ponían pacientemente en sus bibliotecas personales uno a uno los
libros de los que se apropiaban. Todos esos libros, dentro de sus casas,
guardaban su carga explosiva momentáneamente neutralizada. Ahora
esos volúmenes tienen un nuevo hogar que les permite seguir juntos. Y
que además los vincula con los ejemplares reunidos por alguno otro de
estos singulares personajes. ! Para cada de una de estas bibliotecas, ahora
ubicadas en la Ciudad de los Libros, se han elaborado piezas de arte con
temporáneo. Las obras de los creadores visuales vienen, más que a ilus
trar una colección, a convertirse en una creación paralela al acer
vo bibliográfico. Lejos de atender desde narrativas predecibles
aquella obra monumental de acervos bibliográficos, las piezas crea-
das ex profeso para estos nuevos recintos hacen citas. ! Betsabée
Romero, por ejemplo, construyó 18 aviones que circulan
todos en espiral sobre nuestras cabezas. En sus costados,
se leen nombres de autores representados en el acervo de
José Luis Martínez, tales como Gabriel García Márquez, Pablo
Neruda, José Martí o Marcel Proust; bajo las alas de estos aero
planos, en extraña quietud dinámica, nombres de grandes obras: Canto
cósmico (Ernesto Cardenal), Nuestra América (José Martí), La prisionera
(Marcel Proust), La región más transparente (Carlos Fuentes), y muchas
más. ! Como único cargamento visible, un atado de libros cuelga del
fuselaje de hoja de lata sobre una suerte de columpio, como si estuviese
dispuesto a ser lanzado en zonas de hambruna literaria en paquetes de
emergencia. Ninguno ha caído aún. Éste quizá no sea el lugar elegido. !
Betsabée Romero.
~ y Avioncitos, 2012 .
Biblioteca José Luis
Martínez.
Páginas 64-65:
Perla Krauze.
Tiempo suspendido, 2012.
Biblioteca Jaime
García Terrés.
Alejandra ZermeIio. Pende del techo de la Biblioteca Jaime García
A La reflexión , 2012. Terrés la obra de Perla Krauze, Tiempo suspen-
> La obsen'acióll, 2012. di do (véanse páginas 64-65) . Tras haber de
Alfondo: sarrollado un trabajo de larga data, la autora
> La proyeccióll , 2012. presenta aquí una lluvia de piedras en resinas
Todas: de colores suaves que caen delicadamente, pese
Biblioteca Antonio a su origen pétreo, sobre el área de lectura de
Castro Leal. la biblioteca. Al ser traslúcidas, y pese a que no
inciden sobre ellas rayos directos de luz, pa-
... Magali Lara. recería que tienen una delicada brillantez que
Intervención azul nos remite a un espacio de paz. ~ Todas son de
(boceto ), 2012. diferentes tamaños y colores, además de estar
Sala infantil. dispuestas aleatoriamente de canto o de fren
te. Krauze logra una acertada convivencia de
su pieza con los libros cuyos lomos y tamaños
integran también un catálogo de diversidades.
Un suave movimiento giratorio nos previene
de su presencia. Es el viento que produce algún
lector que camina o que hojea suavemente un
libro. ~ Tres piezas a escala 1: 1 de Alejandra
Zermeño conforman Los tres métodos de la
creación: la observación, la reflexión y la pro
yección. Figuras antropomorfas, nos reciben en
diferentes áreas de la Biblioteca Antonio Castro
Leal. Una de ellas, La observación, en rojo, de
pie y cerca de la barandilla de un puente, nos
mira con toda su corpulencia inevitable. ~ En
otra de las áreas, la figura azul de un hombre jo
ven sentado sobre sus piernas a modo reflexivo
es sujetada amorosamente por sus brazos como
si se diera abrigo a sí mismo. Se trata de La re
flexión. Por último la figura rosa de una mujer
joven y esbelta se proyecta hacia arriba, pero a
la vez se deconstruye para dar paso al acto crea
tivo. Es La proyección. ~ Una de las áreas clave
en la Ciudad de los Libros es la infantil. Para
ella fue invitada Magali Lara, quien generó un
importante corpus de piezas que, tanto por sus
68
dimensiones como por las referencias a su in
fancia, crean un entorno entraii.able con guiños
a los colores que marcaron sus primeros ailos.
~ La alfombra lleva los azules y dorados que
se alojan en su recuerdo de la Mezquita Azul
en Estambul y que le marcaron hondamente.
Otros dibujos pensados en tonos de grises y
negro irán en los muros y, aunque tienen una
vocación más simétrica, han sido concebidos
para generar momentos de relajación como
los que producen las mandalas. ~ Laureana
Toledo y Minerva Cuevas comparten el espa
cio del Fondo Reservado México. La primera,
con su proyecto Retrovisor, rompe las barreras
del adentro/afuera mediante imágenes que se
proyectan desde el interior de la biblioteca ha
cia los jardines y desde éstos hacia adentro. ~
Al interior del espacio, los libros reciben en sus
lomos el haz lumínico de un proyector que los
cubre con imágenes de los jardines en tiempo
real. Al mismo tiempo, en los jardines hay un
proyector que permite a quienes se encuentran
en la parte exterior mirar hacia adentro y ob
servar a las personas que consultan los libros.
~ Minerva Cuevas hace una intervención di
recta en los libreros con sus Serie victorias y Se
rie trágica. En una referencia puntual y directa,
el emblemático edificio de la Ciudadela cobra
presencia en las fundiciones en bronce hechas
ex profeso por Cuevas y cuya utilidad es la de
soportar los libros desde sus extremos, tal y
como se estilaba en los acervos caseros, para los
que se diseñaron en una época las más diversas
piezas cuya finalidad era, solamente, detener
los libros para que permanecieran verticales. ~
A Vicente Rojo Uno de los creadores visuales de la generación de
Gran escenario la Ruptura y cuya trayectoria ha estado íntimamen-
primitivo, 2012. te relacionada con el mundo editorial es Vicente
Patio de lectura. Rojo. Gran escenario primitivo es una pintura que
da cuenta de las evocaciones de quien tuvo deci
sión, desde la plataforma del diseño gráfico, sobre
innumerables portadas de libros y periódicos de
México y otras partes del mundo. , Elementos
de repeticiones cromáticas emulan en esta obra
las delicadas diferencias que se encuentran en los
libreros y provocan que nuestro ojo atienda las se
ñales que nos llevarán a lo que buscamos. Sesenta
cuadros hacen un gran cuadro. Cada una de las
secciones es distinta a la otra. Similar en su es
tructura, diferente en su resolución; parecida en su
forma, complementada con su opuesto. , La biblio
teca Carlos Monsiváis recibió la obra de quien fuera
su amigo entrañable: Francisco Toledo (véanse pá-
ginas 18-21). Se trata de una de las piezas más lú
dicas y desenfadadas de todo el conjunto. Una obra
que reproduce libreros voluminizados con ejempla
res puestos desordenadamente. Algunos títulos han
sido colocados en ellos: El estado laico y sus malque
rientes, Apocalipstick, por supuesto, la Biblia y, junto
a ella, El gato con botas. Se trata de lo que, a juicio de
Toledo, Monsiváis debía tener. , A la derecha de la
obra, una silueta de un Monsi de tamaño natural
avanza hacia la izquierda. Le esperan uno de sus
múltiples gatos y el imprescindible muñeco de
un luchador. La recolección de las representaciones
dinámicas de lo popular que el gran cronista des
cribió tan puntualmente, se vuelven en esta evoca
dora pieza presencias hieráticas que han quedado
inmovilizadas (no sin humor). , Una de las obras
más ambiciosas en la producción de Dr. Lakra se
encuentra en la Ciudad de los Libros. Se trata del
70
mural que se ubica en el teatro. Formado por siete
paneles, alude a referencias bibliográficas que han
marcado la vida de este autor: los monstruos fan
tásticos del Atlas de Ortelius, la portada del Álgebra
de Baldor, escenas tomadas de narraciones orienta
les, del cine mexicano y próceres culturales con el
rostro deformado. A la manera de los retablos co
loniales, Dr. Lakra ha colocado un medallon en el
que da cuenta de la fechas de factura de la obra y los
nombres de pila de sus ayudantes. Mientras unos
personajes luchan a muerte contra una ballena en
furecida, la silueta de una sensual mujer bailando
en la cumbre de un cerro remata esta composi
ción: al final quedan el gozo y la celebración de las
imágenes. , Las obras de creadores visuales en un
espacio de vocación bibliográfica establecen
un diálogo enriquecedor y fructífero. Sin hacer
sólo las citas obligadas o las predecibles carava-
71
nas a los grandes autores, cada uno de los tra
bajos tiene su ruta. Felizmente ahora confluyen
en este espacio como un aporte indudable al en
cuentro de disciplinas. e
Santiago Espinosa de los Monteros. Curador in
dependiente. Ha publicado regularmente, entre
otros, en La Jornada, Art Nexus, Réplica21 yen el
periódico Reforma. Ha sido agregado cultural de
México en Venezuela, consejero cultural de Mé
xico en Canadá y Coordinador Nacional de Artes
Plásticas del INBA. Entre sus curadurías se cuentan
"Mexican Repore' y "Espejos/Mirrors': ambas en
Estados Unidos; "Joy Laville" en el Museo de Arte
Moderno y las ferias de arte Balelatina y Hot
Art en Basilea, Suiza, así como la de los 20 Años
del FONCA y "Escultura de Xawery Wolski: Mate
ria del deseo" en el Centro Cultural Tijuana.