la tiniebla - rafael spregelburd

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  • Dramtica Latinoamericana de Teatro/CELCIT N 14 pag 1

    LA TINIEBLARafael Spregelburd

  • Dramtica Latinoamericana de Teatro/CELCIT N 14 pag 2

    Dramtica Latinoamericana de Teatro/CELCIT N 14

    LA TINIEBLARafael Spregelburd

    Primer Premio en el Concurso de AutoresTeatrales organizado por la Facultad dePsicologa de la Universidad de BuenosAires. (1994)

    Adjudicacin de la coproduccin del Tea-tro Municipal General San Martn. (1994)

    El espectculo particip, como invitado es-pecial, de la muestra BUENOS ARTESJOVEN 94, en el Centro CulturalRecoleta. (Octubre de 1994)

    Estrenada el 30 de octubre de 1994 en elCentro Cultural Recoleta, y luego en elAuditorio de la Facultad de Psicologa dela UBA, como coproduccin del TeatroMunicipal General San Martn y la Uni-versidad de Buenos Aires.

    QARINA: Ana Mara PittalugaORLANDO: Fogonazo LareoYACO: Jorge SnchezFANNY: Corina RomeroDISEO DE SONIDO: Pablo SchenquermanFOTOGRAFA: Carlos FlynnESCENOGRAFA E ILUMINACIN: AdnCastagnaniASISTENTE DE DIRECCIN: FlorenciaMilliDIRECCIN GENERAL: Jos Mara Gmez

    PERSONAJES

    QarinaOrlandoYacoFanny

    Acerca de La tiniebla

    El estreno de La tiniebla signific la defini-tiva afirmacin de Rafael Spregelburd

    entre los dramaturgos ms valiosos delnuevo teatro argentino. A medida que sedesarrollaba sobre el pequeo escenariodel Auditorio de Psicologa (Universidadde Buenos Aires), La tiniebla iba ratifi-cando contundentemente que su escri-tura encerraba una concepcin drama-trgica diferente, que no repeta los es-quemas ya conocidos de los maestrosRoberto Cossa, Griselda Gambaro o Ri-cardo Monti.

    Una situacin narrativa de definicin ambi-guamente tradicional (dos presos ence-rrados, visitados por una prostituta y vigi-lados por una guardacrcel) comenzaba afugarse, a desviarse hacia otras direc-ciones: la autosealizacin del artificio tea-tral, la indefinicin de las identidades, laimposibilidad de comprender el relato sal-vo por la percepcin constante, emocionaly sensitiva ms que intelectual, de dos ele-mentos complementarios: la metamorfo-sis y la muerte. En el espacio de la celdase generaba la simbolizacin de una visinde mundo ligada a nuestra percepcin defin de siglo: una mezcla de clausura (delprogreso, de las salidas existenciales, dela trascendencia), de imperio de la muerte(de las ideologas, de los sueos y las uto-pas, del concepto de lo nuevo) y de repe-ticin, como vana elocuencia, de un per-petuo cambio sin sustancia. Spregelburdescenificaba un mecanismo paradjico: sudramaturgia empezaba a significar en ellugar donde perda deliberadamente su ca-pacidad de significacin directa.

    Discpulo del director Ricardo Bartis y desu teatro de la multiplicidad,Spregelburd sobresale como creador deextraas formas narrativas, en las quepoco a poco el centro de atencin va des-

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    plazndose de la sustancia de lo narra-do y las formas de narrar a la preguntapor la naturaleza misma del lenguajecomo constructor (y poderoso perturba-dor) de lo real. De la construccin delrelato y el relato de dicha construccinSpregelburd elige derivar hacia los do-minios borrosos donde el lenguaje sedevora a s mismo. Su ltima creacin,en colaboracin con Andrea Garrote, Dospersonas diferentes dicen hace buen tiem-po, marca una profundizacin todavamayor en este campo de preocupaciones.

    Jorge Dubatti

    Manual de instrucciones

    La tiniebla es una pieza acerca de lo oscu-ro de la identidad, una broma sobre lasimulacin, la libertad y la impostura.

    Como se ver, es indispensable para el fun-cionamiento del relato que se respete unmecanismo muy sencillo que debe ar-marse a partir de la Escena VIII, en laque desaparece Qarina.

    A partir de all comienza la rotacin de ro-les entre Qarina, Yaco y Orlando. Peroes importante que se entienda que la ac-triz que interpreta a Qarina contina enescena, interpretando tanto a Yaco comoa Orlando que hacen de Qarina.

    Lo mismo sucede en la transmutacin fi-nal, luego de la desaparicin de Yaco (Es-cena XI): el actor que hace a Yaco siguerepresentando en la Escena XII a Orlandoque se disfraza de Yaco.

    Vale decir que la simulacin es perfecta:cuando Orlando se disfraza de Qarina,es Qarina; cuando toma el rol de Yaco,es Yaco, etc.

    Sugiero adems que la actriz que hace aQarina lleve peluca desde el principio, parareforzar el efecto de las escenas finales.

    Para proporcionar una lectura similar a laque tendra el espectador he puesto encada caso el nombre del personaje delcual se han disfrazado los actores. Laidentidad real de los personajes se des-prende del dilogo.

    Las escenas estn separadas por apagones,que funcionan como elipsis cinematogr-ficas. Es decir que no importa si hay luzo no, siempre que haya una ruptura cla-

    ra entre un cuadro y otro.

    Rafael Spregelburd

    LA TINIEBLA

    ESCENA I

    Una celda todo lo gris que se pueda. Doscamas simtricas y apagadas. Un inodo-ro contra la pared del fondo; en su radasuperficie blanca alguien ha escrito conrouge: Por qu el ser y no la nada?.Una ventanita inverosmil. Al frente, lareja. Se supone que QARINA entra ysale por esa reja que FANNY , la carcele-ra, se encarga de abrir y cerrar con gran-des llaves.

    En la cama de la izquierda, ORLANDO duer-me, o hace que duerme, o simplementese tapa para no ver. En la de la derecha,en cambio, YACO est sentado junto aQARINA. Ella es joven y atractiva; los la-bios hmedos y la mirada triste. Visteropas baratas y de colores; lo nico queno es o gris o negro en la celda.

    QARINA: De alguna manera, todos tenemostristeza. Por qu ser tan rica el aguade ac? Cuando llega la hora de venir averte... En otras celdas el agua no es tanpura, tan tibia como ac. Lo conocs alRinoceronte?

    YACO: De nombre. Por las pisadas.

    QARINA: Tiene que soplar adentro del aguacon una bombilla para sacarle lo gris. Acno, ac es distinto. No me das otro beso?

    YACO: Otro vaso? El que te di es el nico.

    QARINA: Otro beso.

    YACO: Te doy todos los que quieras. (Ellalo detiene)

    QARINA: Tenemos que administrar el cari-o de otra manera, todo se gasta. Sabslo que es la economa?... Minimizar losrecursos y optimizar la produccin. Unbeso solo est bien. (l le da un beso) Bri-bn! Como sabs que me gustan tus be-sos... Y qu rica es el agua de ac! Noquers tocarme?

  • Dramtica Latinoamericana de Teatro/CELCIT N 14 pag 4

    YACO: Es lo nico que quiero.

    QARINA: Y por qu no lo hacs? Siempreque sepas administrarte... Tambin, porqu no me decs alguna cosa?

    YACO: Qarina, te quiero tanto. Sos lo ni-co que tiene color.

    QARINA: Por qu mataste a tu mujer?Podramos habernos conocido afuera...aunque es improbable porque yo salgotan poco.

    YACO: Yo no mat a ninguna mujer.

    QARINA: No?

    YACO: Te confunds con algn otro. El Ri-noceronte, por ejemplo.

    QARINA: Entonces te vas a ir pronto.Quers que contemos los das? Es bue-no poder administrar los das de uno,porque despus uno se muere. Tengoalgo para vos... un regalito. (Saca unpaquetito y se lo da) Abrlo. (YACO: loobserva atnito.) No, as no. Al revs. Esun ornamento con un tubito. Los hici-mos con las chicas, como souvenirs. Haytantos que se mueren y no los vemosms. Hicimos miles y miles, total no seechan a perder.

    FANNY: (Hace sonar un tacho a golpes) Ter-min la hora de las amadoras. Cadaquien a sus cosas.

    YACO: No te vayas, Qarina.

    QARINA: Ya oste. Me tengo que ir, Yaco,mi amor.

    YACO: Si te vas, voy a llorar. Es decir, muyprobablemente.

    QARINA: Es muy bueno que un hombrehaya aprendido a llorar, pero muy pocoprctico. Te gustan estos zapatos detaco bajo? Qu lstima que no tuvimostiempo para hablar de m, de cmo estoyvestida a la miseria. No me hace msdigna, eso, el taco bajito? Pobre, pobreamor mo, cmo sufren los hombres so-los. Me das otro beso? Chau.

    ESCENA II

    ORLANDO y YACO cada uno en su cama.ORLANDO lee, como de costumbre, laslneas de un papel ajado que guarda re-

    gularmente en el bolsillo de su unifor-me. YACO toca algo muy suave en suarmnica.

    ORLANDO: Silencio de tortuga enorme.Fiona baj del taxi ceida por un vestidonegro y se amold la horma de los piessobre las baldosas. Adam la haba estadoesperando durante horas bajo un farol sinluz, con la mano cerrada sobre la 38 enun bolsillo del blazer. Desde la casa dehamburguesas bajaba un tubo-mangue-ra que exhalaba un vapor verde. El sehaba dormido en esas nubes musgosasy pluriformes. Fiona se aclar la gargan-ta bebiendo de su garrafa un sorbo de al-cohol puro y despert a Adam dicindole:Por qu insistes en seguirme? (Dobla elpapel en cuatro) No hay ms.

    YACO: Ayer me pareci que Adam iba adespertarse mucho antes que hoy.

    ORLANDO: Como que la iba a esperar mstiempo?

    YACO: No s. Que se despertaba as, pluf...El olor de las hamburguesas, mezcladocon el olor de Fiona, no s. Una sensa-cin.

    ORLANDO: Hoy Fiona cuando le dijo Porqu insistes en seguirme? de algunamanera le estaba diciendo que lo quera.

    YACO: S. A m tambin me pareci.

    ORLANDO: Ojal pudiera avanzar.

    YACO: Me gustara saber si la mata o no.Tiene balas?

    ORLANDO: l? No s.

    YACO: Habra que ver si tiene balas. Esabsolutamente distinto si tiene balas.

    ORLANDO: Por un momento, hoy me pare-ci que ni siquiera era suya, el arma. Quehaba quedado de la tintorera en un bol-sillo.

    YACO: S, algo de todo eso flotaba en elambiente. Qu hora es?

    ORLANDO: Falta muy poco. Qu pasa sile dijera Por qu insistes en ladrarme?en vez de Por qu insistes en seguir-me? ?

    YACO: Yo no me animara a retocarlo ms.

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    Seguira adelante, ms bien. Pero yo nosoy escritor, soy preso.

    ORLANDO: Si fueras escritor dejaras deestar preso?

    FANNY: Es la hora del fro. A sus lugares!

    ORLANDO y YACO intercambian camasrpidamente y con fastidio. Tiritan leve-mente.

    ORLANDO: Yo probara Por qu insistesen ladrarme? para ver si ella realmentelo quiere.

    YACO: O si todo fue un capricho.

    ORLANDO: O una disimulacin. Pero tododepende de si tiene balas o no.

    YACO: Habra que pensar una cosa comoconsecuencia de la otra.

    ORLANDO: O como causa.

    YACO: En todo caso, no como fenmenosaislados.

    ORLANDO: Cunto falta?

    FANNY: Bueno, ya est. A sus lugares!(Ocupan reconfortados sus respectivascamas. YACO vuelve a tocar la mismameloda en la armnica.) Faltaban quin-ce segundos de fro, pero yo hice la vistagorda.

    ESCENA III

    En la cama de la derecha, YACO duerme, ohace que duerme, o simplemente se tapapara no ver. En la de la izquierda, en cam-bio, ORLANDO est sentado junto aQARINA.

    QARINA: Te sobraron menudencias depollo? No quers drmelas?

    ORLANDO: Ojal pudiera darte algo msque las sobras.

    QARINA: Es muy sincero eso que decs.Pero lo que a m me enloquecen son lasmenudencias de pollo. Por qu sern tanricas las sobras en esta celda? Loconocs al Rinoceronte?

    ORLANDO: No.

    QARINA: Cmo sigue la historia de amor?

    ORLANDO: No s si es de amor.

    QARINA: Por qu no? Sos un hombre sen-sible, y generoso. En serio te quiero.

    ORLANDO: S.

    QARINA: Quizs es que me ves as, siem-pre igual, como si trabajara.

    ORLANDO: Es tu trabajo.

    QARINA: Es un trabajo, es econmico, pro-duce, pero no quita que te quiera igual.Ms que a muchos. Por qu mataste atu mujer? A veces me parece que quershacerme dao y me retraigo, como uncaracol.

    ORLANDO: Yo no la mat.

    QARINA: Ya saba. Lo dije para cambiar. Yosoy de suponer todo. Y a veces supongobien. (Pasa un dedo por su piel) Ya tu-vieron la hora del fro?

    ORLANDO: S.

    QARINA: Cuando salgas no te vas a acor-dar ms de la pobre Qarina.

    ORLANDO: Yo no voy a salir ms.

    QARINA: Pero no trabajs, escribs muypoco, siempre tachonando sobre las mis-mas lneas, te sobra tiempo para salir.Yo salgo tan poco. A lo mejor el domingovoy a una feria hippie. Quers que tetraiga algo?

    ORLANDO: S.

    QARINA: Qu bueno! Ahora puedo irmesabiendo que vas a pensar en m... en loque te voy a traer de afuera... Me gustacuando penss en m.

    ORLANDO: Todo el tiempo pienso en vos.

    QARINA: Dame un beso.

    FANNY: Termin la hora de las amadoras.Tens que irte.

    QARINA: Fanny, querida, hay maneras ymaneras de ser vulgar.

    FANNY: Tens que irte.

    QARINA: Tens que irte!, repite la quenunca se mir siquiera como andaba ves-

  • Dramtica Latinoamericana de Teatro/CELCIT N 14 pag 6

    tida. Te gustan, Orlando, mi amor, es-tos zapatos de taco bajo? Son lindos, no?Despus lo hablamos. Esperme.

    ESCENA IV

    FANNY: Es la hora de la reflexin! A sustareas!

    YACO: Tema?

    FANNY: No s. Digamos que libre.

    ORLANDO: (Simultneamente con el textode YACO) Pienso slo en dos cosas: laprimera, en si tiene balas. La segunda,en cmo escapar de aqu.

    YACO: (Simultneamente con el texto deORLANDO) Cambiara media hora del fropor media hora de las amadoras. Y creoque no me arrepentira.

    FANNY: Tienen tiempo, todava. No van areflexionar ms?

    ORLANDO: No lo toms a mal, FANNY: ,pero es secreto.

    FANNY: Ustedes ya no tienen secretos param. Los he visto temblar, desfallecerse,desnudarse. Nos pertenecemos tanto.

    ORLANDO: Es secreto.

    FANNY: Si estuvieran urdiendo un planpara escaparse yo me dara cuenta. Peroni siquiera pueden seguir adelante conel relato de Fiona. A veces, cansada detanto andar por estos pasillos, me sientoen un banco a cerrar los ojos y escucho.Ao tras ao Fiona baja del taxi y des-pierta a Adam. Es un relato que prome-te. Cmo se llama?

    ORLANDO: La tiniebla.

    FANNY: Es un nombre triste. Habra queponerlo en plural.

    ESCENA V

    YACO vuelve sobre su armnica. ORLANDO,sobre su texto.

    ORLANDO: Silencio de tortuga enorme.Fiona baj del taxi ceida por un vestidonegro y se amold la horma de los piessobre las baldosas. Adam la haba esta-do esperando durante horas bajo un fa-rol sin luz, con la mano cerrada sobre la

    38 en un bolsillo del blazer. Desde la casade hamburguesas bajaba un tubo-man-guera que exhalaba un vapor verde. Else haba dormido en esas nubes musgo-sas y pluriformes. Fiona se aclar la gar-ganta bebiendo de su garrafa un sorbode alcohol puro y despert a Adam di-cindole: Por qu insistes en seguirme?

    YACO: Hoy Fiona me hizo acordar aQARINA: .

    ORLANDO: No veo por qu. Se visten dis-tinto, piensan distinto... Fiona es msalta.

    YACO: Me hizo acordar. No sabs si Adamla mata?

    ORLANDO: A Qarina?

    YACO no contesta, pero se miran intensa-mente. Cualquiera dira que han com-prendido algo muy importante.

    ESCENA VI

    QARINA: (Despliega a su alrededor un ar-senal de bolsitas de nylon, en las queguarda las chucheras que compr en laferia hippie.) Un muchachn pelilargohaca soportes para computadoras conunos tenedores de aluminio. Usaba unaspinzas de orfebre y me sonrea. Hacatanto que no sala! Fui con Anabel, peroa los dos minutos la perd entre un gru-po hippie que plantaba hinojo. Miren to-das las cosas que traje... bifurcadores,prtesis paraguayas, estos sombreritoscon cencerros... Yaco, ven vos tambin...(YACO: no se mueve de debajo de la fra-zada.) Ven, pods mirar... Estamos ves-tidos. (YACO: se acerca.) Pens que mequerras comprar estas chinitas. No sonlindas?

    YACO: Y qu hara yo con eso?

    QARINA: No seas desamorado. Pens quequizs querras regalrmelas.

    YACO: Cunto cuestan?

    QARINA: No te hags problema. Yo te loanoto en el cuaderno. (Efectivamente,saca un cuaderno y anota.) Gracias, Yaco.Son muy lindas, y son mi nmero y has-ta un poquito ms. Orlando, traje estahebilla con forma de pez.

    ORLANDO: Parece un cuchillo.

  • Dramtica Latinoamericana de Teatro/CELCIT N 14 pag 7

    QARINA: Se usa as.

    ORLANDO: Tengo que regalrtela?

    QARINA: (Cuaderno en mano) Si quers...

    ORLANDO: Compraste tantas cosas...Esas bolsitas son resistentes?

    QARINA: Me las regal el muchachnpelilargo. Se llama Mique. Me propusoque nos hagamos socios, que vendaartesanas ac. Yo le dije que iba a pro-bar. Me traje esto para ver qu pasa. Sitodos son tan buenos como ustedes dos!Miren esta blusita para el Rinoceronte...Me enter de que ya no va a estar... Mata su mujer, dicen. Me pareci que le po-da regalar esta blusita, de despedida.Adems tiene mi perfume porque ya mela prob en la feria.

    ORLANDO: Es muy triste que todo tengaque ser as.

    QARINA: Esas cosas se piensan antes dematar a una mujer, y no despus.

    Sbitamente, Yaco, que se haba ido acer-cando por detrs, la toma fuertementepor los brazos mientras que ORLANDO:trata de asfixiarla con una bolsita denylon. QARINA: exhala fuertemente dosveces. Oscuridad.

    ESCENA VII

    Tres golpes de tacho en la oscuridad.

    VOZ DE FANNY: Termin la hora de lasamadoras! Despejen la entrada que voya abrir.

    Luz en la celda. ORLANDO frente a QARINA,temblorosa. YACO est tapado por lasmantas.

    FANNY: Tens que irte.

    QARINA: Bueno. Vas a abrir esa puerta?

    FANNY: Pueden despedirse, si quieren. Elmartes que viene es feriado.

    QARINA: No me das otro beso, Orlando?

    ORLANDO: Claro. (Se abrazan y quedan aslargo tiempo, como si se dijeran cosas alodo.)

    FANNY: Yaco, pods saludarla. El martes

    que viene es feriado. (YACO: no se mue-ve.) Qu le pasa?

    QARINA: Dejlo. Estar cansado.

    FANNY: O enfermo. Voy a buscar al doctorDeGossi.

    QARINA: Pero si no tiene nada.

    FANNY: Por las dudas. Adems el doctorDeGossi se aburre.

    QARINA: Bueno. Pero yo me tengo que ir.

    FANNY: Ahora vuelvo.

    QARINA: Abrme, antes.

    FANNY: Aprovechen cinco minutos ms.(Sale)

    QARINA: Te dije que no iba a funcionar.

    ORLANDO: Hay que pensar algo, rpido.

    QARINA: Yo te lo dije.

    ORLANDO: Tom la hebilla. Vamos a tenerque matar al doctor DeGossi, tambin.

    QARINA: Y qu hacemos con el cuerpo?En las bolsitas ya no entra nada ms.

    ORLANDO: Un cuerpo muerto es un cuer-po muerto. Y listo. Ser cuestin de cor-tar pedacitos ms chicos.

    QARINA: Igual. Sern ms pedacitos. Me-jor nos cambiamos de ropa.

    ESCENA VIII

    YACO acostado sobre su cama. QARINA, asu lado. ORLANDO, tapado por las man-tas.

    FANNY: El doctor DeGossi dice que es gri-pe espaola.

    YACO: Y eso es grave?

    FANNY: No se sabe. Pero es contagiosa.

    QARINA: Ser mejor que me vaya, enton-ces.

    FANNY: Imposible.

    QARINA: Tengo que seguir trabajando. Elmartes que viene no se trabaja.

  • Dramtica Latinoamericana de Teatro/CELCIT N 14 pag 8

    FANNY: El doctor DeGossi cree que vostambin ests infectada, QARINA. La gri-pe se transmite por cualquier tipo de con-tacto. Los tres van a quedar en cuaren-tena. Avsenle a Orlando cuando se des-pierte.

    QARINA: Pero es ridculo! Exijo que mevea el doctor DeGossi!

    FANNY: El doctor DeGossi no se quierearriesgar. Nadie puede entrar o salir deac. La gripe espaola la produce un vi-rus que transmiten los hippies. Qu hayen esas bolsitas?

    YACO: Nada.

    QARINA: Unos regalitos.

    FANNY: A ver.

    QARINA: Estos bifurcadores... aritos... unamano, de yeso.

    FANNY: No ven? Objetos hippies.

    QARINA: Pero Fanny, querida... No podsdejarme ac encerrada con estos dos cri-minales.

    FANNY: Dijo el doctor DeGossi.

    QARINA: Ven, acercte. Quiero decirte algoen secreto.

    FANNY: No. Gripe espaola. Voy a traerlesmenudencias de pollo a los tres. (Sale)

    ESCENA IX

    ORLANDO: Silencio de tortuga enorme.Fiona baj del taxi ceida por un vestidonegro y se amold la horma de los piessobre las baldosas. Adam la haba esta-do esperando durante horas bajo un fa-rol sin luz, con la mano cerrada sobre la38 en un bolsillo del blazer. Desde la casade hamburguesas bajaba un tubo-man-guera que exhalaba un vapor verde. Else haba dormido en esas nubes musgo-sas y pluriformes. Fiona se aclar la gar-ganta bebiendo de su garrafa un sorbode alcohol puro y despert a Adam di-cindole: Por qu insistes en seguirme?

    QARINA: (Deja de tocar la armnica.) Va-mos a morirnos. Para siempre.

    ORLANDO: Shh. Yaco, he decidido algunascosas importantes. En primer lugar, creo

    que la 38 efectivamente est cargada.

    QARINA: Pods seguir escribiendo, enton-ces.

    ORLANDO: En segundo lugar, Adam lamatar sin dudar un instante.

    QARINA: No conviene. Es mejor que dude.

    ORLANDO: Es que si tuviera balas no du-dara.

    QARINA: Pero si la mata ya no se puedeseguir adelante con la historia.

    ORLANDO: Me lo decs como si fuera cul-pa ma.

    QARINA: A vos se te ocurri todo esto.

    ORLANDO: No poda imaginar que Qarinaestaba infectada.

    QARINA: Hay que encontrar la manera desalir. Qu hacs?

    ORLANDO: Vuelvo a afilar la hebilla. Hayque estar listos.

    FANNY: Es la hora del fro! A sus lugares!Por qu no se mueve Yaco?

    QARINA: Se habr muerto.

    FANNY: Voy a buscar al doctor DeGossi.(Sale.)

    QARINA: Cambite. Es ahora o nunca.

    ESCENA X

    QARINA: Estoy confundido. Si me bajaraesta fiebre! Podra pensar en algo. Silen-cio de tortuga enorme. Fiona baj del taxiceida por un vestido negro... Y qupas despus con el taxista? Seguramen-te vera cuando Adam le dispara a Fiona...

    YACO: Es mejor, entonces, que la 38 no estcargada.

    QARINA: Pens que dormas.

    YACO: Yo pens que delirabas de fiebre.

    QARINA: Cunto hace que no vieneFANNY: ?

    YACO: Das. Desde que sali a buscar aldoctor DeGossi.

  • Dramtica Latinoamericana de Teatro/CELCIT N 14 pag 9

    QARINA: Voy a sacarme este disfraz rid-culo.

    YACO: Van a colgarnos.

    QARINA: Es hora de que hags vos aQARINA: .

    YACO: No quiero.

    QARINA: Tens que hacerlo.

    YACO: No me va a salir.

    QARINA: Hay que cerrar mejor esas bolsi-tas. Con una sola como carnada alcan-za. Cuntas palomas entraron ayeratradas por el olor? (Se saca la peluca yse la tira.) Hac de Qarina.

    YACO: No quiero ms. No puedo seguir co-miendo palomas.

    QARINA: Son frescas.

    YACO: Por ahora.

    QARINA: No voy a sentir remordimientos.Nunca ms. Antes, cuando Qarina viva,me dola verla acostarse con vos.

    YACO: Nunca me lo dijiste.

    QARINA: Me dola. Me gustaba pensar queyo era importante para ella.

    YACO: Por qu la mataste?

    QARINA: Era un buen plan. Ahora estoylibre de culpas. Cuando pasaba por micama no poda dejar de sentirle tu oloren la piel. Me infectaba hasta odiarla. Medeca: quin soy yo si en realidad pue-do ser otro que se acuesta con ella? Yopoda ser cualquiera. Incluso el Rinoce-ronte, te das cuenta? Poda ser alguienque ni conozco. Empezaba a escribir parademostrar que yo era Orlando, porquepoda decidir si Adam mata a Fiona, o sila ama, o si las dos cosas. Pero nunca losupe.

    YACO: Por qu la mataste? Ella era unamujer. Era distinta de nosotros. Tan fr-gil. Le falt el aire y se muri. (Muestra labolsa con la que asfixiaron a QARINA.)En esta bolsita estn sus dos ltimasexhalaciones. La mantengo cerrada.

    QARINA: Ahora estoy ms tranquilo. Sperfectamente quin soy, y voy a ser li-

    bre. Pero necesito que me ayudes... hacde Qarina... slo una vez ms.

    YACO: No me va a salir. Ya me olvid cmoera. Creo que me ha vuelto la fiebre.

    ESCENA XI

    YACO: intenta tocar la meloda en su ar-mnica, pero se agita y le falta el aire.ORLANDO: desmenuza una paloma conlos dientes.

    ORLANDO: ...esperando durante horasbajo un farol sin luz... en un bolsillo delblazer...

    YACO: No viste a Fanny, ayer tampoco?

    ORLANDO: Pens que no ibas a volver ahablarme nunca. Hice algunos avances:Fiona lleva el pelo igual que Qarina, yAdam decide que va a perdonarle la vida,y que las deudas del pasado son eso.Deudas. Vestte, te digo.

    YACO: Cuando venga, hagmosle creer quele vamos a hacer un regalito. Con unasola cuchillada basta. Segus afilandola hebilla?

    ORLANDO: Vestte, sos Qarina.

    YACO: (Se desnuda lentamente para entraren el cuerpo de Qarina.) Fanny, queri-da. Hemos pensado mucho en esto, ydecidimos hacerte un regalo... este som-brerito con un cencerro, este capirote,estas cosas intiles pero sensuales...

    ORLANDO: No olvides los zapatos de tacobajo. Ahora estamos muy cerca de serlibres.

    YACO: (Completamente desnudo. Su cuerpolleno de manchas de gripe espaola.) Voya respirar tu aire, yo te hubiera querido.(Abre la bolsa con las dos ltimas exhala-ciones de Qarina. Inspira profundamente.Sus pulmones ceden. Cae muerto.)

    ESCENA XII

    En la oscuridad, la voz de FANNY: que seacerca.

    VOZ DE FANNY: A veces, cansada de tantoandar por estos pasillos, me siento en unbanco a cerrar los ojos y lo escucho mu-

  • Dramtica Latinoamericana de Teatro/CELCIT N 14 pag 10

    sitar la misma historia. Cmo se ha oscu-recido esta crcel. En unas horas ms nose va a poder ver nada. Creo que lo queme empuja a seguir escuchando es la cer-teza de que ya conozco el relato, y quetodo es eternamente lo mismo. Adam queespera, Fiona que baja del taxi y lo des-pierta. Por qu insistes en seguirme?

    YACO: (Luz dentro de la celda. Observa elcuerpo muerto de Orlando, al cual est ter-minando de vestir.) Fanny creer que elmuerto no soy yo. Eso, junto con el vahode esta celda, le produce una confusinenorme. (Re tristemente) No atina a nada.Yo le digo palabras en sentido inverso, porejemplo soneub sad, Neuqun, elladuda an ms, lo suficiente para que mele acerque y clave la hebilla entre las cer-vicales. Saco la llave, abro la puerta y...y... (Observa la peluca de Qarina; una l-tima mirada fugaz a las sombras de lasque emerger Fanny. Apagn.)

    ESCENA XIII

    QARINA: (Est horrible. La peluca a medioponer, le faltan los zapatos, ha perdido elcolor de las primeras escenas, en las quetodo era lo que pareca ser.) Silencio detortuga enorme. Fiona baj del taxi ce-ida por un vestido negro... Adam la ha-ba estado esperando durante... sin luz...la 38... del blazer. Dormido en esas nu-bes musgosas y Fiona se aclar la gar-ganta: Por qu insistes en seguirme?

    VOZ DE FANNY: (Desde la oscuridad) Eldoctor DeGossi no pudo venir.

    QARINA: Fanny, por fin...

    VOZ DE FANNY: Muri hoy a las dos y cuar-to, de gripe espaola.

    QARINA: Acercte, Fanny... Tens que verqu terrible lo que pasac.

    FANNY: (Sale de la penumbra, con unblazer y un farol muy tenue.) La habacontrado en Madrid, hace unos meses,cuando estuvo en un congreso sobrehgados.

    QARINA: etacresA! neV, ynnaF!

    FANNY: No fueron los hippies, despus detodo.

    QARINA: neuquN! odnalrO y ocaY ntsesotreum.

    FANNY: Nos contagi a todos, el doctorDeGossi. Hijo de remil putas.

    QARINA: sotreuM! sotreuM!

    FANNY: Ayer muri el Rinoceronte. Si hu-bieras visto lo que lo llor su mujer. Noestaba muerta, despus de todo. Se em-pez a sospechar, incluso, que el Rino-ceronte era inocente. (Se acerca a la reja.Qarina trata de abrazarla.)

    QARINA: neuquN, ynnaF, neuquN!

    FANNY: Pobre Qarina, delirs de fiebre.(Saca un revlver del blazer y le disparaen el vientre sin vacilar).

    QARINA: (Muere con un estertor perruno.)

    FANNY: Por qu insistes en ladrarme? Yotambin estoy enferma.(Da tres golpes detacho. Sonre.) Es la hora de la tiniebla!A sus lugares... Es la hora de la tinie-bla! (Se detiene al borde del vaco. Losojos desorbitados. Se da vuelta, comopara ver los dos cuerpos muertos en lacelda. Tiene clavada la hebilla en formade pez a la altura de las cervicales. Apa-ga el farol a querosn, justo antes de des-plomarse. Entra una paloma mugrientapor la ventana.)

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    Invierno de 1993

    Rafael Spregelburd

    (Buenos Aires, 1970)

    Dramaturgo, actor y director

    http://www.autores.org.ar/spre

    Formado en los talleres de dramaturgia deMauricio Kartun y Jos Sanchis Sinisterray de actuacin de Ricardo Bartis, la posi-cin de Spregelburd dentro del teatro por-teo es mltiple y representa una de lastendencias ms peculiares del quehacerteatral en nuestro medio: la de autoresque escriben sus propias dramaturgias oque devienen directores de sus textos,integrando as la dramaturgia, la actua-cin y la puesta en escena como aspectosde un mismo problema esttico.

    Obtuvo numerosos premios de dramatur-gia, entre los que se cuentan el PremioMunicipal (1992) por Cucha de almas,el Premio Argentores (1995) por Rema-nente de invierno, el Premio NacionalIniciacin por Destino de dos cosas o detres, Premio del Fondo Nacional de lasArtes por Cuadro de asfixia, PremioBuenos Artes Joven por el montaje inte-gral de Dos personas diferentes dicenhace buen tiempo (en coautora conAndrea Garrote), Premio de la facultadde Psicologa de la UBA por La tiniebla,Ternas de los premios Trinidad Guevaray Mara Guerrero 1999 por La modes-tia, etc.

    Integrante del disuelto grupo de autoresCARAJA-J, ha publicado y estrenado,entre otras: Raspando la cruz, La ina-petencia, La extravagancia y La mo-destia, esta ltima en cartel dentro delmarco del II Festival Internacional deBuenos Aires y el Festival de Otoo deMadrid 1999.

    Fundador junto a Andrea Garrote del gru-po EL PATRN VZQUEZ, algunas desus obras se han presentado en nume-rosos festivales del mundo: Espaa, Co-lombia, Brasil, Portugal, Uruguay.

    Ha sido traducido al ingls, francs, italia-no, alemn, portugus y holands y es-trenado en diversos puntos del interiordel pas y del extranjero.

    Es adems traductor del ingls y respon-sable de la traduccin de obras de StevenBerkoff (Decadencia, Greek) y deHarold Pinter.

    Como docente, trabaj dictando clases dedramaturgia y actuacin en el SportivoTeatral (que dirige Ricardo Bartis), en elCentro Cultural Ricardo Rojas de BuenosAires, en el Festival de Bogot (Colombia),a travs del Instituto Nacional del Teatroen Salta, y con grupos independientes deRo Gallegos, General Roca y Baha Blan-ca. Para este ao, ha sido invitado a dic-tar un seminario en Casa de Amrica deMadrid y a hacerse cargo de la materiaTaller de dramaturgia en el posgrado dela Universidad de Medelln, Colombia.

    Rafael Spregelburd. Correo electrnico:[email protected]

    Todos los derechos reservadosBuenos Aires, Argentina. Febrero de 2000

    CELCIT. Centro Latinoamericano de Creacin eInvestigacin TeatralDirector: Carlos IanniBolvar 825. (1066) Buenos Aires. ArgentinaTelfono/fax: (5411) 4361-8348. e-mail:[email protected]: http://argen-guia.com/celcit