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DIOS HABLA. Y DE SU VO Z NAC EN C O SAS Q U E ANTES
NO EXISTÍA N ,
Y O TRAS Q U E PAREC ÍAN EXISTIR SO N REDU C IDAS A LA NADA.
(RU B EM ALVES)
LA TEOLOGÍA COMO JUEGO
EL TEÓLOGO MEDIEVAL Hablaba sobre las cosas invisibles y eternas. En ese entonces, todos sabían que las cosas que realmente importan son aquellas que no se ven: el alma, el infierno, el cielo, el purgatorio, la Santísima Trinidad, la presencia de Cristo en la eucaristía.
EL PASO A LA MODERNIDAD
Dios fue progresivamente expulsado del mundo. Con la expansión de la ciencia, los cielos se quedaron sin misterios. Quedaron, repentinamente, deshabitados. Sin amor, sin odio, sin finalidad alguna. ¿Cuál es el papel del teólogo en un mundo sin Dios?
El teólogo habla desde la fe y el sueño
La teología no es reconocida en el mundo moderno.
Tal vez la diferencia entre los cuentos de hadas (que producen ternura) y la palabra teológica (que produce desdén) es que esos cuentos son contados para hacer dormir a los niños, mientras esta palabra desea que el hombre despierte y viva.
El teólogo habla como quien cree, y eso fue lo que quedó prohibido: creer
¿QUÉ ES LA TEOLOGÍA? UN JUEGO
Si no nos convertimos
y nos hacemos como niños
no podremos ver el reino
de los cielos.
La alegría de los juegos
brota del triunfo de la libertad
sobre la necesidad, lo
cual produce un mundo
posible de ser amado.
LA TEOLOGÍA JUEGA CON SÍMBOLOS
Los elementos de su juego son los símbolos de la experiencia humana y de todo lo que la cultura ha construido: Mitos, ritos, utopías Salmos, poemas, esperanzas Cuerpos unidos en amor Muertes, resurrecciones, asesinatos Rostros, desiertos, muchas sonrisas
JUEGO TEOLÓGICO: VARIACIONES SOBRE UN TEMA DADO
Construir una arquitectura simbólica que evoque y represente la presencia escondida del tema central, fundador, haciendo que todos los ángulos de nuestro mundo canten, en canon, una polifonía, revelando un mágico encanto, omnipresente.
LA TEOLOGÍA NO ES DIVINA, SINO HUMANA
Muchos teólogos han confundido la voz de los hombres con la voz de Dios, y han atribuido solidez a lo fugaz, y verdad a un mero pálpito efímero.
Pero la teología es juego, construcción desde abajo, artesanía, algo demasiado humano.
Para hacer teología solo es preciso sentir la fascinación por los símbolos, amar el tema y tener una imaginación que permita despegar los pies de la tierra, pero sin perder de vista el lugar en donde la tocan.
PALABRAS CONSTRUCTORAS DE MUNDOS
Nos tornamos humanos al recibir la herencia cultural de nuestros antecesores.
Y esta herencia es transmitida por medio de palabras.
Nuestros mundos existen gracias al poder de la palabra.
LOS OJOS SUCUMBEN ANTE EL PODER DE LA PALABRA
Cada persona que entra en contacto con un niño es un profesor que le describe el mundo, hasta que el niño mismo es capaz de percibir el mundo tal y como le fue descrito.
EL MUNDO EXISTE CUANDO LO NOMBRAMOS
El mundo humano, cultural,
empieza a existir cuando
nombramos las cosas, y
así les conferimos significado.
Las palabras adquieren tanta
solidez como las cosas sólidas
del mundo, y se mueven en él
y lo hacen y transforman.
LA PALABRA HECHA CUERPO
Con Cristo, la Palabra se encarna,
y queda asociada para siempre
a la vida, al cuerpo.
Al cuerpo le interesa la sabiduría,
el conocimiento que sabe,
que tiene buen gusto,
porque el cuerpo lo aprecia
con amor y placer
y no con la inteligencia pura.
LA PALABRA NO DICE, HACE
A la inteligencia pura le interesan las verdades, alejadas de la experiencia humana.
Esta inteligencia quiere enunciar la verdad con las palabras, pero la teología busca hacer la verdad con las palabras.
Ellas son materia prima.
TEÓLOGO: PASTOR DE PALABRAS
El teólogo apacienta las palabras con amor porque sabe que vivirán e irán por ahí, de boca en boca, haciendo cosas, quebrando hechizos, fortaleciendo, dando coraje y diseñando horizontes.