la muerte de alfredo gris

34
1 LA MUERTE DE ALFREDO GRIS De Rodolfo Santana

Upload: leny-maryann-vasquez

Post on 15-Apr-2016

24 views

Category:

Documents


2 download

DESCRIPTION

Rodolfo Santana.

TRANSCRIPT

Page 1: La Muerte de Alfredo Gris

1

LA MUERTE DE ALFREDO GRIS

De Rodolfo Santana

Page 2: La Muerte de Alfredo Gris

2

LA MUERTE DE ALFREDO GRIS

PERSONAJES:

PRESO I Viste únicamente un pantalón azul, ceñido al cuerpo. Un

collar en su cuello.

PRESO 2 Traje oscuro. Camisa sucia y corbata arrugada. Su nombre

es Alfredo Gris.

MUJER Vestido mínimo. Gran cabellera.

OFICIAL Traje azul y camisa. No usa corbata. Gran pistola en el cinturón.

ESCENARIO:

Una cárcel de tonos oscuros. En uno de los muros, un ventanuco. Manchas y escritos en las paredes. Una litera de metal con dos colchonetas a rayas. Una bacinilla. Dos taburetes y una mesa pequeña.

ESCENA I

Hay una pelea en el calabozo.

PRESO. 1. — (Ahogando a PRESO 2.) ¡Rata!... ¡Eres una rata inmunda de albañal!

PRESO 2 — ¡Per!... ¡Per!... ¡Perdón!...

PRESO 1 — ¿Perdón para ti, cucaracha pisoteada? (Ahoga.) No soy Dios, ni siquiera un cura para perdonarte.

Preso 1 arrastra a Preso 2

Page 3: La Muerte de Alfredo Gris

3

PRESO 2 — ¡Pie!... (Gemido.) ¡Piedad!

PRESO 1 —Ninguna piedad, o aprendes o mueres. (Toma por los pies y para de cabeza al PRESO 2.)¿Vas a obedecer?

PRESO 2 —Sí, sí.

PRESO 1 — (Lo aporrea con las rodillas.) Si mientes te voy a dar una paliza memorable.

PRESO 2 — ¡Obedeceré, lo juro!

PRESO 1 —Te azotaré el trasero y luego derramaré sal en las heridas. ¡Verás al diablo!

PRESO 2 — ¡No fallaré

Pausa.

PRESO 1 —Bien. (Lo suelta.) Me gusta que seas razonable. ¿Somos amigos, no?

PRESO 2 —Lo que quieras...

PRESO 1 —Enemigos nunca. ¡Dame esa mano! (Le extiende la mano y oprime la del PRESO 2. Sonríe.) Amistad sagrada, éste es un vínculo de hierro... ¿No, hermano?

PRESO 2 —Por supuesto, hermano.

PRESO 1 — (Suelta la mano.) Entonces quedamos en lo siguiente: tú duermes en la litera de abajo, por lo tanto el aire de la mitad inferior de la celda, te corresponde. ¡Es todo tuyo!... Yo duermo en la litera de arriba y el aire de la parte superior es mío. ¿De acuerdo?

PRESO 2 —Perfecto. Perfecto.

PRESO 1 —Dejemos aclarados ciertos puntos: primero, no me gusta que me roben mi aire. ¿Y a ti?

PRESO 2 —Tampoco.

PRESO 1 —No tiene nada de particular. Yo soy ladrón. Robo de todo, desde un centavo a un millón, pasando por mujeres ajenas. (Ríe) ¡Mujeres! ¿Estuvo bueno eso, no?

PRESO 2 — ¡Buenísimo!

PRESO 1 —He cometido atracos a mano armada. He violado niñas y residencias, pero nunca, ¡jamás!... he robado el aire que no me pertenece. ¿Sabes por qué?

PRESO 2 —Tus razones tendrás, vaya...

PRESO 1 —El robo de aire es muy grave, pues se atenta contra la vida de aquél a quien pertenece. ¿Entiendes?

PRESO 2 —Sí, claro....

Page 4: La Muerte de Alfredo Gris

4

PRESO 1 —No soy un asesino. Creo que tú tampoco. Nunca respiraré tu aire y tú no respirarás el mío.

PRESO 2 —Puedes contar con mi respeto.

PRESO 1 —No esperaba menos de ti.

PRESO 2 —Claro que... bueno, tendré que caminar encorvado, pero, ¿eso qué importa?

PRESO 1 —Y yo erguido, ¡claro que importa! Tu situación es más feliz que la mía. No me puedo sentar en el suelo. Acostarme en el suelo y ver el techo y pensar en cosas profundas... Ron, mujeres, ron, mujeres. (Pausa corta.) Claro que no ando encorvado, pero asimismo me privo de muchas comodidades.

PRESO 2 — ¿Comodidades?

PRESO 1 — ¡Hacer mis necesidades sin ningún contratiempo! ¿Te parece poco? Para hacerlo tendré que subir la bacinilla a mi litera. Golpearme la cabeza con el techo. Conservar el equilibrio mientras me bajo los pantalones y correr el riesgo de que se vuelque la bacinilla y derrame toda la mierda en el colchón...

PRESO 2 — ¡Vaya!

PRESO 1 — ¿Has dormido alguna vez sobre un colchón oloroso a mierda?

PRESO 2 —Nunca, pero... ¿Por qué?

Pausa.

PRESO 1 — ¿Qué?

PRESO 2 —Nada. Nada.

Pausa corta.

PRESO 1 — ¿Ibas a decir algo?

PRESO 2 —Sin importancia... No, nunca he dormido en un colchón hediondo...

PRESO 1 —Se ve que eres un hombre fino y delicado... ¿Qué me ibas a decir?

PRESO 2 —Es una simpleza.

PRESO 1 — (Se le encima y lo golpea.) ¡Aja, con que guardando secretos! ¿Qué ibas a decir? ¡Perro!

PRESO 2 — ¡Tonterías!

PRESO 1. — (Lo estrangula con las piernas.) Debes ser un cristal limpio, así sea a fuerza de tonterías.

PRESO 2 — ¡Suéltame!

PRESO 1 — ¡Habla!

PRESO 2 — (Se queja.) Quería que compartiéramos el aire sin zonas mías ni tuyas... Estaríamos más cómodos y no nos usurparíamos ningún derecho el uno al otro, en cualquier descuido, lo que puede suceder en todo momento.

Page 5: La Muerte de Alfredo Gris

5

PRESO 1 — (Lo suelta. Pausa.) Imposible, se atenta contra la higiene pulmonar.

PRESO 2 —No me explico.

PRESO 1 — (Se encima de nuevo sobre PRESO 2 y practica en él una llave de lucha libre.) No tienes por qué explicarte nada, basta con mi seguridad. (Pausa corta.) Respirar aire ajeno es antihigiénico. Promiscuo. (Hace dolorosa la llave. PRESO 2 se queja.) No se admiten quejas, tú a tu aire y yo al mío.

PRESO 2 —¡Lo que digas! ¡Lo que digas!

Preso 2 camina encorvado varios pasos.

PRESO 1 —Debes sentirte dichoso, ningún pulmón intruso contaminará tu aire.

PRESO 2 —Claro, es verdad, qué tonto soy. ..

PRESO 1 — ¿Estás satisfecho?

PRESO 2 —Mucho, mucho... (Camina.) Dime...

PRESO 1 — ¿Sí?

PRESO 2 — ¿Podría en alguna ocasión, tú sabes, caprichos, colocarme de pie frente a la ventana y recibir un poco de sol?

PRESO 1 —Me temo que no, compadre. La luz del sol que entra por esa ventana me pertenece. Es uno de mis derechos. ¿Entiendes? y yo los protejo.

;PRESO 2 — ¿Y si la luz llegara al suelo?

PRESO 1 — ¡Ah, eso es diferente, podrías tomar el sol!

PRESO 2 — ¡Gracias!

PRESO 1 —De todos modos, en cualquier momento me puedo interponer entre los rayos del sol y tú, en mi parte superior.

Rayos de luz por el ventanal. Llegan al suelo. PRESO 2 camina hacia ellos y los recibe con efusión. PRESO 1 avanza y se interpone entre los rayos del sol y PRESO 2.

PRESO 2 — ¿Podrías apartarte un momento?

PRESO 1 —No.

PRESO 2 —Minutos. Segundos nada más. No te cuesta mayor cosa.

PRESO 1 —Me gusta el calor del sol.

PRESO 2 — ¡Es injusto, lo sabes!

Page 6: La Muerte de Alfredo Gris

6

PRESO 1 —Estoy en mi derecho.

PRESO 2 — ¡Injusto!

PRESO 1 — ¿Te parece? Quizás unos golpes te hagan cambiar de opinión. (Se le encima y lo golpea.) ¡Toma, cabron!

PRESO 2 — ¡No me pegues! PRESO 1 — ¿Es justo o injusto?

PRESO 2 —Muy justo... Muy....

PRESO 1 —Así me gusta, que seas razonable. (Pausa corta.) Lo que pasa es que tú no estás satisfecho con lo que posees. Eres ambicioso, yo no... Fíjate, en este momento me gustaría mucho arrojarme al suelo, pero no lo hago porque violaría tus derechos y ellos son sagrados para mí.

PRESO 2 —No me importaría que te sentaras en el suelo. ¡Gran cosa! Me sentiría complacido si lo hicieras.

PRESO 1 —Vaya, vaya. (Se acerca a PRESO 2 y lo zarandea.) ¡Defiende tus derechos, ladilla cobarde! Debes defenderlos, sentirte fuerte y poderoso en lo que te corresponde, como un tigre acorralado.

PRESO 2 —Sí. ¡Sí! Entiendo.

PRESO 1 — (Lo suelta. Pausa corta.) ¿Te sentirías ofendido si me acuesto en el suelo?

PRESO 2 — (Pausa corta.) Pues... sí. Muy ofendido.

PRESO 1 — ¿Por qué?

PRESO 2 —Quebrantarías mis derechos... El suelo me pertenece y...y... no puede ser tocado por ningún trasero que no sea el mío.

PRESO 1 — ¡Muy bien! ¿Y qué harías si alguien violara tus derechos, respirando tu aire o acostándose en tu suelo?

PRESO 2 — ¡No joda, lo estrangularía!

PRESO 1 — ¡Bien!

PRESO 2 —¡Lo escupiría en la cara!. ¡Lo patearía!

PRESO 1 — ¡Así me gusta!

PRESO 2 — ¡Gusano de mierda! —le diría—. ¡Eres un malnacido de mala mujer!

PRESO 1 — ¡Perfecto!... ¿O sea, que sabes lo que tienes y lo que quieres?

PRESO 2 —Así es y no voy a permitir...

PRESO 1 se sienta en el suelo.

PRESO 2 — (Observando a PRESO 1. Asombrado.) ¿Qué haces?

PRESO 1 — ¿Qué dices?

PRESO 2 —Pues... estás...

Page 7: La Muerte de Alfredo Gris

7

PRESO 1 —Sentadito en el suelo.

PRESO 2 — ¡Violando lo que me pertenece!

PRESO 1 — ¡Descansadito!

PRESO 2 — ¡Mis derechos!... fue idea tuya... la parte superior te pertenece. ¡La superior!

PRESO 1 — ¿Y qué?

PRESO 2 —Estás en la inferior, en la mía... Quebrantando. ¡Levántate!

Pausa.

PRESO 1 —No me voy a levantar.

Pausa.

PRESO 2 —Te doy permiso para que te sientes.

PRESO 1 —Estoy sentado sin tu permiso, no lo necesito.

PRESO 2 — (Sonríe.) ¡Bromista!

PRESO 1 sonríe. Preso 2 estalla en carcajadas.

PRESO 2 _ ¡Ya sabía que todo era una broma.

PRESO 1 ríe a carcajadas. PRESO 2 se levanta, feliz, y PRESO 1 se le abalanza y lo estrangula durante momentos.

PRESO 1 — ¡No es broma, burro castrado! ¡Si tú no defiendes tus derechos, yo sí protejo los míos!... Respiraste mi aire, cucaracha de cloaca!

Preso 1 arroja al suelo a Preso 2

PRESO 2 — ¡Te sentaste en mi suelo! ¡Violaste mi aire, lo que me pertenece!

PRESO 1 —No lo defiendes, por lo tanto, es de quien se antoje. Atrévete a tocar lo mío a ver qué te pasa. La próxima vez te mato.

ESCENA II

Entra el OFICIAL de policía en compañía de una MUJER.

OFICIAL —Buenas tardes, hijos de la grandísima burra.

Page 8: La Muerte de Alfredo Gris

8

PRESO 1 —(Arrimándose a los barrotes.) ¡Qué hembra tan fenomenal tiene al lado, mi Oficial!

OFICIAL —Esta mujer es mi amante.

PRESO 1 — ( A la MUJER.) Encantado, ricura.

OFICIAL —Vine a traer un parte oficial y aproveché la oportunidad para traerla.

PRESO 1 — ¡Qué pechos tan bien sazonados!

OFICIAL —Ella siempre deseó ver presos auténticos en sus celdas...

MUJER — ¡Pobrecitos!

OFICIAL —Cree que es una cosa romántica.

MUJER —Parecen animales encerrados.

OFICIAL —El asunto oficial que me trae, es el siguiente...

PRESO 1 —( A la MUJER ¡Qué cintura tienes! Voltéate para verte el trasero. ¿Quieres?

MUJER — ¡Qué emocionante! Recuerdo cuando papaíto me llevaba al zoológico.

OFICIAL — ( A PRESO 2.) Te participo, mi pescado, que por decisión del juez y del jurado...

PRESO 1 — ¡Qué caderas! Súbete el vestido para gozarme las piernas... ¿Eh?

OFICIAL —Cochinas personalidades de nuestra sociedad y basando sus dictámenes en los sagrados derechos de su podrida conciencia...

PRESO 1 __¡Rica, divina!

MUJER —Parecen unos monitos. (Ríe.A PRESO l.) Monito. Monito...

OFICIAL —Deseosos de preservar la mierda en que vivimos de aquellos gérmenes que se empeñan en destruirla...

MUJER — ¿Quieren maní?

PRESO 1 — (Tocándose los genitales)¿Y tú? ¿Quieres verme la tranca?

PRESO 1 ríe y la MUJER coquetea..

OFICIAL —Has sido condenado a muerte.

PRESO 2 — ¿Qué?¿Yo? ¿Condenado a muerte?

PRESO 1 — ( A la MUJER.) Debes ser un volcán en la cama, nenita. ¿No es así, Oficial?

OFICIAL —Más o menos...

Page 9: La Muerte de Alfredo Gris

9

MUJER —( A OFICIAL.) Si tuviera maní les daría. Migajas de pan o plátanos... Son tan simpáticos...

OFICIAL —Cualquier apelación que desees hacer introdúcela por medio de tu abogado. (Ríe.) ¡Abogados!

PRESO 1 — ¡Oficial!, si te doy cien bolívares, ¿me dejarías acostarme con la chica?

OFICIAL — ¿Cien bolívares?

PRESO 2 — ¡Pero yo no he cometido ningún crimen!MUJER —( A OFICIAL) ¿Qué se ha creído, que soy una sucia?

OFICIAL — ¿Té parece poco?

MUJER — ¡Claro que sí!

PRESO 1 — ¡Ciento cincuenta!

MUJER —Algo mejor.

OFICIAL — ¿No puedes dar más?

PRESO 2 — ¿De qué se me acusa?

PRESO 1 —Ciento cincuenta es todo lo que tengo.

La MUJER niega.

OFICIAL —Lo siento, es muy poco.

PRESO 2 — ¿A qué juicio, juez y abogado se refiere usted?

OFICIAL — A ninguno, pero te vamos a fusilar de todos modos.

PRESO 1 — ( A la MUJER.) Vamos, ricura. Voy a darte todo mi dinero.Es sólo un momento, tengo cinco meses sin una mujer. Van a ser unos segundos nada más.

MUJER — (Niega.) No he llegado tan bajo.

OFICIAL —Dice que no, sucio, tendrás que hacerte la puñeta.

PRESO 2 — ( A OFICIAL.) ¡Escúcheme!

OFICIAL presta atención a PRESO 2.

PRESO 1 . —( A la MUJER..) Mira, nena... ven acá.

OFICIAL — ¡Ah, tú!... ¿Qué quieres?

PRESO 2 — Es una broma. ¿No? Eso de fusilarme.

PRESO 1 — ( A la MUJER) ¿Por qué te haces la difícil?

OFICIAL —Ninguna broma, tendrás tu pelotón de fusilamiento y guardia de honor hasta el paredón. ¿Te parece poco? ( A la MUJER.) Vamonos, zorra.

PRESO 1 —Oiga Oficial, tráigala dentro de una semana, para ese entonces creo que puedo tener algo más de dinero...

Page 10: La Muerte de Alfredo Gris

10

MUJER — ( A los presos.) Adiós chicos. A todo el mundo le contaré esta experiencia. Seguramente no me creerán cuando describa los rostros de ustedes.

PRESO 2 — ¡Debe haber una confusión!

OFICIAL — Buenas tardes, hampones de mala ley!

MUJER y OFICIAL se dirigen a la salida.

PRESO 1 — ¡Ricota! ¡Ricota! ¡Mamacita!¡No me dejes así!

PRESO 2 — ¡Protesto, yo no he cometido ningún crimen!

El OFICIAL y la MUJER salen. Gimoteos de PRESO 2.

PRESO 1 — ¡Me vas a matar, condenada mula!

Pausa.

ESCENA III

PRESO 1 —( A PRESO 2.) ¿Te gustó la mujer? (Como si recibiera una respuesta.) ¡Claro! ¿Cómo no habría de gustarte? (Pausa.) Tetas firmes. Nalgas redondas. Piernas gruesas (Gruñe como un animal.) ¡Eso es lo que yo llamo una hembrota!... ¡Amante del Oficial. Su mujer! La tipa esa no debe estar satisfecha, el Oficial es frío. Ha arrancado tantas uñas. Ha capado a tantos que ya es insensible. ¿Le has visto la boca? Pequeña, cruel. Boca de impotente sádico. ¿Verdad que sí?... ¡Claro! A esa mujer le hace falta un hombre como yo, brutal, perverso... que la posea tres veces en la mañana, una antes de almorzar, dos en la merienda y cinco veces en la noche. (Ruge.) ¡Así soy yo! (Observa a PRESO 2 que gime aferrado a los barrotes.) ¿Qué te ocurre? (Pausa corta.) ¿Te duele la cabeza?

16PRESO 2 —No.

PRESO 1 — ¿La hembra te ocasionó dolores en el pene?

PRESO 2. —No. No.

PRESO 1 — ¿Quieres recibir el sol de la ventana?

PRESO 2. — ¡No!

PRESO 1 — (Grita.) ¿Respirar mi aire?

PRESO 2 — ¡Tampoco! ¡Tampoco!

PRESO 1 — ¿Entonces, qué? Lloriquear es cosa de mujeres, maricas y niños. Cuando el hombre largue la lágrima debe ser a duras penas. ¿Te dijo algo el Oficial?

PRESO 2 — ¡Sí!... ¡Eso!... Algo increíble... No puede ser cierto... ¡Están equivocados!

Page 11: La Muerte de Alfredo Gris

11

PRESO 1 — ¡Con calma! ¿Qué es lo increíble? ¿Dónde está la equivocación?

PRESO 2. —Me condenaron a muerte.

PRESO 1 — ¿Qué qué?

PRESO 2 —Mañana al salir el sol me fusilan.

PRESO 1 —No puedo creerlo.

PRESO 2 —Me lo dijo el Oficial... Fue un largo discurso.PRESO 1 — (Pensativo.) Tú, tan insignificante. (Nervioso.) No sé...

(Incrédulo.) ¿Cómo pueden haberte condenado a muerte?... Quisedecir... Vaya, nunca lo hubiera creído.,.

PRESO 2 — ¿Qué cosa?

PRESO 1 — (Pensativo.) ¿Ah?... Pues, nada... Hablaba solo... (Pausa.)¡Aja! ¡Te has burlado de mí!

PRESO 2 — (Trata de defenderse ocultando el rostro tras los brazos.)¡No! ¡No!

PRESO 1 — (Ríe nervioso.) ¡Qué zorro! (Prosigue la risita.) ¡Bro-mista!... Yo sabía que tú eras un mentiroso. Lo supe desde el primer momento. ¡Eres un gozón!... Nadie puede ser tan cobarde y menos un condenado a muerte.

PRESO 2 —¿Pero tú...?

PRESO 1 —Me seguías el juego. ¿Ah, compadre? (Ríe y palmea la espalda de PRESO 2.) Estas cárceles son aburridas si uno no las mueve.

PRESO 2 — ¡No soy ningún bromista! (Encorvado se enfrenta a PRESO 1. ) En el tiempo que llevo en esta sucia celda no he tenido tiempo de bromear. ¿Qué crees? ¿Que esto es una vacación para mí? Y ahora, con la noticia de mi fusilamiento... ¿Crees que puedo tener ganas de bromear?

PRESO 1 —Perdona. (Con cierto respeto.) Sí, sí, supongo que hablas en serio.

PRESO 2 — ¡Hablo en serio! (Se levanta y luego se encorva rápido.)¡Tu aire!... No quise...

PRESO 1 —No importa... (Ríe falsamente.) ¡Qué buen compañero de celda eres! (Ríe.) Ahora que, si fuera cierto, me gustaría compartir mis microbios con los tuyos.

Ríe. PRESO 2 lo contempla desconcertado ante el cambio evidente de conducta producido en sus relaciones con el compañero de celda. Pausa.

PRESO 2 — ¿Qué te pasa?

PRESO 1 — ¿A mí? Nada.

PRESO 2 — ¿Me tienes miedo?

PRESO 1 — ¡Nunca le he tenido miedo a nada ni a nadie!

PRESO 2 — (Avanza hacia PRESO 1. ) ¿Seguro?

Page 12: La Muerte de Alfredo Gris

12

PRESO 1 — (Retrocede.) ¡Seguro! ¡Seguro!

PRESO 2 — (Se abalanza sobre PRESO 1 y lo zarandea.) ¡Me tienes miedo gusano de cadáver! ¿Piltrafa!

PRESO 1 — ¡Te respeto!

PRESO 2 — ¿Me respetas? (Lo zarandea.) ¿No es otro de tus jueguitos sucios?

PRESO 1 — ¡Claro que no! (Se suelta de PRESO 2.) Soy enemigo de los débiles y amigo de los fuertes. (Pausa.) Creo que todos somos así... ¿No? Lo contrario de un héroe. Un condenado a muerte es peligroso por donde se le mire... Es del campo de los fuertes.

PRESO 2 —Yo no soy un criminal, no puedo estar condenado a muerte. El Oficial se equivoca. Un juez y un jurado también. La ley está en un error y la justicia en este caso vale tanto como mi pellejo... ¡Soy inocente, inocente de cualquier crimen!

PRESO 1 — ¿Ley? ¿Justicia? (Ríe.) ¡Qué chistoso! ¿Me vas a venir con cuentos de pajaritas preñadas?

PRESO 2 — ¿En qué va a creer uno entonces?

PRESO 1. —Mira, no necesitas ser tan reservado. No voy a preguntartequé crimen cometiste.

PRESO 2. — ¡No tengo ninguna culpa!

PRESO 1 — ¡Está bien!... (Pausa corta.) Claro que me gustaría mucho saber...

PRESO 2 —Me sentaré. Esta noche todo este embrollo será aclarado.Vendrá el Oficial y me dirá que todo es un error.

PRESO 1 —Yo creo que debe existir confianza entre nosotros. ¿No crees?

PRESO 2 —Así es. Claro que sí.

PRESO 1. —Relaciones amistosas. Somos hermanos. ¿No?

PRESO 2 —Sí, sí.

PRESO 1 — ¿Puedo respirar tu aire?

PRESO 2 —Es una broma, dijiste.

PRESO 1 —Es para evitar golpes imprevistos. ¿Puedo respirarlo?

PRESO 2 —No tengo ningún inconveniente.

PRESO 1 —Gracias (Se inclina.) Dime... ¿qué crimen cometiste?

PRESO 2 —Ninguno.

PRESO 1 — ¿Cómo es eso?

PRESO 2 —El crimen del que se me acusa es desconocido para mí.

PRESO 1 — ¿No sabes cuál de tus tracalerías se sacó el premio gordo?

Page 13: La Muerte de Alfredo Gris

13

PRESO 2 —Entiéndeme. En este caso la justicia y los hombres se han colocado en una escala incomprensible. Un dictamen extremo ha sido pronunciado basado en un motivo completamente absurdo debido a que no existe.

PRESO 1 —La verdad, todo lo que dices es muy difícil para mí.

PRESO 2 —Pon atención... Es como si yo fuera una serpiente y de pronto me encontrara en medio de un grupo de halcones dispuestos a destrozarme sin nada que justificara esa acción.

PRESO 1 — ¡Serpiente! ¡Eres una serpiente condenada a muerte sin prueba alguna! ¡Ya!

PRESO 2. —No soy ninguna serpiente. Fue un ejemplo, lo mismo hubiera sido una paloma.

PRESO 1 — (Rie)¿Paloma tú?

PRESO 2 —Un globo. ¡Eso, un globo!... Rodeado de chiquillos que deciden reventarlo tras largas deliberaciones... y risas, quizás.

PRESO 1 — ¡Eres el mentiroso más grande que me he tropezado en mi vagabunda vida! (Pausa corta.) Te pareces a Ovauldo Do Santos, en el carácter, quiero decir. El era negro como la noche y malo como los alacranes. Ya murió. Por estos días ya debe haber derrocado a Satanás y ocupado su lugar en los infiernos. (Observa a PRESO 2.) Sí, te pareces a él.

PRESO 2 —Por favor, no creas que mi carácter es tan... tan retorcido.

PRESO 1 — ¿Cometiste un asesinato?

PRESO 2 — ¿Eh?... ¡Pero!... ¿Hablas en serio? Todo lo que te he dicho...

PRESO 1 — (Algo impaciente.) Vamos, vamos... ¿Una violación? ¿Rapto de niños o algo por el estilo?

PRESO 2 — ¡Me gustan los niños! (Pausa.) Soy incapaz de hacerles daño... Gano poco en el trabajo del banco, pero siempre compré caramelos para darle a los niños cuando tenía oportunidad.

PRESO 1 — ¿Un banco? ¡Ya sé! Asesinaste al gerente, robaste el banco y huiste con la secretaria. Fue una gran hazaña, lo leí en los periódicos hace unos cuantos meses.

PRESO 2 — ¿Cuántas veces voy a repetirte que soy inocente? Soy incapaz de robar un centavo o de matar a alguien y menos al señor Mendoza quien siempre me distinguió con su amistad.

PRESO 1 — ¿El señor Mendoza?

Page 14: La Muerte de Alfredo Gris

14

PRESO 2 —El gerente del banco... Cierta vez me invitó a cenar en su casa. Fue cuando cumplí veinte años bajo su servicio. Conocí a su esposa y a su hija. (Ríe pensativo.) La comida estuvo deliciosa: pavo, vino de borgoña, souflé de queso...

PRESO 1 — ¡Está bien! ¡Ya basta de sacarle el culo al asunto! ¿Me vas a decir qué crimen cometiste?

PRESO 2 —No te alteres...

PRESO 1 — ¡Carajo, me calientas la sangre!... Comprendo que guardes con orgullo la causa de tu condena a muerte, pero obras mal si no me la dices a mí, tu compañero de celda. ¡El único ser que te acompañará en tus últimas horas!

PRESO 2 —No quise molestarte, pero es el caso... aunque supongas otras cosas... soy...

ESCENA IV

(Entra el OFICIAL)

OFICIAL —¿Cómo se encuentra nuestro futuro muerto?

PRESO 2 — (Se pega a los barrotes.) ¡Gracias a Dios, creí que todo iba a ser tan cruel como imaginaba! (Pausa corta.) ¿Y bien?... ¿Ya está todo listo?

OFICIAL —Claro, muertito, en esta cárcel son escasos los errores que se cometen...

PRESO 2 —Menos mal... (Respira aliviado.) No sabe cuánto le agradezco... ( A PRESO 1.) ¿Lo ves?... ( A OFICIAL.) Por un momento temí que algo fallara.

OFICIAL —Me dan ganas de caerte a palos. ¿Cómo puedes pensar que andamos cometiendo pifia tras pifia?

PRESO 2 —Perdóneme...

OFICIAL —Lo del carro se arregló ya... No teníamos, pero nos acordamos de la ambulancia...

PRESO 2 — ¿Qué pasó con ella?

OFICIAL —Te llevaremos a un lugar desierto en la ambulancia. Ya escogimos el sitio. Es un bosque de pinos muy bonito fuera de la ciudad.

PRESO 2 — ¿Qué dice? ¿Qué?

OFICIAL -—Yo y el gordo Moncho vamos a ser los que te metamos los tiros. Tú sabes, ley de fuga y todas esas linduras de que tú corres y nosotros te agujereamos el culo.

Page 15: La Muerte de Alfredo Gris

15

PRESO 2 — ¡Estás loco!

OFICIAL —El ministro del interior te negó el indulto, él es el que está loco.

PRESO 2 —Yo no he introducido ninguna petición de indulto. ¡Hayuna espantosa equivocación!

OFICIAL. —Lo siento. Si tienes alguna queja se la dices al Dios de loscielos, yo sólo sé que voy a llenar mi escopeta recortada consus balas dundún.

PRESO 2 — ¿Con quién puedo hablar? Quiero exponer mi problemaa alguien que no seas tú.

OFICIAL — ¡Con cuidadito, no se te pase la lengua cuando me hables,que te la corto! (Saca unos cigarros.) Toma, marihuana... tela manda el gordo Moncho para que no digas que somos malos.

PRESO 2 — ¿Marihuana? ¿El gordo Moncho?

OFICIAL —El gordo Moncho es el alcalde de esta prisión.

PRESO 2 — ¿El alcalde?

OFICIAL —El toro que más mea...

PRESO 2 — ¿Me regala marihuana ?

OFICIAL —Así es.

PRESO 2 — (Embarazado.) Gracias. (Toma la marihuana lentamente.)Siempre creí que el alcalde ignoraría mi existencia.

OFICIAL — ¡Te tiene simpatía. Además no le gusta ver llorar a lagente. Te manda la marihuana para que te pongas muy contento!

PRESO 2 —Cuando me trajeron a patadas y peinillazos a este sitiosolicité hablar con el alcalde...

OFICIAL —Dile gordo, a él le gusta.

PRESO 2 —Con el gordo, y no me lo permitieron. Pude ver la puerta de su despacho, grande, con un cristal verde y un gran rótulo sobre el dintel... Después me desmayé y desperté aquí... (Al OFICIAL.) Dile al gordo Moncho que agradezco sus atenciones.

OFICIAL —Se va a emocionar. A él le gustan los hombres machos.¿Quieres alguna otra cosa?

PRESO 2 —Nada.

OFICIAL —Me voy... vengo más tarde con un poco de comida.

El Oficial se da vuelta y sale.

ESCENA V

Page 16: La Muerte de Alfredo Gris

16

PRESO 1 —Carajo, eres un hombre de suerte. Hasta el gordo Moncho te admira.

PRESO 2 —El gordo Moncho es muy amable.

PRESO 1 —Yo... yo también te admiro. Estás condenado a muerte y conservas tu sangre fría. Nunca conocí a nadie con la bragueta tan dura.

PRESO 2 — (Halagado.) Vamos, déjate de juegos...

PRESO 1 — ¡Nada de juegos! (Jura y besa cruces hechas con los dedos.) ¡Por la madrecita que nunca conocí!

PRESO 2 —Eres generoso, aunque yo no estoy... sí, bien, estoy condenado a muerte, pero sin crimen alguno.

PRESO 1 — (Ríe.) ¡Qué empeño!... Somos hermanos. ¿No?PRESO 2 —Sí, sí.

PRESO 1 —Compartimos todo. Respiramos el mismo aire. Nuestros orines se mezclan en la bacinilla y aún no me tienes confianza.

PRESO 2 —No quería ser descortés, pero... ¿no entiendes?

PRESO 1 —(Animado.) ¿Me vas a confesar el crimen? Debe ser algo macanudo por la forma en que lo ocultas. Algo nunca visto, para contar a mis nietos, si es que llego a tenerlos.

PRESO 2 ríe complacido.

PRESO 2 —Tú sí eres ladino.

PRESO 1 —Vamos, cuéntame.

PRESO 2 —Está bien, vas a saber lo que pasó (Piensa.) ¿Cuándo fue?... Miércoles, sí, miércoles. Caminaba por una avenida y frente a mí correteaba un perro amarillo y flaco. Anochecía y ya los faroles estaban encendidos. En la ventana de un edificio había varias macetas con geranios y en el jardín de una casa, un hombre gordo y bigotudo, en camiseta y fumando tabaco, regaba un pino seco. (Pausa corta.) Creo que ese pino nunca volverá a reverdecer, pero el hombre gordo parecía indiferente a toda ley natural y lo regaba concienzudamente... Más adelante, en la calle, distinguí a una cantidad de personas que corrían…Si, una manifestación… Arrojaban carteles y pancartas al suelo y corrían... En ese momento pasó todo...

Pausa. PRESO 1 se relame los labios de gusto.

PRESO 1 — ¡Vamos! ¿Qué sucedió?

PRESO 2 —Un auto se detuvo a mi lado. Bajaron dos hombres y dispararon contra las personas…Mataron a varias…Pude ver la masacre…si, la vi…Después

Page 17: La Muerte de Alfredo Gris

17

los dos hombres, a cachiporrazos, patadas, groserías y escupitajos me arrojaron al interior del auto y me trajeron hasta aquí... Eso es todo.

PRESO 1 —Pero... ¿el crimen?

PRESO 2 — Bueno, la masacre de la gente en la manifestación…

PRESO 1 — Me refiero a tu crimen… ¿Mataste al hombre gordo para cortarle el bigote? ¿Subiste al apartamento de las macetas con geranios y asesinaste a una mujer después de violarla? ¡Algo! ¿Algo sucio, podrido, infame?

PRESO 2 —Nada de eso, todo ocurrió como acabo de contarte...

PRESO 1 —¡No te creo!

PRESO 2 —¡Fue así!

PRESO 1 —¡No!

PRESO 2 —¡Sí!

PRESO 1 —¡Vete a la mirda! ¿O sea, que eres un empleadito de bancoque se deja condenar a muerte sin protestar?

PRESO 2 —¡Yo protesto!

PRESO 1 —¿Un estúpido inocente? ¿Un marrano indigno de ocupar esta celda? (Se acerca amenazador.) ¿Eres todo eso?

PRESO 2 —¡Aguanta! ¡Aguanta!... (Pausa corta.) No te acalores... No sé... Te estimo... ¿Sabes? Tu hermandad... El gordo Moncho también es buena persona... Y el Oficial…Está, pues…la masacre, pero…Quizás... sí, debe ser... es muy posible que yo haya cometido un crimen.

PRESO 1 —Al fin eres sincero... cuanto te agradezco... yo temía...

PRESO 2 — (Concentrado.) Algún crimen. ¿Cuál? Debo haber cometido alguno. Sí... Esa es la única explicación posible a todo lo que pasa... ( A PRESO 1.) Quizás...

PRESO 1 —Ningún quizás, por favor.

PRESO 2 —Tienes razón. (Pausa corta.) Debe ser que por un momento perdí el juicio... Maté al gordo bigotudo y después subí al apartamento y maté a la mujer después de violarla.

PRESO 1 —No se puede condenar a muerte a un hombre si comete un crimen en estado de locura. Lo tuyo debe haber sido muy, muy consciente, pues te han condenado.

Pausa.

PRESO 2 —Tienes razón... (Para sí.) ¿Tiene?... Sí, sí.

Page 18: La Muerte de Alfredo Gris

18

PRESO 1 —Mataste al gordo, entonces. ¡Qué bravo eres!... Y violastea la mujer, ¡qué ríñones!

Se inclina y besa las manos de PRESO 2.

PRESO 2 —¿Qué haces?

PRESO 1 —Demostrarte mi admiración más sincera.

Lo ve con adoración y luego, apresuradamente, saca un fósforoy lo prende. Luego lo acerca al pito de marihuana que tiene Preso 2 en las manos.

PRESO 2 — (Sin pensarlo, lleva el pito a sus labiosy lo enciende)Gracias...

PRESO 1 —Siempre recordaré estas horas. (PRESO 2 fuma.) Lo que digas para mí será la biblia. Voy a imitarte, compadre... (Pausa.) ¿Sufrió mucho el hombre gordo?

PRESO 2 —Pues no... no sufrió... (Ve el cigarro.) Marihuana... (Ríe.) Soy exacto en mis golpes, ¡Nojoda!... Al asestar uno, muerte segura... es inevitable. (Ríe.) El hombre gordo no sufrió y la mujer... (Pausa corta. Ríe.) ¡Gozó bastante! ¡Bandidona! (Ríe) Tenía horror en la cara, pero movía las caderas como una mezcladora de cemento.

PRESO 1 — (Ríe.) ¡Así son las mujeres!

PRESO 2 — (Ríe.) Salté la verja del jardín y le di al gordo un golpeen la nuca.

PRESO 1 — ¿Le quitaste el dinero?

PRESO 2 — (Instintivamente.) ¡No! ¡No! (Pausa. Ríe.) Pues... sí. Fuepara robarle. ¡Claro!...Le quité el reloj, una cadena, dos sortijas, los zapatos, que eran de marca…

PRESO l — (Ríe.) ¿Y la mujer? ¿Qué tal?

PRESO 2 —¡Ahh!... (Ríe.)... Rubia... ¿Rubia?... Caderas anchas, muslos como torres... ¡Divina! (Ríe.) ¡Divina!

Gran carcajada que cesa gradualmente. . Preso 2 se siente mal. Alarga el pito demarihuana a Preso 1 que lo guarda. Ve como su compañero de calabozo se dirige al rincónde la bacinilla y vomita. Acude en su ayuda.

PRESO 1 — ¿Te sientes mal?

PRESO 2 —Mucho.

PRESO 1 —Estás pálido. Voy a llamar al guardia, no vas a morirteaquí, tan pendejamente.

PRESO 2 —No. No. Quédate quieto... (Pausa.) Es el aire... está pesado.

PRESO 1 —Sí, está pesado.

PRESO 2 —No me gusta esta celda. Ninguna celda. Es la primera vezque estoy en la cárcel.

Page 19: La Muerte de Alfredo Gris

19

PRESO 1 —¿Nunca te atraparon?

PRESO 2 —(Pausa corta.) No, nunca... (Respira hondo frente al ventanal.) Bella tarde, allá afuera...

PRESO 1 —¿Qué estarías haciendo si no estuvieras aquí?

PRESO 2 —Pues... Con mis hijos, paseando en el parque... Asaltando a los paseantes... Visitando a algún amigo... ¡Chantajeando a las parejas de amantes!... (Pausa corta.) Tomando una cerveza fría, en un vaso de arcilla... ¡Raptando a un niño para pedir rescate y luego matarlo!

Grita y se arroja al suelo.

PRESO 1 —¿Qué te pasa sietemachos? ¿Te me vas a poner blandito ahora?

PRESO 2 —¿Tú no entiendes? ¿Eh? (Grita.) ¿Me entiendes?

PRESO 1 —¿Hay que entender? ¿Qué es?

PRESO 2 —¿Soy yo?

PRESO 1 —¿Qué dices?

PRESO 2 —¿Puede pasarle esto a una persona normal, de mínimos placeres, vicios y virtudes? ¿Un hombre que nunca se violentó y siempre quiso creer que la violencia jamás lo tocaría? ¿Puede pasar?

PRESO 1 —No te entiendo, mi hermano.

PRESO 2 —Claro que no, tú aún caminas sobre tu hilo. Tu cuerda no se ha roto. (Pausa. Para sí.) Soy Alfredo Gris... Soy Alfredo Gris... Soy Alfredo Gris... Nada ha sucedido. La vida ha transcurrido por un curso normal. He seguido todas las indicaciones. Me he comportado como buen ciudadano, sin abrir la boca. Sin levantar los brazos. No he gritado. Ni protestado ante las masacres. He criado a mi familia bajo los preceptos religiosos... Soy Alfredo Gris... ¿Marihuana? ¿Alguna vez pensé en mi existencia que fumaría marihuana?

ESCENA VI

(Entra el OFICIAL cargando una bandeja cubierta con una servilleta.)

OFICIAL —Buenas noches, perros hijos de perra.

PRESO 2 — (Se acerca al ventanuco.) Si ya es de noche.

OFICIAL —Negra noche. Hacia el norte está lloviendo.

PRESO 2 —No se ve desde aquí.

OFICIAL —Claro, necio. Esa ventana mira al sur.

Page 20: La Muerte de Alfredo Gris

20

PRESO 1 — (Señalando la bandeja.) ¿Qué es Oficial?

OFICIAL —Esta es la cena para nuestro condenado a muerte.

PRESO 2 — ¿Qué cena?

El OFICIAL coloca la bandeja sobre uno de los bancos de madera y retira la servilleta.

OFICIAL — ¿Ah, no se ve rica? Queremos que vayas gordo y satisfecho a tu último minuto. ¡Barriga llena, corazón contento!

PRESO 2 —Todo se ve... muy bien.

PRESO 1 — ¡Divino! ¡Eres un hombre con suerte!

PRESO 2 —Luce apetitoso.

OFICIAL —Y sabe mejor aún. Esta es la mejor demostración de que sabemos tratar a los ciudadanos por todo lo alto; aún a los inadaptados como tú.

PRESO 2 —Yo nunca he dicho que ustedes tratan mal a nadie. ( A PRESO 1.) ¿Lo he dicho?

PRESO 1 —Nunca.

PRESO 2 —Nunca hablo mal...

OFICIAL —Está bien. come.

PRESO 2 —Yo, por ejemplo, no me puedo quejar. ( A PRESO 1.) ¿Me he quejado? (PRESO 1 niega.) ( A OFICIAL.) ¿Lo ve? Soy tranquilo.

OFICIAL —Se va a enfriar la comida.

PRESO 2 — (Sonríe tímidamente.)Tengo... Tengo un hambre feroz.

OFICIAL —Come, pues, te sentirás muy satisfecho.

PRESO 1 —¿Y quién no, con una comida como esa?

OFICIAL —Te envidio, cucaracha.

PRESO 1 —Yo también... cucaracha...

PRESO 2 —Gracias...

PAUSA. OFICIAL Y PRESO 1 VEN COMER A ALFREDO GRIS.

OFICIAL —Muchos tiros y muertos donde te agarraron. ¿Te diste cuenta?

PRESO 2 — (Piensa.) No. (Pausa corta.) El pollo está divino.

PRESO 1 — ¿Y el vino?

Page 21: La Muerte de Alfredo Gris

21

PRESO 2 — ¡Del otro mundo! ¿Quieren un poco?

PRESO 1 —No, no. Es todo tuyo, te pertenece.

OFICIAL —No tenemos derecho a turbar la plenitud de tu cena.

PRESO 2 — ¡Oh, por favor! ¡Solamente una copa!

OFICIAL —De ninguna manera.

PRESO 2 — ¿Somos amigos o no?

Preso 1 —Claro que lo somos, pero en la amistad va el respeto yla consideración.

Oficial —Y todas esas linduras que te mereces.

Preso 2 —Complázcanme... una sola copa, vamos.

Pausa corta.

Preso 1 — ¡Una sola!

Oficial —Y eso porque insistes más de la cuenta.

Preso 2 —Lo sé.

Alfredo Gris le ofrece una copa al Oficial y luego otra a Preso 1 .

Oficial —Rico.

Preso 1 — ¡Ahh! Hacía tiempo mi garganta no se estremecía de placer...

Preso 2 —Yo tampoco había probado nunca un vino igual.

Oficial —Qué raro que no viste ningún muerto cuando te agarramos.Fue una carnicería fenomenal. La calle quedó cubierta de librosy cascos de obreros. No me explico cómo una persona como túestaba en semejante lío.

Preso 2 —Yo no estaba en el lío. ¿Quieres un poco de pollo?

Oficial —Cómetelo tú, que te hará falta. (Pausa corta.) Todos dicenque son inocentes.

Preso 2 —( A Preso1. ) ¿Quieres pollo?

Preso 1 —No, gracias.

Preso 2 — (Ríe.) Me lo comeré todo yo, entonces.

Oficial —Feo lío ése. Necesitamos justificar ciertas cosas y tú nosserás de mucha utilidad...

Preso 1 — ( A Oficial.) ¿En qué estado encontraron a la mujer,Oficial?

Oficial —Dos tiros en la espalda. Intentó correr... fue una de muchas.

Page 22: La Muerte de Alfredo Gris

22

Preso 1 — ¡Y violada, además! (Palmea la espalda de Preso 2.) Eres un bárbaro.

Oficial —Te encontraron planes terroristas en el bolsillo. Nombres.Fechas. Citas. Códigos...

Preso 1 — ¿A mí? ¿Están locos?

Oficial —Puras mentiras, todo es falso, claro, pero nos servirá

Preso 2 — ¡Dios, nunca había comido algo tan sabroso!

Oficial — (Ríe.) Me gustas. Le diré al gordo Moncho que te gustóla cena. ¿Sabes? Se interesa mucho por ti; claro, eres vital.

Preso 2 —Me siento muy honrado.

Preso 1 —Ser condenado a muerte tiene sus ventajas, amigo... Te miman. Te respetan. Buena comida y no sientes el temor de una muerte incierta.

Preso 2 —Así es. (Limpia su boca con la servilleta.) Ya estoy satisfecho, la cena estuvo deliciosa.

Oficial — ¿Puedo llevarme la bandeja?

Preso 2 —Cuando quieras. ( a Preso 2.) A menos que, quieras tomarte el vino que ha quedado.

Preso 1 — ¡Encantado! (Toma la botella y la empina.) ¡Ahh!

Oficial —( a Preso 2.) ¿Tienes dinero?

Preso 2 —Un poco... ¿Por qué?

Oficial — Dámelo y te daré una sorpresa. (Preso 2 busca en sus bolsillos y entrega dinero al Oficial) Te gustará.

Preso 1 — ¡Por los condenados a muerte! (Empina la botella.) ¡Salud!

Preso 2 — ¿Cuál será la sorpresa?

Oficial —Si te lo digo, no lo será.

Preso 2 —No importa, ¿de qué se trata?

Oficial —Calma, corderito. Más adelante, ya verás.

El Oficial sale.

ESCENA VII

Page 23: La Muerte de Alfredo Gris

23

Preso 2 —(Al Oficial, a través de los barrotes.) Dime algo. Una leve idea. (Desalentado.) Se fue... Habrá una sorpresa para mí. Una más. (Pausa corta.) ¿Cuál será?

Pausa. Se asoma al ventanuco.

Preso 1 —¿Mucha luz?

Preso 2 —Eléctrica, el cielo está oscuro.

Preso 1. —¿Brilla la luz eléctrica?

Preso 2 —Débilmente. Hay dos... tres avisos de neón muy llamativos. Uno es rojo intermitente. (Pausa.) Estalla en medio de la oscuridad... Dice, "Gran Circo del Sur" — "Grandes atracciones y juegos". "Todos pierden o ganan".

Preso 1 —El Circo del Sur es muy interesante. Leones maricas. Elefantes que bailan can-can...

Preso 2 —Nunca estuve allí. "Todos pierden o ganan". ¿Por qué? Aquel que no quiera jugar está en su derecho.

Preso 1 —No en el Circo del Sur. Al entrar en él ya estás jugando.Preso 2 —Yo no me prestaría a ningún juego.

Preso 1 —Entonces no podrías entrar en el Circo. Jamás verías el tamaño tremendo de la ñoña de los elefantes capaz de cubrir a una familia entera, incluyendo al gato.

Preso 2 — ¿Lo visitaste varias veces?

Preso 1 — Sí. En una o dos ocasiones intenté robar la taquilla. Esa era para mí, la más grande atracción... Una rica, jugosa y tentadora taquilla.

Preso 2 — (Observando a Preso 1.) ¿Sabes que eres muy simpático?

Preso 1 — ¿Eh? (Pausa. Ríe.) Sí, claro; eso siempre me lo dicen las putas.

Preso 2 —Yo no soy una puta. (Ríe. Preso 1 también.) Eres diferente al preso de esta mañana. ¿Recuerdas?

Preso 1 — ¡No sabía que eras un condenado a muerte!

Pausa.

Preso 2 —Yo tampoco. Ahora los dos lo sabemos y ambos hemos cambiado.

ESCENA VIII

Entra la Mujer.

Preso 1 — (Grita.) ¡Quién llega! (Se aferra a los barrotes.) ¡Divina.Tormento.!

Page 24: La Muerte de Alfredo Gris

24

Mujer -Hola, hola.

Preso 1 -Rica!... Acércate... sí, a los barrotes. ¡Podemos hacer la cosa

parados!

Mujer —¿Tú eres el condenado a muerte?

Preso 1 —¿Qué?... No. (Señala a Preso 2.)Es él.

Mujer —Hola buen mozo. ¿Qué haces ahí parado frente a la ventana?

¿Viendo las estrellitas?

Preso 2 —El cielo está oscuro.

Mujer —Vine... El Oficial me dio tu dinero. Yo no quería... ¿sabes?pero me dijo que estabas solo y eras un condenado a muerte yvine en seguida. Acércate.

Preso 2 no se mueve.

Mujer —Entraré yo, entonces. (Abre la reja y penetra en la celda.)Todo por estar a tu lado, como dicen las enamoradas. (Se acercaa Preso 2 abrazándolo y lo besa apasionadamente.) ¿Quieres quesea tu amor?... ¿Tu novia por esta noche?

Preso 2 —Yo... pues...

Preso 1 — (Susurrando.) Sí. Sí.

Preso 2 —Sí.

Mujer —¡Amor a primera vista, qué lindo! (Abraza a Preso 2 lo lleva al camastro.) ¡No quiero que mueras, te ves tan simpático! Te voy a hacer muy feliz. ¿Eh? Mañana cuando te metan los tiros en la nuca me recordarás.

Preso 2 —Sí, te recordaré.

Preso 1 — ¡Acuéstate en el colchón y ábrele las piernas!

Se sientan en la parte baja de la litera.

Mujer — ¿Qué quieres que sea, tu madre, tu hermana, tu novia, tuamante o simplemente una puta?

Preso 1 — ¡Tu puta! ¡Tu puta!

Preso 2 —Pues... la verdad... yo..

Page 25: La Muerte de Alfredo Gris

25

Mujer — ¿Me quieres?

Preso 1 — ¡Mucho! ¡Mucho!

Preso 2 —Mucho...

Mujer — ¡Qué alegría!

La mujer se oprime contra el pecho del Preso 2.

Preso 1 — ( A Preso 2.) ¡Dile que se quite el vestido y se acueste! ¡Que se lo quite y quede desnudita!¡Estrújale las tetas!

Mujer —Cada una de las piedras de esta celda se quedará en mi recuerdo... tu rostro... Las chicas del burdel se pondrán verdes de envidia cuando les cuente mi desgracia.

Preso 2 —Quítate...

Mujer —Difícilmente me creerán, por eso traje una cámara fotográfica para grabar todo el dramatismo de esta noche. (La saca del bolso.) ¿La ves?

Preso 2 —El vestido... acuéstate….quítate…

Mujer —( a Preso 1 . ) ¿Quisiera tomarnos una fotografía?

Preso 1 —Todo lo que quieras, sabrosa,

Preso 1 recibe la cámara de manos de la Mujer. Se aleja. La Mujer adopta una actitud dramática al lado del Preso 2.

Preso 1 - Así está bien, te aseguro divina, que seráuna magnífica fotografía.

Mujer —Fuiste muy amable, quizás un día de estos... (Recibe lacámara de manos de Preso 1.)…Podamosconversar tu y yo…

Preso 1 —Te daré todo lo que tenga.

Mujer — ( A Preso 2.) Ahora las chicas del burdel no podrán decir que miento. Le pediré, además, una constancia escrita al gordo Moncho en la que certifique que acompañé a un condenado a muerte en su última noche.

Preso 1 — ( A Preso 2.) ¡Dile que se acueste! ¡Que se quite la ropa!

Mujer — ( A Preso 2.) ¡Bésame! (Besa a Preso 2. Lo acuesta en la litera. Le acaricia el rostro.) Pobrecito que mañana te van a matar. ¿Fea cosa, no?

Preso 2 —Sí... fea.

Mujer —Aquí estoy, junto a ti.

Preso 1 —¡Revuélcala! ¡Estrújala! ¡Muérdela!

Preso 2 —Estás... tú... si...

Mujer —Siempre pensaré en ti. Te seré fiel.

Preso 2 —Lo sé.

Page 26: La Muerte de Alfredo Gris

26

Mujer —Nuestro amor no será roto por la muerte implacable.

Preso 1 — (Desesperado.) ¡Aprovecha, móntate encima! ¡Patea y relincha!

Mujer —Recordaré este último beso... El último de mi existencia. (Lo besa en la frente) Adiós. (Se levanta y sale apresuradamente. Pausa. La Mujer regresa.) ¡Olvidé mi bolso!

La mujer toma el bolso. Sale.

ESCENA IX

Pausa.

Preso 2 — ¡Qué mujer!

Preso 1 — ¡Qué mujer! (Pausa.) Y te ama de veras... Creo que lloraba cuando salió... Seguramente fue al burdel a distraerse un poco (Se acerca a Preso 2.) ¡Eres un hombre de suerte! Tuviste alguien que te acompañara en las últimas horas, otros son desgraciados. Yo, por ejemplo... años sin tener una mujer...

Preso 2 —Ya falta poco... ¿No?

Preso 1 —Sí. El tiempo ha pasado rápidamente. ¿Qué sientes?

Preso 2 —Cosas inexplicables... nunca experimentadas. (Pausa corta.)Ella se marchó...

Preso 1 —Lloraba, estaba desesperada.

Preso 2 —Algo más dentro de todo esto... En mi existencia de globorodeado de chiquillos dispuestos a reventarme….¿Y mi esposa?...¿Mis hijos?...¿Mis amigos?

Se escuchan toques en una de las paredes. Sonidos secos enclave. Pausa. Escuchan.

Preso 2 —¿Y esos ruidos?

Preso 1 —Alguien trata de comunicarse con nosotros. (Preso 1 adhiere su oído a la pared y descifra.) Son los presos de esta cárcel.(Pausa.) Nosotros los presos de esta cárcel... (Pausa corta.) Deseamos testimoniar a usted... (Toques.) Nuestro respeto más sincero... (Pausa.) Por su carrera de terrorista... agitador de la sociedad... (Pausa corta.) Por la asociación de presos... Lucho "el dedos largos"... presidente... ¿Qué te parece?

Preso 2 —Agradéceles de mi parte.. Encarecidamente. Saludos a todos.

Preso 1 comunica durante unos momentos. Nuevos toques. Preso 1 escucha.

Preso 1 —Son ellos de nuevo... (Pausa corta.) Me dicen que en la cárcel hay un sacerdote detenido por si quieres tranquilizar tu espíritu. (Pausa corta.)... El sacerdote dice que él sí te proporcionará auténtico alivio, pues también es un delincuente.

Preso 2 —No tengo nada que confesar. (Piensa.) O mejor... dile mis crímenes... sí. El del hombre gordo y el de la mujer.

Page 27: La Muerte de Alfredo Gris

27

Preso 1 comunica. Nuevos toques.

Preso 1 —Dice que eres un demonio... (Pausa corta.) "Ego te absol-vo... en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo'... Estás perdonado, al menos por Dios.

Preso 2 —Gracias...

Preso 1 —¿Tienes miedo?

Preso 2 —No mucho... me siento raro, como si yo no fuera yo.

Preso 1 —Vacía la vejiga, eso relaja el cuerpo.

Preso 2 —Lo haré (Preso 2 marcha a foro y tomando la bacinillasimula orinar de espaldas al público. Regresa.) Tenías razón,afloja la tensión.

Rumores. Gritos de un torturado.

Preso 1 —Ya el día comienza. No deben tardar.

Preso 2 —Sí. ¿Qué hago?

Preso 1 —No sé... Eres un valiente. Si fuera yo estaría llorando como un perrito. Siempre te recordaré.

Se escuchan pasos. Ordenes.

Preso 2 —Todo va a terminar... Parece que una cuerda nueva está bajo mis pies. (Camina.) Una cuerda diferente... Se nota falsa…Mi vida…falsa… ( A Preso 1 . ) ¿Cómo puedo saber si lo es? Dímelo.

Preso 1 —No sé.

Preso 2 — ¿Por qué? ¡Dímelo! ¡Dímelo!

Preso 2 zarandea a Preso 1.

Preso 1 — ¡No sé!

Preso 2 — ¡Coño, dímelo o te mato!ç

Preso 1 — ¿Cómo crees que puedo decirte algo que no comprendo?

Preso 2 — ¡Te mato!

ESCENA X

Entra el Oficial.

Oficial — ¡Aja! Te salió el animal, muertito. Será mejor que te tranquilices, así te evitarás golpes.

Preso 2 —Han estado jugando conmigo todo el tiempo... Cucaracha.Muertito. Terrorista. No voy a ser un pelele en las manos de quien le dé la gana. ¿Entienden?

Page 28: La Muerte de Alfredo Gris

28

Oficial — ¿Juegos? (Saca una pistola. Entra en la celda.) Esto es muy serio querido muerto.

Pausa.

Preso 2 —Sí... parece que lo es.

Oficial — ¿Nos vamos?

Preso 2 —Sí. ( A Preso 1) Adiós, necio. Compañero.

Preso 1 —Adiós, hermano del alma.

Preso 2 —Te dejo mi aire y las putas que quieras.

Preso 1 —Gracias.

Oficial —Trata de portarte lo mejor posible, el gordo Moncho creeque eres una magnífica persona.

Preso 2 —Trataré de no desilusionarlo. Haré lo que digas.

Oficial — ( A Preso 1) Ella acepta por ciento cincuenta.

Preso 1 — ¿Seguro?

Oficial —Vendrá dentro de poco. No puedes besarla en la boca o estrujarle las tetas. Trátala bien.

Preso 1 —No te preocupes, no tendrás quejas.

Oficial —( A Preso 2.) Vámonos.

Salen el Oficial y Alfredo Grís.

ESCENA XI

Preso 1 los observa tras los barrotes.

Preso 1 —Adiós... (Pausa corta.) ¡Qué hombre afortunado!

Preso 1 va a la litera y arregla la sabana. Saca un peine del pantalón.Se peina. Se sienta en la

litera. Consigue el pito de marihuana. Lo enciende y aspira profundo

Preso 1 —Ahora, a esperar que venga la puta.

F I N

Page 29: La Muerte de Alfredo Gris

29

24