la masonerÍa y el simbolismo de la navidad
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LA MASONERÍA Y EL SIMBOLISMO DE LA NAVIDAD
por:
טטרמורפוסMM
GES y PM ARH
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CEMVET CENTRO MASÓNICO VENEZOLANO DE ESTUDIOS TRADICIONALES
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A LGDG ADU
MASONERÍA AZUL O DE SAN JUAN
LA MASONERÍA Y EL SIMBOLISMO DE LA NAVIDAD
CONTEXTO TRADICIONAL
Antes de abordar el asunto directamente, es necesario decir al menos unas palabras en cuanto al porqué del tema y su relevancia o impertinencia desde el punto de vista del Esoterismo en general y de la Masonería en particular. En tal sentido es completamente forzoso recordar que el bloque doctrinal de lo que desde el punto de vista de la Geografía Sagrada se denomina “Occidente”, está conformado por un exoterismo eminentemente CRISTIANO, incluso, CATÓLICO para mayor precisión, pues la zona de influencia de las formas ortodoxas es más bien oriental, y ni siquiera nos vamos a molestar en considerar el caso de las sectas heterodoxas protestantes posteriores a la Reforma, -mucho menos a las CARICATURAS SATÁNICAS que han tenido su nacimiento en América del Norte desde entonces hasta ahora- las cuales simplemente no pueden reclamar en su favor ninguna SUCESIÓN APOSTÓLICA, es decir, ninguna CADENA o FILIACIÓN, regular, que es lo único que importa desde el punto de vista tradicional. Un exoterismo CRISTIANO (Católico), decíamos, y un esoterismo que tiene, en la MASONERÍA (y el Compagnonnage), sus únicos exponentes actualmente vivos a pesar del avanzado estado de DECADENCIA espiritual en que se encuentra todo lo que se relacione con la Tradición en Occidente.1
Es, pues, fundamental tener en cuenta este CONTEXTO, sin el cual, resultaría ininteligible –como de hecho les resulta a los profanos, sean estos religiosos o no-, la íntima conexión existente entre el simbolismo Cristianismo y el de la Masonería2. Se trata sí, -lo repetimos-, de un BLOQUE en el que el Cristianismo Católico aporta los FUNDAMENTOS exteriores sobre los cuales luego se efectuarán los desarrollos ESOTÉRICOS, pero que, como las bases de un edificio, deben están puestas ANTES… Para mayores desarrollos, recomendamos leer la imprescindible obra de René Guenón “INICIACIÓN Y REALIZACIÓN ESPIRITUAL”, Capítulo VII. “Necesidad del Exoterismo Tradicional”.
1 Obviamente, aquí dejamos a un lado –sin ignorarlo-, el caso realmente MUY RARO y en todo caso
EXTREMADAMENTE RESTRINGIDO de ciertas agrupaciones sobrevivientes del Hermetismo Cristiano medieval (Como L’Estoile Internelle de la “Hermandad del Paráclito” y otras cosas por el estilo…), las cuales, debido a su muy estricto y limitado reclutamiento, no ofrecen prácticamente ninguna posibilidad iniciática de alcance general, y que, por supuesto, no tienen absolutamente nada que ver con los abundantes y pseudo-iniciáticos disparates Neo-Templarios o “Rosacrucianos” que hoy en día abundan un poco por todas partes. 2 Ni que decir tiene que un sacerdote católico, -incluso el Papa-, resulta en este sentido tan profano como el más humilde de los fieles, pues, cuando se habla de exoterismo y esoterismo, se trata, pese a todo, de dos campos completamente diferentes y JERARQUIZADOS en el terreno de la espiritualidad.
FALSIFICACIONES MODERNAS
Habiendo clarificado estos pocos conceptos, podemos ahora abordar el tema sin ambages, asumiendo, además, que nuestros amables lectores se ubican, al igual que nosotros, como siempre, en la perspectiva iniciática tradicional. En tal sentido, comenzaremos por señalar algunos errores modernos que nos servirán como pretexto y punto de partida para llevar a cabo las puntualizaciones y explicaciones convenientes. De hecho, hace ya unos cuantos años escribíamos un artículo condenando esa DEFORMACIÓN producto de la “moda” que para entonces comenzaba apenas a perfilarse como una PARODIA GROTESCA de la fiesta Navideña, un claro atentado contra la Tradición que recibe la capciosa designación de “El Espíritu de la Navidad”. Esta verdadera monstruosidad pretende, además, invocar a favor de su “validez” datos auténticamente tradicionales, pero DEFORMADOS hasta la caricatura, -como suele ocurrir con toda buena impostura-. Nos referiremos a ello de manera breve a continuación:
La palabra “espíritu” de la forma en que es utilizada en dicha expresión simplemente NO TIENE SENTIDO, está completamente fuera de lugar. En realidad, sería mucho más sincera la palabra “fantasma”, pues es ése y no otro el significado que se le quiere (y puede) dar a la palabra “espíritu” en dicha expresión.
A tal “entidad” se le pretende representar en una forma antropomórfica sospechosamente semejante a la de Santa Claus o San Nicolás, pero con colores “post-modernistas” o “New-Age” escogidos a capricho y que, por supuesto, no tienen NADA QUE VER con el simbolismo de la Navidad. A decir verdad, en el auténtico simbolismo HERMÉTICO-CRISTIANO la Navidad se relaciona con los colores ROJO, BLANCO, NEGRO y VERDE… por razones evidentemente ALQUÍMICAS que son claras e incuestionables para cualquiera que posea una mínima formación auténticamente TRADICIONAL.
Por otra parte, llamar a dicho fantasma “de la Navidad”, es una aberrante forma de exaltarlo y hacerlo usurpar una determinada categoría o función. Claro, el “veneno” aquí está en el uso de dicho término pero completamente desvinculando de lo que realmente significa. En efecto, la “Navidad” –si se quiere usar dicho término en su AUTÉNTICO SENTIDO- no puede ser otra cosa que la NATIVIDAD DE JESÚS, pues es ése y no otro su simbolismo; NO SE PUEDE HABLAR DE “NAVIDAD” y hacer abstracción u omisión dolosa de su sentido EMINENTEMENTE CRISTIANO.
Precisamente, esta hábil “maniobra” denota una INTENCIONALIDAD sumamente sospechosa y una evidente MALA FE, que no puede ser otra que la de debilitar o incluso SEPARAR en la mente de la gente el sentido ORIGINAL y
TRADICIONAL de los símbolos y ritos, e intentar SUBSTITUIRLOS por PARODIAS… Esto es ya obra de SUBVERSIÓN y no puede achacarse simplemente a la “casualidad”, la “moda” o al “inconsciente colectivo”.
Lo único “inconsciente” aquí es la REPETICIÓN MECÁNICA de acciones carentes de sentido por parte de seres en los que la CONSCIENCIA de la TRADICIÓN se ha debilitado casi hasta el punto de no retorno. Repetición, -decíamos-, de cosas que son “propuestas” a manera de SUGESTIONES por individuos MUY BIEN ENTERADOS del daño que así le causan a la humanidad al convertir a estos COLECTIVOS en nucléolos de la acción DISOLVENTE que permanentemente desatan sobre nuestro decadente mundo. Pensamos que con lo dicho y las MÍNIMAS nociones Tradicionales que esperamos posean nuestros eventuales lectores, será suficiente para DENUNCIAR y PROMOVER EL RECHAZO CATEGÓRICO de este tipo de intentos claramente SATÁNICOS…
Pese a todo, bien sabemos que algunos se sentirán tentados a esgrimir el argumento siguiente: “desde el punto de vista específicamente cristiano, incluso “Santa Claus” es una desviación «pagana»”. Pues bien, para comenzar a desmontar esta nueva “diablura” característica de la mentalidad OBTUSA y FANATIZADA de algunos cristianos (especialmente los miembros de ciertas SECTAS EVANGÉLICAS), y más recientemente ciertos “políticos” -mucho más ignorantes que bien intencionados-, creemos que ya se ha explicado suficientemente lo ABSURDO de dicha calificación de “paganos”; Fabre d’Olivet, en sus “Examens des Vers Dorés de Pythagore”, dice muy justamente sobre este punto (el resaltado es nuestro):
«El nombre de «pagano» es un término injurioso e innoble, derivado del latín “paganus”, que significa un rústico, un campesino. Cuando el cristianismo hubo triunfado enteramente sobre el politeísmo griego y romano y cuando, por orden del emperador Teodosio, fueron abatidos en las ciudades los últimos templos dedicados a los Dioses de las Naciones, se encontró que los pueblos de los campos persistieron todavía bastante tiempo en el antiguo culto, lo que hizo llamar por irrisión “pagani” (campesinos) a aquellos que les imitaron. Esta denominación que podía convenir, en el siglo V, a los griegos y a los romanos que se negaban a someterse a la religión dominante del Imperio, es falsa y
ridícula, cuando se extiende a otros tiempos y a otros pueblos».3
Debemos por tanto, PROTESTAR ENÉRGICAMENTE contra el empleo de este apelativo, pues muy a menudo los cristianos en general y los católicos en particular “olvidan” que la FECHA en la que se celebra la NAVIDAD, no es otra que la del SOLSTICIO DE INVIERNO en el HEMISFERIO NORTE, y que dicha fecha no tiene absolutamente ninguna relación con el supuesto “nacimiento histórico” de Jesús, de hecho, no fue adoptada sino LUEGO del Reinado de CONSTANTINO, quien SUSTITUYÓ con esta
3 Citado por René Guenón en “Apercepciones sobre la Iniciación”, Capítulo XI.
festividad CRISTIANA a la mucho más antigua del SOL INVICTUS, lo cual es, sin embargo, un hecho histórico indiscutible.
Dicha “sobreposición” o “solapamiento” no es, pese a todo, completamente arbitrario, pues, es necesario reconocer que tanto el MITO cristiano como el “Sol Invictus”, no son AMBOS, más que READAPTACIONES de una tradición HIPERBÓREA MUY ANTERIOR y que funge de FUENTE ORIGINAL de AMBOS, razón por la cual, sus respectivos simbolismos no tienen por qué “oponerse” entre sí, sino que, muy al contrario, como demostraremos, ambos puntos de vista son igualmente válidos e, incluso, COMPLEMENTARIOS, y esto es algo que ocurrirá SIEMPRE cuando se trata de
Símbolos auténticamente TRADICIONALES -(y los que no cumplen esta condición NI SIQUIERA PUEDEN LLAMARSE SÍMBOLOS O RITOS)- que vinculan dicha festividad con la PROTOPARADOSIS o TRADICIÓN PRIMORDIAL, lo que, a buen seguro, es muy distinto al “marketing”, y la “moda”, que es todo lo que hay detrás de absurdos como “El Espíritu de la Navidad” al que nos hemos referido.
Es algo ELEMENTAL, cuando se trata de VERDADEROS SÍMBOLOS, SIEMPRE habrá justificación para su existencia… Pensamos aquí particularmente en la parafernalia asociada a la figura de “Santa Claus”, “Papá Noel” o “San Nicolás”: el TRINEO, el POLO NORTE, la CHIMENEA, los REGALOS, la MEDIANOCHE, el INVIERNO, etc., todo ello posee una relevancia SIMBÓLICA y ESOTÉRICA para quien comprende… Por el contrario, cuando se trata de las descaradas y fantasiosas invenciones de la modernidad como el “incienso de mandarina” o los colores “azul y plateado”, etc. es fácil detectar que no hay absolutamente NADA que se pueda decir al respecto, ningún marco de referencia, ninguna vinculación con elementos cosmológicos, ningún sentido Trascendente, ninguna perspectiva METAFÍSICA; en dos platos: NINGUNA TRADICIÓN.
EL SIMBOLISMO SOLSTICIAL
En líneas generales, podemos indicar que el simbolismo SOLSTICIAL, es el propio de la Navidad y la pone en relación astronómica con EL NORTE entre los puntos cardinales, al cual corresponden la MEDIANOCHE en un día y EL INVIERNO en un año, así como también el NACIMIENTO y LA MUERTE en la VIDA DE UN HOMBRE. Dicho punto cardinal es, desde la perspectiva esotérica e iniciática, el lugar de LA PUERTA DEL CIELO (Janua Cæli) que da acceso, de acuerdo con la tradición hindú al DEVA YANA, la “Vía de los DIOSES” en la Tradición Hindú. Es también, desde el punto de vista astrológico, la puerta de CAPRICORNIO, constelación que tiene por planeta regente a
SATURNO y que en el cuerpo humano gobierna las RODILLAS. Dicha constelación zodiacal corresponde en el alefato hebreo con
la letra AYIN (ע), -cuyo significado es “OJO”-, y posee una
equivalencia en el Tarot con el Arcano 15, “EL DIABLO”, carta en la cual se representa, más allá de toda duda, el paso por la “puerta pequeña” lo que implica ARRODILLARSE, simbolismo recogido en la pequeña “Iglesia de la Natividad” en Jerusalem, a cuyo respecto, leemos: “El acceso principal a la Basílica es por medio de una PUERTA MUY PEQUEÑA. Los visitantes deben entrar AGACHÁNDOSE. Originalmente, la iglesia tenía TRES ENTRADAS, dos de las cuales han sido bloqueadas. LOS CRUZADOS reformaron el portal central y más alto de la puerta de la iglesia justiniana. LA PEQUEÑA ENTRADA ACTUAL fue
construida durante LA ERA OTOMANA para prevenir que hombres MONTADOS A CABALLO pudieran ingresar en la Basílica.” 4
En cualquier caso dicho simbolismo no es de ninguna manera “cristiano” per se y tampoco “pagano” en el sentido clásico de dicha expresión, pues está presente en TODAS las Tradiciones: AYIN es el “OJO de la Aguja”, el “OJO QUE TODO LO VE” de la Masonería inscrito en un DELTA (en hebreo: Daleth = PUERTA) LUMINOSO, el UDJÂT u “Ojo de Horus”, la ÛRNA o PERLA FRONTAL de SHIVA en la India. En ARQUITECTURA, está representado por el AGUJERO en el DOMO o CÚPULA, representa pues la PUERTA CELESTIAL de la CAVERNA CÓSMICA, la SALIDA de la MANIFESTACIÓN FORMAL, la conquista de la
INMORTALIDAD, pero en el sentido que nos interesa más directamente en este momento, dicha PUERTA es LA “ENTRADA” que posibilita EL DESCENSO DEL AVATARA. Incluso, más en contexto, una de sus formas no es otra que la de la “CHIMENEA” por la que el muy “pagano” personaje de San Nicolás DESCIENDE. La chimenea es claramente un símbolo del EJE DEL MUNDO, al pie del cual AGNI o el Señor Eterno, EMMANUEL o El “Dios con Nosotros”, está representado por el FUEGO del HOGAR, palabra que originalmente significaba lo mismo que HOGUERA. No es sino el CORAZÓN de la CASA, el CENTRO de la CAVERNA CÓSMICA, el lugar del
NACIMIENTO del AVATARA. 4 Ver: http://www.holidayinisrael.com/ViewPage.asp?lid=5&pid=261 y también:http://es.wikipedia.org/wiki/Bas%C3%ADlica_de_la_Natividad
No sólo el hecho de que su “residencia” esté ubicada “casualmente” en el POLO NORTE, hace evidente la relación del simbolismo solsticial de la Navidad con la figura de San Nicolás o Santa Claus, también su TRINEO, que no es otro que el CARRO DE APOLO, de ELÍAS, de PAKAL o de SURYA (en la India), delata el profundo simbolismo del RENACIMIENTO ESPIRITUAL que se SIMBOLIZA mediante el paso del SOL VISIBLE por la PUERTA DE LOS DIOSES. Es este renacimiento y la posibilidad permanente de la LIBERACIÓN, que es su resultado FINAL, lo que le da todo su sentido a la fiesta de Navidad, sin importar la forma en que dicho simbolismo se exprese, siempre y cuando, lo repetimos, ésta sea LEGÍTIMA, vale decir, apegada a la más genuina ORTODOXIA TRADICIONAL.
En el mismo sentido, vale la pena mencionar que el ÁRBOL de la Navidad, despreciado por algunos “cristianos” ignorantes, es -claro está- una representación del AXIS MUNDI y su función es, por tanto, la misma del ALBORJ mazdeísta, del YGDRASIL nórdico, de la ACACIA masónica, del FRESNO de las tribus norteamericanas, del ROBLE céltico o del OTZ-HAIM qabalístico, por mencionar apenas unos cuantos.
En particular, en el simbolismo cabalístico, las “esferas luminosas” llamadas SEPHIROTH, -que modernamente son representadas por las borlas, luces y “adornos” del Árbol de la Navidad-, representan el DESCENSO del ROCÍO LUMINOSO CELESTE A NUESTRO MUNDO, a partir de la “copa” de dicho árbol, que en el simbolismo navideño, es la punta de un PINO en la que se colocan indistintamente las figuras de una
ESTRELLA PENTAGRAMÁTICA LUMINOSA o de un ÁNGEL… Dicho influjo luminoso desciende a nuestro mundo manifestado como San Nicolás por la CHIMENEA, es decir, a través del EJE que une al CIELO y a la TIERRA, en donde toma la forma de eso que en el lenguaje teológico cristiano se denomina la “Gracia Divina”, representada por los REGALOS al PIE DEL ÁRBOL…
El YGDRASIL de los nórdicos y el OTZ-HAYIM de la Qabalah hebrea
Respecto al simbolismo del árbol luminoso, es imposible obviar la referencia que al mismo se efectúa en el Sagrado Corán y que pone de relevancia las vinculaciones ALQUÍMICAS que ya hemos mencionado al respecto y que en breve comentaremos un poco más. He aquí la cita (el resaltado es nuestro). Júzguese:
(En el Nombre de Dios, el Clemente, el Misericordioso…etc.)
“Allah es la Luz de los cielos y la tierra. Su luz es comparable a una hornacilla, en la que hay un pabilo encendido. El pabilo está en un recipiente de vidrio, que es como si fuera una estrella fulgurante. Se enciende de un árbol bendito, de un olivo que no es de
Oriente ni Occidente, y cuyo aceite alumbra sin haber sido tocado por el fuego. ¡Luz
sobre Luz! Allah dirige hacia su Luz a quien Él quiere y propone a los hombres parábolas, pues lo conoce todo”
Al-Qurán, 24:35
Hay algo más; aunque algunos soslayan la importancia de este dato por considerarlo fortuito, amañado o caprichoso, -achacándoselo a un designio comercial de la “Coca-Cola”-, lo cual incluso de resultar cierto, no disminuye en nada el asunto FÁCTICO: Santa Claus o San Nicolás, ostenta en sus ropas los colores ROJO, BLANCO y NEGRO que son, a la vez, los de los TRES GUNAS contenidos en la SUBSTANCIA PRIMORDIAL, llamada por los hindúes PRAKRITI, (Satwa, Rajas y Tamas), y los de las TRES ETAPAS de la GRAN OBRA ALQUÍMICA, (Nigredo, Albedo y Rubedo), fases de la TRANSMUTACIÓN del “PLOMO” (el “yo” inferior e INDIVIDUAL) en “ORO” (el “YO” superior, la imagen de Dios en la Tierra), o lo que es decir lo mismo, las tres etapas de la iniciación que pueden, en la Masonería, hacerse corresponder respectivamente con los
grados de Ap, Compy MM.5
Como corolario de todo lo dicho, agregaremos que, hasta la BARRIGA de San Nicolás, e incluso su característica RISA poseen un valor simbólico, asunto que nos proponemos explicar a continuación, por medio de la comparación con sus equivalentes en otras tradiciones. Antes nos hemos visto obligados a usar la palabra AVATARA -(En Sánscrito: DESCENSO de un PRINCIPIO ESPIRITUAL a la Manifestación)-, consideramos adecuada la ocasión para resaltar un hecho que podrá quizás resultar sorprendente a los ingenuos y a los mal informados: Incluso en la iconografía
TAOÍSTA vinculada con el Budismo al estilo de la PAI-LIEN CHIAO (白蓮教), que, -se
convendrá-, está lo suficientemente lejos de occidente como para encontrarse libre de toda sospecha de haber sido influida por las costumbres “paganas” occidentales, EXISTE UNA FIGURA PERFECTAMENTE EQUIVALENTE a SAN NICOLÁS o SANTA CLAUS. Dicha figura simbólica es considerada una forma de BUDDHA MAITREYA, es decir, aquél que, para el budismo, es el AVATARA final de nuestro ciclo, El BUDA BLANCO.
Dicho personaje no es otro que el regordete y bien conocido HOTEI, BU-DAI o, mejor aún, FO MI-LE, el “Buda Feliz”, el “Buda Sonriente”, el “Buda del SACO”. En efecto, generalmente, HOTEI es representado como un adulto calvo QUE RÍE o SE SONRÍE y que va vestido con una túnica que deja expuesta UNA GRAN BARRIGA (símbolo de la felicidad, la buena suerte y la plenitud). En la mitología china, EL ESTÓMAGO SE CONSIDERA LA PLATAFORMA DEL ALMA (Chi) especialmente cuando se asocia a eso que en la técnica respiratoria del Chi-Kung se denomina el “Tan-Tien inferior” u “horno
5 De hecho, para nadie es secreto que los mandiles de MM del R.E.A.A. han conservado lo mejor posible dicha correspondencia, siendo BLANCOS, ribeteados de ROJO y DORADO y NEGROS en su parte posterior, a menos que ya en el colmo de la terquedad rayana en la demencia se quiera creer que también estos fueron diseñados por “Coca-Cola”…
alquímico” (¡!) y, por consiguiente, la gran barriga de Hotei puede ser considerada una alegoría de su GRAN CORAZÓN. En las manifestaciones artísticas, HOTEI es caracterizado como UN HOMBRE GORDO QUE CARGA UN FARDO ELABORADO DE TELA (¡!). Dicho saco es una especie de fuente maravillosa que nunca se vacía y que contiene todo tipo de artículos preciosos, entre estos, plantas de arroz que simbolizan prosperidad6, DULCES PARA NIÑOS y también comida. A veces puede tener hasta NIÑOS en el fardo, pues son considerados SERES PRECIOSOS. En otras representaciones, se puede encontrar a Hotei sentado EN UNA CARRETA QUE ES TIRADA POR NIÑOS o PORTANDO UN ABANICO llamado OOGI. El "oogi" es un objeto mágico, pues según la tradición PUEDE CUMPLIR DESEOS, pero en él vemos nosotros más bien una especie de “fuelle” con el cual avivar el FUEGO de la “chimenea”, del “hogar”, del “Tan-Tien inferior”, del Athanor alquímico, para conducir a los seres a la LIBERACIÓN, haciéndoles pasar por LA PUERTA ESTRECHA…
A menos que se esté VOLUNTARIAMENTE cegado por ciertos prejuicios, es COMPLETAMENTE IMPOSIBLE, contrario a toda lógica y aún FALTO DE HONESTIDAD, tratar de achacar todas estas correspondencias simplemente a la “casualidad”… Para cualquier ser biempensante es obvio que se trata de un simbolismo auténticamente ecuménico, o si se prefiere: CATÓLICO, pero en el VERDADERO sentido de esa palabra, que no es otro que UNIVERSAL y ello es, a la vez, la prueba a favor de la existencia de una PROTOPARADOSIS. ¡LA DOCTRINA DE LA UNIDAD ES UNA!
ALGUNOS DATOS MÁS
Anticipando el que se nos señale una posible laguna, recordaremos que, el equivalente
judaico de la fiesta solsticial no es otro que Hanukah (חנוכה), palabra que por su raíz (חנכ)
significa “enseñar” y que se emparenta con la tradición ANTEDILUVIANA, de hecho, la
palabra en sí no es más que el femenino del nombre del profeta HENOK (חנוך), aquel de
quien se dice que “no murió, porque Dios se lo llevó”, y cuya importancia masónica es indiscutible, pues se asocia directamente al simbolismo del más alto grado de la Masonería, EL ARCO REAL, cuyo nombre completo es, de hecho: ARCO REAL DE HENOK…
Durante dicha festividad se efectúa el "encendido de las luces", en total nueve (9) lámparas de un candelabro a partir de una luz central llamada SHAMASH, palabra que, aunque empleada aquí con el sentido de "VIGILANTE" o "GUARDIÁN" luminoso, -(en griego: EGREGORÂE)-, no es en realidad otra cosa que el nombre hebreo DEL SOL7. En efecto,
6 Con relación a este punto, recomendamos investigar el simbolismo japonés de INARI y sus KITSUNE. 7 Dicha palabra (שמש) es también la raíz del nombre de Samsón, quien por su simbolismo se asocia al Arcano VIII del
Tarot, “La Fuerza”, atribuido herméticamente a la constelación de LEO, cuyo regente es precisamente EL SOL, completando así un simbolismo cristiano-mesiánico que no podemos ni soñar en profundizar en estas breves líneas sin desviarnos excesivamente del tema principal, pero que recomendamos INVESTIGAR EN PROFUNDIDAD.