la historia se repite

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LA HISTORIA SE REPITE Cuando éramos niños esperábamos ilusionados la Nochebuena. Redactábamos una ingenua carta con una enorme lista de "Quiero que me traigas", y pasábamos contando los días con un aparato que llamábamos "Ya solo faltan". Y cada mañana nos asomábamos a ver cuantos días faltaban para Navidad. Pero a medida que se acercaba el día, las horas se nos hacían eternas y pasaban llenas de advertencias de "Si no te portas bien". Gozábamos las posadas, visitábamos a la familia, íbamos de compras, llenábamos de focos nuestro pino hasta que, por fin, llegaba la anhelada Nochebuena. La casa se llenaba de alegría y, con la mágica aparición de los regalos, las ilusiones se volvían realidad y, por un momento, olvidábamos el verdadero significado de la Navidad. Hoy nuevamente llega la Nochebuena y la historia se repite con los hijos, que pasan los días redactando borradores de tiernas cartas con una imaginación sin límites. Piden, piden y piden: juguetes, pelotas, muñecas, "O lo que me quieras traer". Y mientras a los niños la Navidad los llena de ilusión, a los adultos nos llena de esperanza y nos permite convivir con la familia regalándonos unos a otros cariño y buenos deseos, brindando por nuestros éxitos, apoyándonos unos a otros, apoyándonos en nuestras derrotas y tratando de entendernos. ¡Porque la mejor forma de festejar el nacimiento de Jesús es llamando al que está lejos, olvidando rencores tontos y

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LA HISTORIA SE REPITECuando ramos nios esperbamos ilusionados la Nochebuena. Redactbamos una ingenua carta con una enorme lista de "Quiero que me traigas", y pasbamos contando los das con un aparato que llambamos "a solo !altan". cada maana nos asombamos a "er cuantos das !altaban para Na"idad. #ero a medida que se acercaba el da, las horas se nos hacan eternas y pasaban llenas de ad"ertencias de "$i no te portas bien". %o&bamos las posadas, "isitbamos a la !amilia, bamos de compras, llenbamos de !ocos nuestro pino hasta que, por !in, llegaba la anhelada Nochebuena. 'a casa se llenaba de alegra y, con la mgica aparici(n de los regalos, las ilusiones se "ol"an realidad y, por un momento, ol"idbamos el "erdadero signi!icado de la Na"idad. )oy nue"amente llega la Nochebuena y la historia se repite con los hi*os, que pasan los das redactando borradores de tiernas cartas con una imaginaci(n sin lmites. #iden, piden y piden+ *uguetes, pelotas, muecas, ", lo que me quieras traer". mientras a los nios la Na"idad los llena de ilusi(n, a los adultos nos llena de esperan&a y nos permite con"i"ir con la !amilia regalndonos unos a otros cario ybuenos deseos, brindando por nuestros -itos, apoyndonos unos a otros, apoyndonos en nuestras derrotas y tratando de entendernos. .#orque la me*or !orma de !este*ar el nacimiento de /es0s es llamando al que est le*os, ol"idando rencores tontos y resentimientos necios... amando y perdonando1 'a marioneta de trapoSi por un instante Dios se olvidara de que soy una marioneta de trapo y me regalara un trozo de vida, posiblemente no dira todo lo que pienso, pero en defnitiva pensara todo lo que digo. Dara valor a las cosas, no por lo que valen, sino por lo que signifcan. Dormira poco, soara ms, entiendo que por cada minuto que cerramos los ojos, perdemos sesenta segundos de luz. Andara cuando los dems se detienen, Despertara cuando los dems duermen. scuc!ara cuando los dems !ablan, y c"mo dis#rutara de un buen !elado de c!ocolate.$o dejara pasar un solo da sin decirle a la gente que quiero, que la quiero. %onvencera a cada mujer u !ombre de que son mis #avoritos y vivira enamorado del amor. A los !ombres les probara cun equivocados estn, al pensar que dejan de enamorarse cuando envejecen, sin saber que envejecen cuando dejan de enamorarse. A un nio le dara alas, pero le dejara que &l solo aprendiese a volar. A los viejos les enseara que la muerte no llega con la vejez sino con el olvido. 'antas cosas !e aprendido de ustedes, los !ombres (e aprendido que todo el mundo quiere vivir en la cima de la montaa, Sin saber que la verdadera #elicidad est en la #orma de subir la escarpada. (e aprendido que un !ombre s"lo tiene derec!o a mirar a otro !acia abajo, cuando !a de ayudarle a levantarse. Son tantas cosas las que !e podido aprender de ustedes, pero realmente de muc!o no !abrn de servir, porque cuando me guarden dentro de esa maleta, in#elizmente me estar muriendo.LA PROFECA AUTO CUMPLIDA234magnese usted un pueblo muy pequeo donde hay una seora "ie*a que tiene doshi*os, uno de 56 y una hi*a de 57. 8st sir"indoles el desayuno y tiene una e-presi(n depreocupaci(n. 'os hi*os le preguntan qu le pasa y ella les responde+ 9No s, pero heamanecido con el presentimiento de que algo muy gra"e "a a sucederle a este pueblo:.8l hi*o se "a a *ugar al billar, y en el momento en que "a a tirar una carambolasencillsima, el otro *ugador le dice+ 9;e apuesto un peso a que no la haces:. ;odos se ren.?? padeca unacrisis de !ipo que nilas buenas nilas malas artes de m&dicos y !ec!iceros!abanlogradoremediar. Salapor primeravezdesuescarpadaaldeade'olima, en los Andes colombianos, y se le notaba !asta en el modo de dormir.Se present" una maana en nuestro consulado con la maleta de pino lustradoque por la #orma y el tamao pareca el estuc!e de un violonc!elo, y le plante"al c"nsul el motivosorprendentedesuviaje. l c"nsul llam"entoncesportelono al tenor -a#ael -ibero Silva, su compatriota, para que le consiguieraun cuarto en la pensi"n donde ambos vivamos. As lo conoc.7argarito Duarte no !aba pasado de la escuela primaria, pero su vocaci"n porlas bellas letras le !aba permitido una #ormaci"n ms amplia con la lecturaapasionada de cuanto material impreso encontraba a su alcance. A losdiecioc!oaos, siendoel escribanodel municipio, secas"conunabellamuc!ac!a que muri" poco despu&s en el parto de la primera !ija. @sta, msbellaa8nquelamadre, muri"defebreesencial alossieteaos. /erolaverdadera !istoria de 7argarito Duarte !aba empezado seis meses antes desu llegada a -oma, cuando !ubo de mudar el cementerio de su pueblo paraconstruir una represa. %omo todos los !abitantes delaregi"n, 7argaritodesenterr" los !uesos de sus muertos para llevarlos al cementerio nuevo. Aaesposa era polvo. n la tumba contigua, por el contrario, la nia segua intactadespu&s de once aos. 'anto, que cuando destaparon la caja se sinti" el va!odelasrosas #rescasconquela!abanenterrado. Aomsasombroso, sinembargo, era que el cuerpo careca de peso.%entenares decuriosos atrados por el clamor del milagrodesbordaronlaaldea. $o !aba duda. Aa incorruptibilidad del cuerpo era un sntomainequvoco de la santidad, y !asta el obispo de la di"cesis estuvo de acuerdoen que semejante prodigio deba someterse al veredicto del 6aticano. De modoque se !izo una colecta p8blica para que 7argarito Duarte viajara a -oma, abatallar por una causa que ya no era s"lo suya ni del mbito estrec!o de sualdea, sino un asunto de la naci"n.7ientras nos contaba su !istoria en la pensi"n delapacible barrio de /arioli,7argarito Duarte quit" el candado y abri" la tapa del ba8l primoroso. 0ue ascomoel tenor -iberoSilvayyoparticipamosdel milagro. $oparecaunamomia marc!ita como las que se ven en tantos museos del mundo, sino unania vestida de novia que siguiera dormida al cabo de una larga estancia bajola tierra. Aa piel era tersa y tibia, y los ojos abiertos eran di#anos, y causabanlaimpresi"ninsoportabledequenosveandesdelamuerte. l rasoylosaza!ares#alsos de lacorona no!aban resistido al rigordeltiempo con tanbuena salud como la piel, pero las rosas que le !aban puesto en las manospermanecan vivas. l peso del estuc!e de pino, en e#ecto, sigui" siendo igualcuando sacamos el cuerpo.7argaritoDuarteempez"sus gestiones al dasiguientedelallegada. Alprincipio con una ayuda diplomtica ms compasiva que efcaz, y luego concuantas artimaas se le ocurrieron para sortear los incontables obstculos del6aticano. 0ue siempre muy reservado sobre sus diligencias, pero se saba queeran numerosas e in8tiles. (aca contacto con cuantas congregacionesreligiosas y #undaciones !umanitarias encontraba a su paso, donde loescuc!aban con atenci"n pero sin asombro, y le prometan gestionesinmediatas que nunca culminaron. Aa verdad es que la &poca no era la mspropicia. 'odo lo que tuviera que ver con la Santa Sede !aba sido postergado!astaqueel /apasuperaralacrisisde!ipo, resistentenos"loalosmsrefnados recursos de la medicina acad&mica, sino a toda clase de remediosmgicos que le mandaban del mundo entero./or fn, en el mes de julio, /o >?? se repuso y #ue a sus vacaciones de verano en%astelgandol#o. 7argarito llev" la santa a la primera audiencia semanal con laesperanza de mostrrsela. l /apa apareci" en el patio interior, en un balc"ntan bajo que 7argarito pudo ver sus uas bien pulidas y alcanz" a percibir su!lito de lavanda. /ero no circul" por entre los turistas que llegaban de todo elmundoparaverlo, como7argaritoesperaba, sinoquepronunci"el mismodiscurso en seis idiomas y termin" con la bendici"n general.Al cabo detantos aplazamientos, 7argarito decidi"a#rontar las cosas enpersona, y llev" a la Secretara de stado una carta manuscrita de casi sesenta#olios, de la cual no obtuvo respuesta. @l lo !aba previsto, pues el #uncionarioque la recibi" con los #ormalismos de rigor apenas si se dign" darle una miradaofcial alaniamuerta, ylosempleadosquepasabancercalamirabansinning8n inter&s. .no de ellos le cont" que el ao anterior !aba recibido ms deoc!ocientascartasquesolicitabanlasantifcaci"ndecadveresintactosendistintos lugares del mundo. 7argarito pidi" por 8ltimo que se comprobara laingravidez del cuerpo. l #uncionario la comprob", pero se neg" a admitirla.:Debe ser un caso de sugesti"n colectiva :dijo.nsusescasas!oraslibresyenlosridosdomingosdeverano, 7argaritopermaneca en su cuarto, encarnizado en la lectura de cualquier libro que lepareciera de inter&s para su causa. A fnes de cada mes, por iniciativa propia,escriba en un cuaderno escolar una relaci"n minuciosa de sus gastos con sucaligra#apreciosistadeamanuensemayor, pararendir cuentasestrictasyoportunas a los contribuyentes de su pueblo. Antes de terminar el ao conocalos d&dalos de -oma como si !ubiera nacido en ellos, !ablaba un italiano #cil yde tan pocas palabras como su castellano andino, y saba tanto como el quems sobre procesos de canonizaci"n. /ero pas" muc!o ms tiempo antes deque cambiara su vestido #8nebre, y el c!aleco y el sombrero de magistrado queen la -oma de la &poca eran propios de algunas sociedades secretas con fnesincon#esables. Sala desde muy temprano con el estuc!e de la santa, y a vecesregresaba tarde en la noc!e, e3!austo y triste, pero siempre con un rescoldode luz que le in#unda alientos nuevos para el da siguiente.:Aos santos viven en su tiempo propio :deca.Bo estaba en -oma por primera vez, estudiando en el %entro 3perimental de%ine, yviv sucalvarioconunaintensidadinolvidable. Aapensi"ndondedormamos era en realidad un apartamento moderno a pocos pasos de la 6illaCorg!ese, cuya duea ocupaba dos alcobas y alquilaba cuartos a estudiantese3tranjeros.Aa llambamos 7ara Cella, y era guapa y temperamentalen laplenitud de su otoo, y siempre fel a la norma sagrada de que cada quien esrey absoluto dentro de su cuarto. n realidad, la que llevaba el peso de la vidacotidianaerasu!ermanamayor, lataAntonieta, unngel sinalasqueletrabajaba por !oras durante el da, y andaba por todos lados con su balde y suescoba de jerga lustrando ms all de lo posible los mrmoles del piso. 0ue ellaquiennosense"acomer lospajaritoscantoresquecazabaCartolino, suesposo, por el mal!bito que le qued" de la guerra, y quien terminara porllevarse a 7argarito a vivir en su casa cuando los recursos no le alcanzaronpara los precios de 7ara Cella.$ada menos adecuado para el modo de ser de 7argarito que aquella casa sinley. %ada !ora nos reservaba una novedad, !asta en la madrugada, cuando nosdespertaba el rugido pavoroso del le"n en el zool"gico de la 6illa Corg!ese. ltenor -iberoSilvase!abaganadoel privilegiodequelosromanosnoseresintieran con sus ensayos tempraneros. Se levantaba a las seis, se daba subao medicinal de agua !elada y se arreglaba la barba y las cejas de7efst"#eles, y s"lo cuando ya estaba listo con la bata de cuadros escoceses, labu#anda de seda c!ina y su agua de colonia personal, se entregaba en cuerpoy alma a sus ejercicios de canto. Abra de par en par la ventana del cuarto, a8nconlasestrellasdel invierno, yempezabapor calentar lavozcon#raseosprogresivos de grandes arias de amor, !asta que se soltaba a cantar a plenavoz. Aa e3pectativa diaria era que cuando daba el do de pec!o le contestaba elle"n de la villa Corg!ese con un rugido de temblor de tierra.:res San 7arcos reencarnado, fglio mio :e3clamaba la ta Antonietaasombrada de veras:. S"lo &l poda !ablar con los leones..na maana no #ue el le"n el que dio la r&plica. l tenor inici" el dueto de amordel Otello9Ginellanottedensasestingueogni clamor. Depronto, desdeel#ondo del patio, nos lleg" la respuesta en una !ermosa voz de soprano. l tenorprosigui", y las dos voces cantaron el trozo completo, para solaz del vecindarioque abri" las ventanas para santifcar sus casas con el torrente de aquel amorirresistible. l tenor estuvo a punto de desmayarse cuando supo que suDesd&mona invisible era nada menos que la gran 7ara %aniglia.'engo la impresi"n de que #ue aquel episodio el que le dio un motivo vlido a7argarito Duarte para integrarse a la vida de la casa. A partir de entonces sesent" con todos en la mesa com8n y no en la cocina, como al principio, dondela ta Antonieta lo complaca casia diario con su guiso maestro de pajaritoscantores. 7ara Cella nos lea de sobremesa los peri"dicos del da paraacostumbrarnos a la #on&tica italiana, y completaba las noticias con unaarbitrariedad y una gracia que nos alegraban la vida. .no de esos das cont", aprop"sito de la santa, que en la ciudad de /alermo !aba un enorme museo conloscadveresincorruptos de!ombres, mujeres ynios, einclusivevariosobispos, desenterradosdeunmismocementeriodepadrescapuc!inos. Aanoticia inquiet" tanto a 7argarito, que no tuvo un instante de paz !asta que#uimosa/alermo. /erolebast"unamiradadepasopor lasabrumadorasgaleras de momias sin gloria para #ormularse un juicio de consolaci"n.:$o son el mismo caso :dijo:. A estos se les nota enseguida que estn muertos.Despu&s del almuerzo -oma sucumba en el sopor de agosto. l sol de medioda se quedaba inm"vil en el centro del cielo, y en el silencio de las dos de latarde s"lo se oa el rumor del agua, que es la voz natural de -oma. /ero !acialas sietede la noc!e las ventanasseabran degolpeparaconvocar elaire#resco que empezaba a moverse, y una muc!edumbre jubilosa se ec!aba a lascalles sin ning8n prop"sito distinto que el de vivir, en medio de los petardos delasmotocicletas, losgritosdelosvendedoresdesandaylascancionesdeamor entre las Dores de las terrazas.l tenor y yo no !acamos la siesta. Ebamos en su vespa, &l conduciendo y yoen la parrilla, y les llevbamos !elados y c!ocolates a las putitas de verano quemariposeaban bajo los laureles centenarios de la 6illa Corg!ese, en busca deturistas desvelados a pleno sol. ran bellas, pobres, cariosas, como la mayorade las italianas de aquel tiempo, vestidas de organiza azul, de popelina rosada,de lino verde, y se protegan del sol con las sombrillas apolilladas por las lluviasde la guerra reciente. ra un placer !umano estar con ellas, porque saltabanpor encima de las leyes del ofcio y se daban el lujo de perder un buen clientepara irse con nosotros a tomar un ca#& bien conservado en el bar de la esquina,o a pasear en las carrozas de alquiler por los senderos del parque, o a dolernosde los reyes destronados y sus amantes trgicas que cabalgaban al atardecerenel galoppatorio. 7sdeunavezlesservamosdeint&rpretesconalg8ngringo descarriado.$o #ue por ellas que llevamos a 7argarito Duarte a la 6illa Corg!ese, sino paraque conociera el le"n. 6iva en libertad en un islote des&rtico circundado por un#oso pro#undo, y tan pronto como nos divis" en la otra orilla empez" a rugir conun desasosiego que sorprendi" a su guardin. Aos visitantes del parqueacudieronsorprendidos. l tenor trat"deidentifcarseconsudodepec!omatinal, pero el le"n no le prest" atenci"n. /areca rugir !acia todos nosotrossin distinci"n, pero el vigilante se dio cuenta al instante de que s"lo ruga por7argarito.As#ue9 para donde &lse moviera se mova elle"n, y tan prontocomo se esconda dejaba de rugir. l vigilante, que era doctor en letras clsicasde la universidad de Siena, pens" que 7argarito debi" estar ese da con otrosleones que lo !aban contaminado de su olor. Aparte de esa e3plicaci"n, queera invlida, no se le ocurri" otra.:n todo caso :dijo: no son rugidos de guerra sino de compasi"n.Sinembargo, loqueimpresion"al tenor-iberaSilvano#ueaquel episodiosobrenatural, sino la conmoci"n de 7argarito cuando se detuvieron a conversarcon las muc!ac!as del parque. Ao coment" en la mesa, y unos por picarda, yotrosporcomprensi"n, estuvimosdeacuerdoenqueseraunabuenaobraayudar a7argaritoaresolver susoledad. %onmovidapor ladebilidaddenuestros corazones, 7ara Cella se apret" la pec!uga de madraza bblica consus manos empedradas de anillos de #antasa.:Bolo!arapor caridad:dijo:, si no#ueraporquenunca!epodidoconlos!ombres que usan c!aleco.0ue as como el tenor pas" por la 6illa Corg!ese a las dos de la tarde, y se llev"en ancas de su vespa a la mariposita que le pareci" ms propicia para darleuna !ora de buena compaaa7argarito Duarte.Aa !izodesnudarse en sualcoba, la ba" con jab"n de olor, la sec", la per#um" con su agua de coloniapersonal, y la empolv" de cuerpo entero con su talco alcan#orado para despu&sde a#eitarse. /or 8ltimo le pag" el tiempo que ya llevaban y una !ora ms, y leindic" letra por letra lo que deba !acer.Aa bella desnuda atraves" en puntillas la casa en penumbras, como un sueodelasiesta, ydiodosgolpecitostiernosenlaalcobadel #ondo. 7argaritoDuarte, descalzo y sin camisa, abri" la puerta.:Buona sera giovanotto :le dijo ella, con voz y modos de colegiala:. Mi manda iltenore.7argarito asimil" el golpe con una gran dignidad. Acab" de abrir la puerta paradarle paso, y ella se tendi" en la cama mientras &lse pona a toda prisa lacamisa y los zapatos para atenderla con el debido respeto. Auego se sent" a sulado en una silla, e inici" la conversaci"n. Sorprendida, la muc!ac!a le dijo quese diera prisa, pues s"lo disponan de una !ora. @l no se dio por enterado.Aa muc!ac!a dijo despu&s que de todos modos !abra estado el tiempo que &l!ubiera querido sin cobrarle ni un c&ntimo, porque no poda !aber en el mundoun !ombre mejor comportado. Sin saber qu& !acer mientras tanto, escudri" elcuartoconla mirada,y descubri"elestuc!edemaderasobre lac!imenea./regunt" sieraun sa3o#"n.7argaritono le contest", sinoqueentreabri" lapersiana para que entrara un poco de luz, llev" el estuc!e a la cama y levant"la tapa. Aa muc!ac!a trat" de decir algo, pero se le desencaj" la mandbula. Fcomo nos dijo despu&s9 Mi si gel il culo. scap" despavorida, pero se equivoc"de sentido en el corredor, y se encontr" con la ta Antonieta que iba a poneruna bombilla nueva en la lmpara de mi cuarto. 0ue tal el susto de ambas, quela muc!ac!a no se atrevi" a salir delcuarto deltenor !asta muy entrada lanoc!e.Aa ta Antonieta no supo nunca qu& pas". ntr" en mi cuarto tan asustada, queno consegua atornillar la bombilla en la lmpara por el temblor de las manos.Ae pregunt& qu& le suceda. Gs que en esta casa espantanG, me dijo. GB a!oraaplenodaG. 7econt"conunagranconvicci"nque, durantelaguerra, unofcial alemn degoll" a su amante en el cuarto que ocupaba el tenor. 7uc!asveces, mientras andaba en sus ofcios, la ta Antonieta !aba visto la aparici"nde la bella asesinada recogiendo sus pasos por los corredores.:Acabo de verla caminando en pelota por el corredor :dijo:. ra id&ntica.Aaciudadrecobr"surutinadeotoo. Aas terrazas Doridas del veranosecerraron con los primeros vientos, y el tenor y yo volvimos a la tractora del'rast&veredondesolamoscenarconlosalumnosdecantodel conde%arlo%alcagni, y algunos compaeros mos delaescueladecine. ntreestos8ltimos, el ms asiduo era AaHis, un griego inteligente y simptico, cuyo 8nicotropiezo eran sus discursos adormecedores sobre la injusticia social. /or#ortuna, los tenores y las sopranos lograban casi siempre derrotarlo con trozosde "pera cantados a toda voz, que sin embargo no molestaban a nadie aundespu&s de la media noc!e. Al contrario, algunos trasnoc!adores de paso sesumaban al coro, y en el vecindario se abran ventanas para aplaudir..na noc!e, mientras cantbamos, 7argarito entr" en puntillas para nointerrumpirnos. Alevaba el estuc!e de pino que no !aba tenido tiempo de dejaren la pensi"n despu&s de mostrarle la santa al prroco de San Iuan de Aetrn,cuya inDuencia ante la Sagrada %ongregaci"n del -ito era de dominio p8blico.Alcanc& a ver de soslayo que lo puso debajo de una mesa apartada, y se sent"mientrasterminbamosdecantar. %omosiempreocurraal flodelamedianoc!e,reunimosvariasmesascuandolatractoraempez"adesocuparse, yquedamos juntos los que cantaban, los que !ablbamos de cine, y los amigosdetodos. Bentreellos, 7argaritoDuarte, queyaeraconocidoall comoelcolombianosilenciosoytristedel cual nadiesabanada. AaHis, intrigado, lepregunt" si tocaba el violonc!elo. Bo me sobrecog con lo que me pareci" unaindiscreci"n di#cil de sortear. l tenor, tan inc"modo como yo, no logr"remendar la situaci"n. 7argarito #ue el 8nico que tom" la pregunta con todanaturalidad.:$o es un violonc!elo :dijo:. s la santa./uso la caja sobre la mesa, abri" el candado y levant" la tapa. .na r#aga deestupor estremeci" el restaurante. Aos otros clientes, los meseros, y por 8ltimolagentedelacocinaconsus delantales ensangrentados, secongregaronat"nitos a contemplar el prodigio. Algunos se persignaron. .na de las cocinerassearrodill"conlasmanosjuntas, presadeuntemblordefebre, yrez"ensilencio.Sinembargo, pasadalaconmoci"ninicial, nosenredamosenunadiscusi"nsobre la insufciencia de la santidad en nuestros tiempos. AaHis, por supuesto,#ue el ms radical. Ao 8nico que qued" claro al fnal #ue su idea de !acer unapelcula crtica con el tema de la santa.:stoy seguro :dijo: que el viejo %esare no dejara escapar este tema.Se re#era a %esare Javattini, nuestro maestro de argumento y gui"n, uno delos grandes de la !istoria del cine y el 8nico que mantena con nosotros unarelaci"n personalalmargen de la escuela. 'rataba de ensearnos no s"lo elofcio, sinounamaneradistintadeverlavida. raunamquinadepensarargumentos. Ae salan a borbotones, casi contra su voluntad. B con tanta prisa,que siempre le !aca #alta la ayuda de alguien para pensarlos en voz alta yatraparlos al vuelo. S"lo que al terminarlos se le caan los nimos. GAstima que!aya que flmarloG, deca. /ues pensaba que en la pantalla perdera muc!o desumagiaoriginal. %onservabalasideasentarjetasordenadasportemasyprendidas con alfleres en los muros, y tena tantas que ocupaban una alcobade su casa.l sbado siguiente #uimos a verlo con 7argarito Duarte. ra tan goloso de lavida,que lo encontramos en la puerta de su casa de la calle Angela 7erici,ardiendo de ansiedad por la idea que le !abamos anunciado por telono. $isiquiera nos salud" con la amabilidad de costumbre, sino que llev" a 7argaritoa una mesa preparada, y &l mismo abri" el estuc!e. ntonces ocurri" lo quemenos imaginbamos. n vez de enloquecerse, como era previsible, su#ri" unaespecie de parlisis mental.:Ammazza! :murmur" espantado.7ir" a la santa en silencio por dos o tres minutos, cerr" la caja &l mismo, y sindecir nada condujo a 7argarito !acia la puerta, como a un nio que diera susprimeros pasos. Ao despidi" con unas palmaditas en la espalda. GKracias, !ijo,muc!as graciasG, le dijo. GB que Dios te acompae en tu luc!aG. %uando cerr"la puerta se volvi" !acia nosotros, y nos dio su veredicto.:$o sirve para el cine :dijo:. $adie lo creera.sa lecci"n sorprendente nos acompa" en el tranva de regreso. Si &l lo deca,no !aba ni que pensarlo9 la !istoria no serva. Sin embargo, 7ara Cella nosrecibi" con el recado urgente de que Javattini nos esperaba esa misma noc!e,pero sin 7argarito.Ao encontramos en uno de sus momentos estelares. AaHis !aba llevado a dos otres condiscpulos, pero &l ni siquiera pareci" verlos cuando abri" la puerta.:Ba lo tengo :grit":. Aa pelcula ser un caonazo si 7argarito !ace el milagro deresucitar a la nia.:;n la pelcula o en la vida= :le pregunt&.@l reprimi" la contrariedad. G$o seas tontoG, me dijo. /ero enseguida le vimosenlosojosel destellodeunaideairresistible. GAnoserqueseacapazderesucitarla en la vida realG, dijo, y reDe3ion" en serio9:Debera probar.0ue s"lo una tentaci"n instantnea, antes de retomar el !ilo. mpez" apasearse por la casa, como un loco #eliz, gesticulando a manotadas y recitandola pelcula a grandes voces. Ao escuc!bamos deslumbrados, con la impresi"nde estar viendo las imgenes como pjaros #os#orescentes que se le escapabanen tropel y volaban enloquecidos por toda la casa.:.na noc!e :dijo: cuando ya !an muerto como veinte /apas que no lorecibieron, 7argarito entra en su casa, cansado y viejo, abre la caja, le acariciala cara a la muertecita, y le dice con toda la ternura del mundo9 G/or el amor detu padre, !ijita9 levntate y andaG.$os mir" a todos, y remat" con un gesto triun#al9:LB la nia se levantaMAlgo esperaba de nosotros. /ero estbamos tan perplejos, que noencontrbamos qu& decir. Salvo AaHis, el griego, que levant" el dedo, como enla escuela, para pedir la palabra.:7i problema es que no lo creo :dijo, y ante nuestra sorpresa, se dirigi" directoa Javattini:9 /erd"neme, maestro, pero no lo creo.ntonces #ue Javattini el que se qued" at"nito.:;B por qu& no=:>???. /eronopudomostrarle la nia porque debi" dejarla a la entrada, junto con los morrales deotros peregrinos,enprevisi"n de un atentado.l/apalo escuc!" con tantaatenci"n como le #ue posible entre la muc!edumbre, y le dio en la mejilla unapalmadita de aliento.:Bravo, fglio mio :le dijo:. Dios premiar tu perseverancia.Sin embargo, cuando de veras se sinti" en vsperas de realizar su sueo #ueduranteel reinado#ugazdel sonrienteAlbinoAuciani. .nparientede&ste,impresionado por la !istoria de 7argarito, le prometi" su mediaci"n. $adie le!izocaso. /erodosdasdespu&s, mientrasalmorzaban, alguienllam"alapensi"n con un mensaje rpido y simple para 7argarito9 no deba moverse de-oma, puesantesdel juevesserallamadodel 6aticanoparaunaaudienciaprivada.$unca se supo si #ue una broma. 7argarito crea que no, y se mantuvo alerta.$adie sali" de la casa. Si tena que ir al bao lo anunciaba en voz alta9 G6oy albaoG. 7araCella, siempregraciosaenlos primeros albores delavejez,soltaba su carcajada de mujer libre.:Ba lo sabemos, 7argarito :gritaba:, por si te llama el /apa.Aa semana siguiente, dos das antes deltele#onema anunciado, 7argarito sederrumb" ante el titular del peri"dico que deslizaron por debajo de lapuerta9 Morto il Papa. /or un instante lo sostuvo en vilo la ilusi"n de que era unperi"dico atrasado que !aban llevado por equivocaci"n, pues no era #cil creerquemurieraun/apacadames. /eroas #ue9 el sonrienteAlbinoAuciani,elegido treinta y tres das antes, !aba amanecido muerto en su cama.6olv a -oma veintid"s aos despu&s de conocer a 7argarito Duarte, y tal vezno !ubiera pensado en &l si no lo !ubiera encontrado por casualidad. Bo estabademasiado oprimido por los estragos del tiempo para pensar en nadie. %aa sincesar unalloviznabobacomoel caldotibio, laluz dediamantedeotrostiempos se !aba vuelto turbia, y los lugares que !aban sido mos ysustentabanmis nostalgias eranotros yajenos. Aacasadondeestuvolapensi"n segua siendo la misma,pero nadie dio raz"n de 7ara Cella.$adiecontestabaenseisn8merosdetelonoqueel tenor-iberoSilvame!abamandadoatrav&sde losaos.nun almuerzo conlanueva gente decineevoqu& la memoria de mi maestro, y un silencio s8bito alete" sobre la mesapor un instante, !asta que alguien se atrevi" a decir9:avattini! Mai sentito.As era9 nadie !aba odo !ablar de &l. Aos rboles de la 6illa Corg!ese estabandesgreadosbajolalluvia, el galoppatoio delasprincesastristes!abasidodevorado por una maleza sin Dores, y las bellas de antao !aban sidosustituidas por atletas andr"ginos travestidos de manolas. l 8nicosobreviviente de una #auna e3tinguida era el viejo le"n, sarnoso y acatarrado,ensuisladeaguasmarc!itas. $adiecantabani semoradeamor enlastractoras plastifcadas dela/lazadespaa. /ues la-omadenuestrasnostalgias era ya otra -oma antigua dentro de la antigua -oma de los %&sares.Depronto, unavozquepodavenir del msallmepar"ensecoenunacallecita del 'rast&vere9:(ola, poeta.ra &l, viejo y cansado. (aban muerto cinco /apas, la -oma eterna mostrabalos primeros sntomas de la decrepitud, y &l segua esperando. G(e esperadotanto que ya no puede #altar muc!o msG, me dijo al despedirse, despu&s decasi cuatro !oras de aoranzas. G/uede ser cosa de mesesG. Se #ue arrastrandolos pies por el medio de la calle, con sus botas de guerra y su gorra descoloridade romano viejo, sin preocuparse de los c!arcos de lluvia donde la luzempezaba a pudrirse. ntonces no tuve ya ninguna duda, si es que alguna vezla tuve, de que el santo era &l. Sin darse cuenta, a trav&s del cuerpo incorruptode su !ija, llevaba ya veintid"s aos luc!ando en vida por la causa legtima desu propia canonizaci"n.LADRON DE SABADO)ugo, un ladr(n que s(lo roba los !ines de semana, entra en una casa un sbado por lanoche. Ena, laduea, unatreintaeraguapaeinsomneempedernida, lodescubre infraganti. Emena&ada con la pistola, la mu*er le entrega todas las *oyas y cosas de "alor, yle pide que no se acerque a #auli, su nia de tres aos. $in embargo, la nia lo "e, y l laconquista con algunos trucos demagia. )ugo piensa+ I>#or qu irse tan pronto, siseesttanbienaqu?J#odraquedarsetodoel !indesemanaygo&ar plenamentelasituaci(n, puesel maridoDlosabeporqueloshaespiadoD noregresadesu"ia*edenegocioshastael domingoenlanoche. 8l ladr(nnolopiensamucho+ seponelospantalones del seor de la casa y le pide a Ena que cocine para l, que saque el "ino dela ca"a y que ponga algo de m0sica para cenar, porque sin m0sica no puede "i"ir.E Ena, preocupada por #auli, mientras prepara la cena se le ocurre algo para sacar al tipode su casa. #ero no puede hacer gran cosa porque )ugo cort( los cables del tel!ono, lacasa est muy ale*ada, es de noche y nadie "a a llegar. Ena decide poner una pastillapara dormir en la copa de )ugo. =urante la cena, el ladr(n, que entre semana es "eladorde un banco, descubreque Ena es la conductora de su programa !a"orito de radio,elprogramadem0sicapopular queoyetodaslasnoches, sin!alta. )ugoessugranadmirador y. mientras escuchan al gran Kenny cantando Cmo fue en un casete, hablansobre m0sica y m0sicos. Ena se arrepiente de dormirlo pues )ugo se comportatranquilamente y no tiene intenciones de lastimarla ni "iolentarla, pero ya es tarde porqueel somn!ero ya est en la copa y el ladr(n la bebe toda muy contento. $in embargo, hahabido una equi"ocaci(n, y quien ha tomado la copa con la pastilla es ella. Ena se quedadormida en un dos por tres.E la maana siguiente Ena despierta completamente "estida y muy bien tapada con unacobi*a, en su recmara. 8n el *ardn, )ugo y #auli *uegan, ya que han terminado de hacerel desayuno. Ena se sorprende de lo bien que se lle"an. Edems, le encanta c(mo cocinaese ladr(n que, a !in de cuentas, es bastante atracti"o. Ena empie&a a sentir una e-traa!elicidad.8n esos momentos una amiga pasa para in"itarla a comer. )ugo se pone ner"ioso peroEna in"enta que la nia est en!erma y la despide de inmediato. Es los tres se quedan*untitosencasaadis!rutar del domingo. )ugoreparalas"entanasyel tel!onoquedescompuso la noche anterior, mientras silba. Ena se entera de que l baila muy bien eldan&(n, bailequeaellaleencantaperoquenuncapuedepracticar connadie. C(mo te llamas? Dle pregunt(.Bara le di*o su nombre con un suspiro de ali"io, pero la mu*er no lo encontr( despus derepasar la lista "arias "eces. $e lo pregunt( alarmada a una guardiana, y sta, sin nadaque decir, se encogi( de hombros.D8s que yo s(lo "ine a hablar por tel!ono Ddi*o Bara.D=eacuerdo, ma*aDledi*olasuperiora, lle"ndolahaciasucamaconunadul&urademasiado ostensible para ser realD, si te portas bien podrs hablar por tel!ono con quienquieras. #ero ahora no, maana.Elgo sucedi( entonces en la mente de Bara que le hi&o entender por qu las mu*eres delautob0s se mo"an como en el !ondo de un acuario. 8n realidad estaban apaciguadas consedantes, y aquel palacioensombras, congruesos muros decanteray escalerasheladas, era en realidad un hospital de en!ermas mentales. Esustada, escap( corriendodel dormitorio, y antes de llegar al port(n una guardiana gigantesca con un mameluco demecnico la atrap( de un &arpa&o y la inmo"ili&( en el suelo con una lla"e maestra. Barala mir( de tra"s parali&ada por el terror.D#or el amor de=iosDdi*oD. 'e*uropor mi madremuertaques(lo"ineahablar portel!ono.'e bast( con "erle la cara para saber que no haba s0plica posible ante aquellaenerg0mena de mameluco a quien llamaban )erculina por su !uer&a descomunal. 8ra laencargadadeloscasosdi!ciles, ydosreclusashabanmuertoestranguladasconsubra&o de oso polar adiestrado en el arte de matar por descuido. 8l primer caso se resol"i(como un accidente comprobado. 8l segundo !ue menos claro, y )erculina !ueamonestadayad"ertidadequelapr(-ima"e&serain"estigadaa!ondo. 'a"ersi(ncorriente era que aquella o"e*a descarriada de una !amilia de apellidos grandes tena unaturbia carrera de accidentes dudosos en "arios manicomios de 8spaa.#ara que Bara durmiera la primera noche, tu"ieron que inyectarle un somn!ero. Entes deamanecer, cuando la despertaron las ansias de !umar, estaba amarrada por las muecasy los tobillos en las barras de la cama. Nadie acudi( a sus gritos. #or la maana, mientrasel marido no encontraba en Karcelona ninguna pista de su paradero, tu"ieron que lle"arlaa la en!ermera, pues la encontraron sin sentido en un pantano de sus propias miserias.No supo cunto tiempo haba pasado cuando "ol"i( en s. #ero entonces el mundo era unremanso de amor, y estaba !rente a su cama un anciano monumental, con una andadurade plantgrado y una sonrisa sedante, que con dos pases maestros le de"ol"i( la dicha de"i"ir. 8ra el director del sanatorio.Entesdedecirlenada, sinsaludarlosiquiera, Baralepidi(uncigarrillo.