la historia de x

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N/T: En la versión original, se hace un destaque importante de las X en el texto, haciendo que muchas palabras comiencen en X y generando una aliteración. Como no puedo hacerlo en español sin que las palabras pierdan sentido, ese recurso se perdió bastante :( mis disculpas por ello. La historia de X Por Lois Gould Hace algún tiempo, nació un bebé llamado X. Se llamaba X para que nadie pudiera saber si era un nene o una nena. Sus padres lo sabían, por supuesto, pero no podían decírselo a nadie más. No pudieron decírselo ni siquiera a Bebé X (o al menos, hasta mucho, mucho después). Como podrán ver, X era parte de un muy importante experimento Científico Secreto conocido oficialmente como Proyecto Bebé X. Este experimento iba a costar exactamente 23 billones de dólares con 72 centavos. Lo que parecería un montón de dinero para un solo Bebé, aunque fuese un Bebé de un Importante experimento Científico Secreto. Pero cuando se empieza a contar el costo de puré de zanahoria, conejitos de peluche, vacunas, 28 monedas brillantes del Ratón Pérez... todo va sumando. Mucho antes de que naciera Bebé X, los científicos más inteligentes tuvieron que desarrollar los detalles secretos del experimento, y escribir el Manual Oficial de Instrucciones en un código secreto para los padres de Bebé X, fuesen quienes fuesen. Los padres tuvieron que ser seleccionados muy cuidadosamente. Miles de personas se ofrecieron voluntarias para tomar miles de pruebas con miles de preguntas engañosas. Casi todos fallaron porque se daba que casi todos querían un nene o una nena, y no un Bebé X. Además, casi todos pensaban que un Bebé X daría más problemas que un nene o una nena (¡y tenían razón!) Había familias con abuelos llamados Milton y Agatha, que querían que el bebé se llamara Milton o Agatha en vez de X, aunque fuera un X. Había tías que querían tejer vestiditos, y tíos que querían enviar pequeños guantecitos de béisbol. Pero lo peor de todo, es que había familias con otros niños que no podían mantener un Secreto, sabiendo que el Secreto valía 23 billones de dólares y 72 centavos, y sólo tenían que espiar un segundo a Bebé X en la bañera para saber qué era.

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Page 1: La Historia de X

N/T: En la versión original, se hace un destaque importante de las X en el texto, haciendo que muchas palabras comiencen en X y generando una aliteración. Como no puedo hacerlo en español sin que las palabras pierdan sentido, ese recurso se perdió bastante :( mis disculpas por ello.

La historia de XPor Lois Gould

Hace algún tiempo, nació un bebé llamado X. Se llamaba X para que nadie pudiera saber si era un nene o una nena.Sus padres lo sabían, por supuesto, pero no podían decírselo a nadie más. No pudieron decírselo ni siquiera a Bebé X (o al menos, hasta mucho, mucho después).Como podrán ver, X era parte de un muy importante experimento Científico Secreto conocido oficialmente como Proyecto Bebé X.Este experimento iba a costar exactamente 23 billones de dólares con 72 centavos. Lo que parecería un montón de dinero para un solo Bebé, aunque fuese un Bebé de un Importante experimento Científico Secreto. Pero cuando se empieza a contar el costo de puré de zanahoria, conejitos de peluche, vacunas, 28 monedas brillantes del Ratón Pérez... todo va sumando. Mucho antes de que naciera Bebé X, los científicos más inteligentes tuvieron que desarrollar los detalles secretos del experimento, y escribir el Manual Oficial de Instrucciones en un código secreto para los padres de Bebé X, fuesen quienes fuesen.

Los padres tuvieron que ser seleccionados muy cuidadosamente.Miles de personas se ofrecieron voluntarias para tomar miles de pruebas con miles de preguntas engañosas. Casi todos fallaron porque se daba que casi todos querían un nene o una nena, y no un Bebé X.Además, casi todos pensaban que un Bebé X daría más problemas que un nene o una nena (¡y tenían razón!)

Había familias con abuelos llamados Milton y Agatha, que querían que el bebé se llamara Milton o Agatha en vez de X, aunque fuera un X.Había tías que querían tejer vestiditos, y tíos que querían enviar pequeños guantecitos de béisbol.Pero lo peor de todo, es que había familias con otros niños que no podían mantener un Secreto, sabiendo que el Secreto valía 23 billones de dólares y 72 centavos, y sólo tenían que espiar un segundo a Bebé X en la bañera para saber qué era.

Finalmente, los científicos encontraron a los Jones, quienes realmente querían criar un X más que cualquier otro tipo de bebé (sin importarles qué tan difícil pudiese ser).Los Jones prometieron turnarse para alzar, alimentar y cantarle a X, y prometieron nunca contratar niñeras. Los científicos sabían que una niñera probablemente querría espiar a X en la bañera también.

El día que los Jones llegaron con su bebé a casa, montones de amigos y parientes fueron a verlos. Y lo primero que preguntaron fue, que tipo de bebé era X.Cuando los Jones dijeron "Es un X!" nadie supo qué decir.No podían decir "¡Mira que hermosa, con sus hoyuelitos!" y por otra parte, tampoco podían decir "¡Mira sus firmes y pequeños bíceps!"

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Y no les parecía bien sólo decir "cuchi-cuchi-cu".

Los parientes se sentían avergonzados de tener un X en la familia.-La gente va a pensar que hay algo mal con él- susurraban.-¡Tonterías!- dijeron firmemente los Jones -¿Qué podría estar mal con este perfectamente adorable X?-

Claramente, no había nada mal.

Sin embargo, los primos que habían enviado un pequeño casco de fútbol americano no pudieron volver a visitarlos nunca más. Y los vecinos que enviaron un enterito rosa con flores, cerraban sus cortinas cuando los Jones pasaban por su vereda.

El Manual Oficial de Instrucciones les había advertido a los nuevos padres de que esto podría pasar, así que no se quejaron acerca de ello. Además, estaban muy ocupados aprendiendo cómo criar a Bebé X.El señor y la señora Jones tenían que ser extra cuidadosos. Si se lo pasaban arrojándolo al aire y diciéndole que fuerte y activo era, lo estarían tratando más como un varón que como un X. En cambio, si se lo pasaban abrazándolo y besándolo y diciéndole que era dulce y delicado, lo estarían tratando más como una nena que como un X. En la página 1654 del Manual Oficial de Instrucciones, los científicos prescribieron "Muchos juegos y muchos abrazos, de los dos. X tiene que ser fuerte, dulce y activo. Olvídense totalmente de eso de ser delicado"

Había otros problemas también. Los juguetes, por ejemplo, y la ropa. En su primera salida de compras, el señor Jones le dijo al vendedor:-Necesito algunas cosas para mi nuevo bebé.El vendedor sonrió y respondió: -De acuerdo, ¿es nene o nena?-Es un X- dijo el señor Jones, sonriéndole también. Pero el vendedor se puso rojo y refunfuñó:-En ese caso me temo que no puedo ayudarlo, señor.El señor Jones recorrió las góndolas intentando encontrar lo que necesitaba X, pero todo estaba en secciones marcadas como NENES o NENAS: "pijamas para nene" y "ropa interior para nena", "camioncitos de bomberos para nenes" y "sets de ama de casa para nenas"El señor Jones volvió a casa sin comprar nada para X.

Esa noche, él y la señora Jones consultaron la página 2326 del Manual Oficial de Instrucciones. Decía firmemente "¡Compren bastante de todo!" así que compraron de todos los tipos de juguetes. Un muñeco que hacía pipí y lloraba "Pa-Pa" y una muñeca que hablaba en tres idiomas y decía "Soy la pre-i-den-te de Gen-er-al Mo-tors"Compraron un libro de cuentos sobre una valiente princesa que rescataba a un hermoso príncipe de una torre, otro sobre una hermana y un hermano que crecían para convertirse en una estrella del béisbol y una estrella del ballet y tenías que adivinar quién sería qué.

Los científicos del Proyecto Bebé X chequearon todas las compras y les dijeron que siguieran haciendo un buen trabajo. Además, les recordaron a los Jones que vieran la página 4629 del Manual, donde decía "Nunca hagan que Bebé X se sienta avergonzado o cohibido sobre qué quiere usar para jugar. Y si X se ensucia trepando rocas, no digan "los X que se portan bien no se ensucian trepando rocas""Asimismo, decía "Si X se cae y llora, nunca le digan "los X valientes no lloran" porque, por supuesto, los X que se portan bien también se ensucian y los X valientes también lloran. No

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importa qué tanto se ensucie o qué tan fuerte llore, no se preocupen. Es todo parte del experimento"

Siempre que los Jones llevaban a pasear a Bebé X en su cochecito por el parque, los extraños se acercaban sonriendo y preguntaban "¿Es un nene o una nena?"Los Jones les sonreían y decían "Es un X"Entonces, los extraños dejaban de sonreír y a veces respondían algo ofensivo, como si los Jones les hubieran dicho algo ofensivo a ellos.

En una ocasión, una niña pequeña tomó la palita de X en el arenero y golpeó a X en la cabeza con ella.-Basta, basta Tracy- su madre comenzó a regañarla -las niñas pequeñas no deben golpear a otros...- y se volvió a preguntar a X -¿Eres un niño o una niña, cariño?

El señor Jones, que estaba sentado cerca del arenero, contuvo la respiración y cruzó los dedos.X sonrió con cortesía, aunque nunca había sido golpeado tan fuerte en su vida.-Soy un pequeño X- dijo-¿Que eres un qué?- la señora exclamó enojada -¡Eres un pequeño maleducado, querrás decir!-Pero las niñas pequeñas tampoco deben golpear a los pequeños X- replicó X, recuperando la palita con otra sonrisa cortés -¿Qué tiene de bueno golpear a alguien, de todas formas?

El padre de X finalmente respiró, descruzó sus dedos, y sonrió. Y en el siguiente encuentro secreto, los científicos del Proyecto Bebé X también sonrieron.Bebé X lo estaba haciendo bien.

Pero entonces, llegó el momento de que X empezara el colegio.Los Jones estaban muy preocupados, porque la escuela estaba aún más llena de reglas para nenes y nenas, y no había reglas para X.Las maestras harían que las nenas y los nenes se formen en filas, habría juegos para nenes y para nenas, secretos de nenes y de nenas. La biblioteca del colegio tendría una lista de libros recomendados para nenes, y otra para nenas. Incluso habría un baño marcado NENES y otro NENAS.Dentro de nada, los nenes y las nenas apenas hablarían entre si.¿Qué ocurriría con el pobre pequeño X?

Los Jones pasaron semanas consultando su Manual de Instrucciones.Había 249 páginas de consejos sobre "El Primer Día de Colegio"Entonces, fueron todos convocados para una Urgente Conferencia extra Especial con los inteligentes científicos del Proyecto Bebé X.Los científicos se aseguraron de que la mamá de X le hubiera enseñado a lanzar y atrapar pelotas correctamente, y que el papá de X le hubiese enseñado como servir una buena fiesta de té.X tenía que saber cómo lanzar bolitas, saltar la soga, y lo que era más importante aún: qué decir cuando los otros niños le preguntaran si era una nena o un varón.

Finalmente, X estaba listo. La maestra de X había prometido que la clase se formaría alfabéticamente en vez de armar filas separadas para nenas y varones, y X tenía permiso de usar el baño del director, porque sólo estaba marcado como BAÑO.Pero nadie podía ayudar a X con el mayor problema de todos: Los Otros Niños.

Page 4: La Historia de X

Nadie en la clase de X había conocido nunca un X. Nadie había escuchado a los mayores decir "Algunos de mis mejores amigos son X"¿Qué pensarían los otros niños? ¿Harían chistes sobre X? ¿O se harían amigos?

No se podía saber qué era X por su ropa. Los jardineros no se abrochaban de derecha a izquierda como la ropa de niña, ni de izquierda a derecha como la ropa de niño.¿Y tenía X un corte de pelo de niña muy corto, o uno de varón muy largo?Y por los juegos que le gustaban a X, o jugaba a la pelota muy bien para ser nena, o jugaba a la casita muy bien para ser varón.Los niños intentaron descubrirlo haciéndole a X preguntas con trampa como "¿cuál es tu estrella deportiva favorita?"X tenía dos estrellas favoritas: una jockey llamada Robyn Smith y un campeón de arquería llamado Robin Hood.Entonces preguntaron "¿Cuál es tu programa de televisión favorito?" y X dijo "Lassie" que protagoniza una perra, actuada por un perro.Cuando X dijo que su juguete favorito era una muñeca, todos decidieron que X debería ser una mujer. Pero entonces, X dijo que la muñeca era más bien un robot, y que X lo había programado para que horneara dulces y luego limpiara la cocina.Luego de que X les dijera eso, los niños se rindieron y dejaron de intentar adivinar qué era X.En todo lo que pensaban era que querían ver la muñeca de X.

Luego de la escuela, X quería jugar con los otros niños.-¿Qué les parece ir a encestar al gimnasio?- le preguntó a las niñas. Pero todo lo que hicieron fue hacer caras y reírse a las espaldas de X.-Vaya que es extraño- Jim le susurró a Joe.-¿Qué les parece ir a tejer algunas cestas en el aula de arte?- le preguntó a los varones. Pero ellos hicieron caras y se rieron a las espaldas de X, también.-Vaya que es extraña- Susie le susurró a Peggy

Esa noche, el señor y la señora Jones le preguntaron a X cómo le había ido en el colegio.X intentó sonreír, pero había dos grandes lágrimas en sus ojos.-Las clases estuvieron bien -comenzó a decir X- pero...-¿Pero? - preguntó la señora Jones-Los Otros Niños me odian- susurró X-¿Te odian?- preguntó el señor Jones. X asintió, lo que hizo que las dos grandes lágrimas rodaran por sus mejillas y salpicaran su jardinero.

Una vez más, los Jones buscaron el Manual de Instrucciones. Debajo de "Otros Niños" decía:"¿Qué esperaban? Los Otros Niños tienen que obedecer las tontas reglas de nenes y nenas, porque sus padres les enseñaron así. Tienes suerte, X. No tienes que obedecer ninguna regla, sólo ser como eres. PD: No decimos que vaya a ser fácil"

A X le gustaba ser como era. Pero lloró mucho esa noche, así que su papá lo abrazó fuerte y lloró un poco también. Su mamá los alegró un poco con una excitante historia sobre un príncipe encantado que se llamaba Bello Durmiente, quien despertó cuando la Princesa Encantadora lo besó.

A la mañana siguiente, todos se sintieron mucho mejor, y el pequeño X volvió a la escuela con una sonrisa valiente, y un jardinero a cuadritos rojos y blancos, limpio.

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Hubo una competición de deletreo de palabras de siete letras en la clase ese día. Y una carrera de siete vueltas al gimnasio para varones. Y una competición de horneado de tortas de siete capas para las niñas.X ganó la competición de deletreo. Y también ganó la carrera. Y casi gana la competición de horneado, excepto porque se olvidó de prender el horno (recuerden que nadie es perfecto)Uno de los Otros Niños se dio cuenta de algo, además. Dijo:-A X no le importa ganar, X cree que es divertido jugar con cosas de nenes y de nenas.-Si lo piensas -dijo otro de los Otros Niños- ¡X está teniendo el doble de diversión que nosotros!

Luego de la escuela ese día, la niña que le ganó a X en el concurso de horneado, le dio a X una gran porción de su torta ganadora. Y el chico al que X le ganó en la carrera, le propuso a X hacer una carrera hasta sus casas.A partir de ese momento, algunas cosas graciosas comenzaron a suceder.

Susie, que se sentaba al lado de X, se negó a seguir usando vestidos rosados para ir a la escuela. Quería jardineros a cuadritos rojos y blancos, como los de X. Los jardineros eran mejores para trepar en los juegos del patio, le dijo a sus padres.Y luego Jim, el más fanático del fútbol americano de toda la clase, empezó a llevar el carrito de bebé de su hermanita al campo de juego. Se puso todo su equipo de fútbol, excepto por el casco. Entonces, puso el casco en el carrito, amorosamente tapado por un set de protectores de hombro viejos, y comenzó a trotar alrededor del campo de juego cantando "Rockabye Baby" al casco.Dijo que X hacía lo mismo, y por eso debía estar bien. Después de todo, X era el quarterback estrella del equipo.

Los padres de Susie estaban horrorizados por su comportamiento, y los de Jim estaban enfermos de preocupación, pero lo peor vino cuando los mellizos Joe y Peggy decidieron compartir todo con el otro.Peggy usaba los patines de hockey y el microscopio de Joe, y tomó la mitad de su ruta de reparto de periódicos.Joe usaba el kit de tejido y los libros de cocina de Peggy, y tomó dos de sus tres trabajos de niñera.Peggy pasaba la cortadora de césped, y Joe la aspiradora.Sus padres no estaban ni un poco contentos con los experimentos científicos de Peggy o los fantásticos almohadones de punto de Joe.No les importaba que Peggy cortara mejor el césped, o que Joe aspirara mejor la alfombra. A decir verdad, estaban furiosos.Todo era culpa del pequeño X. ¡Como X no sabe qué es o qué se supone que tiene que ser, quiere mezclar a todo el mundo también!A Peggy y Joe les prohibieron volver a jugar con X, al igual que Susie, luego Jim, y luego todos los Otros Niños.Pero era demasiado tarde.

Los Otros Niños se mantuvieron mezclados, felices y libres, y se rehusaron a volver a ser de la forma que eran antes de conocer a X.

Finalmente, los padres organizaron una reunión de emergencia para discutir "El Problema X"

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Le mandaron una carta al director, declarando que X era una "mala influencia" y demandando una acción inmediata. Los Jones, dijeron en la carta, debían ser obligados a decir si X era un varón o una nena. Y X debía ser forzado a comportarse como lo que fuese que fuera.Si los Jones se rehusaban a decirlo, dijeron los padres, entonces X debía hacerse un examen. Un Equipo Imparcial de expertos extraería el secreto. Entonces, X empezaría a obedecer todas las reglas antiguas. Sin alternativa. Y si X era alguna especie de confundido inadaptado, entonces X debía ser expulsado de la escuela.¡Inmediatamente!Así, no más pequeños X irían a la escuela otra vez.

El director estaba muy enojado.¿Era X una mala influencia? ¿Un confundido inadaptado?Si X era un estudiante excelente. Daba un muy buen ejemplo.... ¡X era extraordinario!Era presidente del consejo de estudiantes, había ganado el primer premio en la muestra de arte, mención honorífica en la feria de ciencias, y seis eventos del Día del Deporte, incluida la carrera de saco de papas.

De todas formas, insistieron los padres, X es un Niño Problema.¡X es el más grande problema que hemos tenido!Así que, de mala gana, el director notificó a los padres de X, y ellos notificaron a los científicos del Proyecto X, quienes los enviaron a revisar la página 85769 del Manual de Instrucciones, "Tarde o temprano"Decía: "X va a tener que ser examinado por un Equipo Imparcial de expertos. Esta puede ser la única manera de saber si X está confundido, o si todos los demás lo están"

A exactamente las 9 de la mañana del día siguiente, X fue a la oficina de la enfermera del colegio. El director, junto con un comité de la Asociación de Padres, la maestra de X, los compañeros de X, y el señor y la señora Jones esperaron en el corredor.

Dentro, los expertos habían armado su famosa máquina analizadora: el Superpsicobiómetro. Nadie sabía como funcionaba exactamente la máquina, pero todos sabían que este examen revelaría exactamente lo que todos querían saber de X, pero tenían miedo de preguntar.

El corredor estaba muy silencioso, casi terrorífico.Podían escuchar cada extraño sonido en el cuarto. Zumbidos, un bip o dos, y algunas campanadas. Ocasionalmente, se veía un flash por debajo de la puerta. ¿Serían rayos X?Además, se oían las voces de los expertos, haciendo preguntas, y la voz de X contestándolas."No me gustaría estar en los jardineros de X ahora" pensaban los niños.

Finalmente, la puerta se abrió, y todos se agruparon alrededor para oír los resultados.X no se veía diferente. A decir verdad, X estaba sonriendo.Pero el Equipo Imparcial de expertos se veía terrible, casi como si quisieran echarse a llorar.

-¡¿Que sucedió?!- comenzaron a gritar todos-Shhh...- los calló el directorSecándose los ojos y aclarándose la garganta, un experto comenzó a hablar:

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-En nuestra opinión...- susurró, se podía ver que estaba muy conmocionado- en nuestra opinión, joven X aquí...-¡Si! ¡Si!- gritó un padre.-Joven X- siguió otro experto, frunciendo las cejas- ¡es el niño menos confundido que hemos examinado!Detrás de la puerta cerrada, el Superpsicomedicosociómetro hizo un sonido similar a un murmullo de satisfacción.

-¡Yay por X!- gritó uno de los niños, y luego los otros empezaron a gritar también, aplaudiendo, alentando y saltando por todos lados.- SSSSSSHHHHH!!- los calló el director, pero nadie se calló.El comité de padres estaba enojado y desconcertado.¿Cómo pudo pasar X todo el examen? ¿No tenía un problema de identidad? ¿No estaba confundido, desquiciado? ¿No era un inadaptado? ¿Cómo podía no serlo, si ni siquiera sabía qué era?

-¿No lo ven?- preguntaron los expertos - X no está confundido, y eso de ser un inadaptado, es ridículo. X sabe perfectamente bien qué es. ¿O no, X?- los expertos le guiñaron el ojo.

-¿Pero QUE es X?- chillaron los padres de Peggy y Joe- ¡Todavía queremos saber QUE es!-Ah, si- los expertos guiñaron el ojo nuevamente- Bueno, no se preocupen, algún día lo sabrán. Y no necesitarán de nosotros para saberlo.

-¿Qué? ¿Qué quieren decir?- los padres de Jim gruñeron con sospecha.Susie, Peggy y Joe contestaron al mismo tiempo:-¡Significa que para cuando importe de qué sexo es X, ya no será un secreto!

Con eso, los expertos fueron a abrazar al señor y la señora Jones.-¡Si algún día tenemos un X nuestro, esperamos que nos presten su Manual de Instrucciones!

No hace falta decir que los Jones estaban muy contentos.

Los científicos del Proyecto Bebé X estaban bastante satisfechos también.

Al igual que Susie, Peggy, Jim, Joe y todos los Otros Niños. Incluso los padres prometieron no hacer más problemas.

Más tarde ese día, los amigos de X se pusieron sus jardineros a cuadritos rojos y blancos y fueron a ver a X.Lo encontraron en el patio trasero, jugando con un bebé muy pequeño que ninguno de ellos había visto antes. El bebé llevaba jardinero a cuadritos rojos y blancos.-¿Les gusta nuestro nuevo bebé?- preguntó con orgullo X a los Otros Niños-Tiene hermosos hoyuelitos- dijo Jim.-Y también firmes y pequeños bíceps- añadió Susie.-¿Qué tipo de bebé es?- preguntaron Joe y Peggy.X frunció el ceño.-¿No se dan cuenta?Y entonces, X sonrió, travieso.-¡Es una Y!