la flecha #30 transformando

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En el número 30 del panfleto culminamos el año 2009 reflexionando acerca de las posibles formas de transformar nuestra sociedad.

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Page 1: La Flecha #30 Transformando

p a n f l e t o i n d e p e n d i e n t e y r r e s p o n s a b l e

Page 2: La Flecha #30 Transformando

Va terminando el año, uno de esos que resulta bien movidito, con mudanzas, nuevos proyectos y un renovado compromiso de los

integrantes. Un buen año.

En los últimos meses estuvimos invitando a participar del proyecto “Otros con voz”. Les contamos ahora que se concretó el trabajo y que en unos días tendremos la muestra de las actividades. Para nosotros los resultados superaron todas las expectativas, y ya podemos adelantar que el año que viene vamos a hacer otros proyectos similares.

Otra gran noticia, que nos causa mucha alegría, es que estamos concluyendo la edición del libro “Jóvenes de perfil y de frente”, una reflexión sobre los y las jóvenes universitarios/as realizada a partir de una encuesta, que nos llevo mucho tiempo y que finalmente se va a presentar antes de fin de año.

En lo que a este número del panfleto respecta -en el que cumplimos los 30 (y no estamos iguales)-, encaramos de frente “la transformación”. Sabiendo que hay estructuras pesadas y que los fragmentos de sociedad no son fáciles de unir, planteamos que hay posibilidades de transformación, y que el cambio nos puede tener como protagonistas.

Nos preocupan la desigualdad, la pobreza, la exclusión, la opresión, y apostamos a la construcción de una sociedad inclusiva, democrática, igualitaria. Creemos que sólo con una transformación social, extensa y profunda podremos lograrlo.

Esta relacionado al modo de encarar nuestros estudios, tienen que ver con los propios sentimientos y deseos. Depende de las disputas sobre la interpretación de hechos de los cuales somos parte. La transformación de la sociedad también tiene mucho que ver con nuestras decisiones y la relación que establecemos con ella. Vemos que hay espacios de participación que están cerrados, pero hay otros donde se puede entrar y aportar con gusto, pero que parecieran mantenerse cerrados en nuestra cabeza. Si bien el cambio no es fácil y tenemos muchas dudas, no son pocos los que cantan “mi cuerpo pide salsa”.

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Hoy está con nosotros un polaco del ‘73. De 1473. Lo invitamos porque se dio cuenta de algo importante: dijo que el sol no giraba entorno a las chicas que toman sol en la recoleta, sino que son ellas, nosotros, los que rotamos en torno a él. Y por eso febo asoma todos los días. Inició una gran revolución cambiando el punto de vista, pero ojo, no se le ocurrió de pedo, se pasó más de veinticinco años trabajando en el desarrollo de su modelo heliocéntrico. Lo recibimos con un aplauso, Nicolás Copérnico!

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“Hay una gran diferencia entre conocer el camino y recorrer el camino”. Morfeo

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* BORDELOIS, Ivonne (2005): “El país que nos habla”. Buenos Aires: Ed. Sudamericana.

Todos los días por los buenos aires suceden variados acontecimientos en distintos campos: en lo económico, si no se

pagó parte de la deuda es que aumentó el dólar o hubo una baja en el MERVAL; en lo político, nuevas alianzas y rupturas, la sesión del congreso se suspendió y manifestaciones varias dieron el presente; en el deporte, el arte, la religión, la educación…

Pero, ¿qué pasó hoy? Ah no viejo, eso es otra cosa.

En general se cree que comunicar es el arte de la objetividad, pero no, no es así, ni acá ni en ningún primer mundo. Más que un espacio de objetividad e intercambio de verdades la narración de los hechos es claramente un espacio de disputa. Y esto no incluye sólo a los medios de comunicación sino a todos los actores sociales que protagonizan los hechos (empresarios, corporaciones, políticos, instituciones, movimientos sociales, etc.). Suele pensarse que la discusión tiene que ser una cosa respetuosa, elegante, de mucho diálogo y corrección, pero la arena es más bien la del circo romano, una arena de lucha en la que los actores, cada uno con sus intereses, pelean, como gladiadores, hasta la muerte del otro. Los sentidos están en disputa; los nombres y las palabras utilizadas hablan de diferentes interpretaciones que pretenden imponerse.

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Bordelois (2005)* pone un ejemplo: cuando en Estados Unidos llamaron al ataque a las Torres un “atentado contra la libertad”, una periodista de allí prefirió nombrarlo como un “atentado contra el abuso de poder que ejercen contra el mundo”. Distintas interpretaciones de un hecho. Siguiendo con los ejemplos, pero ahora viniendo a nuestras costas, podemos ver que no es lo mismo nombrar a una ley “de Control de Medios” que “de Servicios de Comunicación Audiovisual”. El “control” no tiene buena prensa y sacarle “servicios” cambia la cosa. No es inocente tampoco referirse a la anterior como “ley de la dictadura” y a la nueva como “ley de la Democracia”: en ambos casos se la relaciona a formas de gobierno cargadas de sentido negativo o positivo antes de hablar del contenido.

Donde hay hechos, hay actores y hay relatos. Los modos de nombrar otorgan sentido y tienen que ver con los intereses de quienes lo hacen.

Para que todo esto pase desapercibido, es fundamental que nosotros pensemos poco: “La infantilización y la reducción del pensamiento critico que reclama la cultura del consumo van parejas con las de la cultura política capitalista” (Bordelois, 2005, p. 153). Fuerte y claro lo de Ivonne.

Pero si por el contrario frenamos un toque, pensamos críticamente qué, quién, cómo lo dice, la cosa es distinta. El cambio ya está empezando. En la narración de los hechos y los conflictos, en el darle sentido a los acontecimientos según nuestro criterio, es donde comienza la transformación.

Page 5: La Flecha #30 Transformando

Intente arreglármelas sola, pero no pude. Me preocupaba, me daba miedo pensar en los cambios que tenía que encarar. Consulté.

Hablé con amigas y cada una defendía su propia fórmula. La posibilidad de cambiar a todas les genera incertidumbre, incluso ante cambios para mejor. De trabajo, de lugar, de todo. Algunas veces terminamos hablando de la situación del país y los miedos sobre esas cosas. Quiero hacerlo, pero...

No aguante más. Y fui.

Odio ese diván y ese techo que nunca cambia. Pero pude largar todas mis preguntas: ¿Por qué será que me da tanto miedo? ¿Inseguridad? Pero en otras cosas no me pasa... ¿Será lo mejor? ¿Qué sería lo bueno por conocer? ¿Puede haber motivaciones mas fuertes que superen el temor? ¿O será que los cambios no se eligen y más bien te llegan y hay que hacerles frente?

Me salían las palabras sin pensar, como si algo adentro me incomodara y al mismo tiempo me impulsara a no quedarme. ¿Hay algo que me ayude a superar los miedos? Ahí me pareció que la doctora contuvo un poco la respiración o se movió (ya le saqué la ficha). Me callé.

Y empezó... “El miedo mayor, en realidad, es a cambiar, porque introducir variables nuevas pone en crisis las pequeñas seguridades que pudimos construir. Asumir riesgos, animarse a avanzar aunque el terreno tenga un poco de desconocido, es parte del ir dándole forma a la propia vida. Es importante escucharse y ver qué es lo que motiva”.

Siguió... “¿No le pasó alguna vez que después de realizado un cambio (que generaba temor) haya dicho “Ahora estoy mejor, cómo puede haber estado tanto tiempo de la otra manera” o “Esto sí que es lo mío” o “Con esta persona estoy mucho mejor”?”

Sssi…

“Le propongo que recuerde la situación ante un cambio decidido por usted. ¿Qué la motivó? ¿Por qué cambió de carrera? ¿Por qué colgó la materia? ¿Por qué se fue a vivir con su novio? ¿Por qué dejó a su chico anterior? ¿Por qué vino a estudiar a Buenos Aires?”

Y hablaba de que para comenzar a cambiar es fundamental la motivación, aquello que te empujó a dar el primer paso. Según dijo, las motivaciones generalmente nacen de algo chiquito, de una intuición, de un deseo, una emoción que luego prende, que se asocia a ideas y pide decisiones, pero ojo, partió de un sentimiento muy chico que no fue tapado, que pudo sobrevivir en la tormenta.

Ella ahí sentada. Yo peor. Terminó. Me paré. Salí corriendo.

Tenía adentro un remolino de emociones que estaban fermentando, mareandomé y no podía callar. No se que voy a hacer, pero se que esto que me da vueltas y me entusiasma es importante. No lo voy a dejar pasar.

» Azul García, [email protected]

Hoy la regla parece ser la especialización. Cuanto más en profundidad estudiamos

un aspecto de un área de una disciplina, mejor. Más posibilidades de inserción laboral y mayor avance del conocimiento.

Podríamos decir que a medida que nos especializamos sabemos más y más del asunto en cuestión... O que sabemos cada vez menos de todo otro montón de cosas, además de perder la visión integral de lo que hacemos.

Como una simple piecita de un engranaje, no sabemos para qué hacemos lo que hacemos, de dónde viene el dinero con el que nos pagan, qué consecuencias tienen nuestras acciones.

¿Que tal un “ya fue” a la formación que nos aísla de lo que pasa fuera de las fronteras de nuestras disciplinas? ¿Qué tal cursar una carrera con una visión integradora del mundo, que nos reconozca sujetos sociales e históricos, parte de una sociedad y actores con capacidad creativa?

Epa, que no se nos escape la tortuga.

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» Facundo Montes, [email protected]

“No es lo mismo estar inconcluso que estar indeciso. Estar

inconcluso quiere decir estar vivo. Permanecer inexplicado. Estar

indeciso quiere decir huidizo de una responsabilidad y a la espera de

que los hechos golpeen a mi puerta”.

Marcelo Percia

Page 7: La Flecha #30 Transformando

Había un pelado de barba, un gordo de pelo largo, una que estaba irreconocible y otra como si el tiempo no hubiera pasado. Unos 15. Hablamos de

Ariana la maestra, de pequeñas anécdotas agrandadas por el paso del tiempo y algo de nuestras trayectorias. Unos cuantos no nos habíamos visto

más, era extraño volver a hacerlo. Era la segunda reunión y de las anécdotas pasamos a temas más actuales. Parece que el corralito les había pegado

distinto a unos y a otros, incluso hubo beneficiados, no se bien por qué, cosa que escuche desde mi derecha: “Cavallo tenía razón, lo que pasa es que no

lo escucharon”... Silencio. Cuando me recuperé del golpe atiné a decir que nunca había oído semejante afirmación con tanta soltura de cuerpo…

Pero no teníamos la misma confianza. Evidentemente

habíamos cambiado, habíamos crecido.

Antes compartimos juegos, aprendizajes,

experiencias. Pero ahora nuestra posición en

la sociedad y ante sus problemas era otra.

Profundamente otra. Después de ayer me quedó la

duda de si resistimos una reunión más o cuando se

acaben las anécdotas nos cagamos a trompadas.

Cada uno tomó sus decisiones. Y parece que de

esto se trata crecer: de tomar posición.

Como

Según Martín, vos, yo, nosotros somos libres, pura potencialidad. Teniendo en cuenta las limitaciones culturales y sociales tales

como la clase, la estructura económica, la organización política, la historia, costumbres, valores, religión, tradiciones, que no

elegimos y nos marcan, igual podemos tomarle que es verdad, algo de libertad nos queda.

Entonces.

¿Cómo es que avanzamos? ¿Cómo crecemos?

Tres palabras robados a otro amigo pueden ayudar a empezar:

1 – Deseo

2 – Decisión

3 – Voluntad

El primero, el deseo, no se refiere a aquello que uno/a quiere en un instante como un antojo, sino a cuestiones un poco más importantes,

profundas, existenciales. Deseos que guían la vida u orientaciones hacia la vida anhelada.

Decisiones. Difíciles de tomar, tendemos a retrasarlas o a ignorarlas. A toda costa las queremos evitar. Son jodidas porque implican también

una renuncia a todo lo que no elijo, lo que produce angustia y culpa.

Pero para crecer es inevitable tomar decisiones. No tomarlas sería “dejarse llevar por una existencia inauténtica” o, en criollo, que las circunstancias nos lleven, que lo que pasa alrededor me vaya obligando a reaccionar.Visto positivamente, decidir es una herramienta útil mediante la cual yo, tú, él podemos ir creando nuestro mundo y la realidad que

vivimos. Nos construimos en base a decisiones.Volviendo al antes. En el colegio uno/a se relacionaba con los miembros de su curso por amistad pero también porque estaba ahí

todos los días. Cuando eso termina y cada uno elige su camino se da un importante cambio a nivel personal, que se expresa tanto

con los amigos como en otros aspectos de la vida.Tomando posiciónHay un cambio. Estaba allí como todos; ahora estoy parado distinto, en otro lugar que elegí. Si eso es cierto, quiere decir que puedo

elegir como y donde posicionarme. ¿Y como se hace eso? Despacito, despacito, despacito. La elección de la carrera y la cursada, quieras o no, es un tiempo de pequeñas elecciones de posición

(determinada profesión, un área específica, interacción con unos y no otros actores sociales, etc.). Uno puede dejarse llevar por lo que propone el entorno o

pensar por sí mismo. Entonces ese tiempo puede ser una oportunidad para reflexionar sobre cómo es vivir en sociedad y cómo quiero que eso sea, más allá

de amigos y conocidos. Cómo quiero construir mi lugar, mi ideología, mi relación con la política, la información que me llega, mi relación con las empresas,

partidos, organizaciones, y algo más.

Todo esto no está dado. Podemos elegirlo.Con deseos en las manos y algunas decisiones tomadas puedo

concretar. Es un buen momento para llamar e invitar a la sociedad

a tomar algo. Y en un bar, tranquilos, con tiempo, conversar sobre

nuestra relación.Volver a vernos, ahora que somos grandes…

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Título: Illia Kuryaki and the Valderramas, “Coolo”. Del álbum “Leche”, 1999. (2) Oliverio Girondo, “El puro no”. En http://amediavoz.com/girondo.htm

R esuena adentro. Lo escuchamos desde siempre, lo mamamos, crecimos respirándolo. Un NO ingente,

asfixiante, agresivo, imparable, que se antepone al “se puede”, al “es posible cambiar”. El eco del NO repite

incansable que no podemos esperar nada bueno ni nada mejor. Nos recuerda los peligros de involucrarnos, de

meternos, de andar en algo... total a nadie le importa. Nos convence de que no tenemos la capacidad ni sabemos

cómo.

Sus voceros nos controlan, nos persiguen y nos muestran lo malo que es enfrentar al NO. A veces lo hacen en forma

explícita. Otras, usan mecanismos un poco más perversos: aseguran que hace falta un cambio, pero su cambio sólo es

seguir diciendo NO.

El NO nos deja afuera. Va levantando paredes, construyendo laberintos en los que nos perdemos. Nos

aísla, nos aliena y nos dice que la salida es pegar la vuelta. Política NO, partidos NO, sindicatos NO, organizaciones

NO, movimientos NO, participar NO, NO. Cada uno en su casa mejor. Dimos por hecho que la única respuesta

posible era un NO rotundo. El NO inóvulo, el NO nonato, el noo, el NO poslodocosmos de impuros ceros noes que

noan noan noan y nooan. El puro NO. (2)

Pero a pesar de todo, a pesar de todos, nosotros, estamos convencidos del sí. De ese sí liberador que junto con otros

podemos hacer salir desde adentro -desde ese lugar indefinido del pecho cerca del corazón- para transformar la realidad. Que nos diga sí hay que meterse, sí hay que

involucrarse. Que nos haga sentir acompañados, que nos diga que somos muchos los que estamos pensando cómo se hace y trabajando para lograrlo. Un sí que nos devuelva

la confianza en nuestra capacidad para crear y construir.

F ue tirarse a la pileta, a la escuela pileta y ocupar colectivamente un espacio público.

Abundaban los NOES

Con poca experiencia previa.Entre personas que apenas se conocían.En una institución que tampoco sabían como era.En un lugar de la ciudad poco o nada transitado.En una escuela pública. Con un imaginario construido sobre los adolescentes. Con unos adolescentes a los que todo el tiempo se les dice NO. Con la necesidad de muchas reuniones. Para elaborar tres piezas de comunicación que, algunos, nunca habían hecho.

Otros con VOZ se realizó entre septiembre y noviembre de 2009, en la Escuela de Eduación Media Nº 2 del Distrito Escolar Nº13. Desde La Flecha conformamos un equipo que, junto a los chicos y chicas de 3er año, realizaron una muestra de fotos, un fanzine y un unitario de radio. Todo lo que pasó, se puede ver en laflecha.blogspot.com

El rito hoy es subversivo: las palabras se toleran o no se oyen pero la puesta en cuerpo, en acción es imposible de omitir, eso es lo que se teme.

Que le devuelva a nuestros oídos todas las voces que desde distintos lugares están gritando el sí. Que nos traiga

la memoria de una historia de luchas por una sociedad igualitaria.

Un sí que empuje para volver a mirar al muro del NO, a enfrentarlo, a saltarlo o a derribarlo.

Puede que después no sepamos qué hacer, que nos encontremos con que efectivamente éramos pocos, o

con prácticas que no son las mejores. Pero también nos encontraremos con organizaciones, espacios, redes,

partidos donde está todo por hacerse; donde los que están tienen un compromiso fuerte que nos puede conmover;

donde descubrir que tenemos la capacidad para dotar a la política con otros argumentos y con nuevas prácticas.

La propuesta es simple: saltar las paredes, copar los espacios. Meterse, aparecer, sentarse a debatir, proponer,

organizarse, sumarse. No perdernos en el laberinto del NO; y ocupar el espacio que es nuestro.

Aparecieron los SÍES

Más de 20, la mayoría estudiantes, tenían un SÍ que se fue fortaleciendo, que superó la mera idea de hacer algo para pasar al encuentro y la acción. Que se bancó la reflexión sobre las propias motivaciones, y sobre la participación social y política. Que se hizo cargo de la planificación de un proyecto que pensara a los otros como iguales. Un SI que se fue agrandando, en un espacio que se había abierto pero que había que armar, y fue tomando forma con la realización de las actividades.

Todos los que estuvimos involucrados lo quisimos, lo pensamos, lo decidimos y lo concretamos. Fuimos viendo la manera de acomodar nuestros tiempos. Fuimos echando mano de herramientas que conocíamos y otras que no. Le dimos para adelante.

Fue una práctica de construcción conjunta.De contacto con una experiencia educativa distinta.De conexión con la propias capacidades.De encuentro con personas valiosas. De salir del “no se puede” para convencerse del “es posible”.De manifestarse, de crear.

Si la política es vínculo, acción colectiva y construcción conjunta de una sociedad más igualitaria, creemos que esta fue una buena entrada.

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CONTACTO: [email protected]: www.diariolaflecha.orgBOLETÍN: www.diariolaflecha.org/depuntaBLOG: www.laflecha.blogspot.com

Lugares donde podés encontrar La Flecha:SOCIALES PARQUE CENTENARIO: apuntes, quiosquito de las Señoras, bar primer piso y quiosco segundo pisoSOCIALES CONSTITUCIÓN: fotocopiadoraCIUDAD UNIVERSITARIA Pabellón II: librería y fotocopiadoraCIUDAD UNIVERSITARIA Pabellón III: centro de estudiantes, centro de copiado, fotocopiadora y bar subsueloFILOSOFÍA Y LETRAS: bar subsueloECONÓMICAS: barPSICOLOGÍA YRIGOYEN: apuntesPSICOLOGÍA INDEPENDENCIA: apuntes primer pisoPATERNAL: apuntes CBCMARTÍNEZ: quioscos de los pabellones I y IIBULNES: informes planta bajaCBC DRAGO: apuntes patioCBC MONTES DE OCA: fotocopiadoraUNGS: fotocopiadora y barUNSAM: bar sede MigueleteIUNA Yatay 843: mesa de entrada IUNA Sánchez de Loria 443: fotocopiadora patioPROF. ALICIA MOREAU DE JUSTO: fotocopiadora planta bajaPROF. JOAQUÍN V. GONZÁLEZ: apuntes quinto pisoCENTRO CULTURAL RICARDO ROJAS: librería primera piso

Le sacamos punta:Panfleto independiente yrresponsable La Flecha. Editado por La Flecha ORG Nicolás Repetto 1117, Caballito, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Tel. 4581 9604 mail: [email protected] Este número lo hicimos: Gastón Genovese, Renata Kándico, Facundo Montes y Pablo Moschen. Columnistas: Valentín D. Frente y Azul García. Colaboración: Marisa Vidal Varela. Corrección: Amalia Moschen. Distribución: Gonzalo Díaz y Agustina Latrónico. Diseño: rkgg.com.ar

» Valentín D. Frente, [email protected]

SUSCRIPCIÓN¡En 2010 podés recibir los 4 números del año del panfleto independiente yrresponsable en tu casa! Sólo tenés que escribirnos a [email protected], pasarnos tu dirección, y a cambio de una pequeña colaboración te mandamos La Flecha a tu casa. Te vas a asegurar de conseguirla además de darnos una mano para seguir adelante.

Cierre de Otros con VOZ!Los invitamos a la “Feria Participativa” del proyecto “Otros con voz”. Los chicos de la Escuela del Parque van a ocupar su lugar en el Parque Avellaneda para exponer su producción: la muestra de fotos “Los ojos hablan”, el programa de radio “Sin Ganas” y el fanzine “No me leas”. Será el sábado 28 de noviembre a las 14hs. en el patio delantero de la Escuela del Parque, dentro del Parque Avellaneda (Av. Directorio y Lacarra, plano 21 de la infaltable). Los esperamos!Más información [email protected], www.laflecha.blogspot.com o www.facebook.com/laflechaorg

Jóvenes de perfil y de frenteEl libro “Jóvenes de perfil y de frente” es el resultado de una investigación llevada adelante por los integrantes del equipo de La Flecha.El estudio explora la percepción y la opinión de los y las jóvenes acerca de sí mismos/as, de su modo de ser y estar en la sociedad en función de sus valores y de cómo estos se expresan en la vida cotidiana, en la participación y en las creencias. Fue elaborado a partir de la realización de una encuesta a estudiantes de la Universidad de Buenos Aires. Las reflexiones que contiene, son a la vez, expresión de los hallazgos y elaboración que surge de las miradas teóricas realizadas con el prisma de la propia visión del equipo investigador y de numerosos ensayistas e investigadores citados, que se hizo entrar en “diálogo” con los datos.Para saber más de este trabajo, www.diariolaflecha.org

Encuentro 2009Concluye un año importante para La Flecha y lo terminamos con todo. Para festejar, conocernos e interactuar, te invitamos al Encuentro de fin de año en nuestra nueva sede.Vamos a tener una muestra con el tema y el trabajo de este año, la presentación del proyecto Otros con VOZ, la presentación del libro “Jóvenes de perfil y de frente” y la inauguración oficial de nuestro nuevo espacio. Es Repetto 1117, Caballito (a cuadritas del Cid y del Parque Centenario).Para recibir más información, sumate a nuestro boletín electrónico dePunta! (www.diariolaflecha.org/depunta) o escribinos a [email protected]

Hola Facundo, te escribo por lo que me pedís para La Flecha 30. Estuve pensando y esta vez no voy a escribir.

Me pasa que me decís que el tema es la transformación social como algo posible, cosa que no me parece tan fácil de afirmar. Pero más allá de eso, hago memoria de lo que hicieron durante el año y me parece casi una contradicción. Comenzaron hablando en la 27 de nuestra historia, luego de las estructuras opresoras y en la última de la fragmentación.

Decir ahora que la sociedad es “transformable” (así me ponés) creo que es un poco iluso. Coincidí con lo que venían diciendo hasta ahora, y por eso mismo me parece que la transformación social está muy lejos. No sé que podría decir, más bien tengo miles de preguntas. Incluso si fuera posible, ¿cómo hacemos para decir que la sociedad se puede cambiar? ¿Ustedes desde el panfleto pueden decir si hay transformación o no? ¿No tendrían que decirlo los mismos estudiantes con sus acciones? ¿Vos ves que haya gente con ganas de un cambio? Que se yo, son las preguntas que tengo.

No me parece arruinar la onda si ustedes quieren hablar del cambio, quizás no es mi momento para sumarme.

Espero que entiendas, cualquier cosa llamame y hablamos. Tampoco estoy cerrado, pero sé que no queda mucho tiempo para ir a la gráfica.

Saludos, Valentín.

El rito hoy es subversivo: las palabras se toleran o no se oyen pero la puesta en cuerpo, en acción es imposible de omitir, eso es lo que se teme.

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Les costó llegar. No sentían las piernas ni los pies. Estaban exhaustos. Perdieron la noción de las horas que habían

estado parados.

Les dolían las manos, y la espalda de mantenerse erguidos. Ella había perdido la voz, pero con sonidos roncos seguía repitiendo todo y en los oídos el eco persistía. Las lenguas pastosas se pegaban en el paladar, las imágenes recientes se amontonaban acelerándose en las retinas, se miraron sin decir nada, se vieron en los ojos del otro, sonreían felices.

Las plantas de los pies les latían, y el corazón persistía agitado horas después. Ella se enroscó bajo el brazo de él y pudo sentir que la piel de su brazo seguía erizada.

Apestaban a adrenalina y fervor. Se abrazaban, se olían, y no les importaba.

Se echaron en la cama sin fuerzas para lavarse, comer o hablar de lo acaban de vivir. Los dedos de la mano de ella se enredaron en los de él. Les costó cerrar los ojos, no lograban desacelerar los cuerpos. Ella tembló un instante y no fue de frío, él suspiró. Ambos se juntaron indisolubles.

Mañana descubrirían algunos moretones, algunos raspones de la corrida, algún rasguño en la ropa sudada. Las piernas iban a recordar los saltos, las gargantas las canciones y los gritos, las manos los aplausos.

Habían sido parte de algo más grande que ellos, que valía la pena, algo que los mantenía despiertos, conectados con otros. Sentían el cansancio gratificante de haber sido muchos, de haberse expresado, de haber luchado. No iba a ser la última marcha, y ellos le iban a seguir poniendo el cuerpo.

Se quedaron dormidos, tan hambrientos como satisfechos.