jakobson dos aspectos del lenguaje)(

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k, 7R ro losew/i H.EL CARCTER DOBLE DEL LENGUAJE0

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Hablar supone seleccionar determinadas entidades lingsticas y combinarlas en unidades de un nivel de complejidad ms elevado. Esto se ve claramente a nivel lxico: el hablante selecciona palabras y las combina formando frases de acuerdo con el sistema sintctico del lenguaje que emplea, y a su vez las oraciones se combinan en enunciados. Pero el hablante no es en modo alguno totalmente libre en su eleccin de palabras: ha de escoger (excepto en el caso infrecuente de un autntico neologismo) de entre las que le ofrece el repertorio lxico que tiene en comn con la persona a quien se dirige. El ingeniero de la comunicacin se aproxima particularmente a la esencia del acto de habla cuando admite que, en el caso de un intercambio ptimo de informacin, hablante y oyente disponen ms o menos del mismo fichero de representaciones prefabricadas: el emisor de un mensaje verbal escoge una de estas posibilidades preconcebidas y

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por parte del receptor se supone una eleccin idntica a partir del mismo conjunto de posibilidades ya previstas y preparadas As el acto de hablar requiere para ser eficaz que aquellos que intervienen en l utilicen un cdigo comn. cei.Has dicho pig (cerdo) o fig (higo)?' dijo el Gato. 'He dicho pig' replic Alicia. En este enunciado concreto, el receptor felino trata de captar nuevamente una eleccin lingstica realizada por el emisor. En el cdigo comn al Gato y a Alicia, es decir, en el ingls hablado, la diferencia entre una oclusiva y una fricativa, en un contexto por lo dems idntico, puede cambiar el sentido del mensaje. Alicia haba usado el rasgo distintivo oclusiva/fricativa, rechazando el segundo y eligiendo el primero de los dos miembros de la oposicin, y haba combinado esta solucin, en el mismo acto verbal, con varios otros rasgos simultneos, usando el carcter grave y tenso de /p/ en contraposicin a lo agudo de /t/ y a lo flojo de /b/. De este modo todas las caractersticas citadas se han combinado en un haz de rasgos distintivos: lo que se llama un fonema. Al fonema /p/ seguan los fonemas /i/ y /g/, que a su vez son tambin haces de rasgos distintivos articulados simultneamente. As, pues, la concurrencia de entidades simultneas y la cona:2.

( Nueva York, 1952), pg. 183.9

Cybernelics, Transactions of the Eighth Conferencellas, cap. VI.LEWIS CARROW

D. M. MAcKAv, In search of basic symbols.

Alicia en el pais de las maravi-

tenacin de entidades sucesivas son los dos modos segn los cuales los hablantes combinamos los elementos lingsticos. Ni los haces como /p/ o /f/ ni las series de haces como /pig/ o /fig/ se inventan cuando el hablante los emplea. Como tampoco el rasgo distintivo interrupto/continuo o el fonema /p/ pueden aparecer fuera de un contexto. El rasgo oclusivo aparece combinado con otros rasgos concurrentes determinados y el repertorio de posibles combinaciones de tales rasgos en fonemas como /p/, /b/, /t/, /k/, /g/, etc., se halla limitado por el cdigo del lenguaje de que se trate. El cdigo limita las posibilidades de combinar el fonema /p/ con otros fonemas que lo sigan y/o le precedan. adems de que tan slo una parte de las series de fonemas permitidas se usa realmente en el repertorio lxico de una lengua dada. Aun cuando otras combinaciones de fonemas son tericamente posibles, cl hablante, por lo regular, es un usuario, no un acuado de palabras. Al enfrentarnos con palabras determinadas esperamos que sean unidades codificadas. Para comprender la palabra nylon es preciso saber la significacin que asigna a este vocablo el cdigo lxico del castellano moderno. En toda lengua existen tambin grupos de palabras codificados llamados en ingls palabras-frase (phrase-words). El significado de la locucin qu tal va eso no puede deducirse de la suma de los significados de sus elementos constitutivos lxicos; el todo no es igual a la suma de las partes. Aquellos grupos de pala-

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bras que se comportan a este respecto como una sola palabra constituyen un caso frecuente, pero, sin embargo, marginal. Para comprender la inmensa mayora de los grupos de palabras basta con conocer sus elementos y las reglas sintcticas de su combinacin. Dentro de estas li mitaciones tenemos libertad para variar los contextos de las palabras. Esta libertad es, por supueso, relativa, y considerable la presin de los clichs habituales sobre nuestra eleccin de combinaciones. Pero es innegable que existe cierta libertad para componer contextos radicalmente nuevos, pese a la relativamente baja probabilidad estadstica de que aparezcan stos. Por tanto, en la combinacin de las unidades lingsticas se sigue una escala de libertad creciente. En la combinacin de rasgos distintivos para constituir fonemas, la libertad del hablante individual es nula; el cdigo tiene ya establecidas todas las posibilidades utilizables en un lenguaje dado. La libertad de combinar los fonemas en palabras se circunscribe al caso marginal de la acuacin de trminos. El hablante se halla menos coartado cuando se trata de formar frases con las palabras. Y, finalmente, la accin coactiva de las reglas sintcticas cesa a la hora de combinar frases en enunciados, aumentando as considerablemente la libertad de cada hablante para crear nuevos contextos, aunque tampoco aqu se pueda pasar por alto lo estereotipado de numerosos enunciados. Todo signo lingstico se dispone segn dos modos: 108

1) La combinacin.Todo signo est formado de otros signos constitutivos y/o aparece nicamente en combinacin con otros signos. Esto significa que toda unidad lingstica sirve a la vez como contexto para las unidades ms simples y/o encuentra su propio contexto en una unidad lingstica ms compleja. De aqu que todo agrupamiento efectivo de unidades lingsticas las conglobe en una unidad superior: combinacin y contextura son dos caras de la misma operacin. 2) La seleccin.---La opcin entre dos posibilidades implica que se puede sustituir una de ellas por la otra, equivalente a la primera bajo un aspecto y diferente de ella bajo otro. De hecho, seleccin y sustitucin son dos caras de la misma operacin. Ferdinand de Saussure advirti claramente el papel fundamental que estas dos operaciones desempean en el lenguaje. Sin embargo, de las dos variedades de combinacin concurrencia y concatenacin, el lingista de Ginebra slo reconoci la segunda, la sucesin temporal. Pese a su propia intuicin del fonema como conjunto de rasgos distintivos concurrentes (lments diffrentiels des phonmes), el cientfico sucumbi al prejuicio tradicional acerca del carcter lineal del lenguaje qui excito la possibilit de prononcer deux lments la' lois ' . A fin de delimitar los dos modos de relacin0

F. DE SAUSSURE: Cotas de lingui.stique genrale, 2' ed., Pars, 1922. (Trad. cast. de A. Alonso, Buenos Aires, Losada, 1945, reeditada.)10

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que hemos descrito como combinacin y seleccin, F. de Saussure establece que el primero es in praesentia; se apoya en dos o ms trminos igualmente presentes en una serie efecUva, mientras que el segundo une trminos in absentia en una serie mnemnica virtual. Es decir, la seleccin (y, correspondientemente, la sustitucin) se refiere a entidades asociadas en el cdigo, pero no en el mensaje dado, mientras que, en el caso de la combinacin, las entidades a que se refiere se hallan asociadas, bien en ambos, bien solamente en el mensaje. El receptor percibe que el enunciado (mensaje) es una combinacin de partes constitutivas (frases, palabras, fonemas, etc.) seleccionadas de entre el repertorio de todas las partes constitutivas posibles (cdigo). Los elementos de un contexto se encuentran en situacin de contigidad, mientras que en un grupo de sustitucin los signos estn ligados entre s por diversos grados de sirniliaridad, que fluctan entre la equivalencia de los sinnimos y el ncleo comn de los antnimos. Estas dos operaciones proporcionan a cada signo lingstico dos conjuntos de interpretantes, por emplear el til concepto que introdujo Charles Sanders Peirce ": dos referencias sirven para interpretar el signouna al cdigo y otra al contexto, ya sea ste codificado o libre; y en ambos modos el signo se ve remitido a otro conjunto de signos lingsticos, mediante una relacin de alternacin en el primer caso yrr C. s. Perece: Coltected Papers, II y IV (Cambridge, Mass., 1932, 1934); ver el ndice por materias.

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de yuxtaposicin en el segundo. Una unidad significativa determinada puede sustituirse por otros signos ms explcitos del mismo cdigo, revelando as su sentido general, mientras que su significado contextual viene definido por su relacin con otros signos dentro de la misma serie. Los elementos constitutivos de todo mensaje estn ligados necesariamente con cl cdigo por una relacin interna y con el mensaje por una relacin externa. El lenguaje, en sus diversos aspectos, emplea ambos modos de relacin. Tanto si se intercambian mensajes como si la comunicacin se dirige unilateralmente del emisor al receptor, debe existir cierta contigidad entre los protagonistas de un acto verbal para que est asegurada la transmisin del mensaje. La separacin espacial, y con frecuencia temporal, entre dos individuos, emisor y receptor, se ve salvada por una relacin interna: debe haber cierta equivalencia entre los smbolos usados por el emisor y los que el receptor conoce e interpreta. Sin semejante equivalencia el mensaje es infructuoso, aun cuando alcanza al receptor no le afecta.

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EL TRASTORNO DE LA SEMEJANZA

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Est claro que los trastornos del habla pueden afectar en grado variable la capacidad del individuo para combinar y seleccionar las unidades lingsticas; de hecho, la cuestin de saber cul de estas dos operaciones resulta principalmente daada alcanza notable importancia en la descripcin, anlisis y clasificacin de las diversas formas de afasia. Esta dicotoma es tal vez an ms sugestiva que la distincin clsica (que no discutiremos en este artculo) entre afasia emisora y receptora, que indica cul de las dos funciones utilizadas en los intercambios lingsticos, la codificacin o la decodificacin de los mensajes verbales, se ve particularmente afectada. Head intent clasificar los casos de afasia en grupos definidos" y asign a cada una de las12 11. HEAD: Apha.sia and kindred disorders speech, 1 (Nueva York, 1926).

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variedades un nombre escogido para sealar la deficiencia ms marcada que manifiesten en el manejo y la compresin de palabras y frase (pgina 412). Siguiendo este mtodo, distinguiremos dos tipos bsicos de afasiasegn que la principal deficiencia resida en la seleccin y la sustitucin, con relativa estabilidad de la combinacin y la contextura, o bien, a la inversa, en la combinacin y la contextura, con relativa conservacin de la seleccin y la sustitucin normales. Al esbozar estos dos modelos opuestos de afasia voy a utilizar principalmente datos de Goldstein. Para los afsicos del primer tipo (los de seleccin deficiente), el contexto constituye un factor indispensable y decisivo. Cuando se les muestran retazos de palabras o de frases, tales pacientes las completan rpidamente. Hablan por pura reaccin: mantienen fcilmente una conversacin, pero les es difcil iniciar un dilogo; son capaces de replicar a un interlocutor real o imaginario cuando son, o creen ser, los destinatarios del mensaje. Les cuesta especial trabajo practicar, e incluso comprender, un discurso cerrado como el monlogo. Cuanto ms dependan sus palabras del contexto ms xito tendrn en sus esfuerzos de expresin. Se encuentran incapaces de articular una frase que no responda ni a una rplica de su interlocutor ni a la situacin que se les presenta. La frase est lloviendo no puede articularse a menos que el sujeto vea que realmente llueve. Cuanto ms profundamente se inserte el enunciado en el contexto (verbal o no verbalizado), ms pro114

bable se hace que esta clase de pacientes llegue a pronunciarlo. De igual modo, la palabra menos afectada por la enfermedad ser la que ms dependa de otras de la misma frase y la que ms se refiera al contexto sintctico. As, son ms resistentes las palabras sometidas sintcticamente al rgimen o la concordancia gramaticales, mientras que tiende a omitirse el principal agente subordinador de la oracin, es decir, el sujeto. Como es en el primer paso donde el paciente tropieza con su principal obstculo, es obvio que fracasar precisamente en el punto de partida, la piedra angular de la estructura de la oracin. En este tipo de trastorno del lenguaje, las frases se conciben como secuelas elpticas que han de completar las dichas, cuando no imaginadas, con anterioridad, por el afsico mismo, o recibidas por l de un interlocutor que tambin puede ser ficticio. Las palabras clave pueden saltarse o reemplazarse por sustitutos anafricos abstractos ''. Como ha sealado Freud ' , un nombre especfico se reemplaza por otro muy general, como machin o chose en el habla de los afsicos franceses. En un caso alemn dialectal observado por Goldstein (pgs. 246 siguientes; pg. 64 de la trad.) Ding (cosa) o Stckle (trozo) reemplazaban todos los nombres inanimados y berfahren (realizar) todos los verbos que podan identificarse a partir del4

13 L. Hz.comrnsi.: Language (Nueva York, 1933), capitulo XV: Substitution . 24 S. Huseo: On aphasia (Londres, 1953), pg. 22.,

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contexto o de la situacin y que consiguientemente parecan superfluos a la paciente. Las palabras dotadas de una referencia inherente al contexto, como los pronombres y los adverbios pronominales, y las que slo sirven para construir el contexto, como las partculas auxiliares y de conexin tienen grandes probabilidades de sobrevivir. Servir como ilustracin un tpico enunciado de un paciente alemn, recogido por Quensel y citado por Goldstein (pg. 302; 315 de la trad. cast.): Ich bin doch hier unten, na wenn ich gewesen bin ich wecs nich, we das, nu ven ich, ob das nun doch, noch, ja. Was Sie her, wenn ich, och ich weess nicht, we das hier ar ja... Vemos, pues, cmo slo el armazn, los eslabones de la comunicacin, se conservan cuando este tipo de afasia ha alcanzado su etapa crtica. Desde la alta Edad Media, la teora del lenguaje viene afirmando insistentemente que la palabra aislada de un contexto carece de significado. Esta afirmacin, sin embargo, slo es vlida en el caso de la afasia o, ms exactamente, de un tipo de afasia. En los casos patolgicos a que nos estarnos refiriendo, una palabra aislada no significa otra cosa que bla, bla, bla. Numerosos tests han descubierto que para tales pacientes dos apariciones de la misma palabra en contextos diferentes son meros homnimos. Dado que los vocablos distintivos transmiten ms informacin que los homnimos, algunos afsicos de este tipo tienden a reemplazar las variantes contextuales de una misma palabra por diferentes trminos, cada uno de 116

los cuales es especfico para un entorno dado. As, la paciente de Goldstein no pronunciaba nunca la palabra cuchillo sola, sino que, segn su uso y las circunstancias, llamaba al cuchillo alternativamente cortaplumas, mondador, cuchillo de pan o cuchillo y tenedor (pg. 62; 66 de la trad. cast.); de esta forma la palabra cuchillo, forma libre, capaz de presentarse aislada, se converta en una forma ligada. Tengo un piso muy bonito, vestbulo, dormitorio, cocina, dice la paciente de Goldstein. No, tambin hay pisos grandes, slo en la parte de atrs viven los solteros. En lugar de solteros, poda haberse escogido una forma ms explcita, el grupo gente no casada, pero la hablante prefiri emplear un solo trmino; cuando se le insisti para que respondiera lo que era un soltero, la paciente no contest: aparentemente estaba distrada (p. 270; p. 283 de la trad. cast.). Una respuesta como un soltero es un hombre que no est casado o un hombre que no est casado es un soltero hubiera supuesto una predicacin en forma de ecuacin y, por lo tanto, la proyeccin de un conjunto o grupo de sustitucin tomado del cdigo lxico de la lengua dentro del contexto del mensaje dado. Los trminos equivalentes se transfoman en partes correlativas de la frase y corno tales ligadas por la contigidad La paciente era capaz de escoger el trmino adecuado, soltero, cuando se apoyaba en el contexto de una conversacin habitual sobre los pisos de soltero, pero no poda utilizar el grupo de sustitucin soltero=hombre no casado como

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tema de la frase, porque se encontraba alterada su capacidad de efectuar selecciones y sustituciones autnomas. La ecuacin proposicional que se peda en vano a la paciente no transmite otra informacin que soltero significa hombre no Casado o un hombre no casado se llama soltero. La misma dificultad surge cuando se pide al paciente que nombre un objeto que el observador seala o maneja. El afsico cuya facultad de sustitucin se encuentra alterada no podr completar con cl nombre de un objeto el gesto que hace el observador al indicarlo o tomarlo. En lugar de decir eso se llama un lpiz, se contentar con aadir una observacin elptica acerca de su uso: escribir. Si se halla presente uno de los signos sinnimos (como pueden serlo la palabra soltero o el gesto de sealar un lpiz), el otro signo (la locucin hombre no casado o la palabra lpiz) se convierte en redundante y por tanto en superfluo. Para el afsico, ambos signos siguen una distribucin complementaria; si el observador produce uno de ellos, el paciente evitar el otro; su reaccin tpica ser lo de lo entiendo todo o Ich weiss es schon (ya lo s). Anlogamente, el dibujo de un objeto llevar a la supresin del trmino que lo designa: un signo verbal es reemplazado por un signo pictrico. Cuando se ense el dibujo de una brjula a un paciente de Lotmar, su respuesta fue: S, es un... yo s de qu se trata, pero no puede recordar la expresin tcnica... Si... direccin... para in-

dicar la direccin... un imn seala el norte ''. Tales pacientes no consiguen pasar, como dira Peirce, de un ndice o un icono al smbolo verbal correspondiente . Aun la simple repeticin de una palabra resulta para el paciente una redundancia irmecesada, por lo que es incapaz de repetirla pese a las instrucciones que puedan drsele. lin paciente de "load al que se peda que repitiera la palabra no repuso: No, no s cmo hacerlo. Aunque empleaba espontneamente la palabra en el contexto de su respuesta, no poda expresar la forma ms pura de predicacin ecuacional, la tautologa a =a: no es no. Una de las aportaciones importantes de la lgica simblica a la ciencia del lenguaje consiste en haber destacado la distincin entre lenguaje objeto y metalenguaje. Corno dice Carnap, si querernos hablar acerca de cualquier lenguaje objeto, necesitamos un ?mielenguaje". En estos dos distintos niveles del lenguaje pueden emplearse unos mismos recursos lingsticos; as, podemos hablar en ingls (tomndolo como metalenguaje) acerca de la lengua inglesa, tomada como lenguaje objeto, e interpretar las palabras y frases inglesas mediante sinnimos, circunlocuciones y parfrasis16

F. LOINIAR: Pathophysiologie der erschwerten Wortfindung bci Aphasischen, Schweiz. Ar. chi,' Jr Neurologie unc P.sychiatrie, XXXV (1933). pe. 104. 16 C. S. PEIRCE: The icon, index and symbol, lecied papers, II (Cambridge, Mass.. 1932). I; R. CARNAP: Mcaning and necessit y ( Chicago. 1947). pg. 4.13

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tambin inglesas. Es evidente que tales operaciones, que los lgicos llaman metalingsticas, no son un invento de stos: lejos de darse nicamente en la esfera de la ciencia, forman parte integrante de nuestros hbitos lingsticos. Dos interlocutores tratan a menudo de comprobar si ambos estn refirindose a un mismo cdigo. Me sigues? Entiendes lo que digo?, pregunta el que habla; o bien es el oyente quien interrumpe diciendo: Qu quieres decir?. Entonces el emisor del mensaje sustituye el signo equvoco por otro del mismo cdigo lingstico, o por un grupo de signos codificados, tratando as de hacerlo ms accesible al decodificador. La interpretacin de un signo lingstico a travs de otros de la misma lengua, que en determinados aspectos pueden considerarse homogneos, es una operacin metalingstica que tambin desempea un papel esencial en el aprendizaje del lenguaje por parte de los nios. Observaciones recientes han mostrado lo importante del lugar que ocupa la charla acerca del lenguaje en la conducta verbal de los nios en edad preescolar. El recurso al metalenguaje es necesario tanto para la adquisicin del lenguaje como para el normal funcionamiento de ste. La ausencia en los afsicos de la capacidad de nombrar es, propiamente, una prdida de metalenattaje. En realidad, los ejemplos de predicacin ecuacional que se pedan en vano a los pacientes antes citados son proposiciones metalingsticas referidas a la lengua empleada. Su formulacin explcita sera: 120

En el cdigo que usamos, el nombre del objeto sealado es 'lpiz'; o bien En el cdigo que usamos, la palabra 'soltero' y la circunlocucin 'hombre no casado' son equivalentes. Los afsicos de este tipo no pueden pasar de una palabra a sus sinnimos o circunlocuciones ni a sus heternimos, es decir, las expresiones equivalentes en otros idiomas. La prdida de capacidad polglota y consiguiente confinamiento en una sola variedad dialectal de una nica lengua son manifestaciones sintomticas de este trastorno. Un prejuicio antiguo, pero que reaparece con frecuencia, considera que la nica realidad lingstica concreta es la forma de hablar de un individuo determinado en un momento dado, el llamado idiolecto. Contra esta concepcin se ha objetado lo siguiente: Cuando se habla por primera vez con alguien, siempre se intenta, deliberadamente o no, dar con un vocabulario comn: bien para agradar, bien para hacerse comprender, bien, finalmente, para librarse de l, se emplean los trminos del interlocutor. En el lenguaje no hay nada que recuerde a la propiedad privada: todo est socializado. El intercambio verbal, como toda otra forma de relacin, requiere al menos la comunicacin entre dos individuos; el idiolecto no es, pues, sino una ficcin un tanto insidiosa''." R. JAKOBSON: 42J:sults of the Conference of An. thropologists and Linguists, Indiana University. Publications in Anthropology and Lingnistics, VIII (1953). pg. 15.

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jEs preciso, sin embargo, hacer una reserva: para un afsico que ha perdido la capacidad de conmutacin del cdigo, su idiolecto se convierte efectivamente en la nica realidad lingstica. Como no juzga que el habla de los dems constituye mensajes que se le dirigen en su mismo sistema verbal, siente lo que expres un paciente de Hemphil y Stengel: Le oigo perfectamente, pero no puedo entender lo que dice... Oigo su voz pero no las palabras... No se puede pronunciar'. Encuentra que el enunciado del otro es pura jeringonza, o al menos que pertenece a una lengua desconocida. Como ya queda dicho, es la relacin externa de contigidad la que une entre s los componentes de un contexto y la relacin interna de semejanza la que permite el juego de las sustituciones. A ello se debe el que, para los afsicos cuya capacidad de sustitucin se encuentra afectada, e intacta la de contextura, las operaciones en que interviene la semejanza sean reemplazadas por las basadas en la contigidad. Podra predecirse que, en tales condiciones, toda agrupacin semntica se guiara por la contigidad espacial o temporal en vez de por la semejanza; de hecho, los experimentos de Goldstein justifican esta suposicin: una paciente de este tipo, a la que se pidi que diera una lista de nombres de animales, los dispuso en el mismo orden en que los haba visto en el zoolgico; anlogamente, pese a que1 " R. E. 1 111lIP1111. y E STINGEL, "Puro wurd deafness. !aunad of Neurology and Psydriarry. III (1940), pgs. 251-62.-

se le solicitaba que agrupara ciertos objetos segn su color, tamao y forma, los clasific de .acuerdo con su contigidad espacial como objetos caseros, material de oficina, etc., y jus-

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tificaba esta ordenacin refirindose a los escaparates, en los cuales no importa lo que es cada cosa, es decir, no es preciso que los objetos sean similares (pgs. 61 y siguientes y 263 y siguientes; 66 y 275 de la trad. cast.). La misma enferma daba sus nombres a los colores fundamentales rojo, azul, verde y amarillo pero se negaba a llamar as tambin a los tonos intermedios (pgs. 268 ss.; 279 de la trad. cast.), puesto que, para ella, las palabras no eran capaces de asumir significados derivados adicionales por semejanza con su significado original. Tiene razn Goldstein cuando seala que los enfermos de este tipo asimilaban las palabras en su sentido literal, pero no se les poda hacer comprender el carcter metafrico de las mismas. (pg. 270; 283 de la trad. cast.). Sin embargo, seria injustificado generalizar diciendo que el lenguaje figurado les resulta completamente incomprensible. De las dos tropos que constituyen !os polos de la figuracin retrica, la metfora y la metonimia, esta ltima, basada en la contigidad, es empleada con frecuencia por los afsicos con deficiencias selectivas.

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Es preciso, sin embargo, hacer una reserva: para un afsico que ha perdido la capacidad de conmutacin del cdigo, su icliolecto se convierte efectivamente en la nica realidad lingstica. Como no juzga que el habla de los dems constituye mensajes que se le dirigen en su mismo sistema verbal, siente lo que expres un paciente de Hemphil y Stengel: Le oigo perfectamente, pero no puedo entender lo que dice... Oigo su voz pero no las palabras... No se puede pronunciar ". Encuentra que el enunciado del otro es pura jeringonza, o al menos que pertenece a una lengua desconocida. Como ya queda dicho, es la relacin externa de contigidad la que une entre s los componentes de un contexto y la relacin interna de semejanza la que permite el juego de las sustituciones. A ello se debe el que, para los afsicos cuya capacidad de sustitucin se encuentra afectada, e intacta la de contextura, las operaciones en que interviene la semejanza sean reemplazadas por las basadas en la contigidad. Podra predecirse que, en tales condiciones, toda agrupacin semntica se guiara por la contigidad espacial o temporal en vez de por la semejanza; de hecho, los experimentos de Goldstein justifican esta suposicin: una paciente de este tipo, a la que se pidi que diera una lista de nombres de animales, los dispuso en el mismo orden en que los haba visto cn el zoolgico; anlogamente, pese a que14

se le solicitaba que agrupara ciertos objetos segn su color, tamao y forma, los clasific

de acuerdo con su contigidad espacial comoobjetos caseros, material de oficina, etc., y justificaba esta ordenacin refirindose a los escaparates, en los cuales no importa lo que es cada cosa, es decir, no es preciso que los objetos sean similares (pgs. 61 y siguientes y 263 y siguientes; 66 y 275 de la trad. cast.). La misma enferma daba sus nombres a los colores fundamentales rojo, azul, verde y amarillo pero se negaba a llamar as tambin a los tonos intermedios (pgs. 268 ss.; 279 de la trad. cast.), puesto que, para ella, las palabras no eran capaces de asumir significados derivados adicionales por semejanza con su significado original. Tiene razn Goldstein cuando seala que los enfermos de este tipo asimilaban las palabras en su sentido literal, pero no se les poda hacer comprender el carcter metafrico de las mismas. (pg. 270; 283 de la trad. cast.). Sin embargo, sera injustificado generalizar diciendo que el lenguaje figurado les resulta completamente incomprensible. De las dos tropos que constituyen los polos de la figuracin retrica, la metfora y la metonimia, esta ltima, basada en la contigidad, es empleada con frecuencia por los afsicos con deficiencias selectivas.

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Tenedor reemplaza a cuchillo, mesa a lmpara, fumar a pipa, comer a parrilla. Head refiere uncaso tpico: Cuando no consegua recordar la palabra 'negro', describa este color como 'lo que se 123

nessp, Jourual of Neurology and Psychialry, III (19401. pgs. 251.62.

R. E.

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hace por los muertos', lo que abreviaba diciendo `muerto' (1, pg. 198). Tales metonimias pueden caracterizarse como proyecciones de la lnea del contexto habitual sobre la lnea de sustitucin y seleccin: un signo ( tenedor, por ejemplo) que suele aparecer junto con otro (cuchillo) puede usarse en lugar de este ltimo. Expresiones corno cuchillo y tenedor, lmpara de mesa, o fumar en pipa han provocado las metonimias tenedor, mesa, fumar; la relacin entre cl uso de un objeto (una tostada por ejemplo) y el medio de producirlo da lugar a la metonimia comer por parrilla.