INTRODUCCIÓN

Peter Zumthor se ha negado a seguir las tendencias de la arquitectura moderna, en las cuales prima la visión y la imagen, una imagen de artistas poblando la ciudad. Zumthor ha decidi-do generar unas narrativas, unas atmósferas en las cuales todos los sentidos priman, dejando de lado el ocularcentrismo de la sociedad moderna.En paralelo, Juhani Pallasmaa expresaba la misma idea en el libro “Los ojos de la piel” (1994). Así Zumthor, a través de su arquitectura y sus textos, y Palasmaa a través de sus escritos, manifiestan la necesidad de una arqui-tectura en la cual prevalecen todos los sentidos, una arquitectu-ra sensorial.

LOS OJOS DE LA PIELJUHANI PALLASMA

“Al escoger el título Los ojos de la piel quería expresar la importancia del sentido del tacto para nuestra experiencia y nuestra com-prensión del mundo, pero también pretendía crear una especie de cortocircuito conceptual

entre el sentido dominante de la vista y la repri-mida modalidad sensorial del tacto.”

Los Ojos de la piel, escrito por Juhani Pallasma en 1994, esta dividido en 2 bloques. El primero Juhani Pallasma critica el ocularcentrismo de la socie-dad moderna, la predominancia de la vista sobre los otros senti-dos. Así uno de los mayores afectados es la arquitectura, que los ha suprimido. Los espacios modernos han dejado de lado los rui-dos, olores y texturas. Han perdido la plasticidad, convirtiéndose en bidimencional. Además, el ocularcentrismo ha generado que los otros sentidos tengan una connotación meramente privada, el tacto se ha convertido en un sentido personal. Pallasma invita a los arquitectos a tomar conciencia de este problema de socie-dad moderna.

El segundo describe los fundamentos que debería tener la arqui-tectura. Una arquitectura de sentidos. Una arquitectura que for-talece la realidad del yo en el mundo. En la cual los sentidos con-vergen, la vista se vuelve tacto, el tacto se vuelve olfato, el olfato vista. Imposible reconocerlos. Los sentidos “proyectan nuestras medida humana y el sentido de orden en un espacio natural in-mensurable sin propósito.” . Es por esto, que son absolutamente necesarios espacios en los cuales coexisten los sentidos, pues son ellos los que nos hacen comprender la realidad e inmensidad del mundo.

PENSAR LA ARQUITECTURAPETER ZUMTHOR

“Antes de conocer siquiera la palabra arquitectura, todos nosotros ya la hemos vivido. Las raíces de nuestra comprensión de la arquitectura residen en nuestras pri-meras experiencias arquitectónicas: nuestra habitación,

nuestra casa, nuestra calle, nuestra aldea, nuestra ciudad y nuestro paisaje son cosas que hemos experimentado

antes y que después vamos comparando con los paisajes, las ciudades y las casas que se fueron añadiendo a nuestra

experiencia.”

Pensar la arquitectura no es un ensayo de la arquitectura, no impone verdades absolutas. Este libro habla de experiencias y recuerdos de Peter Zumthor, escrito en diferentes etapas de su vida. La estructura del texto está fragmentada, puesto que el tipo de expresión varía. Hay capítulos escritos a forma de ensa-yo, otros, a forma de reflexión, donde el lector se pone en los zapatos del Pritzker.

Según Zumthor, él no es un arquitecto de formación teórica, deli-mitado en el marco de historia de la arquitectura. Es un arquitec-to que le gusta construir, obsesionado con encontrar el acabado perfecto a la cosa. Su arquitectura viene de las experiencias que ha tenido a lo largo de su vida. Su formación como ebanista suscitó ese deseo de perfección an-helada en su obra. En sus primeros muebles, buscaba crear buen aspecto desde cualquier ángulo. Cada pieza estaba hecha con el mismo cuidado y con el mismo material, por delante y por detrás.

A la hora de abordar un proyecto, es necesario contemplar de-talladamente el paisaje, y entenderlo. Después, estar consciente de la incidencia del edificio sobre el suelo, comprendido como suelo agrícola, como fuente de alimento, y encontrar una forma sostenible para su implantación. Por último, busca descubrir la forma, el tamaño y la proporción correcta del edificio en relación con lugar, para generar armonía y concordancia, y también, ten-sión. Su fuente de inspiración principal está basada en lo existen-te y en la tradición. Sin embargo, para Zumthor un edificio que copia de su contexto, carece de confrontación con el mundo, con lo contemporáneo. Y, por otro lado, si el edificio sólo responde a un capricho visionario, desarraigado del lugar, pierde su validez.

Peter Zumthor concibe sus edificios como cuerpos, compuestos por partes anatómicas cubiertas por una piel. Busca que los ma-teriales encajen entre sí, que los sonidos se magnifiquen con las texturas, que la temperatura del espacio interactúe con el cuer-po, que la luz le otorgue nuevas características a los materiales. Busca transformar las circunstancias reales en sentimientos hu-manos, a partir de la constitución de distintas atmósferas.

Pensar la arquitectura va más allá de ser solo un libro, es una experiencia. Invita a reflexionar sobre el espacio que nos rodea. Sobre elementos que lo componen, que lo enriquecen, pero que a veces, pasan desapercibidos. La arquitectura está presente desde el hogar, desde lo cotidiano, desde siempre.

ATMÓSFERASPETER ZUMTHOR

“Los edificios que ofrecenal hombre refugio, un buen lugar para vivir y

una discreta protección”.

“Leer un lugar, dejarse envolver por él, trabajar el propósito,

significado y objetivo del encargo,planear y proyectar la obra es, por tanto,

un proceso intrincado y no simplemente lineal”.

Atmósferas, recoge las palabras del arquitecto suizo, Peter Zum-thor expuestas en el festival de Literatura y Música el 1 de junio de 2003 con sede en el palacio renacentista de Wendlinghau-sen. La charla de Zumthor titula: ‘Atmósferas. Entornos arquitec-tónicos. Las cosas a mi alrededor’ la cual convoca los espacios como ‘paisajes poéticos’ y bellos. La conferencia comienza con la introducción a la palabra atmósfera, definida como la conmo-ción de la arquitectura en las personas. Luego se divide en nueve subcapítulos, que Zumthor llama las herramientas o respuestas para generar atmósferas en sus obras. Estas son: el cuerpo de la arquitectura, la consonancia de los materiales, el sonido del espacio, la temperatura del espacio, las cosas a mi alrededor, entre el sosiego y la seducción, la tensión entre interior y exte-rior, grados de intimidad, y la luz sobre las cosas. Para cerrar el discurso, Zumthor termina con tres apéndices lo que él dice ser menos objetivo que lo anterior, estos siendo: arquitectura como entorno, coherencia y la forma bella.

La importancia de un edificio está completamente ligado a la sensación que le produce a quien lo observa, en otras palabras si conmueve o no. Zumthor explica esta sensación contando su experiencia sentado en una plaza, donde todo lo que tiene a su alrededor le produce ciertas emociones. Sin embargo, al mo-mento de que esta plaza fuese retirada todo se va con ella. El intercambio entre cosas y personas se hace más fuerte mediante los sentidos.

EL CUERPO DE LA ARQUITECTURA:

La presencia del material es esencial para darle cuerpo al lugar que refugia al visitante. Ahora, al visualizar este espacio pudiendo ver que lo sostiene, su estructura, nos produce un efecto sensorial que a la vez devela el secreto de la arquitectura. La arquitectura como un cuerpo humano, complejo, al igual que la anatomía del hombre. LA CONSONANCIA DE LOS MATERIALES: Los materiales son infinitos, no tienen límites. Usando como ejemplo un material como la piedra, podemos describir incontables maneras de transformarlo para cumplir el objetivo que mejor se ajuste a lo que queremos en la arquitectura. Luego, podemos combinar materiales en-tre sí y crear infinitas armonías produciendo sensaciones distintas para el observador. EL SONIDO DEL ESPACIO: La sensación que nos produce un edificio está ligado a los sonidos que hay dentro de él. Los espacios arquitectónicos funcionan como un instrumento musical, se amplifican y se van esparciendo por todo el lugar o por lo contrario se disminuyen. ¿Qué sería de un espacio sin sonido? Sería un espacio en un lugar sosegado, donde lo único que hay es el ruido natural de este mismo y esto lo hace hermoso.

LA TEMPERATURA DEL ESPACIO:

La creación de atmósfera de un lugar está ligada al bienestar del cuerpo, un factor importante para este bienestar es la temperatura del espacio. Al pensar en los materiales que tendrá un edificio es primor-dial buscar la afinación adecuada para que éstos extraigan la cantidad correcta de calor o frío del cuerpo produciendo sensaciones de agra-do.

LAS COSAS A MI ALREDEDOR:

¿Qué hace que un espacio hable por sí mismo? Las cosas que com-plementan esa arquitectura, esto le da un valor sentimental al lugar, pues hace que uno recuerde aspectos específicos del espacio ya se al interior o al exterior. Pensar que la arquitectura será recordada no por el valor simbólico de la construcción como tal, sino por las emociones que me produjo el estar ahí.

ENTRE EL SOSIEGO Y LA SEDUCCIÓN: La manera en que nos movemos dentro de un edificio está previa-mente planeada por el arquitecto. La arquitectura como un arte espa-cial y a la vez temporal, nos induce a movernos libremente dentro de ella. El paso de los visitantes dentro de los edificios debería ser plena-mente de seducción y no de conducción, cada uno libre y siguiendo sus sensaciones.

LA TENSIÓN ENTRE INTERIOR Y EXTERIOR:

Hay espacios imperceptibles donde la transición entre interior y exte-rior se pierde, el espacio nos controla. La arquitectura nos puede en-volver de repente y luego ser expuestos al vacío creando sensaciones contrastantes que alteran las percepciones del lugar. GRADOS DE INTIMIDAD:

La escala, ¿qué es la escala? esta concierne a distintos aspectos, como el tamaño, dimensión, proporción y masa de la construcción en relación con los seres humanos. La escala va a producirle sensaciones de sorpresa al visitante pues va a encontrarse con masas que desde el exterior no se percibían, por eso es clave que el edificio sea distinto por dentro y por fuera. Lo que rodea la arquitectura no debe ser más que un acompañante a la construcción pues el entorno va a ayudar a darle la escala al espacio. LA LUZ SOBRE LAS COSAS: Escoger los materiales con la plena conciencia de cómo reflejan la luz y hacer que todo concuerde dentro del espacio, esto con el fin de convertir la luz natural en algo espiritual. Se debe pensar el conjunto del edificio como una masa de sombra y así en consecuencia, se podrá ajustar las luces en los huecos de la masa creando espacios de penum-bra y otros de plena luminosidad.

Al final del discurso, Zumthor añade tres apéndices rigen su arquitec-tura.

- Los edificios deben hacer parte del entorno, de lo cotidiano. Deben suscitar algún recuerdo, por más ordinario que sea. Arquitectura como entorno. -La arquitectura es un arte útil. La arquitectura se hizo para el hombre. La forma del edificio debe responder a su uso, debe ser coherente.

-La forma está dada por el lugar y el uso. Hay veces que los objetivos se cumplen, la forma se integra con el entorno, el uso funciona, las cosas concuerdan. Sin embargo, la forma no es bella, la forma no conmueve.

Peter Zumthor contó con una formación como ebanista. Como artesano. Su obsesión radica en encontrar la perfección del objeto arquitectónico, buscando su refinamiento estético que transforme los sentimientos humanos. Toma el papel del maestro, consciente de cada detalle del proyecto.

Zumthor sabe que la vista no es el único sentido que nos acerca a la arquitectura. En sus proyectos la memoria sensorial se des-pierta. La luz y la oscuridad sobresaltan los olores, las texturas, y los sonidos. La luz y la oscuridad nos descubren y nos esconden. La obra revela su alma, los hombres reaccionan ante ella.

Su arquitectura es sensorial, sí, sin embargo no descuida los aspectos técnicos del edificio. Busca encontrar nuevas caracte-rísticas en los materiales, combinarlos con los elementos natu-rales dentro del espacio, generar atmósferas especiales desde el sistema constructivo. Plantea nuevos retos que enaltezcan el trabajo de los artistas y artesanos que trabajan con él. Su arqui-tectura no es egoísta.