instrucciones a los sirvientes jonatan swift

8/17/2019 Instrucciones a Los Sirvientes Jonatan Swift

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nstrucciones a los sirvientes pued

eerse como un documento clave ea larga, cómica y ladina historia de

rreverencia irlandesa en la que

están incluidos Sterne y Sheridan

Wilde, Joyce y Beckett y Flann

O’Brien. Esta tradición no se apoya

en la originalidad del argumento n

ampoco en la calidad del ingeniosino en lo lejos que el creador está

dispuesto a llegar para neutralizar la

monotonía de un libro denstrucciones, por ejemplo, o lo

previsible de un día cotidiano

mediante la pura energía de la



rases en su estructura dinámica

su tono, la calidad de la observació

de las cosas pequeñas, la

descarada elección de detalles.



Jonathan Swift

Instrucciones alos sirvientes

ePub r1.0

Blok 20.11.14



Título original: Directions to Servants

Jonathan Swift, 1731Traducción: Ismael Attrache

Introducción: Colm TóibínIlustraciones: Kenny Meadows

Editor digital: Blok ePub base r1.2



NOTA AL TEXTO

Tal y como indica el editor GeorgFaulkner en su introducción a la edicióde 1752 de Instrucciones a lo

sirvientes, Swift no terminó la obra y ldejó sin pulir del todo, pues querídedicar su tiempo a obras más serias útiles. Parece que Swift tenía lntención de escribir un libro mucho máargo, y que le faltaron la energía y lnspiración para terminarlo. Eso explic

el carácter algo tosco de algunofragmentos. El texto que presentamos sbasa en la edición de 1746 (tambié

publicada en Dublín por G. Faulkner)



pero también nos hemos servido de ledición de 1745 (publicada en Londrepor R. Dodsley & M. Gooper), y de l

edición de 1964 de Pantheon Books.



INTRODUCCIÓN

Jonathan Swift nunca estuvo seguro dsu posición. Fue un maestro de lnvectiva y un amo del lenguaje y u

mportante talento y un hombre dpoderoso ingenio, pero en su búsquedconstante de la promoción y el ascensoen su relación incierta con variopersonajes influyentes, su posición fude inferioridad, y tanto más dolorospor su esperanza y su creencia de que n

siempre sería así. Fue un sirviente fiecuya rabia por su propio servilismo llevó en ocasiones a perder, en perjuici

propio, toda noción de prudencia. S



peculiar imaginación, mediante la cuael mundo se puede arreglar simplementdándole la vuelta, y en la que la razón

a lógica se transforman de forma naturaen anarquía y pesadillas, nacía de lncómoda distancia entre su talento y su

circunstancias.En casa de sir William Temple

donde vivió de joven, sus obligacione

ncluían leer de viva voz a su jefe levar las cuentas de la casa. El sobrinde Temple, a quien le resultabantipático, afirmaría más tarde que

Swift no le permitían sentarse en lmisma mesa que la familia. L«amargura, el temperamento satírico

aciturno» de Swift le volvía



«insufrible tanto para sus iguales compara sus inferiores, y hacían que parsus superiores resultara arriesgad

apoyarle», según dijo el sobrino. Nqueda claro si eso era enteramentcierto, pero el que aquello se pudier

utilizar después para perjudicar a Swifpone de manifiesto lo vulnerable de lposición que un joven brillante

resentido, sin tacto ni fortuna, tenía eesas casas.Swift, el soltero solitario, conocí

muy bien a los sirvientes. Los convirti

en un sucedáneo de familia y en unfuente de grandes exasperaciones diversiones. «Estoy mortalmente hart

de despedir y contratar sirvientes»



escribió al convertirse en deán de lcatedral de St. Patrick, en Dublín. Leíoraciones a su «familia», tal y como lo

lamaba, «a una hora acordada todas lanoches en su propio dormitorio». EDublín, en 1915, cuando sus amigos d

Londres habían caído en desgracia y svida personal se había complicaddemasiado, no veía a nadie más. «Viv

en un rincón de una enorme casa siamueblar; mi familia se compone de uadministrador, un mozo de cuadra, uayudante de establo, un lacayo y un

vieja doncella, que trabajan a cambio dalojamiento». Su nueva cocinera, a lque llamaba «cariño», era, segú

escribió, «tan vieja y fea» como s



predecesora, «pues las señoras quconozco no me permitirían tener una coun rostro tolerable, aunque lo pidier

con toda gravedad». En 1733, cuandSaunders, uno de sus sirvientes, murióSwift escribió: «Era uno de mis mejore

amigos, amén del mejor sirviente dereino». Le erigió un monumento en SPatrick. Por otro lado, Patrick, otr

sirviente, que hace varios cameos en lacartas de Swift a Stella, semborrachaba tres veces por semana yuna vez en que desapareció con la llav

volvió bebido, Swift no tuvo máremedio que darle «dos o tres fortísimoirones de orejas, y me he lastimado e

dedo pulgar de la mano izquierda a



irarle».En medio de su feroz indignación, d

sus esfuerzos por obtener el apoyo d

os poderosos, de sus quejas y sus rezocon los sirvientes, Swift resultabhilarante y desternillante. En él s

aunaban una gran afición de colegial poos chistes sobre cuartos de baño

asuntos de higiene con el gozo de la

payasadas y con el placer, que lgranjeó enemigos y muchos amigos, dlevar la broma demasiado lejos, d

modo que la risa no sólo causab

ágrimas, sino también una continurreverencia hacia los mayores y lo

superiores. El doctor Johnson creía qu

os muchos detalles de Instrucciones



os sirvientes, que fue publicado poprimera vez en 1781, pero empezadmucho antes, seguramente en una fech

an temprana como 1704, debían dhaber sido anotados a lo largo dmuchos años, «pues tal número d

pormenores no pueden evocarshaciendo uso de la memoria».

«Con Swift aparece una voz»

escribió Elizabeth Bowen, en una reseñde un libro sobre el surgimiento de loautores anglo-irlandeses. «La condena»según dice, «del deán inglés que nunc

se convertiría en irlandés del todo, persí en patriota de Irlanda», le brindaba uono que iba más allá del ingenio de su

contemporáneos ingleses. En Irland



aprendió a odiar al prójimo como a smismo, y a escribir basándose en eso; eDublín, que el idioma inglés podía se

un camino al poder y un acento qumitar; para Swift era armonioso

perverso. Yeats, en un ensayo sobr

Swift, citó un pasaje de Goldsmith eque éste decía que «nunca se había reídcon una actuación de Garrick [1] tant

como con alguien en una tabernrlandesa imitando un sermócuáquero». Por ello, Instrucciones a lo

sirvientes puede leerse como u

documento clave en la larga, cómica adina historia de irreverencia irlandes

en la que están incluidos Sterne

Sheridany Wilde, Joycey Beckett y Flan



O’Brien.Esta tradición no se apoya en l

originalidad del argumento ni tampoc

en la calidad del ingenio, sino en lejos que el creador está dispuesto legar para neutralizar la monotonía d

un libro de instrucciones, por ejemplo, o previsible de un día cotidiano

mediante la pura energía de las frases e

su estructura dinámica y su tono, lcalidad de la observación de las cosapequeñas, la descarada elección ddetalles. «Nunca envíes a la mesa u

muslo de ave», recomendaba Swift a lcocinera en Instrucciones a lo

sirvientes, «mientras haya un perro

gato en la casa a los que se pueda acusa



de haber huido con él». Hasta ahí, todbien; razonable y plácidamentsubversivo, pero en la siguiente frase l

ógica de Swift se desboca de formmaravillosa: «Si no hay ni uno ni otrodebes culpar a las ratas o a un extrañ

galgo». El extraño galgo, con la ayudde las ratas, aparece para arrancar lfrase de las aburridas y encomiable

fauces de la sátira y tragársela en ufestín de misterio y disparate. Es ugolpe de genio, de los que abundan emuchas frases de Instrucciones a lo

sirvientes. Eso hace no sólo que la obrproporcione un entretenimiento enorme nagotable, sino también que, en e

análisis final, sea merecedora de u



estudio detallado y, además, digna dser observada, incluso en los hogaremás humildes, en ambas orillas del ma

de Irlanda, al pie de la letra.

Colm Tóibín, 200



INSTRUCCIONES A

TODOS LOS

SIRVIENTES EN

GENERAL

Cuando tu amo o tu señora llamen a usirviente por su nombre, si ese sirvient

no se halla presente, ninguno dvosotros ha de responder, pues entoncevuestras cargas no tendrán fin, y lo

propios amos reconocen que esuficiente con que cada sirviente acudcuando es llamado.

Cuando hayas cometido una falta



muéstrate siempre insolente descarado, y compórtate como si fueraa persona agraviada; eso minará d

nmediato la moral de tu amo o señora.Si ves que otro sirviente causa u

mal a tu amo, no dejes de ocultarlo, n

vaya a ser que te acusen de chivato. Nobstante, existe una excepción en el casde un sirviente favorito, que e

merecidamente odiado por toda lfamilia, a la que la prudencia obliga, poanto, a atribuir todas las faltas qu

pueda al favorito.

La cocinera, el mayordomo, el mozde cuadra, el criado que va al mercado odos los demás sirvientes qu

participan en los gastos de la famili



deben actuar como si todo el patrimonide su amo tuviera que dedicarse aámbito particular de ese sirviente. Po

ejemplo, si la cocinera calcula que epatrimonio de su amo asciende a miibras al año, llega a la razonabl

conclusión de que con mil libras al añse puede comprar carne suficiente y quepor tanto, no tiene por qué ahorrar; e

mayordomo realiza la misma estimación también el mozo de cuadra y ecochero, y así lo gastaréis todo mientrahonráis a vuestro amo.

Cuando te reprenden delante de otrapersonas (cosa que, con el debidrespeto a nuestros amos y señoras, e

una práctica poco cortés), suele sucede



que un desconocido tiene la bondad ddecir una palabra en tu descargo; en escaso, tienes todo el derecho

ustificarte, y puedes llegar a la legítimconclusión de que, cuando te reprendadespués o en otras ocasiones, puede

equivocarse, opinión que se verá mejoconfirmada si presentas el caso a tmanera a los otros sirvientes, que, si

duda, se pronunciarán en tu favor. Poanto, como he dicho antes, cuando treprendan, quéjate como si hubierasufrido un agravio.

No es infrecuente que los sirvienteque salen a hacer recados pasen fuera uiempo algo superior de lo que el recad

exige, quizá dos, cuatro, seis u och



horas, o una menudencia semejante, pueno cabe duda de que la tentación ergrande, y la carne no siempre pued

resistir. Cuando vuelves, el amo monten cólera, la señora riñe, y continuación vienen el desahucio, lo

porrazos y el despido. Pero aquí debecontar con una serie de excusassuficientes para servir en cualquie

ocasión: por ejemplo, tu tío ha llegadesa mañana a la ciudad después drecorrer ochenta millas con el propósitde verte, y vuelve a marcharse al alb

del día siguiente; otro sirviente, a quiehabías prestado dinero cuando no servíen una casa, iba a huir a Irlanda; t

estabas despidiendo de otro compañero



que tomaba el barco para las Barbadosu padre te había mandado una vac

vieja para que la vendieras, y no pudist

encontrar un mercader basta las nuevde la noche; te estabas despidiendo dun querido primo al que iban a ahorca

al sábado siguiente; te has torcido un pial tropezarte con una piedra, y te havisto obligado a quedarte tres horas e

una tienda antes de poder dar un paso; than tirado inmundicias por la ventana duna buhardilla, y te avergonzaba ir casa antes de lavarte y de que el olor s

disipara; te iban a alistar en la Marina, e han llevado ante un juez de paz, que t

ha retenido tres horas antes d

examinarte, y te has zafado con grande



dificultades; un alguacil, por error, te homado por un deudor y te ha detenido, e ha encerrado toda la tarde en un

cárcel para morosos; te habíanformado de que tu amo había ido a unaberna, y que le había ocurrido u

percance, y tu congoja era tan grandque has buscado a Su Señoría en cieabernas entre Pall Mall y Temple Bar [2

Toma partido por todos locomerciantes, y no por tu amo, y, cuande manden a comprar algo, no proponga

nunca bajar el precio; pag

generosamente todo lo que te pidan. Estes fundamentalmente para honrar a tamo, y quizá para tener algunos cheline

en tu bolsillo; y, si piensas que tu amo h



pagado demasiado, él puede permitirsa pérdida más que un pobr

comerciante.

Ni se te ocurra mover un dedo parcualquier labor que no sea aquélla para que has sido específicament

contratado. Por ejemplo, si el mozo dcuadra se encuentra borracho o ausente al mayordomo le ordenan que cierre l

puerta del establo, la respuesta es fácil«Le ruego me excuse, Excelencia, yo nentiendo de caballos»; si a una esquindel tapiz le hace falta un clavo par

sujetarla, y al lacayo le piden que lclave, puede decir que él no entiende desas tareas, pero que Su Excelenci

puede llamar al tapicero.



Los amos y las señoras sueleregañar a los sirvientes por no cerrar lapuertas tras ellos, pero ni los amos n

as señoras tienen en cuenta que esapuertas hay que abrirlas antes de podecerrarlas, y que abrir y cerrar puertas e

doble trabajo; por tanto, lo mejor, lmás corto y lo más fácil es no hacer nuna cosa ni la otra. Pero, si insisten tant

en que cierres la puerta que no puedeolvidarlo con facilidad, da un portazan grande al salir que tiemble toda l

estancia y que todo vibre en su interior

para que tu amo y tu señora adviertaque sigues sus instrucciones.

Si ves que te ganas los favores de t

amo o señora, aprovecha algun



ocasión, de forma muy suave, para decique te marchas; y, cuando te pregunten emotivo, y parezcan reticentes a que lo

dejes, responde que prefieres vivir coellos antes que con cualquier otro, perque un pobre sirviente no tiene la culp

si se esfuerza por mejorar, que eservicio no es una herencia, que trabajo es cuantioso y tu salario escaso

ante lo cual, si tu amo tiene algo dgenerosidad, sumará cinco o diechelines por cada cuarto de libra anteque dejarte marchar. Pero, si no te hace

caso, y no tienes intenciones de irte, haque otro de los sirvientes diga a tu amque él te ha convencido para que t

quedes.



Los buenos bocados que puedahurtar durante el día, guárdalos pardarte un festín con los demás sirviente

por la noche, e incluye al mayordomosiempre y cuando te proporcione lbebida.

Escribe tu nombre y el de tu amadcon el humo de una vela en el techo da cocina, o en la sala de los sirvientes

para mostrar tus conocimientos.Si eres un hombre joven y apuestocuando le susurres a tu señora en lmesa, pásale la nariz por toda la mejilla

o, si tu aliento es bueno, sóplale en toda cara; sé que esto ha tenido excelente

consecuencias en algunas familias.

No acudas hasta que te haya



lamado tres o cuatro veces, pues sólos perros acuden al primer silbido; y

cuando el amo exclame: «¿Quién and

ahí?», ningún sirviente está obligado r, porque nadie se llama «Quién and

ahí».

Cuando hayas roto todas las vasijade barro del piso de abajo (cosa que ssuele hacer en una semana), la olla d

cobre puede cumplir la misma funciónen ella se puede hervir la leche, calentaas gachas, servir la cerveza floja, o

encaso de necesidad, hacer las veces d

orinal. Por tanto, empléalndistintamente para todos esos usos

pero no lo laves ni lo friegues nunca, n

vayas a quitar el estaño.



Aunque los cuchillos estápermitidos en la sala de los sirvientedurante las comidas, debes guardarlos,

utilizar sólo los de tu amo.Debes convertir en una regl

nvariable que ninguna silla, taburete

mesa de la sala de los sirvientes o de lcocina tenga más de tres patas, que hsido la práctica antigua y continua e

odas las familias que he conocido, y safirma que está basada en dos buenarazones: primero, mostrar que losirvientes se hallan en un perpetu

estado tambaleante; segundo, sconsideraba un signo de humildad quas sillas y las mesas de los sirviente

uvieran como mínimo una pata meno



que las de sus amos. Reconozco quexiste una excepción a esta regla en lque respecta al cocinero, a quien, e

virtud de una vieja costumbre, spermitía dormir en una butaca despuéde la cena, pero casi nunca las he vist

con más de tres patas. Pues bien, lofilósofos achacan esta endémica cojerde los sirvientes a dos causas

consideradas como las artífices de lamayores revoluciones en estados mperios: me refiero al amor y a l

guerra. Un taburete, una silla o una mes

son las primeras armas cogidas en unalgarada o una escaramuza general; ydespués de la paz, la sillas, si no so

muy sólidas, pueden sufrir en e



ranscurso de un lance amoroso, pues lcocinera suele estar gorda y pesamucho, y el mayordomo levement

beodo. Nunca he soportado ver sirvienta

de tan poca elegancia que van por l

calle con las enaguas prendidas coalfileres. Es una necia excusa aducir quas enaguas se van a ensuciar, cuand

cuentan con un remedio tan fácil combajar tres o cuatro veces unas escaleraimpias después de llegar a casa.

Cuando te paras a charlar con u

criado amigo tuyo de la misma calledeja abierta tu puerta de entrada, parque puedas acceder sin llamar al volver

de lo contrario, tu señora puede sabe



que has salido, y recibirás unreprimenda.

Os insto de la forma más ferviente

a unanimidad y a la concordia. Pero nme entendáis mal, podéis pelear entrvosotros tanto como gustéis; recorda

solamente que os enfrentáis a unoenemigos comunes, que son vuestro am señora, y que tenéis una causa comú

que defender. Haced caso a un expertoquien, por maldad hacia a otro sirvienteva con el cuento a su amo, serdestruido por una confederación genera

en su contra.El principal lugar de encuentro par

odos los sirvientes, tanto en inviern

como en verano, es la cocina; en ell



deben consultarse las grandes cuestionede la familia, ya incumban al establo, a lechería, a la despensa, a l

avandería, a la bodega, al cuarto de loniños, al comedor o al aposento de lseñora; en ella, en vuestro elemento

podéis reír y chillar y armar jaleo cooda tranquilidad.

Cuando un sirviente llega a cas

ebrio, y no puede acudir a la llamadadebéis decir de consuno a vuestro amque estaba muy enfermo y se hacostado, debido a lo cual vuestr

señora será tan bondadosa que mandarraer algo que reconforte al pobr

hombre o a la pobre doncella.

Cuando tu amo y señora salga



untos a cenar, o a hacer una visita por lnoche, sólo es necesario que quede usirviente en la casa, a no ser qu

dispongas de un golfillo callejero parque abra la puerta y se ocupe de loniños, en caso de que los haya. Quié

debe quedarse se decidirá echándolo a paja más corta, y el que se quede e

casa puede consolarse con la visita d

una enamorada sin peligro de que losorprendan juntos. Estas oportunidadeno deben pasarse por alto, pues spresentan en contadas ocasiones, y n

existe riesgo cuando sólo hay usirviente en la casa.

Cuando tu amo o tu señora llegan

casa y requieren a un sirviente que e



ese momento se encuentra fuera, debeaducir que acaba de salir en ese precisnstante, respondiendo a la llamada d

un primo moribundo.Si tu amo te llama por tu nombre,

no respondes hasta el cuarto aviso, n

debes apresurarte; si te reprende por ldemora, puedes decir con todo derechque no has acudido antes porque n

sabías para qué te llamaban.Tras recibir un rapapolvo por unfalta, cuando salgas de la habitación bajes las escaleras, farfulla en alto par

que te oigan; eso les hará creer que erenocente.

Cuando alguien venga a visitar a t

amo o señora mientras no están en casa



no te molestes en recordar el nombre da persona, pues no cabe duda de quienes demasiadas cosas de las qu

acordarte sin contar con ésa. Ademáseso es tarea del portero, y culpa de tamo si no cuenta con uno, y ¿quién s

acuerda de los nombres? Seguramentos confundirías, y no sabes leer n

escribir.

En la medida de lo posible, nunccuentes mentiras a tu amo o señora, menos que tengas esperanzas de que nas descubran antes de media hora

Cuando despidan a un sirviente, debecontarse todas sus faltas, aunque su amo señora nunca supieran de s

existencia, y todos los destrozo



cometidos por otros, atribuidos a él. (Dejemplos). Y, cuando pregunten por quno los pusiste antes al corriente, l

respuesta es: «Señor, o señora, de veraenía miedo de que os enojaseis, y que

además, pensarais que obraba de mal

fe». Cuando hay señoritos o señoritas ea casa, suelen suponer un grampedimento a las diversiones de lo

sirvientes; el único remedio eganárselos con chucherías, para que nvayan con cuentos a papá y a mamá.

Recomiendo a los sirvientes cuyo

amos viven en el campo, y que esperapropinas, que siempre se coloquen eestado de revista cuando un desconocid

se marche, para que deba pasa



forzosamente entre vosotros; y le harfalta más seguridad o menos dinero do habitual para que logre escapar y

según cómo se comporte, acordaos dcómo tratarle la próxima vez que vaya.

Si te mandan a comprar algo a un

ienda con dinero en efectivo, y resultque en ese momento estás sin blanccosa harto frecuente), escóndete e

dinero y apunta los artículos en la cuentde tu amo. Así se benefician el honor du amo y el tuyo, pues él gana crédit

gracias a tus recomendaciones.

Cuando tu señora te haga subir a saposento para darte órdenes, no olvidequedarte junto a la puerta, dejarl

abierta, y manosear el pestillo mientra



e habla, y no soltar el pomo, por sacaso no recuerdas cerrar la puerta amarcharte.

Si quiere el azar que tu amo o tseñora te acusen falsamente una vez ea vida, eres un sirviente afortunado

pues, por cada falta que cometamientras estés a su servicio, sólo tieneque recordarles su falsa acusación,

declararte igualmente inocente en ecaso presente.Cuando quieras dejar a tu amo, y t

imidez te impida proponérselo por si l

ofendes, lo mejor es mostrarse de prontgrosero y descarado, y no observar tcomportamiento habitual, hasta qu

estime necesario despedirte; y, cuando t



hayas marchado, para vengarte, di que é tu señora tienen tan mal carácter odos tus compañeros que busca

ocupación, que nadie ose ofrecerles suservicios.

Algunas atentas damas que teme

coger frío, después de haber observadque las doncellas y los ocupantes depiso de abajo suelen olvidar cerrar l

puerta cuando entran o salen al jardínhan mandado colocar una polea y uncuerda, con un gran bloque de plomo eun extremo, para que la puerta se cierr

sola y sea necesaria una mano fuertpara abrirla, lo que supone una inmenscarga para los sirvientes, cuya

ocupaciones pueden obligarlos a entra



salir cincuenta veces en una mañanaPero el ingenio puede lograr muchacosas, y los sirvientes juiciosos ha

hallado un remedio eficaz para esnsoportable desgracia, atando la pole

de tal modo que el peso del plomo n

surte efecto; no obstante, en lo que a mrespecta, prefiero dejar la puerta abiertcolocando una piedra pesada en su part

nferior.Los candelabros de los sirvientesuelen romperse, pues nada dureternamente, pero se pueden encontra

muchos sustitutivos; puedes fijacómodamente la vela a una botella, o eun trozo de manteca pegado a la mader

de la pared, o en un cuerno par



pólvora, o en un zapato viejo, o en upalo bifurcado, o en el cañón de unpistola, en una taza de café o un vaso, u

cuerno para beber, una tetera, unservilleta doblada, un tarro de mostazaun tintero, un hueso con tuétano, u

pedazo de masa, o puedes practicar uagujero en una hogaza y fijarla en él.

Cuando invites a los sirvientes de

vecindario para que se esparzan contigen casa por la noche, enséñales un modparticular de dar golpecitos o de frotaa ventana de la cocina que tú puedas oí

pero no tu amo o tu señora, a quienedebes procurar no molestar o asustar horas tan intempestivas.

Échale todas las culpas a un perrit



faldero, a un gato favorito, a un mono, un loro, a una urraca, a un niño, ncluso al último sirviente despedido; e

virtud de esta regla te exonerarás, nharás daño a otra persona, y evitarás a tamo o señora el engorro y l

humillación de una reprimenda.Cuando te hagan falta instrumento

adecuados para cualquier tarea qu

vayas a acometer, utiliza todos losustitutivos que puedas urdir antes ddejar tu labor sin hacer. Por ejemplo, sel atizador se ha perdido o está roto

aviva el fuego con las pinzas; si nienes las pinzas a mano, utiliza la boc

del fuelle, el asa de la pala, el mang

del cepillo, el extremo de una escoba



el bastón de tu amo. Si necesitas papepara chamuscar un ave, arráncalo deprimer libro que veas en la casa. Si n

ienes un trapo, límpiate los zapatos coos bajos de una cortina, o con un

servilleta de damasco. Arranca el encaj

de tu librea si no tienes ligas. Si amayordomo le hace falta un orinal, ecaso de necesidad puede emplear l

copa de plata grande.Existen varias formas de apagar lavelas, y debes dominarlas todas: puedeapretar el extremo contra un panel d

madera, que apaga de inmediato lmecha; puedes dejarla en el suelo pisar la mecha con el pie; puede

ponerla boca abajo hasta que la exting



su propio sebo, o meterla así en shueco del candelabro; puedes darlvueltas con la mano hasta que se apague

cuando te acuestes después de haceaguas menores, puedes mojar la punta da vela en el orinal; puedes escupirte e

pulgar y el índice, y apretar la mechhasta que se apague; la cocinera puedapretar el extremo de la vela en un

fuente de comida, o el mozo en urecipiente de avena, o un haz de heno, un montón de basura; la criada puedapagar su vela apretándola contra u

espejo, pues nada limpia tan bien coma mecha de una vela; pero el mejor

más rápido método es apagarla de u

soplo, que limpia la vela y la deja bie



preparada para ser encendida. Nada hay más pernicioso en un

familia que un soplón, uniros contra é

debe constituir vuestra principaocupación; sea cual sea la posición quocupe, no dejéis pasar ningun

oportunidad de estropear lo que esthaciendo y de estorbarle en todo. Poejemplo, si el mayordomo es el soplón

romped sus vasos cuando deje ldespensa abierta, o encerrad en ella agato y al mastín, que harán lo mismoesconded un tenedor o una cuchara par

que nunca los encuentre. Si se trata de lcocinera, en cuanto se dé la vueltaechad un puñado de hollín o un pellizc

de sal en la olla, o ascuas humeantes e



a bandeja para recoger la grasa de lcarne, o restriega el asado por el fondde la chimenea, u oculta la llave que d

vueltas al asador. Si se sospecha de uacayo, que la cocinera embadurne l

espalda de su nueva librea, o, cuand

suba con un plato de sopa, que lo sigquedamente con un cucharón lleno, quo haga gotear hasta el comedor de l

planta principal, y que después la criadprofiera tal grito que la señora lo oigaResulta harto probable que la doncellsea culpable de esta falta, con l

esperanza de atraer simpatías. En escaso, la lavandera debe cerciorarse drasgar sus vestidos al lavarlos y, a

mismo tiempo, de lavarlos sólo



medias; y, cuando la doncella protestedecid a toda la casa que suda tanto y qusu cuerpo es tan inmundo que ensuci

más un vestido en una hora que lfregona en una semana.



INSTRUCCIONES

AL MAYORDOMO

En mis instrucciones a los sirvientesmis largas observaciones me indicaque tú, mayordomo, eres la principaparte implicada.

Como tu ocupación reviste la mayo

variedad, y requiere la mayor exactitudvoy a repasar, todo lo bien qurecuerdo, las diferentes ramas de t

oficio, y a dictar mis instrucciones dacuerdo a ellas.Cuando tengas que ocuparte de

aparador, dedica el máximo empeño



ahorrarte problemas, y también lbebida y las copas de tu amo. Econsecuencia, y en primer lugar, puest

que cabe suponer que los que comen ea misma mesa son amigos, que bebaodos de la misma copa sin lavarla, cos

que te evitará muchas complicacioneasí como el riesgo de romperlas. Nofrezcas bebidas a nadie hasta que la

hayan pedido al menos tres vecesgracias a lo cual, algunos por decorootros por falta de memoria, apenas te lapedirán, y así no se gastarán las bebida

de tu amo.Si alguien quiere una botella d

cerveza fuerte, agítala primerament

para ver si tiene algo dentro; despué



pruébala para saber de qué bebida srata y no equivocarte; por últimoimpia la boca de la botella con l

palma de la mano para que se note limpio que eres.

Es mejor que el corcho esté al fond

de la botella que en la boca, y, si estmohoso, o hay grumos en la bebida, tamo ahorrará más.

Si da la casualidad que en la meshay un invitado humilde, un capellán, uutor, o un primo mantenido, del qu

percibes que el amo y los invitados l

ienen en baja estima, cosa que nadiadvierte y observa antes que nosotrosos sirvientes, el lacayo y tú debéi

ocuparos de seguir el ejemplo d



vuestros superiores, tratándole varioescalones por debajo de los demás; y nexiste mejor manera de complacer a t

amo, o, al menos, a tu señora.Si alguien pide cerveza floja a

érmino de la cena, no te tomes l

molestia de bajar a la bodega: vierte eresto y los posos de varias copas vasos y platos en uno solo, pero da l

espalda a las visitas, por si acaso tobservan. Por el contrario, si alguiepide cerveza fuerte al final de la cenalena la jarra más grande hasta el borde

así la seguirás teniendo casi enterpara ofrecérsela a los demás sirvientessin cometer el pecado de robar a tu amo

Existe asimismo una legítim



propina en virtud de la cual puedehacerte todos los días con gran parte duna botella de vino, pues no tienes po

qué pensar que la gente fina aprecia lorestos de una botella; por tantopreséntales siempre una nueva, aunqu

de la otra no se haya bebido más de uncopa.

Cerciórate en particular de que la

botellas no estén mohosas antes dlenarlas; para ello, sopla con fuerza ea boca de cada una, y, si después sól

hueles tu propio aliento, llénala d

nmediato.Si te mandan sacar bebida de u

barril con prisas, y ves que no sale, n

e molestes en abrir el tapón: sopla co



fuerza por el grifo, y en seguida sderramará en tu boca; o saca el tapónpero no lo vuelvas a poner, por si acas

u amo te necesita.Si sientes curiosidad por probar la

mejores botellas de tu amo, vacía toda

as que puedas justo hasta el principidel cuello, hasta tener la cantidad qudeseas, pero no olvides rellenarla

después con agua clara, para no dejar u amo con menos bebida.Hay un magnífico invent

descubierto en los últimos años par

administrar la cerveza fuerte y la flojdel aparador. Por ejemplo, un caballerrequiere un vaso de cerveza fuerte

sólo bebe la mitad, otro la pide floja



nmediatamente, echas lo que queda da fuerte en la jarra y llenas el vaso d

cerveza floja, y así una y otra vez hast

que termina la cena, gracias a lo cuacumples tres propósitos: en primeugar, te evitas el engorro de fregar y, e

consecuencia, el peligro de romper lovasos; en segundo lugar, te aseguras dno equivocarte cuando llevas a lo

caballeros la bebida que piden; y, poúltimo, gracias a este método sabes quno se pierde nada.

Dado que los mayordomos olvida

subir las cervezas con suma frecuenciano olvides dejar las tuyas en el pisprincipal dos horas antes de la comida

déjalas en la parte soleada de l



estancia para que la gente vea que haestado atento.

Algunos mayordomos tienen un

forma de decantar (o así lo llaman) lcerveza embotellada con la que pierdegran parte del líquido del fondo; que t

método sea volcar directamente lbotella, y así la cantidad de bebidparecerá doble. Mediante est

procedimiento, te aseguras de no perdeni una gota, y la espuma tapará lo turbioLimpia el plato, lava los cuchillos

frota la mesa sucia con las servilletas

el mantel empleados ese día, pues assólo hay una cosa que lavar; ademáevitas desgastar los ásperos estropajos

con lo cual, como recompensa a tu buen



administración, opino que puedeutilizar legítimamente las mejoreservilletas de damasco como gorro d

dormir.Cuando laves tu plato, deja que e

blanco de España se vea claramente e

odas las mellas, para que tu señora ncrea que no lo has limpiado.

En nada se advierten más lo

conocimientos de un mayordomo que ea administración de las velas, sobre lcual, aunque cierta parte puedcorresponder a otros sirvientes, y dad

que tú eres la principal personmplicada, te daré sólo a ti lanstrucciones sobre este apartado, par

que los demás sirvientes las aplique



cuando corresponda.En primer lugar, para no despilfarra

a luz del día y para no gastar las vela

de tu amo, nunca las saques hasta medihora después de que oscurezca, aunquas reclamen con frecuencia.

Deja los huecos del candelabrlenos de sebo hasta el borde, con l

mecha vieja por arriba, y coloca encim

as velas nuevas. Es cierto que espuede producir su caída, pero las velaes parecerán más largas y vistosas a lonvitados. En otras ocasiones, para n

repetirte, coloca las velas mal fijadas os huecos para que se vea que estáimpios por debajo.

Cuando la vela sea demasiad



grande para el hueco, derrítela en lchimenea hasta que tenga el tamañadecuado; para ocultar la parte tiznada

envuélvela en papel hasta la mitad.Es imposible dejar de observar e

gran despilfarro de los últimos año

entre las clases pudientes a propósitdel artículo de las velas, que un buemayordomo debe desaconsejar po

odos los medios, tanto para ahorramolestias como el dinero de su amoEsto se puede lograr de varias maneraspor ejemplo, cuando te ordenan pone

velas en los candelabros.Los candelabros desgastan much

as velas y tú, que siempre debes pensa

en el bien de tu amo, debe



desaconsejarlos con sumo énfasis. Poello, debes ocuparte de meter la vela esu hueco con las dos manos e inclinarl

de tal forma que todo el sebo caiga en esuelo, si el tocado de una dama o unpeluca no están ahí para interceptarlo

Asimismo, puedes colocar la vela musuelta, de forma que caiga encima decristal del candelabro y lo haga añicos

así tu amo se ahorrará sus buenopeniques a lo largo del año, tanto evelas como en el cristalero, y tú, muchrabajo, pues los candelabros rotos n

pueden utilizarse. No gastes las velas hasta el final

dáselas, como legítima propina, a t

amiga la cocinera, para que tenga má



manteca, o, si eso no está permitido eu casa, dáselas como limosna a lo

vecinos pobres, que te suelen hacer lo

recados.Cuando tuestes una rebanada de pan

no te quedes mirándola ociosamente

déjala en las brasas y atiende tus otraobligaciones. Regresa más tarde y, sves que se ha chamuscado, raspa el lad

quemado y sírvela.Cuando ordenes el aparador, colocas mejores copas todo lo cerca qu

puedas del borde de la mesa; de es

modo, su brillo será doble conformarán una figura mucho máelegante, y la peor consecuencia ser

que se rompa media docena, que es un



fruslería para la economía de tu amo.Lava los vasos con tus propia

aguas, y así no gastarás las sales de t

amo.Cuando se derrame la sal en la mesa

no la tires: al terminar la comida, dobl

el mantel con la sal en su interior viértela en el salero, para servirla al dísiguiente. No obstante, la forma má

rápida y fiable es la siguiente: cuandretires el mantel, envuelve en él locuchillos, tenedores, cucharas, salerosmendrugos de pan y restos, todo junto,

así te asegurarás de no perder nada, a nser que consideres más convenientsacudirlo por la ventana, para que lo

mendigos se coman los restos con mayo



comodidad.Deja los posos de cerveza, vino

otras bebidas espiritosas dentro de la

botellas; enjuagarlas sólo es una pérdidde tiempo, pues todo eso se hará de unsola vez en una limpieza general,

endrás una excusa mejor parromperlas.

Si tu amo tiene muchas botella

mohosas, inmundas o con costras, trecomiendo, para tranquilidad de tconciencia, que sean las primeras qurueques por cerveza o coñac en l

aberna más cercana.Cuando traigan un recado a tu amo

sé gentil con el compañero sirviente qu

o porta: dale la mejor bebida de qu



dispongas, para honrar a tu amo, y, a lprimera ocasión, él hará lo mismcontigo.

Después de la cena, si está oscuroleva los platos y la porcelana juntos ea misma bandeja para no gastar velas

pues conoces tu despenssuficientemente bien para colocarlos oscuras.

Cuando se esperen invitados parcenar, o por la noche, asegúrate de estafuera, para que no cojan nada de lo quguardas con tus llaves, y así tu amo n

gastará sus bebidas y no agotará sdespensa.

Ahora llego a la parte má

mportante de tu economía, e



embotellamiento del vino de lobarriles, para lo que recomiendo trevirtudes: limpieza, frugalidad y amo

fraternal. Que los corchos sean los máargos que puedas hallar, y así ahorrará

un poco de vino en el cuello de cad

botella. En cuanto a las botellas, eligas más pequeñas que encuentres, d

forma que su número será mayor, y t

amo quedará complacido, pues unbotella de vino siempre es una botellde vino, contenga más o contenga menos, si tu amo tiene un número apropiad

de ellas, no puede quejarse.En primer lugar, hay que enjuagarla

convino, para evitar que el lavado dej

humedad; algunos, en virtud de u



ahorro mal entendido, enjuagan undocena de botellas con el mismo vinopero yo recomiendo mayor precaución,

cambiar el vino cada dos botellas. Uvaso puede bastar. Ten botellapreparadas para irlo guardando

supondrá una buena propina, bievendiéndolo, bien tomándotelo con lcocinera.

No agotes el barril, ni lo inclinespues eso puede estropear la bebidaCuando comience a salir poco líquidoantes de que el vino se enturbie, agita e

barril y lleva un vaso de su contenido u amo, que alabará tu buen juicio y t

regalará el resto como la propina natura

de tu posición; al día siguiente puede



nclinar el barril, y, al cabo de quincdías, tendrás una o dos docenas de vasode buen vino limpio con el que hacer l

que creas más conveniente.Cuando embotelles el vino, llénat

a boca de corcho junto con un gra

rollo de tabaco, que le conferirán uverdadero sabor a maleza, tan deliciospara los que entienden de bebidas.

Cuando te manden decantar unbotella sospechosa, si ya se ha serviduna pinta de ella, agita la mano codestreza y sírvela en un vaso, para qu

se vea que empieza a estar turbia.Cuando haya que meter en botella

un barril de vino o de cualquier otr

bebida, lávalas inmediatamente antes d



empezar, pero cerciórate de no secarlasgracias a esa buena administración tamo se ahorrará varios galones por cad

barril.Ésta es la ocasión, para honrar a t

amo, en que deberías mostrar tu bonda

hacia los demás sirvientesespecialmente hacia la cocinera. ¿Qusignifican unas jarras de todo un barril

Pero haz que las beban delante de tpara que no se las den a otras personas causen así una ofensa a tu amondícales, si se ponen ebrios, que s

acuesten y que dejen dicho que estáenfermos; todos los sirvientes debeobservar esta advertencia, tanto hombre

como mujeres.



Si tu amo cree que el barril está mávacío de lo que esperaba, ¿no resultcompletamente evidente que e

recipiente goteaba, que el tonelero no llenó a su debido tiempo, que el tendere ha engañado dándole un barril de un

medida inferior?Cuando tengas que obtener agua par

el té después de la comida (que e

muchas familias forma parte de tuobligaciones), para no gastar fuego para ir más de prisa, echa en la tetera eagua de la cazuela donde se ha hervid

repollo o pescado, con lo que resultarmucho más saludable, al curar ecarácter ácido y corrosivo del té.

No malgastes las velas: deja que la



de los candelabros, el salón, laescaleras y el farol se consuman en suhuecos hasta que se apaguen solas, ant

o cual tu amo y señora encomiarán tuahorros en cuanto huelan las mechas.

Si un caballero olvida su caja d

rapé o su estuche de palillos de dienteen la mesa después de cenar y smarcha, considéralo como parte de t

salario, pues así lo reconocen todos losirvientes, y no causas perjuicio alguna tu amo o tu señora.

Si sirves en casa de un terrateniente

cuando acudan a comer damas caballeros nunca olvides emborrachar sus sirvientes, especialmente al cochero

para honrar a tu amo, cosa que, en toda



us acciones, debes tener en especiaconsideración, pues eres el mejor juedel honor; pues ese honor de tod

familia queda depositado en manos de lcocinera, el mayordomo y el mozo dcuadra, como demostraré más adelante.

Durante la cena, apaga las velas da mesa, que es lo más seguro, porque sa mecha encendida se sale de

candelero, cabe la posibilidad de qucaiga en un plato de sopa, de papilla deche y vino, de leche de arroz, o alg

semejante, donde se extinguirá d

nmediato sin apenas hedor.Cuando hayas apagado la vela, n

cierres el apagavelas, pues así la mech

se convertirá en ceniza por sí sola, si



caer y ensuciar la mesa cuando vuelvaa apagarlas.

Para que la sal no tenga grumos en e

salero, apriétala con la palma de lmano húmeda.

Cuando un caballero se vaya

marchar, después de cenar con tu amoasegúrate de que te vea bien y dseguirle a la puerta, y, cuando s

presente la ocasión, mírale directamenta los ojos, y puede que así obtengas uchelín; pero, si el caballero hpernoctado allí, haz que la cocinera, l

doncella, los mozos de cuadra, el pinchde cocina y el jardinero te acompañen que se coloquen en su camino a

vestíbulo, formando una línea que l



flanquee por ambos lados; si ecaballero cumple generosamente, serun honor para él, y a tu amo no l

costará nada. No es necesario que limpies e

cuchillo cuando cortes pan para la mesa

al cortar una rebanada o dos se limpiarsolo.

Mete el dedo en todas las botella

para comprobar con el tacto si estlena, que es lo más seguro, pues nada ecomparable al tacto.

Cuando bajes a la bodega par

buscar cerveza fuerte o floja, no olvideseguir al pie de la letra el siguientmétodo: sostén el recipiente con lo

dedos índice y pulgar de la man



derecha, con la palma hacia arriba coloca la vela entre los dedos, pero upoco inclinada hacia la abertura de

recipiente; después quita el tapón con lmano izquierda, métete la punta en lboca, deja que la mano izquierda s

ocupe de los accidentes. Cuando erecipiente esté lleno, sácate el tapón da boca, bien mojado de baba, que, a

ener una consistencia viscosa, hará quel grifo cierre mejor. Si cae algo dsebo en el recipiente puedes (si reparaen ello) quitarlo fácilmente con un

cuchara o, mejor, con el dedo.Deja siempre un gato encerrado e

el armario donde guardas los platos d

porcelana, para que los ratones n



consigan entrar y los rompan.Un buen mayordomo siempre romp

a punta del abrebotellas al cabo de do

días, cuando hace la prueba de ver si emás dura la punta del abrebotellas o ecuello de la botella; en ese caso, par

suplir la ausencia del abrebotellasdespués de que el extremo roto haydesmenuzado el corcho, emplea u

enedor de plata, y, cuando los trozos dcorcho estén casi fuera, choca la bocde la botella contra el barril tres cuatro veces, hasta que la consigas abri

del todo.Si un caballero tiene por costumbr

comer con tu amo y no te da nada a

marcharse, puedes recurrir a diferente



métodos para hacerle ver las señales du disgusto y para refrescarle l

memoria: si pide pan o bebida, puede

fingir que no oyes, o llevárselos a otrpersona que los ha pedido después quél; si pide vino, hazle esperar, y despué

lévale cerveza floja; ponle siemprvasos sucios; llévale una cucharcuando quiere un cuchillo; guiña a

acayo para que le deje sin platoMediante esos y otros procedimientoses muy posible que valgas media coronmás antes de que él se marche, siempr

cuando no dejes pasar la oportunidade colocarte a su lado cuando se vaya.

Si a tu señora le gusta jugar, t

fortuna está resuelta para siempre: e



uego moderado te supondrá una propinde diez chelines a la semana, y en unfamilia así yo prefiero ser mayordom

antes que capellán, o incluso antes qusecretario. Se trata de un dinero fácil obtenido sin esfuerzo, a no ser que t

señora sea de ésas que te obligan buscar velas de cera, o te mandan que ldividas con los sirvientes favoritos

pero, en el peor de los casos, las cartaviejas son tuyas, y si los jugadores sendeudan mucho o se ponequisquillosos, cambiarán las cartas co

anta frecuencia que las viejas taportarán un beneficio considerable sas vendes en los cafés, o a las familia

a las que les gusta el juego pero qu



sólo pueden permitirse cartas dsegunda mano. Cuando cumplas estservicio, no olvides colocar paquete

nuevos al alcance de los jugadores, quos desafortunados cogerán de inmediat

para cambiar su fortuna, y, de tanto e

anto, un paquete viejo mezclado con lodemás se colará con facilidad. Esmératen ser muy servicial las noches en qu

se juega, y ten velas preparadas para dauz a los invitados, así como jarras dvino a mano para llevarlas cuando lapidan; pero arréglatelas con la cociner

para que no haya cena, porque la familide tu amo ahorrará mucho, y porque uncena hará que disminuya

considerablemente tus ganancias.



Después de las cartas, no hay nadan provechoso para ti como la

botellas, y en esa gananci

extraordinaria nadie compite contigexcepto los lacayos, que suelen robarla cambiarlas por jarras de cerveza, per

debes impedir esos abusos en casa de tamo. Los lacayos no responden de laque se rompen al embotellar much

bebida, y ésas pueden ser tantas como tprudencia decida.El beneficio de los vasos es ta

mísero que apenas merece hablarse d

él; se trata apenas de un pequeñpresente del cristalero, unos cuatrchelines por cada libra, añadidos a

precio en virtud de tus molestias y de t



pericia para elegirlos. Si tu amo poseuna extensa colección de vasos, y tú os demás sirvientes rompéis alguno si

que éste se entere, mantenlo en secrethasta que no queden suficientes parponer la mesa, y dile entonces al am

que no tenéis vasos; así sólo sufrirá unhumillación, que es mucho mejor qudisgustarse una o dos veces por semana

el oficio de un buen sirviente consisten perturbar a su amo o señora lo menoposible, y en este punto el perro y egato serán de gran utilidad para quitart

a culpa. Nota: Debe entenderse que lmitad de las botellas que faltan larompen vagabundos y otros sirvientes,

a otra mitad se rompen por accidente



en una limpieza general.Afila el envés de los cuchillos hast

que estén tan afilados como el filo, cos

que presentará una ventaja, y es quecuando los caballeros los encuentreromos por un lado, podrán probar con e

otro; y, para mostrar que no escatimaesfuerzos al afilar los cuchillos, hazldurante largo rato, hasta que desgaste

gran parte de la hoja e incluso la partnferior del mango de plata. Esto dprestigio a tu amo, pues es indicativo dun buen gobierno de la casa, y quizá e

platero te haga un regalo algún día.Tu señora, cuando descubra que n

queda ninguna clase de cerveza, t

reprochará haber olvidado poner l



entre.Hazlo todo a oscuras (como lava

os vasos, etcétera), para no gastar la

velas de tu amo.



INSTRUCCIONES A

LA COCINERA

Aunque no ignoro que las personadistinguidas llevan mucho tiempobservando la costumbre de tenecocineros, generalmente de la naciófrancesa, dado que mi tratado est

pensado esencialmente para uso generade caballeros, terratenientes y señoresanto del campo como de la ciudad, m

dirigiré a ti, señora cocinera, commujer. No obstante, gran parte de lo qundico puede servir para ambos sexos, u empleo se solapa naturalmente con e



hombre, porque el mayordomo y tcompartís los mismos interesesVuestros salarios son asimism

semejantes, y se os paga cuando otros nreciben nada. Podéis celebrar festinefurtivos por las noches con vuestr

propia comida, cuando el resto de lcasa duerme, y está en vuestro podehaceros amigos de los demás sirvientes

Podéis dar bocaditos o traguitos a loseñoritos y señoritas y granjearos scariño. Una riña entre vosotros resultmuy peligrosa para ambos, y s

probable resultado es el despido de unde los dos, y en ese fatal caso quizá nsea fácil hacer una piña con otro hast

que pase un tiempo. Y ahora, señor



cocinera, procedo a darte minstrucciones, que quiero que otr

sirvienta de la familia te lea sin cesa

una noche por semana cuando tacuestes, sirvas en el campo o en lciudad, pues mis lecciones os serán d

provecho a ambas.Si tu señora olvida durante la cen

que hay carne fría en la casa, no seas ta

solícita como para recordárselo; eevidente que no la quería, y, si sacuerda al día siguiente, aduce que no thabía dado órdenes y que ya no queda

por tanto, antes que contar una mentirada buena cuenta de ella con emayordomo o cualquier otro compinch

antes de irte a la cama.



Nunca envíes a la mesa el muslo dun ave mientras haya un perro o un gaten la casa a los que se pueda acusar d

haber huido con él. Si no hay ni uno notro, debes culpar a las ratas o a uextraño galgo.

Serías una pésima ama de casa sensuciaras los estropajos limpiando lparte inferior de los platos que envías a

piso principal, pues el mantel sirve iguade bien, y lo cambian cada comida. No limpies los asadores después d

utilizarlos, pues la grasa que la carn

deja en ellos es lo mejor para impedique se oxiden, y, cuando los vuelvas emplear, esa misma grasa hará que l

carne esté jugosa por dentro.



Si vives con una familia rica, asar hervir es algo indigno de tu puesto, y tcorresponde no saber hacerlo; e

consecuencia, deja todo ese trabajo paruna sirvienta, para no manchar la honrde la familia con la que vives.

Si, por tu empleo, tienes que ir amercado, compra la carne al menoprecio posible, pero, cuando presente

as cuentas, ten en consideración ehonor de tu amo y da el precio más altocosa que, por otro lado, ecompletamente justa, pues nadie pued

permitirse vender al mismo precio qucompra, y no me cabe duda de qupodrás jurar sin temor a equivocarte qu

no diste más de lo que el carnicero y e



pollero pedían. Si tu señora te ordenpreparar un trozo de carne para la cenano debes deducir que estás obligada

prepararlo todo, de tal modo que emayordomo y tú podéis quedaros con lmitad.

Las buenas cocineras no puedesoportar eso que llaman con todusticia trabajos de chinos, en los que s

emplea una gran cantidad de tiempo y sconsigue muy poco. Un ejemplo es lpreparación de aves pequeñas, qurequieren mucha cocina y much

desbarajuste y un segundo o terceasador que, dicho sea de paso, resultabsolutamente superfluo, pues serí

harto ridículo que un asador capaz d



dar vueltas a una pierna de ternera npueda dar vueltas a una alondra. Nobstante, si tu señora es escrupulosa,

eme que un asador grande las desgarrecolócalas bellamente en la sartén, donda grasa del cordero o ternera asado

que cae encima de las aves bastará pardarles jugo, y así ahorrarás tiempo manteca, pues ¿qué clase de cociner

perdería el tiempo limpiando alondrascollalbas y demás aves pequeñas? Poello, si no consigues que las criadas as señoritas te ayuden, acorta el trabaj

chamúscalas o despelléjalas; la pieno es una gran pérdida, y la carne quedgual.

Si tienes que ir al mercado, n



consientas que el carnicero te regale ufilete de ternera y una jarra de cervezaque, con toda sinceridad, creo qu

equivale a engañar a tu amo; acepta espropina en dinero, si no aceptacréditos, o como impuesto cuand

pagues las cuentas.Como normalmente el fuelle de l

cocina no funciona, por haber atizado e

fuego con su punta para no gastar lapinzas y el atizador, toma prestado el da alcoba de tu señora, que, al ser e

menos utilizado, suele ser el mejor de l

casa; y, si por casualidad lo estropeas o manchas de grasa, quizá pueda

quedártelo para tu uso exclusivo.

Ten siempre cerca de la casa a u



golfillo callejero al que mandar a haceus recados o para que vaya al mercad

en los días de lluvia, pues así n

ensuciarás tu ropa y parecerás márespetable a ojos de tu señora.

Si tu señora te cede la mantec

obtenida de los asados, en respuesta a sgenerosidad asegúrate de cocer y asar lcarne suficientemente. Si se la guard

para ella, respóndele con la mismmoneda, y, antes de dejar que un buefuego ande escaso, aliméntalo de tanten tanto con la manteca y la grasa, qu

sirven de combustible.Envía la carne al piso principal bie

atravesada de pinchos, para que parezc

redonda y gruesa; y un pincho de hierro



convenientemente empleado aquí y alláe dará un aspecto más hermoso.

Cuando ases un trozo largo de carne

preocúpate únicamente de la mitad deja crudos los dos extremos, qupueden servir para otra ocasión y as

ambién gastarás menos fuego.Cuando friegues los platos

cacharros, dobla el borde hacia dentr

para que no se les salga el contenido.Asimismo, haz un buen fuego en lcocina cuando se celebre una pequeñcomida o cuando la familia coma fuera

de modo que los vecinos, al ver ehumo, alaben el gobierno de la casa du amo; pero, cuando haya mucho

nvitados, ahorra todo lo posible e



eña, porque gran parte de la carne, aestar medio cruda, se guardará, y servirpara el día siguiente.

Siempre has de cocer la carne eagua del pozo, porque en alguna ocasióno dispondrás de agua del río o d

cañería, y en ese caso, tu señora, cuandse dé cuenta de que la carne tiene otrcolor, te reprenderá sin que haya

cometido falta alguna.Cuando tengas muchas aves en ldespensa, deja la puerta abierta commuestra de compasión hacia la pobr

gata, si es buena cazadora de ratones.Si ves que es necesario ir a

mercado en un día húmedo, saca l

caperuza y la capa de tu señora para n



desgastar tu ropa.Procúrate tres o cuatro ayudanta

para que te asistan de continuo en l

cocina, y págales unos honorarioreducidos: sólo la carne echada perder, un poco de carbón y toda l

ceniza.Para que los sirvientes molestos n

entren en la cocina, deja puesta l

manivela del asador para que les caigencima de la cabeza.Si un puñado de hollín cae en l

sopa y no puedes quitarlo cómodamente

espúmalo bien, y dará a la sopa un sabomuy francés.

Si disuelves la mantequilla y s

convierte en aceite, no te apures



envíala a la mesa, pues el aceite es unsalsa más fina que la mantequilla.

Raspa el fondo de las ollas

cazuelas con una cuchara de plataporque de otro modo podríampregnarse de un regusto a cobre.

Cuando la salsa que mandes a lmesa sea mantequilla, no despilfarres haz la mitad de agua, cosa que tambié

resulta mucho más saludable. No emplees jamás una cuchara paralgo que puedas hacer con las manos, así no gastarás la plata de tu amo.

Cuando veas que no puedes tener lcena preparada a la hora acordadaretrasa el reloj para que esté lista en e

momento exacto.



Deja que un ascua incandescentcaiga de vez en cuando en el recipientpara recoger la grasa, de modo que e

humo de la grasa suba y confiera a lcarne asada un exquisito sabor.

Debes considerar la cocina como t

vestidor; pero no te laves las manohasta que hayas ido al excusado, hayaensartado la carne, hayas atado el pollo

cortado la ensalada, y desde luego nhasta que hayas mandado a la mesa esegundo plato, pues tus manos se habráensuciado diez veces con las cosas qu

e ves obligada a tocar; pero, cuandhayas terminado de trabajar, con uavado bastará.

Sólo hay una parte de tu aseo qu



permito mientras las vituallas se cuecense asan o se guisan: me refiero peinarte el cabello, cosa con la que n

se pierde tiempo, porque puedes estadelante de los fogones y vigilarlos couna mano, mientras utilizas el peine co

a otra.Si por azar algunos cabellos llegan

a mesa junto a las vituallas, puede

nculpar fácilmente a cualquiera de loacayos que te han distraído, pues dichocaballeros pueden comportarse a vecepérfidamente si no les guardas u

bocado de la olla o una tajada deasador, y mucho más cuando disparas ucucharón de gachas calientes en su

piernas o les mandas frente a lo



señores con un trapo para secar loplatos prendido en el trasero.

Para asar y hervir, ordena a l

fregona que te traiga sólo leña grande, que guarde la pequeña para lachimeneas de la planta principal; l

primera resulta la más indicada parpreparar la carne, y, cuando se apaga, sestropeas algún plato, puedes atribuir l

falta con toda justicia a la carencia deña; por otro lado, los recogedores dceniza hablarán ciertamente mal degobierno de la casa de tu amo si n

encuentran muchas ascuas grandemezcladas con trozos de leña grandes nuevos. De esta forma, preparas la carn

sin perder tu prestigio, llevas a cabo u



acto de caridad, y, a veces, obtienes unparte de una jarra de cerveza a cambide tu munificencia con la recogedora d

ceniza.En cuanto hayas mandado el segund

plato, no tienes nada que hacer en un

gran familia hasta la cena, así que lávatmanos y cara, ponte la caperuza y epañuelo, y solázate con tus amigas hast

as nueve o diez de la noche; pero cenprimero.Mantén siempre una férrea amista

con el mayordomo, pues os interesa

os dos estar unidos: el mayordomquiere con frecuencia un bocadagradable, y tú, con mucha mayo

frecuencia, una copa fría de buen licor



o obstante, cuídate de él, pues a vecees un amante inconstante, pues cuentcon la gran ventaja de que puede ganars

a las doncellas con un vaso de moscateo de vino blanco con azúcar.

Cuando ases un pecho de ternera, n

olvides que tu enamorado, emayordomo, se deleita con las mollejasconque apártalas hasta la noche: puede

decir que el perro o el gato se las halevado, o que estaban en mal estado, lenas de moscas; por otro lado, s

aspecto en la mesa es el mismo con la

mollejas que sin ellas.Cuando hagas esperar largo tiempo

os invitados, y la carne esté demasiad

hecha (cosa que suele suceder), puede



echarle la culpa con toda justicia a tseñora, que te apremió tanto para quacabaras la comida, que te vist

obligada a sacarla demasiado cocida asada.

Cuando no dispongas de tiempo par

recoger los platos, inclínalos de modque caigan doce a la vez en el aparadorpara que los cojas directamente.

Para ahorrarte tiempo y molestiascorta las manzanas y cebollas con emismo cuchillo, pues a los señores dbuena cuna les gusta que todo lo qu

coman sepa a cebolla.Con las manos, amasa tres o cuatr

ibras de manteca y lánzalas contra l

pared, justo encima del aparador, y as



as tendrás disponibles para arrancar rozos cuando te hagan falta.

Si dispones de una cacerola de plat

para utilizarla en la cocina, trecomiendo que la aporrees bien y questé siempre negra; colócal

restregándola contra las brasas, etcéterapara honrar a tu amo, pues eso es signde que su casa ha estado bien atendid

de forma constante; y, del mismo modosi cuentas con un cucharón de plata para cocina, desgástalo de tanto raspar

remover, y repite jubilosa: «Est

cuchara lo ha dado todo a mi amo».Cuando, por la mañana, mandes a t

amo un mejunje de caldo, gachas, o alg

por el estilo, no olvides poner sal en e



borde del plato con los dedos, pues, sutilizas una cuchara o la punta de ucuchillo, puede haber peligro de que l

sal se caiga, y eso sería una señal dmala suerte. Pero acuérdate dchupártelos para limpiarlos ante

siquiera de tocar la sal.Si la mantequilla, cuando se derrite

sabe a latón, la culpa es de tu amo, qu

e tiene sin cacerola de plata? ademásasí cundirá más, y estañar tiene un costmuy alto. Si dispones de una cacerola dplata y la mantequilla sabe a humo

atribúyelo a la leña.Si casi todos los platos de la cena s

e estropean, ¿cómo ibas a evitarlo? Lo

acayos que entraban en la cocina t



gastaban jugarretas; para demostrarlono dejes pasar la oportunidad denojarte y de tirarles una cucharada d

caldo en alguna de sus libreas. Ademásel viernes y el Día de los Inocentes sodos días nefastos, y es imposible tene

buena suerte en cualquiera de ellos; poanto, en ambos días dispones de unegítima excusa.



INSTRUCCIONES

AL LACAYO

Tu puesto, al tener una naturaleza pocdefinida, comprende gran variedad dasuntos, y cuentas con grandeposibilidades de ser el favorito de tamo y de tu señora, o de los señoritos

señoritas. Tú eres el caballero de lfamilia, del que se enamoran todas lacriadas. A veces eres un modelo en e

vestir para tu amo, y a veces él lo epara ti. Atiendes la mesa delante dodos los invitados, y, en consecuenciaienes la oportunidad de ver y conocer e



mundo, y de comprender a los hombres sus costumbres. Confieso que tu salaries escaso, a no ser que te manden

entregar un regalo, o que sirvas un té eel campo, pero los vecinos te llama«señor» y a veces obtienes una fortuna

que quizá sea la hija de tu amo, y hconocido a muchos de tu tribu quhabían tenido un alto rango en e

ejército. En la ciudad, tienes un asientreservado en el teatro, donde puedeconvertirte en un crítico ingeniosoCareces de enemigos declarados, con l

excepción de la chusma y de la doncellde tu señora, quienes quizá te llamen veces «criaducho». Siento auténtic

veneración por tu oficio, porque en mi



iempos tuve el honor de pertenecer a torden, que abandoné neciamente parrebajarme y aceptar un puesto en l

aduana. Para que tú, hermano míocorras mejor suerte, te dictaré continuación mis instrucciones, que so

el fruto de muchas cavilaciones observaciones, así como de siete añode experiencia.

Para conocerlos secretos de otrafamilias, cuenta a tus compañeroaquellos de tu amo; así te convertirás eun favorito tanto dentro como fuera d

casa, y serás considerado persona dmportancia.

Que nunca te vean en la calle co

una cesta o un paquete en la mano, y n



leves nada que no puedas esconder eun bolsillo; de otro modo, mancharás tvocación. Para impedirlo, contrat

siempre a un golfillo callejero para quleve tus bultos, y, si no dispones de u

cuarto de penique, págale con una buen

rebanada de pan o con un trozo de carneQue el limpiabotas limpie primer

us zapatos, para que no ensucies la

habitaciones, y después los de tu amoempléalo a propósito para ese fin y parque te haga los recados, y págale con lasobras de la comida. Cuando te mande

hacer un recado, escabúllete parocuparte de tus propios asuntos, biepara ver a tu enamorada, bien par

beber una jarra de cerveza con tu



compañeros, pues es evidente que así sahorra muchísimo tiempo.

Existe una gran controversia acerc

de la forma más práctica y elegante dsostener una fuente en las comidas: lohay que la colocan entre su cuerpo y e

respaldo de la silla, que constituye unmagnífica solución, si el tamaño de lsilla lo permite; otros, para que la fuent

no se les caiga, la agarran con tantfirmeza que su pulgar llega hasta ecentro, cosa que, no obstante, si tu dedestá seco, no es un método seguro, y po

anto, en ese caso, recomiendo qumojes el centro de la fuente con lengua. En cuanto a la absurda práctic

de sostener la base de la fuente con l



palma de la mano, que algunas señorarecomiendan, ha sido universalmentmpugnada, al dar pie a mucho

accidentes. Por otro lado, los hay tarefinados que se la ponen directamentdebajo de la axila, que es la mejo

posición para que no se enfríe, perpuede resultar peligroso cuando hayque retirar un plato, pues la fuente pued

caer sobre la cabeza de algún invitadoConfieso que, personalmente, hrechazado todos esos métodos, que hprobado con frecuencia, y es por ell

que recomiendo un cuarto, que emeterte la fuente, incluso hasta el bordeen el costado izquierdo, entre el chalec

la camisa; eso la mantendrá al meno



an caliente como tu axila —o sobacocomo la llaman los escoceses—, y lesconderá, de tal modo que lo

desconocidos creerán que eres usirviente superior, que no puedrebajarse a sostener una fuente; tambié

mpedirá que se caiga y, así colocada, lienes lista para sacarla en un santiaména caliente, para cualquier invitado a t

alcance que la desee. Y, por último, estmétodo presenta otra ventaja, y es quesi en algún momento mientras estásirviendo ves que vas a toser

estornudar, puedes extraer la fuente acercarte la parte cóncava a la nariz o a boca, y así evitarás escupir cosa

húmedas en los platos o en el tocado d



as señoras. Vemos cómo las damas os caballeros observan esa práctica e

ocasiones semejantes con un sombrero

un pañuelo, pero un plato se ensucimenos y se limpia antes que cualquierde los dos, porque, cuando ha

erminado de toser o estornudar, nienes más que volver a colocar la fuenten la misma posición, y tu camisa l

impiará en el pasillo.Retira los platos más grandes sostenlos con una mano, para mostrar as damas tu vigor y la fuerza de t

espalda, pero hazlo siempre entre dodamas, de modo que, si el azar quierque tires el plato, la sopa o la sals

caigan en sus vestidos y no manchen e



suelo. Gracias a esta práctica, dos dnuestros hermanos, honrados amigomíos, consiguieron considerable

fortunas.Aprende todas las palabras

uramentos y canciones y fragmentos d

obras de teatro de moda que puedarecordar. Así te convertirás en el deleitde nueve de cada diez damas, y en l

envidia de noventa y nueve de cada ciegalanes.Cuídate en ciertos momentos

especialmente durante la cena, cuand

haya personas de categoría, de salir da estancia junto a tus compañeros: d

ese modo os procuraréis un descanso d

as fatigas del servir y, al mismo tiempo



dejaréis que los invitados hablen comayor libertad, sin que vuestrpresencia los coarte.

Cuando debas transmitir un mensajeexprésalo en tus propias palabrasaunque sea para un duque o una duquesa

no con las palabras de tu amo señora, pues ¿cómo van a saber cómdebe ser un mensaje mejor que tú, qu

has sido educado para esa tarea? Pernunca des la respuesta hasta que lpidan, y, entonces, adórnala con tpropio estilo.

Cuando se termine la cena, lleva ugran montón de fuentes a la cocinacuando llegues al comienzo de la

escaleras, tíralas todas delante de ti par



que salgan rodando. No existe imagen sonido más agradable, sobre todo si sode plata, amén de las molestias que t

ahorras, y quedarán a mano, cerca de lpuerta de la cocina, para que el pinchas lave.

Si subes un trozo de carne a la plantprincipal y se te cae, antes de entrar eel comedor con la carne en el suelo y l

salsa derramada, coge la carne cocuidado, límpiala con la manga de tchaqueta, vuelve a ponerla en la fuente sírvela; si tu señora echa en falta l

salsa, dile que la traerás en otra fuente.Cuando sirvas un plato de carne

mete los dedos en la salsa, o chúpal

con la lengua para ver si es buena



adecuada para la mesa de tu amo.Tú eres el mejor juez de la

amistades que convienen a tu señora, y

por eso, si te manda dar un recado dcortesía o de negocios a una familia que desagrada, transmítelo de forma qu

dé pie a una disputa entre ellos y que nse puedan reconciliar; o, si un lacayo desa familia viene a ti con un cometid

semejante, reproduce la respuesta quella te ha ordenado comunicar de taforma que la otra familia la tome comuna ofensa.

Cuando te encuentres en tresidencia y no puedas conseguir uimpiabotas, limpia los zapatos de t

amo con la parte inferior de las cortinas



una servilleta limpia, o el delantal de lposadera.

Lleva siempre puesto el sombrer

dentro de casa, menos cuando te llame tamo: en cuanto te encuentres en spresencia, quítatelo para demostrar tu

modales. No te limpies los zapatos en e

impiabarros, sino en el vestíbulo o a

pie de las escaleras, y de ese modendrás el mérito de llegar casi uminuto antes a casa, y el limpiabarrodurará más.

No pidas permiso para salir a lcalle, porque entonces siempre sabráque estás ausente, y te considerarán u

vago y un paseante; pero si sales y nadi



o ve, es posible que vuelvas sin que thayan echado de menos, y no enecesario que digas a los demá

sirvientes dónde has ido, pues sabrádecir que aún estabas en casa hacía dominutos, que es el deber de todos lo

sirvientes.Apaga las velas con los dedos, tir

a mecha al suelo y después písala par

que no apeste; este método impedirá egran medida que los apagavelas sgasten. También has de apagarlas cercdel sebo, para que se consuman y l

cocinera pueda llevarse más grasa, pueella es la persona con quien la prudenciaconseja llevarse bien.

Mientras se reza después de l



comida, aleja con tus compañeros lasillas de los allí reunidos, para quecuando vuelvan a sentarse, se caigan d

espaldas, cosa que los pondrá mucontentos; pero sed discretos y no riáihasta que lleguéis a la cocina, y all

divertid a los otros sirvientes.Cuando sepas que tu amo s

encuentra sumamente ocupado con un

visita, entra y finge que ordenas lhabitación y, si te reprende, di qucreíste que había tocado el timbre. Eso distraerá, para que no se extenúe co

os negocios ni se agote hablando dándole vueltas a la cabeza, todo lo cuaes dañino para su ánimo.

Si te mandan romper la pinza de u



cangrejo o una langosta, métela en lamba de la puerta del comedor, entras bisagras: así podrás hacerlo poco

poco, sin que la carne se haga papillaque es lo que suele suceder cuando sutiliza la llave de la puerta de la calle

a mano del mortero.Cuando retires un plato sucio a u

nvitado, y veas el cuchillo y el tenedo

sucios puestos encima, muestra tdestreza: coge el plato y tira el cuchill el tenedor a la mesa sin que se caigaos huesos o la carne cortada qu

quedan; después, el invitado, qudispone de más tiempo que tú, limpiarel cuchillo y el tenedor ya empleados.

Cuando lleves una copa d



aguardiente a una persona que la hpedido, no le des un golpe en el hombrni exclames: «Señor, o señora, he aqu

su copa»; eso sería de mala educacióncomo si quisieras obligarle a bebérseloColócate, en cambio, tras el hombr

derecho de esa persona, y espérala; si lira con el hombro en un descuido, h

sido culpa suya y no tuya.

Cuando tu señora te mande traer ucoche de alquiler en un día de lluviavuelve en el carruaje para no estropearta ropa y ahorrarte la molestia de andar

es mejor que la parte inferior de suenaguas se embarre con tus zapatosucios, antes de que se te eche a perde

a librea y atrapes un constipado.



No hay mayor indignidad paralguien de tu posición que la dalumbrar a tu amo con un farol por l

calle, y, por eso, es una práctica muusta intentar evitarlo mediante cualquie

ardid; además, eso indica que tu amo e

pobre o avaro, que son los dos peoreatributos que puedes encontrar si eresirviente. Cuando yo me hallaba en esa

circunstancias, empleaba varios sabiorecursos, que aquí te recomiendo: veces cogía una vela tan larga quocaba la punta del farol y se apagaba

pero mi amo, después de una buenzurra, me mandaba poner papel en lpunta. Posteriormente utilizaba una vel

mediana, pero quedaba tan suelta en s



orificio que se caía a un lado, quemaba una cuarta parte del cuernoDespués usaba un trocito de vela d

media pulgada, que se hundía en sorificio y derretía la soldadura, cosa quobligaba a mi amo a hacer la mitad de

camino a oscuras. Más tarde me hizmeter dos pulgadas de vela en el huecque había quedado practicado, despué

de lo cual fingí que me caía, apagué lvela, e hice pedazos la parte de estañoFinalmente se vio obligado a empleaos servicios de un farolero, para deja

de despilfarrar.Hay que lamentar que los caballero

de nuestro oficio sólo tengamos do

manos para retirar del comedor fuentes



platos, botellas y cosas semejantedurante las comidas; y la desgracia eaún mayor porque es necesaria una d

esas manos para abrir la puerta mientraa carga te estorba. Por eso recomiend

que la puerta se deje siempr

entreabierta, para abrirla con el pie, así podrás salir con platos y fuentes devientre a la barbilla, amén de gra

cantidad de cosas bajo los brazos, lque te evitará más de un cansino paseopero cuídate de que la carga no caighasta que hayas salido de la habitació

, si es posible, hasta que no se te puedoír.

Si te envían a la oficina de correo

con una carta en una noche fría



luviosa, entra en la taberna y bebe unarra de cerveza hasta que se supong

que has terminado el recado; pero n

dejes pasar la siguiente oportunidad dfranquear la carta con esmero, comdebe hacer todo sirviente honrado.

Si te ordenan hacer café para ladamas después de la cena, y la cacerolse desborda mientras corres al pis

principal a buscar una cuchara parremoverlo, o estás pensando en otrcosa, o intentando hurtarle un beso a ldoncella, limpia los lados de la cacerol

con un trapo para los platos, sirve ecafé con arrojo, y, cuando tu señora luzgue demasiado flojo, y te interrogu

para saber si se ha derramado, niégal



en redondo, jura que has puesto más cafde lo normal, que no te has alejado de éni una pulgada, que te has esmerado e

hacerlo mejor que de costumbre porquu señora tenía invitadas, que lo

sirvientes de la cocina ratificarán lo qu

dices. Ante esto, verás cómo las otradamas dictaminan que tu café eexcelente, y tu señora confesará qu

iene el paladar estragado: en lvenidero no se fiará de sí misma, endrá más cuidado al encontrar faltas

Te insto a que hagas esto por un

cuestión de principios, pues el café emuy poco saludable y, por afecto haciu señora, debes dárselo lo menos fuert

posible; y, siguiendo este razonamiento



cuando quieras regalar a alguna de ladoncellas un cuenco de café reciéhecho, puedes hacerlo. Debes quedart

con un tercio de lo molido parsalvaguardar la salud de tu señora, granjearte la simpatía de sus doncellas.

Si tu amo te manda llevar unchuchería a alguno de sus amigoscuídala como si se tratase de un anill

de diamantes. Por eso, aunque el regalsólo sea media docena de camuesasordena al sirviente que ha recibido erecado que diga que te han ordenado qu

as entregues con tus propias manos. Esdemostrará tu precisión y cuidado parevitar accidentes o errores, y e

caballero o la dama tendrán que dart



por lo menos un chelín. Y, cuando tu amreciba un regalo semejante, indica amensajero que lo trae que haga l

mismo, y haz insinuaciones a tu amo qudespierten su generosidad, pues losirvientes y compañeros debe

ayudarse, dado que todo es para honraa tu amo, que es la cuestión principaque todo buen sirviente debe considerar

de la que él es el mejor juez.Cuando sólo te alejes unos portalepara chismorrear con una criada, o beber una rápida jarra de cerveza, o

ver cómo ahorcan a otro lacayo, dejabierta la puerta de la calle para que nengas que llamar y tu amo descubra qu

has salido, pues un cuarto de hora n



supone un perjuicio en el servicio quprestas.

Cuando retires los mendrugos de pa

sobrantes después de la comida, ponloen platos sucios y machácalos con otroplatos por encima, para que nadie lo

oque; serán una buena propina en formde comida para el golfillo callejero.

Cuando te veas obligado a limpia

os zapatos de tu amo con tus propiamanos, utiliza el filo del cuchillo dcocina más afilado, y sécalos colocanda punta a una pulgada del fuego, pue

os zapatos mojados resultan peligroso, además, gracias a este ardid l

conseguirás antes.

En algunas familias el amo suel



mandar a la taberna a buscar una botellde vino, y tú eres el recadero. Trecomiendo, por tanto, que cojas l

botella más pequeña que encuentres. Nobstante, pide al tabernero que te dé ucuarto de galón, y así tendrás un bue

rago y la botella quedará llena. Ecuanto al corcho para cerrarla, no debemolestarte, pues el pulgar pued

cumplirla misma función, o un trozo dpapel sucio y mascado.En todas las disputas con cocheros

porteadores que piden demasiado

cuando tu amo te mande a la calle negociar con ellos, compadécete de lopobres hombres, y dile a tu amo que n

aceptan ni un cuarto de penique meno



de lo acordado; te conviene máconseguir un trago de una jarra dcerveza que ahorrarle un chelín a t

amo, para quien eso supone una naderíaCuando estés al servicio de t

señora en una noche oscura, si emple

su coche, no camines al lado, pues así tcansarías y te ensuciarías: sube al lugaque te corresponde en la parte posterior

sostén el farol inclinándolo hacia eecho del coche; cuando haya quapagarlo, déjalo chocar con laesquinas.

Cuando dejes a tu señora en lglesia los domingos, dispones de do

horas tranquilas con tus compañeros e

a taberna, o con un filete de ternera



una jarra de cerveza en casa, junto a lcocinera y las criadas; y vive Dios quos pobres sirvientes tienen tan poca

ocasiones de ser dichosos que no debedesaprovechar ninguna.

Nunca lleves calzas cuando sirva

en las comidas, tanto por tu propia salucomo por la de aquellos que están en lmesa, porque no sólo a casi todas la

damas les gusta el olor de los pies dos hombres jóvenes, sino que ademáes un remedio espléndido para lovapores[3].

Si puedes, elige servir en la cascuya librea tenga los colores menoestridentes y reconocibles: el verde y e

amarillo revelan de inmediato t



ocupación, así como cualquier clase dencaje, excepto el de plata, del que casnunca dispones, a no ser que vivas co

un duque o un hijo pródigo que acaba dheredar. Los colores que debeprocurarte son el azul o el ocr

combinados con rojo, los cuales, junto una espada prestada, las camisas de tamo, y una confianza natural bie

empleada, te darán el título que gusteallá donde no seas conocido.Cuando retires de la mesa platos

otras cosas durante las comidas, llénat

as manos todo lo que puedas, porqueaunque a veces derrames y a veces tirecosas, al cabo del año verás que ha

obrado con gran diligencia y que ha



ahorrado mucho tiempo.Si tu amo o señora pasea por l

calle, colócate a un lado y, en la medid

de lo posible, a su misma altura, lo quhará pensar a la gente que os observque no estás a su servicio, o que ere

una de sus amistades; pero si uno u otrse dan la vuelta y te dirigen la palabra, e ves obligado a quitarte el sombrero

hazlo sólo con dos dedos, y ráscate lcabeza con los demás.En invierno, enciende la chimene

del comedor sólo dos minutos antes d

que sirvan la cena, para que tu amadvierta qué poca leña gastas.

Cuando te ordenen avivar el fuego

impia la ceniza de las barras con e



cepillo de la chimenea.Cuando te manden llamar a u

carruaje, aunque sea medianoche

quédate en la puerta, para no ausentartsi te necesitan; no te muevas de ahí aúlla: «Coche, coche», durante medi

hora.Aunque vosotros, caballeros co

ibrea, sufrís la desdicha de ser tratado

vilmente por toda la humanidad, a veceos las arregláis para no perder el ánimo a veces obtenéis una fortun

considerable. Yo me hice amigo íntim

de uno de nuestros hermanos que eracayo de una dama de la corte. Éstenía una ocupación reputada, er

hermana de un conde, y viuda de u



hombre importante. Ella vislumbró tantcortesía en mi amigo, esa elegancia coa que él tropezaba delante de s

palanquín y se metía el cabello debajdel sombrero, que se le insinuó erepetidas ocasiones, y un día, mientra

omaba el aire en su coche con Tom ea parte de atrás, el cochero se perdió

paró en una capilla privilegiada, dond

a pareja contrajo matrimonio, y Tovolvió a casa en el carruaje, al lado dsu señora. Pero, desafortunadamente, éa enseñó a beber coñac, de lo que ell

murió después de haber empeñado todsu vajilla para adquirirlo, y Tom trabajahora como jornalero, fabricando malta

Boucher, el famoso tahúr, era otro d



nuestra hermandad, y cuando tenícincuenta mil libras apremió al duque dB*** a que le pagase un retraso de

salario cuando estaba a su servicio; podría dar muchos más ejemplos, eespecial el de otro, cuyo hijo ocupab

uno de los puestos preeminentes en lcorte, pero bastará darte el siguientconsejo: sé descarado e insolente co

odo el mundo, sobre todo con ecapellán, el ama de llaves y el rangsuperior de sirvientes en la casa de unpersona de importancia, y no de

mportancia a una patada o un bastonazde tanto en tanto, pues tu insolenciacabará dando sus frutos, y, por vesti

una librea, seguramente acabará



uciendo un par de enseñas.Cuando estés sirviendo detrás de un

silla durante las comidas, menea e

respaldo sin cesar, para que la personque está delante de ti sepa que estáisto para atenderla.

Cuando lleves un paquete de platode porcelana, si por casualidad se caendesgracia que no es infrecuente, t

excusa debe ser que te has chocado coun perro en el vestíbulo; que la doncellha abierto la puerta delante de ti poaccidente; que había una escoba en l

entrada y que has tropezado con ellaque se te ha enganchado la manga en epomo o la cerradura de la puerta.

Cuando tu amo y tu señora esté



departiendo en su alcoba, y alberguealguna sospecha de que lo que dicen tafecta a ti o a tus compañeros, escuch

detrás de la puerta por el bien común dodos los sirvientes, y reúnelos a todo

con el fin de acometer las medida

necesarias para impedir cualquienovedad que pueda resultar perniciosa a comunidad.

No te vanaglories de la prosperidadHas oído que la fortuna gira en unrueda; si tienes una buena posiciónestás en la parte superior de la rueda

o olvides todas las veces en que te havisto despojado de tus ropas y en que than echado a la calle; tu salario estab

comprometido y gastado de antemano e



zapatos importados con tacones rojospeluquines de segunda mano y volantede encaje remendados, amén de en un

deuda atroz con la tabernera y lbodega. El tabernero de al lado, quantes te invitaba a un sabroso trozo d

morro de buey por las mañanas, te ldaba gratis, y sólo te cobraba la bebidanmediatamente después de que t

echaran vergonzosamente pidió a tu amque le pagara con tu salario, del que nquedaba ni un cuarto de penique, después te persiguió acompañado d

alguaciles por todas esas oscurabodegas. No olvides lo pronto que tviste envuelto en harapos, con la rop

raída y de mal en peor; que te vist



obligado a pedir prestada una viejibrea para estar presentable mientra

buscabas una ocupación, y a colarte e

as casas de viejos conocidos para que diesen subrepticiamente un bocad

con que mantenerte en pie; no olvide

cuando, en todos los aspectos, ocupabael escalafón más bajo de la vida, quecomo dice la vieja balada, es el de u

criaducho expulsado. Insisto en que no olvides ahora, en tu florecientestado. Paga religiosamente tucontribuciones a tus antiguo

compañeros, los cadetes, solos en eancho mundo; toma a uno de ellos comayudante, para entregar los mensajes d

u señora cuando tú quieras ir a l



aberna; escúrrele en secreto, de vez ecuando, una rebanada de pan y un trozde carne fría —tu amo pued

permitírselo—; y, si no se aloja ya en lcasa, déjale dormir en el establo o en lcochera, o debajo de las escalera

raseras, y recomiéndalo a todos locaballeros que frecuentan tu casa comun excelente sirviente.

Envejecer desempeñando el oficide lacayo es la mayor de las vergüenzaspor tanto, cuando veas que los añopasan sin posibilidades de un empleo e

a corte, un puesto de mando en eejército, un ascenso como administradorun trabajo en la Hacienda (y estos do

últimos no puedes conseguirlos si



saber leer y escribir), o de escapartcon la sobrina o la hija de tu amo, trecomiendo directamente que t

conviertas en salteador de caminos, ques el único puesto de honor que tqueda. Ahí conocerás a muchos de tu

antiguos camaradas, y vivirás una vidcorta y feliz, de la que saldrás con todoos honores, para lo que te voy a da

ciertas instrucciones.El último consejo que voy brindarte se refiere a tu actitud cuandvayan a colgarte, cosa que, bien po

robar a tu amo, por allanamiento dmorada, por ser bandolero, o, en unpelea de borrachos, por matar al prime

hombre con quien te encuentres, ser



probablemente tu destino, y se debe uno de estos tres atributos: el amor aolgorio, un talante generoso, o un ánim

demasiado vivaz. Tu buena actitud eeste punto afectará a toda tu comunidadEn tu juicio, niega el hecho co

solemnes imprecaciones; ciecompañeros tuyos, si logran seadmitidos, asistirán al juicio y estará

dispuestos, cuando se les pregunte, relatar tu buen carácter ante el tribunaQue nada te empuje a confesar, exceptuna promesa de perdón a cambio d

descubrir a tus compinches. No obstantesupongo que todo esto será en vanoporque, si escapas ahora, correrás l

misma suerte en algún otro momento



Que el mejor escritor de Newgate[4] tredacte un discurso; algunas de tuamables criadas te llevarán una camisde holanda y un bonito gorro coronadpor un lazo negro o carmesí. Despídetalegremente de todos tus amigos d

ewgate, sube con valor al carroarrodíllate, alza la vista, lleva un libren la mano aunque no sepas leer ni un

palabra, niega el acto en la horca, besa perdona al verdugo, y adiós. Tenterrarán con toda pompa, y lo pagaráus compañeros; el cirujano no tocar

una sola de tus extremidades, y tu famperdurará hasta que un sucesor de iguafama ocupe tu lugar.



INSTRUCCIONES

AL COCHERO

o estás obligado absolutamente a nadmás que a sentarte en el pescante levar a tu amo o señora.

Entrena a tus caballos para quecuando esperes a tu señora en una visita

aguarden mientras tú te metes en unaberna de las proximidades para bebe

una jarra con un amigo.

Cuando no tengas ganas de llevar ecoche, di a tu amo que los caballos estáresfriados, que hay que ponerleherraduras, que la lluvia los perjudica



es endurece el pelaje y pudre el arnésEsto también puede aplicarse al lacayo.

Si tu amo come con un amigo en e

campo, bebe todo lo que puedas, porques bien sabido que un buen cochernunca conduce mejor que cuando est

bebido, y después muestra tu periciconduciendo el coche a una pulgada dun precipicio, y afirma que nunc

conduces tan bien como cuando estáborracho.Si te encuentras con un caballero qu

se encapricha de uno de tus caballos

que está dispuesto a darte ciertcantidad además del precio, convence u amo para que lo venda, porque es ta

agresivo que no eres capaz d



conducirlo, y, para rematarlo, camindando traspiés.

Que un golfillo callejero vigile t

coche los domingos en la puerta de lglesia, para que tú y los demá

cocheros podáis solazaros juntos en l

aberna, mientras tu amo y tu señorestán en la iglesia.

Procura que tus ruedas sean buenas

haz que te compren un juego nuevo coa mayor frecuencia posible, tanto si tdan el viejo de propina como si no. Eun caso, obtendrás un legítimo beneficio

el otro será un justo castigo a lavaricia de tu amo, y probablemente efabricante de coches también t

entregará una pequeña cantidad.



INSTRUCCIONES

AL MOZO DE

CUADRA

Tú eres el sirviente de quien dependpor completo el honor de tu amo en loviajes: tus hombros son su único apoyo

Si viaja por el campo y se hospeda euna posada, cada copita de coñac, cadarra de espléndida cerveza que bebe

eleva su figura, y, por tanto, debes tene

en gran estima su reputación, y esperque no escatimes en una cosa ni en lotra. El herrero, el ayudante de

alabartero, el cocinero de la posada, e



puede resolver fácilmente en la cuententre el tabernero y tú.

Por ello, en cuanto os detengáis e

una posada, entrega los caballos aencargado de la cuadra, y deja que loleve al galope al estanque más cercano

a continuación pide una jarra dcerveza, pues resulta enteramentapropiado que un cristiano beba ante

que una bestia. Deja a tu amo al cuidadde los sirvientes de la posada, y tucaballos, al de los de los establos; dese modo, tanto él como ellos quedará

en las mejores manos. Pero debeocuparte de ti mismo: cena, bebe eabundancia y acuéstate sin molestar a t

amo, que está en mejores manos que la



uyas. El palafrenero es un hombrhonrado, ama profundamente a locaballos, y por nada del mund

perjudicaría a esas necias bestias. Satento con tu amo, y ordena a losirvientes que no lo despierte

demasiado temprano. Desayuna antes dque se levante, para que no tenga quesperarte; pide al palafrenero que l

diga que los caminos son excelentes y ldistancia corta, pero que le recomiendque demore su partida hasta quescampe, pues teme que va a llover,

legará a tiempo si sale después de lcomida.

Que tu amo monte antes que tú, po

una cuestión de modales. Mientra



abandona la posada, hablfavorablemente del palafrenero, de lbien que ha cuidado las monturas;

añade que nunca has visto sirvientes másolícitos. Que tu amo avance por delantde ti, y tú no salgas hasta que e

posadero te sirva una copita; despuésparte al galope tras él, atravesando lciudad o el pueblo a toda velocidad, po

si acaso te necesita, y para mostrar tmaestría como jinete.Si sabes cuidar a los caballos, com

odo buen mozo de cuadra debe saber

obtén vino dulce, coñac o cerveza fuertpara dar friegas en los talones de tcaballo todas las noches, y no l

escatimes, pues (si llegas a emplearlo)



de lo que quede sabrás cómo dar buencuenta.

Ten en consideración la salud de t

amo, y, en lugar de permitir que hagviajes largos, di que las monturas estádébiles y famélicas de tanto cabalgar

háblale de una excelente posada cincmillas antes de su pretendido destino, afloja una de las herraduras delantera

de su caballo por la mañana, apáñatelas para que la silla apriete a lbestia en la cruz, o prívale de grano toda noche y toda la mañana, para que s

canse durante el camino, o introduce unfina plancha de hierro entre la pezuña a herradura para hacer que se detenga,

odo esto en absoluta atención a tu amo.



Cuando vayas a ser contratado, y ecaballero te pregunte si sueleemborracharte, admite sin ambages qu

no le haces ascos a una buena jarra dcerveza, pero que tienes por normasobrio o ebrio, no descuidar nunca tu

caballos.Cuando tu amo quiera montar par

omar el aire, o por placer, si por uno d

us asuntos privados no te convienservirle, dale a entender que hay qusangrar o purgar los caballos; que spropia montura está agotada, o que ha

que rellenar su silla y que han llevado arreglar su brida. Esto lo puedes hacecon toda sinceridad, pues no supondr

un perjuicio para los caballos o para t



amo, y, al mismo tiempo, denota lograndes cuidados que profesas a lapobres y necias criaturas.

Si hay una posada particular en lciudad a la que os dirigís, en la quconoces bien al palafrenero o a

abernero y a las gentes deestablecimiento, sácale pegas a laotras, y recomienda a vuestro amo ir

ésta? probablemente sacarás una jarra un par de copitas, y honrarás a tu amo.Si tu amo te manda comprar heno

acércate a aquellos que sean má

pródigos contigo, pues, como el servicino es una herencia, no debes dejaescapar ninguna legítima y acostumbrad

propina. Si tu amo lo compr



personalmente, comete una ofensa contri, y, para que aprenda su obligación

asegúrate de encontrarle defectos a

heno mientras dure; si éste resultbeneficioso para los caballos, la culpes tuya.

El heno y la avena, manejados poun mozo hábil, dan lugar a una cerveza a un coñac excelentes, pero esto es un

mera sugerencia.Cuando tu amo vaya a cenar o pasa noche en casa de un caballero en e

campo, aunque no haya mozo de cuadra

o aunque no esté presente, o aunque nse ocupen mucho de los caballos, utiliza uno de los sirvientes para que sosteng

el caballo cuando tu amo monte en él. T



nsto a que hagas esto cuando tu amo sdetiene sólo para una visita de unocuantos minutos, pues los sirvientes

compañeros deben siempre secordiales entre ellos, y esto tambiéafecta al honor de tu amo porque n

puede dejar de dar una moneda a quiee sostiene el caballo.

En los viajes largos, pide permiso

u amo para dar cerveza a los rocinesleva dos cuartos de galón al establovierte media pinta en un cuenco y, si nquieren beberla, el palafrenero y tú

debéis esforzaros en hacerlo. Quizestén de mejor humor en la siguientposada, pues te recomiendo que nunc

olvides llevar a cabo el experimento.



Cuando saques los caballos aparque o al campo a que les dé el airedáselos a un ayudante de cuadra, o a un

de los golfillos, a los que, como pesamenos que tú, se les pueden confiar lacarreras con menos daño para lo

caballos, y pueden enseñarles a saltasetos y zanjas mientras tú bebes uncordial jarra con los otros mozos. N

obstante, tú y ellos podéis hacecarreras de tanto en tanto en honor dvuestros caballos y de vuestros amos.

En casa, sé generoso con lo

caballos en heno y avena, y llena ecomedero hasta el tope y el pesebrhasta el borde, pues no sería apropiad

que te mostraras avaro, aunque quizá n



engan ganas de comer; piensa que nienen boca para preguntar. Si el heno sira, no supone pérdida alguna, pues le

servirá de lecho y ahorrarás paja.Cuando tu amo se marche de la cas

de un caballero del campo, en la qu

haya pasado la noche, piensa en shonor: hazle saber cuántos sirvientes hade ambos sexos que esperan u

estipendio, e indícales que formen dofilas cuando él salga de la casa, perruégale que no le confíe el dinero amayordomo, por si acaso engaña a lo

demás. Esto obligará a tu amo a ser mágeneroso, y entonces puedes aprovechaa ocasión para decirle que el seño

Fulano, el último con quien viviste



siempre daba tanto a cada uno de losirvientes de menor rango, y tanto al amde llaves y a los demás, dando un

cantidad al menos doble de lo que éenía pensado dar. Pero no olvide

contar a los sirvientes el buen servici

que les has prestado; así ganarás eamor, y tu amo en honor.

Puedes atreverte a estar borrach

muchas más veces que el cochero, digél lo que diga sobre sí mismo, porque túsólo pones en peligro tu propipescuezo, pues el caballo segurament

se cuidará bien y como mucho sufriruna torcedura o un hombro dislocado.

Cuando lleves la chaqueta corta d

u amo en un viaje, envuelve la tuya co



ella y átalas bien con una correa, perda la vuelta a la de tu amo parpreservar el exterior de la humedad y l

suciedad; así, cuando empiece a llovera chaqueta de tu amo estará más quista para que se la entregues, y, si s

estropea más que la tuya, para él lpérdida es menor, pues tu librea debdurar todo tu año de aprendizaje.

Cuando llegues a la posada con locaballos mojados y sucios después dcabalgar a todo correr, y muy calienteshaz que el palafrenero los meta en agu

hasta el vientre y que les deje bebeodo lo que quieran, pero que galopen oda velocidad al menos una milla, par

que se les seque la piel y se caliente e



agua de sus vientres. El palafrenero sabde este asunto: déjalo todo a su cargmientras tú tomas una jarra de cerveza

un poco de coñac frente al fuego de lcocina para consuelo de tu espíritu.

Si a tu caballo se le cae un

herradura, no seas descuidado: bájate cógela, y después cabalga todo lo rápidque puedas (con la herradura en l

mano, para que todos los viajeros spercaten de tus cuidados) hasta llegar aprimer herrero de la carretera. Mandque se la pongan de inmediato, para qu

u amo no tenga que esperarte, y parque el pobre caballo pase el menoiempo posible sin herradura.

Cuando tu amo pase la noche en cas



de un caballero, si ves que el heno y lavena son buenos, quéjate de viva vode su ínfima calidad: así serás conocid

como un sirviente solicito, y no dejes datiborrar a los caballos con toda lavena que puedan comer mientras estéi

ahí. De ese modo podrás darles menodurante varios días en las posadas, hacer cerveza con la avena. Cuand

abandonéis la casa del caballero, dile u amo que ese caballero era ucodicioso y un avaro, que sólo te hadado de beber suero de leche y agua

así, por compasión, tu amo te dará unarra más de cerveza en la siguient

posada. Pero, si por casualidad t

emborrachas en casa de un caballero, t



amo no puede enojarse, porque no le hcostado nada, y eso debes decirle todo claramente que tu condición de eso

momentos te permita, y hacerle sabeque es por su honor y el del caballero, para darle la bienvenida al sirviente d

un amigo.Un amo siempre debe amar a s

mozo de cuadra, y ponerle una libre

hermosa, y otorgarle un sombrero coencaje de plata. Cuando formes parte dsu séquito, todos los honores que recibse deben sólo a ti; si los arrieros no l

apartan del camino es por la cortesíque disfruta de forma indirecta graciaal respeto que tu librea inspira.

De tanto en tanto, puedes prestar l



montura de tu amo a otro sirviente, o a tcriada predilecta, para una brevexcursión, o alquilarla durante un día

porque el caballo se echa a perder pofalta de ejercicio, y si tu amo lo pide, iene intención de ver el establo

maldice al bribón del ayuda, que se hmarchado con la llave.

Cuando quieras pasar una o do

horas con tus compañeros en la tabern necesites una excusa razonable para tausencia, sal por la puerta del establo por el camino de atrás con una brida

una cincha o una estribera viejas en ebolsillo, y cuando vuelvas, entra en caspor la puerta principal con la mism

brida, cincha o estribera colgadas en l



mano, como si volvieras del talabarterodonde las estabas arreglando; si no techan en falta, no pasa nada, pero si t

encuentras con tu amo, tendrás unreputación de sirviente solícito. Sé questo ha sido puesto en práctica con bue

éxito.



INSTRUCCIONES

AL

ADMINISTRADOR

DE LA CASA Y DE

LAS TIERRAS

El administrador de lord Peterborougdemolió su casa, vendió los materiales cobró las reparaciones al lord. Piddinero a los inquilinos por tu pacienciaRenueva los arrendamientos y sacprovecho de ellos, y vende bosquesPresta a tu lord su propio dinero. (Gi



Blas[5] habló largo y tendido sobre estasunto, y te remito a él).



INSTRUCCIONES

AL PORTERO

Si tu amo es un ministro de importanciadeja solamente entrar a su alcahuete, o su principal adulador, o a uno de loescritores a los que paga, o al espía nformador que contrata, o a su impreso

habitual, o a su abogado municipal, o un corredor de bienes raíces, o a snventor de nuevos fondos, o a u

comerciante de títulos.



INSTRUCCIONES A

LA MOZA DE

CÁMARA

La naturaleza de tu empleo varía segúa importancia, el orgullo o la riqueza da dama a la que sirves, y este tratad

debe poder aplicarse a toda clase dfamilias, de modo que me hallo antgrandes dificultades para precisar loasuntos para los que te contratan. En un

familia que cuenta con una mínimfortuna, eres distinta de la criada, eniendo eso en cuenta te doy mi

nstrucciones. Tu provincia particular e



a cámara de tu señora, donde haces lcama y ordenas las cosas, y, si vives eel campo, te encargas de las alcoba

donde se acuestan las damas que entraen la casa, cosa que produce todas lapropinas que le corresponden a t

puesto. Tu amante más frecuente, segúengo entendido, es el cochero, pero s

no rebasas los veinte años y ere

pasablemente hermosa, cabe lposibilidad de que un lacayo se fije ei.

Haz que tu lacayo favorito te ayude

hacer la cama de tu señora, y si servíen casa de una pareja joven, el lacayo ú, mientras dais la vuelta a las sábanas

haréis los comentarios más ladinos de



mundo, que, susurrados por doquierentretendrán mucho a toda la familia, se extenderán por el vecindario.

No bajes al piso principal esonecesarios recipientes para que la gentos vea; vacíalos por la ventana, po

consideración hacia el prestigio de tseñora. Resulta en grado sumo indecentque los sirvientes de sexo masculin

sepan que las damas elegantes requierede esos utensilios; y no limpies eorinal, pues su olor es saludable.

Si por casualidad rompes porcelan

de la repisa de la chimenea o degabinete con el extremo de la escobillarecoge los trozos, júntalos lo mejor qu

puedas, y colócalos detrás del resto, d



forma que cuando tu señora lodescubra, puedes decir con todseguridad que llevan mucho tiemp

rotos, antes de que tú entraras a servien esa casa. Así, ahorrarás a tu señormuchos momentos de vergüenza.

A veces, un espejo se rompsiguiendo el mismo procedimientmientras tú miras en otra dirección

cuando barres la estancia, el largo palde la escoba choca con el espejo y ldeja hecho añicos. Ésta es la máprofunda de las desgracias, porque e

mposible ocultarla. Ese fatal accidentacaeció en una gran familia donde yenía el honor de servir como lacayo,

voy a referir los detalles para mostrar e



ngenio de la pobre doncella ante tasúbita y horrible emergencia, cosa ququizá ayude a aguzarte la inventiva si l

mala fortuna te deparara una ocasiósemejante. La pobre muchacha habíroto de un escobazo un gran espej

aponés de gran valor; no reflexionsino un instante y, con prodigiospresencia de ánimo, cerró la puerta, s

ntrodujo en el jardín, metió una piedrde tres libras en la cámara, la colocó ea chimenea, justo debajo del espejo,

rompió un cristal de la ventana d

guillotina que daba al mismo jardíndespués cerró la puerta y siguió con suasuntos. Dos horas después, la señor

entró en el dormitorio, vio el espej



roto, la piedra debajo, y todo un cristade la ventana destrozado, circunstanciaa partir de las cuales dedujo, tal y com

quería la doncella, que un vagabundocioso del vecindario, o quizá usirviente sin empleo había, por maldad

por accidente o por descuido, tirado lpiedra y causado el desaguisado. Hastahí todo fue bien, y la muchacha s

creyó fuera de peligro, pero quiso lmala fortuna que pocas horas despuélegara el clérigo de la parroquia, y l

señora (naturalmente) le relató e

accidente, que, como puedes suponer, lhabía sumido en una gran agitación. Perel párroco, que sabía de matemáticas

después de examinarla situación de



ardín, la ventana y la chimenea, nardó en convencer a la dama de que l

piedra no podía haber llegado al espej

sin describir una trayectoria con tregiros después de ser lanzada, y a ldoncella, habiéndose demostrado qu

había barrido la habitación esa mismmañana, la interrogaron de cabo a rabopero ella declaró firmemente, poniend

a Dios por testigo, que no era culpable se ofreció a jurar sobre la Bibliadelante de Su Reverencia, que ernocente como un nonato; pero la pobr

moza fue despedida, trato que considerdespiadado, teniendo en cuenta sngenio. No obstante, esto puede servirt

de indicación en un caso parecido, par



que elabores una historia con menopuntos flacos. Por ejemplo, puedes decique mientras trabajabas con un cepillo

una escoba, un relámpago entrsúbitamente por la ventana y casi tcegó; que oíste de inmediato el tintine

del cristal roto en la chimenea; que, ecuanto recobraste la vista, advertiste quel espejo estaba completamente hech

añicos; o puedes aducir que, al observaque el espejo tenía una fina capa dpolvo, fuiste a limpiarlo con muchsuavidad, pero supones que la humeda

del ambiente había disuelto la cola o largamasa, y por eso cayó al suelo; o, ecuanto hayas hecho el desaguisado, cort

os cordones que unían el espejo a l



pared, y deja que se caiga al suelo, sacorriendo despavorida, díselo a tseñora, maldice al tapicero, y afirm

que has escapado por los pelos de que tcayera en la cabeza. Ofrezco estoejemplos por un deseo mío de defende

a los inocentes, pues inocentciertamente eres si no has roto el espeja propósito, cosa que de ningún mod

disculparía, si no es en respuesta grandes provocaciones.Embadurna de aceite las pinzas, e

atizador y la pala de la chimenea hast

arriba, no sólo para impedir que soxiden, sino también para impedir quos metomentodos gasten la leña de t

amo avivando el fuego.



Cuando tengas prisa, barre el polv llévalo a una esquina de la estancia

pero deja la escoba encima para que n

se vea, pues eso sería una deshonra pari.

No te laves las manos, ni te ponga

un delantal limpio, hasta que hagas lcama de tu señora, por si acaso arrugael delantal o te vuelves a ensuciar la

manos.Cuando cierres las contraventanadel dormitorio de tu señora por lanoches, deja la ventana abierta para qu

entre el fresco y que la habitación estdespejada por la mañana.

Cuando dejes las ventanas abierta

para que entre el aire, pon unos libros



otra cosa en el alféizar, para quambién se aireen.

Cuando barras el aposento de t

señora, no te detengas a recogevestidos sucios, pañuelos, alfileresalfileteros, cucharillas de té, lazos

zapatos o cualquier cosa que tencuentres a tu paso; llévalos con lescoba a una esquina, y ahí puede

cogerlos haciendo un fardo y ahorraiempo.Hacer la cama cuando el tiempo e

caluroso resulta un trabajo mu

aborioso, y es posible que sudes: poeso, cuando adviertas que las gotas tcaen por la frente, enjuágatelas con un

esquina de la sábana, para que no s



vean sobre la cama.Cuando tu señora te mande lavar un

aza de porcelana y ésta se caiga

recógela y jura que tú sólo la has rozadcon la mano y que se ha roto en tremitades; y en este caso debo decirte, as

como a los demás sirvientes, qusiempre debes tener una excusa; ncausa ningún perjuicio a tu amo

disminuye tu falta, como en estejemplo. No te condeno por haber rota taza; resulta evidente que no la ha

roto a propósito, y se te puede rompe

en la mano.A veces deseas ver un funeral, un

pelea, un ahorcamiento, una boda, un

alcahueta en la picota, o algo por e



estilo. Cuando pasan por la calle, tsubes la ventana de guillotinsúbitamente; por desgracia se qued

atascada. No ha sido tu culpa: laóvenes son curiosas por naturaleza,

no te queda más remedio que cortar e

cordón e inculpar al carpintero, a no seque no te haya visto nadie, y entonceeres tan inocente como el resto d

sirvientes de la casa.Ponte el vestido de tu señora cuandella lo deseche; te dará importancia, ngastarás tus ropas, y seguirá luciend

gual.Al poner una funda de almohad

impia a tu señora, abróchala con tre

alfileres de gran tamaño para que no s



salga por la noche.Cuando prepares pan y mantequill

para el té, asegúrate de que todos lo

agujeros de las rebanadas queden llenode mantequilla, para mantener el pablando hasta la cena, y haz que sól

resulte visible la huella de tu dedpulgar en un extremo de todas larebanadas, para que se vea lo limpia qu

eres.Cuando te ordenen abrir o cerracualquier puerta, baúl o armario, y nencuentres su llave o no pueda

distinguirla en el fajo, prueba con lprimera llave que quepa, y gírala coodas tus fuerzas hasta que abras l

cerradura o rompas la llave, pues t



señora te juzgará necia si vuelves sihaber hecho nada.



INSTRUCCIONES A

LA DONCELLA

Suelen ocurrir dos accidentes qumerman las comodidades y beneficiode tu puesto: primero, la execrablcostumbre adoptada por las damas dcambiar sus trajes viejos por porcelana

o de utilizarlos para tapizar butacas, de hacer con ellos retales para pantallasaburetes, almohadones y demás. E

segundo es la invención de pequeñoaparadores y baúles con llave candado, en los que guardan el té y eazúcar, sin los cuales le result



u señora te provoca a hacerlo, anegarte una propina antigua y legaQuizá la dueña de la tienda de té te dé

veces media onza, pero eso sólo seruna gota en el océano, y por tanto memo que te ves obligada, como el rest

de tus hermanas, a pedir fiado y pagarlo con tu salario hasta donde éstalcance, cosa que puedes compensar po

otras vías si tu señora es generosa o ssus hijas poseen considerables fortunas.Si vives con una gran familia y ere

a ayuda de la señora es muy posibl

que gustes al señor, aunque no seas ni lmitad de hermosa que su esposa. En escaso, cuídate de sacarle todo lo qu

puedas, y nunca le permitas tomarse l



menor libertad, ni un apretón en la manoa no ser que te ponga una guinea en ellade manera gradual, hazle pagar d

acuerdo a cada nuevo intentodoblándole la cantidad según laconcesiones que permites, y siempr

pugnando y amenazando con gritar contárselo a tu señora, aunque aceptesu dinero. Cinco guineas por tocar u

seno es un precio irrisorio, aunquparezca que te opones con todas tufuerzas; pero nunca le concedas el favoúltimo por menos de cien guineas, o u

acuerdo de veinte libras al año de povida.

En una familia así, si eres hermosa

podrás elegir entre tres amantes; e



capellán, el administrador y el ayuda du señor. Te recomiendo que en primeugar elijas al administrador, pero s

eres joven y esperas un hijo de tu amodebes unirte al capellán. El que menome gusta es el ayuda de tu señor, pue

suele comportarse de forma vanidosa grosera en cuanto se quita la librea, y sdeja escapar un par de distinciones o l

posición de aduanero en el puerto, no lqueda más remedio que convertirse ebandolero.

Debo prevenirte especialment

contra el hijo mayor de tu señor. Si eresuficientemente diestra, es muy probablque lo empujes a casarse contigo y

hacer de ti una dama, si es un simpl



bribón o un necio (y debe ser una cosa a otra), pero si es lo primero, evítal

como el diablo, pues respeta menos

una madre que tu señor a su esposa, ras diez mil promesas, lo único qu

sacarás de él será un vientre abultado

a gonorrea, y seguramente ambas cosaa la vez.

Cuando tu señora esté enferma

después de una pésima noche eche uncabezada por la mañana, si llega uacayo con un mensaje preguntando po

su estado, no permitas que se pierda e

cumplido; zarandéala suavemente hastque se despierte, entrega el mensajerecoge su respuesta, y déjala dormir.

Si tienes la suerte de servir a un



dama con una gran fortuna, maladministradora has de ser si nconsigues quinientas o seiscientas libra

al separarte de ella. No dejes drecordarle que tiene dinero suficientpara hacer feliz a cualquier hombre; qu

a única felicidad real se halla en eamor; que ella es libre para elegir quien le plazca, sin seguir las directrice

de los padres; que en la ciudad hay todun mundo de caballeros apuestoselegantes, jóvenes y gratos, que seríadichosos muriendo a sus pies; que l

conversación de dos amantes es como ecielo en la tierra; que el amor, como lmuerte, iguala todas las posiciones; que

si se fija en un joven de menor rango



fortuna, su casamiento con él lconvertirla en caballero; que el díanterior has visto en el Mall al alfére

más apuesto y que, si tú tuvieracuarenta mil libras, las pondrías a sdisposición. Cerciórate de que todo

sepan con qué dama vives, que eres sgran favorita, y que siempre atiende us consejos. Acude con frecuencia a

parque de St. James; los hombreelegantes no tardarán en descubrirte, ntentarán introducirte una carta en l

manga o en el escote. Sácatela furiosa

írala al suelo, a no ser que vayacompañada al menos de dos guineaspero, en ese caso finge que no la ves

finge creer que sólo se estaba haciend



el guasón contigo. Cuando vuelvas casa, deja la carta con descuido en edormitorio de tu señora; ella l

encuentra, se enoja; tú afirmas entrprotestas que desconocías su existenciasólo recuerdas que un caballero en e

parque intentó arrancarte un beso, y qucrees que fue él quien te metió la carten la manga o en la enagua y que

además, era el hombre más gentil quamás hubieras visto; que ella puedquemar la carta si así lo desea. Si tseñora es sabia, quemará otro pape

delante de ti, y leerá la carta cuandbayas bajado al piso principal. Debeseguir esta práctica con toda l

frecuencia posible sin incurrir e



riesgos, pero quien mejor te pague cocada carta debe ser el hombre máapuesto. Si un lacayo intenta introduci

una carta en la casa para que se lentregues a tu señora, aunque proceda du mejor cliente, arrójasela a la cabeza

lámale descarado sinvergüenza villano, y dale con la puerta en lanarices; corre junto a tu señora y, com

prueba de tu fidelidad, cuéntale lo quhas hecho.Podría extenderme largamente sobr

este tema, pero confío en t

discernimiento.Si sirves a una señora con ciert

propensión a los galanteos, deberá

emplear mucha prudencia para ocupart



de ellos. Tres cosas son necesarias: eprimer lugar, cómo complacer a tseñora; en segundo lugar, cómo impedi

as sospechas del marido o de lfamilia; y, en último lugar, pero el mámportante, cómo sacarles el mayo

provecho. Darte instrucciones completasobre este importante asunto requeriríun grueso volumen. Todo encuentro en l

casa es peligroso, tanto para tu señorcomo para ti: esmérate por tanto ecelebrarlos en un tercer lugarespecialmente si tu señora, como suced

habitualmente, tiene más de un amantecada uno de los cuales es más celosque mil maridos, y muy infausto

enfrentamientos pueden darse aun con l



mejor de las organizaciones. Nnecesito advertirte de que emplees tubuenas artes principalmente en favor d

aquellos que se muestran más pródigosno obstante, si tu señora se fija en uacayo apuesto, debes tener l

generosidad de permitirle el caprichopues no es cosa singular, sino un apetitmuy natural. No deja de ser la meno

arriesgada de todas las intrigadomésticas, y la que menos sospechadespertaba antaño, hasta qurecientemente se ha vuelto más habitua

El gran peligro de estas familias dseñores, que venden mala mercancía edemasiadas ocasiones, es que pueden n

ener una situación desahogada, y en es



caso tu señora y tú os veréis en aprietosaunque no desesperadas.

No obstante, por decir la verdad

confieso que es una gran osadía por mparte brindarte instrucciones dconducta para los amoríos de tu señora

cuando tú y todas tus hermanas sois yan expertas y profundamente doctas

aunque todo eso sea mucho más difíci

de saber que la ayuda que mis hermanoos lacayos prestan a sus amos esituaciones semejantes y, por ello, dejeste asunto para que lo trate una plum

más diestra.Cuando guardes un vestido de seda

un gorro de encaje en un baúl o u

arcón, deja un trozo fuera para que



cuando vuelvas a abrirlo, sepas dóndestá.



INSTRUCCIONES A

LA CRIADA

Si tu amo o señora se marchan al campdurante una semana o más, no limpies edormitorio o el comedor hasta una horantes de que esperes su regreso. De estmodo, las estancias estará

perfectamente limpias para recibirlos, e ahorrarás la molestia de volverlas

arreglar tan pronto.

Gran ofensa me causan las damacon tanto orgullo y desidia que no smolestan en salir al jardín para haceaguas, pero que poseen un odios



artilugio, a veces en su propio aposentoo al menos en un oscuro armariadyacente, que utilizan para aliviar su

peores necesidades; y tú eres la habituavaciadora del recipiente, que no sólhace que la cámara, sino también su

ropas, resulten ofensivas para todaquel que se aproxima. Pues bien, parcurarlas de esta odiosa práctica, t

recomiendo —a ti, de cuyo trabajforma parte la retirada de este artilugi—, que lo hagas abiertamente, bajandpor la escalera principal, y en presenci

de los lacayos; y, si alguien llama a lpuerta de entrada, ábrela mientrasostienes el recipiente lleno. Éste será e

único modo de que tu señora se tome l



molestia de hacer sus necesidades en eugar indicado, para no enseñar sunmundicias a todos los sirvientes de l

casa.Deja un cubo de agua sucia con l

escoba dentro, una carbonera, un

botella, un cepillo, un orinal, y otracosas igualmente feas, en una puertcegada o en la parte más oscura de la

escaleras de atrás, para que no se vean si la gente se parte la espinilla aropezar con ellas es culpa suya.

No vacíes los orinales hasta qu

estén casi llenos. Si eso sucede dnoche, vacíalos en la calle, si de día, eel jardín, pues sería una labo

nterminable bajar una docena de vece



del desván y las estancias superiores aardín; pero nunca los laves con otríquido que no sea el suyo propio, pue

¿qué muchacha limpia metería la manen la orina de otras personas? Y, pootro lado, el olor de los orines, como h

observado antes, resulta admirable paros vapores, cosa que, con sum

probabilidad, padece tu señora.

Limpia las telarañas con una escobsucia y mojada, pues así se pegarámejor, y las bajarás con mayoeficiencia.

Cuando cepilles la chimenea desalón de los señores por la mañanaecha las cenizas de la noche anterior e

un tamiz, y lo que se filtre, cuando baje



al piso inferior, hará las veces de arenpara lavar la habitación y las escaleras.

Cuando hayas limpiado el latón y e

hierro de la chimenea del salón privadodeja el paño húmedo y sucio en la sillmás cercana, para que tu señora vea qu

no has descuidado tus labores. Observa misma regla cuando limpies la

cerraduras de latón, pero añadiéndol

algo: deja las huellas de tus dedos en lapuertas, para mostrar que no lo haolvidado.

Deja el orinal de tu señora en l

ventana de la alcoba todo el día, parque se airee.

Sube únicamente los troncos grande

al comedor y al dormitorio de tu señora



dan el mejor fuego, y si los encuentrademasiado grandes, es fácil romperloen la chimenea de mármol.

Cuando te acuestes no olvideocuparte del fuego: apaga la vela de usoplido y métela debajo de tu cama

ota: El olor de la mecha es muy buenpara los vapores.

Convence al lacayo que te ha dejad

encinta para que se case contigo antes dque cumplas seis meses en estado, y si tseñora te pregunta por qué aceptas a uhombre que no vale ni cuatro peniques

responde que el servicio no es unherencia.

Cuando la cama de tu señora est

hecha, mete el orinal debajo de ella



pero de modo que al mismo tiempeches la cenefa hacia atrás, para questé listo y se pueda ver cuando t

señora tenga necesidad de utilizarlo.Encierra un gato o un perro en un

habitación o un armario, para que cause

un estruendo en toda la casa y ahuyentea los ladrones, si alguno intenta irrumpio adentrarse en la casa.

Cuando limpies una de lahabitaciones que dan a la calle por lnoche, tira el agua sucia por la ventande la calle, pero cerciórate de no mira

delante de ti, no vaya a ser que aquellosobre los que cae el agua te creamaleducada y que lo has hecho

propósito. Si el que lo padece romp



una ventana como venganza, y tu señore reprende y te ordena tajantemente qu

bajes el cubo y lo vacíes en e

fregadero, cuentas con una fácisolución. Al limpiar una de lahabitaciones del piso superior, baja e

cubo de forma que el agua gotee por laescaleras hasta la cocina, y así no sólserá menor tu carga, sino qu

convencerás a tu señora de que es mejoirar el agua por las ventanas o por loescalones de la puerta de entradaAdemás, esta última costumbre será mu

divertida para ti y para la familia en lanoches de helada, cuando veáis a cientode personas cayendo de bruces o d

espaldas en vuestra puerta al congelars



el agua.Frota y saca brillo a las chimeneas

a las repisas con un paño mojado co

aceite; es lo que más las hace brillar, son las damas quienes deben cuidar dsus enaguas.

Si tu señora es tan bondadosa ququiere que limpies la habitación coasperón[6], asegúrate de hace

hendiduras de seis pulgadas con lpiedra en la parte inferior de los panelede la pared, para que tu señora vea quobedeces sus órdenes.



INSTRUCCIONES A

LA LECHERA

Hacer mantequilla es muy fatigoso; poagua hirviendo en la mantequera, aunqusea verano, y haz la mantequilla cercdel fuego de la cocina, con crema de unsemana. Guarda la crema para t

enamorado.



INSTRUCCIONES

AL AYA

Si el niño está enfermo, dale lo ququiera comer o beber, aunque el médico haya prohibido expresamente, pue

aquello que anhelamos en la enfermedanos hace bien, y tira la medicina por l

ventana: el niño te querrá más, pernstale a que no lo cuente. Haz lo mism

con tu señora si desea algo cuando est

enferma, y prométele que le sentarbien.Si tu señora entra en la habitación d

os niños y propone dar unos azotes



uno de ellos, arráncaselo enfurecida dile que es la madre más cruel quamás hayas visto. Ella te regañará, per

e querrá más. Cuenta a los niñohistorias de fantasmas cuando vayan lorar, etcétera.

Encárgate de destetar a los niñosetcétera.



INSTRUCCIONES

AL AMA DE CRÍA

Si el niño se te cae y lo dejas lisiado, no confieses de ninguna manera; y s

muere no corres peligro.Esfuérzate por quedar encinta l

antes posible mientras das el pecho

para estar lista para otro servicicuando el niño que amamantas muera e desteten.



INSTRUCCIONES A

LA LAVANDERA

Si quemas la ropa con la plancha, frotese sitio con harina, piedra caliza o tiza si no sirve de nada, lávala hasta qu

no se vea o quede hecha harapos. Lavsiempre tu ropa primero.

Sobre desgarrar la ropa al lavarla.Cuando la ropa esté colgada en l

cuerda o en un seto y llueva, recógela d

un tirón aunque la desgarres, etcéteraPero el lugar para colgarla son loóvenes árboles frutales, especialment

cuando están en flor: la ropa no se rasga



INSTRUCCIONES

AL AMA DE

LLAVES

Siempre debes tener un lacayo favoriten quien poder confiar, para ordenarlque esté muy vigilante cuando retiren e

segundo plato y que te lo lleve a tdespacho sin correr riesgos, para que eadministrador y tú podáis comer ubocado juntos.



INSTRUCCIONES A

LA TUTORA O

INSTITUTRIZ

Di que a los niños les pican los ojosque la señorita Betty no se concentra esu libro, etcétera.

Haz que las señoritas lean novelanglesas y francesas y libros dcaballerías franceses, y todas lacomedias escritas en los reinados de

Carlos II y del rey Guillermo, pardulcificar su naturaleza y hacerlacompasivas, etcétera.



JONATHAN SWIFT (Dublín, 1667-id1745). Escritor irlandés. Estudieología en el Trinity College de Dublín tras estallar la guerra civil se traslad

a Inglaterra, donde obtuvo el puesto dsecretario del diplomático sir WilliaTemple, pariente lejano de su madre

Conoció a Esther Johnson, la hija d



Temple, quien se convertiría en ldestinataria de una serie de cartantimas, publicadas póstumamente e

1766 con el título de Cartas a Stell

Journal to Stella); algunos biógrafosostienen que llegó a casarse con ella e

secreto.Las malas relaciones con su protector llevaron otra vez a Dublín, donde s

ordenó sacerdote en 1694. Después drabajar un año en la parroquia d

Kilroot, y reconciliado con Temple

regresó a Londres para participaactivamente en la vida política, religios literaria de la ciudad. Aunque en u

primer momento estuvo cercano a lo



whigs, tras la subida al poder de loories escribió una serie de panfletos e

su favor y contra los whigs que s

caracterizaron por su gran agudeza mordacidad, y que le llevarofinalmente a dirigir el Examiner

periódico del Partido Conservador.En su panfleto La conducta de lo

aliados (The Conduct of the Allies

1711) acusaba al Partido Liberal dalargar en interés propio la guerra dSucesión española, lo que motivó l

dimisión del comandante de las fuerzaarmadas.

La habilidad como satírico de Swift s

evidencia en sus primeros libros: L



batalla de los libros (The Battle oBooks, 1697) ridiculiza las discusioneiterarias en boga que contraponían l

calidad de las obras de la Antigüedad as modernas, adoptando el autor un

posición favorable a los clásicos

mientras que Historia de una bañerTale of a Tub, 1704), sátira sobre l

pretenciosidad e hipocresía en el terren

de la religión y la literatura, le supuso lpérdida de sus prerrogativas en lglesia Anglicana.

Tras la muerte de su protector, en 1699se había trasladado a Irlanda, donde traejercer diversos cargos eclesiásticos funombrado deán de la catedral de Sa



Patricio (1713-1745). Realizó poentonces numerosos viajes a Londrepara mantener su actividad política

hasta que en 1718, con la caída degobierno, perdió toda su influencia.

Entre 1724 y 1725 publicó una serie dpanfletos a favor de la monedrlandesa, las Cartas de un pañer

Drapiers letters, 1724), qu

significaron la revocación del permispara acuñarla, y más tarde Una modest

roposición (A modest proposal, 1729)

en la que ironizaba sobre la posibilidade vender a los hijos de los irlandesepobres como alimento para los inglesericos, para el bien de la patria y d



ambas clases sociales. Por estas obrasería considerado más adelante como uhéroe del nacionalismo irlandés

Afectado al parecer por un tumocerebral, sus últimos años se vieromarcados por una progresiva demencia.

La obra que indiscutiblemente aseguró Swift la gloria literaria fue su novelViajes de Gulliver (Gullivers Travels

1726), sátira imaginativa y pesimista da sociedad que se convertiría

curiosamente, en un éxito de la literatur

nfantil. El descubrimiento por parte deprotagonista de países imaginariosntegrados por ejemplo por sere

minúsculos (Lilliput) o gigante



Brobdingnag), le sirve al autor paranzar una sátira aguda e inmisericord

sobre la política y las relacione

sociales de su época, de un tonnegativo rayano en la misantropía. Eestilo de Swift, austero y directo

alcanza sus mejores resultados en lsátira, el género que siempre cultivó en el cual demostró sus inmensas dote

maginativas y para la crítica social.



Notas



1] David Garrick (1717-1779), famos

actor y dramaturgo inglés, amigo seguidor de Samuel Johnson. (N. del T.)<<



2] Una calle y una puerta del centro d

Londres, respectivamente. (N. del T.) <<



3] Antiguamente, cuando se hablaba d

«los vapores», se estaba hablando de uacceso de histeria supuestamentcausado por unos vapores. (N. del T.)

<<



4] Una importante prisión londinense

N. del T.). <<



5] Seguramente se trata de un

referencia a la popularísima novelpicaresca las aventuras de Gil Blas d

Santillana (1715-35), de Alain-René L

Sage (1668-1747), y traducida (o mábien adaptada) al inglés por TobiaSmollett (1731-71) en 1749. (N. del T.)<<



6] Piedra arenisca que antiguamente s

l b f (N d l T ) <<

instrucciones a los sirvientes jonatan swift

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