INNOVACIÓN DE LA POLICÍA INNOVACIÓN DE LA POLICÍA JUDICIAL EN LA REFORMA JUDICIAL EN LA REFORMA

JUDICIAL.JUDICIAL.

LIC. HUGO ISAAC ARZOLA MUÑOZDIRECTOR GENERAL DE LA POLICÍA

JUDICIAL

● En el presente trabajo se hace un brevísimo recorrido, como ha venido evolucionando el concepto de policía desde tiempos pretéritos; en Esparta, Atenas, Roma, en la cultura Azteca; en la época de la colonia, independencia y a partir del siglo XX; además el nuevo concepto de policía en este siglo.

● Se exponen los motivos de donde surge el concepto de policía judicial, mismo que origina la inquietud del suscrito para que exista una reingeniería cuantitativa y cualitativa; esto es, no sólo la simple desconceptualización en sí para su mejor descripción; sino un término que defina con claridad la labor de investigación de esta corporación.

PRÓLOGOPRÓLOGO

• Desde las etapas primitivas, es marcada la tendencia del ser humano de asociarse para establecer medidas de seguridad personal, respeto a la libertad, a la propiedad.

• En los tiempos pretéritos las funciones policiales eran realizadas por los jefes de familia, pero más tarde cuando los pueblos se convirtieron en grupos mas grandes y complejos que el simple núcleo familiar.

MARCO HISTÓRICO

• Entre las Polis Griegas destacan Esparta y Atenas, la primera con un carácter netamente militar.

• En Roma encontramos la Lex Lucerina, ley o reglamento de principios del siglo II a. de C. trata algunas cuestiones de policía; además la Ley lulia Municipalis, (año 43 a. de C.), para reglamentar la policía en Roma; la Lex Municipalis Tarentina, dictada para la Ciudad de Tarento en fecha posterior al 90 a. de C. y anterior al año 62 a. de c., que reglamentaba los servicios de policía en la ciudad como en los caminos.

• Etimológicamente, la palabra policía, “evoca, ante todo, un concepto de protección. En efecto la palabra proviene del griego (polis) que quiere decir ciudad y de su derivado (politeia) que significa organización de la Ciudad”.[1] Otra traducción de la palabra policía “proviene del latín “Politia” y del griego “Politeis”, o sea el buen orden que se observa y guarda en las ciudades y repúblicas, cumpliéndose las leyes u ordenanzas para su mejor gobierno.”[2]

[1] Couvernement du Québec, Orgnisation el fonctions policeres (Québes: Service general des mayens d’ enseignement 1980, Pág.7.)[2] Diccionario Enciclopédico Hispano-Americano. Tomo XVI. Pag. 918. Ed. W. Jackson N. N.

• “En el derecho azteca, la policía facilitaba la seguridad y el pacífico desenvolvimiento de los grupos sociales. Los Pochtecas (comerciantes) llevaban a cabo algunas actividades de carácter policíaco. La función preventiva la desempeñaban los Comtecpampiquex, quienes cuidaban el orden y vigilancia a todo sujeto de mala conducta o con antecedentes criminales, previendo de este modo, la comisión de nuevos hechos delictuosos. La función persecutoria la llevaban a cabo individuos llamados Topilli, aprehendían a los delincuentes y los conducían de inmediato ante la autoridad respectiva, sin olvidar que detrás de los jueces estaban los empleados inferiores, que no eran otros que los policías cuya función era cuidar y hacer cumplir las sentencias.”[4]

[4] MARTÍNEZ GARNELO Jesús. Policía Nacional Investigadora del Delito. Editorial Porrúa. Primera Edición, Pág. 25, México, 1999.

• En el régimen de la Colonia, existieron dos tipos de policía: una de simples vigilantes nocturnos que tenían a su cargo el cuidado del orden de la ciudad y de los bienes de los ciudadanos; su función era, desde poseer las llaves de los domicilios, hasta la detención de los sospechosos, y los “alguaciles” funcionarios dependientes de los jueces, para la práctica de diligencias, hacer comparecer a testigos y ejecutar aprehensiones.

• La recopilación de las Leyes de los Reinos de Indias de 1680, constituyó el cuerpo principal de las leyes vigentes durante la colonia y este ordenamiento comprende disposiciones de policía, prisiones y Derecho Penal.

• “El veinticuatro de enero de 1878 se implantó un nuevo reglamento de policía en el que las comisiones de seguridad pasaron a realizar funciones reservadas a la policía judicial, con atribuciones para auxiliar a jueces y al inspector general de policía en la captura de delincuentes, así como en la integración de pruebas en juicios criminales.”[5]

[5] MARTÍNEZ GARNELO Jesús. Policía Nacional Investigadora del Delito. Editorial Porrúa. Primera Edición, Pág. 149, México, 1999.

• Por lo que respecta a la Policía “Judicial”, existen antecedentes en nuestro país que reflejan que el Ministerio Público fue parte del Poder Judicial y la persecución de los delitos estuvo a cargo de los Jueces. La función del Ministerio Público se ejerció por los Síndicos de los Ayuntamientos, quienes podían consultar con el fiscal adscrito al tribunal cuando lo estimaren necesario.

• Esencialmente, como lo determina el primer párrafo del artículo 21 Constitucional; “la investigación y persecución de los delitos incumbe al ministerio público, el cual se auxiliará con una policía que estará bajo su autoridad y mando inmediato”; de manera que la corporación que auxilia en la investigación y persecución de los delitos al ministerio público, es la policía judicial.

INTRODUCCIÓN

• En la actualidad, como en líneas precedentes se señaló; la Policía Judicial del Estado de Puebla lleva a cabo el cumplimiento de mandamientos provenientes del Poder Judicial, Ministerio Público, así como de Autoridades Administrativas; además, constitucionalmente dicha Policía lleva a cabo un papel importante en el combate frontal a la delincuencia, realizando labores de investigación en contra de los sujetos dedicados a cometer ilícitos.

• Creemos y tenemos la firme convicción que debemos cambiar la imagen de la Policía Judicial reflejada como personal con una pobre capacitación, de escasos conocimientos en las disciplinas de criminalística, criminología, psicología criminal y otras que contribuyen al desempeño de una mejor y eficaz investigación, buscando una adecuada capacitación en esta corporación policíaca tan vilipendiada en el país, a la par de cambiar la denominación de Policía Judicial por Dirección General de Investigación Policial.

DIRECCIÓN GENERAL DE INVESTIGACIÓN POLICIAL

• Al observar el marco constitucional, la Policía Judicial en nuestro Estado, actualmente se encuentra bajo el mando inmediato del Ministerio Público quien tiene como facultad exclusiva la investigación y persecución del delito, así lo determina el artículo 21 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

• Considero, que sería conveniente cambiar la denominación de “Policía Judicial”, por cuatro razones fundamentales:

INNOVACIONES

• Primero.- Ajustarse al texto normativo constitucional, al establecer el artículo 21 de nuestra Carta Magna, que se requiere de una policía profesional, honesta y eficiente.

• Segundo.- La corporación en su función de investigación y persecución del delito, que corresponde al ámbito de procuración de justicia. El “Poder Judicial”, en su función de órgano encargado de administrar justicia, actividad que aunque vinculada entre sí a la procuración de justicia corresponde a funciones distintas y a órganos de poder diferentes.

• Tercero.- Quitar el estigma que tienen actualmente los agentes investigadores, de ser policías impreparados, corruptos que violan los derechos humanos, que atentan contra las libertades de los ciudadanos. Si bien es cierto, esta etiqueta, no se va a quitar cambiando de denominación a la corporación, puede ser el inicio de un proceso de transformación, de capacitación y de profesionalización de los elementos, hacia una nueva cultura policial en la Institución que vaya dirigida a consolidar una policía eminentemente profesional.

• Cuarto.- Se ajustaría a la reforma constitucional de hacer de las corporaciones -Direcciones Especializadas de Investigación.

• Consideramos que en atención a las funciones que desempeña la corporación y las múltiples actividades que llevan a cabo sus integrantes debemos considerar el cambio de su denominación por la de “Dirección General de Investigación Policial”, término que describe de manera exacta las actividades que llevan a cabo y que forman parte de la vida cotidiana de los Policías “Judiciales” de nuestra Entidad, que en lo futuro se denominarían “Agentes Investigadores”; quienes no únicamente se concentran en labores de investigación y cumplimientos de mandamientos de autoridades competentes, si no que va más allá, con acciones preventivas encaminadas a ganar terreno a la delincuencia, pues así como las sociedades evolucionan, las corporaciones policíacas también necesariamente lo tienen que hacer, dotándolos en su momento de los instrumentos necesarios para poder hacerlo.

• Incorporar a los elementos Investigadores a un proceso de capacitación y profesionalización permanente, orientado a formar agentes que sean verdaderos profesionales de la investigación, a fin de que se cumpla con el contexto constitucional.

PARADIGMAS PUNITIVOS Y PARADIGMAS PUNITIVOS Y PREVENTIVOS DE LA PREVENTIVOS DE LA

SEGURIDAD PÚBLICA EN SEGURIDAD PÚBLICA EN PUEBLA.PUEBLA.

LIC. HUGO ISAAC ARZOLA MUÑOZDIRECTOR GENERAL DE LA POLICIA

JUDICIAL

La Seguridad Pública, por disposición La Seguridad Pública, por disposición constitucional compete a los tres niveles de constitucional compete a los tres niveles de

GobiernoGobiernoa)a) La La FederaciónFederaciónb)b) EstadosEstadosc)c) MunicipiosMunicipiosCada ámbito, tiene una competencia debidamente Cada ámbito, tiene una competencia debidamente delimitada por nuestra Ley Suprema; de manera que delimitada por nuestra Ley Suprema; de manera que ningún orden de gobierno puede:ningún orden de gobierno puede: CentralizarCentralizarf)f) ControlarControlarg)g) ConcentrarConcentrarNinguna potestad, que no le ha sido conferida.Ninguna potestad, que no le ha sido conferida.

Uno de los principales retos en materia de seguridad pública, es que cada orden de gobierno asuma su propia responsabilidad y pueda establecer consensos sobre la base del respeto al pacto federal, reconociendo su ámbito de competencia, sus limitaciones, sus problemas pero también su potencial.

 Es indudable que la seguridad pública, se enmarca en dos

paradigmas: el modelo punitivo y el modelo preventivo.

I.- El primer enfoque como sabemos, se basa fundamentalmente por mandato constitucional en la investigación, persecución y castigo del delincuente.

 

II.- Mientras el sistema preventivo se dirige hacía las causas que originan la delincuencia y las acciones que habrán de realizarse para evitarla o disminuirla.

  Lo que comento no es nada novedoso; sin embargo,

sabedor de que se han hecho grandes esfuerzos para rediseñar el nuevo papel de nuestras corporaciones, es importante analizarlo.

  Considero que esta reunión es crucial para hacer una

reflexión sustantiva sobre el papel que juega la Policía Judicial, a fin de definir horizontes de corto, mediano y largo plazo sobre nuestra función.

La reorientación del papel de las corporaciones policiales debe promover un desempeño eficaz de funciones preventivas, disuasivas y de desactivación de las conductas criminales, que en su conjunto favorezcan la capacidad de esta entidad federativa, para garantizar las condiciones que apoyen un adecuado desarrollo del individuo y protegerlo de las actividades delictivas que amenacen su vida, su integridad corporal, su libertad, sus bienes, posesiones o derechos, por ser una garantía de seguridad jurídica que otorga el Estado como un derecho fundamental.

Actualmente nuestra función es ser una policía eminentemente reactiva, actuamos movidos por el impulso del delincuente, por la inercia del fenómeno delictivo, siempre esperamos la reacción del criminal, para actuar; ¿Qué acaso no es mejor para la sociedad, anticiparse a las conductas delictivas, a tener que investigar cuando existe una victima y una afectación, a la integridad corporal, a una vida o el detrimento a los bienes de los afectados?, es necesario presenciar cotidianamente el drama penal para actuar.

Habrá muchas conductas delictivas que no podemos evitar, pero también hay delitos que se cometen por falta de medidas preventivas, inhibitorias, o disuasivas.

 

Es cierto que existen corporaciones encargadas de la prevención del delito; sin embargo, hemos sido criticados en algunos estados de la República, cuando se observa que las corporaciones judiciales tienen escasa efectividad en materia de combate a la delincuencia.

Otro argumento es, que no se tiene el suficiente personal para realizar labores preventivas, ya que el cien por ciento de personal se dedica a las actividades de investigación y persecución del delito, creo que ninguna corporación tiene el suficiente personal, es mejor racionalizar la actividad, a través de un plan estratégico de prevención, en donde se realice esta doble función de manera racional y estratégica.

Otra razón es, que el artículo 21 Constitucional establece como facultad exclusiva del Ministerio Público, la investigación y persecución del delito, el cual se auxilia de una policía que está bajo su autoridad y mando inmediato; no obstante, el concepto moderno de seguridad pública, nos lleva a determinar que las corporaciones encargadas de investigación y persecución del delito, también deben realizar labores de prevención.

El incremento de los índices delictivos en nuestra ciudad, en algunas entidades federativas, y en otras el no poder disminuir los márgenes de criminalidad, no se debe a la falta de trabajo, a la falta de operatividad y el de realizar acciones encaminadas a estos fines, tampoco a la falta de equipamiento, tecnología, infraestructura, telecomunicaciones, capacitación; más bien nos deja entrever que el problema de la seguridad pública y de combate a la delincuencia, no únicamente es un problema de policías y delincuentes, de agraviados y victimarios, de investigación y persecución del delito, sino un problema más complejo que requiere un tratamiento estratégico de prevención y analizar el delito bajo una perspectiva criminológica.

De esta reflexión surge la trascendencia de impulsar un plan de prevención estratégico, en donde la policía judicial y las demás corporaciones del Estado, no solo adopten un papel reactivo, que intervenga únicamente cuando el niño ya se cayó al pozo; sino una policía que tenga una doble faceta, que sea:

 A) PREVENTIVA; yB) REACTIVA.

 Una policía preventiva en cuanto comprenda que es mejor

anticiparse al delito, que vivir el drama penal que sufren las víctimas. A través de la instauración de un plan de prevención que comprenda diversas acciones; algunas de ellas serían:

 

a.1. Programas de prevención al delito de robo y asalto al sector comercial, empresarial, bancario, en coordinación con las cámaras de estos sectores y con las demás corporaciones policíacas.

a.2.- Programas de prevención contra delitos sexuales.

a.3.- Programas de prevención de delitos contra la vida y la integridad corporal.

a.4.- Programas de prevención de delitos contra chantaje, secuestro, etc.

a.5.- Campañas permanentes para la prevención y combate al delito a través de los diferentes medios masivos de comunicación.

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a.6.- Operativos y labores de inteligencia en zonas de alta peligrosidad.

a.7.- Diseñar mapas geo-referenciales de los lugares de mayores índices delictivos para aplicar acciones de prevención.

a.8.- Diseñar mapas geo-referenciales de los delitos de mayor impacto social.

a.9.- Programas de enlace con la comunidad de los cuerpos policíacos.

a.10.- Programas de prevención en los planteles educativos; etc.

En todos estos programas, campañas y operativos deben participar las corporaciones encargadas de la prevención y de combate a la delincuencia, para ello se requiere un proceso de capacitación, actualización y profesionalización para que tengan los conocimientos y los instrumentos técnicos operativos para esta actividad.

 

La reorientación de los cuerpos policíacos implica una reformulación estructural y el cambio de paradigma tradicional en donde se tenga igual prioridad, la prevención y la reacción, un modelo estratégico, que tenga un enfoque anticipatorio y preventivo del delito y un plan de acción que combata la mediana y alta delincuencia a fin de conocer la flexibilidad y movilidad de las organizaciones criminales, su centro de operaciones, los territorios donde cometen los crímenes, las rutas que utilizan, el modo de operar, el número de integrantes, incluso los vehículos que utilizan, sus antecedentes criminales, es decir conocer toda su capacidad y estructura.

Es decir, desde el punto de vista policiaco la redefinición implicaría adaptar el papel de una policía reactiva, a una policía con una doble faceta, ser una policía reactiva pero funcionalmente preventiva, ya que todas las corporaciones que forman el aparato de seguridad pública de cada entidad federativa, debe promover un desempeño eficaz de funciones preventivas, disuasivas y de desactivación de conductas delictivas, que en su conjunto favorezcan condiciones de gobernabilidad y protección de los derechos fundamentales de los gobernados.

CONCLUSIÓN

El establecimiento de un Plan Estatal de Prevención que comprenda acciones de interacción -sociedad y autoridades encargadas de la Seguridad Pública- a fin de establecer programas de prevención, el diseño de mapas geo-referenciales para que en los lugares de mayor incidencia delictiva se realicen operativos tendentes a disminuir los índices de criminalidad, convirtiendo las zonas de alta peligrosidad en lugares seguros en donde se preserve el respeto a los derechos fundamentales.