ingeniería industral nº 253

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Revista Ingeniería Industrial número 253, editada en el mes de noviembre por el Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Andalucía Occidental. El tema central de esta edición está enfocado a la historia de la Ingeniería Industrial en Andalucía y España.

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NOVIEMBRE 2015 Ingeniería Industrial 3

N O V I E M B R E 2015 /N253 ÍNDICE

Edita:

Director:

Redacción, Diseño y Maquetación:

Coordinación de contenidos:

Depósito Legal:

ISSN:

Colegio Oficial de Ingenieros de Andalucía Occidental (COIIAOc)C/ Dr. Antonio Cortés Lladó, 6. Edificio Madeira. 41004 SevillaTeléfono: 954 416 111Fax: 954 416 300Web: www.coiiaoc.comEmail: [email protected]: Aurelio Azaña GarcíaVicedecanoManuel López CaseroSecretario: Daniel Miranda Castán

Aurelio Azaña García

Seis60 Comunicación S. C. A.

Horacio Picón, José Luis Fernándezy Alicia Casado

SE 1323-2013

2341-1373

La historia de la Ingeniería Industrial

EDITORIAL. Aurelio Azaña, decano del COIIAOcLOS INGENIEROS INDUSTRIALES OPINANINFORME. La historia de la Ingeniería IndustrialREPORTAJE. El uniforme de los ingenieros industrialesENTREVISTA. Néstor Goikoetxea, presidente de la revista DYNA ESPECIAL. Los decanos del COIIAOcREPORTAJE. Grandes escuelas de Ingeniería Industrial en España Ingenieros por el mundo: José Alberto Gilingeniero industrial en Brasil entrevista Irene Campos, expresidenta de UPADIIngenieros en otros campos: Sor Mª Dolores Ruizingeniera industrial y doctora en Teologíaentrevista Alfredo Arias, decano del Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de BalearesPERFIL. Manuel Velasco de PandoPERFIL. Francisco de Paula RojasFUPIA. Estación ferroviaria Plaza de ArmasAIIAOC. La Organización de la Ingeniería Industrial en Andalucía hasta la creación de los colegiosLOS ALUMNOS OPINANFormación COIIAOcRecomendaciones

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Hablar de profesiones con más de 150 años de trayectoria puede resultar, sobre todo para los más jóvenes, algo pasado de moda, rancio, caduco, y más en un mundo donde la inmediatez es lo que prima, en el que el presente es lo que vale, donde lo fugaz es la tónica general.Conforme van pasando los años, vamos aprendiendo a valorar que el tiempo es necesario para consolidar el estado de las cosas y que lo que ahora está naciendo, probablemente dentro de unos años sea ya historia. Cualquier persona saborea mejor un vino de reser-va que otro de temporada que hay que consumir en el acto para que no se estropee.Conocer la historia del ingeniero industrial es conocer cómo una profesión se ha ido depurando con el pasar de los años para aco-plarse a la razón de utilidad que debe primar en todas las profesio-nes al servicio de la sociedad.Así es como los ingenieros industriales llevamos 159 años trans-formando nuestro entorno, haciéndole la vida (ya de por sí compli-cada) más agradable y sencilla a nuestros conciudadanos, e inten-tando controlar la naturaleza (si es que eso es realmente posible).En esta ocasión hemos querido hacer un homenaje a nuestros an-tecesores, a las personas que con una clara vocación por la Inge-niería Industrial fueron capaces de llevar el prestigio de una profe-sión hasta el momento actual.Lamentablemente, los profesionales de la Ingeniería tenemos más tendencia a pasar desapercibidos en la historia. No ocurre lo mis-mo con los políticos, aristócratas, novelistas, futbolistas o actores a los que todo el mundo recuerda. ¿Quién recuerda el nombre de al-gún ingeniero por sus contribuciones a la sociedad? Posiblemente nadie o casi nadie. Sin embargo, ellos son los artífices del progreso de la técnica y de introducir tecnologías como la fabricación de coches o la generación de electricidad a partir del vapor, que luego dio lugar a la electricidad en las fábricas, la cual a su vez pasó a las viviendas, mejorando la calidad de vida de las personas. Ambas tecnologías, por citar un par de ellas, han tenido una transcenden-cia en el desarrollo de la sociedad sin parangón y todo ello se lo de-bemos a esos ingenieros que hoy mencionamos en nuestra revista.Si hacemos un recorrido por la historia de la Ingeniería, yo empezaría hablando de don Agustín de Betancourt, insigne ingeniero militar que fundó la primera escuela de ingenieros de caminos, canales y puertos. Como todos los genios, nadie es profeta en su tierra y tuvo que hacer sus principales contribuciones a la Ingeniería fuera de España, ya que trabajó durante muchos años para los zares rusos.Posiblemente uno de los ingenieros industriales a lo largo de la histo-

editorialEL FUTURO SE ESCRIBE DESDE EL PASADO

AurelioAzaña GarcíaDecano del COIIAOc

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ria que más me han llamado la atención es don Francisco de Paula Rojas. Nacido en Jerez de la Frontera se graduó como ingeniero industrial por la Real Escuela Industrial de Madrid en la primera promoción y fue uno de los principales introductores de la electricidad y del alumbrado en España. Fue también un gran divulgador de los aspec-tos técnicos de la electricidad, ya que fundó y dirigió la revista ‘Electricidad’. Andalucía ha estado muy ligada al ingeniero y a la Ingeniería Industrial. No en vano, desde el inicio de la titulación en 1850, cuatro centros impartieron desde los albores esta titulación que se ha preservado con éxito hasta nuestros días. Eran la Escuela Industrial de Madrid, la Escuela Industrial Sevillana, la Escuela Industrial de Barcelo-na y la Escuela Industrial de Vergara. Desafortunadamente todas ellas (salvo la de Barcelona que fue apoyada por diversas instituciones locales y regionales) cerraron por motivos económicos y porque los políticos de la época, cortoplacistas y con poca perspectiva de lo que sería después esta profesión, no apoyaron con recursos públicos su continuidad. Para mí, esa fue una de las principales razones de que en España se perdiese el tren de la revolución industrial: la falta de ingenieros bien preparados capaces de asimilar e implantar los conocimientos técnicos que se es-taban sucediendo constantemente en la Inglaterra del siglo XIX.Otro del los ingenieros, en este caso ingeniero naval, que tuvieron mucho que ver con el desarrollo industrial y el progreso económico de España fue don Gregorio López Rodó que, como ministro de Industria durante el franquismo, desarrolló como tecnócrata el modelo moderno de las industrias del siglo XX. Hay que reconocerle la contribución al progreso industrial de España, sin entrar en los planteamientos políticos con los que podemos estar en desacuerdo.Si estas personas fueron capaces de destacar fue principalmente porque eran per-sonas singulares, personas capaces de asimilar los conocimientos y generar otros nuevos haciendo con ello que la sociedad progresase. Pero también se vieron arro-pados por un sistema educativo que les proporcionó los conocimientos básicos y las capacidades apropiadas para que pudiesen destacar. La pregunta que me hago es si el modelo educativo actual nos permitirá formar a los futuros ingenieros que deberán continuar la labor de genialidad y creatividad que necesitaremos en los próximos años. De esta forma se podrán asimilar los cambios tecnológicos tan bruscos que se están produciendo y no perderemos el tren de la próxima revolución industrial que nos aguarda, como ya perdimos en su día el tren de la primera (cuyo elemento más representativo fue precisamente la máquina de vapor). Particularmente, tengo mis dudas de que estemos formando a nuestros jóvenes ingenieros en la dirección adecuada y voy a hacer todo lo que esté en mi mano para garantizar una formación de los próximos ingenieros industriales acorde a las ne-cesidades de los tiempos actuales que, seguramente, serán más exigentes que las que se encontraron nuestros antecesores en 1855 y años siguientes. En palabras de Goethe: “El viejo orden acaba de sucumbir. Un mundo nuevo ha nacido hoy. Yo estuve allí y lo vi.”

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LOS INGENIEROSINDUSTRIALES OPINAN

EL PLAN NACIONAL DEL PATRIMONIO INDUSTRIALOcurrió en Inglaterra en el año 1962 un hecho clave que hizo que se comenzara a valorar el patrimonio industrial. Sin ningún tipo de respeto por la instalación, se consintió el derribo de la estación de ferrocarril Euston para construir otra más moderna. Esta actuación causó un gran im-pacto en la sociedad de la época y movilizó a una buena parte de la población, lo que provocó que se comenzara a valorar el patrimonio industrial. Euston había sido la primera estación ferroviaria del interior de Londres. Ese bello edificio incluía un gran hall en estilo clásico, con numerosas esculturas alegóricas. Se había inaugurado en 1837 y su tráfico iba en aumento rápidamente, por lo que recibió ampliaciones sucesivas, hasta que en los años sesenta todo el conjunto fue demolido y sustituido por un edificio completamente nuevo.Desde ese momento fue aumentando el interés por el patrimonio industrial, primero en Gran Bretaña, posteriormente fue extendiéndose por Bélgica, Alemania y Francia, y más tarde por el resto de Europa y por países de otros continentes. En España, desde la década de los ochenta, el campo de la arqueo-logía industrial se ha ido desarrollando también con gran fuerza, apareciendo numerosos grupos de defensa del patrimonio histórico industrial.En 1978 se creó el TICCIH (The International Committee for the Conservation of the Industrial Herita-ge), comité encargado de estudiar, inventariar, conservar y difundir el patrimonio industrial, además de fomentar la relación entre las personas interesadas en esta materia a nivel internacional. Es evidente que se han perdido muchos testimonios de la industrialización, pero ello no ha impedido que el patrimonio industrial se haya convertido en un verdadero bien cultural de carácter nacional.En estos momentos existe un ambiente favorable para su conservación y estudio, pero no ha sido fácil llegar hasta aquí; tuvieron que transcurrir varios años hasta la publicación de la Ley 16/85 del Patrimonio Histórico de España, que fue el fundamento legal de la existencia del Plan Nacional de Patrimonio Industrial.

Inés Durán MonteroPresidenta de la Fundación PatrimonioIndustrial de Andalucía

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Los principios rectores de dicho Plan, ultimado y puesto en marcha con participación de expertos entre los años 2001 y 2002, se enmarcan en el compromiso por parte del Estado español de la necesidad de preservación y conservación del rico legado histórico conservado en el país como consecuencia de la industrialización. Se trata de un legado muy especial, no suficientemente valorado todavía, que presenta riesgos evidentes de destrucción y que en muchos casos está amenazado de desaparición debido a la falta de concreción de su valor para nuestra historia más reciente. El Plan nació con el propósito de articular las bases que concreta-sen esa protección, conservación y recuperación para el futuro.Actualmente, la situación en España atraviesa por un proceso de graves amenazas marcado por la ausencia de una planificación integral de los recursos, la falta de coordinación entre las administraciones, la débil percepción social e institucional acerca de los valores del patrimonio industrial, el expolio de numerosas infraestructuras, archivos, bienes muebles e inmuebles, la desaparición de los protagonistas de la indus-

trialización sin un plan que documente sus valiosos testimonios y la conciliación del uso turístico, que no siempre está acorde con los niveles exigibles de sostenibilidad.

Las comunidades de Canarias, Cantabria, Castilla y León, Cataluña, Galicia, La Rioja, Madrid, Murcia, País Vasco y Valencia no han contemplado ninguna mención específica al patrimonio industrial en

las leyes autonómicas que regulan el patrimonio histórico y cultural, a diferencia de lo que sucede con el patrimonio arqueológico, el etnográfico y el paleontológico. Tan sólo se desarrolla con

gran amplitud en las comunidades de Asturias y Andalucía. Así, la Ley 14/2007, del Patrimonio Histórico de Andalucía, le dedica en exclusividad el título VII, donde se define, clasifica y se

trata la especial protección y la inscripción en el Catálogo General del Patrimonio Histórico de un Lugar de Interés Industrial. Las instalaciones industriales andaluzas selecciona-

das para ser objeto de futuras actuaciones son:

- Cable Inglés (Almería) - Astilleros de Puerto Real (Cádiz) - Cerco Industrial de Peñarroya (Córdoba) - Fábrica de Azúcar Nuestra Señora de El Pilar de Motril (Granada) - Minas de Riotinto (Huelva) - Embalse de Jándula y Central Eléctrica (Jaén)

- Industrias Textiles del Guadalhorce (Málaga) - Real Fábrica de Artillería (Sevilla)

En los diez años de vigencia del plan, y en parte gracias al mismo, se ha ampliado el conocimiento del patrimonio industrial existente, se ha incrementado la sensibilización

de la población hacia este patrimonio, y se han realizado un número importante de inter-venciones de conservación, restauración y realización de inventarios, pero esta tarea no

puede darse por concluida. Ahora es necesario elaborar una lista de los principales elemen-tos de los sectores del patrimonio industrial, fomentar estudios sobre la historia material de la industrialización, realizar acciones de difusión, de formación y difundir ejemplos de buenas prácticas en la preservación y reutilización del patrimonio industrial. No se puede

dejar de fomentar el turismo industrial y difundir ejemplos de regeneración que hayan tenido un impacto positivo.

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La Ingeniería es inherente al ser humano desde sus orígenes. Aunque no es hasta el Renacimiento cuando se comienzan a poner los pilares de la in-geniería moderna con el desarrollo de máquinas y técnicas. Éstas permitieron que se facilitase el de-sarrollo de una actividad o la realización de tareas imposibles de otra forma. En definitiva, es un he-cho constatado desde los albores de la civilización. Ya en las culturas más antiguas se conocían y de-sarrollaban técnicas utilizando el plano inclinado, la cuña, la polea, la palanca, el tornillo y la rueda; aprovechando como fuentes de energía el trabajo humano, animal, o las fuerzas naturales del viento, agua y fuego. De esta manera, se empiezan a desa-rrollar la agricultura y la ganadería, la minería y la metalurgia, el transporte, la construcción, la nave-gación, la industria textil, militar, etc.La Ingeniería en aquella época era un compendio de intuición, tradición y experiencia que era acumula-da durante generaciones y transmitida de maestro a aprendiz, como haría cualquier artesano. No es hasta muchos siglos después cuando se separan conceptos como arte-técnica e ingenio-máquina. Ya en la edad antigua, se crean ingenios hidráuli-cos para regulación, medición del tiempo, etc., ta-les como la clepsidra y el aelópilo, cuyos principios teóricos tendrán gran relevancia en la Revolución Industrial. No son ni más ni menos que los inicios de la automática y el control.Durante la Edad Media, sobre todo en la Alta Edad Media, se vivió un claro retroceso en la técnica, ha-biendo escasa producción tecnológica y cultural, en gran parte por una clara orientación de la cultura

1. Antecedentes

occidental a la Teología y Filosofía. Sin embargo, la cultura árabe recogió el testigo de las civilizaciones antiguas, tanto europeas como asiáticas, asimi-lando y expandiendo conocimientos y tecnologías nunca vistas hasta el momento en Occidente. Sin embargo, la pasión por la relojería mantuvo el espí-ritu ingenieril, construyéndose relojes cada vez más precisos y curiosos con autómatas que consistían en personajes que realizaban movimientos al son de las campanadas como, por ejemplo, el famoso Papamoscas de la Catedral de Burgos.La llegada del Renacimiento trae consigo una am-pliación de horizontes que provoca un cambio de paradigma, la caída del dogmatismo escolástico y el giro al antropocentrismo. El descubrimiento de América, la apertura de rutas comerciales con Oriente, la observación del Sistema Solar con el telescopio, el conocimiento anatómico, el redescu-brimiento de los clásicos grecolatinos y la rápida propagación de los avances gracias a la imprenta y los cada vez más veloces medios de transporte,

1 Antecedentes2 Cuerpo de Ingenieros3 Revolución Industrial4 Las primeras escuelas de s ingenieros

Historia de la Ingeniería Industrial en Andalucía

5 Asociacionismo6 Colegio de Ingenieros7 La Escuela Superior de Sevilla8 Desde 1980 a la actualidad

Papamoscas de la Catedral de Burgos

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2. Cuerpo de Ingenieros

Mecanismo de extracción de una mina

hacen que se cuestionen los rígidos axiomas de la estancada época medieval.En el Renacimiento se inicia la separación lógica entre el arquitecto e ingeniero, dedicándose el pri-mero a la construcción de edificios, y el segundo mayoritariamente a la maquinaria. El papel relevan-te de los ingenieros tiene lugar en el plano militar, ya que la Ingeniería no se imparte aún en las univer-sidades, las cuales tienen escasa docencia científi-ca, ya que siguen estancadas en el escolasticismo. Las funciones de los ingenieros militares, también llamados ‘Ingenieros del Rey’, eran básicamente la construcción de fortificaciones y la dirección de su ataque o defensa. Además, durante los siglos que van desde el XVI al XVIII, atendían a la construcción de las obras públicas de fomento, ensanche y fun-

Con la llegada al poder de la casa de los Borbo-nes, se crea oficialmente el Cuerpo de Ingenieros y Plazas en 1711 por Real Decreto del rey Felipe V, aprobando la propuesta del ingeniero general Jorge Próspero de Verboom, uno de los ingenieros milita-res de más prestigio del siglo XVIII. Unos años des-

dación de ciudades, esto último, sobre todo, en las colonias españolas en América.El rey Felipe II consideró que la Ingeniería era un bien estratégico para la buena marcha del Imperio, el cual, al tener una rápida expansión, necesitaba realizar grandes obras hidráulicas, fortificaciones, explotaciones mineras, fábricas de armas, etc., por lo que creó escuelas de formación dependientes de la Corona para este fin. La demanda de ingenieros es alta en este periodo, por lo que tiene que contra-tar a ingenieros italianos y formar a los españoles tanto aquí como en Italia. Una vez fallecido Felipe II, gran parte de sus avances relativos a la Ingeniería son echados a perder por sus descendientes de la casa de Austria, lo que produjo una época de decaimiento del imperio español.

pués, en 1718, se publica la primera Ordenanza del Cuerpo de Ingenieros Militares, en la que se amplían las atribuciones de los ingenieros al campo no solo militar sino también civil, dada la inexistencia de és-tos todavía. Una muestra de ello es la Fábrica de Tabacos sevillana, proyecto del ingeniero Ignacio de Sala ejecutado en 1728. Es una época de transi-ción conceptual, dejando de ser la Ingeniería una ar-tesanía para convertirse en una aplicación técnica de la ciencia, heredando de la misma los métodos de trabajo y estudio. Se abren academias en Bar-celona, San Fernando (Cádiz), Segovia, etc. Aunque todavía las universidades se resisten a actualizarse y a mejorar sus enseñanzas en ciencias.Durante el reinado de Carlos III se vive una época de esplendor en la que se fomenta la investigación y la ciencia, tomándose iniciativas como la contratación de profesores extranjeros y la concesión de becas para estudiar fuera del país. Además, se promueve la creación de ‘Sociedades Económicas de Amigos del País’, que difundieron su afición a la ciencia y su aplicación a la industria, creándose sociedades locales por todo el país. En Sevilla desde 1775.En la capital hispalense, el ilustre Pablo de Olavide, entre otras funciones, trata de sacar a la universi-dad del pasado con una gran reforma universitaria. Haciendo un resumen, estas reformas consistían en dotar a la universidad de independencia res-pecto a la Iglesia, instaurar el estudio de ciencias prácticas y físicas, y adecuar los estudios a los co-nocimientos más actuales, ya que según su propio informe datado en 1768: “Por desgracia nuestra no ha entrado todavía a las universidades de España ni un rayo de esta luz. Y mientras las naciones cultas,

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3. Revolución Industrial

4. Las primeras escuelas de ingenieros

En Reino Unido comienza a mediados del siglo XVIII la Revolución Industrial. Durante este periodo se da el mayor conjunto de transformaciones económicas, tecnológicas y sociales desde la Prehistoria. Este gran cambio en la producción, sustituyendo el tra-bajo manual por maquinaria en la fabricación y el transporte, provocó un gran salto en la sociedad. En España la revolución fue más atenuada y tardía de-bido al absolutismo de Fernando VII, que nos había sumido en una gran ruina material, social, económi-ca y técnica. El siglo XIX fue un siglo prolífico, no solo de avances tecnológicos, sino del desarrollo de conceptos que sentaron las bases de la Ingeniería actual.Durante el régimen Isabelino (1833-1868), se produ-ce una época de prosperidad y expansión económi-ca con una incipiente industrialización. En 1829 se lleva a cabo la planificación de la primera vía férrea de España, que uniría Jerez con el Puerto de Santa María, pero finalmente se construye primeramente la línea Barcelona-Mataró en 1848 y, finalmente, en 1852, se empieza a construir la vía gaditana. Los dos sectores industriales pioneros en España fue-ron la industria textil y la siderurgia, instalándose los primeros altos hornos en Marbella en 1832 y poco después en El Pedroso y Huelva. Sin embar-go, dada la escasa rentabilidad de estas industrias, acaban trasladando la actividad al País Vasco. Tratando de seguir el origen de los estudios de Inge-niería Industrial, en 1824 se crea en Madrid el Real Conservatorio de Artes, que absorbe al Real Gabine-te de Máquinas, convirtiéndose en una Escuela de Artes y Oficios con la misión de fomentar la indus-tria nacional. En 1850, este estamento se convertía en el Real Instituto Industrial, creándose, al mismo tiempo, el título de Ingeniero Industrial.

En 1850, auspiciadas por el Real Decreto del 4 de septiembre, se crean las escuelas de Ingeniería In-dustrial en Barcelona, Sevilla, Vergara, Valencia y Gi-jón. No faltaron las protestas en aquella época por no haber incluido a Málaga entre las ciudades bene-ficiarias de una escuela de Ingeniería Industrial.En 1857 se aprueba la ley Moyano, la primera ley edu-cativa en la que se dividen las enseñanzas en cinco niveles, incluyéndose a la Ingeniería entre las ense-ñanzas superiores. Hasta entonces, el Real Instituto de Industria era el único que expedía el título de Inge-niero Industrial, hecho que tras la reforma pudieron hacer las propias escuelas. La Escuela Industrial de Sevilla pasa a estar facultada para expedir los títulos de Ingeniero Industrial, en sus especialidades de Me-cánica y Química, y cambia su denominación a Es-cuela Industrial Superior Sevillana. Durante los trece cursos que se mantuvo la Escuela, pasaron por sus aulas un millar de alumnos con un plan de estudios dividido en cinco años donde se aprendía álgebra, cálculo, física, química, dibujo, máquinas, hidráulica, economía, mineralogía, construcciones y proyectos.

ocupadas en las ciencias prácticas, determinan la figura del Mundo, o descubren en el cielo nuevos luminares para asegurar la navegación, nosotros consumimos nuestro tiempo en vocear las cualida-des del ente o el principio quod de la generación del verbo. [...] Después de acabados los cursos, ningún estudiante sale filósofo, teólogo, jurisperito ni médi-

co [...] cada uno se halla precisado a empezar nue-va carrera y nuevo estudio para practicar de algún modo su profesión”.Esta reforma tan ambiciosa acaba fracasando, ya que por Real Orden de 11 de octubre de 1780, se or-dena volver a todas las universidades del Reino a las enseñanzas de Santo Tomás.

Máquina de Vapor

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5. Asociacionismo

En 1889 se crea la Asociación Nacional de Ingenie-ros Industriales (ANII), integrada por las agrupacio-nes de Madrid y Barcelona. Durante estos primeros años la principal preocupación de los ingenieros industriales fue la reapertura de la Escuela en la capital y la creación de un Cuerpo Nacional de In-genieros Industriales, ya que las otras ramas de la Ingeniería existentes disponían ya de su propio cuerpo. No es hasta 1899, cuando se abre la Es-cuela de Ingenieros de Bilbao y en 1901, cuando se reabre la Escuela Superior de Madrid. En 1904 se solicitaba al gobierno que la ANII fuera considera-da ‘Corporación Oficial’ y su Junta Superior ‘Junta Consultiva de Estado’ para los asuntos relaciona-dos con la profesión. Gracias al Real Decreto de 23 de marzo de 1911, se crea finalmente el Cuerpo Na-cional de Ingenieros Industriales con las siguientes atribuciones: inspección de industrias eléctricas, mecánicas y químicas, inspección de servicios in-dustriales dependientes de la Administración, ins-pección de motores y generadores, inspección de materiales y talleres de construcción de transpor-tes. Estas atribuciones, que solo eran para los tra-bajos con la Administración Pública, fueron motivo

Desgraciadamente, todas las escuelas superiores formadas durante la ley Moyano (excepto la de Bar-celona que continúa ininterrumpidamente desde entonces) se clausuran en 1867, año en que fue su-primido el Real Instituto Industrial.

Lugar donde estuvo la primera ESI de Sevilla (calle Boteros)

Primer laboratorio de verificación de Andalucía

de nuevas reivindicaciones, pidiendo que fueran ex-tendidas al sector privado.A finales de 1920 se plantearon los problemas de la sindicación, que generaban gran preocupación en las agrupaciones, ya que para algunos asociados su situación era más cercana al patrón y en otras al obrero-asalariado, por lo que tenían que nave-gar entre dos aguas y encontrar una solución que satisficiera a todos los asociados sin distinción, teniendo en cuenta que el silencio de la misma ya se estaba cobrando las bajas de muchos que no se veían representados por la ANII. Entre las medidas finalmente adoptadas, se ideó reformar la ANII para convertirla en una Federación de Asociaciones, dando libertad a las asociaciones regionales para adaptarse a sus necesidades locales, siempre que se siguieran unas directrices desde Madrid y los miembros se colegiaran para ejercer la profesión, asegurando la neutralidad de la Asociación, al no ser algo voluntario como la sindicalización. Esta transformación en Federación se hace realidad en-tre 1930 y 1932.

El primer programa de la Federación constaba de los siguientes puntos: intrusismo en la profesión, colegiación de los Ingenieros Industriales, con-veniencia y proyecto de un reglamento de Policía Industrial y estudio para organizar e implantar las secciones de mutualidad y previsión. Entre sus lo-gros destaca una definición clara de las atribucio-nes profesionales a través de varios Reales Decre-tos entre 1932 y 1935.Debido al inicio de la Guerra Civil, la Federación y las asociaciones, aunque no desaparecieron, permane-cieron en una actitud pasiva esperando tiempos mejores. Ya en 1941 resurge la ANII con fuerza y con un marcado carácter centralista, tanto en ser-vicios como en orientación. En el transcurso de los

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6. Colegio de Ingenieros

años se van concretando dos agrupaciones en An-dalucía, en Sevilla y Granada, teniendo cuatro dele-gaciones cada una.

AGRUPACIONES ANDALUZAS

Desde finales del siglo XIX, se asientan en Andalucía los primeros ingenieros industriales pertenecientes a las primeras Escuelas Industriales españolas, lla-mados a ocupar los puestos técnicos y directivos que requerían las incipientes industrias andaluzas. En un principio, estos ingenieros estaban aislados y casi sin conexión con otros compañeros. Por ello se asociaban a la agrupación de Madrid o Barcelo-na, bajo el apelativo de ‘socios aislados’, que aún no pudiendo disfrutar plenamente de las ventajas de la asociación, podían gozar de intercambios profesio-nales y de estar al tanto de los nuevos conocimien-tos industriales que se publicaban en los boletines y publicaciones de la Asociación. Esta situación re-trasó la formación de las delegaciones regionales,

que empezaron a formarse ya entrado el siglo XX. En Sevilla los ingenieros empiezan a organizarse a partir de 1910, y en 1918, tras las formalizaciones precisas con la ANII, pasa a depender de la misma con el nombre de Agrupación de Sevilla. Consta que ya en las primeras reuniones de la agrupación asis-tían ingenieros que trabajaban en Cádiz, Córdoba y Málaga. Sin embargo, los malagueños constituyen en su ciudad, en 1930, una Delegación de Mutuali-dad a partir de la cual van desarrollando su activi-dad asociativa.Cádiz no constituye oficialmente su delegación hasta 1942 por culpa de la Guerra Civil, ya que an-tes de la misma ya estaba en proceso de hacerlo. El auge de su industria y su larga tradición desde que en el siglo XVIII se instaurara en San Fernando la Escuela de Guardamarinas habría hecho posible la formalización de la misma en décadas anteriores.A principios de 1941 se constituye la de Granada como una Agrupación Provincial, pasando a ser la principal y teniendo más tarde delegaciones en Má-laga, Jaén y Almería. En 1942 se crea la Delegación de Córdoba y en 1951 las de Jaén, Huelva y Almería.

Celebración del día de San José en 1951

La idea de los colegios fue recurrente durante va-rias épocas asociativas, desde los años veinte con la primera Asociación Nacional, así como con la Federación, pero no fue hasta 1948 cuando recibió el impulso definitivo de la propia ANII. Los estatu-tos que regirán los colegios aparecen en el BOE el 9 de Abril de 1949, pero es el 16 de septiembre de 1950 cuando es aprobado mediante Orden Ministe-rial, imposibilitando burocráticamente que los Cole-gios entren en funcionamiento hasta 1951, casi dos años después de su promulgación.Se define que los órganos de gobierno del colegio serán el Decano, la Junta de Gobierno y la Junta Ge-neral de Colegiados. Asimismo se crea un Conse-jo Superior de Colegios como órgano superior que aglutina a todos los Colegios de carácter regional, dependiendo el mismo del Ministerio de Industria y Comercio y la propia ANII. Dado el nexo que de-bía constituir la ANII entre el Consejo y el Ministerio, ésta siguió funcionando con normalidad, aunque

una vez que los colegios maduraron lo suficiente, eclipsaron rápidamente a sus propias agrupaciones. Sin embargo, ni las agrupaciones ni la asociación lle-garon en ningún momento a cerrarse y mantuvieron la figura jurídica de asociación en la reserva como cautela, permitiendo que ambas instituciones (Cole-gio y Asociación) lleguen hasta la actualidad. La creación del Colegio de Andalucía Occidental tie-ne lugar el 12 de febrero de 1951, figurando como primer decano Manuel Fernández Campos. Una vez redactado el reglamento y aprobado por la Junta Ge-neral y el Consejo Superior, se pone oficialmente en marcha el Colegio, aunque en realidad solo fue una prolongación de la anterior vida de la Asociación.

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7. La Escuela Superior en Sevilla 8. Desde 1980 a la actualidad

Antigua Escuela Superior de Ingenieros Industriales

En 1952 se empieza a trabajar en la idea de solici-tar para Sevilla la creación de una Escuela Superior de Ingenieros Industriales, y se inician los estudios por parte de la Junta de Gobierno del Colegio con el fin de poder justificar la institución. Un primer estu-dio fue elevado al Consejo Superior de Colegios en 1953, pero quedó en suspenso, más aún por el pro-yecto de Ley de Ordenación de todas las enseñan-zas técnicas, que se aprobaría finalmente en 1957. Esta comisión se mantuvo abierta, obteniendo sus frutos finalmente en 1963, año en el que por acuer-do ministerial se nombra Comisario-Director de la nueva Escuela a Jose María Amores Jiménez. En los años venideros, la comisión se encargó, entre otros cometidos, de la búsqueda de profesorado y de la primera localización de la Escuela, que inició su andadura en septiembre de 1966. La labor cole-gial en su conjunto y el trabajo de la comisión pro-Escuela durante estos 14 años, llevaron al colegio a tener una red de relaciones abiertas con adminis-traciones, empresas y otras ramas de la Ingeniería.A partir de 1971, que finaliza la primera promoción de Ingenieros Industriales, el impacto en el número de colegiados del Colegio de Andalucía Occidental fue incrementándose vivamente, trayendo consigo frescura a los órganos de gobierno, nuevas ideas y muchas ganas de llevar a cabo nuevos e ilusionan-tes proyectos.En 1974 se crea la subdelegación de Algeciras, depen-diente de la Delegación de Cádiz, pasando al final de la década a establecerse como una delegación más.

El Colegio, siempre inquieto, promueve una iniciativa de un grupo de profesores de la Escuela de Sevilla: la Asociación de Investigación y Cooperación Industrial de Andalucía (AICIA). Ésta nace sin ánimo de lucro y con la finalidad de impulsar, orientar y desarrollar la investigación industrial, haciendo especial énfasis en la publicación y difusión de sus resultados para favorecer el avance tecnológico de Andalucía. En la misma época comienzan las relaciones insti-tucionales con la recién establecida Junta de Anda-lucía, llegándose a distintos acuerdos de colabora-ción. Para facilitar estas relaciones institucionales, el Colegio de Andalucía Occidental y Oriental se pu-sieron pronto de acuerdo y crearon el Consejo An-daluz de Colegios con el fin de tener una represen-tación única ante la Junta. Finalmente, en 1993, se aprueba un estatuto definitivo, y aparece publicado en el BOJA el 9 de enero de 1996.Siguiendo el ejemplo del Colegio de Cataluña, se aprueba en 1987 una fundación relativa a la nor-malización, homologación, certificación, calidad y seguridad industrial. El proyecto se paralizó más de un año, tiempo que se aprovechó para conocer más a fondo las posibilidades que ofrecían los progra-mas europeos. El análisis de esta información su-puso que, en 1988, se aprobara como nombre de la fundación el Instituto Andaluz de Tecnología (IAT), ampliándose los fines inicialmente previstos, con el objetivo de que una parte importante de los servi-cios colegiales, actuales y por venir, pudieran tener el marco adecuado para el mejor desarrollo y pro-yección al entorno empresarial. El IAT toma figura jurídica de fundación, con un Patronato y un Conse-jo de Dirección, en los que se integrarán represen-tantes de la Administración, universidad, empresas, profesionales y personalidades relevantes del mun-do científico y tecnológico.En la actualidad, estas dos instituciones están ampliamente consolidadas y trabajan de forma autónoma prestando, junto a la ETSI y al Colegio de Ingenieros Industriales, un gran servicio a la Ingeniería, la industria y a la sociedad andaluza y española en general.

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EL UNIFORME DE LOS INGENIEROS INDUSTRIALES

Aunque en la actualidad forman parte de colecciones de museos o de eventos distinguidos, espe-ciales y generalmente académi-cos, durante siglos no solo han sido los ingenieros militares los que han lucido uniformes distin-tivos en los actos protocolarios y situaciones cotidianas. Desde el siglo XVIII hasta finales del XX, la uniformación de los ingenieros, diferenciando en la vestimenta las distintas ramas, ha sido una prác-tica habitual en toda Europa.Tras la Revolución Francesa, en un intento por categorizar y siste-matizar todas las instituciones pú-blicas del nuevo modelo posterior al Antiguo Régimen, los ‘cuerpos’, grupos de funcionarios del Estado especializados en ciertas áreas, tenían una vestimenta oficial. Este afán del Estado por uniformarlo todo puede verse ejemplificado en el RD de 13 de mayo de 1844, en el que se regulaban los uniformes para los empleados del Cuerpo de la Administración Civil, llegando a

diferenciarlos incluso en catego-rías (aspirantes, subalternos, se-gundos jefes, primeros jefes, etc.). Los ingenieros se sumaron a la corriente a mediados del siglo XIX, años en los que se crearían los pri-meros cuerpos de ingenieros del Estado. El primero en fundarse, por su carácter más generalista, fue del Cuerpo de Ingenieros Civiles del Estado, que nace en 1835. No es hasta el RD de 23 de marzo de 1911 cuando se crea el Cuer-po de Ingenieros Industriales, al servicio del Ministerio de Econo-mía Nacional, que se encarga-rá de las cuestiones técnicas e industriales, competencia de la Dirección General de Comercio, Industria y Trabajo. En 1915 se crea otro cuerpo administrativo conformado por ingenieros in-dustriales: el Cuerpo Especial de Ingenieros Industriales, al Servi-cio del Ministerio de Hacienda. Por la Real Orden de 15 de di-ciembre de 1915 se autorizaba a los ingenieros industriales a usar

uniforme. La vestimenta pasaría a ser igual a la usada por los in-genieros civiles, con la excepción del distintivo de la solapa del cue-llo del frac, que llevaría el regula-dor centrífugo sobre un tubo en forma de ‘U’, emblema de la Inge-niería Industrial. Aunque pueda pensarse que los uniformes de los ingenieros de-rivan de los militares, nada más lejos de la realidad. Como apunta Manuel Silva Suárez en su libro ‘Uniformes y emblemas de la In-geniería civil española’, se trata principalmente de un signo de estatus social, además del resul-tado de la corriente ochocentista comentada anteriormente. Aunque el uniforme de los inge-nieros industriales ha variado con el tiempo, la primera vestimenta oficial de los ingenieros indus-triales constaba de frac y panta-lón azul marino, camisa blanca de cachemir, capota y otros ele-mentos que se pueden ver en el siguiente gráfico.

Bordado de la solapa: Distintivo que dife-rencia los distintos uniformes de las ingenierías dependiendo de sus especialidades, ya que tras la unificación de 1918 todos pasarían a ser idénticos, excep-tuando las insignias distintitvas.

ANATOMÍA DE UN UNIFORME

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Medalla al trabajo: Según el Real Decreto de 1926 se establecía una condecoración por mérito civil otorgada por el Ministerio de Trabajo, Comercio e Industria para premiar los servicios prestados a España en pos de la riqueza nacional. Esta medalla podía otorgarse a colectivos o personas individuales, es-tableciéndose distintas categorías: bronce, de plata de 1ª o 2ª categoría y oro. Todos estos tipos de medalla tenían forma octagonal de cuya parte superior colgaba el grabado de una guirnalda de roble.

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Sable: Pende sin vaina de un cabo morado con hilo de oro y dos tiran-tes. También debe incluir un porta-guantes que cuelga del cordón de sujeción y una borla dorada.

2 Bastón: Solo para inspectores e inge-nieros jefe. Bastón de caña de India con empuñadura, borlas de cordon-cillo de oro y bellotas de canutillo de oro y seda morada.

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EL UNIFORME DE LOS INGENIEROS INDUSTRIALES Guantes: De cabritilla blancos emi-

nentemente ceremoniales. 5 Botones: Esféricos y dorados con el emblema de la Ingeniería Industrial y la inscripción a su al-rededor de ‘Ingenieros Industriales’. Tamaño de 21 mm de diámetro en los botones de la solapas, cartera y talle. Bocamangas y chaleco de 14 mm.

Sombrero: De dos picos o bicornio con bordes superiores ribeteados en oro y la escarapela cogida con una presilla de cuatro cordones de oro en cada lado. El sombre-ro del primer uniforme de los ingenieros indus-triales incluía en la parte superior un plumero llorón de 23 centímetros de plumas moradas, portando los inspectores generales plumas blancas en el tercio superior y pluma negra rizada alrededor de las del sombrero; tendencia que con el tiempo se impondría en los nuevos uniformes, descartando el plumero llorón y conservando tan solo las plumas laterales blancas o negras.

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Faja: De seda morada y con caída diferente para cada rango de la Ing-eniería. Con bellotas y borlas de ca-nutillo de oro para los Inspectores; con bellotas de canutillo de oro y bor-las de seda para los Jefes; y con bel-lotas y borlas de seda para los Ingenieros.

8 Pajarita: Blanca a juego con la cami-sa de cachemir de fondo para las ocasiones de gala. Para situaciones menos importantes, se lucirá corbata de seda negra.

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¿Cómo surge DYNA?

La revista inició su andadura or-ganizativa a mediados de 1925, tras un largo período de madura-ción de casi dos años en la agru-pación de Bilbao de la Asociación Nacional de Ingenieros Industria-les. Se consideró necesario que los profesionales de la industria tuvieran un medio de transmi-sión de conocimientos técnicos propios y ajenos, y a la vez, que fuera la voz de la profesión en los aspectos industriales y económi-cos del país, además de un medio para comunicar noticias sobre sus agrupaciones a nivel colecti-vo o personal. El primer número correspondió a enero de 1926.

¿Considera que DYNA ha supuesto un referente para publicaciones del sector?

Ya en aquella época se había ini-ciado la publicación de diferentes

revistas científicas en España, aunque quizá faltaba una esen-cialmente industrial. Posterior-mente, el desarrollo de la tecno-logía aplicada a la industria ha tenido muchos medios de comu-nicación, en su mayor parte es-pecializados en alguna rama de la misma. DYNA, lo mismo que la Ingeniería Industrial, es multidis-ciplinar, y eso es quizá lo que la distingue y la haga diferente.

¿Cómo se gestiona actualmente la revista?

La Revista DYNA está editada por la sociedad mercantil limitada Publicaciones DYNA S.L., consti-tuida por las Asociaciones y Co-legios de Ingenieros Industriales del Estado español. La plantilla fija está compuesta por dos per-sonas a tiempo completo y una a media jornada, aunque también, y de forma voluntaria, compo-nentes del Consejo de Redacción

colaboran para hacer posible su gestión. No debemos olvidarnos del gran número de ingenieros evaluadores, más de 400 en el pasado año 2014, que aportan el análisis y sugerencias a los auto-res para que adecúen sus traba-jos a la línea editorial y a las exi-gencias de la indexación.

¿Cómo se ha adaptado la revista DYNA al nuevo panorama digital?

El sitio web de DYNA se pone en marcha en 2007 y ha ido evolu-cionando al ritmo de los avances informáticos. En él se puede no solo consultar y descargar los números a medida que se van publicando, sino también buscar todos los artículos aparecidos cronológicamente, por tema, fe-cha, autor, etc.Los últimos años hemos creado otras tres publicaciones espe-cializadas: DYNA-Management,

Natural de Bilbao, estudió en la Escuela Superior de Ingeniería de Bilbao, obteniendo el título de ingeniero industrial por la ETSII de Madrid. Doctorado en Ingeniería Industrial con Premio Extraordinario por la Escuela de Bilbao. Decano del Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Bizkaia, presidente del Consejo de Ingenieros Industriales del País Vasco y presidente de la revista de Ingeniería DYNA.

NÉSTOR GOIKOETXEApresidente de la revistaDYNA

“DYNA ha sido reconocida por los analistas de los principales índices de citación internacionales”

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DYNA-Energía & Sostenibilidad y DYNA-New Technologies, que se mantienen de forma exclusiva-mente digital y que esperamos se vayan consolidado hasta tener entidad propia.Lógicamente, los suscriptores disponen de clave de acceso para la mayor parte de contenidos, pero las publicaciones de años atrás o contenidos informativos son de acceso libre, sin necesi-dad de identificarse.

¿Cuáles son sus labores como presidente de DYNA?

Principalmente velar por la máxi-ma calidad y comprensión de lo que podamos transmitir a través de la revista DYNA al mundo in-telectual, científico y tecnológico universal proveniente de la inves-tigación en la Ingeniería Indus-trial de España.

¿Cuál considera que ha sido el secreto del éxito de DYNA?

El haber sabido adaptarse a las características de cada época. La evolución es necesaria para la supervivencia. En épocas pa-sadas era importante, además de los artículos originales, la pu-blicación de recesiones de traba-jos aparecidos en otras revistas, especialmente extranjeras, o de comentarios sobre libros técni-cos. Las empresas industriales también procuraban que sus in-genieros publicasen en DYNA sobre sus productos o procesos novedosos. Hoy día, eso está su-perado con las redes de Internet y DYNA ha debido ofrecerse al

mundo de la investigación, que es el que se presenta en este tipo de formato.Por eso, como principal atracti-vo para los autores, hemos sido reconocidos por los analistas de los principales índices de ci-tación internacionales, proceso que nos llevó tres años y que hemos mantenido ya cinco más. Algo, por otra parte, que no es fá-cil, pues nos exige una constante vigilancia sobre la calidad y origi-nalidad de nuestros contenidos.

¿Qué retos tiene por delante DYNA?

Indudablemente son varios, pero resalto el principal que es velar por la existencia de un Consejo

de Redacción de máxima calidad intelectual y humana.Tampoco debo olvidar temas como el garantizar su viabilidad económica, ahora y en el futuro, el mantenerse en la élite de las pu-blicaciones científicas tratando de incrementar su factor de im-pacto progresivo, el indexarla en las mejores bases de datos posi-bles, el correcto funcionamiento de las otras revistas especializa-das digitales, con el objetivo final marcado por Science Citation In-dex, la internacionalización de los miembros del Consejo Editorial, autores y evaluadores, así como la inversión continua en nuevas tecnologías para facilitar y mejo-rar nuestro modelo editorial.

< primer númerode DYNA. Enero de 1926.

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LOS DECANOSDEL COIIAOc

Como actual decano del Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Anda-lucía Occidental no puedo más que expresar mi profundo respeto y admiración por to-das aquellas personas que han ocupado el cargo que actualmente ostento. El COIIAOc es una institución antigua que lleva décadas trabajando junto a los ciudadanos y de-fendiendo los derechos de los ingenieros industriales, cooperando con el Gobierno y la Administración para lograr el avance constante de nuestra sociedad.

Desde su creación, hace más de 60 años, ha sido y continúa siendo protagonista en el desarrollo e industrialización de Andalucía. Por esta razón, sirva de homenaje a todos los decanos del COIIAOc esta sección de ‘Ingeniería Industrial’, donde recor-damos a los ingenieros industriales que han estado al frente de este Colegio y que lo han llevado, mandato a mandato, a ser lo que es hoy, una respetada y reputada institución no solo en España, sino también en otros países del extranjero.

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LOS DECANOSDEL COIIAOc

Manuel Fernández Campos (1951 - 1964) Su primera experiencia al frente de una institución se produce en 1925,

cuando es elegido presidente por los miembros andaluces de la Asociación Nacional de Ingenieros Industriales. Sin embargo, a finales del mismo año

1925, abandona el cargo.

Tras la Guerra Civil, en 1941, don Manuel Fernández Campos, que en ese momento ostentaba el puesto de director de la Compañía Sevillana de Electricidad, vuelve a presidir la delegación andaluza de la ANII. Oponiéndose al régimen centralista que designó su elección desde Madrid, decide aceptar el cargo solo si la Junta de la Agrupación de

Andalucía estaba conforme, hecho que sucedió por unanimidad.

En 1949 aparece publicado en el BOE el Decreto Fundacional del Colegio, pero no es hasta 1950 cuando se aprueba por Orden Ministerial el

Estatuto. Es así como en 1951 el Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Andalucía Occidental comienza su andadura con don Manuel Fernández Campos como primer Decano de la institución.

José María Cervera Cervera (1965 - 1968)

Compañero de Manuel Fernández Campos en la Compañía Sevillana de Electricidad, también desarrolló su carrera profesional en la

Administración. Durante el mandato de José María Cervera, el Colegio adquiere por primera vez una sede oficial, un local de 170 m2 de la calle sevillana Diego de Riaño, que sería sede del COIIAOc hasta principios de los 80.

Don José María, implicado también como decano en la creación de la Escuela de Ingeniería de Sevilla, accede al mandato con el objetivo de

abrir en Andalucía una sede del Instituto de la Ingeniería para integrar en esta institución las diferentes ramas técnicas. Finalmente consigue

su meta, convirtiéndose en el presidente de la Delegación del Instituto de Ingeniería, en Sevilla, única sede además de la ubicada en Madrid.

Enrique Navarrete Fernández (1969 - 1970)

A principios de los años 70 se pone en marcha un nuevo Estatuto del Colegio, que entre otras medidas establece un mandato como decano

de cuatro años, que podría ser renovado con posterioridad si así lo decidiese la Junta de Gobierno. Enrique Navarrete, tras diez años en diferentes cargos del Colegio, decide dejarlo para favorecer el relevo generacional. No obstante, antes de abandonar su cargo, anuncia que ha estado manteniendo conversaciones con el Colegio de Ingenieros Industriales de Cataluña y que, con el fin de consolidar el COIIAOc, había pedido ayuda a éstos para que asesoraran al Colegio andaluz

en asuntos como la organización de cursos para postgraduados. Además, pide a los ingenieros catalanes que informen al COIIAOc del

funcionamiento de la Cooperativa de Crédito (hoy Caja de Ingenieros), creada dos años antes y que rondaba ya los 1.000 asociados.

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Vicente Ribelles Linares (1973 a 1976) Doctor en Ingeniería Industrial, estudió en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Industrial de Barcelona. En sus tres años al frente del Colegio,

apoyado por las gestiones de Enrique Navarrete y Manuel Carbajosa, consiguió que el COIIAOc ampliara sus servicios realizando una meticulosa división y estructuración de las diferentes áreas del mismo. Entre otros, se ponen en funcionamiento los servicios jurídicos, de formación, de colocaciones, o el de visados y competencias.

Otro de los hitos que marcan el decanato de Vicente Ribelles, se trata de la edificación durante su mandato de viviendas para los colegiados

en Sevilla y Córdoba. Este proyecto comenzaría a gestarse en 1972 con la creación de una cooperativa para la adquisición de terrenos, finalizando

en 1975 con la entrega de la primera tanda de tres bloques adosados de 45 viviendas en Sevilla y 21 en Córdoba.

José Luis Calvo Salazar (1977 - 1989) Decano del COIIAOc, presidente de la Asociación de Ingenieros

Industriales de Andalucía Occidental y presidente del Consejo General de Madrid entre los años 1986 y 1989. Posteriormente, entre 1991 y 1995,

ocuparía la presidencia de la Federación de Asociaciones de España.

José Luis Calvo vivió al frente del Colegio los años de transición política en España, época de una gran agitación social y técnica. A principios de los 80 comienzan a asentarse los pilares de las autonomías. En el caso de Andalucía, se buscaría ligar gran parte del desarrollo de la Comunidad a la industria, por lo que las autoridades

de la Junta de Andalucía mantendrían una estrecha vinculación con el Colegio. En 1987 el COIIAOc comienza a gestar el Instituto Andaluz

de Tecnología (IAT), un centro de I+D+i andaluz en el que participan y colaboran la Administración, el Gobierno autonómico y las empresas.

Manuel Carbajosa Díez (1971 - 1972)

Doctorado en Ingeniería Industrial, fue jefe de Talleres y director de SACA. Posteriormente, comenzaría a trabajar en Abengoa como jefe de uno de los departamentos comerciales de la empresa.

Durante el decanato de Manuel Carbajosa finaliza la carrera la primera promoción de la nueva Escuela de Ingenieros Industriales de Sevilla,

organizando a partir de entonces, año tras año, una recepción por parte del Colegio a los nuevos ingenieros industriales recién graduados.

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Vicente Ribelles Linares (1973 a 1976)

José Luis Calvo Salazar (1977 - 1989)

José María Bueno Lidón (1990 - 1999) Tras quince años de actividad colegial, pasando por los cargos de Vocal,

Tesorero y Secretario, José María Bueno Lidón, uno de los primeros ingenieros industriales licenciados por la Escuela Superior de Ingenieros

Industriales de Sevilla, accede al cargo de decano del COIIAOc. José María lidera el Colegio en una época ya consolidada y con estrechos vínculos con el Gobierno y la Administración.

Bajo su decanato, el Colegio impulsa de la mano de la Asociación de Ingenieros y la Junta de Andalucía el Instituto Andaluz de Tecnología (IAT), llevándolo a convertirse en una institución elemental en la

industria y la innovación de la comunidad andaluza.

José María ha sido secretario general de Industria y Desarrollo de la Junta de Andalucía, catedrático de la ETSII de Sevilla, y presidente de El Monte Caja de Ahorros de Huelva y Sevilla.

Carlos Arizaga de Pablo-Blanco (2000 a 2005) Ingeniero industrial por la Universidad de Sevilla, en la especialidad

de Organización, y máster Executive MBA por el Instituto San Telmo. Vinculado al Colegio desde joven, se ha dedicado durante más de 30

años al ejercicio libre de la Ingeniería Industrial, centrándose en el lanzamiento y gestión de iniciativas empresariales.

Tras ser decano del COIIAOc durante cinco años, etapa en la que el Colegio recibió un gran impulso y se asentó como una de las instituciones base de la industria andaluza, Carlos Arizaga fue

elegido director gerente de Tussam, cargo que desempeñó desde 2004 (cuando aún estaba en el Colegio), hasta 2011. Hasta septiembre

de 2015 ha sido coordinador de proyectos corporativos de Corporación de Empresas Municipales de Sevilla, A.I.E. Actualmente ha vuelto a dedicarse al ejercicio libre de la profesión de la Ingeniería Industrial.

Aurelio Azaña García (2005 - Actualidad) Actual decano del Colegio, Aurelio es consejero delegado de Azcatec

Tecnología e Ingeniería desde 1996. Ha sido consejero de Amaz y también de Coantec Colombia, S.A.S. Además, desde 1997 es Profesor del

Departamento de Construcción y Proyectos de Ingeniería de la Escuela Superior de Ingeniería de la Universidad de Sevilla.

Bajo el decanato de Aurelio, el Colegio ha sabido adaptarse a las nuevas tecnologías, permitiendo hacer del COIIAOc una institución más abierta, participativa y en red. Ha apostado firmemente

por la comunicación, sumando la revista ‘Andalucía Industrial’ a las publicaciones editadas desde el Colegio. Aurelio también es

vicepresidente de la Asociación Superior de la Ingeniería de Andalucía y vicepresidente tercero del Consejo General de Colegios Oficiales de Ingenieros Industriales de España.

Manuel Carbajosa Díez (1971 - 1972)

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DE INGENIERÍA INDUSTRIAL EN ESPAÑAGrandes Escuelas

El Real Instituto Industrial de Ma-drid, antecedente de la actual Escuela Técnica Superior de In-genieros Industriales, fue creado en 1850 con carácter de escuela industrial superior sustituyendo al Conservatorio de Artes, que había desarrollado su actividad como lugar de formación de artesanos. El Instituto fue incorporando rápi-damente a su plantilla de docen-tes a algunos de los ingenieros industriales más insignes del país, formados muchos de ellos en las ‘Grande École’ de Francia y Bélgi-ca. En pocos meses, más de 30 profesores y ayudantes impartían clases en las escuelas del Real Instituto Industrial, sin embargo, a los pocos años de abrir, en 1867, fue cerrado por el Gobierno de-bido al escaso alumnado que se formaba en sus instalaciones y la poca rentabilidad que aportaba.

En 1901 se reabre la Escuela Cen-tral de Ingenieros Industriales de Madrid por decreto del Ministerio de Instrucción Pública. El edificio que lo acoge en un principio es dema-siado pequeño, y no es hasta 1907, año en el que también se incorpora la especialidad de Electricidad a las ya existentes Química y Mecánica, cuando la Escuela se traslada al Palacio de Exposiciones de Madrid, donde continúa hoy día. En la actualidad, la Escuela es de-pendiente de la Universidad Poli-técnica de Madrid y en ella se im-parten los grados de Ingeniería en Tecnologías Industriales, Ingenie-ría de la Organización, Ingeniería Química e Ingeniería de la Energía; además de numerosos títulos de máster y doctorado. La Escuela cuenta con más de 300 docen-tes, 4.000 estudiantes y 650 in-vestigadores.

La de Barcelona es la Escuela de-cana de Ingeniería Industrial en España, siendo la única que se ha mantenido en funcionamiento inin-terrumpidamente desde su apertu-ra en 1851. Tras el Real Decreto de septiembre de 1850 por el que se regula la carrera de Ingeniero Industrial, las cátedras técnicas que se habían creado en la Junta de Comercio de Barcelona desde 1769 se incorporan a la Escuela. La primera sede de la Escuela fue en el antiguo convento de San Se-bastián. Sin embargo, con el paso de las décadas, se fue quedando pequeño. A finales del siglo XIX pasaría al edificio de la Universi-dad y a principios del XX a la his-tórica Fábrica de Can Batlló. Final-mente, la Escuela fue ubicada en 1964 en la avenida Diagonal.

En 1971, la ETSEIB, junto a otras escuelas técnicas públicas de Barcelona, pasó a formar parte de la Universidad Politécnica de Bar-celona, hoy Universidad Politécni-ca de Cataluña. En la Escuela se estudian actual-mente los grados de Ingeniería de Materiales, Tecnologías de Mate-riales e Ingeniería Química. Ade-más, se imparten un total de once másteres y varios doctorados. La Escuela Técnica Superior de Ingeniería Industrial de Barcelona mantiene una estrecha colabo-ración con las instituciones pú-blicas, la Administración y prin-cipales empresas privadas del sector energético, automovilístico o industrial, como puede obser-varse en el caso de las cátedras de Endesa, Alstom o Seat.

Nombre: Escuela Técnica Superior de Ingenieros IndustrialesFundación: 1901Director: Emilio Mínguez

Nombre: Escuela Técnica Superior de Ingeniería Industrial de BarcelonaFundación: 1851Directora: Neus Cónsul

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augura oficialmente en 1967, sien-do su primer director José María de Amores Jiménez. En 1972 acaba sus estudios la primera promoción de la ESI, y en 1976 se empieza a extinguir el pri-mer Plan de Estudios que se im-parte en la Escuela, impuesto por la OCDE, y pasa a utilizarse el Plan de Estudios de 1964, que es el que se enseñaba en el resto de escue-las industriales de España. En el año 1991, la Escuela Superior de Ingenieros Industriales pasa a ser la Escuela Superior de Ingenie-ría, ya que comienza a impartirse el grado de Telecomunicaciones y, posteriormente, en 1993, se suman las titulaciones de Ingeniería Quími-ca o Ingeniería Electrónica.En 1997 la Escuela abandona el antiguo edificio de Reina Merce-des para trasladarse a su sede ac-tual en la Isla de la Cartuja.

Nombre: Escuela Superior de IngenieríaFundación: 1963Director: Jaime Domínguez

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Aunque Bilbao no tuvo una escue-la tras la publicación del ya citado Real Decreto de 1850, se trata de la segunda escuela más antigua de España, tan solo superada por la de Barcelona. En 1897, tras un largo tiempo de reivindicaciones por parte del Ayuntamiento y la Diputación de Bilbao, Doña María Cristina, Reina Regente de España, firmó un Real Decreto que autorizaba la crea-ción de la Escuela de Ingenieros Industriales de Bilbao. A diferencia de la escuela de Bar-celona, la única que por aquel en-tonces estaba en funcionamiento en España, la Escuela de Bilbao ofertaba títulos de ingeniero in-dustrial bajo un Plan de Estudios propio de cuatro años y sin ningu-na especialidad en concreto.

En 1983, se promulga la Ley de Reforma Universitaria, que preten-de adaptar la Universidad españo-la a las necesidades de una socie-dad moderna. La transferencia de la UPV/EHU al Gobierno Vasco se produce en el año 1985. Gracias a esta transferencia, en diciembre del año 1986, se implanta en la Escuela la carrera de Ingeniería de Telecomunicación.Desde entonces, la Escuela se ha ido adaptando a las sucesivas re-formas normativas, hasta llegar al momento actual en el que, bajo el nuevo esquema de adaptación al Espacio Europeo de Educación Superior, se ofertan cuatro grados y dos másteres, además de varios títulos de doctorado con el propó-sito de mantener la calidad y com-petencia de los nuevos titulados.

Nombre: Escuela Técnica Superior de Ingeniería de BilbaoFundación: 1897Director: Enrique Amezua

La sevillana calle Boteros y, más tarde, el convento de San Pedro de Alcántara, fueron las primeras en albergar la Escuela Superior In-dustrial de Sevilla. Tras el Real De-creto del 4 de septiembre de 1850, tal y como ocurrió en las principa-les ciudades de España, se puso en marcha un centro en la zona sur del país para que los alumnos interesados pudieran obtener el tí-tulo de ingeniero industrial. Sin embargo, como ocurrió en Madrid, la Escuela Superior de Sevilla se vio obligada a cerrar en 1866 por problemas económicos del Gobierno para financiarla.En el año 1963, el Decreto Ley 3608/63 establece de nuevo una escuela superior de Ingeniería In-dustrial en Sevilla, bajo el patro-cinio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Eco-nómico (OCDE). La escuela se in-

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¿Por qué decidió marcharse a trabajar a Brasil?

Por la falta de oportunidades que había en España una vez que llegó la crisis, algo que seguimos su-friendo. A día de hoy sigue siendo importante la falta de salidas en nuestro país, por lo que en el fu-turo, seguramente, tendré que ir a algún otro destino extranjero.

¿Le fue difícil tomar la decisión de marcharse?

Lo contrario. La mala situación hace que uno se replantee sus preferencias y deje sus intereses o exigencias un poco de lado.

¿Qué cargo y en qué proyecto se encuentra en este momento trabajando?

Mi cargo es jefe de obra de Insta-laciones y de equipamientos mé-dicos y no médicos en un hospital de nueva construcción bajo un contrato tipo PPP, acuerdo públi-co-privado.

¿Siempre le ha tentado el trabajar en el extranjero, o ha sido algo con lo que se ha encontrado sin esperárselo?

La verdad es que siempre me ha atraído para así poder conocer

otras formas de trabajar y otras culturas. El hecho de que no haya oportunidades en España ayuda a tomar la decisión de hacerlo posible.

¿Cómo es la situación de la ingeniería en Brasil?

Lo cierto es que conozco poco de Brasil aparte de donde traba-jo, Manaos, que es la principal ciudad del norte del país, ubicada dentro de la región de Amazonas. Trabajar en Manaos es un poco complicado sobre todo por la fal-ta de personal cualificado. Esta región creo que está menos de-sarrollada que otras de Brasil por

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JOSÉ ALBERTO GIL MACHÍNingeniero industrial en Brasil

BRASIL

Natural de Santa Cruz de Tenerife, es ingeniero industrial por la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales de la Universidad de Sevilla en especialidad Mecánica. Sus labores profesionales se centran en la ingeniería de instalaciones y en la gestiones como jefe de obra. Tiene varios másteres sobre Gestión, Prevención de Riesgos Laborales e Instalaciones para la Edificación. Cuenta con una dilatada experiencia en la gestión de grandes obras públicas y privadas. Actualmente se encuentra en Brasil trabajando en la construcción del Hospital Zona Norte de Manaos, gestionado por Abengoa.

“Siempre me ha atraído marcharme al extranjero para poder aprender de otras culturas y formas de trabajar”

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cultades de comunicación de esta región en particular.

¿Qué es lo que más le sorprende de la cultura brasileña?

La simpatía de la gente y la tran-quilidad con la que se hacen las cosas, al menos en Manaos. Bra-sil es enorme y no puedo hablar de otras regiones que no conozco. Algo que también me sorprendió gratamente es el interés que tie-nen por los extranjeros. Otra cosa curiosa es que son positivos a pesar de las dificultades económi-cas y políticas por las que pasan.

¿Qué personaje histórico de la ingeniería destacaría?

Destacaría a Agustín de Betan-court y Molina, paisano mío, am-bos somos tinerfeños. Fue un prestigioso ingeniero e inventor español de mediados del siglo XVIII y principios del XIX, al que descubrí en una exposición con maquetas sobre su vida. Desco-

nocía que existiera y quedé alu-cinado por sus obras e inventos, principalmente los que realizó en Rusia.

¿Qué tal lleva el portugués?

Cuando llegué no tenía ni idea de portugués. Al principio fue un poco difícil porque sin estar em-pezada la ejecución del proyecto, el principal contacto que tenía con suministradores y subcon-tratas era por email y teléfono. Por correo me salvaba con los traductores online, pero cuando tenía que hablar, y además por teléfono, el entendimiento mutuo era bastante pobre. Principal-mente aprendí leyendo, viendo la TV y con el trato continuo con brasileños.

cuestiones históricas. Además, nos encontramos con importan-tes problemas de logística, lo que complica en muchas ocasiones las cosas. La mayor parte de los materiales y equipos tienen que comprarse en São Paulo, que está a unos 3.800 kilómetros por carretera de Manaos, por lo que generalmente los pedidos llegan en barco remontando el río Ama-zonas. Si es algo urgente viene por avión, pero con un sobrecosto importante.

En un futuro, ¿le gustaría continuar trabajando fuera de España o preferiría regresar?

Preferiría trabajar fuera de Espa-ña para conocer otras formas de ejercer la profesión y descubrir la vida y las costumbres de otras culturas. Aprender de otros países puede aportarte mucho profesio-nal y personalmente. Haber esta-do en Brasil lo considero positivo a pesar de la lejanía y de las difi-

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“Siempre me ha atraído marcharme al extranjero para poder aprender de otras culturas y formas de trabajar”

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NOVIEMBRE 2015 Ingeniería Industrial 26

¿Cuáles son las funciones de la Unión Panamericana de Asociaciones de Ingenieros?

La UPADI es una organización que reúne a las asociaciones y co-legios profesionales de los países del continente americano, desde Canadá hasta Argentina, incluyen-do los países del Caribe. También aglutina como miembros obser-vadores a las organizaciones de profesionales de la Ingeniería de España y Portugal. Las funciones

se enfocan al intercambio técnico entre los diferentes profesiona-les de las diferentes disciplinas y países, a través de los comités técnicos, promoción de temas de interés común, como el fomento de las mujeres en la Ingeniería, o prácticas anticorrupción. Final-mente sirve como un punto de encuentro donde compartimos buenas prácticas y casos exito-sos de las diferentes asociacio-nes o colegios profesionales que aglutina UPADI.

¿Cuál es la historia de UPADI?

UPADI tiene 66 años de existen-cia. En 1936, la propuesta era unir los otros países de Latinoaméri-ca, formando la Unión Latinoa-mericana de Ingenieros, ULAI. Sin embargo, debido a problemas prácticos de distancias y organi-zación, la idea no fue ejecutada. Luego, en 1940, el ingeniero Luis Migone, de Argentina, intentó unir la ‘American Society of Civil Engi-neers’, ASCE, a la USAI, formando

“América tiene necesidades en muchas áreas donde los ingenieros tenemos mucho que aportar”

Nacida en Cartago (Costa Rica), es licenciada en Ingeniera Civil por la Universidad de Costa Rica, donde es profesora, y posee un máster en ‘Science in Environmental Sanitation’ por la Universidad de Gante (Bélgica). Ha presidido la Unión Panamericana de Asociaciones de Ingenieros (UPADI) de 2009 a 2013. En 2010, además, fue elegida ministra de Vivienda y Asentamientos Humanos de Costa Rica. Actualmente es directora ejecutiva del Instituto Costarricense del Cemento y del Concreto, y ocupa cargos directivos en varios órganos de UPADI.

IRENE CAMPOSexpresidenta de la UniónPanamericana de Asociaciones de Ingenieros

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la Unión Panamericana de Aso-ciaciones de Ingenieros, UPADI, pero la Segunda Guerra Mundial no permitió que esa idea se con-cretara. Finalmente, el acta de constitución de UPADI se firmó en el año 1949 y fue suscrita por representantes de asociaciones de ingenieros de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Cuba, El Salva-dor, Estados Unidos en calidad de observador, Guatemala, Méxi-co, Nicaragua, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela. Posteriormente, en 1951, en el primer Congreso de UPADI que se realizó en La Haba-na (Cuba), se unieron a la Unión Panamericana las organizaciones de Bolivia, Canadá, Costa Rica, Estados Unidos, Honduras, Pana-má y Puerto Rico. Se determinó en 1951 que la Sede de UPADI se establecería en Montevideo (Uru-guay), durante los primeros años. Actualmente, la Sede de UPADI se encuentra en São Paulo, Brasil.

¿Cómo se organiza UPADI?

UPADI tiene un o una presidente, por un periodo de dos años. Le acompañan el presidente electo y el presidente pasado; además, los vicepresidentes regionales: región norte, región central, re-gión caribe, región bolivariana y región sur. También se tiene un presidente del Consejo Técnico, que es el que coordina con los comités técnicos, y se cuenta con un director ejecutivo. Ade-más, en la organización, está el Consejo Consultivo, compuesto por expresidentes de UPADI y por personas que han estado ligadas a UPADI por un tiempo. La pre-sidencia del Consejo Consultivo actual la tengo yo.

¿Es común en Latinoamérica encontrarse con mujeres en altos cargos relacionados con la Ingeniería?

Lamentablemente, no. Pasa lo mismo que en España, por eso se creó el Comité de Mujeres en la Ingeniería de UPADI, el cual

yo presido. Algunas profesiones acá en América tienen mayor presencia de mujeres, como es el caso de la Ingeniería Industrial o Química; pero en otras como la Ingeniería Mecánica o Eléctrica, tienen menor participación.

¿Cuál es el ingeniero o la ingeniera al que más admira?

La Ingeniería Ambiental es mi pasión y admiro mucho a la pri-mera mujer ‘ingeniera ambiental’; aunque tal título no existiese en esa época. Ella es Ellen Swallow Richards, fue una química y ecó-loga de los Estados Unidos y una de las fundadoras de la ‘hi-giene ambiental’, la fase previa a la Ciencia Ecológica moderna. Ellen dedicó más de una década de su vida a que las mujeres pu-diesen estudiar carreras univer-sitarias en el área de las ciencias naturales, en Estados Unidos. Desde la Ingeniería costarricen-se admiro al ingeniero Jorge Ma-nuel Dengo, artífice de las gran-des obras hidroeléctricas y de la institucionalidad del sector Ener-gía de Costa Rica, la cual se dio en la segunda mitad del siglo XX.

¿Cómo es la situación laboral de los ingenieros americanos?

No podría comentar en profun-didad la situación de todos los países del continente americano. Sin embargo, en general tenemos oportunidades de trabajo inte-resantes, pues nuestros países tienen diferentes necesidades en muchas áreas donde los ingenie-

ros tenemos oportunidades para aportar.

¿Colabora UPADI estrechamente con los gobiernos de los países americanos?

Tenemos un proyecto denomina-do ‘Pensar en América 2025’, cuyo objetivo es promover que los in-genieros se involucren más en los problemas nacionales, aportando conocimientos técnicos y expe-riencia. Está especialmente orien-tado a estudiar la problemática en los sectores que atañen a la inge-niería y generar documentos a los gobiernos para que les sirvan de orientación en la política pública.

Durante su época como presidenta de UPADI, ¿cuáles fueron los mayores progresos de la asociación?

En esa época mejoramos mucho los canales de comunicación, ac-tualizamos los estatutos y plani-ficamos proyectos como el des-crito anteriormente, en los cuales los ingenieros participáramos ac-tivamente del quehacer nacional en nuestros países.

¿Hubo algún objetivo que no pudiera finalmente conseguir al frente de UPADI?

Siempre quedan temas pendien-tes por resolver. En particular, el objetivo de generar una platafor-ma que facilite la movilidad pro-fesional a los ingenieros del con-tinente con los costes más bajos posibles. De esta manera, UPADI pretende convertirse en una es-tructura más abierta al mundo laboral y sus cambios, siendo ca-paz de dar respuesta a éstos de la forma más rápida posible gra-cias a sus servicios.

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“Deseamos crear una plataforma que facilite la movilidad de los ingenieros por el continente”

NOVIEMBRE 2015 Ingeniería Industrial 27

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NOVIEMBRE 2015 Ingeniería Industrial 28

¿Qué le motivó a estudiar Ingeniería Industrial?

Desde pequeña me gustaban to-das las ciencias, especialmente las matemáticas y la física, los in-ventos, desarrollar el ingenio y re-solver problemas. Cuando finalicé COU de Ciencias con matrícula de honor, pensé que, en vez de estu-diar una sola de las ciencias, la In-geniería me daba la posibilidad de seguir aprendiendo varias a la vez y aplicarlas a la mejora de la vida.

¿Fue usted la única mujer de su promoción?

No, pero éramos poquísimas. Una o dos por especialidad, que eran: Eléctrica, Mecánica, Organización y Química. En la orla final de mi promoción, la número 13 de la Escuela Superior de Ingenieros de Sevilla, estamos cinco mujeres entre unos 80 hombres.

¿Cuál es su especialidad en la Ingeniería Industrial?

La Ingeniería Química con pro-yecto final de carrera: ‘Diseño por computador de una planta de ós-mosis inversa. Aplicación a la de-salación de agua’.

¿Llegó a ejercerla profesionalmente?

He ejercido dedicándome a la do-cencia en la Formación Profesio-nal y Bachillerato, y a la promo-ción de proyectos de desarrollo de nuestra ONG, VidesSur, en Améri-ca latina y África.

¿Siempre ha querido dedicarse a la fe?

Si me hubieran dicho al empezar la Ingeniería que iba a terminar en la vida religiosa no me lo hubiera creí-do. Mi vocación de consagrada la fui descubriendo de modo gradual.

Me iban bien los estudios, a curso por año. Hice un voluntariado para ayudar a niñas desfavorecidas. Participé en un grupo cristiano donde se reflexionaba con el Evan-gelio y realicé algunos días de ejer-cicios espirituales. Aprendí a reali-zar una lectura creyente de mi vida con ese “Dios en todas las cosas” de San Ignacio y el “Me importa la vida de las personas, llévate lo de-más”, de San Juan Bosco. Partici-pé en celebraciones de la Pascua para jóvenes. Jesús de Nazaret y su proyecto se fue convirtiendo en el centro de mi vida. Al finalizar la carrera, sentí que era el momen-to de elegir. Sentí que Dios me lo pedía todo. No sólo un tiempo de voluntariado, sino toda la vida para ‘su empresa’, y ¡sin sueldo!: “Lo que habéis recibido gratis, dadlo gra-tis”. Con la fuerza de su Espíritu he ido y voy adelante.

“Si me hubieran dicho al empezar Ingeniería que iba a terminar en la vida religiosa no me lo hubiese creído”

Nacida en 1960 en Andújar (Jaén), es ingeniera industrial especializada en Química de la decimotercera promoción de la Escuela Superior de Ingenieros Industriales de la Universidad de Sevilla. Es doctora en Teología Bíblica y hermana de las Hijas de María Auxiliadora. Ha sido presidenta de la ONG VidesSur y actualmente es Inspectora de la Inspectoría María Auxiliadora, con sede en Sevilla.

INGENIEROS

EN OTROS

CAMPOS

SOR Mª DOLORESRUIZingeniera industrial y doctorada en Teología

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¿Cómo reaccionó su entorno más cercano cuando les comunicó que quería ser monja?

Les costó bastante. No entendían, pero fueron comprensivos y gene-rosos. Lo que te da la felicidad es realizar tu vocación, precisamen-te el darte, el tener es secundario. “Desnudo nací, desnudo volveré a Dios”, dice Job. Los valores es lo que llevas contigo. Me he alegra-do siempre de haber estudiado In-geniería. Esos seis años en la Es-cuela, ya que en mis tiempos eran seis y el proyecto, son una parte de mi ‘historia de salvación’, es una historia de amor. Y ese amor, cuando es verdadero, es Dios mis-mo en nosotros que nos llama a vivir “en salida”, como nos dice hoy el Papa Francisco.

¿Hay algún ingeniero o ingeniera al que admire especialmente?

Pues sí: ¡los ingenieros anóni-mos! Todos los que contribuyen

a encontrar soluciones en tantas áreas de la vida que otros disfru-tamos y ¡ojalá! hagamos que en justicia los disfruten también los que menos tienen. En Jerusalén hay una fascinante obra de inge-niería del siglo VIII a.C. que recorrí con emoción: el túnel de Ezequías, rey que lo encargó a sus ‘sabios’, siendo el ingeniero anónimo. Un increíble y audaz proyecto que solucionó el suministro de agua a la ciudad, al tiempo que impedía que los asaltantes tuvieran acce-so al agua de la ciudad sitiada.

¿En qué consisten sus tareas como hermana de la orden de las Salesianas?

La principal es ser una feliz Hija de María Auxiliadora, amando y sirviendo haga lo que haga, con-tenta de disfrutar del amor de Dios que está siempre a nuestro lado. Comienzo el día con la ora-ción y la Eucaristía. Y el resto de la agenda, por unos años, está lleno de tareas propias de animación y gobierno como provincial de An-

dalucía y Canarias. Tenemos una gran variedad de obras educati-vas como colegios, ONG, funda-ciones, etc., que cumplen su mi-sión según el carisma salesiano de don Bosco y Madre Mazzarello. Hay que velar e innovar, conjugar fidelidad y creatividad. Por las no-ches me duermo recitando el sal-mo 137: “Te doy gracias Señor de todo corazón… tu promesa supera tu fama”.

¿Sigue los últimos avances de la Ingeniería?

Sí, bastante. Los avances tecno-lógicos que contribuyen al pro-greso de la educación y han de llegar también a los más pobres, tanto personas como países, fomentando la justicia social. Dar pasos en la dirección de lo-grar hacer retroceder el hambre, la ignorancia y la enfermedad, establecer comunicaciones be-neficiosas y mejoras de las con-diciones de vida física, anímica y espiritual de esta gran familia que somos los seres humanos.

SOR Mª DOLORESRUIZingeniera industrial y doctorada en Teología

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NOVIEMBRE 2015 Ingeniería Industrial 30

CONVENIOS El COIIAOc mantiene un acuerdo de colaboración con las siguientes entidades:

COIIAOc

Barceló. Hotels & Resorts

AndalBrok: Caser,Generali y Allianz

Cajasol:Baloncesto Sevilla

Clínica Beiman

Restaurante50.com

Centro de Idiomas Macarena

Greenweb

SabadellProfessional

Meliá. Hotels International

Bankinter

Somos

Abades

United English

Test 4 You

N251 LA MUJER EN LA INGENIERÍA

LCP Translantis

SERVICIOS DE ARBITRAJE

“Para la solución de cualquier conflicto o cuestión litigiosa derivada de este contrato o acto jurídico, incluidos los que de ellos se deriven, así como su validez, las partes se someten al arbitraje institucional del Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Andalucía Occidental, a quien se encomienda la designación del árbitro o árbitros y la administración del arbitraje de acuerdo con su Reglamento vigente al inicio del arbitraje”

Los colegiados del COIIAOc cuentan con un servicio de asesoramien-to, especializado en el ámbito competencial, de responsabilidad civil y en cuestiones legales derivadas del ejercicio profesional, aunque también puede resolver consultas fiscales.En el ámbito jurídico cabe destacar, además, la existencia de méto-dos de solución de controversias alternativos como el arbitraje. Me-diante este procedimiento, en ciertas ocasiones, la ley permite a las par-tes sustraerse de la intervención de los órganos judiciales estatales. Para hacer uso de esta alternativa y acudir al arbitraje institucional del COIIAOc, solo es necesario incluir en el contrato correspondiente la siguiente cláusula:

Para profesionales y empresas:

más información a través de [email protected]

Mapfre - ADARTIAAMIC

Mi VIP ClubCepsa

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3131

AndalBrok: Caser,Generali y Allianz

Cajasol:Baloncesto Sevilla

Clínica Beiman

COMPETENCIAS PROFESIONALES DE LA INGENIERÍA INDUSTRIALELECTRICIDAD

-Generación, transporte, transformación y utilización de la energía eléctrica.-Comunicaciones a distancia y, en general, cuanto comprende el campo de las telecomunicaciones, incluidas las aplicaciones e industrias acústicas, ópticas y radioeléctricas. -Micro y nano tecnología.-Equipos y servicios de electrónica industrial.-Aplicaciones de la electrónica: transporte, mecatrónica, biotrónica, domótica, etc.

MECÁNICA

-Construcción de edificaciones de carácter industrial y sus anejos.-Industrias de construcción metálica, mecánica y eléctrica.-Construcciones hidráulicas y civiles.-Defensas fluviales y marítimas.-Ferrocarriles, tranvías, transportes aéreos y obras auxiliares.-Transportes y manipulación de mercancías.-Industrias de automovilismo, aeronáutica y aeroespacial.-Astilleros y talleres de construcción naval.-Varaderos y diques.-Industrias cinematográficas. -Captación y aprovechamiento de aguas para abastecimientos, riegos o industrias. -Industrias relacionadas con la defensa civil, la protección y la seguridad. -Estudio de patologías de la edificación.

INSTALACIONES EN LA EDIFICACIÓN

-Calefacción.-Refrigeración.-Ventilación.-Iluminación.-Saneamiento.-Transporte.-Aire acondicionado.-Sistema contra incendios.-Licuefacción.-Criogenia.-Realización de proyectos y dirección de obras urbanísticas.-Aplicaciones industriales auxiliares en la construcción.

QUÍMICA Y MEDIO AMBIENTE

-Industrias químicas y petroquímicas. -Siderurgia y metalurgia en general.-Industria nuclear y servicios auxiliares.-Industrias de alimentación y textiles. -Tintorerías, curtidos y artes cerámicas. -Tratamientos de productos naturales, animales y vegetales.-Artes gráficas.-Bio-ingeniería.-Estudios de impacto ambiental y aplicación de medidas correctoras.

ORGANIZACIÓN INDUSTRIAL Y CALIDAD

-Procesos de fabricación, automatización y de control de calidad. -Verificación, análisis y ensayos químicos, mecánicos y eléctricos.

ENERGÍA

-Generación, transporte, transformación y utilización de todo tipo de energía: eléctrica, térmica, nuclear, eólica, solar, marina, etc.-Instalaciones térmicas.

SEGURIDAD Y SALUDINDUSTRIAL

-Prevención Riesgos Laborales. -Seguridad en zonas de riesgos y explosión.-Seguridad en aparatos elevadores.-Seguridad en instalacioneseléctricas. -Seguridad en almacenamiento de productos. -Seguridad en máquinas.-Seguridad en equipos a presión.-Coordinación de Seguridad y Salud.

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¿Cómo surge el COEIB?

Se constituye de manera inde-pendiente hace aproximadamen-te 35 años, escindiéndose de la demarcación Valenciana, a la que hasta entonces había formado parte. El notable incremento de profesionales en este sector llevó a montar una sede autonómica con su consiguiente salvaguar-da de los intereses ciudadanos. Más tarde, se produjo el estable-cimiento de las sedes de Ibiza y Menorca con locales propios para atender a las necesidades de las otras islas. De esta forma se ofrece un servicio de calidad garantizada en prácticamente todo el territorio, siendo la insu-laridad un problema para las co-municaciones, atendiendo a que

los sistemas telemáticos y sus tramitaciones son relativamente recientes en su implantación.

¿Qué servicios ofrecéis a vuestros colegiados?

Principalmente las garantías de la revisión documental, seguros co-lectivos, tanto de responsabilidad civil como en otros ámbitos que se necesiten. La formación conti-nua es uno de los ejes de refuerzo de los profesionales en un mundo tan cambiante y de adaptación constante a nuevas normativas. Tenemos también un servicio ju-rídico para garantizar el trabajo a realizar, así como la consulta de normas, fichas técnicas y otra documentación necesaria para el desarrollo de proyectos. Otro de

ALFREDO ARIASBERENGUERdecano del Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Baleares

los servicios que funciona muy bien es el turno colegial, dividido en forense, para los juzgados, y el relativo a las demandas de ciuda-danos que se acerquen al colegio buscando un ingeniero. El equipo de campo es totalmente gratuito y se disponen de las últimas tec-nologías en cámaras térmicas, sonómetros, etc.; todos ellos cali-brados correctamente y al día.

¿Cómo es la situación laboral de los ingenieros industriales en Baleares?

Existe un servicio de bolsa de em-pleo que cubre las necesidades de nuestros compañeros, por lo que resulta que la tasa de desem-pleo es prácticamente muy baja, aunque somos conscientes de

COLEGIOS DE INGENIEROS INDUSTRIALES DE ESPAÑA

“Durante la carrera se debería hablar más sobre los contratos de trabajo”Nacido en Palma de Mallorca, ha estudiado Ingeniería Industrial en la Escuela Superior de Ingenieros de Sevilla. CEO de Ingenieros Asociados, empresa especializada en Ingeniería de la Construcción y la Edificación, es además decano del Colegio de Ingenieros Industriales de Baleares y vicepresidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Ingenieros Industriales de España.

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SEPTIEMBRE 2015 Ingeniería Industrial 33

que se deben en muchos casos mejorar las condiciones labora-les, sobre todo en el ámbito eco-nómico. No es garantía de satis-facción disponer de un trabajo a baja remuneración y es por ello que se lucha por los derechos de los colegiados, ajustando la nor-mativa, según los convenios de los trabajadores, a cualquier ne-cesidad que fuera menester. Du-rante la carrera se debería hablar más de contratos de trabajo, pues una vez finalizada la misma, lo pri-mero que hacemos para entrar en el mundo laboral es firmar uno.

¿Con qué hito de la Historia de la Ingeniería se quedaría?

Quizás sería el transporte uno de los hitos más importantes, pues su origen se remonta has-ta la antigüedad y ha aumentado enormemente la interacción en la sociedad y la consecución de ob-jetivos claros y marcados. Si bien se nutre de elementos claves que

se han desarrollado en todas las etapas históricas, como la rueda, el motor de vapor, el generador eléctrico, el motor diésel, el motor de gasolina, etc. Es por ello que la base del transporte está en cons-tante evolución y la Ingeniería In-dustrial ha sido y seguirá siendo referencia en el mismo.

¿Cómo imagina la Ingeniería Industrial en 2035?

El proceso quedará definido por el control de herramientas tecnoló-gicas que el ingeniero use. Es de-cir, nuevos softwares de proceso y diseño, entre los que podríamos destacar el BIM, y otros nuevos equipos cuyo control sobre hard-ware haga de la eficiencia en su manejo el éxito del ingeniero en la sociedad. La gestión del conoci-miento, junto a las industrias 4.0, en su futura evolución, culminará como punto y final en un entorno circular que irá aportando solu-ciones a medida que se vayan planteando de manera inmediata.

¿Cree que el caso Volkswagen ha afectado a la imagen de la ingeniería europea?

No creo que este caso deba ser generalizado. Debe verse como procesos empresariales de interés lucrativo con el objetivo de cumplir cifras, al margen del uso coherente que la ingeniería pone en manos de la industria en base a tres pila-res básicos en los que se basa: se-guridad, sostenibilidad y eficiencia.

¿Qué retos tiene el Colegio para los próximos años?

Mejorar la herramienta que supo-ne a día de hoy el Colegio como garante de los derechos de los ciu-dadanos, establecido como socie-dad civil en el ámbito de la Consti-tución española en el Artículo 33.

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NOVIEMBRE 2015 Ingeniería Industrial 34

Nacido en Sevilla el 24 de abril de 1888, obtuvo el título de Ingenie-ría Industrial por la de la Escuela de Ingenieros Industriales de Bil-bao en 1910. Manuel Velasco fue un avanzado a su tiempo en cuanto a teorías de la elasticidad y resistencia de los materiales, acerca de las que publicó numerosos artículos y ofreció clases magistrales en la Escuela Superior de Ingenieros Industriales de Madrid. Entre sus trabajos teóricos más des-tacados se encuentra el descu-brimiento de un método para la integración general de las ecua-ciones elásticas dentro de la Me-cánica de Fluidos. Durante su carrera publicó más de una veintena de libros, entre los que destacan: ‘Piezas car-gadas normalmente a su plano’ (1917 y 1923), ‘Solución general del problema elástico’ (1925), ‘Placa elástica empotrada’ (1936), ‘Placa circular con carga cualquie-ra’ (1936), ‘Placa continua sobre apoyos aislados’ (1936), ‘Nuevo método para resolver las ecua-ciones integrales’ (1940), ‘Arcos circulares y elípticos cargados normalmente a su plano’ (1944), ‘Elasticidad y resistencia de los materiales’ (2ª edición, 1946), ‘Repertorio de funciones’ (1949) y

MANUEL VELASCO

DE PANDO

‘Plasticidad, nueva teoría y aplica-ciones’ (1954).Pero una de las actuaciones que más fama le valió a Manuel Ve-lasco fue un ciclo de conferencias celebradas en Sevilla y Bilbao, sus dos ciudades. Las charlas iban destinadas a explicar a matemá-ticos, ingenieros, físicos y cientí-ficos en general, en qué consistía la Teoría de la Relatividad de Eins-tein. Aquellas charlas fueron cele-bradas en primer lugar en la Aca-demia de Buenas Letras de Sevilla y, posteriormente, en el Ateneo, el Círculo de Labradores de Sevilla, y en la Escuela de Ingenieros de Bilbao. Tuvieron una gran expec-tación, ya que rápidamente se co-rrió la voz de la facilidad y destre-za de Manuel para divulgar una teoría tan novedosa y compleja como la enunciada por Einstein unos años atrás.

Además de su faceta académi-ca y teórica, Manuel Velasco fue director y accionista de ‘Pando, Rodríguez y Compañía. Fábrica de San Clemente’. Esta fundición dedicada a la fabricación de ma-quinaria, supuso un gran desa-rrollo para la industria aceitera y vinícola, ya que de esta empresa saldrían importantes patentes que mecanizaron varios procesos de estos sectores. En enero de 1956 Manuel Velas-co de Pando entra a formar parte de la Real Academia de Ciencias, habiendo ostentado anteriormen-te los cargos de presidente de la Junta Técnica del Instituto de Cálculo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y pre-sidente del Consejo Superior del Consejo Superior de Industria.Manuel Velasco muere en Madrid el 31 de diciembre de 1958.

Ingeniero industrial sevi-llano, fue presidente del Consejo de Industria de España, académico de las Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, y obtuvo la gran cruz del Mérito Civil.

Don Manuel Velasco de Pando, con el uniforme de Ingenieros Industriales

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NOVIEMBRE 2015 Ingeniería Industrial 35

Nace el 27 de noviembre de 1832 en Jerez de la Frontera. Hijo de una familia pudiente, estudia en Cádiz y posteriormente se tras-lada a Sevilla para ingresar en la Universidad Literaria, donde en 1849 obtiene el título de bachiller en la Facultad de Filosofía. En 1850, un año más tarde de haber concluido el bachiller, Fran-cisco de Paula se matricula en la Escuela Industrial de Sevilla. Sin embargo, como el Plan de Estudios era aún de 3 años en la recién inaugurada Escuela de Se-villa, tuvo que pedir el traslado al Real Instituto de Madrid, donde, gracias a sus méritos académi-cos, accede con el cargo de ‘ayu-dante’. Tan solo un año más tarde, tras haber completado su forma-ción en Madrid, Francisco de Pau-la vuelve a Sevilla, donde pasaría a ocupar un puesto de catedráti-co interno en la asignatura de Quí-mica en la Escuela Industrial. En 1856 obtiene por oposición la Cátedra de Física General Apli-cada de la Escuela Industrial de Valencia, donde desarrollaría en 1863 la primera fábrica de hielo de España, todo un hito en la his-toria de la Ingeniería Industrial. En 1866, un año antes de su in-greso en la Real Academia de las Ciencias, pide su traslado a la

FRANCISCODE PAULA

ROJAS

Escuela Industrial de Barcelona, donde ocupa la Cátedra de Cons-trucción de Máquinas. En 1876, el Ateneo de Barcelona le concede el primer premio de Inge-niería por su libro ‘Termodinámica’, donde no solo teorizó sobre esta materia, sino que también expuso sus conocimientos y experiencias en el mundo industrial. A partir de su ingreso en la Es-cuela de Barcelona, Francisco comienza a desarrollar teorías e investigaciones en el campo de la Electricidad. En 1882 es nombra-do asesor técnico de la Sociedad Española de Electricidad y, poco después, funda la que sería la re-vista especializada en este sec-tor más importante del país: ‘La Electricidad’.El 24 de julio de 1886 se produce otro hito en la Ingeniería Indus-trial española: el primer proyec-

to integral de alumbrado público eléctrico de un núcleo urbano, elaborado por Francisco de Paula Rojas en la ciudad de Gerona. Su prestigio como ingeniero in-dustrial eléctrico le lleva en 1887 a convertirse en Catedrático de Hidráulica e Hidromecánica del Real Instituto Industrial de Ma-drid. En esta etapa, la última de su carrera, publica uno de los manuales más importantes de la historia de la Ingeniería Industrial, el ‘Tratado de Electrodinámica In-dustrial’, donde se recogen los úl-timos avances de la electricidad. En 1900, es elegido vicepresiden-te de la Asociación de Ingenieros Industriales de España, jubilán-dose finalmente en 1904 como catedrático de la Universidad de Madrid. Francisco de Paula Rojas muere en Madrid el 18 de febrero de 1909, a los 77 años.

Ingeniero industrial jere-zano, es considerado uno de los pioneros de la ter-modinámica y la electri-cidad en España. Catedrático de las escue-las industriales más im-portantes de país.

Retrato de don Francisco de Paula Rojas

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NOVIEMBRE 2015 Ingeniería Industrial 36

FUPIA

Se trata del mejor ejemplo de la arquitec-tura del hierro y del cris-tal en Sevilla, además de paradigma del estilo neomudéjar. Pero no podemos desvincular la historia de las estacio-nes de la del ferrocarril. El concepto de arqui-tectura ferroviaria se re-monta, pues, a la primera mitad del siglo XIX, en el que nace la actividad fe-rroviaria, y es la tipología de arquitectura industrial que mejor simboliza y representa el espíritu y la realidad de la Revolución Indus-trial, que tuvo en el ferrocarril su medio transmisor e impulsor. La implantación del ferrocarril en Andalucía se caracteriza por el elevado número de sociedades involucradas en este proceso. Por la idiosincrasia de las concesiones administrativas para la construc-ción y explotación de las líneas fe-rroviarias, las empresas veían más beneficio en la construcción del ferrocarril que en la posterior ex-plotación de la línea, pues las con-cesiones iban acompañadas de subvenciones del Estado y de las administraciones locales y provin-ciales interesadas en potenciar el desarrollo de determinadas zonas. Por eso, inicialmente las empresas invertían casi exclusivamente en infraestructuras y material móvil para poder iniciar la actividad y cobrar así la subvención, mientras que como estaciones levantaban unos tinglados provisionales de madera que luego permanecían en uso más tiempo del esperado. Estos barracones dieron paso a unas edificaciones más dignas, ya

de fábrica de ladrillo, pero proyec-tadas como edificios provisionales o efímeros para poder dar servicio a la espera de la construcción de la estación definitiva. Así, aunque las estaciones inter-medias, menos costosas, se levan-taban en su forma definitiva simul-táneamente a la construcción de las líneas, las que debían ser per-manentes de las grandes ciudades se posponían en el tiempo.Centrándonos en la línea ferrovia-ria de Córdoba a Sevilla, fue conce-bida como línea de Andújar a Se-villa, y concedida a José Joaquín Figueras y Cía, por una Real Orden de 1852. Enseguida, las socieda-des de Crédito Mobiliario Español y Crédito Mobiliario Francés asu-men la obra. En 1853 se emite la Real Orden que reduce la línea a Sevilla-Córdoba, indicando que la concesionaria recibiría 100.000 reales anuales por legua durante 20 años a partir de la entrada en explotación, aportados por las di-putaciones de Córdoba y Sevilla con un adelanto que correría por cuenta del Estado. A finales de

1853 se transfiere la concesión a la sociedad O’Shea y Cía, y en 1857 se hace cargo la Compañía del Fe-rrocarril de Córdoba a Sevilla. Finalmente, el primer tramo (Se-villa-Lora del Río) entra en funcio-namiento en marzo de 1859, y el segundo (Lora-Córdoba), en junio de 1859. Los derechos sobre la misma son adquiridos en 1875 por la empresa M.Z.A.

Los orígenes de la estación

En 1855, aún con la línea en cons-trucción, el Gobierno autorizó el establecimiento de una estación de cabecera en el lugar de la Pla-za de Armas, ratificándolo en otra R.O. de 1858. La ubicación era el punto de mayor penetración po-sible del ferrocarril procedente de Córdoba, pues la zona del Barran-co y la actual calle Arjona estaban poblándose con industrias y tras ellas estaba el Puente de Triana.Para la entrada en servicio de la línea se había levantado una esta-ción provisional, que se mantuvo durante casi medio siglo. La Cía del Ferrocarril de Córdoba a Sevi-

JOSEFINA MELGOSASecretaria de FUPIA

Estación ferroviaria Plaza de Armas de Sevilla

Fachada trasera de la estación de Plaza de Armas. Fotografía de Juan José Jiménez

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FUPIA lla, consciente de la débil estruc-tura, situación agravada por estar sobre terreno arenoso inestable, presentó en 1865 el proyecto para una estación definitiva en la Plaza de Armas.Sin embargo, el proyecto no se eje-cuta aún, debido a que el Gobierno plantea realizar una sola estación para los trenes provenientes tanto de Cádiz-Jerez, como de Córdoba. Ello dio lugar a un largo contencio-so que finalmente descartó la es-tación única. En ese momento, es M.Z.A. la encargada de construir la nueva estación de Plaza de Armas.

El ingeniero del Servicio Central de M.Z.A., Sr. Süss, elabora un proyec-to en 1889. El definitivo, de 1898, se debe al ingeniero del servicio de vía y obras, José Santos Silva. Las obras se inician en 1899 bajo la dirección de los ingenieros José Santos Silva y Nicolás Suárez Al-bizu, ambos de M.Z.A. La cubier-ta se fabricó en Bélgica (por la empresa Baume A. Marpent), y el faldón de la fachada se hizo en los talleres madrileños de Jareño. Las estructuras fueron ejecutadas por el contratista zaragozano Carde y Escoriaza. Las obras concluyeron en 1901. En 1982, el espacio ves-tibular fue objeto de una reforma a cargo del arquitecto Antonio Ba-rrionuevo y de los ingenieros Da-mián Álvarez y J. Cañada.

Análisis de la construcción

Plaza de Armas responde a la tipo-logía de estación terminal, lo que determina el modo de organiza-ción de su planta en tres cuerpos, con dos pabellones paralelos a las vías y andenes unidos por un cuer-po de arquería donde surge la gran marquesina metálica. El cuerpo

central, el más amplio, está coro-nado por la gran bóveda de hierro y cristal; uno de los cuerpos latera-les está cerrado con una vidriera y el otro queda abierto para el tránsi-to de trenes.

Descripción arquitectónica

Respecto a la organización de usos, el cuerpo principal asumía las funciones de vestíbulo de acce-so a los andenes sin obligar a rea-lizar cruces a los viajeros. Los late-rales se destinaban a funciones de servicio y administrativas.Destaca el espacio interior defini-do por la estructura metálica y la cubierta inclinada, pues en ella se aplicaron todos los avances que durante el siglo XIX se produjeron en esta tecnología de construc-ción. Así, para paliar los efectos de las altas temperaturas, la cubierta de la gran nave sigue la solución adoptada en el edificio de la Gale-ría de Máquinas de la Exposición Universal de París de 1889, obra de Dutert y Contami, que tenía por objeto forzar su ventilación. Con-sistía en el empleo de un doble cerramiento, de chapa ondulada el superior (exterior), y el inferior (al interior) de madera, dejando entre ambos una cámara de circulación de aire que aliviaba el calor am-biental y además reducía las dila-taciones de la estructura de hierro. Para absorber el movimiento de la estructura causado por la dilata-ción del metal, se empleó el siste-ma de armadura usado por prime-ra vez en la mencionada galería: la cubierta es sostenida por una ar-madura con cerchas de tres articu-laciones. El gran espacio para los andenes apoya en gruesos pilares de hierro cimentados con una so-lución revolucionaria para la época consistente en robustos pilotes separados entre sí y unidos por ar-cos, como si toda la construcción descansara sobre bóvedas.Las dimensiones del edificio nos dan idea de la envergadura de los trabajos que se realizaron y del impacto en la ciudad: 105 metros de longitud, 30 de anchura y 20 de alto. Exteriormente la estación sigue los preceptos del estilo neo-mudéjar. La disposición en tres

partes de la planta se traslada a la fachada principal, que se estructu-ra con un espacio porticado cen-tral entre dos pabellones laterales. El pórtico, elaborado en ladrillo de colores y abierto en arcos de herra-dura, da paso al vestíbulo anterior a los andenes. Arcos de herradura, cortes en tacos de ladrillo imitando paños de sebka, alfices y otros ele-mentos del arte islámico configu-ran también los pabellones latera-les. Por encima del pórtico aparece la gran cubierta de hierro, trazando un extenso arco, cubierto hacia el exterior por cristaleras ausentes en el proyecto original. A la dere-cha de la zona interior de andenes hay un edificio proyectado para ofi-cinas, cuyo estilo concuerda per-fectamente con el de la fachada.En la memoria del proyecto de

José Santos hace referencia explí-cita al patio de los Arrayanes de la Alhambra y a la Mezquita de Tán-ger como modelos adoptados en el edificio, diciendo textualmente: “La arquitectura neomudéjar, además de sus connotaciones simbólicas y regionalistas, tiene características que la hacen idó-nea para la arquitectura ferrovia-ria: su simplicidad y economía, por el uso masivo del ladrillo, ofrece la posibilidad de múltiples variaciones y gran plasticidad en la fachada, y su racionalismo constructivo se adapta al carác-ter funcional que debe garanti-zarse en las estaciones”.

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JOSEFINA MELGOSASecretaria de FUPIA

“La estación de Plaza de Armas es un edificio inspirado en la Alhambra y la Mezquita de Tánger”

“La nave sigue la solución del edificio de la Galería de Máquinas de la Exposición de París de 1889”

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AIIAOCSUSANA OLIVAresponsable de comunicación de la AIIAOc

Las organizaciones de la Ingeniería Industrial en Andalucía hasta la creación de los colegiosPróximos a celebrar el Centenario de la fundación de la Asociación de Ingenieros Industriales de An-dalucía en 2018, recordaremos en esta sección algunos detalles de este hecho de gran relevancia para nuestro colectivo.Para conseguir entender el in-cipiente movimiento que había llevado a originar en 1889 la Aso-ciación Nacional de Ingenieros Industriales (ANII), es necesario conocer también el contexto que rodea a la vida industrial en este último tramo de siglo. A pesar de las condiciones desfavorables para el colectivo profesional in-dustrial en el aspecto económico, esta última etapa del siglo XIX

va a destacar como un momen-to de impulso para la industria. El crecimiento de exportaciones en el sector textil o siderúrgico, el aumento del capital extranjero o el florecimiento de nuevas indus-trias, serán algunos de los hitos que marquen esta época dorada de la Industria española. En Andalucía, durante la segunda mitad del siglo XIX habían inicia-do su asentamiento los primeros Ingenieros Industriales pertene-cientes a las Escuelas de reciente creación, entre las que figuraba la de Sevilla, con el fin de ir ocupan-do los cargos técnicos y directi-vos que la industria y la Adminis-tración requerían. En esta época

afloraban en la región la minería, los puertos, la construcción naval, la siderurgia, la industria química, la construcción ferroviaria, etc. A finales del siglo XIX, concreta-mente en 1889, se crea la Aso-ciación Nacional de Ingenieros Industriales (ANII), en estos mo-mentos integrada por las Agru-paciones de Madrid y Barcelona. Gracias a este primer marco aso-ciativo, se comienzan a trasladar a la administración las demandas del colectivo que se veía en una situación de anomalía dentro del ámbito de la ingeniería.Una de las principales reclama-ciones que se hicieron fue contar con el apoyo oficial para la cole-

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giación del colectivo indus-trial, a semejanza de otros colectivos profesionales tradicionalmente colegia-dos, como los médicos y abogados, con la idea de dar respuesta a sus aspi-raciones profesionales, así como atender a los in-tereses industriales de la Nación. Al principio, los In-genieros Industriales, que estaban repartidos por las distintas provincias espa-ñolas se encontraban ais-lados y casi sin conexión con otros compañeros. Este aislamiento provoca que la ANII, formada única-mente por las Agrupacio-nes de Madrid y Barcelona, se empiece a nutrir de in-genieros residentes fuera de su núcleo urbano con la necesidad de realizar in-tercambios profesionales, y para recoger los conocimientos sobre la industria y la ingeniería que fuesen apareciendo.Así fue como el colectivo de inge-nieros sevillanos liderado por la fi-gura de don Ramón de Manjarrés y Bofarull, fallecido justo en aque-llos momentos, se organiza y re-úne lo necesario para constituir su propia Asociación en los primeros años del siglo XX. En 1918, con el nombre de Agrupación de Sevilla, bajo la presidencia de don Manuel Velasco de Pando, y tras las forma-lizaciones precisas con la ANII, se constituye como una delegación de ésta, pasos que seguirán más adelante otras delegaciones de Andalucía. No obstante, aunque se ha adopta-do la fecha de abril de 1918 como la de constitución efectiva de la Agrupación de Sevilla, germen de la Asociación Territorial de Ingenie-ros Industriales de Andalucía Occi-dental, ya desde los primeros años de esta década existen evidencias de su funcionamiento, aunque de manera informal, con lo que esta-ríamos ante una organización que posiblemente ya sea centenaria. Tras la creación en 1918 de la

Agrupación de Sevilla como la pri-mera delegación andaluza de la Asociación Nacional de Ingenieros Industriales (ANII), la región va a ir asumiendo cada vez más importan-cia en la organización del colectivo y van a ir apareciendo nuevas delega-ciones a partir de los años 30.La lucha por el reconocimiento de las competencias del Ingeniero In-dustrial había ido adquiriendo cada vez más forma, sobre todo desde la creación del Cuerpo Nacional de Ingenieros Industriales promulgada por el RD de 1911, gracias al cual se atribuyen determinadas funcio-nes al colectivo profesional, dando solución a los problemas de intru-sismo detectados frecuentemente. Posteriormente, y tras varios de-cretos y órdenes que intentaban regular la función de la profesión, es en 1935 cuando se establecen mediante el Decreto de 18 de sep-tiembre todas las atribuciones y definición del marco profesional de los ingenieros industriales.Tras el parón de la Guerra Civil, resurge la actividad de la ANII en 1941 con la declaración de la revis-ta DYNA como documentación de gran valor para la formación conti-

nua del colectivo. Mientras, se consolidan en Andalucía dos grandes agrupaciones con cabeceras en Sevilla, in-cluyendo a Córdoba, Cádiz y Huelva, y en Granada, inclu-yendo a Málaga, Almería y Jaén. En estos años de rein-dustrialización de España, destacamos la aportación altruista de los ingenieros industriales, encauzada a través de la organización de numerosos congresos y jor-nadas con la productividad y el desarrollo como tema principal, y materializada en la redacción de los primeros reglamentos industriales.También es en este periodo de gran actividad normaliza-dora cuando se vuelcan los esfuerzos en formalizar la constitución de los colegios que vendrán a dar solución

institucional a todo aquello que es requerido para el desa-rrollo profesional. El BOE de 9 de abril publicó el Decreto Fundacio-nal, siendo el Estatuto aprobado en Orden Ministerial del 16 de septiembre de 1950, y entrando así en funcionamiento casi to-dos los colegios en los inicios de 1951.Concretamente el Colegio de In-genieros Industriales de Andalu-cía Occidental registra su prime-ra reunión de Junta de Gobierno el 12 de febrero de 1951.Hasta la fecha de hoy, estas dos organizaciones, Colegio y Asociación, han convivido en la misma sede y con el mismo in-terés de preservar el ejercicio de la profesión, fomentar el servicio a la sociedad que ejercen los in-genieros industriales, servir de medio de formación y de unión de los profesionales y procurar un continuo desarrollo industrial y económico de nuestra región.

Don Ramón de Manjarrés y Bofarull

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¿Qué es lo que más te apasiona de la Ingeniería Industrial?

Yo siempre tenía muy claro que quería estudiar una carrera que tuviera muchos cálculos y temas prácticos. Decidí estudiar Ingenie-ría Industrial y la verdad es que te das cuenta cómo de complejo puede llegar a ser calcular una simple nave industrial. Lo que más me apasiona es todo lo que se puede aprender día a día y todo lo que se puede llegar a construir.

¿Hay algún ingeniero/a histórico que admires especialmente?

La verdad es que nunca me he parado a pensarlo. No hay ningún ingeniero al que admire especial-mente, pero si tengo que nombrar a alguien sería a Alfred Nobel, dado a que donó todo su legado a los premios que llevan su nombre y anualmente se les da a perso-nas relevantes de todas las áreas. Otro ingeniero histórico importan-te para mí sería Isaac Peral, por ser el creador del submarino.

¿Cómo vislumbras tu futuro como ingeniera industrial a corto plazo?

La verdad es que ahora mismo el sector de la Ingeniería está muy

parado, pero si te centras en el área de energías renovables y aho-rro energético tendrías más posi-bilidades que en el tema de cons-trucción. Aunque dada la crisis y competencia que hay actualmente en este país, lo más probable es que me vea obligada a buscar tra-bajo en el extranjero.

¿Por qué decidiste precolegiarte al COIIAOc?

Porque creo que tendría muchas ventajas para mi futuro y tendría más posibilidades de obtener muy buenas formaciones.

¿Cómo valoras el programa docente de la carrera que has estudiado?

Yo creo que se podría mejorar bastante, aunque con la entrada del grado creo que han cambiado algunas cosas con respecto a la Ingeniería Técnica, pero considero que los docentes tendrían que te-ner más práctica y menos teoría.

¿En qué especialidad de la Ingeniería Industrial te gustaría seguir formándote una vez termines tus estudios?

Mi especialidad favorita ha sido siempre la Mecánica, pero tam-bién me gustaría formarme en el área de programación.

Nos has hablado de que te planteas que en un futuro no demasiado lejano te veas obligada a marcharte al extranjero, ¿qué región o zona preferirías de ser así?

La verdad es que no me he plan-teado nunca esta pregunta por-que tampoco tengo preferencia por ningún país en concreto. Me gustaría que fuera un lugar donde pudiera formarme en mi sector y desarrollar mis conocimientos, mientras que a la vez me sirvie-se el día a día en ese país para aprender uno de los idiomas más desmandados en el sector de la Ingeniería, como pueden ser el in-glés o el alemán.

¿Consideras que la Ingeniería Industrial cambiará mucho en los próximos años con los avances tecnológicos?

Es cierto que con los últimos avances cada vez hay más pro-gramas que nos facilitan los cál-culos, los informes, el diseño y la gestión industrial. Además, las máquinas, año a año, están más automatizadas y, por tanto, nece-sitan más de los avances tecno-lógicos e informáticos, así como software especializado de la mis-ma tipología que SCADA.

LOLA RUIZ ZAMORANOrealizando el ProyectoFin de Grado para acabar la carrera de Ingeniería Industrial en la Universidad de Córdoba.

Los alumnos opinan

“Me precolegié en el COIIAOc porque tendría muchas ventajas y más posibilidades de obtener muy buenas formaciones”

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más información a través del correo [email protected]

formación del COIIAOcA partir del primer semestre de 2016, el Colegio ofrecerá los siguientes cursos:

Preparándonos para abordar los retos del futuro

• Preparación para la certificación Project Management Professional (PMP®)

• Financiación de proyectos

• Gestión de cooperativas

• Autodesk Revit

• Peritaciones de vehículos

• Valoración de maquinaria y bienes industriales

• Diseño de maquinaria

• Ingeniería de los alimentos

• Rehabilitación energética de los edificios

• Reglamento y cálculo de instalaciones de alumbrado exterior

• Cursos del área de mantenimiento

• Cursos del sector aeronáutico

• Mediación civil y mercantil

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Recomendaciones

Huelva Puerta del AtlánticoEl Centro de Visitantes Huelva Puerta del At-lántico se sitúa junto a una de las joyas del pa-trimonio industrial de Andalucía, el Muelle del Tinto, construcción de hierro y madera del si-glo XIX usado como embarcadero del mineral que llegaba desde las explotaciones mineras a través de los ríos Tinto y Odiel. El Centro, de más de 600 Km2 y acceso gratui-to, está divido en dos salas. La primera se de-dica a la historia, la cultura y las tradiciones de la capital onubense, mientras la segunda está íntegramente dedicada a uno de los capítulos industriales más importantes de nuestro país: la llegada del capital británico. Esta sala reco-rre mediante documentos, infografías y recur-sos audiovisuales la historia de la minería en Huelva, mostrando a los visitantes el impor-tante legado que dejaron en la provincia. El Centro cuenta además con exposiciones y actividades temporales que se van renovando mensualmente.

Calle Presidente Adolfo Suárez, 1. [email protected]éfono: 959 54 22 48

Los Ingenieros Industriales en Andalucía Occidental Este libro, editado en 2009, recorre la historia de la Ingeniería Industrial en Anda-lucía, cuyos orígenes institucionales se remonta a finales del siglo XIX, cuando comenzó la escisión del grupo de ingenieros industriales de Andalucía de la Aso-ciación de Ingenieros Industriales (ANII).

‘Los ingenieros industriales en Andalucía Occidental’ es una recopilación de he-chos, anécdotas, momentos y sucesos ocurridos en la historia del COIIAOc, que antiguamente también aglutinaba a los ingenieros industriales de la provincia de Badajoz. Una lectura amena y cargada de experiencia, pero sobre todo un ho-menaje a aquellos que hicieron posible el Colegio Oficial de Ingenieros Industria-les de Andalucía Occidental, la Fundación Patrimonio Industrial de Andalucía, la Asociación de Ingenieros Industriales de Andalucía y la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de la Universidad de Sevilla.

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Bienvenida a los nuevos colegiados

•Rosales González, Ignacio

•Rodríguez Pérez, Ángel Mariano

•Redondo Bayo, José Carlos

•Pahissa García, Javier

•Montiel Díez, Virginia

•Yelmo Alba, Javier

•Gallén Sánchez, Arturo

•Gómez Gómez, Juan Manuel

•Jódar Robles, Juan Carlos

•González Bautista, Miguel

•Jiménez Boluda, Gonzalo

•Borrero Villalón, Adolfo

•García-Marcos Suanzes, Alfonso

•Moreno Quesada, Jesús

•Trigueros Genao, Ramón

•Valencia Bel, Pau Lluís

•Barea Fernández, Francisco

•Ordóñez Romero, Francisco

•Vázquez Delgado, Francisco de Asís

•Martín Carretero, Manuel

•Muñoz García-Zozaya, Antonio

•Alonso Correa, José Ramón

•García Martín, Javier

•Torres García, Tomás

•García Machuca, Isidro

•Sánchez Miranda, Rocío

•Pérez García, Francisca

•Soria Hurtado, Olalla

•Salazar Navajas, Ángel Vicente

•Torres García, Miguel

•Cantador Barco, Juan Luis

•Cuenca Sención, José Manuel

•Ballesteros Monclova, Manuel José

•Mañes Izquierdo, Joaquín

•Maraver Ceballos, Abel

•Pérez Laynez, Enrique Manuel

•Alanís Rodríguez, Javier

•Bustos Rincón, Pablo

•García Norte, Rafael

•Gómez Arjona, José

•Cabrerizo Martínez, Álvaro

•Tonda Hita, Agustín

•Ruíz del Campo, Ignacio

•Navalón Burgos, Irene

A través de este número dedicado a la historia de la Ingeniería Industrial tengo el placer de dar la bienvenida a los cuarenta nuevos colegiados inscritos en los últimos tres meses, que marcarán el futuro de nuestra profesión.

Para el COIIAOc es un orgullo poder contar con jóvenes talentos y profesionales cualificados que continúen enriqueciendo y engrosando nuestra institución, así como con los grupos de trabajo y actividades que se generan.

Desde el Colegio se promueve la formación continua y se trabaja en la evolución de Andalucía a través de la industria, por lo que contar con nuevas ideas de jóvenes profesionales aporta frescura y dinamismo a nuestro afán por contribuir al progreso de la sociedad.

Aurelio AzañaDecano del COIIAOc

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