ilustre municipalidad de la necesidad de una visión desde
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ILUSTRE MUNICIPALIDAD DE
La necesidad de una visión desde la Vexilología para las
banderas municipales en Chile
Steffan Giadach Axt
Presidente de la Corporación Nacional de Vexilología de Chile
Ponencia presentada en el presentada por al XXXVI Congreso
nacional de Vexilología en Marín, Pontevedra, España 1, 2 y 3
de octubre de 2021
Palabras Clave: Vexilología – Banderas - Chile - Municipalidad -
Comuna - Vexilología Comunitaria - Participación Ciudadana
Escribir acerca de las banderas municipales de Chile es adentrarse
en un viaje interesante acerca de identidades y representaciones
comunales donde algunas llevan ya varias décadas expresadas en
una bandera mientras que en otras aún se encuentra ausente un
símbolo que responda a esta necesidad de representación. Por lo
anterior, el presente artículo se fundamenta en su origen por la
propuesta de abarcar dos interrogantes fundamentales en el
desarrollo vexilológico nacional: ¿Cómo ha sido el desarrollo de las
banderas comunales a lo largo del tiempo? y ¿De qué manera se
puede potenciar la necesidad de creación y cambio de las actuales
banderas comunales?
Contexto Histórico
A lo largo de la historia de la organización territorial en Chile cabe
destacar que uno de los conceptos más utilizados es el de comuna a
la usanza de municipio como es tradición en algunos países. En
Chile, se publica la denominada "Ley de Comuna Autónoma" en
1891 creando de esta forma 267 comunas a lo largo del territorio y
que comenzarían el proceso de trasladar los escudos de armas
entregados a las ciudades desde el siglo XVI hacia la conversión en
un escudo y bandera comunal que entregue identidad a la
comunidad.
Al presente, en el país se encuentran 346 comunas agrupadas en 56
provincias que componen 16 regiones. Se establece a la fecha, que
las comunas chilenas están a cargo de municipalidades que tienen
como objetivo principal la administración de la misma en ámbitos
propios de la comunidad como la salud, educación, obras públicas y
el desarrollo cultural y social.
Las primeras banderas comunales
Es interesante considerar que si buscamos una evolución histórica
acerca de las banderas comunales en Chile, una de las primeras
aparece ya en los primeros tiempos post independencia. En la
ciudad de Valparaíso, desde 1832 es posible registrar el uso de una
particular bandera muy similar a la nacional desde 1818. La bandera
de Valparaíso aparece con una estrella de seis puntas a diferencia de
la de cinco usada para la bandera chilena y mientras esta última
descansa en un campo azul, la de Valparaíso, lo hace sobre un
cantón de color negro. Así también, las franjas blanca y roja
características de la bandera chilena, en Valparaíso se presentan a la
inversa e incluso, ocupando un cantón negro de menor tamaño que
la bandera chilena.
Como de momento no se han encontrado registros fotográficos del
uso de esta bandera o mención sobre la misma en el siglo XX
tenemos un intervalo considerable de tiempo hasta convenir en la
creación y uso de la actual bandera comunal de Valparaíso,
caracterizada por ser una partida vertical bicolor en azul y rojo que
lleva el escudo de la ciudad como carga al centro.
Así como en Valparaíso somos testigos de la aparición de una
particular bandera comunal, la historia nacional tiene registros del
origen de otra particular bandera que independiente de su
antigüedad aún sigue vigente en la comuna de Zapallar.
Este conocido balneario en el norte de la Región de Valparaíso tiene
entre sus cualidades contar con una de las banderas comunales más
antiguas en Chile. Corría el año 1917 y cuando en Zapallar
celebraban el primer aniversario de la instauración del balneario
como comuna, se creó en los días de la semana zapallarina un
emblema cuartelado en azul y amarillo que se convertiría en la
bandera vigente hasta nuestros días.
La bandera consiste en un rectángulo de proporciones 2:3 con
cuatro cuarteles, azul y amarillo hacia el asta y a la inversa hacia el
batiente. El color azul representa la presencia del mar en sus playas
mientras que el color amarillo u oro como se le denominó en sus
días, corresponde a la flor del zapallo, que le da el nombre a la
comuna. Actualmente puede verse izada en dependencias
municipales de Zapallar como así también en actos cívicos y
partidos de fútbol comunales.
Heráldica y Vexilología Comunal en el siglo XX
Avanzando en el tiempo, se marca la presencia de una figura
particular en el desarrollo heráldico chileno en la persona de Don
Fernando Álvarez de Toledo y Carvalho, presidente de la Comisión
de Heráldica del Instituto de Conmemoración Histórica.
La presencia de Toledo es marcada al estudiar algunas de las
banderas comunales en el país sobre todo a partir de su condición de
heraldista cuyos servicios permitieron el disponer de símbolos
relevantes de identidad comunal a lo largo del país junto con
disponer de bases sólidas para la creación de una serie de banderas
comunales vigentes hasta nuestros días.
Para 1958 es que se recogen los primeros registros de un trabajo
detallado en la creación de símbolos propios y característicos que
permiten considerar la existencia de banderas comunales chilenas
que en algunos casos se mantienen sin modificaciones hasta
nuestros días, como es el caso de la comuna de San José de Maipo
en la Región Metropolitana, que cuenta con una terciada horizontal
derivada del trabajo realizado por Toledo a lo largo del país donde
cabe destacar la permanencia de la ley heráldica de contraste de los
esmaltes de forma clara en la relación entre esmalte - metal -
esmalte según podemos apreciar en la bandera comunal:
Otro caso ejemplar corresponde a la bandera de la comuna de
Ovalle en la región chilena de Coquimbo.
La bandera ovallina aparece descrita por decreto alcaldicio Nº 158,
promulgado en abril de 1974 y recoge los estudios hechos por
Toledo ya en 1960. Al respecto, la bandera terciada recoge también
un simbolismo municipal importante en la medida de considerar
elementos geográficos propios de la zona como por ejemplo, la
franja azul en representación del Río Limarí y que cruza la zona a la
usanza de la franja central.
Del trabajo heráldico a la participación comunal
Siguiendo en el recorrido a lo largo del siglo XX es que confluye
tanto el trabajo heráldico con las primeras muestras de participación
comunal expresada en una serie de concursos municipales que
permitieron vincular a la población de algunas comunas chilenas
con la necesidad de creación de un símbolo que las representara a
partir del uso y difusión de una bandera comunal. Es así como por
ejemplo, en la comuna de Los Ángeles en la Región del Bío Bío, se
llevó a cabo un concurso para la creación de la bandera comunal en
1975 que dio como ganador al diseño propuesto por el estudiante
del Liceo Industrial de la ciudad, Santiago Patricio Castro Rojas de
unos 16 años de edad al momento de participar en el concurso.
Este diseño considera la permanencia del diseño terciado junto con
la inclusión del escudo municipal en una tendencia común a las
demás banderas comunales. Cabe destacar que este diseño es
utilizado hasta el día de hoy con una fuerte representación por parte
de la comunidad de Los Ángeles debido a los elementos identitarios
propios de la comuna como la agricultura y silvicultura representada
en la inclusión de las franjas verdes junto a la presencia de las
nieves cordilleranas de Los Andes y saltos de agua importantes
como los Saltos del Laja representados en la franja central blanca.
El mismo año de 1975 se llevó a cabo otro concurso comunal que
dotó de un símbolo permanente a la comuna de Puerto Montt en la
Región de los Lagos. El alcalde de la época, Tótila Linz, impulsó un
concurso para la creación de la bandera puertomontina que dio
como resultado una bandera particular para el común de la banderas
comunales chilenas.
La inclusión de diagonales dentro de la bandera fue el resultado de
una mezcla entre los diseños finalistas. Es curioso el considerar en
esta etapa que a nivel comunal no es común ver las diagonales en
las banderas chilenas lo que hace de Puerto Montt un caso ejemplar
y particular en la vexilología nacional.
Entre el logo y la bandera comunal
Ya adentrándose en el siglo XXI encontramos que a nivel general
en el país y respecto a las banderas comunales, se advierte que
existe una síntesis interesante entre lo que vendría a ser, el logo de
la municipalidad en particular y la creación de una bandera
propiamente tal.
Al investigar sobre el desarrollo de las banderas comunales,
encontramos que en su mayoría en el país se evidencia el uso de
elementos propios del escudo municipal volcados en un campo a
partir de un diseño característico, sea el campo puro o tomando una
terciada vertical u horizontal como base de modo general.
Como las comunas chilenas son administradas por un gobierno con
una duración de 4 años. Es normal ver cómo cada nuevo gobierno
genera un cambio importante en lo que corresponde a la imagen
gráfica de la comuna a regir. Es por lo mismo, que si bien en
algunas banderas comunales se mantiene la continuidad del diseño
conforme a la representación comunal más allá del gobierno de
turno, en la práctica algunas comunas se enfrentan a una serie de
modificaciones relevantes en su logo municipal que posteriormente
es volcado en una bandera que se muestra e iza como símbolo
identitario de la comuna.
A modo de ejemplo, podemos considerar un avance importante de
cambio lo que sucedió dentro del marco del concurso realizado en la
comuna de Calama en la Región de Antofagasta en 2014 con el
objetivo de otorgar a la comuna un símbolo identitario a partir de
una bandera particular emanada de sus propios habitantes y que
respondiera de buena manera a los parámetros propios que definen
lo que es una buena bandera.
Tras una reñida votación, el diseño vencedor del concurso
correspondió a la propuesta de Víctor Rojas Tabilo quien al ser
consultado por la prensa1 señaló que “traté de representar lo que yo
considero importante para mi ciudad, que es un poco la memoria
perdida que tiene, las raíces, querer rescatar la identidad, y traté
de plasmarlo en una bandera que llevara los colores que usaban los
textiles prehispánicos, y colores representativos de Calama" Es
1 El Nortero, [https://www.elnortero.cl/noticia/sociedad/la-comuna-de-calama-ya-tiene-una-
nueva-bandera]
interesante el recoger la visión de Rojas en la medida de entender el
vínculo que se puede generar dentro de una comuna a partir de la
necesidad de plasmas sus símbolos más representativos en una
bandera que permita generar representación y plasmar fielmente la
identidad de una comuna en particular más allá de la simple
aceptación de un logo municipal en un campo blanco como suele
suceder a lo largo del país.
Si bien en Calama somos testigos de una conversión interesante
desde un logo o imagen identitaria al cómo debiera de ser una
bandera. Existen comunas a lo largo del país que se caracterizan por
tener banderas conformadas por un campo blanco en cuyo centro va
como carga el escudo municipal y generalmente enmarcado con la
frase "Ilustre Municipalidad de" o sus variantes "I. Municipalidad"
o simplemente "Municipalidad" Debido a lo anterior es que en Chile
y a diferencia de lo que se conoce en Estados Unidos como S.O.B o
"seals on bedsheets" (escudos en sábanas) tenemos en el país una
visión similar ante las banderas municipales en la medida de
considerarlas como "escudos en manteles" debido a la presencia del
mantel blanco como símbolo identitario en el folklore nacional.
Como ejemplo de lo anterior es que podemos contrastar las
banderas comunales de Calera de Tango, Pozo Almonte, Cabildo y
Vitacura como muestra de algunas derivaciones de las banderas
comunales chilenas:
Si bien, existen varias comunas que presentan esta tendencia a
incorporar como bandera el logo comunal o a la vez, la frase Ilustre
Municipalidad de y sus derivadas, conviven también a lo largo del
país banderas con diseños que se destacan por conformar una buena
bandera si tomamos como referencia los 5 principios de la
vexilografía y el cumplimiento de las leyes heráldicas de color y
contraste aplicadas a la construcción de una bandera. Como ejemplo
de lo anterior podemos destacar a las comunas de Santa Bárbara,
Viña del Mar, Quirihue y Santa Cruz por mencionar algunas.
Presente y futuro de las banderas comunales
Si bien aún existen en el país varias comunas que tienen en sus
banderas la condición de "escudos en manteles" otras han
experimentado procesos promisorios de participación ciudadana o
emanado desde sus gobiernos locales diseños particulares que
cumplen con uno de los objetivos de las banderas comunales
propuestas considerando su rol representativo de una comunidad en
particular junto con otorgarle un sello propio y personal a las
comunidades residentes en dichas comunas.
Por lo anterior es que en la actualidad se han desarrollado a lo largo
de Chile concursos de creación de banderas comunales que en
algunos casos han estipulado expresamente en sus bases que en las
propuestas no deben ir escudos o letras y también se ha entregado
un marco cromático pertinente a partir de limitar el uso de colores
como forma de especificar e identificar plenamente a las futuras
banderas comunales con los elementos simbólicos y representativos
de las comunidades a las que aspiran representar.
Casos ejemplares en el último tiempo de participación comunal con
el objetivo de la creación de nuevas banderas municipales
corresponden a las experiencias en las comunas de Futaleufú,
Guaitecas, Isla Huar y Fresia como ejemplo promisorio del
desarrollo de una vexilología comunitaria que permita el seguir
desarrollando el interés comunal de los habitantes del país en la
medida de recalcar la importancia en el rol representativo que
cumple cada bandera comunal.
Bibliografía
DEDAL DE ORO, Versión electrónica de la Revista Dedal de Oro.
Nº 70 - Año XIII, Primavera 2014 [https://www.dedaldeoro.cl/ed70-
26_bandera.html]
NORIE, John William, Plates Descriptive of the Maritime Flags of
All Nations, Editado por J.W. Norie, 1832
OVALLITO, Sitio Web, [https://www.ovallito.cl/emblemas]