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(78) tradiciones El uso de la legumbre haba (Vicia Faba) en la cultura mediterránea ha sido fundamental, siendo sabiamente utilizada por nuestros ante- pasados, paliando hambrunas y acompañando el día a día. Otras legumbres se introdujeron en España después del descubrimiento de Amé- rica, entre ellas las alubias, pasando entonces a formar parte de muestra cultura. Desde la an- tigüedad las habas pertenecen a nuestra gama de sabores y olores familiares, estando también presentes en nuestro patrimonio escrito y oral, como en frases hechas: “Dios da habas a quien no tiene muelas“, “No se le cuecen las habas“, etc. Llevamos el término a América, donde si- En el valle alto del Oja encontramos la caridad de habas, en Ojacastro a comienzos de año, por San Antón, y en Ezcaray al inicio de la primavera, el día de San Benito. Ambas celebraciones nos transportan a sabores y tradiciones que forman parte de nuestro pasado, nuestro presente y sobre todo, de nuestra cultura. TEXTO: María Teresa Hernández Donamaría y José Muro FOTOGRAFÍAS: Cofradía de San Antón y Cofradía de San Benito y Valvanera HABAS EN CARIDAD Pendón de San Antonio.

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(78) tradiciones

El uso de la legumbre haba (Vicia Faba) en la cultura mediterránea ha sido fundamental, siendo sabiamente utilizada por nuestros ante-pasados, paliando hambrunas y acompañando el día a día. Otras legumbres se introdujeron en España después del descubrimiento de Amé-rica, entre ellas las alubias, pasando entonces a formar parte de muestra cultura. Desde la an-tigüedad las habas pertenecen a nuestra gama de sabores y olores familiares, estando también presentes en nuestro patrimonio escrito y oral, como en frases hechas: “Dios da habas a quien

no tiene muelas“, “No se le cuecen las habas“, etc. Llevamos el término a América, donde si-

En el valle alto del Oja encontramos la caridad de habas, en Ojacastro a comienzos de año, por San Antón, y en Ezcaray al inicio de la primavera, el día de San Benito. Ambas celebraciones nos transportan a sabores y tradiciones que forman parte de nuestro pasado, nuestro presente y sobre todo, de nuestra cultura.

TEXTO: María Teresa Hernández Donamaría y José MuroFOTOGRAFÍAS: Cofradía de San Antón y Cofradía de San Benito y ValvaneraTEXTO: María Teresa Hernández Donamaría y José MuroFOTOGRAFÍAS:

HABAS EN CARIDAD

Pendón de San Antonio.

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guen denominando a la semilla del cacao haba, por su parecido en la forma.

En Ojacastro el día de San Antón, diecisiete de enero, existe un festejo con un fuerte sabor añejo, que nos traslada e invita a revivir la historia de esta singular población. Es el día de la fi esta grande y antes de comenzar los actos religiosos podemos contemplar a anima-les domésticos (perros, caballos, vacas, gallinas,

etc.. ), acompañados de sus dueños, dar siete vueltas alrededor de la iglesia. Cada vez que se pasa por la puerta del templo la comitiva se detiene a rezar, y así hasta completar el número. Los tiempos cambian y los animales ya no están tan vinculados a nuestras casas ni a nuestra forma de vida, por lo que este rito no se ha podido realizar de forma ininterrumpida todos los años. A continuación la misa, seguida de la procesión del Santo, gran protector de los animales. Después, sobre la una y media, el párroco se dirige como todos los años a ben-decir las habas.

Los cofrades de San Antonio llevan desde las cinco o seis de la madrugada cocinando las habas en un recinto vallado junto a la igle-sia. La huerta está dispuesta desde las diez de la mañana ofreciendo chorizo y vino a todos los que quieran acercarse. Unos días antes los

HABAS EN CARIDAD El guiso en veintidós calderas.

Donación y beso al santo.

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cofrades comienzan a pedir siguiendo la tra-dición, con un cubo o bote y un cuadro del santo colgado a modo de gran medallón im-provisado. Los vecinos al aportar las donacio-nes besan el cuadro, como es su costumbre.

La razón de esta caridad de las habas proce-de del año 1565, en el que Francisco Torralba funda las Arcas de la Misericordia que pro-veían de granos, centeno y trigo a los labra-dores necesitados; estos lo devolvían al realizar la cosecha. Estas Arcas mantuvieron su funcio-namiento hasta el siglo XVIII y en 1843 se crea la Hermandad del Amparo, donde todos los asociados pagaban una cuota, y se atendía a todos los enfermos con una cantidad diaria de ayuda, también se cubría el costo del médico y el gasto en botica.

Aún quedan personas en Ojacastro que re-cuerdan con gran claridad este día, unos se-

senta años atrás. Entonces se hacía fila para entrar en el salón del ayuntamiento, de forma ordenada, siendo los últimos los pobres, que eran atendidos y servidos los primeros, y solo cuando estos abandonaban el recinto el gui-so de habas que sobraba era repartido entre el resto del pueblo. Desde hace unos treinta años pasó del ayuntamiento a la huerta donde hoy se realiza por la Cofradía de San Antón, dispuestos a la labor con sus enormes puche-ros de aluminio, sustituyendo a los antiguos de cobre, no olvidando así su pasado.

En el 2009 se repartieron unas 2.500 raciones sorteándose a continuación un cordero de pas-to para sufragar parte de los gastos. Todo esto se sigue conmemorando el día de San Antón: el tiempo cambia muchas cosas, incluso el tipo y la forma de la pobreza (ahora contamos con la Seguridad Social, las pensiones de jubilados y la Democracia).

tradiciones

Reparto en Ojacastro.

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Remontando el río Oja a tan solo dos kiló-metros se encuentra Ezcaray. Las habas en esta localidad son las de San Benito, siempre el sábado siguiente al veintiuno de marzo, salvo que este día caiga en sábado. La tradición del cocinado y reparto de la legumbre se realiza en el Atadero, lugar que encontramos junto al edificio del tinte que posee una construc-

ción singular ya que en su estructura no existe madera, fue realizado con el fin de hacerlo in-combustible pues en su interior alojaba doce calderas donde se tintaban los paños e hilos. Este edificio es restaurado a finales de 1980, pertenece al conjunto de la fábrica real decla-rada de interés cultural. El solar del Atadero recibe el nombre de cuando se celebraba la feria de ganado en este lugar y en él se ataban los animales. Se celebraba todos los domingos desde octubre hasta abril y en la década de 1970 deja de celebrarse.

El cocinado y reparto ha ido ocupando dis-tintos emplazamientos a lo largo del tiempo. Siguiendo el hilo de estos lugares llegamos al origen de esta celebración. Todo comenzó en la otra vertiente del río Oja en el camino de Cilbarrena (aldea de Ezcaray), donde existía el Priorato de Ntra. Sra. De Ubaga dependiente del Monasterio de Valvanera. Esta ermita, con

Cofrades con el estandarte de la Virgen.

Parque de Tenorio.

Habas en caridad

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su pequeño río, molinos, montes y tierras de cultivo fueron donados en el año 1100 por el rey Alfonso I de Aragón, el Batallador, y su es-posa Urraca I de Castilla al Monasterio de Val-vanera. La ermita era atendida por un monje de los Benedictinos de dicho monasterio que tenia trabajadores para cultivar las tierras y que además administraba el Priorato. Llegó la desamortización de Mendizábal y con ello la ermita fue abandonada.

Existen referencias que nos hablan del reparto y preparación del cocinado de habas por parte de uno de los últimos monjes de la ermita el día de San Benito. Recordando a estos Bene-dictinos la Cofradía de San Benito y Valvanera recogen y recuperan la tradición hacia 1880. Tras distintos avatares de la historia y con pa-

radas en su celebración llegamos a 1947, don-de seis cofrades llevan a cabo la tradición en la cuesta de El Pizarral, justo enfrente de la antigua ermita de la Virgen, preparando cin-cuenta kilos de habas en seis calderas, donde cada uno de los miembros se hace cargo del

tradiciones

Parque de Tenorio. Cocinando en Ezcaray.

Reparto en el Atadero.

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mantenimiento y limpieza de una de ellas. Desde 1951 a 1969 se cambia de lugar a una finca particular al lado del Parque de Tenorio, en los años sucesivos pasa por lugares como el matadero antiguo, la Arboleda, los soportales de Doña Inesita y la plaza del kiosco, para en el año

1974 llegar al solar del Atadero, terreno cedido por el Ayuntamiento de Ezcaray a la Cofradía de San Benito y Valvanera para el cocinado y reparto del cocido de las habas. En estos años se cambian las calderas de cobre por otras de hierro, más fáciles de limpiar y el reparto, que se hacia por la tarde a las cinco, se hace por la mañana alrededor de la una.

En la actualidad cuentan con una caseta cons-truida por el ayuntamiento al lado del Toril (ya que en el Atadero también se han celebrado corridas de toros), donde se cocinan las habas en un amplio fogón y se colocan las veintidós calderas que ahora se utilizan. Los cocineros se reúnen el día anterior, dejando la cebolla, los ajos picados y las habas a remojo. A las seis de la mañana del día de la celebración lanzan el primer cohete haciendo participe al pueblo de que empieza el cocinado. El segundo se lanza cuando empiezan las habas a hervir. El terce-ro cuando se las asusta al añadir el agua fría. El cuarto cohete cuando se apañan. Mientras tanto se da como aperitivo pinchos de chorizo escaldado. El quinto y último con la bendición seguida del reparto sobre la una de la tarde de miles de raciones.

Como dijo Sancho Panza “en otras casas cue-cen habas” y podemos decir sin miedo a equi-vocarnos que, en La Rioja, “a calderones”.

Habas en caridad