Con el tiempo mejoras

Guía para

Vivir Mejor

Carmen¡Ay Dios mío… la que he podido armar! Cuando me he duchado, como casi todos los días, me he dado cuenta de algunas cosas que me han hecho temblar.

Mi baño no es grande. La bañera es pequeña y con asiento, como las de antes. Como cada vez me cuesta más levantar la pierna para meterme en ella, suelo apoyarme en el lavabo o en el toallero. Pero hoy estaba torpe; no sé por qué, pero era así. Hasta hoy, nunca había sentido que el lavabo se moviera. Y cuando me he ido a apoyar en el toallero, me he quedado con él en la mano.

Cuando se me ha pasado el susto, le he dicho a Tomás que tenemos que hacer unos arreglitos en casa para adaptarla a nuestras necesidades. Así que hemos realizado un recorrido por la casa, sobre todo por los espacios donde estamos más a menudo, identificando todo aquello que pudiera ser un peligro, si no ahora, a lo mejor dentro de unos años, cuando nos hagamos más mayores.

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Hemos decidido realizar un PLAN de mejoras que nos hagan la vida más cómoda y más segura. Cada año un arreglito, a medida que vayamos ahorrando algo de dinero.

El lugar de mayor riesgo es el baño, seguido de la cocina y el salón. Por ello, acordamos que las modificaciones en el servicio eran las más urgentes. De entrada, pensamos que era mejor cambiar la bañera por una ducha a la que es fácil acceder, con suelo antideslizante, barras para agarrarnos y asiento, y solucionar la altura del inodoro, pues cada vez nos cuesta más sentarnos y levantarnos, y poner un asidero. También, sustituiremos los grifos que son del año de la polka por un monomando que es mucho más útil. Y por último, suprimiremos los pestillos de la puerta del baño para no correr el riesgo de quedarnos encerrados.

Luego nos meteremos con la cocina, con la sala, con nuestra habitación… Un PLAN para vivir mejor y hacer de nuestra casa un lugar más confortable y seguro para hoy y para el futuro.

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La jubilación nos permite hacer planes para vivir mejor, con más seguridad y comodidad.

Ahora podemos “soportar” unas obras. Cuando seamos más mayores quizás nos apetezca menos.

Hacer planes para utilizar bien nuestros recursos económicos, preguntar si podemos obtener ayudas públicas para adaptar la casa, reunir información sobre cómo y quién puede hacerlo…

Nos invita a vivir mejor, con más seguridad y con una vida más feliz.

Txomin

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Hoy me he encontrado con Gerardo, que está a punto de jubilarse. Fuimos juntos al colegio, aunque yo tenía algunos años más. Como éramos vecinos, hacíamos el camino juntos. Así, yo le acompañaba y cuidaba de él. En la infancia, tener dos años más era mérito suficiente para que me encargaran la tarea de acompañarle. Ahora que va a jubilarse tiene sensaciones similares a las que tuve yo en su situación.

Con la jubilación recibimos una especie de bolsa de tiempo libre. Ese tiempo que tantas veces decimos que necesitamos para descansar y que deseamos con tanta pasión. La verdad es que los primeros días nos hartamos de dormir; vemos horas y horas de televisión, incluidas las telenovelas que tanto criticábamos antes, aguantamos horas leyendo el periódico… Por eso, le propuse a mi amigo Gerardo que lo mejor era hacer un PLAN que nos permitiera organizar esta nueva etapa de nuestra vida.

Gerardo discutía conmigo. Decía que ya había hecho suficientes planes en su vida laboral, y que ahora quería hacer lo que le diera la gana. Yo le

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respondía: ¿Lo que te da la gana? Es decir: ¿nada?¿Crees que eso te va a ayudar a sentirte bien?

Hacer un Plan tiene más utilidad que llenar el tiempo, que no es poco. Le conté lo útil que nos resulta a Maritxu y a mí tener uno. Le expliqué que hacer un plan no es difícil, ni requiere de un experto, ni acudir a la notaría. Nuestro Plan nos permite organizar el día, la semana, las vacaciones… Es sencillo: nos ayuda a coincidir cuando nos apetece, a tener autonomía cuando lo deseamos y cosas así. También miramos nuestros ahorros, nuestras pensiones y nos organizamos para sacar el máximo partido a nuestro dinero, sin correr riesgos innecesarios.

En definitiva, un Plan sirve para organizarnos. Y para poder vivir juntos, evitando coincidir sólo para comer y marchar corriendo a echar la partida. O para evitar conflictos a la hora de organizar las vacaciones. Para no estar todo el día aburridos como ostras, mirándonos con ojos de besugo.

Nos compramos un pequeño tablón de anuncios de corcho y una pizarra de rotuladores de esos cuya tinta puede borrarse. Nos sirvieron para dibujar nuestro Plan y para comunicarmos avisos. ¡Sensacional! Gerardo se quedó boquiabierto. No me creía tan organizado. Pero la experiencia es la madre de la vida, y yo le llevo dos años de recorrido. ¡Ahí le gano!

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Nos permite organizar los tiempos personales y los tiempos compartidos.

Nos ayuda a distribuir las responsabilidades en el funcionamiento de la casa.

Nos ayuda a organizar nuestra economía y sacarle más partido a nuestro dinero.

Es sencillo y enseguida te acostumbras.

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Los planes pueden ser tan sencillos como eficaces. Y pueden abarcar distintos aspectos de nuestra vida:

Las relaciones con hijas e hijos, nietas y nie-tos; sin atarnos, pero sin aislarnos. Planes de encuentro y también de ayuda mutua.

Los ingresos, los ahorros, los gastos fijos, los previstos y los imprevistos.

La adecuación de los espacios de nuestro hogar a las necesidades cambiantes.

Las tareas domésticas y el tiempo libre que va más allá de jugar a las cartas o par-ticipar en bailes, cursillos y excursiones.

El conocimiento de lugares donde poder participar en nuevas actividades culturales y sociales que nos ayuden a comprender el mundo en que vivimos.

El cuidado de nuestra salud, los chequeos, la medicación, las actividades de mejora, la alimentación, etc.

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PARA ACTUARHabla con amigas y amigos sobre cómo hacer un Plan de vida. Para ello es útil conocer los recursos existentes en el barrio y en el municipio.

Coloca un pequeño “tablón de anuncios” en la cocina para anotar tus planes y las actividades que vas a rea-lizar.

Revisa tus recursos económicos para ver qué puedes hacer para mejorar tu vida: salud, entretenimiento, adaptación de la vivienda, viajes y excursiones, etc. Es el momento de utilizar lo que ahorraste para el futuro.

Contacta con los Servicios Sociales para saber cómo acondicionar tu vivienda.

Solicitar el servicio de TELEASISTENCIA puede ser muy útil ya que si sufres un accidente en casa te permite contactar con los servicios de emergencia.

© EDEX 2009Dirección: Roberto Flores • Autoría: Rafael Mendia • Diseño: estudionuvola.esISBN: 978-84-9726-558-4 • D.L.: BI-3477-09 • Todos los derechos reservados

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Vivir Mejor es una colección de doce guías centradas en todo aquello que una persona mayor puede hacer para cuidarse, cuidar a las personas con las que comparte su tiempo y participar de forma activa en la vida social.

En cada guía, un hombre y una mujer imaginarios narran en primera persona su experiencia relacionada con el tema del que se trate (la salud, la amistad, el amor, la familia, etc.). A continuación se presentan diversas propuestas para pensar y para actuar.

El contenido de la guía que tiene en sus manos se centra en la planificación de los cambios.

CENTROS MUNICIPALESDE PERSONAS MAYORES DE SESTAO

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