grupo betean - rse

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Jorge Garma / Bilbao La noción de Responsabilidad So- cial Empresarial o Corporativa se asienta en el panorama empresarial vasco, tal vez con una mayor lenti- tud que en el resto del entorno eu- ropeo, pero con firmeza. Las gran- des compañías fueron las primeras en introducir un apartado por el que cada vez preguntan con mayor frecuencia sus hermanas pequeñas, las pymes. Así lo comprueban las consultoras que asesoran a estas empresas en su camino por implan- tar recursos que deriven en un acer- camiento a las preocupaciones so- ciales, laborales y medioambientales que rodean a su hábitat cotidiano. El ‘crac’ de la Bolsa de 1929 y la decadencia de la burbuja tecnológi- ca a finales de los 90 provocaron una pérdida de credibilidad hacia la red empresarial en Estados Unidos. “Surgieron una serie de exigencias éticas a la empresa desde muy dife- rentes lugares sociales y desde múl- tiples enfoques”, explica Sebastián Sarasola, consultor gerente de Ados Consulting, firma bilbaína dedica- da, entre otros servicios, al desarro- llo de la RSC. Ados Consulting co- labora con BBK en el diseño de su Obra Social fuera de Bizkaia y con Arcelor Mittal en el diseño de su estrategia para la igualdad. Definición Según la definición que dio el Mi- nisterio de Trabajo en 2005, la Res- ponsabilidad Social Corporativa “es, además del cumplimiento es- tricto de las obligaciones legales vi- gentes, la integración voluntaria en su gobierno y gestión, en su estra- tegia, políticas y procedimientos, de las preocupaciones sociales, labora- les, medioambientales y de respeto a los derechos humanos que surgen de la relación y el diálogo transpa- rentes con sus grupos de interés, responsabilizándose así de las con- secuencias y los impactos que se derivan de sus acciones”. De las multinacionales a los estándares locales. Así es el trayecto que está realizando la implementa- ción de la RSC en todo el mundo. “La presencia de las grandes mar- cas en nuestro entorno ha contri- buido a la expansión de la RSC. En Euskadi, en los últimos años, he- mos detectado un incremento de la inquietud por la RSC entre algunas pymes. En las entrevistas nos en- contramos con demandas todavía muy ambiguas: ‘nos gustaría apor- tar a la sociedad, que nuestra marca se asociase a una buena práctica so- cial”, continua Sarasola. Las motivaciones de estas pe- queñas y medianas empresas para introducirse en el mundo de la res- ponsabilidad social son de distintas índole. “Fundamentalmente, la to- ma de conciencia de que la empre- sa es ‘algo más’ que un grupo de gente para obtener un beneficio, aunque éste sera el fin primordial. A esto ayudan situaciones o expe- riencia personales de socios direc- tores, gerentes, etc. En este punto nos encontramos con aspectos co- mo el patrocinio del deporte ama- tur, obra social o de solidaridad, preocupaciones medioambientales, cuestiones de igualdad de oportuni- dades entre personas de diferente sexo... Otro factor a destacar es el propósito, muchas veces surgido de la necesidad, de establecer procesos de fidelización interna: cuestiones salariales, de horario, conciliación de la vida familiar y laboral...”, su- braya Ignacio Pío Galdós, de Bete- an, una consultora empresarial con más de tres décadas de experiencia y especializada en los campos tec- nológico, medioambiental y econó- mico-financiero. Instaurar un aparato de desarro- llo de políticas de RSC es una de las áreas de trabajo de estas consulto- ras. “Se necesita información y ase- soramiento porque las empresas, por sí solas, no están preparadas para entender el impacto de las nuevas normativas y en muchas ocasiones los trámites les resultan inabordables”, resalta Sylvia Gay, presidenta del Foro RSC de Gipuz- koa. “Los planes de RSC deben surgir a partir del diálogo abierto entre la dirección de la empresa y sus principales interlocutores: la propia plantilla, los proveedores o la sociedad. Así se identificará dis- tintas actuaciones, que pueden to- mar formas muy diversas: desde un plan de igualdad o versión más avanzada, planes para la diversidad, hasta el establecimiento de un con- venio para financiar programas so- ciales, pasando por una política de reducción del impacto medioam- biental o de reducción de consumo energético”. Pero, ante todo, es ne- cesario que la empresa esté “plena- mente convencida” de su decisión, añade Sarasola. Voluntariedad En este sentido, los expertos desta- can que la responsabilidad social es una materia que aún no está legisla- da y que, por tanto, reúne un carác- ter voluntario. “En el caso de las pymes, existen otras experiencias, consistentes en establecer conve- nios de colaboración entre empre- sas y entidades sin ánimo de lucro, normalmente del ámbito local, a partir de los cuales se financia parte de la actividad de la asociación. En otros casos, la colaboración se da en especie: la empresa oferta sus servicios a la asociación, ONG, etc, de forma gratuita o a unos precios por debajo del mercado. En ambos casos, la empresa está buscando lo mismo que con una gran inversión: aumentar su legitimidad para ope- rar, asociando su imagen a un cier- to nivel de compromiso con la co- munidad”, justifica el gerente de Ados Consulting. Los beneficios de la implanta- ción de una metodología de pro- moción de la responsabilidad social están claros. Es difícil adelantar conclusiones en este campo, pero creemos que pueden distinguirse dos tipos de beneficios: en primer lugar, el moral, la satisfacción que debe sentir una organización cuan- do ofrece a su entorno algo más que el estricto resultado de su acti- vidad profesional. En segundo lu- gar, bajando a un terreno más pragmático, si logramos obtener unas condiciones de trabajo mejo- res para nuestros trabajadores, unas condiciones que respeten su condi- ción de miembro de esta sociedad, con sana ambición profesional, con obligaciones familiares, respeto por el medioambiente, etc., en buena lógica estaremos consiguiendo que este trabajador se sienta más a gus- to con nosotros. Entonces, si noso- Responsables dentro y fuera Sebastián Sarasola es consultor gerente de Ados Consulting. Ignacio Pío Galdós, de Betean, señala el “interés creciente” por la RSC. 44 17.12.08 edición solidaria Sectores “Hemos detectado un aumento de la inquietud por las cuestiones de RSC” Aunque es un proceso lento, cada vez son más las pequeñas y medianas empresas de Euskadi y Navarra que se introducen en el terreno de la Responsabilidad Social Corporativa: concepto que nació con la pérdida de credibilidad del sistema, una idea que remite a lo que ocurre hoy en día “Permite conseguir dos clases de benefi- cios: el moral, pero también económico”

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Publicación el 17.12.08 en SECTORES sobre Responsabilidad Social Corporativa

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Page 1: Grupo Betean - RSE

Jorge Garma / Bilbao

La noción de Responsabilidad So-cial Empresarial o Corporativa seasienta en el panorama empresarialvasco, tal vez con una mayor lenti-tud que en el resto del entorno eu-ropeo, pero con firmeza. Las gran-des compañías fueron las primerasen introducir un apartado por elque cada vez preguntan con mayorfrecuencia sus hermanas pequeñas,las pymes. Así lo comprueban lasconsultoras que asesoran a estasempresas en su camino por implan-tar recursos que deriven en un acer-camiento a las preocupaciones so-ciales, laborales y medioambientalesque rodean a su hábitat cotidiano.

El ‘crac’ de la Bolsa de 1929 y ladecadencia de la burbuja tecnológi-ca a finales de los 90 provocaronuna pérdida de credibilidad hacia lared empresarial en Estados Unidos.“Surgieron una serie de exigenciaséticas a la empresa desde muy dife-rentes lugares sociales y desde múl-tiples enfoques”, explica SebastiánSarasola, consultor gerente de AdosConsulting, firma bilbaína dedica-da, entre otros servicios, al desarro-llo de la RSC. Ados Consulting co-labora con BBK en el diseño de suObra Social fuera de Bizkaia y conArcelor Mittal en el diseño de suestrategia para la igualdad.

DefiniciónSegún la definición que dio el Mi-nisterio de Trabajo en 2005, la Res-ponsabilidad Social Corporativa“es, además del cumplimiento es-tricto de las obligaciones legales vi-gentes, la integración voluntaria ensu gobierno y gestión, en su estra-tegia, políticas y procedimientos, delas preocupaciones sociales, labora-les, medioambientales y de respetoa los derechos humanos que surgende la relación y el diálogo transpa-rentes con sus grupos de interés,

responsabilizándose así de las con-secuencias y los impactos que sederivan de sus acciones”.

De las multinacionales a losestándares locales. Así es el trayectoque está realizando la implementa-ción de la RSC en todo el mundo.“La presencia de las grandes mar-cas en nuestro entorno ha contri-buido a la expansión de la RSC. EnEuskadi, en los últimos años, he-mos detectado un incremento de lainquietud por la RSC entre algunaspymes. En las entrevistas nos en-contramos con demandas todavíamuy ambiguas: ‘nos gustaría apor-tar a la sociedad, que nuestra marcase asociase a una buena práctica so-cial”, continua Sarasola.

Las motivaciones de estas pe-queñas y medianas empresas paraintroducirse en el mundo de la res-ponsabilidad social son de distintasíndole. “Fundamentalmente, la to-ma de conciencia de que la empre-sa es ‘algo más’ que un grupo degente para obtener un beneficio,aunque éste sera el fin primordial.A esto ayudan situaciones o expe-riencia personales de socios direc-tores, gerentes, etc. En este puntonos encontramos con aspectos co-mo el patrocinio del deporte ama-tur, obra social o de solidaridad,preocupaciones medioambientales,cuestiones de igualdad de oportuni-dades entre personas de diferentesexo... Otro factor a destacar es elpropósito, muchas veces surgido dela necesidad, de establecer procesosde fidelización interna: cuestionessalariales, de horario, conciliaciónde la vida familiar y laboral...”, su-braya Ignacio Pío Galdós, de Bete-an, una consultora empresarial conmás de tres décadas de experienciay especializada en los campos tec-nológico, medioambiental y econó-mico-financiero.

Instaurar un aparato de desarro-llo de políticas de RSC es una de las

áreas de trabajo de estas consulto-ras. “Se necesita información y ase-soramiento porque las empresas,por sí solas, no están preparadaspara entender el impacto de lasnuevas normativas y en muchasocasiones los trámites les resultaninabordables”, resalta Sylvia Gay,presidenta del Foro RSC de Gipuz-koa. “Los planes de RSC deben

surgir a partir del diálogo abiertoentre la dirección de la empresa ysus principales interlocutores: lapropia plantilla, los proveedores ola sociedad. Así se identificará dis-tintas actuaciones, que pueden to-mar formas muy diversas: desde unplan de igualdad o versión másavanzada, planes para la diversidad,hasta el establecimiento de un con-

venio para financiar programas so-ciales, pasando por una política dereducción del impacto medioam-biental o de reducción de consumoenergético”. Pero, ante todo, es ne-cesario que la empresa esté “plena-mente convencida” de su decisión,añade Sarasola.

VoluntariedadEn este sentido, los expertos desta-can que la responsabilidad social esuna materia que aún no está legisla-da y que, por tanto, reúne un carác-ter voluntario. “En el caso de laspymes, existen otras experiencias,consistentes en establecer conve-nios de colaboración entre empre-sas y entidades sin ánimo de lucro,normalmente del ámbito local, apartir de los cuales se financia partede la actividad de la asociación. Enotros casos, la colaboración se daen especie: la empresa oferta susservicios a la asociación, ONG, etc,de forma gratuita o a unos preciospor debajo del mercado. En amboscasos, la empresa está buscando lomismo que con una gran inversión:aumentar su legitimidad para ope-rar, asociando su imagen a un cier-to nivel de compromiso con la co-munidad”, justifica el gerente deAdos Consulting.

Los beneficios de la implanta-ción de una metodología de pro-moción de la responsabilidad socialestán claros. Es difícil adelantarconclusiones en este campo, perocreemos que pueden distinguirsedos tipos de beneficios: en primerlugar, el moral, la satisfacción quedebe sentir una organización cuan-do ofrece a su entorno algo másque el estricto resultado de su acti-vidad profesional. En segundo lu-gar, bajando a un terreno máspragmático, si logramos obtenerunas condiciones de trabajo mejo-res para nuestros trabajadores, unascondiciones que respeten su condi-ción de miembro de esta sociedad,con sana ambición profesional, conobligaciones familiares, respeto porel medioambiente, etc., en buenalógica estaremos consiguiendo queeste trabajador se sienta más a gus-to con nosotros. Entonces, si noso-

Responsables dentro y fuera

Sebastián Sarasola es consultor gerente de Ados Consulting.

Ignacio Pío Galdós, de Betean, señala el “interés creciente” por la RSC.

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17.12.08 edición solidariaSectores

“Hemos detectado unaumento de la inquietud por las cuestiones de RSC”

Aunque es un proceso lento, cada vez son más laspequeñas y medianas empresas de Euskadi yNavarra que se introducen en el terreno de laResponsabilidad Social Corporativa: concepto quenació con la pérdida de credibilidad del sistema,una idea que remite a lo que ocurre hoy en día

“Permite conseguirdos clases de benefi-cios: el moral, perotambién económico”