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  • 8/15/2019 Gracias Yegua- revista Mu

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    La que se viene

    El periódico de lavacaoctubre 2015 / año 9 / número 93

    Valor en kioscos $ 25

    El desastre de BarrickSan Juan, cianuro y despuésWalter Pengue, el hombre verdeNi liberal ni marxista: eco-nomistaArgentina potencia transgénicaLa papa prohibida

    Chacabuco y Brasil.Martes 13 de octubre, 17.30.¿Oficialista? ¿Opositor?

    ELECCIONES 2015: ELIGE TU PROPIA AVENTURA

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    La que se va yla que se viene

    Estamos ante el fin del progresismo”, diceRaúl Zibechi para abrir sus reflexiones so-bre los últimos años, el presente y lo quevendrá, no sólo en Argentina, sino en la re-gión y en el mundo. Zibechi es escritor, pe-

    riodista, conferencista internacional, editor del semana-rio Brecha, de Uruguay, columnista del diario La Jornada,de México, autor de libros como Genealogía de la revuelta (sobre el 2001 argentino), Política & Miseria  y Brasil ¿elnuevo imperialismo? El desafío en esta charla propuestaporMU no es el de dictar verdades ni profecías, sino in-dagar qué pistas son las que pueden ayudarnos a com-prender estos tiempos. Su atenta mirada a los efectos dela política en “los de abajo”, pero fundamentalmente sucondición de uruguayo, impulsó nuestra propuesta: pen-sar “la que se viene”.

    Aclaración de Zibechi: “Cuando hablo del fin del pro-gresismo no digo que vayan a irse todos los gobiernos

    progresistas, pero sí de que estamos ante el fin de un pe-ríodo, un fin de ciclo, en el sentido siguiente: si el progre-sismo tuvo cosas positivas, a partir de ahora se transfor-ma en un movimiento político conservador. Y lo quetienden a conservar estos gobiernos es lo poco que hanconseguido. Y los sillones. Es un ciclo que se caracterizópor apoyarse en los commodities  (materias primas comosoja, minerales, petróleo), cuyos precios están cayendobrutalmente, caída que se mantendrá en un ciclo largo,de unos 20 años. No es una coyuntura de 3 meses”.

    ¿Por qué el apoyo en los commodities? “Porque es loque les permitió a los gobiernos progresistas lubricar lagobernabilidad, hacerla posible por los buenos precios delas exportaciones. Pero ahora se termina ese ciclo, y alprogresismo le quedan dos caminos:

    • Replegarse defensivamente, como le está ocurriendoa Dilma Rousseff en Brasil.

    • O por el contrario, hacer lo que no hicieron en estos 10años: combatir la desigualdad o en términos más pe-

    ronistas, combatir al capital”.

    ¿Qué posibilidades tiene hoy ese revolucionario Plan B?“No está ocurriendo en ninguno de nuestros países, nihay indicios de que vaya a pasar. Pero son las dos opcio-nes que hay”.

    El neo malabarismo

    as opciones que plantea Zibechi son contun-dentes: los gobiernos se radicalizan o van paraatrás: “Exacto. La gran tarea pendiente es com-

    batir la desigualdad, la acumulación de capital, la brutalconcentración de la riqueza. En estos 12 años el progre-sismo mejoró la situación de pobreza de la población.Mucha gente vive mejor, aunque podríamos entrar endetalles sobre qué significa vivir mejor. Pero no se tocó ala riqueza. Quiero decir: en los años 40 ó 50 Perón bene-fició a los trabajadores, pero tocó los intereses de la oli-garquía terrateniente, básicamente. Se puede simpatizaro no con eso, pero es lo que sucedió”.

    ¿Y hoy? “El malabarismo es otro: se reduce la pobreza,pero no se tocan los privilegios. Eso es lo que se acabó: ose tocan los privilegios, o vuelve otra oleada de pobreza,quizá no igual ni tan rápida como la anterior. Estoy con-vencido de que no hay el menor interés ni en Bolivia, ni

    Venezuela ni por supuesto en Argentina, de atacar privi-legios, porque son gobiernos temerosos y frágiles, ética ypolíticamente. Tienen votos, pero esa fragilidad ética ypolítica les impide combatir a la riqueza”.

    ¿Y cómo se combate la riqueza? “Movilizando a lagente. Es el único modo. Pero estos son gobiernos quele tienen pánico atroz a la movilización. En los últimosaños se ve muy claramente, en toda la región, la multi-plicación de aparatos represivos más tecnificados ypreparados. Se están blindando para una próxima olea-da popular. Uno ve que estos gobiernos están más pre-ocupados por la reacción de la gente de abajo, que poratacar los privilegios de los de arriba”.

    El problema no se cierra en lo local: “El progresismoestá en un callejón, en un mundo donde los márgenesse van agotando. Tuvimos años de mucha estabilidad,pero vamos a otro período de creciente inestabilidad,con peleas geopolíticas muy potentes, como se están

    viviendo en Oriente Medio, Asia. Y en ese marco el pro-gresismo se queda mirando el techo, sin proyecto na-cional y sin tener claro cómo se para en el mundo”.

    Otra pieza del rompecabezas: “La dependencia ar-gentina de Brasil es muy fuerte. Argentina exporta a Chi-na y al resto del mundo soja, minerales, materias primas.Al único lugar que exporta productos manufacturados,básicamente autopartes, es a Brasil. O sea que es una re-lación vital. Pero Brasil está en una crisis en la cual Dilmacada día está peleando por quedarse un día más”.

    Chinos, rusos y buitres

    rgumentos para optimistas: Argentina no esGrecia. Se plantó frente a los fondos buitres.La situación es distinta. Argentina está fuera de

    los circuitos financieros que humillaron a Grecia, pero escierto que tuvo otra actitud, más firme. Si uno analiza losgobiernos de los Kirchner hay actitudes que no se pueden

    menospreciar. Más allá del ciclo económico favorable,hubo políticas para combatir la pobreza, generar empleo,apoyar emprendimientos productivos. Hubo una políticafirme de derechos humanos. Volcada al pasado, es cierto,pero veníamos de gobiernos como los de Menem y De laRúa que no hicieron nada, o lo que hicieron fue muy ma-lo. Se aprobaron derechos de nueva generación, como elmatrimonio igualitario. Se ha reposicionado al Estado.Nada más alejado de mi interés que las Fuerzas Armadas,pero hasta en eso se revirtió el desmantelamiento de laépoca menemista. Ahora Argentina está poniendo en elaire satélites, está iniciando su fábrica de aviones, hay unproyecto estratégico un poco mayor, de largo alcance.Incluso en lo nuclear. Y estoy en contra de esos desarro-llos, van en un sentido que no creo que sea bueno, peroaún así entiendo que para un país como Argentina reto-mar ese tipo de investigación implica un proyecto que vaun poquito más allá que llegar a mañana.

    ¿Qué rol diseñaron los Kirchner para Argentina en elmundo?Una mirada es la de aquella Argentina de José Gelbard en el73, aunque esto no ha tenido la intensidad y potencia deaquel momento. Otro referente es Brasil, que tiene un pro-yecto estratégico y esa necesidad de recomposición del Es-tado. Aclaro: yo creo que hay que abolir a las fuerzas arma-das. Pero si estoy al frente de un Estado sólo me queda dejar

    que todo naufrague, que es lo que hizo Menem privatizan-do todo, o creerme el lugar en el que estoy y desarrollarhospitales, universidades, fuerzas armadas, investiga-ción. Los Kirchner han intentado ponerse a tiro con unasuerte de modernización y proyecto neodesarrollista.

    Proyectos con ciertas dependencias clave, más pareci-das a las de Frigerio que a las de Gelbard.Sí, y muy parciales. Antes había más dependencia de Es-tados Unidos. Aquí es un mix entre Brasil y China. El ban-co ICBC que se ve apenas llegás a Puerto Madero es el másgrande del mundo. China vende productos importantes aArgentina: máquinas herramientas, locomotoras, un co-mercio que no es el clásico intercambio de materias pri-mas por productos elaborados, sino un intento de meter-se en terrenos más estratégicos. Hay un intento argentinode subirse a ese tren. Los trenes regionales, como Vene-zuela o Brasil están cayendo, entonces China aparece

    muy fuertemente como opción.

    También hubo intentos de relación con Rusia, en plenoconflicto con los buitres.En ese terreno, el de los buitres, les ha ido bien con lo deNaciones Unidas, y hasta Estados Unidos está haciendocaso. En lo general, Argentina ha transitado los añospost default de manera no desastrosa. No creo que hayadesendeudamiento de fondo, pero –en contra de lo quepueden decir muchos izquierdistas- la gestión econó-mica de los últimos años parece más prolija de lo que sepodía prever. Habrá que esperar si el próximo gobiernose encuentra con algún sapo cuando abran carpetas. Pe-ro situaciones que podrían haberse desmadrado, comopasa en Venezuela, no ocurrieron en Argentina. El añoque viene va a ser clave.

    ¿Qué pasó con la plata?

    os sectores de poder piden a gritos más devalua-ción. ¿Eso representaría crear más pobres?Y beneficiar a los exportadores, que es lo que

    piden los grupos oligárquicos. La derecha y la oligar-quía siempre piensan en el bolsillo del corto plazo. Elkirchnerismo, más con Cristina que con Néstor, creoque ha pensado más en el mediano y largo plazo, enproyectar el país hacia adelante. Es difícil en un lugarcon tantas contradicciones internas y tanta crisis acu-mulada, pero Argentina ha jugado un papel importantecon Brasil en impulsar la integración regional y hay in-versiones importantes en infraestructura: caminos,carreteras, gasoductos. La situación energética es me-

     jor que hace 10 años: represas, centrales atómicas, pe-tróleo... con fracking , por cierto, que es un desastrehorrible, pero no se puede soslayar ese hecho, ya queArgentina estaba por convertirse en un país importa-dor de petróleo y gas natural.

    Pero se pagaron fortunas para estatizarlo y el petróleolo explota una multinacional. ¿Hay posibilidad de desa-rrollo sin arrodillarse ante las corporaciones?La dictadura y el menemismo desarticularon cualquierburguesía argentina, que aunque tenga lazos interna-cionales, tenga los pies en el país. Ese es un debe muyfuerte. Y el otro debe es que ensayar todo este proyectoen base al extractivismo es un desastre en todos los

    A manera de balance y pronóstico, el uruguayo Raúl Zibechi traza en estaconversación un panorama geopolítico caracterizado por la crisis global yregional. Cómo afecta el futuro de Argentina, qué perspectivas políticasanuncia y cómo prepararse para una etapa que caracteriza como de mayorconflicto social. Ideas para debatir, pensar y organizarse.

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    sentidos: social, ambiental, político. Es el gran proble-ma del período kirchnerista. Te aceptaría la discusión sime decís que tuvieron tantos millones de dólares de su-perávit por la soja, y además de contaminar y hacer to-

    do el desastre que hicieron y provocar cáncer y pobreza,ese dinero se invierte en tecnología médica, o en fábri-cas de acero o en algo que al país le sirva.

    Algo que signifique futuro.Pero ese futuro no está. Porque con toda la plata de lascommodities hacés carreteras y puertos para las sojeras,con lo cual seguís en lo mismo. La plata se usó para in-fraestructura del modelo extractivo o para políticas socia-les. Eso es pan para hoy, hambre para mañana. Se cortó laidea del hombre o mujer que llegaban del campo y en laciudad se hacían trabajadores en fábricas y había un hori-zonte de ascenso social para sus hijos.

    Pero hoy ese modelo de ascenso social no existe, salvoexcepciones, como las nuevas universidades, que en zo-nas periféricas, permiten que por primera vez muchas fa-milias tengan a sus hi jos estudiando.Sin duda eso es importante, porque al chico que puede te-ner una formación universitaria sólida le cambia la vida.

    Pero si la idea de progreso social es, como ocurrió en Brasily Argentina, produciendo integración a través del consu-mo, eso es pan para hoy y hambre para mañana. Es endeu-darte y perseguir un imposible que la satisfacción por elconsumo nunca te va a dar. Pero con universidades en losbarrios, funcionando bien, a los chicos les das otro hori-zonte. Si han logrado lanzar un satélite es corque hay cien-tos de ingenieros, por ejemplo. Y eso es nuevo. Y es bueno.

    Dos veces hablaste de pan para hoy, hambre para maña-na. ¿Es una definición del kirchnerismo? Y en todo caso,¿qué es lo que viene?Lo más razonable es que gane alguien que va a continuarvarias políticas sociales básicas del gobierno de Cristina.Pero veo un período de mayor inestabilidad política y me-nor capacidad de respuesta, porque el superávit comercialva cayendo y los precios de las commodities también. Meimagino un próximo gobierno con menos conflicto con laoposición y más conflicto con la gente, con los sectores po-pulares. Argentina es un país en permanente moviliza-ción, no hay despolitización como en Brasil, donde las mo-vilizaciones de 2013 terminaron siendo aprovechadas porla derecha. Pero al haber más protesta social, creo que ha-brá endurecimiento del aparato represivo estatal. Huboaños en los que el kirchnerismo logró neutralizar el gorilis-mo policial de las patotas más descontroladas, pero ahoraempiezan a estar otra vez desbocadas, y me da la impresiónde que es algo que llegó para quedarse. Si venimos de un

    gobierno con importante paz social y conflicto con la dere-cha, ahora va a ser al revés.

    Lo narco y lo futuro

    Y el factor narco?Lo narco ha crecido mucho, pero todavía no hatenido la capacidad de desarticular la gobernabi-

    lidad, como en México. Allí pasa algo muy alucinante.Después de Siria, México es el país con más muertos porviolencia: 150.000 muertos y probablemente 30.000 des-aparecidos en los últimos 8 años en democracia. Pero a lavez es el país del que se dice que tiene el mejor clima denegocios del mundo. No es una contradicción: una cosava atada a la otra. Es una dinámica que combina al capitalfinanciero, las mafias locales y la violencia narco, que esfuncional a las grandes corporaciones. Los narcos no se

    confunden: donde hay un proyecto minero y gente queresiste, ellos van a atacar a la gente.

    Esa es la pesadilla, la peor hipótesis. ¿Cuál podría ser,comparada con América Latina, una salida en la que porlo menos haya un empate?Un gobierno como el de Lula, que fue castrador de laenergía social, pero tenía un proyecto propio. Lo mejorque podría pasar es un gobierno más o menos estable,que apueste a la integración social, que no sea desbo-cadamente represivo, aunque represión va a haber.

    ¿Y qué se hace abajo, en la sociedad, mientras tanto?Todas las hipótesis, aquí, en Grecia, en México o en EstadosUnidos, apuntan a un endurecimiento de la represión. Hayque asumir que estamos en un período de guerra del capitalfinanciero contra los pueblos. Los zapatistas dicen que esuna 4º guerra mundial, y tienen razón. Si me paro en Bel-grano o Recoleta puedo ver la realidad muy alegremente.Pero si me paro en Ituzaingó Anexo, de Córdoba, oen cualquier pueblo sojero voy a ver que nos bombardeanbajo la forma de fumigaciones, que enferman y matan. Es-to pasa en todo el mundo. Hay cálculos de que en 30 años el30% de la población mundial puede ser de migrantes, o derefugiados. Tres mil millones de personas expulsadas de sutierra, sin patria, sin nada. Frente a esto, lo peor es hacercomo que no existe esta guerra. Creo que es una cuestión deresponsabilidad y de ética asumir en qué posición estamos.

    ¿De qué manera?Primero hay que organizarse. No digo en un partido o sin-dicato. Hay muchas maneras: cooperativas, organizacio-nes barriales, grupos grandes o también pequeños. Se-gundo tema: hay que recuperar la autonomía, decidirnosotros mismos qué queremos, qué nos conviene, quénos fortalece, qué nos debilita. Esa autonomía significaestar vinculados con otros, con los que viven o hacen co-sas como nosotros. No hablo de grandes aparatos, que eslo peor que podemos construir, sino de coordinar conotros formas de trabajo y de acciones conjuntas. Y te diría:aprender a cultivar, saber dónde conseguir alimentos, sa-ber con quién establecer alianzas. No podemos quedarnossin opciones, sino tener una red de gente y organizacionesque signifiquen opciones reales.

    En lugar de cerrarse, abrir y poder elegir.Y además, como decían en un semillero del zapatismo,

    capaz que hay que cambiar de ritmo. En vez de caminar,trotar, porque la crisis y la ofensiva de los de arriba es cadavez mayor y más acelerada. La palabra que mejor ilustra lasituación es descomposición. La descomposición producelos conflictos. No es solo material, sino la desconfianza,creer que no hay opciones, la desintegración. No tiene quever con la pobreza, porque en las villas hay pobreza, perono hay desintegración. Tiene que ver con que las formasde pensar o de hacer las cosas ya no nos sirven, o no nosdejan encontrar otras. Cuando se bloquea la posibilidadde seguir viviendo. Entonces hay un grado de compleji-dad, de demandas de la gente, de insatisfacción que paramí representan una situación explosiva.

    Una crisis de sustentabilidad. ¿Puede ser que países co-mo los suramericanos tengan algún restito a favor frentea ese panorama?La crisis es que las sociedades ya no pueden seguir vi-viendo como ahora. Es una pésima noticia, porque noestamos preparados para vivir de otra manera. Y no teolvides que América Latina es el lugar donde EstadosUnidos va a apoyarse para prolongar su dominio en elmundo. La fuerza que va a hacer sobre la región esenorme, y muy destructiva. De distintos modos se ve enMéxico, en Guatemala, en Venezuela. Pero es cierto queen estos países tenemos una naturaleza muy impor-tante. Estamos resistiendo hace mucho tiempo. Sabe-mos hacer eso, y es la vida nuestra: resistir.

    ¿El fin de una etapa o el fin del progresismo? Raúl Zibechi : “Si venimos de ungobierno con importante paz social y conflicto con la derecha, ahora va a ser alrevés”.

        L    I    N    A    M .

        E    T    C    H    E    S    U    R    I

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    l gobierno nacional aprobó unanueva soja transgénica. En es-

    te caso, bajo un discurso épicoy nacionalista por haber sidodesarrollada por científicos del

    Conicet (el mayor ámbito de ciencia del país)y empresarios argentinos. Según la publici-dad, la nueva semilla es más productiva y re-sistente a la sequía. “No se trata sólo deeventos tecnológicos, sino también econó-micos y sociales que van a producir más ali-mento par la humanidad”, prometió la Pre-sidenta por cadena nacional.

    También se aprobó la primera papatransgénica. Entre los científicos-empre-sarios del proyecto figuran el jefe de Gabi-nete del Ministerio de Ciencia, AlejandroMentaberry, con incidencia en los ámbitosque dieron luz verde a su propio desarrollotransgénicos (Conabia y Senasa). Tambiénsobresale como responsable FernandoBravo Almonacid, especialista en biotec-

    nología vegetal, docente de la Universidadde Quilmes e integrante de la ComisiónNacional de Biotecnología (Conabia), or-ganismo clave en la aprobación de trans-génicos.

    En ambos casos, Mentaberry y BravoAlmonacid presentan claros conflictos deintereses. Desarrollan transgénicos y, a lavez, forman parte de espacios de aproba-ción de esas mismas semillas.

    En los últimos doce años el gobiernoaprobó 26 transgénicos de soja, maíz, algo-dón y papa. Nunca antes se habían aprobadotantos. Los expedientes son secretos y no seconocen estudios de impacto en el ambienteni en la salud de la población.

    Sí son públicas las consecuencias direc-tas del avance transgénico: corrimiento dela frontera agropecuaria, desmontes,agrotóxicos, más desalojos de campesinos

    y pueblos originarios.

    Transgénico “nacional”

    Es un enorme paso para la biotec-nología argentina, que logra el pri-mer evento de tolerancia a sequía

    aprobado a nivel global e ingresa así al se-lecto grupo de países que consiguieroneventos biotecnológicos”. El artículo pe-riodístico, repleto de elogios para el anun-cio de la Presidenta, provino del diario Cla-rín, el 6 de octubre, luego de que se dieran aconocer los nuevos transgénicos.

    Se trata de un desarrollo del Instituto deAgrobiotecnología del Litoral, dependientedel Conicet (Consejo Nacional de Investiga-ciones Científicas y Técnicas), y la Universi-dad Nacional del Litoral (UNL). Según la pu-blicidad oficial, trabajaron sobre un gen degirasol y su inserción en el gen de la soja. Elobjetivo fue “aumentar las capacidades de laplanta para tolerar condiciones de sequía”.Señalaron que “se puede dar un aumento de

    los rindes de entre el 10 y el 100 por ciento”.

    Detrás de la semilla

    ara desarrollar este transgénico elEstado estrechó alianza con la em-presa Bioceres, un grupo privado

    compuesto por el “rey de la soja” GustavoGrobocopatel (Grupo Los Grobo, el mayorpool de siembra del país), Víctor Trucco(presiente honorario de Aapresid, que reúnea empresarios referentes del agronegocio eimpulsores de los transgénicos en Argenti-na), y el científico Moisés Burachik (férreoimpulsor de los transgénicos y secretarioejecutivo de la Conabia entre 2004 y 2010).Otro socio de Bioceres es Hugo Sigman (Gru-po Insud), multifacético empresario que po-see desde laboratorios farmacéuticos hasta

    la editorial Capital Intelectual, el mensuario

    Le Monde Diplomatique y fue productor de lapelícula Relatos Salvajes.

    Sigman suele hacer eje en la responsa-bilidad social empresaria. En su propio si-tio destaca: “Nos interesa el cuidado de laspersonas, las políticas sustentables con elmedio ambiente y devolver a la sociedadparte de lo que recibimos”.

    Al mismo tiempo, Sigman es director dela Cámara de Biotecnología, que reúne atodos los empresarios del sector, e impul-sa monocultivos forestales y transgénicos.

    Del aspecto científico de la nueva soja es-tá a cargo la bióloga Raquel Chan, del Insti-tuto de Agrobiotecnología del Litoral y el Co-nicet. “Este desarrollo significaría mayorproducción de alimentos, con una pobla-ción mundial que crece cada vez más”,afirmó, en sintonía con el argumento cen-tral del agronegocio y la falsa necesidad demás alimentos para la humanidad: estácomprobado que el hambre se debe a la in-

     justa distribución, y no a la falta de ali-mentos.

    Otro de sus tópicos en diversas entre-vistas va en línea con lo dicho por el minis-tro de Ciencia, Lino Barañao, sobre esteasunto: “También implicaría un creci-miento del PBI, un aumento de la riquezadel país”.

    Bioceres ya conformó su alianza con lacompañía Arcadia Biosciences, de EstadosUnidos, que se materializó en una empresaconjunta (Verdeca) que trabaja en sociedadcon la multinacional Dow Agrosciencespara utilizar el gen tolerante a sequía.

    Presidenta

    l lunes 5 de octubre, desde Tecnó-polis y por cadena nacional, la Pre-

    sidenta celebró la nueva soja. “Es

    un gran día porque, ustedes saben que yosoy una enamorada de la ciencia y la tec-nología, tal como se lo había dicho el otrodía a la doctora Raquel Chan, esa brillantebióloga, que hoy nos permite el primerevento biotecnológica de soja resistente ala sequía, la primera en el mundo”.

    Cristina Fernández de Kirchner afirmóque los nuevos transgénicos (soja y papa)

    “serán fundamentales para la economíade los productores y permitirá un fuertedesembarco en mercados internaciona-les”. Remarcó que es la primera vez que lapatente no estaba en manos de una trans-nacional, sino de un consorcio esta-tal-privado.

    Doce años

    l espacio clave para la aprobaciónde transgénicos en Argentina es laComisión Nacional de Biotecnolo-

    gía (Conabia), creada en 1991 y cuyos inte-grantes fueron secretos hasta fines de2014. De 47 especialistas, más de la mitad(27) pertenecen a empresas (Monsanto,Syngenta, Bayer, Dow, Ledesma, Don Ma-rio) o son científicos que realizan trabajos

    para las mismas compañías.El más claro conflicto de intereses se ob-

    serva en el máximo responsable de la Cona-bia y director de Biotecnología del Ministeriode Agricultura, Martín Lema, quién escribióel “paper científico” Desarrollo de construc-ción basada en criterios de evaluación de riesgopara cultivos  junto a Monsanto, Syngenta,Bayer, Basf y Dow Agroscience: todas em-presas a las que debe controlar.

    Desde 1996, la Conabia aprobó 33 even-tos transgénicos de maíz, soja y algodón y,ahora, papa. El 78 por ciento de ellos (26)tuvieron luz verde durante el kirchneris-mo. Las empresas favorecidas fueronMonsanto (12 semillas transgénicas), Syn-genta (siete), Pioneer-Dupont (cuatro),Dow Agrosciences (tres), Bayer (dos) y Ni-dera y Basf (una cada empresa). En algu-nos casos, las semillas aprobadas son

    compartidas por dos compañías.En sólo dos casos (soja RR, de 1996 y so-

     ja Intacta RR2, de Monsanto, en 2012) losexpedientes fueron públicos. El primeropor una filtración durante el conflicto porla resolución N° 125. El segundo, por unademanda judicial. En ambos casos se de-nunció que los procedimientos de aproba-ción estuvieron plagados de irregularida-des y se confirmó que el Estado no realizaestudios propios. El gobierno de Argentinaaprueba los transgénicos en base a los es-tudios de las empresas interesadas, lasmismas compañías que integran la Cona-bia y que son juez y parte al momento deliberar soja, maíz y algodón transgénico,todos con uso masivo de agroquímicos.

    Martín Lema no habla con la prensa. Síhabló Federico Trucco, director de Bioce-res: “Conabia determinó que estos genes

    de tolerancia a sequía no son un riesgo pa-

    El gobierno aprobó una nueva soja y una variedad de papa transgénica para consumohumano. Las irregularidades y ocultamientos, los funcionarios/empresarios, la falta deinvestigación científica y el rechazo de otros países, investigados por Darío Aranda.

    SOJA Y PAPA

     Argentina

    transgénica

    E “

    P

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    E

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    ra el ambiente”. Luego el Senasa (ServicioNacional de Sanidad y Calidad Agroali-mentaria) determinó que también soninocuos para la salud humana.

    Ni Conabia ni Senasa respondieron losllamados de MU  ni hicieron públicos losdictámenes de aprobación.

    PapaPor primera vez en la historia Ar-gentina podrá comercializar culti-vos biotecnológicos nacionales”,

    tituló la gacetilla del Ministerio de Agri-cultura el 5 de octubre. Se refería en parti-cular a la primera papa transgénica. En elmismo tono triunfalista, el diario La Na-ción celebró: “Hito de la bioeconomía”.

    El beneficio, según la publicidad oficial,consiste en que la papa se hace resistenteal Virus PVY, muy común en el cultivo yque la vuelve menos productiva.

    La empresa a cargo de la papa transgé-nica es Tecnoplant, del Grupo Sidus, y elConicet interviene mediante el Institutode Ingeniería Genética y Biología Experi-mental (Ingebi). El periodista PatricioEleisegui reveló que uno de los responsa-

    bles del proyecto es Alejandro Mentaberry,que también es jefe de gabinete del Minis-terio de Ciencia. La cartera tiene inciden-cia en el Conicet y en la Conabia. Se suelellamar a esta ubicación “conflicto de inte-reses” o, también, estar de ambos ladosdel mostrador.

    El Grupo Sidus es un viejo conocido delministro Lino Barañao, quien trabajó allíformalmente en la clonación de animales.

    El otro referente en el desarrollo de lapapa transgénica es Fernando Bravo Al-monacid. Y también presenta conflicto deintereses: integra la Conabia, espacio queaprobó el organismo genéticamente mo-dificado que él mismo presentó.

    Ninguna de estas relaciones cruzadasaparece en las gacetillas oficiales que cele-braron el nuevo “evento biotecnológico”.

    Informes negados

    l Centro Estudios Legales del Me-dio Ambiente (Celma) presentó en

     junio de 2014 un pedido de infor-mes al Ministerio de Agricultura sobre lapapa de la empresa Tecnoplant-Sidus. Laúnica investigación científica pública queavala ese transgénico se remite a 2012:Prueba de campo. Evaluación de flujo de genes

     y estudios precomerciales de papa transgénicaseleccionada por su resistencia al Virus Y (PVY,por su sigla en inglés), en la revista Investi-gación transgénica.

    El abogado Fernando Cabaleiro, delCelma, solicitó información sobre el tipode monitoreo que se realizó en los camposluego de la liberación de dicho evento,cuáles fueron las medidas de control

    adoptadas para prevenir el escape de lassemillas genéticamente modificadas y delos tubérculos, y el detalle de las evalua-ciones completas que debían presentarlas empresas peticionantes sobre la segu-ridad de las manipulaciones genéticas enla papa (tanto en el ambiente como en lasalud humana).

    También solicitó información respectoa “si está comprobado que las papas trans-génicas son inmunológicamente activas y,en caso afirmativo, se señale si ha estudia-do el impacto tanto en seres humanos co-mo en animales”.

    El abogado requirió que se prevea unainstancia de participación ciudadana, a finde que la población en general y la comu-nidad científica independiente puedan ac-ceder a los estudios ambientales y sobreinocuidad alimentaria, y así formular lasobservaciones pertinentes.

    La oenegé advirtió a las autoridades na-cionales sobre “el riesgo grave e irrepara-ble de contaminación genética a la papaandina que implica la liberación de la papatransgénica”. Explicó que se trata de uncultivo de alto riesgo de contaminacióndebido a que los tubérculos que quedan enel suelo tras la cosecha pueden crecer latemporada siguiente. “Se exige acceder a

    los estudios sobre los efectos en la saludhumana y el ambiente presentados por laempresa Tecnoplant y que sean puestos adisposición de la ciudadanía en general”,detalla el pedido de informes.

    El Ministerio de Agricultura nunca res-pondió. El abogado Fernando Cabaleiroadvierte: “Nunca hicieron pública la eva-luación sobre la inocuidad alimentaria, yaque la papa es de consumo directo. Suelenhacer estudios en ratas de sólo tres meses

    meses, cuando deben ser de dos años. Y,muy grave, la papa transgénica se aprobósin haber descartado sus posibles efectoscancerígenos”.

    Acá no

    l Parlamento Andino (órgano deli-berativo de Bolivia, Colombia,Ecuador, Perú y Chile) prohibió la

    papa transgénica en 2006 para sus paísesmiembros. Destacó la posibilidad de con-taminación de la papa convencional y lainestabilidad del cultivo transgénico. “Sesolicita a los gobiernos de los países andi-nos la suspensión de los ensayos en terre-no, manipulación y experimentación depapa genéticamente modificada para eli-minar el riesgo de variabilidad genética de

    esta especie”, señala el artículo 1º de la re-

    solución del Parlamento Andino.El artículo 2º va más allá: “Solicitar a

    los gobiernos de la región suspender cual-quier acción relacionada con la propaga-ción en el medio ambiente, uso comercial,transporte, utilización, comercializacióny producción de papa genéticamente mo-dificada”.

    También promovió la elaboración de le-yes nacionales que establezcan el princi-pio de precaución: “Cuando exista unaamenaza de reducción o pérdida sustancialde la diversidad biológica no debe alegarsela falta de pruebas científicas inequívocascomo razón para aplazar las medidas en-caminadas a evitar o reducir al mínimo esaamenaza”.

    Elizabeth Bravo, doctora en ecología demicroorganismos e integrante de la Redpor una América Latina Libre de Transgénicos(RALLT), explicó que el Instituto Interna-cional de la Papa de Perú había comenzadoensayos con cultivos transgénicos. “Fuetan fuerte el rechazo de los países que elParlamento Andino debió prohibirlos”,recordó.

    Sobre la posibilidad de que, mediantetransgénicos, se combatan los virus de la

    papa (como se publicita en Argentina), lainvestigadora ecuatoriana no dudó: “Lostransgénicos con resistencia a virus nohan resultado porque han generado nue-vos virus” (de manera similar que los anti-bióticos). Bravo lamentó que en Argentinase dejen de lado los argumentos de otrospaíses del continente y se dé vía libre a uncultivo muy cuestionado en toda la zonaandina.

    El Parlamento Andino destacó que lapapa tiene una importancia cultural y so-cial muy grande entre las poblaciones yque desde su domesticación, hace diez milaños, el cultivo se expandió en una franjaextensa, que abarca desde los Andes vene-zolanos hasta Chile.

    “Una vez que se libera una variedadtransgénica en un país es imposible frenarla contaminación genética”, alerta el do-

    cumento oficial. Entre las fundamentacio-

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    nes de la prohibición en los cinco países, elParlamento Andino advirtió que “la pre-sencia de papa transgénica puede consti-tuir una fuente de contaminación de lostransgenes, los mismos que pueden entraren la cadena productiva de la papa nativa,a través de polinización abierta o de lasprácticas culturales, que se basan funda-mentalmente en el intercambio de diver-

    sidad genética”.También recordó que los cultivos trans-génicos “son esencialmente inestables, ytienen la capacidad de interferir en losprocesos ecológicos, evolutivos y biológi-cos de las variedades no transgénicas”.

    La Red por una América Latina Libre deTransgénicos  recordó otros dos hechos:

    1. Monsanto ocultó durante ocho años unestudio sobre papa transgénica que de-terminaba que no es apta para consumohumano. La investigación del Institutode Nutrición de la Academia de CienciasMédicas de Rusia, informó en 1998 queel transgénico causaba “daños signifi-cativos sobre los órganos de las ratas enel estudio”.

    2. En 2009, el gobierno de Sudáfrica re-chazó la autorización de papa transgé-

    nica, decisión sorprendente ya que síhabía autorizado soja, maíz y algodónmodificados genéticamente. Pero en elcaso de la papa enumeró once motivospara la negativa, entre ellos: “Riesgos ala salud humana, el ambiente y la co-munidad campesina”, que podrían sus-citarse al introducir las papas modifica-das genéticamente.

    Acá tampoco

    a organización ambiental interna-cional Amigos de la Tierra emitióun comunicado del 2 de octubre

    pasado: “Gran paso contra los cultivostransgénicos en la Unión Europea. Oncepaíses reclaman su prohibición”. Alema-nia, Austria, Chipre, Croacia, Francia, Gre-

    cia, Hungría, Letonia, Lituania, Países Ba- jos y Polonia solicitaron a la ComisiónEuropea (CE) la prohibición de varios cul-tivos modificados genéticamente que yahabía sido aprobados. También se suma-ron regiones como Valonia (Bélgica) e Ir-landa del Norte, Gales y Escocia (ReinoUnido). Y otros tres países (Italia, Bélgica yDinamarca) evalúan seguir el mismo ca-mino. Todos rechazan el cultivo de nuevostransgénicos en sus territorios.

    “Estamos viendo una avalancha de pe-ticiones de prohibición de cultivos trans-génicos a lo largo y ancho de toda Europa.Nunca ha habido una señal tan evidente deque los cultivos y alimentos transgénicos ylas empresas que los comercializan no sonbienvenidos”, explicó Liliane Spendeler,directora de Amigos de la Tierra, y destacócuál es el siguiente paso: “Se debe avanzar

    hacia otro modelo agrario”.

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    BRUNO BAUER

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    ¿Qué pasó después de que la corporación minera admitiera que derramó un millón de

    litros de agua cianurada en el cauce del Río Jáchal? Las explicaciones de la oficina de laONU, las consecuencias de una década de explotación minera y cómo la asamblea devecinos se hace cargo de construir ese futuro que le prometieron y nunca llegó.

    áchal es técnicamente una ciu-dad de 22 mil personas, aunquehasta en pleno centro sigueconservando costumbres depueblo: se saluda con un beso

    en cada mejilla y las bicis se dejan apoyadassobre los árboles o las veredas. “Era domingoy encima en el horario de la siesta”, recuerda

     Jorge Morales, periodista, vecino de Jáchal,sobre el momento en que llegó el mensaje deWhatsapp que aseguraba que Barrick Goldhabía derramado cianuro sobre el río que leda nombre al pueblo. “Se hizo de noche, ju-

    gaba River-Boca, y el mensaje seguía rebo-

    tando. Me dije: puta, esta vez pasó algo”.El Whatsapp funciona en Jáchal, y en to-

    dos lados, como un vehículo de informaciónmezclada con rumores. “Muchas veces cir-cularon algunos con noticias de la mina, perouno no sabe si es cierto”, relata Deolinda,sentada en la plaza a la espera que arranquela asamblea. El detalle es que en Jáchal la se-ñal de Internet es muy mala, por lo que la vi-da online corre prendida al celular: un pueblosin Internet, a apenas 2 horas de la Capitalprovincial, a 10 años de iniciada la explota-ción minera que prometía progreso.

    ¿Cómo ese mensaje se convirtió en fuente

    fidedigna? Deolinda identifica a la más con-fiable: “Si no nos avisaban nuestros familia-res jamás nos hubiésemos enterado”.

    A pesar del partido, los vecinos salieron ala calle: primero, se acercaron a la comisaría yluego a la intendencia a pedir explicaciones.“A la 1 y media de la mañana el intendentellamó allá arriba y le confirmaron que eracierto”, dice Morales. Desde entonces, losvecinos sostuvieron las movilizaciones día adía y se organizaron en la asamblea Jáchal NoSe Toca. A una semana del desastre llegaron aconvocar a un tercio del pueblo en la plaza

    principal, que además de árboles y bancos

    tiene una escultura inédita: el monumento ala olla. Sí: en honor a una movilización popu-

    lar que desplazó a un intendente corrupto, seplantó un esqueleto de olla justo en frente dela Municipalidad, que advierte a los repre-sentantes: “La olla los vigila”. Así, siguiendode cerca a la autoridad, lograron que un men-saje de Whatsapp sea confirmado primeropor el gobierno y después por la empresa, yconocer el verdadero volumen del desastre:un millón de litros de agua cianurada.

    También así supieron que el accidenteocurrió en la noche del sábado 12 en la zonadel valle de lixiviación de la mina, que esdonde se usa el cianuro para separar los mi-nerales. La explicación oficial reveló que setrató de una falla en la válvula del sistema,seguida por otra falla en las piletas de con-tención que se supone que están para asegu-rar que, en caso de accidente, el agua cianu-rada no llegue al río. La empresa argumentóque las compuertas de esas piletas estaban

    erróneamente abiertas.

    La peor noticia

    l derrame de cianuro es la confirma-ción del peor pronóstico que un grupode vecinos de Jáchal vaticinó en 2004,

    cuando la mina se preparaba para instalarse.Cuando los movimientos de exploración co-menzaron, en los años noventa, algunos ja-challenses desconfiados se informaron sobrelas consecuencias que podía tener el empren-dimiento minero, formaron una asamblea yhasta hicieron un congreso al que convocarona especialistas para que explicaran los posi-bles impactos negativos. Pero al final la minaganó. “Logró comprar mucha gente con sub-sidios, trabajos temporales y, sobre todo, pro-mesas”, relata Silvina, docente e integrantede aquella vieja guardia. Silvestre, su pareja,tiene otra teoría: “Barrick no compró a la gen-te: la gente se vendió”.

    A punto de que comience una asambleacon más de 500 personas, Silvina rememoracuando eran 20 los que alertaban sobre lamegaminera. “Hubiera preferido no tenerrazón. Lo digo hoy y a nadie, porque real-mente no debiera haber pasado esto. Noso-tros tenemos una posición tomada desde

    SAN JUAN Y EL CIANURO DE BARRICK GOLD

    El desastre anunciado

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    7MU OCTUBRE 2015

    hace muchos años, hemos advertido al pue-blo, a nuestros gobernantes. No sé si el go-

    bierno o la empresa tuvieron tanto poder, o sila asamblea se equivocó en el modo de co-municarse. No sé, pero hoy tenemos estaconsecuencia gravísima”.

    Por entonces lo más difícil fue pelear con-tra las promesas de empleo que eran músicaa los oídos de los jachallenses. Hoy, en laasamblea que reclama que Barrick se vaya,hay varias camperas rojas que portan ex em-pleados de Barrick Gold, que conservan lasprendas como símbolo del trabajo tempora-rio que caracteriza a la empresa. Dice Silvina:“Nunca estuvimos en contra de los laburan-tes. Teníamos corazón y lo seguimos tenien-do. Hay mucha gente que en ese momentopensó con la panza. Y el corazón y la materiagris quedaron relegados porque nos hicieroncreer que no quedaba otra. Como pueblo te-nemos que hacer un mea culpa”.

    Según los cálculos de varios vecinos, ape-

    nas 30 personas de Jáchal hoy están contra-tados directamente por Barrick: 30 de un to-tal de 3.500 empleados.

    Hoy en la Asamblea Jáchal No Se Toca setuvo que hacer cargo de controlar la medidaque dictó el juez Pablo Oritja: entregar 2 litrosde agua potable a cada persona. Despuésconsensuaron avanzar con la redacción deuna ley que prohíba la megaminería en todala provincia, empezando por cerrar Veladero.Lograron que el juez dé lugar a un equipo deperitos propios en la causa judicial. Pidieronun cambio en la potabilización del agua. Semovilizaron a San Juan y a la Capital Federal.Y fueron visitados por las asambleas de An-dalgalá, Famatina y Esquel, que lograron fre-nar a sus propios verdugos.

    El agua habla

    a asamblea también impulsó un in-forme técnico sobre el agua a cargode la Universidad Nacional de Cuyo,

    con sede en Mendoza, contratado por la Mu-nicipalidad de Jáchal. Sus resultados:

     • En el Río La Palca, la muestra más cercanatomada a la mina Veladero, se encontra-ron valores muy altos de aluminio: 70 mg/

    movimiento sísmico y otras dos traducidascomo “apoyo al gobierno del Estado de San

     Juan para la auditoría independiente y la re-visión del cumplimiento de la legislación so-bre el desempeño ambiental de grandes pro-yectos mineros”. Estos proyectos fueronanunciados como un shock de control a lasempresas mineras que explotan cuatro yaci-mientos sanjuaninos: Lama, Veladero, Gual-camayo y Casposo.

    Según especifica la página 23 del actaacuerdo firmada el 10 de septiembre de 2013por la embajadora Paula Verónica Ferraris,secretaria de Cooperación Internacional, yLeonardo Gioja, sobrino del gobernador y se-cretario de Política Económica de San Juan,esa provincia aportaría 2.147.346 dólares

    más 64.420 en conceptos de costos de admi-nistración para que la UNOPS asuma, entreotros servicios “la responsabilidad técnicade la auditoría del desempeño ambiental” delos cuatro proyectos mineros “con sus pro-pios técnicos”. También señala este acuerdoque “presentará los informes respectivosbajo su responsabilidad”. Esos informes aúnno fueron presentados.

    El estudio que monitorea la mina de Vela-dero comenzó en septiembre del 2014 –unaño exacto antes del desastre- y terminaríael 31 de enero del 2016. Según adelantó a MU el asesor ambiental de UNOPS, el argentinoAlejandro Rossi, “hay varios hallazgos conrespecto a aspectos que no cumplen o nocumplen totalmente con la normativa vi-gente, pero ninguno de esos aspectos tuvoque ver con lo que se advirtió después en elincidente ambiental del 13 de septiembre”.

    La UNOPS realizó una inspección ocular ala mina Veladero en el mes de junio de esteaño, incluyendo el valle de lixiviación dondeocurrió el desastre. Según Rossi, “no se ob-servó ninguna irregularidad con respecto a lamanera en que estaba funcionando las ins-talaciones de lixiviación, ni tampoco se ad-virtió que estuvieran funcionando mal lascompuertas que deberían estar cerradas parael caso de producirse un incidente ambiental

    litros, cuando el máximo recomendado esde 0,005 mg/l para la vida acuática y 5

    mg/l para ganado e irrigación. • De acuerdo a la Ley de Residuos Peligrosos

    están excedidos los valores de cobre, zinc,manganeso, mercurio, arsénico y boro.

     • La muestra indica que “por los elevadosvalores encontrados el agua no es aptapara el consumo”.

     • En la muestra del Río Blanco se encontra-ron también valores de aluminio elevados(21 mg/l), así como de manganeso, arsé-nico y boro, estos últimos por encima delos valores normales para todo tipo deconsumo.

     • En la muestra de la localidad de El Chin-guillo, ubicado en el margen oeste del RíoBlanco, las conclusiones indican que elagua no es apta para consumo humano.

     • Lo mismo sucede en el Puente de Angua-lasto, aunque esta agua no se usa paraconsumo de la población. Los niveles de

    manganeso, arsénico y boro hallados eneste tramo son superiores a los aceptadospara irrigación, ganado y vida acuática.

     • En la Muestra 2, del famoso Dique Cuestadel Viento, la muestra también concluyeque el agua no apta para consumo huma-no; lo mismo para el Dique PachiMoco y laEscuela Villa Mercedes.

    Dice Domingo Jofré, periodista de Radio Na-cional y referente de la Asamblea Jáchal No SeToca. “Este informe ratifica que están mani-pulando la información, que la dan de mane-ra falaz y sesgada. Hay cianuro y hay metalespesados, y queremos saber por qué están ahí:si es consecuencia del derrame o estamosconsumiendo esto desde hace tiempo”.

    El rol de la ONU

    l informe que se hace esperar desdeseptiembre de 2014 es el que el go-bierno de San Juan encargó a la Or-

    ganización de las Naciones Unidas, a travésde su oficina local, la UNOPS.

    La UNOPS tiene una oficina en San Juandesde 2011, año en que el gobierno provincial“inició un proceso de consultas” hasta ahoracon cuatro capítulos: dos consultas sobre

    como el que ocurrió”.La UNOPS no pudo terminar las medicio-

    nes que tenían contempladas en esa inspec-ción por “razones climáticas” (sic Rossi) ylas postergaron para “fines de septiembre,principios de octubre”. En el medio ocurrióel desastre.

    La versión UNOPS de lo que pasó: “Segúnlo que leímos en los medios y la informaciónoficial que hemos recibido, la fuga de cianurotuvo como causa la falla de una válvula. Lasválvulas pueden fallar en algún momento, loque no debe fallar es el sistema de contin-gencia. Nosotros desconocemos cuál es larazón por la cual el día 13 de septiembre lacompuerta estaba abierta, y entendemos queeso es parte de la investigación que está ha-

    ciendo la justicia argentina”.

    Descontrolados

    uego del desastre, el 16 de septiem-bre la UNOPS recibió una solicituddel Ministerio de Minería para hacer

    un “reporte sobre la calidad de los cuerpos deagua” en toda el área afectada. El día 18 hi-cieron un “desplazamiento” a la zona deldesastre y tomaron muestras en dos puntos:en la zona de la localidad de Angualasto y enel Río Blanco arriba del Dique Cuesta delViento. Explica Alejandro Rossi: “Se hicieronnada más que dos muestras porque no habíatiempo, por un lado, y porque lo que quería-mos era determinar preliminarmente si ha-bía algún rastro de cianuro o solución cianu-rada en esta zona. Y lo que determinamos esque en esos dos puntos no lo había. Eransimplemente dos mediciones que están su-

     jetas al resto de las que hicimos en el marcodel estudio”.

    ¿El estudio también midió la presencia demetales?Alejandro Rossi: Sí, por supuesto. De lo queconcluimos en esos dos puntos es que algúnparámetro, como el del aluminio, estaba al-

    Los niños, niñas y jóvenes fueron protagonistas en las movilizaciones de Jáchal, quealcanzaron un pico de 6.000 personas a una semana del desastre.

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    IGNACIO YUCHARK

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    La empresa de sifones Ivessduplicó sus clientes. Debajo,Fredy Espejo.

    to. Sin embargo estaba ligeramente más altoque en nuestras mediciones de junio, pero noteníamos línea de base en el punto que ha-bíamos medido. Entendimos que no podía-mos tomar esas desviaciones que encontra-mos como concluyentes”.

    Sin embargo, el Ministerio de Mineríadifundió esas mediciones parciales paraafirmar que no hallaron cianuro, pero no

    mencionó la contaminación con aluminio.Dice el responsable de la UNOPS: “Habíavalores elevados de aluminio sólido, no di-suelto, y esos niveles de aluminio sólidoeran más elevados de los previstos. Peroesos niveles pueden ser compatibles conlas características geológicas del suelo dela zona y, por lo tanto, hay que esperar arealizar la caracterización completa del in-forme integral”.

    Eso que llaman “informe integral” es loque ubica a la ONU no sólo como un investi-gador post derrame, sino como responsabledel monitoreo del “desempeño ambiental”que terminó en desastre. Responde Ale-

     jandro Rossi: “Desde el punto de vista cau-sal, la auditoría no tiene ninguna relacióncon la ocurrencia del accidente. Lo que estáhaciendo la auditoría es verificar cómo se

    están cumpliendo una serie de pasos, pormotivo de una revisión de documentacióny de una visita de campo que se hace en unmomento determinado, y a partir de ahíinferir cuáles son los aspectos en los quedebe mejorar la gestión ambiental. Pero noes de ninguna manera un monitoreo per-manente de la actividad de la empresa co-mo para decir que Naciones Unidas estabahaciendo de guardián de la actividad mine-ra, las 24 horas, y en el momento en queocurre el incidente”.

    Rossi se extiende en su respuesta, yplantea: “La pregunta más importante quepone a la luz el incidente es ¿cuál es el gra-do de control que existe por parte de laempresa sobre sus procesos y por parte delMinisterio sobre la empresa si pudo ocu-rrir un evento de esta naturaleza?”.

    Venenos

    ntre Jáchal y la mina se encuentranlos puebos más afectados, que bebenlas aguas directamente de los cauces

    contaminados. Son Angualasto, Maliman yChinguillo, y más acá el departamento deIglesia. Todos esos pueblos se erigen a lo lar-go de la ruta principal, dibujando barrios concasas de adobe y tranquilidad de siesta.

    El camino va llevando a la historia deFredy Espejo, vecino de Villa Iglesia, que tie-ne una pequeña casa al costado de la ruta. Enla puerta, un cartel improvisado cuenta quevende seguros. Él completa que también esmensajero de OCA y tiene algunas siembras,todo en un gran rebusque para sobrevivir.

    Fredy Espejo fue supervisor de sondaje enlos campamentos mineros de Lama, La Orti-

    ga, Despoblados y Veladero, y también for-

    mó parte del área de control ambiental deBarrick Gold. Cuenta con mucha gracia elmomento en que la empresa Minas Argenti-nas encontró oro en Veladero, “en el pozo83”, y trae una piedrita para graficarlo: “Era

    así, como esta, pero tenía puntitos brillan-tes. Fue una algarabía inmensa”, relata.

    Corría el año 99.Luego Minas Argentinas vendió su licen-

    cia y Fredy pasó a formar parte de BarrickGold en el área de control ambiental. “Sacá-bamos muestras de los ríos, las envasába-mos, precintábamos y las poníamos en unpote en una heladerita; eso iba a la Universi-dad de Chile”. Fredy cuenta que nunca co-noció los resultados de esos muestreos, peroque su jefe siempre le dijo que estaba todobien. “Un día, en un lugar que se llama Río LaEstampilla, había un montón de sapitos pa-tas arriba. Cuando fuimos a Chinguillo, pe-ces muertos en la orilla. Me llama la aten-ción y pregunto en el campamento qué es loque estaba pasando. Me dicen: ‘No puedeser’. Así que en la siguiente recorrida junta-mos los pescados muertos y la dejamos en

    una heladera junto con las muestras. Los re-

    sultados del análisis no los supe nunca”.Las dudas de Fredy se convirtieron en

    alarma cuando escuchó la palabra “cianu-ro”. Corría el año 2000 y se estaban haciendolas pruebas piloto de los sistemas de explo-

    tación. “Entonces llamo a Greenpeace pi-diéndole ayuda, y me dijeron que no se dedi-caban a esto, sino a las ballenas”. Once añosmás tarde, febrero de 2011, Greenpeace ins-taló dos campamentos con unos 50 activistasen el camino de acceso a la minas de Veladeroy Lama. Sigue Fredy: “Pero en ese momentoera como que no me creían. Entonces hice ladenuncia en la empresa: dije que el cianuroestaba matando a los peces y sapos. Enton-ces me dijeron: ´No es el cianuro, te vamos aexplicar´. Me mostraron los piletones queson los que ahora fallaron, y me explicaronque los deshechos los tapaban con cal e hi-poclorito”.

    Después de este tour explicativo, a Fredylo echaron.

    “Cuando llegué de vuelta acá ya tenía lacarta de despido. Entonces hice algunospanfletos y salí a decirle a los vecinos ´nos

    están contaminado con cianuro´. Del año2000 hasta el 2010 he sido perseguido de to-das formas que ustedes se imaginen: denun-cias, cartas documentos, me han cortado ladirección del auto, me han amenazado porteléfono, me ofrecieron plata”. ¿Quiénes?“Gobierno y empresa minera, camufladossiempre”.

    Las presiones cesaron cuando Fredy co-menzó a ser más conocido. “En esos mo-mentos salía a la calle y los vecinos me decíanloco, minero resentido. Hasta que un día leconté lo mismo a una señora. Me preguntó siquería que me diese una mano y, bueno, a loscinco días me llamó Mario Pergolini: era la tíade él”. Fredy alojó a Daniel Malnatti duranteun mes en esta pequeña casa de dos metrospor cinco, mientras el equipo periodísticocomprobaba lo que él denunciaba. El infor-me fue emitido en CQC y “recién ahí pensaron

    que no estaba tan loco”.

    La cebolla llora

    a Fiesta de la Cebolla era una tradiciónen Jáchal porque su cultivo era mun-dialmente reconocido. Según el agri-

    cultor Bernabé, una composición particular delagua las hacía especialmente jugosas.

    Hoy esa fiesta no existe y las jugosas ce-

    bollas tampoco.“El agua cambió”, explica Bernabé.Cuenta Silvina, otra integrante de la asam-

    blea: “Mi papá era productor de cebollas y ya nolo es más. Por diferentes motivos, pero nuncamás pudo arrancar. Fundamentalmente, por-que no hubieron políticas destinadas a impul-sar a los productores. La mina se llevó todo”.

    Antes de los 90 Fredy Espejo trabajó como jornalero en siembra, raleo y cosecha de pe-ras y manzanas, que luego eran exportadas aHolanda. “Pagaban buen sueldo, en blanco,todo bien, pero de pronto dijeron:‘no cose-chamos más’. Y nos empezamos a mirar en-tre nosotros:‘¿qué hacemos?’. Entonces fui-mos para arriba”, dice, mirando la Cordillerade los Andes. “Antes de llevarnos a la minanos crearon la dependencia laboral”.

    La maestra rural María Inés resume la si-tuación actual: “No tenemos agricultura, el

    agua está contaminada, el desarrollo que ve-nía a partir del proyecto minero tampoco es-tá. ¿Para quién es sustentable? Para nosotroslos jachalleros no lo es”.

    En Iglesia, en febrero pasado, hubo unamarcha de desocupados que reunió a 50 igle-sianos que caminaron desde el municipiohasta la sede de Barrick para pedir trabajo.“Calculo que hay en el Departamento deIglesia un 60% de la fuerza laboral sin traba-

     jar”, dice Hernán Montaño, uno de los afec-tados. Montaño cuenta que confeccionaronuna base de datos que suma 450 iglesianosdesocupados.

     Jorge, de Angualasto, mientras mira a suhijo jugar al fútbol (Falucho de Angualasto legana 2 a 0 a Los Andes de Tud Cum) dice quela realidad es más compleja: “Ahora estoydesocupado, pero tampoco se puede decirque la mina se cierre, porque hay gente que

    vive de eso. Es complicado. No hay trabajo ytambién está lo del agua… No sé qué decir...si sigue así nos vamos a volver un pueblofantasma”.

    Desde el Concejo Deliberante de Jáchal, elconcejal Mario Luna del Frente Para La Vic-toria impulsó una ordenanza estableciendoque el departamento vive una “emergenciaambiental, sanitaria, social, laboral y pro-ductiva. ¿Quién va a querer comprar un cul-tivo de Jáchal ahora?”, pregunta.

    Diagnóstico

    eolinda sostiene que en Jáchal hayuna mala palabra: cáncer. Ella lotuvo y, según cuenta, se operó y ya

    está salvo. María Inés, por su parte, tienetres personas en su familia con esa enfer-

    medad. Silvia tiene una casa de ropa frentea la plaza principal. Hace dos años reunió asus principales clientas y, comandadas poruna psicóloga social, formaron un grupollamado Cadena de luz que reúne a mujerescon cáncer. “Tratamos de ayudarnos y dar-nos afecto, decirnos, en base a nuestra ex-periencia, ´te va a pasar esto con la qui-mio´, enseñar a cómo poner el pañuelo;tenemos pelucas para la que quiera usarlas,o gorritos en invierno”. El grupo hoy reúnea casi 30 mujeres de Jáchal.

    La casa de ropa se ha transformado asíen una clínica de contención psicológica,desde donde se percibe un panorama si-lenciado. Dice Silvia: “Ahora estoy viendomucho cáncer de hígado. Y te estoy ha-blando solo de lo que veo de cáncer de mu-

     jer. De hombres sé que hay muchos tam-bién”. Su marido, ex intendente delmunicipio, murió a los 47 años por un cán-cer de riñón. Dice sobre la atención médica:“Todos los pacientes oncológicos viajamosa San Juan, acá no se ven oncólogos, ni en elhospital insumos. Por eso no existen lasestadísticas”.

    ¿Por eso?Silvia sonríe.Ella sabe por qué.Ella ve.

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    Cultivar el futuro

    n uno de los bellos jardinesde la Facultad de Agronomíade La Plata, Clara teclea ensu Apple el informe que leeráen la asamblea de balance del

    5° Congreso Latinoamericano de Agro-ecología, como presidenta de la SociedadCientífica Latinoamericana de Agroeco-

    logía. Mientras se la espera, más de 30productores de todo el país – algunos or-ganizados en cooperativas- ofrecen co-midas y bebidas agroecológicas a preciosdesinflacionados. La escena es una postalde lo que representa este encuentro, quehablará de un presente en el que asomaun futuro posible.

    “La agroecología plantea un matri-monio entre la ciencia occidental y unsaber que no va a las universidades, loque llamamos la etnociencia, que es elque tienen los campesinos”, cuenta Cla-ra sobre este cruce de voces y experien-cias que representa el Congreso, segúnun formato que lleva la Sociedad Cientí-fica Latinoamericana cada año a un paísdistinto. Éste aterrizó en Argentina y fuepiloteado por la cátedra de Agroecologíade la Facultad de Agronomía, comandada

    por el ingeniero Santiago Sarandón. Hu-bo 2 mil inscriptos, más de cien trabajospresentados y decenas de experiencias,un volumen que según sus organizadoreshabla de un interés creciente por estostemas. Los anteriores se celebraron enColombia (700 inscriptos), Brasil (4 mil)y Perú (700).

    Clara Nicholls, una de las organizado-ras, señala por qué Argentina fue esta vezanfitriona: “Es un modelo de dos cosas:del avance de la soja y del uso de transgé-nicos; y también es una referente de tra-bajos científicos de muy buena calidadque muestran que es posible tener unaproducción sana, sin agrotóxicos, con unnivel de conocimiento muy alto. El país esuna sede estratégica para mostrar enAmérica Latina cómo la agroecología esuna alternativa, aunque a veces está invi-

    sibilizado por el monstruo de la agricultu-ra industrial”.

    Así, este Congreso se complementa conel ocurrido en Rosario hace tres meses, enel que referentes de distintos países hicie-ron un diagnóstico de cómo el modelo delmonocultivo transgénico afecta la salud yel medioambiente. “Es importante haceresta crítica, saber cuál es la problemática,conocer cuáles son los efectos en la salud yen el ecosistema, pero también ser propo-sitivos y mostrar que hay alternativas”,plantea Clara. Si el Congreso de CienciaDigna trazó un diagnóstico sombrío, elCongreso de Agroecología pone una luz deesperanza.

    Sin patas

    demás de los trabajos científicos,en el Congreso tuvieron lugar dis-tintas experiencias latinoameri-

    canas que muestran que el trabajo agro-ecológico no es una cuestión de futuro,como fue el caso de la granja NaturalezaViva de Santa Fe, a través de Remo Vénica.Dice Clara: “Es muy importante que en-tendamos que la agroecología no es unapropuesta puramente técnica. Da los ele-

    mentos metodológicos para diseñar lossistemas con la ciencia y con este conoci-miento campesino, pero tambien tiene uncomponente social y político para que sepueda plantear una transformación delmodelo agroindustrial corporativo”.

    ¿Por qué no es sutentable este modelo?Porque degrada la base de los recursos natu-

    rales. Para los que manejan el capital de estepaís puede ser importante la soja, pero no essocialmente justa. Hay que pensar la susten-tabilidad como una silla de cuatro patas. Unapata es el objetivo social (que sea socialmen-te justo), la otra un objetivo económico (quesea viable), un objetivo ambiental (que nodegrade los recursos naturales) y un objetivocultural (que sea culturalmente aceptado).La soja no tiene ni una pata.¿Se puede plantear la agroecología a gran-des escalas y en este contexto geopolítico?La agroecología nace en América Latinarespondiendo a los vacíos que deja el Esta-do, y también como reacción de esos agri-cultores que no fueron “beneficiados” porla transgenia. Siempre ha habido un mito:la agroecología es para el agricultor pobre,pequeño, que no produce para el mercado,es para su auto subsistencia. Nosotros

    apoyamos a los pequeños productores, pe-

    ro no quiere decir que los principios agro-ecológicos no puedan ser aplicados a losagricultores inmersos en el mercado, in-clusive en la exportación.

    La feria o Carrefour

    Cuánto puede aportar la agroecolo-

    gía a la soberanía alimentaria?Lo primero: si queremos reducir el

    problema del hambre, tenemos que pro-ducir donde están los pobres. Mirá que pa-radoja: lo que comemos todos los días pro-viene entre un 50% al 70% de los pequeñosagricultores. No viene de la soja ni del maízque exportamos. Y esos pequeños agricul-tores, por lo menos en América Latina,controlan el 20% de la tierra. ¿Te puedesimaginar si controlaran el 50% de la tierra?Los gobiernos deben darse cuenta –y yaestá pasando- del rol que puede jugar ennuestra soberanía, no solo alimentaria,apostar por los pequeños productores.¿Es necesario replantear la propiedad de latierra para practicar esto a gran escala?Dentro de un marco de desarrollo ruralsustentable, uno de los requisitos es elacceso a la tierra. La soberanía alimenta-

    ria no es solamente producir alimentos;

    tiene implícito un contexto político y so-cial muy fuerte. Se dice que se alcanza lasoberanía alimentaria cuando se tienetierras; hay una demanada de tierra, unademanda de recursos, de semilla, agua,información, conocimiento, empodera-ción, mercados…¿Qué fortalezas tienen los campesinosfrente al modelo industrial corporativo?Los campesinos han conservado 2 millo-nes de variedades de semillas. Gracias aellos que han conservados esas varieda-des tenemos una dieta diversa en AméricaLatina. La transgenia, con lo genético, al-canzó 7 mil variedades con mucho dineroinvertido. Las semillas eran de los agri-cultores y ellos humildemente lo com-partían con la humanidad, las corpora-ciones las patentaban y ahora les cobran.Los han traicionado; es una guerra decla-

    rada. Por eso los movimientos socialeshan tomado una posición, se han politi-zado, han entendido la geopolítica de lassemillas. Y ya no las regalan tan fácil-mente. Las semillas son patrimonio delos pueblos y al servicio de la humanidad,pero ellos deciden con qué humanidad lavan a compartir: aquellos que tengannuestra misma visión, y no con los quequieren generar ganancia a costa nuestra.¿Cómo lograr que el Estado se ponga del la-do de los campesinos y no del mercado?El único país latinoamericano que tiene unplan nacional de agroecología y agriculturaorgánica es Brasil. Y no es porque un ilu-minado político decidió hacer esto: es por-que los movimientos sociales empujaron,porque ellos ya tomaron la agroecologíacomo bandera de desarrollo. Pero para lo-grar esto necesitan del apoyo del Estado,

    que los universitarios entiendan y tam-bién los consumidores.¿Cómo despertar a los consumidores?Las investigaciones científicas que aler-tan sobre el efecto del modo de produc-ción de los alimentos en la salud son unaclave. Si los consumidores se dan cuentade que los campesinos que aplican laagroecología están produciendo alimen-tos sanos y que su salud depende de eso,cualquiera va a apostar por ir a la feria envez de ir Carrefour. La agroecología no esun herramientita más: es la única alter-nativa. En América Latina se ve como unfaro: hemos avanzado muchísimo, hace30 años hablar de agroecología nos fuemuy difícil. Hoy en día la agroecología seha posicionado. Necesitamos poner estoen debate y en agenda, porque yo estoysegura que si la gente conoce esto lo va a

    apoyar drásticamente.

    La Facultad de Agronomíade La Plata fue sede de uncongreso latinoamericanoque mostró propuestas yresultados.

        I    G    N    A    C    I    O     Y

        U    C    H    A    R    K

    AGROECOLOGÍA

    E

    Clara Nicholls, presidenta de la Sociedad Científica Latinoamericana de Agroecolo-gía (SOCLA) y organizadora del 5° Congreso Latinoamericano de Agroecología.

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    10 OCTUBRE 2015 MU

    El hombre verdeEstudia y enseña qué ocurre en un planeta que consume más recursos que los que tiene.Propone crear Escudos Verdes Productivos alrededor de las ciudades argentinas, parafrenar el agronegocio y producir alimentos sanos, de calidad, baratos y agroecológicos.

    WALTER PENGUE

    as paredes de la oficina delingeniero agrónomo WalterPengue están cubiertas demapas, bibliotecas, afichesde congresos en diferentes

    idiomas con palabras inesperadas comoEconomía Ecológica y, más arriba, cartelesde propaganda de glifosato. Glifosato es elherbicida cuya fama se debe, por motivosdispares, a Monsanto, Syngenta & Afines,y a las personas y comunidades afectadaspor las fumigaciones.

    “Hay que saber cómo piensa el otro. Nocriticar por criticar, sino generar un conoci-miento pleno de lo que está pasando”, dicemirando la imagen del Roundup este hom-bre que mide casi un metro noventa, tiene 57años y ha perdido la cuenta de la cantidad desus libros y trabajos publicados.

    ¿Y qué está pasando? “Estamos fenó-meno, vamos para adelante, con esperan-za y alegría”, dice con su vozarrón en modorisa, antes de describir su verdadera ideasobre el presente.

    “El planeta no aguanta más, hay unafuerte presión sobre los recursos naturalesde base como la tierra, el agua, la biodiversi-dad, los recursos energéticos. Es la expan-sión humana, no por crecimiento poblacio-nal sino en términos de hábitos de consumode la población occidental y del comunismochino, que es tan bruto y devastador como el

    capitalismo norteamericano y el europeo, omás. Todo eso es lo que está amenazando alplaneta. Visto en perspectiva, el escenariode los próximos 40 años nos está hablandode agotamiento de los suelos, del agua, deuna brutal pérdida de la biodiversidad, y deuna sociedad energívora, que demanda cadavez más energía que no tiene. Los países in-dustriales están consumiendo 40 veces másenergía per cápita que la que necesitan paravivir. Sumá el cambio climático, y estamosen la tormenta perfecta”.

    Los posnormales

    a oficina de Pengue está en la Uni-versidad Nacional de General Sar-miento, donde dicta clases de Eco-

    nomía Ecológica e integra el Instituto del

    Conurbano donde están empezando a tra-bajar una vieja idea, más nueva que nunca:los Escudos Verdes Productivos.

    Pengue es Ingeniero especializado en ge-nética vegetal, Magister en Políticas Am-bientales y Territoriales (UBA), Doctor enAgroecología, Sociología y Desarrollo RuralSostenible (Universidad de Córdoba, Espa-ña), Profesor de grado y posgrado en más deuna decena de universidades nacionales ar-gentinas y de Brasil, Uruguay, Bolivia, Gua-temala, España, Noruega y Nueva Zelanda.

    Saltando cuatro párrafos del currículumque él prefiere llamar “hoja de vida”, se leeque desde 2009 es uno de los 25 Miembros

     juicio de experto: no sólo el estudio sino la

    experiencia, la sabiduría y la relación con lasociedad. Es el científico que informa paraque la sociedad en conjunto decida. Ejemplo:¿quieren los porteños abastecerse de ener-gía nuclear en un contexto creciente de te-rremotos? ¿Quieren un desarrollo tecnoló-gico que no se sabe qué costo tiene?”

    El enigma es social, político, y de poder:“Hoy la ciencia, o los científicos, contes-tan todo como si supieran. Nunca recono-cen lo que no saben, ni se bajan del caballo,lo cual es en sí mismo una negación de laciencia. Ante la complejidad de los proble-mas actuales no podés quedarte en la cien-cia convencional, los papers, y en ir de vez

    en cuando a un congreso internacional.Necesitamos una ciencia capaz de recono-cer lo que no sabe, para poder buscar másdatos, más información y que la gente par-ticipe en las decisiones, y sin que te esténapurando por lo económico”, dice Pengue,que me deja sembrada la idea de un perio-dismo posnormal, cuando con el normalya sabemos lo que pasa.

    Aquiles y los gansos

    a propaganda manda cruel en el car-tel, pero Walter Pengue advierte:“Ojo, el glifosato puede ser visto co-

    mo contaminación, pero lo más grave esotra cosa: el sistema rural. El glifosato esapenas parte de un paquete al que se sumanla siembra directa y los eventos transgéni-cos, que hoy están mostrando su talón deAquiles”. Aquiles era un guerrero mitológi-co con un punto débil, su talón. Los troya-nos, cual virus, le clavaron allí una flechatraicionera que además –en línea con la ac-tualidad rural- estaba envenenada.

    El talón que describe Pengue incluyeaparición de malezas y resistencias a losvenenos por un lado, y los problemas rela-

    cionados con la salud humana evidencia-dos en prevalencia del cáncer sobre otrasenfermedades en los pueblos fumigados,tumores inusuales y devastadores que ata-can a adultos, jóvenes y niños, abortos es-pontáneos, malformaciones infantiles,problemas de tiroides, entre otros males.

    “La aparición de resistencias fue algoque planteamos durante mucho tiempo, yocurrió. La industria lo toma con una mi-rada tecnocéntrica, pensando en haceraparecer nuevos eventos transgénicos re-sistentes a nuevos herbicidas para que sigael mismo sistema”, sugiere Pengue.

    “Lo que olvidan la agricultura industrialy el paquete tecnológico es la mirada ho-lística, integral. Por eso viven haciendouna macana tras otra. Hablan de una agri-cultura innovadora, de punta, y en realidadson temerarios que realizan una agricultu-

    ra de alto riesgo con la actitud del coloni-zador, que cree que puede conquistar ycontrolar todo. Pero no pueden”.

    Otro aspecto del laberinto: “Las compa-ñías necesitan un control muy fuerte que lopuede ejecutar el Estado con su ciencia. Perosi tenemos una ciencia del Estado que traba-

     ja para las empresas, estamos en el horno,porque la sociedad queda completamentedesprotegida. El problema es ése: una socie-dad con científicos al plato, que hacen lo queles mandan y responden políticamente. Ahíhay mucho que revisar del modelo científicotecnológico argentino. Dicen que van a ge-nerar conocimiento de punta. Es una locura.Los países desarrollados tienen fondos, re-cursos y doctores para tirar para arriba encada disciplina. Nuestra ciencia es buena,pero debe apuntar hacia nuestra gente en uncontexto regional, y no trabajar como furgón

    de cola para las corporaciones internaciona-les con el discurso de la innovación”.

    ¿La biotecnología no es ciencia de punta?:“No es de punta, y ni siquiera es ciencia. Esuna herramienta para mover material gené-tico de un lado a otro. A chicos de cinco años,con lo despiertos que son para lo tecnológi-co, los ponés a jugar con eso y la realidad esque pueden cortar y pegar genes. Además, esuna tecnología ya vieja, y encima peligrosa”.

    Uno no debería meterse con las discipli-nas que no conoce, sugiere el profesor: “Losbiotecnólogos no saben del impacto ecoló-gico y ambiental de lo que hacen, pero ha-blan igual. Como los economistas, que dicen

    L

    Científicos del Panel Internacional para el

    Manejo Sostenible de los Recursos, de lasNaciones Unidas.

    Con tal biografía, y el metro casi noventa,Walter Pengue podría hablar desde las altu-ras: “Pero en Economía Ecológica maneja-mos mucho el concepto de ciencia posnor-mal, que también se llama ciencia con lagente, creado por el argentino Silvio Fun-towizc y Jeremy Ravertz. Para situacionescon alto nivel de riesgo, de incertidumbre,donde se mezclan las presiones políticas yeconómicas, donde puede haber impactossobre lo social, sobre el entorno, sobre otrasespecies, la ciencia normal, convencional yde base, ya no es suficiente. Entra a tallar el

    El planeta no aguanta.El escenario de lospróximos 40 años noshabla de agotamientode los suelos, del agua,y una brutal pérdida dela biodiversidad.

    Mucha gente noentiende que la estánllevando de las narices

    cuando compra unproducto, le imponenpautas de consumo, ocree que está eligiendo.

    Los Escudos VerdesProductivosalrededor delas ciudadesbeneficiarán a losproductores y a lascomunidades, conalimentos sanos ybaratos.

    La agricultura

    industrial ytecnocéntrica vivehaciendo macanas.La biotecnología noes ciencia, ni es depunta.

        J    U    L    I    E    T    A    C    O    L    O    M    E    R

    Ingeniero agrónomo, doctor en Agroecología y miembro del Panel Científico para el manejo de losrecursos naturales, de la ONU: “En situaciones con alto nivel de riesgo, de incertidumbre y de presio-nes, hay que hacer ciencia con la gente, para que las comunidades se informen, participen y decidan”.

    Hipólito Yrigoyen 1440 / 4381 5269

    www.mupuntodeencuentro.com.ar

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    11MU OCTUBRE 2015

    cualquier gansada y siguen sobreviviendo yhablando”, dice Pengue entre divertido yasombrado, aunque quizás corresponda al-guna vez desagraviar a los gansos, ajenos alas cosas que hacen y dicen criaturas comolos economistas y los biotecnólogos.

    Ecología productiva

    l universo temático de Walter Pen-gue es literalmente tan grande co-mo el mundo y sus inquilinos hu-

    manos, animales, minerales, vegetales yvirtuales: funcionamiento, costumbres,temperaturas, consumos, suelos, cielos,sólidos, líquidos, producciones y deshe-chos, por decir algo de lo que abarca la Eco-nomía Ecológica, término que ya no le re-sulta suficiente: “La palabra Economía nosencierra la discusión. Yo prefiero hablarhoy de una Ecología Productiva”.

    La idea implica un vuelco: en lugar detomar a la ecología como una cuestión de-clamatoria o delfinesca, propia de jóvenesrubios y verdes, Pengue arraiga el tema enterritorios concretos, con ideas que no ne-cesitan ser de importación, como lo insi-núa el título del próximo libro que lo entu-

    siasma, en el que escribirá y recopilarádiversos trabajos y autores: El pensamientoambiental del sur.  “No te lo cuento comopropaganda, porque el libro va a ser gratuito,con trabajos de Enrique Leff, Gilberto Gallo-pín, Víctor Manuel Toledo, Nicolo Gligo. Hayuna generación joven muy bombardeadapor el cuento ambientalista, con muy pocosustento fuerte, y con mucho mesías que secree que tiene la palabra sagrada”.

    Sin palabras sagradas, ¿qué es la Ecolo-gía Productiva? “Una ecología que contie-ne todo el funcionamiento ambiental, a laque se incorpora además el mejor aportede la ciencia y la tecnología pensando enaumentar no las tasas de crecimiento fi-nanciero, sino de crecimiento de la reno-vación de los sistemas ambientales. Por-que si me preguntás cuál es la alternativa,yo te contesto: ni idea. Pero lo que es claro

    es que todos los indicadores muestran unaadvertencia fuerte del planeta como paraque la civilización actual cambie. En esteescenario hace falta un pensamiento queesté por encima del sistema económicoporque la economía no nos va a salvar. Loque nos va a salvar es el humanismo”.

    Pengue traza una línea imaginaria consu dedo sobre el escritorio: “En el medianoplazo la única perspectiva para la humani-dad, si quiere seguir existiendo, es uncambio profundo que no va a derivar de laeconomía sino de la sociedad, siempre queesté vinculada y comprendiendo su entor-no y su ambiente. Lo contrario es que el ca-pitalismo funcione como un monstruo de

    1.000 cabezas. Cortás una y le salen otrasdiez. Hay un materialismo estúpido que sereproduce en pautas de consumo que bene-fician a las empresas pero no a la sociedad nial planeta. Y se apoya en gente que no en-tiende que en realidad la llevan de las naricescuando compra un producto o le imponenqué consumir, o cree que está eligiendo”.

    Ejemplos cotidianos: “Los celulares yageneran dudas por el impacto en la salud dela gente, pero además está detrás la obsoles-cencia programada que esconden las com-pañías: los aparatos están hechos para durarmuy poco y hay que cambiarlos. Como pasacon las computadoras o los automóviles”.

    Pengue señala la ventana. “El mundoestá cubierto de autos. Fijate aquí mismo,en la universidad. Yo vivo cerca, pero mu-chos profesores vienen de Capital. Les di-

     je: ¿por qué no se asocian y vienen juntos?

    Otra que propuse: cobremos el estaciona-miento y juntemos plata para que los estu-diantes vengan en micros. Porque ademásestamos ocupando metros cuadrados deespacio público en un lugar que podríausarse para tener más aulas, que hoy estándesbordadas. Y podría favorecerse y facili-tarse el transporte público. Pero la visióndel éxito es que el profesor venga en auto.Me gano pocos amigos cuando digo estascosas, pero lo real es que si estamos máspreocupados por los estacionamientos quepor las aulas, estamos un poquito fritos”.

    ¿Cuánto pierde la soja?

    segura que la mejor decisión de suvida fue renunciar a la Facultad deAgronomía de la UBA: “Era como un

    exilio interno por cuestionar los trangénicosy el monocultivo, aunque nos protegía elecólogo por excelencia de los últimos 30años en el país, que fue Jorge Morello. Hoyveo que hacen cátedras de soberanía ali-mentaria, pero cuando se liberó la sojatransgénica, nadie abría la boca, o se apoya-

    ba directamente al modelo”. Se lo ve feliz enla Universidad de General Sarmiento. “Lle-gué en 2008. El 80% de los estudiantes sonprimera generación que llega a la universi-dad, de familias humildes. Además hay gru-pos de trabajo excelentes. Podés investigar,presentar ideas, y nadie sesga tu proyecto”.

    Pengue define a la agricultura actualcomo minera y extractiva. “No se habla del

    agua que en la práctica perdemos al produ-cir cada grano, ni de la huella de nutrien-tes, que agota nuestros suelos. Los nu-trientes (fósforo, nitrógeno, potasio, entretantos) son como billetes que están ennuestro suelo, que es la caja de ahorros.Cada cosecha se lleva esos billetes en losgranos, y no vuelven”.

    Pengue estudió que el valor económico deesa exportación invisible va de un 25% a un30% de lo que deja esa cosecha. Traducción:no menos de 6.000 millones de dólares poraño que se regalan. “Están vaciando la ri-queza del suelo. Y cuando reponen nutrien-tes son sólo algunos, y usando fertilizantesquímicos, con lo cual generan problemas decontaminación muy fuertes, como ya pasóen Europa y en los Estados Unidos”.

    Las propuestasQué son los Escudos Verdes Produc-tivos? “Con Damián Verzeñassi (Fa-cultad de Ciencias Médicas de Rosa-

    rio) hicimos una red para proponer áreas deproducción natural y agroecológica (sin usode agrotóxicos) que pongan una valla entrelas ciudades y de la agricultura industrial.Que no avance lo rural industrial hacia laszonas pobladas, ni que lo urbano avance ha-cia las zonas productivas. Le doy un servicioa las ciudades y a los productores, que enesas zonas tienen prohibición de fumigarpor estar cerca de poblaciones, pero siguenpagando impuestos. Entonces se puede fo-mentar que ese productor trabaje de modonatural y agroecológico con una exenciónimpositiva, que envíe sus productos a losmercados locales, con lo que se cortan tam-

    bién los monopolios de transporte y distri-bución de alimentos. A la vez, se protegenesas áreas de la expansión urbana y de losbarrios cerrados que se van metiendo en loscampos”.

    La idea implica beneficios multiplica-dos: “El productor se recupera, la produc-

    ción es sana, la gente no se enferma, se ge-nera más trabajo rural y menos trabajo enlos hospitales. Estarías acercando a las po-blaciones alimentos baratos, accesibles,nutritivos. Que la papa vuelva a tener gus-to a papa. Además, se le pone una barrera ala agricultura industrial. Hace 150 años seplantea en Europa, varios pueblos y ciuda-des lo hacen y creo que vamos hacia eso”.

    No se trata de agricultura orgánica, querequiere certificaciones que encarecen ca-da producto: “Puede haber certificacióndesde la economía social y solidaria. Queuno sepa que eso es sano, como pasa conexperiencias como Naturaleza Viva (SantaFe) o La Aurora (Buenos Aires). Esos casosmuestran además que esta forma de pro-ducir es rentable: les va fenómeno. La di-ferencia es que trabajan. No es eso de apli-car productos y quedarse en la ciudad, sinotrabajar para que el campo se reconstituya.Es otra lógica, otra relación con la tierra”.

    Para Pengue la agroecología es la granherramienta para un desarrollo local, sindependencia de las corporaciones y de losinsumos externos. “Y una posibilidad de so-cialización del modelo productivo que in-corpora a la gente y encima le da de comer”.La idea va más allá: “La agroecología es re-

    volucionaria por dos cosas: la pata en losmovimientos sociales y la pata académicaque demuestra, a través de la ciencia, cuáles el camino a seguir cuando hablamos deuna agricultura sustentable. No es el pasa-do, sino el futuro de la agricultura. Pero nose puede hablar de agroecología si no seresuelve además el acceso de la gente a latierra para garantizar su supervivencia y lasoberanía alimentaria. Me refiero a unareforma agraria integral, basada en que latierra no sea un bien de uso y de cambio,sino un anclaje social para desarrollar unanueva ruralidad. Lo están reconociendomuchos organismos internacionales,cuando ven que se están vaciando los te-rritorios y llenándose las periferias de lasciudades, mientras la concentración dejatodo en manos de pocos grupos. Esos sonalgunos de los temas que se vienen”.

    Pengue no plantea hipótesis sólo teóri-cas, sino que recuerda siempre que su pro-fesor Jorge Morello repetía, como él lo haceahora con sus estudiantes, un programafilosófico y político sintetizado en dos pa-labras, acaso de las mejores que un maes-tro puede enseñar. “Chicos: hagan”.

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    12 OCTUBRE 2015 MU

    mamá quiere separarse, esta casa la com-pramos con mi trabajo y dinero de mi fami-lia, y ahora su mamá se quiere separar yromper la familia’. (…) Agarré mi teléfono yle dije que iba a grabar la conversación paraque todos escuchen su forma de expresarseconmigo y con los chicos. Cuando vio el telé-fono se me vino encima para sacármelo, meagarró del pelo y me tiró sobre un sillón. Mepuso una rodilla en la cara para que me que-dara quieta. No me podía mover. Gritaba pi-diendo ayuda, los chicos estaban ahí”.

    Tres especialistas del equipo interdisci-plinario de la OVD escucharon a Claudia yredactaron el legajo 6503/2015, que incluíaun informe de situación de riesgo:

    • Verónica Aumann, psicóloga.• Lidia Vega, trabajadora social.

    • Elvira Delbono, abogada.

    La máquinafemicida

    Bajo riesgo

    Dieciocho días y 74 puñaladas antes de mo-rir, Claudia Schaefer denunció a su esposoFernando Farré en la Oficina de ViolenciaDoméstica (OVD) de la Corte Suprema de

     Justicia de la Nación. Era la primera vez queSchaefer -44 años, trabajadora en BodegasSalentein, tres hijos con Farré, departamen-to en Palermo, casa alquilada en el countryMartindale de Pilar- hacía una denuncia. El 3de agosto acudió acompañada de su abogadode divorcio, José Cárdenas, y dejó constanciade la violencia sufrida con un relato estre-mecedor: “Fue en mi casa, terminábamos decenar, yo jugaba con los chicos en la Play.Fernando había estado buscando durante eldía motivos de discusión. Se puso a hablar

    con los chicos, les dijo: ‘ustedes saben que su

    Cuatro casos que revelan cómo actúan la justicia y elEstado antes y después de un acto de violencia contra lamujer. Criterios, trámites y programas que no funcionan.

    VIOLENCIAS SIN JUSTICIA

    El informe de riesgo concluía: “Teniendoen cuenta el relato de la Sra. Schaefer seevalúa que esta situación se encuadraríadentro de la problemática de una conflicti-va de pareja, con episodios de agresionesverbales, agravadas en la actualidad por lapérdida laboral del Sr. Farré. Al momentode la presente entrevista y considerando loimpredecible de las conductas humanasfuturas, se valora dicha situación como deBAJO RIESGO”.

    En mayúsculas y negritas.Analía Monferrer, secretaria letrada de

    la Corte Suprema a cargo de la OVD, dice aMU que no pueden hablar de casos con-cretos por el “deber de confidencialidad”,pero indica que hay varios niveles de ries-

    go: bajo, medio, alto, altísimo. Explicaque hay diversos indicadores para distin-guirlos: agresor con armas, episodios deviolencia sistemáticos o esporádicos, ni-ños presentes, denuncias anteriores, etc.“Riesgo bajo no significa que no se nece-siten medidas de protección. De hecho,en casos de riesgo alto, ha pasado que los

     jueces tampoco han dictado medidas. Sibien la actuación judicial en muchos casosha sido oportuna porque se dictaron me-didas de protección, no han sido suficien-tes. Antes de la Oficina la crítica era que elPoder Judicial no respondía, ahora es queno es suficiente”.

    Sin poder hablar sobre casos concretos,la pregunta intenta no ser abstracta: ¿quépiensa frente a una situación con tirón depelos, empujones y rodillas en la cara,frente a los hijos? Monferrer: “Para eso

    hay diferentes indicadores. Por ejemplo:

    vos podés ver la foto de una mujer total-mente lesionada, con la cara deformada, ydecir que fue terrible lo que le hicieron.Pero si esas lesiones se curan en menos deun mes, son lesiones leves. Por eso hay quehacer un análisis de todo el caso y sus an-tecedentes, no solo el hecho puntual rela-tado. Esta situación que describís puedeser, en un contexto determinado, riesgobajo. En otro, puede ser riesgo alto. Otrasituación: el agresor la golpeó muy grave,pero no en la cara. Eso puede determinarun nivel de riesgo que dice que el agresortodavía tiene algún límite que hace que es-ta persona no exceda el nivel de violenciapara que otros no se den cuenta de lasagresiones. Ahora, una vez que los golpes

    pasan al rostro, ya son visibles para cual-quiera. Eso puede aumentar el riesgo por-que qui