gestión de riesgos de desastres: enfoque internacional

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Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires Facultad de Ciencias Humanas Tesis de Licenciatura en Relaciones Internacionales Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional aplicado a escala local. Estudio de caso del Municipio de Azul (2000-2016) Tesista: Valentina Borioni Directora: Dra. Julieta Nicolao Co-directora: Dra. Nerina Sarthou

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Page 1: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires

Facultad de Ciencias Humanas

Tesis de Licenciatura en Relaciones Internacionales

Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque

internacional aplicado a escala local.

Estudio de caso del Municipio de Azul

(2000-2016)

Tesista: Valentina Borioni

Directora: Dra. Julieta Nicolao

Co-directora: Dra. Nerina Sarthou

Page 2: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

Agradecimientos

Agradezco a Dios y a todas las personas que me acompañaron en mi vida universitaria y

aquellas que se hicieron presentes, aportaron su tiempo, sus conocimientos y buena

predisposición para que pueda concluir mi estudio de grado.

Me gustaría comenzar a agradecer de manera muy especial, a mis padres, Valeria Ressia y

Eduardo Borioni por acompañarme siempre y brindarme todo su cariño y apoyo. A mis

abuelas Kelo y Ester, a mis tíos y primas/o que también fueron parte del proceso de la

tesis, ya que me hospedaron en sus hogares y me contactaron con gente que colaboró en la

investigación. A mis amigas/os que compartí muchos años y que también, al igual que mi

familia, son muy importantes para mí.

Le quiero agradecer a los que trabajan en Universidad del Centro de la Provincia de

Buenos Aires y a todos los profesores y compañeros de la carrera de Licenciatura en

Relaciones Internacionales con los que compartí cursadas, charlas, actividades y viajes de

estudio.

A las autoridades del Centro de Estudios Interdisciplinario en Problemáticas

Internacionales y Locales y a todo su equipo, por haber confiado en mí y haberme brindado

la posibilidad de enmarcar mi tesis dentro de sus proyectos y por haberme recomendado a

mi directora de tesis, la Dra. Julieta Nicolao y mi co-directora la Dra. Nerina Sarthou,

quienes corrigieron el trabajo y dedicaron su tiempo y atención.

Mi agradecimiento especial a Julieta, con quien tuve una relación más cercana, de quien

aprendí muchísimo del quehacer académico en ciencias sociales y a quien valoro por su

profesionalismo y seriedad a la hora de trabajar, también le agradezco por su

acompañamiento humano durante el proceso.

Debo agradecer, de la misma manera, a todos aquellos que entrevisté, funcionarios del

Municipio de Azul, profesionales del Instituto de Hidrología de Llanura (UNICEN-Azul),

los promotores argentinos de la Campaña Desarrollando Ciudades Resilientes, a los

trabajadores y autoridades de la Biblioteca Ronco y Rivadavia de Azul, y a los medios de

comunicación Somos Azul y diario El Tiempo. Todos ellos muy amables y considero que

fueron parte esencial en esta tesis.

Muchas gracias a todos los que trabajan con responsabilidad y son ejemplo para las

generaciones futuras, porque según mi parecer así se transforma la realidad. Considerando

que la presente tesis trata el tema de Gestión de Riesgo de Desastres, me gustaría que se

tome conciencia del cuidado del medio ambiente y de la importancia de la acción

preventiva, que comienza con pequeñas acciones diarias de cualquier ciudadano.

Page 3: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

1

Índice

Glosario de siglas 1

Introducción 4

Objetivo general 7

Objetivos específicos 8

Hipótesis 8

Caja de herramientas teóricas 9

Marco conceptual 14

Metodología 18

Capítulo 1

La Gestión de Riesgos de Desastres en la Agenda Internacional

Introducción

23

1. Antecedentes históricos: la vinculación entre la Asistencia Humanitaria y

la Gestión de Riesgos de Desastres.

23

1.1. a. Diferencias entre la Asistencia Humanitaria y la

Intervención Humanitaria para comprender las bases de la GRD

27

1.1.b. Transformaciones normativas e inst itucionales de la

Acción Humanitarias en los años ´90 y su repercusión en la GRD

32

1. 2. La normativa e instituciones sobre la Gestión de Riesgos de Desastres a

nivel internacional

34

1. 2. a. Decenio Internacional para la Reducción del Riesgo de

Desastres Naturales (1990-1999)

35

1.2. b. Estrategia de Yokohama para un Mundo Más Seguro:

lineamientos para la Prevención, Preparación y Mit igación de los

Desastres Naturales (1994)

38

1.2. c. Estrategia Internacional de Reducción de Riesgos de

Desastres (1999)

40

1.2. d. Marco de Acción de Hyogo 2005-2015 44

1.2. e. Marco de Acción de Sendai (2015-2030)

48

1.3 Instrumentos financieros internacionales para situaciones de desastres

54

1.4 La normativa e instituciones sobre la Gestión de Riesgos de Desastres a

nivel regional sudamericano

56

1.4.a. MERCOSUR: Mercado Común del Sur 59

1.4. b. UNASUR: Unión de Naciones Sudamericanas 68

1.5 Consideraciones finales

73

Page 4: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

2

Capítulo 2

La Gestión de Riesgos de Desastres en Argentina: su dimensión interna

y externa. Evolución histórica, tendencias globales y procesos que

contribuyen en la necesaria articulación de actores y espacios

Introducción

78

2.1 La Gestión de Riesgos de Desastres en su dimensión interna: de la

fragmentación a la unificación institucional

79

2.1 a. Antecedentes: cambios legislat ivos y la evolución

inst itucional de la GRD en el Estado Nacional Argent ino

80

2.1. b. Defensa Civil y la GRD en el Estado argent ino (2000-

2016)

85

2.1. c. El Sistema Nacional para la Gest ión Integral del Riesgo y

la Protección Civil

87

2.2 Instituciones argentinas que participan en la GRD y la Plataforma

Nacional de Reducción de Riesgos de Desastres

93

2.2. a La Comisión de Cascos Blancos y la GRD 94

2.2. b La Plataforma Nacional de Reducción de Riesgo de

Desastre

97

2.2. c. Relaciones inter-gubernamentales en la GRD 100

2.3 El papel de las instituciones extra-gubernamentales, especialmente las

ONGs en la GRD

103

2.4 Consideraciones finales 107

Capítulo 3

Gestión de Riesgo de Desastres: Estudio de caso del Municipio de Azul.

Política, actores y grado de articulación a distintas escalas territoriales

(2000-2016)

Introducción 111

3.1 Algunas consideraciones para el análisis de la articulación de las distintas

escalas territoriales en la Gestión de Riesgos de Desastres

112

3.2 El Municipio de Azul y las inundaciones como desastre socio-natural 119

3.3 Azul en el contexto del interior bonaerense: aspectos socio-

demográficos, territoriales y económicos

122

3.4. Municipio de Azul. Tratamiento de la GRD ante la problemática de las

inundaciones. Actores y grado de articulación con las escalas territoriales de

decisión superiores (2000-2016)

128

Page 5: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

3

3. 4. a. Antecedentes y actores intervinientes en la GRD en el

Municipio de Azul

128

3. 4. b. Actores que participan en la GRD en Azul 130

3. 5 Continuidades y aprendizajes en la GRD en Azul en relación a las

inundaciones

135

3. 5 a. Inundación del 2001: Junta de Defensa Civil, problemas

de la alerta temprana, comunicación y financiamiento de presas

136

3.5. b. Inundaciones del 2002: focalización en obras medianas,

aprobación del Fondo Hídrico Municipal y participación de la

comunidad

142

3.5. b. 1. Alertas tempranas: art iculación entre el municipio,

inst itución académica y empresa extranjera

146

3.5. b. 2. Tratamiento integral de la GRD: Comité Regional

de Cuencas y canales clandest inos, constante problema en la

zona por falta de controles

148

3.5.b. 3 La importancia de la obra de infraestructura hídrica

en la agenda pública de GRD

150

3.5.b. 4. GRD: el rol de las polít icas públicas de

mantenimiento

152

3.5 c. Inundación de 2012: estaciones meteorológicas,

articulación de actores en la recuperación y búsqueda de

financiamiento para la construcción de la presa La Isidora

153

3.6. Consideraciones finales

165

Conclusiones generales 169

Bibliografía 180

Page 6: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

1

Glosario de siglas

ACNUR: Oficina de Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados

ADRA: Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales

AG: Asamblea General de las Naciones Unidas

AIF: Asociación Internacional de Fomento

BID: Banco Interamericano de Desarrollo

BIRF: Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento

BM: Banco Mundial

BUSF: Bomberos Unidos Sin Fronteras

CAF: Corporación Andina de Fomento

CAT DDO: Líneas para catástrofes con opción de Desembolso Diferido

CCL: Línea de Crédito Contingente para Desastres Naturales

CDEMA: Agencia Caribeña para el Manejo de Emergencias por Desastres

CEIPIL: Centro de Estudios Interdisciplinario en Problemáticas Internacionales y

Locales

CEPAL: Comisión Económica para América Latina y el Caribe

CEPREDENAC: Centro de Coordinación para la Prevención de los Desastres Naturales

en América Central

CERF: Grupo Consultivo del Fondo Central para la Respuesta en Caso de Emergencia

CMC: Consejo del Mercado Común

CMRE: Consejo de Ministras y Ministros de Relaciones Exteriores (UNASUR)

COMCA: Comisión de Cascos Blancos

COSIPLAN: Consejo Sudamericano de Infraestructura y Planeamiento

CRA: Cruz Roja Argentina

CSN: Comunidad Sudamericanas de Naciones

DAH: Departamento de Asuntos Humanitarios

DIRDN: Decenio Internacional para la Reducción de Desastres Naturales

DIPECHO: Programa de Preparación ante Desastres de la Comisión Europea

ECOSOC: Consejo Económico y Social

EEUU: Estados Unidos

EIRD: Estrategia Internacional para la Reducción de Desastres

ENDA: Asistencia de Emergencia de Catástrofes Naturales

ERC: Coordinador de Socorro de Emergencias

FANAZUL: Fabrica Naval de Pólvoras y Explosivos

Page 7: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

2

FAO: Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura

FCC: Facilidad de Crédito Contingente para Emergencias Causadas por Desastres

Naturales

FCCP: Foro de Consulta y Concertación Política (Rehu, Mercosur)

FICR: Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y Medialuna Roja

FMI: Fondo Monetario Internacional

FONPLATA: Fondo Financiero para el Desarrollo de la Cuenca del Plata

GAR: Evaluación Global sobre Reducción de Riesgos de Desastres

GMC: Grupo Mercado Común

GRD: Gestión de Riesgos de Desastres.

GTAN-GRD: Grupo de Trabajo de Alto Nivel para la Gestión Integral de Riesgos de

Desastres

IASC: Comité Permanente entre Organismos (o Inter- Agencias)

IFR: Instrumento de Financiamiento Rápido

IHLLA: Instituto de Hidrología de Llanuras

IIRSA: Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Sudamericana

INSARAG: Grupo Asesor Internacional de Operaciones de Búsqueda y Rescate

MAH: Marco de Acción Hyogo

MIAH: Mecanismos de Reuniones Regionales sobre Mecanismos Internacionales de

Asistencia Humanitaria

OCDE: Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico

OCHA: Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios

ODM: Objetivos de Desarrollo del Milenio

OEA: Organización de Estados Americanos

OMC: Organización Mundial del Comercio

OMP: Operación de Mantenimiento de la Paz

OMS: Organización Mundial de la Salud

ONU: Organización de Naciones Unidas

ORSEP: Organismo Regulador de Seguridad de Presas

OVE: Oficina de Evaluación y Supervisión

PECRA: Planes Estratégicos de la Cruz Roja Argentina.

PET: Plan Estratégico Territorial

PIA: Parque Industrial de Azul

PNDR: Plataforma Nacional para la Reducción de Riesgos de Desastres

Page 8: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

3

PNUD: Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo

ProPHEA: Proyecto de Planificación Hídrica Estratégico de Azul

REDLAC: Grupo de Trabajo sobre Riesgos, Emergencias y Desastres del Comité

Permanente de Organismos

REHU: Reunión Especializada de Reducción de Riesgos de Desastres Socio-naturales,

la Defensa civil, la Protección Civil y la Asistencia Humanitaria

RMAGIR: Reunión de Ministros y Altas Autoridades de Gestión Integral de Riesgos de

Desastres

RESG: Representante Especial del Secretario General de las Naciones Unidas para la

Reducción del Riesgo de Desastres

RRD: Reducción de Riesgos de Desastres

SSRH: Subsecretaria de Recursos Hídricos de la Nación

UNASUR: Unión de Naciones Sudamericanas

UNDAC: Equipo de Naciones Unidas de Evaluación y Coordinación en Casos de

Desastre

UNDRO: Oficina del Coordinador de las Naciones Unidas para el Socorro en los Casos

de Desastres

UNICEN: Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires

UNISDR: Oficina para la Reducción de Desastres de Naciones Unidas

UTADS: Unidad Temática de Ambiente y Desarrollo Sostenible

URSS: Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas

VNU: Voluntarios de Naciones Unidas

Page 9: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

4

Introducción

Esta investigación se centra en el análisis de la Gestión de Riesgos de Desastres (en

adelante GRD) dentro del marco legal de la Asistencia Humanitaria Internacional y su

influencia a nivel regional, nacional y local.

La gestión pública del medio ambiente tiene cada vez mayor importancia debido a que la

naturaleza ha sido moldeada por el trabajo, las actividades económicas y sociales del

hombre. En la actualidad, repercuten las consecuencias de estas transformaciones y se

presentan cambios y ciclos de la propia naturaleza transformada.

En ocasiones, se manifiestan las amenazas y riesgos socionaturales de cada región

geográfica, que necesitan de planificación a largo plazo, gestión y vinculación de varios

sectores, públicos, privados y organizaciones no gubernamentales de todos los niveles y

escalas territoriales para dar respuestas y soluciones.

Desde la Organización de las Naciones Unidas (ONU) se estima que, en el período

comprendido entre 1960 y 2000, se incrementó significativamente la ocurrencia, severidad

e intensidad de los desastres naturales, especialmente durante la década de los 90´. Las

estadísticas de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la

Alimentación (FAO) en su Análisis de Sistema de Gestión de Riesgos de Desastres (2009)

demostró que en promedio, 240 millones de personas se vieron afectadas por desastres

naturales alrededor del mundo cada año, entre el 2000 y el 2005, donde se cobraron

alrededor de 80 mil vidas y provocaron daños por 80 mil millones de dólares. Actualmente,

se calcula que las pérdidas económicas por desastres naturales se elevan entre 250 mil

millones a 300 mil millones de dólares al año según la Evaluación Global sobre Reducción

de Riesgos de Desastres (GAR; 2015).

Ante esta situación, la comunidad internacional ha ido advirtiendo que resulta

indispensable la coordinación de acciones entre distintos actores para hacer más efectivos

los procesos que se despliegan ante fenómenos de este tipo que no reconocen fronteras de

ninguna naturaleza. A su vez, la importancia de la comunicación entre las partes

involucradas, la planificación consensuada, el registro de estadísticas y de acciones que se

realizan debe cumplirse en forma constante para disminuir riegos y aumentar la capacidad

de resiliencia1 de las poblaciones.

La Gestión de Riesgos de Desastres es una temática contemporánea de estudio reciente,

que se enmarca dentro del paradigma de la Asistencia Humanitaria. Aunque siempre han

1 La resiliencia se determina por la cantidad, calidad de recursos y con el grado de organización con el que

cuenta el sistema social, para aprender de los desastres pasados y poder reducir los riesgos de desastres.

(Ceipil y Cascos Blancos; 2014).

Page 10: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

5

existido acciones y políticas para abordar y brindar respuestas a problemas y fenómenos

ambientales, (como inundaciones, sequías, incendios, huracanes, erupciones volcánicas,

tornados, terremotos, tsunamis, entre otros), la tendencia que ha predominado en décadas

anteriores fue de solución y asistencia inmediata una vez ocurrido el desastre.

Desde el fin de la Guerra Fría, la agenda internacional se caracterizó por ser más amplia,

diversa y con mayor espacio para el abordaje de temas comprendidos en la

tradicionalmente denominada “baja política”2, que incluye otros asuntos más allá del de la

seguridad militar, dando lugar al tratamiento de temáticas tales como derechos humanos,

migraciones internacionales, medio ambiente, cambio climático, pobreza, entre otros.

La inclusión de la Gestión de Riesgos/Reducción de Desastres en la agenda internacional

ha permitido, y al mismo tiempo ha visibilizado la elaboración y definición de consensos,

protocolos y normas, que incorporan medidas a nivel global, nacional y local necesarias

para hacer frente a estos desafíos, donde la articulación de las escalas territoriales

representa un aspecto fundamental de las políticas públicas que se generan.

La consolidación del ingreso de la GRD a la agenda global se manifestó con fuerza desde

la adopción de la Estrategia Internacional para la Reducción de Desastres (EIRD) aprobada

por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1999 y puesta en vigor en el 2000,

dispuesta a continuos procesos de perfeccionamiento.

La EIRD continuó el trabajo del Decenio Internacional para la Reducción de Desastres

entre 1990-1999 y de la Conferencia Mundial sobre la Reducción de Desastres Naturales

en Yokohama, Japón del año 1994 y su Estrategia para un Mundo Más Seguro:

Directrices para la prevención de desastres naturales y la mitigación de sus efectos, en el

marco de la ONU.

Dentro del programa de la EIRD se vinculan las normas, principios, marcos de acción y

estrategias internacionales como también las plataformas nacionales para la Reducción de

Desastres, siempre manteniendo el objetivo de “promover la cultura de la prevención”

(UNISDR).

Todas las Estrategias y los Marcos de Acción, desde el Decenio Internacional para la

Reducción de Desastres (1990-1999), la EIRD, El Marco de Acción de Hyogo (2005-2015)

avanzando en la actualidad con el Marco de Acción de Sendai (2015-2030), consideraron

relevante que la acción local es esencial en su aporte directo de política y gestión, por lo

2 Los términos de “baja política” (low politics) y “alta política” (high politics) derivan de la diferenciación

entre los tópicos o áreas de interés en la agenda internacional, planteados desde la teoría realista en las

Relaciones Internacionales, desde la cual se reconocen, a grandes rasgos, los temas estratégicos militares,

como parte de la “alta política”, y los económicos y sociales en general, como partes de la “baja política”.

Page 11: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

6

tanto, éstas deben corresponderse con el paraguas normativo global. En consecuencia los

capítulos de la presente tesis se enfocan en comprender el grado de articulación entre las

diferentes escalas territoriales: internacional, regional, nacional, provincial y local, y cómo

los actores de cada uno de estos niveles se relacionan para el tratamiento de la GRD

durante el periodo 2000-2016, en el que, paralelamente se establecieron debates y cambios

en la doctrina que se visualizan en los marcos internacionales antes mencionados.

Por su parte, el Estado argentino demostró a través de la Comisión Cascos Blancos estar

comprometida en su política exterior con la Asistencia Humanitaria en relación a la

Gestión de Riesgos de Desastres durante los últimos años. La Comisión Cascos Blancos es

parte del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de la República Argentina, y viene

trabajando a través de sus voluntarios desde 1994. Su labor fue reconocida por las

Naciones Unidas, por la Organización de Estados Americanos, y otros organismos

internacionales y regionales con los que trabaja en conjunto en todos los continentes. En

efecto, Cascos Blancos ha desarrollado más de 260 misiones de asistencia humanitaria

hasta la actualidad (Comisión de Cascos Blancos; 2016).

Su acción se refleja en la asistencia técnica, aporte de personal especializado y de los

suministros necesarios para situaciones de desastre y reconstrucción en cualquier zona

afectada, por inundaciones, incendios, tornados o en sitios de refugiados. También se

dedica a brindar capacitaciones y a afianzar redes de cooperación con instituciones afines a

nivel internacional, regional y nacional. En Argentina, se realizan Jornadas de

Capacitación nacional y provincial de voluntariados, concretando alianzas con la sociedad

civil y el Estado (Informe 2014-2015 de Comisión de Cascos Blancos).

En lo que se refiere a la dimensión domestica de su accionar, desde el 2007 la Comisión de

Cascos Blancos co-coordina junto a la Secretaría de Protección Civil y Abordaje Territorial

del Ministerio de Seguridad, la Plataforma Nacional para la Reducción del Riesgo de

Desastres, integrada por áreas de gobierno (nacional, provincial, municipal),

organizaciones no gubernamentales, instituciones académicas, científicas y sector privado,

respondiendo a los lineamientos de la Estrategia Internacional de Reducción de Riesgos de

Desastres de la ONU.

Del mismo modo, son activos a nivel local, resultando una de las acciones más destacadas

de los últimos años, el desarrollo de la Campaña “Desarrollando Ciudades Resilientes: Mi

ciudad se está preparando”, que busca aplicar una Hoja de ruta para los gobiernos

municipales, con el fin de alcanzar los objetivos planteados desde la Oficina para la

Reducción de Desastres de Naciones Unidas (UNISDR) y de fortalecer la gestión

Page 12: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

7

municipal, brindando asistencia técnica y metodológica para diagnosticar y actuar (Informe

de Cascos Blancos 2014-2015).

Ahora bien, pensar la GRD desde la República Argentina, a partir del registro de eventos

que ingresen a la categoría de “desastres o emergencias socio-naturales” implica reconocer

la centralidad que ocupa la problemática de las inundaciones en el país, con registros de

experiencias de gravedad en los años 1980, 1985, 1986, 1987, 1993 y 2000 (Informe de la

Subsecretaria de Recursos Hídricos; 2003). En el siglo XXI se profundizó esta

problemática, destacando entre las de mayor impacto, por sus costos humanos y materiales,

la que ocurrió en Santa Fe en abril del 2003 que llevó un saldo de 43 barrios inundados,

más de 120 mil personas perjudicadas, 23 muertos (El Litoral; 2009) y la más reciente y

trágica inundación de La Plata en 2013. Según el Diario La Nación (2017), resultaron

inundadas 3500 hectáreas, murieron 89 personas y fueron perjudicadas 190.000 en total.

En este último caso, sin embargo, las cifras oficiales no se han reconocido y fueron objeto

de polémica por largo tiempo.

A partir de una revisión preliminar de la literatura especializada en Gestión de Riesgos de

Desastres, se percibe que la temática ha sido en gran medida sub-explorada desde la

disciplina de las Relaciones Internacionales. Asimismo, llama la atención que no existan

para el caso argentino, análisis que centren la atención en la articulación y coordinación

entre múltiples actores abarcando las distintas escalas territoriales (internacional, regional,

nacional, local) involucradas en la GRD.

En consecuencia, se comprende que la GRD implica la solución y respuesta a problemas

globales de impacto social-ambiental en zonas geográficas y poblaciones vulnerables

determinadas localmente, donde las respuestas se interconectan con acciones en los planos

regionales y nacionales, dando lugar a la configuración de experiencias diversas.

Objetivo General

Identificar y analizar las estrategias, los planes de acción, los actores y sus funciones

dentro de la esfera internacional, regional, nacional y local sobre Gestión de Riesgos de

Desastres entre los años 2000 y 2016, y los desafíos emergentes del grado de articulación y

coordinación de las distintas escalas territoriales que demanda dicha gestión.

Page 13: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

8

Objetivos Específicos

Analizar la relación entre la Asistencia Humanitaria y la Gestión de Riesgos de

Desastres, su ingreso y evolución en la agenda internacional, e identificar y describir las

instituciones, estrategias y actores, sus funciones y responsabilidades en los distintos

niveles de acción de la GRD (internacional, regional, nacional y local) junto a la

interacción y coordinación que se propone en este abordaje.

Comprender y explicar cómo se incorpora la Gestión de Riesgos de desastres en la

agenda pública interna y de política exterior argentina, detallando las herramientas e

instrumentos con los que cuenta para hacer efectivas sus políticas. Y en este marco,

comprender el papel desempeñado por la Comisión de Cascos Blancos en sus dos

dimensiones de acción (interno y externo) y la articulación que despliega con los restantes

niveles de gobierno.

Observar la interacción de los últimos niveles de acción que intervienen en la Gestión

de Riesgos de Desastres a través de un estudio de caso sobre el Municipio de Azul

centrado en el abordaje del problema de las inundaciones en el período 2000-2016.

Hipótesis

La doctrina internacional de la Gestión de Riesgos de Desastres exige un alto grado de

articulación entre múltiples actores gubernamentales y extra-gubernamentales de los

diferentes niveles de decisión política y escalas territoriales (internacional, regional,

nacional, local) para lograr dar respuestas cada vez más eficaces a fenómenos

socionaturales con impacto social, político, económico y ambiental que no reconocen

fronteras, pero que se determinan localmente.

En el caso del Municipio de Azul, en la etapa 2000-2016, se observa la inexistencia de

una política pública de gestión integral de riesgo de desastres, ya que su abordaje aún

resulta predominantemente reactivo y de respuesta ante desastres socio-naturales

(específicamente, inundaciones), una vez éstos ocurridos. Sin embargo, se observa un

proceso evolutivo, de aprendizaje a nivel local, resultando una de sus características

fundamentales, una creciente articulación entre diferentes actores y sectores del ámbito

público, privado, académico y sociedad civil, pertenecientes a diferentes escalas

territoriales (internacional, nacional, provincial, local) que han participado en la ejecución

de política públicas de GRD en sus dimensiones de emergencia, prevención y

recuperación, que han sido coordinadas desde el gobierno municipal de Azul.

Page 14: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

9

Caja de herramientas teóricas

En este apartado se mencionan algunos enfoques y teorías que sirven para una

interpretación integral de la investigación propuesta y otros que se utilizan para iluminar o

comprender algunos aspectos específicos de la tesis, de ahí que se emplee el concepto de

“caja de herramientas teóricas” que da cuenta de la flexibilidad que define su empleo,

combinación y diálogo mutuo.

A tal efecto, se utiliza la teoría de la Interdependencia Compleja para comprender el

contexto de ingreso a la agenda internacional de temas que trascienden la centralidad del

eje estratégico-militar, y la consecuente y progresiva inclusión de problemáticas

económicas y sociales (“baja política”). De igual modo, este enfoque resulta de utilidad

para proponer una ampliación de los que son concebidos actores del sistema internacional

o actores que participan de las relaciones internacionales (incluyendo la desagregación del

Estado en sus distintos niveles, Estados sub-nacionales, los organismos internacionales, los

bloques de integración regional, organizaciones no gubernamentales, entre otros), sin negar

la centralidad que siguen detentando los Estados Nacionales. También la teoría de la

interdependencia es central para ponderar el lugar de relevancia del derecho internacional y

los regímenes internacionales sobre el tratamiento político que recibe la temática bajo

análisis.

En lo que concierne específicamente al ingreso del tema ambiental a la agenda global, en

lo que posteriormente se contextualiza como GRD, el trabajo se apoya en las

contribuciones de Mark W. Zacher (1992) quien en su análisis sobre la declinación de los

pilares del sistema westfaliano, introduce el concepto de “externalidades físicas

internacionales” para encuadrar las actividades dentro de los Estados que tienen efectos

colaterales negativos sobre las poblaciones de otros Estados, resultando las de mayor

seriedad y gravitación aquellas que producen daño ambiental, dando lugar al desarrollo de

estrategias de cooperación internacional para su tratamiento a escala global.

En complementación con ello, en cuanto al objetivo general de la investigación, se

reconoce la importancia de analizar la GRD poniendo el acento en la interconexión de los

niveles internacional, regional, nacional y local, debido a la tendencia, por la que

atraviesan en general las ciencias sociales, en el actual contexto globalizador, donde cada

fenómeno social tiene impactos y manifestaciones múltiples y complejas en todas las

escalas territoriales, que ya trascienden la dicotomía global-local, para incorporar las

escalas regional y local (Pillet Capdepón; 2008).

Page 15: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

10

A continuación, se detallan algunos elementos de las contribuciones teóricas introducidas,

y en el próximo apartado se añaden los aspectos relacionados con las definiciones

conceptuales pertinentes al tema en cuestión.

La Interdependencia Compleja es un paradigma, que integra un conjunto de postulados,

conceptos y teorías que constituyen un tipo ideal con el fin de analizar la realidad

internacional. Apareció en la década del setenta, tomando como base principal, aunque no

exclusiva, las obras de Robert O. Keohane y Joseph S. Nye: “Poder e Interdependencia:

La política mundial en transición” (1977) y “Después de la Hegemonía: Cooperación y

discordia en la política económica mundial” (1984). Estas obras repercutieron en

diferentes espacios académicos, reconociendo cambios en la realidad internacional que ya

no podían ser interpretados por la corriente tradicional realista, que había predominado

desde los años cuarenta y cincuenta. El diálogo entre estas visiones se enmarcó en lo que

se denominó “tercer debate”, “debate realismo-globalismo” o “debate interparadigmático”

dentro de la disciplina de las Relaciones Internacionales (Salomón; 2002).

Las fuentes teóricas de la Interdependencia Compleja, devienen del pensamiento filosófico

liberal, por la importancia que le otorga a la vinculación trasnacional económica, por sobre

las relaciones basadas en la fuerza militar y por la percepción pluralista de las sociedades,

confiriéndole un papel importante al derecho internacional, la opinión pública, el Estado y

demás actores. Otros aportes influyentes fueron los neo-funcionalistas, marcado con

énfasis por Joseph S. Nye, que destacó la existencia del “juego de suma positiva” en la

relación entre los diferentes actores del sistema mundial, que permite la colaboración

funcional de las partes, ante la proliferación de temas y problemas compartidos,

permitiendo configurar regímenes internacionales (Tokatlian y Pardo, 1990).

Para entender la aparición de este paradigma, es importante destacar el contexto

internacional de los años sesenta y setenta, que estuvo marcado por un proceso de gradual

erosión de la hegemonía de Estados Unidos. En su artículo de 1977, Stanley Hoffman dejó

planteado que existe una fuerte correspondencia cronológica entre las necesidades de la

política norteamericana y los estudiosos y teóricos de la disciplina. Es decir que, el cambio

de paradigma está íntimamente relacionado con el interés norteamericano de sostener su

poder en medio de la disminución de sus capacidades, producto de la degradación del

sistema de Bretton Woods, la crisis del petróleo, cambios tecnológicos, el proceso de

descolonización y la revuelta del Tercer Mundo, la importancia en aumento del

crecimiento económico y del bienestar social en las sociedades avanzadas y el

resurgimiento del proteccionismo (Tokatlian y Pardo, 1990).

Page 16: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

11

En líneas generales puede afirmarse que la Interdependencia Compleja se contrapone a los

presupuestos básicos del paradigma realista, expuesto de la siguiente manera: a) El Estado,

como unidad básica, coherente y dominante del sistema mundial; b) la fuerza como

instrumento utilizable y eficaz de la política. c) presupone una jerarquía de problemas en la

política mundial encabezada por la “alta política”, es decir, asuntos de seguridad militar

sobre los de “baja política”, los económicos y sociales (Robert Keohane y Joseph Nye;

1988).

Las teorías del equilibrio de poder y de seguridad nacional, resultaron muy pobres para el

análisis de los problemas de la interdependencia económica o ecológica, dado que la fuerza

militar es ineficaz frente a ciertos problemas. Sin embargo, los interdependentistas

reconocen que los Estados, todavía siguen siendo el agente fundamental de las relaciones

internacionales, y que ellos buscan satisfacer sus intereses egoístas, pero reconocen que

existen posibilidades de cooperación a través del acuerdo e implementación de regímenes

internacionales (Tokatlian y Pardo; 1990). Por tanto, el paradigma de la Interdependencia

Compleja vino a completar al paradigma realista, en una actitud conciliadora, dejando atrás

la pretensión de construir un paradigma alternativo (Salomón; 2002).

En esta línea, Mark W. Zacher en su artículo la “Declinación de los pilares del Templo de

Wetsfalia: consecuencia para el orden y la autoridad internacional” (1992), consideró que

la soberanía, el uso de la fuerza, la autonomía y las capacidades del Estado sufrieron un

proceso de erosión lo que conduce a cambios profundos dentro del sistema internacional

tradicional preponderante desde 1648, dando lugar a una mayor interdependencia entre los

Estados, donde las relaciones internacionales ya no se asemejan a un juego de “bolas de

billar”, sino que se dan en un marco mucho más “viscoso”. La actual transformación

internacional abarca el “enredamiento” de los Estados en una red de regímenes

internacionales e interdependientes explícitos e implícitos, que crecientemente están

constriñendo la autonomía del Estado (Zacher; 1992).

Retomando el paradigma de la Interdependencia Compleja, “la interdependencia, en

política mundial, se refiere a situaciones caracterizadas por efectos recíprocos entre

países o ‹‹entre actores en diferentes países››” (Robert Keohane y Joseph Nye; 1988: 22).

La interdependencia no se expresa como un equilibrio mutuo, sino que se caracteriza por

tener asimetrías, ya que la dependencia se da entre actores diferentes, con capacidades de

poder e influencia disímiles que repercuten en los resultados. La simetría se encuentra en la

misma dependencia mutua (Robert Keohane y Joseph Nye; 1988).

Page 17: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

12

La teoría reconoce diferentes actores en la escena internacional que actúan en relaciones

interestatales, transgubernamentales y transnacionales (Keohane y Nye, 1988). Los Estado-

Nación, si bien siguen constituyendo los actores más importantes del sistema internacional,

su presencia y dinámica no son excluyentes ya que, además de que su poder se ve más

desagregado, coexisten con otro tipo de actores que van desde entidades multinacionales,

bloques de integración regional, organismos intergubernamentales y ONGs, por mencionar

sólo algunos ejemplos. Ésta también es una característica fundamental que asume

relevancia en la tesis.

Según Robert Keohane y Joseph Nye, el paradigma de la Interdependencia Compleja tiene

tres características principales:

1. La interdependencia surge por aumento en número, calidad y naturaleza de las

distintas conexiones que a nivel internacional se producen entre actores de diversa

índole3.

2. La agenda de las relaciones interestatales consiste en múltiples temas que no están

colocados en una jerarquía clara o sólida. Así lo demostró el Secretario de Estado

norteamericano, Henry Kissinger (1975) cuando describía la situación en su discurso

“los procesos en el manejo de la agenda tradicional ya no son suficientes. Ha surgido

una gama de cuestiones nuevas y sin precedentes. Los problemas energéticos, de los

recursos, del medioambiente, de la población, del empleo del espacio y de los mares se

equiparan ahora con cuestiones de seguridad militar, ideológicas y de rivalidad

territorial, las que tradicionalmente habían conformado la agenda diplomática”

(Keohane y Nye; 1988: 43).

La ausencia de jerarquía temática estricta, da la visión de una agenda cambiante de

acuerdo a las necesidades, donde la seguridad militar dejó de ser la primordial y donde

la diferenciación de tópicos internos y externos se vuelve difusa. Las interpretaciones de

los interdependentistas están ceñidas por la combinación entre lo económico y lo

político, tanto a nivel doméstico como internacional (Tokatlian y Pardo, 1990).

Además, debido a esta característica, los temas son tratados por distintos departamentos

gubernamentales, no exactamente en el de Relaciones Exteriores, y en distintos niveles.

Entonces, cada burocracia se mueve en pos de sus propios intereses y aunque varios

3 En efecto, la preocupación original de los interdependentistas radicaba en analizar y explicar un conjunto de

vinculaciones y relaciones que no tuvieran, necesariamente, como eje fundamental las relaciones

interestatales y se supeditaran exclusivamente a la disputa Este-Oeste (Tokatlian y Pardo, 1990).

Page 18: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

13

organismos puedan llegar a compromisos sobre cuestiones que afectan a todos, hallarán

que es difícil mantener un patrón político consistente. Una inadecuada política de

coordinación de esos temas implicará costos significativos, porque pueden suponer

algún grado de conflicto (Keohane y Nye, 1988).

3. Para los interdependentistas el empleo de la fuerza militar por parte de los Estados

deja de ser relevante, la guerra entre gobiernos pasa a un segundo plano. Para garantizar

la supervivencia del Estado, el último recurso es el uso de la fuerza, antes se emplea la

amenaza de la fuerza o la negociación. Es decir, en muchas ocasiones es más costoso e

inseguro la implementación de la fuerza militar, pero en casos extremos de vida o

muerte, es necesario (Keohane y Nye, 1988).

El menor papel de la fuerza sumado al surgimiento de nuevos actores y temas en la escena

internacional, da lugar a la cooperación. Esta “requiere que las acciones de los individuos

u organizaciones,-que no se hallaban en armonía preexistente- se adecuen mutuamente

por medio de un proceso de negociación, al que generalmente se designa como

“coordinación de políticas” (Robert O. Keohane; 1988: 74).

Vale retomar aquí, la perspectiva de Mark W. Zacher sobre el carácter global de ciertos

problemas, especialmente la existencia y aumento de las “externalidades físicas

internacionales”, definidas como las actividades dentro de los Estados que tienen efectos

colaterales negativos sobre las poblaciones de otros Estados. Se consideró que las

externalidades más serias resultan de los efectos de actividades económicas nacionales

sobre la salud y el bienestar de la gente de otros países, y generalmente caen bajo la rúbrica

de “daño ambiental”, que son los problemas ambientales globales, los cuales desde la

década del setenta han despertado un creciente interés a escala internacional (Zacher;

1992).

Desde esta noción, las tensiones ambientales que trascienden las fronteras nacionales ya

han comenzado a romper las fronteras sagradas de la soberanía nacional. A pesar que,

según su mirada, las interdependencias ambientales pueden generar numerosos conflictos,

el resultado será probablemente en el largo plazo, que estas interdependencias originen una

mayor coordinación de políticas nacionales y un mayor sentido de interconexión global

(Granato y Oddone; 2004).

Así la cooperación no implica ausencia de conflicto, sino que es una reacción al conflicto o

conflicto potencial. En su forma política positiva, invita a la adaptación de políticas entre

diferentes actores, donde se alteran los esquemas de conducta y en su forma negativa, se

Page 19: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

14

busca la manipulación o amenazas de uno sobre el otro. Estas alteraciones logran ciertos

acuerdos y compatibilidades evitando la discordia.

Los mencionados, resultan insumos y elementos centrales para adquirir un “lente” que

permita comprender la dinámica de relaciones internacionales, para el estudio de la política

de Gestión de Riesgos de Desastres en donde intervienen múltiples actores a todas las

escalas territoriales, definiendo modalidades muy incipientes de cooperación. El

fundamento de este paradigma está en la percepción de un sistema internacional

imbricando y complejo con interacción de numerosos actores con un poder fragmentado en

varios centros y en donde los intereses atraviesan espacios y sectores (Luzuriaga; 2011).

Por último, la investigación en su análisis de la articulación y coordinación de los distintos

niveles involucrados en la GRD, adscriben a la idea de la tendencia que atraviesa el

conjunto de las Ciencias Sociales que incide en romper la dualidad o dicotomía global-

local a favor de un estudio de las escalas del espacio de la globalización.

Sara González (2005) ha afirmado que entender la globalización como un fenómeno que

conecta o relaciona lo local con lo global no resulta interesante desde un punto de vista

analítico, ya que la simplificación dicotómica entre lo local y lo global restringe, en vez de

abrir posibilidades. Desde este punto de vista, propone la idea de escala donde “cada

escala es representada por un peldaño que podemos subir y bajar y por la cual pasamos

del peldaño local al global a través del regional y nacional”.

Esta visión coincide con la mirada de Harvey cuando señala que “es un error garrafal

considerar la globalización como una fuerza causal en relación con el desarrollo local. Lo

que está en juego (…) es una relación bastante más complicada entre diferentes escalas”

(Harvey; 2007: pp.240-245).

En definitiva, la tesis adhiere al análisis de múltiples escalas: desde lo global a lo local,

donde cada nivel debe ser interpretado en el contexto de una sociedad cada vez más

flexible e interdependiente, sin perder de vista los cambios que se generan y los flujos que

se crean entre unos y otros, pues no se puede desconocer el actual contexto signado por

una red de conexiones complejas y multidimensionales.

Marco conceptual

En términos conceptuales, y en el marco del derecho internacional, es necesario situar a la

Gestión de Riesgos de Desastres dentro del paradigma de la Asistencia Humanitaria, y

esbozar una serie de definiciones conceptuales pertinentes a la temática, objetivo de

análisis.

Page 20: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

15

Una de las instituciones relevantes dentro de las Naciones Unidas (ONU) es la Oficina para

la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) creada en 1998 con la finalidad de

colaborar y coordinar políticas efectivas para la acción humanitaria. Desde su interior

surgió el interés sobre el tratamiento de los desastres, que llevó a crear nuevas instituciones

dentro del sistema de la ONU.

Así, en el año 2000 se creó la Oficina de Naciones Unidas para la Reducción de Desastres

(UNISDR) que es la institución que coordina y lleva a cabo las tareas para el cumplimiento

de la EIRD y el resto de las normativas que se fueron incorporados a lo largo del siglo XXI

sobre GRD, que son desarrolladas en detalle en el primer capítulo.

La UNISDR en el 2009 lanzó un glosario específico que describe los términos de la

problemática, como la forma de concientizar de manera uniforme y global, con el fin de

aumentar la coordinación en las funciones. Hasta el 2016 la “Terminología Sobre la

Reducción de Riesgos de Desastres” no se modificó, es por ello que las definiciones

expuestas en esta investigación devienen de los conceptos descriptos por la UNISDR en

2009.

En virtud de la misma, se define la Gestión de Riesgo de Desastres como un proceso

sistemático que utiliza directrices administrativas, destrezas y capacidades operativas

para ejecutar políticas y fortalecer las capacidades de afrontamiento, con el fin de reducir

el impacto adverso de las amenazas y las posibilidades de que ocurra un desastre.

Es necesario, comprender los conceptos que componen esta definición. En primer lugar, la

Gestión de Riesgo implica una práctica sistemática de gestionar la incertidumbre ante una

amenaza real o potencial de desastre. La amenaza es cualquier fenómeno, sustancia,

actividad humana o condición peligrosa que puede ocasionar la muerte, lesiones u otros

impactos a la salud de las personas, al igual que daños a la propiedad, la pérdida de medios

de sustento o de servicio, trastornos sociales o económicos, o daños ambientales. Las

amenazas pueden clasificarse en biológicas, hidrológicas, geológicas, tecnológicas, entre

otras (UNISDR; 2009).

Las amenazas naturales muchas veces se las denomina catástrofes naturales, sin embargo,

recientemente, la comunidad internacional ha avanzado en la definición de esta

problemática como amenaza socio-natural. Estas se refieren a fenómenos de una mayor

ocurrencia de carácter geofísicos e hidrometeorológicos, tales como aludes, inundaciones,

subsidencia de la tierra y sequias, que surgen de la interacción entre la naturaleza y las

consecuencias de las actividades de la sociedad, que degradan o explotan en exceso los

suelos y los recursos ambientales. La evidencia demostró que existe una creciente

Page 21: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

16

sobrecarga en la naturaleza lo que aumenta los desastres y los riesgos. Las amenazas socio-

naturales pueden reducirse y hasta evitarse a través de una gestión prudente y sensata de

los suelos y los recursos naturales (UNISDR; 2009).

Cuando la amenaza se hace real o se produce una seria interrupción en el funcionamiento

de una comunidad o sociedad que ocasiona una gran cantidad de muertes, al igual que

pérdidas e impactos materiales, económicos y ambientales que exceden la capacidad de la

comunidad o sociedad afectada, se ha producido un desastre (UNISDR; 2009). Por tanto,

el desastre es una crisis, una perturbación de la normalidad consecuencia de una catástrofe

o una amenaza socio-natural que se manifiesta sumada a las vulnerabilidades pre-

existentes en una sociedad.

Los desastres socio-naturales se muestran a través del hundimiento de los sistemas de

sustento, las hambrunas, las epidemias, el incremento de la mortalidad, las migraciones

forzosas (con el consiguiente abandono de los hogares y las actividades económicas, y con

la fragmentación de comunidades y familias), la desestructuración de la sociedad, la

alteración de sus normas éticas y sociales.

Actualmente, se considera que la catástrofe es inevitable, pero que el desastre puede

prevenirse (Pérez de Armiño; 2000). De ahí proviene la importancia de la gestión política

de riesgos de desastres, que requiere un análisis y conocimiento previo de las condiciones

de la comunidad, donde se deben tener en cuenta los riesgos y las vulnerabilidades para

poder planificar acciones preventivas, desarrollar capacidades de afrontamiento y aumentar

su resiliencia.

Los riesgos pueden ser concebidos por las combinaciones entre la probabilidad de que

ocurra un evento y sus consecuencias negativas. Mientras que las vulnerabilidades son

aquellas condiciones, características y circunstancias de una comunidad o sistema, que los

hace susceptibles a los efectos dañinos de una amenaza. Todas las sociedades presentan las

vulnerabilidades pre-existentes que tienen que ver con el nivel de desarrollo de la sociedad

afectada. Una catástrofe puede ocasionarse en cualquier punto geográfico del mundo, sin

embargo, las sociedades más desarrolladas tienen mayores capacidades para afrontarlo y la

recuperación será más rápida que en aquellos países que carecen de capacidades socio-

económicas y de infraestructura adecuada.

Entre los aspectos que incluye la condición de vulnerabilidad pre existente, se encuentran:

el diseño y construcción deficiente de los edificios, la protección inadecuada de los bienes,

la falta de información y de concientización pública, un reconocimiento oficial limitado del

Page 22: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

17

riesgo y de las medidas de preparación y la desatención a una gestión ambiental sensata o

prudente (UNISDR; 2009).

Una contribución esencial del concepto de vulnerabilidad consistió en la comprensión de

las crisis humanitarias no como fenómenos puntuales, espontáneos e inevitables, sino

como el resultado de causas estructurales y procesos de largo y medio plazo, muchos de

ellos modificables por la acción humana (Pérez de Armiño; 2000).

La vulnerabilidad no es estática, sino dinámica en el tiempo, esto es, puede aumentar o

disminuir, y aunque la catástrofe sea repentina, la gestación de la vulnerabilidad ha podido

ser fruto de un largo proceso histórico (Pérez de Armiño; 2000). Cuando se presenta un

desastre en una sociedad con un grado alto de vulnerabilidad, es muy probable que

aumente su vulnerabilidad de base. En cambio, si una sociedad gestiona adecuadamente

sus recursos disminuyendo sus vulnerabilidades, cuando se ocasione el desastre será rápida

la reconstrucción, permitirá aumentar el aprendizaje y lograr aumentar sus capacidades.

En síntesis, el desastre es producto de una catástrofe sobre una determinada sociedad que

presenta ciertas vulnerabilidades particulares. En consecuencia, son sumamente necesarias

la GRD y la RRD como un conjunto de políticas públicas que se desarrollan localmente en

correspondencia con las normativas y estrategias de otros niveles de decisión: nacional,

regional e internacional, para preparar a la sociedad con el fin de afrontar la catástrofe y

reducir al mínimo el grado de impacto de los desastres.

Estas políticas pueden ser de diversa índole y tener múltiples metas, realizar análisis y

estadísticas sobre las posibles catástrofes locales, si perjudica o no a las demás regiones,

actividades de concientización social, construcción y mantenimiento de una adecuada

infraestructura, etc. En el marco de las políticas públicas de GRD, es esencial tener en

cuenta tres medidas primordiales: la prevención, la mitigación y preparación.

La prevención implica la evasión absoluta de los impactos adversos de las amenazas y

desastres conexos, es decir, evitar por completo los impactos de un desastre, muchas veces

estas acciones son confundidas o asemejadas con las medidas de mitigación que sirven

para disminuir o limitar los impactos adversos de las amenazas y los desastres a fines. La

preparación, que se refleja en el conocimiento y las capacidades que desarrollan los

gobiernos, los profesionales, las organizaciones para dar respuesta y llevar a adelante la

recuperación, lo que permite aumentar la resiliencia a las comunidades afectadas

(UNISDR; 2009).

La resiliencia es entendida como la capacidad de un sistema, comunidad o sociedad

expuestos a una amenaza para resistir, absorber, adaptarse y recuperarse de sus efectos de

Page 23: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

18

manera oportuna y eficaz, lo que incluye la preservación y la restauración de sus

estructuras y funciones básicas (UNISDR; 2009).

Una política pública de GRD a largo plazo, implica planificación con el fin de aumentar la

capacidad de resiliencia de una población, para reducir al mínimo los riesgos, pero también

es importante la capacidad de respuesta ante el posible desastre. Esto significa que el

gobierno debe contar con un conjunto de suministros de emergencia y asistencia pública

durante e inmediatamente después de que ocurra un desastre, con el propósito de salvar

vidas, reducir los impactos de salud, velar por la seguridad pública y satisfacer las

necesidades básicas de subsistencia de la población afectada. Esta es una política a corto

plazo, que necesita de la fase siguiente de atención pública, que se denomina recuperación,

que está basada en la restauración y el mejoramiento de las condiciones, es decir, las tareas

de rehabilitación y reconstrucción.

Es necesario que las políticas de GRD en sus diferentes dimensiones, se realicen de manera

coordinada y coherente entre las diferentes partes de las distintas escalas territoriales, y

sobre todo involucre a la sociedad civil como principal actor de la solución, debido a que

se trata de una problemática global con impacto local.

Metodología

Esta tesis tiene por objeto explorar y analizar los antecedentes, las estrategias, los marcos

doctrinarios, los planes de acción, los actores y sus funciones dentro de la esfera

internacional, regional, nacional y local sobre Gestión de Riesgos de Desastres entre los

años 2000 y 2016, focalizando especialmente en los desafíos emergentes en la articulación

y coordinación que demanda dicha gestión, tomando como estudio de caso en el ámbito

local al Municipio de Azul, Provincia de Buenos Aires, Argentina.

Se entiende por estudio de caso una herramienta de investigación de las ciencias sociales

que busca explicar los mecanismos causales entre las variables que intervienen en el objeto

de estudio (Enrique Yacuzzi; 2005). Según Yin (1989) se utiliza para examinar un

fenómeno contemporáneo en su contexto real, donde las fronteras entre ellos, no son

claramente evidentes. Para tal investigación pueden utilizarse métodos cualitativos como

cuantitativos y diversas fuentes de datos. (Martínez Carazo; 2006).

El período seleccionado para la investigación abarca desde el año 2000 al 2016, y responde

a que en el año 2000 se comenzó a aplicar uno de los instrumentos fundamentales de GRD

que es la Estrategia Internacional para la Reducción de Riesgos de Desastres que marcó la

consolidación definitiva del ingreso del tema a la agenda internacional, momento a partir

Page 24: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

19

del cual se fueron profundizando y perfeccionando los protocolos, consensos e

instrumentos existentes y disponibles en la materia.

El análisis llega hasta el 2016, debido a que se consideró la necesidad que planteó Sabatier

(2007), de analizar las políticas públicas en el transcurso de un período aproximado de diez

años o más, lapso considerable para poder evaluar y comprender cabalmente la

construcción e implementación de las mismas de manera integral. También se reconocen

los beneficios que aporta la estrategia metodológica del ‹‹estudio de caso›› en términos de

la comprensión de un hecho en profundidad (haciendo referencia a una política pública), en

su propio contexto (GAO; 1990).

La investigación toma entonces como estudio de caso en el nivel de análisis local al

Municipio de Azul. Ubicado en el centro de la Provincia de Buenos Aires, cuenta con

65.280 habitantes de acuerdo al censo de 2010 (INDEC; 2011). Su población ha sido

afectada en varias oportunidades por las inundaciones, debido a que el partido está rodeado

de tres cuencas hidrográficas que corresponden al Arroyo Azul, Arroyo de los Huesos y al

Arroyo Tapalqué. Razones, entre otras, que lo convierten en un caso singular dentro del

interior bonaerense, además de ser un área de influencia directa de la UNICEN, y donde se

encuentra radicado el IHLLA (Instituto de Hidrología de Llanura), aspectos que le

imprimen un factor de interés adicional para la realización de esta investigación.

A través de este estudio de caso, se pretende examinar la política pública de GRD que se

desplegó desde el Municipio de Azul para la reducción del problema de las inundaciones,

durante los últimos dieciséis años. De esta manera, es necesario registrar, analizar y

obtener conclusiones de la práctica de la Gestión de Riesgos de Desastres desde la

perspectiva local, analizando las estrategias desarrolladas, los diferentes actores

involucrados en la articulación, coordinación y/o cooperación en el tema en los distintos

niveles.

Para este trabajo de investigación se utilizarán fuentes primarias como secundarias. Las

fuentes primarias que se sistematizaron y analizaron son: informes técnicos de organismos

internacionales y nacionales, vinculados directamente a la GRD, documentos normativos,

marcos, estrategias y programa gestados en distintos niveles de decisión (Estrategia

Internacional de Yokohama; Marco de Acción de Hyogo; Marco de Acción de Sendai,

entre los más importantes), y los instrumentos de comunicación como los sitios oficiales de

las instituciones pertinentes a nivel internacional, regional, nacional y local (sitios web:

EIDR; Mercociudades; Comisión Cascos Blancos; Municipio de Azul, entre otros).

Además del material de centros de investigación relacionados con la temática como el

Page 25: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

20

Centro de Estudios Interdisciplinarios de Problemáticas Internacionales y Locales

(CEIPIL; Tandil); Instituto de Hidrología de Llanuras (IHLLA; Azul) que pertenecen a la

Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires (UNICEN) y periódicos

como La Nación, El Tiempo de Azul y material audiovisual procedentes del Canal Somos

Azul, entre otras.

El conjunto de las fuentes secundarias con las cuales se trabajó incluye bibliografía

especializada (libros y revistas científicas, relacionadas con la Gestión de Riegos de

Desastres, la asistencia humanitaria, política exterior argentina, entre otros). Aunque fue

necesario el material de la disciplina de Relaciones Internacionales, principalmente para

contextualizar y darle un marco teórico al tema abordado, se recurrió también al análisis de

otras áreas, para lograr una visión interdisciplinaria y comprender con mayor amplitud el

tema trabajado, dado que su complejidad y multi-dimensionalidad así lo exige.

Para el abordaje del estudio de caso, se sumó la confección y realización de entrevistas

semiestructuradas a funcionarios políticos del Municipio, miembros de equipos técnicos

ligados a la GRD, integrantes del IHLLA, entre otros (ver en la siguiente tabla). Se

resguarda el anonimato de los entrevistados, focalizando sus cargos y funciones.

Page 26: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

21

Listado de entrevistas realizadas

Cargo o función del

entrevistado

Fecha Lugar Entrevista

Coordinador de Defensa Civil del

Municipio de Azul

15/01/2017 El Salvador 141. Barrio Dorrego

Azul

Personal

Subsecretario de Desarrollo

Sostenible

2/01/2017. Secretaria de Turismo de Azul Personal

Director de Enlace de la Obra

Pública

3/02/2017 Corralón Azul. Calle La Madrid y

25 de mayo

Personal

Profesional de apoyo a la

investigación CICPBA- IHLLA

3/03/2017 Instituto de Hidrología de

Llanuras. Campus Universitario

de la UNICEN

Personal

Promotora argentina de la

Campaña desarrollando ciudades Resilientes desde mayo del 2015-

Lic. En Turismo y es parte del

Ministerio de Turismo de la

Nación.

19-04-2017 Vía mail

Promotor argentino de la

Campaña desarrollando Ciudades

Resilientes desde 2016.

Agrimensor Nacional y es

especialista en Gestión de

Riesgos de Desastres.

21-04-2017 Vía mail

En cuanto a la organización de la tesis, la misma se divide en tres capítulos: el primero

propone un recorrido histórico sobre el ingreso y evolución doctrinaria de la GRD en la

agenda internacional y su tratamiento en los ámbitos regionales sudamericanos en los que

participa la Republica Argentina. El segundo capítulo se ocupa de analizar los antecedentes

y las funciones de las instituciones gubernamentales del país que se ocupan de la GRD, en

su dimensión externa e interna, destacando el rol de la Comisión Cascos Blancos y la

reciente Secretaria de Protección Civil y Abordaje Integral del Riesgo, respectivamente,

que confluyen en la Plataforma Nacional para la RRD. Por último, el tercer capítulo, se

detiene en el estudio de caso, referido al Municipio de Azul, a partir del cual se examina,

en la práctica el grado de interacción entre los diferentes actores involucrados en el

desarrollo de políticas publicas de GRD en el periodo analizado (2000-2016), a la luz de

los lineamientos de la doctrina internacional

Page 27: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

22

Capítulo 1

La Gestión de Riesgos de Desastres en la

Agenda Internacional

“Con el fin de que las sociedades puedan resistir el impacto negativo de

los peligros naturales, al igual que el de los desastres tecnológicos y

ambientales (…) para responder a esta necesidad, [se debe pasar] de la

protección contra los peligros a la gestión del riesgo mediante la

integración de la reducción dentro del desarrollo sostenible (…) Se

necesita que la “cultura de prevención” logre ejercer influencia en quienes

detentan el poder de decisión, no solamente dentro de los gobiernos

nacionales sino también entre las autoridades locales”

(EIRD; 2001)

Page 28: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

23

Introducción

El accionar humanitario en general constituye un tópico de larga manifestación histórica en

las acciones de distintos actores del complejo internacional (gubernamentales y no

gubernamentales), sin embargo la Gestión de Riesgo de Desastres, concebida en los

términos en que se ha planteado en apartados previos, cuenta con un ingreso reciente en la

agenda política internacional y regional. Esto se debe a la evolución de su definición como

problema que se ha visto afectado por el impacto de los desastres socio-naturales

contemporáneos, la inmediatez con que llega la información, las imágenes y las acciones u

omisiones de los gobiernos, especialmente de aquellos que detentan mayor poder en el

sistema internacional, y de la comunidad internacional que fue reclamando una respuesta

integral y co-responsable en la intervención de estas problemáticas.

Es necesario aclarar que la doctrina internacional de la GRD se constituyó con los aportes,

principalmente de la Asistencia Humanitaria, de las Conferencias y tratamiento sobre

Medio Ambiente abordado desde las Naciones Unidas, hasta tener identidad propia a fines

del siglo XX y principios del siglo XXI.

El primer capítulo de esta tesis da a conocer cómo la GRD ingresó a la agenda

internacional y cómo ha evolucionado su tratamiento, y posteriormente, qué lugar ocupa en

el ámbito regional, específicamente en Sudamérica, dada la relevancia de este espacio

geográfico para la República Argentina en el período abordado. Para tal comprensión, es

necesario presentar el análisis de este proceso en diálogo con los eventos contextuales, que

en los distintos planos los han moldeado y/o influenciado.

1. Antecedentes históricos: la vinculación entre la Asistencia Humanitaria y la

Gestión de Riesgos de Desastres

La asistencia humanitaria comprende un conjunto de acciones de ayuda a las víctimas de

desastres, desencadenados por catástrofes de origen natural o generados por el hombre,

orientadas a aliviar su sufrimiento, garantizar su subsistencia, proteger sus derechos

fundamentales y defender su dignidad, así como en ocasiones frenar el proceso de

desestructuración socioeconómica de la comunidad, sentar las bases para la rehabilitación

y el desarrollo, y prepararlos ante posibles desastres futuros (Abrisketa y Pérez de Armiño;

2000). Esta se lleva adelante, siempre, con el consentimiento del propio Estado afectado y

a solicitud del mismo.

La asistencia humanitaria, también llamada acción humanitaria, tiene un largo registro en

la historia, resultando el primer referente universal en el tema, el Comité Internacional de

Page 29: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

24

la Cruz Roja, fundado en 1863 por la acción de Henri Dunant, empresario suizo que en su

libro “Recuerdo de Solferino”, propuso que cada país constituyera una sociedad voluntaria

de socorro y que los Estados ratificaran “un principio internacional convencional”, donde

garantizaran la protección jurídica de las víctimas y heridos, de los hospitales y el personal

sanitario en situación de conflicto armado (Ceipil y Cascos Blancos; 2014).

Así nace el Movimiento de la Cruz Roja que se integró por el Comité Internacional de la

Cruz Roja, la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y Medialuna Roja

(FICR) y las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y Medialuna Roja. La Federación se

fundó en 1919 con el propósito de apoyar a las Sociedades Nacionales en sus actividades

de socorro, actuando como centro de coordinación de la ayuda de emergencia a la

población afectada por una catástrofe o por conflictos armados.

Este movimiento fue pionero y logró extenderse, integrando diferentes nacionalidades de

voluntarios y trabaja en distintas partes del globo, desde hace más de 150 años. Además

constituyó un fuerte impulsor del cumplimiento y el progreso del Derecho Internacional

Humanitario, con su participación en el impulso de los cuatro Convenios de Ginebra de

19494 y sus protocolos adicionales de 1977, pilar de garantías de víctimas y heridos en

contexto de conflicto armado.

El compromiso de la Cruz Roja se demostró en la XX Conferencia Internacional de la Cruz

Roja de 1965 cuando definieron e implementaron los principios fundamentales en los que

basa su acción humanitaria: 1) Humanidad 2) Imparcialidad 3) Neutralidad 4)

Independencia 5) Carácter Voluntario 6) Unidad 7) Universalidad. Tres de estos

principios fueron retomados por la ONU como basamentos fundamentales de la Asistencia

Humanitaria en la Resolución 46/182 de 1991 “Fortalecimiento de la coordinación de la

asistencia humanitaria de emergencia del sistema de Naciones Unidas”. Estos son:

“HUMANIDAD: El sufrimiento humano debe ser atendido dondequiera que se

encuentre. El objetivo de la acción humanitaria es proteger la vida y la salud y

garantizar el respeto de los seres humanos.

NEUTRALIDAD: Los actores humanitarios no deben tomar partido en las

hostilidades y en las controversias de orden político, racial, religioso o

ideológico.

4 Los Convenios de Ginebra de 1949 son cuatro: el Primer Convenio protege durante la guerra, a los heridos

y los enfermos de las fuerzas armadas en campaña. El Segundo protege, durante la guerra a los heridos, los

enfermos y los náufragos de las fuerzas armadas en el mar. El tercer Convenio, se aplica a los prisioneros de

guerra y el Cuarto Convenio protege a las personas civiles en los territorios ocupados (Comité Internacional

de la Cruz Roja; 2010).

Page 30: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

25

IMPARCIALIDAD: la acción humanitaria debe llevarse a cabo en función de

la necesidad, dando prioridad a los casos más urgentes y sin hacer distinciones

sobre la base de la nacionalidad, raza, sexo, creencias, religiosas, clase u

opinión política” (OCHA; 2010).

Por estos antecedentes importantes desde 1994, la FICR goza de condición de observador

permanente en la Asamblea General de la ONU.

Considerando que el sistema de las Naciones Unidas nació en 1945 después de la Segunda

Guerra Mundial, con el fin de restablecer la paz y la seguridad mundial, ciertamente los

problemas ambientales y los desastres socio-naturales, como se los concibe actualmente,

no estaban incorporados en la agenda política internacional, ya que el foco del accionar

humanitario estaba colocado en el gran problema de la paz, la estabilidad y la

reconstrucción después de la devastadora guerra.

La Carta de San Francisco, carta fundacional de las Naciones Unidas, adoptada el 26 de

junio de 1945, acentúa su prioridad en la paz, la seguridad internacional, el respeto de la

igualdad de derecho y libre determinación de los pueblos, sin hacer mención a los

problemas ambientales o desastres naturales. Sin embargo, en el artículo 1° inciso 3 de esta

Carta, se consideran los problemas humanitarios como parte de sus propósitos:

“Realizar la cooperación internacional en la solución de problemas internacionales de

carácter económico, social, cultural o humanitario, y en el desarrollo y estímulo del

respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales de todos, sin hacer

distinción por motivos de raza, sexo, idioma o religión” (ONU; 1945).

Esto quiere decir que en términos normativos la Asistencia Humanitaria detenta un lugar

central en la agenda, desde el principio de la construcción del sistema de Naciones Unidas,

siendo transversal a diferentes áreas de trabajo desde la Organización de las Naciones

Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO), la Organización Mundial de la Salud

(OMS), pasando por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), hasta

la Oficina de Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), entre

otros. Esta amplitud obliga a mantener una coordinación de todas las áreas, pero teniendo

en cuenta los principios fundamentales, descriptos anteriormente.

Dentro del área amplia que abarca la Asistencia Humanitaria, se fue desprendiendo

paulatinamente y especializando los tópicos referidos a la asistencia en relación a los

desastres naturales, en combinación con el surgimiento del desarrollo sostenible. Estos

Page 31: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

26

nuevos aportes surgieron durante la Guerra Fría (1945-1991), contexto internacional

bipolar, donde el mundo se encontraba dividido entre el sistema capitalista, representado

por Estados Unidos (EEUU) y el comunismo por la Unión de Repúblicas Socialistas

Soviéticas (URSS), periodo en el que surgió un grupo de Estados que se autodefinían como

países del Tercer Mundo, entre ellos se encontraban algunos de América Latina. Las

potencias buscaban “ganar la pulseada” política, económica y cultural, en consecuencia se

embarcaban en conflictos, que ocurrían en su mayoría dentro de sus áreas de influencia,

que representaban enfrentamientos estratégicos o económicos, como fue el caso de la

Crisis del Petróleo en 1973. Este suceso vislumbra el hecho de que el petróleo fue utilizado

como arma por los Ministros árabes para llamar la atención al mundo del conflicto en esta

región y para presionar al Consejo de Seguridad a que aplique la Resolución 242 de la

ONU, que exige el retiro total de los territorios ocupados y el restablecimiento de los

legítimos derechos del pueblo palestino, provocando a una de las grandes potencias

(Maffeo; 2003). Este ejemplo evidencia la importancia de los recursos naturales (en este

caso, el petróleo) y sus beneficios económicos en la agenda internacional y el interés de las

grandes potencias sobre ellos.

El período de postguerra reflejo un acelerado crecimiento económico y el avance

científico-tecnológico, por la reconversión de la industria bélica hacia la producción

masiva de bienes y servicios, que generó un cambio tanto cuantitativo como cualitativo en

los patrones de producción y de consumo de bienes y servicios. Así aparecieron nuevos

problemas como la contaminación, el deterioro de la capa de ozono, el calentamiento

global y la transformación genética de los alimentos, el aumento de desechos industriales,

entre otros ejemplos.

Estas transformaciones en las formas de producción y consumo, la globalización y los

intereses estratégicos de las grandes potencias sobre los recursos naturales, provocaron

cambios negativos para el medio ambiente, a causa de la sobre-explotación de los recursos

naturales, lo que condujo progresivamente a la comunidad internacional a preocuparse por

el tema medio ambiental y los desastres que podían ocasionarse (Jankilevich Silvia; 2003),

por ello, las voces ecologistas y de las comunidades científicas empezaron a extenderse y

divulgarse. En efecto, estos temas comenzaron a ser tratados dentro de la ONU, para

fomentar la concientización sobre los problemas ambientales, dando lugar al avance de la

evolución doctrinaria de la GRD.

Así, en 1971 se creó por medio de la Resolución de la Asamblea General 2816 “Asistencia

en caso de desastres naturales y otras situaciones de desastres”, la Oficina del

Page 32: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

27

Coordinador de las Naciones Unidas para el Socorro en los Casos de Desastres (UNDRO),

con el mandato de asistir a víctimas de desastres naturales o situaciones de emergencia

similares, que tenía la responsabilidad de coordinar los órganos operacionales de la

asistencia humanitaria de las Naciones Unidas, centralizar las contribuciones voluntarias y

estudiar, prevenir y controlar los desastres naturales, incluyendo el desarrollo tecnológico

apropiado para estos fines, y en adición la fase de rehabilitación y reconstrucción (Torroja;

1998).

Otro acontecimiento significativo en esta evolución fue la celebración de la Cumbre de

Estocolmo “La Conferencia de Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente Humano” en

1972 que confirmó el daño del hombre en el medio ambiente, por la contaminación del

agua y del suelo, también la destrucción y agotamiento de los recursos no renovables.

Desde allí, se plantearon principios a través de la “Declaración de Estocolmo” y comenzó

el camino hacia el desarrollo sostenible (Narbona; 2006). Esto contribuyó a que se tome

conciencia dentro de la comunidad internacional de la responsabilidad social de los

desastres, dejando atrás la idea de que los desastres son eminentemente “naturales” y su

condición de “inevitables”.

Estos antecedentes del tratamiento de los problemas ambientales en la agenda internacional

junto con las transformaciones del fin de la bipolaridad y la influencia de la consolidación

de Asistencia Humanitaria en la agenda internacional a comienzos de 1990, permitieron la

conformación de la doctrina de la Gestión de Riesgos de Desastres, que se consolidó en la

primera década del siglo XXI, dentro del marco de la ONU.

1.1. a. Diferencias entre la Asistencia Humanitaria y la Intervención

Humanitaria para comprender las bases de la GRD

A partir de las consecuencias del fin de la rivalidad bipolar y los cambios en la política

internacional que repercutieron en la agenda de los países centrales, tomaron preeminencia

tópicos pertenecientes a la esfera de la denominada “baja política” en detrimento de las

cuestiones militares estratégicas que dominaron el periodo anterior. En este contexto, se

entiende la progresiva y gradual gravitación de la cuestión humanitaria en la agenda

internacional, que fue consecuencia del incremento o mayor visibilidad de luchas civiles

que derivaron en intensos conflictos sociales y étnicos con la desintegración de la URSS y

el aumento de las Operaciones de Paz ordenadas por el Consejo de Seguridad de la ONU

en distintos países como Somalia, Ruanda, ex Yugoslavia, entre otros ejemplos.

Page 33: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

28

Todos estos cambios supusieron replanteamientos de los equilibrios existentes en el seno

del Consejo de Seguridad de la ONU, hasta el punto de que, acuerdos que se concebían

como imposibles en situaciones anteriores entre los bloques hegemónicos antagónicos,

pasaron a concretarse entre las potencias para asegurar la intervención de las Naciones

Unidas en distintos Estados (Perea Unceta, 2005). Así, el punto de inflexión tuvo lugar en

1991, desde el momento en que se autorizó por primera vez, a través de la resolución 688

del Consejo de Seguridad, la acción colectiva para intervenir en un conflicto interno de un

país (Irak), sin el consentimiento de éste, luego de la Guerra del Golfo (1990-1991), que

había sumergido a ese país en una grave crisis humanitaria (Nicolao; 2014). A partir de

este momento, el Capítulo VII de la Carta de Naciones Unidas fue objeto de una nueva

lectura, inaugurándose una nueva etapa de intervencionismo en conflictos internos e

internacionales que se desarrollaría en los años siguientes (Perea Unceta, 2005).

Por otro lado, como ya se ha advertido previamente, influyó en este proceso la acción de

los medios de comunicación, en el marco del fenomenal avance de las nuevas tecnologías

de la información y las comunicaciones, que permitieron cubrir en tiempo real los desastres

ambientales estimulando la movilización de la opinión pública, los gobiernos y las ONGs a

escala global, que despertaron el interés y la presión de la sociedad para que los Estados y

la comunidad internacional se involucren de lleno en el ámbito humanitario, logrando así

las potencias legitimación para este tipo de accionar.

A ello se le suma, la utilización de la ayuda humanitaria como herramienta de política

exterior por parte de los grandes donantes (Abrisketa y Pérez Armiño; 2000), que también

fue determinante. En efecto, durante los años 90´ los países centrales aumentaron sus

fondos para las acciones humanitarias, al tiempo que casi todos disminuyeron los

dedicados a la cooperación para el desarrollo a largo plazo. Así, la ayuda humanitaria de

los miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE),

es decir, de los países industrializados, pasó de representar un 2% del total de su ayuda en

1988, a un 10% en 1995 (Munslow y Brown, 1999). También es cierto que, con frecuencia,

los donantes hicieron sus aportes cuando se alcanzaba el peor estadío de la crisis, mientras

que una multitud de desastres o conflictos más pequeños quedaron en el olvido. Asimismo,

la asignación de estos fondos no fue dada sólo por la gravedad del desastre, sino también

por los intereses geopolíticos y económicos de los países donantes. Esto explica, por

ejemplo, la importancia otorgada por los Estados Unidos a los países del Este de Europa

para concederle ayuda humanitaria, con el fin de que estos países en crisis se recuperen, se

inserten a la economía global y se transformen en su mercado de consumo.

Page 34: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

29

Este tipo de accionar se reflejó claramente en el gobierno de EEUU durante las

presidencias de Bill Clinton (1993-2001) y el impulso de la llamada Doctrina Clinton que

habilitaba a Estados Unidos a intervenir militarmente en otro Estado bajo la consideración

de que en él se estaban violando los derechos humanos de sus ciudadanos (Ceipil y Cascos

Blancos; 2014). En virtud de esta premisa, EEUU se arrogaba la facultad de intervenir,

haciéndose responsable de su posición de hegemonía y definiendo al genocidio y a los

derechos de lesa humanidad en términos de interés nacional, auto-legitimando la injerencia

directa para evitar tales crímenes en cualquier parte del mundo y para impedir la

propagación de aquellos conflictos y sus consecuencias (Nicolao; 2014).

En efecto, en 1993 el Asesor de Seguridad Nacional de Clinton, Anthony Lake, anunció

formalmente que la ayuda humanitaria iba a ser una de las cuatro puntas de la estrategia del

“enlargement” o “ampliación” de los conceptos de política exterior hacia la exportación de

la “democracia” y del “sistema de mercado” a las naciones menos desarrolladas.5 Lake

también consignó que los EEUU brindarían asistencia a los países que hubieran sufrido

catástrofes, desde terremotos y huracanes hasta sequías y epidemias (Nicolao; 2014).

Es en este contexto que la ONU emite el concepto de “emergencias humanitarias

complejas”6 para definir las crisis resultantes de conflictos civiles de Post- Guerra Fría

donde las instituciones estaban colapsadas, y eran causadas por la combinación de diversos

factores: el desmoronamiento de la economía formal y de las estructuras estatales, los

conflictos civiles, las hambrunas, las crisis sanitarias y el éxodo de la población (Areizaga

y Pérez Armiño; 2000).

Las emergencias humanitarias complejas fueron formalmente definidas como “las

acciones emprendidas por la comunidad internacional en el territorio de un determinado

Estado con el fin de proteger y defender a la población de violaciones graves y masivas de

los derechos humanos fundamentales y de garantizar la asistencia humanitaria a las

víctimas de conflictos armados, cuando el gobierno soberano impide su paso” (Abriesketa;

2000) que se hizo efectiva a través de las Operaciones de Paz de la ONU.

5 En base a los principios de la Doctrina Clinton, se intervino en Irak (1991), Somalia (1992), Bosnia,

Kosovo, Ruanda (1994), entre otros (Nicolao; 2014). 6 El concepto de “emergencia política compleja”, “emergencia compleja” o “emergencia humanitaria compleja“ fue acuñado a finales de los años 80 por las Naciones Unidas para describir el carácter

diferenciado de las grandes crisis de Guerra Fría. Surgido inicialmente en referencia a los casos de

Mozambique y Sudán, pronto se expandió su utilización debido a la proliferación de conflictos civiles y

Operaciones Paz durante los años 90. Como señalan Paul (1999:1) y otros autores, el concepto no deja de ser

un eufemismo para referirse a lo que, en realidad, es una violación masiva y deliberada de los derechos

humanos (Pérez de Armiño y Areizaga; 2006).

Page 35: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

30

La intervención humanitaria se define como un conjunto de acciones políticas,

diplomáticas y militares que se justifican por medio del Capítulo VII7 de la Carta de San

Francisco, que le otorga al Consejo de Seguridad la capacidad para definir las acciones

necesarias y determinar la existencia de una amenaza, quebramiento o agresión a la paz y

seguridad internacionales (art. 39). El modo de operar en estas situaciones es por medio de

embargos o sanciones económicas, y militares cuando las posibilidades pacíficas se hayan

agotado, lo cual define el “sistema de seguridad colectiva” de esta Carta (art 41 y 42).

Más allá, de esta forma “legítima” de intervención humanitaria realizada de modo

unilateral, por parte de un Estado o coalición de Estados sobre un tercero, en virtud de lo

que dispone el capítulo VII de la Carta de San Francisco, las intervenciones humanitarias

por fuera del sistema jurídico de la ONU, son consideradas una acción ilícita por parte de

la mayoría de los especialistas del derecho internacional. Las mismas encierran el riesgo de

que las condiciones señaladas puedan ser objeto de amplias interpretaciones y ser

instrumentadas al servicio de los intereses geopolíticos de los Estados que la realicen. Pero

también, y a los fines de no realizar una interpretación acrítica del sistema de normas

internacionales, debe admitirse que, como la experiencia lo indica, las intervenciones

avaladas por el Consejo de Seguridad, tampoco están exentas de que estas respondan a los

intereses de las grandes potencias (Abrisketa; 2000).

En cualquiera de los casos, tanto la intervención humanitaria unilateral como las

Operaciones de Paz (Operaciones de Imposiciones de la Paz8) avaladas por la ONU, entran

en contradicción con los principios de no intervención y de autodeterminación nacional y

el Artículo 2° inciso 4 de la Carta de San Francisco que dispone:

“Los miembros de la Organización, en sus relaciones internacionales, se abstendrán a

recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza contra la integridad territorial o la

independencia política de cualquier Estado, o de cualquier otra forma incompatible

con los Propósitos de las Naciones Unidas” (ONU; 1945).

7 El Capítulo VII de la Carta de la ONU, trata sobre la “Acción en caso de amenaza a la paz, quebramientos de la Paz o actos de agresión”, y ocupa desde el articulo 39 al 51. (Carta de las Naciones Unidas; 1945). 8 Las Operaciones de Imposición de la Paz, a diferencia de las Operaciones de Mantenimiento o

Establecimiento de la Paz, no cuentan con el consentimiento del Estado en el que se actúa, y contemplan el

uso activo de la fuerza para imponer determinado mandato del Consejo de Seguridad, como fueron los casos

de ONUSOM II en Somalia de 1993 a 1995 y de FORPRONU de 1992 a 1995 en la ex Yugoslavia, por

ejemplo. (Abrisketa Joana; 2000).

Page 36: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

31

Sumándose en la misma línea argumental en el mismo artículo inciso 7:

“Ninguna disposición de esta carta autorizará a las Naciones Unidas a intervenir en los

asuntos que son esencialmente de la jurisdicción interna de los Estados, ni obligará a

los Miembros a someter dichos asuntos a procedimientos de arreglo conforme a la

presente carta; pero este principio no se opone a la aplicación de las medidas

coercitivas prescriptas en el capítulo VII” (ONU; 1945).

Es decir, este último inciso pretende conciliar dos acciones opuestas e irreconciliables: la

no intervención en asuntos internos de los Estados y la intervención en el nombre de la

paz. Por lo tanto, la intervención humanitaria pasa a ser la excepción de los principios

fundamentales de la soberanía y la no intervención del sistema de la ONU, en caso de que

la paz se considere amenazada. Esto da lugar a diferentes interpretaciones, que dependen

del actor o los actores involucrados, los intereses de los países o sectores específicos al

interior de los mismos, y del momento histórico y contexto político- económico que se

transite.

En lo que concierne al accionar humanitario ante desastres, ha emergido el concepto de

“asistencia dirigida”, concepto novedoso derivado de la intervención humanitaria en caso

de conflicto armado, pero aplicable a situaciones de desastres.

La “asistencia dirigida” entiende al riesgo como algo “natural”, “inevitable” y “no

previsible”, por lo tanto “no manejable por los países”, lo que conduce a conclusiones

erróneas sobre supuestas “necesidades” nacionales de asistencia externa (principalmente de

carácter militar), muchas veces establecidos como objetivos estratégicos. A su vez, este

modelo implica un accionar vertical, militarizado, externo sin participación de las

comunidades involucradas. La posición mayoritaria respecto de esta modalidad, es al igual

que la subyacente a la intervención humanitaria, que los países hagan un abuso en su

interpretación sobre “necesidad de intervención” para fines militares y geopolíticos (Ceipil

y Cascos Blancos; 2014). En concordancia con esta postura, Rey Marcos (2004) considera

que la ayuda humanitaria que los países donantes destinan a las crisis abiertas en el mundo

no se rigen actualmente por criterios de necesidad, sino cada vez más por criterios

únicamente políticos y de carácter mediático.

En resumen, la diferencia entre la Asistencia Humanitaria y la Intervención Humanitaria

representada por los conceptos de “emergencias humanitarias complejas” y la “asistencia

dirigida”, es que la Asistencia Humanitaria está regida por el derecho internacional, los

Page 37: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

32

principios de humanidad, neutralidad, imparcialidad e independencia operativa9; el derecho

de no intervención, la independencia y soberanía de los Estados nacionales. Así, ningún

Estado puede prestar asistencia sin el consentimiento del Estado afectado, contrariamente,

la Intervención Humanitaria implica una acción violatoria de los principios de no

intervención y autodeterminación nacional que está caracterizada por acciones

verticalistas, unilaterales, militarizadas, externas, por ende, excluye la participación y no

reconoce el consentimiento de las comunidades afectadas.

1.1. b. Transformaciones normativas e institucionales de la Acción

Humanitarias en los años ´90 y su repercusión en la GRD

La preocupación por los sufrimientos de las víctimas de desastres por los conflictos

político-civiles de post-Guerra Fría, llevó a la ONU a aprobar la Resolución 46/182

“Fortalecimiento de la Coordinación de la asistencia humanitaria de la emergencia del

sistema de las Naciones Unidas” el 19 de diciembre de 1991, que estableció un marco

para la Asistencia Humanitaria, después de la experiencia de la Guerra del Golfo y sus

dificultades para la coordinación de esfuerzos, donde se desaprovecharon los recursos y se

cuestionaron fuertemente los intereses de la intervención (Burns; 2012).

Esta Resolución fijó los principios de la Asistencia Humanitaria descriptos anteriormente,

puso énfasis en el respeto de la soberanía territorial, la unidad nacional y consideró que el

Estado afectado debe otorgar el consentimiento a la asistencia, debido a que éste es

considerado el principal responsable y debe ocuparse de las víctimas de desastres y otras

emergencias que se produzcan en su territorio (Resolución 46/182; 1991).

Lo más importante de acuerdo a la evolución de la doctrina de GRD fue que esta

resolución también impulsó la adopción de medidas de prevención y preparación en

relación a los desastres y que los distintos Estados actúen conjuntamente a través de la

cooperación, destacando el papel de liderazgo y de coordinación que tienen las Naciones

Unidas frente a las emergencias. Además resaltó la relación entre la emergencia, el

tratamiento del desastre, el desarrollo sustentable a largo plazo, e hizo hincapié en el

fortalecimiento de las capacidades de los países menos desarrollados.

Esta normativa se preocupó por nuevas estrategias de mitigación, prevención y

recuperación o rehabilitación, pero se focalizó en la emergencia, las acciones de socorro y

medidas de reacción rápida, para ello tuvo previsto un fondo inicial para la financiación de

9 En el 2004, se adicionó un nuevo principio, el de Independencia operativa, mediante la Resolución 58/144.

Page 38: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

33

tales actividades, proveniente de gobiernos donantes, llamado Fondo Rotatorio Central

para Emergencia10

.

Otra de las instituciones que se creó fue el Comité Permanente entre Organismos (IASC),

presidido por el Coordinador de Socorro de Emergencias (ERC), que estableció la

coordinación de los diferentes organismos gubernamentales y no gubernamentales que

trabajan para la asistencia humanitaria, además de tomar contacto con los coordinadores

residentes, quienes presiden el grupo de operaciones de emergencia a nivel regional y local

(Resolución 46/182; 1991).

Vale destacar, entonces, que esta resolución marcó un avance significativo en la normativa

humanitaria del sistema de la ONU porque proporciona la base común para la acción

humanitaria y tiene implicancias en la gestión de riesgos de desastres.

Paralelamente al avance normativo, se fueron creando instituciones que legitimaban e

intentaban alcanzar sus objetivos: en 1992 se creó el Departamento de Asuntos

Humanitarios (DAH) para apoyar los nuevos acuerdos de coordinación humanitaria. En

1998 el DAH se transformó en la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios

(OCHA), que continua funcionando hasta la actualidad. Esta institución tiene como base

para su mandato la Resolución 146/182 antes mencionada y su principal objetivo fue

apoyar a los Estados miembros y las organizaciones humanitarias nacionales e

internacionales para asegurar la preparación ante emergencias y dar respuestas que sean

coordinadas y oportunas (Burns; 2012).

Específicamente la OCHA se encarga de:

1. “Movilizar y coordinar una asistencia humanitaria eficaz, basada en una serie de

principios y de colaborar con los agentes nacionales e internacionales para disminuir

el sufrimiento humano en caso de catástrofe o emergencia;

2. Defender los derechos de las personas necesitadas;

3. Promover tanto la preparación como la prevención y

4. Facilitar las soluciones duraderas” (OCHA; 2013).

Teniendo en cuenta estos antecedentes de lo que sería el pleno ingreso de la GRD dentro

de la agenda internacional, se vislumbra que estos avances se desprenden doctrinariamente

del marco de la Asistencia Humanitaria, debido a que ésta se vincula con la gestión integral

10 La resolución indicó que el Coordinador de Socorro para Desastre de la ONU sea reemplazado por un

nuevo cargo de carácter de funcionario de alto nivel, el Coordinador de Socorro de Emergencias (ERC), designado por el Secretario General para liderar los equipos y coordinar coherentemente la asistencia.

Page 39: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

34

de riesgos que incluye acciones de prevención con la participación de las poblaciones

vulnerables para reducir los factores de riesgo. En caso de que se produzcan los desastres,

busca asegurar respuestas pertinentes, rápidas, eficaces, por tanto, se lo identifica como un

paradigma que presenta una vocación solidaria, democrática y que respeta a la soberanía de

los Estados receptores11

(Colombo; 2014). Desde esta base, se comprenden los cambios

que se lograron a partir de la incorporación GRD en la agenda internacional.

1.2. La normativa e instituciones sobre la Gestión de Riesgos de Desastres a nivel

internacional

Ya se ha introducido en los apartados previos que la década de los 90´ fue un período en el

que la Asistencia Humanitaria y dentro la misma, el tratamiento de los Desastres tomaron

un lugar relevante en la agenda internacional.

Este apartado presenta y analiza los principales hitos en la construcción de la doctrina de

GRD a nivel global, que permitieron el surgimiento y consolidación de nuevas

instituciones y estrategias a lo largo del siglo XXI. A grandes rasgos, la evolución en la

GRD implicó un cambio en el foco de atención que se trasladó desde la respuesta ante la

emergencia una vez ocurrida, a la prevención y reducción de los factores de riesgos (Ceipil

y Cascos Blancos; 2014). Los principales hitos de la GRD son presentados en el siguiente

cuadro y desarrollados en los próximos apartados:

11 Así lo señalan las Naciones Unidas (Res 46/182 de 1991); la Estrategia Internacional para la Reducción de

Desastres (EIRD) en 2000; las Plataformas Mundiales y Regionales para la Reducción del Riesgo de Desastres; el Código de Conducta del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja y

las ONG (1994); el Marco de Acción de Hyogo (2005). También en CELAC, UNASUR y MERCOSUR; en

el marco de los procesos subregionales (REHU- MERCOSUR, CAPRADE-CAN, CEPREDENAC-SICA,

CDEMA-CARICOM), y en los foros regionales tales como las Reuniones sobre Mecanismos Internacionales

de Asistencia Humanitaria (MIAH), y el Foro de Mecanismos Subregionales de Gestión del Riesgo de

Desastres de las Américas.

Page 40: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

35

Año

Hitos GRD

Marcos

Institucionales

Innovaciones

1989

Declaración del

Decenio

Internacional

para la

Reducción de los

Desastres

Naturales

(DIRDN)

Inicio de la Cooperación Internacional para RRD.

Comprende que los Desastres Naturales son un atraso para el desarrollo.

1994

Primera

Conferencia

Mundial sobre la

Reducción del

Riesgo de

Desastres

(Yokohama)

Adopción de la “Estrategia de Yokohama para un

Mundo Más Seguro: Lineamientos para la Prevención, Preparación y Mitigación de los Desastres Naturales”. Y su Plan de Acción.

• Balance de resultados de la mitad del decenio. • Aumento de la conciencia sobre la RRD.

• Incentivo a fortalecer las capacidades técnicas y científicas. • Primera vez que se menciona el concepto de vulnerabilidad.

1999

Creación

Estrategia

Internacional

para la

Reducción de

Desastres

(EIRD)

Plan de Acción de la EIRD (2001)

• Amplio la definición del concepto Desastres naturales a desastres socio-naturales. • Logro la institucionalización a través de: un Equipo de Trabajo, Secretaria Interinstitucional y la Oficina de Naciones Unidas para la Reducción de Riesgos de Desastres (UNISDR) que se encarga desde el 2007 de la

Plataforma Mundial y desde el año 2009 Informe bianual de Evaluación Global sobre RRD.

2005

Segunda

Conferencia

Mundial sobre la

Reducción del

Riesgo de

Desastres

(Hyogo)

Adopción del Marco de Acción de Hyogo

(MAH) 2005-2015.

• Se encuentra en coherencia con las tendencias del Nuevo Milenio, el Desarrollo sostenible y la Reforma

Humanitaria. • Hace hincapié en la Gestión integral del Riesgo de desastre. • Por primera vez se le da importancia a aumentar la resiliencia.

• Garantizar que la RRD sea prioridad nacional y local. • Implementación de herramientas de monitoreo y evaluación (HFA-Monitor).

2015

Tercera

Conferencia

Mundial Sobre

la Reducción del

Riesgo de

desastres

(Sendai)

Adopción del Marco de Acción de Sendai 2015-2030.

• Entiende al Riesgo en sus diferentes dimensiones, escalas y frecuencias. • Remarca que la GRD se aplica a amenazas múltiples y en todos los niveles. • Propone una “reconstrucción mejor”.

• Busca disminuir las pérdidas de los desastres (en términos numéricos).

Fuente: Elaboración propia en base a: Ceipil y Cascos Blancos (2014: p. 43)

1. 2. a. Decenio Internacional para la Reducción del Riesgo de Desastres

Naturales (1990-1999)

La Gestión de Riesgos de Desastres fue impulsada por medio de la Resolución 42/169 de

las Naciones Unidas en 1987, la cual decidió designar al decenio de 1990 como la década

en la que la comunidad internacional prestaría especial atención al fomento de la

Page 41: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

36

cooperación internacional en la esfera de reducción de los desastres naturales, por

recomendación del Consejo Económico y Social de la ONU. Sus fundamentos parten del:

“(…) reconocimiento de la importante contribución aportada por la Comisión Mundial

sobre Medio Ambiente y Desarrollo, que refleja en su informe, la necesidad de nuevos

enfoques a nivel nacional e internacional para hacer frente a los distintos factores que

afectan al medio ambiente, incluidos los desastres naturales. Considerando a los

desastres naturales, tales como terremotos, vendavales (ciclones, huracanes, tornados,

tifones), maremotos, inundaciones, erupciones volcánicas, incendios y otras

calamidades de origen natural, (…) han costado la vida a unos 3 millones de personas

durante los últimos 20 años y han ocasionado daños materiales que superan a los

23.000 millones de dólares” (Resolución 42/169; 1987).

El Decenio reconoce la necesidad de aprender de las experiencias pasadas, del

conocimiento científico y técnico acumulado para poder prevenir y mitigar los desastres

naturales futuros, de manera integral y multisectorial (Helena Molín Valdés; 1997).

El Marco del “Decenio Internacional para la Reducción de Desastres Naturales” (en

adelante, DIRDN) se aprobó mediante la Resolución 44/236 en diciembre de 1989, con el

objetivo de reducir, por medio de una acción internacional concertada, especialmente en

los países en desarrollo, la pérdida de vidas, los daños materiales, los trastornos sociales y

económicos causados por desastres naturales, reconociendo otros de índole industrial y

tecnológicos (Resolución 44/236; 1989).

El Decenio constituyó un programa que aprobó marcos de acción a nivel internacional en

el sistema de la ONU, y a nivel nacional impulsó a los gobiernos a que formulen

estrategias para la prevención, la mitigación, la preparación ante las emergencias,

integrando estas acciones como parte de las políticas nacionales de desarrollo. Asimismo,

con el objetivo de aumentar la concientización en la temática, decidió asignar el 13 de

octubre como el Día Internacional de la Reducción de Riesgos de Desastres.

Las prioridades del Decenio se edificaron de cara al cumplimiento de ciertas metas:

“a) Mejorar la capacidad de cada país para mitigar los efectos de los desastres

naturales con rapidez y eficacia, prestando especial atención a la asistencia a los países

en desarrollo a fin de evaluar los posibles daños en caso de desastres naturales y

establecer sistemas de alerta anticipada y estructuras resistentes a los desastres dónde y

cuándo sea necesario. b) Formular directrices y estrategias apropiadas para aplicar

conocimientos científicos y técnicos existentes, teniendo en cuenta las diferencias

culturales y económicas entre naciones. c) Fomentar las actividades científicas y

Page 42: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

37

técnicas encaminadas a eliminar lagunas críticas en los conocimientos, a fin de reducir

las pérdidas de vida y de bienes. d) Difundir información técnica existente, y la que se

obtenga en el futuro, para evaluar y predecir con el fin de disminuir los efectos de los

desastres naturales. e) Formular medidas para predecir, prevenir, mitigar los desastres

naturales mediante programas de asistencia técnica y transferencia de tecnología,

proyectos de demostración y actividades de educación y formación adaptadas al tipo

de desastre y al lugar que se trate, evaluar la eficacia de esos programas” (Resolución

44/239-Sección Plenaria de la ONU; 1989).

Para ello, se formó un Comité científico técnico integrado por 25 científicos con

reconocida trayectoria en la temática, con el objetivo de crear programas para el Decenio,

teniendo en cuenta la cooperación bilateral y multilateral entre los Estados y para formular

recomendaciones a la Secretaria del Decenio Internacional ubicada en Ginebra, que pasó a

ser parte integrante del Departamento de Asuntos Humanitarios, creado en 1992.

Dentro de las metas nacionales del Decenio, se promovieron los mismos objetivos que a

nivel internacional, impulsando a los gobiernos que alienten a sus administraciones locales

a adoptar medidas apropiadas para movilizar el apoyo tanto público como privado y a que

contribuyan con los fines del Decenio. Además que hagan del sistema de la ONU un centro

de intercambio de experiencia para obtener soluciones y consensos. Se alentó a las

instituciones privadas, a los bancos, ONGs a que apoyen financieramente a través

donaciones, que estaban administradas por el Secretario General por medio de fondo

fiduciario, y/o colaboren en los mismos procesos de gestión: prevención, obtención de

suministros, mitigación y rehabilitación.

Otras de las medidas que mencionó la Resolución 44/239 fueron las que debe adoptar el

Sistema de Naciones Unidas, acentuando la importancia de la Secretaria como responsable

de la coordinación y la trasmisión de información entre las partes involucradas con los

representantes regionales y locales. Se pidió al Secretario General que presente cada dos

años un informe sobre las actividades del Decenio a la Asamblea General.

En suma, el DIRDN fue el primer instrumento que impulsó decididamente el tratamiento

de la Gestión de Riesgos de Desastres en la agenda internacional dentro de un contexto de

hegemonía estadounidense y del debate entre la Asistencia y la Intervención Humanitaria,

que se desprendía su accionar. Con él se desplegó la necesaria cooperación internacional

en la materia, a través de la coordinación de la ONU, especialmente en los países en

desarrollo, el involucramiento de los gobiernos nacionales con las metas y objetivos, la

pertinencia de la generación y transferencia de conocimiento científico como sustento de

Page 43: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

38

acciones, la generación de conciencia, entre otros. Su relevancia también radicó en la

apertura de un proceso de generación de doctrina e institucionalidad que se consolidaría

desde entonces.

1.2. b. Estrategia de Yokohama para un Mundo Más Seguro: lineamientos

para la Prevención, Preparación y Mitigación de los Desastres Naturales

(1994)

Dentro del marco del Decenio, el 23 de mayo de 1994 se celebró la Primer Conferencia

Mundial sobre la Reducción de Desastres Naturales en Yokohama, Japón. Allí participaron

155 países con el objetivo de realizar un balance parcial de los resultados sobre la primera

mitad del Decenio, definir las siguientes metas y objetivos para la gestión de los desastres

mediante el establecimiento del Plan de Acción y “Estrategia de Yokohama para un

Mundo Más Seguro: Lineamientos para la Prevención, Preparación y Mitigación de los

Desastres Naturales”.

El documento debeló que el compromiso sobre el tema fue limitado, debido a que la

sensibilidad y la conciencia sobre la problemática de los desastres se mantuvo sólo en los

grupos científicos especializados y todavía no, en los tomadores de decisiones ni en el

público en general. Sin embargo, reconoció que el trabajo de capacitación, aplicaciones

técnicas y de investigación, a nivel internacional, nacional y local, tuvieron efectos

positivos. No obstante, los programas para la reducción fueron desiguales y no se procedió

de manera concertada y sistemática desde la Asamblea General.

Asimismo, este instrumento hizo hincapié en la necesidad de que el término desastre se

amplié y abarque los desastres de tipo tecnológico, ambiental, y su interrelación. Dentro de

esta evaluación de la primera etapa del Decenio, la Estrategia consideró que “es muy

necesario afianzar la capacidad de recuperación y la autosuficiencia de las comunidades

locales para hacer frente a los desastres naturales mediante el reconocimiento y la

difusión de sus conocimientos, prácticas y valores tradicionales como parte de las

actividades de desarrollo” (Estrategia de Yokohama; 1994: p. 9).

Aquí se vislumbra la intención temprana de otorgar mayores herramientas al gobierno local

para llevar adelante una política pública de RRD, en vistas de su cercanía a las

comunidades afectadas, y cómo primer nivel responsable de acción ante estos fenómenos.

La Estrategia propuso también fortalecer la cultura de la prevención, por medio de la

adopción de políticas en todos los niveles para la mitigación de desastres, a través de

diversas acciones: la enseñanza, el fortalecimiento de recursos humanos y de la capacidad

Page 44: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

39

de las instituciones científicas; el incentivo a la población local para la toma de decisiones;

una mayor calidad de la evaluación de riesgos y vigilancia en la difusión de la información

de pronósticos y alertas tempranas; la reunión de información documentada de los

desastres; una mayor coordinación entre los diferentes niveles de decisión política de

distintas escalas territoriales, en ámbito público y l privado, integrando a las ONGs para

lograr consensos y coordinación en las actividades de prevención y mitigación; como

también la mejora de las medidas legislativas y administrativas para la reducción de

desastres.

La importancia en la prevención y la responsabilidad de los diferentes niveles de gobierno,

incluyendo al local (denominado también, nivel comunitario en los documentos), quedó

explícito en el mensaje de Yokohama de todos los presentes en la Deliberación del Plan de

Acción:

“(…) la prevención de desastres, la mitigación de sus efectos, la preparación y el

socorro son cuatro elementos que contribuyen a la ejecución de la política de

desarrollo sostenible (…) Por lo tanto, los países deben incluirlos en sus planes de

desarrollo y velar porque se adopten medidas complementarias eficaces en los planos

comunitarios, nacional, subregional, regional e internacional” (Conferencia Mundial

sobre la Reducción de Desastres Naturales. Estrategia de Yokohama; 1994: p. 3).

La cooperación entre las distintas escalas territoriales se consideró central, “habida cuenta

de que los desastres naturales no reconocen fronteras [y] la cooperación regional e

interregional nos dejará en condiciones mucho mejores para alcanzar verdaderos

progresos” (Estrategia de Yokohama; 1994: p. 3)12

.

La Estrategia de Yokohama marcó un hito en la toma de conciencia del DIRDN debido a

que fue la primer normativa internacional en acentuar la trascendencia, no ya en la

instancia de socorro, sino en la prevención, con el objetivo de reducir la emergencia y

como parte de una política de desarrollo sostenible y de seguridad de la población, lo que

implicó comenzar a pensar a largo plazo, superando la inmediatez de la respuesta.

También definió que cada país tiene la responsabilidad soberana de proteger a sus

ciudadanos y sus bienes e infraestructura, sin dejar a un lado la cooperación multilateral,

prestando especial atención a aquellos países más vulnerables como los países menos

adelantados, a los países en desarrollo sin litoral y a los pequeños Estados insulares.

12 Para tales fines, fomenta a los bancos de desarrollo y los países a que aporten al Fondo Fiduciario para el

Decenio establecido en conformidad con la resolución 44/236 de la Asamblea General, para financiar el plan

de acción y recomienda específicamente llevar adelante proyectos de alerta temprana.

Page 45: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

40

Además, fue el primer documento que hizo referencia a la “vulnerabilidad”, como parte de

una responsabilidad social y como producto de la modalidad de consumo, de producción y

desarrollo, contradiciendo la mirada de “inevitable” de los desastres naturales que

predominaba hasta ese momento. De esta manera, consideró que la vulnerabilidad

“generalmente proviene de la actividad humana (…) puede reducirse mediante la

aplicación de métodos apropiados de diseño y unos modelos de desarrollo orientados a los

grupos beneficiarios, mediante el suministro de educación y capacitación adecuadas a

toda la comunidad” (Estrategia de Yokohama; 1994: p.7), para ello reconoce la necesidad

de un fuerte compromiso político de todos los niveles de acción.

1.2. c. Estrategia Internacional de Reducción de Riesgos de Desastres

(1999)

Hacia el fin del decenio, en 1999, la Asamblea General de Naciones Unidas elaboró la

Estrategia Internacional de Reducción de Riesgos de Desastres (EIRD) y creó la Oficina

de Naciones Unidas para la Reducción de Riesgos de Desastres (UNISDR) como

secretaría encargada de aplicar la Estrategia, marcando una evidente evolución

institucional en la materia.

La oficina se transformó a partir del 2001, mediante la Resolución 56/195, en el centro de

coordinación del sistema de la ONU de RRD. Esta oficina se estableció en Ginebra, y

depende de la Secretaria General, dirigida por el Representante Especial del Secretario

General de la ONU para la Reducción del Riesgo de Desastres (RESG) y plantea también

un sistema de actuación a distintos niveles y territorios de acción, y de actores

involucrados.

“La UNISDR se define a sí misma a través de un enfoque de coordinación de

múltiples partes interesadas sobre la base de las relaciones que ha desarrollado con los

gobiernos nacionales y locales, las organizaciones intergubernamentales y la sociedad

civil, incluido el sector privado, y por su modo de operar a través de una red de socios

globales” (UNISDR; 2016).

La UNISDR tiene relación con las demás dependencias de la ONU, a través de planes o

proyectos que realizan para tratar los tópicos o los problemas que le competen de manera

interdisciplinaria. También, cuenta con cinco oficinas regionales en todo el mundo: Asia

(Bangkok), África (Nairobi), Europa (Bruselas), los Estados Árabes (El Cairo) y el

continente americano y el Caribe (Panamá).

Page 46: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

41

En junio del 2001 la Asamblea General dio a conocer el Plan de Acción de la EIRD con los

siguientes objetivos:

“Incrementar la conciencia pública sobre los riesgos que los peligros naturales y los

desastres tecnológicos y ambientales representan para las sociedades y las economías.

Se incluye, asimismo, la concienciación sobre las soluciones existentes para reducir la

vulnerabilidad frente a estos peligros, con el propósito de edificar una comunidad

global dedicada a transformar la prevención de los peligros y los desastres en un

valor público (…)

Lograr que las autoridades públicas se comprometan a reducir los riesgos presentes

en los pueblos y su subsistencia, en las infraestructuras sociales y económicas, y en el

medio ambiente, brindando especial importancia a los pobres (…)

Estimular la formación de sociedades multidisciplinarias e intersectoriales, y

ampliar las redes de reducción de riesgos a través de la inclusión de la participación

pública en todas las etapas de la puesta en práctica de la EIRD (…) Asegurando la

cooperación, las acciones complementarias, la sinergia y la solidaridad entre los

gobiernos, el sector privado, la sociedad civil, el sector académico y las agencias

internacionales. Por tanto, es necesario construir o modificar las estructuras existentes

en el campo de la reducción de desastres, incluyendo a tantos socios como sea posible

con el fin de desarrollar un sentido de pertenencia de la EIRD entre los actores

involucrados en la reducción de los desastres en el ámbito mundial y, de esa forma,

generar una cultura de prevención.

Promover el mejoramiento del conocimiento científico sobre las causas de los

desastres y los efectos de los peligros naturales, los desastres tecnológicos y

ambientales dentro de las sociedades, y facilitar una más amplia aplicación para

reducir la vulnerabilidad de las comunidades propensas a los desastres” (EIRD;

2001).

El Plan de Acción de la EIRD hizo una recapitulación conceptual de la Estrategia de

Yokohama, de esta manera se indicó por primera vez, de manera formal, que el Desastre

Natural puede provocar o agravar desastres de carácter tecnológico y ambiental, además se

integró la definición de vulnerabilidad y riesgo (EIRD; 2001). Se enfocó especialmente en

la vulnerabilidad de los países más pobres y en la evaluación de éstas en términos

ambientales, económicos, sociales, como la salud y la seguridad alimentaria.

La EIRD fue un instrumento que hizo hincapié en la gestión local de la prevención y

tratamiento de los desastres, pero con la necesidad de coordinación y coherencia con las

estrategias nacionales e internacionales. Entendió esta relación de retroalimentación de la

siguiente manera:

Page 47: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

42

“El proceso para lograr compromisos sobre el desarrollo de políticas dirigidas a

reducir los desastres incluye la planificación de situaciones específicas y la concesión

de incentivos económicos para la mitigación local. Una vez concretadas en el ámbito

local, estas iniciativas pueden consolidarse en el ámbito nacional y global.

Muchas de las actividades para la reducción de desastres iniciadas a escala local han

constituido principios para la acción en el ámbito global. Ello también se produce en

sentido contrario. Por consiguiente, existe una relación dialéctica entre las actividades

llevadas a cabo en los diferentes niveles” (EIRD; 2001).

Por estos motivos, aunque la asignación de responsabilidades dirigidas a reducir los

desastres varía según la legislación nacional y las reglamentaciones locales, el plan de

acción considera necesaria la acción interdependiente.

“(…) se ha demostrado la utilidad de contar con enfoques conjuntos entre las

autoridades locales, las instituciones técnicas y las comunidades para evaluar el riesgo

y elaborar planes de acción y situaciones concretas. La acción efectiva requiere del

diálogo constante, la comprensión mutua y la coordinación y cooperación entre estas

entidades” (EIRD; 2001).

El Plan de Acción de la EIRD aclara la modalidad para alcanzar sus metas por medio de:

“(…) la promoción, coordinación, intercambio horizontal de información,

conocimiento y experiencias; la inclusión transversal de la reducción de desastres,

coherente con el desarrollo sostenible y también en los procesos nacionales de

planificación, y por último la formación de capacidades en el ámbito regional y

nacional, con especial énfasis en los países en desarrollo” (EIRD; 2001)

Desde el punto operativo, los responsables de la aplicación de la EIRD como plataforma

internacional para la reducción de desastres desde el 2000, fueron el Equipo de Tareas

Institucionales y la Secretaria de la EIRD, teniendo en cuenta “la necesidad de pasar de la

protección contra los peligros a la integración de la reducción de riesgos dentro del

desarrollo sostenible” (EIRD; 2001).

Este cambio de perspectiva, llevó asignar nuevas responsabilidades al Equipo de Tareas

Interinstitucional, que sirvió como foro principal de la ONU para la formulación de

estrategias y política de GRD. Se encargó de analizar la problemática, convocar las

reuniones ad hoc, asesorar a la Secretaria y asegurar la coordinación de las actividades y la

puesta en práctica de la EIRD, con la activa participación de los miembros del Equipo

Page 48: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

43

(Subsecretario de Asuntos Humanitarios, representante de otras agencias de la ONU, la

sociedad civil, ONGs y los delegados regionales).

En el 2003 la Asamblea General decidió convocar una nueva Conferencia Mundial sobre la

Reducción de Desastres en el año 2005 para concluir la revisión de la Estrategia de

Yokohama y su Plan de Acción y trabajar en la preparación del Informe mundial sobre las

Iniciativas para la Reducción de Desastres. El primero fue lazado en 2004 titulado “Vivir

con Riesgo” que contribuyó de manera decisiva en la confección del Marco de Acción de

Hyogo (2005-2015), abordado en profundidad en el próximo apartado.

Antes de detallar el contenido del MAH, vale mencionar que en el año 2005 se impulsó la

“Reforma a la Coordinación Humanitaria” por el Comité Permanente Inter- Agencia

(IASC) integrado por diferentes Agencias de la ONU y ONGs como Movimiento de la

Cruz Roja y Media Luna Roja, el Banco Mundial, entre otros actores. Su finalidad era

fortalecer el sistema humanitario, ya que existen muchas instituciones independientes de

distinta naturaleza, pero la falta de orden y de jerarquías a la hora de trabajar, demostró la

necesidad de establecer varios puntos de coordinación.

La Reforma Humanitaria propuso que la ayuda sea eficaz en el terreno donde ocurre el

desastre y para ello buscó afianzar los liderazgos, lograr una relación coherente y ordenada

entre los diferentes actores participantes en la acción humanitaria, que estén dentro y fuera

del sistema de Naciones Unidas y de distintas escalas geográficas, además del control

mediante la rendición de cuentas. Con tales propósitos se desarrolló el “Enfoque Clusters”

(significa Enfoque de Sectores) (OCHA; 2012) que propuso aclarar la división de trabajo y

capacitar a los líderes de cada sector en los distintos escalas territoriales.

En el año 2006 la UNISDR mediante la Resolución 61/198 se encargó de la Plataforma

Global para la Reducción de Desastres, como mecanismo sucesor del Grupo de Trabajo

Interinstitucional. La Plataforma Mundial13

, como se le suele llamar, es el foro que reúne a

gobiernos, organizaciones intergubernamentales, ONGs, comunidades locales, alcaldes,

parlamentarios, instituciones científicas y académicas, al sector privado y otros agentes que

intervienen en la RRD cada dos años desde 2007.

Se sumó la confección de las Plataformas Regionales14

y Nacionales, como principal

modalidad institucional para la coordinación de normativas en los distintos niveles de

13 En mayo del 2017 se realizó el encuentro de Plataforma Global para la RRD en Cancún. México. Para ello

existe un trabajo previo de las Plataformas Regionales de los diferentes continentes, en los que analizan sus

situaciones puntuales y se proponen definir objetivos y mecanismos comunes en coherencia con el Marco de

Acción de Sendai 2015-2030. 14 Las Plataformas Regionales se vienen desarrollando desde 2009.

Page 49: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

44

acción. Las Plataformas Nacionales constituyen un espacio de coordinación nacional para

apoyar la aplicación, el seguimiento y la revisión del Marco de Acción de la GRD. Las

Naciones Unidas, a través de la EIRD han exhortado a los países a establecer Plataformas

Regionales y Nacionales como mecanismos institucionales para reducir de forma

sistemática el creciente impacto de los desastres. Esto alentó la creación de la plataforma

para la RRD en África, Asia y el Pacifico, los Estados Árabes, Europa y las Américas.

Estas Plataformas ofrecen la oportunidad de intercambiar información y conocimiento, así

como determinar el camino a seguir para la acción en una región determinada. Las

Plataformas nacionales se pueden definir como mecanismos nacionales, pueden ser

sistema, un foro, comité, red, que aborda los objetivos de RRD a nivel nacional de acuerdo

a sus condiciones físicas, ambientales, sociales, políticas y económicas (Ceipil y Cascos

Blancos; 2014). Actualmente de los 187 países que se adhirieron al Marco de Sendai en

2015, 67 de ellos cuentan con sus Plataformas Nacionales (UNISDR; 2016).15

Uno de los programas importantes y que se destacó por su énfasis en la acción local,

llevado adelante por la UNISDR desde 2010 es la “Campaña Mundial: Desarrollando

ciudades Resilientes”, que se retomará en el capítulo tercero. Pero es importante adelantar

que esta campaña se fue adaptando a las prioridades del Marco de Hyogo hasta 2015, y

luego al Marco de Sendai (2015-2030).

1.2 d. Marco de Acción de Hyogo 2005-2015

El Marco de Acción de Hyogo para 2005-2015: “Aumento de la Resiliencia de las

naciones y las comunidades ante los desastres” (MAH) se celebró en enero del 2005 en la

Segunda Conferencia Mundial de Reducción de los Desastres, que reunió a representantes

de 168 países en Kobe, región de Hyogo en Japón. La ciudad fue elegida por constituir un

ejemplo de proceso de recuperación, a razón de que en 1995 el terremoto Hanshin-Awaji

golpeó duramente la región, dejando un balance de 6434 muertos, más de 16 mil heridos,

más de 200 mil edificios destruidos, más de 300 mil personas sin techo y pérdidas

económicas que equivalieron al 2,5% del PBI japonés de aquel entonces. Pero después de

cinco años la región pudo recuperarse casi por completo, convirtiéndose en un modelo para

el resto del mundo.

15 Asimismo, desde el 2009, la UNISDR es responsable de elaborar el Informe de Evaluación Global sobre la

Reducción de Riesgos de Desastres (GAR), una revisión y análisis bianual de los riesgos que afectan a la

humanidad, así como la difusión de tendencias y los avances del control y la reducción del riesgo de

desastres, y proporciona orientaciones políticas estrategias a los países y a la comunidad internacional.

Page 50: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

45

Lo que sucedió en Hyogo fue ejemplo de resiliencia, término clave que tomó fuerza en el

MAH. Además, se definieron los conceptos de peligro/amenaza, anteriormente

mencionados, que son parte de la evolución conceptual que define la problemática de la

GRD. El objetivo del MAH fue doble: concluir con el examen de la Estrategia de

Yokohama (1994) y actualizar el marco de orientación para el siglo XXI, teniendo en

cuenta los Objetivos del Nuevo Milenio.16

La evaluación del MAH sobre la Estrategia de Yokohama destacó la necesidad de

aumentar los esfuerzos en términos de concientización e información de los riesgos de

desastres en los niveles locales; aumentar los presupuestos y aprovechar mejor los recursos

disponibles en la GDR. De acuerdo a su examen, señaló:

“La existencia de deficiencia y retos particulares en las cinco esferas siguientes:

Gobernanza: marcos institucionales, jurídicos y normativos;

Identificación, evaluación y vigilancia de los riesgos y alerta temprana;

Gestión de los conocimientos y educación;

Reducción de factores de riesgo subyacentes;

Preparación para una respuesta eficaz y una recuperación efectiva”

(MAH; 2005: p.3).

El MAH se propuso como resultado “reducir considerablemente las pérdidas ocasionadas

por desastres, tanto las de vidas como los bienes sociales, económicos, ambientales de las

comunidades y de los países” (MAH; 2005; 3), esencialmente, aumentar la resiliencia de

las comunidades vulnerables para reducir las pérdidas.

En esta meta global del Marco, la escala comunitaria comenzó a tener una presencia cada

vez más explícita en la doctrina y un énfasis mayor como escenario de acción. En efecto, el

MAH estableció los siguientes objetivos estratégicos, que le dieron centralidad al nivel

local o comunitario:

“La integración más efectiva de la consideración de riesgos de desastres en las políticas y planes

de desarrollo sostenible a todo nivel, con acento especial en la prevención y mitigación de los

desastres, la preparación para casos de desastres y la reducción de vulnerabilidades.

16 El MAH nombra en “el reto de los desastres” a la Declaración de los Objetivos del Milenio aprobada por la

Resolución 55/2 de la Asamblea General de la ONU en el año 2000. Específicamente, se refiere a los

objetivos de “protección de las personas más vulnerables” y a “la protección de nuestro entorno común”,

marcando la importancia de la resiliencia y el desarrollo sostenible. Así propone que la RRD sea una política

que se integre con las de desarrollo sostenible (Resolución 55/2 de ONU; 2000).

Page 51: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

46

La creación y fortalecimiento de instituciones, mecanismos y medios a todo nivel, en

particular a nivel de la comunidad, que puedan contribuir de manera sistemática

aumentar la resiliencia ante amenazas.

En la fase de la reconstrucción de las comunidades damnificadas, la incorporación

sistemática de criterios de reducción de riesgos en el diseño y la ejecución de los

programas de preparación para situaciones de emergencia, de respuesta y de

recuperación” (MAH; 2005: p.4).

En virtud de los objetivos estratégicos, el MAH fijó determinadas prioridades como base

para la acción. Por tanto,

“La Conferencia adopta cinco prioridades de acción:

1- Velar por que la reducción de los riesgos de desastres constituya una prioridad

nacional y local dotada de una sólida base institucional de aplicación.

2- Identificar, evaluar y vigilar los riesgos de desastre y potenciar la alerta temprana.

3- Utilizar los conocimientos, las innovaciones y la educación para crear una cultura

de seguridad y resiliencia a todo nivel.

4- Reducir los factores de riesgo subyacentes.

5- Fortalecer la preparación para casos de desastre a fin de asegurar una respuesta

eficaz a todo nivel” (MAH; 2005: 6)

Para lograr que estas prioridades se materialicen:

Se deben conocer las amenazas, vulnerabilidades y los factores físicos, sociales, económicos y

ambientales por medio de la confección de mapas de riesgos, analizar los impactos y divulgar la

información a la población. Se planteó la necesidad de contar con sistemas de estadísticas,

sistemas de alerta temprana; mantener la infraestructura e incentivar las capacidades científicas,

tecnológicas, técnicas e institucionales.

Se consideró necesario utilizar el conocimiento, la innovación, la motivación y la educación para

crear una cultura de seguridad y resiliencia en todos los niveles, a través del diálogo, la

cooperación, con la participación de los medios de comunicación y voluntarios de la sociedad

civil. También propuso fortalecer las redes de expertos, planificadores y encargados de la

gestión en la materia de desastres.

Se instó a los gobiernos a que adopten en sus legislaciones, programas y marcos

organizacionales nacionales referentes a este tema, como por ejemplo las plataformas

nacionales multisectoriales o incluir la RRD en los programas de desarrollo nacionales;

además que asignen recursos humanos y presupuestarios necesarios para brindar apoyo a los

esfuerzos y poder mantenerlos.

Page 52: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

47

El MAH fue un instrumento importante por su innovación conceptual (desastre socio-

natural) y el establecimiento y refinación del vocabulario empleado en materia de GRD. En

términos políticos fue un hito debido a que elevó la sensibilización de la problemática en

todas las escalas territoriales de decisión política, significando un progreso en la agenda

internacional y el fortalecimiento de la cooperación regional.

En cuanto a su aplicación, aspecto fundamental, se destacó la implementación de una

revisión/evaluación bienal a desarrollarse a nivel nacional denominado “HFA Monitor”

que fue la herramienta utilizada para evaluar e informar sobre el progreso alcanzado por

cada país, y los retos identificados en la implementación de acciones de RRD en

conformidad con el Marco de Acción de Hyogo, de acuerdo a los lineamientos

metodológicos de la EIRD (UNISDR; 2008). Según el informe de Medio Término 2010-

2011 del MAH, en base a los datos de monitoreo de los gobiernos en los periodos 2005-

2007 y 2007-2009, existió coincidencia en que se “ha logrado un avance en el campo de

la RRD, especialmente desde el punto de vista institucional, en la promulgación de

legislaciones nacionales, en el establecimiento de sistemas de alertas tempranas y

fortalecimiento de la preparación y respuesta frente a los desastres (…) [Pero uno de los

desafíos mayores] fue la insuficiente aplicación del MAH a nivel local” (EIRD; 2011: p 6).

La escala local fue una de las preocupaciones porque entre los años 2005-2010 se notó un

“vacío considerable entre las acciones nacionales y locales”, aunque se detectaron

estrategias arraigadas localmente, especialmente las referidas a la adaptación al cambio

climático, donde facilitaron la adopción paulatina de medidas de RRD.

Se identificó que los Estados más avanzados en la descentralización jurídica, permiten que

las políticas públicas de GRD marquen la diferencia, pero siempre que estén respaldados

con asignaciones presupuestarias (EIRD; 2011: p. 42), lo cual es un punto delicado para

Fortalecer la preparación en caso de desastre a fin de asegurar una respuesta eficaz a todo nivel

y el establecimiento de un diálogo continuo de agencias que se encargan de estas tareas de

planificación y gestión (MAH; 2005).

Se recomendó una gestión integrada del medio ambiente y los recursos naturales a través del

mejoramiento de la planificación del uso de la tierra y las actividades de desarrollo;

implementar medidas estructurales y no estructurales, como el control de inundaciones, que

estén acorde a la adaptación del cambio climático o una gestión adecuada para los ecosistemas

frágiles. También crear instrumentos financieros alternativos e innovadores para hacer frente

al riesgo de desastres, y el fomento de la cooperación pública o privada. Fortalecer los sistemas

de salud, contar con “hospitales a salvo de desastres” y promover la seguridad alimentaria.

Page 53: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

48

acordar en los gobiernos, pero termina siendo determinante en la posibilidad de avanzar

efectivamente en políticas eficientes a escala nacional y local.

En cuanto a los resultados de la aplicación del MAH, en general, la realidad demuestra que

las pérdidas y los efectos negativos de los desastres continuaron aumentando. En los diez

años del MAH, más de 700 mil personas han perdido la vida por esta causa, más de 1.4

millones han sufrido heridas y alrededor de 23 millones han quedado sin hogar como

consecuencia de desastres (Marco de Acción de Sendai; 2015). Esta información da cuenta

de que en todos los países el grado de exposición de las personas y los bienes, ha

aumentado con mayor rapidez, en relación a lo que han disminuido sus vulnerabilidades o

el incremento del fortalecimiento de su capacidades, lo cual viene generando nuevos

riesgos con impacto social, económico, cultural, ambiental, a corto y largo plazo, en

especial a nivel comunitario. Luego de esta evaluación, la actualización doctrinaria en

materia de RRD, era ampliamente consensuada para 2015, cuando se definió el nuevo

marco de acción.

1.2. e. Marco de Acción de Sendai (2015-2030)

El instrumento sucesor del MAH fue el Marco de Acción de Sendai 2015-2030 que se

adoptó en la Tercera Conferencia Mundial de Reducción de Riesgos de Desastres que

reunió a 187 países. Tuvo lugar en Sendai, Miyagi, Japón, el 18 de marzo de 2015, como

resultado de negociaciones que venían desarrollándose desde el 2012.

Éste marco propuso facilitar y movilizar los recursos, comprometiendo a nivel nacional,

regional e internacional a los actores de la EIRD, para contribuir al fortalecimiento de la

resiliencia en las naciones y las comunidades ante amenazas múltiples. Se plasmó

inicialmente que:

“La reducción y gestión de desastres dependen de los mecanismos de coordinación en

todos los sectores y entre un sector y otro y con actores pertinentes a todos los niveles

y requiere de plena participación de todas las instituciones ejecutivas y legislativas del

Estado a nivel nacional y local y una articulación clara de las responsabilidades de los

actores públicos y privados, incluidas las empresas y el sector académico, para

asegurar la comunicación mutua, la cooperación, la complementariedad de sus

funciones y rendición de cuentas y seguimiento” (Marco de Sendai; 2015:p. 10).

En correspondencia con ello, el objetivo del Marco de Sendai 2015-2030 busca el siguiente

resultado:

Page 54: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

49

“La reducción sustancial del riesgo de desastres y de las pérdidas ocasionadas por los

desastres, tanto en vidas, medios de subsistencia y salud como en bienes económicos,

físicos, sociales, culturales y ambientales de las personas, las empresas, las

comunidades y los países.

(…) Para conseguir el resultado previsto, debe perseguirse el objetivo siguiente:

Prevenir la aparición de nuevos riesgos de desastres y reducir los existentes

implementando medidas integradas e inclusivas de índole económica, estructural,

jurídicas, social, sanitaria, cultural, educativa, ambiental, tecnológica, política e

institucional que prevenga y reduzca el grado de exposición a las amenazas y

vulnerabilidad a los desastres, aumenten la preparación para la respuesta y la

recuperación y refuercen de ese modo la resiliencia” (Marco de Sendai; 2015: p. 12).

El marco presentó siete metas mundiales para alcanzar los objetivos previstos:

a) “ Reducir considerablemente la mortalidad mundial causada por desastres para

2030, y lograr reducir la tasa de mortalidad mundial causada por desastres por

cada 100 mil personas en el decenio 2020-2030, respecto al periodo 2005-2015;

b) Reducir considerablemente el número de personas afectadas por desastres a

nivel mundial para 2030, y lograr reducir el promedio mundial por cada 100 mil

personas en el decenio 2020-2030, respecto al periodo 2005-2015;

c) Reducir las pérdidas económicas causadas directamente por los desastres en

relación al PBI mundial para el 2030.

d) Reducir considerablemente los daños causados por desastres en las estructuras

vitales y la interrupción de los servicios básicos, como las instalaciones de salud

y de educación, incluso desarrollando su resiliencia para el 2030.

e) Incrementar considerablemente el número de países que cuentan con estrategias

de RDD a nivel nacional y local para el 2020.

f) Mejorar considerablemente la cooperación internacional para los países en

desarrollo, mediante un apoyo adecuado y sostenible, que complemente las

medidas adoptadas a nivel nacional para la aplicación del presente Marco para el

2030.

g) Incrementar considerablemente la disponibilidad de los sistemas de alerta

temprana sobre los peligros múltiples y de la información y las evaluaciones

sobre el riesgos de desastres trasmitidas a las personas, y el acceso a ellos, para

2030” (Marco de Sendai; 2015: p. 12).

Asimismo, de acuerdo a la experiencia obtenida del MAH el Marco de Sendai

define cuatro prioridades de acción para lograr los objetivos.

Page 55: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

50

“Los Estados deben adoptar medidas específicas en todos los sectores, en los planos

local, nacional, regional y mundial, con respecto a las siguientes esferas prioritarias:

Prioridad 1: Comprender el riesgo de desastre.

Prioridad 2: Fortalecer la gobernanza del riesgo de desastres para gestionar dicho riesgo.

Prioridad 3: Invertir en la reducción del riesgo de desastres para la resiliencia.

Prioridad 4: Aumentar la preparación para casos de desastres a fin de dar una respuesta

eficaz, y “reconstruir mejor” en el ámbito de la recuperación, la rehabilitación y la

reconstrucción” (Marco de Acción de Sendai; 2015: p. 14).

La innovación del Marco de Acción de Sendai 2015-2030 radicó en comprender al riesgo

de desastres con sus amplias características17

: a pequeña y gran escala, frecuentes o poco

frecuentes, súbito o de evolución lenta, natural o causada por el hombre, así como a las

amenazas y los riesgos ambientales, tecnológicos y conexos. Por tanto, su objetivo fue el

de orientar la GRD en relación con las amenazas múltiples relativas a su exposición,

características y vulnerabilidad, dentro de las políticas de desarrollo a todos los niveles, así

como en todos los sectores y entre ellos.

En efecto, este Marco expresó “la necesidad de comprender mejor el riesgo de desastres

para lograr el fortalecimiento de la gobernanza”. En consecuencia, consideró relevante el

reconocimiento de las partes interesadas y sus funciones; la movilización de inversiones

que tengan en cuenta los riesgos a fin de evitar la aparición de nuevos riesgos; la resiliencia

de la infraestructura sanitaria, del patrimonio cultural y de los lugares de trabajo; el

fortalecimiento de la cooperación internacional, de las alianzas de trabajos mundiales y la

elaboración de política de donantes y programas que tengan en cuenta los riesgos. Para

estos fines se tuvo en cuenta el apoyo de las ‹‹Plataformas Mundiales y Regionales para la

RRD››.

De acuerdo a la evaluación de las experiencias anteriores, el Marco de Acción Sendai

consideró que los instrumentos internacionales, específicamente el Marco de Acción de

Hyogo, que asesoró y mejoró la cooperación entre los países en las capacidades de GRD,

el conocimiento, enseñanza mutua y afianzó las alianzas políticas. En adición, reconoció la

importancia de otros instrumentos del sistema de Naciones Unidas como la Conferencia

sobre el Desarrollo Sostenible, los principios de la Declaración de Río sobre Medio

17 Si bien el documento no explicita el concepto de Gestión Integral del Riesgo, tanto para el Marco de

Hyogo como para el de Sendai se encuentra implícito, ya que presentan un enfoque integral de la Gestión de

Riesgos de desastres comprendiendo el tratamiento de amenazas múltiples y sus interrelaciones, que tienen

consecuencias en los sistemas sociales, culturales, económicos y ambientales. Es importante mencionar que

en los niveles regionales y nacionales, se mencionan explícitamente Gestión Integral de Riesgos de Desastres

en sus documentos oficiales.

Page 56: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

51

Ambiente y el Desarrollo, la Convención Marco sobre el Cambio Climático que

“representa(n) una oportunidad de reducir el riesgo de desastres de manera significativa y

coherente en todos los procesos intergubernamentales interrelacionados” (Marco de

Sendai; 2015:p. 11).

Uno de los aprendizajes derivados del MAH (2005-2015) que ha orientado al diseño del

Marco de Sendai (2015-2030) fue el enfoque preventivo del riesgo de desastre, centrado en

las personas, su salud y sus medios de subsistencia. Además, se busca que las medidas sean

cada vez más inclusivas y accesibles. En el propio documento en el apartado “Principios

rectores” quedó expresado que:

“(…) los países en desarrollo, en particular los países menos adelantados, los pequeños

Estados insulares en desarrollo, los países en desarrollo sin litoral y los países

africanos, así como los países de ingresos medianos y otros países que enfrentan

problemas específicos de riesgos de desastres, necesitan apoyo suficiente, sostenible y

oportuno, incluso con financiación, transferencia de tecnología y creación de

capacidades de los países desarrollados y los asociados, ajustado a sus necesidades y

prioridades, según las definan ellos mismos” (Marco de Sendai; 2015:p.14).

Bajo este lineamiento se contempla la Asistencia Humanitaria y la cooperación

internacional entre los Estados al servicio de la GRD.

El presente Marco tuvo en cuenta las carencias de su predecesor en el tratamiento de los

llamados “factores de riesgos subyacentes”, en la reducción de vulnerabilidades, aumento

de la resiliencia a todos los niveles, que reflejan la necesidad de acción de los gobiernos,

las empresas, la academia, los entes de financiamiento18

como el Banco Mundial, los

bancos de desarrollo, de las ONGs, el sistema de la ONU y demás sectores. Por ello,

propuso “fomentar la colaboración entre los mecanismos institucionales mundiales y

regionales en aras de la aplicación y la coherencia de los instrumentos y herramientas

pertinentes para la reducción de riesgos de desastres” (Marco de Sendai; 2015: p. 18)

además de “establecer y fortalecer foros de coordinación gubernamental a nivel nacional

y local (…) y un coordinador nacional designado para aplicar el Marco de Sendai”

(Marco de Sendai; 2015:p. 17). Se entiende entonces, que desde el punto de vista

operativo, Sendai propone un ajuste en la coordinación, aplicación, distribución de roles,

18 El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) ofrece “financiamiento contingente” consiste en mecanismos

ex ante para garantizar la disponibilidad de recursos de previsión de una necesidad financiera concreta, que

habitualmente depende de que se dé una determinada o que ocurra un hecho dado (Oficina de Evaluación y

Supervisión; 2016).

Page 57: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

52

aplicación y evaluación, derivada de los aprendizajes de las prácticas de los marcos

previos.

El cambio de enfoque en términos preventivos que fue notable en el MAH, se acentuó aún

más en el Marco de Sendai, ya que se le otorgó mayor énfasis a la gestión del riesgo, más

que a la gestión del desastre (Marco de Acción de Sendai; 2015), lo que significa que se le

dio mayor relevancia a las acciones políticas para aumentar la resiliencia, evocando

nuevamente a la interrelación y coordinación de las plataformas de las distintas escalas y

de los distintos actores involucrados.

En resumen, el Marco de Sendai (2015-2030) consideró que “en el contexto de una

creciente interdependencia mundial se precisa de una cooperación concertada, un entorno

internacional propicio y los medios de ejecución para estimular y contribuir al desarrollo

de conocimientos, las capacidades y la motivación para la reducción de riesgo de

desastres a todos los niveles” (Marco de Sendai; 2015: p. 14).

Ahora bien, la existencia de la interrelación y coordinación de las diferentes escalas

territoriales y niveles de acción en la GRD, ha sido una constante, mencionada de una o de

otra manera en los distintos instrumentos internacionales antes presentados, y acrecentando

su relevancia en la evolución que planteó cada marco.

Esto es central, tratándose de políticas públicas referentes a problemáticas que trascienden

fronteras, donde se torna imprescindible la cooperación entre distintas instituciones y

actores a todo nivel para lograr resultados coherentes y positivos.

Con el objetivo de aportar mayor claridad al análisis sobre la interrelación entre las

distintas escalas territoriales, actores involucrados y modalidades cooperativas, y

especialmente, la creciente gravitación que le viene otorgando la doctrina internacional al

nivel de acción comunitario o local, el más inmediato al problema y a la ciudadanía

vulnerable, se presenta el siguiente cuadro, en el que se recuperan y destacan los aportes

más significativos de cada instrumento:

Page 58: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

53

Fuente: Elaboración propia en base a los documentos oficiales mencionados en el cuadro

Año

Instancias

Internacionales de

GRD

Incidencia en el nivel local

1989 Declaración del

Decenio

Internacional para la

Reducción de los

Desastres Naturales

(DIRDN): Resolución

44/236 y el Marco

Internacional para la

Acción del DIRDN

(1990-1999)

En la estructura del Marco Internacional para la Acción del DIRDN se

recomendaron las medidas políticas a nivel nacional e internacional de

manera explícita, y de manera menos visible, apareció la escala local. En

el apartado “Medidas políticas a nivel nacional” “c) Alienten a las

administraciones locales a adoptar medidas apropiadas para ‹‹movilizar

›› el apoyo necesario de los sectores públicos y privados y a que

contribuyan al cumplimiento de los propósitos del Decenio” (Marco de

Acción del DIRDN;1989)

1994

Primera Conferencia

Mundial sobre la

Reducción del Riesgo

de Desastres:

Estrategia de

Yokohama.

En el apartado “Recomendaciones para la Acción”, se divide en: las

“actividades a nivel comunitario y nacional”, las “actividades en los

planos regional y subregional” y por último las “actividades en el plano internacional”.

En el documento se refleja la interacción multinivel a la que se

aspira:“Las medidas preventivas son más eficaces cuando entrañan la

participación en todos los planos, desde la comunidad local hasta los

planos regional e internacional, pasando por los gobiernos de los

países” (Estrategia de Yokohama; 1994: p. 6).

1999

Creación Estrategia

Internacional para la

Reducción de

Desastres (EIRD).

La estructura del documento del Marco de Acción de la EIRD, a

diferencia del resto de los instrumentos, está dada por sus definiciones,

visión y de acuerdo a ésta, los objetivos a alcanzar donde se propone:

“Estimular la formación de sociedades interdisciplinarias e

intersectoriales y ampliar la creación de redes sobre reducción de los

riesgos a todo nivel” (Marco de Acción de la EIRD; 2001).

En el mismo sentido, en el apartado denominado “Área de interés

común” (entre los objetivos) se incluyen dos a destacar: “- El manejo y la

planificación del uso territorial, incluyendo la apropiada utilización territorial en áreas rurales, montañosas y costeras en riesgo, al igual que

en áreas urbanas no planificadas en megaciudades y ciudades

secundarias. -El desarrollo de una legislación nacional, regional e

internacional con respecto a la reducción de desastres” (Marco de

Acción de la EIRD; 2001).

2005

Segunda Conferencia

Mundial sobre la

Reducción del Riesgo

de Desastres: Marco

de Hyogo (2005-

2015).

El Marco de Hyogo se enfocó en la acción a todo nivel y en reiteradas

oportunidades se puntualiza, en el documento, el nivel local o comunitario. En la estructura de este instrumento se desarrollan las

prioridades y luego la aplicación teniendo en consideración a los Estados,

instituciones regionales, organizaciones internacionales y no se contempla

la escala local. Sin embargo, remarca que “todos los Estados deben

esforzarse por llevar a cabo las siguientes tareas (del MAH) en los

planos nacional y local, asumiéndolas como propias y en colaboración

con la sociedad civil y otras partes interesadas, en la medida de su

capacidad financiera, humana y material y teniendo en cuenta sus

disposiciones jurídicas internas y los instrumentos internacionales

existentes relacionados con la reducción de riesgos de desastres”.

(MAH; 2005: p.15)

2015 Tercera Conferencia

Mundial Sobre la

Reducción del Riesgo

de desastres: Marco

de Sendai (2015-

2030).

El documento de este Marco se estructura poniendo énfasis en sus cuatro prioridades de acción, que están desarrolladas de manera general y luego

focaliza por un lado el “Nivel Nacional y local” y por el otro “Nivel

mundial y regional”. Según el documento se consideró que “Si bien la

función propiciadora, de orientación y de coordinación de los gobiernos

nacionales y federales sigue siendo esencial, y es necesario empoderar a

las autoridades y las comunidades locales para reducir el riesgo de

desastres, incluso mediante recursos, incentivos y responsabilidades por

la toma de decisiones, como corresponda”(Marco de Sendai; 2015:p. 10)

Page 59: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

54

1.3 Instrumentos financieros internacionales para situaciones de desastres

Uno de los elementos destacados por los instrumentos internacionales vinculados a la GRD

es la financiación para la RRD. Una de las prioridades del Marco de Acción de Sendai

(2015-2030) fue “invertir en la RRD para la resiliencia”, y para lograrlo estableció que se

debe “alentar la coordinación entre las instituciones financieras mundiales y regionales

con miras a evaluar y prever los posibles efectos económicos y sociales de los desastres”

(Marco de Sendai; 2015: p. 20).

Por esta razón, este apartado desarrolla brevemente cuales son los instrumentos y

estrategias financieras que brindan las instituciones internacionales como el Fondo

Monetario Internacional (FMI), Banco Mundial (BM) o los distintos bancos de desarrollo

(Banco Interamericano de Desarrollo, Corporación Andina de Fomento, entre otros). Estas

herramientas pueden ser seguros financieros o “fondos contingentes”; estos últimos sirven

para garantizar la disponibilidad de fondos en la previsión de una necesidad financiera real,

que habitualmente depende de que se llegue a un determinado estado o se produzca un

hecho puntual, como en el caso de los desastres.

Según Perry (2009) las medidas que pueden adoptar los Estados, en relación a los

desastres, se clasifican en “ex post” o “ex ante”, es decir, después o antes que se produzcan

las conmociones. El autor indicó que los Estados, ante un desastres pueden aplicar medidas

“ex post” realizando un ajuste fiscal o pedir un préstamo de emergencia, en cambio las

medidas “ex antes” o preventivas, se refieren a que ya cuentan con códigos de

zonificación, construcción y reacondicionamiento, refuerzo de capacidad de repuesta o con

fondos de emergencias, bancos contra catástrofes, seguros y reaseguros o líneas de créditos

contingentes (Oficina de Evaluación y Supervisión-OVE; 2016)

En el caso del FMI, prestamista de última instancia por excelencia del sistema

internacional, se destaca por asistir a los desbalances y crisis financieras de los países, pero

ofrece también asistencia en emergencia y desastres, a través del denominado Instrumento

de Financiamiento Rápido (IFR) desde 2012. Se creó para reemplazar y ampliar el alcance

de las políticas de la Asistencia de Emergencia de Catástrofes Naturales (ENDA) originada

en 1962. Los países que utilizaron la asistencia financiera en el marco del ENDA entre

1995 a 2010 fueron por ejemplo: Bangladesh (inundaciones 1998 y 2008); Haití (huracán

1998), Turquía (terremoto 1999), Granada (Huracán 2003 y 2004), Dominica (Huracán

2009), Belice (inundaciones 2009), Pakistán (inundaciones 2010), entre otros (FMI; 2010)

Page 60: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

55

y Ecuador fue uno de los que utilizó el RFI a causa de un terremoto en 2016 (Ecuador

Inmediato; 2016)

El Banco Mundial ofrece desde 2008 Líneas para catástrofes con opción de Desembolso

Diferido (CAT DDO), que se enmarca dentro del Financiamiento de Políticas de

Desarrollo que está destinada a los prestatarios del BIRF (Banco Internacional de

Reconstrucción y Fomento) y de la AIF (Asociación Internacional de Fomento). Los

términos de elegibilidad consisten en que el prestatario debe declarar la emergencia y

contar con mecanismos de gestión de riesgos de desastres, pero no se interesa por sus

condiciones macroeconómicas. La ventaja de este instrumento es que el desembolso no

tiene un límite global, su periodo es de 15 años y se puede renovar hasta tres veces. Los

Estados que lo han pedido fueron: Haití, Nicaragua, Costa Rica, Perú, Colombia,

Guatemala, entre otros (OVE-BID; 2016).

Además, el BM ofrece herramientas de gestión de desastres basadas en el mercado como:

el Fondo de Seguro contra Riesgos de Catástrofes en el Caribe desde el 2007, el

Instrumento de Cobertura Climática implementado en Uruguay en el año 2013 y el

Programa “Multiplicat”, que se trató de un mecanismo de emisión de bonos de catástrofes

que se desarrolló en 2009 para que los países cuenten con un seguro antes de que ocurra un

desastres. México fue pionero en 2006, ya que emitió bonos de catástrofes y luego

continúo por medio del programa. Este seguro permite que el Banco Central del Estado en

cuestión esté asesorado por medio del BM, para emitir estos bonos que sirven como

seguros y financiamiento para la emergencia y reconstrucción de un posible desastre, es

una de las maneras de generar una política pública económica y preventiva de GRD.

En el caso específico del BID, el primer instrumento financiero que lanzó para dar

respuesta a los desastres naturales fue la Facilidad de Crédito Contingente para

Emergencias Causadas por Desastres Naturales (FCC), aprobada en 2009, como medida

ex post. El monto depende de la intensidad del hecho en cuestión y de la población

afectada, además el préstamo tiene posibilidades de extenderse en el tiempo. Este

mecanismo fue aprovechado por Republica Dominicana (2009), Honduras (2012), Ecuador

(2012 y 2014), Panamá (2012), Costa Rica (2012), Perú (2013) y Nicaragua (2013) (BID;

2016).

En el 2012, el BID amplió la capacidad del FCC desarrollando una Línea de Crédito

Contingente para Desastres Naturales (CCL), ésta permite que cualquier autoridad

competente a nivel nacional, provincial e inclusive municipal que declare estado de

emergencia, a causa de cualquier desastre, pueda obtener una línea de crédito contingente.

Page 61: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

56

Para acceder, el Estado debe atravesar por una evaluación de los parámetros

macroeconómicos y hay un límite de desembolso de acuerdo a su PBI. Hasta 2015 el CCL

no se ha utilizado, de acuerdo al informe de OVE (2016) esto se debe a la falta de demanda

del instrumento por su elevada comisión para la movilización de fondos.

La proliferación de instrumentos financieros para asistir en caso de desastres que se

observan a nivel internacional y regional, tiene importancia reciente debido al ingreso y

repercusión que tiene el tratamiento de la GRD en la agenda internacional. De acuerdo a la

Oficina de Evaluación y Supervisión (2016) del BID, todavía son insuficientes y se

necesita de una mayor claridad de los instrumentos según la clasificación del riesgo, el

alcance del instrumento o la disponibilidad rápida del fondo y las condiciones de

elegibilidad, por ende se debe comunicar con mayor especificidad, para que los gobiernos

evalúen la conveniencia de acceder o no este tipo instrumentos financieros.

Ahora bien, retomando la estructura del documento del Marco de Sendai, en el siguiente

apartado se analiza la GRD a escala regional, con referencias de índole más general a

América Latina, pero focalizando en América del Sur, debido a la relevancia de este

espacio geográfico para la República Argentina, en virtud de su pertenencia a bloques de

integración regional que se asocian con países de la subregión, especialmente el Mercosur

Ampliado.

1.4 La normativa e instituciones sobre la Gestión de Riesgos de Desastres a nivel

regional sudamericano

Como introducción al análisis del desarrollo de institucionalidad y doctrina de la GRD a

escala regional, no se puede dejar de mencionar que fenómenos como “El niño” (ENOS) y

el calentamiento global tienen efectos cada vez más graves en este espacio geográfico:

temperaturas más extremas y frecuentes, inundaciones, sumada a la ocurrencia de

terremotos y tsunamis, por causas geológicas. Sin embargo, “las inundaciones causan las

mayores pérdidas económicas en todos los países [de América del Sur] a excepción de

Chile y Perú, cuyas mayores pérdidas están asociadas a terremotos y tsunamis” (Khamis y

Osorio; 2013 p: 9). Esto ha influido, sin lugar a dudas, en la proliferación de instrumentos

a nivel regional y acuerdos entre países para brindar respuestas coordinadas y alcanzar

compromisos en la materia. En este contexto, se manifiesta la creciente necesidad de

garantizar su respaldo con recursos financieros, planes y mecanismos de contingencia,

recursos humanos y mayor sensibilización social, con fuerte participación del ámbito

Page 62: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

57

educativo (Khamis y Osorio; 2013). Para tener una idea más cabal de la situación en

términos financieros, de acuerdo a estimaciones de 2015, solamente alrededor de 13% de

las potenciales pérdidas económicas relacionadas con desastres estaban aseguradas en

América Latina, frente a 44% de América del Norte y 24% de Europa (Oficina de

Evaluación y Supervisión- BID; 2016).

Teniendo en cuenta esta realidad, el presente apartado pretende analizar el tratamiento

político que recibe la GRD en la región sudamericana y específicamente en aquellos

organismos donde Argentina es miembro. Para ello, es necesario comprender algunos de

los elementos del contexto internacional y observar los cambios que se produjeron en los

procesos de integración a nivel regional, en la etapa bajo estudio.

Durante los años ´90 la integración estuvo influida por la hegemonía del neoliberalismo

que alentaba a la inserción de las economías nacionales de América Latina a una economía

globalizada, siguiendo políticas de desregulación del mercado y liberalización del capital,

donde se privilegiaban intereses privados y financieros que se imponían sobre otros

sectores. En efecto, la modalidad de integración que se materializó en el periodo, se

denominó “regionalismo abierto” producto de la voluntad política para lograr una mayor

liberalización y apertura internacional de las economías (CEPAL; 1994).

Como consecuencia de la crisis de las economías neoliberales de los países de la región

desde fines del siglo XX, y la efervescencia social y política que las acompañó, se extendió

desde mediados de los ´90 hasta principio del siglo XXI, la emergencia en América del Sur

de gobiernos representativos de una época denominada por algunos especialistas como

“posneoliberal” (Arena García; 2012). Estos gobiernos tenían diferencias ideológicas, pero

coincidieron en reivindicar el rol del Estado para construir sociedades más justas y

aspiraron a desarrollar posiciones autónomas en el escenario internacional a través de

procesos de cooperación política y económica (Sader 2013; Bresser-Pereira y Theuer,

2012). Tal es el caso de Hugo Chávez en Venezuela (1999-2013), Luiz Inácio Lula Da

Silva (2003-2011) y Dilma Russeff (2011-2016) en Brasil, Evo Morales en Bolivia (Desde

el 2006 hasta la actualidad), Néstor Kirchner (2003-2007) y Cristina Fernández (2007-

2015) en Argentina, Tabaré Vázquez (2005-2010/2015 hasta la actualidad) y José Mujica

(2010-2015) en Uruguay, Michelle Bachelet en Chile (2006-2010/2014 hasta la

actualidad), Rafael Correa en Ecuador (desde el 2007-2017), Fernando Lugo (2008-2011)

en Paraguay y Ollanta Humalla en Perú (2011-2016).

Estos procesos se vieron favorecidos por un particular contexto político internacional,

signado por los ataques del 11 de septiembre del 2001 a los Estados Unidos y la guerra

Page 63: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

58

global contra el terrorismo que llevó a la focalización del interés geopolítico

estadounidense en la región de Medio Oriente. Igualmente, América Latina continuó

ocupando un importante lugar en la política exterior de Washington, pero no fue una zona

de preocupación inmediata (salvo las puntuales excepciones de Colombia, México y

Cuba), permitiendo a la región adquirir mayores márgenes de autonomía. También se

vieron beneficiados por una realidad económica internacional promisoria durante la mayor

parte de la primera década del siglo XXI, ya que las condiciones de financiamiento para los

mercados emergentes fueron muy favorables y las tasas de interés que se encontraban en

sus mínimos históricos, generaron una abundante liquidez de capitales. Sumado a un

aumento sostenido del precio de las commodities, productos fundamentales en las

estructuras de exportación de muchos Estados latinoamericanos, alentado entre otros

motivos, por la expansión de la demanda de países como China e India. Todos estos

factores facilitaron la emergencia de un amplio espectro de gobiernos de corte progresista

o de izquierda en Sudamérica (Ceipil y Cascos Blancos; 2014) y de iniciativas

integracionistas de tinte más autónomo.

El desmantelamiento del orden neoliberal a nivel nacional en algunos Estados

sudamericanos, promovió un nuevo paradigma de integración regional que no sólo

atendiera los intereses económicos-comerciales, sino también que se constituyera en un

espacio de colaboración y cooperación para crear capacidades nacionales y enfrentar las

problemáticas que afectaban a la región, ampliar la agenda de integración a nuevas

temáticas, y trabajar por el posicionamiento internacional “en bloque” que permitiera

obtener un peso de negociación mayor en determinadas áreas (Ceipil y Cascos Blancos;

2014).Durante la primera década y media del siglo XXI, la región se vio transformada por

nuevos conceptos, discursos, objetivos, formas de negociación, nuevas instituciones e

instancias al interior de los procesos de integración regional, como fue el caso del

MERCOSUR o el surgimiento de nuevas formas de integración regional como la

UNASUR, que se desarrollaran en los próximos apartados.

Vale aclarar, que después de 2015-2016 el escenario internacional y regional comenzó a

alterarse, a raíz de los cambios de gobierno que dieron un giro hacia la derecha, en varios

Estados Sudamericanos, no obstante, el grueso de los años que comprenden la etapa

analizada, corresponden al contexto antes descripto.

Page 64: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

59

1.4 a. MERCOSUR: Mercado Común del Sur

El Mercado Común del Sur representa un proceso de integración regional que se

constituyó inicialmente por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay mediante la firma del

Tratado de Asunción en 1991, en el contexto del paradigma del regionalismo abierto.

El proceso de cambio del modelo de integración dentro del Mercosur, detallado en el

apartado previo, se dio a principios del siglo XXI, cuando la decadencia y la frustración

por las crisis económicas consecuencia del periodo neoliberal en la región,

particularmente, en 1998 en Brasil y en el 2000-2001 en Argentina.

Estas crisis internas trajeron como correlato el fortalecimiento de los movimientos y

fuerzas sociales, que permitieron el surgimiento de nuevos líderes, cuestionadores del

neoliberalismo, e incluso del “regionalismo abierto” (Bizzozero y Rodriguez; 2015). Estos

líderes fueron denominado por algunos especialistas como “pos-neoliberales” (Arenas

García; 2012), “socialistas del siglo XXI” (Chavez; 2005; Atilio Borón; 2008), “la nueva

izquierda latinoamericana” (Barret & Chavez 2008; Vilas, 2006), entre otros, que

coincidieron relativamente en el discurso, en algunas características de los modelos de

desarrollo internos y políticas públicas (con matices claramente singulares), durante gran

parte del periodo estudiado.

En este marco, uno de los antecedentes importantes que se desarrolló dentro del Mercosur

en relación a la GRD, fue en 2001 cuando el Consejo del Mercado Común “adoptó un

Acuerdo Marco sobre Medio Ambiente en el cual se incluyeron los desastres y

emergencias ambientales y en el 2004 se Aprobó el Protocolo Adicional al Acuerdo Marco

en Materia de Cooperación y Asistencia ante Emergencias Ambientales” (Ceipil y Cascos

Blancos; 2014: p. 106) a razón de que la temática medio ambiental se consideraba

necesaria “en la agenda de consolidación y profundización del Mercosur” (Acuerdo Marco

sobre Medio Ambiente del Mercosur; Dec. CMC N°2; 2001). Las emergencias ambientales

se definieron como “situación resultante de un fenómeno natural o antrópico que sea

susceptible de provocar graves daños al ambiente o a los ecosistemas y, que por sus

características, requieren asistencia inmediata” (Artículo 1 del Protocolo Adicional;

2001). Este protocolo constituyó una herramienta inicial y precursora para la cooperación

de las diferentes agencias nacionales de los miembros partes para enfrentar este tipo de

emergencia (Ceipil y Cascos Blancos; 2014).

Este suceso se desarrolló en un momento en que se iría, muy gradualmente, dando lugar a

una ampliación de la agenda en el Mercosur, que según Geyneiro y Vázquez (2006), toma

Page 65: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

60

como punto de inflexión el “Consenso de Buenos Aires” entre Brasil y Argentina en 2003,

donde se plantearon los principales desafíos de esta “nueva agenda” como el

fortalecimiento de las democracias, el combate a la pobreza, desigualdad y desempleo.

Además, el Consejo del Mercado Común, mediante programas como el Plan de Trabajo

2004-2006, buscó avanzar en una integración más profunda en términos, institucionales,

económico-comerciales, sociales, de cooperación en ciencia y tecnología e integración

física y energética.

Es importante aclarar que la integración se fortaleció paulatinamente a raíz del

establecimiento de lazos de confianza dentro de la región, también influenciado por una

mejora económica a nivel internacional, lo que llevó a que la opinión pública sea favorable

a la integración regional sudamericana, favoreciendo la diversificación y ampliación de la

agenda. Otro de los acontecimientos relevantes e influyentes fue la ampliación del núcleo

original del bloque con la incorporación de Venezuela en el 2012 y de Bolivia en el 2015.

En el 2016 se cumplieron 25 años de la fundación del Mercosur, las opiniones de los

especialistas están dividas en cuanto al balance del período. Algunos consideran que el

bloque ha logrado estabilizar las relaciones pacíficas entre los socios y se ha ampliado

hacia el resto de América del Sur, con adhesión de miembros y socios, destacando que el

fortalecimiento de la identidad regional, incluyendo temas sociales en su agenda y creando

instituciones representativas de la sociedad civil como el Parlasur o el Instituto de Políticas

Públicas de Derechos Humanos del Mercosur (Bizzozero; 2014). Sin embargo, otros

especialistas como Bartesaghi (2016) enfatizan que el Mercosur cumplió sólo parcialmente

los objetivos del Tratado de Asunción; así por ejemplo, todavía no se ha completado la

zona de libre comercio de los países miembros.

De acuerdo a Bizzozero y Rodríguez (2015) el Mercosur atravesó un proceso de

densificación institucional en estos años, el inicio del tratamiento de las asimetrías entre los

Estados miembros, un incremento de decisiones sobre la dimensión global del proceso de

integración y la inclusión más específica de la dimensión social y nuevas temáticas

(Bizzozero; 2013).

REHU y RMAGIR

Ahora bien, teniendo en cuenta los temas de la nueva agenda dentro del Mercosur, en lo

que respecta al abordaje de la GRD, durante el período estudiado, se creó la Reunión

Especializada de Reducción de Riesgos de Desastres Socio-naturales, la Defensa civil, la

Protección Civil y la Asistencia Humanitaria (en adelante REHU) por Decisión del

Page 66: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

61

Consejo del Mercado Común (CMC) N° 003/09, a partir de la Cumbre del Mercosur de

Asunción, Paraguay celebrada en julio de 2009.

Esto se dio en un contexto de ampliación y mayor relevancia de la agenda política de la

integración regional, y del creciente número de desastres que ocurrieron en los últimos

años, como por ejemplo las inundaciones en Argentina (2001 y 2003), terremoto en Chile

(2004) y inundaciones en Bolivia (2009), otros de los desastres que ocurrieron fueron por

ejemplo las inundaciones y desplazamientos en los estados brasileños de Minas Gerais y

Santo Espíritu Brasil (2013); terremoto en Chile (2014), las inundaciones en ocho

provincias argentina (2016), sequias en Bolivia (2016), entre otros (Redhum; 2017) lo que

acrecentó la importancia del tratamiento de la GRD dentro del Mercosur.

La REHU representó un hito en el camino hacia la consolidación de un mecanismo de

asistencia mutua dentro del MERCOSUR, y se consideró una asignatura pendiente en el

ámbito subregional hasta el momento de su creación, ya que anteriormente sólo existían

instituciones y procedimientos de asistencia particular de cada Estado.

La REHU, cuya vigencia fue de 2009 a 2015, constituyó un órgano dependiente del Grupo

del Mercado Común, coordinado por el Foro de Consulta y Concertación Política (FCCP).

El FCCP, a su vez, es un organismo auxiliar del Consejo del Mercado Común (CMC),

integrado por altos funcionarios de las cancillerías de los Estados Partes y de los países

asociados del bloque para el tratamiento de los temas de interés común. Cada año, se

nombró a la Presidencia Pro-Tempore que le correspondía al Estado Parte elegido para

hacerse cargo y abordar las propuestas en cada Reunión (Decisión CMC N°03; 2009).

Desde los inicios de la REHU, los presidentes y cancilleres del Mercosur definieron y

compartieron su postura sobre la problemática de la gestión de riesgos y asistencia

humanitaria, reconociendo: el incremento de los desastres socio-naturales en la región, la

necesidad de socializar, agilizar y fortalecer la prevención y la respuesta ante esos

fenómenos. También, coincidieron en la importancia de los lineamientos del “Marco de

Acción de Hyogo” e inclusive expresaron su interés en incorporar la gestión local del

riesgo en la agenda pública de los países de la subregión, fomentando la participación

comunitaria organizada, de modo que los propios beneficiarios cooperen en las diferentes

actividades de prevención, mitigación y atención de desastres. Así, se encuentra plasmado

en el texto fundacional de la REHU, “que los Estados Partes del Mercosur y Estados

Asociados desean promover aspectos del Marco de Hyogo 2005-2015, lo cual implica

enfrentar a los desastres de origen natural o antrópicos desde un enfoque integral para la

prevención, la mitigación, la atención y la recuperación” (Decisión CMC 003;2009).

Page 67: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

62

En las sucesivas Reuniones Ordinarias del REHU (en noviembre 2009 en Montevideo;

marzo y junio de 2010 Buenos Aires; junio 2011 en Asunción; julio 2012 en Rio de

Janeiro; noviembre de 2013 en Caracas y julio del 2015 en Brasilia), a través de distintos

comunicados conjuntos se expresó la firme voluntad de sumar sus esfuerzos hacia la

construcción de mecanismos permanentes de coordinación y cooperación entre los

sistemas nacionales de gestión de riesgos y asistencia humanitaria, y en la adopción e

implementación de políticas regionales desde una perspectiva integral.

Esta idea se materializó, por ejemplo, en el Taller de "Manejo de Suministros en el

MERCOSUR" que se realizó en Buenos Aires en 2010 y se fue perfeccionando cada vez

más. Su objetivo fue aumentar la coordinación entre los países para hacer frente a los

desastres desde una perspectiva de integración. Siguiendo esta línea en la Reunión de la

REHU de Recifes Brasil (2010) se sostuvo que era importante continuar con:

“(…) el abordaje de cuestiones como la participación institucional de REHU en foros

internacionales, la continuidad en el proceso de actividades conjuntas, los avances en

la coordinación entre los sistemas nacionales de gestión del riesgo, la cooperación

humanitaria brindada a países fuera del MERCOSUR y la articulación con los

organismos internacionales” (Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de la

República Argentina; 2010).

En concordancia, se destacan dos comunicados conjuntos uno de 2010 y otro de 2011,

resultado de las Reuniones del Consejo del Mercado Común. La primera se desarrolló en

San Juan, Argentina y se destacó el interés de:

“(…) impulsar la coordinación regional de políticas, estrategias y planes, a través del

acercamiento entre los mecanismos subregionales existentes de gestión de riesgos,

como el Comité Andino para la Prevención y Atención de Desastres (CAPRADE), el

Centro de Coordinación para la Prevención de los Desastres Naturales en América

Central (CEPREDENAC), la Agencia Caribeña para el Manejo de los Desastres y la

Emergencia (CDEMA), y la Reunión Especializada de Reducción de Riesgos de

Desastres Socionaturales, la Defensa Civil, la Protección Civil y la Asistencia

Humanitaria del MERCOSUR (REHU) (…) En igual sentido, [se destacó] el trabajo

humanitario desarrollado en Haití por otras iniciativas nacionales como la iniciativa

Cascos Blancos, personal humanitario de Paraguay y Uruguay y la Brigada

Internacional Simón Bolívar de Venezuela (…) [y] los compromisos asumidos en la

Declaración de Solidaridad de UNASUR con Haití, adoptada en la Cumbre

Extraordinaria de Quito del 9 de febrero de 2010” (Mercosur; 2010)

Page 68: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

63

El segundo acontecimiento (2011) se refiere al lanzamiento de un comunicado conjunto de

los Estados Partes del Mercosur y Estados Asociados en la XLI Reunión CMC y en uno de

sus puntos se indicó que:

“Tomaron nota de los trabajos de la Reunión Especializada de Reducción de Riesgo

de Desastres Socio-naturales, la Defensa Civil, la Protección Civil y la Asistencia

Humanitaria del MERCOSUR (REHU) y acordaron promover, en su ámbito,

iniciativas en materia de manejo integral de suministros y manejo de cuencas

hidrográficas, gestión de riesgos y asistencia humanitaria” (Comunicado de Reunión

de CMC; 2011:p. 2).

Asimismo, los Estados Parte celebraron la XLIX Reunión del CMC, el 20 de diciembre de

2015 en Asunción, Paraguay, donde decidieron crear la Reunión de Ministros y Altas

Autoridades de Gestión Integral de Riesgos de Desastres (en adelante, RMAGIR), a través

del decreto 47/15 (Decisión. CMC N° 47/2015).

Esta Reunión reemplazó y continúa actualmente los trabajos de la REHU, con el objetivo

mejorar las sinergias a nivel subregional, asesorar y proponer medidas, políticas y acciones

al más alto nivel en materia de gestión integral de riesgos de desastres. Este cambio se

produjo en medio de la dramática situación que vivieron cientos de miles de personas en

Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay por el desborde de los ríos en el sistema hídrico

Paraguay-Paraná, que obligó a evacuar gran cantidad de gente de las zonas ribereñas, con

los consecuentes perjuicios económicos, sociales y afectivos que provocan el desarraigo y

la sobrevivencia en condiciones de extrema precariedad (La Nación- Paraguay; 2016)

Este tipo de desastres en la región hizo que los mandatarios consideren esta instancia no

sólo como oportuna sino también urgente e indispensable.

Entre las funciones de la RMAGIR destacan:

“Definir prioridades en el área de la gestión integral de riesgos de desastres de la

región.

Proponer políticas subregionales transfronterizas en materia de gestión integral de

riesgos de desastres basadas en realidades nacionales que contribuyan a las mismas,

apoyados en el intercambio de información, investigación, innovación, experiencias,

asesoría técnica y científica.

Promover la creación de una plataforma MERCOSUR en materia de gestión

integral de riesgos de desastres integrada por los Estados Partes” (RMAGIR; 2015).

Page 69: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

64

La primera Reunión del RMAGIR se realizó en Uruguay en marzo de 2016, a un año del

Marco de Acción de Sendai, por lo que trató su implementación en esta instancia.

También se dedicó a analizar los efectos del Fenómeno del Niño en la Sub-Región y sus

proyecciones de futuro y trabajó sobre el diseño de una propuesta de tareas y reglamentos

del RMAGIR.

Si bien reciente su puesta en funcionamiento, lo relevante fue la incorporación de la

Gestión Integral de Riesgos de Desastre, que complejizó aún más el término de GRD,

otorgándole mayor importancia a la comprensión de las distintas variables y

características del riesgo. Esto determinó el abandono de la tradicional fragmentación

temporal, espacial e institucional propia de las mayorías de las actuaciones ante el riesgo

ante desastres, convirtiéndose en un tratamiento interdisciplinario inmerso en la

integración de las instituciones nacionales y regionales del Mercosur.

Mercociudades

Otro de los espacios institucionales del Mercosur, donde se trata el tópico de GRD es en la

Red de Mercociudades, dentro de la Unidad Temática Ambiente y Desarrollo Sostenible

(UTADS). Esta red fue creada en 1995, durante la realización del Seminario "Mercosur:

Oportunidades y Desafíos para las Ciudades", organizado por la Unión de Ciudades

Capitales Iberoamericanas-Subregión Cono Sur en Asunción.

La “Declaración de Asunción” emitida en esa oportunidad, expresó la voluntad de los

Alcaldes de crear una asociación de Ciudades del Mercosur y el deseo de participar

activamente de la construcción del proceso de integración regional.

En julio del mismo año, en la ciudad de Porto Alegre, los Alcaldes firmaron el

"Compromiso de Porto Alegre" donde declararon su aspiración de profundizar el

protagonismo de las ciudades en el proceso de integración, definieron las características

principales que tendría la nueva organización de ciudades y se estableció un plazo para la

fundación de la misma. Finalmente, en noviembre, se realizó en la ciudad de Asunción la I

Cumbre de Alcaldes, Intendentes y Prefeitos donde se firmó el Acta Fundacional de

Mercociudades (Mercociudades; 2016).

Los objetivos de la red se centraron en: aumentar las competencias de las ciudades en las

diferentes instituciones dentro del Mercosur; crear canales de comunicación, información e

intercambio de experiencias, impulsar convenios y cooperación en diferentes áreas para

planificar políticas comunes y fortalecer los apoyos técnicos. Actualmente, la Red se ha

ampliado a más de 323 ciudades de Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay, Venezuela,

Page 70: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

65

Chile, Bolivia, Ecuador, Perú y Colombia y nuclea a unos 120 millones de personas

(Mercociudades; 2017).

Mercociudades presenta una serie de Unidades Temáticas desde Género, Educación,

Participación Ciudadana, Ciencia y Tecnología, Cooperación Internacional, Desarrollo

Urbano y Desarrollo Social, Cultura y la que es de interés a los fines de la presente

investigación es la Unidad Temática de Ambiente y Desarrollo Sostenible (UTADS)

creada en 1996.

La UTADS consideró que los gobiernos locales tienen la tarea fundamental de

confeccionar una agenda conjunta y articulada para afrontar los desafíos de la región en

sintonía con los acuerdos y campañas a nivel internacional, ya que los municipios son la

primera instancia de vinculación entre el Estado, las instituciones y las comunidades en

cada territorio.

“Hasta hace pocos años, la incidencia [de las ciudades en la agenda] era básicamente

entendida como un mecanismo o actividad de los gobiernos locales en relación con sus

gobiernos nacionales, o en el mejor de los casos con organismos regionales. En años

recientes se ha incrementado la conciencia sobre el impacto que tienen en el territorio,

los temas que se debaten en la comunidad internacional, principalmente entre

gobiernos nacionales. Esto, en algunos casos ha traído consigo la apertura de algunas

ventanillas de participación para los gobiernos locales, imponiendo a las ciudades la

necesidad y el desafío de desarrollar acciones de incidencia en la agenda global (…)

[Así,] las redes de gobiernos locales constituyen una herramienta clave para la

elaboración e implementación conjunta de estrategias de incidencia política” (Foro

Internacional sobre la Incidencia Global de las Ciudades-Montevideo; 2015: p. 12-13).

América Latina cuenta con algunas redes con fuerte potencia, especialmente

Mercociudades, pero que han tenido comparativamente con las de resto del mundo, han

tenido poca presencia en las agendas globales, quizá por su menor trayectoria histórica

(Foro Internacional sobre la Incidencia Global de las Ciudades-Montevideo; 2015). Sin

embargo, en tópicos como GRD que es de carácter transfronterizo y que tiene cada vez

mayor importancia en la agenda internacional, ha participado a través de acuerdos,

compromisos y memorándum de entendimientos con otras organizaciones donde se

privilegió el desarrollo sustentable, el cambio climático, la resiliencia y la GRD.

En virtud de lo antedicho, se destaca el “Acuerdo Marco de Colaboración entre

Mercociudades y la Oficina de Naciones Unidas para la Reducción de Riesgo de

Desastres (UNISDR)” firmado el 3 de octubre de 2012, con el objetivo de difundir y

Page 71: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

66

promover conjuntamente la Campaña de RRD de la UNISDR “Desarrollando Ciudades

Resilientes: Mi Ciudad se está Preparando”19

orientada a gobiernos locales a nivel global,

en pos de lograr los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) prestando especial

atención a la acción de RRD y la adaptación al cambio climático.

De esta manera se plantearon los siguientes compromisos:

Primero: impulsar, promocionar y difundir información sobre la Campaña

Desarrollando Ciudades Resilientes en torno dar impulso político al MAH, la RRD y a

la Campaña Mundial, asegurando el cumplimiento de los 10 aspectos esenciales para

lograr ciudades resilientes dentro del Mercosur. “Nominar en el marco de la campaña

a las ciudades que hayan desarrollado buenas prácticas en la RRD y elaborar un

informe de impacto sobre la gestión desarrollado por Mercociudades con sus

miembros respecto a la Campaña, y el desarrollo de ciudades resilientes que será

integrado al informe final de UNISDR y difundidos por sus respectivos sitios web.

Segundo: con el objetivo de asegurar el desarrollo adecuado del presente marco de

colaboración, cada una de las instituciones participantes nombrará un punto focal y

representante para el desarrollo de las actividades que ambas instituciones convengan

a favor del éxito del presente marco de colaboración.

Tercero: el presente marco (…) tendrá vigencia desde el momento de su firma y tendrá

duración hasta la culminación de la campaña en el 2015, periodo luego del cual podrá

ser renovado (…) Este podrá ser terminado y quedará sin efecto mediante notificación

de cualquiera de las partes firmantes” (UTADS-Mercociudades; 2012:p. 6-7).

Este marco de Colaboración entre Mercociudades y UNISDR fue ratificado y su vigencia

extendida hasta el año 2020 (Mercociudades; 2017).

En marzo del 2015, se desarrolló un trabajo conjunto y voluntario que estableció una serie

de “Compromisos de las/los líderes de los gobiernos locales hacia la Conferencia Global

para la Reducción de Riesgos de Desastres” como borrador que se presentó en el Marco

Post-2015 de Sendai. Este trabajo fue parte de la iniciativa de la “Hoja de Ruta de las

Ciudades Latinoamericanas para la Resiliencia” (EIRD; 2015).

La red de Mercociudades ha resuelto en la XXI Cumbre realizada en Santa Fe en

noviembre de 2016, promover la construcción de sociedades resilientes en el marco de la

cooperación internacional y ha aprobado el plan anual de trabajo para el periodo 2017 que

prioriza la “formación de ciudades resilientes desde una concepción amplia, que aborde

19 La Campaña Desarrollando Ciudades Resilientes: Mi ciudad se está preparando de la UNISDR se originó

a partir de la Declaración de Incheón para el establecimiento de una Alianza de Gobiernos Locales para la

RRD (2009).

Page 72: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

67

tanto la gestión integral del riesgo de desastres como las tensiones y crisis que afectan a

las ciudades de manera de incorporar este enfoque en las políticas de desarrollo local y

sustentabilidad ambiental (…) teniendo en cuenta el Marco de Acción de Sendai 2015-

2030) (Plan de Acción del Marco de Colaboración UNISDR-Mercociudades; 2017: p. 1).

En otro de los documentos donde se visualiza la creciente importancia de la GRD en la

agenda de la red es en el “Plan de Trabajo de la Presidencia de la Red de Mercociudades

(2016-2017): Construyendo sociedades resilientes en el marco de la integración

regional”. La ciudad de Santa Fe, Argentina, fue el municipio elegido para ejercer la

presidencia que se propuso “como principal objetivo y desafío concientizar, sensibilizar y

promover ciudades resilientes e inclusivas” (Mercociudades; 2016: p.1).

Los principales ejes temáticos propuestos para la gestión, en la presidencia fueron:

“1) Formación de sociedades resilientes, desde una concepción amplia, que aborde

tanto la gestión integral del riesgo de desastres como las tensiones y crisis que afectan

a las ciudades de manera de incorporar este enfoque en las políticas de desarrollo local

y sustentabilidad ambiental.

2) Promoción de sociedades inclusivas, a través de la generación de oportunidades de

aprendizaje y educación, desarrollo de capacidades y fomento del crecimiento personal

y social, en forma equitativa durante toda la vida.

3) Impulso de la cooperación, el proceso de integración regional y la relación con

organismos internacionales y de financiamiento, para fortalecer la capacidad de los

gobiernos locales en el diseño y ejecución de políticas públicas sostenibles así como la

promoción de la integración económica” (Plan de trabajo de la presidencia de Santa

Fe, 2016: P. 2-3).

Este Plan de Acción de la UTADS para 2016 coordinado por el Municipio de Santa Fe

tiene como desafío dentro de la GRD:

“(…) crear espacios de participación para planificar a mediano y largo plazo, que

contenga a la vez la concreción de acciones a corto plazo para evitar, que un evento

natural o antrópico, se transforme en un desastre. En este sentido, se trabaja en la

conformación de una red que permita consolidar vínculos de cooperación y el

fortalecimiento e intercambios de experiencias de las ciudades de la región, a fin de

potenciar los esfuerzos realizados por los Municipios que se encuentren desarrollando

políticas de Gestión de Riesgos” (Plan de Trabajo de la Unidad Temática de Medio

Ambiente y Desarrollo Sostenible; 2016: p. 3)

Page 73: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

68

Esto implica llevar adelante una gobernanza democrática y participativa en la gestión

pública y obtener financiamiento adecuado para la realización de tales políticas.

Mercociudades se transformó en el ejemplo más claro de la existencia de una “nueva

agenda” dentro del Mercosur y del progreso de la federalización de la política exterior

(Araya y Herrero; 2016) de los Estados de la región sudamericana, que demostró la

capacidad de los municipios en tomar espacios políticos y unirse para tener más incidencia

en el ámbito internacional.

1.4. b. UNASUR: Unión de Naciones Sudamericanas

UNASUR es una instancia particular de integración surgida en el contexto histórico antes

descripto en la región sudamericana. Sus comienzos se remontan a fines del 2004 cuando

se creó la entonces Comunidad Sudamericanas de Naciones (CSN) con el objetivo de

integrar los procesos regionales desarrollados por el Mercosur y la Comunidad Andina. En

abril del 2007, durante la Cumbre Energética Sudamericana, en la Isla Margarita

(Venezuela), los jefes de Estado cambiaron el nombre de la Comunidad Sudamericana de

Naciones a la Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR).

El 23 de mayo del 2008 se designó como sede permanente de la Secretaria General a

Quito, la capital de Ecuador y del Parlamento a Cochabamba, en Bolivia. Además, se

aprobó su Tratado Constitutivo, que entró en vigencia el 11 de marzo de 2011, una vez que

nueve de los doce países miembros lo ratificaran.

La UNASUR está integrada por los siguientes países: la República Argentina, el Estado

Plurinacional de Bolivia, la República Federativa del Brasil, la República de Chile, la

República de Colombia, República de Ecuador, República Cooperativa de Guyana,

República de Paraguay, República del Perú, República de Suriname, República Oriental

del Uruguay y República Bolivariana de Venezuela.

En este espacio las decisiones se adoptan por consenso y se estructura institucionalmente

por: el Consejo de Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno (Ejercida por la Presidencia Pro-

tempore)20

, El Consejo de Ministros y Ministras de Relaciones Exteriores, el Consejo de

Delegados y Delegadas (que tienen a cargo los diferentes Consejos Sectoriales y otras

instancias como los Grupos de Trabajo) y la Secretaria General.

20 Las Presidencia Pro-Tempore de la UNASUR fueron: Chile (2008-2009), Ecuador (2009-2010), Guayana

(2010-2011), Paraguay (2011-2012), Perú (2012-2013), Suriname (2013-2014), Uruguay (2014-2016),

Venezuela (2016- 2017), Argentina (2017) (UNASUR; 2017).

Page 74: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

69

Desde el Tratado constitutivo se observó una ruptura con el paradigma de “regionalismo

abierto”, ya que su objetivo fue lograr construir un espacio de integración y de unión en el

plano cultural, social, económico, científico-tecnológico, ambiental y, fundamentalmente

político, entre los países miembros, otorgando prioridad al diálogo y concertación política

sobre las diversas áreas. Asimismo, se centró en el respeto de los principios de democracia,

participación ciudadana, soberanía, equidad e inclusión social y la independencia de los

Estados, para lograr un desarrollo sostenido que logre superar las desigualdades.

La Gestión de Riesgos de Desastres fue tomada en cuenta como uno de los objetivos

específicos planteados en el Tratado Constitutivo de la UNASUR (2011), entre los que se

incluye “la protección de la biodiversidad, los recursos hídricos y los ecosistemas, así

como la cooperación en la prevención de las catástrofes y en la lucha contra las causas y

los efectos del cambio climático” (Tratado Constitutivo de la UNASUR art. 3; 2011: p. 2).

De acuerdo al Manual para la Evaluación de Desastre (2014) de la CEPAL, del total de

desastres registrados en América del Sur en el periodo 2007-2011, el porcentaje más

elevado, que alcanza al 65% del total, tiene origen hidrometeorológico, siendo las

inundaciones las responsables de la mayoría de ellos (en un 45,9%). Por su parte, un 27%

está asociado a desastres geofísicos y 8% restante a sismos.

El documento de trabajo “Consideraciones para fortalecer una Estrategia Sudamericana

para la Reducción del Riesgo de Desastres” (2015) confeccionado por la UNISDR, afirmó

que dentro de la agenda de la UNASUR:

“(…) la RRD está llamada a ser un asunto prioritario, tanto por la evidencia empírica

que nos señala la progresiva incidencia de los desastres sobre nuestras sociedades,

como así también por la pertinencia del marco institucional de la UNASUR para

comprender mejor los riesgos, coordinar políticas, intercambiar experiencias,

promover la cooperación y mejorar la ayuda humanitaria” (UNISDR; 2015: p.7).

Por estas razones, el Consejo de Ministras y Ministros de Relaciones Exteriores (CMRE)

de la UNASUR resolvió crear un Grupo de Trabajo de Alto Nivel para la Gestión Integral

de Riesgos de Desastres (en adelante, GTAN-GRD) mediante la Resolución 4/2013, como

un espacio técnico que permitió incorporar la temática en la agenda regional.

Los Grupos de Trabajo de la UNASUR se forman para temas específicos, no tienen

carácter permanente como los Consejos Sectoriales y las decisiones se deciden por la mitad

más uno de los Estados Miembros. Sus propuestas deben pasar al Consejo de Delegados, si

es aprobado pasa al Consejo de Ministros y luego al Consejo de Presidentes (UNISDR;

Page 75: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

70

2015). El GTAN-GRD tiene el objetivo de articular los esfuerzos para implementar planes,

estrategias, políticas, actividades para estimar, prevenir, reducir el riesgo y para la

preparación de respuesta y reconstrucción después de un desastre. Además de promover la

cooperación e intercambios de experiencias en la materia (art. 1- Res. N°4/2013).

“La temática de la GRD empieza a ser tratada indistintamente en los 12 Consejo

Sectoriales de UNASUR (…) lo que indica la necesidad de tratar la referida temática de

manera transversal y la urgencia de contar con una instancia especializada que permita

articular los esfuerzos que existen entre la Unión y la región” (Res. N°4/2013).

En el mismo sentido, el Documento de Trabajo antes citado, afirmó que cinco de los doce

Consejos Sectoriales incluyen en sus objetivos acciones relacionadas con gestión de riesgo,

manejo de emergencia y asistencia humanitaria. Estos son los Consejos de: Defensa, Salud,

Desarrollo social, Economía y Finanzas e infraestructura y Planeamiento (UNISDR; 2015).

Este abordaje de la temática puede considerarse como una innovación que representa

avances institucionales de la UNASUR en la materia.

Vale señalar también que en las declaraciones y documentos de la UNASUR, se expone

que sus objetivos y estrategias están directamente alineados con los postulados de la EIRD,

las 5 prioridades del Marco de Acción de Hyogo 2005-2015 y de las iniciativas del acuerdo

post-Hyogo, el Marco de Sendai (Presidencia Pro-tempore GTAN-GRD-Chile; 2014).

Además se reconoció que la UNASUR capitaliza las experiencias de otras instituciones,

especialmente del Mercosur (de la REHU y la RMAGIR) y de la Comunidad Andina

(Comité Andino para la prevención y Atención de Emergencias-CAPRADE-CAN)

(UNISDR; 2015).

Partiendo de estas bases, la UNASUR comprende que “el riesgo es susceptible a ser

gestionado” a través de un conjunto de “procesos” que permitan conocerlo, de acuerdo a

su tamaño y frecuencia en función de las amenazas, para disminuir las vulnerabilidades y

aumentar las capacidades de la sociedad. Así “manejar” a través de mecanismos

institucionalizados los distintos esfuerzos y contar con recursos financieros que sostengan

las distintas etapas de “prevención”, “mitigación” y “recuperación”. Para ello es esencial

contar con “procesos de apoyo” que tienen que ver con la disponibilidad de normativas que

permitan institucionalizar ciertos mecanismos y esfuerzos, identificación de necesidades de

planificación, capacitaciones, recursos financieros y contar con estrategia de

comunicación, canales de información entre grupos de trabajo y un sistema adecuado de

monitoreo de tareas (UNISDR; 2015).

Page 76: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

71

El primer paso de GTAN-GRD se dio en la Conferencia de Alto Nivel, realizada en Lima

Perú en 2013, cuando se presentó la información recabada por la Presidencia Pro-Tempore

de todos los organismos nacionales e internacionales, los antecedentes y resoluciones que

existían hasta ese entonces sobre la GRD, para poder avanzar.

En el año 2014, la Presidencia Pro-Tempore del Grupo le correspondió a Chile, y se realizó

la Primera Reunión de Trabajo de Alto Nivel de GRD, donde asistieron 9 de los 12 países.

Allí se debatió y se aprobó el Plan de Acción del Grupo de Trabajo que describió sus líneas

de acción, fue un documento orientador para las Presidencias subsiguientes (Presidencia

Pro-tempore GTAN-GRD-Chile; 2014).

Los objetivos y estrategias de acción del Grupo de Trabajo fueron: la creación de

capacidades e intercambio de experiencias a nivel regional, nacional y local; la evaluación

y monitoreo de riesgos; la sensibilización, participación social y la asistencia mutua. En

consecuencia, la UNASUR se transformó, a través de estas iniciativas, en un canal para

vehiculizar los objetivos de la EIRD a escala regional, incentivando y fortaleciendo la

cultura preventiva (Presidencia Pro-tempore GTAN-GRD-Chile; 2014).

Además, la Reunión de Chile (2014) planteó el debate sobre la confección del “Manual

para la cooperación de Asistencia Mutua ante situaciones de desastres de los Países

Miembros de la UNASUR”, que logró establecerse gracias a tres Reuniones extraordinarias

bajo la Presidencia Pro-Tempore de Uruguay (en 2015) y la coordinación de la Secretaria

General de UNASUR. Este Manual se aprobó finalmente diciembre de ese año mediante la

Resolución 023/2015, que se confeccionó en base a los aportes de organismos como la

Federación de la Cruz Roja y Medialuna Roja, la Carta humanitaria del Proyecto Esfera21

,

el Centro de Coordinación para la Prevención de los Desastres Naturales en América

Central (CEPREDENAC), la Agencia Caribeña para el Manejo de Emergencias por

Desastres (CDEMA), la Organización de los Estados Americanos (OEA), entre otros.

El Manual tuvo en cuenta que cada país y su gobierno son responsables del manejo de los

desastres en su territorio, por lo tanto, su función es complementaria y de fortalecimiento

de las estrategias de GRD que aplique cada país. Su objetivo se centró en formular para los

Países Miembros UNASUR, procedimientos que faciliten y apoyen los mecanismos

existentes, desde el punto de vista operativo frente a situaciones de desastres que generen

llamados de ayuda internacional. Para tal finalidad, brinda un glosario común e identifica

21 El Proyecto Esfera es un grupo de ONGs Humanitaria y el Movimiento Internacional de la Cruz Roja y

Media Luna Roja que surgió en 1997 con el fin de elaborar un conjunto de normas mínimas universales en

ámbitos esenciales de las respuestas humanitarias. Éstos dieron origen a la Carta Humanitaria y al Manual de

Esfera (Proyecto Esfera; 2011).

Page 77: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

72

los actores responsables de la GRD de cada Estado y los recursos y modalidades para el

llamamiento de la Ayuda Internacional y los pasos que deben seguir tanto el país afectado

como los donantes. Sin embargo, la aplicación de la presente Guía está a cargo de las

Cancillerías de cada uno de los países, en lo relativo al llamamiento internacional y a los

organismos nacionales de GRD, en su aspecto técnico y operativo de soporte y respuesta

rápida (Manual de Cooperación para Asistencia Mutua frente a Desastres en Países

Miembros de UNASUR; 2015).

El ex Secretario General de la UNASUR, Ernesto Samper (2014-2017) indicó que este

mecanismo sistematizará la "preparación para responder coordinada e institucionalmente

al ocurrir estos desastres", lo cual permite enfrentar estas situaciones con mayores

posibilidades de salvar vidas y disminuir las pérdidas (Globo visión; 2016).

Otro de los instrumentos, ya mencionados son los planes de acción, el último fue el Plan

2015-2019 para la GIRD aprobado por la Resolución 022/2015, denominado Plan

Quinquenal, que busca fortalecer los sistemas de monitoreo y de registro, aumentar la

cooperación regional, triangular, sur-sur, horizontal para desarrollar capacidades técnicas,

científicas y operativas acompañadas de un buen sistema de información e intercambios de

experiencias, con el fin de reducir los riesgos de desastres. Para su gestión, toma en cuenta

a los instrumentos como el Marco de Acción de Sendai, y los resultados de los Planes

anteriores.

En suma, la UNASUR es el organismo regional sudamericano más extenso por la cantidad

de países que agrupa, y desde sus inicios, pretendió avanzar en la Gestión Integral del

Riesgo de Desastres, en concordancia con las normativas internacionales propias de la

materia, y buscando iniciativas de convergencia con el Mercosur y con la CAN.

Respecto a la evolución parcial que se puede realizar en torno al progresivo ingreso de la

GRD en la UNASUR, desde su inclusión en su trabajo constitutivo hasta la creación de

grupos y documentos específicamente dedicados al abordaje del tema.

En el Taller Regional DIPECHO de América del Sur (Paraguay 2016), que realizó una

evaluación de los avances y desafíos de GTAN-GRD, concluyó que ha logrado instalar y

fortalecer una Estrategia Sudamericana para la Gestión Integral del Riesgo de Desastres,

conociendo los riesgos y articulando las capacidades de gestión para la emergencia y

prevención. Destacó, también, la tarea llevada a cabo dentro del COSIPLAN (Consejo

Sudamericano de Infraestructura y Planeamiento- UNASUR), la Iniciativa para la

Integración de la Infraestructura Regional Sudamericana (IIRSA; que se viene

desarrollando desde el 2000) debido a que incorporó mecanismos de GRD en la práctica.

Page 78: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

73

Por su parte, el Taller planteó el desafió de UNASUR de extender o fortalecer la GRD a

los Consejos o actividades que todavía no la tienen incorporada, y por otro lado, afianzar

las redes regionales académicas, la sociedad civil, las autoridades locales en base a la

perspectiva de GRD (UNISDR; 2016), así como mejorar las comunicaciones regionales

que permitan optimizar los actuales sistemas de alerta temprana, e implementar

mecanismos de “inventarios” para que los 12 países puedan compartir y aprender de las

distintas experiencias, además de incentivar la cooperación sur-sur en la materia

(UNISDR; 2015).

En el siguiente cuadro se observan tratados e instrumentos de la UNASUR en materia de

GRD:

Fuente: Elaboración propia.

1.5 Consideraciones finales

En este capítulo se ha analizado el ingreso de la temática de la GRD a la agenda

internacional, el contexto en el que se produjo, los factores impulsores de su ingreso, y

cómo la comunidad internacional ha ido desarrollando su institucionalidad por medio de

instrumentos, marcos, planes de acción, con el propósito de orientar, ordenar, y avanzar en

el cumplimiento de metas para la RRD. Este proceso, que con distintos grados de

velocidad fue impactando en diversas estructuras supranacionales, se analiza también para

la región sudamericana, a través del MERCOSUR y UNASUR.

Por un lado, se ha podido evidenciar que la Gestión de Riesgos de Desastres es un tópico

que se fortaleció durante la primera década y media del siglo XXI, nutrida de los principios

22 Taller Regional de Reducción de Riesgos de Desastres organizado por la UNISDR, la Dirección General

de Ayuda Humanitaria y Protección Civil de la Comisión Europea (DG-ECHO) junto con los socios del

Programa de Preparación ante Desastres de la Comisión Europea (DIPECHO) en América del Sur.

Tratado Constitutivo de la UNASUR (2011)

Grupo de Trabajo de Alto Nivel para la Gestión Integral de Riesgos de Desastres (GTAN-GRD)

(Resolución 4/2013)

Presidencia Pro tempore del GTAN-GRD: Chile (2013-14), Uruguay (2014-16), Venezuela (2016).

Plan de Acción del Grupo de Trabajo (2014)

Manual de Cooperación para Asistencia Mutua frente a Desastres en Países Miembros de UNASUR

aprobado (Resolución 023/2015)

Plan de Acción del Grupo de Trabajo – (2015-2019) -Resolución 022/2015

Taller Regional DIPECHO22 de América del Sur (Paraguay 2016)

Page 79: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

74

de la Asistencia Humanitaria y posteriormente, Desarrollo Sostenible que venían

obteniendo mayor gravitación a escala global, desde el fin de la Guerra Fría, y la

consecuente diversificación de la agenda internacional, que trascendió la prioridad del eje

estratégico militar.

La GRD adquirió un lugar cada vez más importante en la agenda por el aumento y la

gravedad de los desastres que se sucedieron e impactaron en distintos países del mundo y

que se divulgaron y visibilizaron a través de los medios de comunicación a escala global.

La cuestión humanitaria en general, y la GRD en particular, lograron primero una

presencia notable en la agenda política externa de los países centrales, haciéndose

extensivo con posterioridad, al resto de los países del mundo como se observa en el

crecimiento del número de Estados que han participado a lo largo de las sucesivas

Conferencias Mundiales de Reducción de Riesgo de Desastres, desde 1989 a esta parte.

En paralelo a la creación de instrumentos y marcos orientadores en el sistema

internacional, fue evolucionado el abordaje conceptual y práctico de las políticas que se

proponían como sustento de la GRD. A grandes rasgos, puede resumirse que el foco de

atención se ha trasladado de la respuesta a la emergencia una vez ocurrida, a la prevención

y reducción de los factores de riesgos. Los sucesivos documentos señalan enfáticamente la

necesidad de incorporar el enfoque de riesgo en la agenda de las políticas estatales, en

todos los niveles de acción, especialmente el nacional y local, y que estas políticas deben

orientarse a hacia el ámbito de la prevención, a través de medidas destinadas a conocer las

amenazas y reducir los factores de vulnerabilidad que incrementan el riego de las

poblaciones. También impulsan la participación activa de las comunidades afectadas o

vulnerables en el fortalecimiento de sus capacidades de prevención, mitigación y

recuperación. Si bien se trató de una evolución progresiva, el punto de inflexión en esta

nueva mirada se consolidó con el Marco de Acción de Hyogo.

Ahora bien, uno de los aspectos sobresalientes al que apuestan los marcos e instrumentos

elaborados en estos años es garantizar una amplia dinámica de participación y de

articulación entre los diferentes actores gubernamentales y no gubernamentales en todas

las escalas territoriales en las que se mueven aquellos actores (internacional, regional,

nacional y local).

Esta articulación, tiene razón de ser por la característica transfronteriza de la política

pública que requiere el tratamiento del desastre socio-natural y que, por el mismo motivo,

exige respuestas de la misma índole. En efecto, los instrumentos más importantes como el

Marco de Acción de Hyogo y Sendai, ya proponen acciones prioritarias y específicas para

Page 80: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

75

cada uno de los niveles políticos. Además, ponen foco creciente en la escala local o

comunitaria, entendiéndola como el nivel de acción más cercano al ciudadano y al que

respuestas más inmediatas y efectivas se le exige, ante los fenómenos en cuestión.

Los marcos internacionales apuestan a un accionar multidisciplinario e intersectorial, ya

que debe ser tratado por diferentes carteras administrativas dentro de cada institución y

promover la participación de actores no gubernamentales, privados, sociedad civil, ONGs,

instituciones financieras, académicas, comunidad en general. Así, la cooperación, consenso

y acción conjunta es reconocida como indispensable para lograr el resultado deseado que

es aumentar la resiliencia de las sociedades.

Esta interacción es reconocida como un aspecto central de la GRD en un contexto

internacional caracterizado por la simultaneidad, pluri-dimensionalidad y profundidad de

los cambios que lo atraviesan, producto del proceso de globalización que se viene

generando desde las últimas décadas del siglo XX, que llevó a que el Estado Nacional

dejara de tener el monopolio exclusivo de las relaciones internacionales, y comenzaron a

actuar otros sujetos en la escena global como las empresas, universidades, ONGs, actores

subnacionales, traspasando fronteras23

.

Vale considerar que en la última década se han ampliado la oferta de financiamiento en

caso de desastres por parte de organismos regionales e internacionales de crédito, que ya

han sido utilizados por algunos países, pero que aún no constituyen mecanismos sólidos, ni

absolutamente claros en sus condicionalidades.

En cuanto, a la escala regional, se observó que en los últimos años de la década del 2000,

América Latina y Sudamérica en particular, se han preocupado por avanzar en el

tratamiento de los desastres, creando instituciones, como el REHU, RMAGIR del

Mercosur, y el Grupo de Trabajo de Alto Nivel para la Gestión Integral de Riesgos de

Desastres de la UNASUR, que responden a los lineamientos de la agenda internacional,

pero lo aplican de acuerdo a la visión y dinámica propia de la integración regional, donde,

por ejemplo, sobresale como rasgo distintivo el hecho de que los fenómenos

hidrometeorológicos constituyen casi un 70% del total de los desastres socio-naturales que

se producen en la región.

23 Se considera a los actores subnacionales como “las unidades institucionales o niveles de poder ejecutivo,

que son componentes de un gobierno de un Estado Nacional: estados, regiones, provincias, municipios u

otros poderes locales” (Fronzaglia; 2005: p 44) obtenido de Calvento, M. (2016). La política internacional

subnacional: una propuesta para el abordaje del accionar contemporáneo en Argentina. Desafíos, 28(I), 295-

332.

Page 81: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

76

Esto, sumado a otros espacios donde el tema viene siendo objeto de intercambios de

experiencias y construcción de concesos, como la Unidad Temática Ambiente y

Desarrollo Sostenible de Mercociudades. Esta realidad coincide con el análisis de Ugo

Pipitone (2003) que indicó que estamos en presencia de la existencia de un nuevo ciclo

histórico, donde la regionalización es un factor crucial y condicionante, que abarca

espacios más amplios de identidad colectiva, fomentando iniciativas inéditas de

cooperación entre países cercanos, como por ejemplo la red de Mercociudades, lo que

implica, una revalorización de lo local y lo regional al interior de los Estados (Ceipil;

2015).

A nivel nacional, la GRD se aborda de acuerdo a los mecanismos y legislaciones

particulares de cada Estado. Además de que cada país le otorga un determinado grado de

importancia a los temas y marcos propuestos desde el ámbito internacional, la mayoría de

los cuales no tiene carácter vinculante para los países que adscriben a ellos, lo que define,

en consecuencia su nivel de involucramiento en este caso, con la GRD.

A escala internacional y regional, los desastres son tratados como en una misma categoría,

reconociendo la existencia de desastres de origen natural, antrópicos, mixtos y también las

diferencias por su carácter, biológico, geológico, hidrológico, tecnológico, etc. Estas

categorías se van a tratar con mayor especificidad a nivel nacional y local, adaptándose a

las normativas, condiciones, amenazas, vulnerabilidades y fortalezas de las comunidades

en riesgo.

Por estas razones, es que en el siguiente capítulo se analiza las políticas de GRD en

Argentina, y cómo han evolucionado en la etapa bajo estudio, el tratamiento de la temática,

reconociendo actores, dispositivos, programas, instituciones, y demás aspectos

involucrados, para en el último observar el grado de articulación existente entre los actores

y las experiencias concretas que se plantean las dinámicas de gestión del riesgo de

desastres en el nivel micro de la acción (escala local-municipal).

Page 82: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

77

Capítulo 2

La Gestión de Riesgos de Desastres en

Argentina: su dimensión interna y

externa. Evolución histórica, tendencias

globales y procesos que contribuyen en la

necesaria articulación de actores y

espacios

“Aunque cada país es el principal responsable de su propio desarrollo

económico y social, la existencia de un entorno internacional propicio es

fundamental para dar estímulo y contribuir al desarrollo del conocimiento,

la capacidad y motivación que se requieren para construir naciones y

comunidades resilientes a los desastres”

(Marco de Acción de Hyogo; 2000: p. 13)

Page 83: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

78

Introducción

Este capítulo analiza la trayectoria histórica de la Gestión de Riesgos de Desastres y su

lugar dentro de la estructura institucional del Estado argentino en la etapa bajo estudio,

desde una doble óptica: por un lado, en el plano interno, que desde sus inicios se encontró

íntimamente relacionada con la Defensa, pero luego atravesó un proceso paulatino de

desmilitarización que permitió ubicarse dentro del área de Protección Civil; y por otro,

desde su dimensión externa materializada a través de la actuación internacional de la

Comisión de Cascos Blancos dentro del paraguas de la asistencia humanitaria, que ha

facilitado su adecuación a los paradigmas internacionales en la materia. Ambas

dimensiones, confluyen en la Plataforma Nacional para la Reducción de Riesgos de

Desastres, como centro coordinador de acciones que incluye a una multiplicidad de

miembros de los más diversos orígenes.

Se asume que tanto el contexto internacional como el nacional influyeron en las diferentes

conceptualizaciones y acciones sobre la temática y gestaron distintas perspectivas, visiones

y políticas desde sus inicios hasta la actualidad. Esto se reflejó, por ejemplo, en los

cambios de la administración pública que se dieron entre el 2000 y 2016, período en el

cual, la GRD ha estado a cargo de distintas carteras y contenida en diversos dispositivos

legales (normas, decretos, etc.) que lograron unificación bajo una legislación integral en la

materia de GRD recién en 2016.

Además es importante considerar, que en virtud de la multidimensionalidad de la GRD,

participan en su abordaje diversos ministerios como el de Seguridad, Relaciones Exteriores

y Culto, mediante la labor de la Comisión Cascos Blancos y otras Secretarias o

Departamentos pertenecientes a los Ministerios de Salud, de Interior, Ciencia, Tecnología e

Innovación, Infraestructura y Defensa, respondiendo, como se observó en el capítulo

anterior, a la transversalidad que define su tratamiento, el cual ha ido evolucionando en

todo el periodo estudiado, con avances y retrocesos propios del abordaje del tema.

A su vez, esta investigación se detiene en la vinculación del Estado argentino con otros

actores, como empresas, universidades y Organizaciones No Gubernamentales, con énfasis

en la Cruz Roja Argentina, ya que constituye la más relevante en cuanto a su presencia y

trayectoria histórica en el país. Por otra parte, se reconoce la relación entre los espacios

subnacionales, las provincias y los municipios con las instituciones internacionales,

mediante la existencia o no de la mediación del Estado Nacional.

Se pretende analizar el grado de articulación entre diferentes actores gubernamentales y

extra-gubernamentales presentes en Argentina y el rol de este Estado en el desarrollo de las

Page 84: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

79

políticas públicas de RRD y como conector de las distintas escalas territoriales

involucradas.

Al respecto vale una apreciación central: como fue advertida en la introducción de la tesis,

la notable escasez de estudios que analicen la GRD desde esta óptica (con consideración de

múltiples actores y espacios territoriales involucrados), ha exigido la revisión de

documentos normativos (leyes, decretos, proyectos de ley), discursos, informes técnicos,

reuniones parlamentarias, proyectos de ley y diferentes dispositivos para una evaluación de

los antecedentes, trayectoria y mirada integral del funcionamiento institucional y legal

dispuesto en el tiempo examinado, siendo el último capítulo de esta tesis, el que focaliza la

práctica de la GRD con el análisis de una experiencia territorialmente determinada.

2.1 La Gestión de Riesgos de Desastres en su dimensión interna: de la fragmentación

a la unificación institucional

El marco normativo e institucional de Argentina vinculado a la GRD se ha caracterizado

por una vasta legislación cuyos antecedentes se extienden a 1930 y por numerosos

organismos involucrados desde aquel momento hasta la actualidad. Sin embargo, en las

últimas décadas, se pueden observar varios cambios dentro del organigrama

gubernamental, mediante leyes o decretos, que reasignaron ministerios y funciones para

cumplir el rol de asistencia ante emergencias y para la reconstrucción.

Estos movimientos de una cartera a otra del gobierno nacional, fueron en muchos casos

meramente formales en cuanto a una sencilla reasignación de competencia, con un mismo

fin y/o objetivos: desplegar y concentrar acciones ante situaciones de desastres. No

obstante, como se observará a continuación, los cambios realmente estructurales en todo

este proceso histórico fueron: la incorporación de la solución y responsabilidad civil en la

GRD “con apoyo del cuerpo militar”, lo que disminuyó el protagonismo y poder de las

Fuerzas Armadas, proceso que se fortaleció con el regreso de la democracia en 1983. Por

otra parte, la progresiva incorporación en las normativas nacionales de conceptos, prácticas

y/o orientaciones en materia de la doctrina internacional de GRD.

La fragmentación institucional y dispersión de normas logró recién la unificación a partir

de la sanción de la Ley 27.287 el 28 de septiembre de 2016 denominada “Sistema

Nacional para la Gestión Integral del Riesgo y la Protección Civil” que permite articular y

coordinar las funciones entre las distintas instancias intervinientes, materializando el

resultado de un proceso de aprendizaje previo transcurrido en toda la etapa anterior, y

absorbiendo tendencias internacionales. Respecto al sistema que propone esta legislación,

Page 85: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

80

si bien, no es posible una evaluación sobre el funcionamiento en la práctica, ya que ha sido

reciente su aprobación, es válido detenerse desde una óptica formal en un análisis del

cambio legislativo que supuso.

A continuación, se brindan algunos detalles y explicaciones sobre el proceso y la evolución

mencionada.

2.1 a. Antecedentes: cambios legislativos y la evolución institucional de la

GRD en el Estado Nacional Argentino

Es importante comprender que en Argentina los antecedentes de la Gestión de Riesgos de

Desastres estuvieron íntimamente relacionados con la cartera de Defensa, primero

funcionando dentro del Ministerio de Guerra y luego en el de Defensa, ambos compuestos

por las Fuerzas Armadas.

Los inicios del abordaje institucional de la temática en Argentina datan del año 1939,

cuando el Ministerio de Guerra creó el Comando de Defensa Antiaérea del Ejército, que

fue el primer organismo nacional que tuvo la responsabilidad de asistir ante cualquier

ataque, desastre o emergencia (Dirección Nacional de Protección Civil-Secretaria del

Interior; Ministerio del Interior; 2007).

La Defensa Civil que funciona actualmente en la órbita del Ministerio de Seguridad, hoy

responsable de la GRD, tuvo que atravesar un proceso de autonomía del poder militar, y de

perfeccionamiento en materia de desastres, nutriéndose de aportes del nivel internacional,

y de las realidades y experiencias locales que se desarrollaron de modo gradual. A partir de

la década del ´90, Defensa Civil pasó por varias carteras pero siempre relacionada con los

fines de la “Seguridad Interior”.

Page 86: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

81

Para comprender estos cambios se presenta la siguiente línea de tiempo:

Fuente: Elaboración propia.

La lógica de defensa con la que se actuó en Argentina desde la creación del Comando de

Defensa Antiaérea en 1939 hasta la promulgación de la Ley de “Defensa Nacional” N°

23.554 en 1988, fue la denominada “teoría dual o de doble imposición norteamericana”

(Ministerio de Seguridad, Provincia de Buenos Aires; 2016). Esta teoría consistió en

aplicar el mismo método de acción para dos situaciones distintas, por un lado, reducir los

efectos resultantes de la guerra y por otro, la atención ante los desastres naturales o

antrópicos. En consecuencia, las autoridades militares, y cada una de las fuerzas a cargo

del ministerio, eran las responsables y poseían las facultades para gestionar los desastres

además de la defensa militar en caso de guerra (Barrenechea y Natenzon; 1997).

A partir de 1988 se inauguró un segundo periodo, donde se redefinió la “Defensa

Nacional” que restringió las acciones de defensa militar por motivos de ataque externo a la

soberanía nacional. Esta Ley en su artículo 2° indicó que “la Defensa Nacional es la

integración y la acción coordinada de todas las fuerzas de la Nación para la solución de

aquellos conflictos que requieran el empleo de las Fuerzas Armadas, en forma disuasiva o

efectiva, para enfrentar las agresiones de origen externo” (Ley 23.554; 1988).

1939 El Ministerio de Guerra argentino creó el Comando de Defensa Antiaérea del Ejército.

Primera Etapa: Manejo de la Teoría Dual o

de Doble imposición en materia de

Defensa

Ley 27.287 que creó el

Sistema Nacional para la

Gestión Integral del Riesgo y

la Protección Civil.

2016 Vuelta a la Democracia en

Argentina

1983

1988

Ley 23.554 de

Defensa Nacional.

Cambio de concepción política que implicó la apertura de un proceso de desmilitarización en todas las esferas del Estado.

1996 Decreto número 660. Redefinición del Concepto Defensa Civil. Función que deja de estar bajo el Ministerio de Defensa y pasa al Ministerio

del Interior.

Creación del SIFEM

1999

Segunda Etapa: Proceso de separación entre Defensa

Nacional y Defensa Civil que se desarrolla dentro del

ámbito de la Seguridad Interior, trasladándose de un

Ministerio a otro (cambios meramente formales)

Page 87: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

82

Ahora bien, en la primera etapa (1939-1988) se dieron varios acontecimientos que fueron

progresivamente poniendo énfasis a la Defensa civil y se ampliaron las acciones hacia el

tratamiento de los desastres. Se mencionan a continuación los más relevantes:

En 1958 por el Decreto N° 6250 convalidado por la Ley 14.467, se creó la Defensa

Antiaérea Pasiva Territorial, que implicó un conjunto de medidas no agresivas a cargo del

Ministerio de Guerra y de Marina, durante tiempos de paz, en todo el territorio de la

nación, a fin de limitar los riesgos y reducir los efectos de los ataques aéreos, sobre la

población, bienes, recursos y producción de la Nación, restableciendo el ritmo normal de la

vida en la zona afectada o para limitar los riesgos y reducir los efectos, en caso de

desastres producidos por agentes naturales.

En 1968 mediante el Decreto N° 8732, las funciones de Defensa Antiaérea Pasiva

pasaron al área del Ministerio de Defensa, donde se estableció el Servicio Civil de Defensa

por la Ley N° 17.192, cuyas funciones fueron la prevención y preparación de las acciones

de respuestas ante los efectos de los desastres, aun así, se continuó aplicando la “teoría de

la doble imposición”, como quedó plasmado en la mencionada ley: “ (…) el personal

convocado para prestar el Servicio Civil de Defensa quedará sometido a las disposiciones

del Código de Justicia Militar y de la Reglamentación de Justicia Militar, en la misma

forma que el convocado para el servicio militar”(Ley 17.192; 1967: art n° 10 desde el

Ministerio de Seguridad, Provincia de Buenos Aires; 2016).

Al año siguiente (1969), se cambió el nombre de “Defensa Antiaérea Pasiva” a

“Defensa Civil” teniendo rango organizacional de Dirección, dentro de la Dirección

Nacional General y Política del Ministerio de Defensa. Este acontecimiento produjo un

cambio conceptual que serán profundizados y especificados en leyes y decretos

posteriores.

De acuerdo a Barrenechea y Natenzon (1997) la Defensa Civil siguió estrechamente

vinculada a las actividades militares, aunque su espectro de acción comenzó a ampliarse,

incorporando nuevas hipótesis y funciones tales como aquellas ligadas a la respuesta

organizada frente a catástrofes que puedan afectar a la sociedad civil.

En 1970, por Decreto 46 del Ejecutivo Nacional se puso en vigencia la Resolución N°

89 de la Junta Interamericana de Defensa, que instó a poner a los organismos de antigua

Defensa Antiaérea Pasiva al servicio de la comunidad para atender las necesidades

derivadas de desastres de distinto origen. De esta manera, se sentaron las bases modernas

en materia de Defensa Civil en el país, y sumado al terremoto ocurrido en 1977 en San

Page 88: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

83

Juan, se promovió la creación de la Dirección Nacional de Defensa Civil (DNDC) dentro

del Ministerio de Defensa mediante el Decreto N° 3118 de 1978 (Barrenechea y Natenzon;

1997).

Sin embargo, el cambio más importante se originó a partir de 1983, con la vuelta a la

democracia en Argentina, tiempo en que se le dio identidad e institucionalidad al Sistema

de Defensa Nacional y a la Protección Civil, dejando atrás la visión “securistista” y

totalitaria de la Defensa, lo cual marcó la distinción con la Seguridad Interior y permitió un

proceso lento y sostenido de desmilitarización que llevó a una renovación institucional.

Esta transformación se consolidó con la Ley de Defensa Nacional N° 23.554 (1988) antes

mencionada, que en su artículo 33 definió a la Defensa Civil como:

“(…) un conjunto de medidas o actividades no agresivas tendientes a evitar, anular o

disminuir los efectos que la guerra, los agentes de la naturaleza o cualquier otro

desastre de otro origen puedan provocar sobre la población y sus bienes,

contribuyendo a restablecer el ritmo normal de vida de las zonas afectadas, conforme

lo establezca la legislación respectiva” (Ley N°23.554/1988).

Vale aclarar que la Gestión de Riesgos de Desastres, tal cual es entendida en la actualidad,

no tenía esta denominación por entonces, ya que es un concepto impulsado por la ONU

con posterioridad, pero claramente las referencias mencionadas se asocian al mismo.

Dentro de la estructura del gobierno argentino, quedaba subsumida en la concepción de

Defensa Civil o Protección civil o de la comunidad.

A partir de 1988 comienza entonces una segunda etapa, donde se abandonó

definitivamente la teoría de la doble imposición en materia de defensa civil, ya que se

diferenció el alcance y funciones de Defensa Nacional y Seguridad Interior. Así lo

determinó el artículo N°4 de la Ley de Defensa Nacional: “(…) para dilucidar las

cuestiones atinentes a la defensa nacional, se deberá tener permanentemente en cuenta la

diferencia fundamental que separa a la defensa nacional de la seguridad interior. La

seguridad interior será regida por una ley especial” (Ley N° 23.554; 1988: art 4).

Esta Ley en el capítulo IV artículo N° 23, afirmó que el empleo de las fuerzas militares y

policiales nacionales está dispuesto en los casos de desastres en términos de la normativa

de Defensa Civil (antes definida) (Ley N° 24.059; 1991). Esto significó que desde 1992,

las fuerzas militares estuvieron subordinadas a la ley de Seguridad Interior, y sirven como

“agentes de apoyo” en situaciones de desastres.

Page 89: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

84

Siguiendo con la evolución de este segundo periodo, un hito importante dentro del área de

la GRD sucedió cuando la Dirección Nacional de Defensa Civil redefinió el concepto de

Defensa Civil como “(…) un conjunto de medidas y actividades estructurales o no,

tendientes a mitigar los efectos que los desastres de cualquier origen puedan provocar

sobre la población y sus bienes o sobre procesos económicos y/o infraestructura

incorporados en el desarrollo de la nación” (Barrenechea y Natenzon; 1997:p. 8). Así, se

integró la noción de vulnerabilidad y las acciones de preparación, mitigación y

reconstrucción, entendiendo a la Defensa Civil como un sistema, en correspondencia con la

evolución doctrinaria en la GRD. En efecto, hizo referencia a un conjunto de tareas y

medidas estructurales (obras de infraestructura) y no estructurales (como normas,

reglamentaciones, estudios de hipótesis de riesgos, desarrollo de planes operativos,

difusión, capacitación a la comunidad) que deben organizarse para tal fin (Barrenechea y

Natenzon; 1997).

En 1996 también se avanzó en la separación jurisdiccional de competencias en materia de

defensa y seguridad interior, cuando se transfirió la Prefectura Naval Argentina, la

Gendarmería Nacional y la Dirección Nacional de Defensa Civil del Ministerio de Defensa

al Ministerio del Interior mediante el Decreto N° 660 (art. 9).

En 1997, por su parte, mediante el Decreto N° 1015, se creó la Dirección Nacional de

Planeamiento y Protección Civil (que reemplazó la DNDC) para asistir al Secretario de

Seguridad Interior del Ministerio del Interior, en la elaboración y coordinación de políticas

relacionadas con la Protección Civil para disminuir los efectos ante desastres de origen

natural y antrópicos (Decreto 1015/97; Ministerio del Interior).

Otro acontecimiento relevante definitivamente en esta evolución tuvo lugar en 1999

mediante el Decreto del Poder Ejecutivo N° 1250 que instauró el Sistema Federal de

Emergencias (SIFEM) y el Gabinete de Emergencias (GADE) dentro de la Jefatura de

Gabinete de Ministros. Esta decisión fue producto de la modernización de la estructura

orgánica del Estado y fruto de los esfuerzos de coordinación de la asistencia al gobierno

nacional, realizado a partir de las experiencias anteriores sufridas en los desastres de las

inundaciones de la Cuenca del Paraná, en 1997 y 1998, en el marco del Consejo Nacional

de Recuperación de Zonas Afectadas por Emergencias Climáticas (CONAREC)24

.

24 El Consejo Nacional de Recuperación de Zonas afectadas por Emergencias Climáticas (CONAREC) se

creó por medio del Decreto 496 en 1998 tras las graves inundaciones que afectaron a más de 100 mil

personas. El objetivo del CONAREC fue proyectar y coordinar la ejecución de obras de infraestructura

económica y social destinadas a la recuperación y mejoramiento de las zonas afectadas por las emergencias

climáticas en los territorios de las provincias cuyos representantes integren el mismo, interactuando con las

Page 90: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

85

El SIFEM nació con la función de prevenir y gestionar las emergencias y desastres

naturales o antrópicos mediante la articulación de los organismos públicos del Estado

Nacional competentes y coordinar con las provincias, la Ciudad Autónoma de Buenos

Aires y los municipios.

Atravesó por varios cambios en la administración pública, sin embargo, mantuvo las

mismas funciones y objetivos:

“1. Construir un ámbito de coordinación dirigido a evitar o reducir las pérdidas

humanas, los daños materiales y las perturbaciones sociales y económicas causadas

por fenómenos de origen natural o antrópicos. 2. Mejorar la gestión de gobierno,

estableciendo una coordinación a nivel nacional, provincial y local de todos los

sectores que tengan competencia en la materia, mediante la formulación de políticas y

la definición de cursos de acción coordinados e integrales para prevenir, mitigar y

asistir desde el Estado Nacional a los afectados por emergencias, optimizando la

asignación de recursos” (Art n° 2 Decreto 1250; 1999).

Más allá de la integralidad y pertinencia de su función como centro coordinador, en línea

con lo dispuesto por los marcos internacionales de GRD, el funcionamiento real del

SIFEM ha sido objeto de diversas objeciones que ponen en tela de juicio su existencia y

dinámica. Según Cecilia Rodríguez, ex ministra de Seguridad de la Nación, el SIFEM fue

un “sistema sin estructura, que cambió de lugar más de diez veces en el organigrama del

Ejecutivo nacional y que según su decreto de origen compromete a aproximadamente 50

áreas del Estado, la mayoría de las cuales ya dejaron de existir o cambiaron de nombre y

objetivo” (Página 12; 2016). Coincidiendo con esta postura, en el Libro Blanco de Defensa

(2015) se afirmó que en los últimos años no ha funcionado como un instrumento operativo

y su presencia ha sido meramente formal. No obstante ello, se destaca en este raconto

evolutivo, el avance normativo-institucional hacia un sistema más integral de abordaje del

tema, que sentaría precedente a futuras experiencias.

2.1. b. Defensa Civil y la GRD en el Estado argentino (2000 -2016)

Durante la primera década del siglo XXI, se definieron y se trasladaron funciones en

relación a la Defensa Civil dentro de la estructura institucional del Estado argentino, que

no modificaron radicalmente su contenido. Los acontecimientos más importantes fueron la

creación de la Dirección Nacional de Protección Civil, por medio del Decreto N°489

organizaciones nacionales, provinciales y municipales correspondientes (Ministerio de Justicia y Derechos

Humanos; 1998).

Page 91: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

86

(2000) dentro de la Secretaria de Seguridad Interior. Esta dirección osciló entre el

Ministerio del Interior y el de Seguridad.

La Dirección Nacional de Protección Civil tiene la función de “implementar acciones

tendientes a preservar la vida, los bienes y el hábitat de la población ante desastres de

origen natural o antrópicos, coordinando el empleo de los recursos humanos y materiales

del Estado Nacional en las etapas de mitigación, respuesta y reconstrucción” (Decreto

1697/ 2004).

El SIFEM y la mencionada Dirección se transfirieron definitivamente a la órbita del

Ministerio de Seguridad (Decreto N°636; 2013). Este Decreto también creó la Secretaria

de Coordinación Militar de Asistencia en Emergencia, dentro del Ministerio de Defensa,

para participar con otras dependencias del Estado en la planificación de la Defensa Civil,

pero su actuación en la emergencia, en la respuesta o prevención ante el desastre debe estar

coordinado por el Ministerio de Seguridad.

En 2014, mediante el Decreto N°48 definió dentro del Ministerio de Seguridad, la

Subsecretaria de Protección Civil y Abordaje Integral de Emergencias y Catástrofes, que

encabeza y coordina el Sistema Nacional de Protección Civil.

La Decisión Administrativa 214 (2014) estableció dos direcciones dentro de la

Subsecretaria de Protección Civil y Abordaje Integral de Emergencias y Catástrofes: la

Dirección Nacional de Gestión Integral de Riesgos de Desastres (integrada por: Dirección

de Gestión de la Información y Análisis de Riesgo -y- La Dirección de Rehabilitación y

Reconstrucción) y por otro lado la Dirección Nacional de Protección Civil, (que quedó

conformada por: la Dirección de Operaciones y Comunicaciones y por la Dirección de

Control de Bomberos Voluntarios y ONGs).

La responsabilidad central de la Dirección Nacional de Gestión Integral de Riesgos de

Desastres es “asistir al Subsecretario en todo lo que concierne a la gestión integral del

riesgo y, específicamente en las acciones tendientes a la determinación de emergencias y

desastres, en la prevención y en la rehabilitación de las poblaciones en situaciones

extraordinarias o emergencias” (Decisión Administrativa 214/2014).

Un acontecimiento importante fue la aprobación de un “Glosario Integrado: Protección

Civil y Gestión Integral de Riesgo” de la Subsecretaria de Protección Civil y Abordaje

integral de Emergencias y Catástrofes (Disposición 1/2015; Ministerio de Seguridad). Los

conceptos que lo componen son prácticamente los mismos con los que se trabaja a nivel

internacional y esto permite manejar el mismo vocabulario y que los distintos actores se

entiendan.

Page 92: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

87

El cambio reciente y de gran importancia fue la Ley 27.287 que creó el Sistema Nacional

para la Gestión Integral del Riesgo y la Protección Civil. Su promulgación fue producto de

un largo proceso, en el que participaron los senadores, diputados y demás actores entre

ellos, la Secretaría de Protección Civil y Abordaje Integral de Emergencias y Catástrofes.

2.1. c. El Sistema Nacional para la Gestión Integral del Riesgo y la

Protección Civil

Durante muchos años, Argentina no tuvo una ley que aborde y regule específica e

integralmente la GRD, sólo contaba con un conjunto diverso de leyes y decretos que

creaban instituciones y describían sus funciones con el objetivo de atender las emergencias

o las situaciones concretas por lo que eran reactivas, pero no correctivas25

o prospectivas26

,

que implican una gestión preventiva27

(Renda; 2016). Se registran proyectos de ley desde

el 2006 referidos a políticas públicas de GRD, procedentes a distintos bloques políticos.

Emilio Renda, el actual Secretario de Protección Civil de la Nación hizo una evaluación

sobre la situación institucional de la gestión de riesgos en el país:

“Con lo único que hemos contado es con el decreto 1250, de creación del SIFEM, que

es el único instrumento legal que nos ha regido hasta hora, que no se ha implementado

realmente o totalmente como tendría que haber sido. Este decreto siempre estuvo

orientado al manejo en caso de emergencia y no al concepto de gestión integral, que

no sólo trata de responder, sino también la necesidad de prevenir las emergencias, es

decir, reducir el riesgo de la necesidad; el peligro, la amenaza que podamos tener;

reducir las vulnerabilidades, que es donde nuestra población y sus bienes pueden estar

en peligro” (Emilio Renda; Reunión Plenaria de las comisiones de Seguridad Interior

y Narcotráfico, de Presupuesto y Hacienda; 2016; p.3)

El 28 de septiembre de 2016 se sancionó la Ley 27.287 que creó el Sistema Nacional para

la Gestión Integral del Riesgo y la Protección Civil, aprobada por el Congreso, producto

de los consensos alcanzado por los distintos bloques, en la Cámara Alta y Baja (Ministerio

de Seguridad; 2017). Esta ley, como cualquier otra, para que entre en funcionamiento

necesita de la reglamentación del Poder Ejecutivo, por eso en su artículo n° 24, otorga un

25 Gestión Correctiva del Riesgo: presta atención al riesgos que se puede gestionar, corregir y reducir, no a

los ya existentes (Terminología UNISDR; 2009). 26 Gestión Prospectiva: son aquellas actividades que abordan y buscan evitar el aumento o desarrollo de

nuevos riesgos de desastres (Terminología UNISDR; 2009). 27 Prevención: es la evasión absoluta de los impactos adversos de las amenazas y de los desastres conexos

(Terminología UNISDR; 2009).

Page 93: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

88

plazo de 180 días para que entre en vigencia. Esta reglamentación fue determinada por el

Decreto 39 (31/01/2017).

La norma implicó un cambio significativo desde el punto de vista legal, pero no se dio de

modo automático. Por un lado, representa la consecuencia de todo un proceso histórico de

aprendizajes de lo previamente actuado y normado (detallado hasta aquí); en segundo

lugar, se relaciona con el modo en que la doctrina internacional de la GRD ha ido

influenciando (con distintos niveles de velocidad dependiendo de las capacidades y

realidades de cada país) en Argentina. Y además, dependió también del trabajo de varios

grupos de senadores, asesores y funcionarios que se encargaron de revisar proyectos

anteriores, crear nuevos y sobre todas las cosas, construir consensos en el ámbito

parlamentario.

Esto último se vio reflejado en la Reunión Plenaria de la Comisión de Seguridad Interior y

Narcotráfico, junto con la de Presupuesto y Hacienda el 31 de mayo 201628

, presidida por

la senadora Sigrid Kunath y el senador Juan Manuel Abal Medina (ambos integrantes del

bloque del Frente para la Victoria) donde se debatieron proyectos referidos a la GRD. Allí

participaron senadores nacionales, subsecretarios de Articulación Legislativa (Enrique

Thomas y Gabriel Huespe), el Secretario de Protección Civil, Emilio Renda y el

subsecretario de Gestión Integral de Riesgos de Desastres, Marcelo Rosa Garay y Federico

Casanova y Julián Ricardi. Estos últimos trabajaron en el proyecto de ley y fueron los

voceros de las observaciones del Poder Ejecutivo para modificar los proyectos en cuestión.

En esta reunión, Kunath comentó la existencia del trabajo previo que implicó lograr

consensos en un tema que no fue polémico, porque todas las fuerzas políticas buscaron el

mismo resultado, pero que en este caso, la adquisición de fondos económicos fue la

cuestión crítica a resolver y que posiblemente, por esta razón, haya retrasado tanto tiempo

la aprobación de la ley.

Los proyectos de ley que sirvieron de insumos para la confección de la Ley 27.287 fueron:

Proyecto 1: “Sistema Nacional para la Gestión Integral del Riesgo” (SINAGIR)

registrado bajo el expediente S-3840/15, de autoría de la Senadora Nacional Sigrid Kunath

del bloque del Frente para la Victoria. Este proyecto fue el que más influyó en el contenido

de la Ley 27.287. La senadora justificó la importancia del SINAGIR a razón de la

necesidad de contar con un marco normativo ágil y un tratamiento integral de la gestión del

28 Reunión Plenaria de las Comisiones de Seguridad Interior y narcotráfico y de presupuesto y hacienda, En

la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en el Salón Arturo Illia del Honorable Senado de la Nación, a las 16 y

12 del martes 31 de mayo de 2016. Senado de la Nación.

Page 94: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

89

riesgo, articulando órganos, estructuras, métodos, procedimientos y los recursos de la

Administración Pública Nacional, los gobiernos locales, las organizaciones no

gubernamentales, la sociedad civil y el sector privado. Además, expuso en su proyecto de

ley que:

“(…) la gestión integral del riesgo es un proceso fundamental para el desarrollo

sostenible, permite compatibilizar el ecosistema y la sociedad que lo ocupa a fin de

lograr un mejor nivel de seguridad para los habitantes.

Con esta convicción nuestro país ha participado de la Conferencia Mundial de

Reducción de Riesgos de Desastres celebrada en Kobe, Hyogo, Japón del 18 al 22 de

enero de 2005 en la que se aprobó el Marco de Acción 2005-2015 que sintetiza los

acuerdos alcanzados (…) A los efectos de profundizar los compromisos alcanzados en

materia de Gestión Integral del Riesgo de Desastres de las Naciones Unidas, el país

participo de la Tercera Conferencia Mundial de RRD realizada en Sendai, Japón del

14 al 18 de marzo de 2015, con el objetivo de acordar un nuevo marco de acción para

disminuir la vulnerabilidad y mitigar el impacto de los desastres durante la próxima

década” (Sigrid Kunath; 2015: Expediente S-3840/15).

Esto significa que la política pública sobre GRD implica no sólo un compromiso nacional

sino también internacional que el gobierno argentino tomó desde hace tiempo, por ello su

participación en las Conferencias Mundiales de Reducción de Riesgos que permitieron el

avance doctrinario y la configuración de planes de acción en ellos definido.

Proyecto 2: “Consejo Federal de Protección Civil y Gestión de Riesgos” (Registrado bajo

el expediente S-3711/15) de la Senadora Nacional María Magdalena Odarda, integrante del

bloque Frente Progresista CC ARI. Tal proyecto buscó institucionalizar por ley, el Consejo

Federal que se reunió informalmente desde hace algunos años. Esta idea derivó del trabajo

de la Diputada Nacional Elida Racino, del partido socialista, pero que no había alcanzado

la aprobación por parte del Senado en el año 2015. Darío Rodríguez Duch, asesor de

Odarda, consideró que la aprobación en el 2016, se dio en un momento de debate del

presupuesto nacional, lo cual fue razonable, ya que para que se efectivice esta ley se debió

contar con determinado respaldo económico (Los Andes; 2016).

Asimismo, se tuvo en cuenta los siguientes documentos:

El Expediente S-725-/15 de la autoría del senador Ernesto Sanz, por el cual propone crear

un “Sistema Nacional para la acción de Emergencias y Catástrofes Ambientales”

(SINECA) y el Proyecto “Programa Federal de Capacitación en Salvamento y Rescate”

Page 95: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

90

del Senador Nacional Gerardo Zamora, que pertenece al bloque Frente Cívico por

Santiago, registrado en el expediente número S-1858/1629

.

En la Reunión Plenaria (2016) de las comisiones se expusieron diferentes miradas y se

debatió específicamente sobre las innovaciones en la materia: el fideicomiso y la

participación de las provincias. Además de otros proyectos de ley relacionada con la GRD

promovidos por senadores nacionales: Ernesto Sanz y Sandra Giménez, y otros.

En síntesis, el trabajo legislativo en el tratamiento de la Ley del “Sistema Nacional para la

Gestión Integral del Riesgo y Protección Civil” estuvo influenciado primero por los

antecedentes y procesos históricos atravesados por el Estado en el tratamiento del tema y

las tendencias internacionales en la materia (avances doctrinarios en los que Argentina se

involucró y comprometió), descriptos anteriormente, ambos determinantes en la necesidad

de centralizar de manera integrada el abordaje del tema. En segundo lugar, por todos los

proyectos presentados, resultando el de la senadora Nacional Sigrid Kunath, el más

completo e influyente en el contenido final de la ley, que no entraba en contradicción con

los demás, solo que el resto de los proyectos trataron de modo más parcial la GRD. En

tercer lugar, es propicio señalar cómo se confirmará en el tercer capítulo de las tesis, que

reviste una importancia primaria, el tema presupuestario que determinó la posibilidad de

concretar o no la ley, debido a que se requiere de recursos económicos y humanos

disponibles para llevar adelante este tipo acciones.

Características formales de la Ley 27.287

El “Sistema Nacional para la Gestión Integral de Riesgo de Desastre y la Protección

Civil”, según el gobierno nacional, representó un cambio de paradigma en la materia y un

hito histórico, ya que busca una mayor articulación y coordinación de los distintos actores,

que fue un tema pendiente en el abordaje de la temática. De esta manera, el sistema:

“Tiene por objeto integrar las acciones y articular el funcionamiento de los organismos

del Gobierno Nacional, Gobiernos provinciales, de la Ciudad Autónoma de Buenos

Aires y municipales, las organizaciones no gubernamentales y la sociedad civil, para

29 Este último consistió en la creación de un programa de capacitación federal en caso de desastres o emergencia, para ampliar el conocimiento y lograr la coordinación y la preparación necesaria para

sobrellevar tal situación. “La capacidad de respuesta ante desastres está condicionada por el carácter

federal de la Argentina, por lo tanto la diversificación de esfuerzos tiene que ser apoyada por una exacta

coordinación en todo el territorio nacional, para acortar los más posible el tiempo de respuesta y evitar la

duplicación de esfuerzos” (Zamora; 2016: Expediente S-1858/16).

Page 96: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

91

fortalecer y optimizar las acciones destinadas a la reducción de riesgos, el manejo de la

crisis y recuperación” (Ley 27.287; art 1).

Este Sistema Nacional está integrado por: el Consejo Nacional para Gestión Integral de

Riesgo y Protección Civil y el Consejo Federal de Gestión Integral de Riesgo y Protección

Civil (art. 4). El primero está a cargo del Presidente de la Nación, presidido por una

Secretaría Ejecutiva. Se encarga de tomar las decisiones, proponer políticas públicas y

coordinar los recursos del Estado Nacional para llevar a cabo acciones para la gestión

integral del riesgo. Entre las funciones más importantes se encuentran: crear y manejar un

Centro Nacional de Información en Gestión Integral de Riesgo y, en caso de ser necesario,

es el responsable de declarar la situación de emergencia por desastres.

También debe firmar convenios y acuerdos de cooperación técnica con organismos

públicos y privados, nacionales e internacionales en materia de gestión integral del riesgo;

participar en las propuestas de implementación de los mecanismos y sistemas de

cooperación internacional; e intervenir en la elaboración de documentos e informes

nacionales para ser presentados ante organismos y conferencias internacionales.

La Secretaria Ejecutiva debe asistir al Consejo Federal, en la organización de reuniones,

prioridades, canales de información, modalidades técnicas y operativas de trabajo, además

de cooperar y coordinar actividades entre el Consejo Nacional y Federal. Dentro de la

Secretaria, se crearon otras instancias de coordinación: Registro de Asociaciones Civiles,

Voluntarias y Organizaciones No Gubernamentales para la Gestión Integral de Riesgos que

funcionan conjuntamente para lograr planes y estrategias (art. 14); la Red de Organismos

Científico-Técnicos para la Gestión Integral del Riesgo, integrada por instituciones

públicas y privadas de los círculos académicos. Su función es atender los requerimientos

de información que necesitan ambos consejos (art.15).

Para el financiamiento de las actividades se crearon dos fondos: el Fondo Nacional para la

Gestión Integral de Riesgo destinadas a acciones preventivas (art.16) que regirá por el

Presupuesto Nacional y el Fondo Nacional de Emergencia (art.17), que derivará de un

fideicomiso, determinado por la presente ley (art.19).

Este fondo de emergencia es nuevo en el país y fue un tema muy discutido en la Reunión

Plenaria de la Comisión de Seguridad Interior y Narcotráfico, junto con la de Presupuesto

y Hacienda, porque se debía analizar la viabilidad del fidecomiso30

como herramienta de

30 El Articulo 1666 en el Capítulo 30 del Código Civil y Comercial define el Fideicomiso: “Hay contrato de

fideicomiso cuando una parte, llamada fiduciante, trasmite o se compromete a trasmitir la propiedad de

Page 97: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

92

financiamiento. En la Reunión, Julián Ricardi (representante del Poder Ejecutivo) justificó

que éste era un mecanismo que permite la disponibilidad inmediata de los recursos en caso

de emergencia, ya que es independiente a la Tesorería Nacional y al Presupuesto, además,

garantizaría la intangibilidad de esos recursos y su uso específico, resolviendo la

problemática de contar con el dinero en el momento que se lo necesita. Sin embargo,

algunos senadores presentes en la Comisión manifestaron reservas a este planteo, como

Romero, que expresó que ya habían tenido malas experiencias con el uso de fideicomiso,

debido a que se necesita de nuevos impuestos para sostenerlo.

Por su parte, el Consejo Federal para la Gestión Integral del Riesgo y Protección Civil

tiene su propio reglamento interno (art. 12) y se encarga de articular políticas públicas de

gestión de riesgos a nivel regional y provincial y mantener actualizado el mapa federal de

riesgos (art. 11). Está integrado por un representante del Poder Ejecutivo nacional, uno por

cada provincia y uno por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y los responsables de los

organismos de Protección Civil o Defensa Civil de la Nación, de las provincias y del

Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (art.10).

La Ley derogó el Decreto del Ejecutivo Nacional N° 1250/99, por lo que dejó de existir el

SIFEM (art.21) y también, la Resolución del Ministerio del Interior 968/2011 que hacía

referencia al Registro Nacional de Organizaciones no Gubernamentales (art. 22).

La Ley 27.287 fue una “ley de adhesión”, debido a que en su artículo n° 26 dispone:

“Invitase a las Provincias y a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires a adherir a los

términos de esta ley para la regulación del Sistema Nacional para la Gestión Integral del

Riesgo y la Protección Civil”. Esta afirmación por parte de aquellas autoridades permite la

articulación de los organismos nacionales, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y los

provinciales, y por lo tanto de los municipios que la integren, en materia de GRD. Por eso,

el artículo 20 de la Ley expresó “(…) cuando las circunstancias del caso así lo requieren

el Sistema Nacional para la Gestión Integral del Riesgo y Protección Civil podrá actuar

como red de apoyo a pedido de las autoridades competentes” (Ley 27.287; 2016).

La innovación que plantea la mencionada ley puede resumirse en tres cuestiones centrales:

en primer lugar, utilizó un vocabulario propio de los marcos e instrumentos internacionales

en materia de GRD, lo cual está demostrado en su artículo n° 2 donde expone un glosario

que es similar al de la UNISDR y al Marco de Sendai. Esto posicionó un gran avance y

articulación en el abordaje de la temática, dando énfasis a la acción integral y preventiva en

bienes a otra denominada fiduciario, que se designa en el contrato, y a trasmitirla al cumplimiento de un

plazo o condición al fideicomisario” (Ministerio de Justicia y Derechos Humanos; 2014)

Page 98: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

93

la gestión pública para el tratamiento de los riesgos y vulnerabilidades ante desastres. En

segundo lugar, el Consejo Federal hace partícipes a los actores subnacionales,

principalmente a las provincias, cuestión novedosa que permitió articular los distintos

niveles de decisión política. En tercer lugar, la creación de los Fondos Nacional para la

Gestión Integral de Riesgos y otro de Emergencia, que el primero utiliza el presupuesto

nacional y el otro proviene de un fideicomiso, con el fin de contar con los recursos

necesarios en las situaciones de emergencias, cuestión que representó la mayor diferencia

entre los participantes del debate de la Ley en el Senado, pero es el que determina, en gran

medida, la factibilidad del funcionamiento del sistema planteado.

2.2 Instituciones argentinas que participan en la GRD y la Plataforma Nacional de

Reducción de Riesgos de Desastres

Se deben considerar dos cuestiones más allá de los cambios legislativos y formales

referidos a la GRD dentro de la estructura orgánica del Estado argentino. La primera,

mencionada reiteradas veces, su abordaje exige la interdisciplinariedad y la coordinación

de varias carteras de la administración pública en sus diferentes niveles de decisión

política, por la característica multidimensional y transfronteriza de la materia. Por tal

razón, en este apartado se expondrán los distintos ministerios e instituciones que participan

en la GRD.

En este contexto, se debe resaltar dentro del Estado argentino la función de dos entes

gubernamentales: la Comisión Cascos Blancos, parte del Ministerio de Relaciones

Exteriores y Culto, y la Dirección Nacional de Protección Civil-DNPC- (Ministerio del

Interior) que posteriormente fue reemplazada por la Secretaria de Protección Civil y

Abordaje Integral de Emergencias y Catástrofes, que se encuentra dentro de la órbita del

Ministerio de Seguridad (Decreto 48/2014). Estas dos instituciones tienen gran relevancia

en la política interna y externa de Argentina en relación a la GRD, ya que desde que se

implementó la Plataforma de RRD a nivel internacional, regional y nacional en 2007,

Argentina se sumó a la iniciativa y desde ese entonces, Cascos Blancos junto con la DNPC

co-coordinan la Plataforma Nacional de RRD (en adelante PNRD). Se trata de un

mecanismo nacional y multisectorial que tiene la función de agente promotor de la RRD en

diferentes niveles (EIRD; 2007).

Page 99: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

94

2.2.a La Comisión de Cascos Blancos y la GRD

Argentina tiene una larga trayectoria en la participación internacional en la Asistencia

Humanitaria a través la Comisión de Cascos Blancos (COMCA), perteneciente a la órbita

del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto. Trabaja en el campo de la cooperación

bilateral y otros escenarios multilaterales para coordinar la respuesta inmediata ante

desastres socio-naturales, actuando en las tareas de rehabilitación, reconstrucción y

desarrollo, promoviendo la prevención y la gestión de riesgo ante desastres socio-naturales.

Cascos Blancos es una iniciativa de origen argentino creada en 1994, desde ese entonces

cuenta con el aval y reconocimiento de la ONU (Resoluciones 49/139B) y desde 1995

también de la OEA (Resolución N° 1351). Ambos organismos instan a sus países

miembros a replicar esta iniciativa a través del voluntariado humanitario. Además, durante

los 23 años de existencia, Cascos Blancos ha participado en más de 300 misiones

internacionales, en más de 50 países, en los 5 continentes (Cascos Blancos; 2017).

Al mismo tiempo, se desempeña en el plano nacional a nivel local, a través del

perfeccionamiento y capacitación de voluntarios para prepararlos ante cualquier desastre;

colaboran en las emergencias, ayuda humanitaria y respuesta a las autoridades nacionales,

provinciales y municipales que coordinan los operativos. Fue así que participó en las

inundaciones de la Matanza- 2014, La Plata- 2013, en el alud de Tartagal en 2008 y otros

desastres.

El antecedente institucional de COMCA fue la “Comisión de Lucha contra el hambre y la

pobreza”, cuerpo civil internacional creado por Decreto del Poder Ejecutivo Nacional

1131, el 13 de julio de 1994, durante la presidencia de Carlos Saúl Menem. Se creó en un

contexto de reflexión y debate sobre los organismos internacionales, cuando se planteaba

cómo efectivizar la asistencia humanitaria, producto de la post-Guerra Fría orientados a

brindar mayor peso al contenido civil, más que a las fuerzas armadas en la asistencia

humanitaria (Henderson; 2009).

Un año más tarde, el gobierno argentino por medio del Decreto n° 379 (1995) sustituye el

nombre de “Comisión de Lucha Contra el Hambre y la Pobreza” por el de “Comisión

Cascos Blancos”, ya que sus alcances no se restringían a la lucha contra el hambre y la

pobreza, sino que se extendían a otros aspectos comprendidos más allá del concepto de la

“emergencia humanitaria compleja”. En efecto, se adoptó con el propósito de apoyar las

actividades de Naciones Unidas, en la esfera de la Asistencia Humanitaria de emergencia,

la reconstrucción y el desarrollo (Cascos Blancos y Ceipil; 2014).

Page 100: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

95

Desde 1998, se estableció que la Comisión tendría que actuar bajo los lineamientos de la

Oficina de Coordinación de la Asistencia Humanitaria (OCHA) y trabajar operativamente

con el programa de Voluntarios de Naciones Unidas (VNU), pertenecientes al Programa de

Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). La OEA en 1997 reconoció la necesidad de

contar con instrumentos suficientes para cumplir actividades de asistencia humanitaria y

asegurar la paz, mediante la creación del “Fondo Especial Cascos Blancos” en 1998,

destinado a financiar misiones de estos cuerpos en el área hemisférica (Cascos Blancos;

2016).

Este mismo año, el gobierno argentino creó por medio del Decreto N° 144/1998 la

Secretaria de Asistencia Internacional Humanitaria Cascos Blancos, con dependencia

directa del Presidente de la Nación; transformándose en un ente ejecutivo eficaz para

lograr la confluencia de la Comisión de Cascos Blancos, y otras instancias humanitarias.

Entre ellas, se encuentra el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y

Culto, Ministerio de Defensa y otras dedicadas a la asistencia humanitaria. Además de

asumir las funciones de asistencia, contó con un Grupo de Trabajo ad-hoc para las

Operaciones de Paz (Decreto 144/98; Presidencia de la Nación).

Sin embargo, luego de las elecciones de 1999, se disolvió la Secretaria de Asistencia

Internacional Humanitaria, mediante el Decreto 270 en el año 2000, así la Iniciativa de

Cascos Blancos pasó a ser un organismo dependiente del Ministerio de Relaciones

Exteriores, Comercio Internacional y Culto (Ceipil y Cascos Blancos; 2014). Coincidiendo

con el análisis de Henderson (2009), este cambio determinó que la Comisión de Cascos

Blancos fuera parte del cuerpo diplomático de carrera del Ministerio hasta el día de hoy.

Mientras que el estatus de Comisión le otorgó de hecho y de derecho, una marcada

autonomía funcional al contar con directorio propio y poseer la facultad de firmar

convenios con otros organismos, tanto nacionales como internacionales.

Durante la presidencia de Néstor Kirchner (2003-2007) y las dos administraciones de

Cristina Fernández (2007-2011/2011-2015) la Comisión de Cascos Blancos reformuló su

esquema de trabajo, dando forma a su enfoque actual, caracterizado por su transversalidad

y actitud democrática para accionar en la asistencia humanitaria, donde se priorizó a la

comunidad afectada, la sociedad civil y los voluntarios como agentes principales en la

decisión, planificación y acción de las actividades. Además, se asume la Asistencia

Humanitaria, poniendo énfasis a la gestión y capacidades locales, acatando los marcos

institucionales a nivel internacional como el Marco de Acción de Hyogo (2005-2015) y

actualmente el Marco de Acción de Sendai (2015-2030) y por supuesto, respetando

Page 101: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

96

primordialmente el Derecho Internacional Público, que es contrario a la intervención y a la

asistencia dirigida en caso de desastres, como se menciona en la página oficial de la

COMCA.

Desde 1999 la Comisión de Cascos Blancos tiene participación en la Estrategia

Internacional para la Reducción de Desastres (EIRD), así quedó demostrado en la

participación activa de Argentina, representada por su delegación conformada por

integrantes de COMCA, en las Conferencias Internacionales de Reducción de Riesgos de

Desastres, en el 2005 y 2015, que permitieron la evolución doctrinaria de la GRD a nivel

internacional. Actualmente, la Comisión se mantiene activa en las Conferencias

internacionales de RRD, en los mecanismos de evaluación como por ejemplo, fue la

encargada de la formulación de informes de medio término de MAH (HFA Monitor) y

participa de las reuniones de las Plataformas mundial, regional y nacional de RRD, además

de ser uno de los responsables de la coordinación de la Plataforma Nacional de RRD.

Cabe destacar que Argentina a través de delegaciones integradas por COMCA participa en

foros o reuniones diplomáticas a nivel regional como la Plataforma Regional para la

Reducción de Riesgos de Desastres (UNISDR); el RMAGIR (del Mercosur); Reuniones

Regionales sobre Mecanismos Internacionales de Asistencia Humanitaria (MIAH-OEA),

Comité Interamericano para la Reducción de Desastres Naturales (OEA) y del Grupo de

Trabajo de Alto Nivel para la GRD (UNASUR) que representan mecanismos para reforzar

la asistencia y coordinación de los actores. También es miembro pleno desde el 2011 de

Equipo de Naciones Unidas de Evaluación y Coordinación en Casos de Desastres

(UNDAC) y cuenta con representación en el Grupo Consultivo del Fondo Central para la

Respuesta en Caso de Emergencia (CERF); colabora con el Grupo Asesor Internacional de

Operaciones de Búsqueda y Rescate (INSARAG). Estos últimos cumplen funciones de

asistencia inmediata ante el desastre.

En suma, el país se caracteriza por su activo rol diplomático, ya que impulsó el

establecimiento del Grupo de Trabajo sobre Riesgos, Emergencias y Desastres del Comité

Permanente de Organismos (REDLAC) en el 2003 coordinada por OCHA, donde los

aportes argentinos sobre el manejo de información fueron muy valorados; entre 2007 y

2009 encabezó el Grupo de Apoyo de la EIRD. En el año 2010 fue sede de la Tercera

Reunión de MIAH y en 2012 ejerció la presidencia pro tempore de REHU (PNUD; 2012).

En el plano interno, Cascos Blancos se destaca por brindar capacitaciones a voluntarios y

funcionarios locales, con el objetivo de informar y concientizar a la ciudadanía en general,

y además, ha articulado con actores subnacionales en el despliegue de distintas acciones

Page 102: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

97

tendientes a fortalecer la producción de conocimiento en la temática, de cara a su difusión

y sensibilización interna y externa, pero también, como insumo para su posicionamiento en

las conferencias mundiales de GRD. Un claro ejemplo ha sido la firma de convenios con la

Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires, que adoptó al CEIPIL

como unidad ejecutora, a quien se le encomendó, en una primera etapa, la producción de

una obra que aborde integralmente el cambio de paradigma en la asistencia humanitaria y

la GRD a escala global, regional y nacional, con el propósito de su utilización a fines de

capacitación, sensibilización, intercambios diplomáticos, etc. Por otro lado, la

sistematización de información de información y generación de insumos técnicos de cara a

la elaboración del posicionamiento argentino en la Tercera Conferencia Mundial sobre

GRD, Sendai 2015.

2.2. b La Plataforma Nacional de Reducción de Riesgo de Desastre

Desde el 2007, Argentina participa de la Plataforma Mundial de RRD y ese año asumió la

presidencia del Grupo de Apoyo de la EIRD, para el periodo 2007-2009 (Carlos. E.

Zaballa; 2013).

El Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de la Argentina constituye el equipo de

trabajo mediante la Resolución 1300/2007 (Cascos Blancos; 2008), que se integró por la

COMCA y por la Dirección Nacional de Protección Civil (parte del Ministerio del Interior,

que en 2014 fue reemplazada por la Secretaria de Protección Civil y Abordaje Integral de

Emergencia y Catástrofes- Ministerio de Seguridad), para coordinar la Plataforma

Nacional para la Reducción de Riesgos de Desastres (PNRD) bajo los lineamientos de la

EIRD.

Esta es una de las plataformas nacionales más antiguas y COMCA fue el encargado de

preparar los informes nacionales sobre el progreso en la implementación del MAH,

denominados “HFA Monitor” (2007-2009/ 2009- 2011/ 20011-2013)31

. También tuvo una

activa participación en el Comité Preparatorio (PrepCom) organizado por la ONU en 2014

31 HFA Monitor es una herramienta estandarizada elaborada por la UNISDR para implementarla tanto a nivel

nacional como regional, para una autoevaluación de la evolución del Marco de Acción de Hyogo. El análisis

de monitoreo siguiendo las prioridades de acción de MAH. Presenta las siguientes categorías:

1- “Existe un progreso mínimo con pocos indicios de propiciar acciones en los planes o las políticas;

2- Hay cierto progreso, pero sin políticas sistemáticas y/o compromiso institucional 3- Se ha adquirido un compromiso institucional, pero los logros no son amplios ni considerables

4- Se han alcanzado logros considerables, pero con limitaciones reconocidas con respecto a las capacidades

y recursos.

5- Se han alcanzado logros considerables con un compromiso y capacidades sostenidas a todo nivel.

El punto 3 es el nivel a partir del cual las iniciativas de GRD presentan un nivel sostenible o base para

generar avances mayores” (UNISDR; 2013:p.71)

Page 103: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

98

para preparar los lineamientos del Marco de Acción de RRD post- 2015. En esta

oportunidad, la delegación argentina de Cascos Blancos recalcó la necesidad de trabajar

para disminuir las vulnerabilidades a fin de reducir el riesgo de desastres y la importancia

de fusión activa de la población en la gestión integral del riesgo (Colombo; 2016).

El objetivo de la Plataforma es que la GRD sea una prioridad nacional y local, que

permita lograr una base institucional sólida para su aplicación y lograr fortalecer la

resiliencia ante los desastres. Para ello se propone:

“Fungir como mecanismo de coordinación para intensificar la colaboración y la

coordinación multisectorial para lograr la sostenibilidad de las actividades para la

RRD, mediante un proceso consultivo y participativo, en concordancia con los

lineamientos del Marco de Sendai 2015-2030.

Fomentar un entorno que posibilite cultura de prevención, mediante actividades de

promoción y el incremento de la concientización existente en torno a la RRD, al igual

que sobre la necesidad y la importancia de integrarla en las políticas, la planificación y

programas de desarrollo; y

Facilitar la integración de la RRD en las políticas, la planificación y los programas

nacionales de varios sectores del desarrollo, al igual que en las políticas y los

programas internacionales o bilaterales de asistencia para el desarrollo” (Cascos

Blancos; 2016)

La PNRD está integrada por diferentes sectores que pertenecen a organismo públicos

nacionales, provinciales y municipales; instituciones especializadas, en actividades

espaciales, nucleares, cuencas hídricas, entre otras; instituciones académicas tanto públicas

como privadas; sectores privados como compañías de seguro, bancos, proveedores de

insumos humanitarios e instituciones de la Sociedad Civil como las ONGs.

De acuerdo a Carlos. E. Zaballa (2013), miembro de la Fundación Enlaces32

, quien

participó en las reuniones plenarias bianuales de la Plataforma Nacional de RRD, comentó

que en estas reuniones:

“(…) nunca han concurrido niveles Presidencial o Ministerial, en general se

presentaron en los discursos de apertura o cierre de los encuentros, mientras que

habitualmente el nivel mayor de participación es el de Subsecretarios. Estos niveles de

participación pueden también extenderse al resto de las instituciones, universidades,

ONG o sector privado: concurren dirigentes de decisión intermedia” (Zaballa; 2013).

32 Fundación Enlaces para el Desarrollo Sustentable que se dedica a articular las necesidades de la ciudadanía

con los intereses de los agentes económicos, sociales, y políticos, en favor de una cultura ambiental

sostenible. Tiene Personería jurídica por Resolución IGJ Nº: 0001061/2010 (Fundación Enlaces; 2017)

Page 104: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

99

Con esta apreciación, se podría considerar que todavía falta que las altas autoridades de los

organismos gubernamentales y extra-gubernamentales le otorguen mayor importancia a la

GRD, pero se valora las instancias de encuentro entre los actores participante. Si se toma

como referencia los resultados del HFA Monitor para Argentina (2007-2009/2011-2013),

en lo que respecta a la PNRD, que se encuentra indicado explícitamente en el indicador

básico N° 4 de la prioridad 1: “Está en funcionamiento una plataforma nacional

multisectorial para la RRD” (HFA Monitor; 2009/2013), se observa que desde el 2007 se

mantiene con un nivel 4, es decir se han alcanzado logros considerables, pero con

limitaciones reconocidas con respecto a las capacidades y recursos.

El informe (2013) describe que la PNRD ha experimentado diversos formatos (plenario,

dividida por prioridades de MAH) y en las últimas prosperó el funcionamiento por sectores

(organismos públicos en general, municipios, sociedad civil, sector privado, sector

académico) con una reunión plenaria final, con el objetivo de involucrar a los diferentes

actores en el abordaje de la GRD. Concluye que aún se necesita de una mayor injerencia en

la temática por parte de aquellos actores (HFA Monitor Argentina-COMCA; 2013).

La última reunión de la PNRD fue en el Palacio San Martin de la Cancillería, el 27 de abril

de 2016. Estuvo co-conducida por el Presidente de Cascos Blancos y el Subsecretario de

Gestión Integral de Riesgo de Desastres del Ministerio de Seguridad de la Nación, quienes

dieron cuenta de la importancia de involucrar a los actores provinciales y municipales en la

política de RRD, y articular las diferentes instituciones, teniendo un sistema federal

integrado (ORSEP; 2016).

En esta XIV Reunión se realizó un resumen de la última plataforma (2015) y se acordó una

ruta de trabajo estableciendo los objetivos de cara al 2020, entre ellos se encuentra: el

desarrollo de un sistema de GRD cristalizado en un Plan Estratégico Nacional y la sanción

de la Ley en el Congreso (referida a la Ley 27.287/2016). También se aprobó una

plataforma virtual en la que los miembros de la Plataforma Nacional de los distintos

ámbitos mantendrán permanente comunicación y socializaran información. Esta

Plataforma estará accesible desde la página principal de Cancillería Argentina (Cascos

Blancos; 2017).

Podríamos considerar que la PNRD tiene la función primordial de hacer dialogar y debatir

a los distintos sectores: académicos, privados, ONGs y a los distintos niveles de decisión

gubernamental sobre la GRD, teniendo en cuenta los lineamientos de la política nacional

en general y de la doctrina internacional sobre la RRD. Es así, que el Marco de Acción de

Page 105: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

100

Sendai (2015) toma a la PNRD como un elemento de para “mejorar la gobernanza del

riesgo de desastres” (p.5) y propone que:

“(…) estos mecanismos (…) dispongan de responsabilidades y facultades claramente

asignadas para, entre otras cosas, detectar los riesgos sectoriales y multisectoriales de

desastres, crear conciencia y aumentar el conocimiento del riesgo de desastres

mediante el intercambio y difusión de la información, datos no confidenciales sobre el

riesgo, contribuir a los informes sobre los desastres locales y nacionales y coordinar

esos informes” (Marco de Sendai; 2015: p. 17).

2.2. c. Relaciones inter-gubernamentales en la GRD

Como ya se ha mencionado, la Secretaria de Protección Civil y Abordaje Integral

Emergencias y Catástrofes, dentro del Ministerio de Seguridad, se dedica a asistir y

coordinar la GRD en Argentina.

Esta Secretaria no cuenta con un cuerpo de auxiliares propios sino que se alimenta del

personal de las instituciones del Estado Nacional. Existen varias leyes que promueven la

cooperación e interacción de las distintas carteras del Estado en todas las etapas de la GRD

(emergencia, preparación, prevención y recuperación), y los marcos internacionales

propios de la materia, también impulsan esta articulación.

A nivel nacional, se puede citar el Decreto 636/2013 que reconoce lo antedicho:

“(…) El gobierno nacional ha tomado la iniciativa de construir un ámbito de

coordinación para asegurar la capacidad y eficiencia del Estado Nacional frente a estas

situaciones de emergencia. Que la mejor administración de los recursos del Estado

Nacional requiere con mayor énfasis frente a la situación de emergencia, de una

correcta coordinación y articulación entre los distintos ámbitos del mismo para

potenciar sus efectos. (…) Que por ello es necesario además, instalar mecanismos que

aseguren que todos los organismos de la Administración Pública Nacional que tienen

alguna responsabilidad en la materia actúen no solo en la asistencia, sino

fundamentalmente en las etapas de prevención y preparación” (Dec. 636/2013;

Administración Pública Nacional).

De esta manera, la Secretaria de Protección Civil y Abordaje Integral Emergencias y

Catástrofes además del trabajo conjunto con el Ministerio de Relaciones Exteriores y

Culto, a través de la COMCA, que ya se ha detallado en los apartados anteriores, cuenta

con el apoyo de las cuatro fuerzas federales: Gendarmería Nacional, Policía Federal,

Prefectura Naval y la Policía de Seguridad Aeroportuaria Argentina. Además, fiscaliza la

Page 106: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

101

actividad de Bomberos Voluntarios y articula la utilización de las Fuerzas Armadas,

conjuntamente con la Secretaria de Coordinación Militar de Asistencia en Emergencias,

que pertenece al Ministerio de Defensa, y cuenta con el Sistema Integral de Gestión de

Información del Riesgo (SIRG).

También, es asistida por los Ministerios del Interior, Obras Públicas y Vivienda; de

Desarrollo Social; de Salud y el de Ambiente y Desarrollo Sustentable, Relaciones

Exteriores y Culto, Ciencia, Tecnología e Innovación, en virtud de su competencia.

Dentro del Ministerio de Salud, se destaca la Dirección de Emergencias Sanitarias

(DINESA), que desarrolló un Registro Nacional de Emergencias y es activo en la

producción y comunicación de información sanitaria para la prevención. Otra de las tareas

importante que lleva a cabo son las capacitaciones de recursos humanos y su participación

en la asistencia a emergencias a nivel nacional e internacional bajo los lineamientos de

Cascos Blancos y otras dependencia del Estado (Celis; 2008).

Por su parte, el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva aporta recursos

humanos calificados y sus trabajos de innovación y desarrollo. Además cuenta con una

Comisión de Trabajo de Gestión de Riesgo de Desastres, que busca obtener y distribuir

información integrada que sirva para la toma de decisiones de la Subsecretaría de

Protección Civil y Abordaje Integral de Emergencias y Catástrofes y otros organismos de

apoyo como el Ministerio de Defensa (Ministerio de Ciencia y Tecnología e Innovación

Productiva de la Presidencia de la Nación; 2013).

Dentro del Ministerio del Interior y Obras Públicas se encuentra la Subsecretaria de

Recursos Hídricos, que interviene en la elaboración y ejecución de la política hídrica

nacional y de la política relativa a los servicios públicos de abastecimiento y agua potable.

Esta subsecretaria ha diseñado en el 2007 el Plan Nacional Federal de los Recursos

Hídricos como una política a mediano plazo (hasta 2015) con el objetivo de establecer una

política integrada en el manejo de estos recursos, donde incentiva a las provincias a diseñar

sus propios planes, fortaleciendo su autonomía, para ello se realizaron talleres y

capacitaciones abiertos a la participación de todos los actores involucrados tanto

gubernamentales como extra-gubernamentales (Subsecretaria de Recursos Hídricos; 2007).

El nuevo Plan que busca de manera integral gestionar los recursos hídricos en el país fue el

Plan Nacional del Agua que se proyecta para los años 2016-2020 (Subsecretaria de

Recursos Hídricos; 2017).

El Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios en 2004 mediante el

Decreto del Ejecutivo N° 1824, creó la Subsecretaria de Planificación Territorial de

Page 107: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

102

Inversión Pública, que a partir del 2015, pasó a la órbita del Ministerio del Interior, Obras

Públicas y Vivienda (Colombo; 2015). El objetivo de esta fue implementar una política

para recuperar la planificación como herramienta fundamental para superar los

desequilibrios territoriales y sociales que han afectado históricamente al país, y con tal fin

desarrolló la Política Nacional de Desarrollo y Ordenamiento Territorial, por medio del

Plan Estratégico Territorial (PET).

Dentro del PET se desarrolló el Programa Nacional de Reducción del Riesgo de Desastres

y Desarrollo Territorial desde el 2006, en el marco de un convenio con el Programa de

Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) que lo financió hasta 2009, luego lo continuó

la Subsecretaria de Planificación de la Inversión Pública. Su objetivo fue promover la

inserción de la RRD en las políticas de desarrollo y ordenamiento territorial en todos los

niveles del Estado a través de la sensibilización y capacitación de actores claves a nivel

nacional y provincial. Esto implicó el comienzo de una nueva etapa, ya que la problemática

de riesgos de desastres nunca antes había formado parte de los perfiles prioritarios del

Gobierno Nacional o Provincial (Programa Nacional de Prevención y Reducción del

Riesgo de Desastres y Desarrollo Territorial; 2010).

En el año 2010 se publicó el primer avance “El Riesgo de Desastres en la Planificación del

Territorio”, producto de la implementación del Programa. También se firmó una Carta de

Intención entre la Dirección de Cambio Climático y la Dirección Nacional de Protección

Civil, a partir de la cual se delinearon estrategias comunes de reducción del riesgo, en

particular referidas al riesgo climático, a diversas escalas, trabajo que permitió la edición

del Manual de Vulnerabilidad y Adaptación al Cambio Climático para la Gestión y

Planificación Local y en el 2012, se elaboró el Documento País sobre Riesgo de Desastres

en la Argentina, impulsado por el PNUD y la Cruz Roja Argentina, en el contexto de los

Proyectos DIPECHO VII del Programa de Preparación ante los Desastres del

Departamento de Ayuda Humanitaria de la Comisión Europea.

Otro de los Ministerio actuantes es el de Ambiente y Desarrollo Sustentable que participa

en la GRD, desde su función de proteger el ambiente a través la Secretarias de Control y

Monitoreo Ambiental y la de Política Ambiental Cambio Climático y Desarrollo

Sustentable, a través de actividades educativas y de la concientización social; además

brinda servicios como autorizaciones y certificaciones para el acceso a recursos naturales y

manejo de residuos peligrosos. Desde este Ministerio se destacó la gestión activa frente a

los incendios forestales a través del Servicio Nacional del Manejo del Fuego junto con la

Secretaria de Protección Civil, Bomberos y dependencias provinciales y locales.

Page 108: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

103

A su vez, existe vinculaciones y asistencia de parte de los siguientes organismos técnicos:

el Servicio Meteorológico Nacional, Servicio Geográfico Nacional (específicamente, el

Grupo Proveedor de Información Primaria), el Instituto Nacional del Agua, el Instituto

Nacional de Prevención Sísmica, que aportan información útil para la toma de decisiones.

Teniendo en cuenta el HFA Monitor Argentina (2013), en el último periodo el Ministerio

del Interior firmó un Acuerdo con el Instituto de Normalización y Certificación (IRAM)

para el mejoramiento de las normas destinadas a la gestión de emergencias y desastres a

través del desarrollo de normas ISO TC 223-99 (Seguridad de las Sociedades)33

.

Más allá de la articulación interministerial y la incidencia internacional de las estrategias y

programas que este apartado pretendió exponer, el alcance de estas responsabilidades se ve

circunscripto por el carácter federal del país, donde cada jurisdicción dicta su propia

normativa en materia de protección civil, situación que refleja la complejidad de la

temática (Sandra Colombo; 2016), por lo tanto, exige un diálogo constante y coherente

entre los distintos niveles de decisión política perteneciente a las distintas escalas

territoriales, temas que se analizará en el capítulo 3.

2.3 El papel de las instituciones extra-gubernamentales, especialmente las ONGs en la

GRD

La sociedad civil que colabora con el Estado para la GRD, generalmente se nuclea en

ONGs, que son importantes auxiliares del trabajo y atención gubernamental, a través de

sus actividades, capacitaciones, registros y/o son activas en las distintas etapas de gestión

del riego (emergencia, prevención y recuperación).

Las ONGs suelen ser más visibles que las empresas privadas que aportan directa o

indirectamente su colaboración, algunas lo hacen anónimamente en casos de emergencia

en desastre y otras brindan servicios al Estado que le dan valor agregado a la gestión.

Haciendo referencia al sector empresarial, dentro de éste se destaca las aseguradoras de

riesgo, por ser más participativas y tener un interés económico que las atraviesa en los

encuentros en el abordaje de GRD, siguiendo al Informe de HFA Monitor Argentina

(2013) la Empresa SANCOR Seguros y la Superintendencia de Seguros de la Nación han

participado en la PNRD y en otras instancias regionales e internacionales sobre GRD.

33 El resultado del trabajo del Comité ISO/TC 223 son las normas internacionales consensuadas con la

sociedad, que ayudarán a los países a redactar las propias, para facilitar la prevención y preparación

horizontal ante el riesgo de desastres, tal como promueve la Oficina de las Naciones Unidas para la

Reducción del Riesgo de Desastres, UNISDR, a través de la implementación del Marco de Acción de

Hyogo, MAH (UNISDR; 2017).

Page 109: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

104

Otra de las instituciones activas son las universidades o entidades científicas, siguiendo el

HFA Monitor (2013), se mencionó que el Centro de Investigación Técnico-científico para

la Defensa, parte del Ministerio de Defensa diseñó un sistema informático de alertas

tempranas denominado “Sistema CRISIS” para la GRD. Por otro lado, la UBA

(Universidad Nacional de Buenos Aires) cuenta con un programa específico que está

dedicado a la temática de los Recursos Naturales y el Ambiente (PIRNA), a la vez,

FLACSO, la Universidad del Salvador y la Universidad Nacional del Litoral, de La

Matanza ofrecen pos-grados dedicados a la Gestión Integral del Riesgo de Desastres y las

Emergencias.

Retomando con las ONGs, en Argentina las que están presente en el abordaje de la GRD

son por ejemplo: los grupos de Scout, Caritas, Sociedad Argentina de Psicología en

Emergencias y Desastres, Sociedad Argentina de Psicotraumas, Médicos Sin Fronteras,

Hábitat para la Humanidad, Fundación Metropolitana, ADRA (Agencia Adventista de

Desarrollo y Recursos Asistenciales), Save the Children, Acción Sur, Acción contra el

Hambre en Argentina, Bomberos Unidos Sin Fronteras (BUSF) y Red Argentina de

Emergencias entre otras.

Dentro de este conjunto de organizaciones, resalta especialmente la Cruz Roja Argentina,

por su participación activa en la GRD, particularmente en el estadio de emergencias, por

tener gran trascendencia a nivel social, gran presencia de sus filiales en muchos de los

municipios argentinos y por su trayectoria histórica en el país. Esta institución permite el

acceso de documentos de análisis de la situación argentina y sobre su trabajo en interacción

con las distintas dependencias del gobierno. Por estos motivos, se analizara en detalle en el

siguiente apartado.

De acuerdo a los resultados recabados del HFA Monitor (2013), en Argentina se ha

consolidado la Red de Voluntariado en las Emergencias integrada por la Cruz Roja,

Dirección Nacional de Protección Civil, Cascos Blancos, Save the Children, Scout

Argentina, Acción contra el Hambre- Acción Sur, suscribieron el Acuerdo Marco de

Cooperación en 2012, que permitió el diseño de más cantidad de mapas de riesgos

comunitarios. Además reconoce el impacto en la sensibilización social sobre la GRD y las

limitaciones que se encuentran en que este impacto se alcanza de manera dispersa y sin

coordinación suficiente, esta realidad continua siendo motivo de debate y las respuestas

recaen en el carácter complejo y multi-sectorial que implica el tratamiento de la GRD

(Cascos Blancos; 2013).

Page 110: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

105

Cruz Roja Argentina

La Cruz Roja Argentina (CRA) es una de las principales instituciones de la sociedad civil

por su prestigio y presencia a nivel internacional. Se encuentra en Argentina desde 1880, el

Comité de la Cruz Roja Internacional la reconoció en 1882, y en 1919 se integró a la

Federación Internacional de la Cruz Roja y Media Luna Roja, año de su creación.

Actualmente, CRA cuenta con más de 63 filiales repartidas en todo el territorio, 35

Servicios Educativos y una Sede Central, se compone de 8.000 voluntarios/as, 60.000

colaboradores, el trabajo rentado ocupa 1.750 personas (en su mayoría docentes de los

Institutos Superiores) y 14.000 asociados/as en Argentina (Plan Estratégico Cruz Roja

Argentina (PECRA) 2015-2019; 2015).

Además de llevar adelante actividades de asistencia, educativas, se dedica a la reducción

de riesgos, se presenta ante situaciones de emergencias y desastres colaborando con las

instituciones gubernamentales a cargo, con un enfoque al fortalecimiento de la resiliencia

de las comunidades, en conjunto con el sector privado y las demás ONGs que participan.

Así, da respuestas a partir de la cobertura de las necesidades básicas, la prestación de

Primeros Auxilios, los aspectos sanitarios y la recuperación psicosocial temprana.

La CRA participa en diferentes espacios y procesos institucionales con el objetivo de

proponer políticas públicas y marcos regulatorios referentes a la GRD. Otra de sus

acciones periódicas son campañas públicas educativas y preventivas para contribuir a la

sensibilización social de las personas en la temática.

A su vez, cuenta con una gran experiencia en el terreno, como por ejemplo en el aluvión de

Tartagal en el año 2009, en las inundaciones de Salta en el 2006 y 2008, en las tormentas e

inundaciones en Santa Fe y Entre Ríos en 2007, entre otras (Cruz Roja; 2012).

La Cruz Roja Argentina desarrolló Planes Estratégicos (PECRA) para mejorar su accionar

y acordar cursos de acción, dedicados a la promoción de la salud, gestión de riesgos de

desastres y la formación educativa.

En cuanto a la GRD, la Cruz Roja Argentina considera para el periodo estudiado que:

“El Estado argentino, principalmente a nivel nacional, viene adaptándose a las

situaciones de riesgo incrementando su presencia e inversión, consolidando un

discurso político y agendas ajustadas a los conceptos y estrategias internacionales

reordenando estructuras que garanticen una mejor respuesta; de todos modos, es

grande aún el desafío para alcanzar una verdadera Gestión Integral de Riesgos de

Desastres” (Informe PECRA 2015; p.21).

Page 111: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

106

El informe concluye que la solidaridad de la sociedad civil se encuentra representada más

que nada en las ONG y por otro lado, aunque hay importantes avances a nivel institucional

sobre la GRD todavía falta mejorar la articulación y coherencia entre las partes

involucradas, lo que hace que las respuestas no sean eficientes.

Por lo tanto, el PECRA propone afianzar sus tareas en aquellas comunidades vulnerables

que están en riesgo, que no tienen las capacidades de afrontar los desastres y las amenazas,

donde su nivel de resiliencia es bajo y no cuentan o no están difundidos los protocolos

institucionales o recaudos comunitarios, que permitan una organización efectiva de la

comunidad frente a tales eventos. Así, busca “contribuir a reducir el riesgo y el impacto de

las emergencias y desastres en personas, familias y comunidades en situación de

vulnerabilidad” (Informe PECRA 2015; p.29) como su principal objetivo estratégico en

GRD.

Las líneas de acción se refieren a:

“Fortalecer la resiliencia en personas, familias y comunidades frente a emergencias y

desastres mediante la prevención, mitigación y preparación de las comunidades.

Construir a reducir el impacto de las emergencias y los desastres en las personas y las

comunidades en las personas y comunidades incrementando la eficacia y eficiencia de

las primeras respuestas34.

Promover la recuperación temprana35de las comunidades afectada por las emergencias

y desastres, fortaleciendo su resiliencia ante futuras situaciones.” (Informe PECRA

2015-2019; p. 29).

Uno de los aspectos relevantes para la CRA fue la importancia que le otorgó a la gestión

institucional, con la intención de estar más preparados frente a las tareas de diagnóstico, la

planificación, distribución de recursos, acción directa tanto de la sede central como de sus

filiales. En efecto, esta asociación se preocupó por mejorar la preparación y movilización

social, basada en una metodología de trabajo participativa, con especial incentivo de los

jóvenes. Su labor tiene en cuenta el respeto y promoción de los Derechos Humanos, la

34 En el ámbito de la Cruz Roja Argentina, se entiende a las primeras respuestas como un conjunto de

primeras medidas institucionales de activación, monitoreo, reporte, coordinación y respuesta tras la

ocurrencia de una emergencia/desastre para actuar y contribuir a salvar vidas, reducir los impactos en la salud

y satisfacer las necesidades de subsistencia de la población afectada en la articulación con otros actores competentes en función de planes, procedimientos y protocolos ya establecidos. (PECRA 2015) 35 La Recuperación temprana apunta a prevenir daños y perdidas adicionales, restablecer servicios esenciales,

proteger la salud física y psicosocial, restablecer los medios de sustento y reduciendo la vulnerabilidad ante

desastres futuros- Estrategia 2020 FRCR. Se debe abordar y basar en el concepto de “Reconstruir mejor” del

Marco de Sendai 2015-2030. (PECRA 2015-2019).

Page 112: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

107

diversidad de género y la no discriminación, en cooperación con la sociedad civil y actores

privados y públicos, con el fin de mejorar e innovar las estrategias.

El PECRA creó un equipo de monitoreo y evaluación a cargo de la Sede Central en

Argentina para que se cumpla su implementación, están pautadas sus evaluaciones

parciales por año y su evaluación final en el 2019.

La Cruz Roja Argentina es el ejemplo más claro y más presente de Organización No

Gubernamental de carácter internacional que trasciende todas las escalas territoriales y que

participa en forma activa en la GRD. Su rol también es destacable como institución que

brinda servicios de formación profesional y como polo de atracción de la sociedad civil

para involucrarse en estos temas.

2.4 Consideraciones finales

Argentina tiene una larga trayectoria internacional por su participación en la Asistencia

Humanitaria y el reconocimiento de la importancia de los desastres como inundaciones,

sequias, incendios y sismos que han ocurrido en el territorio. En consecuencia el gobierno

argentino adhirió y fue activo en el avance de la doctrina de GRD, desde sus inicios.

A nivel institucional interno, el país atravesó por un proceso de desmilitarización que fue

necesario para darle el espacio al gobierno civil y democrático como gestor de políticas

públicas de GRD, a través de la Dirección Nacional de Defensa Civil, que atravesó un

proceso de cambios formales y de definición de funciones hasta transformarse en

Subsecretaria de Protección Civil y Abordaje Integral de Emergencias y Catástrofes, dentro

del Ministerios de Seguridad (2014). Las instituciones “operativas” que se ocuparon de la

GRD durante el periodo estudiado (2000-2016) fueron el SIFEM y el GADE, creados en

1999, que dejaron de existir en 2016 con la creación del Sistema Nacional de Gestión

Integral del Riesgo y la Protección Civil, por medio de la Ley 27.287, que busca en su

génesis una mayor articulación e, integración entre los actores participantes de la GRD, y

que sus procesos y dinámicas sean más rápidos y efectivos que los sistemas que lo

antecedieron.

Se debe resaltar que esta ley fue resultado de un largo proceso de revisión de proyectos

dedicados a este tópico y construcción de consensos dentro del cuerpo legislativo,

principalmente para acordar el presupuesto que se debe manejar en la política de GRD, que

fue el punto de mayor debate a la hora de la aprobación de la ley. Como innovación, esta

normativa invitó a los espacios subnacionales a adherirse a la norma, por lo cual aquí se

observa la autonomía que se les otorgó a las provincias y municipios. Por otro lado, la ley

Page 113: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

108

hizo referencia a los desastres, sin especificar su tipología, es decir, que “los menciona

como en bloque” al igual que los marcos internacionales, adoptando sus lineamientos y

utilizando el mismo vocabulario de GRD.

Una de las organizaciones gubernamentales que tiene gran incidencia en la política interna

y externa de Argentina, en el abordaje de la GRD es la Comisión Cascos Blancos, que

forma parte del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, de relevancia internacional,

reconocida por la ONU y la OEA por su función humanitaria.

A nivel doméstico, la COMCA brinda capacitaciones y realiza campañas de

concientización, además de asistir al gobierno en las situaciones de emergencia.

Paralelamente, desempeña un rol central en la política exterior, siendo el “brazo operativo”

de ayuda humanitaria de la Argentina en las crisis internacionales, que actúa bajo los

lineamientos de la asistencia humanitaria internacional, el respeto de los Derechos

Humanos y trabaja por medio de voluntarios preparados para tal fin.

Específicamente en la GRD, la COMCA junto con Subsecretaria de Protección Civil y

Abordaje Integral de Emergencias y Catástrofes coordinan la Plataforma Nacional de

Reducción de Riesgos de Desastres desde 2007, de acuerdo a las políticas impulsada desde

la EIRD. La PNRD es un mecanismo donde los diferentes actores de las distintas escalas

territoriales (local, provincial, nacional, principalmente), pertenecientes a distintos sectores

gubernamental (gobiernos municipales, provinciales, ministerios) y exra-gubernamentales

(como universidades, empresas, ONGs) se reúnen a debatir y consensuar las actividades y

políticas que son propicias para mejorar la GRD.

La tendencia de la interrelación y coordinación de las políticas públicas entre las diferentes

actores actualmente en distintas escalas territoriales y niveles de actuación pública, se ha

visto favorecida por el proceso de globalización y también por el de la federalización de la

política exterior (Araya y Herrero; 2016), en gran parte del periodo estudiado, que abrió

mayores márgenes para la acción para actores subnacionales gubernamentales y extra-

gubernamentales en el escenario internacional, favoreciendo esta dinámica de

interconexión.

En los últimos años, por medio de la Organización de Naciones Unidas y los procesos de

integración regional se trató la GRD acercando a los municipios, planteando estrategias

para direccionar y lograr ciertos estándares y unificación en el desarrollo de sus políticas

públicas a todos los niveles. Asimismo, se promueven encuentros para compartir

experiencias que fomentan la cooperación de los municipios y que sirvan de ejemplo para

otros, formando redes y logrando un intercambio de buenas prácticas potencialmente

Page 114: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

109

aplicables a escenarios locales. Esto se ha logrado de forma incipiente pero progresiva,

dependiendo de intereses y voluntades políticas, y de la necesidad y urgencia que plantean

los acontecimiento y desastres socionaturales de distinta intensidad, en todo el mundo y en

el territorio nacional en particular.

Se interpreta a tal efecto, que la GRD hace referencia a problemáticas que ocurren en

cualquier parte del mundo, que tienen alcance global pero que son intrínsecamente

territoriales y que necesitan de la gestión nacional y local, al momento de dar respuestas,

las cuales, a su vez, se ven cada vez más orientadas por consensos globales, que bajan a

través de plataformas y normas a los niveles inferiores de actuación. Por ello, la

proliferación de herramientas e instrumentos, planes de acción a nivel internacional

incentivan proyectos y políticas de acción, y promueven la cooperación multiactoral para

coordinar acciones conjuntas, integradas, interdisciplinarias, a través de la formación de

redes de municipios y Estados.

Para tener una visión más acabada de cómo estas relaciones se gestan en la práctica, esta

tesis presenta un caso específico a nivel local en el siguiente capítulo, donde intervienen

determinados actores de distintas escalas territoriales y se observa el grado de articulación

entre ellos para la concreción o no de políticas públicas ante un determinado desastre.

Page 115: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

110

Capítulo 3

Gestión de Riesgo de Desastres: Estudio

de caso del Municipio de Azul. Política,

actores y grado de articulación a

distintas escalas territoriales (2000-2016)

“La reducción y gestión del riesgo de desastres dependen de los

mecanismos de coordinación en todos los sectores y entre un sector y otro

y con los actores pertinentes a todo los niveles y requiere de plena

participación de todas las instituciones ejecutivas y legislativas del Estado

a nivel nacional y local y una articulación clara de las responsabilidades

de los actores públicos y privados”

(Marco de Acción de Sendai; 2015: p.13)

Page 116: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

111

Introducción

Este capítulo examina la GRD a través de una experiencia territorialmente delimitada

centrada en el nivel de gobierno municipal/local, tomando como estudio de caso el

gobierno de Azul, Provincia de Buenos Aires, durante el periodo 2000-2016. Se analizan

las políticas desplegadas en materia de GRD, específicamente, en relación a la

problemática de las inundaciones, uno de los desastres socionaturales más importantes que

padece la región y el distrito, con fuertes manifestaciones en este lapso temporal.

Para ello, se busca comprender si el abordaje político de dicha problemática a escala local

se corresponde o guarda algún tipo de relación con las directivas y recomendaciones de los

organismos y marcos internacionales que regulan la GRD, y específicamente, el grado de

articulación existente con los niveles superiores de gobierno y el conjunto de actores

intervinientes en distintas escalas territoriales (internacional, nacional, provincial,

regional/local) en este periodo.

A tal efecto, se parte de comprender las políticas públicas de GRD como un “(…) proceso

sistemático que utiliza directrices administrativas, destrezas y capacidades operativas

para ejecutar políticas y fortalecer las capacidades de afrontamiento, con el fin de reducir

el impacto adverso de las amenazas y las posibilidades de que ocurra un desastre”

(UNISDR; 2009).

Asimismo, se asume que, como toda política pública, la política de GRD se constituye

como un “conjunto de iniciativas y respuestas, manifiestas o implícitas, observadas en un

momento histórico y en un contexto determinado” y la toma de posesión frente a la

resolución de una cuestión que no tiene por qué ser unívoca, homogénea ni permanente,

por el contrario, suele ser dinámica, e inclusive, contradictoria en sus componentes, e

incorporar decisiones simultaneas y sucesivas de varios organismos del Estado y niveles de

gobierno (Ozslak y O´Donnell; 1995).

Aquí se trata de reconstruir y ordenar su análisis en virtud de aquellas medidas de

prevención, mitigación y recuperación que la componen, la identificación de actores

gubernamentales y no gubernamentales intervinientes a todos los niveles de acción, y las

dinámicas y relaciones gestadas entre los mismos, así como la evolución, los cambios y

continuidades que se han dado en el tiempo analizado.

Para comprender y examinar la política de GRD durante la etapa 2000-2016 en el partido

de Azul, se considera que ciertos temas o problemas tienen mayor probabilidad de ser

incorporados a la agenda gubernamental si revisten determinadas características: haber

adquirido proporciones de crisis, haber adquirido una cierta particularidad, estar vinculadas

Page 117: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

112

a aspectos emotivos, tener un amplio impacto social, tocar asuntos vinculados al poder y a

la legitimidad, ser de alto contenido simbólico o ser un tema de moda (Hogwood & Gum,

en Fernández, 1996). Las inundaciones sucedidas en los años 2001, 2002 y 2012 (en este

último año, en tres oportunidades), fueron eventos de gran intensidad que cumplieron

varias de las características mencionadas, impulsando una colocación y re-actualización

del tema en la agenda local por el propio impacto social, económico y emotivo del

fenómeno. Estos años se toman como ejes ordenadores cronológicos en la respuesta

pública al tema, advirtiendo cambios, continuidades, aunque sin dejar de tomar una mirada

integral del período estudiado.

El análisis se efectúa en base al examen de entrevistas realizadas a los funcionarios del

Municipio de Azul a cargo de las carteras de Hidráulica, Defensa Civil, Desarrollo

Sostenible, un integrante del Instituto de Hidrología de Llanuras (IHLLA) perteneciente a

la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires, a dos promotores

nacionales de la Campaña Internacional Desarrollando Ciudades Resilientes. Además de la

consulta de medios digitales, televisivos y de prensa gráfica local, como El Diario el

Tiempo y Canal Somos Noticia de Azul, entre otros.

3.1 Algunas consideraciones para el análisis de la articulación de las distintas escalas

territoriales en la Gestión de Riesgos de Desastres

Esta investigación, que se enmarca dentro de la disciplina de las Relaciones

Internacionales, busca comprender el grado de articulación que existe entre los actores

gubernamentales y no gubernamentales de las diferentes escalas territoriales en materia de

GRD. La razón de ser de este apartado es recuperar brevemente el lugar que le otorgan los

marcos internacionales y regionales de la GRD a los municipios o instancias locales.

Escala internacional

La EIRD (2000) fue el marco de referencia de la Oficina de Naciones Unidas para la

Reducción de Riesgos de Desastres (UNISDR), que operó a través de una red de socios

globales con un enfoque de coordinación de múltiples partes interesadas sobre la base de

articulación de los gobiernos nacionales y locales, y otros agentes como las organizaciones

no gubernamentales, privadas, técnicas y académicas. La Estrategia expresó claramente en

uno de sus objetivos que:

Page 118: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

113

“(…) se necesita que la cultura de prevención logre ejercer influencia en quienes

detentan el poder de decisión, no solamente dentro de los gobiernos nacionales sino

también entre las autoridades locales. La EIRD brinda una plataforma para desarrollar

y promover los principios básicos de participación multidisciplinaria e intersectorial,

incluyendo tanto a los oficiales encargados de la formulación de políticas como a

aquellos responsables de la puesta en práctica” (EIRD; 2000).

Igualmente importante son, el Marco Acción de Hyogo (2005-2015) y el Marco de Sendai

(2015-2030), que permitieron fortalecer la GRD a nivel internacional, ya que más países

adhirieron a estos acuerdos, y son la prueba de la evolución doctrinaria de la temática. A

través de estos instrumentos, los Estados establecieron conjuntamente prioridades a corto y

mediano plazo en pos de ser más resilientes y disminuir los riesgos y amenazas socio-

naturales. A través de los planes de acción que definen los mismos, se pone énfasis en la

cooperación y se destaca la necesaria y activa participación de la gestión municipal y en

segundo lugar, la tendencia a la descentralización de poder en esta política pública.

El Marco de Acción de Sendai resaltó el rol de los “foros de coordinación gubernamental

a nivel nacional y local” integrados por actores pertinentes, tales como las “plataformas

nacionales y locales” para la RRD, impulsada y desarrollada a nivel nacional, pero muy

excepcionalmente a nivel local (destacando experiencias como las de Santa Fe).

Igualmente, en reiteradas oportunidades este Marco resalta el rol del gobierno local, ya que

considera necesario “facultar a las autoridades locales, como corresponda, por medios

reguladores y financieros, para que trabajen y coordinen con la sociedad civil, las

comunidades y los pueblos y migrantes indígenas en la gestión de riesgos de desastres a

nivel local” (Marco de Sendai; 2015:.18). Desde esta óptica, el aspecto financiero y

normativo- regulador se erigen como componentes centrales que afectan el accionar de las

autoridades locales.

Durante la etapa analizada, una de las iniciativas a destacar promovida por la UNISDR que

se desarrolla desde 2010 es la “Campaña Mundial: Desarrollando Ciudades Resilientes”,

ejemplo de la promoción que los marcos internacionales hacen de la acción de gobierno a

nivel local, ya que aborda temas de gobernabilidad local y riesgo urbano, con el objetivo

de ayudar a reducir el riesgo y aumentar la resiliencia en las ciudades.

Se considera al liderazgo y participación de los gobiernos locales como el nivel

institucional más cercano a los ciudadanos, y por esa razón, juega un papel vital para

cualquier compromiso que se geste de cara a la RRD. La citada Campaña busca fortalecer

Page 119: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

114

una red global de gobiernos locales comprometidos en la RRD, a aumentar la resiliencia de

las ciudades, promover la cooperación y el aprendizaje entre las mismas.

Las “ciudades resilientes” deben ser promovidas por múltiples responsables: los gobiernos

nacionales, asociaciones de gobiernos locales, organizaciones internacionales y regionales,

la sociedad civil, los donantes, el sector privado, instituciones académicas y asociaciones

profesionales y la ciudadanía en general.

La Campaña ha producido un número de herramientas y objetivos para ayudar a los líderes

locales a evaluar, documentar y mejorar sus actividades de RRD, como los “Diez Aspectos

Esenciales para Aumentar la Resiliencia”, la Herramienta de Auto-evaluación para los

Gobiernos Locales y el Manual para Líderes Locales, en coherencia con el Marco de

Acción de Hyogo y el de Sendai.

La red busca acompañar a los gobiernos locales, con intervención de promotores, que se

preocupan por mantener la planificación y el seguimiento de las ciudades:

“Los promotores estamos para acompañar y ayudarlos con talleres de sensibilización y

estar en el proceso. Somos los facilitadores entre la ONU-UNISDR y los municipios.

Uno puede adherirse y ser un municipio resiliente, pero no alcanza con eso, tiene que

mantener la resiliencia y las acciones para ser un municipio sostenible, este es el

desafío, seguir siendo sostenible (…) Nuestro mayor peligro son los riegos de

desastres hidrometeorológicos: las inundaciones, sequias y también el sísmico”

(Entrevista Radio Sentido a Mariana Pérez Márquez, una de las promotoras argentinas

de la Campaña desarrollando ciudades Resilientes. Programa PI- por Radio Mariana

Faro y otros; 25 de julio 2016).

Desde su lanzamiento, la Campaña se comprometió a llevar a cabo varias actividades de

apoyo técnico y reuniones con líderes de gobiernos locales, a nivel regional e

internacional. En el 2014, 800 oficiales de las ciudades inscriptas en la Campaña y

directores de unidades de desastres de 36 países fueron entrenados en el Curso para el

Desarrollo de Capacidades a nivel local (GETI). A la fecha de mayo de 2016, la Campaña

trabaja con 3.123 ciudades a nivel global, de las cuales 1.445 son de las Américas y para

2020 se propone alcanzar la participación de 6000 gobiernos locales (UNISDR; 2016).

Es interesante tener en cuenta la mirada de los promotores argentinos sobre el desempeño

de su trabajo y, particularmente su opinión sobre la articulación de los actores de las

distintas escalas territoriales en el ámbito de la GRD que se da en el ámbito de la campaña.

Page 120: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

115

De su testimonio se desprende que su aporte está íntimamente relacionado con su perfil

profesional:

“Mi mayor aporte a la campaña fue difundirla en el ámbito académico y con el sector

turístico (tanto en el ámbito público como en el privado) dado que mi profesión es el

Turismo. En este aspecto he ido instalando la necesidad de incorporar la visión

integral del territorio desde la reducción de las vulnerabilidades para abordar un

trabajo de desarrollo turístico en aquellos destinos que así lo deseaban. Sin embargo, el

desconocimiento desde el sector del turismo y a nivel local [trabajo en la ciudad de

Buenos Aires y Gualeguay] es total con lo cual aún hay mucho camino para desandar

en la sensibilización del tema. Asimismo, también realicé un importante aporte en el

trabajo interinstitucional del sector, en los talleres regionales para la actualización del

Plan Federal de Turismo Sustentable dado que se logró incorporar como un objetivo

estratégico reducir la vulnerabilidad de los destinos turísticos” (Entrevista vía mail;

Promotora argentina de la Campaña desarrollando ciudades Resilientes; 19-04-2017).

El segundo referente, que es promotor desde septiembre de 2016, expresó:

“(…) desde diciembre de 2007 a diciembre de 2015 fui Director de Gestión de Riesgo

de la ciudad de Santa Fe, Argentina, en ese periodo la ciudad fue elegida como ciudad

modelo de la campaña (2010), obtuvo el premio Sasakawa (2011) que es la máxima

distinción que se otorga a nivel mundial a las personas, instituciones o ciudades que

trabajan en la reducción de desastres y también el Intendente fue distinguido como

Alcalde Campeón de la Campaña (2014). Estos logros me han permitido participar de

diferentes foros nacionales e internacionales en los cuales he instado a las ciudades a

trabajar en la resiliencia de las mismas tomando como guía el MAH, hoy

complementado por el Marco de Acción de Sendai. A nivel país como integrante de la

Plataforma Regional de Reducción de Desastres permanentemente he insistido en la

necesidad de difundir la Campaña a nivel nacional y a apoyar a los gobiernos locales

para que participen” (Entrevista vía mail; Promotor argentino de la Campaña

desarrollando Ciudades Resilientes; 21-04-2017).

Los beneficios que obtienen los municipios de la participación en la Campaña se presentan

en diferentes áreas, así lo justificó una de las promotoras:

“Desde lo ambiental sería preservar los espacios de gran valor del municipio, desde lo

social habría un conocimiento de las problemáticas y un desarrollo de capacidades que

les facilitaría evacuar y reponerse (de allí la palabra resiliente) (…) Desde el aspecto

económico al tener escasas pérdidas frente a un evento adverso por la capacidad de

Page 121: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

116

respuesta de la población. (…) Y desde lo político, en un país, como el nuestro donde

prácticamente vivimos en campaña, es el estandarte para continuar en una gestión que

visualiza una realidad y una necesidad que beneficia a todos y no a unos pocos”

(Entrevista vía mail; Promotora argentina de la Campaña desarrollando ciudades

Resilientes; 19-04-2017).

En la actualidad, más de 20 ciudades argentinas participan de la Campaña Internacional de

“Ciudades Resilientes” entre las que se encuentran Achiras, Buenos Aires, Bulnes, Cinco

Saltos, Ciudad de Mendoza, Del Campillo, Esteban Echeverría, General Alvear, General

San Martin, Godoy Cruz, Gualeguay, Huica Renanco, Jesús María, La Cautiva, La Plata,

Las Higueras, Mercedes, Pergamino, San Antonio de Areco, Sampacho, Santa Fe, Posada,

Tandil, Vicuña Mackenna, Villa Allende, Washington, contando también el gobierno

provincial de Buenos Aires y de Neuquén que apoyan esta iniciativa activamente

(UNISDR; 2016). Como se advertirá más adelante, el Municipio de Azul ha manifestado

intenciones de formar parte de la Campaña, pero hasta 2016 no ha logrado formalizarlo.

Escala Regional

A nivel regional, en Sudamérica, dentro del Mercosur, desde el 2015 se cuenta con la

Reunión de Ministros y Altas Autoridades de Gestión Integral de Riesgos de Desastres

(RMAGIR) y dentro de la UNASUR, desde el 2013, con un Grupo de Trabajo de Alto

Nivel para la Gestión Integral del Riesgos de Desastres.

Las acciones de estos grupos de trabajo sirven para el encuentro de funcionarios y

especialistas en el tema, y para fomentar el tratamiento conjunto y creación de estrategias

para su abordaje. Estas reuniones y consensos tienen diferentes grados de influencia,

aunque no son de carácter vinculante, un aspecto no menor al momento de evaluar el nivel

de ejecución de las acciones programadas y su bajada a los niveles inferiores de gobierno,

que terminan recayendo en voluntades políticas aisladas, y dependiendo de las velocidades

de acción que permitan las capacidades estatales y burocráticas de su tratamiento en cada

país.

Los actores locales del Mercosur tienen su espacio de integración en el ámbito de

Mercociudades, dentro de la Unidad Temática Ambiente y Desarrollo Sostenible

(UNTADS) que busca confeccionar una agenda conjunta y articulada para afrontar los

desafíos de la región en la materia. Uno de los tópicos que trata la UNTADS es la GRD,

donde propone generar espacios de participación para planificar a mediano y largo plazo, y

concretar acciones para evitar que un evento socio-natural se transforme en un desastre,

Page 122: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

117

lograr canales de comunicación entre los municipios, entre estos y otros agentes, para

alcanzar una gobernanza democrática y participativa en la gestión pública y obtener

financiamiento adecuado para la realización de la misma.

En cambio dentro de la UNASUR se organizaron reuniones y se proyectan planes, donde

se toma en consideración las estrategias internacionales, pero se le coloca más énfasis al

nivel nacional.

Escala Nacional

En términos nacionales, Argentina se ha destacado históricamente por ser activa en la

participación regional e internacional en temas como la GRD, Cambio Climático y

Asistencia Humanitaria. Ha presenciado las Conferencias Internacionales de RRD, se

involucra en la Plataforma Regional para la RRD en las Américas, y tempranamente, desde

2007 la Comisión de Cascos Blancos (COMCA) co-coordina junto con la Secretaria de

Protección Civil y Abordaje Integral de Emergencia y Catástrofes, la Plataforma Nacional

para la Reducción de Riesgos de Desastres (PNDR), bajo los lineamientos de la EIRD.

Desde el 2003 se ha avanzado en la federalización de la política exterior argentina (Araya

y Herrero; 2014) entendida como la implementación de políticas públicas por parte del

gobierno nacional, orientadas directas o indirectamente a fomentar la participación de

nuevos actores en las vinculaciones con el medio externo, bajo los lineamientos y

prioridades de la diplomacia estatal. Este proceso fue producto de los efectos de la

globalización y de las políticas de descentralización que se dieron en la década de los ´90,

que tuvieron como correlato, la decisión política de delinear un nuevo rol para el Estado,

que generó una redefinición de sus potestades reguladoras y promotoras (Madoery; 2008),

articulando los intereses de los diferentes niveles: local, provincial y nacional, en la

participación efectiva en el escenario internacional.

La federalización de la política exterior dio lugar al desarrollo de la política internacional

subnacional (Calvento; 2015) definida como una herramienta estratégica de los gobiernos

locales para impulsar la inserción internacional, aprovechando las oportunidades que

brinda el escenario exterior y articulándolas con las necesidades del territorio. Según

Rodríguez y Zapata Garesché (2014) se trata de una política pública que supone la

existencia de la decisión y voluntad política del gobierno local de desempeñarse como un

actor global. Estas dos políticas incentivan la articulación entre distintos actores actuantes

en las diferentes escalas territoriales.

Page 123: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

118

En un principio estas relaciones se reducían al área de temas económicos y comerciales,

sin embargo, la tendencia más reciente está relacionada a contemplar tópicos de la actual

agenda internacional, que necesitan de un tratamiento más urgente, como es el caso de la

GRD.

De acuerdo al análisis del HFA Monitor (2011-2013) para la Argentina (Cascos Blancos;

2013), indicó que desde 2007 se ha avanzado en la sensibilización y concientización de la

temática, ya que es notable el involucramiento creciente de las distintas carteras del

gobierno, del sector privado, académico y de las ONGs en la PNRD, además de un

aumento de municipios argentinos que se han adherido a la “Campaña Ciudades

Resilientes”, gracias al trabajo de Cascos Blancos y la Subsecretaria de Provincias, que han

achicado esta brecha a través de capacitaciones. Asimismo, la Ley 27.287/2016, que creó

el Sistema Nacional para la Gestión Integral del Riesgo y la Protección Civil, supone el

compromiso formal del Estado para tratar la GRD de manera integral y federal,

legitimando a los niveles inferiores de decisión política y a los distintos sectores en el

involucramiento activo en el tratamiento de los desastres.

En resumen, existe actualmente un abanico amplio de espacios de diálogo político y

técnico, encuentros entre actores pertenecientes a las diferentes escalas territoriales que

tratan la GRD, y de herramientas e instrumentos normativos y operativos, donde se le

otorga cada vez mayor importancia a la acción local dentro de los marcos internacionales,

regionales y nacionales.

Escala Provincial

Antes de sumergirse de lleno en el estudio de caso municipal, es importante advertir, que

en materia de GRD en la Provincia de Buenos Aires, no se observó se puede hasta 2008,

una política orientada a la gestión integral de riesgo. Más allá de algunas iniciativas

aisladas, las acciones estuvieron focalizadas en responder a las emergencias una vez

ocurridas (Colombo; 2016). Recién en 2008, mediante el Decreto n° 464 creó el Consejo

Provincial de Emergencias bajo la órbita de la Secretaria General de la Gobernación,

asistido por otras dependencias del Estado y actores extra-gubernamentales para la

generación conjunta de este tipo de políticas, mediante la “elaboración de planes en

materia de prevención y respuesta ante emergencias y desastres, encaminados a proteger

la vida y bienes de las personas (…) que contemplen la adopción de medidas técnicas

idóneas para anticipar y evitar daños o mitigar sus efectos, y que permitan planificar la

intervención en orden a mitigar los efectos de tales eventos” (Decreto 464; 2008).

Page 124: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

119

Este instrumento provincial se vio influido por los crecientes eventos que atravesó la

provincia desde el 2000, por las inundaciones, sequias e incendios, sino también de los

instrumentos internacionales dedicados a la GRD, específicamente el MAH, como así

quedó citado en el instrumento:

“(…) en marzo de 2005, la Declaración de Hyogo, de la cual surge que ‹‹los desastres

tienen efectos sumamente perjudiciales para las actividades que se realizan a todos los

niveles para erradicar la pobreza en el mundo; los efectos de los desastres (…) que

incumbe principalmente a los Estados la protección de su población y sus bienes en su

territorio frente a los peligros y, por consiguiente, es imprescindible que concedan un

alto grado de prioridad a la reducción del riesgo de desastres en las políticas

nacionales con arreglo a sus capacidades y a los recursos de que dispongan››” (Decreto

464; 2008).

Mediante este decreto, el gobierno provincial pretendió jerarquizar el tema de gestión

integral de riesgo en la agenda de gobierno, respetando la función de la institución

principal que es la Dirección Provincial de Defensa Civil (Colombo; 2016), que cuenta a

su vez con la asistencia de otras instituciones pertenecientes a distintos ministerios como:

la Dirección de Manejo de Emergencia Sanitarias y Catástrofes, Superintendencia de

Seguridad Siniestral, Dirección Provincial de Asistencia Crítica, Organismo Provincial

para el Desarrollo Sostenible, y la Dirección de Gestión de Riesgos y Emergencias

(dependiente del Ministerio de Coordinación y Gestión Pública). Esta última a su vez

cuenta con: la Dirección de Análisis de Riesgo y la Dirección de de Coordinación en

Emergencias. Según el sitio oficial, sus funciones están alineadas con el Marco de Sendai

(2015-2030).

De ello también se desprende que a nivel local, el principal responsable de la GRD, es el

área de Defensa Civil, que desde el 2007 mediante el decreto 270/07, la Provincia de

Buenos Aires definió la división en zonas de Defensa Civil, dentro de las cuales, en la zona

V, se encuentra el partido de Azul. Aunque son muy pocos los municipios que desarrollan

política de GRD, la Dirección de Gestión de Riesgos y Emergencias han impartido talleres

en los municipios más vulnerables para incentivar este tipo de políticas (Colombo; 2016).

3.2 El Municipio de Azul y las inundaciones como desastre socio-natural

Los marcos regulatorios internacionales y regionales toman a los desastres socio-naturales

como categoría amplia e integral, que deriva de una “amenaza socio-natural” de diverso

origen e intensidad, que surgen de la interacción de las amenazas naturales y los recursos

Page 125: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

120

degradados en exceso por las actividades humanas, ocasionando graves efectos como

huracanes, tornados, tsunamis, erupciones volcánicas, inundaciones, sequias, degradación

ambiental, derrames químicos (UNISDR; 2009).

Para observar las políticas públicas de GRD y el grado de articulación exigido por este

enfoque en la práctica, entre las distintos niveles de acción (internacional, regional,

nacional y local) fue necesario elegir como referencia un estudio de caso que permita

focalizar en dicho nivel micro (local), y concretamente, en un Municipio o gobierno

municipal (quien elabora y coordina las políticas a ese nivel y de la cual participan varios

actores gubernamentales y extra-gubernamentales).

Seleccionar el Municipio de Azul, a partir de las razones expuestas en la introducción de la

tesis, condujo a un abordaje centrado en un tipo específico de desastre socio-natural, que

caracteriza actualmente y ha afectado históricamente a su territorio, como son las

inundaciones, fenómeno que también tiene una manifestación creciente en riesgos,

frecuencia e impactos en todo el país.

Las inundaciones afectan las vidas humanas, los bienes públicos y privados. Interrumpen la

rutina y el trabajo de una o varias comunidades, por la crecida del agua, tanto en zonas

urbanas como rurales, que perjudican el desempeño económico, en términos productivos y

comerciales. Además de afectar el ánimo de las comunidades que se traduce en angustia,

por comenzar tantas veces a recuperarse de nuevo ante una nueva inundación.

El término “inundación” fue definido por Paoli y Giacosa (2003) como la presencia de

agua sobre el terreno, en lugares, formas y tiempos que resultan inadecuados para las

actividades humanas y por lo tanto producen afectaciones económicas, sociales y

ambientales. Esta definición conjuga tres aspectos a considerar: origen de las aguas,

características del medio físico (relieve- suelo-vegetación) y uso del suelo. Las

inundaciones son un problema recurrente que afecta periódicamente durante los ciclos

húmedos a gran parte del área productiva de la pampa húmeda (Auditoria General de la

Nación; Plan Federal de Control de Inundaciones; 2007).

Las inundaciones constituyen un problema meteorológico e hidrológico que trae

consecuencias sociales, económicas, políticas y culturales, por eso, trasciende a las esferas

técnicas, y pasa a ser un asunto de orden político, en el que asimismo, intervienen un

conjunto diverso de departamentos y áreas gubernamentales. Entonces, se requiere de

políticas públicas concretas para dar respuestas a este problema, entendidas como

programas de acción de un determinado gobierno, que incluye desde la realización y

Page 126: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

121

mantenimiento de obras de infraestructura, limpieza urbana y gestión ambiental hasta la

concientización y educación al ciudadano, pasando por muchos otros tópicos.

Para comprender en profundidad estas políticas, es preciso reconocer algunas

características del territorio del caso escogido (Municipio de Azul) en la etapa estudiada

(2000-2016), en sus dimensiones políticas, económicas, sociales, demográficas,

geográficas, hídricas, que se desarrollaran en el siguiente apartado.

Durante el período seleccionado (2000-2016), el gobierno municipal de Azul tuvo tres

administraciones: la encabezada por el Dr. Omar Duclós, con tres mandatos consecutivos

(1999-2011) de la Unión Cívica Radical, seguida por el Dr. José M. Inza (2011-2015) del

Frente para la Victoria y finalmente, la del actual intendente Hernán Bertellys (2016-2019)

también por el Frente para la Victoria. En el transcurso de toda esta etapa, el Municipio de

Azul pasó por distintos episodios definidos como inundaciones de acuerdo a los términos

expuestos arriba: en los años 2001, 2002 y en tres oportunidades en 2012.

Las inundaciones tienen varias causas en este territorio, en primer lugar porque Azul es un

Municipio emplazado a orillas del Arroyo Azul, una zona inundable: “Azul está situada

topográficamente en el peor lugar, estamos en un bajo comparado con la zona alta, muy

cerca de la zona serrana a mucho desnivel. (…) una ciudad que ha invadido al arroyo”

(El Tiempo; 26-08-2002; p. 3).

De todas maneras, las inundaciones son inherentes a la llanura, por tener ciclos húmedos y

secos. Se debe reconocer, que cada evento (inundación) es diferente, de acuerdo a las

cantidades de agua que cae y cómo se produce esto, cómo se encuentra el suelo y subsuelo

que reciben el agua, además de las posibilidades de desagüe (natural o artificial) de las que

se dispone (Entrevista al Profesional del IHLLA; 2017). En este plano, es donde interviene

la política pública, local, provincial y nacional, por medio de la realización de

diagnósticos, generación de legislación, regulaciones y control adecuado, financiación,

realización y mantención de obras de infraestructura necesarias, entre otras.

En segundo lugar, se debe considerar como determinante general de este fenómeno, el

cambio climático, producto de las actividades del hombre por el mal o desequilibrado uso

de los recursos naturales que produce degradación ambiental, como por ejemplo, los

efectos del proceso de sojización y la desforestación. Esto disminuye la capacidad de

absorción del suelo, y durante los ciclos húmedos se producen inundaciones graves. A esto,

se suman las razones meteorológicas, que afectan a todo el mundo, en distinto grado, como

el calentamiento global que acentúan los fenómenos oceánicos atmosféricos como “la

Page 127: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

122

niña” o “el niño”36

, que agravan o hacen más extremos los eventos de sequías o

inundaciones. Particularmente en Azul, influyen especialmente dos condicionantes:

“El tema de las inundaciones del casco urbano de Azul tiene dos causas principales.

Por un lado, el cambio climático que provoca en los últimos años mayores lluvias, de

650 milímetros anuales en los años ´30 pasó a 1200 milímetros en el 2000.

Por otro lado, (…) en los últimos años hubo un cambio abrupto en el campo: de ser

campos ganaderos se pasó a la agricultura, con lo cual se perdió un 20% de absorción

de agua por terreno” (El Tiempo; 27-10-2002: p.24).

La Gestión de Riesgos de Desastres implica acciones de reducción de riegos ante un

determinado desastre socio-natural, incluyendo políticas públicas de prevención,

mitigación y recuperación (Marco de Acción de Hyogo; 2015). Para ello, es determinante

saber quiénes son los actores y como se interrelacionan entre sí, para lograr coordinar estas

políticas en el territorio analizado.

3.3 Azul en el contexto del interior bonaerense: aspectos socio-demográficos,

territoriales y económicos

Azul es un municipio de tamaño intermedio37

, que se encuentra ubicado en el centro de la

Provincia de Buenos Aires, situada en el centro-oeste de la República Argentina. Esta

provincia constituye el epicentro político-institucional, económico y demográfico del país,

como señalan Narodowski y Panigo “la Provincia de Buenos Aires es la más poblada

(38% de los habitantes) y la que mayor proporción de riqueza genera del país (cerca del

40%)” (2010: p. 42).

Está conformada por 135 partidos en total, que según estimaciones al 2016, sumaban

16.841.135 habitantes (Dirección Provincial de Estadísticas; 2016). Su distribución

poblacional es muy heterogénea y se han consolidado desde su origen dos áreas bien

diferenciadas según la dinámica demográfica propia: los partidos del Gran Buenos Aires y

los del interior. El Gran Buenos Aires o Conurbano bonaerense está compuesto por los 24

partidos que conforman el área que rodea la Capital Federal. Se caracterizan por ser

36 El fenómeno del “niño” es una interacción compleja del Océano Pacifico tropical y la atmósfera global

que da como resultado episodios cíclicos de cambios en los patrones oceánicos y meteorológicos en diversas partes del mundo, frecuentemente con impactos considerables durante varios meses, tales como alteraciones

en el hábitat marino, precipitaciones, inundaciones, sequias y cambios en los patrones de tormenta. La “niña”

se refiere a circunstancias opuestas, ya que se produce por un cambio en la temperatura del océano por

debajo del promedio (UNISDR; 2009). 37 En las páginas subsiguientes se define con precisión, en términos demográficos, la categoría de municipios

de tamaño intermedio.

Page 128: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

123

partidos densamente poblados y casi totalmente urbanizados, mientras que los 111

municipios del interior de la provincia presentan variabilidad en la dinámica y densidad

demográfica (Dirección Provincial de Estadísticas; 2013).

En el interior, si bien se emplazan algunas pocas grandes metrópolis, como la ciudad de

Mar del Plata, cabecera del Partido de General Pueyrredón o La Plata, capital provincial, la

mayoría de las localidades presenta un tamaño demográfico menor; y se las clasifica en las

categorías de “Pueblos grandes”, los cuales poseen de 2.000 a 20.000 habitantes,

“Ciudades pequeñas”, que oscilan entre los 20.000 y 50.000 habitantes, y “Aglomeraciones

de Tamaño Intermedio” (ATI), cuya población se extiende entre los 50.000 y los 400.000

habitantes (Velázquez, 2004), como es el caso del Municipio de Azul.

La provincia de Buenos Aires se ubica en la región de la pampa húmeda, por lo que

constituye uno de los territorios más productivos del sector agropecuario argentino. Sólo

esta provincia (que es el territorio de mayor extensión de esa región) concentra el 30% de

las exportaciones totales correspondiente al sector primario (Ceipil y Unicen; 2014). Entre

otras características que hace privilegiado a su suelo, está la existencia de cuencas

hídricas38

que pueden dividirse de acuerdo a su vertiente: atlántica (sur, este) o al Rio de la

Plata. Los ríos más importantes que se encuentran en la provincia son: Areco, Arrecifes,

Luján, Samborombón, Sauce Chico, Chasico, Reconquista, Colorado, Quequén grande,

Quequén Salado, Sauce Grande, Matanza Riachuelo y la del Rio Salado39

.

38 El término cuenca hídrica o hidrográfica es entendido bajo los criterios de los especialistas en hidrografía,

como un territorio drenado por un único sistema de drenaje natural, que a su vez puede subdividirse en subcuencas (GeoEnciclopedia; 2017) 39 La Cuenca del Río Salado abarca aproximadamente 170.000 km2. El Rio Salado nace en la provincia de

Santa Fe –Laguna El Chañar- y desemboca en el Río de La Plata. Recibe usualmente el nombre de río Salado

Bonaerense porque más del 90% de su curso discurre de oeste a este por el centro norte de la provincia de

Buenos Aires. Donde se encuentra la sub-cuenca del Arroyo Azul.

Page 129: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

124

Seguidamente se presentan los mapas para observar la ubicación de Azul dentro de la

Provincia de Buenos Aires:

Fuente: UNICEN. Obtenido de

intranet.der.unicen.edu.ar/escuela/index.cgi?wid_seccion=4&wid_item=13

Dentro del partido de Azul se encuentran las localidades de Azul, Cacharí, Chillar, 16 de

Julio y los parajes Ariel, Lazzarino, Martin Fierro, Miramonte, Nieves, Pablo Acosta,

Parish, Shaw y Campodónico. El total de habitantes del partido, según el censo de 2010,

fue de 65.280 (INDEC; 2011) razón por la cual se encuentra dentro de la categoría de

municipio intermedio. Como puede apreciarse en el mapa, los partidos limítrofes son:

Tapalqué, Olavarría, Benito Juárez, Tandil, Rauch y Las Flores.

Azul se encuentra en la zona de llanuras de la pampa húmeda, que lo convierte en un

territorio privilegiado por su clima templado, pasturas, topografía y su superficie de 6.615

Km2 que permite el desarrollo de actividades agropecuarias. En cuanto a las características

hidrográficas, se deben tener en cuenta las propias de la llanura, que indica la presencia de

ciclos húmedos y secos. Dentro del Partido de Azul se encuentra la Cuenca del Arroyo

Azul que recorre la ciudad cabecera hasta Las Flores, la Cuenca del Arroyo de los Huesos,

que señala el límite de los partidos de Azul, Tandil y Rauch. Asimismo, en el partido se

encuentran importantes lagunas como a Barrancosa, Los Ranqueles, La Mostaza,

Cortadera y Laguna del Chillar (Ceipil; 2014).

Page 130: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

125

El arroyo de Azul nace en el Valle de los Cerros Negros y Los Manantiales, luego de

aproximadamente 150 km se pierde en una serie de pequeñas lagunas y el escurrimiento

continua a través de un curso temporario, el denominado arroyo Gualicho, que a poco de

su origen es interceptado por el paso del Canal numero 11 (Ceipil-Unicen; 2014).

Fuente: IHLLA (2011)

Se destaca por ser una región con problemas de desagüe en la provincia de Buenos Aires,

ya que los cursos de agua siguen el desnivel del terreno hasta infiltrarse próximos al litoral

atlántico formando bañados y lagunas con pendiente casi nulas (Ministerio del Interior;

2017).

“La Cuenca del Arroyo Azul tiene una extensión aproximada de 100 mil hectáreas,

está ubicada aguas arriba de la ciudad, tiene una especie de cordón serrano ubicado a

300 metros sobre el nivel del mar, a 50 km aguas abajo esta la ciudad de Azul, con una

cota 130-135 metros sobre el nivel del mar. Eso genera, que en 50 km de recorrido

solamente, crecidas muy importantes, cuando hay presencia de lluvias intensas.

Muchas veces no es preocupante la cantidad de agua que cae, sino cómo cae. La

respuesta de la cuenca, en llegar al pico a la ciudad, después de que dejó de llover en

la cuenca alta, tarda aproximadamente 48 horas” (Entrevista realizada al Director de

Enlace de la Obra Pública del Municipio de Azul40; 3/02/2017).

40 A partir de marzo de 2017 hubo cambios en el organigrama institucional del Municipio de Azul, por esta

razón éste funcionario pasó a ser Director de Hidráulica.

Page 131: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

126

El perfil económico del partido de Azul está orientado por la potencialidad asociada al

sector primario, ya que al estar emplazado en el área pampeana, donde predomina el clima

templado y lluvias que superan los 500 milímetros por año, favorece al desarrollo de la

citada actividad. Ahora bien, si este nivel de lluvias se supera por mucho, lo que ocurren

son inundaciones tanto en los campos como en la ciudad de Azul, dañando gravemente su

economía. Es por ello que en los próximos párrafos se describe las características

económicas de la zona, para observar cómo puede afectar una inundación a la sociedad.

En la Cuenca del Arroyo Azul “tiene dos áreas bien definidas, una agrícola en el sur, y

otra ganadera en el norte” (Facultad de Agronomía-UNICEN; 2001). Se observó:

“(…) a través de datos económicos y observaciones de campo, que la actividad

agrícola de la Cuenca del Arroyo Azul se incrementó en el transcurso de los últimos

15 años (…) El resultado final indicó que la superficie ocupada por los distintos usos

del suelo a través de los años fue cambiando, a favor de usos de mayores niveles de

intensificación, por ejemplo, se reemplazó la actividad ganadera sobre pastizales

naturales por pasturas cultivadas o cultivos de cosecha, en suelos con muy bajo índice

de productividad, no recomendados para estas prácticas, lo que nos lleva a afirmar que

se está comprometiendo la sustentabilidad de los agroecosistemas involucrados,

debido a objetivos económicos de corto plazo” (Facultad de Agronomía- UNICEN;

2001)

En las últimas décadas se ha incrementado la importancia del sector agrícola en el período

1970/2002 donde se cuadriplicó la superficie que se dedica a los cultivos graníferos

(González; 2007) con el objetivo único de obtener beneficios económicos a corto plazo,

acompañado especialmente con un incremento de la producción de soja, que se acentuó

aún más en la década de 1990. Este proceso se dio a causa de la demanda del comercio

internacional, el alza de los precios y la incorporación de un nuevo paquete tecnológico de

mejoramiento de semillas y el uso difundido de fertilizantes mejorados. En consecuencia,

ha ganado especial primacía la producción de soja, sobre los cereales tradicionales como el

trigo, maíz, girasol y a partir del año 2003 se ha incrementado el cultivo de cebada, para la

producción de cerveza, que en el partido de Azul tenía un lugar marginal (Ceipil y Unicen;

2014). De acuerdo a los datos del Sistema Integrado Información Agropecuaria (SIIA) del

Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca en los años 2012/2013 primaba la soja en

relación al trigo, un 45% a un 21% respectivamente (De Angelis y Lorenzo; 2014: 39)

En cuanto a la ganadería, que también es una actividad de importancia para Azul, dentro de

la producción tambera, se distinguen los tambos pequeños, denominados muzzareleros,

Page 132: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

127

dedicados a la elaboración de masa para la producción de mozzarella y los tambos de

mayor tamaño relativo que venden su producción a distintas empresas locales y regionales

dedicadas a la elaboración industrial o artesanal de lácteos (Luz Azul, Vacalín, la

Serenísima, Sancor y la Cooperativa ProduTap) (Ceipil y Unicen; 2014). Además están los

campos de cría de bovinos y los dedicados a los porcinos para la producción de faena al

frigorífico situado en Azul.

En Azul también se desarrolla la producción avícola, la actividad apícola y en cuanto al

sector industrial, de acuerdo a la Clasificación Internacional Industrial Uniforme (CIIU),

las ramas industriales que lideran en ciudad son: 1- la elaboración de productos Minerales

no Metálicos (exceptuando los derivados del carbón y el petróleo), se destaca la Fabrica

San Lorenzo que produce cerámica y materiales para la construcción. 2- Conjunto

industrial agroalimenticio de: frigoríficos, molinos, la industria láctea y apícola, que

promueven los encadenamientos productivos con el sector agropecuario. 3- la industria

Metálica Básica, que incluye la fabricación de productos metálicos, maquinarias y equipos,

que a su vez, dan lugar a otro tipo de actividades como carpintería metálica, herrerías, etc.

Otra de la industria es FANAZUL (Fabrica Naval de Pólvoras y Explosivos), que

pertenece a Fabricaciones Militares, productora de explosivos y pólvoras industriales.

Además, Azul cuenta con dos Parques Industriales (PIA 1 y PIA 2) ubicados en grandes

terrenos a las afueras de la ciudad, que tienen todos los servicios y comunicaciones,

emplazados sobre pavimento con vías de acceso a la Ruta Nacional N° 3.

El rol del comercio y los servicios, es un sector que va en crecimiento, que incluye el

comercio al por mayor/menor, los servicios empresariales, inmobiliarios y los servicios

públicos. Además cuenta con 1 de los 18 Departamentos judiciales de la Provincia de

Buenos Aires y con una de la sedes de Universidad Nacional del Centro de la Provincia de

Buenos Aires (UNICEN).

Teniendo en cuenta las características de Azul como un Municipio dentro de la Provincia

de Buenos Aires, donde tanto los recursos naturales, su producción agropecuaria y la

actividad comercial son importantes económica y socialmente, podremos comprender la

relevancia que tiene la amenaza de las inundaciones.

Page 133: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

128

3.5. Municipio de Azul. Tratamiento de la GRD ante la problemática de las

inundaciones. Actores y grado de articulación con las escalas territoriales de decisión

superiores (2000-2016)

3. 4. a. Antecedentes y actores intervinientes en la GRD en el Municipio de

Azul

Los registros de inundación en Azul pueden rastrearse desde su fundación en 1832. “Lo

que hay que asumir es que Azul es inundable. A los 4 meses de su fundación, en abril de

1833, sufrió la primera inundación. Eso por las características topográficas que tiene el

arroyo. Y la ciudad, como tantas otras, se desarrolló a la vera del mismo” (El Tiempo;

2012: p.5).

Sin embargo, el tema ingresó en la agenda pública local a partir de la inundación de 1980,

año en que cayeron 1.412,1 milímetros. En este caso, no fue un fenómeno que afectó

exclusivamente a Azul sino a varias zonas de la provincia de Buenos Aires. Otros

antecedentes de inundaciones que afectaron a Azul fueron en los años: 1985, 1989, 1992,

1995 y 1998, de distinta magnitud pero de menor intensidad respecto de la de 1980

(Revista Contraste; 1992).

La problemática de las inundaciones ocupó un lugar de relevancia en la agenda municipal a

partir de los ´80, porque el evento fue de gran impacto en lo que a pérdidas económicas se

refiere y además, en la conciencia de los azuleños, que comprendieron cabalmente qué es

una inundación y lo difícil de su recuperación. En consecuencia, el primer intendente en

democracia, Rubén Cesar de Paula tomó las primeras medidas para hacer frente a la gran

crecida de aguas. Contrató empresas para que proyecten presas de retención aguas arriba

del Arroyo Azul.

Así fue como el Municipio realizó un convenio con el Ministerio de Obras Públicas de la

Provincia, con el objetivo de conseguir financiamiento por parte de los organismos

internacionales como el Banco Mundial y el BID para contratar una consultora (Consultora

Argentina de Ingeniería Civil Gago Tonin SA) que realizó las proyecciones y expedientes

de las obras (Ramayo y Librandi; 1992). Estas obras proyectadas fueron: la limpieza y

mantenimiento de los puentes en el Cañadón de Gutiérrez41

y la creación/construcción de

41 Cañadón es una depresión alargada del terreno, limitada por barrancas (Abraham y Salomón; 2000). El

Cañadón de Gutiérrez es uno de los canales más importantes de Azul y es el que mayor problema tiene

cuando la zona está inundada.

Page 134: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

129

dos presas42

: “La Manantiales”, para regular el arroyo Videla en la cuenca menor (está en

proceso de modelación43

) y la otra para regular el arroyo Azul, que es la conocida presa

“La Isidora”, inaugurada recién el 2 de mayo de 2017.

Sin embargo, de acuerdo a los testimonios consultados, los gobiernos municipales

subsiguientes durante las décadas de 1980 y 1990, no fueron contundentes con las acciones

para reducir el riesgo de inundación. Existió una conjugación de factores que explican esto:

una notable falta de voluntad política por parte de los funcionarios municipales,

provinciales y nacionales, que justificaron su inacción a raíz de los costos económicos que

implicaban obras de gran envergadura como la presa La Isidora y La Manantiales, cuyos

informes datan desde 1992. Eso, sumado a los períodos de ausencia de amenaza de

desastre en el casco urbano, cuando sólo ocurrieron desbordes menores que no perturbaron

a la ciudad, influyeron en la disminución del interés y la urgencia de tratar el problema (El

Tiempo; 2001).

En virtud de lo antedicho, se observa que las inundaciones marcaron la agenda política de

Azul desde la década de 1980, pero de manera discontinua. En realidad, podría pensarse

que los esfuerzos y acciones políticas aparecieron de modo “reactivo” o “respuestista”,

ante la ocurrencia del desastre, por la elevada visibilidad e impacto inmediato del problema

y el aumento de las demandas sociales, pero con escasa capacidad de respuesta, debiéndose

justamente a la falta de coordinación de esfuerzos, voluntad de acción y financiamiento. En

consecuencia, la GRD en materia de inundaciones se mantiene en agenda por “el temor de

otra inundación (…) a pesar de que las gestiones no fueron constantes, y eso es un retraso

no sólo en lo material y en las obras, sino también en la gente y en el ánimo de uno, y eso

es un retroceso que impacta” (Entrevista realizada al Director de Enlace de la Obra

Pública; 3/02/2017).

42 Se denomina presa o represa a una barrera fabricada con piedra, hormigón o materiales sueltos, que se

construye habitualmente en una cerrada o desfiladero sobre un río o arroyo, con la finalidad de embalsar el

agua en el cauce fluvial (Vega. A. Julio, Xavier C. Reyes y Marco. S. Arciniega; 2010). 43 Modelación es un término de ingeniería civil, fue explicado en la Entrevista efectuada al Director de

Enlace de la Obra Pública (2017) que indicó que la “ presa Manantiales como pasado el tiempo se realizo

una explotación de canteras de piedra [muy cerca de donde se planificó su construcción] y como se trabaja

con explosivos, una presa no puede estar cerca. Entonces lo que estamos haciendo en este momento, la

estamos corriendo hacia aguas arriba para separarla de la Cantera, es decir, la estamos modelando más arriba. La modelación consiste en buscar un prototipo de cuenca y probas cuantos milímetros de agua y en que en

tiempo y con los orificios que contas, para saber cuánto caudal regulas” (Entrevista; 3-03-2017). En otras

palabras, el término modelo corresponde a un sistema que simula un objeto real llamado prototipo, mediante

la entrada de cierta información se procesa y se presenta adecuada para emplearse en el diseño y operación de

obras de ingeniería civil. Un modelo físico a escala reducida es una representación a escala del objeto real o

prototipo, y cumple ciertas condiciones matemáticas definidas (Modelación Hidráulica; 2017).

Page 135: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

130

Vale aclarar que las políticas públicas en relación a la prevención de inundaciones no se

reducen solamente a las obras de infraestructura (medidas estructurales), pero es cierto que

juegan un papel determinante como respuesta más estructural a la problemática, por el

simple hecho que permiten regular el agua para que se evacúe mucho más rápido, que si no

se contara con ella. Además, la obra de infraestructura hídrica es una política concreta y

visible. Toda la documentación consultada, especialmente la prensa escrita y los discursos

oficiales a cargo de las autoridades municipales la posicionan en un lugar prioritario desde

entonces. Ahora bien, también es cierto que existen otras obras menores como el

mantenimiento de las obras y la limpieza de la ciudad, u otras políticas públicas esenciales

para tratar el problema de las inundaciones que son menos visibles, políticas como suele

llamárselas “blandas” o “no estructurales” (Marco de Acción de Sendai; 2015) como por

ejemplo, la sensibilización social y la educación preventiva, la existencia de una

legislación adecuada, la planificación, la transferencia de conocimiento y tecnología que

desde los ámbitos académicos se producen para dar respuesta y herramientas para su

abordaje, la aplicación de planes de contingencia, el control de los recursos hídricos por

parte de las autoridades correspondientes de los distintos niveles, la capacidad de inversión

que genera el área. Todas estas dimensiones también son tenidas en cuenta en esta

investigación.

3. 4. b. Actores que participan en la GRD en Azul

La GRD al atender un problema que trasciende jurisdicciones político-administrativas

requiere contar con el aporte de múltiples actores de las diferentes escalas de decisión

política, de privados, del sector académico y de la sociedad civil, como lo refleja el

consenso materializado en los instrumentos internacionales que regulan el tema, analizados

en detalle en los capítulos previos.

De acuerdo a las entrevistas efectuadas a distintos actores locales, en la gestión del riesgo

de las inundaciones, el gobierno municipal de Azul ha trabajado de manera articulada en

diferentes momentos o instancias, con diferentes carteras del gobierno nacional y

provincial y un amplio conjunto de actores, entre los que se encuentra el Ejército; la

Patrulla Rural (provincial); Bomberos Provinciales; las comisiones vecinales; el Instituto

de Hidrología de Llanuras (IHLLA-UNICEN); CAE, una empresa de origen italiano,

productora de tecnología para la medición hídrica; ONGs como la Cruz Roja Filial Azul,

cuya ayuda ha sido muy importante en la emergencia, como el grupo de Oveja Negra, que

ha realizado trabajo de limpieza del arroyo y de sensibilización social en la comunidad,

Page 136: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

131

entre otros actores, como empresas, cooperativas o privados que hacen actividades que

inciden positivamente en la limpieza de la ciudad o aportan donaciones en casos de

emergencia, entre los más importantes. Más allá, de esta enunciación, las características y

formas de intervención de los actores, se profundizan y analizan en el desarrollo del

estudio de caso.

Esta investigación se centra en el período 2000-2016 en Azul, etapa en la que se distinguen

tres años muy perturbados por las inundaciones 2001-2002-2012, en los que se pone foco

para comprender el accionar del gobierno y el tipo de articulación multi-actoral que se

gestó en cada una de estas instancias de mayor intensidad del problema, sin perder de vista

una mirada integral de todo el periodo.

A su vez, la Municipalidad de Azul cuenta con varias carteras que participan directamente

en la GRD. Estas son las Secretarias de Hidráulica, Obras Públicas, Defensa Civil y el

resto de las carteras complementan su función. Desde Hidráulica municipal se reconoce

que “el desafío más grande es convencer al sector político que inviertan dinero en dos

cuestiones: en la realización de proyecto y ejecución de las obras, cristalizarlas y otro, no

menor, es el mantenimiento de las obras” (Entrevista realizada al Director de Enlace de la

Obra Pública; 3/03/2017). La importancia en el mantenimiento fue explicada en este

ejemplo:

“(…) nosotros desde la ciudad de Azul hasta la estancia Las Totoras, donde está el

límite del Partido de Azul, sobre el Arroyo Azul, más o menos 50 km, hemos limpiado

de ambas márgenes, que a pesar de que han pasado 10 años desde esa obra, está dando

frutos hasta el día de hoy. Pero cuesta mucho que se invierta en el mantenimiento y es

importante porque si no, la eficiencia se te viene abajo. Hay que tener siempre

proyecto de obras, ejecución y mantenimiento” (Director de Enlace de la Obra

Pública; 3/02/2017).

Aquí el entrevistado mencionó la limpieza como una acción fundamental incluida en la

gestión de riesgo frente a las inundaciones, que complementa la realización de una obra.

Para lograr que una ciudad esté limpia, se necesita de las demás carteras municipales que

colaboren con su trabajo, por tanto, dentro del mismo municipio debe haber un buen grado

de articulación inter-área también. La transversalidad en el abordaje de este tipo de política

pública, es una tendencia que se viene acentuando en los últimos años (tema que se

desarrollará a lo largo de la investigación).

Page 137: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

132

Uno de los efectos de la inundación en los ´80 en Azul, aconteció dentro del ámbito

académico. En 1985 se creó el Instituto de Hidrología de Llanuras “Dr. Eduardo Jorge

Usunoff” (en adelante IHLLA), un centro de investigación con el interés puesto en el

estudio sobre el manejo de los recursos hídricos de llanura, que se convertiría en un actor

local de relevancia en el entramado de las instituciones involucradas en el abordaje de la

GRD.

El IHLLA tiene la particularidad de representar un centro de triple dependencia (Comisión

de Investigaciones Científicas-CIC, la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de

Buenos Aires-UNICEN-y el Municipio de Azul) donde quedan representadas las distintas

escalas territoriales (provincial, nacional y local, respectivamente). Uno de los referentes

del IHLLA fue entrevistado y precisó cómo es la dinámica interna de funcionamiento de

esta triple dependencia, y específicamente, la relación con el Municipio:

“La participación de Universidad y CIC [dentro del IHLLA], son las dos grandes

patas, porque algunos son investigadores de la UNICEN y otros de la CIC, la

Municipalidad en menor medida, simplemente como un órgano que nos da contención.

No hay cargos municipales, nos ayuda con departamentos, en algunas estaciones44 que

nos ayudó con la construcción, pero son situaciones puntuales.

(…) Nosotros con cada nuevo gobierno que ingresa, nos presentamos, le contamos

cuáles son las problemáticas, cuáles son nuestras necesidades, y qué podemos darle,

cómo podemos trabajar y siempre quedan ahí. Siempre se muestran muy interesados.

Pero quedan ahí” (Entrevista realizada al Profesional de Apoyo del Instituto de

Hidrología de Llanuras; Campus Universitario de la UNICEN. Azul; 3/03/2017).

En contraposición a esta mirada, desde el Municipio, se enfatiza que las relaciones han

mejorado a lo largo de los años y consideran que es un gran avance que un Municipio

cuente con el apoyo académico de un instituto como el IHLLA:

“(…) el Municipio siempre está en contacto [con el IHLLA] porque es fundamental la

coordinación. En el año 1992 hubo 4 inundaciones y estábamos todos separados, y

por eso hemos tenido problemas y la gente no nos creía. (…) No sé si hago bien en

decírtelo, pero en un municipio es muy raro que tenga la información y el desarrollo

44 Estas estaciones controlan los niveles en cuatro secciones de los arroyos Videla y Santa Catalina (afluentes

del Azul, ambos en Ruta 3), y Arroyo de Azul en Seminario y en el cruce del arroyo Gualicho con la Ruta 30.

En todas las secciones se cuenta con la relación altura-caudal. Estas estaciones registran los niveles de agua

en dichas secciones, los cuales son luego transformados en caudales para evaluar crecidas, calcular balances

de agua (IHLLA; 2017).

Page 138: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

133

que hemos tenido nosotros de toda la materia” (Entrevista realizada al Director de

Enlace de la Obra Pública; Corralón Azul; 3/02/2017).

Se observan ciertas discrepancias en la percepción de la relación entre ambos actores. Por

un lado, el Instituto espera mayor apoyo del Municipio y un interés concreto y genuino en

las actividades que desarrollan, mientras que desde la Municipalidad consideran que se ha

logrado avances positivos en la relación entre ambos actores.

Cabe aclarar, que el IHLLA es un centro de investigación y brinda servicios de

transferencia tecnológica y de asesoramiento, pero no es responsable de la generación de

políticas públicas frente al problema de las inundaciones, esto fue explicado en la

entrevista realizada a un profesional de apoyo a la investigación del IHLLA, asumiendo

una idea confusa en la sociedad sobre su rol específico:

“(…) cuando hay inundaciones, no somos los responsables, y cuando dicen el Instituto

no hace nada [refiriéndose a las críticas de la ciudadanía], nosotros no tenemos que

resolver el problema de drenaje del arroyo, eso es responsabilidad del Municipio, de

Hidráulica, de la Autoridad del Agua o la Secretaria de Recursos Hídricos, de algún

organismo que se dedique a la parte hidrológica e hidráulica, nosotros nos dedicamos a

la investigación”(Entrevista realizada al Profesional de apoyo a la investigación

CICPBA 3/03/2017; IHLLA, Campus Universitario, Azul).

El IHLLA tiene gran trayectoria en su dedicación a hidrología de llanuras, por esta

particularidad es destacado en el mundo, razón entre otras, por las que fue declarado en

2003 como Centro de Referencia en Hidrología de Llanuras en América Latina y el Caribe

por el Programa Hidrológico Internacional de la Organización de Naciones Unidas para la

Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). Así, Azul cuenta con un Instituto

académico dedicado a Hidrología de Llanura reconocido internacionalmente, no solo por

su labor de investigación y transferencia científico-tecnológica que funciona a dicho nivel,

sino también porque permite el intercambio científico y la movilidad de profesionales a

escala global.

“A nivel internacional trasciende a través del movimiento de los recursos humanos,

hay gente que estudio acá toda su carreta de investigación y ahora está dando un curso

en Honduras, hay trabajos en Perú, en Brasil y en España, también hay españoles,

colombianos y venezolanos que vienen a trabajar acá con nuestras problemáticas y

nuestros proyectos o a terminar su maestrías” (Entrevista realizada al Profesional de

apoyo a la investigación CICPBA 3/03/2017; IHLLA, Campus Universitario, Azul).

Page 139: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

134

Esta característica contribuye a que el accionar del Instituto esté permeado por las

principales tendencias y avances mundiales de investigación en la materia, que canalizan a

través de la movilidad de profesionales citada.

En síntesis, la década de 1980 marcó un antes y un después en la agenda pública de Azul

en relación al tratamiento de las inundaciones, y de ahí hasta el 2000 hubo dos hitos

relevantes: por un lado, la creación del IHLLA y por el otro, la creación de la Dirección de

Hidráulica Municipal, después del 1992 [dentro del Municipio].

“Aunque pasaron varios intendentes, algunos le dieron más importancia y otros no”

(Entrevista realizada al Director de Enlace de la Obra Pública; 3/02/2017). La decisión de

crear esta dependencia, que se mantiene hasta la actualidad, manifestó la importancia

institucional que se le dio al tratamiento de las inundaciones, en términos de manejo de los

recursos hídricos dentro del gobierno local. Además, se debe tener en cuenta, que de

acuerdo a los datos recabados de la prensa escrita, a partir de 1992-1993 el Municipio

contó con los proyectos de dos obras hidráulicas de gran envergadura (Manantiales y La

Isidora) que permitió advertir y divulgar con mayor fuerza la creciente importancia que

tenían las obras de infraestructura, desde aquellos años, en la GRD.

Sin embargo, la colocación del tema en la agenda pública municipal fue un proceso lento y

complejo, que experimentó marchas y contramarchas, consecuencia de varios factores,

entre ellos, el político. Según el funcionario de Hidráulica Municipal de Azul (2017), esto

se relaciona a que en la GRD se siguen los tiempos de la política y no los tiempos reales de

la solución al problema. Así lo expresó:

“El tema político es algo que está siempre en movimiento y nunca vas a saber el final

de la historia. Si bien se hacen cosas bien, es muy difícil instalar los planes directores a

largo plazo (…) uno de los planes directores que hicimos, pero quedó en los papeles,

fue el Plan de Ordenamiento Hídrico de 1.600.000 hectáreas en el partido norte de las

sierras de Tandilia que comprendía Olavarría, Azul y Tandil, y aguas abajo Ayacucho,

Rauch, etc. Fue una gran idea, trabajamos hasta el anteproyecto, pero hubo un cambio

político y lo perdimos, este ejemplo es el mayor problema de nuestro país. Para colmo

tenemos elecciones cada dos años y pensamos en ese plazo, pero hay que pensar a 50

años” (En Línea Noticia; 13-04-2017).

Por esta razón, se advierte que el aspecto político, específicamente el electoral y de cambio

de administración local, influyen directamente en los consensos que se logran para

establecer cualquier política pública de la materia, y específicamente, en su sostenibilidad

Page 140: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

135

en el tiempo y su capacidad de trascender a los cambios de gestión. Si bien esto es un

aspecto que siempre afecta y trastoca la agenda local, vale especialmente en este caso

donde debe primar una mirada largo-placista de planificación y ejecución de acciones en el

tiempo.

Por lo tanto, es un factor a tener en cuenta a la hora de analizar la GRD en relación a las

inundaciones en el Municipio de Azul entre el 2000 y 2016, en el que se sucedieron tres

administraciones. Asimismo, las características del tema a tratar, con el fin distinguir el

grado de articulación que existe entre los actores actuantes en las distintas escalas

territoriales se consideró necesario identificar cuáles son las continuidades y los cambios o

aprendizajes en la GRD por los que atravesó el Municipio en cuestión.

3. 5 Continuidades y aprendizajes en la GRD en Azul en relación a las inundaciones

Durante los eventos de inundaciones, la característica que se mantuvo entre 2000 y el 2016

fue que afectó directamente a 15 mil personas y el agua ocupó un 30 % de la ciudad

cabecera del partido, con la presencia de evacuados y autoevacuados, zonas aisladas,

campos anegados y perdida de bienes materiales.

Plano de la Ciudad de Azul

Fuente: Diario El Tiempo (15-06-2001). Referencia: La parte sombreada (gris oscuro) representa el 15% de

la ciudad, superficie inundable.

Page 141: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

136

En el periodo analizado el procedimiento gubernamental ante las inundaciones (2001,

2002, 2012) fue el mismo desde el operativo ante la emergencia: Hidráulica Municipal, se

encargó de las mediciones y avisó sobre las crecidas del arroyo al intendente, quien decide,

de acuerdo a la gravedad del caso, convocar a la Junta de Defensa Civil, que él mismo

preside, acompañado por el Ejército, las comisiones vecinales y Bomberos. Vale aclarar

que esta Junta es de carácter temporal para asistir durante la emergencia.

Una medida fundamental en la GRD de índole preventiva son las alertas tempranas, que

se vincula directamente con el manejo de comunicación en situación de emergencia, con el

objetivo de poder asistir y disminuir los efectos del desastre. Durante el período de

inundación, se emitían partes de prensa desde el Municipio a la población:

“Nosotros nos manejamos mediante partes de prensa de Defensa Civil y de acuerdo

como viene, en eso, tiene que ver mucho con la experiencia, cuando sabemos que va a

pasar algo comenzamos a tirar partes. La pregunta del millón es en invierno a las 6 de

la tarde, la gente se asusta y más con un arroyo crecido, y ve más agua de noche que

de día, es una percepción. Y lo que hay que hacer es bombardearlos con partes de

prensa, y hay que informarle el horario del próximo parte, para crear un vínculo de

confianza con la gente y así disminuís los nervios. A veces, es medio sínico, lo que te

voy a contar, aunque tengamos la información de que pasado mañana nos inundamos,

hoy hacemos dormir bien a la gente, que este descansada y mañana de día

informamos, porque sino la gente se desespera y se desgasta. Es muy difícil manejar la

información” (Entrevista realizada al Director de Enlace de la Obra Pública;

3/02/2017).

A raíz de estas consideraciones, seguidamente, se detallan las medidas, acciones,

actores e interacción de los mismos en cada etapa.

3. 5 a. Inundación del 2001: Junta de Defensa Civil, problemas de la

alerta temprana, comunicación y financiamiento de presas

Considerando la importancia de la comunicación a la ciudadanía, para prevenir mayores

desastres, en situación de emergencia de inundaciones, en 2001, los funcionarios tuvieron

errores, y justificaron sus fallas, por las características inesperadas del fenómeno, por ser

“extraordinario o atípico” ya que “ en este caso, [la mayor carga de agua provino de] la

cuenca media del arroyo, en un sector donde hay una pendiente importante, que hace que

el agua se escurra con mucha rapidez hacia el casco urbano, y estas son, bueno,

Page 142: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

137

condiciones que le dan su particularidad a cada fenómeno” (Diálogo del Intendente

Duclós con El Tiempo; 2001).

Estos errores tuvieron sus costos políticos, por el descontento de la ciudadanía y la

renuncia “obligada” del Secretario de Obras y Servicios Públicos municipal, por desgaste

de su figura a raíz de las críticas de falta de previsión y cuestionamientos sobre el fracaso

de dicha función. Desde el Municipio se sostuvo que:

“(…) se utilizaron todos los elementos que se tenían a disposición, sobre todo teniendo

en cuenta las declaraciones del director del Instituto de Hidrología de Llanuras que

declaró al diario El Tiempo, que la institución se puso a disposición del Municipio

pero en ningún momento los llamaron para consultarlos. Duclós dijo que ellos [por el

IHLLA] han proyectado un sistema de alerta que se presentó hace un tiempo. Es un

sistema que requiere de una inversión para poder lograrlo. Hay un pedido, y un

expediente que así lo demuestra, requiriendo a la provincia un aporte para poder

concretar esta iniciativa [y también informó que Hidráulica municipal coordinará] las

acciones para que se pueda implementar rápidamente y poder concretar la

instrumentación de este sistema” (El Tiempo; 24-06-2001; p.3).

De acuerdo a las fuentes consultadas, puede advertirse que el gobierno no reconoció

oportunamente los errores o fallas cometidas en dar el alerta contundente y organizar la

Junta de Defensa Civil a tiempo en el 2001, por tal razón muchos vecinos se enteraron

demasiado tarde que el agua estaba a las puertas o adentro de sus casas. Según trascendió

en los medios de comunicación:

“Pese a que hubo funcionarios municipales que sabían que a las 16 horas del miércoles

[13 de junio del 2001] que habían llovido 227 milímetros en la Boca de la Sierra,

desde la Comuna se perdió precioso tiempo en alertar <<de veras>> sobre lo que

podía ocurrir. Y cuando se lo hizo ya era tarde (…) Esto provocó durísimas críticas a

la gestión de Duclós” (El Tiempo; 15-06-2001: p.2).

El funcionario recordó en la entrevista, que en esa situación, desde el Municipio:

“(…) dimos los avisos correspondientes, pero como [el agua] tarda dos días en llegar

[al casco urbano] (…) cuando volví a la ciudad, avisé que se venía la crecida y que

tomen los recaudos, que levanten los muebles, y que sean contundentes con la

información y clara, y eso no ocurrió. (…) Inclusive gente de 30 años de inundados

subieron los muebles despacio, estaban especulando y dudando, que no podía ser y

finalmente fue una de las peores crecidas, donde gran parte de los damnificados

Page 143: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

138

quedaron con los muebles y colchones sin resguardo” (Entrevista realizada al Director

de Enlace de la Obra Pública; 3/02/2017).

De esta manera, se comprende que la comunicación a la población de parte del Municipio,

debe ser contundente, a tiempo, entendible y confiable, una dimensión fundamental en la

política pública de GRD. En esta ocasión, la mala difusión de la información provocó

cierto caos en la ciudad inundada que llevó a la desorganización y a aumentar el malestar,

sumado a los perjuicios materiales que generó a quienes no tuvieron aviso correspondiente

para tomar los recaudos preventivos.

Entonces, aquí intervienen dos dimensiones, una de prevención con la existencia y buen

uso de un sistema de alerta temprana, que hasta 2001 en Azul no existía, y la otra de

difusión de la información desde el Municipio a la ciudadanía con precisión de la alerta,

ante la emergencia de inundación. Esto es fundamental para el vecino, para poder manejar

la situación en sus hogares, evaluar si es necesario autoevacuarse o prevenirse y salvar sus

pertenencias. Asimismo, es crucial para los equipos de rescate, ya que necesitan tiempo

para desplegar su logística. Para comprender esta realidad, “el ´operativo inundación´ en

una casa puede demandar tres horas o más, de acuerdo a las dimensiones que posea y de

las pertenencias que se tengan, hay que levantar o retirar muebles, ropas, poner a

resguardo los electrodomésticos, entre otras muchas cosas. Por este motivo la precisión

del alerta es fundamental” (El Tiempo; 17-06-2001).

Así, el año 2001 representó un punto de inflexión en el abordaje de la GRD porque se tomó

conciencia de la imprecisión de la administración de la información y los errores

cometidos. Sin embargo, fue con posterioridad a la inundación de 2002, que las acciones

en esta línea se visualizaron como aprendizaje.

De esta manera, la alerta temprana y las obras que no se habían hecho hasta ese momento,

comenzaron a tener un lugar cada vez más importante en la acción preventiva y en la

agenda política local de ahí en adelante. Duclós manifestó en aquel momento que “siempre

de los malos momentos queda algún saldo positivo también, creo que esta emergencia que

estamos viviendo va reafirmar la necesidad de concretar la obra (en referencia al

Cañadón de Gutiérrez)” (Diálogo del Intendente Duclós con el diario El Tiemplo; 2001).

De la misma manera Julián Palacios, el titular de la Regional Sur de Hidráulica del

gobierno provincial afirmó en aquella ocasión que:

“(…) la reciente inundación marca la necesidad de apurar los tiempos de construcción

de las obras de regulación del Arroyo Azul, que ya están incluidas en el Plan de

Page 144: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

139

Infraestructura general. Y es la Nación la que tendrá que aportar los recursos para estas

obras, entre otras el dique de La Isidora proyectado y presupuestado, que va a

controlar en gran parte las crecidas de la cuenca alta sobre la planta urbana”. También

indicó “hoy más que nunca hay que trabajar con una hidráulica preventiva, para

establecer redes de alerta hidrológica en los lugares críticos” (El Tiempo; 17-06-

2001).

A partir de estos testimonios se observa que tanto el gobierno municipal como el

provincial, entendieron que resultaba crucial tener a disposición un sistema de alertas

hidrológica, o también denominada “alertas tempranas”, herramienta elemental para

conocer el fenómeno y para poder trasmitir información fidedigna y a tiempo. En relación

a ello, el profesional de Apoyo de CICPBA45

consideró que “(…) desde un principio se

empieza a medir, que es lo básico para poder definir cualquier problema, necesitamos

saber cuál es el input y cuál es el output. (…) los sistemas de alertas tempranas ayudan a

crear los modelos para pronosticar de la mejor manera” (Entrevista realizada al

Profesional de Apoyo, IHLLA. UNICEN-Azul. 3/03/2017).

Con respecto a la necesidad de articular esfuerzos con los niveles nacional y provincial

para la financiación de obras públicas, Duclós explicó que:

“(…) cuando algo se logra es porque los aportes nacionales y provinciales se dan,

porque hay una confluencia de esfuerzos y de voluntad política. Está la gestión del

ejecutivo (municipal), muchas veces acompañada o fortalecida con los legisladores o

el Concejo Deliberante, y está la voluntad política del funcionario nacional o

provincial, que incorpora el proyecto que presentamos y genera la inversión. Esta es la

forma de trabajar. (…) Digamos, el Municipio tiene su capacidad de inversión propia y

después gestiona ante la Nación y la Provincia. Por cada uno de los aportes que se

reciben de Nación y Provincia, hay km y km recorridos de viajes a La Plata y a

Buenos Aires para conseguirlos, esto es parte de nuestra función” (Duclós; 2009.

Programa PxP en Canal 2 de Azul; Entrevista realizada por los periodistas Comparato

y Flores).

45 La entrevistada es Ingeniera en Recursos Hídricos, abocada en el área de medición hidrometeorológica.

Desde 2002 que trabaja en el IHLLA. Actualmente es Profesional de apoyo a la investigación CICPBA

(Comisión de Investigaciones Científicas de la Provincia de Buenos Aires). En la entrevista explicó que el

“cargo de profesional de apoyo [es] alguien [que se dedique a] las tareas de campo, que te llevan mucho tiempo y no son publicables, y el sistema académico te exige publicar, entonces bueno, hace falta

complementar al investigador con personas que hagan el día a día (…) para todo lo que son las redes de

monitoreo (…) Además es docente de Física en la Licenciatura de alimentos en la Facultad de Agronomía.

Pero eso es un cargo simple como complemento al cargo principal que es el personal de apoyo” (Entrevista

IHLLA- UNICEN. Azul. 3/03/2017).

Page 145: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

140

Así, el intendente Duclós (1999-2011) y el diputado provincial azuleño, Nicolás

Castiglione trabajaron articuladamente para gestionar audiencias sistemáticas con el

gobernador Carlos Ruckauf (1999-2002) y su sucesor Felipe Solá (2002-2006), para

solicitar apoyo financiero en la realización de las obras. En estas reuniones participaron

representantes de la Sociedad Rural, de las comisiones vecinales y del Centro de

Empresarios de Azul, una mesa con múltiples actores locales. En este caso, se observa el

interés político municipal y de la comunidad que acompaña, de inscribir como prioridad la

concreción de las obras de Azul, dentro de la agenda del gobierno provincial y nacional, en

un contexto de crisis económica del país como fueron los años 2000-2001. En las

reuniones con el gobierno provincial, se planteó:

“(…) la necesidad de impulsar rápidamente las obras que están haciendo falta para

resolver el problema. Se diferenció las obras grandes de las más pequeñas, pero

igualmente importantes (…) Duclós [en su momento] aseguró que vamos a ser

obsesivos en las gestiones necesarias para que estas obras se concreten. (…) También

ha pedido audiencia con el Ministro del Interior, para plantear las necesidades y

evaluar qué aporte puede hacer el Gobierno Nacional” (El Tiempo; 24-06-2001; p.4).

El encuentro e intercambio entre los funcionarios de los distintos niveles de gobierno, la

presencia de ministros provinciales en la ciudad inundada y las ayudas que enviaron a los

afectados, fueron constantes en el periodo estudiado.

Asimismo, otra estrategia que llevó adelante el diputado azuleño Castiglione ante los

Ministerios de Obras Publicas y de Agricultura y Ganadería de la Provincia de Buenos

Aires fue la Declaración de Azul como Zona de Desastre (impulsado y demandado por el

sector empresario y la comunidad azuleña), que logró resultados, sin embargo también se

peticionó, que se le otorgue importancia a las obras programadas, lo cual se trató de un

proceso lento y con manifestaciones discontinuas (El Tiempo; 20-06-2001).

El Director de Defensa Civil y Seguridad vial del Ministerio de Seguridad recorrió la

ciudad y la Secretaria de Acción Social y Desarrollo Humano bonaerense, envió camiones

con ayuda para los damnificados, mientras que el Ministerio de Salud de la Provincia envió

medicamentos al Hospital Municipal de Azul.

De esta manera, se observa la existencia de una articulación creciente entre diferentes

escalas territoriales (nacional, provincial y municipal, en este caso) a la hora de dar

respuesta a una situación de desastre una vez ocurrido. Podría pensarse a priori que, más

que producto de una planificación pro-activa, esta articulación es casi “exigida” por la

Page 146: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

141

emergencia y la presión ciudadana, y además por el nivel de recursos necesario para

afrontar las obras de infraestructura programas para prevenir o mitigar el impacto de

nuevas inundaciones, que superan ampliamente las posibilidades de absorberlas por parte

del Tesoro Municipal.

Esta articulación intergubernamental también se pone en vidriera desde el plano discursivo

a la hora de distribuir responsabilidades en las respuestas al fenómeno. A modo de

ejemplo, en 2001, Duclós declaró en sucesivas ocasiones que “el manejo hidráulico

corresponde exclusivamente por ley a la Provincia. El Municipio colabora” (El Tiempo;

24-06-2001; p.3) mientras “Ruckauf dijo claramente NO hay plata en la reunión que

mantuvo con la delegación de Azul y pese al apoyo político, las obras hidráulicas se

deciden en la legislatura” (El Tiempo; 30-06-2001; p.4).

El intendente llegó a declarar en aquella oportunidad que:

“(…) hemos estado trabajando con las autoridades provinciales y hace poco tiempo,

ustedes recordarán, que anunciamos que se había acordado con el Poder Ejecutivo

Provincial y la Comisión de seguimiento de la Legislatura, la incorporación de estas

obras hidráulicas [Cañadón Gutiérrez y las presas de contención en la cuenca alta] en

el Plan de Infraestructura bonaerense. Lamentablemente las condiciones financieras

que atraviesa el país y que condicionan el aporte de capital a las empresas interesadas

en llevar a delante las obras han hecho que se postergue la licitación, y por lo tanto el

comienzo de las obras” (Diálogo del Intendente Duclós con El Tiempo; 2001).

Remitiendo a la crisis que sufrió la Argentina en el año 2001 y de las dificultades

económicas en el mismo momento que ocurrió una de las inundaciones a las que tuvo que

enfrentar durante su gestión, el intendente asumió que:

“(…) hay problemas que trascienden a la capacidad de respuesta del Estado municipal

o de la propia comunidad porque responden a escenarios nacionales y sabemos todos

que venimos de años de deterioro del tejido social, pero no podemos escudarnos

tampoco en que hay problemas que son nacionales y hasta que no se resuelvan los

problemas sociales y económicos macro, no podemos hacer nada” (Duclós; 2010).

En consecuencia, se tomó la decisión de reformular el plan de obra pública, por lo que se

decidió:

“(…) suspender algunas obras y concentrar el esfuerzo en obras hidráulicas. Las

grandes obras hidráulicas, sabemos que están a cargo del gobierno provincial y

Page 147: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

142

eventualmente algún aporte que pueda hacer el Gobierno Nacional también, pero hay

actividades en el área hidráulica que debemos desarrollar rápidamente para remover

algunos obstáculos del arroyo y también para generar algunas alternativas aliviadoras

en el escurrimiento del agua, para lo cual vamos a hacer un aporte del presupuesto

municipal y rápidamente vamos a empezar con algunas obras (…) Vamos a suspender

la ejecución del plan general de pavimentación y las obras previstas en el Parque

Municipal y estos recursos lo vamos asignar a distintas acciones en el área hidráulica”

(El Tiempo; 26-06-2001; p.4).

A pesar de los esfuerzos, no se obtuvieron en ese contexto recursos, ni créditos blandos

del Banco Provincia, pero se lograron acciones significativas: declarar Estado de

Emergencia46

en la zona, el apoyo en obras menores como la limpieza del arroyo y la

postergación de impuestos a los damnificados, con el respaldo del gobierno provincial.

La Declaración de Emergencia Hídrica o Desastre Agropecuario a través de Decretos

emitidos por el Ejecutivo Provincial, sucedió en los tres años de inundaciones en Azul

mediante los Decretos: 2615/2001; 1497/2002 y 1298/2012 permitiendo obtener ciertos

beneficios fiscales y demás acciones para aliviar la zona afectada.

3.5. b. Inundaciones del 2002: focalización en obras medianas, aprobación

del Fondo Hídrico Municipal y participación de la comunida d

En el año 2002, se volvieron a registrar inundaciones en Azul, en esta oportunidad, la

ciudadanía estuvo alertada. Desde el Municipio se enfatizó en la importancia de las obras

realizadas para mitigar los efectos del fenómeno: el entonces Director de Hidráulica

consideró que “(…) todas las canalizaciones que se han hecho hacia la ruta 60, en el

46 La Comisión de Emergencia Agropecuaria (Ley Provincial 10.390 / 1986) indica que su función es

recomendar al Ejecutivo a “declarar la Emergencia agropecuaria de la zona afectada con delimitación del

área territorial a nivel de Partido o sectores del Partido, cuando factores de origen climático, telúrico,

biológico o físico, que no fueren previsibles, o siéndolo fueren inevitables, por su intensidad o carácter

extraordinario, afectaren la producción o a la capacidad de producción de una región dificultando la

evolución de sus actividades agropecuarias y el cumplimiento de sus obligaciones crediticias y fiscales. Se

deberá expresar asimismo la fecha de iniciación y finalización en función del lapso que se estime abarcará la

emergencia agropecuaria y el periodo que demandará la recuperación” (art.4 inc a). Asimismo es importante destacar la Ley Nacional de Emergencia Agropecuaria 22.913/1983 que obliga a los distintos niveles de

gobierno a articularse en la acción, ya que en el art. 6 indicó que “(…) las zonas de desastres deberán ser

declarados previamente por la Provincia o el Territorio, quienes deberán solicitar a la CNEA la adopción de

igual decisión en el orden nacional, debiendo expedirse esta en un término no mayor de 20 días”. A nivel

Provincia se encuentra la Ley 11.340 (1992) que autoriza al Poder Ejecutivo Provincial a Declarar

Emergencia de Obra y/o Acciones Indispensables por caso de fuerza mayor, refriéndose a las situaciones de

desastres. A nivel Nacional, la última Ley que se dictó haciendo referencia a Emergencia Agropecuarias fue

la Ley 26.509/2009 que creó el Sistema Nacional de Prevención y Mitigación de Emergencias y Desastres

Agropecuarios.

Page 148: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

143

Cañadón de Gutiérrez y en los dos canales que hemos construido, en los 30 mil metros

lineales que se han hecho, desde febrero a la fecha, el comportamiento ha sido muy bueno

dada la gran masa de agua (…) Si no hubieran estado esas obras realmente la situación

habría sido mucho peor” (El Tiempo; 20-08-2002; p. 16).

Por su parte, según trascendió en los medios de comunicación, el personal de Defensa Civil

carecía de los recursos adecuados pero hizo guardias para atender los pedidos de

emergencia y evacuación. A esto se le sumó, que la mayoría de la población decidió dejar

sus hogares a último momento, eso generó una saturación de los espacios de evacuación y

la ciudad se convirtió en un caos. Se le pidió a la ciudadanía que tenga paciencia y que

restrinja al máximo la velocidad del tránsito vehicular en los lugares afectados. Hubo

también operativos de seguridad y de vigilancia en los barrios evacuados, para prevenir

robos (El Tiempo; 2002).

En el medio de la emergencia, la Municipalidad gestionó con Fanazul (perteneciente a la

Dirección General Fabricaciones Militares, Ministerio de Defensa) y personal del Ejército,

la voladura de un terraplén para hacer una apertura de una brecha cercana al puente de Las

Blancas, lo que permitió mayor escurrimiento del agua. Este hecho muestra la articulación

entre diferentes actores gubernamentales que trabajaron en el territorio para prevenir

mayores daños. Más allá estas acciones, la inundación del 2002, mostró igualmente gran

dificultad para que el agua circule, por lo tanto, nuevamente el Municipio planteó ante la

gobernación de la Provincia de Buenos Aires y Ministros correspondientes, la necesidad de

soluciones estructurales.

Ante estos reclamos, desde el Ministerio provincial de Obras Públicas, se expresó que lo

ofrecido para Azul tenía que ver con las posibilidades de la Provincia que no podían

aportar recursos para la edificación de la presa La Isidora, ya que se debía contar

aproximadamente con seis millones de dólares (El Tiempo; 2002). En cuanto a la presa

“Manantiales”, no se mencionaba en esa época, debido a que era de menor envergadura y

complementaria de La Isidora, su construcción sería después de que la primera fuera

terminada.

Además, por medio del Decreto N° 2297/2002 del gobierno provincial, se amplió el Plan

de Emergencias Hídrica Provincial diseñado por la Dirección Provincial de Saneamiento y

Obras Hidráulicas y la Administración General de Vialidad, de la Subsecretaría de Obras

Públicas del Ministerio de Infraestructura, Vivienda y Servicios Públicos. Entre el conjunto

de obras se especificó la realización de la “limpieza del arroyo Azul y sus afluentes y la

construcción de los canales aliviadores del Puente Benavidez y Las Blancas” (Gobierno

Page 149: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

144

de la Provincia de Buenos Aires- Legislación bonaerense; 2017). El intendente Duclós

explicó que este Plan consistió en la adecuación de los puentes, la limpieza del arroyo en 9

km y 800 horas máquina, pero las demás obras no dependían de este Plan, por lo tanto

estuvieron bajo la órbita de los recursos del Fondo Hídrico Nacional. Así, las obras más

grandes dependían de la licitación de las empresas, que en época de crisis no se

arriesgaron.

Gracias a este Plan de Emergencia, el Municipio de Azul contó con el financiamiento

necesario para realizar obras medianas que se venían solicitando desde 1993. Según el

titular de Hidráulica, fue la primera obra que se realizó con financiamiento provincial que

tiene la función de defender del casco urbano de las inundaciones (El Tiempo; 26-08-

2002).

En complementación con ello, ante la crisis económica a nivel nacional, en agosto del 2002

se adoptó una medida central para el abordaje de la GRD: el Honorable Concejo

Deliberante promulgó la ordenanza municipal número 2.007 referida a la creación del

Fondo Municipal de Obras Hídricas, que se conformaba por los presupuestos comunales

en concepto de recursos con afectación, los créditos que se autoricen, los recursos

adicionales que se fijen en las tasas urbanas y rurales de Azul, los fondos que puedan

enviar desde Provincia y Nación, y los legados y donaciones que pudiera recibir el

Municipio.

La mencionada ordenanza también creó un Comité de Control de Gestión, integrado por un

representante de cada bloque del Concejo Deliberante, un representante del Departamento

Ejecutivo y un representante técnico del IHLLA con la responsabilidad de supervisar el

plan de obras que se planificaría con dicho fondo y fiscalizar el ingreso y egreso de fondos,

mientras el Ejecutivo se comprometía a enviarle informes cada tres meses.

Un aspecto destacable es que el Comité de Control de Gestión del Fondo Hídrico amplió

su participación poco después de haberse aprobado, a una mesa más amplia en la que se

convocaron, tal cual lo impulsan los actuales marcos internacionales de la GRD, distintos

actores locales de la sociedad: representantes de las comisiones vecinales, el Centro de

Empresarios, la Sociedad Rural y el representante del Distrito V de la Dirección Hidráulica

Provincial, que tiene sede en Tandil.

En esta oportunidad, el intendente consideró que “nos parece que este espacio plural

representativo, es el ámbito adecuado para tratar el tema. Todas las decisiones que se

tomen tanto en el aspecto técnico como en la priorización de las inversiones que vayamos

Page 150: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

145

haciendo de acuerdo a los recursos disponibles, se van a consensuar en este ámbito” (El

Tiempo; 30-08-2002; p. 5) integrando a todos los actores involucrados.

Como se adelantó, esta apertura participativa en estos temas fue recomendada en los

marcos internacionales, descriptos en el primer capítulo, como lo refleja el Marco de

Acción de Hyogo (2005-2015) que consideró que “se debe dotar tanto a las comunidades

como a las autoridades locales de los medios para controlar y reducir los riesgos de

desastres, asegurándoles el acceso a la información, los recursos y la autoridad

necesarios para emprender actividades de RRD”. De la misma manera, el Marco de

Sendai ratificó en sus prioridades que se debe “reforzar la colaboración entre las personas

a nivel local para difundir la información sobre el riesgo de desastres mediante la

implicación de organizaciones comunitarias y organizaciones no gubernamentales”

(Marco de Acción de Sendai; 2015: p. 15).

La experiencia en Azul a partir del 2002 demostró que los vecinos se autoconvocaron en

varias oportunidades, formaron comisiones vecinales, acompañaron al intendente en el

Comité de Control de Gestión del Fondo Hídrico y en las reuniones con ministros y el

gobernador provincial. Por tal razón, en términos de participación de la comunidad en la

GRD local, el año 2002 marcó una evolución en Azul en materia de acción plural y

articulada, en correspondencia con las recomendaciones internacionales en GRD.

Según los datos que le proveyó la Municipalidad al Diario el Tiempo, las obras

planificadas con el aporte comunitario a través de este Fondo Hídrico Municipal fueron:

“La instalación de una red de alerta temprana; limpieza y rectificación en los distintos

sectores del Arroyo Azul; limpieza en canales a cielo abierto en áreas rurales

adyacentes, en las localidades de Chillar, Cacharí y la Estación Parish; la ampliación

de las alcantarillas sobre los préstamos de la Ruta N° 3; canalización de la zona baja

de La Colorada entre la Ruta provincial 51 y la 226; construcción de compuertas en el

Puente San Benito, sobre el arroyo Azul; reacondicionamiento del alcantarillado

existente en el Cañadón de Gutiérrez; construcción de nuevas compuertas en el Parque

Municipal y filtro y compuertas aguas arriba del Balneario; incorporación de puentes

peatonales y construcción de desagües pluviales en áreas comprometidas de la ciudad

de Azul, Chillar y Cacharí.” (El Tiempo; 27-08-2002; p3).

Page 151: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

146

3.5. b. 1. Alertas tempranas: articulación entre el municipio, institución

académica y empresa extranjera

Tanto en las entrevistas efectuadas a informantes como en el material recabado del archivo

del diario local, se confirma que el tema de las alertas tempranas fue promovido por el

IHLLA desde 1992, cuando el Instituto confeccionó estudios sobre el terreno y datos

métricos. Sin embargo, hasta 2001 desde el Municipio se medía el avance de las aguas,

gracias a la colaboración de vecinos rurales, como lo afirmó el Director de Hidráulica

municipal: “(…) tenemos 16 (vecinos rurales) que nos están suministrando datos, pero

muchas veces hay estancias donde no encontramos gente los fines de semana largos sobre

todo, y también necesitamos información precisa de muchos sectores que son estratégicos

para hacer una evaluación” (El Tiempo; 26-08-2002; p.3).

Esto demuestra la falta de herramientas técnicas y de precisión a la hora de manejar una

situación de emergencia en el 2001 y 2002, y explicó por qué con posterioridad a esos

eventos se colocó en un lugar de prioridad a las alertas tempranas. Desde el Municipio se

advertía ya en aquel momento que era: “(…) un sistema que necesitamos cada vez con

mayor urgencia, dado que en estos últimos 9 años, las crecidas son diferentes (…) Antes

las lluvias eran más extendidas en el tiempo, ahora tienen mucha intensidad (…) entonces

necesitamos un sistema que en forma instantánea nos esté dando la información” (El

Tiempo; 26-08-2002; p.3).

De acuerdo al testimonio del integrante del IHLLA, con el Fondo Hídrico Municipal se

invirtió en la instalación de tecnología métrica, que fue producida en el exterior y su

funcionamiento comenzó en 2005. El Municipio contrató los servicios de CAE, empresa de

origen italiano, que a su vez trabajó conjuntamente con el IHLLA (Entrevista al

Profesional de Apoyo del Instituto de Hidrología de Llanuras; 3/03/2017).

CAE es una empresa extranjera que fabrica e instala sistemas de alerta temprana de última

generación para varios eventos, inundaciones, sequias, fuego, tornado, deslizamientos,

desde 1970.

“Hay dos empresas en el mundo (que se dedican a esto) una es CAE que es italiana y

la otra es alemana, pero no recuerdo el nombre. Nosotros tenemos una tecnología

CAE. Nosotros recibimos vía online de forma permanente, instantáneas los niveles del

arroyo en los distintos puntos de la Cuenca como de la distribución de la lluvia y la

intensidad, esa es una herramienta muy importante. Con ese panorama pasamos a tener

modelos determinísticos de caudales, es decir nosotros cargamos los datos, hacemos

los modelos y luego calculamos los niveles de agua y vamos perfeccionando el

Page 152: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

147

modelo, para predecir con mayor certeza cuánta agua puede llegar a caer” (Entrevista

al Director de Enlace de la Obra Pública; 3/02/2017).

Además desde lo técnico, CAE es una empresa que provee una muy buena calidad en su

producto,

“Acá [en Azul], hace 12 años que las estaciones están instaladas con CAE. Su

mantenimiento es mínimo y solo hemos reemplazado algunos sensores y algunas

cuestiones puntuales, mas asociadas, a que bueno, como cualquier instrumento tiene

una vida útil o por falta de mantenimiento o vandalismo, que hemos teniendo que

reemplazar después. Son equipos que han andado y respondido muy bien (Profesional

de Apoyo del Instituto de Hidrología de Llanuras; 3/03/2017).

El acuerdo se realizó directamente entre el Municipio y la empresa italiana mediante “un

contrato firmado de seis estaciones, tres son del municipio y tres en comodato, ahí estamos

retomando el tema desde el punto de vista legal para sanear el tema, porque se le debe

dinero a la empresa y hay que pagarle” (Entrevista al Director de Enlace de la Obra

Pública; 3/02/2017). Este problema de deuda del Municipio que es actual, afecta

directamente al IHLLA, porque según lo dicho desde el Instituto “CAE nos subcontrata a

nosotros como mano de obra local. La deuda está con CAE, porque el municipio no le

paga, y por eso, CAE no nos paga a nosotros, es un circuito” (Entrevista al Profesional de

Apoyo del Instituto de Hidrología de Llanuras; 3/03/2017).

A pesar de este problema, el intercambio técnico entre este actor privado externo y el

IHLLA, permitió al Municipio de Azul contar con una herramienta de alta tecnología y de

gran utilidad para la gestión preventiva. Además, cabe aclarar que esta experiencia de

intercambio de conocimientos y transferencia tecnológica, le permitió al IHLLA avanzar

en sus proyectos científicos. Actualmente, junto con privados locales y con la Autoridad

del Agua, se asociaron y ganaron la convocatoria para llevar a cabo un proyecto científico

(FONARSEC47

). De esta manera, se logró establecer una red de alertas tempranas a nivel

47 FONARSEC es el Fondo Argentino Sectorial que depende de la Agencia Nacional de Promoción

Científica y Tecnológica. La Comisión de Investigaciones Científicas representado por el IHLLA se asoció

con Redimec (empresa privada de Tandil- producción tecnológica) y con la Autoridad del Agua del gobierno

provincial, se convocaron con un proyecto para obtener a este fondo y así alcanzaron el apoyo financiero que necesitaban. Este proyecto se trató de extender la red de monitoreo de Azul a nivel regional (ocupa todo los

municipios que se encuentran en la vertiente sur de la Cuenca del Río Salado) y a su vez se le agregó la

innovación del seguimiento de las variables de sequias además de la alerta a las inundaciones (Entrevista al

Profesional de Apoyo del Instituto de Hidrología de Llanuras; Campus Universitario de la UNICEN. Azul;

3/03/2017).

Page 153: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

148

regional que ocupa la vertiente sur de la Cuenca del Rio Salado, extendiendo el sistema de

monitoreo que comenzó en Azul.

Este tipo de intercambio tiene respaldo internacional en los marcos de GRD, en especial,

en el Marco de Acción de Sendai (2015-2030) que prioriza el fomento de “(…) inversiones

en innovación y desarrollo tecnológico en las investigaciones a largo plazo sobre

amenazas múltiples y orientadas a la búsqueda de soluciones en la gestión del riesgo de

desastres” (Marco de Acción de Sendai; 2015: p.15).

3.5. b. 2. Tratamiento integral de la GRD: Comité Regional de Cuencas y

canales clandestinos, constante problema en la zona por falta de controles

Dentro de la GRD siempre fue importante la dimensión del manejo de los recursos

hídricos, debido a que se trató de acciones políticas que abarcan y repercuten en más de

una administración pública, por eso la insistencia en superar el plano municipal, y lograr

un trabajo que trascienda sus límites e incluya a los distintos actores, públicos y privados

involucrados.

“Hay que pensar desde la Cuenca, no desde el partido. Pero, se hicieron Planes de

Ordenamiento hídrico de 1 millón 600 mil hectáreas, que abarcan Azul, Ayacucho,

Rauch, hay un Plan Director, no de proyecto ejecutivo y te estoy hablando de 15 o 20

años que existe y no se hizo absolutamente nada, aunque hubo impulsos. El camino es

la visión de la Cuenca, pero es difícil que entren en razón, porque un municipio que

tenga más plata haga las obras y el de al lado que no tiene, no las haga, y en definitiva

perjudica a todos. Pensar en las Cuencas, es el camino” (Entrevista efectuada al

Director de Enlace de la Obra Pública; 3/02/2017).

Esta perspectiva coincide con las palabras de Usunoff (ex director del IHLLA) “si

cualquier tipo de acción no se concatena con algo que puede ser un planteamiento

integral, esto no funciona” (El Tiempo; 25-08-2002; p.3). Esto significa, que tanto desde

el municipio como la academia, se fue afianzando una misma visión de integralidad al

observar y tratar el problema, más allá de las limitaciones y dificultades que se han

presentado en la práctica, por la insuficiencia de recursos para abordar cada una de las

acciones propuestas.

Esta lógica de trabajo integrado y de articulación entre diferentes actores, se puso de

manifiesto, por ejemplo, en la iniciativa de aunar esfuerzos a partir del Comité Regional de

Cuenca Hídrico del Salado (Subregión B4) desde su creación en 2001, para fortalecer la

Page 154: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

149

acción política ante la Provincia en cuanto a la problemática de las inundaciones, formando

un frente común junto a los partidos de Tapalqué, Olavarría, Laprida, Benito Juárez,

Ayacucho, Rauch, Tandil, Pila, Las Flores, Castelli, Dolores, Gral. Guido, Tordillo, Maipú,

Gral. Lavalle, Gral. Madariaga (Res.005/002).

El entonces Director de Hidráulica municipal (2002) comparó las realidades de estos

distritos con la de Azul y observó que en la zona “(…) tienen serios inconvenientes, pero

que hay una falta de proyectos y de definición de la problemática hídrica que me llamó

mucho la atención (…) Azul tiene proyectos y estudios topográficos, respecto a varios

municipios. Lo que nos faltó, haciendo un balance son la obras, ese es el gran déficit” (El

Tiempo; 2002).

En aquella oportunidad, uno de los cuestionamientos que se plantearon sobre la causa de

las inundaciones en Azul, fue la existencia de canales clandestinos en la zona rural, y éste

otro ejemplo en que las instancias gubernamentales municipales y provinciales intervienen

directamente como responsables de su regulación. Los canales son vías de aguas naturales

o artificiales, públicas o privadas, que conducen el agua hacia otras más importantes

(Diccionario Larousse; 2012). Los canales están regulados por la Autoridad del Agua de la

Provincia de Buenos Aires (ADA)48

que es parte integrante del Ministerio de

Infraestructura y Servicios Públicos de la Provincia. A partir de la Ley 12.257 (1999) se

logró unificar criterios para su regulación mediante la creación del Código de Aguas.

La Ley estableció que el Código de Aguas tuvo varias modificaciones, la última fue en

2016. El tópico del perjuicio de los canales clandestinos en las inundaciones fue una

constante en la agenda durante o después de cada evento y un punto central en la política

preventiva de la GRD. Si bien hubo avances en la evolución legislativa en Código de

Aguas, es difícil garantizar su reglamentación, por los tiempos de la burocracia. Hidráulica

Provincial se vale de las denuncias de los vecinos y del sistema satelital de Arba (Daniel

Corolli; 2002) y luego se multa a los responsables. Recién en 2015 el Senado de la

Provincia de Buenos Aires aprobó la Ley 14.703 para intensificar los controles, con

imposición de multas y pérdida de acceso a beneficios de crédito a los infractores. Es la

Municipalidad que debe en 5 días hacer los estudios pertinentes y si prueba la infracción

elevar la información a la Autoridad del Agua, quien le da la facultad al Municipio a que

aplique las sanciones correspondiente (Ley Provincial 14.703/2015).

48

ADA es un ente autárquico de derecho público y naturaleza multidisciplinaria que tiene a su cargo la

planificación, el registro, la constitución y la protección de los derechos, la policía y el cumplimiento y

ejecución del Código de Agua que establece el régimen de protección, conservación y manejo del recurso

hídrico de la Provincia.

Page 155: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

150

3.5.b. 3 La importancia de la obra de infraestructura hídrica en la agenda

pública de GRD

Con respecto a la concreción de las obras de infraestructura planificadas como solución

estructural al problema, las demandas del gobierno azuleño para solicitar financiamiento a

nivel provincial fueron sistemáticas, pero con resultados nulos por mucho tiempo.

La Isidora fue una obra que también se consideró central en la reunión de la Región B4 del

Comité de Cuenca del Salado. El titular de Obras Públicas del Municipio (2002) la definió

como “una solución final al problema de Azul, es comenzar con algo concreto y de fondo.

Lo que hacemos hasta ahora da resultado, pero son paliativos que ante crecidas

importantes igual se producen desbordes” (El Tiempo; 27-10-2002: p.3).

La demora y paralización de su inicio, se relacionaron, de acuerdo a lo manifestado por el

municipio, con problemas de déficit económico a nivel provincial e irregularidades en

coparticipación:

“La provincia está transfiriendo un 16 % de la coparticipación que recibe de los

recursos coparticipables, que se conforman en la provincia, con recursos propios más

lo que viene de Nación. Un 16% va a los Municipios. Y esto es absolutamente

insuficiente, y además, muchas veces los municipios tienen que asumir

responsabilidades, de las cuales está desertando el Estado Provincial o Nacional. Pero

el intendente tiene que darle respuesta a su comunidad. (…) Todo esto forma una

distorsión del federalismo que lo hemos perdido” (Duclós; 2012)

A nivel provincial también se debe recordar la existencia del llamado “Plan Maestro

Integral” que derivó del proyecto “Estudio para un Plan Maestro Integral para el Control

de Inundaciones, Desarrollo de Recursos Hídricos, Mejora de las Condiciones

Económicas y Preservación de los Valores Medio Ambientales en la Cuenca del Río

Salado”49

, que tenía como área de estudio la Cuenca del Rio Salado50

. El Plan Maestro

Integral abarcó aspectos hídricos, ecológicos/ambientales, productivos,

49 El Plan Maestro de la Cuenca del Rio Salado fue producto de la incidencia del aumento y gran impacto

socio económico de las inundaciones y sequias, en una de las zonas más productivas de Argentina. Su origen

se remonta a 1997 cuando la Unidad Ejecutora Provincial del Programa de Saneamiento Financiero y

Desarrollo Económico de las Provincias Argentinas, coordinada por el Ministerio del Interior de la Nación,

suscribió un contrato con la firma Sir William Halcrow & Partners Ltd., del Reino Unido para ejecutar tal

proyecto, apoyado por el Banco Mundial, que tenía como área de estudio la Cuenca del Rio Salado.

El Plan divide a la zona en tres regiones, dada su gran extensión y su consecuente heterogeneidad en términos hidrológicos, productivos, económicos, ambientales y sociales. Las regiones son: Noroeste A

(abarca 66.000 Km2), Salado-Vallimanca-Las Flores-B (99.000 Km2), donde se encuentra la subcuenca que

pertenece el Arroyo Azul (subregión B4) y Región de las Encadenadas del Oeste- C (11.000 km2) (Plan

Maestro Integral Cuenca Rio Salado- Ministerio de Infraestructura y Servicios Públicos de la Provincia de

Buenos Aires; 2017).

Page 156: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

151

económico/financieros e institucionales. En particular, en él se propusieron una serie de

medidas estructurales, consistentes en obras para lograr un manejo ordenado de los

excedentes hídricos, protección de ciudades, nueva capacidad de drenaje para el río Salado

y los arroyos Vallimanca y Las Flores, área donde se encuentra el Partido de Azul

(Ministerio de Infraestructura y Servicios Públicos de la Provincia de Buenos Aires; 2017).

Este Plan se interesó especialmente por las inundaciones por la variabilidad que presentó la

zona en términos meteorológicos, climáticos o de relieve. El plan contempló una visión

integral de la realidad y su matriz de acciones se coordinó, a nivel distrital, en toda la

cuenca dentro del espíritu del nuevo Código de Aguas, que lo convirtió en una herramienta

estratégica de planificación y administración sustentable del recurso hídrico. No obstante,

se ejecutaron pocas obras en 10 años y con retraso porque hubo períodos de paralización

de los proyectos, “la provincia de Buenos Aires tardó cinco años en poner en marcha las

medidas estructurales del Plan Maestro” (Chorny Rubén; 2016).

“Los tramos terminados en la Cuenca del Río Salado se lograron gracias a las

gestiones de la Provincia de Buenos Aires desde 1983, por lo menos, más que de la

Nación. En el período 2004-2012, el gobierno bonaerense licitó y ejecutó dos de las

cuatro etapas previstas en el Plan Maestro Integral, pero la ejecución de las obras de la

tercera y cuarta etapa de dicho plan -a cargo del Ministerio de Planificación Nacional-

no registra avances significativos desde fines de 2008” (Matías Di Santi; 25/09/2012).

Según Usunoff (ex Director del IHLLA), el problema fundamental en la ejecución del

Plan, está relacionado con la falta de recursos “(…) el Plan Maestro trata de encarar el

problema en toda su extensión, pero no hay que olvidar, que por el tamaño del área que se

toma, no deja de ser un estudio de prefactibilidad, no hay posibilidad de saltar de allí a las

obras (…) hasta donde sé no hay ningún intento formal de avanzar con eso, porque no hay

dinero para obras” (El Tiempo; 25-08-2002: p. 3).

Igualmente, se puede considerar al Plan Maestro Integral como un ejemplo donde

existieron relaciones intersectoriales y de diferentes escalas territoriales para la GRD,

debido a que, en primer lugar, el Plan se llevó a cabo a partir de un estudio financiado por

el Banco Mundial, y las obras que se fueron realizando parcialmente o con retrasos se

sostuvieron gracias a los aportes del Fondo Hídrico Nacional (creado por el Decreto N°

1381/ 2001 para la concreción de obras hídricas). De acuerdo a Larrañaga (2014) el retraso

de las obras se vio afectado siempre por la insuficiencia de capital o su mala distribución.

Page 157: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

152

En segundo lugar, este Plan trata de efectuar obras hídricas para manejar los recursos

hídricos de una de las zonas más productivas de la provincia de Buenos Aires, donde

intervienen varios municipios, donde una obra en un tramo repercute en el otro, de ahí la

visión de tratar la problemática de manera integral. Esto debió reforzar la idea de la

comunicación entre las instancias provinciales y municipales en pos del desarrollo de la

GRD consensuada.

Y en tercer lugar, para concretar estas obras hídricas (canalizaciones, drenajes, obras de

control), el gobierno nacional y el provincial contrataron empresas privadas para estas

construcciones, por medio de licitaciones públicas, y posteriormente se obtuvo un crédito

del Banco Mundial para continuar con las etapas de dicho Plan (Provincia Noticias; 2017).

3.5.b. 4. GRD: el rol de las políticas públicas de mantenimiento

Si bien no fue hasta el 2012, que se iniciaron acciones concretas en torno a las obras de

gran envergadura durante una década y media, el Municipio ejecutó obras menores que

requirieron continuidad en el tiempo, con el apoyo de la ciudadanía, ejemplo de ello, fue el

Fondo Hídrico Municipal y las obras de limpieza, higiene y saneamiento de la ciudad.

Así lo expreso el Intendente Duclós en la Inauguración de las Secciones Extraordinarias

del Concejo Deliberante en 2008:

“(…) Continuamos al mismo tiempo gestionando ante la mencionada dependencia

provincial, las obras correspondientes al saneamiento pluvial en los Barrios San

Francisco, Perón y zonas aledañas y último tramo por la calle Catamarca. Esta tarea se

lleva adelante con la labor ininterrumpida desde el año 2002, de grupo de vecinos

representantes de distintas instituciones de la comunidad en el Planificación y control

de gestión de las obras que se ejecutan. Dicho compromiso ciudadano silencioso

merece nuestro especial reconocimiento (….) Comenzamos a instrumentar con la

intervención de distintas áreas del municipio, el Programa de Ordenamiento Urbano,

que cuenta con los siguientes componentes: primero mejor transitabilidad e higiene

urbana y medio ambiente en los barrios (…) la tarea de limpieza de cordón cuneta y de

terrenos baldíos a través de cooperativas de trabajo o monotributista” (Duclós; 2008).

Aunque a priori se podría suponer que estas acciones no se corresponden directamente con

las políticas de GRD, la limpieza e higiene urbana, previene muchos problemas en los

desagües y la propagación de enfermedades, en consecuencia, es una dimensión

fundamental de la prevención y gestión integral de riesgo.

Page 158: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

153

En este sentido, el Subsecretario de Desarrollo Sostenible Municipal reconoció la

importancia de la apertura de espacios denominados “Puntos Limpios” en la ciudad e

indicó que se trata de una política pública que permite “la limpieza permanente de los

barrios, cosa que va evitar, esperemos el deterioro de la vía pública y el tapado de las

bocas de tormenta, podríamos así obtener mayor fluidez a la hora de desagotar los altos

niveles de agua en el casco urbano” (Entrevista efectuada a mencionado Secretario;

2/01/2017). Hasta ahora, se ha trabajado con el apoyo del gobierno provincial (Organismo

Provincial para el Desarrollo Sustentable) en la limpieza del basural a cielo abierto del

Municipio (Municipio de Azul; 2017).

Por otro lado desde la Coordinación de Defensa Civil del Municipio de Azul (15/01/2017)

se buscó preparar nuevos protocolos con las “Alertas tempranas y fenómenos espontáneos”

como nueva tendencia en la GRD. Aquí se puede observar que las distintas áreas dentro de

un Municipio se han ido, con más y con menos, complementando para lograr una GRD en

sus dimensiones, más allá que la obra hídrica este o no esté presente.

3.5 c. Inundación de 2012: estaciones meteorológicas, articulación de

actores en la recuperación y búsqueda de financiamiento para la

construcción de la presa La Isidora

El año 2012 representa un tercer punto de inflexión en la etapa estudiada, ya que Azul se

inundó en tres oportunidades (en los meses de mayo y agosto). Las mediciones de las

lluvias se monitorearon con la red telemétrica de estaciones meteorológicas, que les

permitió saber cómo se comporta el agua en los diferentes arroyos en tiempo real. Los

técnicos de Hidráulica Municipal junto con profesionales del IHLLA, confeccionaron dos

modelos determinísticos, que planteaban dos escenarios posibles, una de mínima y una de

máxima para prever cómo se iba desarrollar el fenómeno (Canal Somos Azul; 2012). Era la

primera vez que se utilizaban los modelos determinísticos como herramienta preventiva en

una inundación de Azul, ya que la red telemétrica comenzó en 2005 (IHLLA; 2017).

En lo que respecta a la etapa de emergencia, en las inundaciones de mayo, Defensa Civil

advirtió a la comunidad con cierto retraso, la posibilidad de que ocurriera una inundación,

para que se prepare pero se anticiparon habilitando la Guardería municipal como centro de

evacuados.

Desde la Municipalidad decidieron cortar las calles en las zonas de riesgo para evitar la

circulación vehicular y se informó a través de las partes de prensa sobre lo que iba

aconteciendo, con información de mediciones de los arroyos y los pronósticos del Servicio

Page 159: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

154

Meteorológico Nacional y del IHLLA aunque con cierto retraso, “en la ciudad, en forma

diametralmente opuesta a lo que se informaba, la inundación progresaba y las cintas para

cortar el tránsito vehicular eran corridas y cada vez demarcaban un perímetro más

amplio, conforme avanzaba la masa hídrica” (El Tiempo; 19-08-2012: p. 8). Así, más allá

de la evolución en lo que a mediciones refiere, se evidenció nuevamente complejidad en

informar a tiempo para crear un vínculo de confianza con la ciudadanía.

Ese año, el Municipio atravesó por una situación crítica a nivel financiero interno y al no

poder cubrir las nuevas necesidades ante la inundación, desde la intendencia se declaró la

“Emergencia Hídrica, Social, Económica y Financiera del Partido de Azul”, para poder

asistir a los 1.500 habitantes afectados, evacuados y autoevacuados (El Tiempo; 2012)51

.

Al igual que en las inundaciones anteriores, en este caso, el intendente municipal José M.

Inza fue recibido por el Gobernador de la Provincia de Buenos Aires y en distintos

ministerios. Inclusive el ministro de Desarrollo social de la Provincia fue personalmente a

Azul a coordinar las acciones del Consejo Provincial de Emergencias. Además, por la

gravedad de la situación, el gobierno provincial envió ayudas (frazadas, colchones y

bidones de agua) para asistir a los damnificados (La Nación; 2012).

El intendente declaró que contaron con el “apoyo de muchas instituciones locales y

camiones con distintos artículos de primera necesidad proveniente de Provincia y

Nación”, también recibió la “colaboración dada por el Banco Industrial, Banco

Provincia, comunidades de Las Flores y Rauch, UNICEN, Movimiento Octubre de Buenos

Aires, Patronato de Liberados, la Armada, Bomberos, CARITAS, Juventud Sindical y La

Cámpora, entre otras instituciones” (El Tiempo; 2012: p. 4). En esta ocasión, la Provincia

prometió enviar “500 mil pesos para poder afrontar los gastos que se ocasionen como

consecuencia del fenómenos” (El Tiempo; 2012: p. 3). El diario local también registró la

campaña de la Cruz Roja Filial Azul, que se dedicó a recolectar donaciones para los barrios

más perjudicados.

Después de la inundación, fue destacable la labor del Concejo Deliberante en la adopción

de medidas para la etapa de recuperación, tratando el tema de eximiciones y prórrogas del

pago de tasas, servicios y tributos para los ciudadanos perjudicados y sumados a los

esfuerzos para obtener facilidades crediticias.

También desde el Municipio se concentró en las tareas de limpieza urbana que implicó la

recolección de basura, ramas en los canales, desagües y alcantarillas, rastrillaje del arroyo

51 No obstante eso, el número de evacuados de 2002 fue de 100 personas aproximadamente mientras que en

2012 fueron 18, ya que la mayoría de los damnificados se autoevacuaron (El Tiempo; 2012).

Page 160: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

155

y limpieza de puentes. Para ello, contó con recursos de Vialidad Rural, Servicios Públicos

y recibió ayuda de una cooperativa de San Fernando y de Aguas Bonaerenses S.A que

aportaron personal y maquinaria para trabajar en los espacios públicos.

En cuanto a la limpieza doméstica, desde la Secretaria de Salud y Desarrollo Social del

Municipio, como en los anteriores períodos de recuperación, se trabajó en la divulgación

de información hacia la ciudadanía y en la concientización, aconsejando que tome medidas

preventivas utilizando desinfectantes, para evitar enfermedades o infecciones y que

respeten el plan de vacunación. Además se advirtió que no se consuma agua proveniente

de los pozos, sin antes potabilizarla, por razones de contaminación. Mientras, la

subsecretaria de Desarrollo Social y el Centro de Referencia del Ministerio de Desarrollo

Social de la Nación relevaron la cantidad de zonas inundadas, asistiendo a los ciudadanos

con frazadas, agua y artículos de limpieza.

La Municipalidad contó con apoyo de la Guarnición del Ejército Azul, que desde el primer

momento, contribuyó con ambulancia MB, Unimogs y camionetas con medios de

comunicación, camiones de carga, que Defensa Civil los utilizó para la evacuación y

traslado de personas, para el abastecimiento, traslado de trabajadores de la asistencia y de

personas que necesitaron urgencias médicas. Además, el Ejercito prestó sus instalaciones

al personal que envió el gobierno provincial para asistir, y conformó un helipuerto para

apoyar el uso de aeronaves (El Tiempo; 2012).

El intendente y el gabinete de Defensa Civil plantearon, la necesidad de delinear un plan

protocolizado que deje en claro todas las acciones a seguir en cada área en circunstancias

semejantes a la sucedida. Además,

“ (…) se constató que 300 manzanas fueron afectadas por el fenómeno, cifra que

refleja la magnitud de lo acontecido, razón por la cual se planteó el gran perjuicio

económico sufrido por los vecinos, y se consideraron las medidas a adoptar para

atenuar sus efectos (…) se evaluó con el equipo de Infraestructura, Obras y Servicios

Públicos, la estrategia a seguir en lo relacionado a la limpieza del cauce del arroyo en

su trayecto por el casco urbano y también el inicio de obras de dragado del lecho para

un mejor drenaje hídrico. [Se asumió asimismo que] el intendente Inza realizará

gestiones tendientes a avanzar en la concreción de obras de mayor envergadura, que

permitan una solución de fondo a esta grave problemática” (El Tiempo; 29-05-2012:

p.5).

En agosto del mismo año, Azul sufrió otra inundación, pero esta vez, según el Director de

Hidráulica se tuvo “una recarga muy importante de agua. Hay que tener en cuenta que

Page 161: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

156

durante agosto han caído 204 milímetros” (El Tiempo; 18-08-2012: p.5). La masa hídrica

provino primero, de la ruta 3, de la 51, del Paraje La Colorada y después desde la Boca de

la Sierra, así se desbordó las aguas del arroyo Azul y sus tributarios, Santa Catalina y

Videla. Según el Servicio Meteorológico Nacional en la inundación de agosto de 2012,

“entraron a jugar otras variables, como la generalización de las precipitaciones, suelo

más anegado y capacidad de escurrimiento del arroyo más lenta” (El Tiempo; 19-08-

2012: p. 14).

En líneas generales, en el año 2012 el fenómeno de la inundación afectó principalmente al

centro y sudeste bonaerense, provocando crecidas de ríos y arroyos, anegamientos, cortes

de rutas, cientos de evacuados. En efecto, según los especialistas en la materia, agosto de

2012 fue el mes con más lluvias de los últimos 50 años (El tiempo; 2012). Concretamente,

ese mes tuvo record de lluvias, en tanto se acumularon “297, 6 milímetros, siendo el valor

más alto del cual se tiene registro” (El Tiempo; 26-08-2012: p. 9).

En agosto, a diferencia de mayo, desde el gobierno municipal se logró una articulación más

directa e inmediata con los Ministerios de la Provincia de Buenos Aires (Salud, Desarrollo

Social, Planificación Federal) que enviaron desde personal hasta suministros de materiales

para los damnificados.

A nivel local estuvieron presentes los Bomberos, Ejército, Policía, La Base Naval

Azopardo, Fanazul, Transporte Malvinas. El Centro de Empresarios de Azul ofreció sus

instalaciones para evacuados y dirigió la ayuda solidaria del Plenario de Comisiones

Vecinales y Sociedades de Fomento. Simultáneamente, la Cruz Roja Filial Azul recolectó

y organizó donaciones mediante la “Campaña relámpago” y estableció contacto con las

filiales de Buenos Aires y Tandil (El Tiempo; 2012).

Además, del daño material directo y visible, la inundación afectó a todo el distrito debido a

que económicamente disminuyó su valor estratégico, porque es de prever que ninguna

empresa busque instalarse o invertir en una zona inundable. Este aspecto negativo se

demostró en la paralización de las actividades económicas, educativas y sociales: por un

lado, el campo se vio perjudicado por la muerte de animales, que se agravó porque

coincidió con la época de pariciones y de remates en importantes cabañas de la zona, y en

el agro, pérdidas de los sembrados de trigo, alpiste y cebada. Según estimaciones

efectuadas en aquella oportunidad, en los meses siguientes dejaron de circular unos 20

millones de dólares en la economía local. Por tal razón, la Secretaria de Desarrollo

Económico Municipal elevó un pedido a la Provincia para que Declare la Emergencia

Page 162: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

157

Agropecuaria y zona de Desastre al Partido de Azul, con el fin de eximir a los productores

afectados del pago de impuestos (El Tiempo; 2012).

Por su parte, en la ciudad, en el rubro inmobiliario, más allá de la crisis propia que tuvo el

sector, el factor de las inundaciones acentuó la misma, ya que lógicamente, en este

contexto, se compra casas o terrenos inundables (El Tiempo; 2012).

Por último, las inundaciones afectaron a los espacios públicos y a los lugares deportivos,

con destrozos de diferente magnitud. Las casas inundadas, todavía tenían la humedad de la

última inundación, la bajante del agua fue lenta y el impacto social se reflejó en el

cansancio y enojo por parte de la sociedad azuleña, “la gente está muy enojada, en líneas

generales con el gobierno, con las circunstancias, con todo. A la gente se la ve con

desazón porque nadie explica cuándo va a subir esto”, remarcó una vecina (El Tiempo;

19-08- 2012: p.13).

No obstante, todos estuvieron más alertas ante la información, por haber pasado

recientemente por la misma situación, la sociedad estaba más preparada para actuar más

rápido y proteger sus pertenencias del agua o los delitos, organizarse y autoevacuarse.

Sin embargo, en esta última inundación se visualizaron varias cuestiones sobre la calidad

de gestión pública de RRD para enfrentar este problema:

La movilización del cuerpo legislativo municipal para aliviar a los damnificados,

por medio de la Declaración de Zona de Emergencia y Desastre agropecuario (Proyecto del

Bloque del Pro), ypor su parte, el proyecto del bloque del Frente para la Victoria, que

exigió al Ejecutivo informes técnicos y de control sobre lo que se ha hecho o no, en cuanto

a obras con el Fondo Hídrico, entre 2003 y el 2011. Existió en esta solicitud un especial

interés por conocer si se consultó al IHLLA en las decisiones; la petición de informes a la

Autoridad del Agua de todas las canalizaciones rurales; pedido de confirmación si el

enlace Néstor Kirchner52

afectó el descenso del agua en caso de inundación; evaluación

sobre la posibilidad de realizar un canal aliviador, pedido por los vecinos azuleños, que

permita el desvió de gran parte del caudal del agua, etc. Así, se demostró la falta de

controles, de informes técnicos y documentos sobre las políticas públicas en relación con

las inundaciones, durante los últimos años, y por ende, una exigencia de sustentar los

mismos criterios técnicos y estudios científicos.

Por otro lado, una redefinición de las prioridades en la agenda pública. Si se

atiende a los componentes del discurso del Intendente Inza, al momento de su asunción

52 El Enlace Presidente Néstor Kirchner es una ruta de 35 km que fue inaugurada en 2012 y que une la Ruta 3

y la 226.

Page 163: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

158

(2011) se observa, una enumeración de las prioridades de acción en su gobierno, en las que

estuvieron ausentes las obras hídricas (InfoAzuldiario; 12-12-2012). Después de los tres

eventos ocurridos en 2012, representando una temática insoslayable, en la Apertura del

Concejo Deliberante de Azul, en abril de 2013, planteó como uno de sus objetivos de

mediano y largo plazo, el “Proyecto de Planificación Hídrica Estratégico de Azul”

(ProPHEA) que consistió en:

“(…) [un plan que abarca] la planificación futura de temas hídricos que nos

preocupan, estrategias para el manejo de los recursos hídricos y sus diversos usos,

conservación y uso de suelos, planeamiento rural y urbano, tratamiento de los aspectos

medio ambientales, y ejes de crecimiento económico (…) Proyectar, planificar, y

ejecutar las obras del Plan Hídrico Estratégico, como así también gestionar ante

Organismos Nacionales, Provinciales e Internacionales los fondos necesarios para la

implementación del plan (…) En este aspecto programamos articular un estrecho

trabajo en colaboración con la SSRH de la Nación, la Dirección Provincial de

Saneamiento y Obras Hidráulicas, con las Instituciones de reconocida trayectoria

como ser INTA, IHLLA, Universidades locales, Universidades Nacionales y

Organismos, Universidades e Instituciones Internacionales (…) Promover el desarrollo

de congresos, simposios y talleres de trabajo de alcance Municipal, Provincial,

Nacional e Internacional (…) [El ProPHEA] permitirá abordar la problemática de

forma estratégica, multidisciplinaria, con sustento técnico-científico, y con la necesaria

coordinación de los distintos estamentos del estado (nacional, provincial y municipal)”

(José Inza; 2013).

Es de destacar que el ProPHEA aborda la GRD, en este caso, el problema de las

inundaciones en Azul, de manera integral e inter y multidisciplinaria, donde se toman en

cuenta todas las variables que influyen en el desastre. En efecto, se pretendió involucrar

distintos actores (públicos, privados, académicos y de la sociedad civil) incentivando

especialmente el intercambio de experiencia y conocimiento para el aprendizaje de la

GRD, dando cuenta de la importancia de la articulación entre diferentes niveles de

gobierno, ratificando lo impulsado desde los marcos internacionales que atienden en la

materia.

La reactivación y materialización de una obra prometida durante décadas: La

Isidora. Fue una obra de infraestructura hídrica de gran envergadura, proyectada para que

cuente con la capacidad de retención del 40% del agua proveniente de la Cuenca Alta del

Arroyo Azul (El Tiempo; 2012) para que pueda retrasar las inundaciones, y así disminuir

el desastre.

Page 164: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

159

Como ya se ha expuesto, su planificación se remonta 30 años atrás y fue prometida por

sucesivas administraciones desde aquella fecha, con una exigencia de inversión realmente

significativa. Haciendo un repaso de la evolución de su gestión, en 1989 Azul accedió a un

crédito del BID que le permitió financiar los estudios preliminares y la confección de los

proyectos de ejecución. En 1992 la empresa Gago-Tonín emitió informes y proyectó las

obras (La Isidora y Manantiales), ambas valuadas en 8,2 millones de dólares.

Con la inundación del 2001 y 2002, se emitió un compromiso por parte del gobierno

provincial de arbitrar los medios para comenzar en corto plazo su construcción. Las

autoridades municipales enfatizaron que ésta representaba una obra “que priorizaron,

inclusive los intendentes de la subcuenca B4 del Salado, donde hay 17 intendentes que la

consideraron importante” (El Tiempo; 27-10-2002: p.3).

En cuanto al financiamiento, el gobierno de la Provincia decidió que haría la obra por

administración, sin licitación, lo que significaba que utilizaría fondos provinciales. Sin

embargo, el contexto de crisis económica que atravesó el país por estos años y la falta de

financiamiento la detuvieron. Después de una década, en 2012, luego de tres inundaciones

en Azul durante el mismo año, la necesidad y la urgencia en torno a su construcción como

salida estructural para prevenir las inundaciones, se reactualizó.

El ministro provincial de Infraestructura Alejandro Arlía se convirtió en una figura

importante para obtener el financiamiento de la obra, ya que fue instruido por el

Gobernador Daniel Scioli para gestionarlo ante la comisión bicameral del Fondo Fiduciario

para el Desarrollo del Plan de Infraestructura Provincial (PROFIDE53

) (El Tiempo; 2012).

Se destacó también, en todo el proceso la función del actual intendente Hernán Bertellys

(por entonces concejal del Frente para la Victoria), quien comenzó a hacerse cargo del

proceso y mantuvo las relaciones directas con los funcionarios provinciales, convirtiéndose

en el “asesor” del ministro de Infraestructura bonaerense. Esta relación se forjó dentro de

espacio político denominado Peronistas Sin Fronteras, “cuyo referente en Azul era

Bertellys” (El Tiempo; 2017: p. 2).

53 El Plan de Infraestructura y Fondo Fiduciarios para el Desarrollo del Plan de Infraestructura provincial se

creó por la Ley 12. 511 (2000) y tiene por objeto financiar, bajo cualquier modalidad, la ejecución de obras y

emprendimientos en el ámbito de la Provincia de Buenos Aires, así como promover la participación privada

en la construcción, mantenimiento y financiamiento de obras públicas (art. 2). Estas obras son construcción de caminos, saneamiento, obras hidráulicas, viviendas y de infraestructura social (art. 1). El articulo 3 sigue

la ley 12.874 que expresó que el patrimonio del Fondo está integrado por recursos provenientes del

Presupuesto provincial, de organismos Multilaterales de crédito, bienes de dominio privado del estado

provincial, recursos producidos por sus operaciones y de la renta, fruto y venta de sus activos, contribuciones,

subsidios, legados o donación (Ley 12.511 Plan Provincial de Infraestructura y Fondo Fiduciario para el

desarrollo del Plan de Infraestructura Provincial- Última modificación incorporada por la Ley 14.062/2010).

Page 165: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

160

La presa La Isidora fue objeto de promesas de sucesivos gobiernos, pero demorada por

muchos de ellos, y se convirtió en una especie de esperanza colectiva para los azuleños,

trastocando los vínculos de confianza entre la sociedad y el Estado, más allá de lo que

representaba efectivamente la obra en términos de prevención de fenómenos de este tipo.

A esto se le suma y se vincula con la utilización política entre diferentes referentes y a la

puja por capitalizar su efectiva concreción, aún en su etapa sin culminar, haciendo una

utilización excesiva de la “gestión” de la obra, en virtud de la sensibilidad del tema en la

sociedad:

“Inza se adjudicaba la obra al sostener que los fondos para su construcción habían sido

gestionados por él ante la Cámara de Diputados y Senadores de la provincia (…) pero

Bertellys no se quedaba atrás y cada vez que algún funcionario provincial de la gestión

de Daniel Scioli visitaba la ciudad, los llevaba a recorrer la obra y sacarse fotos en el

lugar” (El Tiempo; 30-04-2017:p.2).

Finalmente, en noviembre del 2012 la Comisión Bicameral de la Legislatura bonaerense

aprobó la incorporación de La Isidora para que sea parte del PROFIDE.

En mayo de 2013 se realizó la apertura de licitación pública con un monto estimado de 150

millones de pesos para sus diferentes etapas de concreción. Los trabajos comenzaron en

junio de 2014, donde participan los obradores de la UTE (Unión Temporaria de Empresas)

compuestas por tres empresas contratistas: Tecnipisos S.A, Vial Agro S.A y Fontana y

Nicastro.

El punto crítico de este proceso fue la expropiación de tierras a los propietarios del espacio

que se necesitaba para la construcción de la obra, que constó de 1.700 hectáreas

aproximadamente (El Tiempo; 2016). Hubo varias negociaciones, desde el gobierno

provincial con los tres propietarios de los campos, tomando como base el marco legislativo

existente que regula las expropiaciones por causa de utilidad pública e interés general (Ley

Provincial 5708). Se lograron acuerdos, después de varias instancias arduas de conflicto de

intereses por el pago de indemnizaciones.

Una vez iniciada la construcción, se estimaron 24 meses para su finalización, pero las

sucesivas postergaciones de la obra condujeron a la definición de su inauguración para

noviembre del 2016. Aunque esto sucedería finalmente el 2 de mayo de 2017 en un acto al

cual asistió la Gobernadora María Eugenia Vidal, quien declaró en su discurso que la obra

implicó una inversión global que superó los 280 millones de pesos (El Tiempo; 2017).

Page 166: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

161

La presa se emplazó en un tramo medio del Arroyo Azul, en un sector cercano a la

denominada Estancia La Isidora y aproximadamente a 35 km aguas arriba de la ciudad de

Azul. Se enmarca en un conjunto de obras cuya finalidad es efectuar la regulación de

crecidas del propio arroyo Azul y del arroyo Videla, ambos afluentes de la cuenca baja del

Rio Salado (Andrés Gallicchio- Perfiles; 2016)

La Presa se define técnicamente como:

“(…) un embalse no permanente [que] funciona de acuerdo al requerimiento

que tenga la cuenca por la cantidad de lluvias. La obra consta de un terraplén de

4.100 metros aproximadamente de longitud, que varía de una altura, de 0 a 12

metros en su máxima altura. Dentro del arroyo Azul, cruza tres cursos de agua

este terraplén, dos cursos secundarios que tienen un regulador de menor

importancia y otro que está sobre el cauce del arroyo Azul. Esta presa lo que

hace es regular el flujo de agua, para que pase siempre la misma cantidad.

Entonces ante lluvias de mayor intensidad, se empieza a acumular agua hacia

atrás, eso genera un embalse que no es permanente, en 15 días como máximo se

desagota (…) Hay tres pilas de hormigón que soportan un puente que permite el

acceso a todos los sectores desde la parte superior del terraplén. Y también

presenta un vertedero, que permite que llegando a un determinado nivel el

caudal, por seguridad, se supere y salga de manera ordenada por arriba (…)

Además tiene otro segundo, si se quiere, fusible de seguridad para evitar

cualquier rotura. Es una presa que no debería entrar nunca en su máximo grado

de exigencia, pero si entrara, tiene todas las condiciones para que no se rompa”

(Ingeniero a cargo de la obra; Somos Azul; 2016).

Presa La Isidora

Fuente: Radio Azul

online; Mayo 2017.

Obtenido en:

http://lu10radioazul.com/vidal-inauguro-la-presa-la-isidora.

Page 167: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

162

Con su finalización, se planteó la segunda obra pendiente encargada de regular el Arroyo

Videla, denominada “Manantiales”. Aunque de menor envergadura, formaba parte también

del conjunto de políticas públicas de retención de aguas que se plantearon desde la década

de 1980 en Azul, y cuya demanda se reactivó una vez finalizada La Isidora.

Ahora bien, más allá de las obras de infraestructura de gran envergadura, se ha

evolucionado en el entendimiento de que una política pública a favor de la RRD, implica

comprender el problema o el desastre de manera integral, lo cual obliga a contemplar las

variables intervinientes, en todas sus etapas y sumar a todos los actores, inclusive a la

comunidad afectada para su solución, como enfatizan los marcos internacionales de RRD.

Esto implica concientización de la ciudadanía, en las actividades de limpieza y

mantenimiento, que ha calado más profundo en los actores implicados, debido al

aprendizaje y la experiencia misma atravesada: “Podes tener La Isidora, pero te inundas

por tener el sumidero de la esquina tapado, eso no es un tema menor” (Entrevista

efectuada al Director de Enlace de la Obra Pública; 3/02/2017).

Comparte esta postura con integrantes del IHLLA:

“La Isidora es necesaria (…) De todas maneras, se podría trabajar, que es lo que

planteamos con la tesis de Cristian Guevara, alternativas como pequeñas obras, que no

son tan costosas como estas mega obras y que ayudarían a regular excesos, no sé si

eventos de enorme magnitud. Pero si, que se podría ir regulando. Un agosto del 2012,

que cada semana era un 80, 100, 80, 100 ml en promedio, [para eso] hace falta una

gran obra (…) [pero] Las pequeñas obras que se hacen en la parte urbana también

colaboran a mejorar la conductividad hídrica del arroyo” (Entrevista al Profesional de

apoyo a la investigación CICPBA; IHLLA, Campus Universitario UNICEN-Azul;

3/03/2017).

El creciente intercambio de experiencias en la GRD

De acuerdo a las entrevistas efectuadas, desde Defensa Civil y la Subsecretaria de

Desarrollo Sostenible del Municipio, se ha promovido gradualmente el contacto con

funcionarios y el intercambio de experiencias con el fin de mejorar y compartir estrategias

de acción para llevar a cabo políticas públicas de RRD, especialmente a nivel regional y

provincial.

Un ejemplo de ello se ha dado en el sistema de alertas tempranas, que consta de un sistema

operativo que abarca los municipios de la V Región (Azul, La Madrid, Olavarría, General

Alvear, Saladillo, Rauch, Bolívar y Tapalqué) que depende de la Dirección de Defensa

Civil de la Provincia de Buenos Aires.

Page 168: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

163

También se ha implementado la participación de funcionarios azuleños en congresos y

encuentros con colegas y otros funcionarios a nivel provincial y nacional, inclusive en

capacitaciones con participación de la Comisión Cascos Blancos. En este tipo de

encuentros se comparten buenas prácticas que les permiten tomar ideas para solucionar

diferentes cuestiones. Es complejo dimensionar la repercusión real que tienen, debido a

que están atravesadas por la voluntad política del gobierno y su compromiso con la acción

pública en cuestión (Entrevista al Coordinador de Defensa Civil del Municipio de Azul;

15-01-2017). Pero existen algunos ejemplos que dan cuenta de su utilidad:

“En La Plata, Exequiel Romero de Lujan, dijo que cada tres meses Lujan se inunda,

solo se hace público cuando ingresa el agua a la Basílica, sino no se hace público, pero

se inunda. Ellos no podían entender cómo teniendo una gran parte de las obras

realizadas, el río ampliado y limpio. Veían que el casco urbano se seguía inundando,

hasta que descubren, algo tan simple, como limpiar las bocas de tormentas. Cada boca

de tormenta tenía entre 10 y 12 kg de bolsas de nailon. Entonces ¿eso qué hacia? Le

impedía la evacuación del agua caída. Entonces formaron otro Protocolo de Limpieza

y lo aplicaron, creo que tres o cuatro meses lo hicieron. Lloviendo la misma cantidad

la ciudad se escurre en un 50%. Más o menos, esta política se va a aplicar acá. (…)

Nosotros vamos a aplicar el Protocolo de Limpieza y eso va a permitir que la ciudad

quede escurrida mucho más rápido” (Coordinador de Defensa Civil del Municipio de

Azul; 15/01/2017).

Teniendo en cuenta lo que define el Marco de Acción de Sendai (2015-2030) en torno a

“impartir el conocimiento a funcionarios públicos a todo los niveles, la sociedad civil, las

comunidades y los voluntarios, así como el sector privado mediante el intercambio de

experiencias, enseñanzas extraídas y buenas prácticas y mediante la capacitación y la

educación sobre RRD” (Marco de Acción de Sendai; 2015: p. 15), se advierte que

paulatinamente, se ha ido confluyendo en el necesario abordaje integral del tema, con

intercambios especialmente a nivel regional y provincial.

Pero también se observa en la etapa posterior a los eventos del 2012, cierto interés en

avanzar en la capitalización de estrategias internacionales de GRD, aunque aún de manera

aislada, asentada en el trabajo unilateral de algunos funcionarios que lo visualizan como

una oportunidad. Tal es el caso del Subsecretario de Desarrollo Sostenible del Municipio

que estableció contacto con una de las Promotoras argentinas de la “Campaña

desarrollando Ciudades Resilientes” de la UNISDR-ONU, lo cual permitirá, si se consolida

la línea de trabajo iniciada, convertir a Azul en una de las “Ciudades Resilientes”. Además,

Page 169: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

164

el subsecretario consideró dos temas de importancia encomendados por el mismo

Intendente desde el inicio de su gestión: “la incorporación de Azul en la Red de

Municipios frente al Cambio Climático, por un lado, y la aplicación del Programa de

Naciones Unidas de Ciudades Resilientes, para que Azul pueda dotarse no sólo de

financiamiento sino también de conocimiento para hacerle frente a este tipo de flagelos y

volverse cada día más resiliente” (Secretaria de Turismo de Azul.; 2/01/2017)

Por su parte, en cuanto a la evolución de este tipo de estrategias, la promotora de Ciudades

Resilientes que tiene contacto con Azul, ha declarado que:

“(…) con la municipalidad de Azul si tengo un contacto, que es el subsecretario de

desarrollo sostenible. Con él, el contacto se estableció vía su visita al Ministerio de

Turismo por cuestiones de desarrollo turístico y conversando en ello le comenté acerca

de la campaña. El interés fue inmediato pero las responsabilidades de ambos no nos

permitieron armar una agenda de trabajo y avanzar.

Sin embargo lo tenemos como una firme intención de trabajar en ello (…) pero

también es cierto que para avanzar en un trabajo serio y no solo quedar en un

certificado, debe haber un trabajo previo que lleva tiempo y gente para avanzar que es

instalar la idea” (Entrevista vía mail; Promotora argentina de la Campaña

desarrollando ciudades Resilientes; 19-04-2017).

Igualmente, aclaró que hay avances en la materia, pero dentro de un contexto provincial en

el cual el territorio y los municipios aún están lejos de trabajar en los paradigmas de GRD,

tal cual lo indican los marcos internacionales:

“Dado que no conozco la Ciudad de Azul no puedo opinar respecto de su situación, sin

embargo entiendo que hay una visión de mejora de espacios verdes y del casco urbano

con criterios de sostenibilidad y ello es un primer paso. Pero estimo que muchas de

esas acciones no se enfocan desde la Gestión integral del Riesgo.

La provincia de Buenos Aires, como unidad de gestión implementa acciones en las

temáticas pero imagino que aún no han bajado a la escala municipal para comenzar a

trabajar la temática. Y en general en casi todo el distrito provincial no hay siquiera un

conocimiento de la temática y en ese aspecto Azul ya está mejor parado porque es un

tema a abordar y a trabajar” (Entrevista vía mail; Promotora argentina de la Campaña

desarrollando ciudades Resilientes; 19-04-2017).

Esto hablaría, de algún modo de un lento nivel de velocidad desde las estrategias y marcos

internacionales de GRD, van adaptándose en las escalas locales de acción, mediadas por

instancias nacionales y provinciales que canalizan previamente y traducen hacia abajo.

Page 170: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

165

Pero esto, sin perder de vista, todo lo que las instancias locales tienen para aportar y nutrir

la actuación y enriquecimiento de dichos marcos internacionales, desde las experiencias y

aprendizajes concretos.

3.6. Consideraciones finales

La Gestión de Riesgo de Desastres requiere una intervención especial del nivel de acción

local, que es el más próximo al ciudadano que demanda respuestas directamente a la

autoridad municipal en caso de desastres. A su vez, exige la articulación entre actores que

actúan en todas las escalas territoriales de decisión política y su interacción con sectores

extra-gubernamentales, como queda plasmado en los principales instrumentos

internacionales que regulan la GRD.

El caso estudio elegido, el Municipio de Azul, sufre el problema de las inundaciones, por

eso, las políticas de GRD se analizan en torno a esta problemática, que durante el periodo

considerado (2000-2016) ha tenido manifestaciones intensas en los años 2001-2002 y

2012.

El análisis integral del periodo abordado permite concluir que las inundaciones, como

problemática, ingresaron a la agenda pública por necesidad y demanda de la ciudadanía

ante el desastre, imprimiéndole al tema un carácter reactivo y discontinuo en su tratamiento

por el gobierno municipal, en tanto siempre se vio profundamente atravesado por la

respuesta a la ocurrencia de un evento.

En primer lugar, el Municipio de Azul se erige como gestor y/o articulador de la acción

pública en su territorio, en relación con los demás actores, ya sea locales o de niveles

superiores, públicos o privados. En segundo lugar, se observa un amplio conjunto de

actores intervinientes como el Instituto de Hidrología de Llanura (IHLLA), la empresa

extranjera CAE, las ONGs, como la Cruz Roja Filial Azul y los organismos institucionales

específicos como Autoridad del Agua y Secretaria Hidráulica del Gobierno Provincial y los

Ministerios provinciales y nacionales que intervinieron con su accionar en políticas

públicas de prevención, emergencia y recuperación ante el desastre.

Se destaca, en el marco de la relación local-global, la vinculación con ciertos actores que

fueron importantes en el abordaje de las políticas públicas para el tratamiento de las

inundaciones. Por un lado, la vinculación entre el Municipio de Azul, el IHLLA y la

empresa extranjera CAE, que desde el 2002, desplegaron trabajo encaminado a la

transferencia de conocimientos y tecnología, con el fin de establecer medidas preventivas,

como fue la instalación de alertas tempranas de inundaciones, con sistemas de monitoreo

Page 171: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

166

permanente e instantáneo de las variables hidrológicas, que se logró implementar a partir

del año 2005. Además la generación de la capacidad instalada, con la formación y

capacitación de recursos humanos locales, a cargo de la gestión de la tecnología transferida

internacionalmente.

Por su parte, el IHLLA fue reconocido internacionalmente en el 2003 por la UNESCO a

razón de su singularidad e impacto del tipo de actividad que realiza. Además ha mostrado

ser un centro de investigación con gran movilidad e intercambios de recursos humanos

calificados a escala internacional, ya que reciben profesionales extranjeros que aportan su

experiencia y soluciones a problemas locales y también los profesionales del IHLLA

realizan estancias en el exterior. Esta movilidad favorece sin duda, la inclusión de

tecnología avanzada a nivel mundial en el tratamiento del tema, actualiza las agendas de

los distintos actores y permite nuevos encadenamientos a nivel local.

A pesar de estos beneficios, según lo declarado por determinados actores del IHLLA,

existiría una articulación compleja con el Municipio, aduciendo su falta de apoyo real, que

no permitiría capitalizar al máximo los insumos que el avance del conocimiento que el

centro podría habilitar para el tratamiento del tema.

En la última década se ha instalado una tendencia que consiste en la reunión de

funcionarios o de encuentros e intercambios de experiencias, a través de congresos o

capacitaciones de funcionarios y/u otros actores influyentes para tratar problemáticas

comunes o de interés, que junto con la presencia de voluntad política se puede lograr una

GRD integral, multidisciplinaria y eficaz, como lo recomienda la UNISDR y el último

marco internacional de la GRD que destacó como prioridad “impartir el conocimiento a

los funcionarios públicos a todos los niveles, la sociedad civil, las comunidades y los

voluntarios, así como el sector privado, mediante el intercambio de experiencias,

enseñanzas extraídas y buenas prácticas y mediante la capacitación y la educación sobre

RRD” (Marco de Acción de Sendai; 2015: p.15). Así, según lo recabado en las entrevistas

a los funcionarios municipales, Azul participa de este tipo de encuentros, y logró tener

contacto con una de las promotoras de la Campaña Desarrollando Ciudades Resilientes.

Aunque el Municipio mantiene esta vinculación y manifiesta intenciones en el discurso de

lograr que Azul se integre a esta Campaña, todavía no lo ha concretado.

Se podría establecer, que el Municipio de Azul entre el 2000 y el 2016 ha aprendido que es

necesario contar con una política preventiva, debido a que en el momento de la emergencia

de inundaciones se transforma en una crisis difícil de recuperar, por lo tanto la mantención

de obras pequeñas, medianas y grandes obras, se tornó una política muy importante para

Page 172: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

167

todos los funcionarios, manifestada en las entrevistas realizadas e impulsada desde los

niveles superiores de decisión política (provincial, nacional e internacional).

Otro de los puntos a destacar, que se replica en todo el país, es la falta de financiamiento.

Sin embargo, los organismos de crédito internacionales (BID y el Banco Mundial) han

desempeñado un papel importante como financiadores efectivos y potenciales de proyectos

de obra de gran envergadura, como las proyectadas en los años ´80, especialmente la presa

La Isidora, construida en la etapa estudiada, que implicaron un avance estructural en

materia de GRD para el municipio y la región. Igualmente, hay que reconocer su retraso y

que el financiamiento de la construcción se dio por medio de negociaciones con el

gobierno provincial, empresas constructoras y propietarios rurales, que debieron ceder el

terreno.

Este hecho da cuenta de lo complejo que el entramado institucional y legal, a nivel

provincial y nacional, que atraviesa la GRD a nivel local, ya que la administración pública

se vale de la acción y voluntad de los funcionarios y de la interpretación de la leyes

existentes como la ley de expropiación de tierras por parte del estado para la construcción

de obras públicas y para poner otro ejemplo desarrollado en la presente tesis, el Código de

Aguas, para el control de los recursos hídricos.

Continuando con la falta de financiamiento como ocurrió en las inundaciones de 2001 y

2002, en Azul, que por la crisis económica del país, los gobiernos provincial y nacional

estuvieron ausentes en este aspecto. Entonces, el municipio debió recurrir a nuevas formas

de financiamiento para poder recuperarse y disminuir los efectos del desastre, ya que este

tipo de problema desbordaba los recursos con los que se contaba a nivel local, de esta

manera se implementó el Fondo Hídrico Municipal, que existe desde 2002 hasta la

actualidad.

En esta oportunidad, también se reconoció la necesidad de integrar a todos los actores

gubernamentales y extra-gubernamentales (Ongs, sector privado, académico y sociedad

civil) a la hora de tomar decisiones al respecto de cómo utilizar dichos recursos. Se puede

afirmar, en este sentido, que la comunidad de Azul se ha ido involucrando como parte de

las soluciones para enfrentar el problema de las inundaciones, a través de las comisiones

vecinales, instancia significativa de participación ciudadana, especialmente recomendada

por los marcos internacionales de Hyogo y Sendai

Asimismo, se contó con asistencia ONGs locales y de la región para atender a la

emergencia y fueron activas en materia de prevención. En cuanto a las empresas

involucradas en la GRD, algunas brindan servicios (empresas constructoras), otras

Page 173: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

168

reclaman (del sector rural y comercial), por resultar afectados directamente por las

inundaciones y otras son parte de la solución, como en el caso de la empresa extranjera

CAE que estableció un convenio con el Municipio y el IHLLA, para que Azul cuente con

la red de medición, que se expandió a la región.

En síntesis, Azul es un Municipio que se destaca por tener una variada cantidad de actores

que participaron en el abordaje del tratamiento de las inundaciones. Azul es uno de los

pocos municipios que cuenta con centro de producción de conocimiento y apoyo técnico

en su territorio, como el IHLLA y también que sus funcionarios tienen internalizado el

vocabulario utilizado en las plataformas internacionales, producto de la participación de los

congresos y encuentros con actores referente al abordaje de GRD, en los niveles superiores

de decisión. Sin embargo, en Azul no se ha desarrollado desde el gobierno municipal una

política de gestión integral de riesgo de desastres, hubo proyectos con esta intención como

el “Proyecto de Planificación Hídrica Estratégico de Azul” (2012), pero no hay registro de

su evolución, ni de sus resultados. En cuanto al hito más visible, costoso y estructural que

cambio la realidad de Azul en términos de prevención, fue la construcción y finalización

de La Isidora, mientras en términos de cultura de la prevención, aún es absolutamente débil

la presencia de programas de índole educativa y comunicacional que, siguiendo los

estándares internacionales, impulsen dicho cambio cultural.

Page 174: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

169

Conclusiones generales

La presente investigación se propuso como objetivo general identificar y analizar las

estrategias, los planes de acción, los actores y sus funciones dentro de la esfera

internacional, regional, nacional y local sobre la política de Gestión de Riesgos de

Desastres (GRD) en la etapa 2000-2016.

Particularmente, se concentró en el estudio del grado de articulación y coordinación

desplegado entre actores que actúan y se desempeñan en las distintas escalas territoriales

que demanda dicha gestión (desde la internacional a la local), de acuerdo a lo estipulado

por los instrumentos internacionales en la materia.

La tesis aborda la GRD basándose en un enfoque poco abordado dentro de las

contribuciones académicas existentes, que siempre pone la lente en un espacio territorial

delimitado como es el internacional, regional o el nacional. Centrarse en la interacción

entre los múltiples niveles de acción política, actores y sectores participantes y en las

diversas dinámicas de vinculación que se gestan entre los mismos (incorporando al último

eslabón de la acción pública como es la escala local), ha significado el principal desafío

desde el punto de vista de la existencia limitada de estudios en la materia. En efecto, la

reconstrucción de procesos y canales de relacionamiento, a través de la identificación,

recolección y análisis de un amplio conjunto de material documental (desde discursivo,

comunicacional en sentido amplio, prensa institucional, informes técnicos de organismos

especializados, documentos normativos), hasta la realización de entrevistas a referentes en

el tema, se reconocen como una de las mayores singularidades de la investigación.

Comprender el lugar que ocupan los desastres socio naturales en la agenda internacional y

el tipo de prácticas y acciones que se han diseñado progresivamente para darle respuesta,

implicó recuperar algunos de los componentes fundamentales de la teoría de la

interdependencia compleja, que plantea, dentro de la disciplina de las Relaciones

Internacionales, una comprensión del sistema internacional como un mundo donde la

interacción se da entre numerosos y diversos actores (no solamente Estados nacionales),

que tienen efectos recíprocos por medio de canales formales e informales, en los que la

cooperación, la negociación y la formulación de regímenes internacionales han ido

desplazando a la guerra y los temas estratégico militares como ejes o canales centrales de

las relaciones internacionales. En consecuencia, emergen temas en la agenda política

internacional, con una jerarquía poco clara y absolutamente dinámica y amplia.

Page 175: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

170

En términos más específicos, se recuperaron también los aportes de Mark Zacher, quien da

cuenta del carácter transfronterizo de los desastres y sus efectos, entendiéndolos como

“externalidades físicas internacionales”, definidas como situaciones que se producen

dentro de un Estado y que repercuten negativamente en otros, caso típico de los problemas

ambientales.

En cumplimiento del primer objetivo específico, la tesis ha planteado un recorrido

histórico, contextualizado en términos políticos y económicos, para comprender el ingreso

y la evolución doctrinaria de la GRD en la agenda internacional.

La confluencia de factores como: el fin del orden bipolar, la globalización y creciente

interdependencia a escala internacional, el aumento y diversificación de actores en el

escenario mundial, la re-valorización de la cooperación como estrategia de relacionamiento

en la política internacional, el aumento en la ocurrencia e intensidad de desastres socio-

naturales en distintos puntos del globo, el impacto mediático de los mismos en la

comunidad internacional, entre otros, fueron influyendo para que la GRD tome cada vez

más protagonismo en la agenda de los países industrializados, y por extensión, en los

organismos internacionales; y en paralelo, logre desprenderse gradualmente de un área más

amplia y con mayor trayectoria histórica, como la Asistencia Humanitaria, alcanzando

entidad propia en la agenda internacional.

La tesis reconoce que la identidad de la GRD como tema de agenda internacional es

relativamente reciente, consolidada en el siglo XXI, ya que más allá de antecedentes como

la declaración del Decenio Internacional para la Reducción de Riesgos de Desastres en

1989, las principales instituciones internacionales en la materia, se crearon a partir del año

2000 (la EIRD y la UNISDR, respectivamente), y fueron las que impulsaron y delinearon

la evolución doctrinaria especializada.

Se habla de evolución doctrinaria de la GRD, ya que cada instrumento y compromiso

nuevo que se generó, ya sean Estrategias o Marcos de Acción, han sido de

perfeccionamiento y avance respecto de los dispositivos previos, que no derriban sus

antecedentes sino que se construyen sobre el aprendizaje atravesado a partir de ellos,

generando también mecanismos de auto-evaluación y control de su cumplimiento. Estos

mecanismos, sin embargo, no suplen la principal carencia de los compromisos

internacionales en este campo, que es su carácter no vinculante.

Ahora bien, para tomar solo un indicador del crecimiento de la importancia a nivel

internacional de la GRD, vale considerar la cantidad de países que adhirieron a las

Page 176: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

171

estrategias o marcos de acción que se generaron en los últimos decenios: desde la

Estrategia de Yokohama (1994), con 155 países, pasando por el Marco de Acción de

Hyogo (2005-2015), que ascendió a 168 países, y el Marco de Acción de Sendai (2015-

2030), que logró alcanzar a 187 países.

En cuanto al avance en contenido de estos instrumentos, esta tesis ha permitido evidenciar,

tres aspectos fundamentales:

El primero es la evolución en el enfoque conceptual y práctico de la GRD, que se ha

trasladado desde la respuesta a la emergencia una vez ocurrida, a la esfera de la prevención

y reducción de los factores de riesgos. Los instrumentos citados, especialmente el MAH

(2005-2015) y MAS (2015-2030), promueven la necesidad de incorporar el enfoque de

riesgo en la agenda de las políticas estatales, en todos los niveles de acción, especialmente

el nacional y local, orientando las políticas hacia el ámbito de la prevención, a través de

medidas destinadas a conocer las amenazas y reducir los factores de vulnerabilidad que

incrementan el riego de las poblaciones. También impulsan la participación activa de las

comunidades afectadas o vulnerables en el fortalecimiento de sus capacidades de

prevención, mitigación y recuperación.

El segundo refiere a que las políticas de GRD deben garantizar una amplia participación y

articulación entre los diferentes actores gubernamentales y no gubernamentales de todas

las escalas territoriales en las que se movilizan y actúan (internacional, regional, nacional y

local). Esta articulación, tiene razón de ser por la característica transfronteriza del

fenómeno que se atiende, que son los desastres socionaturales, y que, por el mismo motivo,

exigen respuestas de la misma índole. Y además, al pasar desde un enfoque “respuestista”

a uno de índole más preventivo, ello también contribuye a que las acciones dejen de ser

predominantemente unilaterales, y más enfocadas en la cooperación y la coordinación. Los

instrumentos proponen acciones prioritarias y específicas para cada uno de los niveles

políticos (con énfasis en el ámbito nacional y local), resaltando la responsabilidad de los

gobiernos en la coordinación y articulación de los esfuerzos de los diferentes actores

involucrados.

En tercer y último término, se identifica que los instrumentos internacionales de GRD

ponen foco creciente en la escala local o comunitaria, entendiéndola como el nivel de

acción más cercano al ciudadano y al que acciones más inmediatas y efectivas se le exige,

ante los fenómenos o desastres socionaturales. Mientras que, al mismo tiempo, las

experiencias de GRD desde la escala local, son las que nutren y retroalimentan “hacia

arriba” los enfoques, las necesidades, y los desafíos en la ejecución de esta política pública.

Page 177: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

172

De esta manera, con los elementos aportados y expuestos en detalle en la tesis se puede

confirmar la primera hipótesis de la investigación que asume que: “la Gestión de Riesgos

de Desastres exige un alto grado de articulación entre los diferentes niveles de decisión

política para lograr dar respuestas cada vez más eficaces a problemas globales, con

impacto social, político, económico y ambiental a nivel local”.

La investigación también ha permitido poner de manifiesto que como consecuencia de lo

actuado a nivel internacional, la GRD ha logrado ingresar con distinto nivel de velocidad a

la agenda regional latinoamericana, y particularmente sudamericana, como lo evidencia la

creación de espacios para el abordaje específico del tema en los bloques de integración

regional. Entre los más significativas, destaca la REHU y la RMAGIR, reuniones

institucionalizadas dentro del Mercosur, y la UNASUR, respectivamente. Y, del mismo

modo, dentro de las instancias promovidas para la integración de municipios o ciudades

sudamericanas, como la Red Mercociudades, la Unidad Temática de “Ambiente y

Desarrollo Sostenible” ha comenzado a dar lugar a la GRD, desde donde se impulsa la

“Campaña Desarrollando Ciudades Resilientes” auspiciada por la ONU desde 2010. Éste

es un mecanismo que busca penetrar en las instancias locales con la doctrina internacional

de RRD y la difusión de la cultura de la resiliencia. Este tipo de canales son los que

habilitan la bajada de los planes, mecanismos, y objetivos de los marcos globales de GRD,

a los espacios sub-nacionales, aunque con distintos niveles de efectividad y velocidad,

resultando las grandes ciudades, las primeras receptoras de estas políticas.

En cumplimiento del objetivo específico segundo, la investigación ha logrado evidenciar

importantes antecedentes del Estado argentino en materia de GRD, inclusive en períodos

previos a la concepción de esta política como tal, revelando una dimensión interna y

externa en el abordaje del tema, relativamente desconectada entre sí, hasta entrada la etapa

bajo estudio.

A nivel doméstico, desde los orígenes del tratamiento del tema (1930) el país fue

atravesando por un proceso de desmilitarización que fue necesario para darle el espacio al

gobierno civil y democrático como gestor de la GRD, proceso consolidado para 1988. La

institución protagonista fue la Dirección Nacional de Defensa Civil, que experimentó un

proceso de cambios formales y de re-definición de sus funciones hasta transformarse

definitivamente en Subsecretaria de Protección Civil y Abordaje Integral de Emergencias

y Catástrofes, dentro del Ministerio de Seguridad en 2014.

Page 178: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

173

En la etapa bajo estudio (2000-2016), se transitó desde la atomización hasta la unificación

e integración de la institucionalidad encargada de la GRD, subsumiendo instancias

importantes como el Sistema Federal de Emergencias (SIFEM) o el Gabinete de

Emergencias (GADE), en el definitivo Sistema Nacional de Gestión Integral del Riesgo y

la Protección Civil (Ley 27.287/2016), cuya creación busca explícitamente garantizar una

mayor articulación e integración entre todos los actores participantes de la GRD, y que

los procesos sean más rápidos, efectivos y ágiles que los sistemas que lo antecedieron.

La citada ley, sancionada el último año del período analizado (2016), constituye la primera

legislación nacional que regula específica e integralmente la GRD en el país, y representa

la consecuencia de un lento proceso de aprendizaje que experimentó Argentina de lo

previamente actuado y normado en la materia, directamente influido por: el contexto

político-económico desde la vuelta de la democracia; las necesidades del territorio en

virtud de la característica e intensidad de los fenómenos socio-naturales que lo afectaban; y

sobre todas las cosas, la evolución doctrinaria internacional en materia de GRD, que fue

permeando las discusiones, conceptos, proyectos de ley, y estructuras institucionales

nacionales, determinando, entre muchas otros lineamientos, la importancia de impartir una

visión integral de la problemática de los desastres socio-naturales, así como de la

contemplación de actores y de esfuerzos coordinados que exige la GRD.

El carácter reciente de la ley 27.287 (2016) y de su reglamentación (2017), complejizan la

posibilidad de exponer reflexiones sobre su implementación, de modo que la investigación

circunscribe sus conclusiones al cambio de enfoque que planteó su abordaje desde una

óptica formal-legal. Entre ellas, destacan la incorporación de la terminología y vocabulario

especializado de los instrumentos internacionales en materia de GRD, con un glosario

similar al de la UNISDR y al Marco de Sendai; la creación del Consejo Federal que hace

partícipes a los actores subnacionales, principalmente a las provincias, articulando las

acciones entre los distintos niveles de decisión política en la GRD; y la creación del Fondo

Nacional para la Gestión Integral de Riesgos y el Fondo de Emergencia, que utiliza el

presupuesto nacional y de un fideicomiso, respectivamente, con el fin de contar con los

recursos necesarios en las situaciones de emergencias, cuestión que representó el aspecto

más controvertido para la aprobación de la ley, pero que determina, en gran medida, la

factibilidad del funcionamiento del sistema planteado.

Ahora bien, desde la óptica del accionar externo, además de la activa participación

argentina en las Conferencias Mundiales de RRD y conformación de marcos de acción

hacia los cuales el país se compromete, hay un actor que juega un rol fundamental que es la

Page 179: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

174

Comisión Cascos Blancos, perteneciente al Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto.

Ésta trabaja en el campo de la cooperación bilateral y otros escenarios multilaterales para

coordinar la respuesta inmediata ante desastres socio-naturales en diferentes puntos del

globo, actuando en las tareas de rehabilitación, reconstrucción y desarrollo, promoviendo

la prevención y la gestión de riesgo.

Cascos Blancos cuenta desde su creación con el reconocimiento de la ONU (1994) y de la

OEA (1995), y ha participado en más de 300 misiones durante sus 23 años de existencia,

constituyendo un eje fundamental de la política exterior argentina. Pero además, realiza un

trabajo en el plano nacional y local de capacitación de voluntarios para prepararlos ante

cualquier desastre; colaborando en las emergencias, brindando ayuda humanitaria y

respuesta a las autoridades nacionales, provinciales y municipales que coordinan los

operativos.

Si bien la esfera interna y externa de la GRD ha evolucionado relativamente desconectada,

desde 2007 dos instituciones del Estado, como la Comisión Cascos Blancos y la Secretaria

de Protección Civil y Abordaje Integral de Emergencias y Catástrofes, del Ministerio de

Seguridad, confluyeron en la coordinación de la Plataforma Nacional para la RRD, que

sirve como insumo para la Plataforma para la RRD de las Américas (regional) y la global.

Estas plataformas constituyen canales para mantener y actualizar el tema de la GRD en la

agenda política de acuerdo a los estándares mundiales, y buscan fortalecer la articulación

entre los distintos actores intervinientes: organismos públicos en primer lugar; instituciones

especializadas; instituciones académicas; sectores privados como compañías de seguro,

bancos, ONGs, entre otras. La existencia de la plataforma representa un canal de

articulación entre los actores que actúan dentro y fuerza de las fronteras del Estado en la

GRD.

En cumplimiento del objetivo específico tercero, y a través de la metodología del estudio

de caso, la investigación se focalizó en la experiencia del Municipio de Azul (Provincia de

Buenos Aires, Argentina) para observar y comprender el grado de interacción desarrollado

entre los diferentes actores involucrados en el desarrollo de políticas públicas de GRD en

el período analizado (2000-2016).

Para ello, se efectuó el análisis en torno a las acciones desplegadas hacia un fenómeno

incluido en la categoría de desastres socio-natural, en los términos de los marcos de acción

internacionales, con intensa y creciente manifestación en el territorio, como es el problema

de las inundaciones, que tuvo fuertes expresiones en Azul en los años 2001-2002 y 2012.

Page 180: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

175

La experiencia de nivel municipal, permitió visualizar territorialmente dos dimensiones de

la GRD: por un lado, el conglomerado de actores globales, nacionales y locales

involucrados en el diseño e implementación de las mismas, así como la modalidad,

expresión, desafíos y temas que atraviesan la coordinación pretendida por la doctrina

internacional.

Por el otro, permitió comprender cuáles son los canales institucionales o instancias

disponibles a través de los cuales, los instrumentos, dispositivos y buenas prácticas

gestados desde el sistema internacional, van permeando con distinta velocidad y grado de

receptividad, las estructuras nacionales y, posteriormente, locales, de tratamiento del tema.

Ahora bien, respecto a la primera dimensión, la investigación evidencia que el abordaje

político de la problemática fue evolucionando en el transcurso de los sucesivos episodios

de emergencia, en los cuales se reconoce por un lado, un comportamiento reactivo del

gobierno municipal en la incorporación del tema a la agenda pública, relativamente

discontinuo, así como predominantemente “respuestista” en el tipo de acciones

desplegadas (inmediatas a la sucesión del desastre), pasando progresivamente al terreno de

la prevención y gestión de riesgos en los últimos años.

También queda claro que el municipio se erige como el gestor y articulador de las políticas

de GRD a escala local, y que el entramado de actores involucrados gubernamentales y

extra-gubernamentales es absolutamente amplio, e incluye carteras específicas del

municipio, como Defensa Civil, Hidráulica, Desarrollo Sostenible; al Poder Ejecutivo y

Legislativo Provincial; Bomberos y Patrulla Rural provinciales; organismos del Estado

nacional, como los ministerios de Desarrollo Social y Salud; las FFAA, como el Ejercito

(Guarnición Azul) y Fabricaciones Militares (FANAZUL); instituciones académicas como

el IHLLA (Instituto de Hidrología de Llanuras-UNICEN-CIC); ONGs como Cruz Roja

Filial Azul u Oveja Negra; medios de comunicación, como Radio de Azul; entidades

corporativas y empresariales, como la Sociedad Rural de Azul, la Cámara Empresaria de

Azul; la ciudadanía, a través de las Comisiones vecinales, e inclusive algunos actores

internacionales.

En relación a estos últimos, se registra entre los antecedentes de tratamiento del tema, la

participación de organismos de crédito internacionales (como el Banco Mundial),

financiando proyectos de obras de infraestructura de gran envergadura en la prevención de

las inundaciones; así como el involucramiento de empresas internacionales fabricantes y

exportadoras de tecnología para las alertas tempranas.

Page 181: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

176

Ahora bien, un actor de importancia central y singular entre los involucrados en el abordaje

de la GRD y emplazado en territorio, es el IHLLA, instituto especializado en el estudio y

transferencia científico-tecnológica sobre el manejo de los recursos hídricos de llanura.

Éste cuenta con un nivel de internacionalización importante, a partir de su reconocimiento

como centro de referencia en Latinoamérica y El Caribe por la UNESCO, y sobre todo, por

la elevada movilidad internacional de sus integrantes. Si bien su vinculación con el

Municipio (gestor de las políticas de GRD), entra en zona compleja según los testimonios

obtenidos, especialmente por falta de recursos y apoyo a la institución académica, las

potencialidades de construir un círculo virtuoso en la construcción de políticas públicas

ante la problemática de las inundaciones, en base a los insumos que genera la institución,

es innegable.

En efecto, vale destacar en carácter de experiencia testigo de las medidas de prevención

ensayadas en materia de GRD, la interrelación gestada entre el IHLLA, el Municipio y una

empresa privada de origen italiano (CAE, dedicada a la producción de tecnología para la

medición hídrica), mediante un proyecto para instalar en Azul una red de alertas

tempranas, que se logró en 2005. Mediante el mismo, el Municipio pudo contar con una

herramienta que sirve para tomar decisiones políticas de mitigación y mediciones al

momento de la emergencia. Esta red de alertas tempranas de inundaciones en Azul, no sólo

permitió dar un gran paso en la preparación para afrontar este tipo de eventos, sino que

también decantó y se transformó en una red de alertas tempranas de inundaciones y sequias

para una región más amplia que involucra la Cuenca Sur del Rio Salado.

Otro de los componentes centrales de la política pública de prevención/mitigación en Azul,

fue la concreción de una formidable obra de infraestructura para la retención de aguas de la

Cuenca Alta del Arroyo Azul, la presa La Isidora. Su inauguración en 2017, se alcanzó

luego de más de dos décadas de su planificación original, atravesado por sucesivas

promesas, marchas y contramarchas, negociaciones entre diferentes sectores de distintos

niveles de gobierno y de actores públicos y privados. En ese camino, predominó una

interacción permanente con el gobierno provincial (a quien se le demandó

permanentemente los recursos para su construcción). En efecto, su financiamiento fue el

mayor obstáculo y causante de demora, y terminó obteniéndose recién en 2012 a través del

Fondo Fiduciario para el Desarrollo del Plan de Infraestructura Provincial (PROFIDE)

aprobado por la Comisión Bicameral de la Legislatura bonaerense. Debe destacarse al

respecto, que la obra no solo tiene efectos positivos en el Municipio de Azul sino también

en toda la región.

Page 182: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

177

Siguiendo con las medidas de prevención/mitigación, en términos de aprendizaje en el

período estudiado, también sobresale las medidas de mantenimiento de las obras, y las

actividades de limpieza de desagües. Estas prácticas, se absorbieron a partir de instancias

de intercambio de experiencias con otros municipios, y para cuya ejecución se ha contado

con participación ciudadana, lo cual también permite avanzar en el involucramiento de los

vecinos en las acciones preventivas como propone la doctrina internacional.

Otra de las políticas de mitigación/prevención de carácter intangible, es la sensibilización

social, que en términos discursivo se encuentra excesivamente mencionada en autoridades

y líderes políticos, pero encuentra pocas materializaciones, a cargo de ONGs locales, como

por ejemplo “Oveja Negra”, o en eventos educativos-culturales que se realizan con el fin

de concientizar sobre el cuidado del medio ambiente, pero no se sistematizan como un

programa sostenido en el tiempo, ni tampoco son específicos de la GRD.

En cuanto a las medidas de recuperación ante un desastre, que son las inmediatas o las

establecidas a corto plazo para restablecer las condiciones de la sociedad afectada, este

aspecto ha funcionado de modo relativamente bien, incluyendo las ayudas económicas y

sociales recibidas de parte de los niveles superiores de gobierno, de las ONGs y privados,

la Declaración de Emergencia Hídrica o Desastre Agropecuario a través de Decretos del

Ejecutivo Provincial que permitieron obtener ciertos beneficios fiscales a los afectados,

aspectos decididos dentro del Concejo Deliberante, entre otros. Por su parte, la

comunicación de la emergencia de modo eficiente y a tiempo, sigue constituyendo una

materia pendiente.

En suma, la construcción de la pesa La Isidora, la implementación del sistema de alertas

tempranas, la internalización de la importancia del mantenimiento de obras y desagües, la

creación de un Fondo Hídrico a nivel municipal, y sobre todo, la re-priorización del tema

en la agenda pública local al finalizar el período estudiado (materializado en el diseño del

“Proyecto de Planificación Hídrica Estratégico de Azul” ProPHEA) figuran entre los

aspectos más destacables de la evolución de la GRD en el Municipio de Azul.

Y, en cuanto los temas o problemas que han definido la interacción del municipio con los

niveles superiores de gobierno e incluso organismos extra-gubernamentales participantes

en la GRD a escala local, sobresalen dos, el primero es el relacionado con los recursos

financieros, especialmente para la construcción de las obras citadas, dando cuenta que este

tipo de políticas encuentran como limitación central, la no existencia de un fondo

especialmente destinado a solventar acciones preventivas en espacios locales. El segundo

está constituido por el aspecto legal, donde los municipios también terminan dependiendo

Page 183: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

178

y/o adecuándose a aspectos regulatorios y normativos definidos en niveles superiores de

gobierno, especialmente provinciales, destacando desde el Código de Aguas, el

instrumento de Declaración de Emergencia o Desastre, hasta la ley de expropiación de

tierras por causas de utilidad pública.

El hecho de que aún se esté lejos de desplegar una política de gestión integral de riesgos

puede relacionarse en alguna medida con el otro hallazgo importante de la tesis que tiene

que ver con la evidencia de una muy limitada participación de Azul en aquellos circuitos o

canales, a partir de los cuales los instrumentos, dispositivos y buenas prácticas gestados

desde el sistema internacional, van permeando las instancias nacionales y locales de

tratamiento del tema.

Como indicadores de ello, vale mencionar que Azul ha manifestado intenciones, en los

últimos años, de integrarse a la Campaña Ciudades Resilientes de Naciones Unidas, con

todo lo que ello implica en términos de incursionar en el paradigma de la GRD a escala

local, pero hasta el 2016 no ha logrado concretar esta alternativa, quedando aún excluido

de los beneficios y las experiencias que implica ser parte de esta red global. Tampoco se ha

incluido en la Red de Mercociudades que cuenta con Unidades Temáticas directamente

ligadas al abordaje del tema a nivel regional, y aún está lejos del funcionamiento de la

Plataforma Nacional para la RRD, al punto que no ha sido mencionada prácticamente por

ninguno de los referentes entrevistados.

El municipio, sólo viene avanzando tímidamente, en la participación de algunos

encuentros, capacitaciones o especializaciones, en los cuáles se conecta con actores de

referencia en el tema, como Cascos Blancos, por ejemplo, resultando estas, las primeras

experiencias de escenarios más amplios, en los cuales se roza con actores nacionales y

globales que abordan el tema, aspecto todavía incipiente.

A partir de los elementos expuestos hasta aquí, se confirma la segunda hipótesis de la tesis

que establece que “en el caso del Municipio de Azul, en la etapa 2000-2016, se observa la

inexistencia de una política pública de gestión integral de riesgo de desastres, ya que su

abordaje aún resulta predominantemente reactivo y de respuesta ante desastres socio-

naturales (específicamente, inundaciones), una vez éstos ocurridos. Sin embargo, se

observa un proceso evolutivo, de aprendizaje a nivel local, resultando una de sus

características fundamentales, una creciente articulación entre diferentes actores y sectores

del ámbito público, privado, académico y sociedad civil, pertenecientes a diferentes escalas

territoriales (internacional, nacional, provincial, local) que han participado en la ejecución

Page 184: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

179

de política públicas de GRD en sus dimensiones de emergencia, prevención y

recuperación, que han sido coordinadas desde el gobierno municipal de Azul”.

Al momento del cierre de la investigación, se han sucedido una serie de desastres

socionaturales de impacto humano y material no pronosticados. Las inundaciones en la

Provincia de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe (desde junio de 2017), asi como la

sucesión de huracanes, tsunamis y terremotos en el continente americano (desde

septiembre de 2017) que afectó a Estados Unidos, México, las Islas del Caribe como San

Martin, Antigua Barbuda, Puerto Rico, El Salvador, figuran como los más alarmantes.

Estos acontecimientos se han producido en el mundo, así como a nivel nacional y

provincial, no hacen más que ratificar tanto la creciente importancia empírica de los

desastres socionaturales y las políticas de GRD para todos los niveles de actuación, asi

como la necesidad de profundizar los estudios en la materia, y proveer insumos basados en

el conocimiento científico para el mejoramiento de su diseño y ejecutavilidad. Esta

investigación, y particularmente el caso de estudio escogido a nivel local, ha sistematizado

una experiencia de la cual se podrían absorver potenciales insumos para corregir, mejorar y

optimizar “hacia arriba”, los instrumentos, las metas y los planes de accion que se gestan

en ese campo.

En cuanto a la agenda futura de investigacion, podrían estar relacionada a los siguientes

interrogantes ¿Cómo alcanzar resultados más eficientes en la dimensión de prevención de

GRD? ¿Qué mecanismos y formas concretas de financiamiento pueden generarse para

solventar las políticas de GRD, con compromisos especiales para los países desarrollados?

O ¿Cómo optimizarla la articulación de los distintos actores involucrados en la GRD y

fortalecer la participación ciudadana en el diseño y ejecución de las mismas?

Page 185: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

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http://www.lanacion.com.py/2016/01/17/gestion-de-desastres-a-nivel-mercosur/

Ministerio de Ciencia y Tecnología e Innovación Productiva de la Presidencia de la Nación (2013) La

Comisión de Trabajo de Gestión de Riesgo sumó nuevas representaciones. Disponible en:

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189

http://www.mincyt.gob.ar/noticias/la-comision-de-trabajo-de-gestion-de-riesgo-sumo-

nuevas-representaciones-9038 [Consultado 23/03/2017]

Morosi, Pablo (2014). Confirman que fueron 89 los muertos por la inundación en La Plata. Diario La Nación.

Disponible en: http://www.lanacion.com.ar/1675380-confirman-que-fueron-89-los-muertos-

por-la-inundacion-en-la-plata. [Consultado 5/09/2016].

Poder Local. Noticias Municipales para un nuevo país (2013) Neuquén elabora un mapa de riesgos de

desastres naturales. Disponible http://www.poderlocal.net/leer_noticias.asp?ID=71346

[Consultado 28/03/2017]

Ramayo y Librandi (1992) Ahora somos inundables. Revista: Contraste Abril 1992. Azul

Rodríguez Cecilia (2016) Los riesgos del SIFEM. Página 12. www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-

290725-2016-01-20.html [Consultado el 14/02/2017].

Diario El Tiempo (Azul) [Consultado desde marzo a agosto de 2017]

Algunos caminos rurales de Azul resultaron afectados por el agua (22-05-2012) pp. 3-5

Álvarez Prat destaco la tarea del Municipio para asistir a evacuados (21-06-2001) p.4

Anunciaron acciones para ayudar a los damnificados (21-06-2001) p. 5

Aprobarán esta noche eximir del pago del 50% de tasas de vecinos inundados (21-10-2002) p. 3

Azul y otros 16 municipios en frente para reclamar a la Provincia (28-08-2002) p. 1

“Campaña de emergencia”, impulsada por la Cruz Roja filial Azul (24-08-2012) p. 9

Campaña de la Cruz Roja para damnificados por la inundación (20-05-2012) p. 16

Como será la presa La Isidora (27-10-2002) p. 24

Con la presencia de la Gobernadora, Hernán Bertellys inauguró la obra que marca su progreso en

la política (3-05-2017) pp. 1-3

Cortes de rutas y evacuados por intensas lluvias (14-06-2001) p. 3

Duclós ahora invita a entidades intermedias al Comité de Control de Gestión del Fondo Hídrico

(30-08-2002) p.5

Duclós anunció que los inundados pagaran 50% menos la tasa urbana (26-06-2001) pp. 3-4

Duclós anunció obras y recibió el petitorio de los inundados (30-08-2002) pp-1-4

Duclós con Ruckauf: reunión positiva con renovadas promesas sobre obras (20-06-2001) pp. 3-4

Duclós pedirá al ministro West ayuda efectiva a esta crisis (22-08-2002) p. 1

Duclós realizará hoy una evaluación de la situación tras la inundación (19-06-2001) p.3

El agua comprometía al 30% de la ciudad (15-06-2001) p. 12

El agua y sus encrucijadas (27-05-2012) p.44

El alerta de Defensa Civil no llego a tiempo (15-06-2001) p. 13

El arroyo Azul como agente problemático de inundaciones (1-12-2002) p.6

El CEDA pide que se decrete la emergencia económica en Azul (17-06-2001) p.2

El Concejo Deliberante aprobó beneficios para los inundados (29-05-2012) p.16

El Consejo pide se declare al Partido de Azul zona de desastre agropecuario (24-08-1012) p. 6

El día después de la inundación (21-05-2012) pp. 1-5

El drama de los inundados (17-06-2001) p.1

En el medio del caos, también ocurrieron accidentes (15-06-2001) p. 14

El Fondo de Obras Hídricas ya es ordenanza en Azul (27-08-2002) p. 3

“El gobernador tomó importantes decisiones para salvaguardad Azul” (24-10-2002) pp. 1-4

“El manejo hidráulico corresponde a la Provincia y el Municipio colabora” (24-06-2001) p.p.3-5

El ministro de obras y Servicios Públicos llega a Azul por las críticas inundaciones (22-08-2002)

p.3

El Municipio comenzó con los trabajos hidráulicos en el Puente Benavidez (24-08-2002) pp. 1-4

Page 195: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

190

Estamos saldando una deuda que nuestra Provincia tenia con más de 65.000 azuleños (2-05-2017)

pp.1-5

“Es una emergencia mas dentro de la Provincia” (15-06-2001) p. 11

Funcionarios bonaerenses en Azul (25-08-2012) p. 4

“Hay que trabajar en la contención de la gente, necesita ser escuchada” (16-08-2012) p.20

Honorable apoyo comunitario de Guarnición del Ejercito Azul y del Arsenal Naval Azopardo (28-

05-2012) p.5

Incluirían la construcción de la presa La Isidora en el Plan del PROFIDE (28-08-2012) p. 3

La inundación nuevamente cercó el casco urbano de Azul (20-08-2002) pp. 1-6

La lluvia provocó el desborde del arroyo y hubo algunos evacuados (19-05-2012) p.1-4-5

La Provincia enviará una ayuda económica luego de la inundación (23-05-2012) p. 3

La situación en la periferia de la ciudad (19-06-2001) p.4

Las obras en Las Blancas y Puente Benavidez: “Las pedimos en el 93” (26-08-2002) pp.1-3.

Lo que el agua nos dejó (24-06-2001) p. 14

Lo peor del agua (26-08-2012) pp. 27-29

Los funcionarios se volvieron de La Plata con más de lo que esperaban (27-10-2002) p.3

“Los campos se anegaron más que la ultimas vez, y esa fue una diferencia con la inundación

anterior” (19-08-2012) pp.14-15

Mercado inmobiliario en Azul: entre la economía y la inundación (28-05-2012) p. 3

Muchos azuleños no están inundados pero si aislados (15-06-2001) p. 9

“Nadie podía creer lo que estábamos viviendo” (21-06-2001) p. 3

Obras en el arroyo y búsqueda de fondo para las retenciones (12-10-2002) pp. 1-3

Obras y limpieza de la ciudad luego de la inundación (28-08-2012) p.4

Operativo para prevenir robos en zonas anegadas (15-06-2001) p. 15

Otra vez el agua (18-08-2012) p. 1

Otra vez el agua: drama y consecuencias (26-08-2012) p.44

Piden que se declare zona de Emergencia Sanitaria (16-06-2001) p. 6

Piden que se exima el pago de Tasas a los contribuyentes afectados por la inundación (23-05-

2012) p. 7

Por la inundación, Azul recibió una completa partida de medicamentos desde la Provincia (29-06-

2001) p.6

Por las obras, un funcionario de Ruckauf le pasa la responsabilidad a la Nación (18-06-2001) p. 2

Por segunda vez en el año, Azul es acechada por el agua (18-08-2012) p. 3

Reclaman que el Partido de Azul sea declarado zona de desastre (20-06-2001) p. 17

Represa La Isidora: “Ya está en el presupuesto de fondo fiduciario del Ministerio de

infraestructura” (19-08- 2012) pp. 4-8

Scioli ratificó su apoyo a Inza tras la inundación (22-05-2012) p.1

Se aprobó ayer el aumento de tasas para integrar al Fondo Hídrico (31-08-2002) p.16

Seguía ayer el reparto de colchones, alimentos y zapatillas a inundados (17-06-2001) p.5

Semana conflictiva y apremiante por las lluvias (20-05-2012) p.31

Se recibió mercadería del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación para los vecinos afectados

por la inundación (25-05-2012) p.3

“Si no hay planeamiento no veo muchas posibilidades de éxito” afirmó Usunoff (25-08-2002) p. 3

Solá quiere empezar la presa La Isidora por administración (23-10-2002) pp.1-5

“Somos consientes de que con esto no alcanza”, dijo Duclós (23-08-2002) p.4

“Tenemos una cuenca saturada”, señaló Comparato sobre el cuadro de situación (28-08-2002)

p.16

Una explicación a las inundaciones (24-06-2001) p. 6

Page 196: Gestión de Riesgos de Desastres: enfoque internacional

191

Último informe de los barrios inundados (1-12-2002) p. 7

Usunoff: “Los municipios tienen derecho a manejar las aguas” (26-08-2002) p.5

Usunoff: “Me parece que las cosas políticamente van para otro lado” (29-08-2002) p. 5

Vecinos afirman que “es prioridad establecer por qué nos inundamos” (21-08-2002) p.20

Vecinos autoconvocados en La Lisa por las inundaciones (27-08-2002) p. 4

Vidal inaugurará la presa La Isidora (30-04-2017) pp. 1-3

Recursos audiovisuales consultados

Canal América 24 (2012) Programa La Vos de todos. Entrevista a Omar Duclós. Disponible en:

https://www.youtube.com/watch?v=GUONIxrUsdo Conducción: Daniel Chiliutti. Clever

Producciones [Consultado 24-04-2017]

Canal C5N (2012) Inundaciones en Azul: Habla Gabriel Mariotto. Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=J8KWYW__RM4 [Consultado 4-04-2017].

Canal Somos Azul (2008) Concejo Deliberante. Apertura periodo de sesiones ordinarias. Discurso

del Intendente de Azul Omar Duclós. Publicado por: Jóvenes Cacharisences. Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=9DNPg6COq-U [Consultado 8-03-2017]

Canal Somos Azul (2008) Concejo Deliberante. Apertura periodo de sesiones ordinarias. Discurso

del Intendente de Azul Omar Duclós. Publicado por: Jóvenes Cacharisences. Disponible en:

https://www.youtube.com/watch?v=j_G18SS1df8 [Consultado 8-03-2017] Canal Somos Azul (2008) Concejo Deliberante. Apertura periodo de sesiones ordinarias. Discurso

del Intendente de Azul Omar Duclós. Publicado por: Jóvenes Cacharisences. Disponible en:

https://www.youtube.com/watch?v=j_G18SS1df8 [Consultado 8-03-2017] Canal Somos Azul (2009) Programa PuntoxPunto. Entrevista a Omar Duclós. Periodistas: Comparato

y Flores. Disponible en https://www.youtube.com/watch?v=pf4_5LI-ciA#t=96.826646

[Consultado 20-04-2017] Canal Somos Azul (2010) Discurso de Duclós para celebrar sus 10 años de gestión. Publicado por:

Jóvenes Cacharisences. Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=EcVJisRPyqg

[Consultado 22-04-2017]

Canal Somos Azul (2014) Programa Somos Noticias. Presa La Isidora: detalles técnicos de la obra. Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=iGUkgL8nriI [Consultado 4-05-2017]

Canal Somos Azul (2015) Programa Somos Noticias. Avances en la construcción de la Presa La

Isidora. Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=zXS_gPouo6U [Consultado 4-05-2017]

Canal Somos Azul (2016) Programa Somos Noticias. Comparato dio detalles sobre la Presa La

Isidora. Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=9fSAfOCGgws [Consultado 5-05-2017]

Canal Somos Azul (2016) Programa Somos Noticias. La Isidora: funcionarios y vecinos recorrieron

la obra. Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=WMkDqE3BzJ4 [Consultado 5-

05-2017] Canal Somos Azul (2016) Programa Somos Noticias. La Isidora: recta final para la obra más

importante de la Provincia. Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=SjN4_gsLwbc

[Consultado 6-05-2017] Canal Somos Azul (2017) Programa Somos Noticias. La Isidora en la recta final. Disponible en:

https://www.youtube.com/watch?v=e-3VixzURFA [Consultado 5-05-2017]

Canal Somos Azul (2017) Programa Somos Noticias. En marzo se inaugurará la Presa La Isidora.

Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=zKUh_6YVcjM [Consultado 6-05-2017] Canal Somos Azul (2017) Programa Somos Noticias. La Gobernadora Vidal inauguró la Presa La

Isidora. Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=vIjOX-8EoHg [Consultado 5-05-

2017] Diario El Tiempo (2016) La Isidora vista desde un drone: recorrida de la obra. Disponible en:

https://www.youtube.com/watch?v=Z6nEL2gQu5g [Consultado 9-04-2017]

Diario El Tiempo (2017) Primera Prueba y recorrida por la Presa La Isidora. Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=lOfsgZ_vMgM [Consultado 24-04-2017]

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192

Ministerio de Seguridad de la Republica Argentina (2016) Preguntas vos. Secretario de Protección

Civil y Abordaje Integral de Emergencias y Catástrofes, Emilio Renda, y el subsecretario de

Protección Civil, Daniel Russo. Disponible en https://www.youtube.com/watch?v=IrB1pgDDNkQ [Consultado 15-12-2016]

Programa Perfiles (2016). Presa la Isidora. Canal Somos Azul. Creación de Huellas Digitales

Producciones. Producido por Guillermina Bellocq y realizado por Andrés Gallicchio. Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=OrGh4n60IQI [Consultado 24-04-2017]

Huellas Digitales Producciones (2012) Inundaciones en Azul. Publicado por Carlos Gallicchio.

Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=pwrBAhXqlIw [Consultado 29-04-2017]

Radio Sentido. Programa: Radio Pi (2016) Entrevista a Mariana Pérez Márquez, promotora argentina de la Campaña Internacional de las Ciudades Resilientes por Mariana Faro y otros. Disponible

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Radio Sentido. Programa: Radio Pi (2016) Entrevista a Mariana Pérez Márquez, promotora argentina de la Campaña Internacional de las Ciudades Resilientes por Mariana Faro y otros.

Disponible:

https://www.youtube.com/watch?v=M1eSPCEyQmY. [Consultado 11-05-2017] Radio WU. Programa: Seguridad en sociedad (2016). Gestión Integral del Riesgo y Protección Civil.

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[Consultado 9-04-2017].

UNISDR (2015). Mariana Pérez Márquez, promotora de la Campaña Internacional de las Ciudades Resilientes Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=T8Dfkd4V0pE [Consultado 5-

05-2017]