geopolitica para la patria grande - florentino diaz loza

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FLORENTINO DIAZ LOZA

GEOPOLITICA PARA LA PATRIA GRANDE

EDICIONES TEMATICA S.R.L.BUENOS AIRES

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ReconocimientoLa presente obra fue elaborada con el concurso de equipos interdisciplinarios. Especialmente colaboraron las siguientes personas: Doctor Antonio Augusto Armanini Seor Wladimiro Debeljuhd Licenciado Rodolfo Richard Jorba Licenciada Carmen Agueda Palmero Licenciado Eduardo Miranda Gallino Doctor Hctor C. Sauret Es una satisfaccin expresar las cuantiosas deudas intelectuales contradas. Declaro tambin la imposibilidad de amortizarlas. Mi agradecimiento a la importante labor de la: Profesora Mara Margarita Mon de Sabadini Seora Elba Cavigliaso Seorita Delia E. de Galvagni Seorita Mara Martha Dana Arquitecto Ignacio Ocampo El Autor

Ediciones Temtica S.R.L., 1987 by EDICIONES TEMATICA S.R.L., Paran 467, Piso 3 (1017) Buenos Aires, Argentina. Todos los derechos reservados I. S. B. N. 950 - 9235 - 22 - 9 (2da. edicin) Queda hecho el depsito que marca la Ley 11.723 IMPRESO EN ARGENTINA.

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PrlogoNada tan honroso pero de tan difcil responsabilidad que introducir en la lectura de un libro como GEOPOLITICA PARA LA PATRIA GRANDE, Sin embargo, es una tarea que emprendo con total complacencia, no slo por la ndole y contenido de esta obra, sino tambin, por la amistad que me une a su autor, con quien he compartido muchas horas de inquietudes en particular acerca de los problemas que nos afectan, la geopoltica y la necesidad, en esta materia, de plasmar una verdadera doctrina nacional que sirva de base para una poltica que quiebre la dependencia en que, todava, vivimos. El Autor El Coronel (R) FLORENTINO DIAZ LOZA, es un hombre nacido y criado en la Mesopotamia argentina. Nace en Entre Ros, pero pasa su niez y adolescencia en Corrientes. Es aqu, en el seno de los suyos, entre los muchachos y gauchos correntinos donde empieza a sentir el pas que ya vibraba en l, en sus esencias espirituales. Ingresado al Colegio Militar de la Nacin, elige el arma de Caballera, gradundose en 1947 como subteniente. Cursa luego la Escuela Superior de Guerra, donde adquiere el ttulo de Oficial de Estado Mayor. Profesor, miembro de Estados Mayores, Jefe de Unidad, alcanza sus distintas jerarquas con dignidad y alto concepto. Con su especial virtud para el manejo de los subordinados, con sus desasosiegos y preocupaciones, ante una hora difcil, octubre de 1971, se rebela militarmente hablando contra el Gobierno, entonces presidido por el Teniente General Alejandro Agustn Lanusse. La oportunidad, el desistimiento de muchos comprometidos, lo que nunca falta en hechos de esta naturaleza, hacen fracasar el intento, siendo condenado a casi dos aos de prisin, los que cumple en el penal de las Fuerzas Armadas, en Magdalena, provincia de Buenos Aires. En todos estos largos y complejos aos, ha acumulado estudios y experiencias, ha reflexionado sobre la realidad argentina, siempre desde una perspectiva profundamente nacional. Educador por excelencia, proyecta sus conclusiones, con clara responsabilidad, desde la ctedra, la tribuna, el artculo periodstico y el libro. Tres temas lo atraen: el profesional, hasta u retiro. Luego, la poltica y la geopoltica. Vale la pena men-

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cionar los ms importantes. Profesional (libros): "Tctica de blindados" (enero de 1963); "Reflexiones sobre la doctrina de unidades blindadas" (mayo de 1973). El Crculo Militar premia estas obras como primero y segundo premio respectivamente de la "Literatura Militar". Polticos, dos obras: "Las armas de la Revolucin" (Pea Lillo, mayo de 1972) y "Doctrina Poltica del Ejrcito" (Pea Lillo, agosto de 1975). En Geopoltica, destacamos una serie de artculos publicados en ESTRATEGIA: Argentina. Coyuntura histrica del siglo XX" (1972); "Geopoltica del Brasil" (1974); Argentina. Anlisis coyuntural (1975); "Geopoltica de Chile" (1977); "Alto Uruguay. Culminacin de la maniobra del Alto Paran" (1979); "Geopoltica de la Cuenca del Plata. El Paran argentino" (1981); "Importancia geopoltica del Caribe" (1981). Como puede verse, Florentino Daz Loza, no es un advenedizo, que aprovecha las sombras para penetrar furtivamente en una disciplina tan vasta, compleja y polmica, como es la Geopoltica. Miembro del Instituto Argentino de Estudios Estratgicos y de las Relaciones Internacionales y partcipe activo del Consejo de Redaccin de ESTRATEGIA -rgano ste de aqul- comparti con otros, anlisis y discusiones acerca de la materia geopoltica. Su objeto, su papel en el plano de la poltica y la elaboracin de un modelo geopoltico para el pas fueron cuestiones ms que examinadas. Las conclusiones a las que arrib nuestro grupo de trabajo, no pueden ser c1udidas en este prembulo, ya que las mismas constituyen coordenadas bases para interpretar el contenido de "GEOPOLITICA PARA LA PATRIA GRANDE". La Geopoltica Entendemos que la Geopoltica "es la ciencia que estudia las relaciones (influencias recprocas) entre los factores geogrficos y las comunidades polticamente organizadas". E interpretamos al respecto que, en el actual grado de la evolucin histrica de la humanidad, el Estado nacional (incluidos los Estados polinacionales) constituye la comunidad apuntada en la definicin. Desde esta perspectiva son elementos fundamentales de la geopoltica:

El territorio (situacin geogrfica absoluta y relativa, configuracin, relieve, clima, recursos naturales, etc.) La sociedad (entidad biocultural con menesteres propios de su naturaleza biolgica y de necesidades, apetencias y posibilidades de su nivel cultural) El gobierno (por la poltica y estrategia nacionales que desarrolla, las cuales derivan de dos aspectos fundamentales: su ideologa y su doctrina poltica). A efectos de no extendemos y para servir slo al objeto de este sinttico proemio, agreguemos: Los factores geogrficos no determinan, slo condicionan. De ah que en

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geopoltica nos enrolemos, sin hesitar, en la escuela posibilista.

La geopoltica no es poltica. Aquella constituye un factor de anlisis dentro de los estudios, apreciaciones y decisiones de la poltica. De ninguna manera la sustituye. La poltica, toma en cuenta los datos de la geopoltica, pero los conjuga a la luz de otros factores, tales como objetivos, poder propio, de sus oponentes as como de sus capacidades, etc. En resumen, dados estos conceptos, vale sealar dos principios, que adoptamos como bsicos y esenciales de la geopoltica: Los espacios nacionales geoeconmicamente integrados, con alto nivel de industrializacin, son polos naturales de atraccin para los Estados ms dbiles, sobre los cuales, por otra parte, aquellos proyectan sus apetencias de recursos naturales y humanos. El factor geopoltico fundamental es el grupo humano, su capacidad creadora, su fuerza espiritual, su aptitud para transformar y aprovechar la naturaleza, su inventiva cientfico-tcnica, su voluntad para dominar los factores adversos de la geografa, su resolucin para aceptar y encontrar respuestas adecuadas a los desafos. El Poder, en sntesis, que es capaz de crear y desarrollar para satisfacer sus intereses y concretar sus objetivos.

Un modelo geopoltico nacional Teniendo en cuenta todos estos aspectos, as como la historia, realidad, circunstancia, perspectivas y posibilidades de la Argentina actual, un grupo de trabajo del Instituto, elabor el modelo geopoltico que llama "ARGENTINA PENINSULAR", sobre la base de que nuestro pas, con Chile apareado, constituye la pennsula del sector sudamericano del continente. En razn de ello, en lo geopoltico, la Argentina es:

Continental. Esto es, que debe integrarse al continente, a travs de su rea inmediata: el Cono Sur. Biocenica. Es decir, que se proyecta sobre dos mares: el Pacfico (sin menoscabo de la soberana del pas "apareado") y el Atlntico Sur (que incluye desde el punto de vista geopoltico al Ocano Glacial Antrtico).

Patagnico-antrtica, lo cual significa la continuidad geogrfica entre la Argentina continental y la Argentina Antrtica, que se logra con el desarrollo integral patagnico y el control martimo y areo intermedios. Ms all de estos aspectos situacionales, el modelo "Argentina Peninsular", consiste en un territorio, transformado en unidad compacta, a travs de polos nacionales de desarrollo, medios y sistemas de conexidad, sin reas privilegiadas, como ha sido el caso de la "Pampa Hmeda" y una sustancia, del cual es marco el territorio: la cultura nacional, tanto en sus aspectos espirituales (ciencia, valores morales, estilo de vida, instituciones polticas y sociales, etc.) como materiales (tcnica y econmica). A este respecto, la cultura nacional debe alcanzar niveles ptimos ya que, su desarrollo integral, constituye el verdadero poder nacional, con el cual hemos 6

de afrontar los desafos internos y externos que operan y operarn sobre la sociedad argentina. Volvemos a la obra y al autor En el marco de estas ideas y de otras conclusiones que laboriosamente ha elaborado, la obra de Daz Loza es sntesis y proyecto. No viene al caso reproducir aqu conceptos y definiciones ya que ellas podrn ser mejor disfrutadas a medida que cada uno se adentre en su lectura. Pero me parecera una omisin imperdonable si al menos no enumero algunos aspectos que hacen a la conceptuacin geopoltica del autor en torno a la Argentina, y que corren, como hilo conductor a travs de toda la obra. En resumen:

La Argentina, integra la continentalidad, insertada en el Cono Sur. Est favorecida a su vez, por su posibilidad biocenica. El desarrollo integral del pas, en particular de las zonas marginales a la Pampa Hmeda, es piedra angular de la vertebracin global (espaciocultura nacional) de la nacin. La Argentina ha carecido de una doctrina geopoltica nacional. Ello ha ocurrido por la ideologa y doctrina de algunos sectores dirigentes, adocenades detrs de intereses forneos que condenaron al pas a un papel de proveedor de materias vimas y alimentos. Un modelo agroexportador que entr en crisis a partir de 1930 sin que, salvo determinados perodos, se intentara modificar. Es indispensable transformar con urgencia, el potencial disponible, en poder nacional. La unidad nacional es parte de esta meta prioritaria. La etapa siguiente, que puede compatibilizarse con la anterior, es la conformacin de un poder regional. Este poder regional, se asienta en la comunidad de intereses de los pases del Cono Sur primero y de los restantes de Amrica Latina despus. Ello e indispensable para afrontar los desafos externos, en particular de un nuevo sujeto de la vida internacional: las grandes empresas multinacionales. El libro que el lector ha de abordar, deparar adems una sorpresa. Ella generar sin duda discusin y polmica. Es que Daz Loza, llevado de su vocacin y actitud poltica no se queda en la geopoltica. El, un hombre nacional, de profunda fe religiosa, consustanciado con la Doctrina Social de la Iglesia y slidamente adherido a las grandes expectativas populares, incursiona en solvencia, en los aspectos polticos de la problemtica nacional. Casi dira que la geopoltica le sirve para lo que realmente bulle dentro de s mismo la poltica. Estimo en definitiva que este libro no es de los que pasarn desapercibidos. Promover discusiones y controversias. Se debatirn sus conclusiones. De ah tambin su importancia. Valdr sin dudas lo que se acepte, pero ms

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an servirn las inquietudes que despierte. Daz Loza, franca y lealmente, loma posiciones, adopta tesituras claras y frontales. No se mimetiza. Est all, presente y sin cortapisas. Que es, por otra parte, su modo, su estilo. Vale la pena leerlo. Colofn En algunas de las pginas del libro, el autor incursiona sobre mi persona y mis ideas. Me describe segn su perspectiva. Ha sido generoso conmigo. Creo que me deja ms que bien parado. Todo es producto de su amistad y de una generosidad que compromete mi agradecimiento. Los lectores que me conocen sonreirn sin duda, unos compartiendo, otros disintiendo. Por mi parte, a los que nada saben de m, les sugiero que los tornen con tolerancia y benevolencia. Buenos Aires, 7 de septiembre de 1982 General Div. D. Juan E. Guglialmelli

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Prlogo a la segunda edicin

La vida ha sido prdiga conmigo en satisfacciones intelectuales. En esta nueva ocasin, mi acendrado sentimiento por la solucin de los problemas que nos impone la circunstancia histrico-social encuentra en el xito de la primera edicin de "GEOPOLITICA DE LA PATRIA GRANDE", un nuevo motivo de alegra. Cuando publicamos aquellos originales preparados con el temple argentinista y la pasin patritica de don Florentino Daz Loza, sabamos que entregbamos al lector un ensayo de calidad. Adems nos constaba la trayectoria pedaggica del autor y los merecimientos que su respetada opinin obtena en los diversos mbitos de actuacin. Porque la lcida idea unida a la relampagueante prosa tenan esa fluidez atrapadora que toda cosa importante posee. Veamos ese espritu nacional flameando sin concesiones ni oportunismos, y cremos en la tesis geopoltica porque nos devolva aquellas concepciones estratgicas de Hernandarias y de San Martn, epgonos leales de una intuicin sabia del valor geogrfico en funcin poltica. Hoy, la notable demanda del agotado libro nos impone otra edicin, otro compromiso con el pueblo lector, con el estadista previsor, con el investigador profundo. Y como no podr ser de otra manera, el pensador, "adems de corregir errores tipogrficos incluye la temtica malvinica. Esa que nos induce a prevenir que debemos malvinizar el Continente porque creemos que el ingrediente aparente de fatalidad en el acontecer trgico llevar inexorablemente nsito una fatalidad contraria, es decir, una fatalidad irreversible de triunfo, de alegra, de liberacin definitiva de todo sojuzgamiento. Si alguien pretende encontrar en estas pginas y mapas un ejercicio de especulador poltico se llevar un desengao. Contienen un

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mandato histrico cuya asuncin contribuir a la continentalizacin, es decir a la configuracin, no declamatoria, de los Estados Unidos de Sudamrica. Si alguien supone intenciones hegemnicas en el sentido maquiavlico se decepcionar. Encontrar s la ubicacin autntica de un ideal unido sin esfuerzo a una realidad. Esa es la tarea cumbre de Daz Loza; desentraar la clave orientadora de una razn de ser antes que la de un determinismo. Porque ste slo se da en la historia de las naciones cuando aquella razn de ser ha sido escrutada con visin y sin alardes; con genio exegtico y sin subjetivismos interesados. Estamos ante una obra que honra al pensamiento argentinista no sectario. El espritu comn de nuestro pueblo la necesitaba. Dr. Francisco Jos Figuerola

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Introduccin

De acuerdo con la evolucin de los procesos, los problemas polticos trascienden las regiones y pases para incidir en el orden mundial. La humanidad marcha hacia un destino crtico y su salvacin est en la humanidad misma. La complejidad del proceso se presenta, primero, partiendo de la duplicacin poblacional en corto lapso, lo que impone un planeamiento y una programacin ajustados para fundar una nueva organizacin mundial. Esta organizacin debe permitir enfrentar los problemas inherentes a la escasez de materia prima para la alimentacin y a la complejidad que presenta el constante progreso de la super-industrializacin. Por otra parte, en razn de las implicancias que tendrn los factores anteriores, en los contextos sicosociales, econmicos, sociales y polticos que van determinando un nuevo tipo de humanidad con caracteres estmulos, ambiciones y frustraciones derivados de un estado de permanente confusin y conflicto. La prdida de Fe, corolario del largo proceso, puede hacer desembocar a la humanidad en un angustiante y destructor nihilismo. Los caminos a seguir estn delineados por la autodestruccin o la autosalvacin. La autodestruccin es la guerra, con o sin bomba nuclear. La autosalvacin es la toma de conciencia del peligro, lo que implica cambiar la mentalidad del hombre, restaurando su vieja espiritualidad, y subsidariamente, emplear las ciencias y tcnicas para el rescate a tiempo de la humanidad. Los pueblos se debaten entre la dependencia y la creciente autodeterminacin. Al poder hegemnico sustentado por los poderosos, se le opone una situacin incierta y dolorosa de las naciones oprimidas, que adquiere un carcter trgico a medida que se procesa una larga y sangrienta lucha. La eterna lucha por dominar y dejar de ser dominados, adquiere hoy, a la luz de un mundo en acelerada transformacin un carcter apocalptico. La pugna establecida posee una naturaleza matizada de desigualdad, contradiccin, incertidumbre y paradoja. Hablar de Oriente y Occidente es chchara poltica; abundar sobre el Capitalismo y el Marxismo es avalar el enfrentamiento de intereses y de

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errores compartidos. Hoy se hace necesario considerar al mundo como una unidad y, como tal, se debe buscar la solucin del maysculo problema que enfrenta la humanidad. Una Unidad creada y alumbrada por un nuevo signo, basada en la comunidad de ideas e intereses, en el dilogo comprensivo y en la fe de los pueblos. Occidente slo existe como concepto geogrfico, carece de unidad ideolgica y poltica. El alineamiento de naciones responde a una concepcin capitalista al servicio de intereses de las grandes potencias, potencias y organizaciones multinacionales, basado en un convencionalismo pensado y estructurado para mantener la dominacin. Esta falacia, no es una hiptesis intelectual, sino una realidad de los hechos, simtrica en los objetivos y formas a la hipocresa del mundo oriental marxista. La crisis que vive el mundo de hoy afecta a nuestro Pas, pero no quiere decir que la crisis sea de la Argentina con el mundo. Nuestras creencias y valores no deben estar impuestas por el ambiente exterior. Ante la preocupacin de ciertos sectores de adoptar una gran poltica para insertar a la Argentina en un mundo agresivo, desordenado, vido de dominio y lleno de antinomias, respondemos que la nica respuesta correcta e la Gran Nacin, conducida por un Estado Fuerte. La Nacin unida y consolidada por el pueblo y sus dirigentes, independiente, soberana, se incluir en el mundo, respetada y a salvo de intereses e ideologas extraas. La Nacin invertebrada, dependiente, aculturada, no se insertar jams, sino que, orbitar en la satelizacin y la explotacin, como un objeto intrascendente. El Pas que mira hacia afuera, termina importando el sentimiento y el pensamiento. No interesa la "imagen que se da al exterior", sino la autenticidad y la legitimidad en lo interior. La interioridad de una Nacin, fundamenta la personalidad del Estado. La actitud correcta es la de elaborar una filosofa propia asentada en la critica y en la conciencia, para ser guas de nuestro propio destino y no admitir pasivamente que nuestra personalidad nacional sea adulterada o conformada desde el exterior. La defensa de los propios valores y principios, conforma los parmetros ms firmes y genuinos que fundamentan la legitimidad. Es necesario entonces, que mediante una crtica de la concepcin del mundo, logremos una solidificacin de la personalidad nacional, fijando con realidad, el ser histrico. Tambin es imprescindible consolidar la cultura, basamento para la perfectibilidad, sobre la base de difundir crticamente verdades descubiertas, proyectarlas y convertirlas en acciones nacionales vitales de lo moral e intelectual. Propiciar que la sociedad argentina se capacite para poseer un pensamiento

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coherente, unitario y efectivo, comprende en estos momentos, un hecho importante y original, imprescindible de intentarlo y asumirlo. El hombre argentino vive hace tiempo una infelicidad, frustracin y postracin cvica, de descontento absoluto. Le aqueja una manifiesta incapacidad para asimilar experiencias y comparar hechos, situacin que sectariza la visin, omite el todo y en trampa a los protagonistas. Sectores que se titulan revolucionarios, carecen de innovacin, imaginacin y de capacidad de crear nuevas posibilidades. Han olvidado que el estado revolucionario, es un estado mental, progresivo, basado en la realidad y en la conciencia. El descontento, que es el estmulo primario para la accin, para ser valorado y verdadero, debe asumir una situacin concreta. El descontento generalizado y absoluto, lleva al conformismo y a la inactividad entregadora. Nada hay ms peligroso para una nacin, que el cansancio hacia el descontento; que provoca complacencia, indiferencia y abulia. Hoy en da, la misin ms trascendente recae en el esfuerzo de alimentar e iluminar la sociedad civil. En el pueblo se hallan las races de la nacin el fundamento de la existencia como Estado y las fuentes insustituibles del poder. Una teora realista y nacional, se identificar con una praxis necesaria y tambin nacional. La adhesin orgnica entre la teora y la prctica, la justificacin de esta ltima para ser ms eficiente, y la multiplicacin de los programas tericos, que a su vez, tambin deben ser justificados en la realidad, exige una serie de condiciones Objetivas, para comprender la situacin y situaciones, descubrir las necesidades, relacionar los factores y elementos ofrecer soluciones. La funcin de la teora no es slo proporcionar una gua, sino fundamentalmente educar el juicio, ponderar el razonamiento, procurando modelos y proyectos tendientes a evaluar las formas y modos que la accin asume en la realidad. Por esta razn, ms all de una coincidencia siempre difcil de lograr, habr que' esperar una simbiosis de identidad ideolgica entre una y otra. Toda praxis sin teora, cae en la sustitucin de valores en la improvisacin y en el descontrol. Toda teora sin prctica, no traspasa los umbrales del idealismo. En este marco, y en la medida en que el hombre sepa servirse de ella la Geopoltica adquiere una fundamental importancia. Por ello, el proyecto geopoltico que se pergee, ha de llevar implcito desde su origen el resultado del proceso. En mrito a este planteo, deseamos aportar el compendio de los estudios realizados sobre la situacin mundial, el proceso histrico y un planteo geopoltico ArgentinoSudamericano, para enfrentar la dinmica disyuntiva. En este sentido, se pretende presentar una concepcin proyectiva en el tiempo y el espacio, que permita superar en oportunidad los factores negativos,

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los estados crticos y los rumbos desacertados que se hayan emprendido. La geopoltica es la disciplina que vivifica espacios y se introduce en la dinmica de las mutaciones polticas de los pueblos. La poltica, privilegiando la geografa, instrumenta en su beneficio el factor, espacial. La historia de las naciones se ha desarrollado as, en el marco de una situacin geopoltica con objetivos permanentes y trascendentes, en marcos coyunturales mutables y a veces contradictorios. Pretendemos no slo enmarcar la situacin contempornea, sino, principalmente, orientar sobre una teora geopoltica al servicio del pueblo hispanoamericano, en particular del Argentino. No existe la teora perfecta; en cambio tiene vigencia la idea perfectible. A este concepto nos atenemos. El presente trabajo no posee carcter tcnico, sino que pretende proporcionar los cimientos doctrinarios y metodolgicos sobre la problemtica que plantea la geopoltica. Est basado en el dialogo interdisciplinario de un equipo de estudiosos, con el que se pretende: Entregar un aporte a la Nacin para afirmar el desarrollo, de nuestra personalidad, identidad cultural y poltica, y nuestra soberana econmica, teniendo como fin primordial la vertebracin nacional. Testificar sobre la imperiosa necesidad de robustecer nuestras fronteras, integrar nuestro territorio, sus recursos Y sus hombres. Propender adems a la conformacin de la aorada "Patria Grande", sobre la base de las integraciones nacionales en el continente Hispanoamericano. Especificar el rechazo categrico de toda ideologa "internacionalista", sea el liberalismo capitalista o el marxismo-leninismo, o un "chauvinismo" malsano, atpico y antihistrico. Determinar una clara conciencia geopoltica, que advierta sobre los enemigos histricos, las potencias hegemnicas, los Estados subimperiales que comparten con las primeras, el plan de expansin y dominio. Establecer en el mundo desarrollado, la actitud viable y lgica de los pueblos dependientes y colonizados, en mrito a la constante bsqueda de una creciente autodeterminacin.

Concretar como objetivo lgico y viable, la imprescindible unidad regional y continental. El carcter fagocitador del proceso, deja siempre el menor margen de error posible. Muchas veces se confunde el lmite de la lucha por el desarrollo y la supervivencia, del avance con el retroceso, de la integracin con la disgregacin. El mayor peligro lo sufren los pueblos sin la suficiente identidad, carentes de conciencia nacional, faltos de grandeza para la lucha, Ignorantes de las realidades geopolticas, inseminados por una perniciosa transculturacin y penetrados por intereses econmicos extraos.

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El marco apocalptico de la situacin pone a prueba las virtudes de los pueblos y de sus dirigentes. El da de Amrica ha llegado para emerger como faro en las tinieblas o para apagarse sumergida por "los intereses extraos a su seno. La hora de la Argentina es hoy, para ser vanguardia valerosa por la autodeterminacin o subyacer intrascendente, prisionera de los vaivenes orbitales en un mundo en acelerado proceso de transformacin, inevitable e irrefutable. EL AUTOR

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Primera ParteLA GEOPOLlTICA Y EL PROCESO POLITICO MUNDIALNo hay proyeccin sin poder; no hay poder sin concitacin popular; no hay concitacin popular sin respuesta a las exigencias histricas.

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La poltica y la geopolticaEl Ordenamiento Jurdico En el tema que tratamos, se hace necesario examinar el ordenamiento jurdico, como factor "condicionante relativo" de la comunidad internacional, sobre la base de la realidad poltica que la asiste. Este orden jurdico juega un rol importante, pero de ninguna manera absoluto en las relaciones de los Estados, por lo tanto, si bien no debe ser despreciado ni minimizado, tampoco debe considerrselo como el reaseguro de los derechos e integridades nacionales. El mundo actual se nos presenta como un conglomerado de Estados de distinta magnitud y diverso grado de independencia, amparados en una presunta situacin de igualdad jurdica, pero inmersos en una realidad poltica. y econmica que indica que los pases fuertes dominan y pretenden servirse de los dbiles. En la lid que se entabla en el marco internacional casi nunca existen ganadores sino que normalmente se comparten situaciones donde cada contendiente pretende evitar el mayor porcentaje de derrota y de prdida. Los problemas resultan as, administrados, dilatados, transformados, pero no resueltos. Por otra parte, la seguridad de los Estados se encuentra ubicada siempre por encima de leyes y convenios, de obligaciones y principios. La legalidad internacional no cuenta para la supervivencia de la: naciones. Por sobre los pueblos, no tiene vigencia ninguna ley que menoscabe su propia seguridad. El concepto de Estado implica la organizacin jurdico-poltica de una poblacin en un territorio. Dentro de los lmites territoriales de cada Estado, en funcin de las condiciones espirituales, culturales y socio-econmicas de su poblacin, surgen pautas de poder poltico que determinan una constante lucha. Esta lucha resulta de las contradicciones naturales que se generan en las estructuras y sistemas vigentes, las que producen una constante mutacin en el proceso de los pueblos. En cada Estado, existe el liderazgo de determinado grupo dirigente, quien representa, orienta y conduce la poltica interior y las relaciones exteriores. Ante un cambio de la relacin de fuerzas internas. se produce, invariablemente, una novedad en el enfoque de la poltica exterior, en funcin del relevo de los grupos dirigentes.

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Sin embargo, sta no es una regla invariable. La historia demuestra que en algunos casos, a pesar de drsticas mudanzas en el campo interior, las pautas exteriores han permanecido inmutables, sin omitir -en algunas excepciones- la intensificacin ofensiva en el logro de tradicionales objetivos. Se hace necesario, entonces, definir correctamente los elementos fundamentales que participan en la vida de los Estados, para poder partir de prepuestos coherentes en la interpretacin del proceso mundial y nacional. El primer elemento a considerar es la poltica, relacionada directamente con el poder y, por ende, la capacidad para imponer, utilizando variados mtodos una voluntad sobre otras voluntades. Poltica es todo aquello que se relaciona con el poder. Tambin es poltica todo lo referido a conseguir, mantener, defender o acrecentar ese "poder" segn ordenamientos jurdicos. Por lo tanto, poltica es el arte y la ciencia que emplean los grupos o clases dirigentes de un Estado, para conseguir el dominio o la participacin en el poder. La lucha por el poder tiene sus orgenes en causas culturales, socioeconmicas, raciales, etc., dentro de una determinada comunidad. Este proceso que se desarrolla internamente en cada Estado, se produce simultneamente e interdependientemente en el campo internacional. En este sentido los Estados fuertes pretenden la expansin de su poder, mientras los dbiles luchan por impedir ser avasallados. Esto genera una compleja, difcil y oscilante lucha entre Estados de diferentes potencialidades y niveles. En este intricado tablero, los Estados adquieren la dimensin de las piezas de ajedrez. Por ello tambin, las causas de los enfrentamientos entre pases de segundo o tercer orden, adems de los problemas locales o regionales que los producen, debemos buscarlas en las posiciones antagnicas de los de primer orden. Cada vez ms, la poltica exterior de los Estados poderosos, influye en la poltica interna de los ms dbiles, condicionndola segn los intereses I particulares de cada uno de ellos. La poltica debe ser considerada en forma global, totalizadora, dentro de un campo unificado de accin. De ah, entonces, que el derecho internacional pblico sea tambin comprendido y afectado en su forma y fondo, por los objetivos polticos de los que tienen mayor poder relativo. Sin embargo, las mismas leyes polticas se encargan de interrelacionar todos los factores, de suerte que los condicionamientos de los poderosos repercuten en el tablero mundial, pero ste a su vez, a travs de los pases ms dbiles en su transformacin constante, afecta los intereses y los valores de los ms poderosos. De esta manera, la poltica, es la actividad permanente, que rige la vida de los pueblos y los conduce a la satisfaccin de sus necesidades y proyectos, a los triunfos y derrotas, a la libertad o al sojuzgamiento. El segundo elemento a considerar es la poblacin, representada en distintas estructuras, modalidades y sistemas segn cada Estado, creadora y receptora,

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por lo dems tericamente, del poder poltico interno. La poblacin, presupone un determinado nmero de personas, que son receptoras y ejecutoras de las normas jurdicas que emanan del poder estatal. Esta poblacin est formada por grupos sociales, homogneos o dismiles, que engendran un constante y dinmico juego de contradicciones, y que pueden recorrer el espectro que va desde la unidad a la desintegracin social. En esta lucha entran en juego los intereses particulares de los estratos sociales y se conjugan segn el modelo que el grupo dirigente es capaz de ofrecer, de acuerdo a la potencialidad y vigencia de los distintos estadios. Como consecuencia de las contradicciones, se produce la sustitucin de los grupos en el poder y, por consiguiente, el cambio o no de ptica en el campo exterior. De hecho, en la poblacin de un Estado existen clases o sectores sociales distintos, con intereses diferentes, que traducen su potencialidad en una controversia variada en sus formas y resultados, por lograr el poder poltico e influir en consecuencia en el ordenamiento jurdico. La poblacin ocupa el territorio, concentrada en centros urbanos y diseminada en zonas rurales, de acuerdo con las caractersticas que presenta el ambiente geogrfico y la orientacin poltica del poder existente. El hombre, a travs de sus obras, ha llegado a radicar poblacin en varios espacios. La integracin "espacio-hombre", "habitante-territorio", auxiliada por la ciencia y la tecnologa, ha modificado el ambiente y ha logrado incorporar zonas estriles o improductivas al aparato productivo. Por ello, no puede considerarse una poblacin divorciada de su "hbitat", o bien el estudio de un territorio sin tener en cuenta su poblacin. La ecuacin "hombre-territorio", es la concepcin correcta en el enfoque poltico, cultural, econmico, social y militar. De ah que la Nacin sea hechura de un pueblo, una comunidad de intereses especiales (culturales, materiales, etc.), una realizacin comn, un destino compartido. De esta manera, la poblacin asentada en un territorio y comprendida en un Estado, genera un continuo movimiento interno en procura del poder estatal. Este poder, buscado naturalmente por la poblacin "para fortalecer una voluntad comn", impone la normatividad jurdico-poltica en el campo interno y representa al Estado ante la comunidad internacional. El tercer elemento a considerar es el territorio. Territorio es la extensin de tierra, agua y aire donde la poblacin que lo habita, organizada en Estado, ejerce poder poltico y jurdico. Comparndolo con los otros elementos, sin duda ste es el menos dinmico, ya que su continuidad, expansin o desintegracin dependen directamente de la orientacin poltica y de la calidad de la poblacin que lo posee. El hombre a travs de su cultura, modifica la naturaleza. No obstante, el dinamismo del territorio radica en su capacidad para condicionar la actividad del hombre y provocar en ste reacciones de ndole diversa que establecen una serie de relaciones habitante-espacio. El territorio ofrece posibilidades segn sus relieves, tipos climticos, recursos naturales,

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posicin absoluta y relativa, y los pueblos, segn sus calidades aprovechan estas posibilidades y las pueden incrementar cuando, haciendo uso de la poltica, proceden, a organizar sus espacios. El territorio estatal reviste una importancia fundamental para la poblacin que lo habita. La posesin de tierras frtiles dotadas de climas benignos, la cercana de rutas martimas, las riquezas mineras, el recurso hdrico, las potencialidades energticas, una extensin acorde con el nmero de habitantes, sern factores altamente beneficiosos. La insercin de una poblacin laboriosa y pujante, en un territorio rico y extenso, proporcionar un nivel de desarrollo econmico-social creciente y un poder poltico consecuente. En cambio, una poblacin asentada irracionalmente en un territorio extenso, dejando espacios vacos y concentrada en forma desproporcionada; un nmero de pobladores excesivo con relacin al territorio; la carencia de medios de comunicacin la ausencia de acceso al mar, son factores que pesarn negativamente en el desarrollo del Estado y consiguientemente en su poder poltico. La ciencia y la tecnologa al servicio de la comunidad nacional permiten la modificacin de zonas o reas de caractersticas negativas. El ingenio y el trabajo tesonero, pueden modificar la naturaleza y transformar la vida en beneficio de la poblacin. El proceso civilizador muestra cmo los hombres han ido incorporando tierras vrgenes, incrementando el patrimonio y extrayendo en forma creciente sus frutos y productos. Simultneamente, apoyndose en la tcnica e imaginacin, aprovecharon los accidentes naturales y las .facilidades de la naturaleza aumentando el proceso productivo. De esta manera las grandes extensiones fueron colonizadas, siendo transformados los bienes de la naturaleza en beneficio de una mayor y mejor produccin. Desde hace cinco siglos, aproximadamente, el hombre ha ido incorporando incesantemente la casi totalidad de las tierras susceptibles de explotacin del planeta. El mar; hasta el momento inhabitable en forma permanente, contiene una apreciable cantidad de riquezas alimenticias y minerales que comienzan a ser explotadas integralmente. Por otra parte, posibilita la comunicacin y el transporte de bienes, dinamizando el comercio entre los distintos Estados. El espacio areo, se ha transformado en un vital elemento, permitiendo la relacin rpida y fluida entre los puntos ms distantes del globo, y dentro de un mismo Estado. La relacin entre territorio y poblacin es fundamental para obtener un Estado ms armnico, equilibrado, proyectivo. En esta ecuacin, el elemento dinmico y trascendente es la poblacin, que usufructuar y dimensionar el espacio. Por su parte, el territorio condicionar en forma relativa a la poblacin. Pero es sta, basada en su solidez social y cultural, su poder poltico logrado a travs del Estado y auxiliada por la ciencia y la tecnologa, la que determinar el grado de desarrollo de la comunidad. La poblacin es el elemento vivo, operativo, en permanente accin transformadora; el territorio es

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el factor logstico indispensable y condicionante de la actividad humana. La ciencia geogrfica describe y explica los espacios, considerados en forma general o regional. Posee diversas ramas que estudian los dominios fsicos (geomorfologa, hidrografa, climatologa), los ambientes naturales (biogeografa) y los espacios humanizados o en vas de serlo (geografa agraria, rural, urbana, de la poblacin, regional, etc.). La, sntesis geogrfica pone al descubierto el elemento existente en un espacio determinado, su conformidad fsica, la actividad humana que en l se desarrolla y las formas de organizacin que ha experimentado a travs del tiempo hasta el presente. La Geografa presenta, a travs de sus conclusiones, una situacin esttica, que debe ser dinamizada por la accin poltica, aprovechando la base cientfica que ofrece el estudio geogrfico. Ese dinamismo, que ejecute cambios e impulse determinadas lneas de fuerza hacia objetivos de organizacin espacial le corresponde a la geopoltica. Esta joven disciplina, tiene por funcin primordial relacionar ntima y permanentemente la poltica con la geografa, otorgndole a la primera una necesaria base cientfica que le d continuidad a su accin e impida improvisaciones. De lo expuesto, se ha establecido la relacin entre poder poltico - derecho poblacin - territorio. Si los espacios y la poltica se interrelacionan un Estado que no considere como elemento bsico el conocimiento integral de su geografa, cumplir incorrectamente su funcin, practicando polticas irreales y desfavorables para su comunidad. La geopoltica aparece as como una disciplina analtica, que se ocupa de la valoracin de los factores geogrficos para extraer de ellos pautas de accin poltica. Es la dinmica interrelacin entre lo geogrfico y lo poltico, para la consecucin del poder creciente. Por ello la geopoltica, como una disciplina que relaciona dos ciencias la poltica y la geografa, adquiere las caractersticas y peculiaridades de la primera, valorizando a la segunda, porque en definitiva su actividad y su funcin son esencialmente polticas. La geopoltica se presenta as como un factor ponderable en la relacin del Estado y los factores geogrficos. Para determinar la accin el poltico debe analizar las realidades poltica propiamente dicha, social, econmica, cultural, que tienen un contexto histrico, todo ello englobado en un cuadro geogrfico determinado. La geopoltica auxilia en el anlisis, accionar y proyeccin poltica, teniendo en cuenta las partes influyentes del medio geogrfico al cual se aplicara la accin poltica. En este. sentido el auxiliar (geopoltica), reviste las caractersticas de accin, dinamismo y fuerza para transformar la realidad y adquiere la voluntad que posee la poltica. Esto es as, porque la geopoltica es poltica. De acuerdo con este enunciado, habr geopolticos en la medida en que haya polticos que analicen una realidad poltica, considerando de manera muy significativa los condicionantes geogrficos. Geopolticos sern pues,

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entonces, los polticos que sepan interpretar la geografa y servirse de ella. Los llamados "influjos geopolticos" son los elementos geogrficos considerados como "determinantes polticos", por algunos autores y que, en consecuencia, poseen significado prioritario y trascendente. Esto se da tanto para la consideracin del campo interno, como para el estudio del problema exterior. En este sentido la geopoltica es tan necesaria en lo interior como para el anlisis de la poltica exterior. La geopoltica debe comprender el anlisis de la problemtica nacional desde el punto de vista de su integridad y desarrollo, como el estudio del accionar poltico en el campo internacional. Una poltica nacional que olvide o minimice los "influjos geopolticos" interiores de su territorio, ser incompleta, incorrecta y sumamente riesgosa para los intereses del Estado. Una poltica internacional que no se inserte en el campo geopoltico mundial estar viciada de insensatez. La geopoltica se presenta as en el mundo moderno, como la disciplina necesaria y conveniente para la consideracin profunda y trascendente de los problemas que influyen sobre los Estados y sus soluciones. El espacio y el poder poltico Hemos expresado que el territorio de un Estado es el espacio (tierra - mar - aire) sobre el cual ejercita el poder una comunidad polticamente organizada. Las influencias de ese espacio han ocasionado polticas concretas. Geografa y poblacin han producido la poltica orientadora y consecutora de objetivos determinados. Ante esta realidad no puede realizarse un anlisis poltico correcto, sin tener en cuenta las influencias interrelacionadas del elemento humano y el espacial. Todo proceso mental, inductivo, deductivo y dialctico, requiere la conjugacin de los componentes citados. Los "influjos geopolticos" le permiten al poltico analizar los condicionamientos y realidades, para adoptar una determinada alternativa. El espacio juega as un importante papel en el destino poltico de los Estados. Grandes espacios vacos de antao, han sido incorporados y habitados por el hombre, de tal suerte que la actualidad presenta un panorama de saturacin de grandes regiones, quedando deshabitados slo aquellos donde la actividad humana se hace sumamente difcil. Esto ha llevado al hombre a encontrar serias dificultades para incorporar ms espacio en el aspecto cuantitativo, por lo que debe implementar cursos de accin, que modifiquen cualitativamente a este componente, para adaptarlo a sus requerimientos. A una poblacin que se acrecienta en progresin crtica, le queda un espacio til limitado. Lo que ocurre con el espacio mundial, tambin sucede en forma relativa en los Estados, en particular en aquellos en los cuales se ha producido un

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crecimiento demogrfico que torna difcil su relacin con el territorio. La poltica debe encontrar soluciones al poblamiento, a la expansin demogrfica y a las capacidades del territorio para servir a sus habitantes. La necesidad de resolver este tipo de problemas, Que en ciertas regiones se presentan con caractersticas alarmantes, ha influido en la adopcin de las polticas de los Estados a fin de lograr mantener o mejorar en lo posible la calidad de vida de una poblacin creciente. Auxiliado por la ciencia y la tecnologa, el hombre ha empleado variadas formas de explotacin del espacio, tornndolo ms apto a fin de abastecer sus necesidades y eventualmente comerciar los excedentes. Las nuevas formas de explotacin y produccin han llevado a los pueblos a establecer nuevas orientaciones para evitar el deterioro de su sistema productivo, y competir airosamente con otros Estados o permitir, en ltimo caso, la subsistencia primaria dentro de sus lmites. La poltica de ciertos Estados indica una tendencia a integrarse. De esta manera, el espacio que fue siempre motivo de enfrentamientos, conquistas y causales de guerra, es utilizado para el logro de comunidad de intereses. No obstante, las formas que adopta la integracin, revisten modalidades sutiles y peligrosas para la soberana de los Estados. La tendencia de los Estados poderosos y de las empresas multinacionales, indica la intencin de conformar corporaciones, asociaciones y entes supranacionales que atentan contra la soberana de los pueblos. A esta accin se le contrapone la integracin comunitaria e igualitaria de los Estados ms dbiles, normalmente difcil de instrumentar por las contradicciones existentes, muchas veces prefabricadas por los intereses ajenos al rea. Un gran espacio vaco, sin las capacidades mnimas para atender las necesidades de una poblacin, es un espacio imperfecto, que no redundar en provecho del Estado que lo posea. Un gran espacio, rico potencialmente, pero carente de la infraestructura necesaria para su explotacin, despoblado, significar un territorio codiciado y con destino poltico incierto. En un Estado reducido, la expansin territorial slo ser posible en desmedro del espacio de otros Estados. En cambio, en un territorio limitado, pero bien conducido por el Estado, el desarrollo cualitativo siempre abrir nuevas posibilidades a las exigencias de la poblacin, motivndola asimismo con la creacin de expectativas favorables de desarrollo personal y comunitario. Histricamente, los Estados. ms poderosos han integrado su espacio en forma ms completa que los dbiles. De hecho, un gran espacio asistido por una poltica correcta, facilita la integracin territorial y la unidad nacional. En cambio, si ese gran espacio no cuenta con una poltica adecuada, la disociacin de sus partes se produce tarde o temprano. Lo que no desarrolla el Estado en provecho propio y en ejercicio de su soberana, lo har otro Estado ms poderoso, integrndolo a su sistema de poder.

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De esta misma manera, los poderosos han repartido los espacios y asignado funciones a los Estados menores, estableciendo zonas de influencia que atiendan sus intereses en forma prioritaria. Existen dos tipos de integracin desde el punto de vista geopoltico: a) integracin a la luz de los propios intereses, b) integracin regida por intereses forneos. En otras palabras, la integracin realizada con las propias capacidades o la integracin impuesta por intereses extranacionales. Un caso claro es la integracin segn los intereses de la divisin internacional del trabajo accionada por las multinacionales o por superpotencias. Ante esta situacin, las respuestas vlidas de los pases en vas de desarrollo ante un mundo de creciente dominacin por los intereses extranacionales les queda como alternativa vlida la integracin comunitaria, regional y continental. La integracin comunitaria es aquella realizada entre socios mayores y menores en defensa de intereses comunes, nacionales, regionales y continentales. Regida por una conducta poltica superior, donde el concepto colonialista est ausente y carece de inters real. Dos propuestas de integracin, ejemplifican sobre lo expuesto y nos eximen de mayores comentarios: "nicamente la conquista del hemisferio (Amrica) por EE.UU. y la implacable destruccin de las economas regionales ahora existentes, podra realizar la integracin necesaria". (Nicholas Spykman, "EE.UU. frente al mundo", 1942 - Parntesis y subrayado nuestro). "O la Amrica es libre a costa de sus propios esfuerzos, o desciende encorvada al cadalso que le preparan los tiranos" (7/11/1817 - General San Martn). "La unin de los tres Estados (Argentina, Chile y Per) independientes acabar de inspirar a Espaa el sentimiento de su impotencia, y a los dems poderes el de la estimacin y del respeto. Afianzados los primeros pasos de vuestras existencias polticas, un congreso central compuesto de los representantes de los tres Estados dar a su respectiva organizacin una nueva estabilidad; y la constitucin de cada uno, as como su alianza y federacin perpetua, se establecer en medio de las luces, de la concordia y de la esperanza universal" (13/11/1818 General D. Jos de San Martn, citado por A. J. Prez Amuchstegui en Ideologa y Accin de San Martn, Bs. As., 1979) Por otra parte, el espacio est ntimamente relacionado con el problema de la defensa nacional. A un mayor espacio siempre las capacidades de defensa sern mayores que las que ofrecer un espacio limitado. Esto es vlido para cualquier tipo de hiptesis de guerra. Para la defensa de un Estado, un gran espacio no solamente ofrece su potencialidad de recursos, sino que brinda las mejores oportunidades para el planeamiento y ejecucin de maniobras estratgicas. Los Estados con intenciones hegemnicas, acrecentaron sus espacios an antes de lograr la integracin del primigenio. Siempre la ampliacin del

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espacio fue hecha en detrimento del derecho de otros Estados. Los Estados poseedores de un espacio reducido, encuentran su futuro en la integracin con otros Estados que posean intereses comunes. Esta integracin, como se ha explicado, puede ser impuesta o bien comunitaria. Si se encuentra en el primer caso, el Estado ser sometido y cumplir siempre un rol de servicio a la potencia hegemnica. En el segundo, podr compartir roles complementarios y solidarios. El espacio por s mismo, significa potencialidad a disposicin del hombre; el espacio integrado (desarrollado armnicamente) representa poder concreto de una comunidad. La tendencia histrica seala la progresiva integracin de los Estados (regionales-continentales), a fin de dar respuestas a sus comunidades y poder enfrentar airosamente el embate de los intereses imperialistas de las grandes potencias. El proceso de los desarrollos espaciales e integraciones de las comunidades est regido por el cumplimiento de etapas histricas, fundamentalmente la integracin de su territorio, el armnico desarrollo de sus regiones y el afianzamiento del poder nacional. Han existido pueblos cuyo proceso ha sido largo, y en casos an no terminado. Otros han sufrido un proceso menor. Esto se debe a principios y condiciones a veces similares y coincidentes, pero con consecuencias y resultados diferenciados segn la comunidad de que se trate. La madurez poltica de la comunidad ser el factor primordial que guiar y orientar la conciencia de la misma, hacia nuevas etapas de su vida histrica. Poder El hombre siempre fue atrado por el poder, sea ste poltico, econmico, ideolgico, etc. Pese a ello, no es frecuente que el hombre, interprete plenamente el significado superior y trascendente del poder, ni asuma correctamente un compromiso con el destino del hombre mismo. Lo que sucede con el individuo, se agrava en los grupos, sectores, sean stos polticos o econmicos. Es el orden de la creacin, que da origen y legitimidad a las distintas formas del poder. Por esta razn, el poder es esencialmente una funcin de servicio hacia los semejantes. La Iglesia ha conceptualizado y definido perfectamente al poder, previniendo y alertando sobre los abusos, descomposicin y corrosin del mismo, en especial de sus formas ms sectorizadas y absolutas. "Se diviniza el poder poltico cuando en la prctica se lo tiene como absoluto. Por eso, el uso totalitario del poder es una forma de idolatra y como tal la Iglesia lo rechaza enteramente (GS 75). Reconocemos con dolor la presencia de muchos regmenes autoritarios y hasta ofensivos en nuestro continente. Ellos constituyen uno de los ms serios obstculos para el pleno

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desarrollo de los derechos de la persona, de los grupos y de las mismas naciones. (La Evangelizacin en el presente y en el futuro de Amrica Latina III Conferencia General del Episcopado Latinoamericano Documento de Puebla - El Hombre y el Poder - 500). Contina el mismo Documento en 501 "Desafortunadamente, en muchos casos, esto llega hasta el punto que los mismos poderes polticos y econmicos de nuestras naciones ms all de las normales relaciones recprocas, estn sometidos a centros ms poderosos que operan a escala internacional. Agrava la situacin el hecho de que estos centros de poder se encuentran estructurados en formas encubiertas, presentes por doquier y se sustraen fcilmente al control de los gobiernos y de los mismos organismos internacionales". "Es urgente liberar a nuestros pueblos del dolo del poder absolutizado para lograr una convivencia social en justicia y libertad, efecto, para que los pueblos latinoamericanos puedan cumplir con la misin que les asigna la historia como pueblos jvenes, ricos en tradiciones y cultura, necesitan de un orden poltico respetuoso de la dignidad del hombre, que asegure la concordia y la paz del interior de la comunidad civil y en sus relaciones con las dems comunidades". (502) De acuerdo a su alto significado moral e histrico, el poder debe cumplir primariamente los requisitos fundamentales que el citado Documento de Puebla especifica. "La igualdad de todos los ciudadanos con el derecho y el deber de participar en el destino de la sociedad, con las mismas oportunidades, contribuyendo a las cargas equitativamente distribuidas y obedeciendo las leyes legtimamente establecidas". (503) "El ejercicio de sus libertades, amparadas en instituciones fundamentales que aseguren el bien comn, en el respeto a los derechos de las personas y asociaciones"(504) "La legtima autodeterminacin de nuestros pueblos que les permita organizarse segn su propio genio y la marcha de su historia (GS 74) y cooperar en un nuevo orden mundial" (505) "La urgencia de restablecer la justicia no slo terica y formalmente reconocida, sino llevada eficazmente a la prctica por instituciones adecuadas y realmente vigentes"(506). El enfoque eclesial, alumbra el sentido moral, vigoriza la legitimidad y otorga la medida y trascendencia al poder, en el contexto del proceso de la humanidad y en el marco de la historia de los pueblos. El poder poltico es el fin supremo de la lucha de las comunidades. Este est logrado en forma relativa, en la medida en que se consiga el equilibrio en la suma de los factores que integran el poder poltico y su participacin efectiva en el proceso (econmico, social, cultural, educativo, militar). El poder es una fuerza esencialmente social que busca dirigir comportamientos humanos, un elemento de la sociedad que a travs de la poltica

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busca obtener y ejercer. Tanto poder como poltica constituyen la constante esencial de la sociedad. El poder pretende siempre ser soberano aunque no siempre pueda serlo. Pero esta naturaleza cualifica a la soberana en el Estado-Nacin. Una Nacin es soberana cuando no existe Otro poder sobre ella que la condicione a intereses extraos a su pueblo. Por esta razn la soberana del poder est radicada en el Estado-Nacin y se expresa por el pueblo. El Poder posee un valor instrumental en beneficio de otros valores. El poder por el poder mismo es antitico, corrompido y contranatura. Cuando el Poder pierde su fin social, carece de legitimidad y vulnera el objetivo del bien comn. El Poder imperial podr subsistir lapsos prolongados, pero indefectiblemente est signado por una claudicacin histrica. El poder nunca es absoluto o irrestricto, sino que est condicionado por diferentes factores de distinta naturaleza. Sin embargo, toda tendencia a compartir el poder es sntoma de mediocridad. El proceso dialctico desgasta al poder, ya sea directa o indirectamente, llevndolo por diversas etapas que gozan de determinadas relatividades. El poder poseer un significado superior y trascendente en la medida que responda a la natural perfeccin y al proceso de desarrollo justo de los pueblos, a los cuales se debe. Esto significa que en su ms alta acepcin, el poder, para ser legtimo, justo, trascendente y moral, debe cumplir una gran funcin de servicio hacia el pueblo, sin desmedro de otras comunidades internacionales. El poder debe as, garantizar la transformacin de las sociedades hacia etapas superiores. Toda vez que el poder sirva para neutralizar la mutacin natural de la evolucin humana, no solamente provocar desajustes y reacciones que pueden llegar a la violencia, sino que llevar implcito en s mismo, el germen de la autodestruccin. El espacio y el ejercicio del poder poltico. Un ejemplo esquemtico El hombre vive en el espacio y lo modela, es decir, lo organiza. Dicha organizacin, en tanto tiene por fin la satisfaccin de alguna necesidad, constituye un hecho poltico. A diferencia de lo que proponen algunos autores (escuela francesa de geografa), para captar la realidad en que nos toca movernos, en toda su complejidad, no podemos partir del anlisis de lo local, seguir con lo regional e insertarlo luego en lo continental, etc. Por el contrario, pensamos que el anlisis debe invertirse, aprehendiendo la realidad mundial inicial-mente a fin de analizar correcta y objetivamente las situaciones regionales y nacionales. Una primera aproximacin nos muestra al espacio mundial dividido en Estados nacionales, que aglutinan en su seno a comunidades organizadas en

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diferentes sistemas poltico-econmicos y con diferencias sustanciales entre ellos (filosficas, religiosas, culturales, organizacin poltica, social, econmica, militar, etc.); cada una de las cuales deja su marca visible en el espacio geogrfico donde acta. Para una segunda aproximacin a la realidad mundial, la historia nos ensea que los Estados, como mximos exponentes de los grupos humanos que actan sobre el espacio, se han relacionado entre s de muy diversa manera y con objetivos variables (conquista, destruccin, integracin, desmembramientos, alianzas poltico-militares, relaciones comerciales o culturales, penetracin econmica, dominio de recursos naturales, de infraestructura, de servicios, etc.). De estas relaciones surgen tendencias histricas ms o menos constantes que los Estados pueden convertir en objetivos polticos (ampliacin de esferas de poder), poltico-geogrficos (salida al mar, apropiacin de cuencas hidrogrficas) o econmicos, que para ser cumplidos requieren de pueblos cuantitativa y cualitativamente aptos en el marco de adecuadas motivaciones. Por ltimo la historia nos permite establecer una constante predominante en la evolucin de la humanidad: la existencia de pueblos conquistadores y pueblos conquistados; consecuentemente, como el hombre "crea la geografa casi al mismo tiempo que la historia" (Baudeville), las polticas aplicadas por los grupos humanos a travs de los Estados quedan perfectamente reflejadas en el espacio, que se convierte as en factor poltico de primera magnitud. Poltica y geografa han sido a lo largo de la historia conciente o inconcientemente los elementos bsicos de la conduccin de los Estados. Brevemente veamos como se refleja la poltica de los Estados en la organizacin del espacio mundial actual. El mundo es susceptible de ser dividido en dos grandes grupos: I) Los pases industriales, desarrollados o centrales, situados en el hemisferio Norte; y II) Los pases denominados subdesarrollados, "en vas de desarrollo" o perifricos. Luego I) es posible subdividirlo: I.a - Bloque capitalista hegemonizado por EEUU I.b - Bloque socialista hegemonizado por URSS. Constituyen dos sistemas econmicos prcticamente autnomos, aunque con creciente interdependencia motivada por la necesidad de capitales y tecnologa de I.b y por la necesidad de nuevos mercados de I.a. El grupo de pases perifricos, tambin llamado Tercer Mundo, es un conjunto de Estados sobre el que los pases centrales enfrentan sus fuerzas tratando de ampliar sus esferas de poder. La caracterstica ms saliente del conjunto es la DEPENDENCIA (econmica, poltica, militar, cultural) lo que acarrea situaciones de vasallaje en grados variables y un empobrecimiento progresivo para la mayora. El grupo de pases perifricos, tambin llamado Tercer Mundo, es un conjunto de Estados sobre el que los pases centrales enfrentan sus fuerzas tratando de ampliar sus esferas de poder. La caracterstica ms saliente del conjunto es la DEPENDENCIA (econmica, poltica, militar, cultural) lo que acarrea situaciones de vasallaje en grados variables y un empobrecimiento progresivo para la mayora.

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De esta manera los Estados se mueven en el marco de dos contradicciones mundiales. a. Norte-Sur (esencialmente socio-econmica). b. Este-Oeste (fundamentalmente ideolgica, poltica y econmica) Adems los distintos factores interdependientes producen contradicciones menores o subsidiarias (Entre bloques - interbloques - interestados - interregionales - etc.). Caracteres de la organizacin espacial a escala nacional

I.a. y I.b. poseen sus espacios nacionales integrados regionalmente; es decir poseen territorios en los que las diferentes regiones desarrollan sus posibilidades de crecimiento econmico-social en forma relativamente armnica, posibilitadas por adecuadas planificaciones (URSS, Francia, Gran Bretaa) y la creacin de infraestructura social bsica en las tareas menos favorecidas junto con descentralizaciones administrativas y de las redes de transporte y comunicaciones. En algunos macroestados (Canad URSS) estn en proceso de poblamiento vastas regiones vacas. II. se caracteriza en cambio por profundos desequilibrios demogrfico-econmicos que se manifiestan espacialmente en una reiteracin del esquema mundial, vale decir, regiones centrales con cierto grado de desarrollo relativo y regiones marginales desconectadas entre s y absolutamente dependientes de las primeras. Esta organizacin espacial ha respondido a una poltica con bases geogrficas y econmicas, que los Estados centrales han aplicado en sus territorios nacionales y en los espacios de los Estados ms dbiles. Los viejos imperios coloniales (Espaa, Portugal, Francia, Gran Bretaa) organizaron los espacios conquistados en funcin de las necesidades metropolitanas. La ocupacin de espacios colonizados tena por finalidad crear apndices de la economa de la metrpoli, es decir, complementarla. Se trataba, en general, de instaurar economas destinadas a la produccin de materias primas, fueran minerales, vegetales o alimentos para abastecer a las metrpolis y desarrollar su comercio exterior y, posteriormente, alimentar los bosques de chimeneas que crecan sin cesar en Europa luego de la revolucin industrial, estableciendo en moldes que persisten hasta hoy a nivel espacial, lo que se ha denominado "divisin internacional del trabajo". Este tipo de ocupacin, determin, en la inmensa mayora de los casos, un poblamiento marginal, generalmente en las fachadas martimas, zonas naturales de contacto entre las metrpolis y sus colonias. En el caso de explotaciones mineras, pese a radicarse en el interior, estaban directamente vinculadas a los puertos. Es decir, que los pases perifricos sufrieron distorsiones en el proceso de ocupacin y explotacin de lo que hoy constituyen sus espacios nacionales en virtud de una geopoltica imperial. La divisin en pases centrales y

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perifricos, como vemos, es bastante antigua. En la actualidad, han cambiado los actores pero el escenario se mantiene. Siguen existiendo geopolticas que conducen a un Estado o grupo de Estados a dominar a otros ms dbiles. Es el imperialismo econmico o neocolonialismo que viene de los pases centrales a dominar los Estados perifricos. Estos ltimos son ahora "independientes" y hasta tienen su sitial en las Naciones Unidas, donde suelen obtener "victorias diplomticas", pero la realidad los sigue mostrando como productores de materias primas diversas, los menos, y casi monoproductores los ms. Espacialmente aparecen regiones centrales con sectores de economa moderna (ligado al exterior) establecido en alguna gran ciudad, la que acta como "polo de subdesarrollo" pues ella succiona la riqueza generada del interior del pas a la vez que hacia ella migra la poblacin del interior empobrecido, aportando mano de obra barata y engrosando la poblacin marginal, que se hacina en verdaderos cinturones de villas miserias, favelas o callampas. La organizacin espacial no ha tenido variantes (salvo contadas excepciones) porque los sectores claves de las economas de la periferia son propiedad de las empresas monoplicas multinacionales, que manejan los recursos naturales del subsuelo o del suelo, las industrias dinmicas, la tecnologa industrial, las finanzas, los transportes internacionales, los seguros, etc. Hasta aqu una geopoltica de dominacin que profticamente anticipara Alexis de Tocqueville en 1835: "Hay en la actualidad en la tierra dos pueblos que partiendo de dos puntos diferentes parecen avanzar hacia el mismo objetivo: son los rusos y los angloamericanos".

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Consideraciones sobre la GeopolticaCondiciones de la Geopoltica La geopoltica est condicionada por principios que surgen de la geografa, poblacin, vas de comunicacin y la poltica de cada Estado respecto de stas. De esta manera, todo Estado que intenta lograr una modificacin de su estructura poltica, ampliacin de territorio o proyectar su esfera de accin para abarcar un mayor dominio, se vale de un principio que es: "operar el avance sobre la lnea de menor resistencia". Estas lneas de avance son estrategias aplicadas a cada caso particular, segn el medio geogrfico en que se desarrollan. Esta fase ejecutiva se vale de la estrategia, al servicio de la poltica superior del Estado. El modo de accin se desarrolla interrelacionando constantes o tendencias polticas histricas, que se pueden resumir en lo siguiente: 1. Aspiraciones hacia el dominio de la totalidad de la cuenca hidrogrfica. 2. Aspiracin de salida hacia el mar. 3. Aspiraciones hacia las costas opuestas, cuando se posee un litoral martimo. 4. Aspiraciones de los Estados a extender su esfera de dominio. 5. El cruce de los grandes espacios transcontinentales. 6. Aspiraciones de los pueblos a lograr la unidad nacional. Estas tendencias constituyen objetivos que ningn Estado o imperialismo ha dejado de considerar o adherir, desde la antigedad hasta nuestros das. Estas metas, normalmente resultan muy visibles, por lo que no es difcil interpretar la concepcin geopoltica de determinados Estados. El "leit motiv" de los movimientos de cada Estado resulta as detectable sin mayores dificultades, tanto ms que de su situacin geogrfico-poltica, surgir la variante geopoltica que se adecua a sus aspiraciones. La geopoltica es un factor de anlisis (uno entre otros) del marco situacional, estando presente en todos los exmenes (apreciaciones-resoluciones) de la conduccin superior del Estado.

Elementos fundamentales de la geopoltica Como toda disciplina, la geopoltica est asistida por principios evidenciados

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a travs de la historia, los que, conjugados armoniosamente, facilitan la interpretacin ajustada de esta materia. La geopoltica tiene tres factores bsicos a considerar: tres elementos fundamentales, insustituibles y de cuyo anlisis conjugado devendr una correcta aplicacin disciplinaria. El primero es el poltico, el segundo es el espacio y el tercero es la poblacin. Poltica, espacio y hombre, son los componentes esenciales de la geopoltica. Poltica en funcin de poder, espacio con todas las condiciones potenciales necesarias, y poblacin, propietaria de una cultura trascendente que le otorga conciencia nacional sobre cuya base construye y desarrolla su territorio, sus instituciones jurdicas y el poder nacional. Un gran espacio sin la presencia de un conglomerado humano ideolgicamente homogneo, o carente de una cultura trascendente, no singularizar ningn proceso. (Por ideologa entendemos los modos de conducta y conjunto de creencias de un pueblo que conforman un estilo de vida). El espacio proporciona el hbitat insustituible para lograr el poder. La poblacin, factor geohistrico imprescindible, aprovechar el espacio para desarrollar su potencial y proyectar su poder partiendo de la dimensin nacional. Una correcta apreciacin de los parmetros, es requisito indispensable para elaborar una certera doctrina geopoltica nacional. El error en la concepcin trae siempre consecuencias implacables. Una doctrina geopoltica equivocada, servida por una idea estratgica adecuada, podr dar slo frutos temporarios, que se desvanecern a medida que el proceso transite por etapas crticas. Aunque la estrategia sea adecuada, si la idea geopoltica est desfasada de la realidad, todo decantar por fin, en etapas de cruda coyuntura y profundas crisis, que incidirn en el proceso histrico. Una concepcin geopoltica errnea, asentada en una conduccin estratgica desacertada ir al fracaso en corto lapso. Slo una doctrina geopoltica realista, implementada por una estrategia correcta, podr dar frutos positivos. El error en la teora geopoltica llevar al Estado a persistir y ahondar deficiencias, ocasionando consecuencias prcticamente irreversibles y agudizando cada vez ms la incertidumbre de un proceso nacional, para el que no se vislumbra una trascendencia basada en claros objetivos. La historia, as como los grandes pensadores, nos demuestran que: en geopoltica, espacio y poblacin son componentes imprescindibles, de cuya ajustada y correcta conjugacin en el marco de la situacin mundial, resultar la doctrina ms realista que deber estar servida por una conveniente estrategia nacional. De esta manera, en una zona o regin geogrfica determinada, se genera una situacin peculiar, producto de la interaccin entre las polticas que confluyen desde el interior y el exterior, creando un espacio poltico comple-

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jo, casi siempre conflictivo y a menudo de carcter crtico, que es de marcada movilidad y en el cual la inexistencia de estrategias nacionales y su correlativa doctrina poltica pueden enclaustrar a un Estado dentro de sus lmites, anulando su actuacin internacional o, incluso, convertirlo en vasallo de otros Estados poseedores de objetivos definidos y cuyo logro se imple-menta con el correcto manejo de ese complejo espaciopoltica. Para conocer su naturaleza, se hace necesario (ineludible) rastrear histricamente, a fin de descubrir las tendencias profundas, discernir lo principal de lo secundario, bisectar la problemtica y desentraar la proyectiva. Geopoltica de la servidumbre y geopoltica de la liberacin Como todo conocimiento, la geopoltica est al servicio del hombre. Los conductores se han valido de ella para pergear los lineamientos polticos de sus pueblos. Es as que las grandes potencias la emplearon para concebir y pragmatizar sus imperios. La geopoltica del opresor, est basada fundamentalmente en la concepcin del dominio y la esclavitud. En contraposicin, la geopoltica del oprimido, se asienta en la necesidad de la independencia y la autodeterminacin. La primera es la geopoltica imperial al servicio de Estados colonialistas. La segunda es la geopoltica de la liberacin, al servicio de pueblos sojuzgados. Aquella agrupa naciones con vocacin de imperio, sta, pueblos en lucha por la autodeterminacin. Este somero enunciado muestra que la disciplina en consideracin depende, en su concepcin y ejecucin, de un sentido y de un sentimiento. Estos son los parmetros que enmarcan el tipo y el carcter de la idea geopoltica de una nacin. La concepcin de vida y los intereses objetivos determinan el concepto geopoltico e identifican la miseria o grandeza de un pueblo, indicando la lnea desptica imperial, o bien sealando la comunidad solidaria de la liberacin. Carcter de la geopoltica La idea geopoltica no puede ser improvisada ni tratada superficialmente. En primer lugar, su concepcin debe asentarse en la historia y en la realidad. Todo proyecto deber contener las ideas propias del pueblo, consustanciadas con el ambiente geogrfico relativo y absoluto, del Estado de que se trate. En segundo lugar, se hace necesario que sea conocida, interpretada y asumida por la sociedad nacional, a fin de transformarla en doctrina permanente de la nacin. Por ltimo, esa doctrina requiere una sostenida aplicacin en el tiempo. Las metas a lograr sern determinadas en etapas, segn la dimensin

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del problema tratado, pero la teora debe ser "sin tiempo". Slo la permanencia de la doctrina geopoltica a travs de las generaciones, permite a un Estado lograr los objetivos propuestos. Sirva de ejemplo la historia de las grandes potencias que, a despecho del rgimen imperante, del tiempo transcurrido, de las crisis coyunturales sufridas, de los gobernantes de turno, de los procesos econmico-sociales y de las guerras mantenidas, nunca dejaron de sostener la geopoltica correcta para sus intereses, en funcin de sus estilos de vida, sentimientos y realidades. Vicios, defectos y virtudes de la geopoltica Decamos que la doctrina geopoltica debe ser una concepcin ajustada a la realidad del pas, que requiere decisiones polticas, instrumentadas a travs de maniobras estratgicas que abarcan los distintos campos y actividades. No existen decisiones o soluciones geopolticas. Slo hay resoluciones polticas, exclusivamente polticas. La correcta interpretacin, valoracin, aplicacin de la teora geopoltica ha demostrado que resulta esencial en todo proyecto nacional e internacional. Pero existe una proliferacin de "geopolticos" con teoras subjetivas e irreales, que entraan riesgos que pueden derivar en situaciones graves, a veces irreversibles. La geopoltica se presta mucho, como la estrategia, para las ficciones de iniciados y pseudo analistas, que normalmente la utilizan como elemento de promocin personal. Nada ms peligroso que los geopolticos y estrategos "hechos a dedo", porque inseminan anticonceptos que llevan a equivocar gravemente los postulados polticos y las programaciones estratgicas de un Estado. La historia abunda en esta clase de ejemplos. Tambin hay que estar prevenidos con relacin a los aficionados a esta disciplina, que utilizan publicaciones y posturas que neutralizan y destruyen la correcta posicin de los movimientos nacionales. Tales improvisados suelen estar al servicio de los intereses hegemnicos de alguna potencia y representan la ms acabada expresin del "idiota til" que el "sistema" utiliza para mantener la dependencia. Estos agentes se presentan en cuanta oportunidad se ofrece, pregonando ideas o sosteniendo posturas que aten-tan contra la autodeterminacin de los pueblos. La geopoltica es una disciplina que trabajando con base cientfica, busca conjugar los factores que la componen, ajustndolos a la realidad del Estado y proyectando su sntesis. Slo en este caso cumple su funcin de auxiliar de la poltica. Si se pretende emplearla como entretenimiento intelectualoide, es til para inflamar la verborragia de los "estrategas de caf". La contaminacin y vicios de la geopoltica bsicamente derivan de la superficialidad y la falta de creatividad, que caracterizan a quienes viven

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alejados de la realidad. La principal virtud de toda doctrina geopoltica, ser la de responder a la forma de pensar y sentir del pueblo a quien sirve, para que ste la asuma plenamente. Caso contrario la rechazar. Y teora geopoltica sin respuesta legtima, posee un sentido esclertico sin proyecciones en el tiempo. Frontera geopoltica As como existe una frontera poltica materializada geogrficamente a caballo de un lmite, tiene vigencia la frontera geopoltica enmarcada en un espacio que normalmente est alejada de la primera. La frontera geopoltica es una zona, rea, regin o pas, allende la frontera fsica, situada normalmente en espacios llamados de transicin, donde se juega el desarrollo pro-yectivo de la poltica de un determinado Estado. Normalmente, cuanto ms poderoso es el Estado, ms lejanas se hallan las fronteras geopolticas del propio territorio. En ese espacio de transicin, se desarrollan influencias recprocas, en procura del dominio del rea y de la prevalencia de los propios intereses. La frontera geopoltica puede situarse as en Estados vecinos o bien en otros continentes. Estas fronteras pueden encontrarse en situaciones de retroceso, de avance o bien estacionarias. En este sentido, todo Estado debe comprender este fenmeno y conocer bien dnde y en qu estadio se encuentran sus fronteras geopolticas. El litigio que se dirime en las fronteras geopolticas, puede tener tanta o ms importancia que las tensiones que se ocasionan en la propia frontera poltica. La frontera geopoltica se halla expuesta a una constante mutabilidad, que a veces se torna en rpida transitoriedad. Los Estados que se encuentran en ellas, o dicho en otras palabras, que constituyen fronteras geopolticas de naciones ms desarrolladas, sufren no slo la dependencia de stas, sino tambin directamente las consecuencias de las tensiones que genera la situacin mundial. Ante un mundo en constante crecimiento demogrfico, tecnolgico, industrial, comercial, militar, etc., los lmites naturales y los convencionales han sido superados; en consecuencia la fuerza de los hechos ha dado an mayor vigencia a las fronteras geopolticas. La historia ensea que as como la prdida de zonas de fronteras polticas seala el proceso declinatorio de un Estado, de la misma manera la retraccin o retroceso de las fronteras geopolticas indican la declinacin de las potencias hegemnicas. El Estado que desprecia sus fronteras geopolticas, o que no las atiende convenientemente, se sita en el grupo que oscila entre la declinacin desintegradora y la dependencia permanente. El mantenimiento de la frontera geopoltica, exige atender a objetivos

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de seguridad y, consecuentemente, a medios para lograrlos; tales como un planeamiento para la defensa y una accin de desarrollo econmico y social. De sta manera se proveer al dominio y control del espacio, a la vez que se impedir al oponente el incremento de su esfera de accin. La frontera geopoltica constituye un espacio peculiar, cuyo dimen-sionamiento estar en funcin de los objetivos nacionales y de la situacin que se viva. De acuerdo con esto podr adquirir un significado vital o bien un carcter secundario. Las naciones con proyectiva histrica asignan un gran valor a los espacios allende sus fronteras, porque ineludiblemente en ellos se dirime el porvenir hegemnico del poder relativo existente entre las. mismas, o su equilibrio. La frontera geopoltica es algo vivo, dinmico y concreto; sufre las fluctuaciones de una lucha permanente y absorbe las tensiones de intereses encontrados. En ella se desarrollan enfrentamientos de orden cultural, econmico y financiero, sin descartarse segn el valor que posean la lucha armada, ya sea fomentando la divisin interna de los pueblos o bien con el signo de la invasin militar. Sea cual fuere la forma o el modo en que se desarrollan los acontecimientos, los mismos implican una evidente agresin a los derechos de los pueblos que habitan ese espacio geopoltico por parte de los intereses de las potencias hegemnicas, que en definitiva, les asegura el crecimiento de la calidad de vida a su poblacin, en un marco de retaguardia estable y segura. Las fronteras geopolticas son, pues, grandes espacios de transicin, convulsionados y agredidos por intereses extranacionales, en pugna por el control de los mismos. De esta manera, en las fronteras geopolticas se incuban constantemente tensiones y conflictos, resultantes de las polticas confrontadas de distintos Estados y sus intereses. Por consiguiente, las regiones que son fronteras geopolticas de naciones ms desarrolladas constituyen zonas amortiguadoras, caracterizndose por la inestabilidad poltica, la dependencia econmica y la enajenacin cultural. Estos pueblos estn sujetos a los vaivenes y contradicciones que se generan a nivel mundial; son vctimas de la lucha por el equilibrio de intereses extranacionales y viven en el subdesarrollo, con peligro siempre latente de particin territorial. La frontera geopoltica puede coincidir con la frontera poltica. Este caso presentar circunstancias especiales, por cuanto el espacio en que se desarrollarn los conflictos, incidir directamente en el interior de los Estados vecinos, tornndose insegura su retaguardia, con una secuela de inestabilidad en el frente interno. En todos los casos, las fronteras geopolticas poseen un carcter estratgico, cuyo valor estar en relacin con el poder y con los objetivos perseguidos. En la frontera geopoltica se juega la seguridad, las ventajas estratgicas

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y las capacidades de las naciones intervinientes. Porque el grado de dominio en un espacio geopoltico, significar el avance o retroceso de la ac-cin poltica de un Estado. Todo estudio sobre seguridad nacional, deber incluir indefectiblemente, la consideracin y la determinacin de las propias fronteras geopolticas. Las vanguardias del Estado se encuentran en las fronteras geopolticas. La retaguardia en la situacin geopoltica interna. (Integracin territorial armnica, desarrollo econmico-social, unidad del frente interno). La Geoestrategia Muchos autores han tratado el tema de la geoestrategia, analizando y explicando su interrelacin con la geopoltica y dems ciencias. No obstante, la vertiente cientfica ms consultada y de reciente data, se halla concretada en los medulosos estudios de Pierre Clerier y el tratadista Le Notier, almirante francs, que introduce el factor psicolgico en el anlisis geopoltico. En el orden nacional, es Justo P. Briano principalmente quien dedica una completa interpretacin a la acepcin de la geoestrategia, basndose por supuesto en la investigacin y conclusiones de Clerier. Es de rigor entonces, que para tratar el tema, debamos referirnos a Clerier, sus pensamientos y su metodologa, aunque fuere solamente en los aspectos medulares que hacen al tema. El contralmirante francs Pierre Clerier, de la escuela posibilista, ofrece un enfoque particular de la geopoltica y su relacin con la estrategia. La tesis sustentada en su obra "Geopoltica y Geoestrategia", sostiene la globalidad estratgica ante un mundo planetario. Si bien la estrategia contina vigente en el campo militar, en razn de la situacin que presenta el mundo moderno, debe asumir medios de representacin y conceptualizacin geoestratgicas. De esta manera condiciona ambas ciencias al campo, dimensin y trascendencia en que actan, describiendo a la geoestrategia como la ciencia de relaciones entre la estrategia y la geografa. El pensador francs realiza una clasificacin de los factores geogrficos y sus relaciones con las distintas ciencias y disciplinas, advirtiendo que: "La geopoltica apela ms o menos directamente a todos los factores de la geografa general, pero hay varios que le conciernen ms especialmente, ya que le confieren su carcter propio, determinan su extensin e inspiran sus conclusiones". Estos elementos especiales son los que el autor califica como "factores estables" y "factores variables" de la geopoltica, especificando: "Pero hay que tener presente que su interdependencia es grande en la realidad y que su estabilidad no es nunca definitiva". Trataremos de explicar la tesis de Clerier, para una mejor interpretacin,

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a travs del cuadro sinptico que sigue: Extensin Configuracin Posicin Medio Fsico (Relieve-clima) Poblacin Recursos Estructura Social Estructura Poltica Estructura Econmica Historia Desarrollo Resultante Conflictos Ideologas de la Interaccin Cultura Estrategia entre los Factores

Factores Estables Espacio Geopoltico Factores Variables

Los factores geopolticos condicionan el aspecto poltico del mundo, pero tambin permiten prever las orientaciones del proceso y hasta sus posibles consecuencias. Al afirmar esto, Clerier explica la ntima interrela-cin de estos factores, su accionar como causa y efecto y la permanente vigencia en la relacin que juegan entre la Poltica y la geografa (geopoltica) y la resultante de este complejo accionar. La geoestrategia, segn el marino de marras, es la relacin existente entre los problemas estratgicos y los factores geogrficos. Aclara al respecto que: "Estos factores no son como otrora los caracteres fsicos de las regiones, sino todos cuanto hemos visto desempear un papel en Geopoltica. Sus efectos son aqu y all comparables. El militar y el poltico deben contar con ellos en sus respectivos planes; y stos encuentran en ellos bases comunes que exigen una confrontacin preliminar y una estrecha combinacin tanto en tiempo de paz como en tiempo de guerra. Por eso la estrategia debe ser otra, en los ms altos escalones, del gobierno asistido por los estrategos". "La Geoestrategia, hermana menor de la Geopoltica, forma con ella un homogneo dptico que de este modo ofrece al poltico y al militar igual mtodo de aproximacin a los problemas necesariamente conexos en el mundo actual. En consecuencia, adquiere poco a poco derecho de ciudadana, ya que estudian juntas relaciones esenciales en la vida moderna del pas." Clerier analiza en profundidad la estrategia y su relacin con la conduccin poltica del Estado, as como la estrategia y la conduccin militar en el marco de un teatro de guerra donde se realizan operaciones interarmas (conjuntas y/o combinadas) para ofrecer esta conclusin: "Para terminar se imponen dos observaciones. Por una parte, lo que acabamos de decir es vlido tanto en el plano nacional como en el cuadro de una coalicin en la que cada escaln, los organismos se convierten en interaliados. Por la otra, sean cuales fueren las dimensiones de un conflicto, la estrategia debe proyectarse en un cuadro muy amplio, siempre ms extenso que la parte del globo a la que concierne directamente; y en cuanto el conflicto cobre importancia conviene colocarlo en una estrategia de escala planetaria que, ms que cualquiera otra, debe sustentarse sobre vistas geopolticas del mundo." Ms adelante expresa: "La estrategia debe por consiguiente, no slo conducir la batalla propiamente dicha, sino tambin esforzarse en alcanzar esos objetivos geopolticos 38

en el adversario y proteger los propios. Por ello la geoestrategia ocupa un lugar cada vez mayor y debe adaptarse constantemente a la circunstancia general". Afirmando ms la idea y demostrando la nueva situacin del mundo, Clerier expone: "El conflicto generalizado se desarrolla en el marco mundial y debe pensarse as. Se trate de la puesta en juego, de los medios y de las armas, o de las dimensiones fsicas, todos los elementos deben multiplicarse con respecto a las condiciones del pasado. Por lo tanto, ya no es posible considerar la alta estrategia sobre el mapa detallado de un pas, sino sobre la carta del mundo, y pedimos a la geoestrategia que nos despeje las lneas de fuerza y las grandes masas de un cuadro de conjunto." Esta vasta estrategia con dimensiones planetarias, debe estar asentada en dos bases u organizaciones ligadas a la geografa. La primera, una organizacin del Comando estrechamente condicionada y enmarcada en la situacin geopoltica. La otra se refiere a una organizacin militar coherente, estructurada sobre "Bases" en los puntos claves que la situacin geopoltica aconseja. "La estrategia general es en adelante planetaria y un teatro de operaciones particular debe colocarse en este marco en razn de las mltiples interdependencias que caracterizan al mundo actual." Clerier especifica que la geoestrategia es la ciencia de las relaciones entre la estrategia y la geografa, pero vinculada a travs de sta con la poltica que acta a su vez sobre ambas. En otra palabra, para Clerier, la estrategia est asociada a la poltica a travs de la geografa, lo que en el marco planetario da lugar a la geoestrategia. El presente esquema pretende ejemplificar lo expresado:

De este modo, la geoestrategia en su ms intima naturaleza es esencialmente interdisciplinaria, cuyos mbitos son el sistema planetario y continental. Consiste en una metodologa dinmica, multifactica e interrelaciona-da, semejante a la estrategia de quien hereda sus atributos principales. Esto significa que la geoestrategia, persigue al igual que la estrategia, la adecuacin de medios, el planeamiento de las disponibilidades, para responder de la forma ms adecuada a una amenaza potencial o a una ofensiva desatada. Clerier descubre el trmino de estrategia encuadrada en la concepcin geopoltica, al referirse a los problemas de seguridad y defensa de los bloques mundiales. Pensamos que a una situacin geopoltica le corresponde un planeamiento geoestratgico, en el marco dimensionado por Pierre Clerier. De este modo se simplificar la interpretacin, se facilitar su comprensin y aplicacin, mientras la natural evolucin, nos llevar con nuevos aportes, a decantar el concepto. A una geopoltica, le corresponde la servidumbre de una geoestrategia, ambas orientadas por la poltica, sirviendo a los objetivos que sta se proponga, y asentadas en un espacio geogrfico, valindose de sus factores y elementos, para disponer, administrar y conducir los propios medios, en la bsqueda de las metas comprometidas. 39

Los factores (estables-variables) que enmarcan una situacin geopoltica, se conjugan para una propuesta geoestratgica. El mtodo del anlisis geoestratgico, no difiere sustancialmente del mtodo de la estrategia. La diferencia consiste en el macrodimensionamien-to de la primera y en la gradacin y consistencia con que juegan los distintos factores en la conjugacin para la apreciacin, planeamiento, decisin y control de las operaciones. En el encuadre descripto, la Geoestrategia asumira la disputa por las fronteras geopolticas. A su vez, simultneamente, sera responsable de la proyeccin geopoltica del Estado. Al tenor de esta interpretacin, la Geoestrategia consistira en el arte y ciencia en la disposicin, de los factores y medios, en la concrecin de acciones y en el control de las mismas, dentro de un macro espacio y en un tiempo determinado. La Geoestrategia tiene el campo especfico en la Seguridad y Defensa Nacional, satisfaciendo el marco de la conduccin superior del Estado y del Factor Militar. Se corresponde en niveles operaciones con el mbito geogrfico, as como en el tctico con el estudio del terreno. La correlacin entre geopoltica y geoestrategia es terminante. A una concepcin establecida de la primera, corresponde la prescripcin de una teora adecuada de la segunda. De esta manera, una geopoltica acertada, servida por una geoestrategia inadecuada decantar en gruesos errores, difcilmente corregibles. De la misma forma, una geoestrategia conveniente basada en una geopoltica desproporcionada, devendr en agudas crisis y fracasos irreversibles. Una concepcin geopoltica positiva requiere ser realista, asentada en gne