fycv volumen 8 nº1
DESCRIPTION
FYCV Volumen 8 nº1TRANSCRIPT
Los datos personales que usted nos facilita serán incluidos en un fichero de la ASOCIACIÓN ESPAÑOLAde FISIOTERAPIA en el DEPORTEpara gestionar la relación con usted. Usted tiene los derechos deacceso, cancelación, rectificación y oposición, que podrá ejercitar mediante escrito dirigido mediante correoelectrónico a la dirección de la Asociación: . Es posible que en un futuro utilicemos sus datos personalespara informarle sobre nuestros productos y/o que comuniquemos tales datos a empresas relacionadascon los sectores deportivo, sanitario, formación, investigación, etc., con el fin de que le informen sobrelos productos o servicios que comercialicen. Si no desea ser informado de nuestros productos o servicioso de los de terceras empresas, señale con una “x” esta casilla (Ley Orgánica 15/1999 de 13 de Diciembre)
4
Los tiempos siguen su habitual trayectoria, ajustándose a un patrón posiblemente amparado en cierta codificación
secuencial, donde aparecen y se hacen historia actitudes, fórmulas, estrategias y comportamientos en condiciones de
ajuste social.
Nuestras fisioterapias, mejor dicho, nuestros múltiples ambientes de fisioterapia se representan y activan en esta sin-
tonía, procurando un servicio formulado en ambiente de servicio, ante unas demandas actuales de exigencia con cier-
ta vitalidad y ajustándose a un patrón social de demanda. Esta actualidad con visos de gloria nos puede llevar a legit-
imar un pensamiento idílico, donde posibles ribetes conformistas pueden aparcarnos en régimen de complacencia.
La preocupación por nuestro futuro nos tiene que procurar en estos tiempos, una inquietud y desazón en debida
correspondencia a mantener una representación en el arsenal sanitario que se ajuste a una visión concreta y específi-
ca de proyección profesional, donde nuestros deberes, ofertas y límites sigan en sintonía temporal con proyección,
arraigo y profesionalidad.
Los vientos de globalización europeos, están arreciando en el tiempo actual y con fuerte prevalencia en los aspec-
tos académicos docentes, proyectando una nueva singularidad, que a pesar de no estar en la actualidad determinada,
sí nos puede hacer pensar, que una nueva fisioterapia se está fecundando en régimen de Grado. Va a nacer una nueva
fisioterapia, con proyección distinta, con peso académico distinto en consonancia con el devenir difusionista que va a
afectar a todas las diplomaturas.
Plausible puede ser nuestra respuesta, y más plausible todavía si somos docentes, en base razonada a que me asiste
de forma sinérgica y automática a otros niveles de representación. Si mi deseo y apuesta es la investigación, aleluya,
ya puedo acceder a un reconocimiento sin tener que optar por caminos vecinales ni atajos inventados, procurándome
una autopista “con peaje” por supuesto, que me va a servir para acreditarme en condiciones de normalidad. Pero si mi
perfil es el asistencial, y estoy todavía en edad de merecer, cierta intranquilidad no debe ser circunstancial, debe ser
una respuesta normal y consecuente en acorde a esta nueva conversión que se nos formula. El campo asistencial es el
fiel reflejo de nuestra profesión, por lo que la previsión, la adaptación y la personificación se deben suponer en un
futuro lleno de nuevas condiciones y de nuevas inquietudes que el campo asistencial debe abordar en un esfuerzo que
nos llevará a apostar por nuevos conocimientos a través de un esfuerzo académico, el cual pensábamos superado.
La vida en si misma sigue delegando, afortunadamente, en condiciones de futuro su apuesta por el presente más
inmediato. La fisioterapia ayuda a seguir viviendo en condiciones de calidad. Profesionalmente, es un deber ajustar
nuestras velas en sintonía con estos vientos y con nuestra historia, donde saltos cualitativos hemos tenido que realizar
aquellos que por razón de edad, ya no estamos en edad de merecer.
Editorial
José Luis García MadridColegiado nº 13 COFRM
6
Colegio de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid • Marc Van Zuilen
• Jorge Rodrigo Rodríguez
Colegio de Fisioterapeutas de la Región de Murcia • Jaime Espinosa Carrasco
• Aurora Ferrer Cantón
Colegio de Fisioterapeutas de la ComunidadValenciana • Manuel Valls Barberá
• Josep Benítez Martínez
Colegio de Fisioterapeutas de las Islas Baleares• Tomás Alias Aguiló
Colegio de Fisioterapeutas del País Vasco• Iban Arrien Celaya
Coordinación• Aurora Ferrer Cantón
• Factores de riesgo de caídas en la enfermedad de Parkinson.--------------------------------- 8Ana Isabel Macías JimenezRoberto Cano de la Cuerda
• El fisioterapeuta y el estado emocional del adolescente minusválido físico.--------------14Nuria Piña Tejeiro
• Educación del paciente asmático. La “escuela del asma”.------------------------------------ 20Antonio Tomas Ríos Cortés
• Valoración de una asignatura por los estudiantes de la diplomatura de fisioterapia.-----------26Celedonia Igual CamachoMª Pilar Serra AñóLaura López BuenoLucía Hipólito Cubedo
• El concepto Perfetti en enfermos apráxicos afásicos.-------------------------------------------34Ignacio Pagola de las Heras
•Normas generales para la presentación de artículos científicos originales.----------------42FE DE ERRATAS: En el número anterior de la revista (volumen 7 - número 3) en el artículo “Opinión de los profesionales sanitarios en rela-ción al tto. actual en el síndrome fibromiálgico” el orden correcto de los autores es: Gloria E. Cano Monsalve, Cristina Carravilla Blanco,Lorena Barrio Lorenzo, Mª Luisa Jérez Martín y César Fernández de la Peñas.Y en el artículo “Abordaje fisioterápico en la osteogénesis imper-fecta” los datos y el orden correcto de los autores son: Cristina Alonso Blanco, María Carratalá Tejada, César Fernández de las Peñas y SergioLerma Lara.
EDITAN: Colegio de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid, Colegio de Fisioterapeutas de la Región de Murcia, Colegio de Fisioterapeutas de la ComunidadValenciana, Colegio de Fisioterapeutas de las Islas Baleares y Colegio de Fisioterapeutas del País Vasco.© Copyright 2005. Colegios de Fisioterapeutas.
Preimpresión e Impresión: LIBECROM, S.A.. Reservados todos los derechos. Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida, transmitida de ningu-na forma o medio alguno, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopias, grabaciones o cualquier sistema de recuperación de almacenaje de información, sinla autorización por escrito del titular del Copyright. Periodicidad trimestral. Depósito Legal: M-41050-1998.ISSN: 1575-4847
Comité de Redacción y Cientifico
Sumario
8
EL TÍTULO DEL ARTICULONuria Piñero TejeroFisioterapeuta Colegiado nº1250 Murcia
Resumen.En la actualidad existe una alta incidencia de caídas en la
población de edad avanzada, constituyendo la sexta
causa de muerte en dicha población. La caída y todas las
consecuencias físicas, psicológicas y sociales derivadas
de la misma han provocado la estrecha relación entre
éstas y la institucionalización de este grupo de población,
con la importantísima repercusión socioeconómica que
de ello se deriva. Las causas de las caídas en la enferme-
dad de Parkinson (EP) pueden ser accidentales, ligadas a
otros procesos patológicos o psíquicos, sin pasar por alto
las causas iatrogénicas derivadas de los efectos secunda-
rios de la medicación.
En la literatura se han descrito que la disminución de los
reflejos posturales, así como la marcha festinante, los blo-
queos motores y las dificultades de la marcha, así como
la necesidad de ayudas para las actividades de la vida dia-
ria constituyen factores predisponentes de caídas en suje-
tos con EP. No ocurre lo mismo con la presencia de movi-
mientos involuntarios y períodos on/off. La ingesta de
múltiples medicamentos, las alteraciones del humor, la
ansiedad y la depresión, así como la ingesta diaria de
alcohol y la presencia de hipotensión postural también
influyen en un aumento del número de caídas en la
población con EP.
Es en la calle donde se producen la mayoría de las caídas,
provocando fundamentalmente contusiones y erosiones
cutáneas localizadas habitualmente en cabeza y cuello,
pierna y rodilla, y pie y tobillo.
Palabras claveEnfermedad de Parkinson; Caídas; Ancianos;
Rehabilitación.
Abstract Nowdays there´s a great incidence of falls in elderly popu-
lation, and this constitute the sixth cause of mortality in
seniors. Fall and all physical, psycological and social con-
secuences derivated have produce the relation between
falls and the institutionalitation in this poblation group,
with the socioeconomic repercusion derivated of this.
Factores de riesgo de caídas en laenfermedad de Parkinson
Ana Isabel Macías Jiménez Fisioterapeuta colaborador de la Universidad Rey Juan Carlos. Unidad deFisioterapia, Terapia Ocupacional y Medicina Física-Rehabilitación. Facultad de Ciencias de la Salud.Universidad Rey Juan Carlos. Colegiada nº 3373 Madrid.
Roberto Cano de la Cuerda Fisioterapeuta colaborador de la Universidad Rey Juan Carlos. Unidad deFisioterapia, Terapia Ocupacional y Medicina Física-Rehabilitación. Facultad de Ciencias de la Salud.Universidad Rey Juan Carlos.Colegiado nº 3320 Madrid.
Falls in Parkinosn´s Disease (PD) may be fortuitous,
because other pathologic or psyquical´s process, and
because iatrogenics causes derivated of secundaries
effects of medication.
There´re descrited that postural reflex reduction, gait fes-
tination, freezing, gait abnormalities, and need of assistan-
ce with activities of daily living (ADL) are risk factors for
falling. Presence of involuntary movements and on/off
periodes haven´t a significative relation with falls. Used of
multiple medications, humour disturbances, anxiety,
depression, daily intake of alcohol and postural hypoten-
sion influence in falls with an increase of the number in
PD population.
Is in the street where occur most falls, producing habi-
tually contusions and cutaneous erosions, localited usualy
in head and neck, leg and knee, and foot and ankle.
KeywordsParkinson´s Disease; Falls; Elderly Population,
Rehabilitation.
Las caídas en la edad avanzada.
Las caídas constituyen actualmente la sexta causa de
muerte en la población de edad avanzada. Cada año,
aproximadamente un tercio de los sujetos con 65 años o
más sufren una o varias caídas, las cuales resultan en
muchos casos en incapacidad, morbilidad y mortalidad
en dicha población, lo que provoca, como resultado
directo de la caída, restricción de la actividad física, alte-
raciones en tejidos blandos, y fracturas(1). Tinetti et al
muestran, en un estudio llevado a cabo con una muestra
de 336 personas de más de 75 años que el 32% se había
caído alguna vez durante el año previo (2). Niino et al
encontraron ratios de caída del 16,5% en individuos
mayores de 60 años en el último año (3).
Un estudio realizado por Bergland et al muestra una inci-
dencia de caídas en una población mayor de 67 años del
24,1% en los 6 meses previos (4).
Las causas pueden ser accidentales, ligadas a una patolo-
gía (afecciones osteoarticulares, del sistema vascular, del
sistema neurológico, déficits sensoriales) o psíquicas. No
hay que pasar por alto las causas iatrogénicas, ya que los
efectos secundarios de la medicación pueden ser respon-
sables de un gran número de caídas. La literatura existen-
te identifica múltiples factores de riesgo en la población
anciana, incluyendo historia de caídas previas, edad
avanzada, sexo femenino y uso de múltiples medicamen-
tos. También la presencia de alteraciones del equilibrio,
inestabilidad postural, alteraciones de la marcha, presen-
cia de ciertas enfermedades o déficits neurológicos (enfer-
medad de Parkinson, ACVA previo,…), dependencia en la
realización de las actividades de la vida diaria, alteracio-
nes cognitivas, ingesta de antidepresivos, sedantes y
antipsicóticos, alteraciones de la visión y presencia de
hipotensión postural se relacionan con un mayor número
de caídas (1, 5, 6).
El género femenino se ha asociado siempre a un mayor
riesgo de caídas (1,2,3,5,6). Fletcher et al, sin embargo, en
un estudio llevado a cabo con una muestra de 2304 indi-
viduos de más de 75 años encontró una mayor inciden-
cia de caídas en los varones, con un riesgo de sufrir una
caída 1.31 veces mayor que las mujeres y de sufrir 2 o
más caídas 1.45 veces mayor. Según el autor, aunque la
literatura existente sugiere que las mujeres tienen un
mayor riesgo de caídas, estos resultados podrían deberse
al hecho de que el hombre tiene más dificultad a la hora
de confesar una caída por factores sociológicos, o a otros
factores asociados al género femenino como la osteopo-
rosis (1).
Caerse y la presencia de miedo a caerse son síndromes
comunes con resultados potencialmente negativos en la
población de edad avanzada. La correlación entre caerse
y la presencia de miedo a caerse está bien demostrada (7,
9
Ana Isabel Macías Jiménez et al
8, 9). Maki et al demostraron que el miedo a caerse esta-
ba asociado con múltiples cambios en la marcha: dismi-
nución de la longitud del paso, disminución de la veloci-
dad de la misma, disminución de las puntuaciones en los
tests de marcha y un aumento de la anchura del paso. Sin
embargo, sólo el aumento de la anchura del paso parece
aumentar el riesgo de caídas (10). La presencia de miedo
a caerse puede provocar una restricción secundaria de la
actividad física, lo que puede dar lugar a un desacondi-
cionamiento y al consecuente aumento del riesgo de caí-
das (7). En este sentido, Herdon et al demostraron que la
práctica habitual de ejercicio constituía un factor protec-
tor de caídas (5). Las alteraciones en la marcha parecen
influir de manera decisiva en las caídas. Graafmans et al
encontraron que dichas alteraciones, junto con la presen-
cia de mareos estaban relacionados significativamente
con la presencia de caídas (11), siendo el riesgo1.65 veces
mayor en estos sujetos (1).
Las alteraciones cognitivas han sido identificadas como
otro posible factor predisponente de caídas. Algunos
autores, sin embargo, sólo aceptan la existencia de una
relación significativa entre la presencia de estas alteracio-
nes y las caídas recurrentes (1). Es importante distinguir
entre los individuos con una sola caída previa y aquellos
individuos con una historia de caídas recurrentes. Una
caída única puede ser debida a un accidente, siendo
menos predictiva. Las caídas múltiples son según Fletcher
más indicativas de factores intrínsecos (1). Un estudio de
Tinetti et al concluye que los factores de riesgo para las
caídas múltiples eran similares a los factores de riesgo
para las caídas aisladas, aunque la magnitud de la asocia-
ción fue mayor para aquellos que se caían de manera
habitual (2).
Factores de riesgo en la enfermedad de Parkinson
La enfermedad de Parkinson (EP) es una afección atribui-
da, de acuerdo con el estado actual de los conocimientos,
al proceso degenerativo idiopático de las vías dopaminér-
gicas, de evolución progresiva e insidiosa. La edad media
de comienzo es de 55 ±11 años (rango 17 a 89 años), de
modo que afecta al 1% de los mayores de 65 años y al 2%
de los sujetos con 85 años o más. La EP es una de las
enfermedades neurodegenerativas más prevalentes en la
población de edad avanzada y una de las principales cau-
sas de caídas en este sector de la población.
Tradicionalmente se ha descrito que las personas con EP
que sufren un mayor número de caídas padecen un grado
más avanzado de la enfermedad. Algunos estudios no
sólo valoran el estadio de la enfermedad, sino también la
asociación entre el número de caídas y una serie de fac-
tores, entre los cuales figuran la edad del paciente, las
ayudas para la marcha, el tipo de ayuda para la marcha,
la ingesta diaria de alcohol, la tendencia postural hacia un
lado del cuerpo, la hipotensión postural, los fenómenos
de bloqueo o congelamiento (freezing) y las dificultades
propias para caminar, girar hacia un lado y levantarse del
asiento (12). Nuestra experiencia clínica nos hace saber
que las personas con EP se caen muy frecuentemente, y
que estas caídas pueden estar relacionadas con la progre-
sión de la enfermedad, con las complicaciones del trata-
miento farmacológico y con el riesgo inherente al proce-
so de envejecimiento. La mayoría de los estudios estima
la incidencia de caídas en los sujetos con EP entre el 60%
y el 65% (12,13,14). La literatura existente muestra que
existe una relación significativa entre la incidencia de caí-
das y el estadio evolutivo de la enfermedad. A medida
que la enfermedad progresa y el sujeto avanza en los esta-
dios evolutivos de la enfermedad, el riesgo de caídas
aumenta de manera significativa. Ashburn et al valoraron
retrospectivamente 63 pacientes con EP, y concluyeron
que las personas con EP que presentaban caídas tenían
mayores puntuaciones en las escalas de Hoehn y Yahr y
UPDRS (Unified Parkinson´s Disease Rating Scale) (13).
Gray y Hildbrand obtuvieron resultados similares en un
seguimiento de 118 pacientes diagnosticados de EP a lo
10
Vol.8 • Núm.1 • 2005
largo de 3 meses. Durante este período, un 41% de los
pacientes en estadio 2 de Hoehn y Yahr sufrieron caídas,
un 64% de los pacientes en estadio 3 y el 100% de los
pacientes en estadio 4 (12).
Otro factor de riesgo de caídas en la EP es los años de
evolución desde el diagnóstico de la enfermedad. Gray
muestra en su estudio que aquellos sujetos con una evo-
lución superior a 15 años se caen 5 veces más que aque-
llos cuya evolución es inferior a 5 años (12).
La disminución de los reflejos posturales, los bloqueos
motores y la marcha festinante, síntomas característicos
de la EP, se asocian de manera lógica a un mayor núme-
ro de caídas (12, 15). A medida que la enfermedad avan-
za, la marcha del paciente parkinsoniano se vuelve torpe,
con retraso en el inicio de la misma, pasos cortos y poca
elevación del pie del suelo. Todos estos trastornos pueden
verse agravados por una caída, por lo que es importante
considerar que las alteraciones de la marcha y del equili-
brio no son sólo causa de las caídas, sino también posi-
bles consecuencias (16).
La relación entre las caídas en la EP y la necesidad de
ayudas para las actividades de la vida diaria (AVD) es más
controvertida. En el estudio de Gray la relación entre la
asistencia para las actividades de la vida diaria por parte
de un familiar o cuidador y las caídas se aproximó a nive-
les significativos. Esta relación puede parecer contradicto-
ria, puesto que una mayor dependencia para las AVD
parece estar asociada a una menor movilidad y, por tanto,
a un menor riesgo de caídas. Por otro lado, en las perso-
nas de edad avanzada, como son la mayoría de pacientes
con EP, las caídas deterioran secundariamente las activi-
dades de la vida diaria. Gray también observó una aso-
ciación entre el cambio en
las actividades habituales y
las caídas, es decir, que el
realizar una actividad que
no se ejecuta con asiduidad
aumenta en riesgo de caí-
das en individuos con EP
(12).
Hay varios factores asocia-
dos con las caídas en la
población general que son
más frecuentes en los indi-
viduos con EP que sufren
caídas: la ingesta de múlti-
ples medicamentos, las
alteraciones del humor, la
ansiedad y la depresión (13). Los movimientos involunta-
rios y los fenómenos on /off no parecen asociarse clara-
mente con un mayor número de caídas (12). Ashburn, sin
embargo, encontró que el 35% de los individuos con EP
que se caían de manera habitual presentaban movimien-
tos involuntarios, mientras que sólo el 13% de los que no
se caían con asiduidad los padecían. En cuanto a los fenó-
menos on/off, el 40% de los sujetos que sufrían caídas los
presentaban, frente al 9% de los que no se caían (13).
En cuanto a la relación entre la ingesta diaria de alcohol
11
Ana Isabel Macías Jiménez et al
y la presencia de hipotensión postural con las caídas en la
EP, en el estudio de Gray se muestran valores significati-
vos que hacen suponer que la presencia de alguno de
estos factores influye en las caídas (12).
Las caídas se producen con más frecuencia mientras el
sujeto camina, en un 54% de los casos, mientras realiza
un giro, en un 39%, mientras se levanta, en un 23%, y
mientras se sienta, en un 15% (12). En cuanto a la locali-
zación de la caída, es en la calle donde se producen un
mayor número de caídas. Las consecuencias más frecuen-
tes de las caídas y la localización de las lesiones provoca-
das por las mismas en sujetos con EP se muestran en las
tablas I y II (17).
Conclusión.Los pacientes con EP experimentan mayor número de caí-
das que la población general de la misma edad. Por tanto,
la presencia de EP debe ser reconocida como un factor de
riesgo de caídas. El objetivo de nuestro trabajo es identi-
ficar los factores de riesgo de caídas en pacientes con EP
en el contexto de una unidad de rehabilitación especiali-
zada, con el fin de abordar estas situaciones desde una
perspectiva interdisciplinar. Las caídas reiteradas en deter-
minadas circunstancias podrían sugerir la necesidad de
una intervención específica a nivel ambiental o a nivel del
propio paciente. Por tanto, debemos reconocer que la
12
Vol.8 • Núm.1 • 2005
13
Ana Isabel Macías Jiménez et al
entrevista personal, complementada con la exploración
física, es el mejor medio para obtener información de los
aspectos que rodean las caídas.
Las intervenciones llevadas a cabo en la actualidad como
táctica de prevención de caídas se basan en los factores
de riesgo mencionados con anterioridad, incluyendo
estrategias médicas, psicosociales y rehabilitadoras. Es
preciso discutir con cada paciente, con la familia y con el
resto del equipo interdisciplinar las medidas a tomar antes
de su instauración (18,19,20,21). Todas estas intervencio-
nes están descritas en la literatura existente, aunque no
hay evidencia directa de la eficacia de ningún método ais-
lado, lo cual puede cambiar en un futuro como resultado
de las líneas de investigación que se están llevando a
cabo en la actualidad.
Bibliografía1. Fletcher PC, Hirdes JP. Risk Factors for Falling Among Community-Based
Seniors Using Home Care Services. Journal of Gerontology, 2002; 8 (57A):
504-510.
2. Tinetti ME, Speechley M, Ginter SF. Risk factors for falling among elderly
persons living in the community. New Engl J Med 1998; 319: 1701-1707.
3. Niino N,Tsuzuku S, Ando F, Shimokata H. Frequencies and circumstances
of falls in the National Institute for Longevity Sciences, Longitudinal Study of
Aging (NILS-LSA). J Epidemiol 2000; 10: S90-94.
4. Bergland A, Pettersen AM, Laake K. Falls reported amog elderly Norwegians
living at home. Physiother Res Int 1998; 3: 164-174.
5. Herndon JG, Helmick CG, Sattin RW, Stevens A, de Vito C, Wing PA.
Chronic Medical Conditions and Risk of Fall Injury Events at Home in Older
Adults. JAGS, 1997; 6 (45): 739-743.
6. De Carle AJ, Kohn R. Risk Factors for Falling in a Psychogeriatric Unit. Int
J Geriatr Psychiatry, 2001; 16: 762-767.
7. Friedman SM, Munoz B, West SK, Rubin GS, Fried LP. Falls and Fear of
Falling: Which Comes First? A Longitudinal Prediction Model Suggests
Strategies for Primary and Secondary Prevention. JAGS, 2002; 50: 1329-1335.
8. Howland J, Peterson EW, Levon WC et al. Fear of falling amnog community-
dwelling elderly. J Aging Health, 1993; 5:229-243.
9. Howland J, Lachman ME, Peterson EW et al. Covariates of fear of falling and
associated activity curtailment. Gerontologist, 1998; 38: 549-555.
10. Maki BE. Gait changes in older adults: Predictors of falls or indicators of
fear? J Am Geriatr Soc 1997; 45:313-320.
11. Graafmans WC, Ooms ME, Hofstee HMA, Bezemer PD, Bouter LM, Lips
P. Falls in the elderly: a prospective study of risk factors and risk profiles.Am
J Epidemiol 1996; 143: 1129-1136.
12. Gray P, Hildebrand K. Fall risk factors in Parkinson´s disease. J Neurosci
Nurs 2000; 4: 222-8.
13.Ashburn A, Stack E, Pickering RM,Ward CD.A community-dwelling sam-
ple of people with Parkinson´s Disease: characteristics of fallers and non-
fallers.Age Ageing 2001; 30: 47-52.
14.Ashburn A, Stack E, Pickering RM,Ward CD. Fallers in a community- based
sample of people with Parkinson´s disease. Gerontology 2001; 47: 277-281.
15. Roger C, Duvoising MD. Common sense about exercise. En: Roger C.,
Duvoising MD. Parkinson´s diease. A wide for patient and family, 133-51.
Nueva York. Raven Press, 1991.
16. Obuchi S, Shibata H, Suzuki T,Yasumura S.Asociación de capacidad altera-
da para la marcha con caídas en ancianos residentes en la comunidad. En:
Vellas B, Lafont C,Allard M,Albarede JL.Trastornos de la postura y riesgo de
caída. Del envejecimiento satisfactorio a la pérdida de autonomía, 71-8.
Toulouse. GLOSA, 1995.
17. Macías AI, Cano R, Cuadrado ML, Sánchez C, Miangolarra JC, Morales M,
Vela L. Trastornos de la postura y de la marcha e incidencia de caídas en
pacientes con enfermedad de Parkinson (Abstract). LV Reunión Anual de la
Sociedad española de Neurología, Barcelona. Neurología 2003; 18 (9): 495.
18. Reina E, Vela M, Miangolarra JC. Marcha y equilibrio en el enfermo de
Parkinson: descripción y terapéutica. Cuestiones de Fisioterapia 2000; 15: 39-
53.
19. Baloh RW, Jacobson KM, Socotch TM. Posturografía y miedo a caer en los
ancianos. En:Vellas B, Lafont C.,Allard M,Albarede JL.Trastornos de la postu-
ra y riesgo de caída. Del envejecimiento satisfactorio a la pérdida de autono-
mía, 37-49.Toulouse. GLOSA, 1995.
20. Lord SR. Inestabilidad y caídas en el anciano. En:Vellas B., Lafont C.,Allard
M.,Albarede JL.Trastornos de la postura y riesgo de caída. Del envejecimien-
to satisfactorio a la pérdida de autonomía, 51-3.Toulouse. GLOSA, 1995.
21. Tideiksaar R. Reducción del riesgo de caídas y lesiones en los ancianos:
Contribución de una clínica de caídas e inmovilidad. En:Vellas B., Lafont C.,
Allard M.,Albarede JL.Trastornos de la postura y riesgo de caída. Del enveje-
cimiento satisfactorio a la pérdida de autonomía, 99-116.Toulouse. GLOSA,
1995.
DDIIRREECCCCIIOONN PPAARRAA CCOORRRREESSPPOONNDDEENNCCIIAAAna Isabel Macías Jiménez
Avda. Alcalde de Móstoles, 9 BºA izda28932 Móstoles (Madrid) Tlf: 676835701
Email: [email protected]
14
EL TÍTULO DEL ARTICULONuria Piñero TejeroFisioterapeuta Colegiado nº1250 Murcia
RESUMENEste artículo tiene por objetivo describir cómo el
adolescente con minusvalía física reacciona frente
a su enfermedad, cómo se siente, qué preguntas se
hace y cómo influye en su carácter. Es común que
padezcan depresiones, ansiedad, apatía,... El ado-
lescente minusválido físico se siente diferente. A
veces se perciben como inútiles.
El fisioterapeuta debe conocer el estado emocional
del alumno y abordar diversas estrategias en el tra-
tamiento: escucharle, comprenderle,... Debe saber
cómo se siente el adolescente ante su muerte y le
acompañará.
PALABRAS CLAVETrastornos de adaptación; muerte; fisioterapia;
depresión; adolescente.
ABSTRACTThe objective of this article is describe like the ado-
lescent with physical disabilities reacts set against
its illness, how he is felt, that you ask is done and
how it influences in his personality. It is common
that they suffer depression, anxiety, apathy,... The
physical disability adolescent is felt different. At
time they are perceived as useless.
The physical therapist should know the emotional
state of the student and to undertake diverses stra-
tegies in the treatment: to listen him, to understand
him,... He should know as the adolescent before his
death is felt and to accompany him.
KEY WORDS
Adjustment disorders; death; physical therapy;
depression; adolescent.
INTRODUCCIÓNLos alumnos de necesidades educativas especiales
(A.C.N.E.S) de los institutos de enseñanza secunda-
ria (I.E.S) de integración preferentemente motórica
presentan enfermedades invalidantes, graves y/o
crónicas. En las enfermedades graves, el pronóstico
vital está en juego en un plazo más o menos largo
y, la problemática de la muerte ocupa un primer
plano, como en el caso de la Distrofia Muscular de
Duchenne. Sin embargo, en las enfermedades cró-
nicas, hay una evolución más o menos invalidante,
como en los casos de Espina Bífida, Artrogriposis
El fisioterapeuta y el estado emocional del adolescente
minusválido físicoNuria Piña Tejeiro Fisioterapeuta de la C.A.M. Instituto de Enseñanza Secundaria Juana de Castilla, Madrid
Colegiada nº 1054 Madrid.
Múltiple Congénita, traumatismos craneoencefáli-
cos (T.C.E.) y lesiones medulares.
En los preadolescentes, uno de los problemas que
aparecen ante estas enfermedades es siempre
doble. Por un lado el del propio paciente, porque
ve como el funcionamiento de su cuerpo es anóma-
lo, y por otro, el de sus padres.
El fisioterapeuta como profesional debe incorporar
a su formación el conocimiento sobre las diversas
emociones que afectan a los pacientes que trata. En
este artículo se explicará el estado emocional de
estos adolescentes con minusvalía, detallando
cómo el fisioterapeuta debe actuar. Debe tener en
cuenta que la enfermedad forma parte de la vida
del niño, que éste la siente de una forma muy par-
ticular y que su familia también la vive de una
manera compleja. Además debe conocer que exis-
ten diferentes reacciones a la enfermedad depen-
diendo si ésta es congénita (Espina Bífida), si apa-
rece progresivamente (Distrofia Muscular) o de
forma brusca (T.C.E. o lesión medular).
EL ADOLESCENTE Y
LA ENFERMEDADLa enfermedad provoca en el niño cierto número de
cambios: modifica su estado corporal, cansancio
más o menos acentuado, estado de angustia más o
menos consciente, perturbación de sus costumbres
y establecimiento de un nuevo modo de relaciones
tanto familiares como sociológicas (1).
LAS PREGUNTAS SOBRE SU
ENFERMEDAD
Ante la necesidad del adolescente de comprender
su enfermedad, hay dos actitudes a evitar por parte
de la familia y del fisioterapeuta: guardar silencio a
cualquier precio, eludiendo cualquier pregunta y,
“revelar” por norma su diagnóstico y cual es su
esperanza de vida (2,3).
REACCIÓN FRENTE A LA ENFERMEDAD
Dependerá de su edad, de lo que comprenda de ella, del
carácter agudo o progresivo, de la duración, de la actitud
de la familia, del lugar de tratamiento, del clima emotivo
en el que se encuentren tanto el niño como sus padres en
el momento de la enfermedad y, del grado de evolución
afectiva del niño/adolescente (3). Cada caso es especial y
único y el adolescente reacciona de diferentes formas. Se
describen tres de ellas:
1.- Oposición: rehuye la limitación impuesta por la enfer-
medad, por el traumatismo o por los cuidados. Esta nega-
ción se acompaña de actitudes provocativas en ciertas
ocasiones, como el deseo de practicar actividades desa-
consejadas y peligrosas para él.
2.- Sumisión e inhibición: existe una vivencia depresiva y
aflora un sentimiento de culpabilidad, el niño tiende a
inhibirse de forma física (pasividad y aceptación de la
dependencia) o psíquica (incapacidad para comprender
la enfermedad y que le puede acarrear fracaso escolar).
3.- Sublimación y colaboración: son los mecanismos
defensivos más positivos. El adolescente asume una
mayor autonomía responsabilizándose de su propio trata-
miento (2,3,4).
Las reacciones del niño/adolescente frente a una lesión
medular, que aparece están plenamente estudiadas y
15
Nuria Piña Tejeiro
siguen una trayectoria predeterminada. La lesión rompe
su estilo de vida, su equilibrio y sus proyectos. Surge la
idea de que la vida, tal como se conoce, no se puede con-
tinuar y esto genera tristeza y pensamientos de que es
“mejor morir” a estar en esta situación. Las primeras reac-
ciones emocionales son: ansiedad, angustia y miedo.
Además se produce una pérdida de la autoestima, hay
sentimientos de inferioridad, injusticia, discriminación,
inseguridad, cobardía, miedo, etc. que le llevarán a aislar-
se de la sociedad e incluso de su entorno. La depresión
aparecerá tarde o temprano, y su intensidad variará desde
la tristeza hasta las formas más graves. El proceso de
adaptación a la minusvalía consta de varias etapas,
ampliamente descrito en diversa bibliografía por lo que
no se mencionará en este artículo (4,5,6,7).
LA MINUSVALÍA, SENTIRSE DIFERENTE
En nuestra sociedad el niño/adolescente con minusvalía
es diferente de los demás. Se siente distinto. La minusva-
lía puede suponer una frustración (1,6) y puede reaccio-
nar frente a ella de diversas formas, mediante:
• La solución progresiva, que consiste en redoblar los
esfuerzos para conseguir el fin,
• la renuncia, que suprime la frustración al suprimir el fin
perseguido o,
• el fenómeno de sustitución, en el cual, la frustración es
anulada por otra solución.
La elección de una de estas reacciones o soluciones posi-
tivas es un índice de madurez. Pero en muchos casos el
obstáculo domina la conducta, aparecen entonces con-
ductas de evitación, de facilidad y de huida, conductas
agresivas, o exigencias que no se pueden otorgar (1).
Cualquier trastorno motor puede tener efectos adversos
sobre el autoconcepto y la autoimagen de los niños/ado-
lescentes. El elemento clave del autoconcepto es la ima-
gen corporal. Los problemas en la elaboración de una
imagen adecuada y consistente, pueden llevar a estos
alumnos a elaborar un concepto de sí mismos de inferio-
ridad e incompetencia ante las actividades de la vida coti-
diana.
Estos alumnos tienen menor atractivo para sus compañe-
ros y existen más obstáculos para establecer relaciones
con ellos. Una autoestima baja genera obstáculos en las
16
Vol.8 • Núm.1 • 2005
Tabla I. Etapas hacia la adaptación o la disfunción familiar tras un acontecimien-to vital estresante.
relaciones con los demás, sentimientos de incompetencia
para realizar determinadas actividades de la vida cotidia-
na y, un sentimiento de infelicidad y autodesprecio (2,3).
Tienen dificultades en la elaboración de una autoimagen
adecuada, se sienten inseguros con ellos mismos y con los
demás; suelen manejar muchos mecanismos de defensa a
la hora de relacionarse y evitan, frecuentemente, las situa-
ciones sociales por ser generadoras de ansiedad.
El papel de los padres y compañeros del niño es decisivo
en su adaptación psicosocial. Cuando el clima familiar es
conflictivo o presenta una pobre adaptación social, el
niño acusa estos problemas y presenta un desajuste socio-
emocional. Si la relación con el grupo de iguales sanos es
satisfactoria, se fomenta la autoestima y las habilidades
sociales en general. Tabla I.
Como ejemplo práctico de todo lo anterior, se reseña un
estudio psicológico sobre un grupo de 30 niños miopáti-
cos (C. Ravenna, J.Ferrari y A.Turinesse en 1962). Estos
presentaban una serie de trastornos afectivos: inhibición,
indiferencia, falta de curiosidad, puerilidad, trastornos del
juicio, estrecha dependencia del ambiente, trastornos del
carácter, etc. Estas deficiencias estaban relacionadas con
el estado de inferioridad física, y con las dificultades de
inserción social (1,8).
EL ADOLESCENTE Y LA MUERTE
El adolescente no tiene una clara representación de su
muerte, tiene miedo de sufrir, de estar “aún más enfermo”,
de ser apartado. En el periodo terminal, si no está hundi-
do por el malestar físico, habla de lo que siente, muchas
veces de manera negativa. El niño se aísla y uno de los
pocos medios para aliviarlo consiste en el contacto corpo-
ral y en hablarle de lo que podemos conocer de su sufri-
miento, de su miedo al abandono. Sin embargo, el niño
presiente lo que pasa en su cuerpo, ve la tristeza de los
demás y sólo pide que se le hable de ello. A poco que
encuentra a alguien, entabla diálogo con él. El niño sabe
que va a faltar para los que quedan y se siente culpable
de no estar con los que le aman; se acusa de hacer sufrir
a todos los que le rodean y se pregunta por otra parte qué
falta ha cometido para ser así castigado. El adolescente
durante el último periodo de su enfermedad tiene a veces
una conciencia mucho más desarrollada sobre su muerte,
que la sospechada por los adultos (2,3).
EL FISIOTERAPEUTAEl fisioterapeuta debe ante todo conocer y estudiar cuáles
son las reacciones emocionales del niño/adolescente ante
su enfermedad, considerando siempre las diferencias
existentes entre una lesión de origen congénito (espina
bifida) y otra lesión de instauración repentina (lesión
medular). Es muy importante que conozca previamente
todo lo mencionado en el apartado anterior.
En los adolescentes que presentan ansiedad y depresión,
el fisioterapeuta deberá seguir las siguientes consignas:
• Buscar actividades que sean gratificantes e intentar
fomentar, en la medida de lo posible, su independencia y
autosuficiencia personal. Es aconsejable que empiece con
tareas simples y vaya progresando a actividades más com-
plejas.
• Debe intentar distraerle, durante las sesiones de fisiote-
rapia, de pensamientos tristes y depresivos.
• El fisioterapeuta nunca debe sentirse responsable por el
estado de ánimo de su paciente.
• Debe ayudarle a considerar siempre el lado bueno de
las cosas.
• Durante el tratamiento debe procurar que el paciente
olvide pensamientos como “no puedo” u “¡Oh no!”, y
17
Nuria Piña Tejeiro
que empiece a valorar sus pequeños esfuerzos.
• El fisioterapeuta debe ser buen oyente. Procurará que el
niño, gracias al clima de confianza, muestre sus senti-
mientos y no se los guarde para sí.
• Deberá considerar derivarle a un profesional que pueda
ayudarle.
• Durante las sesiones de fisioterapia, está contraindica-
do para estos pacientes, cualquier situación de competi-
ción en actividades de grupo y, se deben evitar situacio-
nes que puedan provocar preocupaciones de tipo mórbi-
do (11).
En el caso de una enfermedad grave evolutiva, la noción
de incurabilidad supone para el fisioterapeuta que se
plantee la amplitud de sus conocimientos. Lo ideal es
ayudar al adolescente a curarse y no ayudarle y apoyarle
en el proceso de morir. El fisioterapeuta considera la
muerte como un fracaso en su lucha contra la enferme-
dad, pero debe de desempeñar un rol terapéutico, antes
de la muerte, cerca del niño y de la familia. Incluso cuan-
do no puede aplicar por más tiempo el tratamiento, puede
ayudar al niño continuando los consejos, no rompiendo
los lazos, escuchando sus preguntas sobre la vida y la
muerte y respondiéndolas. No debe romper sus relacio-
nes con el niño, ya que éste se sentirá angustiado en una
soledad prematura premonitoria de la muerte (3). Estos
adolescentes suelen presentar apatía y falta de iniciativa.
El fisioterapeuta, en estos casos, deberá seguir las anterio-
res y las siguientes premisas:
• La falta de iniciativa del niño no es pereza, sino falta de
motivación e iniciativa.
• El fisioterapeuta debe simplificar las actividades para
que el niño las pueda realizar con facilidad y le resulten
agradables e interesantes.
• Intentar que el niño se interese en la selección de las
actividades y en los objetivos que se han de conseguir y
que tenga cierto nivel de responsabilidad.
• Es positivo que realice actividades en grupo, ya que
puede ayudarle el hecho de ver a otras personas con difi-
cultades similares (2,3).
En el caso de adolescentes con depresión, los cuales pre-
sentan escasos intentos de tomar la iniciativa y se mues-
tran cautelosos a la hora de entrar en relación, el fisiote-
rapeuta, en la medida de lo posible, les ayudará a enta-
blar y a potenciar las relaciones sociales en el grupo (4,6).
Es necesario recalcar la importancia de valorar el entorno
familiar para poder derivarles a otros servicios, en caso
necesario.
CONCLUSIÓNExisten accidentes, enfermedades genéticas o congénitas,
etc. capaces de alterar el estado de ánimo del adolescen-
te, de modo que, aparecen una serie de errores en el pro-
cesamiento de la información que le llevan, inevitable-
mente, a percibirse como una persona poco valiosa y
poco eficaz.
Los objetivos o finalidad del tratamiento de la tristeza y la
depresión se centran en modificar la imagen del adoles-
cente como inútil, en modificar el presente como algo
imposible de realizar y el futuro como carente de positi-
vidad.
Los problemas de ajuste emocional, personal y social a la
enfermedad crónica son múltiples y complejos, y depen-
den de distintas variables: la propia enfermedad, el
momento vital de la persona afecta, la familia, los amigos,
etc. Por ello, es de gran importancia el apoyo psicológi-
co que deben tener estos adolescentes y su familia para su
adaptación a la enfermedad.
Se debe “naturalizar” el proceso de morir y proporcionar
18
Vol.8 • Núm.1 • 2005
19
Nuria Piña Tejeiro
un soporte emocional eficaz que ayude a los adolescen-
tes, con enfermedades terminales, y a sus familiares a
recorrer, con menor temor y sufrimiento, la última etapa
de su vida.
En las aulas se debe procurar una preparación, tanto de
alumnos como de maestros y personal de apoyo, para que
estos adolescentes no se sientan aislados e inútiles. De
igual modo, el fisioterapeuta que esté en contacto con
ellos, debe mantener una serie de actitudes coherentes
con el alumno y con su enfermedad, siendo de gran
importancia que amplíe sus conocimientos en estas emo-
ciones.
AGRADECIMIENTOSDe forma muy especial y con mucho cariño a todos los
alumnos de necesidades educativas especiales del I.E.S.
Juana de Castilla de Madrid. Gracias por ayudarme a
mejorar como fisioterapeuta.
BIBLIOGRAFIA1. De Ajuriaguerra J. Manual de Psiquiatria Infantil. Barcelona: Masson, 1996,
(845 – 864).
2. Fernández–Abascal E.G., Palmero F. Emociones y salud. Barcelona: Ariel
Psicología, 1999. (5 – 87, 253 – 324).
3. Fernández–Abascal E.G., Palmero F. Emociones y adaptación. Barcelona:
Ariel Psicología, 1998. (17 – 65).
4. Pieper B. Por, para y con ... jóvenes con espina bífida.Asociación Española
de Espina Bifida (51 - 58).
5. Junqué C., Bruna O., Mataró M.Traumatismos Craneoencefálicos. Un enfo-
que desde la Neuropsicología y la Logopedia. Guía práctica para profesiona-
les y familiares. Barcelona: Masson, 1998. (53 – 98).
6. Rodrigo J. Espina bífida: aspectos psicológicos. Ministerio de Trabajo y
Asuntos Sociales. Instituto de Migraciones y Servicios Sociales, 1998 (49 –
66).
7. Esclerosis Lateral Amiotrófica y otras enfermedades de la motoneurona.
Folleto 1 para profesionales.ADELA. (6 - 7).
8. Marcelli D., De Ajuriaguerra J. Psicopatología del niño. Barcelona: Masson,
1996. (359 – 499).
9. Fernández–Ballesteros R., Carboles J.A. Evaluación conductual: metodolo-
gía y aplicaciones. Madrid: Pirámide, 1991. (441 – 442).
10. García Gómez A., Rodríguez Peña P., Cabezas Moreno M.J. Integración.
1999; 30: 5-15.
11. Xhardez Y. Vademécum de Kinesioterapia y de Reeducación Funcional.
Barcelona: El Ateneo, 1993. (638 – 646).
DDIIRREECCCCIIOONN PPAARRAA CCOORRRREESSPPOONNDDEENNCCIIAANuria Piña Tejeiro
C/ Grogorio Marañón 5Portal 3, 2ºB
28660 Boadilla del Monte (Madrid)
20
EL TÍTULO DEL ARTICULONuria Piñero TejeroFisioterapeuta Colegiado nº1250 Murcia
RESUMENLa educación del paciente asmático juega un papel
importante en el control y manejo del asma.En este artí-
culo se describen algunos conceptos básicos de la educa-
ción del paciente asmático, así como nuestra experiencia
a través de un programa educativo que denominamos la
“escuela del asma”.
PALABRAS CLAVE:educación, asma, fisioterapia.
ABSTRACTThe education of asthmatic patients is very important in
the aim of control and management of asthma.In this arti-
cle we describe some of the basic issues related to asth-
matic patients’ education, as well as our experience
through an educational plan that we called “The School
of Asthma”.
KEY WORDS:education, asthma, physiotherapy.
INTRODUCCION
La definición del asma, como en muchas otras patologías,
es clínica. Se acepta como definición del asma la inflama-
ción crónica de las vías aéreas, que se asocia a una hipe-
rreactividad bronquial produciendo los signos y síntomas
típicos (aunque no específicos) de la enfermedad: sibilan-
cias, disnea, opresión torácica y tos(1,2,3,5,6,7).
Hablaremos además de estímulos (ambientales, ejercicio
físico, estrés,…) que producen un aumento de la inflama-
ción, de la broncoconstricción y del aumento en la pro-
ducción de secreciones bronquiales (2,4,5,7).
El enfermo experimentará períodos prácticamente sin clí-
nica o inexistente, ya que esta obstrucción es variable y
reversible (2,3,5,6) en la mayor parte de casos, junto con
agudizaciones, que conocemos como la crisis de asma.
De este modo, existe una clasificación de la gravedad del
asma en función de la frecuencia de síntomas y su reper-
cusión sobre la función pulmonar (tabla I).La historia clí-
nica, las exploraciones funcionales respiratorias (estudio
de la reversibilidad) (1,2,4,6) y las pruebas alérgicas
(2,4,6) son la base del diagnóstico confirmado de la enfer-
medad.
El asma, debido a su alta prevalencia, y a su tasa de mor-
bimortalidad, ha pasado a ser un problema sanitario de
primera magnitud. En España, entorno al 7% en adultos,
han presentado sintomatología compatible con el asma,
aunque existen diferencias regionales y locales importan-
tes (2,3). En países como Francia, se producen alrededor
Educación del paciente asmático.La “escuela del asma”.
Antonio Tomás Ríos Cortés Fisioterapeuta. Servicio de Neumonología. Hospital “Lyon-Sud” (Lyon, Francia).Colegiado nº 126 Murcia.
de 2000 muerte anuales (5) atribuibles al asma.
EDUCACION DEL PACIENTE
ASMATICO
Justificacion
A pesar de los importantes avances en cuanto a conoci-
miento y desarrollo de los tratamientos del asma, un gran
número de asmáticos presentan frecuentemente síntomas
que limitan su calidad de vida y que necesitan a veces
acudir a urgencias e incluso ingresos hospitalarios(10).
Entre los factores que podrían explicar esto, se encuentra
el incorrecto seguimiento del tratamiento y la falta de
conocimiento o errores en el mismo, en relación a la
enfermedad y su control (10,12).
Son múltiples las guías y protocolos de manejo y trata-
miento del asma que dedican un apartado importante a la
educación del asmático, ésta forma parte esencial del tra-
tamiento (2,3,4,9,10). La educación terapéutica es mucho
más eficaz que la información por sí sola (1,2,6,9), y ade-
más la única estrategia útil reconocida para mejorar la
adherencia del paciente asmático al tratamiento (3,4). Su
eficacia, ha sido demostrada sobre distintos criterios de
evaluación del control del asma, particularmente en la
disminución de hospitalizaciones y de la utilización de
los servicios de urgencias y consultas médicas no progra-
madas (9,10).
Definición
La OMS considera indispensable la educación terapéuti-
ca en el tratamiento de las enfermedades crónicas, y la
define como: el proceso continuo integrado en el trata-
miento y centrado en el paciente, que incluye actividades
organizadas de sensibilización, información, aprendizaje
y acompañamiento psicosocial(10).
Objetivos
En el caso del asma, este proceso progresivo y continuo
de educación terapéutica, tiene como objetivos:
- La adquisición de información y habilidades de autocui-
dado(2,3,4,8,11).
21
Antonio Tomás Ríos Cortés
Tabla I. Niveles de gravedad clínica del asma en el adulto. Tomada de... (7).
- Mejorar el cumplimiento terapéutico (3,4,8,11).
- Responsabilizar al paciente, proporcionarle autonomía e
independencia en el autocuidado(5,9,10,11,12).
- Mejorar el control del asma (9,10,11).
- Mejorar la calidad de vida (3,4).
- Disminuir los costes sanitarios (3,7,8,9,11).
¿Para qué pacientes?
En principio todos los asmáticos podrían beneficiarse de
la educación terapéutica (9), si bien son aquellos pacien-
tes que presentan un asma moderada o severa, o bien
muy variable los que más se beneficiarían de un plan edu-
cativo(1,2).
Principios
El plan educativo tendrá como objetivos principales la
transmisión de información y habilidades que consigan
modificar el comportamiento o la conducta del pacien-
te(1,11). Dicho plan parte del establecimiento de una
relación de confianza entre equipo educador y el pacien-
te(1,4), el control del asma deberá ser entendido como
una responsabilidad compartida(3,7).
La educación terapéutica debe ser personalizada y adap-
tada a cada paciente (1,2,9…).
En este sentido, el denominado diagnóstico educativo
permite establecer las necesidades concretas de cada
paciente y permite al educador orientar su estrategia de
aprendizaje y las prioridades del mismo (1,9,10,13).
A pesar de la importancia de la individualización durante
el proceso educativo, se establecen una serie de informa-
ciones, habilidades y conocimientos a adquirir por parte
del paciente asmático durante las distintas entrevistas y
revisiones (tabla II).
En nuestro centro hospitalario, se desarrolla un programa
educativo para pacientes asmáticos adultos.
22
Vol.8 • Núm.1 • 2005
Tabla II. Principales habilidades y conocimientos a adquirir durante el proceso educativo.
Como parte del equipo multidisciplinar, se encuentra el
fisioterapeuta, junto con el médico, y psicóloga.
Actualmente, debido a las necesidades del servicio, no
podemos contar con la presencia deseable de personal de
enfermería dentro del grupo de educación.
El lugar del fisioterapeuta en el seno de equipos educati-
vos como del nuestro es de gran importancia(13,14).
Los pacientes son derivados directamente de la consulta
de neumología tras el diagnóstico o una revisión periódi-
ca, o bien tras una hospitalización.
La primera entrevista es obviamente individual, el pacien-
te verá en esta primera sesión y de forma separada al
médico, la psicóloga y al fisioterapeuta.
Dotamos de especial importancia, este primer contacto
con el paciente, ya que es el momento en el que se ins-
tauran las bases de la relación de confianza de la que
hablábamos anteriormente, y se establece el denominado
contrato educativo, en el se pactan los objetivos comunes
y los medios para obtenerlos.
En esta primera entrevista los distintos profesionales reali-
zan el diagnóstico educativo, que nos permitirá fijar esos
objetivos, identificar las necesidades, miedos, dudas, pro-
blemas,… del paciente desde varias dimensiones u ópti-
cas de la enfermedad: biológica (síntomas,
tratamiento,etc), socio-profesional (profesión, familia,
hobbies,etc) y psico-afectiva (proyectos, actitud, viven-
cias, capacidad de aprendizaje,etc) (14).
Las distintas sesiones educativas serán individuales y/o
grupales en función de las capacidades y características
de cada paciente. Desde nuestro punto de vista, las sesio-
nes grupales pueden tener un interés especial, ya que los
pacientes comparten el mismo problema de salud, y todos
pueden beneficiarse de las dudas e informaciones que
otros compañeros plantean o exponen, aunque las sesio-
nes individuales son entendidas como imprescindibles.
Todos los aspectos a desarrollar durante el programa edu-
cativo, repetimos una vez más, están adaptados al pacien-
te, en función de la gravedad, necesidades, capacidad de
aprendizaje y comprensión. El plan educativo es indivi-
dual y podríamos decir que único y distinto para cada
paciente.
Si bien los objetivos buscados son compartidos por todos
los profesionales del equipo, cada uno de ellos, posee
ciertos roles y funciones específicas. En este sentido, en
nuestro centro, son roles propios del fisioterapeuta los
siguientes:
- Explicar de forma breve y clara la fisiopatología de la
enfermedad, y los síntomas de la misma. Podemos valer-
nos de los múltiples medios gráficos y audiovisuales que
existen, adaptándonos obviamente a la capacidad de
comprensión del paciente.
- Explicar y verificar el cumplimiento del tratamiento de
fondo. Deberemos insistir en el carácter crónico de la
enfermedad, y en la necesidad de mantener un tratamien-
to adecuado a diario. Dentro de este punto, valoraremos
la correcta utilización de los dispositivos de inhalación
del paciente y podemos en caso necesario y conjunta-
mente con el médico, cambiar el sistema de inhalación o
incluir dispositivos que optimicen su realización como
cámaras de inhalación o sistemas de nebulización domi-
ciliarios.
- Verificar que el paciente es capaz de distinguir entre el
tratamiento de fondo y el tratamiento de la crisis, igual-
mente asegurarnos que es capaz de detectar los síntomas
indicativos de deterioro (tos, sensación de opresión torá-
cica, disnea, dificultad para hablar, sibilancias, etc).
Igualmente, explicarle y cerciorarnos de que sabe cómo
actuar ante distintas situaciones: inicio de una crisis, asma
inducida por el esfuerzo, prestar atención a los posibles
desencadenantes y alérgenos, etc y que es consciente de
la correcta utilización de los servicios sanitarios (cuándo
acudir a urgencias, cuándo acudir al médico de familia,
etc).
23
Antonio Tomás Ríos Cortés
- Enseñanza y educación para la utilización de dispositi-
vos (peak flow) de medición del FEM (flujo espiratorio
máximo) como medio objetivo y válido de control de la
enfermedad. Obviamente deberemos determinar este
FEM propio del paciente, durante varias semanas, el
paciente anotará su FEM mañana y tarde para establecer
su FEM en fase estable. A pesar de que la utilización del
FEM es de gran utilidad para el seguimiento de la enfer-
medad por parte del paciente y los profesionales, en oca-
siones, debido a la incapacidad del paciente de servirse
del mismo, nos centramos en el control de síntomas como
medio de seguimiento y automanejo por parte del pacien-
te. Habitualmente, una vez establecido el FEM del
paciente, utilizamos el código tricolor, que en similitud
con los colores un semáforo, indica al paciente de forma
visual y clara en que situación clínica se encuentra (figu-
ra 1) y de cómo actuar en consecuencia (figura 2).
- Enseñanza de ejercicios de control respiratorio (ventila-
ción dirigida, respiración abdominodiafragmática, técni-
cas de eliminación de secreciones) que pueden ayudar al
paciente a controlar su angustia y miedo en caso de crisis
o a facilitar la eliminación de secreciones bronquiales en
caso necesario.
- Consejos en
relación a la
actividad física
y el deporte.
Resaltar la
importancia de
mantener una
actividad física
a d e c u a d a ,
tomando las
precauciones
generales (evi-
tar el aire frío y
seco,etc) y con-
cretas (inhalar un broncodilatador de acción rápida antes
del esfuerzo,etc) en caso de asma inducida por el esfuer-
zo. Sólo existe un deporte prohibido a los asmáticos, el
buceo con botella.
El fisioterapeuta, junto con el resto de los profesionales
del equipo educativo, irán desgranando y desarrollando
todos estos y otros contenidos del programa, de forma
paulatina en las distintas revisiones y sesiones individua-
les o grupales, evitando sobrecargar al paciente de infor-
mación. Recordemos que la educación es un proceso
continuo y paulatino, que en nuestro caso dura aproxi-
24
Vol.8 • Núm.1 • 2005
Figura 3. Zonas y colores correspondientes para la gestión del tratamiento del paciente asmático en función del FEM (9,13)
Figura 2. Medidor de FEM (peak flow):Utilización de 3 zonas: verde, naranjay roja para un paciente con un FEM de400 l/min.
25
Antonio Tomás Ríos Cortés
madamente un año, y que necesitará del refuerzo poste-
rior y continuado a través revisiones interdisciplinares con
el grupo educativo o en cada una de las consultas, progra-
madas o no.
DISCUSION Y CONCLUSIONES- Todos nos servimos de la información en nuestro traba-
jo, todos damos consejos a nuestros pacientes práctica-
mente a diario. La educación terapéutica va más allá, se
trata de un plan elaborado y estructurado. Aunque habla-
mos poco de ella como parte del tratamiento; ciertas pato-
logías, probablemente muchas más de las que pensamos,
podrían beneficiarse de programas educativos.
- En el asma, debido a las características propias de la
enfermedad, a su prevalencia y tasa de mortalidad, la
educación es de gran importancia. Por ello deberían desa-
rrollarse programas educativos, necesitando un consenso
previo entre los distintos profesionales para unificar crite-
rios y estrategias.
- La educación posibilita el autocuidado, la autonomía, el
control, la independencia, y en definitiva una mejor cali-
dad de vida.
- El fisioterapeuta puede y debe formar parte de estos pro-
gramas educativos. Para ello deberá ampliar conocimien-
tos no sólo en cuanto la patología, tratamientos, evalua-
ción, etc sino que deberá también instruirse en cuanto a
habilidades de comunicación, a estrategias y métodos de
aprendizaje.
BIBLIOGRAFIA1. Grupo español de manejo del Asma. Guía Española para el manejo del
Asma. Ediciones Mayo s.a., 2003.
2. Grupo de trabajo sobre Patología Respiratoria de la Sociedad Andaluza de
Medicina Familiar y Comunitaria. El asma en atención primaria. Guia de prác-
tica clínica basada en la evidencia. SAMYFC, 2001.
3. Fernández-Bujarrabal Villoslada J, García Río F. Asma. Monografía de la
Sociedad Madrileña de Neumología y Cirugía Torácica. Ed. Doyma s.l., 2001.
4. De Diego Damia A, Gladis Iturri JB, Casan Clarà P, Duce Gracia F, López
Viñas A, Cobos Barroso N, Manresa Presas F, Picado Vallés C, Plaza Moral V,
Sánchez Agudo L, Pérez Yarza E, Sanchís Aldás J. Normativa sobre el
Diagnóstico y tratamiento del asma aguda y crónica. Recomendaciones
SEPAR. Ed. Doyma, 1996.
5.Taytard A.Asthme: Prise en charge. Kinéréa 2001 ;30 :26-27.
6. Grupos de Asma de la SEPAR y la SEMFYC. Recomendaciones para la aten-
ción del paciente con asma. Eds.Astra. Editorial Preimpresión Directa, 1998.
7. Global Initiative for Asthma. Global Strategy for Asthma Manegement and
Prevention.World Health Organization, 2004 (updated).
8. Grandet P. L’éducation des patients, les estrategias d’apprentissage. Kinéréa
2001 ;30 :35-36.
9. Agence Nationale d’Accréditation et d´Évaluation en Santé.
Recommandatiions pour la pratique clinique. Éducation thérapeutique du
patient asthmatique.Adulte et adolescent (rapport).ANAES, 2001.
10. Boilevin L, Didier A, Harribey N, Ormières J-J. Éducation thérapeutique du
patient asthmatique. Guide pratique. Ed. Phase 5, 2003.
11. Burgos F. Terapia inhalada sin educación, un fracaso anunciado. Arch
Bronconeumol 2002;38(7):297-299.
12. Clédat ME, Gnos PL, Gouilly P.Triviasthme : le kinésithérapeute à la pur-
suite de l’éducation de l’asthmatique.Ann Kinésithér 1998 ;25(7) :309-316.
13. Dennewald G, Dombret MC, Dusser D, Piquet J, Salmeron S, Serrier P,
Tunon de Lara M. Bien vivre son Asthme. Masson, 2003.
14. Gnos PL, Gouilly P. Place du kinésithérapeute dans la prévention de l’asth-
me de l’adulte.
DDIIRREECCCCIIOONN PPAARRAA CCOORRRREESSPPOONNDDEENNCCIIAAAntonio T. Ríos Cortés, colegiado en Murcia nº col. 126
Centre Hospitalier Lyon Sud - Service de Pneumologie. Pavillon 1A165, Chemin du Grand Revoyet
69495 PIERREBENITE CEDEX - LYON (France)E-mail: [email protected]
26
EL TÍTULO DEL ARTICULONuria Piñero TejeroFisioterapeuta Colegiado nº1250 Murcia
RESUMENEs conveniente que los educadores entablen diálogo con
los estudiantes para crear entre todos un clima de apren-
dizaje.
El objetivo de este estudio pretende mostrar el perfil del
estudiante cuando entra en la carrera de fisioterapia y su
evolución durante el transcurso de la impartición de la
asignatura de Valoración.
Hemos realizado un estudio longitudinal, desde antes del
comienzo de la asignatura hasta después del final de la
parte teórica de ésta. Este estudio ya ha sido realizado con
anterioridad en los periodos lectivos 2001-02 y 2002-
2003 (1-10).
Para ello, hemos procedido a realizar unas encuestas que
se han pasado a los estudiantes de 1º de Fisioterapia
grupo castellano al inicio de la asignatura y al final de la
parte teórica. La muestra es de 100 personas, estudiantes,
de primero de fisioterapia de la Universitat de València.
Hemos logrado, a través de estas encuestas, conseguir
una retroalimentación para facilitar el proceso de apren-
dizaje mediante la detección de aquellos aspectos del sis-
tema docente utilizado en la asignatura que se deduzcan
como mejorables.
El motivo que justifica este estudio es que consideramos
necesaria la adaptación del proceso de aprendizaje a la
diversidad de los estudiantes en edad, sexo, como su dis-
tinta procedencia, nivel de formación y expectativas de
futuro.
Existen diferencias entre las respuestas de la encuesta ini-
cial y de la final, ya que al principio el estudiante conci-
be la Valoración como técnica a realizar antes del trata-
miento, pasando a ser considerada después técnica que
debe ser realizada no sólo antes sino también durante y
después del tratamiento.
Además debemos destacar la respuesta dada por el 92%
de los estudiantes, a la segunda pregunta en la encuesta
final en la que coinciden que los objetivos buscados se
han cumplido.
Valoración de una asignatura porlos estudiantes de la diplomatura
de fisioterapiaCeledonia Igual Camacho Profesora titular Escuela Universitaria de Fisioterapia.Departamento deFisioterapia. Universitat de Valencia.Directora de la Escuela Universitaria deFisioterapia.Fisioterapeuta.Colegiada nº 11. Valencia
M. Pilar Serra Añó Estudiante de 3º de Fisioterapia Escuela Universitaria de Fisioterapia de la Universitat deValència.
Laura López Bueno Profesora ayudante Escuela Universitaria de Fisioterapia.Departamento de Fisioterapia.Universitat de Valencia.FisioterapeutaColegiada nº 593. Valencia.
Lucia Hipólito Cubedo Estudiante de Farmacia de la Facultad de Farmacia de la Universitat de València.
PALABRAS CLAVE-Fisioterapia
-Aprendizaje
-Expectativas
-Ideas previas
ABSTRACTIt is convenient for the educators to stablish a fluid dialo-
gue with the students, in order to create an adecuate cli-
mate of apprenticeship.
The main objective of this study tries to demonstrate the
profile of the students, in the beginning of the career of
physiotherapy and the development throughout the sub-
ject of Evaluation/Valoration.
We have carried out a longitudinal study, starting before
the beginning of the subject until after the theoretical part
had ended. The study was done during the courses 2001-
02, 2002-03 (1-10).
At the same time, we have effected different surveys to the
students of first year of physiotherapy, tought in Spanish
language, both at the beginning and at the end of the the-
oretic part. The sampling was done over 100 persons, stu-
dents, in the first year of physiotherapy in the University
of Valencia.
Through this random sampling we have achieved the
detection of those teaching aspects which can be conside-
red as improbable in a feedback process of apprentices-
hip.
The motive that justifies the study is the necessity to adapt
the process of apprenticeship to the diversity of students,
depending on their age, sex, different origins, level of for-
mation and their future expectations.
There are sustancial differences between the initial and
the final replies to the survey. At first, the students concei-
ved the evaluation/valoration as a technique appliable
before the treatment. Afterwards, it is considered a techni-
que that must be applied that only before, but also, during
and after the treatment.
At the same time, we must point out that 92 % of the stu-
dent surveyed, in the answer to the second question, in
the final survey, agreed on the fact that the objectives pro-
posed have been fully achieved.
KEY WORDS- Physiotherapy
- Apprenticeship
- Expectancy
- Previous ideas
INTRODUCCIÓNLa introducción de las Nuevas Tecnologías en la docencia
Universitaria en relación con la evolución sociodemográ-
fica que acompaña a este avance, nos hace reflexionar en
el campo de la Fisioterapia sobre el proceso de
Aprendizaje que llevamos a cabo en la actualidad (1-3).
Los objetivos de este estudio son:
- Valorar y examinar la motivación de los estudiantes en
el aprendizaje de ciertas terapias.
- Evaluar los motivos que llevan a los estudiantes a iniciar-
les en la carrera de Fisioterapia (11).
- Mostrar el perfil que caracteriza al estudiante cuando
ingresa en la titulación de fisioterapia y su evolución
durante el transcurso de la impartición de la asignatura de
Valoración mediante el uso de dos encuestas, una para el
inicio de la asignatura y la otra para el final.
Intentamos con ello, conseguir una retroalimentación de
los estudiantes para poder facilitar el proceso de aprendi-
zaje mediante la detección de aquellos aspectos del siste-
ma docente utilizado en la asignatura que se deduzcan
27
Celedonia Igual Camacho et al
como mejorables. Para ello se les plantean cuestiones
tales como qué es lo que suprimirían de la asignatura, qué
esperan aprender, a qué futuro profesional aspiran, etc
Además es necesario realizar este estudio porque debe-
mos adaptarnos a la diversidad que encontramos en los
alumnos, tanto en edad, sexo, como en procedencia,
estudios previos y expectativas de futuro.
MATERIAL Y MÉTODOSLa muestra utilizada ha sido de 100 estudiantes de prime-
ro de Fisioterapia, grupo castellano de la Escuela
Universitaria de Fisioterapia de Valencia, con un rango de
edad entre 17 y 42 años, siendo el 71% del sexo femeni-
no y el 29% del sexo masculino. A todos ellos se les infor-
mó de que las encuestas eran anónimas y voluntarias.
Hemos realizado un estudio longitudinal desde el inicio
de la asignatura teórica hasta el final de ésta. Para ello se
han pasado dos encuestas, una inicial (anexo 1) y otra
final (anexo 2).Entre las preguntas realizadas en la encues-
ta inicial resaltaremos el perfil de acceso de los estudian-
tes, la edad, la vía por la cual llegan a la realización de
estos estudios, el concepto que tienen de la Fisioterapia y
el futuro profesional que esperan conseguir.En la encues-
ta final se recogen aspectos tales como los conocimientos
adquiridos, grado de satisfacción y apreciaciones perso-
nales, qué suprimirían, etc.
Una vez pasada la encuesta final, se procedió al estudio
de los resultados, unificando algunas respuestas por su
similitud, ya que al permitir una libertad total en las mis-
mas, el abanico de posibilidades fue muy amplio. Con
esto se pretendió simplificar el proceso.
Cabe destacar las respuestas unificadas, por ejemplo:
Cuestionario inicial (Anexo 1):
- ¿Por qué has escogido estos estudios?
Las respuestas fueron muy diversas, tales como: Para
aprender, Por su similitud con medicina... y las unimos
dentro de la respuesta Porque me gusta.
- ¿Qué planes de futuro profesional esperas alcanzar a
través de estos estudios?
Hemos englobado dentro de clínica, diferentes campos
de la misma: Trabajo en hospital, Clínica privada,
Deportiva, Ejército y Fisioterapia en niños.
- ¿Qué concepto tienes de salud?
Dentro de la respuesta Bienestar a todos los niveles hemos
unificado diversas respuestas como Equilibrio, Bienestar
físico, Prevención de enfermedades, Estado óptimo y Algo
muy importante que poseemos.
- Según tu opinión, ¿qué diferencia salud de enfermedad?
Hemos unificado No bienestar físico ni mental, Tristeza,
Mal funcionamiento físico, Ausencia del estado natural,
Algo negativo, Causa de degradación de la salud y Dolor,
dentro de la respuesta No bienestar, ni físico ni mental.
Cuestionario Final (Anexo 2)
- ¿Qué aprendiste en el curso?
Dentro de Identificar alteraciones a nivel muscular, articu-
lar y funcional y aplicar distintos métodos para valorar se
encuentran respuestas del tipo: Ejes, planos, biomecánica
de la articulación y el dolor, Identificar alteraciones y apli-
car distintos métodos para valorar, Valorar a nivel muscu-
lar, articular y funcional y Observación.
- ¿Qué suprimirías?
La última clase, El primer tema y Algún tema que se sobre-
entiende están unificados en Algún tema.
- ¿Que harás para seguir aprendiendo?
28
Vol.8 • Núm.1 • 2005
Dentro de Aprovechar prácticas hemos englobado
Observar distintos profesionales y aprender de ellos y
Practicar.
RESULTADOS:
A continuación exponemos los resultados obtenidos refe-
rentes al cuestionario inicial y al final, y adjuntamos las
gráficas correspondientes:
CUESTIONARIO DE IDEAS PREVIAS Y
EXPECTATIVAS DEL ESTUDIANTE
Total de los encuestados: 100 alumnos
1. Sexo:
-Hombres: 29%
-Mujeres: 71%
2. Edad:
-17-18 años: 52%
-19-25: 36%
-Mayores de 25: 12%
3. ¿Fue fisioterapia tu primera opción de elección?
(Figura 1)
-Sí: 90%
-No: 10%
4. ¿Cuál ha sido tu vía de acceso a estos estudios univer-
sitarios? (Figura 2)
-Selectividad: 61%
-Acceso para mayores de 25 años: 5%
-Ciclo superior, F.P.: 29%
-Titulado: 4%
-Selectividad para extranjeros: 1%
5.¿Por qué has escogido estos estudios?
-Porque me gusta: 59%
-Por la salida profesional: 28%
-Por solidaridad (ayudar a curar): 10%
-Porque he necesitado tratamiento fisioterápico: 2%
-NS/NC: 1%
6. ¿Qué concepto tienes acerca de la Fisioterapia?
-Rehabilitación: 33%
29
Celedonia Igual Camacho et al
-Tratamiento de lesiones: 35%
-Conocimiento del cuerpo humano: 12%
-Ayudar a mejorar la calidad de vida: 10%
-Carrera interesante con futuro: 3%
-NS/NC: 7%
7. ¿Qué esperas aprender en términos generales?
-Rehabilitación: 5%
-Adquirir conocimientos para ser buen fisioterapeuta:59%
-Curar, mejorar la salud: 28%
-Masaje: 5%
-NS/NC: 3%
8. ¿Qué planes de futuro profesional esperas alcanzar a
través de estos estudios? (Figura 3)
-Trabajar en clínica: 69%
-Continuar estudios: 6%
-Investigación:3%
-No importa el campo: 15%
-NS/NC: 7%
9. ¿Qué concepto tienes de la salud? (Figura 4)
-Vivir sin medicamentos: 1%
-No enfermedad :9%
-Bienestar a todos los niveles: 70%
-Estado normal del ser humano: 10%
-Descripción OMS: 3%
-NS/NC: 7%
10. Según tu opinión, ¿qué diferencia la salud de la enfer-
medad? :
-Estar mal:8%
-Incapacidad para realizar o disfrutar de las cosas: 9%
-Tener algún trastorno de diversa índole: 12%
-No bienestar, ni físico ni mental: 50%
-NS/NC: 21%
30
Vol.8 • Núm.1 • 2005
31
11. ¿Sabes qué es la valoración en fisioterapia?
-Examen inicial para determinar el desequilibrio o la
lesión: 33%
-Conocer enfermedad para poder curarla: 9%
-Exploración de la situación del cuerpo: 15%
-Ideas generales de fisioterapia: 1%
-Adquirir conocimientos: 3%
-NS/NC: 39%
CUESTIONARIO FINAL
1. Sexo :
-Hombres: 29%
-Mujeres: 71%
2. Edad de los estudiantes:
-17-18 años: 52%
-19-25: 36%
-Mayores de 25: 12%
3. ¿Qué aprendiste en el curso? (Figura 5)
-Identificar alteraciones a nivel muscular, articular y fun-
cional y aplicar distintos métodos para valorar 77%
-Fundamentos de valoración 18%
-El papel del fisioterapeuta 3%
-Observación 1%
-Poco 1%
4. ¿Se han cumplido los objetivos propuestos al inicio?
(Figura 6)
-Sí 92 %
-No 4 %
-No completamente 3%
-NS/NC 1%
5. ¿Qué suprimirías? (Figura 7)
-Rapidez en las clases 7 %
-Imágenes 1%
-Nada 35%
Celedonia Igual Camacho et al
-Los trabajos 19%
-Algún tema:7 %
-El horario 1%
-NS/NC: 30%
6. ¿Qué harás con lo que aprendiste?
-Utilizarlo para valorar pacientes 22%
-Llevarlo a la práctica 59%
-Estudiar para examen 3%
-Usarlo de base para ampliar conocimientos 10%
-Repasarlo para no olvidarlo 3%
-NS/NC 3%
7. ¿Qué harás para seguir aprendiendo?
-Estudiar, leer libros... 60%
-Asistir a clase 15%
-Aprovechar prácticas 19%
-Realizar trabajo 4%
-NS/NC 2 %
8. Comenta si lo crees oportuno, alguna cosa que te gus-
taría decir y no has dicho:
-Horario 1%
-Demasiado temario para las pocas horas que hay 3%
-Se dan muchas cosas por sabidas 1%
-Se dan pocos ejemplos1%
-Se da demasiado pronto en la carrera (mejor después de
dar anatomía) 3%
-NS/NC: 91%
9. ¿Qué significado tiene para ti la Valoración en fisiote-
rapia?
-Valorar el grado de normalidad o patología previamente
a cualquier técnica de fisioterapia 67%
-Similitud con diagnóstico 6%
-Importancia en fisioterapia 18%
-Toma de contacto con el paciente 3%
-Toma de contacto con la carrera 2%
-NS/NC 4%
CONCLUSIONESUna vez obtenidos los porcentajes y estudiado el perfil de
los estudiantes de primero de fisioterapia de 1er curso,
grupo castellano, en el curso académico 2004-05 y su
evolución después de la impartición de la asignatura
Valoración, hemos llegado a las siguientes conclusiones:
1. En la encuesta final los déficits que se detectan respec-
to a la pregunta ¿Se han cumplido los objetivos propues-
tos al principio?, están directamente relacionados con la
32
Vol.8 • Núm.1 • 2005
realización de un mayor número de prácticas, hecho que
pensamos puede estar condicionado porque en el
momento en que se pasa la encuesta acababan de empe-
zarlas. Por ello consideramos que, en periodos lectivos
futuros sería conveniente pasar esta encuesta al final del
periodo de prácticas de esta asignatura.
2. En la pregunta ¿Qué suprimirías? las respuestas están
condicionadas por el momento en que se realiza, ya que
en la mayoría de los casos o están al inicio de la elabora-
ción del trabajo y exposición en grupo, o todavía no han
empezado. Por ello, pensamos que sería conveniente en
nuevas encuestas añadir epígrafes nuevos en apartados
como el número tres cuando los estudiantes responden
qué suprimirían, preguntarles el porqué.
3. Nos parece muy conveniente que los docentes conoz-
can de primera mano la opinión de los destinatarios del
proceso de aprendizaje (los estudiantes) a través de inicia-
tivas como la que se describe en este estudio o similares.
BIBLIOGRAFÍA- Ortega, M.A.A favor de la corriente. Cuadernos de pedagogía, 2004.1992
- Ramos,I. Aproximación a la formación inicial y perfil del nuevo profesional
de la enseñanza. Zaragoza. 1995.
- Santos Guerra, M.A. De las expendurías de títulos a los centros de investi-
gación educativa. Conceptos de educación, 1,61-71. 1998.
- Ausubel, D. 1978. Psicología Educativa. Un punto de vista cognoscitivo.Trills:
México
- Piaget, J. 1970. La epistemiología genética. Redondo: Barcelona.
- Coll, C.Y otros. Los contenidos en la reforma. Enseñanza y aprendizaje de
los conceptos, procedimientos y actitudes. Madrid.Antillana. Col.Aula XXI
- De Pro, A. 1998. Reflexiones para la selección de los contenidos procedi-
mentales en ciencias.
- Alambique. 1998. Didáctica de las Ciencias Experimentales, nº 6. 77-87.
- Bolívar,A. 1992. Los contenidos actitudinales en el currículo de la Reforma.
Ed. Escuela Española. Madrid.
- Ministerio de Educación y Ciencia. 1993. Temas transversales y desarrollo
curricular (Secretaria de Estado de Educación). Madrid.
- Sicilia Camacho A., Aguila Soto C., Moreno Murcia J.A., Reche Lorite A.,
Rosales Panequé F. Motivos que llevan alos estudiantes a iniciar la carrera de
Maestro de Educación Física.Cuadernos de Educación. 2001.
33
DDIIRREECCCCIIOONN PPAARRAA CCOORRRREESSPPOONNDDEENNCCIIAACeledonia Igual Camacho
C/ Guardia Civil, 22Valencia 46020
Teléfono: 963 98 38 56 / 55Fax: 963 98 38 58
E-mail: [email protected]
Celedonia Igual Camacho et al
34
EL TÍTULO DEL ARTICULONuria Piñero TejeroFisioterapeuta Colegiado nº1250 Murcia
RESUMEN:Con frecuencia, la lesión del hemisferio cerebral izquier-
do, además de producir hemiplejia en el lado derecho del
cuerpo, desencadena un cuadro apráxico que complica
aún más la recuperación motórica del enfermo.
En un número elevado de enfermos, a estas dos patologí-
as motoras se asocia un trastorno afásico que comprome-
te en mayor o menor medida la comprensión y/ o la pro-
ducción del lenguaje.
Los ejercicios que enseñan a decodificar las partes del
cuerpo en el espacio propuestos por Perfetti y sus colabo-
radores, para que los pacientes apráxicos sean capaces de
producir correctamente el acto motor, presentan una gran
dificultad de aplicación en los que la afasia compromete
la comprensión o la emisión lenguaje.
El motivo de este trabajo es permitir la comprensión de
los ejercicios de relaciones corporales a aquellos pacien-
tes que no pueden hacerlo por medio del lenguaje verbal
o gestual, a la vez que dotar al fisioterapeuta de un siste-
ma de obtención de respuestas fiables no verbales.
PALABRAS CLAVE:Hemipléjico, fisioterapia, afasia, apraxia, cognitivo.
SUMMARY:Frecuently, the injury of the left brain hemisphere,besides
producing hemiplegia in the right side of the body,
unchange an apraxic scene that complicates even more
the motoric recovery of the sick person.
In a high number of ills, to these two motoric pathologies
an aphasic disturbance is associated that compromises in
a boader or lesser extend to the comprehension and/ or
the outcome of language.
The exercises that teach to decode the parts of the body in
the space proposed by Perfetti and his collaborators, for
the apraxic patients to be able to correctly produce the
motoric act, show a big application difficulty in those
cases in which the aphasia involves the comprehension or
the issue of language.
The object of this job is to allow the comprehension of the
body relationship exercises to those patients who can not
do it through the oral or gestual language, at the same
time to endow the physical therapist with a system to
obtain reliable answers, not verbal.
KEY WORDS:Hemiplegic, physical therapy, aphasia, apraxia, cognitive.
El Concepto Perfetti enEnfermos Apráxicos Afásicos
Ignacio Pagola de las Heras Fisioterapeuta de la C.A.M. Colegio Público El Encinar, Torrelodones, Madrid.Colegiado nº 811 Madrid.
INTRODUCCIÓN: LESIÓN CERE-
BRAL IZQUIERDA Y APRAXIA.Mientras que la lesión del hemisferio cerebral derecho
suele producir en el enfermo hemipléjico heminegligen-
cia, la lesión del hemisferio izquierdo suele producir ade-
más de hemiplejia apraxia y afasia.
La apraxia repercute negativamente en la motricidad glo-
bal del enfermo, y más aún en el recuperación de la hemi-
plejia, alterando la capacidad de dar significado espacial
a las articulaciones, planos del espacio y relaciones entre
las partes del cuerpo.
En la organización del acto motor, factores cognitivos
como el ser capaces de dar significado a las articulacio-
nes (el codo y la rodilla son articulaciones que aproximan
y alejan el pie y la mano al cuerpo, y la cadera y el hom-
bro tienen la función de orientar la dirección de la extre-
midad), o la capacidad de decodificar la relación de las
partes del cuerpo en el espacio (por ejemplo, cuál es la
situación espacial del talón respecto a la cadera), son la
base para la correcta realización del acto motor. Para
comprender la efectividad de esta parte del tratamiento
hay que tener en cuenta que, si el paciente no es capaz
de decodificar (entender) las relaciones espaciales entre
los elementos de su propio cuerpo, no podrá, consiguien-
temente, elaborar (producir) correctamente el movimien-
to.
Al ser el hemisferio izquierdo el que realiza la programa-
ción del acto motor de los dos hemicuerpos, en caso de
lesión, los síntomas se manifestarán en ambos hemicuer-
pos. Siendo más valorable en el lado del cuerpo que no
sufre la hemiplejia (lado izquierdo), por no presentar alte-
raciones sensomotóricas que dificultan esta valoración.
TRATAMIENTO DE LA APRAXIA:Franca Panthé y Carla Ricello, ambas fisioterapeutas que
trabajan junto al doctor Perfetti, dividen la terapia con el
paciente apráxico en dos grupos. El primer grupo trata de
mejorar el reconocimiento de las relaciones de las partes
del cuerpo y es el que nos interesa, por su especial difi-
cultad de realización con pacientes afásicos.
Los ejercicios del segundo grupo se pueden realizar una
vez que el paciente sabe interpretar su propio cuerpo en
el espacio, para tratar de aprender a decodificar correcta-
mente las relaciones del mundo externo.
En los casos en los que existe una afasia asociada al cua-
dro apráxico, se plantea una grandísima dificultad a la
hora de realizar la valoración y los ejercicios que enseñan
al paciente a reconocer las relaciones de su cuerpo en el
espacio, debido a los problemas de comunicación tera-
peuta-paciente y paciente-terapeuta. El paciente no com-
prende las explicaciones sobre el ejercicio de relaciones
espaciales y/ o no es capaz de emitir respuestas con sig-
nificado, o lo hace con un significado ambiguo. En estas
situaciones, el fisioterapeuta se encuentra ante un pacien-
te apráxico, con él que la realización de ejercicios de gran
valor terapéutico es casi imposible, debido a su afasia.
Hay que señalar que no sólo los pacientes afásicos tienen
problemas con el lenguaje, sino que también los pacien-
tes apráxicos que no presentan afasia tienen una marcada
dificultad para hablar acerca del cuerpo y entender de las
claves del espacio, como codo, muñeca, hombro, rodilla,
tobillo, arriba, abajo, externo, interno, plano horizontal,
frontal, etc...
“EJERCICIOS DE RELACIONES
ESPACIALES DE LAS PARTES DEL
CUERPO”:El objetivo de estos ejercicios es enseñar al paciente a
analizar correctamente las relaciones de las partes de su
cuerpo en el espacio, para conseguir que sea capaz de
35
Ignacio Pagola de las Heras
decodificar el gesto y producirlo correctamente en los dos
hemicuerpos.
Las relaciones que se establecen entre las partes del cuer-
po son: alto/ bajo, adentro/ afuera, adelante/ atrás, o en el
plano horizontal, vertical o sagital. Por ejemplo, se le
sitúa al paciente el miembro superior en una determinada
posición y se le realizan preguntas (1º con ojos abiertos y
luego cerrados) como:
“¿Qué tienes más alto, la mano o el hombro? “
“¿Qué tienes más anterior, el codo o el hombro?”
“¿Qué tienes más arriba, tus dedos o tu muñeca?”
El diagnóstico de la incapacidad del paciente para deco-
dificar las relaciones espaciales de su cuerpo se realiza de
la misma forma que el tratamiento.
Los pacientes afásicos, en la mayoría de los casos, no
entienden ni la explicación verbal-gestual del ejercicio ni
las preguntas que les hace el fisioterapeuta, o incluso en
el caso de poder comprender, no son capaces de produ-
cir una respuesta verbal con un significado claro para el
fisioterapeuta.
ESTRATEGIA A TRAVÉS DEL
MEDIO GRÁFICO PARA PACIEN-
TES AFÁSICOSDada la imposibilidad de dirigir la atención del enfermo
por medio de palabras, como haríamos en el caso de
pacientes no afásicos, la dirigimos mediante imágenes
visuales.
En el análisis de los problemas que impiden la realización
de dichos ejercicios a través de la comunicación verbal-
gestual, aparecen dos puntos principales a los que se debe
aportar una solución:
1. La alteración de la comunicación verbal, que impide al
paciente la comprensión del ejercicio.
2. La ambigüedad de las respuestas mediadas a través de
la comunicación gestual.
La elaboración de una estrategia gráfica debe permitir
solucionar estos problemas, a través de:
Primero: Hacer comprensible el contenido del ejercicio
al paciente.
Segundo: Permitir a paciente y terapeuta la emisión de
respuestas fiables (con un único significado) y comprensi-
bles para ambos. Cada dibujo debe ser la representación
de una respuesta única, evitando los parámetros a los que
el paciente no debe dirigir su atención para elaborar su
respuesta.
Para solucionar la dificultad que presentan la mayoría de
estos pacientes para dirigir su atención sobre los paráme-
tros correctos (en este caso las zonas del cuerpo) se ha
marcado con puntos coloreados las zonas corporales a
relacionar, para atraer la atención del paciente sobre
dichas zonas. También con el fin de dirigir correctamente
la atención del paciente en los dibujos se omitió el resto
del cuerpo que no fuese aquel a relacionar en el espacio,
incluida la articulación proximal (a la que los pacientes
erróneamente suelen atender para resolver el ejercicio).
Al suprimir todas las informaciones que no tienen rela-
ción con la correcta solución, se obliga al paciente a diri-
gir su atención sobre los parámetros que nos interesan en
este tipo de ejercicio.
Para analizar la utilidad de la estrategia a través de la
comunicación gráfica, se han realizado los ejercicios de
relaciones espaciales con tres pacientes hemipléjicos
apráxicos afásicos, con los cuales no se pudo efectuar los
ejercicios debido a la incapacidad de los pacientes de
comprender al fisioterapeuta y a la imposibilidad del fisio-
terapeuta de obtener respuestas útiles de los pacientes. Al
paciente se le presentan a través de los dibujos, tres posi-
ciones diferentes. En cada ejercicio el paciente para poder
diferenciar una de las otras dos posiciones debe elaborar
36
Vol.8 • Núm.1 • 2005
una hipótesis basándose en la diferente situación espacial
de las partes del cuerpo.
Los tres pacientes (C.R., J.V. y S.L.) han sido diagnostica-
dos de lesión cerebral izquierda tras infarto cerebral que
se manifiesta con hemiplejia derecha, afasia mixta grave
y síntomas apráxicos.
Como criterio para poder afirmar en cada ejercicio que el
paciente ha comprendido y es capaz de decodificar espa-
cialmente las partes de su cuerpo el paciente debe emitir
un mínimo de 8 respuestas correctas de 10 situaciones
planteadas con los ojos abiertos.
A) Ejercicios cuyas relaciones espaciales
son “arriba/ abajo/ en el mismo plano hori-
zontal”:
Para explicar el concepto de horizontalidad y los concep-
tos arriba/ abajo/ a la misma altura, la representación de
la superficie del agua es útil para explicar dichas ideas. Es
fácilmente comprensible que la superficie del líquido es
siempre horizontal. Así, para las relaciones punta del pie/
talón se han realizado las siguientes figuras: 1, 2 y 3.
El paciente mediante un análisis visual de la tres figuras
debe establecer los criterios que diferencian a cada posi-
ción de las restantes:
• Figura 1: talón y dedos en la superficie del agua (mismo
plano horizontal).
•Figura 2: talón en el agua y dedos en el aire (talón más
abajo que los dedos).
•Figura 3: dedos en el agua y talón en el aire (dedos más
abajo que el talón).
Metodología: Paciente en sedestación. El fisioterapeuta
sitúa el pie no pléjico del paciente en una de las tres posi-
ciones que representan los dibujos (talón por debajo de la
punta, talón y punta a la misma altura o talón por encima
de la punta), permitiendo al paciente mirar su pie.
Después, le solicita que escoja de entre los tres dibujos
aquel que representa la posición impuesta.
Una vez que el paciente es capaz de decodificar correc-
tamente con los ojos abiertos en el lado no pléjico se rea-
liza de la misma forma, pero sin control visual del pie. El
objetivo final es poder realizar el ejercicio en el pie pléji-
co sin que el paciente necesite mirar su pie para recono-
cer la posición.
Después de trabajar diariamente durante cinco días en
sesiones de cincuenta minutos con estos dibujos, C.R.
comprende el ejercicio ya que es capaz de emitir respues-
tas correctas sobre la decodificación espacial. Como
resultado de dicha decodificación espacial no presenta
tanta irradiación al triceps sural en bipedestación ni al dar
el paso, permitiendo apoyar completamente el talón del
pie pléjico en el suelo en bipedestación (con anterioridad
al tratamiento este permanecía elevado un centímetro del
37
Ignacio Pagola de las Heras
Figura 2
Figura 1
Figura 3
suelo).
S.L. y J.V., con menos capacidad de comprensión, necesi-
taron la presencia de un barreño con agua en el gimnasio
para poder dirigir correctamente la atención sobre las par-
tes de su cuerpo (en este caso, talón y punta del pie), y
poder así llevar a cabo el ejercicio satisfactoriamente.
Con dichos pacientes fueron necesarias ocho sesiones
para la correcta decodificación y obtener cambios en su
patología respecto al comienzo del tratamiento: menor
irradiación de la contracción al triceps sural en bipedes-
tación ( S.L. disminuye la distancia del talón al suelo en
1´5 centímetros cuando se le ayuda a pasar a bipedesta-
ción desde sentado y J.V. al dar el paso no realiza el pri-
mer contacto con la punta del pie pléjico sino con toda la
planta).
Posteriormente, para estudiar la validez de la estrategia
gráfica según esta metodología en el miembro superior, se
realiza el mismo proceso para muñeca y punta de los
dedos, utilizando las figuras 4, 5 y 6.
Después de la realización del los ejercicios en el pie, la
comprensión de los ejercicios en la mano fue más senci-
lla y rápida, necesitándose dos sesiones para la correcta
decodificación de las posiciones para C.R., cinco para J.V.
y seis para S.L..
Teniendo en cuenta dichos ejercicios para las relaciones
con el plano horizontal, se han realizado con la misma
metodología para decodificar las relaciones mano/ hom-
bro, mano/ codo, codo/ hombro...
B) Ejercicios cuyas relaciones espaciales son
adelante/ atrás/ en el mismo plano frontal:
Una vez definida la estrategia gráfica para trabajar las
relaciones espaciales de las partes del cuerpo con los
pacientes afásicos, la reeducación de la decodificación de
las mismas en relación con el plano frontal (en el que las
relaciones son adelante/ atrás/ en el mismo plano frontal)
es explicado al paciente por un muro situado delante del
mismo, que representa la pared del gimnasio. De este
modo se dirige la atención del paciente para que respon-
da a la pregunta que le plantean los dibujos: ¿qué parte
del cuerpo está más cerca/ lejos del muro?, o lo que es lo
mismo ¿qué parte es más anterior y cuál está más poste-
rior?.
Como ejemplo de ésto se muestran las imágenes de la
figura 7, las cuales se realizaron para poder trabajar las
relaciones espaciales adelante/ atrás/ en el mismo plano
frontal, entre la rodilla y la punta del pie.
El paciente mediante un análisis visual de las tres figuras
debe establecer los criterios que diferencian a cada posi-
ción de las restantes:
• Dedos y rodilla a la misma distancia del muro (dedos y
38
Vol.8 • Núm.1 • 2005
Figura 4
Figura 5
Figura 6
39
rodilla en el mismo plano frontal).
• Rodilla más cerca del muro que los dedos (rodilla más
ventral que los dedos).
• Dedos más cerca del muro que la rodilla (dedos más
ventrales que la rodilla).
Seis sesiones fueron necesarias para que C.R. decodifica-
ra correctamente las relaciones espaciales citadas. Las
modificaciones en la patología que produjo el ejercicio
en este paciente fueron: aumento del tiempo de la fase de
apoyo y mayor flexión de la rodilla, reduciendo el lanza-
miento del pie pléjico durante la fase de oscilación.
J.V. y S.L. necesitaron ocho y diez sesiones respectiva-
mente, para la correcta decodificación del gesto. S.L. dis-
minuyó la irradiación a los músculos flexores de rodilla
en el paso de sedestación a bipedestación, permitiendo
mantener el pie quieto en el suelo y que no resbale dor-
salmente. J.V. después de la correcta decodificación,
redujo el lanzamiento ventral del pie al final de la fase
oscilante del miembro pléjico controlando la hiperexten-
sión de rodilla. También aprendió a colocar el pie pléjico
en el plano frontal de la rodilla para incorporarse desde
sedestación a bipedestación (anteriormente mantenía el
pie ventralmente situado respecto a la rodilla).
Para las relaciones con el plano frontal, si en lugar de la
punta, hay que relacionar el talón del pie se ha mostrado
más útil la representación de la silla en la que está senta-
do el paciente, en lugar de un muro situado ventralmente
al paciente.
Con la misma estrategia de la pared y la silla, también se
trabajaron las relaciones antero-posteriores de cadera/
rodilla, cadera/ pie, mano/ hombro, codo/ hombro, hom-
bro/ cadera, del tronco, etc...
Con el fin de que el paciente se oriente mejor en el dibu-
jo, en un principio se pensó en la posibilidad de dibujar
el resto del cuerpo del paciente, omitiendo únicamente la
articulación a la que el enfermo tiende a dirigir su aten-
ción. Sin embargo, esta idea se suprimió porque compli-
ca al paciente la tarea de dirigir correctamente la atención
hacia la zona del cuerpo con la que se está trabajando.
Además, representar la figura del cuerpo obliga a elegir
una posición determinada, y el paciente puede pensar
erróneamente que la forma de relacionar espacio-cuerpo
que le estamos enseñado sólo es válida para la posición
en la que hemos realizado el ejercicio (por ejemplo, si en
el gimnasio se realiza el ejercicio en sedestación, después
el paciente no sabrá como reaccionar ante la bipedesta-
ción o el supino).
C) Ejercicios cuyas relaciones espaciales
son dentro/ fuera/ en el mismo plano
sagital:
Para la relaciones dentro/ fuera se optó por no dibujar
ningún plano sagital, para así dotar al cuerpo de mayor
protagonismo en dichos conceptos. Se utiliza una repre-
sentación de una silueta humana de frente, sin una postu-
ra definida (que pudiese interpretarse como decúbito, en
bipedestación o en sedestación). El paciente debe identi-
ficar qué parte está “dentro”, o sea cerca de la línea
Ignacio Pagola de las Heras
Figura 7
media, y cuál está “fuera”, o sea, lejos de la línea media-
na (representada por el ombligo y la línea que separa
ambas piernas). Se han utilizado las imágenes de la figu-
ra 8 para trabajar las relaciones dentro/ fuera del tobillo/
rodilla.
El paciente mediante un análisis visual de las tres figuras
debe establecer los criterios que diferencian a cada posi-
ción de las restantes:
• Rodilla dentro del cuerpo y tobillo fuera (rodilla situada
más internamente que el tobillo).
• Tobillo dentro del cuerpo y rodilla fuera (tobillo situado
más internamente que la rodilla).
• Rodilla y tobillo a la misma distancia de la línea media
(rodilla y tobillo en el mismo plano sagital).
Tras la realización de cuatro sesiones C.R. es capaz de
decodificar correctamente dichas relaciones espaciales.
Cuando C.R. realizaba el paso de sedestación a bipedes-
tación o al revés, la rodilla pléjica se aducía hasta contac-
tar con la otra rodilla. Después de aprender a decodificar
correctamente los parámetros citados, C.R. corrigió la
irradiación de los aductores de cadera, permitiendo el
paso sedestación- bipedestación-sedestación corrigiendo
la addución de la rodilla pléjica durante el movimiento.
Por su parte, siete sesiones necesitaron J.V. y S.L. para la
correcta decodificación (consiguiendo un mejor control
de la irradiación del esfuerzo en los aductores: S.L no
aduciendo la rodilla durante el movimiento de sedesta-
ción- bipedestación. J.V. aprendió a situar la rodilla enci-
ma de su pie pléjico durante la fase de carga (previamen-
te cargaba con el pie pléjico más abducido que la rodilla)
También con la misma metodología se trabajaron las rela-
ciones dentro/ fuera de las zonas hombro/ mano, pie/
talón, cadera/ tobillo, mano/ codo, punta del los dedos/
muñeca, etc.
La estrategia gráfica descrita, también ha permitido la
misma valoración de los síntomas apráxicos a pacientes
con afasia de comprensión moderada y grave, los cuales
al no padecer apraxia han resuelto correctamente los ejer-
cicios propuestos.
RESULTADOS:Después de realizar de la forma descrita los ejercicios
relativos al reconocimiento espacial de los segmentos del
cuerpo (según la teoría de la rehabilitación cognitiva) a
tres pacientes apráxicos con problemas de afasia, a los
que primeramente les fue imposible la realización del tra-
tamiento a través del lenguaje verbal-gestual, podemos
concluir que el medio gráfico utilizado ha permitido a los
tres pacientes tratados entender el ejercicio y decodificar
la situación espacial de sus zonas del cuerpo. El terapeu-
ta de esta forma puede analizar las respuestas del pacien-
te y guiarle hacia los parámetros correctos. Se ha experi-
mentado mejoría no sólo en cuanto a la decodificación
espacial de las partes del propio cuerpo, sino también en
40
Vol.8 • Núm.1 • 2005
Figura 8
las manifestaciones apráxicas que derivan del desconoci-
miento por parte del enfermo de las relaciones de su cuer-
po en el espacio, que empeoran la hemiplejia y el movi-
miento general del paciente. Las modificaciones en el
comportamiento motor de estos enfermos tras la realiza-
ción de los ejercicios han sido la realización de movi-
mientos de forma más fluida y correcta sin irradiar de
forma exagerada a grupos musculares.
DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES:Aún utilizando los mismos dibujos para todos los pacien-
tes tratados, con cada uno de ellos ha sido necesario una
explicación diferente, siempre adaptada a las característi-
cas de la lesión cognitiva (comprensión de gestos, pala-
bras e imágenes, y capacidad de aprendizaje y de dirigir
la atención).
Dado que también los pacientes apráxicos sin aparentes
alteraciones del lenguaje tienen dificultad de entender y
hablar del cuerpo y de las claves del espacio, y en ocasio-
nes de entender el ejercicio que les propone el fisiotera-
peuta, el medio gráfico, puede resultar útil no sólo a
pacientes apráxicos con problemas de afasia, sino tam-
bién a los no afásicos.
Ninguno de los pacientes valorados o tratados padecía
una afasia de comprensión total, por lo que para valorar
la utilidad de la metodología en dichos enfermos sería
necesaria la realización de otro estudio dirigido a estos
casos.
Sería también interesante ampliar el estudio de la comu-
nicación no verbal en el caso del enfermo afásico hemi-
pléjico, sobre todo para posibilitar al enfermo la expre-
sión de datos acerca de su cuerpo relacionados con el
ejercicio.
AGRADECIMIENTOS:
A los pacientes J.V. y S.L. y en especial a Carlos. A Miguel
Ángel Muñoz por su traducción y amistad, a Esther
Martínez por su constante entusiasmo, revisión y conse-
jos, y a Roberta por el empujón final para su publicación.
A todos ellos muchas gracias.
BIBLIOGRAFÍA:1. Lurija A.R. Las funciones corticales superiores en el hombre.Vol. I-III. edi-
torial fontanella; 1967
2. Paccagnella M., Zaja A. Osservazioni e consideracini sull trattamento
dell´emiplegico destro con E.T.C. Riabilitazione Cognitiva 2003; 1: 43-48
3. Pantè F., Rizzello C., Perfetti C. L´aprassia come problema riabilitativo,
Riabilitazione e Apprendimento 1998; 18: 155-165
4. Pantè F., Rizzello C. L´Esercizio Terapéutico nella aprassia (prima parte).
Riabilitazione Cognitiva 2000; 1: 63-70
5. Pantè F., Rizzello C. L´esercizio Terapéutico nella aprassia (seconda parte).
Riabilitazione Cognitiva 2000; 2: 129-138
6. Perfetti C. La rieducazione motora dell´emiplegico. Milán: Ghedini; 1979
7. Perfetti C. Condotte terapepeutiche per la rieducazione motoria dell´emi-
plegico. Milán: Ghedini; 1986
8. Perfetti C. Uomini e macchine. Milán: Riabilitazione oggi; 1988
9. Perfetti C. El ejercicio terapéutico cognoscitivo para la reeducación moto-
ra del hemipléjico adulto. Barcelona: Edika Med; 1999
10. Puccini P. Disprassia, conoscenza e costruzione dell´imagine motoria in età
evolutiva. Riabilitazione Cognitiva 2001; 2: 161-170
11. Reggiani P. L´imagine motoria come strumento per l´esercizio terapeuti-
co. (LU): Biblioteca A.R. Lurija; 1999
41
DDIIRREECCCCIIOONN PPAARRAA CCOORRRREESSPPOONNDDEENNCCIIAAIgnacio Pagola de las Heras
C/ Ferrol, nº5, Bajo 1. C.P.: 28029 MadridTeléfono: 91 323 31 86
E-mail: [email protected]
Ignacio Pagola de las Heras
42
EL TÍTULO DEL ARTICULONuria Piñero TejeroFisioterapeuta Colegiado nº1250 Murcia
La revista FISIOTERAPIA Y CALIDAD DE VIDA es una publicación trimestral, creada con el propósito de promovere incentivar los trabajos científicos desarrollados por los colegiados. No obstante esta revista está abierta a la publi-cación de trabajos realizados por autores no colegiados o fisioterapeutas de fuera de Las Comunidades Autonómicasdonde no exista Colegio de Fisioterapeutas, así como a otros profesionales siempre que cumplan con el rigor científi-co y con las normas generales que a continuación se detallan.
Estas normas están basadas en las propuestas por el Grupo Vancouver o Comité Internacional de Directores deRevistas Médicas (CIDRM), por lo que esta normativa estará regulada por dicho Comité a fín de unificar los criteriostanto de las editoriales como la de los autores.
Básicamente se pretende beneficiar tanto al editor como al autor:• Agilizando el proceso de edición de la obra con la consiguiente reducción del tiempo necesariopara su publicación;• Evitando molestias al autor debido a excesivas consultas, desplazamientos, etc;• Menor coste de la publicación al no necesitar tantos retoques, recompaginaciones, correcciones etc.No obstante cualquier cambio que el autor quiera realizar sobre las normas que a continuación se detallan por
causa del tipo de obra, ideas particulares del autor sobre el artículo, etc., debe comunicarlo a la editorial antes deredactar los folios o preparar la ilustración. Una vez estudiadas las proposiciones se decidirá entre el autor y la edito-rial la viabilidad y conveniencia de los cambios.
Se entiende que una vez publicado un artículo en la revista, la propiedad del copyright pasará a ser de la revista,debiéndose solicitar autorización por escrito a la misma para proceder a su reproducción en cualquier otro medio. Enestos casos, la revista informará al autor del artículo.
La revista publica artículos sobre cualquier campo de la Fisioterapia, así como artículos ajenos a la fisioterapia que,por su contenido, puedan tener relación con la misma.
SECCIONES1.EDITORIALSon trabajos escritos por encargo del Comité de Redacción, o bien, redactados por algunos de sus
miembros.Extensión: No debe ser superior a 8 folios siguiendo las normas generales.2. ORIGINALESTendrán tal consideración aquellos trabajos, no editados anteriormente, ni remitidos simultáneamente a otra publi-
cación, que versen sobre el área de fisioterapia o sobre campos relacionada con ella.Texto: se recomienda no superar las 15 páginas mecanografiadas (30 líneas a doble espacio, con 60-70 caracteres por línea).Tablas: se aconseja una cifra máxima de 6 tablas.Figuras: se aconseja una cifra máxima de 8 figuras.Bibliografía: se recomienda no superar las 50 citas.Se recomienda un número de autores no superior a 6.Los criterios que se aplicarán para valorar la aceptación de los artículos serán el rigor científico metodológico,
novedad, trascendencia del trabajo, concisión expositiva, así como la claridad literaria del texto.3. CASO CLÍNICOEn esta sección de la Revista se presentarán casos clínicos singulares en los cuales tenga un interés especial, bien
por el tratamiento empleado o por la patología. Para esta sección será necesario aportar imágenes, de un paciente ouna zona del mismo, así como pruebas complementarias (ECG, Rx, TAC, RNM, etc.) con suficiente expresividad clíni-ca, acompañada de un comentario en relación con la imagen.
Normas generales para la presentación de artículos
científicos originales
La extensión del texto no debe superar los 5 folios siguiendo las normas generales (30 líneas a doble espacio, con60-70 caracteres por línea).
Tablas: se aconseja una cifra máxima de 2 tablas.Figuras: se aconseja una cifra máxima de 2 figuras.Se recomienda que el número de autores no sea superior a 6.
OPCIONAL:AGENDA: abierta a publicar notas de actividades científicas, que puedan tener interés para los fisioterapeutas. En
este apartado podrían incluirse Jornadas, Symposiums, Congresos, Cursos. También insertarse literatura médica.Premios y becas. Noticias diversas.
Aspectos generales1. Se respetará el idioma del autor basándose en los idiomas oficiales de Cataluña como son el catalán y el castellano.
Todo el texto deberá estar escrito en toda su extensión en el idioma elegido (texto, tablas, epígrafes y leyendas de las figuras)2. Iniciar cada sección en una nueva página.3. Doble espacio en todas las páginas. Sólo se mecanografiará una cara de la hoja.4. Todo el manuscrito se presentará en hojas del mismo tamaño DIN A4 con igual número de líneas y espacios por
línea en cada hoja (si es posible 30 líneas por 60-70 caracteres).5. Los folios deben estar mecanografiados a doble espacio, con márgenes en los lados izquierdo, derecho y superior.6. Para dar a entender lo que son títulos y su categoría utilizar las posibilidades del ordenador. El mismo autor puede
crear una pauta de títulos como por ejemplo al estilo siguiente:a) MAYÚSCULA CON DOBLE SUBRAYADO.b) MAYÚSCULA CON SUBRAYADOc) MAYÚSCULAd) Minúscula con doble subrayadoe) Minúscula con subrayadof) Minúscula7. Remitir el manuscrito original.8. Los folios seguirán una numeración correlativa por un lado (texto, tablas y bibliografía) y otra (epígrafes) por otro
lado. La numeración estará en la parte superior derecha del texto.9. Al enviar el disquete, los autores deberán asegurarse de que la versión sea la más reciente del artículo, indican-
do el nombre del archivo y el programa informático utilizado.
PORTADASCada apartado de los que se detallan a continuación debe empezar folio y regirse por las normas que se indican:1. Indicar el título definitivo de la obra en un folio (también el subtítulo si lo hubiera).En el idiomaelegido y en inglés.2. Indicar en folio aparte el autor o autores con sus cargos hospitalarios y/o docentes, etc.3. Centro de trabajo del/de los autor/es.4. Autor que se responsabiliza de la correspondencia, con la dirección de envío.5. Número total de páginas del artículo, tablas y figuras.
RESUMEN Y PALABRAS CLAVE (ABSTRACT, KEY WORDS)Presente en página aparte la versión en el idioma elegido y en ingles. Se recomienda revisar la ortografía y sintaxis
de la versión anglosajona, para evitar ulteriores correcciones.Las Palabras Clave deben estar referenciadas en la lista del Medical Subjet Headings del Index Medicus; se deben
aportar en número de 3 a 10.La extensión del resumen en catalán o castellano no debe exceder las 200 palabras. El contenido debe incluir la
siguiente información:• Objetivos del estudio• Procedimientos básicos empleados (selección de población, método de observación, procedimiento analítico).• Hallazgos principales del estudio (datos concretos y significación estadística).
43
Normas generales para la presentación de artículos científicos originales
• Conclusiones del estudio, destacando los aspectos más novedosos.
PARTES DEL TEXTO1. INTRODUCCIÓNPresentará los objetivos del estudio, resumiendo los razonamientos empleados, citando únicamente las referencias
necesarias y sin realizar un análisis exhaustivo del tema. No deben incluirse las conclusiones del trabajo.2. MATERIAL Y MÉTODOSDebe describir el procedimiento de selección de la población estudiada. Igualmente, se debe proporcionar la sufi-
ciente información como para que el estudio puede ser reproducido por otro investigador, ello incluye la descripciónde métodos, identificación de los aparatos empleados (con nombre comercial, código y marca del fabricante), fárma-cos o cualquier otro procedimiento seguido.
Se considera aconsejable emplear las unidades de medida reconocidas internacionalmente. En los estudios conpoblación humana, debe especificarse si se realizó con aprobación del Comité de Ética, o en concordancia con losprincipios de la Declaración de Helsinki (1975, 1983), siempre que el estudio lo requiera.
La descripción de los métodos estadísticos empleados debe permitir al lector que lo solicite poder comprobar losresultados del estudio.
3. RESULTADOSLos datos del texto no deben repetir íntegramente los datos de las tablas o gráficos. Se deberá hacer alusión a aque-
llos datos de mayor relevancia o más destacados, sin caer en el error de la redundancia.4. DISCUSIÓN Y CONCLUSIONESDeben destacarse los aspectos más novedosos del estudio, así como las conclusiones que de él se extraen.
Igualmente, se comentarán las implicaciones derivadas de los hallazgos y sus limitaciones, así como la trascendenciapara futuras investigaciones. Relacione los resultados con los de otros estudios, contrastando los objetivos iniciales conlos datos finales.
5. AGRADECIMIENTOSEn el epígrafe de agradecimientos, puede mencionar a todas aquellas personas o entidades que de alguna forma
hayan colaborado a la realización del estudio.
BIBLIOGRAFÍALas siguientes normas están redactadas en concordancia con el (CIDRM). El cumplimiento de las mismas es impre-
scindible para la publicación de cualquier trabajo en la revista.1. La bibliografía debe hacerse en folios en los que no figure otro tipo de texto.2. Numere las citas bibliográficas de forma correlativa a su aparición en el texto. Las citas bibliográficas se indicarán
entre paréntesis y con números arábigos de tamaño normal. Ejemplos: (21) (35-38, 43)3. Los nombres de revistas citadas deben estar abreviados siguiendo el estilo empleado en Index Médicus (consul-
tar la lista de revistas indexadas, en el ejemplar de enero).Ejemplos de citas bibliográficas:- REVISTAHarris GW, Donovan BT. The pituitary gland. Gastroenterology 1980; 79: 423-43.- LIBROColson JP, Armour F, Louis PJ, Wilkinson G, Swartz T, Diener R, et al. Sports injuries and their treatment. 2nd rev ed.
London: S Paul, 1986.- CONFERENCIAHarley NH. Comparing radon daughter dosimetric and risk models. In:Gammage RB, Kaye SV, editors. Indoor air
and human health. Proceedings of the Seventh Life Sciences Symposium; 1984 Oct 29-31; Knoxville (TN). Chelsea (MI):Lewis, 1985: 69-78.
4. No son válidas como citas, las referencias del tipo “observación no publicada”, o “comunicación personal”. Lascomunicaciones escritas, pero no publicadas, pueden citarse únicamente en el texto, entre paréntesis.
5. Cuando la obra tenga más de 6 autores, anótese solo el nombre de los seis primeros y agréguese “et al.”.Las citasde figuras, tablas y páginas deben ponerse según se muestra en los siguientes ejemplos:
44
Normas generales para la presentación de artículos científicos originales
TABLASLas tablas forman el apartado del original más difícil de interpretar, marcar tipográficamente, corregir y componer;
por este motivo, dentro de la obra es la parte que debe quedar más clara y en la que deben seguirse estrictamente lasnormas.
1. Las tablas deben hacerse en folios en los que no figure otro tipo de texto.2. Las tablas deben numerarse correlativamente. Se encabezará por la palabra tabla, seguida de un número latino.3. Todas las tablas deben estar cifradas en el texto en orden correlativo (al menos la cita principal, en el caso de que
exista más de una). Ejemplo: (tabla I) (tablas I y IV) (tablas I a IV)4. Toda tabla debe tener su título.5. Si una tabla es excesivamente ancha para que quepa en un folio, puede hacerse en posición horizontal.
EPÍGRAFES O PIES DE FIGURA1. Los epígrafes deben hacerse en folios en los que no figure otro tipo de texto.2. Las tablas deben numerarse correlativamente. Se encabezará por la palabra figura, seguida de un número arábigo.3. Todas las tablas deben estar cifradas en el texto en orden correlativo (al menos la cita principal, en el caso de que
exista más de una). Ejemplo: (fig. 1) (figs. 1 y 3) (figs. 1 a 3).4. Los folios tendrán su propia numeración correlativa, independiente de la del texto.5. Toda figura debe tener su epígrafe.
ILUSTRACIÓN1. Toda ilustración debe conocerse como figura (no utilizar distintos términos: gráfico, esquema, etc.).2. Se consideran figuras las fotografías, dibujos, esquemas, algoritmos, etc.3. Todas las figuras deben estar citadas en el texto en el orden correlativo (al menos la cita principal).4. Las figuras deben numerarse correlativamente.5. Las figuras deben colocarse en sobres, fuera del texto.6. La ilustración debe ser original o estar acompañada del correspondiente permiso de su autor y/o editor para su reproducción.7. Las figuras serán de la mejor calidad posible: no pueden aceptarse fotocopias, fotografías o diapositivas defectu-
osas, dibujos a bolígrafo, lápiz o rotulador, etc.8. Todas las figuras deben tener indicada la posición correcta mediante una flecha con la punta hacia arriba, y las
diapositivas indicar, además, la cara que debe quedar impresa en el libro.9. No son aconsejables las diapositivas con leyendas por la dificultad para corregirlas y cambiarlas, en caso de error
o unificación con el resto de la obra. Necesitamos el original que ha servido para hacer esa diapositiva.10. Si se utilizan fotografías de personas, éstas no podrán ser identificadas; de lo contrario, tendrá que adjuntarse
una autorización por escrito para su publicación (Protección del derecho de los pacientes a la intimidad).
Envío del original a la revista FISIOTERÁPIA Y CALIDAD DE VIDAEl artículo original se enviará al Comité de Redacción y Científico del Colegio de Fisioterapeutas al que pertenez-
ca el primer autor del mismo e irá acompañado de una copia en soporte informático y tres copias en papel en un sobreresitente y, en caso necesario, se colocarán éstas y las figuras e una capeta de cartón para evitar que las fotografías sedoblen. Las figuras y las transparencias se introducirán en un sobre aparte también de papel resistente.Se enviará juntocon el original una carta de presentación firmada por todos los coautores que incluya:
a) información sobre publicación previa o duplicada o envío a otras revistas de cualquier parte del trabajo;b) declaración de que el original ha sido leído y aprobado por todos los autores; el nombre y la dirección de la per-
sona que estará en contacto con la revista para poder enviar las revisiones. También es interesante facilitar el E-mail encaso de poder realizar el envío por Internet;
c) junto con el original, se entregará copia de las autorizaciones necesarias para reproducir materiales ya publica-dos, utilizar ilustraciones o facilitar información sobre personas que pueden ser identificadas en las ilustraciones.
45
Normas generales para la presentación de artículos científicos originales