Al final de este

año escolar

quería decirles:

.

¡GRACIAS MAESTROS(AS)!, porque dieron y seguirán dando buenos frutos.

¡Gracias!, por tu profunda vocación de enseñar, que se renueva cada vez que se inicia otro año

escolar.

¡Gracias!, por enseñarnos un modo diferente de ver las cosas, por proponernos dudas,

cuestionarnos y por alentarnos a ponernos de pie ante la vida.

¡Gracias!, por enseñarnos a crecer libres y superarnos, porque a lo mejor en tu entrega generosa, dejaste

escapar la oportunidad de compartir con tus propios hijos.

¡Gracias! Por haber repetido tantas veces ese tema tan difícil de comprender y esperar con paciencia hasta que

lo entendiera completamente.

¡Gracias! Por comprender que una pena de amor, a mi edad, es más importante que el “Descubrimiento de

América”.

¡Gracias!, por haber creído en nosotros, a pesar de nuestras limitaciones y diferencias.

¡Gracias! por haber perdido tus ratos de descanso y quedarte a mi lado, para escucharme o darme un

consejo.

¡Gracias!, por haberme entusiasmado para hacer esas cosas que al comienzo rechazaba.

¡Gracias! por descubrir esas capacidades que estaban tan ocultas, que tuviste que buscar dentro del alma.

Gracias, por ser guía y amigo, por enseñarme que cuando algo me cuesta mucho trabajo, siempre estás

allí dispuesto a ayudarme.

Gracias, porque antepones el gusto por enseñar, al interés personal, a lo económico y a las gratificaciones

materiales que dan otras profesiones.

¡Gracias!, por acercarte cuando ves que algo no anda bien, por preguntar e interesarte en forma genuina, por

cada uno de nosotros y ofrecer generosamente tu ayuda.

¡Gracias!, por brindarme

amor y seguridad

frente a mis temores y

dudas, haciendo de

mí una persona segura y

auténtica.

¡Gracias! por enseñarnos con tu ejemplo que alcanzar el horizonte no es tarea imposible, que podemos ser mejores si nos esforzamos y

que a pesar de todo lo que nos suceda, Dios siempre está pendiente de nosotros y nos cuida con amor.

¡Gracias!, por guiarme en

lograr aprendizajes significativos. Tu esfuerzo no será en vano, ya veras los resultados

¡Gracias!, por pensar un

día que era bueno dar

la clase fuera del aula y

pudimos contemplar

la naturaleza y jugar con los pájaros.

¡Gracias!, porque además de la comunicación

aprendes a llevar a la pizarra los

sentimientos que afloran en el

aula.

¡Gracias!, porque más allá de las calificaciones miras con una sonrisa y

comprensión

¡Gracias!, porque te

vacías de ti mismo para

llenar el alma, la

mente y el corazón de

tus alumnos.

¡Gracias!, por caminar junto a

mí. Por tu entrega en mi aprendizaje,

por compartir tu sabiduría y

por impulsarme a ser cada día

mejor.

¡Gracias!, por despertar mi creatividad, curiosidad e investigación. Por escribir vida en

cada corazón.

¡Gracias!, por cultivarme como una flor, con pequeños detalles de paciencia, comprensión,

ternura y amor.

¡¡¡GRACIAS!!!, por permitirme entrar a tu aula y aprender junto a ti.

Por mis errores y vacíos, quería decirles ¡LO SIENTO!, pero quise darles lo mejor. Prometo mejorar.

Por su trabajo y empeño demostrado día a día en busca de modelar la mente y el corazón de sus estudiantes , ¡pero valió la pena!

Por el respeto y confianza que tengo en ustedes, quiero decirles: ¡ADELANTE MAESTROS(AS), sé que darán lo

mejor, porque son maestros del cambio.

¡¡¡¡¡¡¡No olviden que…!!!!

¡¡¡¡Muchas bendiciones. Que tengan un magnífico día hoy y siempre!!!!