extendido sanguineo
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WESNEY CORREDOR BARON
Enfermera Profesional
EXTENSIONES O FROTIS SANGUÍNEO
Una extensión o frotis sanguíneo consiste en recubrir parcialmente un portaobjetos
con una gota de sangre, de tal manera que las células de ésta se dispongan formando una sola capa de ellas. Esto puede hacerse
manual o automáticamente.
PARTES DE UNA EXTENSIÓN
CABEZA
Es la zona inicial de la extensión.
Es la región más gruesa.
En ella se encuentra una mayor proporción de linfocitos, y los
hematíes forman aglomerados (pilas de monedas).
CUERPO
Es la zona media del frotis.
Su espesor es el apropiado.
En ella existe una adecuada proporción entre los distintos
tipos de leucocitos.
Contiene la "zona ideal" de observación, que corresponde a
la porción que limita con la cola.
COLA
Es la zona final de la extensión.
Suele tener un aspecto redondeado.
Es la región más fina.
En ella se encuentra una mayor proporción de leucocitos grandes (granulocitos y
monocitos), y además. los hematíes están deformados y
presentan una tonalidad uniforme.
En su porción terminal suelen ser más abundantes las
plaquetas, sobre todo si son grandes.
BORDES
Contienen una mayor proporción de leucocitos
grandes.
Si están deshilachados, en ellos las células son difíciles de
reconocer por estar deformadas o destruidas
PARTES DE UNA EXTENSIÓN
La cabeza ha de estar cerca de uno de los extremos del porta.
La cola debe estar cercana al otro extremo del porta, pero sin llegar
a él.
El borde de la cola tiene que estar finamente deshilachado.
Ese fino deshilachamiento recibe el nombre de "barbas".
Toda la extensión ha de ser fina y homogénea.
Los bordes laterales de la extensión deben estar separados de los bordes del porta por 1 mm
aproximadamente.
Una extensión normal ha de tener una longitud de las ¾
partes del portaobjetos.
El uso de teñidores automáticos exige la realización de
extensiones más cortas que las consideradas normalmente como correctas (con una longitud de la
mitad del portaobjetos).
CARACTERÍSTICAS DE UNA BUENA EXTENSIÓN
Excesiva longitud y escaso grosor o escasa
longitud y excesivo grosor. Esto se debe a un inadecuado tamaño de la gota de sangre o/y a un error en la velocidad
o/y a un fallo en el ángulo de extensión de
la misma.
Presencia de escalones o estrías. Esto está
ocasionado por una falta de uniformidad en el
deslizamiento de la gota.
Existencia de abundantes zonas redondeadas que
carecen de sangre. Esto se produce por la
presencia de restos de grasa o de suciedad en el
porta.
Extremo final excesivamente dentado.
DEFECTOS DE UNA EXTENSIÓN
DEFECTOS DE UNA EXTENSIÓN
El estudio de las extensiones sanguíneas es esencial para el análisis morfológico de las células
hemáticas y para la realización del recuento diferencial linfocitario (RDL). Además, es
imprescindible para la distinción de una auténtica trombopenia de una pseudotrombopenia
producida por agregados plaquetarios.
La investigación de las extensiones también es útil para la comprobación de las alarmas que
proporcionan los autoanalizadores hematológicos
UTILIDAD DE LAS EXTENSIONES
Una lanceta de aplicación manual
o automática
Algodón.
Un capilar
2 portas limpios y libres de grasa.
Guantes desechables.
Un rotulador de vidrio.
MATERIAL A UTILIZAR PARA REALIZAR EXTENSIONES
Con los dedos índice y pulgar de una mano, sujetar un extremo del
porta normal (porta soporte), a nivel de sus bordes, y situarlo sobre
una mesa.
También puede apoyarse, simplemente, el porta soporte
sobre el extremo del dedo corazón de la mano que lo sujeta. De esta forma, el porta soporte forma un
ángulo con la mesa.
Con un capilar cargado mediante capilaridad de sangre problema,
depositar una pequeña gota de ésta (de unos 5 microlitros) en la cara
superior de ese porta, a no menos de 2 cm del extremo opuesto al que
agarra la mano.
Colocar un extremo del porta esmerilado (porta difusor o
extensor) un poco por delante de la gota de sangre y formando un
ángulo de 45° con el porta soporte. Es conveniente utilizar siempre el
mismo porta extensor, para adaptarlo a esta función.
Desplazar suavemente hacia atrás el porta extensor, hasta que alcance la
gota de sangre.
Dejar que la gota se extienda, por capilaridad, a lo largo del extremo
del porta extensor que toca el porta soporte.
Antes de que la sangre alcance los bordes de ese extremo, deslizar el porta extensor hacia delante, con
un movimiento firme y uniforme, y a una velocidad media. Este
deslizamiento debe acabar, aproximadamente, a 1 cm
del extremo final del porta soporte, con un movimiento de ascensión del porta extensor.
Secar rápidamente la extensión, agitándola al aire, para que sus
células no se distorsionen.
Escribir el nombre del enfermo, en el porta que soporta la extensión.
TECNICA DEL PROCESO