experiencia de creación del Área de educación a distancia en facso-uncpba
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Título: Experiencia de creación del Área de Educación a Distancia en FACSO-UNICEN
Autores: Alonso Exequiel, Torregiani Florencia
Institución: Área de Educación a Distancia, Facultad de Ciencias Sociales Universidad
Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires.
E-mail: [email protected], [email protected]
Eje de trabajo: Gestión de prácticas académicas con TIC
Tipo de comunicación: Relato de experiencia
Palabras claves: Organización institucional, Áreas de gestión, Educación a Distancia,
contexto tecnológico, Universidad Pública.
Resumen:
El objetivo de esta presentación es reflexionar sobre el proceso de creación del Área
de Educación a Distancia (AEaD) en la Facultad de Ciencias Sociales (UNCPBA), recuperar
el contexto socio-histórico de surgimiento y compartir las diferentes etapas emprendidas en
la gestión de la misma.
El AEaD surge con el fin de gestionar, administrar y organizar las diferentes
propuestas de enseñanza y de aprendizaje. Así como también generar instancias de
capacitación y colaborar en la producción de materiales educativos.
En el desarrollo presentaremos las diferentes etapas de gestión que dieron origen al
AEaD. Cada etapa estará acompañada por una descripción del trabajo desarrollado y una
reflexión que parte del análisis de la experiencia vivida, de la revisión de documentos
institucionales y de la interpretación de datos que fueron sistematizados a través de una
encuesta.
En las conclusiones nos propondremos nuevos desafíos del desarrollo del Área a
corto y mediano plazo que nos permitan promover ofertas educativas de calidad que se
fundamenten en el diálogo y en la construcción del conocimiento y superando una
concepción instrumental de la tecnología educativa.
Abstract:
The objective of this presentation is to reflect on the creating process of the Area of
Distance Education (AEaD) at the Faculty of Social Sciences of Olavarría (UNCPBA), recall
the socio-historical context of its emergence and share the different stages undertaken in its
management.
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The AEaD arises in order to manage, administer and organize the diverse proposals
for teaching and learning as well as with the purpose to generate training instances and
collaborate in the production of educational materials.
The exposition will present the different stages of management that gave rise to the
AEaD. Each stage will be depicted through a description of the work performed, a reflection
on the experience itself, the review of institutional documents and the interpretation of data
systematized via a survey.
In the conclusions we propose new challenges for the development of the AEaD in
the short and the medium term that will allow to promote quality educational offerings based
on dialogue and knowledge generation, avoiding the transmission model and an instrumental
conception of educational technology.
Objetivos de la comunicación:
Dar a conocer las diferentes etapas que formaron parte del proceso de creación del
Área de Educación a Distancia de la Facultad de Ciencias Sociales de la UNCPBA.
Reflexionar sobre las prácticas de gestión en el primer año de creación del Área de
Educación a Distancia en FACSO-UNCPBA.
Una Facultad joven y en crecimiento
A través de la escritura de esta ponencia y a partir de la participación en este Seminario,
nos planteamos reconstruir las memorias del recorrido transitado, sistematizar las prácticas
y reflexionar sobre las decisiones vinculadas a la gestión de prácticas académicas con TIC y
a las estrategias de organización institucional. A su vez, nos parece fundamental entablar un
diálogo con otras experiencias y miradas que permitan enriquecer las prácticas
desarrolladas, vislumbrar nuevas oportunidades y desafíos y reafirmar las decisiones
institucionales.
La Facultad de Ciencias Sociales integra el conjunto de unidades académicas de la
Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires, que tiene sede en las
localidades de Olavarría, Tandil, Azul y Quequén. La FACSO fue creada en Olavarría en el
año 1985 y normalizada en 1988, año en el que se iniciaron las actividades académicas y se
inscribió la primera matrícula estudiantil.
Actualmente la oferta académica de grado incluye: Antropología con orientación Social y
Arqueología, Comunicación Social, Profesorados en Comunicación Social y Antropología,
Ciclo de Licenciatura en Relaciones Laborales y Periodismo. La propuesta de Postgrado
incluye Doctorado en Arqueología, Maestría en Antropología Social, Especialización en
Prácticas Socioeducativas en el Nivel Secundario y Escuela de Verano/Otoño. Además de
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otras propuestas como la Diplomatura Superior en Educación para la Paz y el Abordaje de la
Conflictividad Social.
La Facultad de Ciencias Sociales fue ampliando su zona de influencia en la región y
aumentando su matrícula, que en los últimos años creció en más de un cincuenta por ciento.
Desde sus comienzos las carreras han tenido una amplia visibilidad e inserción en la
comunidad, aspecto de suma importancia debido a la incorporación de la oferta académica
de posgrado, la cual cuenta con reconocimiento internacional.
En estos últimos años esta Facultad ha reconocido el potencial de la EaD en tanto
permite pensar propuestas de formación que estén dirigidas a otros destinatarios, con
características diferentes a los estudiantes que conforman la matrícula actual de la
formación presencial. A su vez, se ha considerado la posibilidad de diversificar la oferta
académica, ya sea a través de cursos, seminarios, diplomaturas, carreras de grado y
posgrado, que recuperen las trayectorias de formación de los docentes, de grupos de
investigación y de la comunidad en general de la Facultad, y extenderla a nivel local,
regional, nacional e internacional.
Un contexto que exige nuevas miradas y desafíos
En el actual contexto social, sustentado por la información y el conocimiento, se
están conformando una serie de cambios estructurales en los diferentes ámbitos -social,
político, económico, jurídico, laboral, de relaciones y, por supuesto, educativo- que
configuran una nueva forma de entender y hacer cultura.
Las Tecnologías de la información y la comunicación se hacen cada vez más
accesibles para un número mayor de personas, favorecidas por decisiones de Estado en
países como Argentina con políticas de reducción de la brecha digital y universalización en
el acceso como: Conectar Igualdad, Argentina Conectada, Televisión Digital Abierta, etc. De
acuerdo a la Encuesta Nacional sobre acceso y uso de Tecnologías de la Información y la
Comunicación 2015 (ENTIC 2015), elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y
Censo (INDEC) el 68,7% de los hogares tiene acceso a internet, un 67% de los mismos
cuenta con computadora. En relación a los dispositivos móviles, según los datos recabados
en Argentina existen 63,4 millones de celulares en servicio.
En cuanto a lo que implica el consumo de Tecnologías de la información y la
comunicación, nos referimos a la transformación generada por la creación de interfaces
entre campos tecnológicos, a través de un lenguaje digital, en donde la información se crea,
almacena, recupera, procesa y retransmite (Castells, 2004).
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“Lo que caracteriza la revolución tecnológica actual no es la centralidad del
conocimiento y la información, sino la aplicación de ese conocimiento e
información a la generación de conocimiento y los dispositivos de procesamiento/
comunicación de la información, en un circuito de retroalimentación acumulativa
que se da entre la innovación y los usos de la innovación” (Ibid. p: 2).
Las tecnologías de la información y la comunicación favorecen, y en algunos casos
posibilitan, nuevas propuestas de enseñanza y de aprendizaje. Algunas características nos
permiten pensar en el potencial de estas herramientas: la digitalización de archivos que
posibilita su manipulación y transmisión (Scolari, 2008), la convergencia tecnológica donde
contenido en múltiples formatos se transmite desde diversas plataformas (Jenkins, 2008), la
ubicuidad que posibilita la conexión permanente sin barrera de tiempo y espacio (Burbules,
2012), la interactividad que nos permite una relación con la interfaz de los dispositivos y por
su intermedio con otros usuarios (Berners-Lee, 1996), que a su vez son productores de
contenidos: reciben información, la procesan y generan nuevos datos para compartir en la
red de redes (Scolari, 2008).
Consideramos necesario profundizar en el contexto tecnológico ya que la educación a
distancia tiene un extenso desarrollo, a lo largo de la historia, en donde se utilizaron
diferentes estrategias y recursos que adaptaron o descartaron las tecnologías disponibles en
cada época para enseñar y aprender. Desde la antigua correspondencia, el arribo de las
telecomunicaciones, la revolución de la telemática, y finalmente los entornos virtuales de
aprendizaje (García Aretio, 1999). En esta última etapa, la tecnología nos permite trascender
las barreras del espacio y el tiempo, conectarnos en cualquier momento y lugar haciendo
uso de tiempos flexibles (Burbules; 2012), y generar propuestas que promuevan la
construcción social del conocimiento, el diálogo y la interactividad.
La construcción de comunidades virtuales de aprendizaje, que se conectan de manera
síncrona o asíncrona, para intercambiar mensajes, consignas, consultas y materiales
educativos modificó la percepción sobre el estudiante (autónomo, comprometido, sujeto
activo del aprendizaje) y el docente (guía, mediador, constructor del aprendizaje).
Pese a que los adelantos tecnológicos son visibles, impredecibles y se suceden uno tras
otro (en forma de actualización constante sobre las plataformas creadas), podemos decir
que los sujetos que participan en los entornos virtuales de aprendizaje reúnen ciertas
características que, si bien no determina, modifican la manera de registrar el soporte
tecnológico, digital e interactivo al momento de ponerlo al servicio de una propuesta
didáctica. En este sentido, y de acuerdo a lo relevado en diferentes encuentros con los
docentes de la FACSO (UNCPBA), podemos aproximar que se acercan al concepto de
“Visitantes tecnológicos”, dado que “entienden la web como un lugar en donde hay
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herramientas desordenadas, definen una meta o tarea a realizar y dentro de ese desorden
selecciona la herramienta adecuada y luego de haber realizado la tarea dejan en su lugar la
herramienta” (White y Le Cornu, 2013, p. 4).
Esta distinción en la apropiación de la tecnología por parte de los sujetos, no hace más
que confirmar nuestro posicionamiento de que debe prevalecer por encima de los recursos
digitales y las plataformas interactivas, una sólida propuesta de enseñanza y de aprendizaje
que se apoye en el soporte tecnológico sin “fascinarse” en su set de herramientas, es decir
considerar a la tecnología como un medio y no como un fin en sí mismo. Desde esta
perspectiva se trabajó en una propuesta de formación que persigue como objetivo
resignificar las prácticas de enseñanza que respondan a las necesidades de los “nuevos”
destinatarios, se enmarquen en el paradigma constructivista del conocimiento, y promuevan
entornos colaborativos de aprendizaje.
Un Área que crece en etapas
Una vez referenciados el contexto tecnológico vamos a presentar cada una de las
etapas que forman parte de la experiencia de creación del Área de Educación a Distancia en
FACSO (UNCPBA). Creemos que es necesario aclarar que se transitó un camino que
comenzó en principio con la iniciativa de un grupo de investigación en particular, cuando se
planteó como posibilidad la creación de una oferta académica pensada para ser
implementada a distancia.
Esta iniciativa llevó a reconocer la necesidad por parte de la gestión de la Unidad
Académica, en particular de la Vicedecana, Lic. Gabriela Gamberini, de responder de
manera coordinada a las propuestas de formación, capacitación y actualización que
comenzarían a surgir desde las diferentes áreas del conocimiento. Para ello apareció como
una instancia fundamental, la creación del Área de Educación a Distancia, la conformación
del equipo de trabajo que tendría como función la orientación pedagógico-didáctica-
comunicacional y tecnológica, y el desarrollo de criterios claros para la gestión y
administración académica de las propuestas educativas.
Etapa de asesoramiento externo
Esta etapa comprendió reuniones con equipos de trabajo de la Universidad referidos
a la temática. En particular destacamos la incorporación en calidad de asesora de la Mg.
Mabel Guidi de la Unidad de Gestión de Educación a Distancia de la Facultad de Humanas
(UNCPBA).
Etapa de relevamiento de información
Para contextualizar la propuesta fue necesario reconstruir los antecedentes en la
UNCPBA en prácticas de educación a distancia y en particular en la FACSO. En la Facultad
de Ciencias Sociales hay dos antecedentes de la modalidad de Educación a Distancia que
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nos interesa destacar. En el año 2000 docentes de nuestra institución presentaron una
propuesta en la ciudad de Las Flores que contemplaba la enseñanza a distancia. Tiempo
más tarde, varios docentes de la Facultad tomaron cursos en Educación a Distancia
dictados por personal de la Universidad, que les permitieron capacitarse en relación a la
temática.
Etapa de diagnóstico mediante el análisis de encuestas
Comprendió un primer acercamiento a los actores de la Facultad que van a estar
directa o indirectamente involucrados en EaD. Por este motivo se llevaron a cabo charlas
informativas con docentes, estudiantes, trabajadores no docentes, consejeros académicos y
directores de departamento con el objetivo de dar a conocer el trabajo que se venía
realizando, informar sobre las etapas previstas para la implementación de la EaD y
recuperar posicionamientos personales o experiencias previas que contribuyeran a generar
propuestas relacionadas.
En este sentido, se consideró necesario hacer un abordaje cualitativo, a través de
conversaciones que permitieron dialogar personalmente, pero también cuantitativo mediante
una encuesta que recuperó experiencias en EaD, inquietudes y expectativas de los
docentes de la Facultad.
Los datos que presentamos a continuación provienen del relevamiento a 21
docentes, de los diferentes Departamentos de Carreras que tiene la Facultad, que
respondieron a la encuesta. Nos interesa presentar algunas de las respuestas, las que mejor
grafican el nivel de conocimiento, experiencia e interés que tienen los docentes para con la
propuesta de Educación a Distancia.
En relación a la experiencia que poseen los docentes de la FACSO en Educación
Virtual a Distancia: el 57% ha participado de alguna manera en esta modalidad mientras que
el 43% restante no registra antecedente. De aquellos que sí tienen experiencia previa el
76,9% participó como estudiante de alguna oferta académica a distancia, un 61,5% fue
docente y un 23,1% cumplió la tarea de tutor de aulas virtuales. De todos los docentes
encuestados se desprende que el 52,4% conoce la plataforma educativa “Moodle” (que es el
soporte tecnológico del campus virtual de la FACSO) y un 47,6% no.
En cuanto al interés de los y las docentes de participar en propuestas de educación a
distancia, debemos destacar que tres docentes manifestaron querer participar en más de un
rol, mientras que el resto eligió entre desempeñarse como docente (61,9%) o como tutor
(23,8%). Respecto al 28,6% que eligió la opción “No, por el momento”. En estos casos,
pudimos intercambiar opiniones en la instancia de entrevista y en gran parte la razón que
registramos era la “falta de tiempo por otras responsabilidades académicas” o
“descreimiento de la calidad educativa de este tipo de propuesta”.
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En el caso de los docentes interesados en participar notamos que tenían
expectativas respecto a la consolidación del Área de Educación a Distancia. Algunas de las
inquietudes relevadas tienen que ver con plazos, tipos de ofertas que se dictarán y
capacitación. En este último punto decidimos consultarles por las áreas temáticas en las
cuales les interesaría interiorizarse particularmente.
Entre las opciones más elegidas se encuentran las referidas al diseño y elaboración de
materiales educativos. Por otra parte, la adaptación de los contenidos de las clases a la
modalidad a distancia es una preocupación de los docentes, así lo refleja el 55% de los
encuestados. Por último, el uso de la plataforma “Moodle” (40%) y el seguimiento de cursos
y tutorías aparecen con menor porcentaje (30%).
Para finalizar nos parece importante incluir algunas de las apreciaciones de las y los
docentes cuando los invitamos a responder acerca de las cuestiones más complejas a
resolver en la implementación de la educación a distancia en la Facultad de Ciencias
Sociales. La mayor preocupación está dada por la conexión a internet del campus
universitario (33%), algo que los docentes interpretan necesario de mejorar para
implementar educación en Entornos Virtuales de Aprendizaje y la organización de equipos
de trabajos (19%) que puedan dar soporte a las propuestas y ofertas académicas que se
desarrollen.
Etapa de creación del área y definición de la estructura organizativa
En esta etapa se trabajó para consolidar un Área de Educación a Distancia, que
permitiera dar un marco institucional a las propuestas académicas en entornos virtuales.
Esto implicó considerar una estructura organizativa que contemplara la incorporación de
profesionales capacitados para llevar adelante todas las dimensiones que garanticen el éxito
de las propuestas académicas: administrativas, pedagógicas, comunicacionales, técnicas y
contables.
Detallamos en la Tabla Nº1 la estructura organizativa del Área de Educación a
Distancia con las subáreas que desarrollan tareas específicas y asumen responsabilidades
diferentes, a la vez que se interrelacionan y se coordinan.
Sub-áreas Funciones
Sub-área Pedagógico-
Didáctica-
Comunicacional
Ejecutar la gestión académica.
Supervisar las funciones de las áreas administrativa y
técnica.
Coordinar el diseño de cursos.
Asesorar, acompañar y supervisar la elaboración y
desarrollo de los materiales educativos de las
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asignaturas/materias en las cuestiones comunicativas–
educativas.
Revisar y adecuar los materiales educativos.
Capacitar de manera permanente en relación a los aspectos
didácticos, comunicacionales y tecnológicos.
Asesoramiento respecto del rol docente: contenidista y/o
tutor.
Asesoramiento respecto a criterios de evaluación en EaD.
Asesoramiento respecto al proceso de enseñanza y de
aprendizaje vinculado a la EaD.
Sub- área de
Producción
multimedial
Asesorar en recursos y estrategias de comunicación que
permitan la selección y utilización de los medios que den
tratamiento a los contenidos.
Asesoramiento respecto a los lenguajes de comunicación y
los criterios para su incorporación al aula virtual.
Asesoramiento respecto a la elección y diseño de un
material educativo que incorpore TIC.
Coordinación con espacios institucionales de producción de
contenido multimedia.
Asesorar y registrar los materiales elaborados mediante
licencias Creative Commons.
Sub- área
Administrativa-
Contable
Generar todas las actividades destinadas al servicio
administrativo de los estudiantes, tales como inscripciones,
certificaciones, gestión de cursada y exámenes,
titulaciones. Incluye la articulación con el área contable.
Sub-área Técnica. Mantener el funcionamiento del entorno virtual de la
Facultad de Ciencias Sociales.
Asegurar la correcta administración de los servicios
informáticos de los estudiantes (otorgamiento de claves,
acceso a clases, funcionamiento de las cuentas de e-mail y
asesoramiento técnico).
Creación de aula virtual.
Matriculación de docentes y estudiantes en plataforma.
Matriculación de los estudiantes en los cursos.
Asesoramiento técnico para la implementación de nuevas
herramientas.
Tabla Nº1: subáreas de trabajo y funciones.
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Etapa de diseño de la plataforma
Esta etapa consistió en la configuración inicial de la plataforma Moodle, donde se
desarrollarán las propuestas educativas. La elección de este software de distribución libre,
que permite la gestión de cursos tuvo que ver con la cantidad de herramientas, manuales y
opciones que se ofrecen. La UNCPBA cuenta con recursos técnicos formados para
configurar la plataforma Moodle.
Por otra parte, se registró un dominio particular para el “campus virtual” de la FACSO
y se trabajó en el diseño de la plataforma Moodle, procurando lograr la mejor experiencia de
usabilidad para los futuros estudiantes, con una interfaz gráfica sencilla e intuitiva. Se logró,
en este punto, configurar el diseño en relación a tres ejes particulares: identidad
institucional, equipo de trabajo y reconocimiento del estudiante como actor central en el
proceso.
Etapa de capacitación a la comunidad de la FACSO
En esta instancia se planificó un ciclo de formación destinado a docentes, estudiantes
avanzados, graduados y no docentes de la facultad. El mismo se cursa a través de la
plataforma “Sociales Virtual”.
Este proyecto de capacitación se divide en tres cursos diferentes y surgió para dar
respuesta a las demandas relevadas y pretende que los participantes puedan reconocer las
características específicas de los entornos virtuales de aprendizaje; caracterizar las
funciones docentes y las tareas a desempeñar; resignificar los procesos de enseñanza, de
aprendizaje y de comunicación en entornos virtuales a partir de nuevos aportes científicos,
tecnológicos y pedagógicos y diseñar el aula para su materia utilizando las herramientas
disponibles en función de su propuesta de enseñanza.
El área de EaD realizará las propuestas de trabajo en la plataforma Moodle “Sociales
Virtual” planteando para cada curso el programa, el cronograma, las actividades y el
acompañamiento tutorial correspondiente. También se prevé la posibilidad de realizar
instancias presenciales entre la finalización de un curso y el comienzo de otro.
Conclusiones abiertas y desafíos por delante
Nos interesa esbozar como conclusión de la experiencia presentada el enfoque
desde el cual partimos al momento de pensar cada una de las etapas detalladas. En
principio consideramos que la educación no presencial es una realidad en nuestros días, ya
sea a nivel mundial, nacional y regional. En un mundo centrado en el conocimiento, en el
que se requieren actualizaciones permanentes, se plantean demandas y desafíos al modelo
clásico de actividades y ofertas presenciales en las aulas.
Este escenario se constituye en un nuevo contexto para las Universidades donde se
plantean nuevas y renovadas actividades vinculadas a las ofertas académicas. Las nuevas
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calificaciones que necesitan los actores para ser partícipes de la actual sociedad, posicionan
a la educación a distancia en entornos virtuales de aprendizaje, como una modalidad que
ofrece nuevas posibilidades dada su flexibilidad espacio-temporal y los aprendizajes que
favorece. El contexto indica que la Universidad se debería extender a lo largo de la vida de
las personas, ubicando en igual nivel de importancia la educación para niños, jóvenes y
adultos.
Desde la mirada institucional de la FACSO recuperamos los aportes de Fabio
Tasarow (2014) que nos invita a pensar en el potencial que tienen los Entornos virtuales
(EVA) de aprendizaje, cuando se relega el modelo transmisivo de la educación para adoptar
otro enfoque en donde predomina el diálogo, la reflexión y la construcción compartida del
conocimiento:
Si se piensa y articula una propuesta educativa que no esté centrada en un
modelo transmisivo, y que se fundamente en el diálogo y la construcción del
conocimiento, la utilización de la tecnología tendría otras finalidades. Y aquí es
donde aparecen las distinciones claras entre Educación a Distancia y Educación
en Línea. La Educación en Línea propone entonces la construcción de un
espacio de encuentro a partir de la utilización de la tecnología a fin de promover
situaciones de aprendizaje fundamentadas en la construcción social del
conocimiento (Tasarow, 2014, p.24-25).
Partimos de reconocer que el soporte tecnológico de por sí no garantiza el entorno
de aprendizaje sino que para que éste tenga lugar requiere de una “función pedagógica (que
hace referencia a actividades de aprendizaje, a situaciones de enseñanza, a materiales de
aprendizaje, al apoyo y tutoría puestos en juego, a la evaluación, etc.), la tecnología
apropiada a la misma (que hace referencia a las herramientas seleccionadas en conexión
con el modelo pedagógico) y los aspectos organizativos (que incluye la organización del
espacio, del calendario, la gestión de la comunidad, etc.)” (Salinas, 2005).
La posibilidad de hacer un relevamiento institucional que diera cuenta de los
antecedentes de Educación a Distancia en la FACSO y en la UNCPBA, el diagnóstico
realizado a partir de la encuesta a los docentes y el asesoramiento de expertos, fueron
elementos indispensables para consolidar metas de trabajo a corto y mediano plazo que se
centraron principalmente en la institucionalización del Área, el diseño de la plataforma
tecnológica y la elaboración del ciclo formativo con tres cursos virtuales.
Una vez concretada la instancia de formación de recursos de la FACSO, se
empezarán a recibir propuestas con nuevas ofertas académicas. En este sentido deberán
emprenderse nuevas acciones que recuperen otros objetivos como la elaboración de
reglamentación que brinde un marco normativo al funcionamiento del Área, la incorporación
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de otros perfiles profesionales que aporten en las subáreas creadas y la articulación con
diferentes actores y espacios institucionales.
El desafío será constituir comunidades de aprendizaje, valiéndonos de las
potencialidades de los EVA, cuyas “distancias” sean reemplazadas por propuestas
educativas sólidas y permeables, que posicionen a la universidad al servicio de las
demandas y necesidades de la comunidad, a partir de un intercambio que articule prácticas,
saberes y discursos en seminarios, cursos, propuesta de grado y posgrado, etc. Finalmente
resulta fundamental resignificar el rol docente a través de la función tutorial y el diálogo en
los materiales educativos para favorecer propuestas que impulsen la construcción de
conocimiento socialmente compartido.
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