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UNIVERSIDAD NACIONAL DEL CENTRO DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS LICENCIATURA EN DIAGNÓSTICO Y GESTIÓN AMBIENTAL “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del periurbano de Mar del Plata y lineamientos para el Ordenamiento Ambiental del Territorio” Tesista: Daiana Daga. Directora: Dra. Laura Zulaica. Co-Directora: Dra. Patricia Vazquez. Tandil, Diciembre de 2014

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Page 1: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

UNIVERSIDAD NACIONAL DEL CENTRO DE LA PROVINCIA DE

BUENOS AIRES

FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS

LICENCIATURA EN DIAGNÓSTICO Y GESTIÓN AMBIENTAL

“Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental

del periurbano de Mar del Plata y lineamientos para

el Ordenamiento Ambiental del Territorio”

Tesista: Daiana Daga.

Directora: Dra. Laura Zulaica.

Co-Directora: Dra. Patricia Vazquez.

Tandil, Diciembre de 2014

Page 2: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

ÍNDICE

AGRADECIMIENTOS .................................................................................................. 2

RESUMEN .................................................................................................................... 3

INTRODUCCIÓN .......................................................................................................... 5

OBJETIVOS GENERALES ..................................................................................... 10

OBJETIVOS ESPECÍFICOS ................................................................................... 10

CAPÍTULO 1 .............................................................................................................. 12

MARCO TEÓRICO ..................................................................................................... 12

RIESGO Y VULNERABILIDAD ............................................................................... 13

VULNERABILIDAD SOCIAL .................................................................................. 16

VULNERABILIDAD SOCIO- TERRITORIAL........................................................... 18

VULNERABILIDAD AMBIENTAL ........................................................................... 19

VULNERABILIDAD SOCIO-AMBIENTAL .............................................................. 20

ÁREA, FRANJA O INTERFASE PERIURBANA ..................................................... 21

PROBLEMAS AMBIENTALES EN ÁREAS PERIURBANAS ................................. 25

GESTIÓN AMBIENTAL DEL DESARROLLO URBANO (GADU) E INSTRUMENTOS

PARA SU IMPLEMENTACIÓN ............................................................................... 28

CAPÍTULO 2 .............................................................................................................. 37

ÁREA DE ESTUDIO ................................................................................................... 37

CAPÍTULO 3 .............................................................................................................. 59

MATERIALES Y MÉTODOS ...................................................................................... 59

PROCEDIMIENTO METODOLÓGICO .................................................................... 60

IDENTIFICACIÓN Y EVALUACIÓN DE PELIGROS AMBIENTALES ................ 61

CONSTRUCCIÓN DEL ÍNDICE DE VULNERABILIDAD SOCIO-AMBIENTAL .. 64

LINEAMIENTOS TENDIENTES AL ORDENAMIENTO AMBIENTAL DEL

TERRITORIO ...................................................................................................... 71

CAPÍTULO 4 .............................................................................................................. 73

Page 3: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

RESULTADOS Y DISCUSIÓN ................................................................................... 73

1) EVALUACIÓN DE LOS PELIGROS AMBIENTALES DEL ÁREA EN

ESTUDIO………………………………………………………………………………….. . 74

2) ANÁLISIS DE LOS INDICADORES SELECCIONADOS EN FUNCIÓN DE LAS

DISTINTAS VARIABLES PARA EVALUAR LA VULNERABILIDAD SOCIO-

AMBIENTAL ........................................................................................................... 95

3) ÍNDICE DE VULNERABILIDAD SOCIO-AMBIENTAL ................................... 127

4) PELIGROS AMBIENTALES Y DISTRIBUCIÓN DEL ÍNDICE DE

VULNERABILIDAD SOCIO-AMBIENTAL ............................................................ 129

5) LINEAMIENTOS PARA EL ORDENAMIENTO AMBIENTAL DEL

PERIURBANO ...................................................................................................... 131

DISCUSIÓN FINAL Y CONCLUSIONES .................................................................. 141

BIBLIOGRAFÍA ........................................................................................................ 147

ANEXOS .................................................................................................................. 161

Page 4: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

ÍNDICE DE FIGURAS

Figura 1. Servicios en los espacios urbanos, periurbanos y rurales ........................... 24

Figura 2. Dimensiones de la sustentabilidad urbana .................................................. 29

Figura 3. Localización del Partido de General Pueyrredon ......................................... 38

Figura 4. Dinámica del borde urbano-periurbano de la ciudad de Mar del Plata ......... 41

Figura 5. Partido de General Pueyrredon: límite externo (periurbano-rural) del

periurbano de la ciudad de Mar del Plata .................................................................... 43

Figura 6. Localización y delimitación del área de estudio ........................................... 45

Figura 7. Partido de General Pueyrredon: áreas urbanas intraejidales y extraejidales.

................................................................................................................................... 52

Figura 8. Usos del suelo periurbano de Mar del Plata ................................................ 74

Figura 9. Vulnerabilidad sanitaria y principales barrios ............................................. 104

Figura 10. Vulnerabilidad habitacional y principales barrios ..................................... 108

Figura 11. Vulnerabilidad física y principales barrios ................................................ 111

Figura 12. Vulnerabilidad educativa y principales barrios ......................................... 115

Figura 13. Vulnerabilidad social y principales barrios ............................................... 118

Figura 14. Vulnerabilidad económica y principales barrios ....................................... 121

Figura 15. Vulnerabilidad ambiental y principales barrios ......................................... 126

Figura 16. Índice de Vulnerabilidad Socio-Ambiental y principales barrios ............... 128

Figura 17. Distribución de las estrategias de OAT ................................................... 140

Page 5: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

ÍNDICE DE TABLAS

Tabla 1. Subsistemas del periurbano de Mar del Plata ............................................... 46

Tabla 2. Importancia del peligro ................................................................................. 62

Tabla 3. Dimensiones, variables e indicadores para la construcción del IVSA............ 68

Tabla 4. Principales peligros ambientales en el periurbano marplatense .................... 75

Tabla 5. Peligros derivados de la exposición a los agroquímicos ............................... 82

Tabla 6. Peligros por incompatibilidades asociadas con la disposición final de RSU .. 83

Tabla 7. Peligros asociados a la ausencia de infraestructura de servicios de red de

agua y cloacas ........................................................................................................... 84

Tabla 8. Peligros asociados al deficiente tratamiento de efluentes cloacales ............. 85

Tabla 9. Análisis de las variables a partir de los indicadores seleccionados en el área

de estudio ................................................................................................................... 96

Tabla 10. Sectores, peligros y estrategias para el OAT ............................................ 134

Page 6: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

1

Dedicado a aquellos que prefieren saber un poco de todo,

y no todo de poco.

Page 7: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

2

AGRADECIMIENTOS

A lo largo de los años que duró esta inolvidable etapa aprendí y crecí tanto

profesional como personalmente. Entre las personas a las que quiero agradecer, están

por un lado mi directora de tesis Laura, que estuvo a mi lado en cada momento

comunicándonos por miles de mensajes, apoyándome y alentándome en cada

decisión. También agradezco a mi co-directora Patricia, que sin ella no hubiéramos

podido formar el gran equipo.

La familia con la que crecí y la que elegí estuvieron siempre acompañándome

desde los primeros días. Desde antes de decidirme por qué carrera seguir, todos ya

estaban interiorizados en las futuras elecciones que haría en este lugar que me trajo

tantas alegrías. Siempre apoyándome, aconsejándome y preguntándome con detalle,

estaban mi mamá, mi papá, mi hermana, madrina, mis tios/as, abuelos/as y primos/as.

Un angelito muy especial guió mi camino y estuvo a mi lado en cada momento, y sobre

todo a él le dedico este trabajo: mi Beto.

Este viaje y nuevo comienzo llevó a encontrarme con el hombre que estuvo

incondicionalmente cada segundo, ayudándome, aconsejándome e incentivándome

para seguir siempre adelante: Nahuel. Una personita con la que compartí miles de

horas estudiando, y ahora no solo tenemos en común la finalización de una etapa, sino

también el comienzo de otra.

Page 8: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

3

RESUMEN

El área periurbana de Mar del Plata manifiesta diversos problemas ambientales

ocasionados por la incompatibilidad de los usos del suelo que acoge el territorio,

debido a una falta de planificación del proceso de urbanización.

Dicho espacio, definido como una zona de transición urbano-rural dinámica,

presenta altos niveles de vulnerabilidad socio-ambiental, que está determinada por las

características particulares de la población y su entorno próximo para enfrentar las

dificultades o riesgos que surgen de las relaciones sociedad-naturaleza.

En este marco, la presente tesis se centró en evaluar la vulnerabilidad socio-

ambiental en el área periurbana de Mar del Plata durante el año 2010, distinguiendo

sectores críticos y principales dimensiones que inciden en su condición, y en definir

lineamientos generales de Ordenamiento Ambiental del Territorio (OAT), tendientes a

la sustentabilidad del periurbano marplatense.

Con este motivo, en primer lugar se identificaron y evaluaron los problemas o

peligros ambientales que surgen en el periurbano. Luego, asumiendo el concepto de

vulnerabilidad socio-ambiental dentro de la teoría social del riesgo, se construyó un

Índice de Vulnerabilidad Socio-Ambiental (IVSA) y se examinó su distribución espacial

para detectar zonas críticas y establecer diferenciaciones dentro del periurbano. Se

recurrió a fuentes primarias y secundarias de información, y para presentar los

resultados se utilizó un Sistema de Información Geográfica. Es importante aclarar que

en este proceso el trabajo partió de estudios y bases de datos elaborados en

investigaciones previas.

Por último, se formularon estrategias y propuestas de OAT con la finalidad de

revertir situaciones críticas, contemplando la dinámica y heterogeneidad implícita del

área de estudio.

Los resultados sugieren que los peligros ambientales a los que la población se

enfrenta son, en orden decreciente de importancia, la exposición a agroquímicos, la

ausencia de infraestructura de servicios de red de agua y cloacas, la disposición final

de Residuos Sólidos Urbanos (RSU), y el deficiente tratamiento de efluentes cloacales.

Estos peligros, determinan que la vulnerabilidad socio-ambiental en el área de estudio

afecta a la dimensión sanitaria, educativa, habitacional y ambiental. Las áreas

consideradas más vulnerables pertenecen al eje de la Ruta 226 y al eje de la Ruta 88,

sectores 3 y 4 definidos en la zonificación del periurbano.

Page 9: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

4

En relación a los lineamientos de OAT, se plantearon seis estrategias generales:

áreas a optimizar, revitalizar, consolidar, refuncionalizar y recuperar, con sus

correspondientes propuestas específicas.

Finalmente, la complejidad del área de estudio advierte la necesidad de

identificar los principales peligros ambientales, para luego evaluarlos en el marco de la

teoría social del riesgo, con el motivo de determinar la capacidad de la población para

hacer frente a las problemáticas, y establecer lineamientos de OAT para lograr una

gestión ambientalmente sustentable.

Page 10: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

5

INTRODUCCIÓN

El complejo proceso de transformación de tierras rurales en urbanas da como

resultado la conformación de un territorio de interfase heterogéneo y de alto

dinamismo denominado periurbano (Adell, 1999; Garay, 1999; Morello, 2000;

Bozzano, 2000; Di Pace y Caride Bartrons, 2004; Barsky y Vio, 2007, entre otros).

Esta área también puede definirse como una zona de interfase rural-urbana que

se encuentra en una situación transicional y en permanente transformación. Es

susceptible a distintas intervenciones muchas de las cuales generan impactos

considerables, traduciéndose en problemas ambientales que afectan a la población

expuesta.

La dinámica periurbana depende de las relaciones que se establecen entre el

sistema social y el sistema natural, con sus distintos niveles o grados de intervención.

Dichas relaciones generan estructuras cambiantes en tiempo y espacio y en

numerosas ocasiones manifiestan desequilibrios que luego se expresan en

incompatibilidades de usos de suelo, procesos de contaminación, insuficiencia de

infraestructura y servicios, exposición a situaciones de riesgo y fragmentación

territorial.

Considerando la Provincia de Buenos Aires, la ciudad de Mar del Plata

constituye la tercera urbanización. Según la categorización introducida por Vapnarsky

y Gorojovsky (1990), integra el grupo de Aglomeraciones de Tamaño Intermedio

(ATIs), y dentro de estas conforma una ATIs mayor (entre 400.000 y 1.000.000 de

habitantes). La misma se encuentra recostada sobre el Océano Atlántico, con una

extensión urbana costera de aproximadamente 50 km. Su periurbano, vinculado al

crecimiento de la ciudad y definido y caracterizado en trabajos previos (Echechuri et

al., 1998; Zulaica et al., 2007; Ferraro et al., 2013) constituye el área de estudio en la

presente investigación.

Las funciones del periurbano de Mar del Plata han variado a lo largo de su

historia, y su conformación obedece, tal como fue mencionado, al crecimiento de la

ciudad de Mar del Plata. Echechuri et al. (1998), establecen períodos en la evolución

de la ciudad que marcan los cambios más significativos. Dichos cambios son

promovidos por políticas nacionales y locales de carácter público y privado.

La evolución del periurbano, realizada por Bengoa (2001), propone un abordaje

ambiental de la historia de este espacio. Señala que los procesos de antropización de

Page 11: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

6

un territorio se desarrollan necesariamente en el tiempo, y que este transcurso

temporal genera distintos estadíos de dominación e interrelación entre sociedad y

naturaleza, la cual actúa como soporte de las actividades humanas. Sobre la base de

estos y otros trabajos previos (Mensi, 1984; Zulaica et al., 2007; Ferraro et al., 2013),

se describen sintéticamente los períodos históricos asociados con la expansión urbana

de Mar del Plata y el rol del periurbano en cada uno de ellos:

Entre 1856 y 1875, la actividad predominante en el área es la ganadera. El

emplazamiento de la ciudad responde a las necesidades del establecimiento de

un puerto para evacuar la producción del saladero existente y la mancha urbana

se extiende en el perímetro reducido. En este período, es dificultoso definir un

"periurbano" porque no existe un "urbano".

El inicio de la actividad turística se enmarca dentro del período 1886-1919, junto

con el cierre del saladero. Mar del Plata es elegida por la alta burguesía

argentina para pasar sus vacaciones y posteriormente se inician las

construcciones del puerto en su actual sitio de emplazamiento. La mancha

urbana se expande en forma notoria, aparece el parcelamiento, una red de calles

y manifiesta voluntad urbana de concentrar ciertos servicios. El periurbano

funciona aquí con fines exclusivamente recreativos (excursiones y cacerías en

distintos parajes).

La consolidación de la trama urbana cobra relevancia entre 1919 y 1950, período

en que se intensifican las actividades perfiladas en la etapa anterior: La función

portuaria se diversifica y con la construcción de la Ruta 2 se desarrolla

extraordinariamente el turismo. La expansión urbana se verifica especialmente

en el sector sur. La consolidación de la trama urbana hace que, en

contraposición, exista también el campo y es así que se define la interfase entre

ambas entidades.

Entre 1950 y 1970 surge el turismo social con el que cambia la fisonomía de Mar

del Plata. Se construyen los grandes edificios y se concentran las actividades

terciarias, incrementándose también la actividad industrial. La trama urbana

continúa expandiéndose en todas direcciones, especialmente hacia el sur. A la

inmensa explosión edilicia de los años cincuenta se debe la definición de un

periurbano transformado en una inmensa cuenca de abastecimiento de

productos frutihortícolas y de materiales para la construcción y en una cuenca de

soporte, fundamentalmente de la creciente cantidad de residuos.

Page 12: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

7

Un incremento de la actividad frutihortícola tiene lugar en el período 1970-1990.

Este proceso puede considerarse el más relevante en el periurbano de esos

años, definiendo una de las actividades económicas más importantes del área

con actores sociales distintos a los que caracterizan las fases anteriores. Si bien

la mancha urbana continúa en expansión, su crecimiento se desacelera,

consolidándose aún más en materia de servicios.

Después de 1990, es cada vez mayor la heterogeneidad de actividades que

conviven en el periurbano. La horticultura continúa desarrollándose con mayores

rendimientos derivados, entre otros aspectos, del cultivo bajo cubierta que se

intensifica en este período. Se consolidan nuevas áreas ganadas al campo en

períodos anteriores y la mancha urbana se expande principalmente en el sector

costero y sobre los ejes de comunicación más importantes.

Las políticas implementadas a partir de la década de 1990 en el país (apertura

de la economía, desregulación de los mercados, privatizaciones de empresas

públicas, normas sobre la determinación salarial, etc.) consolidan una notable

precariedad en el mercado laboral y un salto cualitativo en las condiciones de

explotación de la fuerza de trabajo. El período se caracteriza por la distribución

crecientemente regresiva del ingreso, el incremento de la desocupación y distintas

formas de subocupación y trabajo precario, estancamiento de la productividad y

transferencias masivas de ingreso desde el trabajo al capital y desde las pequeñas y

medianas empresas a las grandes (Zavaro, 2005).

Según Zavaro (2005), las consecuencias del ajuste estructural, se intensifican

luego de la crisis de 2001. A partir de ese momento, se consolidan en el periurbano

asentamientos de carácter precario cuyo crecimiento se relaciona con la migración

desde el ejido urbano, o bien de otras ciudades, especialmente, del conurbano

bonaerense. En contraste, surgen barrios cerrados, fundamentalmente sobre el eje

conformado por la Av. Jorge Newbery.

Luego de la crisis, numerosos sectores productivos del periurbano se vieron

afectados por un menor acceso a tecnología, créditos, recursos humanos capacitados,

etc.; mientras que otros se vieron sustancialmente beneficiados. En este contexto, se

observa cómo existen sectores insertos en los mercados locales, regionales e incluso,

nacionales e internacionales, y otros que “subsisten” sin posibilidad de mejoras

profundas. Más allá de lo expresado, esta situación pareciera estar revirtiéndose para

algunos sectores.

Page 13: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

8

Del análisis anterior se desprende que el proceso de urbanización en la ciudad

de Mar del Plata se dio de manera irregular y sin planificación. Actualmente es

significativa la heterogeneidad de actividades que conviven en el área periurbana y los

escasos o nulos controles que se realizan en muchos sectores. La horticultura tiene

una importante relevancia, destacándose también actividades como las industriales,

mineras, las asociadas al turismo y recreación, de saneamiento urbano, comercial y

residencial. Esto generó un espacio con infraestructura escasamente consolidada, alta

heterogeneidad interna, problemas sociales y ambientales que lo alejan de los

objetivos del desarrollo urbano sostenible.

Frente a los riesgos que implican las actividades mencionadas, su interacción a

lo largo de la historia y las consecuencias de la crisis, la capacidad que posee la

población para prevenir, reducir o afrontarlos, depende de la interacción de varios

factores de origen natural y/o socioeconómico, que determinan diferentes condiciones

de vulnerabilidad socio-ambiental. Como se verá más adelante, la vulnerabilidad socio-

ambiental está determinada por las características intrínsecas de la población y su

entorno próximo para enfrentar las dificultades o riesgos (CARE, 2001; Cortéz et al.,

2002; Ávila García, 2008; Bello Sánchez et al., 2009). Dichas características,

comprenden un conjunto de dimensiones o factores (relativos a salud, accesibilidad,

pobreza, educativos, habitacionales, económicos, ambientales, etc.), cuyo grado de

debilidad define distintos niveles de vulnerabilidad socio-ambiental.

Esa capacidad de respuesta frente a los riesgos se puede evaluar a partir de la

construcción de un Índice de Vulnerabilidad Socio-Ambiental (IVSA). El mismo se basa

en un conjunto de indicadores que se agrupan en variables y factores o dimensiones

de la vulnerabilidad que muestran los diversos aspectos que inciden en la capacidad

de la población para hacer frente a los peligros ambientales1 que están expuestos.

Estos últimos hacen referencia a los problemas ambientales interpretados

conceptualmente desde el enfoque de la vulnerabilidad.

Cuando se manifiestan desequilibrios, que luego se traducen en peligros, es

imprescindible identificarlos y evaluarlos para lograr una gestión de los mismos en el

marco de una propuesta de Ordenamiento Ambiental del Territorio (OAT) (Utria, 1994;

Andrade, 1996; Barragán et al., 2003).

Por esta razón, en el presente trabajo se plantea la identificación y evaluación de

los peligros del periurbano y la construcción del mencionado índice, para así intentar

responder a las preguntas ¿Cuáles son los sectores más críticos del periurbano de

1 En la presente tesis se utilizarán los términos problemas y peligros indistintamente. Es preciso aclarar

que se habla de peligros como sinónimo de problemas, en el marco de la teoría social del riesgo.

Page 14: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

9

Mar del Plata en términos de vulnerabilidad socio-ambiental? y ¿Qué dimensiones o

factores son determinantes de la misma?

Complementariamente y en respuesta a las situaciones más críticas

identificadas, el trabajo enuncia estrategias tendientes al OAT, desde la perspectiva de

la sustentabilidad, que permitan revertir situaciones críticas.

En principio, para responder a los interrogantes formulados, se plantea como

hipótesis general que las situaciones más críticas, durante el año 2010, se presentan

en las zonas definidas por los ejes Ruta 88, Ruta 2 y Ruta 11 (en dirección Norte), y

están dadas fundamentalmente por la incidencia de las dimensiones educativas y

sanitarias de la vulnerabilidad.

Si bien se han realizado estudios de vulnerabilidad socio-ambiental en el

periurbano marplatense (Zulaica y Ferraro, 2010; 2011; Cabral, 2014), los mismos se

elaboraron sobre la base censal de 2001 (INDEC, 2001) y responden a áreas

específicas de la interfase urbano-rural. En este sentido se considera fundamental

profundizar en las investigaciones realizadas, revisar los datos aportados y actualizar

la información a partir de una nueva propuesta integrada para la evaluación de la

vulnerabilidad socio-ambiental en todo el territorio periurbano, que permita generar

estrategias de gestión urbana y ambiental.

No obstante lo señalado, es importante destacar que en la presente tesis, la

base de datos utilizada para la construcción del IVSA, ha sido sistematizada en otras

investigaciones realizadas en el marco de distintos proyectos2. Estos se desarrollan

desde hace varios años en el Instituto del Hábitat y del Ambiente bajo la dirección de

la MSc. Rosana Ferraro, y fueron aprobados y financiados por la Secretaría de Ciencia

y Tecnología de la Universidad Nacional de Mar del Plata.

2 Los proyectos a los que se hace referencia son: Indicadores de sustentabilidad en el periurbano de la

ciudad de Mar del Plata (2011-2012) e Indicadores de sustentabilidad urbana en ciudades intermedias argentinas (2013-2014).

Page 15: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

10

En función de lo anterior, se definen en esta tesis los objetivos siguientes:

OBJETIVOS GENERALES

Evaluar la vulnerabilidad socio-ambiental en el área periurbana de Mar del

Plata durante el año 2010, distinguiendo sectores críticos y principales

dimensiones que inciden en su condición.

Definir lineamientos generales de OAT, tendientes a la sustentabilidad del

periurbano marplatense.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS

Identificar y caracterizar los peligros ambientales en el área de estudio que

impliquen una exposición a situaciones de riesgos por parte de la población en

los cinco sectores que integran el periurbano de Mar del Plata.

Construir un índice sintético que permita evaluar la vulnerabilidad socio-

ambiental en el periurbano en función de los posibles riesgos.

Analizar la distribución espacial del índice, identificando áreas críticas.

Elaborar estrategias y propuestas específicas de OAT que den respuesta a la

vulnerabilidad del periurbano en sus distintas dimensiones.

La presente tesis se organiza en cuatro capítulos. En primer lugar, se abordan

los principales conceptos y aspectos teóricos por medio de diferentes autores y se

enuncian trabajos antecedentes que aportan a los objetivos del presente trabajo

(Capítulo 1). Luego, se realiza la presentación del área de estudio, el periurbano

marplatense, definiendo sus límites y las principales interacciones sociedad-naturaleza

que dan cuenta de su complejidad (Capítulo 2). Por otro lado, en ese mismo capítulo

se destacan los principales aspectos normativos que regulan las actividades

desarrolladas en el periurbano, que manifiestan la complejidad mencionada y que

ayudan a explicar situaciones de vulnerabilidad. Posteriormente, se describen las

metodologías aplicadas al presente estudio para lograr responder los interrogantes

planteados (Capítulo 3). En siguiente lugar, se lleva cabo la discusión de los

resultados obtenidos para la identificación y caracterización de peligros, la

construcción del IVSA, el análisis de su distribución y la elaboración de estrategias de

OAT (Capítulo 4). Por último, se presentan las conclusiones parciales y aquellas

globales que surgen del análisis integrado del periurbano.

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11

Finalmente, cabe destacar que con esta tesis se propone generar aportes

teórico-metodológicos que faciliten la comprensión y explicación de la vulnerabilidad

socio-ambiental en el periurbano de Mar del Plata, al mismo tiempo que se plantea

elaborar lineamientos estratégicos de OAT para revertir situaciones críticas,

contemplando la dinámica y heterogeneidad implícita del área de estudio.

Page 17: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

12

CAPÍTULO 1

MARCO TEÓRICO

Page 18: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

13

MARCO TEÓRICO

El presente marco incluye aquellos conceptos y aspectos teóricos que

relacionados entre sí, contribuyen a profundizar en el conocimiento del problema a

abordar en el trabajo de investigación. Se mencionan y describen además, los

estudios antecedentes que revisan o se apoyan en estas teorías para desarrollar sus

investigaciones.

En primer lugar, se describen aspectos relacionados al riesgo y vulnerabilidad,

ambos enmarcados en la teoría social del riesgo. Posteriormente, se realiza una

revisión de los principales tipos de vulnerabilidades existentes, que conducen a la

concepción de la vulnerabilidad socio-ambiental. Estos son, la vulnerabilidad social,

socio-territorial y ambiental. Luego, se puntualiza sobre la vulnerabilidad socio-

ambiental como proceso multidimensional que explica la capacidad de respuesta de la

población frente a condiciones negativas del medio.

Posteriormente, el análisis se centra en los espacios periurbanos, en su

conceptualización y en las distintas miradas para su abordaje, haciendo hincapié en

los problemas ambientales que enfrentan estos espacios y que implican peligros para

la población expuesta.

Finalmente, se destaca la importancia de una Gestión Ambiental del Desarrollo

Urbano (GADU) para alcanzar la sustentabilidad ambiental. Este concepto se define

en sus distintas dimensiones y luego se desarrollan dos instrumentos centrales para la

gestión ambiental como son el Ordenamiento Territorial (OT) y OAT. Dichos

instrumentos se consideran herramientas propicias al momento de revertir situaciones

críticas del área de estudio, siendo la planificación estratégica, un método de

intervención clave al momento de generar propuestas tendientes al OAT.

RIESGO Y VULNERABILIDAD

El concepto de vulnerabilidad se puede definir desde diferentes escuelas que

tienen al Riesgo como su objeto de estudio. Este trabajo se enmarca dentro de la

teoría social del riesgo (Kaztman, 2000; Busso, 2001; Cardona, 2001; Natenzon et al.,

2003).

El sociólogo alemán Ulrich Beck fue el primero en introducir y popularizar el

concepto de sociedad del riesgo a mediados de los ochenta. Beck (1986) define la

Page 19: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

14

expresión “sociedad del riesgo” como aquellas sociedades que deben enfrentarse a

los desafíos o riesgos que ellas mismas han creado, instaurándose situaciones de

peligro social y político potenciales que cuestionan las bases de la modernización.

Esta teoría tiene como eje central el concepto de riesgo social. Puede afirmarse

que se está frente a una situación de riesgo cuando es posible cuantificarla o colocarle

un número. Cuando esto no es así, y la realidad no es cuantificable, no se hace

referencia a riesgo sino a incertidumbre; es decir que no hay probabilidades de

predecir o prever qué acontecerá.

El riesgo también se puede definir como la probabilidad de ocurrencia de un

efecto adverso o un resultado imprevisto proveniente de las actividades humanas; es

un rasgo de la modernidad y esta implica ser consciente de las propias acciones y

también de la capacidad que posee la sociedad para modificarlas.

Natenzon (1998) plantea que al momento de realizar estudios de riesgo es

necesario incluir por lo menos cuatro perspectivas, factores o aspectos. Esto permite

evaluar situaciones complejas y otorgarles un orden. Estos factores son: peligrosidad

(o amenaza), exposición, vulnerabilidad e incertidumbre.

La peligrosidad hace referencia a los aspectos físicos-naturales del proceso

desencadenante. La exposición se refiere a aspectos territoriales y poblacionales. La

vulnerabilidad a aspectos socioeconómicos comprobables del estado precedente de

los grupos sociales involucrados. Por último, la incertidumbre está referida a aspectos

políticos y de percepción de la sociedad.

Cada uno de los factores posee sus propias características, por lo cual, cada uno

debe ser analizado para otorgar información específica y complementaria a cada

situación de riesgo en particular.

Más allá de los aspectos mencionados por Natenzon (1998), para hablar de

riesgo se consideran son indispensables los factores referidos a la vulnerabilidad y

peligrosidad. De otra forma, no se estaría frente a un estudio de riesgo propiamente

dicho.

Según Eraso (2008), es posible entender la vulnerabilidad como la

predisposición o susceptibilidad física, económica, política o social que tiene una

comunidad de ser afectada o sufrir daños en caso de que un fenómeno

desestabilizador de origen natural o antrópico se manifieste.

Por ello no existe un único tipo de vulnerabilidad, sino muchos tipos de

vulnerabilidades. En esta línea se enmarca el concepto de vulnerabilidad global

Page 20: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

15

(Wilches-Chaux, 1993). Se habla de la misma con el propósito de destacar la

interacción de diversos factores que convergen en una comunidad y que explican la

incapacidad de respuesta ante un riesgo determinado.

Según esa fuente, las diferentes dimensiones que la componen son:

Vulnerabilidad natural: se encuentra determinada por los límites ambientales

dentro de los cuales es posible la vida.

Vulnerabilidad física: se refiere a la localización de asentamientos humanos en

zonas de riesgo y a las deficiencias de sus estructuras físicas para absorber los

efectos de los riesgos

Vulnerabilidad económica: corresponde a la dependencia de las economías,

condiciones de desempleo e insuficiencia de ingresos para recuperarse ante los

daños.

Vulnerabilidad social: es una dimensión referida a la trama de organizaciones

sociales y su capacidad para absorber los desastres y dar respuestas.

Vulnerabilidad política: referida al nivel de autonomía que posee una comunidad

para la toma de las decisiones que la afectan.

Vulnerabilidad tecnológica: hace referencia a las limitaciones o incapacidad de

acceder al control y manejo adecuado de las tecnologías existentes.

Vulnerabilidad cultural: referida al tipo de códigos de pertenencia e identificación.

Vulnerabilidad educativa: alude al proceso de conocimiento para enfrentar

riesgos.

Vulnerabilidad ecológica: refiere a la alteración de los ecosistemas y los riesgos

derivados de ella.

Vulnerabilidad institucional: el papel de la gestión pública y su capacidad de

respuesta.

La potencialidad del concepto de vulnerabilidad global reside en el

reconocimiento de las condiciones no solo estructurales sino de aquellos aspectos

normativos, culturales entre otros, que entran en juego en las comunidades al

momento de adaptarse a un cambio determinado.

A diferencia de la amenaza, que hace referencia a un factor de riesgo externo, a

un peligro latente o de un sujeto expuesto, la vulnerabilidad constituye un factor de

riesgo interno que expresa la factibilidad de un sujeto o un sistema expuesto por el

fenómeno que caracteriza la amenaza.

Page 21: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

16

“Es necesario anotar que la vulnerabilidad en sí misma constituye un sistema

dinámico, es decir, que surge como consecuencia de la interacción de una serie de

factores y características (internas y externas) que convergen en una comunidad

particular. El resultado de esa interacción es el “bloqueo” o incapacidad de la

comunidad para responder adecuadamente ante la presencia de un riesgo

determinado, con el consecuente “desastre”. Hay vulnerabilidad, si hay amenaza”

(Wilches-Chaux, 1993: 22).

La vulnerabilidad se define, según Wilches-Chaux (1993) como la imposibilidad

de una población para lograr adaptarse a un cambio determinado en el ambiente. Es

un concepto eminentemente social, relacionado con la dificultad de absorción de los

cambios como consecuencia de características propias de los elementos o procesos

expuestos. Las condiciones económicas de los grupos afectados es el aspecto de

vulnerabilidad que más se ha generalizado; sin embargo, son diversos los factores que

explican la incapacidad para responder adecuadamente ante un riesgo determinado.

Por otra parte, la vulnerabilidad es entendida como una situación y un proceso

multidimensional y multicausal, en la que confluyen simultáneamente la exposición a

riesgos, la incapacidad de respuesta y adaptación de individuos, hogares o

comunidades, los cuales pueden ser heridos, lesionados o dañados ante cambios o

permanencia de situaciones externas y/o internas que afectan su nivel de bienestar y

el ejercicio de sus derechos (Busso, 2005).

En el marco de un trabajo realizado por Natenzon et al. (2000), la vulnerabilidad

está definida por las condiciones socio-económicas previas a la ocurrencia del evento

catastrófico en tanto “capacidad diferenciada” de hacerle frente. Los niveles de

organización e institucionalización de los planes de mitigación también son un

componente central. Desde este punto la vulnerabilidad está directamente asociada al

desarrollo.

Dentro de la teoría social del riesgo, la vulnerabilidad de la que se habla es una

vulnerabilidad social, por lo que se refiere a la capacidad diferencial de las personas

para hacer frente a la ocurrencia de eventos catastróficos.

VULNERABILIDAD SOCIAL

Brooks (2003), en un estudio sobre Vulnerabilidad y Adaptación, plantea que la

vulnerabilidad es vista como un “estado” que existe dentro de un sistema antes de que

el mismo padeciera una situación de peligro. Esta vulnerabilidad surge del estudio de

Page 22: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

17

los factores externos que hacen susceptibles a las sociedades frente a peligros

externos. Es algo que existe dentro del sistema, independientemente del peligro

externo. De la misma manera, la vulnerabilidad social va a depender de la naturaleza

del peligro, ya que ciertas características del sistema pueden verse más vulnerables

de acuerdo a cómo sea la amenaza (Brooks, 2003).

Según Di Pace y Caride Bartrons (2004), el concepto de vulnerabilidad social se

aplica para reconocer las características de los grupos sociales que están expuestos

en mayor medida a situaciones que amenazan su capacidad de reproducción tanto

individual como social.

Basándose en este concepto, Barrenechea et al. (2000), realizaron un trabajo

con el objetivo de caracterizar la vulnerabilidad frente a las inundaciones y accidentes

industriales en el litoral fluvial bonaerense de la baja cuenca del Plata, Buenos Aires.

Para caracterizar la vulnerabilidad (heterogeneidades sociales) se analizaron

indicadores socio-demográficos relacionados con este concepto y luego se agruparon

en un índice. El procedimiento empleado permitió establecer grados de vulnerabilidad

a nivel de las unidades administrativas del área de estudio.

Independientemente del fenómeno amenazante, la vulnerabilidad transita dos

dimensiones. Por un lado, la vulnerabilidad es entendida como debilidad frente a las

amenazas, y por otro lado, es entendida como la incapacidad de recuperación luego

de que el desastre ocurra.

Se plantea, entonces, que la capacidad adaptativa de los seres humanos

representa el potencial del sistema para reducir su vulnerabilidad social y así minimizar

el riesgo asociado a un determinado peligro.

“La noción de vulnerabilidad social tiene como potencialidad contribuir a

identificar individuos, hogares y comunidades que por su menor dotación de activos y

diversificación de estrategias tienen menor capacidad de respuesta y resiliencia, por lo

tanto por su situación de desventaja social están expuestos a mayores niveles de

riesgo por alteraciones significativas en los planos sociales, políticos y económicos

que afectan sus condiciones de vida y la capacidad de habilitarse por sus propios

medios o por ayuda externa” (Busso, 2005:17).

Gallo et al. (2006) definen la vulnerabilidad social como las dificultades que

enfrentan los grupos más débiles de la sociedad a la hora de afrontar las

consecuencias de las reformas estructurales o para beneficiarse de ellas. En el marco

de las reformas estructurales impuestas por el modelo neoliberal, se consolidaron

tendencias expulsivas que impiden las posibilidades de inserción social,

Page 23: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

18

desestructuran redes de afiliación y profundizan situaciones de vulnerabilidad,

afectando a gran parte de la población. Lo anterior se profundiza si la cohesión social

es débil.

“Mayor será la vulnerabilidad de una comunidad si su cohesión interna es pobre;

es decir, si las relaciones que vinculan a los miembros de la misma y con el

conglomerado social, no se afincan en sentimientos compartidos de pertenencia y de

propósito y que no existan formas organizativas que lleven esos sentimientos a

acciones concretas” (INDECI, 2006:21).

En relación al área de estudio de la presente tesis, Eraso (2008) en un trabajo

sobre gestión del riesgo hídrico, identifica las problemáticas urbanas presentes debido

al avance de la mancha urbana y la construcción de espacio social en la cuenca del

arroyo El Cardalito de la ciudad de Mar del Plata. En su estudio, concluye que dicha

ciudad se expande territorialmente en procesos sucesivos de crecimiento,

consolidación y densificación, generando problemas de sustentabilidad urbana y

vulnerabilidad social, frente a fenómenos de riesgo hídrico.

Finalmente, es importante mencionar que la comprensión y disminución de la

vulnerabilidad no determina predicciones exactas en relación a la incidencia de

eventos extremos, ya que si bien la vulnerabilidad no se divorcia de cálculos de

probabilidad, su manejo no depende de la predicción de eventos futuros, sino de

resolver problemas actuales (Sarewitz et al., 2003).

VULNERABILIDAD SOCIO- TERRITORIAL

Diversos autores basan sus estudios en la vulnerabilidad socio-territorial (Rozas

et al., 2001; Yáñez Romo y Muñoz Parra, 2014, entre otros). Según Maldonado y

Cóccaro (2011) la vulnerabilidad se explica por un proceso de construcción social,

definido y determinado por la forma en que los distintos actores sociales usan y

producen el territorio.

“Este proceso de producción se expresa en una relación dialéctica que opera

entre la sociedad y el territorio, a distintas escalas espacio-temporales, que tienen su

ámbito de materialización en lo local. Por lo expuesto se considera oportuno calificar

de ‘socio-territorial’ a la vulnerabilidad, para destacar la emergencia de grupos

vulnerables producto de la racionalidad que orienta la forma en que se usa el territorio”

(Maldonado y Cóccaro; 2011:83).

Page 24: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

19

Los autores plantean en su trabajo indagar sobre aspectos del proceso de

construcción de la vulnerabilidad socio-territorial en ámbitos rurales, referidos

específicamente a eventos de inundaciones en el sureste de la provincia de Córdoba.

Como resultado, obtienen que las medidas tendientes a la disminución de la

vulnerabilidad constituyen solo paliativos a ser implementados en el momento de la

emergencia, para intentar superar la situación.

Finalmente, en esta forma de conceptualizar la vulnerabilidad se hace hincapié

en la importancia de la ocupación del territorio, la forma en que se distribuyen los usos

del suelo en un determinado lugar y se enfatiza en la importancia del marco y soporte

donde se dan las relaciones sociales: el espacio geográfico.

VULNERABILIDAD AMBIENTAL

La vulnerabilidad ambiental es un concepto desarrollado por diversos autores

(Turcios Samayoa, 2001; Buch, 2001; entre otros), que hace referencia a la

susceptibilidad o predisposición intrínseca del medio y de los recursos naturales a

sufrir un daño o una pérdida, siendo estos elementos físicos o biológicos (Gaspari et

al., 2011). Los autores definen este tipo de vulnerabilidad como el grado de resistencia

del medio natural y de los seres vivos que conforman un determinado ecosistema,

ante la presencia de la variabilidad climática.

Arguedas (2013) realizó una investigación en el espacio urbano costero El Coco,

perteneciente al distrito de Sardinal del cantón de Carrillo, en la península de Nicoya,

Costa Rica, el cual muestra un acelerado crecimiento orientado a la actividad turística,

con el consecuente incremento en el consumo del recurso hídrico. Esta situación

conlleva a una alta vulnerabilidad a la contaminación del acuífero El Coco.

Es importante mencionar, que todos los seres vivos poseen una vulnerabilidad

intrínseca, determinada por los límites que el ambiente establece como compatibles,

por ejemplo la temperatura, humedad, densidad, condiciones atmosféricas y niveles

nutricionales, entre otros, así como por los requerimientos internos de su propio

organismo como son la edad y la capacidad o discapacidad natural (INDECI, 2006).

Por otro lado, está relacionada con factores antrópicos, como es el deterioro del

ambiente (calidad del aire, agua y suelo), la deforestación, explotación irracional de los

recursos naturales, exposición a contaminantes tóxicos, pérdida de la biodiversidad y

la ruptura de la auto-recuperación del sistema ecológico. Los mismos actúan como

factores que potencializan la vulnerabilidad (INDECI, 2006).

Page 25: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

20

VULNERABILIDAD SOCIO-AMBIENTAL

Dado que los factores que inciden en la vulnerabilidad son internos y también

externos (determinados por las condiciones del ambiente), es posible hacer referencia

a condiciones de vulnerabilidad socio-ambiental, definidas en estudios anteriores

(CARE, 2001; Cortéz et al., 2002; Ávila García, 2008; Bello Sánchez et al., 2009; entre

otros).

Según Zulaica y Ferraro (2010) la vulnerabilidad socio-ambiental está

determinada por las características intrínsecas de la población y su entorno próximo

para enfrentar las dificultades o riesgos. Estas características comprenden un conjunto

de factores sanitarios, de accesibilidad, pobreza, educativos, habitacionales,

económicos y ambientales. Este concepto hace hincapié en la capacidad de la

población para responder a peligros ambientales, es decir aquellos peligros que

devienen de las interacciones entre la sociedad y la naturaleza.

Por otra parte, Bello Sánchez et al. (2009) proponen estudiar el comportamiento

de la vulnerabilidad socio-ambiental en el Centro Histórico de La Habana. Definen la

vulnerabilidad socio-ambiental como “el deterioro en una localidad determinada de las

condiciones físicas, económicas y sociales (particularmente las relacionadas con el

contexto urbano) lo que puede generar el resquebrajamiento de la calidad de vida de

sus habitantes” (Bello Sánchez et al., 2009:66). Para asumir la calidad de vida y

calidad ambiental con un mismo criterio se parte de que el ambiente y sus

características, entendidas en términos de calidad, son determinantes en el estado de

bienestar de las personas. Este planteamiento supone la calidad ambiental como un

concepto que amplía y matiza, desde el punto de vista ambiental, el concepto de

calidad de vida (Bello et al., 2009).

Partiendo de la idea de que la vulnerabilidad es una zona de interfase entre la

exposición a amenazas al bienestar humano y la capacidad de los individuos para

enfrentarlas, Ávila García (2008) realiza un análisis de la vulnerabilidad socio-

ambiental en relación a la seguridad hídrica en México. Define a este tipo de

vulnerabilidad como:

“el proceso que conlleva a situaciones críticas e irreversibles en torno a la

calidad y cantidad de los recursos hídricos que ponen en riesgo el desarrollo humano y

el funcionamiento de los ecosistemas. La vulnerabilidad socio-ambiental que un país o

región experimenta puede ser un indicador de la seguridad hídrica, es decir, de la

capacidad de la sociedad para garantizar: a) una adecuada cantidad y calidad de agua

para el funcionamiento de los ecosistemas, b) la producción y autosuficiencia

Page 26: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

21

alimentaria, c) la satisfacción de las necesidades básicas de la población, d) la

reducción y el manejo adecuado de los conflictos y disputas por el agua y e) la

capacidad para prevenir y enfrentar desastres como sequías, inundaciones y

epidemias asociadas con enfermedades hídricas como el cólera” (Ávila García,

2008:48).

Como se puede observar, los ítems señalados en la cita remiten a condiciones

sociales que la sociedad puede garantizar. Es el componente social de la seguridad

hídrica el que permite a la autora centrarse en el enfoque de la vulnerabilidad socio-

ambiental para el análisis del problema planteado. Para ello tiene en cuenta una serie

de indicadores: vulnerabilidad ecológica, vulnerabilidad climática, vulnerabilidad por

disponibilidad, vulnerabilidad por presión hídrica, vulnerabilidad de aguas

subterráneas, vulnerabilidad por contaminación, vulnerabilidad agrícola, vulnerabilidad

urbana, vulnerabilidad por marginación social, vulnerabilidad económica y

vulnerabilidad política.

El presente trabajo de tesis toma como referencia esta concepción de

vulnerabilidad socio-ambiental para abordar el periurbano de Mar del Plata. Esta

conceptualización se nutre de diversos aspectos asociados a las distintas definiciones

de vulnerabilidad mencionadas con anterioridad. Estas aportan los elementos clave a

tener en cuenta como lo son: los grupos sociales, el territorio, los recursos naturales y

las interacciones de la población con su entorno.

ÁREA, FRANJA O INTERFASE PERIURBANA

Diversos autores toman al área periurbana como objeto de estudio en sus

trabajos de investigación (Adell, 1999; Garay, 1999; Morello, 2000; Bozzano, 2000; Di

Pace y Caride Bartrons, 2004; Barsky y Vio, 2007; entre otros).

La conformación de espacios periurbanos se relaciona directamente con los

procesos de urbanización que se dan a lo largo del tiempo, donde una serie de

transformaciones hace que un área que en su momento no era urbana, adquiera ese

carácter. Dichos procesos modifican sustancialmente la estructura y la dinámica de los

sistemas precedentes, ya que la expansión de las ciudades demanda mayores

extensiones de tierra para el desarrollo de infraestructura, para usos residenciales,

comerciales, de servicios e industriales, entre otros.

Barsky (2005) se propuso estudiar las características sociales, ambientales y

territoriales de los espacios de producción intensiva que rodean y abastecen de

Page 27: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

22

materias primas alimenticias a las grandes ciudades sobre los que avanza la

urbanización.

En la medida en que la urbanización avanza sobre el medio rural, origina nuevas

formas de ocupación, organización y funcionamiento de espacios en transición que

van a estar más o menos delimitados y con una morfología característica. Estos son

dinámicos y están sujetos a una amplia gama de transformaciones que emergen tanto

en el interior como en el exterior de sus límites.

El análisis de los procesos de urbanización en los países en desarrollo ha sido

estructurado tradicionalmente en torno a dicotomías rural-urbano, tradicional-moderno,

formal-informal. Dentro de este marco conceptual, la Interfase Periurbana (IPU) es

considerada como un término incómodo que se suele atribuir a la pérdida de valores

rurales (pérdida de suelo fértil, paisajes naturales) o al déficit de atributos propiamente

urbanos (baja densidad, falta de acceso, ausencia de servicios) (Allen, 2003).

En este sentido, las definiciones tradicionales de campo y ciudad, basadas

fundamentalmente en la cantidad de población, densidad y actividades económicas

características, son insuficientes para detectar la naturaleza cambiante de la Interfase

Periurbana (Allen, 2003).

Por este motivo, aunque no existe consenso sobre la definición conceptual del

periurbano, cada vez es mayor el reconocimiento de que los rasgos rurales y urbanos

coexisten dentro de las ciudades y fuera de sus límites.

De esta forma, se suscitan diferentes enfoques que redefinen la dicotomía

tradicional y proponen, por un lado, la existencia de una transición entre el campo y la

ciudad, denominado como la teoría del continuum (Sili, 2002). Esto se basa en que;

entre la ciudad, considerado el ámbito más moderno y las áreas rurales, ámbitos más

tradicionales, existe una gran variedad de espacios de transición donde se entre

mezclan características de uno y otro medio.

Por otro lado, en la década de los 90, debido al proceso de globalización surge

un nuevo enfoque llamado modelo de la fragmentación, el cual considera la existencia

de ámbitos rurales y urbanos, ambos dominados por un proceso de globalización que

valoriza y rescata los espacios según las condiciones de competitividad y riqueza (Sili,

2002).

Como puede observarse el concepto de periurbano asume distintas formas

según los enfoques que se adopten. En función de ello, resulta importante examinar

las definiciones comúnmente utilizadas en estudios de referencia. Según plantea Allen

(2003), por una parte, se caracteriza el periurbano como periferia de la ciudad. Este

Page 28: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

23

comprende las áreas que rodean a la ciudad y que se encuentran en proceso de

urbanizarse, por lo tanto los principales criterios que aplican a esta definición son los

de proximidad a las áreas urbanas y la ausencia de atributos urbanos.

Por otro lado, se puede visualizar al periurbano como periferia socioeconómica,

lo que supone que las comunidades que allí existen sufren de desventajas y carencias,

y que sus habitantes se dediquen comúnmente a actividades informales y agrícolas.

La IPU como interacción de los flujos rural-urbanos, es otra definición utilizada y se

refiere a la existencia notable de vínculos, cambios y conflictos rural-urbanos que

suponen un conjunto mayor de factores que explican procesos en lugar de estados,

como las anteriores conceptualizaciones.

Por último, se define a la IPU como mosaico ecológico, socioeconómico e

institucional que la muestran como un sistema particular en términos biofísicos y

socioeconómicos. Como interfase ecológica, la IPU se caracteriza por la disminución

de los servicios propios del sistema urbano, como es el agua potable e infraestructura

sanitaria, y también por un debilitamiento de los servicios ecológicos cumplidos por los

sistemas naturales y rurales, como la capacidad para absorber dióxido de carbono,

reciclar nutrientes, regular flujos de agua. Esto se traduce en una fragilidad ecológica

notoria y que se verá potenciada por las actividades que se desarrollarán

posteriormente.

Desde un punto de vista socioeconómico, la IPU presenta una estructura

amosaicada producida por el mismo proceso de urbanización (especulación con

tierras, cambios en los usos del suelo, actividades informales) de manera dispersa, lo

cual conforma sistemas socialmente heterogéneos. Respecto a la interfase

institucional, se hace hincapié en la fragmentación existente o la ausencia completa de

instituciones capaces de manejar los vínculos urbano-rurales en forma articulada, lo

cual conlleva a la inexorable incertidumbre sobre quién organiza qué.

Zárate Martín (1991) caracteriza, en un primer momento, a la franja periurbana

desde un punto de vista físico. Manifiesta que, aparte de la existencia de suelos de

uso rural, este espacio alberga suburbios, los cuales incluyen agrupaciones de casas y

población próximas a la ciudad; pequeñas urbanizaciones en torno a factorías;

urbanizaciones de viviendas unifamiliares y bloques multifamiliares, y otros usos, como

infraestructura de transporte, servicios y equipamientos urbanos.

Desde un punto de vista poblacional, el autor establece que se trata de un

espacio cada vez más heterogéneo. En este, existe un aumento de las formas y

modos de vida urbanos; una fuerte movilidad de la población; variedad social; un

Page 29: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

24

comportamiento social diferenciado a otros ciudadanos, caracterizado por una relación

más intensa, y una valoración contemplativa de la naturaleza.

Morello (2000), asumiendo una perspectiva ecológica útil para definir los límites

del periurbano, define a este espacio como una zona de interfase donde disminuyen

varios servicios del sistema urbano como la red de agua potable, cloacas, pavimento,

desagües pluviales, entre otros.

Por otro lado, se atenúan servicios ecológicos que provee el campo, tales como

la absorción de dióxido de carbono, reciclaje de nutrientes, distribución de flujos

pluviales y amortiguación de extremos climáticos.

Lo anterior permite considerar al periurbano como un área de frontera entre dos

subsistemas con estructuras y funciones diferentes y cuya característica más

significativa la constituyen las discontinuidades en los servicios urbanos y naturales

(Figura 1).

Figura 1 Servicios en los espacios urbanos, periurbanos y rurales

Fuente: Elaboración personal sobre la base de Morello (2000).

Page 30: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

25

En relación a lo mencionado, Zulaica (2010), en su trabajo caracteriza los

principales sistemas ambientales del sector sur del periurbano de Mar del Plata. Su

finalidad es aportar una base inicial que contribuya a la comprensión del

funcionamiento del sector y generar alternativas tendientes a la resolución o mitigación

de los problemas socio-ambientales.

Finalmente, como se deduce de párrafos anteriores, el periurbano es un espacio

complejo y conflictivo desde el punto de vista socio-ambiental donde en general se

producen cambios morfológicos, funcionales y de población más rápidos y profundos

que en el espacio urbano. La diversidad de situaciones se refleja en la vulnerabilidad y

por esta razón es importante evaluarla. Además, la gestión de estos espacios

complejos demanda acciones específicas, tales como la implementación de medidas

de OAT, atendiendo a la diversidad de situaciones que se presentan.

PROBLEMAS AMBIENTALES EN ÁREAS PERIURBANAS

Al hacer referencia a los problemas ambientales, Fernández (2000) afirma que

estos son una manifestación de una deficiencia de racionalidad entre expresiones del

subsistema natural y del subsistema social. Esta deficiencia depende de la concepción

de racionalidad que se aplique. Teniendo en cuenta la racionalidad ambiental, esta

supone una lógica de uso o apropiación de los servicios naturales que tienda a obtener

el máximo beneficio social con el mínimo deterioro natural. Asimismo es necesario

aclarar que un problema ambiental es tal, siempre que haya un sujeto social que

recibe la afectación.

Las áreas periurbanas constituyen el escenario donde se desarrollan complejos

procesos territoriales en los cuales se generan importantes conflictos por el uso del

espacio. Todo ello en relación con un intenso dinamismo asociado a las necesidades

espaciales derivadas del crecimiento industrial y urbano (González Urruela, 1987).

La comprensión del periurbano requiere de enfoques capaces de asumir la

interacción urbano-rural que define la zona de interfase. Iaquinta y Drescher (2000)

parten de la noción de que lo rural y lo urbano operan como un sistema y no de modo

independiente.

En ese contexto, el enfoque teórico-metodológico de sistemas complejos ofrece

una perspectiva interesante para interpretar y analizar la interfase periurbana (Ferraro

y Zulaica, 2008); entendiendo que los mismos se definen como un sistema formado

por un gran número de elementos simples que, además de interactuar entre sí,

Page 31: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

26

pueden intercambiar información entre ellos y el entorno, y son, a su vez, capaces de

adaptar su estructura interna a tales interacciones (Schuschny, 1998).

El crecimiento urbano ha dado origen a un espacio de difícil definición entre lo

estrictamente urbano y lo estrictamente rural en el cual conviven actividades diferentes

asociadas a ambos medios. A su vez, este proceso se caracteriza por ser expansivo y

lineal, de muy bajas densidades y por no seguir ningún patrón de planificación que

conlleva consecuencias directas e inmediatas sobre el territorio; la ocupación de áreas

naturales, zonas de riesgo, suelos de alto potencial agrícola, la contaminación de

zonas de recarga acuífera y de fuentes de agua, son algunos de sus efectos (Acuña

Araya, 2001).

Ivanega (2009) clasifica en cuatro grandes grupos los problemas a los que se

enfrentan las ciudades como consecuencia de su crecimiento no planificado: a)

dificultades en el acceso a la infraestructura y servicios; b) contaminación por

desperdicios y emisiones; c) degradación de recursos, y d) exposición a peligros

ambientales. Si bien estos problemas son frecuentes en la mayoría de las ciudades,

generalmente alcanzan su manifestación máxima en las áreas periurbanas.

Por otra parte, la ruptura de relaciones sinérgicas entre el campo y la ciudad se

agudiza en la medida que se expande la “huella ecológica urbana” (Rees, 1992). Este

concepto ayuda a comprender cómo van cambiando las relaciones entre las ciudades

y áreas circundantes con el tiempo, así como también los costos ambientales que

suponen dichos cambios.

Debido al comercio y flujos de bienes y servicios ecológicos, las ciudades

extraen recursos naturales y la productividad ecológica de distantes regiones. La

expansión de la huella ecológica urbana de cada ciudad tiene implicancias importantes

para la interfase periurbana, tanto por la intensificación de las presiones sobre su

capacidad de carga, como la pérdida de oportunidades para la producción (Allen,

2003).

Además, tal vez una de las situaciones conflictivas más clásicas y preocupantes

en las áreas periurbanas, esté asociada con los cambios de usos de suelo que

demandan la aplicación de instrumentos de gestión que permitan adoptar estrategias

de intervención. En ese sentido, un instrumento muy útil para dar respuesta a estos

problemas que surgen de cambios e incompatibilidades en los usos del suelo, es el

Ordenamiento Territorial (Zulaica y Ferraro, 2013b).

En síntesis, la interfase periurbana está sujeta a una amplia gama de

transformaciones y cambios, que surgen tanto dentro como fuera de sus límites por las

Page 32: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

27

relaciones que se dan entre el sistema social y el sistema natural. Estas relaciones

manifiestan desequilibrios que luego se expresan en problemas ambientales.

Partiendo del análisis de esas desarticulaciones o desequilibrios, Fernández

(2000) establece una diferenciación precisa considerando su situación intrasistémica y

extrasistémica. Esta clasificación resulta muy útil para profundizar en la clasificación

de problemas y problemáticas ambientales del periurbano. Desde esa perspectiva, el

autor interpreta a los problemas ambientales como hechos intrasistémicos derivados

de desajustes entre los subsistemas social y natural, mientras que las problemáticas

ambientales constituyen redes de problemas extrasistémicos que afectan desde su

interior a otro sistema de nivel superior.

Entre los problemas extrasistémicos del periurbano pueden considerarse

aquellos que emergen de la dinámica de flujos en el contexto regional, como por

ejemplo los asociados con emplazamientos en áreas de vulnerabilidad natural o

aquellos ligados a la fragmentación territorial que devienen de políticas globales o

regionales que impiden la integración de algunos sectores.

Dentro de los problemas intrasistémicos, se consideran los de dimensión urbana,

en los cuales sus efectos derivan de la propia ciudad considerada como una entidad

única, susceptible de ser analizada hipotéticamente como una totalidad que interactúa

con un soporte más o menos natural preexistente al surgimiento histórico de la

instalación urbana. De acuerdo con el mismo autor, ejemplos de este tipo de

problemas en el periurbano son aquellos que devienen del crecimiento de la ciudad en

su contexto territorial inmediato, como es el avance de la urbanización sobre terrenos

con potencialidad agrícola.

Otros problemas de esta dimensión son los derivados del manejo del ciclo de

desechos y del manejo ciclo de insumos, como pueden ser las situaciones derivadas

de las formas de disposición de residuos (procesos de contaminación) y de las

demandas de insumos fuertemente remodeladores de las áreas periurbanas

(explotación minera con la consecuente degradación de recursos naturales) y

situaciones derivadas de intensificación tecnológica asociada al uso intensivo de

fertilizantes y plaguicidas en áreas hortícolas.

Asimismo, existen problemas cuyos efectos provienen del interior del sistema

urbano, los de dimensión intraurbana. En estos casos, las soluciones deben generarse

de manera endógena dado que los problemas se manifiestan en las formas de vida

urbana sobre toda o parte de la sociedad urbana. Entre este tipo de problemas se

encuentran aquellos emergentes de la conflictividad relativa de actividades de nula o

Page 33: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

28

baja compatibilidad como las industriales y residenciales, y aquellos emergentes de

efectos suscitados por políticas públicas sectoriales como las situaciones derivadas de

ausencia de infraestructura, equipamientos y servicios básicos.

Por último, es necesario mencionar que en función de los objetivos de la tesis y

considerando la teoría social del riesgo, los problemas pueden asumirse como peligros

ambientales. Según INDECI (2006), estos pueden definirse como la probabilidad de

ocurrencia de un fenómeno natural o inducido por la actividad del hombre,

potencialmente dañino, de una magnitud dada, en una zona o localidad conocida, que

puede afectar un área poblada, infraestructura física y/o el ambiente.

GESTIÓN AMBIENTAL DEL DESARROLLO URBANO (GADU) E

INSTRUMENTOS PARA SU IMPLEMENTACIÓN

La GADU supone una reformulación de las políticas urbanas en instancias de

sustentabilidad (Fernández et al., 1999). Es por ello que se considera central introducir

el concepto de la sustentabilidad a la luz de sus distintas dimensiones consagradas

desde 1992 cuando se celebró en Río de Janeiro el Congreso de Naciones Unidas

sobre Medio Ambiente y Desarrollo.

En relación con este paradigma, Guimarães (2003) enuncia y explica las

distintas dimensiones de la “sustentabilidad”: 1) una dimensión ecológica, que implica

preservar la integridad de los procesos naturales que garantizan los flujos de energía y

materiales en la biósfera y que, a la vez, preservan la biodiversidad y los recursos

naturales; 2) una dimensión sociocultural, que promueve el mantenimiento del sistema

de valores, prácticas y símbolos de identidad, la igualdad y el bienestar humano; 3)

una dimensión económica, tendiente a la gestión adecuada de los bienes ambientales

congruente con las metas de la sustentabilidad ecológica, y 4) una dimensión política,

que privilegia la complementariedad entre los mecanismos de mercado y la regulación

pública promovida como política de Estado.

El desarrollo sustentable y las dimensiones que lo componen pueden analizarse

en el contexto de las ciudades que conforman la segunda naturaleza (Fernández,

2000). En función de lo anterior Fernández et al. (1999) establecen las cuatro grandes

políticas sociales urbanas que conforman el paradigma del desarrollo urbano

sostenible: sustentabilidad natural, sustentabilidad social, sustentabilidad económica y

sustentabilidad política.

Page 34: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

29

Cada una de estas dimensiones o esferas corresponden a cuatro mega temas

centrales en las políticas urbanas. Estas son la sustentabilidad (referida al capital

natural), la habitabilidad, la productividad y la gobernabilidad, respectivamente (Figura

2).

Figura 2 Dimensiones de la sustentabilidad urbana

Fuente: Elaboración personal sobre la base de Fernández et al. (1999).

En la imagen se verifica cómo se redefinen las políticas en términos de

sustentabilidad y cómo en su entrecruzamiento se obtiene la sustentabilidad

ambiental. El polo P identifica la productividad, la cual se considera como

competitividad entre ciudades. El polo G, refiere a la gobernabilidad, o sea, al conjunto

genérico de las acciones de gestión y administración del gobierno urbano, en tanto

manifestación democrática de representatividad popular de gobierno local.

El polo H, alude a la habitabilidad, esto es, la medida de calidad y organización

de la sociedad local cuya caracterización se realiza en términos de articulación entre

las funciones y prácticas del habitar social urbano y las formas y expresiones del

hábitat social urbano 3 . El polo S identifica la sustentabilidad natural, es decir la

3

El hábitat puede definirse como el “subsistema de oferta” de recursos y servicios urbanos teóricamente disponibles respecto de una sociedad urbana determinada, pudiéndose hablar de una “naturaleza

Page 35: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

30

cantidad y calidad de recursos naturales más o menos transformados o antropizados

sobre cuya base se instala o desarrolla la tecnoestructura urbana.

En términos de sustentabilidad, la productividad puede redefinirse como

sustentabilidad económica, la cual debería verificarse como maximización de la

productividad de una economía local (urbana o regional) no de carácter absoluto, sino

en tanto no reduzca significativamente los otros polos. La habitabilidad, entendida

como sustentabilidad social, debería suponer la mejora progresiva de toda la sociedad

local respectiva (urbana o regional) tal que se supere en el corto/mediano plazo los

umbrales de pobreza y de necesidades básicas insatisfechas.

La sustentabilidad, ahora definida como sustentabilidad natural, debería implicar

una reconsideración de la base material de sustentabilidad local a partir de una

racionalidad que articule la sustentabilidad ecológica con la tecnológica (reconocer que

el capital natural primario puede ser potenciado por capital tecnológico). La

sustentabilidad política, antes entendida como gobernabilidad, implica considerar las

externalidades propias de la globalización económica, lo cual determina un rol

específico de gobernabilidad local fundamentalmente ligado a administrar las

manifestaciones regresivas de la exclusión social que dichos fenómenos provocan.

Para esto, es necesario crear capital político local capaz de confrontar decisiones

extralocales que generan exclusión social (Fernández et al., 1999).

Por otro lado, se identifica un punto de equilibrio de las cuatro manifestaciones

sectoriales de políticas urbanas replanteadas en términos de sustentabilidad: la

sustentabilidad ambiental.

Basándose en la optimización de la sustentabilidad ambiental, el proceso GADU

tiene como polo sustancial garantizar la sustentabilidad de un asentamiento, regiones,

cuencas o ámbitos territoriales.

Por otro lado, implica la articulación adecuada de las políticas de sustentabilidad

natural, la productividad y la habitabilidad. Es necesario aclarar, que esta articulación

puede alcanzarse siempre y cuando existan políticas de gobernabilidad (cuarto polo de

las políticas urbanas) que favorezcan dicha integración.

Finalmente, es posible hablar de una gestión de la sustentabilidad ambiental,

redefiniendo la GADU en criterios de sustentabilidad.

secundaria”; en tanto que el habitar es el “subsistema de demandas” de recursos y servicios urbanos teóricamente requeridos por una sociedad determinada, que comprende las condiciones aceptables (definidas por los hombres) para la vida social incluyendo en este concepto la calidad de vida (Fernández et al., 1998). La desarticulación entre el hábitat y el habitar deriva en problemas que surgen cuando los bienes, servicios y condiciones de la ciudad no brindan lo requerido por la sociedad.

Page 36: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

31

Al momento de realizar una gestión urbana para abordar la vulnerabilidad socio-

ambiental, es necesaria la implementación de diversos instrumentos, tales como el OT

y el OAT. Ambos están al servicio de la gestión ambiental y del desarrollo. Buscan

organizar, armonizar y administrar la ocupación del espacio de manera que se puedan

prever los efectos que provocan las actividades socio-económicas y precisar los

medios y líneas de acción apropiados para alcanzar los objetivos y prioridades de

desarrollo (Massiris Cabeza, 2002).

Ordenamiento Territorial (OT)

La definición de OT más ampliamente difundida y la más aceptada por la

comunidad científica, es la que proporciona la Carta Europea de Ordenación del

Territorio:

“Es la expresión espacial de las políticas sociales, económicas, ecológicas y

culturales de una sociedad. Es a la vez una disciplina científica, una técnica

administrativa y una política concebida como un enfoque interdisciplinario y global

cuyo objetivo es un desarrollo equilibrado de las regiones y la organización física del

espacio según un concepto rector” (Carta Europea de Ordenación del Territorio,

1983:2).

Pujadas y Font (1998) establecen que ordenar el territorio plantea tres

interrogantes. El primero refiere a qué se ha de ordenar. La respuesta a esta pregunta

son los distintos usos del suelo que coexisten en un territorio, los cuales están

impuestos por las actividades desarrolladas por el hombre.

En segundo lugar, se plantea para qué o por qué se ha de ordenar. En principio,

responde a los fines y objetivos del OT que se relacionan directamente con el

concepto de sustentabilidad: lograr un desarrollo socio-económico equilibrado de las

regiones; mejorar la calidad de vida; gestión responsable de los recursos naturales y

protección del ambiente; utilización racional del territorio.

Además, es necesario ordenar el territorio porque hay que corregir las

desigualdades territoriales generadas por el mercado. Esto se refiere a la

concentración de actividades y población, y la escasa integración económico-espacial.

Finalmente, el tercer interrogante plantea el cómo se ha de ordenar el territorio.

Este último punto, hace referencia a los criterios de ordenación que permiten alcanzar

los objetivos. Uno de los criterios es tener en cuenta el carácter limitado del territorio

Page 37: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

32

por ser un bien escaso. Además, es necesario aclarar que la respuesta a esta

pregunta será el resultado final del proceso de OT.

Los mismos autores, plantean que ordenar el territorio implica un proceso de

elección entre alternativas. Para lograr una correcta ordenación deben cumplirse tres

requisitos:

1. Usos alternativos. Ordenar el territorio supone elegir entre diferentes usos de

suelo posibles. El proceso de elección implicará un conocimiento profundo de

los agentes públicos y privados que intervienen sobre el territorio, cuáles son

sus intereses y su manera particular de ocupar el territorio.

2. Criterios sobre qué usos son más adecuados. Los criterios a tener en cuenta

(ambiental, territorial, económica, técnica) evolucionaron y recogen las

principales preocupaciones de la ordenación del territorio, tales como el

desarrollo económico, la calidad de vida, y preservación del ambiente;

jerarquizando alternativas. Esto implica definir un modelo territorial futuro al que

se quiere llegar mediante el proceso de ordenación.

3. Poder político para impulsar la alternativa escogida. Implica diseñar un

conjunto de políticas territoriales y de instrumentos de planificación que

permitirán convertir en realidad las propuestas territoriales elaboradas por el

equipo de trabajo.

El OT implica tres tipos básicos de intervención: legislar, planificar y ejecutar los

planes aprobados. Estas acciones pueden verse como etapas encadenadas dentro del

proceso global de OT.

La planificación constituye una etapa central en el proceso de OT. Se trata del

trazado de líneas de acción para alcanzar objetivos territoriales determinados,

cartografiables en un plano. El plan es el instrumento básico del OT, ya que esta

práctica se fundamenta en la elaboración y aprobación de planes diversos (Pujadas y

Font, 1998).

Por otro lado, se puede definir la planificación como un método de intervención

para producir un cambio en el curso tendencial de los eventos. Está influida por las

ideas que orientan a la sociedad y está limitada por las condiciones en que esta

sociedad se desarrolla (Lira, 2006).

Pujadas y Font (1998), señalan que es importante tener en cuenta que el OT no

se trata de un proceso lineal, sino que es circular. Esto quiere decir, que existe un

modelo territorial actual, luego se realiza una revisión del mismo, se analiza la

Page 38: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

33

situación actual para realizar un diagnóstico y posteriormente se hace la determinación

del plan para un nuevo modelo territorial, el cual más adelante se someterá a

revisiones continuas.

Las etapas clásicas de los trabajos de OT tienen una estructura piramidal, donde

en la base se encuentra el análisis territorial, le sigue el diagnóstico y por último las

propuestas:

1. Análisis territorial. Implica tener una primera aproximación al conocimiento de

los procesos territoriales. Se apoya en conocimiento teórico interdisciplinario

y metodologías exteriores al OT.

2. Diagnóstico. Aquí se diagnostica el estado del territorio a partir del análisis

anterior, se identifican los problemas territoriales y las potencialidades. Esto

conduce a la formulación de metas y objetivos.

3. Propuestas. Las etapas anteriores culminan en esta que es la elaboración de

propuestas y líneas de acción. Se determinan las medidas que permitirán

conformar la realidad futura y se evidencia la dimensión política del OT por la

existencia de un proceso de toma de decisiones.

La ejecución de plan producirá, tanto efectos esperados como no esperados, los

cuales deberán ser evaluados y contrastados, en la correspondiente revisión del plan.

En este proceso, el conjunto de disciplinas científicas con las que el OT

mantiene muchos vínculos y que constituyen las teorías sustantivas, aportan criterios

objetivos sobre qué instrumentos o acciones resultarán más apropiadas para resolver

problemas territoriales. Por este motivo se entiende que el OT adquiere un carácter

interdisciplinario. El territorio no es patrimonio de ninguna disciplina científica ni de

ningún campo profesional.

Por último, es importante mencionar que el OT es de carácter público. Es una

competencia de este sector, pero que va destinada a ordenar la ocupación del

territorio por parte de los agentes privados. De esta forma, debe responder a sus

aspiraciones y demandas para que logren desarrollar sus actividades.

Ordenamiento Ambiental del Territorio (OAT)

Debido a la componente ambiental de la presente tesis, es pertinente hacer

referencia al paso de un OT hacia un OAT. Diversos autores utilizan estos conceptos

Page 39: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

34

en sus trabajos (Pillet Capdepón y Plaza Tabasco, 2003; Belmonte y Núñez, 2008;

Elissonde, 2012).

Todo OT se apoya en la consideración de la capacidad del territorio y los

impactos de los diferentes usos o actividades, para así lograr maximizar la aptitud y

minimizar los impactos. Es así, que el OT queda subordinado a las consideraciones

ambientales, ya que se trata de que nuestras acciones encajen dentro de las medidas

que eviten el deterioro ambiental.

De esta manera, se puede plantear la existencia de un OAT, que se define como

“la función atribuida al Estado de regular y orientar el proceso de diseño y planificación

del uso del territorio y de los recursos naturales renovables de la Nación a fin de

garantizar su adecuada explotación y desarrollo sostenible” (Oficina Asesora de

Ordenamiento Ambiental, 1998:5).

Además, puede interpretarse como un proceso técnico-político con enfoque

ecosistémico que establece la compatibilidad de las actividades que se realizan en las

diferentes unidades territoriales, con las características ecológicas, sociales y

económicas de las mismas (Utria, 1994).

El OAT suministra al OT una síntesis del funcionamiento de los ecosistemas y le

brinda propuestas de alternativas de uso y actividades para una planificación en el

marco de la sostenibilidad (Andrade, 1996).

Este proceso se articula con los de planificación del desarrollo en el marco de la

descentralización. Por este motivo, debe ser abordado en los niveles nacional, regional

y local, tanto en los aspectos técnicos como en los políticos, y contemplar un horizonte

de largo plazo que involucre objetivos intermedios a corto y mediano plazo (Oficina

Asesora de Ordenamiento Ambiental, 1998).

En sus etapas, el OAT incluye procesos de planificación estratégica para

resolver problemas nuevos o aquellos que tomaron relevancia en los últimos tiempos.

De esta manera, la planificación estratégica se incluye en el OAT para resolver

cuestiones que otras modalidades de planificación no podían hacerlo.

Fernández Güell (2007) hace referencia a la planificación estratégica, como la

elaboración de un plan de acción integral que incluye acciones a desarrollar pero sin

ubicarlas en el espacio. No se trata de un plan normativo, sino que se basa en el

compromiso de agentes e instituciones.

Page 40: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

35

Se visualizan temas críticos, se diagnostica la situación y a partir de allí, se

definen líneas de acción para orientar al territorio hacia la dirección futura más propicia

para su desarrollo.

Las etapas de este tipo de planificación, se divide en dos grandes módulos: la

elaboración y la ejecución. Dentro del primero se encuentran:

1. Organización del plan e identificación de temas críticos. Se constituye el

equipo técnico, se identifican las necesidades de información, se informa a

participantes claves, se desarrolla el plan de trabajo y se fijan objetivos.

2. Diagnóstico interno y externo. Se analiza la evolución futura del territorio a

partir del diagnóstico de condicionantes internos y externos. En el primero se

analizan los puntos fuertes de la ciudad y territorio. El otro, posee una

dimensión económica, y se consideran las tendencias globales.

3. Definición de metas, objetivos y estrategias. Las metas y objetivos van

dirigidos a aprovechar los puntos fuertes, como a superar los débiles. La

definición de estrategias señala en qué direcciones se tendrán que tomar las

iniciativas.

4. Definición de objetivos para cada línea estratégica e identificación de

acciones. Se considera la fase que posee mayor participación ciudadana.

Finalmente, se lleva a cabo la ejecución, en la cual se realizan las actuaciones

previstas.

En relación a los espacios litorales, al momento de hacer referencia al modo de

ordenar estas áreas, es necesario mencionar la gestión integrada de zonas costeras.

Sobre la base de un programa de OAT y considerando la planificación estratégica,

Barragán et al. (2003), plantean la necesidad de adoptar un programa de gestión para

el manejo sustentable de estos espacios.

Para concluir, es necesario destacar que si bien hay estudios que abordan la

vulnerabilidad socio-ambiental en el periurbano marplatense, el presente trabajo

constituye una actualización de los resultados obtenidos previamente, debido a que se

utilizan datos del censo nacional del 2010. Además, se incluyeron nuevas variables, se

realizaron entrevistas en instituciones diferentes y se incorporó la metodología de

Conesa Fernández-Vítora para la evaluación de las problemáticas detectadas (la

descripción se encuentra en el apartado Metodología).

Page 41: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

36

Por otra parte, son relevantes las propuestas de OAT debido a la falta de planes

reguladores que contemplen la heterogeneidad de actividades y los peligros

ambientales que surgen de las incompatibilidades de los usos del suelo.

Page 42: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

37

CAPÍTULO 2

ÁREA DE ESTUDIO

Page 43: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

38

ÁREA DE ESTUDIO, EL PERIURBANO

DE MAR DEL PLATA

LOCALIZACIÓN, LÍMITES Y DINÁMICA

El área se vincula con la ciudad de Mar del Plata, partido de General

Pueyrredon. El Partido se localiza al sudeste de la provincia de Buenos Aires,

Argentina y limita al noreste con el partido de Mar Chiquita, al sudoeste con General

Alvarado, al noroeste con el partido de Balcarce y al sudeste con el océano Atlántico

(Figura 3). La ciudad cabecera dista 400 km de la Ciudad de Buenos Aires, 350 km de

La Plata y 460 km de Bahía Blanca.

Figura 3 Localización del partido de General Pueyrredon

Fuente: Elaboración personal.

Mar del Plata se encuentra recostada sobre el Océano Atlántico, con una

extensión urbana costera de aproximadamente 50 km. Por su extensión y cantidad de

habitantes, constituye la tercera urbanización de la provincia de Buenos Aires,

después del Área Metropolitana de Buenos Aires y la ciudad de La Plata. Mar del Plata

Page 44: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

39

es una ciudad balnearia por excelencia favorecida por las condiciones climáticas4. En

la temporada estival registra una importante afluencia turística, que duplica y en

ocasiones triplica su población en los meses de verano. Así, el sector terciario está

orientado principalmente a la prestación de servicios turísticos, destacándose la

actividad comercial (Atucha et al., 2012). La actividad industrial pesquera tiene un

relevante significado económico y social en la ciudad. El destino final de la industria de

procesamiento de pescado es el mercado interno y las exportaciones; su puerto es el

principal proveedor de productos pesqueros con destino al mercado interno argentino.

Entre las actividades económicas, se destaca también la agricultura intensiva cuya

producción hortícola abastece a la ciudad y gran parte de la región.

Como contracara de la ciudad balnearia, se sabe que hay más de un centenar

de asentamientos precarios en la ciudad. Según datos del Informe sociolaboral del

partido de General Pueyrredon (Gallo et al., 2014), en el aglomerado Mar del Plata-

Batán, durante los últimos dos años la desocupación muestra una tendencia creciente

y divergente con respecto al desempleo nacional. Luego de haber alcanzado un pico

del 11,7% a fines de 2013, en el primer trimestre de 2014 la tasa de desocupación en

la ciudad se ubicó en el 9%, exactamente el mismo porcentaje que en el primer

trimestre de 2013 y sólo superado por los aglomerados de Gran Catamarca y Gran

Córdoba, con tasas del 9,4% y 9,1% respectivamente. Muchos de los asentamientos

precarios y las problemáticas sociolaborales se presentan en el área periurbana.

Es importante aclarar, que realizar una delimitación territorial para poder acotar

el área de estudio, no es una tarea sencilla tratándose de una zona de interfase.

García (2006) señala que una parte fundamental del esfuerzo de investigación es la

construcción (conceptualización) del sistema como recorte más o menos arbitrario de

la realidad que no se presenta con límites ni definiciones precisas.

El dinamismo del periurbano, se expresa tanto en la definición de su límite

interno (urbano-periurbano) como externo (periurbano-rural) y en el interior de los

mismos. De acuerdo con Alberto (2009) el dinamismo propio de estos espacios

imprime constantes variaciones en sus componentes, en su configuración y en su

apariencia, impulsado por fuerzas endógenas y exógenas.

4

El análisis de los datos pluviométricos del partido de General Pueyrredon provistos por la EEA INTA Balcarce, año 2013 (Carpaneto y Ruffini, 2013) da como resultado un total de 694.3 mm precipitaciones acumuladas anuales. Además ha permitido determinar que el período más lluvioso coincide en general con el primer trimestre del año y el más seco es junio- agosto. El verano y la primavera son las estaciones con más lluvias y el invierno junto con el otoño, son las más secas. Los registros térmicos, muestran una cierta homogeneidad regional, con una media anual de 13.3ºC aunque con un muy leve decrecimiento desde el sector costero hacia el oeste, debido probablemente a la influencia del ambiente marino. El período medio libre de heladas abarca desde mediados de octubre a mediados de mayo.

Page 45: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

40

Reafirmando lo anterior, es posible establecer que la delimitación física del

periurbano es arbitraria en la medida que los conceptos conocidos, muchas veces

resultan insuficientes para caracterizar los bordes urbanos. De acuerdo con Ferraro et

al. (2013) una definición de periurbano muy útil para establecer ese límite es la

propuesta por Morello (2000), quien define al periurbano a partir de la presencia o

ausencia de determinados servicios.

A partir del análisis de la extensión de un servicio de saneamiento básico (agua

de red) y de la existencia de amanzanamiento, es posible definir en primera

aproximación el límite interior “urbano-periurbano” de Mar del Plata (Ferraro y Zulaica,

2007a). Cuando no hay amanzanamiento o bien no existe el servicio de agua

corriente, comienzan a aparecer aquellos que provee el medio natural y es aquí donde

“comienza el periurbano”. En un trabajo posterior, Zulaica et al. (2007), ajustan aún

más ese límite siendo más restrictivos en cuanto a la presencia de servicios de

saneamiento básico para considerarse territorio urbano. En función de ello, al

amanzanamiento y a la presencia de servicio de agua corriente, se incorpora la

extensión de la red cloacal como un nuevo indicador de identificación de áreas

periurbanas. Esto es, las áreas con amanzanamiento, red de agua y cloacas se

consideran urbanas mientras que las que no poseen alguno de estos elementos son

periurbanas.

La incorporación de este criterio se debe a la importancia que adquieren los

mismos en relación con la salud de la población y que, en la actualidad, son

sustanciales para asegurar una calidad de vida adecuada en la ciudad.

Este borde fijo delimitado por la presencia de estos dos servicios básicos, que

Ferraro et al. (2013) denominan “borde duro”, es un límite claro y preciso que

diferencia lo urbano de lo periurbano. Dicho borde, es relativamente fácil de definir y

permite mostrar su variación espacial a lo largo del tiempo. En ese sentido, la Figura 4

presenta el borde “urbano-periurbano”, establecido de acuerdo con los criterios

especificados en cuatro años diferentes que comprenden tres períodos (Zulaica y

Ferraro, 2013a).

Page 46: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

41

Figura 4 Dinámica del borde urbano-periurbano de la ciudad de Mar del Plata

Fuente: Zulaica y Ferraro (2013a).

De acuerdo con esa misma fuente, en el primer período (1984-1995), se observa

la expansión del borde urbano-periurbano fundamentalmente en el sector sur, en la

zona comprendida entre Vertiz y la Av. Mario Bravo, y sobre la Av. Luro. Entre 1995 y

2005 el límite se extendió de manera relativamente semejante en todas las

direcciones, destacándose el eje correspondiente a la Ruta 2. Finalmente, entre 2005

y 2011, los resultados revelan una extensión muy significativa, sobre todo, si se tiene

en cuenta que el período analizado es el más corto. La extensión de los servicios de

saneamiento básico se destaca principalmente en el sector noroeste, que tiene como

eje la Ruta 226. Los sectores comprendidos en el área en que “se mueve” ese límite

muestran el dinamismo del borde interno denominado urbano-periurbano.

Es importante aclarar que estos criterios adoptados no son de carácter universal

y en este caso se presentan como válidos para la ciudad de Mar del Plata. En relación

a ello, se considera que los criterios para la demarcación de los bordes urbanos

dependen, en general, del grado de desarrollo de las ciudades en cuestión.

El límite externo, es decir el borde periurbano-rural, es más difícil de determinar

a partir de un criterio específico. El mismo conforma una franja difusa cuya extensión

Page 47: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

42

varía de acuerdo con la forma en que haya tenido lugar el proceso de expansión

urbana, que en este caso se da sobre los principales ejes de comunicación. En

referencia a esto último, cabe destacar que en las vías de comunicación las

características periurbanas se extienden más allá que en los sectores situados entre

ellas (Ferraro y Zulaica, 2007b; Zulaica y Ferraro, 2007).

En términos generales, este límite periurbano-rural incorpora las actividades

agrícolas intensivas y excluye las agrícolas y pecuarias extensivas. No obstante ello,

se presentan en el periurbano áreas destinadas a las últimas actividades que, dada la

proximidad con otras incluidas en este espacio, se integran al mosaico.

En la Figura 5 se delimita sobre una imagen de satélite del área, el borde externo

del periurbano de Mar del Plata, en los distintos años. Su análisis permite observar

que los cambios verificados no revisten mayor importancia; no obstante, en la década

de 2000, se observa un corrimiento más notorio del límite asociado con la expansión

de áreas residenciales, especialmente sobre las rutas y con el incremento de las áreas

destinadas a horticultura.

Page 48: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

43

Figura 5 Partido de General Pueyrredon: límite externo (periurbano-rural) del periurbano de la

ciudad de Mar del Plata

Fuente: Zulaica y Ferraro (2013a).

Una vez definido el periurbano, es importante ajustar sus límites en función de

los objetivos de este trabajo de tesis. Como se verá más adelante, las unidades de

análisis de la vulnerabilidad socio-ambiental son los radios censales de 2010 (INDEC,

Page 49: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

44

2010). En ese sentido, es conveniente ajustar los límites a partir de la configuración de

los radios y definir los distintos sectores que lo componen siguiendo esos límites.

De esta manera, el periurbano de Mar del Plata ajustado sobre la base censal

cubre unas 34.071 ha y según los datos de 2010 (INDEC, 2010), posee 125.143

habitantes, es decir, un 20% del total de la población censada en el partido de General

Pueyrredon en ese año (618.989 habitantes).

SECTORES DEL PERIURBANO MARPLATENSE

Los antecedentes de estudios realizados en el periurbano de Mar del Plata

(Echechuri et al.; 1998; Ferraro y Zulaica, 2007a; Zulaica et al., 2009; Ferraro y

Zulaica, 2010; Ferraro et al., 2011; entre otros) identifican en el periurbano de Mar del

Plata, cinco sectores bien diferenciados por sus características socio-económicas,

problemáticas ambientales y su dinámica de conformación. Dichos sectores o zonas

se definieron siguiendo los ejes de comunicación más importantes: eje Ruta 11 hacia

el norte (Sector 1), Ruta 2 (Sector 2), Ruta 226 (Sector 3), Ruta 88 (Sector 4) y Ruta

11 hacia el sur (Sector 5).

La ciudad presenta una extensión urbana costera cuyo límite es rígido y de los

cinco sectores identificados sólo dos, situados al noreste (Sector 1) y sudeste (Sector

5), tienen vinculación con la costa.

El primero de ellos combina actividad urbana de baja densidad y ganadería

extensiva, en tanto que el segundo manifiesta una clara vocación turística. Hacia el

interior del continente, los tres sectores restantes quedan delimitados por grandes vías

de comunicación.

El sector situado al sudoeste (Sector 4) se caracteriza por usos mineros,

industriales y hortícolas; limitando al anterior y en sentido oeste-noroeste, se presenta

otro sector (Sector 3) cuya particularidad definitoria es la actividad hortícola aunque

mezclada con otros usos, destacándose el residencial de crecimiento acelerado sobre

una villa serrana; finalmente, lindero al anterior y en sentido noreste-este (Sector 2), se

distingue otro sector en el que predominan las actividades agrarias extensivas.

A continuación, en la Figura 6, se muestra la localización del área de estudio y

los sectores identificados dentro del periurbano marplatense. Considerando la totalidad

de la población censada en 2010, el Sector 4 concentra la mayor parte de la población

(39,08%), siguiéndolo el Sector 3 (22,38%), luego el Sector 5 (14,42%), y por último

los sectores 1 y 2 con 14,26% y 9,86% respectivamente.

Page 50: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

45

Figura 6 Localización y delimitación del área de estudio

Fuente: Elaboración personal sobre la base de Zulaica et al. (2013).

SUBSISTEMAS PERIURBANOS

Una vez establecidos los límites del periurbano y su variación en cuatro

momentos diferentes, cabe preguntarse qué subsistemas definen al periurbano

marplatense y cuáles son sus principales características5. Respecto de ello, Ferraro et

al. (2013) caracterizaron los principales subsistemas que integran el periurbano, con la

finalidad de explicar su heterogeneidad. Dichos subsistemas se sintetizan en la Tabla

1.

5

Como se verá más adelante (Marco Teórico), el periurbano se conceptualiza como un sistema complejo (García, 2006). Partiendo ello, su caracterización puede realizarse considerando diferentes subsistemas interrelacionados, tal como lo interpretan Ferraro et al. (2013).

Page 51: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

46

Tabla 1 Subsistemas del periurbano de Mar del Plata

Subsistemas Principales características y componentes

Físico

Está representado por dos componentes: Físico-natural, que incluye el agua, el suelo y el aire, los cuales actúan de soporte, son fuente de recursos y sumidero de desechos. Físico-construido, representado por la infraestructura (redes viales, de agua potable, de cloacas, etc.).

Socio-cultural

Comprende el conjunto de la población y todas sus características demográficas, culturales, de empleo, de salud, educación, tecnológicas, etc. Sus relaciones son, en términos generales, de demanda sobre el resto de los subsistemas.

Productivo

Está representado por todas las actividades que se realizan en el periurbano de Mar del Plata. Sus principales componentes son: Minero, que abarca las actividades extractivas, tanto las de roca de aplicación como las ladrilleras. Su relación con el sistema urbano es como proveedor de materias primas para la construcción material de la ciudad, entre otras. Agroproductivo, de enorme complejidad, habida cuenta de que es el que mayores relaciones establece con el resto de los subsistemas, especialmente con el físico natural. Su relación con el sistema urbano está dada por la provisión de alimentos frescos (productos hortícolas). En menor medida, se presentan entremezcladas actividades agrícolas y ganaderas extensivas. Industrial, comprende al parque industrial y las áreas periurbanas que el Código de Ordenamiento Territorial (COT) admite como industriales. Turístico, comprende todas las actividades relacionadas directamente con el turismo.

Urbano-residencial

Comprende las áreas periurbanas destinadas a residencias tanto de carácter permanente como estacionales o de veraneo, localizadas esta últimas fundamentalmente en los sectores costeros.

Digestor

Incluye al conjunto de infraestructura de saneamiento urbano: el sitio de disposición final de residuos, la planta de tratamiento de efluentes cloacales, así como todas aquellas situaciones en las cuales los desechos de la ciudad son depositados o tratados en el sistema periurbano.

Fuente: Elaboración personal sobre la base de Ferraro et al. (2013).

Entre los aspectos más relevantes de estos subsistemas, se destaca que:

El subsistema físico natural, caracterizado en estudios previos (Del Río et al.,

1995) presenta distintos atributos bióticos y abióticos, diferenciándose en el

periurbano seis grandes unidades ecológicas: ambientes serranos, ambientes

periserranos, llanura ondulada, llanura plana, valles de cauces y ambientes

costeros. Los ambientes serranos pertenecen al sistema Tandilia (Teruggi et al.,

1962; Teruggi y Kilmurray, 1975; Dalla Salda e Iñíguez, 1978). La Llanura

ondulada se caracteriza por presentar relieves suavemente ondulados de

pendientes rectas y ondulados, con suelos profundos y bien drenados (SAGyP-

INTA, 1990). La Llanura plana es una llanura eólico-fluvial de escaso relieve; las

divisorias de aguas son muy extendidas, de escasa expresión topográfica y muy

suave pendiente. Los Valles corresponden fundamentalmente a los cursos de

agua más importantes, cuyas cuencas principales se presentan en Cionchi et al.

Page 52: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

47

(2000). Los ambientes costeros incluyen geoformas de acumulación (dunas)

situadas en las desembocaduras de los arroyos, las playas que definen la costa

marplatense y geoformas de erosión como es el caso de los acantilados.

El subsistema construido está conformado fundamentalmente por las redes de

infraestructura y servicios (se contemplan en especial red de agua, cloacas y

ejes viales). La red de agua en el periurbano alcanza mayor extensión en las

áreas costeras y aquellas que se aproximan al borde urbano-periurbano. Lo

mismo sucede con la red de cloacas que en el área de estudio se extiende

principalmente sobre la costa hacia el norte, pero siempre en el límite con el

borde mencionado. Los ejes de comunicación más importantes (rutas 11, 2, 226

y 88) estructuran el periurbano e inciden en la expansión de las áreas urbano-

residenciales.

El subsistema sociocultural puede caracterizarse a partir de indicadores

obtenidos de los censos nacionales. En términos generales, la población del

periurbano presenta condiciones e intereses diversos en toda su extensión, que

muchas veces se traducen en conflictos. Cuando se comparan los datos de

algunos indicadores con los correspondientes a las áreas urbanas, se observa

en general, mayor nivel de pobreza, menor acceso a los servicios sanitarios y

educativos, crecimiento demográfico más acelerado, mayor informalidad en el

desarrollo de actividades económicas y contrastes socioculturales más

significativos, entre otras cuestiones

El subsistema productivo incluye el conjunto de actividades que se desarrollan

en el periurbano y está integrado por varios componentes: minero,

agroproductivo, industrial y turístico:

La explotación minera puede dividirse en dos grandes grupos: minería de

rocas de aplicación y minería de suelos (canteras ladrilleras), esta actividad se

encuentra instalada y desarrollada desde 1930 y actualmente se basa en la

explotación de rocas de aplicación. La extracción de los suelos tiene una

correlación histórica con la explotación de rocas de aplicación ya que surgió

como actividad complementaria para la misma época.

En relación con el componente agroproductivo, la actividad hortícola es la

que mayor relevancia ha cobrado a lo largo del tiempo en el periurbano. Es una

actividad exitosa desde el punto de vista económico ya que contribuye de

manera significativa al Producto Bruto Geográfico. En los últimos diez años se

destaca el incremento de la superficie hortícola bajo cubierta.

Page 53: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

48

El desarrollo industrial es de mediana complejidad en la ciudad y se

circunscribe en el periurbano a dos áreas específicas: el Parque Industrial y un

Distrito Industrial, definido así por el COT, en el que predominan talleres y

distribuidoras.

Mar del Plata posee un perfil netamente turístico asociado con las playas; la

ciudad ha sido un centro receptor de turismo interno que, en función de la

evolución de la economía, canalizó el turismo de elite de los sectores medios y

de aquellos de menores recursos, presentando por momentos una afluencia

simultánea diversificada (Gennero de Rearte, 2002). En el periurbano esta

actividad se presenta fundamentalmente en las áreas costeras y se manifiesta

con la presencia de balnearios, áreas comerciales y de servicios, y viviendas de

veraneo.

El subsistema urbano-residencial se caracteriza, por la generación y

consolidación de nuevos usos residenciales con características contrastantes:

viviendas de veraneo y equipamiento vinculado con el sector turístico costero,

barrios cerrados y asentamientos precarios. Estos últimos reúnen más de 5.000

habitantes, de acuerdo con los datos obtenidos de Monteverde (2005).

El subsistema digestor incluye el sitio de disposición final de residuos y el

tratamiento de efluentes cloacales, presentes en el área periurbana y con una

larga historia de conflictos que se irán detallando en el desarrollo de la tesis.

Las interacciones que se establecen entre los complejos subsistemas del

periurbano marplatense, determinan la presencia de problemas ambientales (Donsini,

2004) y por lo tanto a la exposición a situaciones de peligro, siendo diferente la

capacidad de respuesta de la población, en función de distintos factores. El análisis de

la vulnerabilidad socio-ambiental aporta bases interesantes para comprender los

procesos que caracterizan estos espacios tan heterogéneos, tal como fue descripto en

esta presentación del área de estudio.

PRINCIPALES ASPECTOS NORMATIVOS DEL ÁREA DE ESTUDIO

La inclusión de los aspectos normativos en la descripción del área de estudio se

justifica en el hecho de que los mismos, dan cuenta de su complejidad, regulan las

actividades desarrolladas en el periurbano y ayudan a explicar situaciones de

vulnerabilidad. Por lo tanto, este apartado no pretende ser exhaustivo sino tomar las

reglamentaciones que más aportan a los objetivos del trabajo. Esta incorporación de

Page 54: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

49

un marco legal de referencia para el área de estudio no significa la inexistencia de

otras normativas aplicables a este espacio complejo. El énfasis puesto en este

apartado, se centra en el Código de Ordenamiento Territorial (COT), en las actividades

que regula y en su relación con la normativa ambiental provincial y/o nacional vigente.

El objetivo último de la aplicación de estas normas es, tal como lo define la Ley

25.675/2002 de presupuestos mínimos, la gestión sustentable y adecuada del

ambiente, la preservación y protección de la diversidad biológica y la implementación

del desarrollo sustentable.

El Código de Ordenamiento Territorial

A nivel local, el COT del partido de General Pueyrredon, regula el uso,

ocupación, subdivisión, equipamiento del suelo y todos aquellos aspectos que tengan

relación con el OT.

En 1979, a efectos de asegurar el cumplimiento del Decreto-Ley 8.912, se

sanciona la Ordenanza 4.514 originaria del COT, actualmente vigente en el partido de

General Pueyrredon. Este código de planeamiento urbano fue parcialmente modificado

durante las décadas sucesivas. No obstante, la aplicación del COT resulta insuficiente

para orientar la organización del territorio y los procesos de trasformación de la ciudad,

debido a la inexistencia de instrumentos generales que establezcan políticas y

estrategias en función de objetivos deseados (Donsini, 2004).

Dicho Código, se enmarca en la Ley Provincial 8.912 (promulgada en 1977) que

rige el Ordenamiento del Territorio de la Provincia de Buenos Aires y regula el uso,

ocupación e infraestructura y equipamiento necesarios. Este, subdivide el territorio en

áreas (urbana, complementaria y rural), subáreas (urbanizada, semiurbanizada) y

zonas (residencial, comercial y administrativa, de esparcimiento, industrial, de reserva,

de usos específicos).

Según el COT, el periurbano de Mar del Plata, incluye áreas definidas como

urbanas intraejidales y extraejidales, complementarias y rurales, con características

específicas.

De acuerdo con Monteverde (2005), el criterio de zonificación según

intensidades de usos del suelo empleado en el COT de Mar del Plata no resulta

diferente del aplicado en la mayoría de las ciudades argentinas: el reconocimiento de

una tendencia "natural" de crecimiento y organización de las áreas urbanizadas, según

el cual se tiene una densidad edilicia decreciente desde el centro hacia la periferia. Un

Page 55: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

50

principio que, en términos urbanísticos, se traduce en elevados índices de

edificabilidad para los sectores urbanos más centrales, que van a ir disminuyendo

hasta encontrar los valores más bajos, precisamente en las zonas urbanas que se

ubican el borde con el área rural. En el caso de Mar del Plata, esta particularidad de la

normativa urbanística argentina, se manifiesta en la expansión de la ciudad desde un

modelo difuso.

Como se menciona en el Plan Estratégico de 2005, a través del COT se alienta

una expansión de baja densidad y sin servicios ni equipamientos. Esto es conflictivo,

no sólo por los elevados costos que implica la extensión de las redes infraestructurales

para llegar a aquellos sectores de la ciudad con muy bajos niveles de ocupación, sino

también a que es el mismo COT el que, en su Capítulo 11 "Movilización del Suelo

Urbano", establece que se declararán "zonas de provisión prioritaria de servicios de

agua y cloaca" a los distritos residenciales de densidad media, como así también a los

distritos con destino a servicios, equipamientos e industria. Para la provisión prioritaria

del equipamiento comunitario básico, se indica la necesidad de realizar estudios que

determinen los niveles de carencias que presentan distintas zonas de la ciudad.

Es decir, es el mismo instrumento de OT el que, por un lado, promueve un

modelo territorial con muy bajos niveles de ocupación y densidad y, por el otro,

prescribe que estos amplios sectores de la ciudad no se van a considerar zonas de

provisión prioritaria de servicios y equipamientos: fuera del área urbana de Mar del

Plata, se establece como zona de provisión prioritaria de servicios de agua y de

cloaca, las áreas urbanas UTI2, UTI3 (Batán) y ULM1 (Litoral Marítimo sur hasta Alfar)

y Parque Industrial.

Respecto de las condiciones ambientales, el COT no establece criterios propios

referidos a la protección integral de la calidad ambiental que la ciudad ofrece a sus

habitantes, sino que sólo se limita a enunciar las normas vigentes de aplicación sobre

determinadas cuestiones de la problemática ambiental, en particular la legislación

provincial, tales como:

la preservación y el control de reservas naturales,

las condiciones atmosféricas y efluentes gaseosos,

las condiciones de los efluentes líquidos,

la conservación de los desagües naturales,

la preservación de contaminación en las zonas de puertos,

Page 56: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

51

las condiciones del suelo en general para la urbanización, las condiciones de

habitabilidad (ruidos molestos, vibraciones).

Las situaciones mencionadas ponen en evidencia las dificultades que surgen en

el abordaje de estos espacios periurbanos y en la formulación de propuestas

tendientes al OAT. Por este motivo, desde el Municipio, se están llevando a cabo

reuniones con el fin de lograr una reformulación integral del COT, “transformándolo en

un Código de Ordenamiento Territorial y Ambiental”. Se plantea, que el nuevo COT

debiera ser elaborado por un equipo profesional e interdisciplinario de origen local, que

conozca cuáles son las necesidades de cambio en materia de regulación urbanística.

Además, necesita ser elaborado con un sentido amplio, incluyendo en la discusión

aspectos que no estén vinculados estrictamente con el urbanismo, tales como el

desarrollo económico, la vivienda, el ambiente, el transporte, el cambio climático, la

sustentabilidad o el patrimonio.

El periurbano en el Código de Ordenamiento Territorial

Como fue mencionado en párrafos anteriores, el periurbano de Mar del Plata

incluye áreas definidas en el COT como urbanas intraejidales y extraejidades,

complementarias y rurales, con características específicas. Los límites del ejido urbano

de Mar del Plata están definidos por el Arroyo La Tapera, Calle sin nombre, Av. Juan

B. Justo, Av. Tetamanti y Av. Mario Bravo hasta la costa. La delimitación del ejido

urbano y de las áreas extraejidales se presenta en la Figura 7.

Dentro del área urbana intraejidal citada, el periurbano comienza en las

denominadas subáreas semiurbanizadas, las cuales, a diferencia de las subáreas

urbanizadas, cuentan sólo con una parte del equipamiento o infraestructura. Batán

también se define como un área urbana que, a su vez, presenta subáreas urbanizadas

y semiurbanizadas.

Page 57: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

52

Figura 7 Partido de General Pueyrredon: áreas urbanas intraejidales y extraejidales

Fuente: Elaborado por Zulaica (2010) sobre la base del COT.

En el periurbano, las áreas urbanas extraejidales incluyen las denominadas

“Áreas Urbanas del Litoral Marítimo”, correspondientes a los asentamientos

localizados sobre el eje de la Ruta 11, tanto al norte como al sur de la ciudad de Mar

del Plata. Dichas áreas están destinadas principalmente al uso residencial.

Otros sectores urbanos extraejidales que también integran la interfase son las

“Áreas Urbanas del Territorio Interior” y las “Áreas Urbanas del Territorio Serrano”. Las

primeras, localizadas sobre los ejes de la Ruta 2 y la Ruta 88, están destinadas al uso

residencial dominante de radicación de población permanente mientras que las

segundas, localizadas en función de la Ruta 226, se encuentran destinadas al uso

residencial exclusivo de radicación permanente o turística.

Page 58: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

53

Se incluyen además dentro del periurbano, áreas complementarias que son

aquellas zonas circundantes adyacentes a las áreas urbanas y relacionadas

funcionalmente con estas. Se distinguen así, áreas complementarias a Mar del Plata, a

Batán, al Litoral Marítimo, al Territorio Interior y al Territorio Serrano. En ellas

predominan los usos residenciales, actividades turísticas y recreativas, forestales,

entre otras. Por último, la zona de transición también incluye áreas rurales, es decir,

las destinadas a la localización de usos relacionados con la producción agropecuaria,

forestal, minera. Así, es posible diferenciar áreas de uso rural intensivo (horticultura,

floricultura, apicultura, granjas, etc.), áreas de uso rural extensivo, con una unidad

mínima de parcela de 25 ha, y áreas de uso rural serrano, destinadas a

emplazamientos compatibles con las características serranas.

Dado que gran parte del territorio periurbano se constituye de áreas

extraejidales, conviene resaltar algunas consideraciones enunciadas por Mantobani

(2004) en relación con dichos sectores:

La ausencia casi total de conocimientos y datos sobre el territorio extraejidal, de

sus nexos con la red y el sistema urbano y del papel del proceso de

urbanización.

Es notoria la carencia de un proyecto político local tendiente a construir el

territorio extraejidal como un espacio traslúcido o transparente, requisito para

viabilizar estrategias de desarrollo local, generar un medio innovador y atraer

inversiones y radicación de emprendimientos productivos.

No existe decisión política de integrar a la ciudad cabecera con el resto de los

nodos de su sistema urbano.

Actualmente, los límites del área urbana “sobrepasan” ampliamente el ejido

urbano demarcado en el COT y, de esta manera, el periurbano incluye una enorme

diversidad de situaciones diferentes a regular, que demandan propuestas concretas de

gestión territorial.

El Código de Ordenamiento Territorial y las normativas ambientales

Respecto de las normativas ambientales generales y su aplicación en el ámbito

local, Zulaica et al. (2014) y Calderón y Tomadoni (2014) realizaron una revisión de su

incorporación en el COT en la expectativa de detectar vacíos y aportar al diagnóstico

de la situación actual en vistas a la elaboración del nuevo Código. A continuación se

Page 59: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

54

enuncian los aportes más relevantes que surgen de los trabajos citados y se

profundiza en la normativa mencionada en el COT.

En el Capítulo 1 referido a generalidades, y específicamente en la enunciación

de términos utilizados, existe un apartado que define conceptos implicados en las

condiciones ambientales. Se enuncian allí, aspectos relativos a contaminación y

residuos. Se menciona la Ley Provincial 11.720 cuando se definen los residuos

especiales.

Los usos y ocupación del suelo se establecen en el Capítulo 5 del COT. En el

apartado correspondiente a la tipificación y clasificación de usos, se menciona la Ley

de Radicación Industrial 11.459, Decreto Reglamentario 1.741/96 y el Decreto

Municipal 1.474/99.

En el mismo capítulo, en materia ambiental se hace referencia a los usos no

industriales que producen residuos especiales quienes deberán cumplimentar, previo a

extenderse la Resolución de Habilitación, con la Ley Provincial 11.720 y su Decreto

reglamentario 806/97. Se mencionan además, para determinados usos, el

cumplimiento de la normativa vigente para la protección a las fuentes de provisión y a

los cursos y cuerpos receptores de agua y a la atmósfera (Nº 5.965) y Decreto

Provincial reglamentario de la Ley 3.395/96, con sus modificatorias, ampliatorias y

anexos de las mismas.

El Capítulo 8 es el que hace referencia específica a las condiciones ambientales

a ser aplicadas en todo el ámbito de las áreas urbanas, complementarias y rurales del

partido y comprende efluentes líquidos y gaseosos, residuos sólidos y semisólidos,

vibraciones y ruidos molestos a la población provenientes de la actividad residencial,

comercial, industrial y de servicios, públicos y privados. Comprende también la

preservación y control del medio ambiente y de los recursos naturales. Este capítulo

establece las disposiciones para efluentes gaseosos diferenciando las fuentes fijas,

móviles, relativas a incineradores, emisiones olorosas, efluentes líquidos y ruidos

molestos.

Entre las normativas de aplicación se mencionan las relativas a protección de

agua y atmósfera (Ley Provincial 5.965 y sus Decretos Reglamentarios), a residuos

especiales (Ley Provincial 11.720 y sus Decretos Reglamentarios), radicación

industrial (Ley Provincial 11.459 y sus Decretos Reglamentarios), Ley General del

Ambiente y Recursos Naturales (Ley Provincial 11.723 y sus Decretos

Reglamentarios), a preservación y control de recursos naturales y medio ambiente

(Ley Provincial 8.912 y sus modificatorias), al sistema provincial de preservación del

Page 60: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

55

medio ambiente (Ley Provincial 8.572), al Código Rural (Ley Provincial 10.081 y sus

Decretos Reglamentarios). Se incluye también la Ley Provincial 6.253 y su Decreto

Reglamentario 11.368 (sobre zonas de conservación de desagües naturales), la Ley

Provincial 4.406 (sobre obras hidráulicas y condiciones altimétricas), así como la Ley

Nacional 20.481 (sobre prevención de la contaminación en zonas de puertos). En

relación con las condiciones del suelo, costas y terreno se menciona la Ley Nacional

24.585 y su Decreto Reglamentario; la Ley Provincial 6.254 (de fraccionamientos

urbanos en cotas inferiores a 3,75 m). Se incluyen también Ordenanzas particulares

vinculadas con las condiciones ambientales que hoy se encuentran desactualizadas.

El Capítulo 9 refiere a la forestación urbana. Allí se menciona que la forestación

de los espacios urbanos aptos constituye un elemento primordial del equilibrio

biológico en el área urbana. En las generalidades, declara de interés público la

preservación, ampliación y mejoramiento de arbolados ubicados en propiedad pública

o privada, incluidos los baldíos, parques, plazas, paseos, calles y avenidas del partido

de General Pueyrredon, tal como lo establece la Ordenanza Municipal 9.784 (Código

de Preservación Forestal).

Del análisis anterior se desprende que la inclusión de la normativa ambiental en

el contexto local se encuentra en algunos casos desactualizada. No se menciona por

ejemplo la Ley Provincial 13.592 de Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos ni

el Decreto 968 sobre Mineras, el cual describe los instrumentos de gestión ambiental a

utilizar, como el Informe de Impacto Ambiental y la Declaración de Impacto Ambiental,

para obtener el Certificado de Calidad Ambiental. Tampoco se mencionan Leyes de

protección ambiental como por ejemplo el Decreto-Ley 9.867 de Conservación de

Suelos.

Además, se evidencia desarticulación en el enfoque adoptado ya que, en

ocasiones no están claros los instrumentos de gestión urbano-ambiental a ser

aplicados en las actividades periurbanas, este es el caso por ejemplo de las

Evaluaciones de Impacto Ambiental. Tampoco se hace referencia a la regulación de

actividades rurales que conviven con áreas residenciales y debieran contemplarse de

alguna manera en el COT.

Actividades rurales en el Código de Ordenamiento Territorial

Las actividades rurales aparecen en el COT como dominantes en las áreas más

alejadas del ejido. Sin embargo, en el periurbano existen importantes zonas integradas

en esta categoría.

Page 61: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

56

Ante la dinámica de la interfase urbano-rural vale preguntarse cómo serán

normadas dichas actividades dentro del nuevo Código (en etapa de reformulación),

teniendo en cuenta que muchas de ellas suponen conflictos por incompatibilidad como

aquellos ligados al uso de agroquímicos.

Esta problemática adquiere una historia de larga data en el Partido. La

Ordenanza 21.296, de relativamente reciente promulgación (Mayo de 2013), regula la

aplicación de agroquímicos en el Partido y sin duda se relaciona con la vulnerabilidad

socio-ambiental en amplios sectores del periurbano.

Esta Ordenanza recibió muchas críticas por violar artículos de Leyes Nacionales

y Provinciales, y proviniendo menos protección respecto a los efectos de los

agroquímicos en la salud y el ambiente.

De esta manera, diversos actores afectados por las aplicaciones de los

agroquímicos, promovieron la demanda originaria de inconstitucionalidad en relación a

los artículos 19, 23, 27, 28 y 35 de la Ordenanza 21.296/2013 de la Municipalidad de

General Pueyrredon, ante la Suprema Corte de la Provincia de Buenos Aires.

Teniendo en cuenta el texto completo de la sentencia y la Ordenanza

21.296/2013, a continuación se describen las situaciones problemáticas evidenciadas,

presentadas en RENACE (2014)6.

En primer lugar, el art. 19 delimita lo que denomina “Franja Transicional

Periurbana”, fijándola en el radio de mil (1.000) metros a partir del límite de los núcleos

urbanos.

Los actores explicaron que la mayoría de ellos vive en la periferia de la ciudad de

Mar del Plata, donde no existe red de agua y el suministro de esta proviene de la

extracción de las napas subterráneas, existiendo pozos clandestinos para el riego de

los cultivos que permanecen abiertos y permiten la filtración de productos químicos en

forma directa a las napas.

Además, sostienen que estos pozos se encuentran en una zona donde ahora sí

se podrá fumigar, a diferencia de lo que ocurría anteriormente, dado que están

ubicados en lo que antes era zona de seguridad.

El art. 22 establece que, en la Franja Transicional Periurbana, sólo se permite la

aplicación de productos de síntesis de Banda IV.

6

RENACE es la Red Nacional de Acción Ecologista de Argentina, y el texto completo de la sentencia se encuentra en su página web www.renace.net

Page 62: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

57

Relatan los actores que esta Banda, según definición de la OMS, agrupa

productos que probablemente no presentan riesgos agudos en condiciones normales

de uso, pero sólo se basa en probabilidades, no en certezas y tampoco queda claro

cuáles serían condiciones normales de uso.

Asimismo, advierten que esa clasificación está hecha sobre mediciones de la

toxicidad aguda, es decir, de los efectos a corto plazo, sin tener en cuenta los

potenciales efectos crónicos, por lo que la inclusión de estos productos agroquímicos

en esa clasificación no implica que plaguicidas comprendidos en ella sean “seguros”.

En cuanto al art. 23, se elimina la zona de seguridad prevista en el art. 1 de la

Ordenanza derogada y se establece una zona de amortiguamiento y producción

agroecológica, fijándola en 100 metros, en lugar de los 1.000 metros que abarcaba en

la anterior legislación.

Sostienen que la zona de amortiguamiento no tiene un fin protectorio, por cuanto

no se establece una barrera entre los humanos y el área en la que pueden utilizarse

los productos contaminantes. Por ello, los ciudadanos que no quedan comprendidos

en las excepciones del art. 27, están expuestos a ser rociados con venenos a pocos

metros de sus casas. Así, continúan, una levísima deriva los hace pasibles de

absorber por vía cutánea o respiratoria estos productos no elegidos, forzosa y

violentamente utilizados por un productor.

El art. 25 dispone que, dentro de la zona fijada por el art. 23, debiera

establecerse una barrera artificial o vegetal cuyo objetivo será impedir y/o disminuir el

egreso de agroquímicos a zonas aledañas, aumentar la diversidad y atraer insectos

benéficos.

Respecto a esto, si bien se establece una barrera artificial o vegetal, no se

especifica qué sucede entre el momento en que se plantan y el que crecen los árboles.

Además, los actores explicaron que, si bien la barrera estaba prevista en el art. 4 de la

Ordenanza 18.740, no se ha llevado a cabo ni por los productores ni por la

Administración.

Por otra parte, si bien la zona de amortiguamiento conlleva beneficios, sería

necesario que esa zona debería ser establecida donde termina el núcleo protegido

(zona de seguridad) y no sobre el mismo, como lo reglamentaba la Ordenanza

anterior.

Finalmente, el art. 27 considera como Zona con Puntos de Alto Riesgo Sanitario

y ambiental aquellas que: a) se encuentren a cien (100) metros de escuelas, centros

asistenciales y centros de salud y b) se encuentren a veinticinco (25) metros de cursos

Page 63: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

58

de agua, clubes, campings, villas deportivas y complejos turísticos. Según el art. 28,

en las Zonas de Alto Riesgo Sanitario y Ambiental se encuentra prohibido el uso de

agroquímicos.

Este permiso de acercamiento viola la Ley Nacional 25.688 (régimen federal de

aguas) y lo dispuesto por las Leyes Provinciales 5.965 (Ley de protección a las fuentes

de provisión y a los cursos y cuerpos receptores de agua y a la atmósfera) y 12.257

(Código de Aguas).

Anteriormente, la zona de seguridad era 1.000 metros, por lo que era poco

probable que los agroquímicos impactaran en el núcleo urbano y/o contaminaran las

aguas, pero ahora, a tan solo de 100 metros de una escuela y/o 25 metros de un curso

de agua, estos sitios son fácilmente alcanzables por los productos tóxicos que se

dispersen en el aire.

Finalmente, el 25 de Setiembre de 2014 la Suprema Corte de la Provincia de

Buenos Aires decretó la suspensión de los arts. 19, 23, 27 y 28 de la Ordenanza

21.296/2013.

En cuanto al art. 35 de la normativa destinada a regular las tareas de

fiscalización, control, toma de muestras y sanciones que se asignan al Departamento

Ejecutivo y profesionales que han de intervenir en aquéllas, no se aplica la suspensión

debido a que los actores no evidenciaron agravio alguno a su respecto.

Además, se dispone la aplicación del régimen anterior previsto en la Ordenanza

18.740 y sus modificatorias, en relación a las cuestiones planteadas en los artículos

que se suspendieron.

Si bien existen diversas normativas que regulan las distintas actividades que se

llevan a cabo en el periurbano marplatense, es importante hacer referencia a que

muchas de las dificultades derivan de los mecanismos de implementación y aplicación.

Además de que se necesiten más especificaciones, por ejemplo respecto a la

utilización de agroquímicos, es pertinente que se efectúen controles de manera

periódica para que las normas vigentes se cumplan.

Page 64: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

59

CAPÍTULO 3

MATERIALES Y MÉTODOS

Page 65: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

60

PROCEDIMIENTO METODOLÓGICO

El proceso metodológico principal a aplicar en la tesis es la construcción de un

índice sintético de vulnerabilidad socio-ambiental en el periurbano estudiado. Para

esto, se debió contar con una serie de datos que ayudaron a elaborarlo y a obtener,

posteriormente, las conclusiones para definir algunas estrategias tendientes al OAT.

En primer lugar se procedió a realizar la recopilación de estudios antecedentes y

de datos provistos por el Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas (INDEC,

2010), por el municipio de General Pueyrredon, Plan Estratégico de Mar del Plata y del

partido de General Pueyrredon, entre otros.

Por otra parte, los primeros resultados de la tesis están referidos a los peligros

ambientales (problemas que en términos de vulnerabilidad se refieren a peligros)

observados en el periurbano marplatense que inciden sobre la vulnerabilidad de la

población. En la estimación de la importancia de esos peligros se utilizó un método

elaborado por Conesa Fernández-Vítora (2010) para evaluación de impactos

ambientales.

En general, los peligros que se evidencian se originan por la heterogeneidad de

usos del suelo que acoge el territorio en estudio. Frente a los riesgos que implican las

actividades que se desarrollan, la interacción de diversos factores o dimensiones de la

vulnerabilidad, va a determinar la capacidad que posee la población para prevenir,

reducir o afrontarlos.

La capacidad de respuesta frente a los riesgos se puede evaluar a partir de la

construcción de un Índice de Vulnerabilidad Socio-Ambiental. Para construir el

mencionado índice, es necesario seleccionar variables representativas de la situación

que se pretende mostrar. Es importante aclarar que en la selección de indicadores y

variables se tomaron en cuenta bases de datos existentes elaboradas en

investigaciones previas del área de estudio.

Finalmente, el tipo de investigación es descriptiva-propositiva. El carácter

descriptivo se lo otorgan los antecedentes bibliográficos que existen sobre el tema,

donde se han detectado y definido ciertas variables, y a su vez es posible adicionar

nuevas (Hernández, et al., 1997). A pesar de que lo descriptivo es lo central en este

trabajo, el carácter propositivo otorgado por los lineamientos de OAT, complementa el

estudio.

Page 66: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

61

A continuación se presentan los métodos, técnicas e instrumentos utilizados para

identificar y evaluar los peligros ambientales periurbanos, los aplicados en la

construcción y aplicación del IVSA y aquellos tendientes a la definición de estrategias

de OAT.

IDENTIFICACIÓN Y EVALUACIÓN DE PELIGROS AMBIENTALES

Respecto de este objetivo, la metodología empleada parte de estudios

antecedentes que abordan territorios complejos como los periurbanos. En primer lugar,

se revisaron aquellos trabajos sobre peligros ambientales generales de áreas

periurbanas (González Urruela, 1987; Rees, 1992; Schuschny, 1998; Fernández,

2000; Morello, 2000; Iaquinta y Drescher 2000; Acuña Araya, 2001; Allen, 2003;

Ferraro y Zulaica, 2008; Ivanega, 2009; Zulaica y Ferraro, 2013b). En segundo lugar,

se tomaron en consideración los estudios que abordan peligros ambientales en el área

de estudio propiamente dicha: el periurbano marplatense (Zulaica et al., 2013; Donsini,

2004; Ferraro et al., 2013; Mikkelsen, 2008; Mikkelsen y Velázquez, 2010).

Posteriormente, se realizaron salidas de campo con el motivo de corroborar los

datos obtenidos por medio de la recopilación de antecedentes. Las salidas de campo,

de carácter exploratorio, se organizaron fundamentalmente en función de los sectores

que componen el área de estudio definidos en estudios previos (Zulaica y Ferraro,

2007; Ferraro et al., 2013).

A fin de evaluar la importancia de los peligros, se utilizó un método desarrollado

y actualizado por Conesa Fernández-Vítora (2010), para la evaluación de los impactos

ambientales. En el presente trabajo no se aplica el método cualitativo matricial de

Leopold del año 1971 sobre el que se basa el autor (matriz de causa-efecto), sino que

solo se consideran los criterios utilizados para la valoración de los impactos.

Esta metodología, permite identificar y ponderar o evaluar los peligros a partir de

valores otorgados individualmente a un conjunto de criterios que utilizados de manera

combinada dan cuenta de la importancia del mismo.

La importancia de cada uno de los peligros queda representada por un número

que se deduce en función del valor asignado a los símbolos considerados en el

siguiente modelo:

Imp = 3I + 2EX + MO + PE + RV + SI + AC + EF + PR + MC

Page 67: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

62

Donde: Imp:importancia; I: intensidad; EX: extensión; MO: momento; PE: persistencia;

RV: reversibilidad; SI: sinergia; AC: acumulación; EF: efecto; PR: periodicidad; MC:

recuperabilidad.

Los criterios utilizados se presentan en la tabla que se presenta a continuación

(Tabla 2).

Tabla 2 Importancia del peligro

INTENSIDAD (I): grado de destrucción

EXTENSION (EX): área de influencia

Baja Media Alta Muy Alta Total

1 2 4 8

12

Puntual Parcial Amplio o extenso Total

1 2 4 8

MOMENTO (MO): plazo de manifestación

PERSISTENCIA (PE): permanencia del efecto

Largo plazo Medio plazo Corto plazo Inmediato

1 2 3 4

Fugaz, efímero o momentáneo Temporal o transitorio Pertinaz o persistente Permanente y constante

1 2 3 4

REVERSIBILIDAD (RV): reconstrucción por medios naturales

SINERGIA (SI): potenciación de la manifestación

Corto plazo Medio plazo Largo plazo Irreversible

1 2 3 4

Sin sinergismo o simple Sinérgico Muy sinérgico

1 2 4

ACUMULACIÓN (AC): incremento progresivo

EFECTO (EF): relación causa-efecto

Simple Acumulativo

1 4

Indirecto o secundario Directo o primario

1 4

PERIODICIDAD (PR): regularidad de la manifestación

RECUPERABILIDAD (MC): reconstrucción por medios humanos

Irregular (aperiódico y esporádico) Periódico o intermitente Continuo

1 2 4

Recuperable de manera inmediata Recuperable a corto plazo Recuperable a medio plazo Recuperable a largo plazo Mitigable, sustituible y compensable Irrecuperable

1 2 3 4 4 8

IMP. = 3I + 2EX + MO + PE + RV + SI + AC + EF + PR + MC

Fuente: Conesa Fernández-Vitora (2010).

Luego, se describen los criterios utilizados para evaluar la importancia de los peligros:

a. Intensidad (I): se refiere al grado de incidencia del peligro. Expresa el grado de

destrucción que tiene sobre el ambiente.

Page 68: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

63

b. Extensión (EX): es el área de influencia teórica del peligro.

c. Momento (MO): es el plazo de manifestación del peligro, es decir, el tiempo

que transcurre entre la aparición de la acción y el comienzo del efecto sobre el

ambiente. Cuando el tiempo transcurrido sea nulo, el momento será Inmediato,

y si es inferior a un año Corto Plazo, asignándole en ambos casos un valor (4).

Si es un periodo de tiempo que comprende de una a cinco años Medio Plazo

(2), y si el efecto tarda en manifestarse más de cinco años Largo Plazo (1).

d. Persistencia (PE): se refiere al tiempo que permanecería el peligro desde su

aparición y, a partir del cual, el medio afectado retornaría a las condiciones

iniciales previas a la acción por medios naturales, o mediante la introducción de

medidas correctoras. Si la permanencia del peligro tiene lugar durante menos

de un año, la acción produce un efecto Fugaz (1), si dura entre uno y diez años

Temporal (2), si el efecto tiene una duración superior a los diez años, el efecto

se considera Permanente (4). La persistencia es independiente de la

reversibilidad.

e. Reversibilidad (RV): se refiere a la posibilidad de reconstrucción del entorno

afectado por el peligro, es decir, la posibilidad de retornar a las condiciones

iniciales previas a la acción, por medios naturales, una vez que aquella deja de

actuar sobre el medio.

f. Recuperabilidad (MC): es la posibilidad de retornar a las condiciones iniciales

previas a la actuación, por medio de la intervención humana (introducción de

medidas correctoras). En ciertas ocasiones es posible, mediante la aplicación

de medidas correctoras, disminuir el tiempo de retorno a las condiciones

iniciales previas a la implantación de la actividad, por medios naturales, o sea,

acelerar la reversibilidad y, consecuentemente, disminuir la persistencia.

Si la recuperabilidad se produce en menos de 1 año es de corto plazo; entre 1

y 10 mediano plazo; de 10 años a más es largo plazo; si es recuperable parcial

o totalmente pero con introducción de medidas compensatorias es considerado

mitigable, sustituible y compensable; y si la acción es imposible de reparar

tanto por medios naturales como por intervención humana, es considerada

irrecuperable.

g. Sinergia (SI): este atributo contempla el reforzamiento de dos o más peligros

simples. La componente total de la manifestación de los peligros simples,

provocados por acciones que actúan simultáneamente, es superior a los

Page 69: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

64

peligros que se manifestarían si las acciones que las provocan actuaran de

manera independiente y no simultánea.

h. Acumulación (AC): da idea del incremento progresivo de la manifestación del

peligro, cuando persiste de forma continuada o se reitera la acción que lo

genera.

i. Efecto (EF): se refiere a la relación causa-efecto, o sea a la forma de

manifestación del peligro sobre el medio, como consecuencia de una acción.

j. Periodicidad (PR): se refiere a la regularidad de manifestación del peligro, bien

sea de manera cíclica o recurrente (efecto periódico), de forma impredecible en

el tiempo (efecto irregular), o constante en el tiempo (efecto continuo).

Una vez identificados y evaluados los peligros, se describieron aquellos aspectos

más relevantes que inciden sobre la vulnerabilidad socio-ambiental del área estudiada.

CONSTRUCCIÓN DEL ÍNDICE DE VULNERABILIDAD SOCIO-AMBIENTAL

a) Selección de los factores, variables e indicadores

Para construir el índice sintético de vulnerabilidad socio-ambiental en el

periurbano estudiado, es necesario seleccionar variables que sean representativas de

los peligros ambientales detectados y de cómo la población hace frente a los mismos.

Las variables son aquellos atributos, relaciones o contextos que se seleccionan

como relevantes para describir las unidades de análisis. Consiguientemente, toda

variable responde a un criterio de clasificación que se emplea para diferenciar dichas

unidades. Las variables se “miden” a través de indicadores; estos proveen información

agregada y sintética respecto de un fenómeno más allá de su capacidad de

representación propia (Rueda, 1999). Un indicador es una variable, seleccionada y

cuantificada que permite visualizar una tendencia que de otra forma no es fácilmente

detectable (Sarandón, 2002). Es importante tener en cuenta que un indicador debe

reunir ciertas características, tales como: ser adecuados al objetivo perseguido, ser

sensibles a un amplio rango de condiciones, tener sensibilidad a los cambios en el

tiempo, ser expresados en unidades equivalentes por medio de transformaciones

apropiadas, ser de fácil recolección y uso y confiables, no ser sesgados (ser

independientes del observador o recolector), ser sencillos de interpretar y no

ambiguos, de características universales, pero adaptados a cada condición en

particular, entre otras (Sarandón y Flores, 2009).

Page 70: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

65

Tal como señala Korn (1984) la medida compleja que se obtiene combinando los

valores resultantes para los indicadores en la medición de una variable se denomina

índice. En este trabajo, el IVSA se elabora a partir de estudios antecedentes sobre el

periurbano de Mar del Plata (Zulaica y Ferraro, 2009, 2010, 2011).

En esos casos, se seleccionaron las variables calidad sanitaria, calidad de la

vivienda, movilidad urbana, nivel de instrucción, Necesidades Básicas Insatisfechas,

Privación Material, inserción laboral y calidad ambiental. En este estudio en particular,

las variables se ajustaron en función de los objetivos perseguidos, la información

disponible y de los datos que surgieron del trabajo de campo propio y del

sistematizado en investigaciones previas, en el marco de proyectos de investigación

desarrollados y en desarrollo. Luego, se seleccionaron indicadores que permitieron

medir las variables elegidas.

Dichas variables, se agrupan en función de los factores que inciden sobre la

vulnerabilidad socio-ambiental. En este caso, se seleccionaron variables (calidad

sanitaria, calidad de la vivienda y servicios, movilidad urbana, nivel de instrucción, NBI,

condiciones de informalidad, inserción laboral y calidad ambiental), que se agruparon

en siete factores que inciden sobre la vulnerabilidad socio-ambiental (relativos a la

salud, habitacionales, relativos a la accesibilidad, educativos, relativos a la pobreza,

económicos y ambientales).

Los factores relativos a salud, accesibilidad, habitacionales y ambientales se

relacionan con las problemáticas emergentes del periurbano e incluyen variables

referentes a la cobertura de algunos servicios urbanos, a las condiciones de vida al

interior de la vivienda y las condiciones ambientales del área. Los tres factores

restantes (educativos, relativos a la pobreza y económicos) se vinculan

fundamentalmente con las características de los grupos sociales y su inserción en el

mercado de trabajo. Es importante mencionar, que los factores definen distintos tipos

de vulnerabilidades (dimensiones) que en conjunto aportan a la vulnerabilidad socio-

ambiental que se pretende evaluar en esta investigación. De este modo, se

encuentran la vulnerabilidad sanitaria (definida a partir de factores que afectan la

salud), vulnerabilidad habitacional (factores habitacionales), vulnerabilidad física

(factores relativos a la accesibilidad), vulnerabilidad educativa (factores educativos),

vulnerabilidad social (factores relativos a la pobreza), vulnerabilidad económica

(factores económicos) y vulnerabilidad ambiental (factores ambientales).

Las distintas dimensiones se ponderaron para alcanzar una escala del IVSA

comprendida entre 0 (mejor situación) y 1 (peor situación), asignándole a cada una de

Page 71: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

66

ellas un peso relativo definido por la importancia en el contexto general y por la

cantidad de indicadores que agrupan.

Asimismo, los distintos indicadores se ponderaron en función de su relevancia

respecto de del puntaje total contenido en cada dimensión. La ponderación es, en

definitiva, un coeficiente por el cual se debe multiplicar cada indicador de modo que la

sumatoria de los factores de ponderación de como resultado 1. Excepto la

vulnerabilidad física (que contiene sólo el indicador de movilidad urbana), se asignaron

0,15 puntos a cada dimensión que se distribuyen en función de su importancia definida

a partir de estudios antecedentes.

Se trabajó con una base de datos georreferenciada (gvSIG, versión 1.11) con los

radios censales periurbanos, ajustados a la definición de límites establecida por

Zulaica y Ferraro (2013a), de la cual se obtuvieron gran parte de los indicadores.

Como fue mencionado al principio, esa base fue elaborada en el marco de

proyectos de investigación desarrollados en el Instituto del Hábitat y del Ambiente,

financiados por la Secretaría de Ciencia y Tecnología de la Universidad Nacional de

Mar del Plata, bajo la dirección de la MSc. Rosana Ferraro. De este modo, la

metodología que se describe para la obtención de los indicadores corresponde a

aquella aplicada en la base de datos sobre la que se selecciona la información.

La Tabla 3 muestra las dimensiones de la vulnerabilidad consideradas en la

construcción del IVSA con las respectivas variables, los indicadores utilizados y la

ponderación asignada a cada uno de ellos.

Las unidades de referencia espacial, fueron los radios censales de 2010 (INDEC,

2010) y la mayor parte de los indicadores elegidos (“porcentaje de hogares sin

provisión de agua dentro de la vivienda”, “porcentaje de hogares sin instalación

sanitaria con descarga de agua”, “porcentaje de hogares sin disponibilidad de servicio

de agua de la red pública”, “porcentaje de hogares sin disponibilidad de servicio de

desagüe cloacal”, “porcentaje de hogares sin heladera”, “porcentaje de vivienda de tipo

inconveniente”, “porcentaje de hogares con hacinamiento severo”, “porcentaje de

hogares sin baño de uso exclusivo”, “porcentaje de hogares sin disponibilidad de gas

de red”, “tasa de analfabetismo”, “porcentaje de la población de 18 años o más que no

cursa o cursó nivel terciario o universitario”, “porcentaje de hogares con al menos un

indicador de NBI”, “Índice de dependencia potencial”, “tasa de desocupación”,

“porcentaje de la superficie del radio con asentamientos informales”) se obtuvo de ese

censo. Para esos casos, en los estudios antecedentes, se procesaron los datos

utilizando el programa REDATAM (R + SP Process).

Page 72: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

67

El “porcentaje de superficie expuesta a inundaciones” se estimó a partir de las

áreas que exhiben este fenómeno delimitadas en Fernández (1996), en tanto que para

el “porcentaje de superficie del radio ocupada por asentamientos informales” se

utilizaron los datos publicados en el Plan Estratégico de Mar del Plata (Monteverde,

2005), con ajustes en campo.

Luego, los indicadores “porcentaje de la superficie del radio a más de 500 m de

un establecimiento de salud pública”, “porcentaje de la superficie del radio con

cobertura del servicio de transporte público a más de 300 m” y “porcentaje de áreas

ocupadas por actividades que impliquen riesgos ambientales o que limiten a 300 m de

esas áreas” requirieron un procesamiento más complejo para su medición en cada

unidad de análisis.

Para los dos primeros mencionados, a partir de la información oficial y del trabajo

de campo, en la base de datos utilizada para seleccionar los indicadores se

digitalizaron por puntos o líneas (según el caso) la localización puntual o ejes sobre la

base georreferenciada. Posteriormente, utilizando el Gestor de Geoprocesos, se

empleó la herramienta Análisis-Área de influencia. Este geoproceso permite generar

una capa vectorial de polígonos como zonas de influencia alrededor de los elementos

digitalizados previamente. Con las áreas de influencia generadas en una capa, se

utilizó otro geoproceso denominado Solape-Intersección, que permite operar sobre dos

capas de información, una de entrada y otra de salida. Por cada geometría de la capa

de entrada se calcula la intersección con las diferentes geometrías de la capa de

Solape, originando un nuevo elemento por cada intersección. El resultado deriva en

una nueva capa conformada por polígonos que se genera del cruce de las capas que

contienen la información vectorizada por puntos o líneas con aquella conformada por

los radios censales del periurbano. Con el empleo de este procedimiento es posible

calcular, mediante la herramienta Expresión la superficie cubierta por las áreas de

influencia (área de intersección) delimitadas previamente en cada radio de referencia.

El indicador “porcentaje de áreas ocupadas por actividades que impliquen

riesgos ambientales o que limiten a 300 de esas áreas”, se estimó sobre una imagen

de satélite7 Landsat 5, sensor TM con Path/Row 224/86 cuya fecha de adquisición fue

09/09/2009. Sobre la imagen, obtenida de la página correspondiente al Instituto

Nacional de Pesquisas Espaciais del Ministério da Ciência, Tecnologia e Inovação de

Brasil, se midieron las áreas ocupadas por actividades que impliquen riesgos

ambientales o que limiten a 300 de esas áreas. Dichas áreas integran sectores en los

que se desarrolla agricultura intensiva, agricultura extensiva, actividades industriales,

7 Dicha imagen fue procesada en estudios previos (Zulaica et al., 2011; 2012).

Page 73: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

68

mineras y relativas al saneamiento urbano como son la disposición final de RSU y el

tratamiento de efluentes cloacales. Una vez digitalizados los polígonos

correspondientes a esas áreas, se aplicó el procedimiento mencionado anteriormente

para la definición de áreas de influencia sobre los radios censales periurbanos.

Tabla 3 Dimensiones, variables e indicadores para la construcción del IVSA

Dimensiones de la vulnerabilidad

Variables Indicadores P

Sanitaria Calidad sanitaria

% de hogares sin provisión de agua dentro de la vivienda.

% de hogares sin instalación sanitaria con descarga de agua.

% de hogares sin disponibilidad de servicio de agua de la red pública.

% de hogares sin disponibilidad de servicio de desagüe cloacal.

% de la superficie del radio a más de 500 m de un establecimiento de salud pública.

% de hogares sin heladera

0,03 0,02 0,03 0,03 0,02 0,02

Habitacional Calidad de la

vivienda y servicios

% de vivienda de tipo inconveniente. % de hogares con hacinamiento

severo. % de hogares sin baño de uso

exclusivo. % de hogares sin disponibilidad de

gas de red

0,04 0,04 0,03 0,04

Física Movilidad urbana % de la superficie del radio con

cobertura del servicio de transporte público a más de 300 m.

0,10

Educativa Nivel de instrucción

Tasa de analfabetismo. % de la población de 18 años o más

que no cursa o cursó nivel terciario o universitario.

0,10 0,05

Social

NBI % de hogares con al menos un

indicador de NBI.

0,10

Condiciones de informalidad

% de la superficie del radio con asentamientos informales.

0,05

Económica Inserción laboral Índice de dependencia potencial. Tasa de desocupación.

0,05 0,10

Ambiental Calidad ambiental

% de áreas ocupadas por actividades que impliquen riesgos ambientales o que limiten a menos 300 m de esas áreas.

% de áreas expuestas a inundaciones.

0,10 0,05

Fuente: Elaboración personal a partir de la base de datos georreferenciada existente.

Page 74: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

69

b) Análisis de indicadores en función de las variables y dimensiones

de la vulnerabilidad

Como fue mencionado, las unidades espaciales de referencia en el presente

trabajo son los radios censales de 2010 y sobre ellas se efectuó el análisis. No

obstante, se contempló su distribución en los barrios periurbanos. La delimitación de

barrios y la denominación utilizada son las publicadas en el Plan Estratégico de Mar

del Plata y el partido de General Pueyrredon (Monteverde, 2005).

Una vez obtenidos los resultados de los indicadores y variables de las distintas

dimensiones del IVSA, se elaboraron mapas temáticos sobre la base

georreferenciada, utilizando otro Sistema de Información Geográfica (ArcGIS 10.1),

describiéndose las características más relevantes.

Asimismo, mediante el trabajo de campo y la lectura de antecedentes, se indagó

acerca de las posibles causas de las distribuciones obtenidas, determinando los

factores que pueden incidir mayormente en la vulnerabilidad socio-ambiental.

c) Índice de Vulnerabilidad Socio-Ambiental

Los valores obtenidos para cada uno de los indicadores seleccionados se

estandarizaron con la finalidad de transformarlos en unidades adimensionales que

permitan establecer comparaciones (Buzai y Baxendale, 2002; Buzai, 2003). En este

caso, teniendo en cuenta los estudios antecedentes, se estandarizaron los indicadores

mediante la técnica de Puntaje Omega.

Este procedimiento transforma los datos de los indicadores llevándolos a un

rango de medición comprendido entre 0 y 1, valores que corresponden a los datos

mínimos y máximos, respectivamente. En este caso, tratándose de un índice de

vulnerabilidad, el valor más alto (1) expresa la peor situación de cada uno de los

indicadores. La fórmula utilizada es la siguiente:

VEv= (M - d) * VP

M - m

Donde: VEv: valor estandarizado del indicador; d: dato original a ser estandarizado; M:

mayor valor del indicador; m: menor valor del indicador, y VP: valor de ponderación del

indicador.

Finalmente, el IVSA consiste en la sumatoria de los valores índice de cada

indicador ponderado según el peso relativo estipulado. El resultado reviste un valor

teórico donde el rango entre 0 y 1 refleja la mejor y peor situación, respectivamente.

Page 75: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

70

Se definieron cuatro categorías del IVSA que reflejan las diferentes situaciones

de vulnerabilidad: baja, media, alta y crítica. Los resultados obtenidos se

representaron espacialmente mediante el uso de un Sistema de Información

Geográfica (ArcGIS 10.1). La configuración espacial se obtuvo a partir de la

clasificación en intervalos por cortes naturales. Este método identifica los puntos de

ruptura entre las clases utilizando una fórmula estadística (optimización de Jenk), que

minimiza la suma de la varianza dentro de cada una de las clases. La aplicación de

este método permite detectar fácilmente las áreas más críticas de vulnerabilidad socio-

ambiental.

Esta misma metodología de clasificación se aplicó a los resultados de cada una

de las dimensiones de la vulnerabilidad, con la finalidad de analizar la incidencia de los

distintos factores sobre la vulnerabilidad socio-ambiental, que surge de la integración

de las dimensiones consideradas.

Este procedimiento de análisis cuantitativo fue complementado con trabajo de

campo 8 , observación directa y entrevistas, que permitieran indagar sobre la

distribución real del IVSA. Los datos a corroborar corresponden a las áreas específicas

elegidas en función de los resultados del índice. Se trata de una corroboración de tipo

exploratoria, que no es suficiente, pero se considera necesaria para realizar un primer

acercamiento a la validación del índice. Para ello, se realizaron salidas que cubrieron

los principales ejes de comunicación: Ruta 88, Ruta 11, Av. Félix U. Camet, Av.

Martinez de Hoz, Av. Constitución, Av. Mario Bravo, Av. Tetamanti, Av. Pedro Luro y

calle 1.

En esta investigación, se formuló una entrevista del tipo semiestructurada, que

determina de antemano la información relevante que se quiere conseguir. Se realizan

preguntas abiertas dando oportunidad a recibir distintos tipos de respuestas, permite ir

entrelazando temas. Esta técnica, propia de la metodología cualitativa, permite obtener

datos que no podían ser construidos solo con la utilización de fuentes estadísticas. En

este sentido, Lizardi-Gómez (2007) señala que desde una exploración de tipo

semiestructurado se puede propiciar el surgimiento de sentidos y significados de

carácter subjetivo que recuperan la particularidad sobre la temática analizada.

Las principales preguntas que guiaron las entrevistas se enumeran a

continuación, en tanto que la guía completa de preguntas se presenta en el Anexo 1.

8 Los instrumentos que se utilizaron en los trabajos de campo fueron: guía de registro de observación en

campo, cuestionario de entrevista de tipo abierta y semiestructurada, cámara fotográfica, grabadora de voz y cuestionario de Check list.

Page 76: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

71

- ¿Qué porcentaje de la población del barrio estima que tiene agua y cloacas?

- ¿Qué porcentaje de familias en el barrio estima que poseen más de cinco

miembros o que pueden considerarse familias numerosas?

- ¿Qué porcentaje de familias en el barrio estima que poseen red de gas?

- ¿Qué porcentaje de familias del barrio estima que poseen transporte público

cercano?

- ¿Qué porcentaje de la población de 18 años o más, estima que asiste a

universidades o terciarios?

- ¿Qué porcentaje de la población estima que vive en asentamientos informales?

- ¿Qué problemas ambientales puede identificar en el barrio?

- ¿Considera que en el barrio coexisten actividades que impliquen riesgos

ambientales, tales como agricultura intensiva, industrias, centros de tratamiento

de efluentes, rellenos sanitarios?

Es importante tener en cuenta esta técnica ya que son los actores sociales

quienes proporcionan los datos relativos a sus conductas, opiniones, deseos, actitudes

y expectativas (Taylor y Bogdan, 1986). Solo los que viven o trabajan en el periurbano

son capaces de aportar la información necesaria para complementar el estudio.

En ese sentido, es importante considerar que para llevar a cabo una buena

recolección de datos de primera mano confiable, se deben triangular las fuentes. Esto

es, realizar las entrevistas a distintos grupos calificados que tengan opiniones variadas

(Denzin, 1989).

Esta tarea se llevó a cabo luego de tener los resultados del IVSA, de esta

manera se preseleccionan algunas escuelas y centros de salud del periurbano

marplatense y se realizaron entrevistas a docentes, profesionales y directivos de las

instituciones. Asimismo, este trabajo se complementó con la realización de entrevistas

de tipo abierto a pobladores del área de estudio.

LINEAMIENTOS TENDIENTES AL ORDENAMIENTO AMBIENTAL DEL

TERRITORIO

En función de las características particulares de cada uno de los sectores

definidos, se elaboraron lineamientos de OAT siguiendo estudios antecedentes

Page 77: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

72

(Fernández, 1997; Fernández, 2000; Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, 2008;

Monteverde, 2005; Zulaica y Ferraro, 2013b).

En primer lugar, se partió de los sectores identificados en el periurbano de Mar

del Plata, y luego se realizó un análisis en función de las áreas más críticas en

términos de vulnerabilidad socio-ambiental, dimensiones de la misma y sus

correspondientes peligros ambientales identificados en una etapa anterior.

A su vez, se consideraron dentro de los peligros, aquellos identificados en las

salidas de campo, entrevistas y la construcción del IVSA. Por último se plantearon

estrategias con propuestas de OAT específicas para revertir las situaciones críticas

planteadas.

Page 78: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

73

CAPÍTULO 4

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Page 79: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

74

1) EVALUACIÓN DE LOS PELIGROS AMBIENTALES DEL ÁREA EN

ESTUDIO

a) Peligros ambientales del periurbano de Mar del Plata

Las políticas de planificación urbana en Mar del Plata han sido insuficientes para

guiar el crecimiento de la ciudad y las problemáticas originadas por las diferentes

prácticas sociales y económicas, impactan sobre los recursos naturales, base de

sustentación de la ciudad (Fernández et al., 1999), e inciden sobre la vulnerabilidad

socio-ambiental, principalmente de la interfase urbano-rural, sobre la cual avanza el

crecimiento urbano.

En la siguiente figura se pueden observar los distintos usos del suelo del

periurbano marplatense:

Figura 8 Usos del suelo periurbano de Mar del Plata

Fuente: Elaboración personal sobre la base de Zulaica et al. (2013).

Page 80: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

75

El crecimiento de Mar del Plata se ha dado de manera desordenada, originando

un territorio periurbano fragmentado, con baja densidad de ocupación, escasa

consolidación y peligros ambientales considerables.

A nivel global, es importante mencionar la ausencia de un sistema de

planificación adecuado, que ya se advierte en el Plan Estratégico de Mar del Plata del

año 2004, y que desencadena, en buena medida, los peligros ambientales que se

enunciarán luego. Por un lado, se plasma que el COT es insuficiente para guiar ese

crecimiento por la inexistencia de instrumentos integrales que establezcan políticas y

estrategias. Por otra parte, se expresa una ausencia de una estrategia de inserción

regional de Mar del Plata, Batán y Sierra de los Padres. Finalmente, la carencia de un

plan urbano-ambiental agudiza los peligros por no estar planificado el avance de la

urbanización.

A continuación se identifican los peligros ambientales del periurbano en cuestión,

teniendo en cuenta los sectores en los que se divide el área:

Tabla 4 Principales peligros ambientales en el periurbano marplatense

Ejes Principales Peligros Ambientales

1- Ruta 11 Norte -Insuficiencia de infraestructura y servicios9

-Contaminación con agroquímicos -Compactación de suelos por sobrepastoreo -Contaminación por vertido de efluentes cloacales con escaso tratamiento - Sustitución de ecosistemas nativos y pérdidas de biodiversidad

2- Ruta 2 -Sustitución de ecosistemas nativos y pérdidas de biodiversidad -Contaminación por agroquímicos -Insuficiencia de infraestructura y servicios

3- Ruta 226 -Sustitución ecosistemas naturales y pérdidas de biodiversidad. -Pérdida de suelos por erosión -Contaminación por agroquímicos -Contaminación por aplicación de abonos - Insuficiencia de infraestructura y servicios

9 En el presente trabajo, al hablar acerca de la infraestructura se hace referencia a la red vial; y por otra

parte, al mencionar los servicios, se tiene en cuenta la red de gas, agua potable, cloacas y recolección de residuos.

Page 81: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

76

4- Ruta 88 -Pérdidas de suelo por erosión -Contaminación por agroquímicos -Explotación de recursos no renovables; degradación paisajística; conversión de cavas ladrilleras y canteras en basurales y lagunas estancas -Contaminación de recursos hídricos y contaminación por emisión de gases de industrias -Sustitución de hábitat; aparición de especies indeseadas; contaminación de recursos hídricos por lixiviación; producción de gases tóxicos; proliferación de insectos transmisores de enfermedades por incorrecta disposición de residuos -Incompatibilidad de actividades

5- Ruta 11 Sur -Insuficiencia de infraestructura y servicios

Fuente: Elaboración personal sobre la base de Ferraro et al. (2013) y Donsini (2004).

Teniendo en cuenta el análisis de las relaciones sociedad-naturaleza y como

consecuencia, el impacto social de los peligros identificados, aquellos más

significativos del área de estudio son: exposición a los agroquímicos,

incompatibilidades asociadas con la disposición final de RSU, ausencia de

infraestructura de servicios de red de agua y cloacas, y deficiente tratamiento de

efluentes cloacales.

Como se mencionó anteriormente, en la evaluación de la vulnerabilidad, estos

problemas pueden interpretarse en términos de peligros ambientales que inciden

sobre la población y su entorno. Los peligros inciden sobre la vulnerabilidad y en

conjunto dan una medida del riesgo ambiental. Tal como sostiene Natenzon (1998), un

peligro ambiental puede definirse como aquellos fenómenos, procesos o elementos

naturales (inundaciones, terremotos, huracanes) y/o de organización humana-

tecnológicos (explosiones, derrames de sustancias tóxicas), que pueden ser

potencialmente peligrosos.

Peligros derivados de la exposición a los agroquímicos

La expansión en el uso de agroquímicos se vincula con la incapacidad de los

monocultivos de recrear sus condiciones de existencia: la nutrición de los suelos, los

ciclos naturales y las relaciones bióticas. La utilización de los agroquímicos sin prestar

atención a las condiciones sociales y ambientales de producción y aplicación han

generado impactos socio- ambientales, incluida la salud de la población expuesta

(Souza, 2012).

Souza y Bocero (2008) indican, a través de sus investigaciones, que el modo de

utilización de los plaguicidas lleva a incrementar sucesivamente las dosis de aplicación

Page 82: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

77

y hacerlas más frecuentes hasta cambiar por productos cuyos principios activos son

cada vez más tóxicos.

Como parte de un proceso de entrecruzamiento y desvanecimiento de límites

entre las áreas urbanas y rurales en las cuales se realizan actividades de tipo agrario,

y en las cuales se expanden los monocultivos y su paquete tecnológico asociado, el

vínculo entre los tóxicos utilizados y la aparición de problemas de salud moviliza a las

comunidades (Souza, 2012). En consecuencia, el peligro ambiental mencionado, se ha

transformado en un conflicto ambiental que se manifiesta en distintos ámbitos10.

En el periurbano de Mar del Plata la actividad hortícola ha cobrado fuerte

relevancia a lo largo del tiempo. Es una actividad exitosa desde el punto de vista

económico ya que contribuye de manera significativa al Producto Bruto Geográfico. En

los últimos quince años se destaca el incremento de la superficie hortícola bajo

cubierta.

Respecto del subsistema natural, se acentúa la degradación del suelo y los

recursos hídricos, fundamentalmente, por la intensificación en el desarrollo de las

actividades que conducen a procesos de contaminación de los recursos naturales

debido al creciente uso de agroquímicos (algunos de los cuales están prohibidos11) y

la erosión de los suelos que genera pérdida de nutrientes y fertilidad (Zulaica et al.,

2013).

Este problema se agrava luego de la crisis de 2001 a partir de la cual, los

agroquímicos menos nocivos son sumamente costosos para los pequeños productores

hortícolas, quienes retoman el uso de sustancias peligrosas para el control de plagas.

Desde el punto de vista legal e institucional, la preocupación por esta

problemática, llevó a crear una Ordenanza para regular el uso de agroquímicos en

áreas periurbanas que, como se mencionó con anterioridad, actualmente manifiesta

numerosos conflictos entre los distintos actores sociales involucrados, y por lo tanto no

resulta aplicable.

10

El paso de problema a conflicto ambiental se manifiesta con la participación de grupos en desacuerdo respecto a un tema ambiental que afecta a uno de esos grupos. Los problemas ambientales no necesariamente generan conflictos ambientales (Sabatini, 1997). 11

Comunicación personal de Mónica Burmester, Magister, Antropóloga e investigadora del Instituto del Hábitat y del Ambiente con amplia experiencia de trabajo en el cinturón frutihortícola de Mar del Plata.

Page 83: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

78

Peligros por incompatibilidades asociadas con la disposición final de

Residuos Sólidos Urbanos (RSU)

La gestión de los RSU, tiene una larga historia de conflictos en la ciudad. El

predio denominado “ex Venturino”, utilizado desde 1979 para la disposición final, dejó

de usarse en 1994, año en el que los residuos comienzan a depositarse en el sitio

utilizado hasta el año 2012 cuya superficie era significativamente inferior a la del

anterior. Desde ese momento, el predio es recuperado en sus aspectos paisajísticos

con cobertura vegetal y árboles en casi la totalidad de su perímetro.

A partir de 1999, el predio en uso se considera en emergencia dado que la

basura sobrepasa la superficie del terreno en más de 20 m, volviéndolo inoperable. En

ese mismo año, se incorpora otro predio vecino de dominio municipal que, debido a

una orden judicial, sólo se puede usar para los residuos denominados “inertes”

(chatarra, restos de poda, escombros, etc.).

Desde el año 1998 surgen distintas propuestas en la búsqueda de un nuevo

predio que nunca se llevaron a cabo. Finalmente, en el año 2005 se decide poner en

marcha el cierre del basural actual y “reabrir” un relleno sanitario en el predio

denominado “ex Venturino”, utilizado entre 1979 y 1994. El proyecto, que comenzó a

concretarse a principios de 2011, se puso en marcha gracias a un préstamo del Banco

Mundial que financió el 70% de la construcción del nuevo relleno sanitario y la

clausura y postclausura del basural en emergencia. Actualmente, la gestión local

emprendió un proyecto (que está en funcionamiento) que incluye la clasificación en

origen de los residuos, la construcción de una planta de clasificación y un nuevo

relleno sanitario (Zulaica et al., 2013).

De esta manera, por Disposición N°1326/11 de OPDS se declara

Ambientalmente Apto el proyecto denominado “Relleno Sanitario partido de General

Pueyrredon”, presentado por la empresa TECSAN INGENIERIA AMBIENTAL S.A., el

cual se emplazó en el predio ya impactado por el vertido de residuos domiciliarios

generados en el municipio entre los años 1979 y 1994, operado por la firma Venturino

Eshiur S.A. y que presenta una superficie de 63 ha. El nuevo relleno se encuentra en

funcionamiento desde el año 2012.

No obstante, en el área de influencia del basural utilizado hasta principios de

2012, algunas molestias causadas por olores, especies indeseables (ratas, moscas),

exposición a situaciones de riesgo por consumo de agua extraída de las napas

freáticas (no existe agua de red), continúan existiendo.

Page 84: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

79

Peligros asociados a la ausencia de infraestructura de servicios de red de

agua y cloacas

La red de agua en el periurbano alcanza mayor extensión en algunas áreas

costeras y aquellas que se aproximan al borde urbano-periurbano. Lo mismo sucede

con la red de cloacas, que en el área de estudio se extiende principalmente sobre la

costa hacia el norte, pero siempre en el límite con el borde urbano-periurbano.

Tomando como referencia trabajos precedentes (Ferraro et al., 2013), la

extensión de los servicios mencionados, respecto a cada eje del periurbano, se lleva a

cabo de la siguiente manera:

Eje Ruta N°11 Norte: la red de cloacas alcanza un área reducida próxima al ejido

urbano. Existen proyectos de extensión de agua corriente.

Eje Ruta N°2: escasos sectores próximos al ejido poseen red de agua y cloacas.

Existen proyectos de mejoras de ambos servicios.

Eje Ruta N°226: la infraestructura de cloacas es inexistente en el sector,

mientras que la red de agua se extiende un área reducida próxima al ejido urbano.

Eje Ruta N°88: escasos sectores próximos al ejido urbano poseen red de agua y

cloacas.

Eje Ruta N°11 Sur: la red de cloacas es prácticamente inexistente y hay agua

corriente en áreas próximas al ejido urbano y la costa. Existen proyectos de mejora

para ambos servicios.

Es preciso mencionar que, tal como se señala en la presentación del área de

estudio, la existencia de ambos servicios (red de agua y cloacas) no es posible dado

que, por definición, los sectores comprendidos bajo esta característica se consideran

urbanos y no periurbanos.

Las diferencias en la posibilidad de suministro de servicios entre las áreas

urbanas y rurales, se reflejan en estudios previos en los que se comparan índices de

calidad de vida (Mikkelsen, 2008; Mikkelsen y Velázquez, 2010). En esos trabajos se

enfatiza en la necesidad de realizar ajustes para que las metodologías aplicadas a

territorios urbanos, puedan aplicarse a los rurales.

Las condiciones actuales y potenciales de abastecimiento de agua no es segura,

debido a que se trata de zonas periurbanas expuestas a fuentes puntuales o difusas

de contaminación especialmente microbiológica o con sustancias indeseables en

cantidades excesivas (nitratos).

Page 85: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

80

Por otra parte, si bien hay cobertura en algunos sectores periurbanos, existe un

porcentaje significativo de población que no los conecta en las viviendas ya sea por los

costos que ello implica pero, fundamentalmente, por las irregularidades en la tenencia

de los terrenos. Esto se traduce en problemas de contaminación que implican

importantes riesgos sobre la salud de la población expuesta.

Peligros asociados al deficiente tratamiento de efluentes cloacales

De acuerdo con las informaciones publicadas por Obras Sanitarias Mar del Plata,

los líquidos una vez colectados se dirigen a la Planta de Pre-tratamiento “Ing. Baltar”

(en el km 507 de la ruta 11), en la cual se produce el filtrado de la totalidad del efluente

cloacal urbano que llega a la planta.

El pre-tratamiento consiste en un tamizado del efluente cloacal, mediante una

malla de acero inoxidable de 0,5 milímetros de abertura. Por lo cual, el sistema

existente apenas separa los sólidos de líquidos.

Las informaciones oficiales indican que su capacidad de tratamiento se

encuentra comprometida, debido principalmente al alto tenor de grasas que llega con

el efluente cloacal líquido a través de las cloacas máximas (fundamentalmente por el

aporte de las industrias pesqueras).

Finalmente, los efluentes son descargados al mar, el cual posee buenas

condiciones de oxigenación debido a la alta energía cinética y el sistema se completa

con el emisario submarino (actualmente en etapa de prueba). El emisario alcanza

4.100 m, cuyos últimos 540 m corresponden al difusor que cuenta con un puerto de

salida cada 6 m permitiendo descargar hasta 9 m3/seg (777.600 m3/día); y la cañería

es de polietileno de alta densidad (PEAD). El proyecto ya finalizó la etapa de ejecución

y está en período de prueba para comenzar su funcionamiento. Existe además, un

proyecto para completar el tratamiento de los efluentes antes de ser volcados al mar,

cuya licitación está próxima a concretarse.

La obra “Nueva Estación Depuradora de Aguas residuales”, persigue el objetivo

de acondicionar el efluente cloacal, para un adecuado funcionamiento y condiciones

de descarga en el mar a través del emisario submarino, a la vez de dar cumplimiento a

lo establecido en la Declaración de Aptitud Ambiental del proyecto integral Planta–

Emisario.

Page 86: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

81

b) Evaluación y descripción de los peligros

Una vez que se identificaron los peligros, se realizó una valoración cualitativa de

la importancia de los mismos para detectar los más relevantes y establecer una escala

de prioridades al momento de que, posteriormente, se generen lineamientos

estratégicos de OAT.

Siguiendo la metodología especificada en Conesa Fernández-Vítora (2010), en

este caso utilizada para evaluar peligros ambientales, la importancia de los mismos

toma valores entre 13 y 100. Los valores obtenidos inferiores a 25 son considerados

bajos. Los peligros que presentan una importancia entre 25 y 50 son moderados,

mientras que son severos cuando la importancia presenta un valor comprendido entre

51 y 75. Aquellos que superan 75, integran la categoría de críticos.

Es importante mencionar, que a pesar de que los valores obtenidos para un

determinado peligro, sean bajos, es conveniente adoptar medidas para prevenirlos,

mitigarlos o corregirlos.

A continuación se realiza la evaluación cualitativa de los peligros ambientales

más significativos identificados en el periurbano de Mar del Plata, con el fin de evaluar

la importancia de los mismos para luego establecer una escala de prioridades.

Page 87: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

82

Tabla 5 Peligros derivados de la exposición a los agroquímicos

INTENSIDAD (I): grado de destrucción

EXTENSION (EX): área de influencia

Baja Media Alta Muy Alta Total

1 2 4 8

12

Puntual Parcial Amplio o extenso Total

1 2 4 8

MOMENTO (MO): plazo de manifestación

PERSISTENCIA (PE): permanencia del efecto

Largo plazo Medio plazo Corto plazo Inmediato

1 2 3 4

Fugaz, efímero o momentáneo Temporal o transitorio Pertinaz o persistente Permanente y constante

1 2 3 4

REVERSIBILIDAD (RV): reconstrucción por medios naturales

SINERGIA (SI): potenciación de la manifestación

Corto plazo Medio plazo Largo plazo Irreversible

1 2 3 4

Sin sinergismo o simple Sinérgico Muy sinérgico

1 2 4

ACUMULACIÓN (AC): incremento progresivo

EFECTO (EF): relación causa-efecto

Simple Acumulativo

1 4

Indirecto o secundario Directo o primario

1 4

PERIODICIDAD (PR): regularidad de la manifestación

RECUPERABILIDAD (MC): reconstrucción por medios humanos

Irregular (aperiódico y esporádico) Periódico o intermitente Continuo

1 2 4

Recuperable de manera inmediata Recuperable a corto plazo Recuperable a medio plazo Recuperable a largo plazo Mitigable, sustituible y compensable Irrecuperable

1 2 3 4 4 8

Importancia del peligro: 56

Fuente: Elaboración personal.

Page 88: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

83

Tabla 6 Peligros por incompatibilidades asociadas con la disposición final de RSU

INTENSIDAD (I): grado de destrucción

EXTENSION (EX): área de influencia

Baja Media Alta Muy Alta Total

1 2 4 8

12

Puntual Parcial Amplio o extenso Total

1 2 4 8

MOMENTO (MO): plazo de manifestación

PERSISTENCIA (PE): permanencia del efecto

Largo plazo Medio plazo Corto plazo Inmediato

1 2 3 4

Fugaz, efímero o momentáneo Temporal o transitorio Pertinaz o persistente Permanente y constante

1 2 3 4

REVERSIBILIDAD (RV): reconstrucción por medios naturales

SINERGIA (SI): potenciación de la manifestación

Corto plazo Medio plazo Largo plazo Irreversible

1 2 3 4

Sin sinergismo o simple Sinérgico Muy sinérgico

1 2 4

ACUMULACIÓN (AC): incremento progresivo

EFECTO (EF): relación causa-efecto

Simple Acumulativo

1 4

Indirecto o secundario Directo o primario

1 4

PERIODICIDAD (PR): regularidad de la manifestación

RECUPERABILIDAD (MC): reconstrucción por medios humanos

Irregular (aperiódico y esporádico) Periódico o intermitente Continuo

1 2 4

Recuperable de manera inmediata Recuperable a corto plazo Recuperable a medio plazo Recuperable a largo plazo Mitigable, sustituible y compensable Irrecuperable

1 2 3 4 4 8

Importancia del peligro: 43

Fuente: Elaboración personal.

Page 89: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

84

Tabla 7 Peligros asociados a la ausencia de infraestructura de servicios de red de agua y

cloacas

INTENSIDAD (I): grado de destrucción

EXTENSION (EX): área de influencia

Baja Media Alta Muy Alta Total

1 2 4 8

12

Puntual Parcial Amplio o extenso Total

1 2 4 8

MOMENTO (MO): plazo de manifestación

PERSISTENCIA (PE): permanencia del efecto

Largo plazo Medio plazo Corto plazo Inmediato

1 2 3 4

Fugaz, efímero o momentáneo Temporal o transitorio Pertinaz o persistente Permanente y constante

1 2 3 4

REVERSIBILIDAD (RV): reconstrucción por medios naturales

SINERGIA (SI): potenciación de la manifestación

Corto plazo Medio plazo Largo plazo Irreversible

1 2 3 4

Sin sinergismo o simple Sinérgico Muy sinérgico

1 2 4

ACUMULACIÓN (AC): incremento progresivo

EFECTO (EF): relación causa-efecto

Simple Acumulativo

1 4

Indirecto o secundario Directo o primario

1 4

PERIODICIDAD (PR): regularidad de la manifestación

RECUPERABILIDAD (MC): reconstrucción por medios humanos

Irregular (aperiódico y esporádico) Periódico o intermitente Continuo

1 2 4

Recuperable de manera inmediata Recuperable a corto plazo Recuperable a medio plazo Recuperable a largo plazo Mitigable, sustituible y compensable Irrecuperable

1 2 3 4 4 8

Importancia del peligro: 46

Fuente: Elaboración personal.

Page 90: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

85

Tabla 8 Peligros asociados al deficiente tratamiento de efluentes cloacales

INTENSIDAD (I): grado de destrucción

EXTENSION (EX): área de influencia

Baja Media Alta Muy Alta Total

1 2 4 8

12

Puntual Parcial Amplio o extenso Total

1 2 4 8

MOMENTO (MO): plazo de manifestación

PERSISTENCIA (PE): permanencia del efecto

Largo plazo Medio plazo Corto plazo Inmediato

1 2 3 4

Fugaz, efímero o momentáneo Temporal o transitorio Pertinaz o persistente Permanente y constante

1 2 3 4

REVERSIBILIDAD (RV): reconstrucción por medios naturales

SINERGIA (SI): potenciación de la manifestación

Corto plazo Medio plazo Largo plazo Irreversible

1 2 3 4

Sin sinergismo o simple Sinérgico Muy sinérgico

1 2 4

ACUMULACIÓN (AC): incremento progresivo

EFECTO (EF): relación causa-efecto

Simple Acumulativo

1 4

Indirecto o secundario Directo o primario

1 4

PERIODICIDAD (PR): regularidad de la manifestación

RECUPERABILIDAD (MC): reconstrucción por medios humanos

Irregular (aperiódico y esporádico) Periódico o intermitente Continuo

1 2 4

Recuperable de manera inmediata Recuperable a corto plazo Recuperable a medio plazo Recuperable a largo plazo Mitigable, sustituible y compensable Irrecuperable

1 2 3 4 4 8

Importancia del peligro: 34

Fuente: Elaboración personal.

Luego de evaluar los principales peligros detectados, se puede afirmar que el de

mayor importancia es la exposición a los agroquímicos, con un valor de 56 puntos,

considerado severo, y el de menor valor es el deficiente tratamiento de efluentes

cloacales, con un total de 34 puntos (moderado).

Es importante realizar una breve reseña de cada uno de los peligros para lograr

comprender la importancia que cada uno conlleva en orden de importancia.

Page 91: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

86

Peligros derivados de la exposición a los agroquímicos

Luego de realizar la evaluación de este peligro, se obtuvo un valor de 56 puntos,

considerándolo severo.

Al momento de aplicar la metodología se consideró que entre las actividades

económicas que utilizan los agroquímicos, la horticultura, cobra una fuerte relevancia.

Se destaca también la agricultura extensiva que se presenta en algunos sectores del

periurbano en convivencia con otros usos (Fotos 1 y 2).

Respecto de los agroquímicos utilizados en la producción hortícola, Burmester

(2004), señala los siguientes: Bromuro de metilo, gas altamente tóxico, irritante para la

piel; organoclorados, ocasionan trastornos sensoriales y depresión de los centros

vitales y organofosforados, producen depresión de la respiración constituyendo la

causa de muerte más frecuente por intoxicación. Cabe destacar que una característica

fisicoquímica muy común en la mayoría de los plaguicidas es la liposolubilidad que les

confiere, entre otras propiedades, la de ser absorbidos a través de la piel y

membranas de los animales y de los parénquimas del tejido celular sin ingreso por la

vía oral o radicular; la mayoría son neurotóxicos (Repetto et al., 1995).

Estudios realizados en el Partido (Miglioranza et al., 1999; 2002; 2003; González

et al., 2003), específicamente en la Laguna de los Padres y su área de influencia,

detectan la presencia de organoclorados (entre ellos DDT) en suelos, productos

frutihortícolas y en la fauna de la laguna.

Si bien pueden generarse reglamentaciones para un manejo correcto del

producto fitosanitario, es necesario profundizar en los controles para asegurar el

cumplimiento de las normativas vigentes.

Por otra parte, es importante mencionar que se trata de un peligro que genera

sinergias negativas por el complemento con otros, como es el caso de la insuficiencia

de servicios. Al no existir una cobertura amplia de los mismos, la población se ve

forzada a utilizar agua de pozos que al estar en contacto con las infiltraciones de

agroquímicos, generan problemas de salud.

Por último, la extensión del peligro se da en 4 de los 5 ejes en los que se divide

el periurbano marplatense para su estudio (Ruta 11 norte; Ruta 2; Ruta 88 y Ruta

226). Esto demanda estrategias de aplicación urgentes, ya que gran parte de la

población se encuentra expuesta.

Page 92: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

87

Foto 1 Agricultura extensiva (soja) en las inmediaciones

del predio de disposiciòn final de residuos que funcionó hasta 2012

Foto 2 Área de cultivos. Av. Tetamanti. Barrio

Parque Hermoso

Peligros asociados a la ausencia de infraestructura de servicios de red de

agua y cloacas

La importancia de este peligro se traduce en un valor de 46 puntos, otorgándole

la característica de moderado.

Se trata de un peligro cuyos efectos no desaparecerán al menos que asegure la

provisión con fuentes de agua segura.

Page 93: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

88

Es importante mencionar, que al igual que el anterior, en este caso también se

generan sinergias negativas. Al existir áreas extensas sin dotación de servicios, y que

la población se ve obligada a recurrir a pozos propios, genera que haya una alta

exposición a los contaminantes derivados de la aplicación de agroquímicos, pozos

sépticos y al lixiviado del relleno sanitario en algunos barrios, como es el caso del

barrio Antártida Argentina.

Además de lo mencionado, otra posible fuente de contaminación del agua para

consumo está ligada a la aplicación de abonos (estiércol) para la producción hortícola

y las filtraciones de pozos sépticos. En relación a ello, Báccaro et al. (2006) realizaron

un estudio sobre calidad de aguas para consumo en establecimientos localizados en la

zona Sierra de los Padres y Laguna de los Padres, dentro del Cinturón Hortícola de

Mar del Plata. Los resultados de los análisis químicos y bacteriológicos revelan que de

las muestras de agua analizadas, el 50% superó los valores críticos establecidos, y

por lo tanto, no es adecuada para consumo humano. Los autores señalan que las

fuentes de contaminación del agua con bacterias coliformes pueden ser varias,

incluyendo el agua de escurrimiento desde los lotes de encierro de los animales, la

aplicación de abonos y las filtraciones desde los tanques sépticos. Destacan además,

que en la mayoría de los establecimientos evaluados, no se obtuvo información sobre

la existencia de cámaras sépticas que eviten la contaminación del acuífero con

material cloacal. Respecto de la presencia de nitratos, que representan un peligro para

la salud, el mismo estudio señala que de las muestras analizadas, el 50% registró

niveles superiores al umbral recomendado.

Por todo lo anterior, resulta sumamente necesario que en las zonas que no

cuentan con servicio de agua de red, se lleve a cabo la construcción de pozos

seguros, ya que en las perforaciones con deficiencias constructivas, se generan

fácilmente infiltraciones que comprometen la calidad del agua.

Finalmente, se trata de otro peligro que está presente en todos los ejes (Ruta 11

norte y sur; Ruta 2; Ruta 226; Ruta 88). Las fotos 3 y 4 muestran zonas sin dotación

de infraestructura que integran el eje de la Ruta 88.

Page 94: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

89

Foto 3 Asentamientos precarios. Barrio Parque Palermo

Foto 4 Asentamientos precarios. Av. Tetamanti.

Barrio Parque Hermoso

Peligros por incompatibilidades asociadas con la disposición final de

Residuos Sólidos Urbanos

En este caso, la importancia del peligro es moderada, con un valor de 43 puntos.

A la hora de evaluarlo, se tuvo en cuenta los olores que se generan por la

incorrecta disposición de los residuos en predios anteriores, la evolución de especies

indeseables (ratas y moscas), y la contaminación de aguas por el lixiviado generado,

Page 95: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

90

dando como resultado el consumo de agua poco segura por parte de la población

circundante.

Martínez et al. (2004) realizaron un estudio en la cuenca del Arroyo Lobería12

afectado como consecuencia de los lixiviados generados en rellenos sanitarios

existentes en su área de influencia. Los autores señalan que el análisis de los valores

medios para cada estación de muestreo indica la drástica disminución de calidad en

los indicadores de contaminación aguas abajo, especialmente en los puntos próximos

a la desembocadura. Los valores medidos de Demanda Biológica de Oxígeno (DBO) y

Demanda Química de Oxígeno (DQO) y amonio en el lixiviado superan, según la

Administración General de Obras Sanitarias de la Provincia de Buenos Aires

(AGOSBA), los máximos admisibles para descarga a un curso fluvial.

Destacan además que las muestras de agua subterránea, consideradas a

diferente distancia de la fuente de contaminación, permiten reconocer un gradiente de

mayores a menores valores de conductividad eléctrica y concentraciones de

bicarbonato, cloruros, sodio y calcio, respecto de la fuente contaminante.

Otros constituyentes que usualmente indican contaminación, tales como

especies iónicas del nitrógeno13 y los metales hierro y cinc, presentan concentraciones

igualmente elevadas en los pozos cercanos e intermedios y disminuyen en gran

medida o desaparecen a más de 500 m.

Al igual que los anteriores peligros, es considerado del tipo sinérgico, debido a

que potencia el efecto negativo que tiene la insuficiencia de servicios de agua potable

y cloacas. Además, la extensión de este peligro se da en el eje de la Ruta 88. Las

Fotos 5 y 6 exhiben el predio pasado y actual de disposición final de residuos.

12

El Arroyo Lobería, se localiza al sur del ejido urbano de Mar del Plata y tiene sus nacientes en las cercanías del predio de disposición final de RSU del Partido. Desemboca en el mar, en Chapadmalal, en un área destinada al desarrollo de actividades turísticas y recreativas. 13

Amonio, nitrito, nitrato.

Page 96: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

91

Foto 5 Predio de disposición final de residuos que funcionó

hasta el año 2012

Foto 6 Actual predio de disposición final de residuos,

cercano al Barrio Antártida Argentina

Fuente: MGP (2014).

Page 97: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

92

Peligros asociados al deficiente tratamiento de efluentes cloacales:

El ineficiente tratamiento de las aguas cloacales es considerado de importancia

moderada, otorgándole un valor de 34 puntos. Este peligro se extiende en el eje Ruta

11 norte.

A pesar de que es considerado de importancia moderada, es sustancial tener en

cuenta que la reversibilidad del peligro por medios naturales es a mediano plazo

gracias a la acción del mar al momento de oxigenar las aguas.

Es necesario aclarar que para lograr que el mencionado pre-tratamiento de

efluentes funcione de la manera correcta, además de que se disponga de la

infraestructura adecuada para lograrlo, es pertinente generar controles sobre los

vertidos ilegales de empresas, sobre todo las pesqueras (Foto 7), para que no se

colmate la planta, ni que se disponga los efluentes sin tratamiento previo.

Respecto de los problemas que posee la planta, en el caso de las cribas14 donde

se produce la separación de sólidos, la información oficial indica que su capacidad de

tratamiento se encuentra comprometida, debido principalmente al alto tenor de grasas

que llega con el efluente cloacal líquido a través de las cloacas máximas

(fundamentalmente por el aporte de las industrias pesqueras), para lo cual, el tipo y

modelo de cribas existentes, no es el más adecuado para ese parámetro.

Además de los efluentes cloacales de los habitantes de la ciudad de Mar del

Plata, Batán, Parque Industrial y la Cárcel de Batán, llegan aquellos generados por

otras actividades industriales, comerciales y de servicios desarrolladas en la ciudad.

Los problemas asociados con el vertido de industrias pesqueras a la red cloacal son

de amplio conocimiento.

Según el registro de establecimientos pesqueros del Ministerio de Asuntos

Agrarios, durante el período 2005-2006 se contabilizaron sólo en el mercado interno

un total de 63 establecimientos pesqueros de los cuales 34 se dedican exclusivamente

a dicho mercado. Estas 34 plantas, constituyen pequeñas y medianas empresas

(Pymes) que poseen entre 13 y 75 operarios, incluyendo fileteros, envasadores,

peones y administrativos. Ferraro et al. (2008), realizaron un estudio sobre grados de

afectación del entorno, ocasionados por estas industrias. Para ello, se consideraron

tres elementos centrales: estado sanitario, eficiencia en el sistema productivo y estado

ambiental. En este último se analizó entre otras cuestiones si la planta contaba con el

14

También llamadas mallas, rejas o rejillas, funcionan como barreras reteniendo parte de los sólidos contenidos en el efluente para continuar luego con otros tratamientos. Así, el cribado es un método que remueve del agua residual, los sólidos más voluminosos para hacer más eficientes los procesos posteriores.

Page 98: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

93

permiso de vuelco correspondiente a la red cloacal, exigido por la normativa vigente.

Los resultados obtenidos en ese trabajo destacan que, la mayoría de las plantas

pesqueras destinadas al mercado interno (91%), no da cumplimiento estricto a las

normativas sanitarias y ambientales. En este sentido, se destaca que un 76% de los

establecimientos estarían funcionando sin permiso de vuelco.

Viadas et al. (2002) efectuaron un estudio para determinar límites de vuelco para

efluentes líquidos en Mar del Plata, que da cuenta de la complejidad y diversidad de

fuentes de generación de los efluentes que llegan a la planta de pre-tratamiento de

efluentes cloacales.

Actualmente, ya se encuentra en etapas de prueba el emisario submarino (Foto

8) y se construirá una planta que complete el tratamiento de los efluentes (Foto 9).

Foto 7 Aceites y grasas provenientes principalmente de

industrias pesqueras que comprometen el pre-tratamiento de efluentes

Fuente: OSSE MGP (2014).

Page 99: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

94

Foto 8 Etapa de construcción del Emisario Submarino

Fuente: ENHOSA (2014).

Foto 9 Próxima Estación Depuradora de Aguas Residuales

Fuente: OSSE MGP (2014).

Page 100: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

95

2) ANÁLISIS DE LOS INDICADORES SELECCIONADOS EN FUNCIÓN

DE LAS DISTINTAS VARIABLES PARA EVALUAR LA

VULNERABILIDAD SOCIO-AMBIENTAL

Los indicadores seleccionados en la construcción del IVSA, agrupados a su vez

en variables y dimensiones, muestran características diferenciales en el sector

estudiado.

A partir de los indicadores considerados, se describen a continuación, aquellas

características más relevantes en función de las variables seleccionadas (Tabla 9).

Luego, se analiza la distribución espacial de los resultados obtenidos a partir de las

distintas dimensiones de la vulnerabilidad contempladas en el análisis.

Page 101: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

Tabla 9 Análisis de las variables a partir de los indicadores seleccionados en el área de estudio

Dimensiones de la Vulnerabilidad

Variables Análisis de los indicadores en el área de estudio

Sanitaria Calidad sanitaria

Un dato importante que brinda información acerca de la calidad sanitaria de la población es disponibilidad de servicio de agua de la red pública. Al menos el 50% de los hogares no cuenta con el servicio (con máximos del

100%) y esto coincide, en general, con aquellas zonas más alejadas al ejido urbano.

A su vez, un 10% de los hogares periurbanos no poseen provisión de agua dentro de la vivienda, llegando a

máximos del 100%.

Considerando ambos indicadores, la población se encuentra vulnerable a contraer enfermedades por consumir agua sin calidad adecuada, obtenida de pozos construidos precariamente.

Por otra parte, otro de los indicadores que se tuvo en cuenta, fue el porcentaje de hogares sin instalación sanitaria con descarga de agua. En promedio, el 12% de los hogares se encuentran en esa situación, con

máximos de 71% en algunos radios, y esto tiene relación con aquellos barrios donde predominan las viviendas precarias.

Al momento de determinar los límites del periurbano, se precisó que además de no poseer agua de red, los hogares no tienen servicio de cloacas. El promedio de porcentaje de hogares que no presentan disponibilidad

de servicio de cloacas en los radios analizados es de 80% (con máximos del 100%). Este servicio es un componente clave dentro de la infraestructura sanitaria, de manera que evita la ocurrencia de enfermedades, principalmente por contacto del agua residual con agua para consumo humano, cuando hay infiltraciones.

En relación a los riesgos a contraer enfermedades que está expuesta la población en estudio, es importante que los hogares censados tengan acceso a las instituciones de salud. El porcentaje de la superficie del radio que se encuentre a más de 500 m de un establecimiento de salud pública es del 87%, con máximos también del

100%. Esto se debe a que la mayoría de los establecimientos de atención pública de la salud están emplazados dentro del ejido urbano o en áreas próximas al mismo. En consecuencia, los habitantes del periurbano deben desplazarse grandes distancias para ser atendidos.

Finalmente, los hogares que no tienen heladera representan un 4% de los hogares censados y alcanzan

máximos de hasta 19%. Los barrios censados que no acceden completamente a tener una heladera en su hogar, se encuentran más vulnerables respecto de su condición alimentaria, especialmente asociada con el mantenimiento de la cadena de frio.

96

Page 102: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

Habitacional Calidad de la vivienda y servicios

En cuanto a la existencia de hogares en viviendas de tipo inconveniente, los porcentajes revelan valores muy

bajos. En promedio, ese tipo de viviendas se presenta en un 4% de los hogares y alcanzan máximos (hasta 47%) en las zonas con características rurales.

El porcentaje promedio de hogares con hacinamiento severo es del 4%, con máximos del 21%. Este indicador

se encuentra relacionado con las viviendas precarias de los barrios que manifiestan condiciones de precariedad.

La mayor parte de los hogares censados en 2010 (casi el 83%) posee baño de uso exclusivo. En promedio,

alrededor de un 4% de los hogares no presentan baños dentro de los hogares. El porcentaje más alto registrado (17,3%) corresponde a radios muy alejados del ejido urbano, y que poseen viviendas precarias.

En relación al promedio de hogares sin disponibilidad de red de gas, el porcentaje promedio casi llega al 60% y

alcanza máximos del 100% en algunos radios. Esto se debe a que el tendido de gas, no ha llegado a los barrios más alejados de la ciudad. La población se encuentra vulnerable por no contar con un servicio continuo, y al tener que realizar recargas, se prioriza su utilización para cocinar y no tanto para calefaccionar ambientes. Esto tiene como consecuencia, que los hogares no pueden hacer frente a las condiciones invernales.

Física Movilidad urbana

El porcentaje promedio de la superficie del radio que tiene cobertura de transporte público a más de 300 m es

del 42%, y en algunos casos llega al 100%. Excepto en radios censales específicos, gran parte de los hogares (58%) poseen el servicio a una distancia menor. Lógicamente, los radios más alejados de la planta urbana y de la costa presentan los porcentajes más bajos. La importancia de encontrarse cerca de un trasporte público radica, principalmente, en la posibilidad de desplazarse hacia hospitales o centros de salud, y hacia instituciones educativas.

Educativa Nivel de instrucción

Uno de los indicadores que se tuvo en cuenta para medir la variable nivel de instrucción, fue la tasa de analfabetismo. En los radios estudiados, solo el 2% de los barrios presentaron deficiencias en este aspecto,

alcanzando un máximo de 21% en uno de ellos.

El porcentaje promedio de la población de 18 años o más que no cursa o cursó nivel terciario o universitario

fue del 82%. El nivel de instrucción de la población puede calificarse -de manera general- como bajo. Los valores de los radios se distribuyen entre un mínimo de 36% y un máximo de 100%. El nivel de instrucción que tenga la población es indispensable para conseguir trabajos remunerados que les permita salir de situaciones carenciadas. Este tipo de situaciones se manifiestan en los barrios en condiciones de mayor precariedad, donde los jóvenes son educados para trabajar, ayudando a la familia, en vez de asistir a establecimientos educativos.

97

Page 103: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

Social NBI El porcentaje promedio de hogares que presentan al menos un indicador de NBI (Necesidades Básicas

Insatisfechas) es de 7%, alcanzando máximos de 39,38% y 40,95% en dos radios. La zona costera es la que se encuentra en mejores condiciones respecto de la interior. Los indicadores utilizados para calcular las NBI son la Calidad de vivienda, Condiciones sanitarias, Educación y Capacidad económica. El mayor aporte del método NBI proviene de su capacidad para identificar geográficamente las necesidades no cubiertas por la población, de esta manera resulta más sencillo focalizar propuestas de mejora, a través de políticas públicas, en los lugares más carenciados. La población que no logra satisfacer sus necesidades básicas se encuentra más vulnerable por no tener los recursos suficientes para enfrentar diversos problemas, tales como los relacionados a la salud.

Condiciones de

informalidad

Otra de las variables a estudiar, es la condición de informalidad. En relación a esto, un porcentaje promedio de 2% de la superficie del radio presenta asentamientos informales. Los barrios más afectados son los más precarios, y

en ellos llega a alcanzar un máximo del 92%. Estos barrios se constituyeron mediante distintas estrategias de ocupación del suelo, que presentan diferentes grados de precariedad y hacinamiento, un déficit en el acceso formal a los servicios básicos y una situación dominial irregular en la tenencia del suelo. De esta manera, el indicador contribuye a la vulnerabilidad mostrando los barrios más precarios, y que a su vez reúnen un conjunto de características que se mencionan en otros indicadores, tales como la ausencia de servicios básicos y el hacinamiento.

Económica Inserción laboral

Al momento de evaluar la inserción laboral en el periurbano en estudio, se tomó en cuenta el índice de dependencia potencial. El mismo expresa el número de personas potencialmente no económicamente activas

que serían sostenidas por el total de la población potencialmente activa. En este caso, el porcentaje promedio fue del 55%, alcanzando máximos de 86% en algunos radios. La vulnerabilidad de estos barrios reside en la capacidad que pueden llegar a tener para sostener económicamente a los niños en edad escolar y a la población mayor. Por lo general, esta situación se da en los mismos barrios con condiciones de hacinamiento, en los cuales las familias son numerosas y no pueden hacer frente a todos los gastos que supone la satisfacción de las necesidades básicas.

Por otro lado, se tuvo en consideración la tasa de desocupación, la cual alcanzó un porcentaje promedio de 7% y

llegó a un máximo de 17% en algunos radios. Esta tasa es calculada como porcentaje entre la población desocupada y la población económicamente activa. Los barrios más vulnerables son aquellos donde prevalecen los asentamientos informales, donde no están capacitados para acceder a una educación que les permita formarse profesionalmente, o además, no tienen inculcada la cultura del trabajo desde la familia. Sin contar con ingresos fijos, las familias no pueden acceder a la educación ni a centros de salud. En la mayoría de los casos, esto sucede porque se les dificulta el traslado hacia dichas instituciones, por la gran distancia que deben recorrer.

98

Page 104: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

Ambiental Calidad ambiental

Finalmente, para hacer una evaluación de la calidad ambiental del área en estudio, se tomó en cuenta, en primer lugar, el porcentaje de áreas ocupadas por actividades que impliquen riesgos ambientales o que limiten a menos de 300 m de esas áreas. El porcentaje promedio de las áreas en esta situación fue del 46%, alcanzando

máximos de 100% en numerosos radios. Los barrios más afectados son los más alejados al área urbana, debido a que se trata generalmente de actividades agrícolas, por la utilización de agroquímicos, actividades industriales y mineras, de disposición de RSU y de tratamiento de efluentes.

En segundo lugar, se tuvo en consideración el porcentaje de áreas expuestas a inundaciones. El promedio es

del 6%, alcanzando máximos de 99% en algunos radios. Los barrios más vulnerables son aquellos que se encuentran más bajos respecto al nivel del mar. Es importante tener en cuenta que la vulnerabilidad viene dada, además por otros factores tales como, la carencia de condiciones estables para asentamientos poblacionales (tipo de suelo), obstrucciones en arroyos, condiciones económicas que no permiten satisfacer las necesidades humanas básicas como trabajo e ingresos económicos, educación, salud, entre otros; y cuando se han construido casas muy precarias. Las áreas expuestas a inundaciones se ven entonces influenciadas por los otros factores que toma en cuenta el IVSA. Al no existir un control sobre los asentamientos informales, y la forma de vida en los mismos, se potencian riesgos, tales como las inundaciones, lo que hace que la población se encuentre en una situación de vulnerabilidad más crítica.

Fuente: Elaboración personal.99

Page 105: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

100

2) 1. Vulnerabilidad sanitaria

Calidad sanitaria

En relación al porcentaje de hogares sin provisión de agua dentro de la

vivienda, las situaciones más críticas se presentan en el barrio Quebradas de Peralta

Ramos (sector norte), Parque Camet (sector norte), Fray Luis Beltran y San Jorge. Por

otra parte, las mejores situaciones se dan en los barrios Quebradas de Peralta Ramos

(sector sur), Alfar, Bosque Peralta Ramos, Faro Norte, El Jardín de Peralta Ramos, El

Jardín de Stella Maris, Parque Independencia, Las Canteras, Parque Palermo (sector

sur) y Sierra de los Padres.

Otro de los indicadores que se tuvo en cuenta, fue el porcentaje de hogares sin

instalación sanitaria con descarga de agua. Los barrios con peores condiciones

fueron Santa Rosa del Mar de Peralta Ramos (sector norte), Santa Celina, Las

Canteras (sector este), Parque Hermoso y Valle Hermoso (sector oeste), Batán, San

Jorge y La Herradura. En algunos barrios, como por ejemplo, Parque Hermoso, se

observa que los baños se encuentran fuera de las viviendas.

Las mejores situaciones se presentan en Quebradas de Peralta Ramos, Alfar,

Bosque Peralta Ramos, Faro Norte, El Jardín de Peralta Ramos, El Jardín de Stella

Maris, Parque Independencia, Sierra de los Padres, Las Canteras (sector sur), La

Peregrina (sector oeste), La Gloria de la Peregrina (sector sur), Parque Camet (sector

norte), Estación Camet y Las Margaritas.

En relación a la disponibilidad de servicio de agua de la red pública, los

principales barrios afectados son Alfar, San Jacinto, Playa Serena, San Patricio, Los

Acantilados, Santa Rosa del Mar de Peralta Ramos, Antártida Argentina, Las canteras

(sector oeste), Parque Hermoso y Valle Hermoso (sector oeste), Estación

Chapadmalal, La Peregrina, La Gloria de la Peregrina, El Casal, Dos de Abril, Estación

Camet y Parque Camet. En el caso de Parque Hermoso y Playa Serena, se constató

mediante entrevistas que las familias se abastecen por agua de pozo, los cuales no

están hechos a una profundidad apropiada y se han realizado estudios donde se

observa que hay contaminación por metales pesados15.

15

Comunicación personal de la orientadora social de la escuela 43; la enfermera de la Unidad Sanitaria Parque Hermoso; la asistente social de la Unidad Sanitaria Playa Serena.

Page 106: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

101

Las zonas que presentan el servicio son principalmente las que se encuentran

cerca del ejido urbano, tales como Nuevo Golf, Parque Palermo y Jorge Newbery y

Sierra de los Padres.

Teniendo en cuenta la disponibilidad de servicio de cloacas, las situaciones

más críticas se dan en los barrios Santa Rosa del Mar de Peralta Ramos, Antártida

Argentina, Las Canteras, Parque Hermoso y Valle Hermoso, Playa Serena, Estación

Chapadmalal, Hipódromo, Batán, Sierra de los Padres, La Peregrina, La Gloria de la

Peregrina, Dos de Abril y Felix U Camet.

Los que presentan el servicio son Quebradas de Peralta Ramos, Aeroparque, El

Grosellar y Zacagnini.

En relación al porcentaje de la superficie del radio que se encuentre a más de

500 m de un establecimiento de salud pública, los hogares censados que se

encuentran más alejados pertenecen a los barrios Quebradas de Peralta Ramos, Las

Canteras, Parque Hermoso y Valle Hermoso, Sierra de los Padres, La Peregrina, La

Gloria de la Peregrina, Hipódromo, Dos de Abril, El Casal, Estación Camet y Felix U.

Camet. Aquellos que presentan una mejor situación son Playa Serena (sector sur),

Parque Palermo y Batan (sector sur). Es importante mencionar, que en el caso de

Playa Serena (Foto 10) por ejemplo, se evidenció mediante una entrevista a la

asistente social de la Unidad Sanitaria, que la misma abarca con sus servicios a 13

barrios en total. De esta manera, las personas que necesiten tratarse en un centro de

mayor complejidad, tienen que desplazarse largas distancias.

En relación a los hogares que no tienen heladera, se pueden mencionar los

barrios Santa Rosa del Mar de Peralta Ramos, Estación Chapadmalal, Batán, La

Peregrina y La Gloria de la Peregrina. Los que se encuentran en la mejor situación son

Sierra de los Padres, Quebradas de Peralta Ramos, Bosque Peralta Ramos, Alfar, San

Jacinto, Playa Serena, San Patricio, Las Canteras (sector oeste), Parque Hermoso y

Valle Hermoso (sector oeste), El Casal, Dos de Abril, Estación Camet, Las Margaritas,

El Grosellar y Zacagnini.

Cuando se profundiza mediante entrevistas en el análisis de las patologías que

podrían asociarse a la vulnerabilidad sanitaria en los barrios periurbanos, las más

recurrentes devienen de problemas respiratorios y de alimentación. A su vez, es

importante destacar que muchas veces los profesionales de la salud señalan

diferencias entre lo que perciben ellos como problemática y lo que percibe la

comunidad. Por ejemplo: las problemáticas más sentidas en algunos barrios como

Hipódromo, La Herradura y San Jorge son las vinculadas a inseguridad y violencia,

Page 107: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

102

desestimándose otras relativas a falta de servicios de saneamiento, exposición a

agroquímicos, entre otras16.

La distribución espacial de esta dimensión de la vulnerabilidad, integrando la

totalidad de los indicadores, se presenta en la Figura 9. Los resultados exhiben que las

situaciones más críticas (vulnerabilidad sanitaria= 0,10-0,12) se evidencian en los

barrios Antártida Argentina, Santa Rosa del Mar de Peralta Ramos, Parque Hermoso y

Valle Hermoso, Estación Chapadmalal, La Peregrina, La Gloria de la Peregrina,

Parque Camet. Las mejores situaciones (vulnerabilidad sanitaria= 0,01-0,04) se

presentan en Quebradas de Peralta Ramos, La Florida, Virgen de Luján, Zacagnini y

Aeroparque. La foto 11 muestra un área con vulnerabilidad sanitaria crítica.

Foto 10

La Unidad Sanitaria Playa Serena es la que abarca 13 barrios con sus servicios. Calle 1

16

Entrevista realizada por Cabral (2014) al Médico de la Unidad Sanitaria del barrio Ameghino, que nuclea a siete barrios de la zona.

Page 108: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

103

Foto 11 Área con vulnerabilidad sanitaria crítica.

Barrio Santa Rosa del Mar de Peralta Ramos

Page 109: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

104

Figura 9 Vulnerabilidad sanitaria y principales barrios

Fuente: Elaboración personal.

Page 110: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

105

2) 2. Vulnerabilidad habitacional

Calidad de la vivienda y servicios

Al momento de evaluar la calidad de la vivienda y servicios, es importante tener

en cuenta el porcentaje de vivienda de tipo inconveniente. Los barrios que

ejemplifican lo mencionado son Santa Celina, Las Canteras (sector oeste), La Gloria

de la Peregrina y Parque Hermoso. En este último barrio, se observa que las viviendas

son muy precarias, la mayor parte de la población es de origen boliviano y realizan

actividades de “cirujeo” en sus propios patios, provocando que existan mucha cantidad

de alimañas, como son las ratas17 (Foto 12). Desde el punto de vista sanitario, esto

también es un problema por los tipos de enfermedades que ocasiona (como es la

toxoplasmosis y triquinosis). Esta situación se repite en distintos barrios periurbanos

como Nuevo Golf, Parque Palermo, Las Canteras, entre otros.

Además, numerosas familias asientan sus viviendas sobre terrenos fiscales,

tomados. Esta situación también se evidencia en el Barrio las Heras18, que si bien no

se encuentra dentro del periurbano en estudio, está localizado al lado del barrio

Parque Hermoso, y presenta las mismas problemáticas.

Por otra parte, los barrios con mejores condiciones son Quebradas de Peralta

Ramos, Alfar, Bosque Peralta Ramos, Faro Norte, San Jacinto, Playa Serena, San

Patricio, Las Canteras, Estación Chapadmalal, Sierra de los Padres, Zacagnini, El

Grosellar, Felix U. Camet, Dos de Abril, Las Margaritas y Estación Camet. Mediante

salidas de campo, se pudo constatar que en los barrios mencionados no hay

asentamientos precarios de relevancia. Sin embargo, existen zonas como Playa

Serena en las que las viviendas no presentan condiciones de precariedad pero gran

parte de los terrenos son tomados. En este barrio en particular, tradicionalmente las

viviendas eran de temporada, pero en los últimos años adquirieron carácter

permanente (población proveniente de Buenos Aires o áreas céntricas).

Respecto a los hogares con hacinamiento severo, la peor situación es

representada por los barrios Antártida Argentina, Santa Celina, Nuevo Golf, Parque

Hermoso y Valle Hermoso, Batán, Hipódromo y Playa Serena. En Parque Hermoso y

Playa Serena, se pudo constatar que las familias son del tipo numerosas,

ensambladas, y presentan condiciones de hacinamiento19. Las mejores situaciones se

dan en los barrios Quebradas de Peralta Ramos, Alfar, Bosque Peralta Ramos, Faro

17

Comunicación personal de la enfermera de la Unidad Sanitaria Parque Hermoso. 18

Comunicación personal de la directora de la escuela 47 del barrio Las Heras. 19

Comunicación personal de la orientadora social de la escuela 43; enfermera de la Unidad Sanitaria Parque Hermoso; y asistente social de la Unidad Sanitaria Playa Serena.

Page 111: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

106

Norte, San Jacinto, Sierra de los Padres, El Casal, Las Margaritas, El Grosellar y

Zacagnini. En este último barrio, se verificó mediante entrevistas, que las familias no

son muy numerosas y son familias tipo (dos hijos)20.

Dentro de los hogares que no poseen baño de uso exclusivo, se encuentran

los barrios Estación Chapadmalal, Batán, Camino a Necochea, Don Emilio y Parque

Hermoso. Como se mencionó con anterioridad, en el barrio Parque Hermoso

principalmente, se observa que la mayoría de las viviendas no poseen baño dentro de

las mismas. Los principales barrios que poseen baño de uso exclusivo son Quebradas

de Peralta Ramos, Alfar, Faro Norte, San Jacinto, Playa Serena, San Patricio, Los

Acantilados, Las Canteras (sector oeste), Sierra de los Padres, Las Margaritas, Felix

U. Camet, Parque Camet (sector sur), Zacagnini y El Grosellar.

En relación al promedio de hogares sin disponibilidad de red de gas, los

barrios que ejemplifican esta situación son Santa Rosa del Mar de Peralta Ramos,

Antártida Argentina, San Patricio, Los Acantilados, Santa Celina, Nuevo Golf, Las

Canteras, Parque Hermoso y Valle Hermoso (sector sur), Playa Serena, Batán, Sierra

de los Padres, La Gloria de la Peregrina, La Peregrina, El Casal, Felix U. Camet,

Parque Camet y Fray Luis Beltrán. En el caso de Parque Hermoso y Playa Serena, se

corroboró en campo que las viviendas, así como también las instituciones, no

presentan red de gas, por lo cual se abastecen del recurso mediante gas envasado.

En el caso específico de Playa Serena (Foto 13), en algunos lugares está extendida la

red de gas, pero no todos la conectan por el costo que esto implica21.

Por otra parte, las mejores situaciones se presentan en los barrios Alfar, Faro

Norte, Bosque Peralta Ramos, El Jardín de Stella Maris, Parque Independencia,

Zacagnini y Las Margaritas.

Finalmente, otro de los servicios por el cual se consultó en las entrevistas, fue la

disponibilidad de energía eléctrica dentro de la vivienda y alumbrado público. En

general, todas las viviendas poseen electricidad, pero el alumbrado público se

extiende sobre los ejes principales, como la Av. Tetamanti en Parque Hermoso. En las

áreas costeras localizadas hacia el sur, se manifiesta que hay mejor servicio de

alumbrado público, y de manera general, alejándose de la costa hay menos servicios,

en este caso del alumbrado hay un farol por cuadra22.

20

Comunicación personal de docente del jardín de infantes 909 del barrio Constitución, pero que vive en el barrio Zacagnini. 21

Comunicación personal de la asistente social de la Unidad Sanitaria Playa Serena. 22

Comunicación personal de la asistente social de la Unidad Sanitaria Playa Serena.

Page 112: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

107

Las mejores situaciones se presentan en el barrio Zacagnini, donde las viviendas

poseen electricidad y además, el alumbrado público abarca toda la zona.

La distribución espacial de esta dimensión de la vulnerabilidad, integrando la

totalidad de los indicadores, se muestra en la Figura 10. Los resultados reflejan que

las situaciones más problemáticas (vulnerabilidad habitacional= 0,08-0,11) se dan en

los barrios Antártida Argentina, Santa Rosa del Mar de Peralta Ramos, un sector de

Las Canteras y Parque Hermoso y Valle Hermoso, Batán, Parque Independencia,

Nuevo Golf y Santa Celina. Las mejores situaciones (vulnerabilidad habitacional= 0-

0,02) se evidencian en los barrios Faro Norte, Alfar, Bosque Peralta Ramos, El Jardín

de Peralta Ramos, Las Margaritas, Zacagnini y El Grosellar.

Foto 12 Asentamientos precarios.

Av. Tetamanti. Barrio Parque Hermoso

Foto 13 Utilización de gas envasado.

Unidad Sanitaria Parque Hermoso

Page 113: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

108

Figura 10 Vulnerabilidad habitacional y principales barrios

Fuente: Elaboración personal.

Page 114: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

109

2) 3. Vulnerabilidad física

Movilidad urbana

Respecto al porcentaje promedio de la superficie del radio que tiene

cobertura de transporte público a más de 300 m, los principales barrios que se

encuentran en esta situación son Santa Rosa del Mar de Peralta Ramos (sector norte),

Bosque Peralta Ramos, Antártida Argentina, Las Canteras, Parque Hermoso y Valle

Hermoso, Estación Chapadmalal, Batán, Sierra de los Padres, La Peregrina, La Gloria

de la Peregrina, El Casal, Estación Camet (sector oeste) y Parque Camet.

En muchos barrios periurbanos, la vulnerabilidad física está determinada por el

mal servicio de transporte que se provee. En el caso de Parque y Valle Hermoso, un

solo colectivo pasa por el barrio cada 45 minutos y si es un día lluvioso, directamente

no entra al Valle23. Esta deficiencia en el transporte conlleva a que se vulnere la

educación de los niños. La gran mayoría no tiene la posibilidad de acceder a una

educación superior porque se encuentran aislados de las instituciones educativas. Por

otra parte, es importante considerar que en las áreas en las que predominan las

características rurales “no hay cultura de la educación”, ya que los niños aprenden

viendo trabajar a sus padres en los campos y trabajan desde pequeños.

Otro dato a tener en cuenta, es que debido a la poca frecuencia con la que

pasan los colectivos en Parque y Valle Hermoso, la escuela tuvo que tomar la decisión

de cambiar los horarios para que los chicos puedan asistir a clases24. Además de esto,

la avenida por donde circula el colectivo está muy rota, no hay arreglos permanentes y

se producen accidentes a menudo25 (Foto 14). Los problemas asociados al mal estado

de las calles son frecuentes en la mayor parte de los barrios periurbanos.

Por otro lado, las mejores situaciones se pueden encontrar en los barrios Alfar

(sector oeste), San Jacinto, Playa Serena, San Patricio, Los Acantilados, Parque

Palermo, Florentino Ameghino, Santa Rosa de Lima, Jorge Newbery y Zacagnini. En

este último barrio, se constata que varios colectivos recorren la zona, y las personas

se movilizan mediante vehículos propios o remises. Cuando las distancias son

importantes, las condiciones socio-económicas determinan la accesibilidad a sitios de

interés y las posibilidades de traslado.

23;

24; 25

Comunicación personal de orientadora social de la escuela 43 de Parque Hermoso y de vecinos de la zona.

Page 115: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

110

En algunos casos, los resultados obtenidos de los indicadores, no se condicen

con la realidad desde la mirada de los vecinos. Por ejemplo, a pesar de que la

situación de Playa Serena era buena, mediante entrevistas se pudo observar que la

red de colectivos es realmente insuficiente para brindar un servicio adecuado al área.

Una de las líneas (221) ingresa al interior del barrio pero no lo cubre en su totalidad, y

otra (511) se dirige hasta el barrio Acantilados y la Unidad Chapadmalal, pero pasa

cada 1 hora aproximadamente26. De esta manera, las personas deben utilizar remises

y bicicletas para movilizarse. Esto también afecta a su educación, especialmente en el

nivel superior, ya que muy pocos pueden acceder a universidades o terciarios.

La distribución espacial de esta dimensión de la vulnerabilidad, integrando todos

los indicadores, se muestra en la Figura 11. Los resultados manifiestan que las peores

situaciones (vulnerabilidad física= 0,08-0,10) se observan en los barrios Antártida

Argentina, Las Canteras, Parque Hermoso y Valle Hermoso, Estación Chapadmalal,

Batán, Sierra de los Padres, La Peregrina, La Gloria de la Peregrina, El Casal,

Estación Camet, Parque Camet y Aeroparque. Las mejores situaciones (vulnerabilidad

física= 0-0,02) se presentan en los barrios San Jacinto, Playa Serena, San Patricio,

Los Acantilados, Florentino Ameghino, un sector de Zacagnini y El Grosellar.

Foto 14 Mal estado de la Av. Tetamanti.

Barrio Parque Hermoso

26

Comunicación personal de asistente social de la Unidad Sanitaria Playa Serena.

Page 116: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

111

Figura 11 Vulnerabilidad física y principales barrios

Fuente: Elaboración personal.

Page 117: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

112

2) 4. Vulnerabilidad educativa

Nivel de instrucción

Respecto a la tasa de analfabetismo, en los radios estudiados los barrios que

presentaron deficiencias en este aspecto son Parque Camet (sector oeste) y

Aeroparque. Las mejores situaciones están representadas, principalmente, por los

barrios Alfar, San Jacinto, Playa Serena, San Patricio, Los Acantilados, Quebradas de

Peralta Ramos, Bosque Peralta Ramos, Nuevo Golf, Sierra de los Padres, Batán

(sector sur), La Peregrina, Félix U. Camet, Parque Camet y Zacagnini.

Otro de los indicadores analizado fue el porcentaje de la población de 18 años

o más que no cursa o cursó nivel terciario o universitario. Los barrios que

demuestran esta situación son Santa Rosa del Mar de Peralta Ramos, Antártida

Argentina (sector este), Parque Independencia, Nuevo Golf, Santa Celina, Las

Canteras, Parque Hermoso y Valle Hermoso, Parque Palermo, Estación Chapadmalal,

Batan, La Peregrina, Virgen de Lujan (sector oeste), Ameghino Florentino, Jorge

Newbery, El Casal y Parque Camet. Los barrios que se encuentran en mejores

situaciones son Bosque Peralta Ramos, Sierra de los Padres y El Grosellar.

El trabajo de campo y las entrevistas realizadas en carácter exploratorio,

permiten inferir que en muchos de los barrios analizados el nivel educativo es muy

bajo. Docentes e integrantes de los equipos de orientación escolar destacan la falta de

estimulación por parte de los padres, quienes muchas veces, no saben leer ni

escribir27. No destacan la deserción como un fenómeno muy relevante, pero sí señalan

casos de ausentismos aislados, debido a que muchas veces los niños deben ayudar a

los padres en el trabajo (cosecha, cirujeo, cuidado de hermanos menores, etc.)28. En

los barrios donde se localizan los asentamientos más críticos, es rara la asistencia a

instituciones de educación superior.

En contraposición, el barrio Zacagnini, por ejemplo, manifiesta que el nivel de

educación en general es bueno, hay incentivo por parte de las familias, pero en los

últimos años se observa que esto va disminuyendo29. Principalmente, se debe a que

las familias salen a trabajar y los niños se quedan con los abuelos. No hay deserción

escolar, hay seguimiento y apoyo por parte de la institución y la mayoría de los chicos

logran asistir a universidades.

27

Comunicación personal de orientadora social de la escuela 43 del barrio Parque Hermoso. 28

Comunicación personal de directora de la escuela 74 del barrio Las Heras. 29

Comunicación personal de docente del jardín de infantes 909 del barrio Constitución.

Page 118: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

113

Las áreas costeras localizadas hacia el sur parecen exhibir en algunos casos,

una situación similar. En general, los niños poseen buen nivel de instrucción, pero los

adultos no. La mayoría no termina el secundario y no accede a niveles universitarios,

por las largas distancias que deben recorrer.

La distribución espacial de esta dimensión de la vulnerabilidad, integrando todos

los indicadores, se muestra en la Figura 12. Los resultados muestran que las peores

situaciones (vulnerabilidad educativa= 0,08-0,13) se dan en los barrios Aeroparque, un

sector de Parque Camet (Foto 15), y el radio censal próximo a los barrios Hipódromo y

La Herradura, sobre el eje de la Ruta 226. Las mejores situaciones (vulnerabilidad

educativa= 0-0,03) se presentan en los barrios Alfar, Sierra de los Padres, Bosque

Peralta Ramos, Zacagnini (Foto 16) y El Grosellar.

Foto 15 Área con vulnerabilidad crítica.

Ruta 11 (dirección norte). Barrio Parque Camet

Page 119: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

114

Foto 16 Área residencial con bajas condiciones de vulnerabilidad.

Av. José Manuel Estrada. Barrio Zacagnini

Page 120: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

115

Figura 12 Vulnerabilidad educativa y principales barrios

Fuente: Elaboración personal.

Page 121: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

116

2) 5. Vulnerabilidad social

Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI)

Como fue mencionado, una de las variables a tener en cuenta para evaluar el

factor pobreza, son las NBI. Los barrios más perjudicados según los datos censales

son Santa Celina, Nuevo Golf, Parque Independencia, Santa Rosa del Mar de Peralta

Ramos (sector norte), Las Canteras (sector oeste) y La Herradura. Las mejores

situaciones la representan principalmente los barrios Alfar, Faro Norte, Bosque Peralta

Ramos, El Jardín de Peralta Ramos, Quebradas de Peralta Ramos, Las Canteras

(sector este), Estación Chapadmalal, Sierra de los Padres, El Casal, Estación Camet,

Las Margaritas, El Grosellar y Virgen de Luján.

Condiciones de informalidad

Otra de las variables a estudiar, es la condición de informalidad. Las peores

situaciones se manifiestan en los barrios Nuevo Golf (sector este), La Herradura y San

Jorge. Las mejores condiciones se corresponden con Alfar, Faro Norte, Bosque

Peralta Ramos, El Jardín de Peralta Ramos, Quebradas de Peralta Ramos, Las

Canteras (sector este), Estación Chapadmalal, Sierra de los Padres, El Casal,

Estación Camet, Las Margaritas, El Grosellar, Virgen de Luján, entre otros.

Según las entrevistas realizadas en Parque Hermoso, muchos niños de la zona

que viven en asentamientos precarios almuerzan en la escuela porque hay

comedores, y ello garantiza la asistencia a los establecimientos educativos30.

La distribución espacial de esta dimensión de la vulnerabilidad, integrando todos

los indicadores, se muestra en la Figura 13. Los resultados demuestran que los barrios

más afectados (vulnerabilidad social= 0,07-0,13) son Las Canteras, Parque

Independencia, Nuevo Golf (Foto 18), Santa Celina, Santa Rosa del Mar de Peralta

Ramos y La Herradura. Las situaciones más favorables (vulnerabilidad social= 0-0,01),

se evidencian en los barrios Alfar, San Jacinto, Playa Serena, San Patricio, Los

Acantilados, Bosque Peralta Ramos, Faro Norte (Foto 17), Quebradas de Peralta

Ramos, Sierra de los Padres, Las Margaritas, Zacagnini, El Grosellar y Aeroparque.

30

Comunicación personal de orientadora social de la escuela 43 de Parque Hermoso.

Page 122: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

117

Foto 17 Área residencial con baja vulnerabilidad.

Av. Mario Bravo. Barrio Faro Norte

Foto 18

Asentamientos precarios. Barrio Nuevo Golf

Page 123: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

118

Figura 13 Vulnerabilidad social y principales barrios

Fuente: Elaboración personal.

Page 124: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

119

2) 6. Vulnerabilidad económica

Inserción laboral

Teniendo en cuenta el índice de dependencia potencial, los barrios en

condiciones más desfavorables son Los Acantilados (sector norte), Parque

Independencia, Nuevo Golf, Santa Rosa del Mar de Peralta Ramos (sector norte),

Parque Hermoso y Valle Hermoso (sector oeste), Batán (sector este) y Jorge Newbery.

Los principales barrios que presentan mejores situaciones son El Jardín de Peralta

Ramos, Bosque Peralta Ramos (sector sur), Las Canteras (sector oeste), Batán

(sector este) y Parque Camet (sector norte).

Por otro lado, se tuvo en consideración la tasa de desocupación. Los barrios

más críticos son Alfar (sector oeste), San Patricio, Parque Hermoso y Valle Hermoso

(sector oeste), Las Canteras (sector este), Fray Luis Beltrán (sector sur y norte) y

Nuevo Golf. Los barrios en mejor situación son, principalmente, Antártida Argentina

(sector oeste), Las Canteras (sector oeste), La Peregrina, Sierra de los Padres (sector

norte), El Casal y Parque Camet (sector norte).

Como es de esperar, en las áreas más críticas, los trabajos son en general

informales y temporarios. Muchas familias viven de la albañilería, la industria del

pescado, actividades de “cirujeo” (Foto 19) y del trabajo en las quintas en las áreas

más alejadas del ejido31 (Foto 20). Además, cabe mencionar que en muchos de estos

barrios las familias reciben planes sociales, como la asignación universal por hijo, por

parte del Estado.

En las áreas críticas pero ligadas a la costa, las entrevistas permiten destacar el

escaso trabajo registrado. La mayoría de los habitantes de estas áreas trabaja de

changas (en la construcción, parqueros, plantas de fileteado, ventas ambulantes) o

bien en el rubro servicios, por temporada en vacaciones. También reciben planes

sociales.

La distribución espacial de esta dimensión de la vulnerabilidad, se muestra en la

Figura 14. Los resultados reflejan que las peores situaciones (vulnerabilidad

económica= 0,11-0,14) se observan en algunos sectores de los barrios Alfar, San

Jacinto, Playa Serena, San Patricio, Los Acantilados, Las Canteras, Jorge Newbery y

Jardín de Alto Camet. Las mejores situaciones (vulnerabilidad económica= 0-0,05) se

31

Comunicación personal de enfermera de la Unidad Sanitaria Parque Hermoso, entrevistas a vecinos de los barrios y observaciones en el campo.

Page 125: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

120

presentan en los barrios Antártida Argentina, un sector de Las Canteras, La Peregrina,

La Gloria de la Peregrina, Aeroparque y un sector de Parque Camet.

Foto 19 Producción hortícola próxima a la ruta 88

que forma parte de la ocupasión de la población con alta vulnerabilidad económica

Foto 20 Acumulación de basura donde luego se practica cirujeo. Barrio Nuevo Golf

Page 126: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

121

Figura 14 Vulnerabilidad económica y principales barrios

Fuente: Elaboración personal.

Page 127: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

122

2) 7. Vulnerabilidad ambiental

Calidad Ambiental

Respecto al porcentaje de áreas ocupadas por actividades que impliquen

riesgos ambientales o que limiten a menos de 300 m de esas áreas, las peores

situaciones se dan en los barrios Santa Rosa del Mar de Peralta Ramos, Antártida

Argentina (sector este), Las Canteras, Parque Hermoso y Valle Hermoso (sector este),

Estación Chapadmalal, Batán, Hipódromo, La Peregrina, La Gloria de la Peregrina,

Sierra de los Padres (sector sur), Dos de Abril, Parque Camet (sector este) y Estación

Camet. Los barrios que presentan mejores situaciones son Alfar, Bosque Peralta

Ramos, El Jardín de Peralta Ramos, El Jardín de Stella Maris, San Jacinto, Playa

Serena, San Patricio, Los Acantilados, Parque Camet (sector sur), Fray Luis Beltrán,

Zacagnini y El Grosellar. Las fotos 21, 22 y 23 son ejemplos de estas actividades

riesgosas.

En segundo lugar, se tuvo en consideración el porcentaje de áreas expuestas a

inundaciones. Los barrios perjudicados son Faro Norte (sector norte), Don Emilio

(sector este) y Caribe.

Respecto de este indicador, a pesar que el índice no registró valores críticos en

algunas áreas, las entrevistas destacan la presencia de este fenómeno. Por ejemplo,

en Parque Hermoso los entrevistados sugieren que el barrio se inunda regularmente

con las lluvias fuertes, porque el zanjón que se construyó para que circule el agua

desde Batán, está obstruido con residuos y elementos que arrojan los vecinos32. De

esta manera, durante las inundaciones recientes hubo muchas personas evacuadas.

En el barrio Playa Serena, que también fue evaluado como poco afectado por el

fenómeno, también hay registros de desborde de arroyo y de evacuaciones33.

Finalmente, en las entrevistas se introdujo la cuestión ambiental. Respecto a los

problemas ambientales que podían detectar los entrevistados, se detectaron los

siguientes:

En algunas de las áreas en las que predominan actividades rurales, los

entrevistados señalan que durante la época de abono en los campos, se

detectan olores y moscas en los alrededores. En otras zonas, el

almacenamiento de cereal en silos, genera material particulado y la presencia

32

Comunicación personal de orientadora social de la escuela 43 de Parque Hermoso, enfermera de la Unidad Sanitaria Parque Hermoso y vecinos de áreas expuestas a este fenómeno. 33

Comunicación personal de asistente social de la Unidad Sanitaria Playa Serena y vecinos de la zona.

Page 128: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

123

de ratas. Respecto a los agroquímicos, los entrevistados manifiestan que en

general, los operadores no utilizan material de protección, como máscaras, y

hay recipientes dispersos en las calles. Además, no se tiene en cuenta la

distancia donde se fumiga.

En otros barrios que presentan características de ruralidad, tal como se

destaca en la Unidad Sanitaria de Gloria de la Peregrina, se registran con

frecuencia en las unidades sanitarias consultas por afecciones vinculadas a

agroquímicos. Esto se debe a que los vecinos no solo reciben los efectos de

las aplicaciones por vivir en cercanías de campos, sino que en varios casos

son quienes trabajan en campos o quintas y efectúan las aplicaciones sin las

protecciones mínimas requeridas para manipular productos tóxicos34.

Ante esta preocupación, cobran importancia los problemas ambientales

asociados con la falta de agua potable y la necesidad de tener que hacer obtener agua

por medio de perforaciones.

En la Unidad Sanitaria Playa Serena, por ejemplo, se destacan patologías como

gastroenteritis y respiratorias. En Alfar, los entrevistados manifiestan complicaciones

por la contaminación del agua y se llevaron a cabo denuncias frente a Obras

Sanitarias, pidiendo que pase la red de agua porque todas las personas tienen agua

de pozo. La inadecuada calidad del agua, obligó a instalar dos tanques comunitarios

para abastecer a la comunidad.

En los barrios con asentamientos precarios, también se evidencian problemas

con la formación de basurales en los parques de las viviendas. Por otra parte, la

recolección de residuos en muchos sitios, sobre todo los más alejados de la ciudad, no

es diaria, lo cual genera acumulación35. A esto se le suma la intransitabilidad de las

calles que incide en el sistema de recolección, dificultando e impidiendo el transporte.

La distribución espacial de esta dimensión de la vulnerabilidad, se muestra en la

Figura 15. Los resultados exhiben que las peores situaciones (vulnerabilidad

ambiental= 0,09-0,14) se observan en los barrios Antártida Argentina, Santa Rosa del

Mar de Peralta Ramos, Las Canteras, Parque Hermoso y Valle Hermoso, Estación

Chapadmalal, Batán, Sierra de los Padres, Virgen de Lujan, La Florida, Estación

Camet, Dos de Abril y Parque Camet. Las mejores situaciones (vulnerabilidad

ambiental= 0-0,01) se muestran en los barrios Alfar, San Jacinto, Playa Serena, San

Patricio, Los Acantilados, Zacagnini, El Grosellar y Parque Camet.

34

Entrevistas realizadas por Cabral (2014) en la Unidad Sanitaria de Gloria de la Peregrina. 35

Comunicación personal de orientadora social de la Unidad Sanitaria Playa Serena y observación directa en el área.

Page 129: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

124

Foto 21 Área industrial. Barrio Camino a Necochea. Ruta 88

Foto 22 Áreas ganaderas. Barrio El Casal. Ruta 2

Page 130: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

125

Foto 23 Cantera Dazeo, próxima a la localidad de Batán

Page 131: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

126

Figura 15 Vulnerabilidad ambiental y principales barrios

Fuente: Elaboración personal.

Page 132: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

127

3) ÍNDICE DE VULNERABILIDAD SOCIO-AMBIENTAL

La integración de los indicadores seleccionados en un índice sintético, refleja en

este caso la vulnerabilidad socio-ambiental en el área periurbana de Mar del Plata.

Los valores obtenidos del índice a partir de la estandarización por Puntaje

Omega indican que las situaciones más críticas (IVSA= 0,46 – 0,58) se presentan en

los barrios Nuevo Golf, Parque Independencia, Santa Rosa del Mar de Peralta Ramos,

un sector de Antártida Argentina, Las Canteras, Parque Hermoso y Valle Hermoso, La

Peregrina y La Gloria de la Peregrina. Por otro lado, las situaciones más favorables

(IVSA= 0,11 – 0,24) se visualizan principalmente en los barrios del sector costero,

tales como Alfar, Faro Norte, Bosque Peralta Ramos, Playa Serena, San Patricio, Los

Acantilados y El Grosellar. Otros barrios con buenas situaciones son El Jardín de

Peralta Ramos, Zacagnini, un sector de La Florida, Los Tilos y Virgen de Luján.

Teniendo en cuenta el IVSA, el trabajo de campo y las informaciones de estudios

antecedentes, la vulnerabilidad socio-ambiental en el área de estudio está dada

fundamentalmente por la distancia a los centros de salud, la ausencia de servicio

cloacal y red pública de agua (referido a la dimensión sanitaria), la inaccesibilidad a

estudios superiores (referido a la dimensión educativa), la ausencia del servicio de red

de gas (dimensión habitacional) y la convivencia con actividades que resultan

ambientalmente conflictivas para la población (disposición de residuos, actividades

industriales, minería, agricultura intensiva), cuyos efectos tienen alcances superadores

del ámbito en el que se lleva a cabo la actividad (dimensión ambiental).

La distribución espacial de los resultados obtenidos se muestra en la Figura 16.

Page 133: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

128

Figura 16 Índice de Vulnerabilidad Socio-Ambiental y principales barrios

Fuente: Elaboración personal.

Page 134: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

129

4) PELIGROS AMBIENTALES Y DISTRIBUCIÓN DEL ÍNDICE DE

VULNERABILIDAD SOCIO-AMBIENTAL

Considerando los diferentes sectores que caracterizan el periurbano en estudio,

las zonas más críticas determinadas por el IVSA y los principales peligros ambientales

detectados en primera instancia, las áreas más vulnerables corresponden al sector

definido por el eje de la Ruta 226 (Sector 3) y perteneciente a la Ruta 88 (Sector 4).

En el primero, se manifiestan peligros asociados a la exposición con

agroquímicos. Es una de las zonas con mayor difusión de la agricultura intensiva y

extensiva (en menor medida), por lo que se observa una clara sustitución de

ecosistemas naturales y pérdidas de biodiversidad, pérdida de suelos por erosión y

contaminación por aplicación de abonos. Por otra parte, en esta área también se

detectan ausencia de servicios de red de agua y cloacas.

Teniendo en cuenta la distribución territorial del IVSA, la vulnerabilidad sanitaria

(que tiene en consideración principalmente la ausencia de agua de red y cloacas) y la

ambiental (relacionada a las actividades que impliquen riesgos ambientales, tales

como la agricultura) son las que presentan valores más críticos en este eje. En función

de ello, se considera fundamental generar lineamientos de OAT específicos para

gestionar adecuadamente este sector.

A su vez, es importante mencionar que hay niveles altos respecto a la

vulnerabilidad educativa (gran parte de los chicos no acceden a educación

universitaria o terciaria), habitacional (ausencia de servicio de red de gas) y física (el

servicio de transporte público no se ajusta a las necesidades). Esta situación potencia

la vulnerabilidad de la población que cuenta con menor acceso a información y

conocimientos específicos. A esto se suman los problemas de accesibilidad asociada

con la distancia a los centros de atención pública de la salud.

En el segundo eje, se determinaron peligros asociados a la exposición con

agroquímicos y a incompatibilidades por inadecuada disposición de RSU en la historia

del periurbano, tales como: sustitución de hábitat, aparición de especies indeseadas,

contaminación de recursos hídricos por lixiviación, producción de gases tóxicos y

proliferación de insectos transmisores de enfermedades. Si bien esto se corresponde

con gestiones anteriores al predio actual y se han remediado las principales áreas

degradadas, muchos de los efectos negativos se sostienen en el tiempo.

El análisis del periurbano en su conjunto en función de las vulnerabilidades del

IVSA, permite destacar valores críticos en vulnerabilidad ambiental, por las actividades

Page 135: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

130

que implican riesgos tales como agricultura y disposición de residuos, y en segundo

lugar actividades mineras e industriales. Esto resulta en la problemática de

incompatibilidad de actividades que se desarrollan y la urgencia de establecer un OAT

que permita sortear las dificultades.

Además de los peligros detectados en primera instancia, que concuerdan con los

resultados del IVSA, es necesario mencionar que se potencian las problemáticas

debido a otras dimensiones de la vulnerabilidad críticas detectadas en el sector

definido por el eje de la Ruta 88.

La dimensión de la vulnerabilidad sanitaria, demuestra que gran parte de los

barrios no poseen servicios de red de agua potable, ni cloacas. De esta manera, se

potencia la vulnerabilidad de las familias que deben extraer agua de pozos construidos

de manera precaria, con lo cual llegan a la Unidad Sanitaria personas con patologías

gastrointestinales, y además se presentan reclamos por la contaminación del agua.

Otros peligros que potencian la vulnerabilidad, son la incapacidad de poder

acceder a niveles de educación superiores (vulnerabilidad educativa), la ineficaz red

de transporte público (vulnerabilidad física) y la ausencia del servicio de red de gas

(vulnerabilidad habitacional). Al igual que en el primer sector, la población no puede

acceder a instituciones de salud (más que nada las de mayor complejidad), por las

distancias y por las dificultades implicadas en los traslados.

Finalmente, las áreas consideradas más críticas en términos de vulnerabilidad

socio-ambiental, corresponden a aquellas donde se llevan a cabo actividades

incompatibles entre sí, y que además potencian la incapacidad de la población para

hacer frente a otros peligros, tales como los relacionados a la accesibilidad, educación

y disponibilidad de infraestructura y servicios.

Page 136: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

131

5) LINEAMIENTOS PARA EL ORDENAMIENTO AMBIENTAL DEL

PERIURBANO

La heterogeneidad de actividades y los peligros ambientales detectados en el

territorio periurbano demuestran que el crecimiento del ejido urbano de Mar del Plata

sobre las áreas circundantes ha sido espontáneo dado que no se basó en un proyecto

de OT que sustente la expansión. Si bien existieron algunos planes sectoriales para

orientar dichos procesos, los mismos disponían de escasos instrumentos de aplicación

(Monteverde, 2005).

Así, el periurbano de Mar del Plata, se caracteriza por la escasez de

lineamientos estructurales de planificación ambiental del territorio, dificultades para el

desarrollo de planes conjuntos entre los distintos niveles públicos, insuficiente

coordinación de acciones concretas para dar respuesta a problemas centrales en el

sector, formulación de proyectos cuyos beneficios podrán verse en el mediano y largo

plazo, entre otras cuestiones (Donsini, 2004).

Como fue mencionado en el apartado correspondiente a los principales aspectos

normativos del área de estudio, el COT, sancionado en 1979 y modificado en las

décadas siguientes y hasta el presente, resulta de aplicación insuficiente para orientar

la organización del territorio, los procesos de trasformación del ejido y la expansión de

las áreas periurbanas, debido a la inexistencia de instrumentos generales que

establezcan políticas y estrategias en función de objetivos deseados. Es por ello que,

como se mencionó en apartados anteriores, se han encaminado acciones para la

reforma del COT36.

Se verifica en ocasiones, un escaso cumplimiento y adecuación de los distintos

sectores en lo que respecta a las normativas vigentes implicadas en la planificación

urbana y ambiental y deficiencias en los mecanismos de control por parte de las

autoridades que, muchas veces, encuentran superpuestas sus funciones.

Los peligros detectados en el periurbano, a lo largo de la presente tesis, tienen

expresiones concretas en el territorio. Los peligros a los que la población se encuentra

expuesta conforman los problemas ambientales identificados, y la capacidad que tiene

la población para hacer frente a estas situaciones de riesgo se evaluó a través del

IVSA. Una vez evaluadas las posibilidades de la población, se determinaron las áreas

más críticas y las dimensiones de la vulnerabilidad que más inciden en esas

condiciones.

36

Entre ellas se destacan las “Jornadas de reflexión y debate: planeamiento y normativa urbana”, organizadas por la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño de la UNMdP y llevadas a cabo en julio de 2014.

Page 137: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

132

En este sentido, un proyecto de OAT constituiría la mejor alternativa para

gestionar los peligros, armonizar las relaciones entre la sociedad y la naturaleza,

mejorar las condiciones de vida, productivas y aquellas ligadas con la infraestructura.

Con este motivo, se formularon 5 estrategias generales (áreas a optimizar,

revitalizar, consolidar, refuncionalizar, recuperar) para avanzar con propuestas que

contemplen la heterogeneidad implícita en el periurbano, respondiendo a las

demandas específicas de cada uno de los sectores y los resultados obtenidos de la

evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental.

A continuación se describen las principales estrategias para el ordenamiento

ambiental del periurbano marplatense:

Áreas a optimizar: conforman sectores donde se practican actividades que

implican riesgos para la población, tales como agricultura intensiva y extensiva,

industriales y ganaderas, y que debieran llevarse a cabo de manera que logren

satisfacer los objetivos perseguidos, generando la menor cantidad de impactos

posibles.

Áreas a revitalizar: corresponden a sectores en los que es necesario vigorizar

sus condiciones potenciales de desarrollo.

Áreas a consolidar: incluyen sectores del periurbano costero e interior destinados

a la urbanización, que poseen escasa dotación de infraestructura y servicios y, en

general, presentan baja densidad de ocupación.

Áreas a refuncionalizar: conforman sectores susceptibles de intervenir para

establecer nuevas funciones aprovechando sus potencialidades.

Áreas a recuperar: incluyen los sectores altamente degradados por actividades

abandonadas (pasivos ambientales), y en algunos casos, actuales que es necesario

restaurar a fin de hacer más eficientes los usos actuales y fomentar otras actividades

productivas.

Por otra parte, es importante mencionar que, excepto las “Áreas a Optimizar”, el

resto de las estrategias se basan en un trabajo realizado por Zulaica y Ferraro (2013b)

sobre lineamientos para el OT. Las “Áreas a Optimizar” se corresponden en general,

con las “Áreas a Fortalecer”, definidas en el trabajo citado. Las estrategias se definen

de manera general en función de los sectores del periurbano, los principales peligros a

los que están expuestos, las áreas más críticas en términos de vulnerabilidad socio-

ambiental y dimensiones de la vulnerabilidad con mayor incidencia (Tabla 10). Estas

últimas, inciden de distinta manera en cada barrio.

Page 138: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

133

Finalmente, es importante tener en consideración que al determinar las

dimensiones de la vulnerabilidad afectadas, se tuvo en cuenta, además de los

principales peligros, los datos obtenidos en campo y los resultados del IVSA. Por otra

parte, las estrategias de OAT deben contemplar todo el escenario. De esta manera,

como puede observarse en la Figura 17, no solo responden a las situaciones más

críticas, sino también al resto de las áreas.

Page 139: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

Tabla 10 Sectores, peligros y estrategias para el OAT

Sectores (S)

Peligros Ambientales predominantes

Áreas más críticas en términos de VSA

Dimensiones de la Vulnerabilidad

Estrategias

S. 1

Exposición a los agroquímicos

Deficiente tratamiento de efluentes cloacales

Ausencia de infraestructura de servicios de red de agua y

cloacas

Un sector de Parque Camet

Área donde se emplazará la nueva Estación Depuradora de Aguas Residuales

Vulnerabilidad ambiental Áreas a Optimizar (OPT) Áreas a Revitalizar (REV)

Vulnerabilidad sanitaria Vulnerabilidad física

Áreas a Consolidar (CON)

S. 2

Exposición a los agroquímicos

Ausencia de infraestructura de servicios de red de agua y

cloacas

Un sector de Estación Camet

Un sector de El Casal

Vulnerabilidad ambiental Áreas a Optimizar (OPT)

Vulnerabilidad sanitaria Vulnerabilidad física

Áreas a Consolidar (CON)

S. 3

Exposición a los agroquímicos

Ausencia de infraestructura de servicios de red de agua y

cloacas

Un sector de Batán y radio contiguo

Un sector de La Peregrina

Un sector de La Gloria de la Peregrina

Un sector de Santa Paula

El Coyunco La Herradura y radio

contiguo Un sector de San

Jorge Un Sector de Santa

Rosa de Lima Un sector de Jorge

Newbery Un sector de Caribe

Vulnerabilidad ambiental

Áreas a Optimizar (OPT) Áreas a Refuncionalizar (REF) Áreas de Recuperar (REC)

Vulnerabilidad física Vulnerabilidad sanitaria Vulnerabilidad habitacional Vulnerabilidad social Vulnerabilidad educacional

Áreas a Consolidar (CON)

13

4

Page 140: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

S. 4

Exposición a los agroquímicos

Un sector de Batán Un sector de Estación

Chapadmalal Un sector de Parque

Hermoso y Valle Hermoso

Las Canteras Un sector de Antártida

Argentina Autódromo Santa Rosa del Mar de

Peralta Ramos Santa Celina Nuevo Golf Parque Independencia Radio en el cual se

encuentra el actual relleno sanitario

Radio donde se encuentra el parque industrial

Vulnerabilidad ambiental

Áreas a Optimizar (OPT) Áreas a Refuncionalizar (REF) Áreas de Recuperar (REC) Áreas a Revitalizar (REV)

Vulnerabilidad física Vulnerabilidad sanitaria Vulnerabilidad habitacional Vulnerabilidad social Vulnerabilidad económica

Áreas a Consolidar (CON)

Ausencia de infraestructura de servicios de red de agua y

cloacas

Incompatibilidades asociadas a la disposición final de RSU

S. 5 Ausencia de infraestructura de

servicios de red de agua y cloacas

Un sector de Los Acantilados

Un sector de San Patricio

Un sector de Playa Serena

Un sector de San Jacinto

Vulnerabilidad física Vulnerabilidad sanitaria Vulnerabilidad habitacional Vulnerabilidad educativa Vulnerabilidad económica

Áreas a Consolidar (CON)

Fuente: Elaboración personal.

13

5

Page 141: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

136

A continuación se enuncian las propuestas generales de OAT para cada

estrategia:

Áreas a optimizar

Regular el uso de productos fitosanitarios (agroquímicos y fertilizantes) a través

de una nueva Ordenanza que sea más específica en cuanto al manejo y

distancias de aplicación de los productos.

Controlar por parte del Estado el cumplimiento de la normativa respecto a los

productos fitosanitarios.

Capacitar a los encargados de manipular los productos químicos en los

campos.

Informar a la población que habita en las zonas adyacentes a los sitios donde

se emplean los productos fitosanitarios, sobre peligrosidad y efectos que

puedan generar los mismos.

Establecer proyectos ambientales a largo plazo para que se haga efectiva la

continuidad del proyecto.

Dinamizar la actividad científica respecto a las problemáticas urbano-rurales.

Incentivar por parte del Estado, la certificación de Buenas Prácticas Agrícolas,

que se definen como un conjunto de principios, normas y recomendaciones

técnicas, tendientes a reducir los riesgos físicos, químicos y biológicos en la

producción y cosecha y minimizan el impacto ambiental.

Estimar la capacidad de carga de los terrenos utilizados para pastoreo, con el

fin de establecer programas para su uso sustentable.

Establecer planes de protección de los pastizales nativos, respetando las

actividades presentes.

Ordenar las áreas industriales incentivando la densificación de

establecimientos y su relocalización.

Realizar controles periódicos sobre la disposición de residuos, efluentes y

emisiones de las industrias.

Áreas a revitalizar

Propiciar la mejora en el sistema de saneamiento urbano (tratamiento de

efluentes cloacales) a fin de mitigar impactos actuales y potenciales.

Establecer controles periódicos sobre conexiones a la red de cloacas para

determinar aquellas que sean ilegales y que contribuyen a la colmatación y mal

funcionamiento de la planta de tratamiento.

Page 142: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

137

Establecer sistemas de tratamiento de efluentes líquidos dentro del área

industrial.

Fijar pautas para realizar la tarea de mantenimiento de la planta de pre

tratamiento y la próxima Estación Depuradora de Aguas Residuales, de

manera periódica.

Implantar mecanismos de mantenimiento eficientes para el emisario

submarino.

Ordenar el área de influencia del predio de disposición de residuos, para que el

acceso sea solo para los trabajadores del lugar.

Proponer la creación de plantas de separación de residuos para optimizar su

disposición final.

Construir un relleno sanitario especial para disponer los residuos del área

industrial y de esta manera alivianar la carga del relleno sanitario actual.

Sanear áreas altamente degradadas (basurales en áreas aledañas al predio de

residuos) a fin de evitar exposición a situaciones de riesgos a la población.

Fomentar charlas y capacitaciones sobre los hábitos del cuidado de la salud e

higiene, para evitar exposiciones a riesgos resultantes de la formación de

basurales contiguos a las viviendas.

Fijar controles periódicos por parte del estado, sobre las condiciones sanitarias,

respecto a la recolección de residuos en los barrios linderos al relleno sanitario.

Áreas a consolidar

Aumentar la frecuencia de los colectivos de aquellas líneas que lo hacen de

manera muy espaciada, y ampliar los recorridos, garantizando la accesibilidad

a los servicios y equipamientos existentes desde los distintos barrios.

Realizar tareas de reparación y mantenimiento de las calles, para evitar

accidentes y así lograr una mayor accesibilidad física.

Construir nuevas instalaciones de salud pública intermedia para garantizar el

acceso a toda la población.

Mejorar la dotación de equipamientos de educación primaria, secundaria y

terciaria.

Realizar talleres con el objetivo de que los padres incentiven la escolaridad de

los niños.

Promover el desarrollo de proyectos urbanos que articulen e integren los

barrios del periurbano y con la ciudad.

Page 143: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

138

Relocalizar algunos asentamientos situados en áreas ambientalmente críticas o

bien mejorar las condiciones urbanas asegurando al menos la mínima dotación

de infraestructura y servicios básicos.

Impulsar la construcción de vivienda pública sólo en aquellas áreas que

cuentan con infraestructura y servicios.

Extender la red de agua potable, gas y cloacas en las zonas más alejadas

donde sea posible.

Establecer planes para facilitar el acceso a los servicios mencionados

previamente, de las familias que no pueden conectar el servicio por su alto

costo.

Realizar el control de la calidad del agua por parte del Estado, en zonas donde

se utilice agua de pozo o donde existieran conexiones ilegales a la red de

agua.

Incentivar estudios científicos sobre la calidad del agua, principalmente en

aquellos sectores aledaños a campos donde se utilicen productos fitosanitarios.

Favorecer el desarrollo de actividades productivas asociadas a la conservación

de recursos para generar nuevos puestos laborales.

Fomentar cursos de capacitación laboral gratuitos para que la población de los

barrios más carenciados estén mejor calificados para los empleos.

Áreas a refuncionalizar

Restaurar las áreas en las cuales se desarrolla la actividad minera.

Propiciar investigaciones científicas, principalmente para evaluar la calidad del

agua y disposición de residuos, durante el desarrollo de la actividad minera.

Controlar que la actividad se desarrolle de la manera que genere menos

impactos ambientales, teniendo en cuenta principalmente evitar procesos de

erosión y contaminación del agua.

Establecer nuevas Ordenanzas que regulen de manera efectiva la actividad

minera, principalmente estableciendo parámetros de utilización de agua, vuelco

de efluentes y disposición de residuos, ajustadas a la realidad local.

Áreas a recuperar

Remediar pasivos ambientales (cavas ladrilleras y canteras abandonadas) para

el desarrollo turístico y recreativo.

Page 144: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

139

Sanear áreas altamente degradadas (cavas ladrilleras y canteras) a fin de

evitar exposición a situaciones de riesgos a la población y promover nuevas

alternativas de uso para las áreas restauradas.

Incentivar investigaciones científicas sobre nuevos usos de los pasivos

ambientales.

A continuación, en la Figura 17, se muestran las estrategias distribuidas para

cada radio en particular. Se observan aquellas que predominan en cada sector, y

luego, debido a que la mayoría de las áreas críticas demandan la aplicación de varias

estrategias, se prosiguió a identificarlas con círculos de los colores correspondientes.

Al momento de determinar las estrategias predominantes para los radios, se

consideró cuál dimensión de la vulnerabilidad era la más afectada y los usos de suelo

correspondientes. De esta manera, teniendo en cuenta las actividades que se

desarrollan en el área, se logra identificar qué vulnerabilidad predomina, y en

consiguiente, qué estrategia es la más demandada.

Finalmente, es importante mencionar que cada situación en particular requiere

acciones más concretas a desarrollar en investigaciones posteriores.

Page 145: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

140

Figura 17 Distribución de las estrategias de OAT

Fuente: Elaboración personal.

Page 146: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

141

DISCUSIÓN FINAL Y CONCLUSIONES

Tal como se deduce de la fundamentación teórica, de los antecedentes y del

trabajo empírico realizado, el área de estudio de la presente tesis manifiesta una gran

complejidad debido a que se encuentra sometida a intensos procesos de cambios

(naturales, socioculturales, económicos) y cuyo estudio demanda miradas integrales.

De la revisión bibliográfica realizada surge además, que para abordar el

periurbano desde distintas perspectivas disciplinares, no existe un consenso sobre la

definición conceptual de la interfase. Sin embargo, hay coincidencias generalizadas en

que este espacio manifiesta importantes diferenciaciones socio-ambientales que

asocian distintos niveles o grados de vulnerabilidad.

Al considerar la evolución del periurbano marplatense, el momento analizado se

ubica en el último período definido por Echechuri et al. (1998); Bengoa (2001) y

Ferraro et al. (2013). Ese momento, vinculado con las funciones que tiene el

periurbano para la ciudad de Mar del Plata y el partido de General Pueyrredon, se

caracteriza por la consolidación de nuevas zonas que desplazan al campo y por la

expansión de áreas urbanas, principalmente sobre el sector costero y sobre los ejes

de acceso más importantes. Numerosos sectores próximos al ejido urbano se

densifican, y aparecen sectores de alta vulnerabilidad. La actividad hortícola sigue

teniendo relevancia en el periurbano. La productividad se incrementa por el masivo

uso de agroquímicos y el crecimiento de la producción bajo cubierta. Se generan y

consolidan nuevos usos residenciales con características contrastantes: viviendas de

veraneo o segundas residencias y equipamiento vinculado con el sector turístico

costero, barrios cerrados y asentamientos precarios. Además, en este período

aparecen diferentes normativas ambientales que condicionan el desarrollo de

actividades en áreas periurbanas, acentuándose la preocupación social por estos

temas. Estos aspectos, se verifican en el trabajo de campo y en las entrevistas

realizadas a informantes del área.

Como se desarrolla en la definición del área de estudio, la dinámica periurbana

también se expresa al intentar definir los límites de este espacio. En referencia a ello,

Ferraro et al. (2013) afirman que el sistema periurbano de la ciudad de Mar del Plata

se extiende desde una línea señalada por el amanzanamiento, la presencia de agua

potable por red y red cloacal y constituye una franja de territorio heterogéneo en el que

se mezclan y yuxtaponen diferentes actividades económicas y de servicios con una

población de características socio-económicas diversas, pero identificadas con un

Page 147: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

142

común denominador de diferentes conflictividades (sociales, económicas, de

convivencia de usos, etc.), hasta la línea que representa la agricultura y ganadería

extensiva. Lo mencionado plantea una arbitrariedad a la hora de evaluar la

vulnerabilidad socio-ambiental en distintos momentos históricos ya que los límites son

móviles y por lo tanto varía el espacio sobre el que se realiza el análisis.

Partiendo del concepto de problema ambiental (Fernández, 2000) y del enfoque

de la teoría social del riesgo (Kaztman, 2000), puede decirse que los peligros

ambientales que emergen en la interfase periurbana marplatense son resultado de los

desequilibrios que se establecen entre el sistema social y el sistema natural en sus

distintos niveles de intervención. Dichos peligros se relacionan directamente con la

heterogeneidad de actividades que existen en el área, la forma en que se llevan a

cabo y, por consiguiente, con la diversidad de usos del suelo que acoge.

Teniendo en cuenta las principales actividades desarrolladas en el periurbano en

estudio, se identifican como peligros ambientales más significativos: la exposición a los

agroquímicos, incompatibilidades asociadas con la disposición final de RSU, peligros

asociados a la ausencia de infraestructura de servicios de red de agua y cloacas; y

deficiente tratamiento de efluentes cloacales.

La evaluación de los peligros mediante la metodología de Conesa Fernández-

Vítora (2010), permite afirmar que la interfase rural-urbana estudiada presenta

dificultades severas respecto a la exposición a agroquímicos y moderadas en relación

a la ausencia de infraestructura de servicios de red de agua y cloacas, a la disposición

final de RSU, y al deficiente tratamiento de efluentes cloacales. En parte, estos dos

últimos peligros parecieran revertirse mediante proyectos concretos que actualmente

se encuentran en ejecución.

En relación con el segundo peligro mencionado, el Plan Estratégico de 2005

(Monteverde, 2005) señala que, en el caso de Mar del Plata, se manifiesta un claro

estímulo a la expansión de la ciudad con muy bajos niveles de ocupación y densidad,

lo cual conlleva problemas asociados fundamentalmente con la dotación de

infraestructura y servicios. En este sentido, es importante tener en cuenta la

importancia que tiene la dotación de servicios de red de agua y cloacas respecto a

problemas tales como la contaminación del agua de pozo por infiltración de

agroquímicos y por infiltraciones de pozos sépticos.

Asimismo, es importante destacar que la dimensión ambiental incorporada en el

Código de Ordenamiento Territorial actual muestra un enfoque con escasa articulación

Page 148: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

143

entre la implementación de instrumentos de gestión urbano-ambiental y los usos y

actividades reguladas.

La vulnerabilidad socio-ambiental (CARE, 2001; Cortéz et al., 2002, Ávila García,

2008; Bello Sánchez et al., 2009) hace referencia a las condiciones de la población y

su entorno inmediato para enfrentar posibles eventualidades que se traduzcan en

efectos adversos. El grado de debilidad de los factores (sanitarios, habitacionales,

relativos a la accesibilidad, educativos, relativos a la pobreza, económicos y

ambientales) define distintos niveles de vulnerabilidad socio-ambiental que afectan la

sustentabilidad del territorio. En este sentido, el trabajo de tesis asume un concepto

integrador de la vulnerabilidad socio-ambiental, directamente relacionado con la noción

de sustentabilidad y especialmente con la esfera social de la misma. Esta

conceptualización implica considerar distintas dimensiones de la vulnerabilidad

(sanitaria, habitacional, física, educativa, social, económica y ambiental) que implican

la selección de variables e indicadores concretos para su evaluación a través de un

índice sintético: IVSA.

Los resultados muestran que las situaciones más críticas (IVSA= 0,46 – 0,58) se

presentan en los barrios Nuevo Golf, Parque Independencia, Santa Rosa del Mar de

Peralta Ramos, un sector de Antártida Argentina, Las Canteras, Parque Hermoso y

Valle Hermoso, La Peregrina y La Gloria de la Peregrina. Por otro lado, las situaciones

más favorables (IVSA= 0,11 – 0,24) se visualizan principalmente en los barrios del

sector costero, tales como Alfar, Faro Norte, Bosque Peralta Ramos, Playa Serena,

San Patricio, Los Acantilados y El Grosellar.

En general, el análisis territorial del IVSA permite establecer que el sector

periurbano estudiado dista mucho de aproximarse a los logros de equidad y bienestar

socio-ambiental acordes con los principios de sustentabilidad, que sólo se manifiestan

en escasos sectores de la población. Su distribución espacial revela que existe cierta

correlación entre los resultados obtenidos para los valores extremos de los indicadores

en las distintas unidades espaciales en cada una de las dimensiones consideradas.

Los resultados del IVSA obtenidos para el periurbano permitieron distinguir en

primera aproximación tres sectores: a) el costero sur (sector 5), b) las áreas próximas

al ejido, sector costero norte y asentamientos puntuales alejados del ejido (Sierra de

los Padres, Batan, Las Margaritas), c) el interior. El primer grupo abarca un corredor

turístico dotado de algunas infraestructuras, balnearios y con viviendas para veraneo o

segundas residencias que presenta mejores condiciones de vida que el interior. El

segundo, se corresponde con zonas de extensión de servicios sanitarios en los últimos

Page 149: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

144

5 años y la proximidad a las áreas centrales determina buenas condiciones del índice

por accesibilidad, presencia de infraestructura y servicios, equipamientos sanitarios y

de salud, transporte, etc. Por otro lado está el interior, que manifiesta generalmente

valores del IVSA más altos, siendo entonces la zona más vulnerable del área de

estudio. La diferenciación señalada pudo verificarse en algunos sectores mediante las

corroboraciones efectuadas en campo.

La vulnerabilidad socio-ambiental en el área de estudio está dada

fundamentalmente por el alejamiento a centros de salud, la ausencia de servicio

cloacal y red pública de agua (referido a la vulnerabilidad sanitaria), la inaccesibilidad a

estudios superiores (referido a la vulnerabilidad educativa), la ausencia del servicio de

red de gas (vulnerabilidad habitacional) y en la convivencia con actividades que

resultan ambientalmente conflictivas para la población y cuyos efectos tienen alcances

superadores del ámbito en el que se lleva a cabo la actividad (disposición de residuos,

actividades industriales, minería, agricultura intensiva) (vulnerabilidad ambiental). Por

otra parte, las áreas más vulnerables corresponden al Sector 3 (definido por el eje de

la Ruta 226) y el Sector 4 (definido por el eje de la Ruta 88).

Teniendo en cuenta la hipótesis planteada en primera instancia37, se observa

que además de la vulnerabilidad sanitaria y educativa, la vulnerabilidad física y

ambiental también registran valores críticos. Por otro lado, los principales sectores

afectados no corresponden a la Ruta 2 (Sector 2) y la Ruta 11, en dirección Norte

(Sector 1) identificados en un primer momento. Esto se debe fundamentalmente a que

las premisas fueron enunciadas de acuerdo con trabajos antecedentes basados en

datos del censo de 2001 y con indicadores que trabajan distintas variables,

respondiendo a objetivos o recortes del área diferentes.

La construcción del IVSA presenta tres limitaciones principales detectadas a lo

largo del trabajo: aquellas que surgen de la selección de variables e indicadores;

aquellas relativas a que no se incorporan aspectos subjetivos implicados en el

concepto de vulnerabilidad socio-ambiental; y por último, no se incluyen en este

estudio aspectos de la vulnerabilidad política, importantes de considerar en el marco

de la dimensión política de la sustentabilidad, basada en la participación y en la noción

de gobernanza (Fernández et al., 1999).

Además, la corroboración en campo realizada es insuficiente para verificar los

resultados del índice, no obstante aporta información relevante sobre determinados

37

En relación con este aspecto, es importante recordar que antes de realizar el trabajo de tesis, se planteó como hipótesis general que las situaciones más críticas, durante el año 2010, se presentan en las zonas definidas por los ejes Ruta 88, Ruta 2 y Ruta 11 (en dirección Norte), y está dada fundamentalmente por la incidencia de las dimensiones educativas y sanitarias de la vulnerabilidad.

Page 150: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

145

sectores y demuestra la necesidad de efectuar nuevos estudios de campo más

sistematizados y más profundos que permitan verificar los resultados obtenidos.

No obstante, el procedimiento metodológico empleado permitió caracterizar la

complejidad territorial del periurbano, considerándose válido para analizar la

distribución espacial de las variables seleccionadas e identificar escenarios actuales

de actuación.

Por otra parte, tal como manifiesta Donsini (2004) el sistema existente de

planificación del territorio local no es suficiente para determinar objetivos, políticas y

estrategias de ordenamiento y desarrollo físico-espacial destinados a encauzar el

crecimiento de Mar del Plata y de las demás áreas urbanas y rurales del Partido. En la

actualidad, la población de Mar del Plata dispone de múltiples y variados proyectos

urbanos pero en ocasiones fragmentados y desarticulados debido a la ausencia de

una idea estratégica de ciudad, debidamente consensuada entre ciudadanía y

gobierno y entre los sectores público y privado.

En función de lo anterior y en función de estudios realizados previamente en el

área, la presente tesis plantea seis estrategias generales: áreas a optimizar, revitalizar,

consolidar, refuncionalizar y recuperar. Las propuestas para concretar cada una de

ellas conforman bases para el Ordenamiento Ambiental del periurbano marplatense.

En este aspecto, fue imprescindible realizar un diagnóstico del área, evaluando los

principales peligros, para luego avanzar en estrategias y propuestas tendientes la

gestión sustentable del territorio.

Más allá de lo mencionado, se considera importante profundizar en el diseño de

estrategias ajustadas a la realidad a partir de nuevas unidades de análisis. En relación

con ello, cabe destacar que la escala espacial definida por los radios censales, si bien

permite definir estrategias adecuadas en el nivel de análisis de la tesis, no es

suficiente para captar la diversidad territorial de las particularidades implícitas en cada

radio.

Asimismo, el estudio realizado contribuye a profundizar en el conocimiento de las

dimensiones implicadas en el concepto de vulnerabilidad socio-ambiental, enfatizando

en las diferenciaciones internas del periurbano a partir de datos representativos del

territorio abordado, en el cual, los valores de los indicadores muestran generalmente

condiciones más desfavorables que en el Partido en su conjunto y que las áreas

consideradas urbanas.

En síntesis, el periurbano de Mar del Plata presenta una gran complejidad,

debido a que se encuentra sometido a la interacción constante entre sociedad-

Page 151: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

146

naturaleza. Cuando se identifican y evalúan los peligros, es imprescindible lograr una

gestión de los mismos en el marco de una propuesta de Ordenamiento Ambiental del

Territorio. Además, se considera que el procedimiento metodológico empleado es

transferible a otras áreas periurbanas sobre las cuales se pretenda realizar un

diagnóstico integrado que permita revertir problemáticas derivadas de la escasa

implementación de instrumentos de gestión urbana.

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Plata.

Page 166: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

161

ANEXOS

Anexo 1- Modelo de entrevista

Las preguntas que se muestran a continuación orientan las entrevistas

realizadas a los distintos actores de los barrios que integran el área de estudio, a fin de

poder caracterizar la vulnerabilidad socio- ambiental y verificar de manera exploratoria

algunos de los resultados obtenidos del IVSA.

Modelo de entrevista para actores de los barrios del periurbano estudiado

Información relativa a los entrevistados

Nombre:

Actividad que desempeña:

Nivel educativo alcanzado:

Tiempo que hace que vive o trabaja en el barrio:

Información relativa a la vulnerabilidad sanitaria

Si vive en algún barrio del periurbano estudiado ¿Posee servicio de agua corriente? ¿Posee

cloacas? ¿Cómo evacua los efluentes? ¿Qué tan lejos vive de un centro de salud?

¿Qué porcentaje de la población del barrio estima que tiene agua por cañería dentro de la

vivienda?

¿Qué porcentaje de la población del barrio estima que tiene agua y cloacas?

Información relativa a la vulnerabilidad habitacional

Si vive en algún barrio del periurbano estudiado ¿La casa y el terreno son propios? ¿Alquila?

¿Cuántas habitaciones posee la vivienda? ¿Cuántos baños tiene? ¿Posee agua dentro de la

vivienda? ¿Posee red de gas? ¿Posee energía eléctrica en su vivienda? ¿Posee alumbrado

público?

¿Qué porcentaje de familias en el barrio estima que poseen más de cinco miembros o que

pueden considerarse familias numerosas?

¿Qué porcentaje de familias en el barrio estima que viven en viviendas muy precarias?

¿Qué porcentaje de familias en el barrio estima que comparten el baño?

¿Qué porcentaje de familias en el barrio estima que viven en terrenos que no son propios?

¿Qué porcentaje de familias en el barrio estima que poseen red de gas?

¿Qué porcentaje de familias del barrio estima que poseen energía eléctrica domiciliaria?

¿Qué porcentaje de familias del barrio estima que poseen alumbrado público?

Información relativa a la vulnerabilidad física

¿En qué se moviliza hacia el centro u otros barrios de Mar del Plata?

¿Qué porcentaje de familias del barrio estima que poseen transporte público cercano?

¿Cómo calificaría el servicio de transporte público en el barrio? Malo – Regular – Bueno –

Muy bueno

Información relativa a la vulnerabilidad educativa

Page 167: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

162

Si tuviera que evaluar el nivel de instrucción de la población hasta 12 años que vive en el

barrio, ¿cómo lo calificaría? Malo – Regular – Bueno – Muy bueno

¿Qué porcentaje de la población que tiene más de 12 años estima que tiene primario

incompleto?

¿Qué porcentaje de la población de 18 años o más, estima que asiste a universidades o

terciarios?

Información relativa a la vulnerabilidad social

¿Qué porcentaje de la población del barrio estima que se encuentra en un nivel crítico de

pobreza?

¿Qué porcentaje de la población estima que vive en asentamientos informales?

Información relativa a la vulnerabilidad económica

Si vive en algún barrio del periurbano estudiado ¿Existe en su familia algún miembro

desocupado? ¿Recibe ayudas o planes sociales?

¿Qué porcentaje de la población estima que se encuentra desocupada en el barrio?

¿Cuál es la principal fuente de ingreso de las familias?

¿Qué porcentaje de las familias del barrio estima que reciben ayudas o planes sociales?

Información relativa a la vulnerabilidad ambiental

¿Qué problemas ambientales puede identificar en el barrio?

¿Considera que en el barrio coexisten actividades que impliquen riesgos ambientales, tales

como agricultura intensiva, industrias, centros de tratamiento de efluentes, rellenos

sanitarios?

¿Suelen registrarse inundaciones frecuentemente?

¿Le gusta el barrio en el que vive o trabaja? ¿Qué le cambiaría?

¿Cuáles han sido los mayores cambios en el barrio desde que vive o trabaja allí?

Para informantes vinculados con las escuelas

¿Cuántos alumnos aproximadamente tiene la escuela?

¿Cómo calificaría la deserción escolar? Muy alta – Alta – Media – Baja

¿Cuáles son las problemáticas más frecuentes de los niños que asisten a la escuela?

Para informantes vinculados con los centros de salud

¿Qué servicios brinda la unidad sanitaria?

¿Cuáles son las patologías más frecuentes? ¿A qué se atribuyen las mismas?

¿Cuáles son las problemáticas más frecuentes en los pacientes que asisten a la sala?

¿Hay participación de la comunidad en las actividades propuestas por el centro de salud?

Fuente: Elaboración personal.

Page 168: “Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental del

La presente tesis se terminó de imprimir en febrero de 2015