etica clinica - empatia

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 1  Empatía e Intersubjetividad Modelo fenomenológico de la relación médico - paciente Dra. Elena Lugo, Ph. D.

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    Empata e Intersubjetividad

    Modelo fenomenolgico de la relacin mdico - paciente

    Dra. Elena Lugo, Ph. D.

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    Introduccin

    La tecnologa ha alterado significativamente la forma y el sentido de la relacin mdico - paciente. El contacto con el paciente puede ser breve y ocurrir en perodos intermitentes. En este contacto predominan los aspectos tcnicos por encima de la persona del paciente y su experiencia existencial de la dolencia; su corporeidad se reduce a lo que revela el estudio emprico de la anatoma y la fisiologa; la dolencia es categorizada segn los sntomas accesibles a los recursos tecnolgicos de diagnstico y no tanto segn los frutos del dilogo; y finalmente la participacin del profesional se hace tan cientfica y tcnica (en nombre de la objetividad clnica) que sus valores y sentimientos (al igual que los del paciente) quedan marginados.

    De cara a una medicina tecnologizada, muchos pacientes se sienten considerados y tratados como objetos desmenuzables en sus partes y evaluados cuantitativamente, de modo mecanicista. Su persona queda reducida a la enfermedad como categora abstracta, y sta, a su vez, es definida en trminos de sntomas de acuerdo al modelo fisiolgico, con lo cual la experiencia personal del sufrimiento es reducida al acto de localizar y describir objetivamente el dolor.

    La presencia del profesional que se considera cientfico - tcnico en su objetividad, pierde la empata, la cercana cordial y la comprensin compasiva que tanto necesita el paciente en su vulnerabilidad e inseguridad fsico - psquicas y existenciales. La fragmentacin de su ser y el aislamiento que la relacin impersonal supone, genera una experiencia de agresividad y militancia del profesional que dice combatir con la tcnica una dolencia vista como invasora del organismo biolgico. No es de extraar que se suscite una violencia sutil de carcter psquico ms que fsico, de rasgos existenciales que hieren la intimidad espiritual y no slo la integridad corprea.

    En este trabajo no evalo las contribuciones positivas de la alta tecnologa a la medicina moderna. Tampoco planteo otras causas posibles de la despersonalizacin en la relacin mdico - paciente (seguros de salud, obras sociales, condicin impersonal de la vida urbana de la poca industrializada).

    La alta tecnologa moderna, al aplicarse al cuidado de la salud, debe regirse por una consideracin de la finalidad de la medicina en cuanto tal y de las exigencias inherentes al acto clnico que establece la relacin profesional mdico y paciente. En la medida en que no se cultive esta consideracin se corre el riesgo de violar la dignidad de las personas en la relacin, al igual que violar la justicia de la relacin en s.

    En esta presentacin me propongo exponer cmo existe, de hecho, este tipo de violencia sutil. Intentar a su vez presentar la teora fenomenolgica de la intersubjetividad como fundamento de la tica de la coexistencia y reciprocidad especficas de la relacin clnica de cuidado. Un fundamento que est en armona con la finalidad de la medicina.

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    El modelo biomdico

    A modo de resumen de lo que entendemos por relacin mdico - paciente ajena a las exigencias ticas de cuidado, planteo el modelo biomdico.

    El modelo biomdico opera como premisa bsica de la medicina autodenominada cientfica. En sta se describe e interpreta a la naturaleza humana en categoras biolgicas y, en particular, en el lenguaje de la gentica molecular y de la bioqumica. El paciente es bsicamente un organismo biolgico complejo y la enfermedad es una desviacin de los parmetros normales.

    En el plano prctico de la gestin clnica, el modelo biomdico, con su concepto de enfermedad como mal funcionamiento de un rea somtica, propone una definicin del mdico como ingeniero de conocimientos especializados y diestro en la tcnica. La enfermedad es un desafo tcnico y la muerte un desacierto en la aplicacin de recursos tcnicos empleados para rescatar al cuerpo de la amenaza que sufre su funcionamiento e integridad.

    El modelo biomdico no slo resulta inadecuado porque no responde cabalmente a lo que exige una prctica clnica real en cuanto al cuidado de la totalidad de la persona que experimenta su dolencia, sino tambin porque puede desvirtuar el acto profesional - clnico en s mismo. Este ltimo, recordemos, es un acto inspirado en el principio de beneficencia para con la persona o ser integral del paciente. Hablamos aqu de un respeto a las dimensiones simblico - espirituales y culturales del paciente en lo que hace a su intimidad y vulnerabilidad existencial ante la posible desintegracin de su ser que la enfermedad, la dolencia o las lesiones en cuestin le acarrearn.

    Modelo psicobiomdico

    En contraste con el modelo biomdico, o ms bien a modo de complemento, sealo ahora el modelo psico - biomdico. Para su fundamentacin ontolgica y axiolgica propongo una teora fenomenolgica de la intersubjetividad basada en la empata (fenomenologa de Edmundo Husserl y su discpula Edit Stein) y ampliada por la fenomenologa del dilogo (Gabriel Marcel y Martn Buber).

    Quedar as demostrado que las personas, por ms que valoren su privacidad e intimidad, inevitablemente se constituyen a s mismas relacionndose con los dems con vnculos de reciprocidad. Vale decir que los valores quedan enunciados en un contexto de intersubjetividad.

    El enfoque fenomenolgico pregunta cmo es posible que un ser humano se relacione con otro, cul la naturaleza del ser persona para que la realidad de ser en un plano individual (en alemn, Eigensein) permita o exija un ser en solidaridad con otros (Mitsein) y un horizonte vital (Lebenswelt) a modo de comunicacin y comunin

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    (M. Buber), en el cual uno cuide y se preocupe del otro en un contexto social y material comn. Se trata, en resumen, del fenmeno del encuentro y participacin de persona con persona en el mbito de los valores.

    La teora de la intersubjetividad y su componente esencial, la empata, presentada por Edmundo Husserl y elaborada por su discpula Edit Stein, nos ofrece a la pregunta enunciada una fundamentacin y una orientacin.

    Definiciones y condiciones de la intersubjetividad

    Sin detenerme en las reducciones husserlianas y sus implicancias idealistas, me limito a sealar algunas definiciones y condiciones de la intersubjetividad que resultan tiles para elaborar el modelo psicobiomdico.

    La empata es bsicamente la conciencia o perspectiva con la cual abordo una persona ajena que se me hace presente1.

    Nuestra individualidad se va revelando en las experiencias personales; de modo similar, el otro se nos va revelando en las experiencias empticas que tengamos de l. En el primer caso se trata de una percepcin primordial, mientras que, en el segundo, de una no primordial (Husserl habla aqu de un hacerse presente).

    Desde el punto de vista fenomenolgico el problema radica en cmo construir significativamente al otro como entidad psicofsica, como ego espiritual y como persona nica, respetando su alteridad, vale decir, evitando convertirlo en algo extrao, en una amenaza, en competencia, en algo indiferente o incluso hostil, pero, a la vez, sin intentar infundirle nuestro yo para colocarlo en una dependencia esclavizante de nosotros.

    Para apreciar mejor la relevancia de la teora de la intersubjetividad como base de un modelo clnico de autntica coexistencia humana, desglosemos brevemente las condiciones constitutivas de la empata segn Husserl y Stein, aplicndolas al tema de esta ponencia.

    1. Cada sujeto en la relacin debe ser autoconstituido, porque de otro modo no tendra significado en un contexto fenomenolgico.

    Vale decir, slo quien se experimenta a s como persona ntegra y depositaria de una clara significacin puede entender empticamente al otro. Tanto el mdico como el paciente deben aclarar primero el sentido de su propia experiencia de sufrimiento, dolor y posibilidad de muerte. Si entendemos sufrimiento como desasosiego generado por la percepcin de una prdida actual o potencial de la integridad espiritual psicolgica y fisiolgica de la persona en su continuidad temporal, entonces evidentemente la empata (base de la compasin) exige un entender al otro a partir de la realidad que comparten el mdico y el paciente: ser personas sujetas a las mismas contingencias. 1 Edit Stein, On the Problem of Empathy, Washington, D.C. C.S. Publication, 1989.

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    Dialogar o comunicarse participativa y actuar conjuntamente con otros exige ser fiel al valor propio de la persona y su capacidad de autorrealizacin. Se trata de una coexistencia, de un compartir la totalidad, la unidad y la singularidad del otro sin menoscabo de uno mismo.

    2. Cada sujeto en la relacin debe ser constituido como tal en todo otro sujeto, porque de otro modo nos instalaramos en un solipsismo sin comunicacin posible.

    Vale decir, cada sujeto en la relacin debe reconocer que el otro es sujeto y que l es para el otro tambin un sujeto. De ese modo la relacin mdico - paciente no degenerar en una relacin en la cual un sujeto cosifica y despoja al otro de su condicin existencial y a la vez se siente amenazado por el otro que puede reducirlo a objeto inanimado.

    El cuerpo del otro (anlogo al mo) se presenta (intencionalidad constitutivo - emptica) no como mera entidad fsica, sino como punto de referencia de sensaciones y orientacin en el espacio; como agente de movimiento voluntario vital y no mecanizado; como sede de una individualidad psquica y, finalmente, como persona de vida cognoscitiva, volitiva y afectiva.

    3. En la medida de lo posible, la constitucin intencional del otro debe estar en consonancia con su propia autoconstitucin, ya que de otro modo dicha constitucin intencional no tendra validez ontolgica ni seriedad axiolgica.

    As pues el mdico complementa su diagnstico clnico con el cultivo de la empata. Esto no equivale estrictamente a sentir el sufrimiento individual y privado del otro ni captar cabal y certeramente la trayectoria total de la otra persona en su unidad y singularidad. Para la empata podra ser suficiente obtener tres tipos de informacin:

    hechos constituyentes de la situacin o vivencia; valores del paciente y trayectoria existencial de ste. El mdico advierte que el paciente necesita y tiene la posibilidad de proyectarse

    desde su centro (su integridad) y de participar en valores (sobre esto hablaremos al final).

    El mdico emptico percibe que el paciente, como sujeto y yo profundo, est afectado por la enfermedad y siente la amenaza de prdida de su integridad y singularidad. El sufrimiento es individual y privado, pero reconocer ese sufrimiento, sin lo cual no habra cuidado mdico real, exige un entendimiento capaz de trascender la exactitud y precisin de la mera objetividad cientfica y avanzar hacia lo que Marcel llama presencia ante el misterio del otro, vale decir, avanzar hacia la identidad, continuidad temporal e ideales de esa persona en su ambiente fsico - social.

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    4. Cada sujeto en la relacin debe constituir un mundo de objetividad que sea de algn modo idntico al mundo constituido por los otros sujetos, de otra manera no habra mbito comn para la comunicacin. De este modo la relacin mdico - paciente se funda en un contexto de comunidad profesional, familiar, cultural y social, con sus correspondientes obligaciones de justicia social.

    Hemos presentado la empata intersubjetiva como un tipo de transferencia de una interioridad personal que cobra contacto con el sufrimiento de otra por va de una percepcin de su corporeidad y a modo de vivencia significativa. Estudiosos como Pellegrino y Thomasna, entre otros, no cesan de sealar la importancia de esta transferencia para el acto clnico del cuidado mdico y para el sentido propio de una medicina moderna que valore la autopercepcin de lo corpreo2.

    Estamos ante un modelo de la relacin mdico - paciente descrito por la fenomenologa de la intimidad y del dilogo y que designamos como modelo psquicobiomdico existencial (E.P.B.).

    Las vinculaciones ntimas suponen una valorizacin mutua de carcter intrnseco y de promocin benevolente (confianza, apertura y disponibilidad interior matizadas por la autodisciplina y el cultivo de la nobleza) a la vez que beneficiente (creativa y valientemente efectiva). A su vez la relacin mdico - paciente supone dilogo en el sentido de M. Buber: comunicar al otro la propia experiencia de tal modo que cale en el horizonte de experiencias del otro y lo complemente, y as sus percepciones propias pasen a formar parte del mundo del otro. Sin dilogo no hay coexistencia.

    Cmo es este modelo de relacin que promete ser un aporte a la tica de la coexistencia ms all del legalismo e impersonalidad del lenguaje empresarial de derechos en conflicto?

    1. El modelo psicobiomdico debe incorporar la captacin prerreflexiva o vivencia existencial de la enfermedad segn la descripcin fenomenolgica. Es decir, el mdico debe cultivar la intuicin y la introspeccin para as captar o entender el sentido de la enfermedad como vivencia subjetiva.

    2. Este entendimiento suministra un horizonte de experiencias de dolor, miseria y discapacidad, al igual que placer, esperanza y alivio que enriquece

    2 Para una exposicin sobre el sentido del cuerpo en la medicina moderna y posmoderna, cf. Levin M y Solomon, G., The Discursive Formation of the Body in the History of Medicine, en: The Journal of Medicine and Philosophy, 15, pgs. 515-537, 1990.

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    la prctica clnica como actividad profesional eficaz al igual que reverente. Ante todo se reconoce que la enfermedad es una condicin que experimenta la persona en su integridad y no slo una dimensin de sta. Es la persona la que experimenta dolor, pena, discapacidad, deterioro y debilidad vinculadas al quebranto somtico. Pero es tambin esa misma persona la que interpreta su dolencia como motivo de desasosiego, dislocacin, dependencia, posible disolucin del yo, prdida de la propia integridad e interrupcin sbita de la historicidad de la propia existencia.

    Estudiosos del fenmeno de las dolencias en su dimensin subjetiva apuntan a la ansiedad, culpabilidad, ira, miedo y hasta hostilidad que no slo emanan de la interpretacin personal de la condicin patolgica sino que pueden agudizar esta condicin en s mismo. El dolor es un fenmeno complejo. Aunque sea un mecanismo de vigilancia y proteccin del organismo, un mecanismo que indica la existencia de dao, tambin impide al doliente trabajar, pensar claramente, dormir normalmente, le resta tiempo de trabajo, le resta apetito, le disminuye el nimo e inclusive le atrofia la capacidad volitiva para vivir.

    Estudiosos fenomenolgicos han revelado que la persona enferma con frecuencia se concentra en su corporeidad dolorida, herida o incapacitada, alterando as la unidad prerreflexiva de mente y cuerpo, por lo cual contempla a su cuerpo como algo amenazante.

    3. Confianza

    La confianza mutua facilita el acto profesional de la prctica clnica beneficiente. El paciente puede tolerar as el desequilibrio, el ataque, el desafo a su persona que trae aparejado la enfermedad, y a la vez ensayar una nueva integracin de s mismo y de su historia personal a la realidad de la dolencia.

    4. Dignidad

    Segn Kass, estos actos de autoconciencia y de autorreconocimiento no son signos de ser mero cuerpo o signos de una condicin de inferioridad, sino de algo muy especial. De algo que a pesar de todo - o quizs precisamente por estar conscientes de la necesidad - afirma la vida y la totalidad, y lucha por preservarlas y dignificarlas. Un buen mdico hace del apoyo de la dignidad una parte significativa de su tarea profesional, ofreciendo esperanza sin engao, conducindose con seriedad pero sin solemnidad, impartiendo consejo al igual que respetando la libertad3.

    5. El modelo E.P.B. presenta una tica del cuidado asumida como autorrenuncia concentrada en la necesidad del otro, orientada a la bsqueda del bienestar del otro. Esta tica necesita de un pensar intuitivo que presente al otro como un otro yo, con quien se entra en contacto ntimo pero

    3 Leon Kass, Toward a More Natural Science, New York, The Free Press, 1985.

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    reverente, y ante quien la corporeidad es una vivencia y no una percepcin meramente objetivadora.

    Con ese otro yo se genera una relacin mdico - paciente

    que genera obligaciones de beneficencia ms all de la estrecha consideracin de la autonoma personal - individual, y

    subraya la comunidad humana solidaria en la relacin del mdico con su paciente.