estudios de violencia en cuba

30
COLEGIO DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES Vol.2, No.1, 2002 En este número: 1 LOS ESTUDIOS DE LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER EN LAS RELACIONES DE PAREJA EN CUBA: UNA REFLEXIÓN CRÍTICA Dra. Clotilde Proveyer Cervantes 2 REFORMA ECONÓMICA Y REESTRATIFICACIÓN DE LA ESTRUCTURA SOCIOCLASISTA CUBANA Dra. Mayra P. Espina 3 LA CONSTITUCIÓN DE 1940 DESDE NUESTRA ACTUAL PERSPECTIVA Dr. Julio Fernández Bulté 4 LA INCORPORACIÓN DE LA CATEGORÍA GÉNERO EN LOS ESTUDIOS DE POBLACIÓN Dra. Sonia I. Catasús Cervera 5 LA JUVENTUD CUBANA Y SUS PERSPECTIVAS. ESTADO ACTUAL DE LAS INVESTIGACIONES SOBRE JUVENTUD Dra. Natividad Guerrero Borrego 6 INVESTIGACIONES ACTUALES RELATIVAS AL JOVEN UNIVERSITARIO Dra. Viviana González Maura 7 MOMENTOS DE CAMBIO DE LA REPUBLICA BURGUESA Dra. Francisca López Civeira 8 LAS INVESTIGACIONES SOBRE LA JUVENTUD EN CUBA. ALGUNOS APUNTES PARA SU CONPRENSIÓN Desirée Cristóbal Ma. Isabel Domínguez GRUPO REALIZADOR Editora: Lic.Olimpia Chong Carrillo Diseño y Edición computarizada: Peter UNIVERSIDAD DE LA HABANA San Lázaro y L, Vedado Ciudad da La Habana, C. Postal 10400 LOS ESTUDIOS DE LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER EN LAS RELACIONES DE PAREJA EN CUBA: UNA REFLEXIÓN CRÍTICA Dra. Clotilde Proveyer Cervantes Las últimas décadas de este siglo han sido espectadoras de importantes cambios a escala social que, sin lugar a dudas, son revolucionadores de lo conceptualizado como femenino generando en las mujeres como grupo social, por supuesto, con diversos matices, una situación social que facilita la desconstrucción de muchos de los mitos y estereotipos que en torno a la identidad femenina han sido construidos culturalmente. Por supuesto, las ciencias sociales están dando cuenta de este fenómeno, pero su análisis solo puede ser completo si incluye la perspectiva de género, porque ella permite integrar, no solamente las variables que visibilicen la presencia femenina en esos cambios, sino, además todo el conjunto de condiciones y circunstancias en que las mujeres han sido a la vez objetos y sujetos de esas transformaciones; poniendo de relieve los obstáculos que la condición histórica de marginación y subordinación ha significado para el logro de estos empeños. En ese contexto, evaluar la problemática de la violencia contra la mujer resulta imprescindible porque, siendo la misma tan vieja como la propia sociedad solo ha sido reconocida como problema social en las últimas cuatro décadas. La visibilización y cuestionamiento de su legitimidad, resultado sin dudas de las luchas de las mujeres y de muchos hombres en el mundo, han generado esfuerzos importantes de organizaciones internacionales con la O. N. U. a la cabeza, de movimientos sociales, de gobiernos de diferentes países y de grupos enteros de mujeres organizadas para contribuir a su erradicación. Pero este problema social que es reflejo de relaciones de poder androcéntricas no puede resolverse solo con la simple instrumentación de leyes y códigos. Son imprescindibles transformaciones radicales en la situación social de las mujeres que posibiliten la desconstrucción de los monopolios de poder y de los estereotipos que tradicionalmente han marcado la construcción de la identidad femenina y la masculina. Por supuesto, la sociedad cubana en la que tantas y tan importantes transformaciones se han producido en la situación social de las mujeres, no está ajena a esta realidad, porque aún cuando el proyecto social contribuye a desterrar decisivamente muchos de los

Upload: ips-cuba

Post on 31-Mar-2016

251 views

Category:

Documents


1 download

DESCRIPTION

Sistematización de estudios sobre violencia en Cuba

TRANSCRIPT

Page 1: Estudios de violencia en Cuba

C O L E G I O D E C I E N C I A S S O C I A L E S Y H U M A N I D A D E S

Vol.2, No.1, 2002

En este número:

1 LOS ESTUDIOS DE LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER EN LAS RELACIONES DE PAREJA EN CUBA: UNA REFLEXIÓN CRÍTICA

Dra. Clotilde Proveyer Cervantes

2 REFORMA ECONÓMICA Y REESTRATIFICACIÓN DE LA ESTRUCTURA SOCIOCLASISTA CUBANA

Dra. Mayra P. Espina

3 LA CONSTITUCIÓN DE 1940 DESDE NUESTRA ACTUAL PERSPECTIVA

Dr. Julio Fernández Bulté

4 LA INCORPORACIÓN DE LA CATEGORÍA GÉNERO EN LOS ESTUDIOS DE POBLACIÓN

Dra. Sonia I. Catasús Cervera

5 LA JUVENTUD CUBANA Y SUS PERSPECTIVAS. ESTADO ACTUAL DE LAS INVESTIGACIONES SOBRE JUVENTUD

Dra. Natividad Guerrero Borrego

6 INVESTIGACIONES ACTUALES RELATIVAS AL JOVEN UNIVERSITARIO

Dra. Viviana González Maura

7 MOMENTOS DE CAMBIO DE LA REPUBLICA BURGUESA Dra. Francisca López Civeira

8

LAS INVESTIGACIONES SOBRE LA JUVENTUD EN CUBA. ALGUNOS APUNTES PARA SU CONPRENSIÓN

Desirée Cristóbal Ma. Isabel Domínguez

GRUPO REALIZADOR Editora: Lic.Olimpia Chong Carrillo Diseño y Edición computarizada: Peter UNIVERSIDAD DE LA HABANA San Lázaro y L, Vedado Ciudad da La Habana, C. Postal 10400

LOS ESTUDIOS DE LA VIOLENCIA

CONTRA LA MUJER EN LAS

RELACIONES DE PAREJA

EN CUBA: UNA REFLEXIÓN

CRÍTICA

Dra. Clotilde Proveyer Cervantes Las últimas décadas de este

siglo han sido espectadoras de importantes cambios a escala social que, sin lugar a dudas, son revolucionadores de lo conceptualizado como femenino generando en las mujeres como grupo social, por supuesto, con diversos matices, una situación social que facilita la desconstrucción de muchos de los mitos y estereotipos que en torno a la identidad femenina han sido construidos culturalmente.

Por supuesto, las ciencias sociales están dando cuenta de este fenómeno, pero su análisis solo puede ser completo si incluye la perspectiva de género, porque ella permite integrar, no solamente las variables que visibilicen la presencia femenina en esos cambios, sino, además todo el conjunto de condiciones y circunstancias en que las mujeres han sido a la vez objetos y sujetos de esas transformaciones; poniendo de relieve los obstáculos que la condición histórica de marginación y subordinación ha significado para el logro

de estos empeños. En ese contexto, evaluar la

problemática de la violencia contra la mujer resulta imprescindible porque, siendo la misma tan vieja como la propia sociedad solo ha sido reconocida como problema social en las últimas cuatro décadas.

La visibilización y cuestionamiento de su legitimidad, resultado sin dudas de las luchas de las mujeres y de muchos hombres en el mundo, han generado esfuerzos importantes de organizaciones internacionales con la O. N. U. a la cabeza, de movimientos sociales, de gobiernos de diferentes países y de grupos enteros de mujeres organizadas para contribuir a su erradicación.

Pero este problema social que es reflejo de relaciones de poder androcéntricas no puede resolverse solo con la simple instrumentación de leyes y códigos. Son imprescindibles transformaciones radicales en la situación social de las mujeres que posibiliten la desconstrucción de los monopolios de poder y de los estereotipos que tradicionalmente han marcado la construcción de la identidad femenina y la masculina.

Por supuesto, la sociedad cubana en la que tantas y tan importantes transformaciones se han producido en la situación social de las mujeres, no está ajena a esta realidad, porque aún cuando el proyecto social contribuye a desterrar decisivamente muchos de los

Page 2: Estudios de violencia en Cuba

ACADEMIA

COLEGIO DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES 2

factores macrosociales que determinan el ejercicio de la violencia contra la mujer, su eliminación requiere, además, de la transformación de las formas de vida que la cultura patriarcal ha impuesto a ambos géneros a lo largo de siglos. Las últimas décadas de este siglo han sido espectadoras de importantes cambios a escala social que, sin lugar a dudas, son revolucionadores de lo conceptualizado como femenino generando en las mujeres como grupo social, por supuesto, con diversos matices, una situación social que facilita la desconstrucción de muchos de los mitos y estereotipos que en torno a la identidad femenina han sido construidos culturalmente.

Las transformaciones macrosociales generadas por la Revolución han producido modificaciones sustantivas en la situación social de las mujeres cubanas como grupo social, convirtiéndola en sujetos protagónicos del cambio ocurrido en la sociedad. El salto cualitativo en su situación social se expresa en que constituyen hoy el 43 % dedicados a la ciencia, el 41,7 % de los investigadores científicos del país y el 57 % de los profesionales y técnicos, así como 45 % de los profesores universitarios.

Estos cambios constituyen indicaciones del protagonismo alcanzado por ellas en la vida nacional pues no se limitan a la incorporación al mercado de trabajo por las necesidades económicas de la familia; sino como sujetos conscientes de la importancia de su rol social para la transformación de la sociedad.

Las mujeres cubanas exhiben, además, elevadas cifras de integración a la vida política del país con un activismo sociopolítico en ascenso, en especial, en el acceso a los cargos de

dirección, aunque todavía no existe correspondencia entre el desempeño de los diferentes niveles de dirección y su protagonismo sociopolítico. Sin embargo, si en 1960 las mujeres dirigentes constituían casos excepcionales, ya en 1995 representaba el 29.8 % de todos los cuadros de dirección, elevándose ya en marzo del 2000 a un 32.3 %.1

Entre las causas que limitan la participación ascendente de la mujer en el poder, sin dudas, juega un papel importante la pervivencia de la cultura patriarcal que mantiene en lo esencial los valores que confieren a los hombres la hegemonía social y por ende, la supeditación femenina en el desempeño de los roles genéricos tradicionalmente asignados y el ejercicio del poder en todos los ámbitos.

Estas conquistas de género de las cubanas que muestran la relevancia de su papel social se han acompañado de otras transformaciones no menos importantes en la vida doméstica y en su desempeño intergenérico tales como: la feminización de la planificación familiar materializada en la disminución del número de hijos por mujer y consecuentemente la reducción del tamaño de la familia, la participación creciente del hombre y otros miembros de la familia en las actividades domésticas. Las mujeres han dejado, como tendencia, de soportar a ultranza relaciones conyugales que carecen de sentido y aumentan significativamente el número de divorcios a la par que se observa una tendencia creciente al establecimiento de relaciones consensuales. También se observa un papel más activo en las decisiones personales y familiares, una mayor conciencia de la

necesidad de autonomía, todo lo cual supone una mayor subordinación femenina.

Sin embargo, estas sustanciales modificaciones operadas en la posición social de las mujeres y en importantes características de su identidad genérica no pueden llegar a pensar en la conclusión del proyecto de equidad intergenérica en Cuba. La realidad cubana vive aún hoy, con sus características peculiares la contradicción generada entre el coprotagonismo incuestionable de las mujeres en la vida social y la pervivencia de valores y relaciones sociales construidos desde una óptica androcéntrica imposibilitando revolucionar radicalmente las formas de vida concretas marcadas por monopolios masculinos. Aquí radica el mayor obstáculo para el desarrollo de una identidad femenina no subordinada.

Es evidente entonces que en la realidad cubana de hoy se expresa ya la desconstrucción de muchos de los estereotipos de la identidad femenina tradicional conviviendo con diversos e importantes soportes de una nueva identidad que proporcionan para muchas protagonizar su propia vida y participar en la conformación del nuevo sujeto histórico femenino en la gestación. Podría afirmarse que la hibridez de género marca hoy la peculiaridad de la vivencia del ser mujer de las cubanas como grupo social.

Por supuesto que dichas transformaciones no han impactado por igual a todos los sujetos, además, la cultura patriarcal es muy abarcadora toca muchos aspectos de la dinámica entre los géneros, ella está entronizada en la subjetividad de los actores sociales que ejecutan dichas

1 Informe Central al VII Congreso de la FMC, La Habana, marzo del 2000

Page 3: Estudios de violencia en Cuba

ACADEMIA

COLEGIO DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES 3

transformaciones y con ellas sus propias condiciones de existencia. Su desconstrucción pasa por complejos y contradictorios procesos de cuestionamientos, renovaciones y búsquedas de referentes no androcéntricos que posibiliten el funcionamiento social desde una auténtica equidad intergenérica.

La evaluación de la violencia contra la mujer en general y más específicamente la que ejerce contra ella su compañero de pareja resulta sumamente compleja por las múltiples aristas que la conforman, pero sin dudas la concepción misma del maltrato no puede desvincularse de la situación de la mujer, de la forma en que ellas asumen su subjetividad y del aprendizaje que mediante la socialización hacen de las normas y valores sociales.

En ese sentido la conformación de la identidad de género como construcción socio-histórica resulta clave para entender las razones que desde la cultura patriarcal explican las conductas femeninas y masculinas diseñadas para la obediencia y el mando, respectivamente. Tanto el hombre como la mujer están violentamente sometidos a la imagen cultural que de ellos se esperan.

La identidad es también resultado de la socialización, además de los aspectos subjetivos e interactivos que la conforman y está atravesada por diferentes nociones (género, clase, raza, etc.) que determinan las peculiaridades de su manifestación en los grupos sociales y en los sujetos individuales. Sustraer de estas consideraciones la problemática de la violencia contra la mujer impide lograr una comprensión adecuada de sus manifestaciones y la razón última que la genera.

Si los atributos, rasgos y estereotipos que definen la masculinidad (vinculada al poder, la fuerza, la inteligencia, la racionalidad y el control, entre otros) y la femeneidad (vinculada a la sumisión, la dependencia, la pasividad, la emotividad y la delicadeza) adquieren relevancia colectiva es porque son aceptadas socialmente y al resultar acatadas por las personas, hombres o mujeres, lo incorporan a su propia definición individual.

La adscripción a los estereotipos sociales que definen la identidad femenina vinculada a la entrega y la abnegación funcionan subjetivamente en la internalización de la infravaloración y la dependencia convirtiendo a las mujeres de hecho en subordinadas como condición esencial de su relación con el otro empoderado, dominante.

Estas características, matizadas por otras influencias sociales influyen en la recepción de la violencia por parte de las mujeres. El hombre acude a ella cuando siente peligrar su poder o cuando considera que esta es la forma más eficaz para mantenerlo, porque la violencia refuerza la certeza de su poder y en la víctima refuerza la certeza de su situación victimal.

En la sociedad cubana como parte de la esencia del proyecto social revolucionario, expresada en la voluntad política del Estado las mujeres se han situado en paridad social con los hombres. La creación de las condiciones legales y estructurales para la equidad significan la premisa indispensable para enfrentar la violencia contra la mujer de manera macroestructural, con todas las implicaciones que tiene para minar desde su base

el patriarcado como ideología, como sistema de relaciones sociales y como sostén cultural de las desiguales relaciones de poder entre hombres y mujeres, causa última de la violencia contra la mujer.

Pero este proceso no se produce de manera lineal y sin contradicciones. La fricción entre los cambios sociales y su expresión en la subjetividad genera enormes conflictos en la vivencia individual de las mujeres y de los hombres.

El análisis de los estudios sobre violencia consultados y los realizados por la autora del presente trabajo, muestran la presencia en la sociedad cubana de la violencia contra la mujer en todas sus manifestaciones, desde las más sutiles hasta la muerte, aún cuando presumiblemente su magnitud no es tan recurrente como en otras regiones del mundo.

Pero ello no puede conformarnos, porque el comportamiento de este problema social evidencia el impacto de la socialización diferente para hombres y mujeres determinado por la pervivencia de la cultura patriarcal en la sociedad cubana, que refuerza y transmite en los hombres pautas de comportamiento y valores estereotipados sobre la masculinidad que contribuyen al aprendizaje y reproducción de la violencia.

Los resultados de los pesquisajes cubanos muestran la presencia del componente de género en la victimización femenina: los delitos en los que ellas son víctimas se producen mayoritariamente en la relación de pareja y en el espacio doméstico como ámbito privilegiado para agredirlas, ellas desempeñan el rol de agresoras en una proporción menor - casi siempre como

Page 4: Estudios de violencia en Cuba

ACADEMIA

COLEGIO DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES 4

alternativa al maltrato que padecen-, ellas reciben mayor ensañamiento de sus hombres cuando las agreden.

En el caso de Cuba, la investigación sobre el maltrato de que son víctimas las mujeres en las relaciones de pareja comienza a adquirir relevancia a partir de la década del 90. Hasta la creación del Grupo de Trabajo Nacional para la Atención y la Prevención de la Violencia Familiar en 1997 los pocos estudios realizados abordaban aspectos puntuales y se realizaban de forma aislada. Estas investigaciones se concentraron fundamentalmente en el Instituto de Medicina Legal de Ciudad de La Habana, en el Centro Nacional de Educación Sexual, el Área de Investigación y Desarrollo de la Fiscalía General de la República, en algunas instituciones del sistema de salud y en la Universidad de La Habana.

El hecho de que estas instituciones hayan comenzado a analizar esta temática evidencia el creciente interés y preocupación de la comunidad científica por profundizar en las causas y características que en nuestro medio tiene la violencia contra la mujer y poder contribuir con ello a la elaboración de estrategias para enfrentar el problema.

El perfil de estas investigaciones, en consecuencia, corresponde a la criminología, las ciencias jurídicas, médicas y psicosociales; abordando principalmente la presencia del

fenómeno en sus distintas formas a través de estudios de caso y en determinadas localidades del país.

Las investigaciones criminológicas y jurídicas han centrado su análisis en la victimización femenina y masculina, estudios de la tipología de los diferentes delitos contra la mujer, estudio de la legislación cubana dirigida a la protección de la mujer y en la identificación de grupos de riesgo. Sus resultados muestran la vinculación de los delitos con la problemática de género y ubican la victimización femenina, en esencia, en la relación de pareja y en el ámbito doméstico así como la incidencia del aprendizaje de la violencia en el hogar en la reproducción de las conductas agresivas contra las mujeres. Según uno de estos estudios que analiza todos los casos ingresados al Instituto de Medicina Legal con muerte de etiología homicida del sexo femenino en el período comprendido entre 1990 y 1995, del total de muertes por esta causa en Ciudad de La Habana el 45 % murió a manos de su pareja, ocurriendo el 52% de esos homicidios en el hogar de la víctima. Esto evidencia la relación entre homicidio femenino y maltrato.2

Las investigaciones en el área de la salud se dedicaron fundamentalmente a la caracterización de las distintas formas de violencia que algunos servicios del sistema de salud han atendido así como la identificación de los móviles

del agresor y tipos de lesiones más frecuentes de las pacientes, otros estudios han realizado diagnósticos psicosociales sobre agresiones psicológicas en la relación de pareja y el tratamiento de la violencia como un problema de salud3.

Los resultados más importantes de las investigaciones realizadas en el área de salud evidencian la presencia de violencia intrafamiliar en la comunidad y su incidencia en el espacio doméstico donde mayoritariamente ocurren las lesiones que reciben las mujeres, siendo sus compañeros de pareja los principales perpetradores del maltrato. Un elemento a tener en cuenta en estos resultados es la conclusión sobre la no distinción por situación económica, nivel escolar, color de la piel u otras que pudieran ser significativas.

Por último, las investigaciones psicosociales se han dirigido al estudio de la violencia contra la mujer desde una perspectiva de género, vinculados al análisis de los factores sociales y psicológicos que inciden en la construcción social de la identidad femenina de las víctimas de violencia. Estos estudios son los realizados desde el Departamento de Sociología y la Cátedra de la Mujer de la Universidad de La Habana, algunos de los cuales han sido dirigidos por la autora de este trabajo.

En las investigaciones sociológicas los resultados más importantes se refieren a la

2 Ver: Navarrete, Caridad y otros: “La investigación científica de la violencia doméstica: su problematización criminológica. Resultados de una investigación”. Área de Investigación y Desarrollo de la Fiscalía General de la República, La Habana, Sin fecha; Navarrete, Caridad y Alina Pérez: “Mujeres maltratadas en las relaciones de pareja”, Área de Investigación y Desarrollo de la Fiscalía General de la República, La Habana, Sin fecha; Hasanbegovic, Claudia “Principios Revolucionarios versus viejas creencias”, Ponencia presentada al Tercer Taller Internacional de la Cátedra de la Mujer UH, noviembre, 1999; Ramos Polanco, Marilín “Estudio sobre muertes de etiología homicida del sexo femenino registrados en el Instituto de Medicina Legal entre 1990 y 1995”, Instituto de Medicina Legal, La Habana, 1996.

3 Ver: Artiles, Ileana: “Violencia de género: un problema de salud” en Revista Sexología y Sociedad, Año 2, No. 8, La Habana, 1997; Toirac, Sandra y otros: “Las lesiones como forma de violencia en la mujer guantanamera” en Revista Sexología y Sociedad, Año 4, No. 9, Abril-Julio, La Habana, 1998; Sánchez, Tamara y otros: “Violencia conyugal” en Revista Sexología y Sociedad, Año 4, No. 10. Mayo-Agosto, La Habana, 1998; Gigato, Aniuska: “Caracterización de la violencia física en la mujer”, Tesis de Especialidad en Medicina General Integral, Facultad Calixto García, La Habana, 2000.

Page 5: Estudios de violencia en Cuba

ACADEMIA

COLEGIO DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES 5

socialización en ambientes violentos y su aprendizaje; la no evidencia de un perfil especial que identifica las mujeres maltratadas, la importancia de la dependencia material en la imposibilidad de romper con el hombre maltratador y en la perpetuación de la subordinación femenina. Varios de estos estudios de caso fueron efectuados como trabajos de Diploma que ha dirigido la autora del presente trabajo. Una de estas investigaciones realiza una comparación entre un grupo de mujeres españolas y un grupo de cubanas víctimas de violencia en sus relaciones de pareja. Este estudio de caso arrojó resultados que muestran por una parte la protección legal y social superior que reciben las cubanas en mayor proporción que las españolas y de otras la evidencia de la necesidad de una atención especializada y diferenciada con las víctimas de violencia cubana, ya que en este caso las españolas que habían pasado por procesos de intervención encontraron vías más eficaces para poner fin a la situación de maltrato.4

En 1999 el Centro de Estudios de la FMC realizó una sistematización de 20 trabajos que abordan el tema de la violencia en Cuba en el período 1994-99, de ellos 15 son reportes de estudio o investigación, 2 memorias de talleres, y 3 informes de organismos que integran valoraciones sobre el estado actual de la problemática. Según la referida sistematización, la violencia intrafamiliar en sus distintas formas constituye la modalidad más abordada en estos estudios.

Esta sistematización arrojó que en la violencia intrafamiliar las víctimas son generalmente mujeres, que en cifras insignificantes buscan ayuda institucional o denuncian al esposo. Se señalan como causas mencionadas en estos estudios los celos, el alcoholismo, los problemas económicos graves, las frustraciones, el bajo nivel cultural, el machismo, etcétera; pero ninguna se detiene en la causa central de la que se derivan las anteriores: la violencia como una forma de ejercicio de poder masculino.

En cuanto a las consecuencias se enuncian tanto afectaciones físicas como emocionales e intelectuales, predominando el maltrato de palabra, seguido por el de sobrecarga doméstica y en tercer lugar el maltrato físico.

La característica predominante de estas indagaciones es su carácter descriptivo, su alcance limitado y la dispersión en cuanto objetivos y universo de estudio. Una conclusión importante de esta sistematización es que los estudios muestran que es significativa la presencia de esta problemática en el país aunque resulta imprescindible un análisis más profundo de la misma porque no todas las manifestaciones presentan igual comportamiento.

Estos resultados indudablemente ofrecen valiosa información para la elaboración de diagnósticos, al contar con referentes de investigación que auxilien el trabajo de las instituciones y profesionales encargados de la atención y prevención de este problema social. Su alcance todavía es limitado pero posibilita

acercarse a las peculiaridades de la manifestación de este fenómeno en Cuba porque aunque internacionalmente no existen estadísticas macrosociales confiables que den cuenta de la magnitud y frecuencia de la violencia familiar sí muestran sus tendencias de comportamiento las que al compararse con lo que arrojan los estudios realizados en Cuba se puede presumir que en nuestro país no es un fenómeno tan recurrente como en otras partes del mundo, aún cuando sus manifestaciones y características parecen ser similares a la media internacional.

Sin embargo, a pesar de la connotación positiva que estos estudios tienen ellos reflejan la necesidad de coordinar esfuerzos en su realización para evitar duplicidades e ir al análisis de aspectos medulares imprescindibles para cualquier plan de intervención en esta materia; y poder alcanzar niveles más altos de generalización que posibiliten la introducción a escala más amplia de sus resultados. Por otra parte, muestran en algunos casos desconocimiento de lo que desde el punto de vista teórico se ha avanzado y hace peculiar este objeto de estudio, predominando en la mayoría de estas investigaciones la carencia de un adecuado enfoque de género que es imprescindible para explicar las causas y manifestaciones de la violencia familiar.

La creación en 1997 del Grupo Nacional para la Prevención y Atención de la Violencia Familiar, particularmente la perpetrada contra la mujer, coordinado por

4Ver: Proveyer, Clotilde: “Violencia ejercida contra mujeres españolas y cubanas. Un acercamiento a su estudio”, Revista Sexología y Sociedad, Año 5, No. 12, La Habana, 1999; “Identidad femenina y Violencia doméstica: un acercamiento sociológico a su estudio”, Rev. Sexología y Sociedad, Año 6, No 14; Veitía, Idalmis: “Consideraciones sobre la violencia contra la mujer en las relaciones de pareja”, Trabajo de Diploma, Departamento de Sociología, UH, 1995; Alberdi, Zoila: “Violencia sobre la mujer en las relaciones de pareja. Estudio de casos”, Trabajo de Diploma, Departamento de Sociología, UH, 1997.

Page 6: Estudios de violencia en Cuba

ACADEMIA

COLEGIO DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES 6

la F.M.C., marcó una nueva etapa en el tratamiento del tema, porque permite coordinar acciones encaminadas a abordarlo en forma sistémica, desde una perspectiva multidisciplinaria y multisectorial. Ha organizado un esquema de trabajo que atiende la investigación, capacitación, atención, prevención y divulgación; de forma tal que los esfuerzos de especialistas, instituciones y organismos del Estado a diferentes instancias converjan en objetivos comunes.5

Entre los resultados más importantes del Grupo se encuentran: la capacitación a los Consejos de Dirección de Organismos Centrales del Estado acerca de la violencia familiar desde una perspectiva de género; elaboración de tres materiales educativos para la divulgación acerca de la violencia contra la mujer en la relación de pareja, la violencia contra las niñas y los niños y la legislación que protege a la mujer y la familia de la violencia intrafamiliar; preparación de un programa de capacitación para dirigentes al más alto nivel de aprobación de las políticas sociales que se ha aplicado en los organismos citados y otro para promotores comunitarios y especialistas, que se encuentra en proceso; análisis de contenido de expedientes judiciales en delitos seleccionados tales como: lesiones, homicidios, asesinatos, violaciones; estudio de la legislación cubana y la ejecución del análisis comparado con otros países del área; el análisis de contenido de la legislación cubana

posibilitó brindar argumentos necesarios para incluir en el código penal como agravante el parentesco entre el agresor y la víctima hasta el cuarto grado de consanguinidad y el segundo de afinidad, lo que ya fue aprobado por el Parlamento cubano; la atención y orientación a las Casas de la Mujer y la Familia de la FMC y la recopilación y sistematización de investigaciones sociales sobre violencia familiar.

Una muestra del nivel de profundización que se ha ido alcanzando en el acercamiento al tema y que significan herramientas importantes para la elaboración de políticas y para la comprensión de la necesidad de una atención más institucionalizada a esta problemática lo constituyen los resultados de las Tesis para optar por el título de Máster: “Victimología del homicidio contra la mujer en la Ciudad de La Habana” y “Victimización familiar y previa en mujeres comisoras de homicidios y asesinatos” del Dr. Ernesto Pérez y de la Lic. María Caridad Oña, respectivamente, y cuyos resultados han sido presentados recientemente y ofrecen valiosa información sobre el grado en que están presentes en la comisión de estos delitos la violencia de género en la pareja, porque tanto en los casos en que la mujer es víctima como en los casos en que ella se convierte en agresora ambos comportamientos es consecuencia de una recepción sistemática de maltrato por parte de su compañero.6 Ambos estudios ofrecen información actualizada sobre esta

problemática. En ellos se da cuenta que el 46,9 % de las víctimas femeninas fue asesinada a manos de su pareja y sólo un 16,2 % de los hombres fue asesinado por su mujer, mostrándose una proporción de casi tres mujeres por cada hombre que es asesinado por su pareja. En relación a las mujeres comisoras de asesinato y homicidio, el 100 % lo realizaron contra sus compañeros de pareja como forma de reacción, entre otras posibles, a la violencia marcada que sobre ellas ejercían. Constatan también el domicilio como escenario donde mayoritariamente se ejerce la violencia contra la mujer. Otros estudios recientes recogen que en el caso de homicidio existía una relación previa entre víctima y victimario de 44,4 % y en el asesinato el 70,5 % de los casos7 Los estudios muestran diferencias notables en ambos roles: las mujeres son la cuarta parte de las víctimas y sólo la novena parte de los agresores. Todos estos estudios muestran la presencia del componente de género en la comisión de estos delitos, evidenciando que la victimización femenina se produce mayoritariamente en la relación de pareja.

Esta afirmación se confirma además, en dos estudios paralelos realizados por el Instituto de Medicina Legal en Ciudad de La Habana uno de los años 95 y 96 (todos los casos) y el otro del año 1999 (muestra seleccionada aleatoriamente con el 60% de los casos) se demostró que en este delito de las mujeres que mueren a manos de hombres el

5 Para más información ver Anexo #3 sobre los principales resultados de trabajo del Grupo Nacional de Prevención y Atención a la Violencia Familiar. Además, de Navarrete Caridad, “Las conductas transgresoras violentas en adolescentes que incurrieron en lesiones graves”, MINJUS, Área de investigación, 1999; y “Mujeres maltratadas: teoría, investigación y el compromiso de acción”, 1999.

6 Ver: “Victimilogía del homicidio contra la mujer en la C. de La Habana” del Dr. Ernesto Pérez, Instituto de Medicina Legal y “Victimización familiar y previa en mujeres comisoras de homicidio y asesinato” de la Lic. María del C. Oña, Fiscalía General de la República.

7 Lores González, Antonio. “La victimología. La atención por la policía a las víctimas de los delitos”. Tesis para optar por grado científico

Page 7: Estudios de violencia en Cuba

ACADEMIA

COLEGIO DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES 7

50% mueren a manos de sus maridos y el 60% muere de algún tipo de vínculo con la relación de pareja.8

Estos datos reflejan un comportamiento similar a los que sobre la violencia contra la mujer arrojan estudios realizados en otros países referidos al espacio donde es victimizada la mujer, la relación con el agresor y la historia de violencia contra ella por parte de sus compañeros sentimentales ya sea cuando ellas se convierten en víctimas de homicidio o asesinato o cuando se convierten en homicidas.

No sucede lo mismo con relación a la proporción de muertes violentas en el seno de la pareja donde los datos9

muestran para el caso cubano menos cantidad de mujeres muertas violentamente a manos de sus compañeros de pareja. Por ejemplo, en España es de cinco a uno: por cada hombre muerto violentamente por su pareja hay cinco que sufren la misma muerte, mientras que en Cuba la proporción es de tres mujeres por cada hombre.

Sin que sea concluyente, los resultados de estas investigaciones ratifican las tendencias que este y otros estudios de caso muestran sobre el comportamiento del problema en Cuba.

Más escasas resultan las investigaciones que hacen el análisis tomando como centro la conducta de los hombres que agreden a su pareja, las primeras aproximaciones indican la necesidad de incorporar esta arista para lograr enfoques más integrales. Estos estudios revelan el impacto de la socialización

diferente para hombres y mujeres que refuerza y transmite en los hombres pautas de comportamiento y valores estereotipados sobre la masculinidad que contribuyen al aprendizaje y reproducción de la violencia. También ratifican que la conducta violenta de los hombres contra su pareja no está asociada a ninguna patología ni perfil especial que los haga proclives al ejercicio del maltrato.10

Sin lugar a dudas estas investigaciones están contribuyendo a visibilizar las manifestaciones de la violencia contra la mujer en nuestro medio y, aunque todavía no ofrecen resultados que se acerquen a la explicación de la magnitud del problema a escala macrosocial, resultan de gran utilidad porque brindan amplia información sobre las distintas aristas de su manifestación en las condiciones de Cuba.

En este sentido los resultados que ofrece el análisis de los estudios de la autora muestran que en todas las mujeres se mantiene una concepción de pareja aún dominante basada en la desigualdad y la subordinación, sin embargo, esta tendencia se acentúa en las mujeres maltratadas, lo que ofrece condiciones más propicias para convertirse en objeto de agresión.

Se ratifica también que la conducta violenta de los hombres contra su pareja no está asociada a ninguna patología ni perfil especial que los haga proclive al ejercicio del maltrato.

El acercamiento a la investigación de la violencia contra la mujer en Cuba muestra la importancia de

profundizar en el estudio, tratamiento y prevención de este problema de manera sistémica y coordinada, con una mayor implicación de las instituciones y la necesidad de dotar estos estudios del imprescindible enfoque de género.

Por su parte, en un estudio de casos realizado por la autora del presente trabajo se evidencia que las mujeres de los grupos estudiados en la conformación de su identidad poseen muchas semejanzas, determinadas en lo esencial por la existencia de un conjunto de rasgos que definen el ser mujer a partir de esas pautas patriarcales estereotipadas, pero distantes ya del modelo conservador predominante antes del triunfo revolucionario. En todas ellas se arrastran viejos rezagos coexistiendo con nuevas concepciones sobre su forma de vivenciar lo femenino. Como se apuntó antes, en esta investigación se ratifica que la hibridez parece ser la característica predominante de sus identidades.

Como parte de la investigación de la autora fueron consultados distintos especialistas, quienes apuntaron la necesidad de perfeccionar la preparación para el tratamiento de la violencia contra la mujer tanto por parte de quienes desde su profesión deben atender a las víctimas, como los que están encargados por las instituciones responsables de trabajar en la prevención de estas conductas. Mostraron su acuerdo en la necesidad de seguir trabajando de manera multidisciplinaria e intersectorial en la atención a este problema social bajo la

8 Informe del grupo nacional de violencia al Secretariado Nacional de la FMC: análisis y propuestas en relación con la prevención y atención de la violencia intrafamiliar. Febrero del 2001.

9 Ver Caño, X. Ob.Cit. p. 67 y 68. Y Oficina de Estadística y de Investigaciones criminales de Nueva Gales del Sur, ob. Cit. P. 12. 10 Ver “Hombres que maltratan a su compañera de pareja: víctimas o victimarios” Trabajo de Diploma, Dpto. de Sociología,1999,

de Elayna Espina , “Violencia contra la mujer: percepción social en el Consejo popular Belén” y “Violencia conyugal: el hombre maltratador” de Lic. Silvia García Méndez, Área de Investigaciones del Ministerio de Justicia, 2000 y 1998, respectivamente.

Page 8: Estudios de violencia en Cuba

ACADEMIA

COLEGIO DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES 8

coordinación del grupo nacional creado al efecto.

Indudablemente las mujeres cubanas como sujetos sociales protagónicos de la revolución están viviendo importantes transformaciones en su situación vital, que producen cambios cualitativos esenciales en como viven el ser mujer y en los modelos con los que construyen su identidad social, sin embargo, la cultura patriarcal mantiene vigente aún en la sociedad marcando desigual e inequitativamente las relaciones intergenéricas, lo que determina en esencia que perviva la dominación masculina a escala social.

Sin dudas, entonces para modificar en sus raíces la violencia contra la mujer en las relaciones de pareja se impone, junto a las acciones de atención, prevención y estudio, continuar en el empeño por minar desde su base el carácter sexista de la sociedad como sostén de la estructura de las relaciones entre los géneros.

REFORMA ECONÓMICA Y

REESTRATIFICACIÓN DE LA ESTRUCTURA

SOCIOCLASISTA CUBANA

Dra. Mayra P. Espina Centro de Investigaciones Psicológica y Sociológicas. CITMA

El tema de la estructura social, de las clases y las desigualdades ha estado presente desde los inicios del pensamiento sociológico en Cuba. Por razones diversas (expansión del marxismo,

incremento de las relaciones académicas con los países socialistas europeos, acercamiento a la tradición marxista de América Latina, creación de amplios sistemas de registro de estadísticas continuas, económicas y sociales, relevancia política del tema de la igualdad social, entre otras) fue ampliando sistemáticamente su peso dentro de las investigaciones sociales después de 1959 y, muy especialmente, hacia finales de los años 70s, hasta ser hoy una de las áreas temáticas que suscita mayor interés dentro y fuera del país.

Es importante señalar que esta línea investigativa en esos años transitó desde un enfoque sustentado en el llamado "proceso de homogeneidad social", que colocaba los énfasis de la investigación en la medición de indicadores de acercamiento y liquidación de las diferencias entre clases y grupos sociales, considerado uno de los núcleos centrales de la construcción socialista, e inspirado por la sociología regularista" soviética, hacia una Durante muchos años, prevaleció en la literatura académica y en las percepciones de los sectores políticos en Estados Unidos, incluyendo los de la emigración cubana allí radicada, una caracterización de Cuba marcada por un elevado coeficiente ideológico anticomunista -el lenguaje de la guerra fría-, en consonancia con el clima internacional de postguerra, que se reavivaba ante el triunfo de la Revolución Cubana. Por encima de las diferencias, se advertían como denominadores comunes en ellas la descalifica-ción del proceso revolucionario y el socialismo en el país, y el tema de la proyección externa de la

Revolucion, sobre todo referida a su significado para Estados Unidos, los países socialistas y los movimientos de liberación nacional en el Tercer Mundo.

En tales percepciones no podrían dejar de reflejarse las conmociones y cambios operados en el sistema de relaciones internacionales a comienzos de la década del '90 -especialmente la perestroika en la URSS, la crisis del socialismo en Europa Oriental y la recomposicion relativa de la hegemonía norteamericana-, los cuales tuvieron un significativo impacto doméstico e internacional para Cuba, dados el estrecho nexo de este país con la Unión Soviética, su lugar dentro del CAME y su histórico diferendo con Estados Unidos. En este contexto, emergieron puntos de vista que intentaban incorporar al análisis la dialéctica del mundo actual, sustituían temas y enfoques tradicionales, como el de la "alianza soviético-cubana", el conflicto cubano- norteamericano o el inter-nacionalismo. Y profundizaban la reorientación de los estudios especializados sobre Cuba en la sociedad estadounidense, que se prefiguraban desde la segunda mitad del decenio anterior, resultando privilegiados los problemas sociopolíticos y económicos internos. No obstante, pareciera que muchos enfoques académicos y proyectos ideológicos sobre Cuba han permanecido ajenos al dinamismo aludido, y continúan signados por la perspectiva intolerante de la guerra fría. En la segunda mitad de la década del '80 se aprecia una revitalización del interés y de los estudios académicos sobre Cuba en Estados Unidos, en consonancia con diversos acontecimientos que en la coyuntura doméstica de la

Page 9: Estudios de violencia en Cuba

ACADEMIA

COLEGIO DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES 9

sociedad cubana y en la internacional, condicionaron la nueva atención y prioridad brindada a dicho tema: la realización del III Congreso de Partido y el comienzo del proceso de rectificación; la salida al aire de Radio Martí y la suspensión del acuerdo migratorio; la ofensiva cubana en torno a la deuda externa en América Latina; los retos que planteaba a la política exterior de Cuba el proceso revolucionario en América Central; las negociaciones cuatripartitas sobre el Cono Sur africano, y el inicio de la perestroika en la URSS (3). A partir de los años '90, se registra un reavivamiento aún mayor en tales estudios como consecuencia de los requerimientos de la campaña.

LA CONSTITUCIÓN DE 1940 DESDE

NUESTRA ACTUAL PERSPECTIVA

Dr. Julio Fernández Bulté. Facultad de Derecho Universidad de La Habana La Historia de Cuba revolucionaria pudiera ser contada, en importante medida, a través de sus manifestaciones constitucionales. Con razón ha sostenido Armando Hart que el pensamiento libertario cubano ha tenido, de manera muy clara, su más diáfana expresión en la obra y el pensamiento jurídico avanzado, desde el premonitorio de Félix Varela. La obra constitucional de Guáimaro, fue sin duda la síntesis magistral de las contradicciones esenciales de

aquellos inicios bélicos y, sobre todo, de las profundas contradicciones políticas del incipiente movimiento revolucionario y más incipiente aún república en armas. Esas contradicciones, con sus más sutiles matices incluso, pueden ser seguidas en la obra constitucional ulterior, sin desechar el destello sublime de Baraguá, pasando por Jimaguayú y la Yaya. La intervención norteamericana y el surgimiento de la república neocolonial en 1902, hace ahora justamente cien años, constituyen un contradictorio hito de ese ascenso fatigoso del pueblo cubano hacia sus ancestrales ansias de justicia. La Constitución de 1901 es una lamentable obra política y también jurídica. Y lo fue no sólo por estar signada por el apéndice oprobioso de la Enmienda Platt. Fue una lamentable Constitución por su contenido y hasta por su estructura artificial y ajena a las particularidades cubanas. La misma Constituyente de 1901 sesionó bajo la presión del interventor yanqui y bajo el chantaje de que si no se aprobaba la Enmienda Platt no cesaría la intervención y se mantendría la ocupación, es decir, no habría independencia. Manuel Sanguily, adalid, junto a Juan Gualberto Gómez, contra la Enmienda Platt, dijo en la Constituyente: “Tengo para mí que la Convención en este momento tiene un parecido con el Jano antiguo, pues que una faz suya se me aparece vuelta al pueblo de Cuba, mientras creo ver que tiene otra que mira al poder interventor” y seguía diciendo que estaba claro que incluso los que trataban de conciliar con ese poder interventor lo hacían por prudencia, convencidos de que sin él la independencia no sería concedida.

La Constitución de 1901 no recogió las necesidades populares y estuvieron ausentes los postulados revolucionarios por los que se venía luchando desde 1868. Apenas se lee simplemente, se advierte que no hay en aquellos fríos artículos nada del ideario martiano. Fue una constitución tradicionalista y arcaica, sin que avanzara más allá del constitucionalismo latinoamericano. Fue en realidad casi una copia fiel del constitucionalismo autoritario de Hamilton con instituciones como el bicameralismo, que se justificaban en un país federal como Estados Unidos, pero que carecían de sentido en una pequeña república unitaria como la nuestra. Las ideas plasmadas en el texto constitucional son burguesas, conservadoras y en ocasiones semifeudales. De todo ello, amén de las grandes inconformidades políticas se deriva el temprano afán de que ese texto constitucional sea superado en otro auténtico, cubano, libertario y genuina expresión de la voluntad popular. Sin perjuicio de esas aspiraciones, se multiplicaron las reformas constitucionales después de la frustración de la revolución del 30, casi todas encaminadas a brindar soluciones operacionales o a facilitar rejuegos políticos y electorales. Entre ellas vale mencionar: La Ley Constitucional del Gobierno Provisional de la República de Cuba, de febrero de 1934, dictada por el gobierno de Mendieta; la reforma de 23 de febrero del mismo año, también de Mendieta; otra reforma de marzo y una nueva en abril, ambas del mismo presidente Mendieta y otras de 10 de abril, 27 de abril, 30 de mayo, 31 de julio, 10 de noviembre, 15 de

Page 10: Estudios de violencia en Cuba

ACADEMIA

COLEGIO DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES 10

noviembre, 21 de diciembre, 22 de diciembre y 4 de marzo de 1935, todas de Carlos Mendieta. Este verdadero montón de reformas termina con la Ley Constitucional de la República y Disposiciones Constitucionales para el Régimen Provisional de Cuba, de 11 de junio de 1935, firmada igualmente por el Presidente Mendieta. Sin embargo, he sostenido en otras ocasiones que el camino hacia la Constituyente del 40 se inicio justamente cuando Porfirio Franca y José Miguel Irisarri Gamio presentan su renuncia a la Pentarquía y se pasa al gobierno residencialista. Al sucumbir la Pentarquía, que duró apenas 10 días y asumir la presidencia Ramón Grau se promulgó, el 14 de septiembre de 1933 los Estatutos del Gobierno Provisional, en los cuales, en sólo siete artículos se establecía la legalidad del nuevo gobierno y se declaraba la independencia y la soberanía. Resulta singular que en el artículo 3 se anunciaba ya la convocatoria para elecciones a fin de elegir delegados a una Convención Constituyente. Por si fuera poco, hasta la gestualidad política que acompañó aquellos momentos singulares es bien elocuente: Ramón Grau no juró la Constitución de 1901, en gesto alusivo a su inoperancia, y se evidenciaba su propósito de dotar al país de un nuevo texto constitucional. Se iniciaba, repito, el tránsito hacia la Constitución del 40. Las reformas que antes vimos, producidas por Mendieta, fueron en realidad simples vueltas y giros en el camino de la inoperante constitución del 1901. No reiteraré lugares bien conocidos en cuanto a la convocatoria de la Constituyente del 40. Quisiera

sólo subrayar algunos particulares no siempre debidamente exaltados en relación con el desenvolvimiento mismo de los debates y algunas particularidades de aquel texto paradigmático. Ante todo es un lugar común la influencia que tiene en la convocatoria de la convención el clima político internacional. La situación creada por la formación del Eje fascista Berlín-Roma-Tokio, y la paralela política del Buen Vecino auspiciada desde Estados Unidos por el presidente Roosvelt, favorecieron un ambiente de tolerancia política, en el cual Fulgencio Batista tuvo que permitir la legalización del Partido Comunista, unido ahora con el Unión Revolucionaria y formando el Partido Unión Revolucionaria Comunista, la legalización de la Confederación de Trabajadores de Cuba, una amnistía política extensa, regreso de inmigrados y, sobre todo, la convocatoria a esa singular constituyente, que ya nacía con el objetivo insoslayable de aprobar una Constitución democrática y moderna, según la gran aspiración de las masas progresistas desde 1933. El Partido Unión Revolucionaria Comunista concurrió a las elecciones convencionales y logró sacar a seis delegados, los cuales fueron decisivos en los debates porque en ellos representaron en todo momento, de forma consecuente y sin vacilaciones, los más caros intereses y aspiraciones de las masas populares y permitieron que en muchos aspectos la Constitución de 1940 fuera la más progresista aprobada en América Latina hasta ese momento.

Sin embargo, lo que no siempre se ha destacado fue el papel desempeñado en aquellos debates por la Confederación de Trabajadores de Cuba, liderada por Lázaro Peña, que mantuvo una permanente movilización en torno al Capitolio y constituyó una presión importantísima en cada punto en que el debate se profundizaba y cobraba altos niveles de tensión política. Decenas de miles de obreros en derredor del hemiciclo de los debates, amplias movilizaciones en todos los centros de trabajo, mítines, paros parciales y otras formas de movilización introdujeron en el debate constitucional un ámbito que con mucho desbordaba los ya de por sí apasionados límites de aquel penumbroso recinto del Capitolio. De hecho se mantuvo un casi permanente plebiscito en relación con los puntos de más ardoroso enfrentamiento. Los conservadores y las fuerzas de la oligarquía se mantuvieron siempre acechadas por la movilización obrera y por su organización, la CTC y su guía Lázaro Peña. Este fue, para mí sin duda, uno de los factores que permitieron que los delegados del Partido Unión Revolucionaria Comunista y la coalición gubernamental pudieran imponer preceptos avanzados, progresistas. Como resultado de todo ello y también de las más importantes influencias doctrinales en el terreno constitucional, la Constitución de 1940 recogió las medidas progresistas que la lucha revolucionaria de la década del 30 había plasmado en decretos leyes que de hecho se habían hecho ya irreversibles.

Page 11: Estudios de violencia en Cuba

ACADEMIA

COLEGIO DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES 11

La Constitución reflejó las luchas de clase y estableció un tipo de estado burgués, que reconoció la legitimidad de la propiedad privada, aunque agregando que debía ser ejercida en función social. En ese sentido asumía una evidente influencia doctrinal del llamado Positivismo Jurídico, particularmente inspirado en la obra de León Duguit. Duguit, que había sido Decano de la Facultad de Derecho de Burdeos, inicialmente administrativista, culminó su vida académica como constitucionalista, en cuyo campo sembró una variante aceptable del positivismo, limitando los extremismos que en punto al Derecho había defendido Augusto Comte, e introduciendo ideas importantes sobre la colaboración de clases, la propiedad en supuesta función social y la eliminación de los derechos subjetivos que se subsumían en el Servicio Público. En realidad fue, a mi manera de ver, la única corriente doctrinal que tuvo directa influencia en el texto constitucional del 40, porque el normativismo kelseniano, tan en boga entonces, no se manifestó en la Carta Magna. Pero tanto o más importante que ello fue el contenido que asumió la Constitución del 40 en relación con los llamados Derechos Económicos, Sociales y Culturales. De hecho las constituciones anteriores habían recogido en su parte dogmática casi exclusivamente derechos Civiles y Políticos. La aparición de los Económicos, Sociales y Culturales se produce especialmente a partir de la Constitución de Weimar y más tarde de la mejicana. Pero es nuestra Constitución de 1940 la que alcanza en América Latina un despliegue más amplio y consecuente de esos

derechos, engrosando los textos constitucionales modernos conocidos como Constituciones Sociales. En ese sentido, reconoció el derecho de los obreros a la huelga, declaró el trabajo como un derecho inalienable del hombre; proscribió la discriminación racial, por motivo de sexto o color; declaró protección especial a la familia y declaró la igualdad de la mujer; proscribió el latifundio y estableció el propósito de que la tierra pasara a manos de cubanos; se pronunció por la educación general y gratuita, por la salud pública al alcance de todos y, además, ratificó derechos civiles y políticos como, entre otros, que toda persona podría emitir libremente su pensamiento de palabra, por escrito o por cualquier otro medio de expresión. Declaró el sufragio universal, igualitario y secreto. Estableció importantes derechos individuales y algunas garantías para su cumplimiento, entre ellas el Habeas Corpus Constitucional. De hecho fue una Constitución democrático burguesa, avanzada, progresista, la más avanzada de América en esos momentos. Sin embargo, fue evidentemente pormenorizadora y paradójicamente dejó la regulación de muchas de sus preceptivas a posteriores leyes complementarias que nunca llegaron a promulgarse, lo que hizo de ella una Constitución frustrada, llena de expectativas y esperanzas incumplidas. En cuanto a la estructura del Estado que se consagró en aquel texto constitucional, poco se cambió del modelo hamiltoniano asumido en 1901. En las cuestiones esenciales la estructura del Estado se copió, casi exactamente, del sistema norteamericano, con

algunas innovaciones como el llamado semiparlamentarismo. Ese semiparlamentarismo consistió en que junto al Presidente de la República, jefe del Ejecutivo, aparecía el Primer Ministro, que de hecho fue una figura de enlace entre el ejecutivo y el legislativo pero que tuvo muy poca significación en la vida institucional y política del país. Se estableció la división del Ejecutivo, el Legislativo bicameral y el Judicial. El Congreso, al igual que en EE.UU. se estructuró con el Senado y la Cámara de Representantes, lo que constituyó, como antes dije, una frivolidad si se tiene en cuenta que Cuba era una pequeña república unitaria en la cual ese bicameralismo carecía de significado operacional. El nivel provincial quedó estructurado en las seis provincias, con un Gobernador al frente y el gobierno provincial. En los municipios, el Alcalde y los Consejales, con una importante autonomía municipal. En general es fácil afirmar que en sus contextos históricos, dentro de sus condicionamientos y circunstancias especiales, la Constitución de 1940 fue una obra de referencia política importante; paradigmática Carta Magna que sintetizó altos ideales y plasmó derechos por los que se había luchado en Cuba desde el siglo XIX. Fue, también, por obligado destino, una constitución frustrada, irrealizada en sus designios más trascendentales. Algunos, posteriormente, apelando bien a su alto nivel de perfección técnica, bien a su singular pormenorización, o incluso a la plasmación de algunos Derechos Civiles y Políticos, la han considerado como una Constitución a la que

Page 12: Estudios de violencia en Cuba

ACADEMIA

COLEGIO DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES 12

debemos volver los ojos en posición de aprendizaje. Quisiera decir que esa constitución, que fue defendida por las armas y a la que se hizo referencia esencial en el Alegato del Moncada es, sin embargo, un texto ya histórico, rebasado y desbordado por las acciones y pretensiones posteriores del pueblo de Cuba. La misma Ley Fundamental de 1959 fue, sin lugar a duda, la reimplantación de la del 40, pero en una dimensión superior, inscripta en un camino que posibilitaba nuevos avances hacia etapas superiores de la Revolución. El proceso de la segunda liberación parte de los principios políticos y sociales de la Constitución del 40, pero los deja rezagados en cuanto avanza hacia etapas superiores de la verdadera emancipación humana. Ese proceso desalienador se completa, después de diecisiete años de provisionalidad institucional en la Constitución Socialista de 1976, que culmina un proceso heroico y estremecedor de más de cien años de lucha del pueblo cubano, al consagrar jurídicamente, en el texto magno, el carácter socialista de la Revolución. En 1992, los nuevos acontecimientos internacionales y sus impactos en Cuba, así como otras exigencias estructurales conducen a las reformas que se derivan, también en buena medida, de los acuerdos del Cuarto Congreso del Partido. Ahora, desde las actuales perspectivas creo que debemos ver a la Constitución del 1901 como un momento inevitable en el tránsito de dolor hacia la liberación, y la Constitución de 1940 como uno de los cuerpos

legales que mejor sintetizó la lucha revolucionaria del pueblo cubano y la situación en la arena internacional hasta esos momentos.

LA INCORPORACIÓN

DE LA CATEGORÍA GENERO

EN LOS ESTUDIOS DE POBLACIÓN

Dra. Sonia I. Catasús Cervera1

Breves Consideraciones Teóricas:

Desde el inicio de la ciencia Demográfica, los estudios de las características diferenciales de la población, -bajo este enfoque- se han venido realizando a partir de la consideración de determinados atributos que posibilitan discernir o establecer variaciones en las tendencias y comportamientos experimentados, tanto a lo largo del tiempo (bajo un análisis longitudinal), como entre diversas áreas geográficas claramente delimitadas, en un momento del tiempo dado (dentro de un análisis transversal). De esta forma, los demógrafos y estudiosos de la población se asistían de atributos tales como, entre otros, la edad, el nivel de instrucción, de ocupación, el tipo de área de residencia, los indicadores socio clasistas, y naturalmente el sexo. Evidentemente los estudios entonces sólo trataban de

establecer las diferencias de cualquier proceso social o demográfico en función de ser hombre o mujer. Sin embargo, en las últimas décadas este enfoque ha venido alcanzando una perspectiva conceptual más amplia e integrada hasta llegar al concepto de género, concepto abarcador que se toma en cuenta para analizar las diferencias que se manifiestan en la realidad social. No hay acuerdos definitivos sobre lo que resulta la perspectiva de género dentro de las ciencias sociales. No obstante sí hay una claridad en cuanto a la necesidad de diferenciar entre los conceptos de sexo y género. Especialistas del tema permiten corroborar que (Gomáriz, E. 1994, capítulo 2) el sexo responde a un hecho biológico resultado de la diferenciación sexual del humano. Las diferencias anatómicas y fisiológicas entre hombres y mujeres que derivan del proceso biológico, e incluso sus efectos sobre la percepción psicológica que tiene las personas acerca de su pertenencia sexual pueden y deben distinguirse de las atribuciones que la sociedad establece para cada uno de los sexos individualmente constituidos. El género o sistema de género se identifica con el conjunto de práctica, representaciones, normas y valores que las sociedades elaboran a partir de la diferencia sexual anatema-fisiológica. Por ser una construcción social, el género no es algo inmutable, sino que sufre transformaciones conjuntamente con los cambios históricos, culturales y de

1 Demógrafa. Profesora Titular y Subdirectora del Centro de Estudios Demográficos de la Universidad de La Habana

Page 13: Estudios de violencia en Cuba

ACADEMIA

COLEGIO DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES 13

organización social. Como tal el genero se entiende como las características y funciones sociales, laborales y culturales que nos atribuyen socialmente a las mujeres y a los hombres, tomando en cuenta lo que es propio para mujeres y lo que propio para hombres . De ahí el concepto de identidad de género, concepto que alude al modo en que el ser hombre o mujer viene prescrito socialmente por la combinación de rol y estatus atribuidos a una persona en función de su sexo y que es internalizado por ella. Estos roles atribuidos a uno de los sexos son complementarios e interdependientes con los asignados al otro. Estas identidades se construyen en espacios socialmente diferenciados como, entre otros los más conocidos el referido a los ámbitos de lo público y lo privado, ámbitos que históricamente han venido acompañados de una visión jerárquica, de un reconocimiento o prestigio, en un caso, y de una menor valorización en el otro, ámbitos de dominación y de subordinación. Es conocido, ampliamente, cómo histórica y socialmente han estado distribuidos estos espacios en función del género. En definitiva, este concepto intenta responder a las desigualdades sociales en función del sexo. Otras valoraciones relativas a la conceptualización del género, parte de considerar el conjunto de disposiciones por el que una sociedad transforma la sexualidad biológica en productos de la actividad humana y en el que se satisfacen esas necesidades humanas así trasformadas, (Rubí, G. 1982; tomado de: De Barbieri, T. 1994, pág 278)

En concordancia con estas valoraciones, la clave del sistema de género se ubica en las etapas de la vida en que las mujeres y los hombres se encuentran en capacidad de reproducirse, es la etapa donde los mecanismos y dispositivos relativos a la sexualidad, la reproducción y la fuerza de trabajo son claramente determinados y ejecutados a partir de los símbolos, valores y representaciones que, en dicha sociedad, definen la relación y perspectiva de género. En este caso, el término reproducción debe interpretarse no sólo como el proceso de renovación de un grupo de personas por otro como resultado del efecto de los procesos de natalidad y mortalidad en su interrelación con otros fenómenos y procesos sociales, sino por aquel concepto que incluye además, los cambios que se operan en la población como consecuencia del movimiento migratorio, y del movimiento social, o sea, por el desplaza-miento de los individuos de un grupo social a otro. (Bueno, E.,1994, pág 23)

La perspectiva de género en los estudios socio

demográficos La evolución, principalmente en las conceptualizaciones y presupuestos teóricos, que han venido experimentando las ciencias sociales, económicas y humanísticas en las últimas décadas no están ajenas a similar proceso de la sociedad y del contexto globalizador internacional con sus implicaciones marcadamente diferenciadores e inequitativos en lo económico, regional, social, cultural, etc, para la humanidad, en general. En consecuencia, y con relación a la incorporación de la perspectiva de género en los

estudios de población, los demógrafos, y demás especialistas de la población, conscientes de este nuevo reto teórico - metodológico, han venido dando pasos concretos en ambas dimensiones, para incorporar la perspectiva de género dentro de la concepción teórica de la interrelación población-desarrollo. De esta forma, incluso instituciones y agencias internacionales de importancia en el área de los estudios de población han incorporado conceptualmente esta categoría en sus análisis periódicos sobre la situación mundial y/o regional de la población, así como en cónclaves internacionales sobre población y en las propuestas de los planes de acciones sobre la población derivadas. En este sentido se destaca la conferencia Mundial sobre Población y Desarrollo celebrada en el Cairo en 1994, la que marcó un verdadero punto de inflexión en este sentido y que se patentiza en los diversos documentos emitidos alrededor del evento y a partir del mismo. (Naciones Unidas, 1994) De manera concreta, el organismo a cargo de los problemas de la población expresó: la igualdad y equidad dentre los géneros en un objetivo de derecho propio. ...El FNUAP le da una importancia particular. Los temas de género - incluidos el estatus de la mujer y la valoración de las niñas - se encuentran en el centro de los programas y de las políticas de población. La Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo de 1994 reconoció el papel central que la mujer tiene para alcanzar el desarrollo sostenible e igualitario. (FNUAP, s/f) No obstante, aún los estudiosos de las población

Page 14: Estudios de violencia en Cuba

ACADEMIA

COLEGIO DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES 14

tampoco escapan totalmente a la regularidad hasta el presente establecida de focalizar como objeto de análisis a la mujer -más en función del sexo, que bajo la conceptualización de género- y su relación con el proceso demográfico concreto, en el marco de las condiciones socioeconómicas específica. En consecuencia, muchos especialistas consideran que aún resulta insuficiente la producción científica e investigativa, dentro de los estudios demográficos y de población, bajo un real perspectiva de género. En parte ello puede estar relacionado con el hecho de que, desde el punto de vista académico, también resulta insuficiente aún la incorporación en los cursos y libros de texto de Demografía de la perspectiva de género para el estudio de las variables, relaciones y regularidades demográficas fundamentales. Son tantas y diversas las aristas que debe tenerse en cuenta al realizar un exhaustivo estudio de un hecho social determinado en función del género, que ello requiere actualmente, de un abordaje interdisciplinario, pero siempre teniendo presente que el enfoque de género exige analizar los roles de género en forma comparada entre hombres y mujeres. Así se trata de analizar -con enfoque de género- procesos relacionados con el acceso a la educación de la mujer; la participación femenina en la actividad económica no sólo en función del peso de dicha participación sino -de manera cualitativa- la forma en que ésta tiene lugar; la interrelación de todos estos procesos con la fecundidad; la salud (a través de algunos de los componentes de la salud reproductiva, donde la mortalidad materna constituye un indicador de

peso); la familia, su estructura y en particular la mujer como jefa de núcleo, etc, y todo ello tratándolo de insertar dentro del proceso de desarrollo como elemento explicativo de los comportamientos y las tendencias observadas. Un problema que en los estudios de población -y probablemente no solo en esta disciplina- se confronta en la actualidad, y básicamente en los países subdesarrollados donde la mujer, en general, se encuentra más desfavorecida en los diversos aspectos de la vida social, es lo relativo a la escasa, incompleta y poco confiable información estadística disponible por sexo y atributos socio económicos, combinados. Esta circunstancia. no contribuye a disponer de indicadores acertados y confiables a niveles nacionales y subnacionales en función del género, en las diversas esferas de interés para poder realizar comparaciones y medir, de esta forma, el avance de las brechas en función del género, y consecuentemente realizar recomendaciones factibles de ser instrumentadas en los diversos planes de acción. Este particular ha sido señalado en diversos foros internacionales, y la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer de Beijin también lo abordó con fuerza. Ello posibilitaría conocer sobre los avances en la participación específica de las mujeres en diferentes aspectos del desarrollo. De igual forma la consecución de este requisito contribuiría a profundizar en los diversos elementos relacionados con la equidad de género, en tanto dicha categoría está asociada a la necesaria consideración de la diversidad de experiencias de las mujeres ( y los hombres) y los distintos grupos sociales, en

términos de inserción en la estructura social, pertenencia étnica, diferencias etáreas y condiciones de vida. Recuérdese que la equidad de género, como parte de la equidad social exige un enfoque integrado de la política social no sólo a nivel sectorial sino, más aún de las políticas gubernamentales o macroeconómicas y macro sociales. Todo este abordaje, por su complejidad y multiplicidad de factores, demanda aún de una mayor preparación metodológica de parte de demógrafos, estudiosos de la población, y especialistas de las sociales, en general, para de manera profunda y científica responder a este nuevo reto en el estudio de la interrelación población desarrollo.

Algunas manifestaciones

de la relación género -participación social como

expresión de la interrelación población- desarrollo

en Cuba Las transformaciones económicas, sociales y políticas ocurridas en Cuba la últimas 4 décadas del pasado siglo XX han determinado importantes cambios en la situación de la población en general. El impacto social de estas transformaciones han definido un panorama que distingue a la isla caribeña del resto de los países latinoamericanos y del Tercer Mundo, y que a su vez, equipara a Cuba con diversos países desarrollados en un conjunto de indicadores socio demográficos. A lo interno, el desarrollo de una alta e integral participación que -como resultado de la política social adoptada- ha propiciado una alta movilidad ascendente de los diversos individuos y grupos de

Page 15: Estudios de violencia en Cuba

ACADEMIA

COLEGIO DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES 15

población, y particularmente de la mujer, constituye la principal condicionante del desarrollo que ha experimentado la familia, la mujer y la niñez cubana en todos estos años. Desde el punto de vista legal, la situación de la mujer en la vida social y económica, en igualdad de derecho que el hombre, como integrante de los ciudadanos del país, queda recogida en diversas leyes y de manera muy clara en la Carta Magna del país, proclamada - mediante referendo- el 24 de febrero de 1976 y perfeccionada mediante la Reforma constitucional en Julio de 1992. En ella, en varios artículos estos aspectos están claramente contenidos. Otras leyes contentivas de estos derechos aparecen en la Ley de Seguridad Social, el Código de la Familia, el Código del Trabajo, la Ley de maternidad, etc. (Centro de Estudios de la Mujer- UNICEF, 200, págs 162.164, 167). Asimismo, el Plan de Acción Nacional de la República de Cuba de seguimiento a la IV Conferencia de la ONU sobre la mujer celebrada en Beijing en 1995, y contentiva de un importante número de acciones en las diversas esferas, contempló en el aspecto relativo a las legislaciones generales y el Derecho, la ejecución de 15 acciones, entre las que se contempla la importancia de la divulgación sistemática de información sobre la legislación sobre la mujer. (República de Cuba, 1997, págs 17-20) Desde el punto de vista demográfico, resulta interesante señalar que dentro de los habitantes cubanos, la población femenina constituye un importantísimo segmento poblacional que representa el 50.04% de los residentes en la isla. Como se puede deducir,

entonces, en el año 2000 las mujeres resultan ligeramente superior en magnitud a los hombres. (5 612 974 y 5 604 126, respectivamente), tendencia que ya se viene observando desde el año anterior, 1999, y que trae como resultado que la relación hombre /mujer variara de 1001 hombres por cada mil mujeres en 1998 a 999 en 1999 y 998 en el 2000. Las circunstancias de esta reciente y nueva tendencia, habrá que estudiarla detalladamente para poder encontrar sus posibles causas, a partir, fundamentalmente, del próximo censo de población y viviendas a celebrarse en el mes de septiembre del 2002. Cuba se encuentra en pro-ceso de envejecimiento como resultado, primariamente, de la sensible disminución de la fe-cundidad experimentada desde el segundo lustro de la década de los años 70. En la actualidad las edades media y mediana de los cubanos son de 35.810 y 33.322 años, respectivamente (CEPDE, 2001, pág. 31). Este proceso de envejecimiento se ve más reforzado, relativamente, en el caso de las mujeres. A finales del año 2000, el 20,6 por ciento de las cubanas tenían edades inferiores a los 15 años, y el 14,8 por ciento de ellas 60 años y más. Esta circunstancia, de un envejecimiento ligeramente más acentuado de la población femenina con relación a la masculina, resulta un comportamiento normalmente esperado, si se tiene en cuenta que la mujer, de manera general y universal, presenta probabilidades de muerte relativamente más bajas que los hombres, y por ende una esperanza de vida al nacimiento mayor. En el caso cubano las esperanzas de vida al nacimiento por sexos para el

bienio 1994-95 se ubican en 72,94 y 76,90 años, para hombres y mujeres respectivamente. En consecuencia, las edades medias y medianas son superiores en las mujeres (36.33 años la media y 33.82 la mediana femeninas, versus 35.29 y 32.83 en el caso de los hombres). Es de señalar, que esta tendencia al envejecimiento implica que ya, en la actualidad, dentro de las mujeres de la tercera edad - las que representan cerca del 15 por ciento del total de las mujeres-, el 71,5 por ciento tenga 65 años ó más, y un 9 por ciento 85 años y más. (CEPDE, 2001). De ahí que las diversas instancias sociales y comunitarias hayan venido instrumentando programas sociales y de salud para la atención a la población senescente, en general, y en particular a la femenina, la que -por además - durante una parte importante de esta etapa suele vivirla sola. Consideraciones y recomendaciones sobre esta problemática se inscriben dentro de unos de los acápites (44) del Plan de Acción Nacional de Seguimiento a la Conferencia de Beijing. Como se ha reconocido en los foros internacionales, todo país que se encuentre enfrascado en un legítimo proceso de desarro-llo económico y social tiene que considerar entre sus objetivos la total incorporación de la mujer como co-protagonista de estos propósitos mediante su presencia -en condiciones de igualdad- en la educación, y en la participación en la vida social, económica cultural y política. Al respecto la Conferencia Internacional de Población y Desarrollo realizada en el Cairo en 1994 subrayó la necesidad de la potenciar la contribución

Page 16: Estudios de violencia en Cuba

ACADEMIA

COLEGIO DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES 16

de la mujer al desarrollo sostenible de los países, -en un plano de equidad- y mediante su plena participación e intervención en todos los aspectos de la producción, empleo, actividades generadoras de ingresos, educación, salud, etcétera, presupuesto que ha sido ratificado en numerosos e importantes cónclaves internacionales Estos objetivos se han evidenciado en Cuba y se con-sideran como los principales agentes de los sustanciales cambios experimentados en el patrón reproductivo cubano. Si la disminución de la fecundidad cubana es la resultante de la compleja interrelación de un conjunto de factores, este proceso se asocia fundamental-mente, con la sensible elevación del nivel educacional y cultural de las mujeres, con su masiva incorporación a la vida social y económica del país en las últimas décadas y con la gradual transformación cualita-tiva de esta participación, como expresión - todos ellos - de la conjunción entre los intereses particulares de la mujer y los generales de la sociedad. Algunos de los resultados de este proceso, se pueden ilustrar en esferas sensibles de la sociedad como las referidas en la actividad educacional y la esfera laboral. Con relación a la educación, por ejemplo, a partir de los años 80, del total de matriculados en el nivel de enseñanza media entre el 50 y el 52 por ciento son mujeres, mientras que en el nivel universitario, ya en la década del 90 superaban el 60%. Se distinguen las ramas de las Ciencias Sociales y Humanísticas, Pedagógicas y Médicas donde el alumnado femenino supera el 70%, circunstancia que podría

obedecer a las tradicionales asignaciones o selección en función del género, si bien en aquellas ramas no tradicionales como las ciencias económicas y las naturales y matemática la matrícula supera el 50% como indicativo del creciente interés de las mujeres en acceder a estas especialidades, algunas de ellas vinculadas a sectores priorizados de la economía del país. (Centro de Estudios de la Mujer -UNICEF, 2000, pág 178) Asimismo, en los graduados universitarios se ha venido poniendo de manifiesto de forma mayoritaria la presencia femenina, con proporciones superior al 50%, circunstancia que se patentiza, de forma creciente, en diversos países. De manera específica el siguiente cuadro muestra el comportamiento de la relación entre los sexos para los diferentes niveles educacionales en dos cursos académicos. Esta destacada posición en la esfera educativa y científica, se refleja, cuantitativa y cualitativamente en su participación en la actividad económica, y le permite desempeñar un papel sobresaliente en el proceso de desarrollo económico y social, a

la par de tener posibilidades de acceder, cada vez más, al ámbito público, en condiciones semejantes al de los hombres. Por tanto, la participación de la mujer en la actividad económica constituye otra importante, sensible e ilustrativa esfera en el estudio de la relación género-población- desarrollo. En 1981 el censo de población reportó que el 31.5 por ciento de la población ocupada eran mujeres. En el 1990, del total de ocupados el 38.9 por ciento eran trabajadoras, proporción que se ubicó en 37 por ciento en 1993 y en 37.2 en 1996. Este ligero decrecimiento experimentado en el primer lustro de los 90 se relaciona con el reordenamiento y el proceso de racionalización de la fuerza de trabajo del país, como resultado de la excepcional crisis económica que viene experimentando el país desde 1990, más agudizada en su primer quinquenio, y que ha tenido su impacto en diversas esferas de la vida del país. Para el año 2000 esta proporción se estimó en 37.6 por ciento (ONE, 1999, pág 138; ONE, 2001, tablas V.11 y V.12 )

2 Indice de Masculinidad. Indicador demográfico que refleja la relación entre los sexos y expresa el número de hombres existentes por cada cien mujeres. Si el indicador es superior a 100, mostrará una supremacía masculina, si es igual a cien una igualdad, y si es inferior a cien entonces el número de mujeres es mayor al de los hombres.

Cuadro 1. Indice de masculinidad2 de la matrícula inicial y de los graduados por niveles educacionales. Cursos académicos seleccionados.

NIVEL EDUCACIONAL CURSO ACADÉMICO

Matricula inicial 1994/1995 2000/2001

Total Primaria Media Universitaria

99.9 105.4

92.8 72.2

100.4 105.7

99.7 63.2

Graduados 1994/1995 1999/2000 Total Primaria Media Universitaria

91.5 99.8 87.5 69.3

94.8 104.3

95.3 50.8

Fuente: ONE, 2001a, tablas XV.8, XV.9, XV.10, XV.11

Page 17: Estudios de violencia en Cuba

ACADEMIA

COLEGIO DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES 17

Sin embargo, y a diferencia de lo que ocurre en muchos países, básicamente subdesarrollados, en los que en circunstancia de fuertes crisis económicas con repercusión en el empleo, resultan las mujeres las primeras y las más fuertemente afectadas con las agudas reducciones de los empleos, en Cuba se realizaron acciones para aminorar de manera sensible la incidencia adversa de este proceso en las trabajadoras. Así, el índice de masculinidad de los trabajadores que en 1991 era de 177.8 hombres por cada 100 mujeres pasó a 165.9 en 1995, relación que mantiene en el 2000, como manifestación de un aumento en el balance entre los sexos que favorece a las mujeres. Por otra parte, dentro de las características de las trabajadoras cubanas se ha

venido observando un incremento cualitativo de la participación, el que se ratifica al observar que se acentúa la

presencia femenina en grupos ocupacionales tales como el de los técnicos y profesionales, grupo en el que la relación entre sexos varió de 86.9 hombres por cada 100 mujeres en 1991 a 53.6 en el año 2000, y que implica que 2 de cada 3 profesionales y técnicos sean mujeres; y disminuye ligeramente su presencia en la actividad de los servicios, como se pone de manifiesto en el cuadro 2. Particular interés concita el incremento de la mujer como trabajadora de la ciencia y la tecnología. Por ejemplo, en 1994 del total de trabajadores en esta importante esfera, sólo el 45 por ciento eran mujeres, proporción que se ubicó en un 51 por ciento en 1996, y en un 52 por ciento en el 2000, proceso que resulta acorde con el aumento de su presencia en las aulas universitarias, entre

los graduados de estos altos centros de estudios, y de los consecuentes cambios cualitativos experimentados

como fuerza de trabajo. Baste señalar que en el año 2000 del total las trabajadoras, aquellas con nivel medio superior de educación eran el 47.5 por ciento, y las universitarias el 18,4 por ciento. Estas proporciones para la fuerza de trabajo masculina resultó del 35.9 y 10.7 por ciento, respectivamente. (ONE, 2001a. Tablas V.9 y XV.12) Una esfera, sin embargo, en la que aún la trabajadora cubana no ha tenido aún una presencia destacada dada sus altas potencialidades como trabajadora y su alta calificación educacional, lo constituye el acceso a los puestos de toma de decisiones. Si bien la mujer trabajadora incrementó -ligeramente su presencia- en cargos de dirección durante estas últimas décadas (15,2 por ciento en 1975; 25.4 por ciento en 1986; 28.6 por ciento en 1993; 33 por ciento en el 2000 del total de dirigentes), mejorando así levemente el balance entre los sexos, aún los hombres más que duplican a las mujeres en estas funciones, siendo la presencia femenina todavía reducida en las altas esferas de dirección (FMC, 1993, Centro de Estudios de la Mujer-UNICEF, 2000, pág 220, ONE, 2001a, tabla V.11) Algunas manifestaciones de este proceso permiten identificar, en la actualidad, por ejemplo, a 4 mujeres en el Consejo de Ministros, a alrededor de un 9 por ciento dentro de los vice ministros, y a un 27.6 por ciento ocupando escaños del Parlamento. Dentro de los diversos sectores de la economía resultan el de Finanzas y Seguros, el de las Comunicaciones y el de Educación como los de mayor representación femenina en los diversos peldaños de dirección, al rebasar el 50 por ciento,

Cuadro 2. Participación femenina en la actividad económica en Cuba. 1991, 1995, 2000 (en por ciento)

ESTRUCTURA POR GRUPOS OCUPACIONALES DE LAS MUJERES TRABAJADORAS

1991 1995 2000

Total Obreras Profesionales y Técnicas Administrativa Servicios Dirigentes

100.026.0 33.014.5 21.9

4.6

100.025.535.4. 10.722.5

5.9

100.024.836.5

9.023.1

6.6INDICE DE MASCULINIDAD POR GRUPOS OCUPACIONALES

1991 1995 2000 Total Obreras Profesionales y Técnicas Administrativa Servicios Dirigentes

177.8452.4

86.918.872.5

280.3

166.0434.0

54.716.986.8

248.7

165.8438.1

53.618.193.3

218.2

Fuentes: Estimaciones realizadas a partir de ONE, 2000, tabla III.23; ONE, 2001a, tablas V.11 y V.12.

Page 18: Estudios de violencia en Cuba

ACADEMIA

COLEGIO DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES 18

y que oscilan entre el 63.6 y el 53.5 por ciento. (Centro de Estudios de la Mujer-UNICEF, 2000, págs 220 - 222) Estos progresos parciales, y aún totalmente satisfactorios, son indicativos de que todavía están incidiendo factores tanto de índole objetivo como subjetivo, que no resultan dinamizadores para obtener avances importantes y acordes con las condiciones y potencialidades de la mujer cubana, en esta importante esfera. Por una parte, los aspectos relacionados con las limitaciones socioeconómicas que traen como consecuencia una sobrecarga para la mujer en las tareas domésticas, en el cuidado de los hijos, enfermos, ancianos, etc, a la par que han limitado la continuidad de oferta de determinados servicios de apoyo al hogar existentes anteriormente a la crisis económica de los 90 En el plano subjetivo están presentes todavía prejuicios y estereotipos que limitan a las mujeres, o que incluso las autolimitan, dirigidos a

sobredimensionar las responsabilidades del hogar y de atención a los hijos y la familia, y que en ocasiones ponen en “tela de juicio” la capacidad, posibilidades y aptitudes de la mujer para ejercer de manera eficiente el rol de dirigente, así como otras consideraciones al respecto representativas de la cultura machista que concurre aún en la sociedad

Consideraciones Finales Cada vez los cientistas sociales, en general, acuden, en sus investigaciones y en la academia a la perspectiva de género para poder analizar de manera integral, los diversos procesos que ocurren en la población y en la sociedad, circunstancia que demanda -además- de un adecuado enfoque interdisciplinario. Para ello, las diversas estadísticas sobre población y demás fuentes de información deben incorporar esta perspectiva. De igual forma, los gobiernos y actores sociales, deben trabajar

considerando e integrando a la mujer, y demás grupos vulnerables, dentro de los objetivos de los planes y acciones, si realmente se desea alcanzar un desarrollo sistemático y sostenido. En Cuba, al igual que ocurre en la vida social y económica del país, el importante desarrollo socioeconómico y cultural que ha experimentado la mujer cubana, ha incidido de manera importante en la evolución seguida por el proceso reproductivo de la población, en particular, y en sus características socio demográficas, en general. Quedan aún importantes retos que alcanzar con relación a la inclusión de manera sistemática y creciente la perspectiva de género en lo académico, científico, así como en algunas esferas de la vida socio económica, donde la mujer cubana, por su alta preparación integral puede y debe seguir ampliando su presencia.

Bibliografía Consultada BUENO, Eramis, 1994. Población y desarrollo. Enfoques alternativos de los Estudios

de Población. Centro de Estudios Demográficos. Universidad de La Habana. CENTRO DE ESTUDIOS DE LA MUJER (F.M.C) - UNICEF, 2000. Situación de la niñez,

la adolescencia, la mujer y la familia en Cuba. La Habana. CEPDE (CENTRO DE ESTUDIOS DE POBLACIÓN Y DESARROLLO), 2001: Anuario Demográfico

de Cuba, 2000. Oficina Nacional de Estadísticas DE BARBIERI, Teresita, 1994. Género y Políticas de Población, Una Reflexión En: Políticas

de Población en Centroamérica, el Caribe y México. (págs 277 a 294) Coordinadores: Raúl Benítez Zenteno y Elva Gisela Ramírez Rodríguez. PROLAP, IIS-UNAM. INAP. México

FMC (FEDERACIÓN DE MUJERES CUBANAS), 1993: Información estadística seleccionada

y procesada. Equipo del Área de Estudios de la Mujer. Ciudad de La Habana. FNUAP (Fondo de Población de las Naciones Unidas) s/f: Género, población y desarrollo. El papel

del Fondo de Población de las Naciones Unidas. FNUAP, en colaboración con el Population Reference Bureau, Inc.

Page 19: Estudios de violencia en Cuba

ACADEMIA

COLEGIO DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES 19

GOMARIZ, Enrique. 1994. La planificación con perspectiva de género. Centro Nacional para el Desarrollo de la Mujer y la Familia. Costa Rica.

NACIONES UNIDAS, 1994: Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo. El Cairo

(Egipto). 5 al 13 de septiembre, 1994. A/Conf 171/13, 18 de octubre, 1994. OJEDA, Norma, 1999: La categoría género y su presencia en la demografía mexicana. En: Perfiles

de Población. Centro de Investigación y Estudios Avanzados de la Población. UAEM. Julio - septiembre. Nueva Época Año 5, Nº 21. México. Págs 179 – 198.

ONE (OFICINA NACIONAL DE ESTADÍSTICAS) 1999: Perfil estadístico de la mujer cubana

en el umbral del siglo XXI. Ciudad de La Habana. _____________ 2000: Cuba en Cifras 1999.- Ciudad de La Habana _____________ 2001: Cuba en Cifras 2000.- Ciudad de La Habana _____________ 2001a: Anuario Estadístico de Cuba 2000. Ciudad de La Habana. Versión en CD- REPUBICA DE CUBA, 1997. Plan de Acción Nacional de Seguimiento a la Conferencia de Beijing.

Ciudad de La Habana, Gaceta Oficial de la República de Cuba, mayo 5 de 1997

LA JUVENTUD CUBANA Y SUS

PERSPECTIVAS. ESTADO ACTUAL

DE LAS INVESTIGACIONES SOBRE JUVENTUD

Dra. Natividad Guerrero Borrego Centro de Estudios sobre la Juventud.

Reflexionar acerca de las perspectivas de la juventud

cubana es un reto, pero intentarlo facilita el poder

precisar y orientarnos hacia la búsqueda de los mejores

caminos para elaborar estrategias que favorezcan el perfeccionamiento de nuestro

desempeño desde las Ciencias Sociales en cuanto a contribuir a la formación de generaciones más plenas y

saludables. Las Ciencias Sociales indican los avances y las dificultades del desarrollo social, no sin correr el riesgo de sensibilizar o no lo suficiente a los que se ocupan de trazar las políticas.

Para cumplir estas funciones, primero tenemos que demostrar con mucha objetividad la existencia de un problema social, luego estamos en la deber de hacer propuestas para mejorar o eliminar las dificultades, sin embargo en ocasiones no se nos toma en cuenta, casi siempre por ciertos prejuicios asociados a la idea del hipercriticismo, el revisionismo, y no del compromiso e interés de que las cosas sean ajustadas para que alcancen el éxito esperado. Mientras esto sucede transcurre el tiempo, y a veces, los problemas se agudizan. Ocurre por otra parte, que alguna vez se quieren tomar medidas sobre un fenómeno y no siempre se cuenta con argumentos suficientes o estudios que puedan fundamentarlo, aquí las Ciencias Sociales se quedan rezagadas y no cumplen su función en el momento preciso. Para una y otra problemática se evidencia que entre las Ciencias Sociales y las políticas hay una distancia que requiere ser ajustada. Se precisa una negociación entre ambas

partes, pues los investigadores sociales de la Cuba de hoy, nos empeñamos en facilitar informaciones y reflexiones que favorezcan el perfeccionamiento del proyecto social cubano. El nuevo milenio presenta el contexto social cubano con más certidumbre para toda la sociedad y en especial para la juventud. Después de la década de los años 90, se vislumbra un proyecto social que enfatiza las acciones educativas y de empleo, esencialmente en el sector más joven de la población, y el comandante Fidel Castro se esmera por crear las condiciones para que tanto niños, adolescentes y jóvenes así como los adultos, hagan suyas las ofertas que, tras las estrategias de “La Batalla de ideas” se suscriben a favor del fortalecimiento de la cultura general integral. Si partimos de considerar que la juventud es el reflejo de la sociedad a la que pertenece, podemos reflexionar acerca de su realidad, para facilitar el debate. En este sentido el Centro de Estudios sobre la Juventud cuenta con un Departamento de

Page 20: Estudios de violencia en Cuba

ACADEMIA

COLEGIO DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES 20

Documentación e Información que atesora un amplio caudal de investigaciones con resultados interesantes que pueden ser consultados y que tienen que ver con las Políticas de Juventud, la Sexualidad, la Familia, el Género, la Marginalidad, las Adicciones, el Tiempo Libre, el Empleo, entre otros temas. Existen diferencias entre los individuos que conforman cualquier sociedad, y esto hace que encontremos quienes no se sienten convocados, en nuestro caso, por las ofertas que hoy a puesto la revolución a disposición de la población cubana y en particular a los más jóvenes, encaminadas a elevar su cultura general integral. Cierto es que a algunos los mueven por otros estímulos, por lo general materiales e inmediatos, estos pueden estar o no insertados en la sociedad, estar o no interesados en insertarse, pero también son nuestros jóvenes. Podemos decir que las alternativas puestas en práctica por la máxima dirección del país apenas hace dos años, y que ya suman más de 70, corroboran la visión del estudio como medio de empleo; así lo ratifica el reestablecimiento de las escuelas de arte, la creación de nuevas opciones de estudios para la enseñanza media, el programa audio visual con su “Universidad para Todos”, el de informática, la creación de escuelas de trabajadores sociales, entre otros. La respuesta ciudadana ha sido muy sentida - según se confirma en las estadísticas correspondientes a los proyectos, lo cual avala lo positivo de estas iniciativas, al menos en cuanto a desarrollo intelectual, empleo y actitud social en general. Coincido con los que piensan que efectivamente son los más jóvenes los beneficiados a largo plazo. Al mismo tiempo que los proyectos se fortalecen, se visualizan más las necesidades

en relación con los siguientes asuntos:

- profundizar en el conocimiento de la adolescencia y la juventud

- tomar en cuenta las diferencias individuales contextualizar cada análisis respecto a cualquier fenómeno social sobre el que se reflexione cuidar de las generalizaciones ante cualquier consideración o reflexión que se haga prestar atención a las situaciones adversas al proyecto aun y cuando se corrobore que son minoritarias dar el crédito que se merece tanto a lo objetivo como a lo subjetivo. Estamos viviendo una época donde confluyen una gran diversidad de valores, unos clasificados como positivos, otros siguen en un continum hasta lo negativo. De modo que esta complejidad forma parte del quehacer de las Ciencias Sociales y no es fácil escudriñar el laberinto. La diversidad de proyectos de vida, de ideas que hoy conviven y generan los individuos, nos obligan a buscar alternativas para fortalecer nuestra sociedad en la que queremos que predomine la armonía, el respeto y el compromiso social entre sus miembros. El aporte de las Ciencias Sociales en este sentido es muy valioso aunque no se pueda cuantificar. Tenemos una juventud revolucionaria, comprometida, participativa, inteligente que eleva cada vez más su protagonismo, pero hay que reconocer también tenemos jóvenes prostitutas, delincuentes, antisociales, drogadictas. No valdría la pena hablar de magnitudes, porque soy de las que piensa que en cuestiones de seres humanos cualquier problema requiere de una atención precisa a favor de su solución, no hay que esperar a su crecimiento, ni fortalecimiento.

Si de valores se trata, estamos conviviendo con varias filosofías, entre las que se destacan la filosofía del tener y la filosofía del ser. Visto así, nos quedaría por trabajar y defender aquella que pueda favorecer el desarrollo humano, aquella que capacite a hombres y mujeres para que se proyecten hacia la elevación del bienestar social, estamos hablando entonces de la filosofía del ser. Sin embargo, para lograr fortalecer la espiritualidad, se necesitan diversas premisas, solo mencionaré las que me parecen incuestionables: presencia de equidad desde toda nuestra diversidad (edad, género, lugar de residencia, color de la piel, estructura socioclasista, etc.) tomar en cuenta las diferencias individuales entre las personas y respetarlas dar el ejemplo y querer para otros lo que queremos para nosotros mismos capacitar, ofrecer información a todos los actores de un determinado proceso que exista coherencia en los contenidos de los mensajes entre todos los que intervienen en el proceso educativo. Seguro que existen otras premisas importantes que no he mencionado, pero para formar, sobre todo valores, tenemos que intentar ser creíbles y no brindar “cucharadas de valores”, ni recetas, es necesario formarlos a lo largo de la vida y desde todos los espacios e influencias educativas. Esto es muy difícil y constituye el cotidiano de much@s especialistas de las Ciencias Sociales, pero no es suficiente. La perspectiva de la juventud cubana desde una mirada llena de optimismo, es la de salir adelante, la de alcanzar una cultura general integral incuestionable, hay capacidad

Page 21: Estudios de violencia en Cuba

ACADEMIA

COLEGIO DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES 21

en los recursos humanos con que se cuenta para avanzar hacia un desarrollo humano superior, para aproximarnos a mejores niveles de vida. No faltarán las dificultades, porque la sociedad es todo eso, lo bueno y lo malo, lo adecuado y lo inadecuado, lo positivo y lo negativo, junto a una gama increíble de matices, eso somos, pero debemos defender este proyecto social que se orienta cada vez más hacia el bienestar de sus miembros, de sus actores, y yo centro las esperanzas en esta juventud que se está formando y que sabrá en su momento hacer esta ideas sostenibles. Estado actual de las investigaciones realizadas por el Centro de Estudios sobre la Juventud. Desde las perspectivas y reflexiones antes desarrollas, nuestro Centro viene modificando su accionar de manera que cada vez se centra más en los adolescentes y jóvenes. Se proyectan estudios tradicionales, pero sobre algunos temas ya se hace habitual la investigación acción. Trabajamos los asuntos de interés para las organizaciones juveniles y los investigadores dan continuidad a temáticas que ya conforman un arsenal informativo importante al constituir problemáticas que se vienen estudiando por más de diez años, es el caso de sexualidad, marginalidad, historia de las organizaciones juveniles, tiempo libre y recreación, entre otras. Hemos utilizado diferentes estrategias para investigar y explorar los diversos fenómenos sociales, avanzando desde los estudios exploratorios y descriptivos hasta los proyectos de intervención que implican una interacción cara a cara con los y las adolescentes y jóvenes y

que resultan muy enriquecedores para todos los participantes. Hemos avanzado en la concepción de realizar estudios multidisciplinarios, a pesar de su complejidad, no siempre lo hemos logrado, pero lo seguimos intentando. Estamos a tono con las demandas de las Ciencias Sociales a sus investigadores y presentamos las mismas deficiencias en cuanto al nivel de integración de los resultados internos y muchos más respecto a los obtenidos por otras instituciones. En este sentido estamos atentos y promovemos cualquier posibilidad de socialización de la información con que contamos, pero en este aspecto todos los investigadores sociales debemos dejar a un lado los “feudos teóricos y empíricos”. Utilizamos generalmente combinación de metódicas cualitativas y cuantitativas y estamos al tanto de todo lo que en el orden metodológico pudiera ayudar a que nuestros productos tengan el mayor rigor. Realizamos Reuniones de Investigadores sobre Juventud cada 4 años lo que nos permite reunir en el Departamento de Información y Documentación, información actualizada y valiosa sobre todo lo que acontece en el país respecto a estudios realizados con jóvenes. A la vez, el intercambio resultante potencia al Centro como entidad científica especializada en temas de Juventud. Tenemos la suerte de poder debatir con nuestros usuarios los productos investigativos y de poder sugerir estrategias y acciones que contribuyen a la solución de los problemas. Facilitamos la actualización de los especialistas que lo solicitan

en temas de Juventud, alertamos y brindamos todo el apoyo que se solicita a quienes trabajan en la formación de las generaciones en cierne. Esto no quiere decir que estemos satisfechos y que estemos haciendo todo lo que debemos, la sociedad necesita de nosotros los científicos sociales mucho más. Aun y cuando estamos a la altura del desarrollo alcanzado por las Ciencias Sociales en nuestro país, estamos convencidos de que nos falta continuar hacia el progreso y esto lo facilita el optimismo de sentirnos útiles, nos falta estar mejor informados, mayor integración y eficiencia. El reconocer nuestras limitaciones nos coloca en mejores condiciones de esforzarnos por resolver estas deficiencias que hoy se convierten en reto.

INVESTIGACIONES ACTUALES RELATIVAS

AL JOVEN UNIVERSITARIO

Dra. Viviana González Maura CEPES

En la actualidad se desarrollan en el CEPES de la Universidad de La Habana 3 temas de investigación relativos a la problemática de la formación y desempeño profesional de los jóvenes universitarios. Ellos son:

1. Desarrollo laboral en jóvenes egresados

2. Motivación y orientación profesional en la Educación Superior.

Page 22: Estudios de violencia en Cuba

ACADEMIA

COLEGIO DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES 22

3. Educación de valores en el contexto universitario.

Los principales resultados obtenidos en los temas referidos se comentan a continuación.

1. Desarrollo laboral en jóvenes egresados

Este tema de investigación aborda el problema de la correspondencia entre la formación profesional recibida y las exigencias profesionales a través del estudio de seguimiento de egresados durante los últimos 20 años. CEPES-UH, DFP-MES (1998). A pesar de que los resultados obtenidos evidencian una tendencia ascendente a la correspondencia entre la formación profesional recibida en las Universidades cubanas y las exigencias profesionales, lograda a partir del perfeccionamiento curricular universitario sustentado en la necesaria unidad del estudio y el trabajo, en la definición e integración de 3 componentes curriculares: el académico, el investigativo y el laboral que posibilitan el acercamiento progresivo del estudiante desde el primer año de estudios al objeto de la profesión, en los últimos años se observan aún insuficiencias que pueden ser expresadas en las siguientes necesidades y retos. Necesidades • Fortalecer la Orientación

Profesional en el proceso de formación profesional.

La investigación demuestra que durante el proceso de formación del estudiante universitario no se realiza un trabajo sistemático de orientación profesional dirigido a brindar la información necesaria acerca de las posibilidades y exigencias del

desempeño profesional una vez graduado. • Fortalecer la integración

entre lo académico, lo investigativo y lo laboral.

La investigación demuestra la necesidad de continuar trabajando en la necesaria integración entre los tres componentes del curriculum universitario teniendo en cuenta el carácter rector del componente laboral en el proceso de formación del profesional. • Fortalecer el vínculo entre

la Universidad y los centros laborales.

La investigación plantea la necesidad de lograr una mayor integración entre las acciones educativas del centro formador de profesionales y los centro empleadores, de manera que pueda lograrse un sistema de influencias educativas dirigidas a propiciar la formación y desarrollo de conocimientos, habilidades, intereses y valores profesionales en los estudiantes universitarios que le posibiliten un desempeño eficiente una vez graduado.

Retos • Transitar de un paradigma

informativo a un paradigma educativo-productivo en la formación del profesional.

De lo que se trata es de avanzar en el tránsito de una formación teórica, tecnológica y academicista del profesional hacia una formación humanista, integral que permita formar al profesional eficiente y comprometido con el desarrollo social que necesita la sociedad actual. • Formar un profesional

competente. Un reto actual está en acercar

la formación profesional a las exigencias actuales del desempeño profesional en tanto se logre la formación de un profesional competente en el

sentido amplio del término, es decir, capaz no sólo de desarrollar conocimientos y habilidades profesionales que le permitan resolver con eficiencia los problemas profesionales una vez graduado, sino también formar valores, motivaciones profesionales y recursos personales que le permitan actuar con independencia, creatividad y compromiso social en su desempeño profesional.

Las investigaciones que se refieren a continuación se orientan hacia la búsqueda de alternativas de respuestas a las necesidades y retos anteriormente expresados.

2. Motivación

y Orientación Profesional en la Educación Superior

La investigación acerca de

este tema se sustenta en los estudios realizados por autores cubanos acerca de la motivación y la orientación profesional desde una perspectiva histórico-cultural del desarrollo humano González, V. (1989), Domínguez, L. (1990) y concibe la Orientación Profesional como “un proceso de educación de la personalidad para la elección, formación y actuación profesional responsable” González, V. (1999). considera que en la Educación Superior la Orientación Profesional debe cumplir los siguientes principios:

• El enfoque profesional del proceso de enseñanza- aprendizaje

En virtud de este principio se considera que el estudiante es un ente activo en el proceso de su formación profesional, por tanto el proceso de enseñanza-aprendizaje en el centro universitario debe diseñarse de manera que permita potenciar la construcción por parte del

Page 23: Estudios de violencia en Cuba

ACADEMIA

COLEGIO DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES 23

estudiante de sus conoci- mientos, habilidades, valores e intereses profesionales que le posibiliten un desempeño profesional eficiente, comprometido y creativo. • El año como célula básica

para la orientación profesional. Si bien la orientación profe-

sional debe desarrollarse en todo el proceso educativo en el centro universitario, es el año académico donde converge el sistema de influencias educativas dirigidas a propiciar la formación de un profesional componente y comprometido con el desarrollo social a través de la práctica laboral, por ello es el año académico el nivel esencial para la orientación profesional.

A partir del conocimiento de estos principios se han diseñado estrategias educativas curriculares y extracurriculares en la Educación Superior para la orientación profesional que han permitido lograr los siguientes resultados. 1. Diseño, aplicación y

evaluación de estrategias curriculares a nivel de asignatura, año educativo y carrera en diferentes carreras y universidades en Cuba y en Bolivia.

Se ha trabajado en el diseño, aplicación y evaluación de estrategias de orientación profesional en los diferentes niveles curriculares: asignatura, año académico y carrera que han permitido constatar su efectividad en la formación de una motivación profesional sustentada en intereses profesionales y valores asocia- dos a un desempeño profesional responsable y de compromiso social.

2. Creación y puesta en marcha del Servicio de Orientación Vocacional-Profesional de la Universidad de la Habana. González. (2000)

Desde 1998 se trabaja en un Servicio de Orientación

Vocacional-Profesional en el COAP de la Facultad de Psico- logía a través del cual se brinda orientación a estudiantes de enseñanza media con el objetivo de que logren una elección profesional responsable así como a estudiantes universitarios que presentan conflictos motivacionales en el proceso de su formación profesional. 3. Preparación del claustro

universitario para la Orientación Profesional a través de diferentes vías:

• Postgrado: Talleres, Cursos, Entrenamientos y Diplomado en "Orientación Profesional Universitaria".

• Asesoría al trabajo metodológico de asignaturas, disciplinas y años académicos para la orientación profesional.

• Investigación-acción en la modalidad de investigación-acción-colaborativa como forma de superación profesional de docentes universitarios para la orientación profesional. La preparación de los

docentes universitarios para el diseño de estrategias de orientación profesional en el proceso de enseñanza-aprendizaje a través de las modalidades de superación profesional anteriormente referidas han demostrado su efectividad en el trabajo educativo para el desarrollo de intereses profesionales y de una formación profesional responsable en los estudiantes.

4. Monografía: "La Orientación Profesional en la Educación Superior: Una alternativa teórico-metodológica para la formación de profesionales competentes.

La Monografía ofrece a los docentes universitarios los elementos teóricos,

metodológicos y prácticos necesarios para el desarrollo de un trabajo sistemático de orientación profesional en los centros universitarios. 4. Educación de valores

en el contexto universitario

A través de esta investigación se trabaja en la búsqueda de alternativas curriculares para la educación de valores en el estudiante universitario. En este tema el CEPES viene traba- jando en los últimos 20 años Ojalvo, V. (1981), Kraftchenko, O (1990), Ojalvo.V. y otros (2000) lo que ha permitido en la actualidad mostrar los siguien- tes resultados: - Metodología para el diagnóstico del nivel de desarrollo de valores como reguladores de la actuación del joven. En este resultado se ofrece una metodología para el diag-nóstico del nivel de desarrollo de los valores como regula-dores de la actuación del joven sustentada en una concepción histórico- cultural del desarrollo humano que ofrece a los docentes universitarios un sistema de técnicas para la caracterización de los valores en sus estudiantes como punto de partida para el diseño de estrategias educativas dirigidas a potenciar su desarrollo. - Diseño, aplicación y evaluación de estrategias educativas curriculares para el desarrollo de la responsabilidad del estudiante universitario en su formación profesional.

Se han diseñado y puesto en práctica diferentes estrategias educativas para el desarrollo del valor responsabilidad en la actuación profesional del estudiante universitario en diferentes asignaturas, años y carreras universitarias que han permitido demostrar la

Page 24: Estudios de violencia en Cuba

ACADEMIA

COLEGIO DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES 24

efectividad de las mismas en el desarrollo del referido valor. Molina, A.T.(1998), Viñas, G. (2000), González. (1999). Zumbado, H. (1999), iglesias. (2002 ) - Preparación psicopedagógica

del docente universitario para la educación de valores en el curriculum. Se ha trabajado en el diseño

de un programa de formación docente del profesor univer-sitario para la educación de valores en sus estudiantes que ha sido aplicado en diferentes modalidades: talleres, cursos, diplomados y que actualmente está en j proceso de perfec-cionamiento. Kraftchenko,O y A.L. Segarte ( 2000 ), Ojalvo, V, y 1 v. González. (1999). - Talleres Nacionales de

Educación de valores en las Universidades. Se realizan anualmente

talleres nacionales sobre educación de valores con la participación de profesores de diferentes universidades del país. Se han efectuado hasta la fecha 3 talleres nacionales los que han permitido divulgar los resultados l obtenidos en las investigaciones que hemos desarrollado e intercambiar f experiencias entre los participantes en relación con el tema. - Revista Electrónica "La

Universidad y la educación de valores". El CEPES ha lanzado en la

intranet universitaria una revista electrónica sobre el tema de la educación de valores en la Universidad con una frecuencia trimestral en la que se presentan artículos que abordan problemas teóricos, metodológicos relativos a la educación de valores en la Educación Superior así como experiencias desarrolladas por profesores universitarios en el referido tema.

- Publicación del libro. "La educación de valores en el contexto universitario". Editorial Félix Varela. 2001. El libro es uno de los

principales resultados de la investigación en el que se aborda la concepción teórica y metodológica que sustenta la alternativa que se presenta para la educación de valores en el contexto universitario.

Consideramos que los 3 temas de investigación que se abordan actualmente en el CEPES en relación con la formación y desempeño profesional de los jóvenes universitarios cubanos intentan abordar desde diferentes aristas, el problema científico referido a cómo lograr la formación del profesional integral, competente y comprometido con nuestra Revolución Socialista que demanda nuestra sociedad de hoy, pensamos que en este camino hemos avanzado mucho pero es necesario continuar investigando.

Referencias bibliográficas

CEPES-UH, DFP-MES (1998)

"Resultados generales del estudio sobre el desarrollo laboral de los jóvenes profesionales egresados desde 1991-1995". Informe de investigación.

Domínguez, L. (1990) "Niveles de desarrollo de la motivación profesional en jóvenes universitarios". Tesis de Doctorado.

González, V. (1989) "Niveles de integración de la motivación profesional Tesis de Doctorado.

González, V. (1999) "La orientación profesional como estrategia educativa para el desarrollo del interés profesional y del valor responsabilidad en la formación profesional del

estudiante universitario." Informe de investigación. CEPES. Universidad de La Habana.

González, V. (1999) "La Orientación Profesional en la Educación Superior. Una alternativa teórico-metodológica para la formación de profesionales competentes." Monografía. CEPES. Universidad de La Habana.

González, V. (2000). "El Servicio de Orientación Vocacional-Profesional (SOVP) de la Universidad de La Habana. Una estrategia educativa para la elección y desarrollo profesional responsable." Ponencia presentada en La Convención Internacional Universidad 2000.

Iglesias, M (2002) "Estrategia educativa para el desarrollo del interés profesional a través de la asignatura Medicina Legal y Ética Médica". Tesis de Maestría. CEPES. Universidad de La Habana.

Kraftchenko, O. (1990). "Estudio de algunos factores, vías y mecanismos que influyen en el proceso de formación de la autorregulación moral del comportamiento en la edad juvenil". Tesis de Doctorado. Universidad de La Habana.

Kraftchenko,O y A.L. Segarte (2000) "La redimensión del rol de educador y el desarrollo de la responsabilidad profesor-alumno ante la tarea educativa." Informe de investigación. CEPES. Universidad de La Habana.

Molina, A. T. (1998) ¨La formación cultural y axiológica del estudiante de Ingeniería Mecánica". Tesis de Maestría. CEPES. Universidad de La Habana.

Page 25: Estudios de violencia en Cuba

ACADEMIA

COLEGIO DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES 25

Ojalvo, V y otros. (2000) "Concepción de enseñanza, aprendizaje y organización docente para la formación de valores en estudiantes universitarios". Informe de investigación. CEPES. Universidad de La Habana.

Ojalvo, V. (1981) "Influencia de los valores de los adultos y los contemporáneos en el respeto a las normas sociales en la conducta verbal y real del adolescente." Tesis de Doctorado. Universidad de La Habana.

Ojalvo, V. y V. González. (1999) "Programa de formación docente para la educación de valores en la Educación Superior'. Informe de investigación. CEPES. Universidad de La Habana.

Viñas, G. (2000) "Los métodos participativos como estrategia para el desarrollo de la responsabilidad". Informe de investigación. CEPES. Universidad de La Habana.

Zumbado, H. (1999). "Formación del interés profesional y de la responsabilidad del estudiante universitario a través de la Asignatura Análisis de los Alimentos II en la carrera de Alimentos de la Universidad de la Habana". Tesis de Maestría. CEPES. Universidad de La Habana.

MOMENTOS DE CAMBIO

DE LA REPUBLICA BURGUESA

Dra. Francisca López Civeira

Plantearse los momentos de

cambio dentro del devenir histórico de la República burguesa en Cuba implica atender a procesos de cierta duración, ya que se trata de un periodo marcado por momentos de giro histórico cuya separación en el tiempo apenas llega a las tres décadas. Si tomamos en cuenta que entre 1902 y 1959 se produjeron dos procesos revolucionarios profundos, independientemente del desenlace del primero, que habrían de establecer la necesidad y el propósito de transformar el conjunto de las relaciones sociales, puede comprenderse la afirmación inicial. Si de cambios se trata, debe atenderse de inicio a que el propio establecimiento de la república implica un primer momento de cambio. Tal apreciación requiere de algunas consideraciones. Toda periodización supone la selección de hechos o procesos históricos que se consideran esenciales para establecer los momentos de corte histórico, pero también ese criterio está sujeto al problema específico que se periodiza. Es imprescindible atender a esto para entender el sentido del cambio aplicado al momento en que se constituye la república de Cuba.

Si partimos de la estructura económico social en su imbricación con el decurso del capitalismo en Cuba, habría que reconocer que en 1902, o 1898, no constituyen momentos de verdadero corte histórico. Las características de estos fenómenos tenían sus bases establecidas desde el siglo XIX cuando, especial-mente en sus últimas dos décadas, se habían producido las transformaciones económico sociales que habían

de transitar al siglo XX, casi de forma inalterable hasta su tercera década. Los acontecimientos derivados del 98 trajeron relativo reajuste en este campo, a partir de la nueva situación económica creada, pero no se alteró su esencia.

Por otra parte si atendemos el problema nacional cubano, y específicamente a la aspiración de construir el estado nacional, otra tiene que ser la consideración. El año 1898, marcó el fin del dominio colonial español en Cuba, hecho nada despreciable para el análisis histórico y abrió el camino para después de un incierto y complejo periodo de ocupación militar norte-americana a la instauración de ese estado nacional. Este hecho incuestionable aun cuando ese estado nacional naciera con la inserción de mecanismos impuestos por Estados Unidos, que establecían una soberanía limitada, de modo particularmente dramático por la incorporación de la enmienda Platt, con apéndice a la constitución, llevada después a tratado permanente de relaciones e incumplimiento de su último artículo. Se trataba de un mecanismo que cercenaba las atribuciones soberanas del estado nacional naciente en sus partes fundamentales, que solo en las condiciones de fuerza impuesta por la ocupación militar pudo establecerse. A pesar de tan trágica situación para la nación cubana, no puede obviarse la importancia de que no se había producido a la anexión tan buscada por algunos grupos de poder en Estados Unidos, gracias en primer termino a la capacidad de resistencia del pueblo cubano para defender sus derechos a la independencia y también a las

Page 26: Estudios de violencia en Cuba

ACADEMIA

COLEGIO DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES 26

circunstancias internacionales de aquel momento, sobre todo la situación de Estados Unidos en relación con las otras potencias de la época. La República de Cuba, por tanto, surgía en condiciones adversas contextuales, pero significaba un momento de cambio en cuanto al desarrollo de la nación cubana y su aspiración a constituir su Estado nacional. Este se insertaba a partir de entonces en el conjunto de las naciones con sus propios atributos, a la vez que abría nuevos espacios para el desarrollo de sus fuerzas internas, aunque las distintas clases, capas y grupos sociales tendrían que actuar dentro de las condiciones establecidas por el dominio colonial.

No es ocioso acotar la peculiar situación del mundo de la época, cuando el capital monopolista en ascenso había establecido un reparto colonial que incluía a todas las naciones de lo que después se denominaría tercer mundo, en virtud del cual los grandes centros de poder convertían al resto del planeta en zonas de dominio colonial y esferas de influencia. Las redes del capital financiero ahogarían rápidamente y de manera progresiva a las naciones establecidas previamente, dejando un margen casi inexistente para las posibilidades de plena independencia en esas zonas. Cuba accedía a la constitución de su Estado nacional en medio de ese proceso.

Para la valoración del cambio que significó el establecimiento de la República de Cuba, resulta muy útil recordar los principios fundadores que la animaron, recogidos en la constitución aprobada en 1901. La Orden número 301, dictada por el Gobernador Militar Leonard Wood, establecía la

convocatoria y la celebración de una Asamblea Consti-tuyente cuyas funciones se definían claramente: redactar y adoptar una constitución y, como parte de ella, acordar con el gobierno de los Estados Unidos las relaciones que habrían de existir entre aquel gobierno y el de Cuba y proveer por elección los funcionarios que estableciera la Constitución.1 A contrapelo del contenido de la convocatoria, la opinión mayoritaria de los convencionales fue la de no hacer depender los fundamentos de la Constitución de las relaciones con los Estados Unidos, de ahí que se aprobara primero la Carta Magna cuyo artículo primero establecía que: ¨El pueblo de la República de Cuba se constituye en Estado independiente y soberano, y adopta, como forma de gobierno, la republicana¨.2 Esta Constitución de espíritu liberal estableció la igualdad de todos los cubanos ante la ley, el carácter laico del Estado y el sufragio universal para los varones mayores de 21 años, además de los principios liberales sobre los derechos individuales y la división de poderes, o sea, ejecutivo, legislativo y judicial. Al margen del cumplimiento o no de lo establecido en la Constitución de la República, su contenido refleja el predominio de las tendencias independentistas y democrático liberales en el seno de los constituyentistas, frente a corrientes básicamente conservadoras y, por ende, la concepción bajo la que debía nacer el Estado nacional. Es bien conocido el papel que tuvo la Enmienda Platt para socavar tales propósitos, especialmente

1 Hortensia Pichardo: Documentos para la Historia de Cuba. Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1969, TII, pp. 70-71. 2 Ibid. pp. 75-101

la condición independiente y soberana del Estado.

La existencia de la República de Cuba permitía, como se ha afirmado antes, algunos espacios en los cuales pudo afirmarse el desarrollo de una cultura nacional que se negaba a ser absorbida por la cultura dominante externa. Hábitos, gustos y costumbres se afincaban en medio de la avalancha de la penetración cultural norteamericana, que de alguna forma siempre lograba algún nivel de influencia. Los símbolos propios, mitos y paradigmas construidos por el pueblo, no podían ser ignorados y en no pocos casos, tuvieron que ser utilizados como medio de legitimación de los grupos dominantes internamente. Muestra evidente de ello fueron las grandes figuras del independentismo, particularmente José Martí, que aprecian su valor simbólico como representación de los mejores valores del pueblo cubano.

Con apoyo oficial o no, surgieron entonces un conjunto de instituciones y organizaciones en cuyo seno se alimentaban las raíces de la historia nacional y de sus valores culturales. Aunque algunas tuvieron un carácter elitista, su propia existencia fue posible por existir aquel Estado Nacional ya que no eran tolerables en un status colonial como el precedente. La década del 10 del siglo XX, después de finalizada la segunda intervención norteamericana de 1906 a 1909, marca un momento importante en esta tendencia a la organización. En 1910 se fundaron la Sociedad de Fomento del Teatro, la Academia de la Historia y la Academia Nacional de Artes y Letras, iniciándose así un movimiento que traería la fundación de la Sociedad Pro

Page 27: Estudios de violencia en Cuba

ACADEMIA

COLEGIO DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES 27

Teatro Cubano y la Asociación de Pintores y escultores de Cuba en 1915 y la Sociedad Por Arte Musical en 1918, mientras en 1911 ya había aparecido la importante revista Cuba Contemporánea. Otros centros culturales como la Sociedad de Conferencias de La Habana (1910), el Museo Nacional (1913) y el Ateneo de Santiago de Cuba (1914) se sumaban también a estos espacios de estudio y debate sobre el pasado y el presente cubano. La intelectualidad en los campos de las ciencias sociales, el arte y la literatura hizo un importante aporte en la expresión y defensa de los valores de la cultura nacional y en el rescate y afirmación de las raíces del pueblo cubano y sus tradiciones, y en la imagen épica de las grandes personalidades y hechos históricos que se afincaban en la conciencia nacional. Por supuesto, en este campo también había la polémica propia de las distintas actitudes que se asumían ante los problemas sociales y el problema nacional, pero recordar nombres como los de Fernando Ortiz, Enrique José Varona y Emilio Roig de Leuchsenring permite entender el valor de la obra de aquellos intelectuales.

La década del 20 constituye otro momento de cambio. Para entonces empezaban a aparecer síntomas de crisis dentro del sistema de dominio neo-colonial en Cuba. En el orden económico se hacía visible la inoperancia de un modelo basado en la estructura mono productora y mono-exportadora. En el orden político también era evidente el desgaste de sus instituciones y de quienes habían hegemonizado la lucha por el poder político. Esto plantea un momento de giro cuando

emerge una nueva generación que va a hacer coincidir la vanguardia política y la intelectual.

Los síntomas de agotamiento de la estructura económica, incapaz ya de mantener el crecimiento de la economía sobre la base de la producción y exportación de azúcar, impusieron a los grupos de poder la necesidad de buscar reformas para sostener el sistema y, con él su posición dominante. El debate sobre política económica tomaría fuerza en la década del 20 entre los sectores burgueses y sus pensadores económicos. La articulación del programa machadista sería una respuesta de determinados sectores oligárquicos internos a la crisis, vinculados también con grupos determinantes de la oligarquía financiera norteamericana. Las capas intermedias, el movimiento obrero organizado y, de forma más débil en cuanto a programas y organización, el campesinado habrían de irrumpir con fuerza a partir de proyectos diversos en la búsqueda de soluciones a los problemas nacional y social.

En aquellas circunstancias se gestó el proceso revolucionario que en los años 30 hizo quebrar temporalmente el dominio político de los sectores oligárquicos. Este proceso marcó de manera profunda a la sociedad cubana. La beligerancia popular, representada en lo fundamental por el movimiento obrero y el estudiantil y la activa participación de la joven intelectualidad, llevó a estos grupos sociales a un protagonismo político ya insoslayable. La lucha popular, que hizo saltar del poder a Machado y luego a Carlos Manuel de Céspedes y Quesada, demostró su capacidad y fuerza, aunque no

pudo ganar y sostener el poder político para la revolución. La quiebra del poder político oligárquico a partir de la caída de Machado y, sobre todo, después del 4, de septiembre, marcaría también un punto de inflexión en el accionar político. El debate reforma-revolución, que estuvo presente a lo largo de ese proceso en el seno de las fuerzas beligerantes contra el Machadato, elevó este asunto al plano nacional con tal fuerza que se asentaría definitivamente por casi tres décadas. La necesidad histórica de cambios en el sistema para hacerlo pervivir, o de transformaciones en función de crear un orden nuevo, signo la actuación de las dirigencias de las distintas clases, capas y sectores en dependencia del lugar que ocupaban dentro de aquel, pero lo que ya no podía hacerse era retornar a los modos premachadistas.

A partir del golpe de Estado contra revolucionario de enero de 1934, las fuerzas oligárquicas buscaron recomponer su hegemonía política, ahora sobre la base de las nuevas condiciones salidas del proceso revolucionario y la necesidad de remontar la crisis del sistema. Los gobiernos sucesivos implementaron políticas reformistas cuyos matices diferían en relación con la base social de cada uno y la tendencia de pensamiento predominante.

El sistema bipartidista que se había impuesto, aunque con cierta precariedad si atendemos a las divisiones y desplazamientos internos dentro de los partidos Liberal y Conservador, fue destrozado. En la oposición a Machado ya habían surgido diferentes agrupaciones políticas y, después de enero de 1934, se entronizaría un multipartidismo oscilante numéricamente, pero

Page 28: Estudios de violencia en Cuba

ACADEMIA

COLEGIO DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES 28

que convirtió las contiendas electorales en luchas entre alianzas y coaliciones electorales en lo fundamental. Entre las elecciones de 1936 y las de 1944, con sus consiguientes reorganizaciones de partidos, se inscribieron 18 partidos de los cuales desaparecieron 121. Esto evidencia la movilidad y debilidad interna de estos partidos cuyos miembros se desplazaron con bastante frecuencia hacia partidos nuevos -o viejos- con programas que podían ser de tendencias contrarias a las del partido de procedencia sin que fuera un obstáculo para el cambio de militancia.

Las alianzas electorales que se armaron desde entonces y hasta la década del 50, funcionaron alrededor de dos polos de atracción fundamentales: Fulgencio Batista y el PRC(A) con Ramón Grau San Martín. A su vez, los partidos inscritos a partir de la reorganización de 1935 adoptaron nuevos nombres y programas más acordes con la nueva realidad política en la cual tenían que actuar. También cambiaron sus estructuras, de manera que adoptaron formas modernas en su organización. Los nuevos partidos -muchos de los cuales tenían composición y dirigencias viejas- introdujeron en sus programas nuevos elementos que respondían a las necesidades de reformas dentro del sistema, también estructuraron secciones para atender a grupos sociales específicos, como los obreros, las mujeres, los jóvenes y los negros. Estas novedades tomaron particular fuerza con

1 Ver: Francisca López Cibeira: La crisis de los

partidos políticos burqueses en Cuba (1925-1958). Ministerio de Educación Superior, La Habana, 1990.

vistas a la Asamblea Constituyente de 1940.

La Constitución de 1940 plasma formalmente en la Carta Magna la nueva situación del país a partir del giro histórico de la década del 20 y el proceso revolucionario de los 30. Por supuesto, no puede olvidarse el contexto internacional tan peculiar de ese momento, con el inicio de la Segunda Guerra Mundial y la lucha antifascista, que implicaba también un debate al interior de la sociedad cubana. En el texto constitucional introdujeron elementos de un pacto social indispensable en aquella coyuntura y una relativa reestructuración del Estado. Estamos entonces ante una readecuación del sistema y de la República nacida en 1902, fruto del momento de cambio que marcó la década del 20, pero que no alteró sus esencias últimas. El sistema se adaptaba a las nuevas circunstancias en el intento de permanecer.

Por último, insistir en la brevedad del tiempo histórico en que transcurren los fenómenos aquí apuntados. En apenas dos décadas el sistema de dominio neo-colonial establecido en Cuba sobre la base de un modelo económico ya estructurado, y el sistema político que le acompañaba, entraron en un proceso de crisis. Tras el intento de solución machadista y el proceso revolucionario que desplazó a Machado, su programa y las fuerzas que representaba, se abrió un momento histórico que dos décadas después también habría de colapsar, esta vez con un proceso revolucionario que alcanzó el poder, lo sostuvo y acometió las trans-formaciones del conjunto

de las relaciones sociales en Cuba.

LAS INVESTIGACIONES

SOBRE LA JUVENTUD EN

CUBA. ALGUNOS APUNTES PARA SU

COMPRENSION Desirée Cristóbal y María Isabel Domínguez CIPS Las investigaciones sobre la juventud en Cuba y el debate acerca del papel de este importante grupo en la sociedad, alcanzaron a partir del triunfo de la Revolución un espacio central dentro de la amplia gama de temas de discusión y reflexión que desde entonces tiene lugar tanto en el ámbito académico como social y político. Análisis y periodizaciones realizados sobre el tema2 indican que es a partir del año 1968 que el tratamiento de la temática comienza a producirse de forma sistematizada y desde la óptica de las investigaciones sociales propiamente. Desde el punto de vista temporal y de los actores involucrados, las investigaciones sobre juventud que se producen pueden ser enmarcadas en tres etapas fundamentales: - Una primera etapa, que se inicia en el año 1969, con la creación de un Equipo de Investigaciones en la Unión de Jóvenes Comunistas, cuyo 2 Domínguez, María Isabel. (1995). Las investigaciones sobre la juventud. TEMAS, No. 1, Ministerio de Cultura, La abana,1995

Page 29: Estudios de violencia en Cuba

ACADEMIA

COLEGIO DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES 29

objetivo central consistió en el estudio de aspectos del desarrollo ideológico de la juventud y su incidencia en el desarrollo de las tareas socioeconómicas y políticas a ella encargada. Dicho Equipo fue transformándose y en 1973 se constituyó como Comisión de Investigaciones Sociales, adjunta al Buró Nacional de la UJC, Durante este período que culmina en 1980, y de forma paralela al trabajo de esta Comisión, otros estudios e investigaciones fueron desarrollados por diferentes organismos y centros docentes, como la Facultad de Psicología de la Universidad de la Habana y el Ministerio de Educación, por solo citar algunos ejemplos. - La segunda etapa comprendida entre 1981 y 1985, se caracterizó por la conversión de la Comisión de Investigaciones Sociales en lo que se conoce hoy como el Centro de Estudios sobre la Juventud para abordar una mayor amplitud de temas, a la vez que se produjo un recimiento del número de instituciones e investigadores que abordaron las temáticas relativas a la juventud. En el plano de los contenidos y los métodos, "los rasgos fundamentales de estas dos etapas fueron el elevado número de estudios, centrados en la conducta y en rasgos de la conciencia de los jóvenes, generalmente orientados hacia el grupo de estudiantes, y sin considerar la acción de las instituciones, que condujeron poco a la reflexión teórica y a las interpretaciones globales. Su valor fundamental fue el papel que desempeñaron en la acumulación de información y en la preparación de profesionales".1

1Idem.p.p86

- La tercera etapa, iniciada en 1986 y que se extendió hasta 1994, significó un despegue tanto desde el punto de vista metodológico como de los contenidos, al brindársele la mayor prioridad a la temática juvenil y constituirse como objeto del primer Programa Nacional de Investigaciones en Ciencias Sociales.

Durante esos años, se concretaron un conjunto de resultados de gran importancia para el conocimiento de la juventud cubana y los cambios en la política social a ella dirigida, a partir de la caracterización de su estructura social en términos socioclasistas y generacionales y los rasgos de su socialización En este marco se prestó especial importancia a la definición conceptual de la categoría juventud en sí misma, pues la utilización en momentos anteriores de criterios reduccionistas, no siempre correctamente contextualizados, habían limitado el alcance de algunos de los resultados obtenidos. Así mismo, se hizo notable un mayor esfuerzo por superar el carácter descriptivo de las investigaciones, a la vez que se intentaba desarrollar la interpretación y el pronóstico y la utilización de una metodología de carácter cualitativo. Tales esfuerzos contribuyeron a la obtención de importantes resultados cuya naturaleza y diversidad permitió conectar de manera directa la labor investigativa con la acción de las más diversas instituciones que tienen que ver con los jóvenes". En ese contexto, es que se ubica el trabajo del Equipo Juventud del Centro de

Investigaciones Psicológcias y Sociológicas (CIPS). Establecida como tina de las líneas de investigación fundamentales de la institución, la Juventud y las Generaciones, cuenta hoy con un desarrollo de 16 años de labor investigativa y numerosos aportes en el plano conceptual y de los resultados concretos. Entre sus principales contribuciones está la concep-tualización sociológica de la categoría juventud, definida teniendo en cuenta la interrelación de los factores biológicos, psicológicos y sociales y que subraya como determinante la naturaleza de la actividad que se desarrolla en esa etapa de la vida, que condiciona un conjunto de relaciones sociales específicas que dan lugar a la conformación de la identidad juvenil. Así mismo, de singular relevancia está el análisis de la juventud en el marco de la estructura social de la sociedad, en particular la estructura socioclasista y generacional. En este último sentido destaca como aportes la identificación de la estructura generacional de población cubana y elementos sobre la naturaleza de sus interrelaciones.2 Ya en los años 90, la situación socioeconómica de la sociedad cubana, impactó de manera muy singular las investigaciones sobre la juventud, en estrecha correspondencia con los efectos que sobre este grupo han tenido los cambios y las transformaciones que se han producido. La evaluación de estos fenómenos y sus conse-cuencias para los grupos que componen la juventud, tanto en el orden estructural como en el de su subjetividad pasaron a 2 CFr. Domínguez, M.I.; M.E. Ferrer y M. V. Valdés. Las generaciones en la sociedad cubana actual. CIPS, La Habana, 1989-1990.

Page 30: Estudios de violencia en Cuba

ACADEMIA

COLEGIO DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES 30

convertirse en objetivos claves de investigación. En ese sentido, podría mencionarse como ejemplo el resultado de investigación "Efectos del Período Especial sobre los jóvenes", producido en 1993 el cual ofreció una serie de consideraciones finales de importancia estratégica para el momento en que tuvieron lugar. Este trabajo, como medición temprana de los efectos del Período Especial sobre la Juventud, se ha convertido en punto de referencia necesario para nuevas mediciones. A partir de 1996, este equipo incorporó como elemento central para el trabajo con y sobre la juventud la categoría Integración Social, la cual es retornada y readecuada a las condiciones concretas de nuestra sociedad y supone un nuevo paso de profundización y desarrollo en la investigación sobre juventud, toda vez que en sí misma integra una amplia gama de procesos de gran trascendencia no solo para el grupo juvenil en específico sino -a través de él- para el futuro mismo de la nación. De extra-ordinaria vigencia actual, la Integración Social, es hoy a nivel internacional un eje central en los análisis y las reflexiones de académicos y políticos sobre la juvéntud. En nuestra concepción, Integración Social "es la compleja red de relaciones que se entreteje entre los tres elementos básicos de su existencia: justicia social, participación y cohesión nacional. - Justicia social, entendida

como la real igualdad de oportunidades para el acceso equitativo de todos los grupos e individuos a los bienes y servicios que brinda la sociedad y la ausencia de

discriminación de cualquier tipo.

- Participación, entendida no en sentido estrecho, solo como participación política, sino en su sentido más general, por lo que se coloca en primer lugar la participación en la vida social y económica a través del estudio y el trabajo.

- Cohesión nacional, entendida como el sistema de valores y normas compartidas por los distintos grupos sociales que se configura y modifica en el propio proceso participativo.

El elemento central que sirve como hilo conductor entre cada uno de estos tres factores, es la posibilidad de inserción real que brinda el modelo social a la vez que los indicadores para evaluar los niveles de Integra-ción Social logrados pasan por la medición de la inserción alcanzada por grupos e individuos como expresión concreta en el plano estructural de la justicia social y la participación.1 En las circunstancias actuales son amplias y diversas las áreas temáticas en relación con la juventud que requieren de la investigación social. Las transformaciones socio-económicas que ha vivido la sociedad cubana en los marcos de un contexto internacional de creciente globalización; la ampliación de sus interacciones sociales y culturales a partir del incremento del turismo; los nuevos programas de la Revolución, cuyos protagonistas y mayores beneficiarios son y serán indiscutiblemente las actuales y nuevas generaciones jóvenes de nuestro país, han comenzado a plantear nuevos retos a la

1 Domínguez, M.I.; D. Cristóbal y D. Domínguez. Integración y Desintegración Social de la Juventud Cubana a finales de siglo. Procesos objetivos y subjetividad juvenil. CIPS, La Habana, 2000.

labor de las Ciencias Sociales y de aquellos cuyo tema central de trabajo es la juventud. El conocimiento y la experiencia acumulados durante estos años, constituyen en la práctica instrumentos de inestimable valor para el trabajo futuro, a la vez que se impone superar dificultades que aún permanecen habrán de ser superadas si en realidad se pretende su contribución a la transformación y el desarrollo de nuestra sociedad. El permanente desarrollo teórico; la utilización del enfoque inter y transdisciplinario y la aplicación de una metodo-logía flexible, se hacen aún más imperiosas ante el carácter cada vez más complejo de los fenómenos que se presentan. La capacidad de producir resultados de impacto en la práctica social, en la vida diaria y el quehacer cotidiano de las instituciones y la sociedad, con rapidez y eficacia, es sin duda el reto mayor que se nos plantea y que habrá de convertirse en logro del futuro.