Ensayo: El diseño curricular por competencia y su

importancia en la formación del profesional de enfermería

Por: Lic Grisel Bonilla.B

Enfermera pediátrica

Marzo7, 2014

El diseño curricular por competencias y su importancia en la formación del profesional de

enfermería

El profesional de enfermería día con día afronta una serie de retos tanto a nivel profesional como en

el nivel personal y aunque en otras profesiones no es de interés mezclar ambos ámbitos, para el

profesional de enfermería si lo es.

Por lo anterior, es importante que durante el periodo de formación se cuente con un sistema que

evalúe detalladamente las competencias en cuanto al desempeño individual de cada alumno.

Este ensayo plantea la importancia del diseño curricular por competencia en la formación de

profesionales de enfermería capaces de adaptarse a los cambios que produce la globalización y las

nuevas tendencias en los diferentes niveles de atención y así poder demostrar dichas capacidades

en cualquier sistema de salud en el mundo.

Desde los tiempos de Florence Nightingale, iniciadora de la obra y tareas de la enfermera hasta

nuestros días, la enfermería es una profesión de carácter humanista, basada en el servicio

desmedido y oportuno a la población al cual debe cada una de las acciones que realiza.

Es importante mencionar que en aquellos tiempos se le daba mucho énfasis a esta parte humana de

la atención; sin embargo, poco a poco al pasar de los años hubo que modificar este perfil y pasar de

los clásicos “ángeles blancos” como se les dice en muchos lugares, a “profesionales con

habilidades y destrezas técnico-administrativas y de liderazgo”, unir estos dos aspectos en

enfermería se conoce como “atención de calidad con calidez”.

Para lograr este objetivo, en la actualidad muchas de las personas encargadas de la formación del

recurso humano en enfermería se han comprometido en evaluar los diseños curriculares existentes y

rediseñarlos utilizando el término “por competencias”.

Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, competencia se define

como: “Capacidad para responder exitosamente a una demanda, tarea o problema complejos

movilizando y combinando recursos personales (cognitivos y no cognitivos) y del entorno” (OECD,

2005).

Para Pimienta, las competencias se pueden definir como el desempeño o la actuación integral del

sujeto, lo que implica conocimiento actuales o declarativos (saber conocer), habilidades y destrezas

(saber hacer), actitudes y valores (saber ser) dentro de un contexto ético.

Existen muchas definiciones, todas ellas convergen en un punto de relación y es la del conocimiento

expresado en desempeño, solución de problemas y la eficacia del desempeño como punto final para

la evaluación.

Basado en este punto, nace en Europa el proyecto Tuning, cuyo propósito era unificar criterios de

evaluación de desempeño en los profesionales egresados de sus universidades, crear un centro de

Educación Superior y centrar la educación en el sujeto que aprende.

América Latina, incluyendo a Panamá, forma parte del proyecto Alfa Tuning, que pretende a través

de un debate, intercambiar información que llegue a dar como resultado, las competencias

generales y específicas de diferentes carreras universitarias, formando parte del listado de carreras

para este proyecto, la enfermería.

De allí surge la necesidad de utilizar el diseño curricular por competencias para establecer un perfil

más claro y amplio del profesional de enfermería egresado del campus universitario.

El diseño curricular basado en competencias es un documento elaborado a partir de la descripción

hecha de los desempeños esperados de una persona en un área ocupacional para resolver los

problemas profesionales propios del ejercicio de su rol.

La formación profesional basada en competencias, presenta ciertas características que se reflejan en

el planeamiento curricular, en el planeamiento didáctico y en la práctica docente. Involucra los

aspectos correspondientes a la organización y a la gestión de los centros, al rol docente y a las

modalidades de enseñanza y de evaluación.

Ahora bien, el diseño curricular por competencias es fundamental pero no ha sido muy fácil de

implementar y se ha convertido en un problema para muchas universidades.

Recordemos que estar sujetos a cambios implica modificar criterios profesionales y personales

propios, implica romper paradigmas y se complica aún más cuando surge como una imposición.

Todos sabemos que las imposiciones no traen buenos resultados, la introducción de esta nueva

tendencia en el diseño curricular debe pasar por una serie de procesos, pero en muchos países no

fue así y como todo al tratar de implementarla sin tener una buena base, se convirtió en un caos.

En una investigación realizada por El Centro Interuniversitario de Desarrollo de Chile ( 2008)

afirma “ que no ha sido fácil hacer que los programas de formación se organicen y estructuren a

partir de las competencias.

El problema surge principalmente al momento de ponerlas en prácticas, debido a que los docentes

con muchos años de experiencia no quieren cambiar el rol protagónico como profesor para dárselo

al estudiante, así como también el punto de la evaluación de lo aprendido, dado que esta debe

hacerse de manera individual.

En enfermería esta evaluación es muy importante ya que es una carrera de mucha complejidad

donde el conocimiento teórico práctico como competencias específicas, aunado a las competencias

genéricas como el liderazgo, comunicación efectiva, emprendimiento y la formación de actitudes y

valores como la responsabilidad, la tolerancia y el respeto son esenciales en todo egresado de esta

especialidad.

El enfoque por competencias, permite que los contenidos de los diferentes módulos estén

relacionados con el desarrollo de dichas competencias.

Presento a continuación las acciones que favorece el realizar un diseño curricular enfocado en las

competencias.

a. Analizar en qué medida los contenidos responden y son relevantes para alcanzar los logros de

competencia generales y específicos.

b. Verificar que sean completos, que incluyan todos los temas requeridos para el logro.

c. Analizar si la estructura de contenidos (jerarquización y secuencia) en que éstos se presentan,

facilita el desarrollo de la competencia.

d. Revisar que los contenidos seleccionados incluyen los diferentes tipos de saberes que confluyen

a lograr un desempeño competente (saberes conceptuales, procedimentales y actitudinales); pues

sólo así permiten:

a) Mayor transparencia en los perfiles profesionales que se enfatizan en los resultados.

b) Mayor acercamiento del aprendiz al proceso educativo.

c) El crecimiento de una sociedad que aprende para toda la vida con flexibilidad.

d) Niveles más altos de empleo y de formación ciudadana.

e) Tener una dimensión de la enseñanza superior (TUNING).

f) Un lenguaje compartido para todos los participantes. (M. Vargas, 2008)

Como vemos este enfoque novedoso deja de lado el hecho de obtener un título o conocimiento no

necesariamente aplicado y pone como prioridad incorporar esos conocimientos en habilidades y

disposiciones más específicas.

Como se mencionó anteriormente, el término competencia para enfermería no era tan nuevo, por las

exigencias propias de la carrera y debido al alto grado de responsabilidad que conlleva el cuidado

de la salud de un paciente, su familia y la comunidad. También es cierto que gracias a esta enfoque

de competencias las universidades abrieron otros campos de estudio para la enfermería o lo que se

conoce como especialidades en enfermería o ramas específicas.

Un ejemplo sencillo es que anteriormente se hablaba de especialidad materno infantil; sin embargo,

la apertura de hospitales meramente pediátricos y gineco-obstétricos obligó a los estamentos

universitarios a crear especialidad por separado, la pediatría de la gineco-obstetricia y de ellos

subespecialidades como por ejemplo: Especialidad en cuidados intensivos pediátricos, entonces

¿podríamos imaginar el perfil que debe tener el personal que se prepare para esta especialidad?

Lo antes expuesto lleva al hecho de que mientras más específica sea la carrera, más exigente y

compleja serán las competencias a desarrollar por el aspirante a ese título.

La importancia actual de las competencias radica en la necesidad de cambio para enfrentar las

nuevas realidades de la sociedad actual. En los contextos que cambian día con día, las

competencias se necesitan para alcanzar metas, tanto individuales como colectivas.

Podría decirse que gracias a la implementación del diseño curricular por competencias, la población

puede estar segura de recibir una atención de calidad con calidez, por personal altamente

calificado, que cumple con los estándares de calidad en la atención de los diversos servicios de

salud y comprometidos cada día en mejorar e ir a la vanguardia de los cambios que surgen con la

globalización y las nuevas tendencias tecnológicas.

Queda expuesto de antemano, que el diseño curricular por competencias es de vital importancia en

la formación de los profesionales egresados de las diferentes universidades, y que en el ámbito de

enfermería, dichas competencias deben establecerse desde el primer momento con el objetivo de

garantizar que el profesional sea capaz de responder a todas las exigencias del mundo moderno, y

demostrar ante todo su perfil en la atención directa como investigador, docente, administrador y

sobre todo no olvidar el toque humanista y demostrar sin importar los tiempos, su gran sensibilidad

social.

Bibliografía

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