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    Energa Sin Hambreen Amrica Latina

    Propuestas de Desarrollo Sostenible

    Juliana Gargiulo

    2015

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    Gargiulo, Juliana Energa sin hambre en Amrica Latina:

    propuesta para un desarrollo sostenible / Juliana Gargiulo.

    - 1a ed . - Ciudad Autnoma de Buenos Aires : Grupo Unin,Equilibrium Global 2016.

    125p. ; 22 x 15 cm.

    ISBN 978-987-3677-45-8

    1. Energa. 2. Medio Ambiente. I. Ttulo.

    CDD 333.7

    Grupo [email protected]

    www.barbarrojaediciones.com

    Compuesto por #MCHFSTapa Duplo Comunicacin Visual [email protected]

    Impreso en la Repblica Argentina por LA IMPRENTA YA SRL

    Reservados todos los derechos. El contenido de esta obra est protegido por las leyes,que establecen penas de prisin y multas, adems de las correspondientes indem-

    nizaciones por daos y perjuicios, para quienes reprodujeran total o parcialmente elcontenido de este libro por cualquier procedimiento electrnico o mecnico, inclusofotocopia, grabacin magntica, ptica o informtica o cualquier sistema de almace-namiento de informacin o sistema de recuperacin, sin permiso escrito del editor.

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    NDICE

    PRLOGO 11

    INTRODUCCINUna temtica candenteen las relaciones internacionales 15

    AGRADECIMIENTOS DE LA AUTORA 17

    DEDICATORIA 19

    ABSTRACT 21La lucha contra el hambre:de la utopa al compromiso 23Objetivos Generales y Especicos 26

    CAPTULO I: Deiniciones preliminares1.1 Los Objetivos de Desarrollo del Milenio 291.2. Deinicin de conceptos clave:Pobreza extrema, hambre crnica yseguridad alimentaria, derecho a la alimentacin ysoberana alimentaria 31

    1.3. Agencias de Naciones Unidas dedicadosa la erradicacin del hambre y sus compromisoscon los Objetivos de Desarrollo del Milenio:La Organizacin de las Naciones Unidaspara la Alimentacin y la Agricultura (FAO),el Programa Mundial de Alimentos (PMA) yFondo Internacional de Desarrollo Agrcola (FIDA) 33

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    CAPTULO II: Estado de la Cuestin2.1. Principales etapas de medicin de resultadosdel Objetivo de Desarrollo del Milenio Nmero Uno 39

    2.2. La lucha contra el hambre en Amrica Latina yCaribe desde 1990 hasta 2015 442.3. Principales acciones regionales tendientes a laconsecucin de la Meta C del Objetivo de Desarrollodel Milenio Nmero 1 452.4. Pases latinoamericanos y caribeos reconocidospor haber alcanzado el ODM N 1 previo a 2015 54

    2.5. La Agenda de Desarrollo Sostenible Post 2015en Amrica Latina y el Caribe 56

    CAPTULO III: Anlisis3.1. Impacto de variables del contexto internacionalentre 2000 y 2014 que inluyeron en la lucha contrael hambre en Amrica Latina y el Caribe 613.2. Evaluacin de la inluencia de las variables a

    nalizadas en la consecucin de la Meta C del ODM 1en Latinoamrica y el Caribe 79

    CAPTULO IV: Presentacin y viabilidad de la propuesta4.1. Evaluacin de alternativas energticasque no perjudican la seguridad alimentaria yposibilidades de aplicacin concreta en

    Amrica Latina y el Caribe 85

    CAPTULO V: Anlisis de la propuesta5.1 Relacin de la propuesta con los objetivosde la investigacin 99Conclusin 107La lucha contra el hambre:del compromiso a las acciones sostenibles 107

    Bibliograa 113

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    La siguiente investigacin ha sido seleccionada

    entre ms de 68 trabajos que se postularonen el certamen Desao Acadmico, edicin 2015.Concurso organizado por el medio Equilibrium Global.

    Agradecemos a Cristian Cavaleiro y a Rodolfo Distel por elapoyo a las iniciativas de formacin de Equilibrium Global.

    Mencin especial para Mariano Lpez Ferrucci quien prest eloicio de coordinador para este certamen y paraDaro Campidoglio por su valiosa colaboracin.

    Mritos para Diego Lezcano, de Duplo Comunicacin Visualpor su talento en diseo para la tapa del libro y la campaa.

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    PALABRAS PRELIMINARES

    Como nunca antes en la historia de la humanidad el ciudadanoest hoy, ms conectado que nunca. Son tiempos de empoderamientodel ciudadano en el campo de las relaciones internacionales. Hoy, elciudadano tiene poder, lo sabe. Sobran antecedentes donde ha sidofactor de cambio.

    Pero otra caracterstica del presente es que tenemos una acucian-te realidad que no nos permite ser indiferentes. El mundo atraviesapor una compleja y convulsionada transicin hacia la reconiguracinde un nuevo orden global.

    Desde un espritu internacionalista, con una mirada humana yconsiderando la visin global, cada uno de nosotros est llamadoa actuar, a comprometerse, a involucrarse y a contribuir de algunamanera a intentar mejorar nuestro entorno.

    Desde el rol de comunicadores sociales, desde el oicio de generarinformacin, desde la motivacin por la divulgacin de los temas dela actualidad internacional; desde el 2009 llevamos adelante Equili-brium Global.

    Con una pasin por las relaciones internacionales, la idea-fuerzade este medio tiene en su sptima temporada una plena vigencia: serun espacio de proximidad entre el ciudadano y los temas claves de laagenda mundial.

    Pese a que da a da la tecnologa facilita a la gente la posibilidadde acceder a las noticias, mucho queda por hacer en la responsabili-dad de brindar contenidos para explicar qu est pasando en la reali-dad global; y en Equilibrium Global buscamos informacin detrs delo que dicen las noticias. Generamos contenidos orientados a desci-frar las claves del presente para conocer acerca de tendencias en lapalestra internacional.

    Pero hablamos de compromisos, y en Equilibrium Global venimos

    realizando una numerosa cantidad de acciones para mejorar el eco-sistema; en especial en el ambiente de las relaciones internacionales.

    Desde jornadas de debate, conferencias, eventos sociales y cultu-rales, talleres, ciclos de cine-debate y concursos de formacin; diver-

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    sos formatos que fuimos concretando exitosamente con espritu detrabajo en red, involucrando a otros actores para aunar esfuerzos porun objetivo en comn.

    En el 2015 nos propusimos un nuevo esquema, una convocato-ria abierta para las nuevas generaciones de profesionales de todo elpas. Lanzamos el certamen Desao Acadmico, con la adhesin de laFundacin Konrad Adenauer y el auspicio institucional de la Red Ar-gentina de Centros de Estudios Internacionales RACEI, con el apoyotambin de la compaa La Imprenta Ya y la Escuela de Posgradodel Colegio Pblico de Abogados.

    Convocamos a un caliicado y reconocido grupo de expertos para

    que seleccionaran una investigacin. Se postularon 68 trabajos de te-sis. Colaboraron en esta labor de jurado, el Dr. Mariano Bartolom, elMg. Mariano Aguas y tambin con colaboracin de quien escribe, enequipo se determin que el trabajo ganador era el de la Lic. JulianaGargiulo.

    Una mirada desde las relaciones internacionales

    En Equilibrium Global siempre hemos intentado abordar las re-

    laciones internacionales en un sentido estricto, es decir, destacandoy relexionando sobre las cuestiones internacionales o ms apropia-damente interestatales, en tanto, los sujetos tradicionales en la dis-ciplina han sido y continan siendo los Estados. Pero si solamentenos quedramos en el espacio de las relaciones interestatales y nohiciramos un esfuerzo de ampliacin de enfoques, sin duda algunaestaramos omitiendo y dejando riesgosamente de lado una agendavariada de cuestiones que se encuentran ms all de dichas relacio-

    nes, y que hoy, ya avanzada la segunda dcada del siglo XXI, implicancuestiones por dems relevantes en relacin con la seguridad y la es-tabilidad en el mundo.

    Es por ello que, desde nuestro espacio de relexin, hace tiempoincorporamos aquellos enfoques que conciernen a lo que HedleyBull, aquel gran estudioso de las relaciones internacionales, denomi-naba orden mundial, para diferenciarlo del orden internacional:en tanto este ltimo orden implicaba cuestiones entre Estados, el

    orden mundial comprenda e inclua a los pueblos, ese gran nue-vo sujeto en el campo de la disciplina actual, sin el cual todo intentodirigido a describir los acontecimientos que suceden en el mundo se-ra insuiciente.

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    Desde nuestro espacio de relexin no concebimos enfoques queno consideren este tpico, pues entendemos que la separacin en-tre temas entre Estados y temas que tienen lugar hacia dentro de los

    Estados ya no es posible. Slo a modo de ejemplo, la candente cues-tin de los refugiados en el mundo no es una cuestin que slo tieneconsecuencias a escala local y regional, sino mundial, y es una cues-tin que afecta a las relaciones entre Estados y hasta superadora dela misma relacin. Basta con echar una mirada a lo que sucede conese fenmeno, un fenmeno que concierne a los pueblos, en MedioOriente y en Europa (al punto de instalar en este espacio de prospe-ridad una seria crisis) para contar con una idea ms que aproximada

    sobre la relevancia y urgencia del tema.El impacto de cuestiones no especicamente interestatales hasido de tal magnitud que produjo una notable pluralizacin en elcampo de la seguridad. Hoy la dimensin social de la seguridad estan importante como lo es la dimensin militar, la dimensin polticao la dimensin geopoltica. Y si en gran medida los especialistas seencuentran en diicultad al momento de realizar diagnsticos y sobretodo marcar tendencias en relacin con el curso de la poltica mun-dial, ello obedece a la multiplicidad de factores y entrecruzamientosde tpicos de diversa naturaleza, que necesariamente deben ser cali-brados si queremos contar con relexiones de escala.

    La cuestin sobre la que ha relexionado y trabajado Juliana Gar-giulo se inscribe dentro de la lgica de los pueblos; y si bien la cues-tin del hambre no es una cuestin nueva, s lo es su relacin con laseguridad y la estabilidad del globo. Hoy no existe un rgimen inter-nacional como lo fue la guerra fra, que todo lo redujo a su propia l-gica. Hoy las diversas cuestiones son visibles, poseen autonomacomo as capacidad para producir situaciones o crisis inesperadas.De all que es imperioso contar con relexiones que expongan clara-mente la realidad, a in de contar con mejores diagnsticos y, por tan-to, reducir eventuales efectos deletreos.

    En rigor, la investigacin que ha realizado Juliana Gargiulo abordauna cuestin ntimamente relacionada con los derechos humanos, sinduda la ms elemental dentro de los derechos humanos, pues, comodeca el ex canciller alemn Willy Brandt, los derechos humanos co-mienzan con el desayuno.

    Por ltimo, nuestra investigadora contextualiza la cuestin en elmbito de Amrica Latina y el Caribe, el gran espacio de las des-

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    igualdades sociales en el mundo. Por tanto, su trabajo no slo resultade importancia estratgica, sino sumamente pertinente en relacincon el mbito que ha elegido.

    En suma, tenemos aqu un tema actual de poltica mundial, untema central de seguridad, un tema vital de los derechos humanos yun tema de gran importancia regional. En suma, un tema de ayer, dehoy y, esperemos, no ms de maana.

    Dr. Alberto HutschenreuterDirector Equilibrium Global

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    PRLOGO

    Apuntes sobre los problemas de seguridad en el campo de los re-cursos naturales.

    La presente relexin se origina a partir del esfuerzo que realizaEquilibrium Global para editar un libro sobre recursos naturales.Este tema presenta en trminos generales posiciones muy poco ba-lanceadas. Es por ello que celebro que este libro aporte un poco de

    equilibro al debate. En las prximas pginas van a poder apreciarlos problemas en este campo, por lo tanto me gustara solo recordarde qu se trata el debate de los recursos naturales.

    En el libro Qu sabemos acerca de la guerra de John Vazquez(2000), Stephen Bremer se pregunta quin combate a quin, cundo,dnde y por qu. Dichas preguntas son tambin vlidas -aunque deforma reducida- para cuando pensamos la cuestin de los llamadosrecursos naturales estratgicos, ya que, an cuando tengamos una

    deinicin uniicada acerca de lo que se considera como recurso es-tratgico de forma genrica, van a existir razones particulares que lle-varn a considerar qu recursos van a ser estratgicos y para quin.

    Cada pas, dependiendo de su ubicacin geogrica, su vecin-dad, sus necesidades y sus posibilidades considerar un deter-minado recurso como estratgico. Esto no signiica desmerecer lapreponderancia que tienen unos recursos por sobre otros debido alimpacto que estos tienen en el sistema internacional, sin embargo,

    en una dimensin local ciertos recursos pueden ser centrales para laconvivencia o supervivencia en dicho espacio an cuando su impactointernacional directo sea reducido.

    Cuando pensamos en recursos estratgicos debemos hacerlo enfuncin de elementos tan estrechamente relacionados que confor-man un entramado compuesto por los actores involucrados, los inte-reses de dichos actores, siendo estos los que le dan un sentido segnsus necesidades; junto a su vez con los objetivos no slo de los pases

    que los representan, sino tambin de la propia agenda corporativapor sobre la cual los negocios de los recursos implicados se aferran.Si bien la correlacin entre recursos naturales y guerras est his-

    tricamente bien datada, esa misma se ha debilitado en la actualidad,

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    ya que los beneicios de una guerra para la obtencin de recursosdebe sobrepasar ampliamente los costos de su obtencin.

    En una era de nacionalismo, guerra asimtrica, y medios de comu-

    nicacin si bien existe la posibilidad de una guerra de conquista paratomar los recursos naturales de un pas, las probabilidades se hanreducido bastante al menos entre grandes potencias, aunque puedenexistir conlictos que se diriman por la va militar entre actores pode-rosos y Estados dbiles, no puede descartarse ntegramente.

    La defensa de los recursos naturales va a depender no solo de lacapacidad militar de un Estado sino que, a medida que ste se en-cuentre integrado en una estructura econmica interdependiente, su

    defensa provendr de una gestin integral de losrecursos por partedel Estado, donde el componente militar resultar serun elementoms de vinculacin entre estos.

    La propia ubicacin de los recursos naturales necesariamente de-termina que los mismos sean nacionalizados en materia de recursosnaturales.

    La propia ubicacin de los recursos naturales necesariamente de-termina que los mismos sean nacionales y no regionales, y que sudefensa dependa estrictamente del Estado que los detenta. Si biensobre ellos se puede coordinar polticas sobre su uso, sobre todocuando son compartidos o tienen una utilizacin como demarcacinde lmites, su defensa parte de una base estrictamente autnoma.Asimismo, no slo debe el Estado preocuparse por los recursos queposee, sino tambin por aquellos recursos estratgicos que le fuerandenegados o frente a los cuales tuviera un acceso limitado debido acircunstancias internacionales. Dada esta ltima situacin, Estadosmenores pueden verse involucrados en una coalicin ad hocque per-mita actuar junto con potencias con el objetivo de abrir y asegurar demanera activa dicha provisin.

    Pensar lo estratgico de los recursos naturales demanda poderrealizar un entrecruzamiento de variables que, en trminos polticos,obliga a los tomadores de decisiones a articular polticas con nume-rosas oicinas estatales, de manera tal de evitar polticas de vincula-cin de cuestiones que son constantemente utilizadas para explotarventajas, sin llegar al enfrentamiento armado.

    La geograa todava importa en la poltica internacional, y la glo-balizacin no ha podido desplazar a los componentes materiales delas relaciones internacionales que siguen sujetos a su ubicacin. Las

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    regiones con recursos escasos y de amplia utilizacin presentarntensiones que sern diciles de sortear y que podrn devenir en unconlicto armado. El siglo XXI demanda enfrentar la competencia por

    los recursos naturales de manera integral, sabiendo que las herra-mientas necesarias son complejas, que la distribucin desigual de po-der est incidiendo crecientemente en la construccin de periferiasproveedoras de recursos y que la multipolaridad hace ms incierto el

    contexto internacional donde dichas competencias tomarn lugar. Enese escenario, Argentina posee recursos estratgicos como as tam-bin demanda por recursos estratgicos de otros pases principal-mente vecinos. Su capacidad para no ser vulnerable ni ver vulnerada

    su soberana depender de la gestin integral de los mismos y de lasluctuaciones internacionales que toman lugar en la actualidad.

    Lic. Juan BattalemeDirector Carrera de Gobierno y Relaciones Internacionales

    Universidad Argentina de la Empresa (UADE).

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    INTRODUCCIN

    Una temtica candente en las relaciones internacionales

    El trabajo que aqu se presenta, cuya autora corresponde a la ma-gister Juliana Gargiulo, aborda una cuestin central de las relacionesinternacionales contemporneas, que es la situacin de insatisfac-cin a sus necesidades bsicas que enfrenta una importante propor-cin de la poblacin mundial. Ms concretamente, la autora enfoca su

    atencin sobre el hambre, tema seguramente poco glamoroso, peroque signa la vida y azota a centenares de millones de personas, usual-mente localizadas en las zonas econmicamente menos desarrolla-das del orbe.

    A principios del corriente siglo, las Naciones Unidas incorporaronel tema del hambre en el listado de los llamados Objetivos del Mile-nio, conjunto de metas econmicas y sociales plausibles de ser alcan-zadas por la comunidad internacional tres lustros ms tarde, a partir

    de acciones tanto unilaterales como multilaterales de sus miembros.De esa manera, le daban impulso a lo acordado en la Cumbre Mun-dial de la Alimentacin celebrada por la Organizacin de las Nacio-nes Unidas para la Alimentacin y la Agricultura (FAO) en 1996. Sinembargo, cumplido el referido lapso, el hambre continuaba siendoun azote para una importante porcin de la poblacin global, y nose vislumbraban posibilidades de cambio en el corto plazo. Acerta-damente, sobre esto la autora diagnostica la persistencia de cuadros

    de inseguridad alimentaria en diversos puntos del orbe, aludiendoa un concepto enraizado con la idea de Seguridad Humana original-mente elaborada por el Programa de las Naciones Unidas para el De-sarrollo (PNUD).

    Con este marco, Gargiulo centra su anlisis en Amrica Latinaconstatando que en el incumplimiento del objetivo del milenio tu-vieron particular incidencia dos factores: por un lado, los procesosde desertiicacin y erosin de suelos; por otro, la reorientacin de

    la agricultura hacia cultivos con ines energticos, en desmedro deaquellos destinados a la alimentacin.

    Creo necesario recordar, en este punto, un par de puntos que con-tribuyen a una mejor comprensin de esta cuestin. En primer lugar,

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    que la mencin de la autora a los cultivos con ines energticos remi-te directamente a los llamados biocombustiblesdesarrollados con elin de reducir la dependencia del petrleo, sea etanol que sustituye

    la gasolina o parte de ella, o biodiesel elaborado a partir de aceitesvegetales (sobre todo girasol o soja), que reemplaza al disel o partede l. Hoy Brasil es el principal productor de etanol del mundo, basa-do en la caa de azcar, acumulando junto a EEUU casi tres cuartaspartes de su produccin mundial, aunque en el caso norteamericanoeste alcohol se obtiene a partir del maz. El segundo punto a tenerpresente es que este tipo de cultivos ya ha sido motivo de friccionespolticas entre los pases del hemisferio, dividiendo aguas entre quie-

    nes los defendieron alegando los riesgos del calentamiento global ola necesidad de democratizar el acceso a la energa (Lula da Silvadixit), y quienes lo rechazaron alegando que su expansin merma laproduccin de alimentos. Anecdticamente podra agregarse aquque incluso Argentina sirvi de escenario para las antedichas fric-ciones, rememorando un duro discurso del mandatario venezolanoHugo Chvez contra su homlogo estadounidense George Bush (h),pronunciado durante un acto celebrado en la ciudad de Buenos Airesen el ao 2007.

    Aunque el trabajo plantea inicialmente un diseo exploratorio ysu anlisis oscila entre los niveles descriptivo y explicativo, hacia elinal de la obra Gargiulo incursiona en el plano prescriptivo al pro-poner tres alternativas de cultivos que son, en sus propias palabras,sostenibles alimenticia, energtica, ambiental, y socialmente. Pro-bablemente sta sea la mayor contribucin de la obra, al cumplir ala perfeccin con las propuesta planteada hace una dcada por Len-nart Bage, por entonces presidente del Fondo Internacional para elDesarrollo Agrcola (FIDA), en un informe anual sobre el Estado dela Inseguridad Alimentaria en el Mundo (SOFI, segn sus siglas eningls). Deca este funcionario que las reformas exitosas a favor delos pobres dependen no solo de la voluntad poltica de los gobiernos,sino tambin de la participacin activa de los ciudadanos y de las or-ganizaciones de la sociedad civil que interpretan las necesidades delos sectores ms pobres y marginados, traduciendo esta voluntad enpropuestas constructivas de dilogo.

    Dr. Mariano Csar BartolomAcadmico. Investigador

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    AGRADECIMIENTOS DE LA AUTORA

    Al igual que por todo en mi vida, el primer agradecimiento es aDios, sin cuya voluntad yo no hubiese podido siquiera soar la posibi-lidad de realizar la maestra que deseaba, ni mucho menos ver la tesisinal convertida en libro.

    En segundo lugar, a mis dos madres en el cielo, la Virgen y mi

    mam biolgica, quienes me acompaaron a lo largo de este procesoy nunca, nunca me dejaron caer.Tambin en un segundo lugar, a quienes me acompaaron desde

    la Tierra, fundamentalmente a mi familia que me apoy en mi deci-sin de realizar esta maestra, dejando de lado las diicultades. A misamistades de siempre, por acompaarme a la distancia a pesar dehaber elegido un camino diferente, y a las que fueron apareciendoa lo largo de este recorrido, en especial a quienes viajaron para no

    dejarme sola el da de mi defensa de tesis: mi amiga italiana EleonoraSalamone, y mi amiga ruandesa Clarisse Ingabire.Un prrafo en particular merece mi enorme GRACIAS, con ma-

    ysculas, a mi tutor y mentor acadmico, quiz una de las personasque ms cona en m en el mundo entero, quien me ayud a dar misprimeros pasos profesionales y sigui acompandome y apoyndo-me para dar los sucesivos. Una persona que me cambi la vida y sinquien yo no hubiera llegado hasta ac: Rodolfo Olivera.

    Un clido agradecimiento a mis compaeros y amigos de maes-tra, que hicieron que el recorrido hasta alcanzar la meta sea muchoms maravilloso.

    No puedo dejar de agradecer a quienes me ayudaron a ir sortean-do los obstculos logsticos tanto al principio como al inal de esterecorrido, en especial a Mario Arraigada y a Patricia Fafaglia respec-tivamente.

    Antes de concluir, un enftico e inmenso agradecimiento a todo el

    equipo de Equilibrium Global, organizador del certamen, a sus aus-piciantes: la Red Argentina de Centros de Estudios Internacionales(RACEI) y la Fundacin Konrad Adenauer, y al apoyo de La ImprentaYA, no solo por la oportunidad brindada de publicar mi tesis sino,

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    fundamentalmente, por la conianza depositada en este trabajo de in-vestigacin. Quiero destacar la cordialidad y el profesionalismo quela gente de Equilibrium Global me ha brindado a lo largo de todo este

    proceso, en especial el constante apoyo de Diego Velzquez. Todo loque he recibido de ellos ha sido calidad profesional y humana.De igual manera, un fuerte agradecimiento a Dupl Comunica-

    cin Visual, en especial a Diego Lezcano, por haberse sumado a con-vertir en libro lo que inicialmente tena la rigidez grica de una tesis.

    Finalmente, a todos aquellos que fueron apareciendo en mi cami-no, me apoyaron y me acompaaron en esta experiencia que, literal-mente, cambi mi vida.

    A todos ellos, mil veces GRACIAS, mille volte GRAZIE.Mg. Juliana Gargiulo

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    DEDICATORIA

    En el orden alfabtico de sus nombres:

    A mi mam Anala, por ensearme a ser feliz pese a todo, y

    agradecida ante todo.A mi abuela Elvira, por ensearme a ser perseverante y

    constante ante mis propsitos.

    A mi hermana Florencia, por ensearme a hacer de lasdiferencias, un complemento.

    A mi pap Mario, por ensearme a esforzarme, a superarme y anunca bajar los brazos.

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    ABSTRACT

    El ao 2015 fue el ijado como fecha lmite por la Organizacin deNaciones Unidas para alcanzar sus Objetivos de Desarrollo del Mile-nio (ODM). A su vez, fue 2015 el punto de partida de sus Objetivos deDesarrollo Sostenible (ODS).

    Manteniendo el espritu de los primeros, estos ltimos proponennuevos abordajes, a la vez que reconocen que los esfuerzos anterio-res sentaron importantes antecedentes y arrojaron resultados positi-vos, aunque no totales.

    Fortalecer el compromiso con los nobles propsitos requiere laresponsabilidad de revisar el camino recorrido, a in de intentar evi-tar repetir errores a futuro y de continuar por las sendas que propor-cionaron logros.

    En lo que reiere a la lucha contra el hambre en Amrica Latinay el Caribe -mbito geogrico en el que se centra la presente inves-

    tigacin- diversos obstculos han impedido an su erradicacin.Asimismo, se prev que muchos de los mismos factores continendiicultando la consecucin de este propsito a futuro. El panoramaresulta an ms complejo si se considera que no solo se debe atenderel objetivo de desarrollo vinculado al hambre, sino en paralelo otrosreferidos a problemticas que tambin requieren urgentes y a la vezsostenibles soluciones, tales como el inminente agotamiento de hi-drocarburos fsiles y el cambio climtico.

    Buscar aportes para paliar el hambre sin dudas no resulta tareasencilla. Encontrar formas de diversiicacin energtica tampoco loes, mucho menos sin agravar lo anterior. Conseguir contribuir a am-bos propsitos en simultneo, y sin daar el medio ambiente (inclusomejorndolo) podra hasta parecer utpico.

    Y sin embargo no lo es. Ms an, parte de la solucin conjunta atodas estas problemticas podra encontrarse en Amrica Latina y elCaribe.

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    La lucha contra el hambre:de la utopa al compromiso

    Al establecerse los Objetivos de Desarrollo del Milenio en el ao2000, la poblacin mundial alcanzaba los 6.000 millones de habitan-tes. De ellos, 1.000 millones se encontraban viviendo con menos deun dlar al da (Banco Mundial, 2010), a la vez que 826 millones pa-decan hambre crnica (FAO, 2000). Entre 2006 y 2009 esta cifra seincrement drsticamente, llegando a 925 millones en 2010, cuandoel mundo contaba con un total de 6.900 millones de individuos.

    En otras palabras, tomando en cuenta el incremento de la pobla-cin mundial, se puede observar que, proporcionalmente, el hambrese redujo de manera poco signiicativa entre 2000 y 2010 (de 13,77% de la poblacin mundial a 13,40 % respectivamente). Sin embargo,en nmeros concretos, ste aument de 826 millones a 925 millonesen dicho lapso.

    Las estadsticas del perodo 2011-2013 calcularon un total de 842millones de personas con hambre crnica, lo que equivale a decir queuno de una de cada ocho individuos en el mundo no poda llevar unavida activa a causa del hambre.

    En cualquier caso, con el correr de los aos se fue percibiendo queel objetivo de erradicar tanto la pobreza extrema como el hambrepara 2015 parecaser un horizonte dicil de alcanzar, al menos a ni-vel universal.

    Fallaron las estimaciones del ao 2000? No se consideraron lasvariaciones que el contexto internacional poda sufrir entre 2000 y2015? Era posible estimar su impacto real? Quiz no. Tal vez, solo siel mundo hubiese utpicamente permanecido invariable desde en-tonces hasta 2015, el objetivo se hubiese podido cumplir. Sin embar-go, el escenario global present en dicho lapso acontecimientos cuyoimpacto real dicilmente poda ser calculado a la hora de establecerlos ODM.

    Dichos hechos pueden no haber sido responsables por s solos deldesfasaje entre resultados esperados y obtenidos, pero seguramentehan inluido, aunque en diferente medida segn la regin.

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    Entre tales situaciones, pueden mencionarse a priori las siguientes: El estallido de la crisis inanciera internacional en octubre de

    2008 y sus consecuencias posteriores.

    El aumento poblacional. El incremento de los precios de los alimentos desde 2005 debi-

    do tanto a una mayor demanda, como a la especulacin.

    El creciente uso de cultivos con ines energticos, en detrimen-to de su funcin alimenticia y conllevando una clara reduccinla capacidad de los suelos de producir alimentos a futuro.

    En el caso particular de Amrica Latina y el Caribe, mbito geo-grico en el que se sita la presente investigacin, la crisis inancierano impact en la magnitud con la que lo hizo en los pases desarrolla-dos (principalmente en Estados Unidos y Europa), aunque la menoroferta de inanciamiento a algunos pases de la regin pudo habercontribuido a diicultar el alcance del objetivo.

    La poblacin creci pero sin aumentos espectaculares como s sedieron en otras regiones (por ejemplo, Asia y frica).

    En lo que respecta al incremento del precio de los alimentos, elsubcontinente objeto de estudio, a diferencia de otras geograas, halogrado incluso beneiciarse de los costos elevados y de la mayor pro-duccin, segn el Banco Mundial.

    Finalmente, el subcontinente s experiment una reduccin de sussuelos destinados a la produccin de alimentos durante el periodocontemplado, en paralelo a un aumento del uso de cultivos con inesenergticos. Esto se encuentra expresamente planteado en cuatro delos catorce temas en que FAO trabaj como su contribucin a los Ob-

    jetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), aquellos que, post 2015, bus-carn continuar la senda de los Objetivos de Desarrollo del Milenio(ODM), pero aprendiendo de las lecciones de los primeros, a in deno repetir errores y s continuar por los caminos que han conducido aresultados favorables. Particularmente, la cuestin de la disminucinde los suelos destinados a alimentos a favor de la produccin de ener-ga se encuentra planteada en los Temas 1 (Seguridad Alimentariay Derecho a la Alimentacin), 3 (Erradicacin de la Pobreza), 11(Agricultura Sostenible) y 12 (Derechos de tenencia). El caso de

    la soja utilizada para biodiesel en Argentina y del etanol producidoa partir de caa de azcar en Brasil, quiz los casos ms emblem-ticos de la regin, agregan el agravante de disminuir la cantidad de

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    nutrientes de los suelos, reduciendo y en ocasiones eliminando- suproductividad a futuro tanto para la inalidad alimenticia como parala energtica en los casos en los que no se respeta la debida rotacin

    de cultivos. En especial, este tema ha sido considerado por el men-cionado informe FAO sobre ODS-Post 2015 en su tem nmero 11,recomendando seguir los lineamientos del Grupo Tcnico Intergu-bernamental sobre Suelos.

    Entre lo anterior y el aumento de la desertiicacin en el mundoen general y en Amrica Latina en particular, la capacidad de generaralimentos a futuro se encuentra amenazada, y con ella la vialidad dereducir el hambre, sobre todo porque adems se estima que la po-

    blacin global aumentar considerablemente. En efecto, se prev questa pase de los 7 billones actuales, a ms de 9 billones en 2050, paralo cual se calcula que la produccin de alimentos a nivel mundial de-ber incrementarse en un 60 % respecto de las cifras actuales. Nece-sidad a satisfacer, resulta menester aclarar, en un contexto de menordisponibilidad de recursos y de mayor degradacin de los existentes,debido a cmo se los ha utilizado en el pasado, tal como se aseguraen el tema 12 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) post2015 op.cit..

    La creciente poblacin no solo necesitar ms alimentos sino tam-bin ms energa para poder desarrollar sus actividades, lo cual se daen un contexto en el que sus principales fuentes petrleo y gas- seagotarn indefectiblemente.Esto conlleva la creciente necesidad deenergas alternativas, entre las cuales los biocombustibles vienen go-zando de protagonismo, pero al tiempo que amenazan la seguridadalimentaria, tal como se explicar en pginas sucesivas.

    Sin embargo, existen otros modos de obtener bioenerga que nocompiten con la produccin de alimentos. Los mismos tienen que vercon el aprovechamiento de suelos frecuentemente considerados im-productivos, por carecer de nutrientes necesarios para la agriculturaconvencional. Particularmente, se trata de aprovechar la disponibili-dad en Latinoamrica de oleaginosas alternativas capaces de creceren tierras infrtiles en constante aumento debido al incremento de ladesertiicacin- que pueden contribuir tanto a la seguridad alimenta-ria como a la diversiicacin energtica, ya que presentan interesantesrindes en ambos sentidos. Asimismo, poseen otros beneicios, comosus contribuciones medioambientales, industriales, medicinales, etc.

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    Explorando estas posibilidades, el presente trabajo intentar con-tribuir tambin a la seguridad energtica y alimentaria post 2015,presentando aportes a la erradicacin del hambre mundial no solo en

    Latinoamrica, sino tambin desde el subcontinente.Objetivos Generales y Especicos

    Generales:

    Determinar posibles causas que hayan inluido en la consecu-cin de la Meta C del Objetivo de Desarrollo del Milenio Nme-ro 1 en Amrica Latina y el Caribe (Reducir a la mitad, entre

    1990 y 2015, la proporcin de personas que padecen hambre), ain de evitar repetir o arrastrar errores en la Agenda Post 2015y, asimismo, continuar en los caminos que hayan conducido alos resultados esperados.

    Contribuir a algunos de los ya existentes planes tendientes aerradicar el hambre, a partir de propuestas concretas y reali-zables post 2015.

    Especicos: Determinar si la utilizacin de productos agroalimenticios con

    ines energticos fue una variable de peso en la regin duran-te el perodo contemplado por los ODM (1990-2015) y, en talcaso, presentar modos de generar energa mediante cultivos al-ternativos que no afecten la seguridad alimentaria, plausiblesde contribuir a los objetivos de la Agenda de Desarrollo Post2015.

    Presentar las opciones articulando conotros objetivos de de-sarrollo sostenible, particularmente la proteccin del medioambiente.

    Hiptesis

    La creciente utilizacin de agroalimentoscon ines energticos endetrimento de su inalidad alimenticia fue una variable de peso en la

    lucha contra el hambre en Amrica Latina y el Caribe durante el pe-riodo 1990-2015, y puede continuar afectando a futuro.

    Existen modos de contribuir tanto a la seguridad alimentariacomo a la energtica, sin daar el medio ambiente, que no son exclu-

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    yentes entre s y que adems pueden ser contribuir a los objetivospropuestos en la Agenda de Desarrollo Sostenible Post 2015.

    La regin de Amrica Latina y el Caribe puede jugar un rol clave

    en este esquema.Metodologa

    La investigacin ser de tipo analtica, en tanto se pretende con-trastar el peso de determinadas variables en la lucha contra el ham-bre durante el periodo 1990-2015, en particular en Amrica Latina yel Caribe.

    Se utilizar el mtodo exploratorioa in de conocer las acciones

    implementadas que han contribuido a la Meta C del Objetivo de Desa-rrollo del Milenio Nmero 1.Las conclusiones de este anlisis y de esta exploracin permitirn

    sugerir qu errores no se deberan repetir y qu cursos de accinconvendra continuar en la Agenda Post 2015, a partir de lo cual sepodrn tambin presentar propuestas a la misma.

    A in de lograr lo antedicho, se adoptar el enfoque cualitativo,con la inalidad de analizar algunos de los esfuerzos en torno a la lu-

    cha contra el hambre, as como la inluencia de determinadas varia-bles del periodo 1990 2015 en la regin objeto de estudio.A los efectos citados, se considerarn fuentes primarias oicia-

    les, dentro de los cuales preponderarn los informes de los orga-nismos de Naciones Unidas dedicados a la erradicacin del hambre,particularmente de la Organizacin de las Naciones Unidas para laAlimentacin y la Agricultura (FAO), el Fondo Internacional de De-sarrollo Agrcola (FIDA) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA).

    Como fuentes secundarias, se utilizarn documentos, anlisis,investigaciones y estudios de instituciones especializadas reconoci-das que aborden la temtica en cuestin.

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    CAPTULO IDeiniciones preliminares

    Nosotros, Jefes de Estado y Gobierno, nos hemos reunido enla Sede de las Naciones Unidas en Nueva York del 6 al 8 deseptiembre de 2000, en los albores de un nuevo milenio, parareairmar nuestra fe en la Organizacin y en su Carta comocimientos indispensables de un mundo ms pacico, ms prs-

    pero y ms justo.

    () Decidimos, asimismo, reducir a la mitad, para el ao 2015,el porcentaje de habitantes del planeta cuyos ingresos sean in-feriores a un dlar por da y el de las personas que padezcanhambre.Declaracin del Milenio Organizacin de las Naciones Unidas(ONU), 8 de Septiembre de 2000. (Fragmento - prrafos 1 y 19).

    1.1 Los Objetivos de Desarrollo del Milenio

    El compromiso, formalmente adoptado en septiembre de 2000tanto por los 189 Estados irmantes como por todas las principalesinstituciones de desarrollo, dio origen a los denominados Objetivosde Desarrollo del Milenio: ocho metas cuantiicables, mesurables ycon plazos establecidos para su consecucin (2015), incluyendo in-cluso evaluaciones intermedias tendientes a reorientar o fortaleceracciones, segn el caso. Previ, adems, la regionalizacin de resulta-

    dos esperados, en un claro reconocimiento de las diferentes necesi-dades locales y de las diversas posibilidades (econmicas, polticas ysociales) de afrontar los retos. Todos estos aspectos diferenciaron aesta Declaracin de las precedentes.

    A in de lograr lo anterior, se consider el estado en el que se en-contraban determinadas variables y se explicit cmo debera encon-trarse cada una para 2015. Cabe aclarar que, aunque los Objetivos deDesarrollo del Milenio se establecieron en 2000, el perodo de refe-

    rencia inicial adoptado para realizar el seguimiento de los progresosfue 1990 y 1992. Con este mecanismo se elaboraron los siguientesocho objetivos:

    OBJETIVO N 1: Eliminar la pobreza extrema y el hambre;

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    OBJETIVO N 2: Lograr la enseanza primaria universal;

    OBJETIVO N 3: Promover la igualdad de gnero y el empode-ramiento de la mujer;

    OBJETIVO N 4: Reducir la mortalidad infantil; OBJETIVO N 5: Mejorar la salud materna;

    OBJETIVO N 6: Combatir el VIH / SIDA, el paludismo y otrasenfermedades;

    OBJETIVO N 7: Garantizar la sostenibilidad del medio ambiente;

    OBJETIVO N 8: Fomentar una alianza mundial para el desarrollo;

    No obstante, determinadas situaciones y contextos adversos en el

    plano internacional desde el establecimiento de los objetivos en ade-lante obstaculizaron el alcance de los resultados esperados, haciendoque ya antes del plazo inal establecido (septiembre de 2015) se hu-biera reconocido la imposibilidad de alcanzarlos a todos para tal fecha.

    Tanto es as que Naciones Unidas comenz a trabajar en 2013 enla elaboracin de la Agenda de Desarrollo Sostenible Post 2015, paraposterior endorse y aprobacin en septiembre de 2015 en NuevaYork: una agenda que cree en la importancia de mantener los com-

    promisos y en la posibilidad de alcanzar las metas, pero dando unplazo mayor para conseguirlos, reorganizando prioridades y buscan-do corregir los desfasajes que durante el periodo 2000-2015 impi-dieron su consecucin (por ejemplo, desglosar trminos y no consi-derarlos conjuntamente, tales como hambre y nutricin, a in depoder abordar cada temtica de un modo ms directo y considerandosus particularidades).

    Con estas premisas, fueron aprobados el 26 de septiembre de 2015

    nuevos Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que dan continui-dad a los iniciales ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM),pero desde nuevos enfoques y consignas.

    1.1.1 El Objetivo de Desarrollo del Milenio Nmero 1: Erradicar lapobreza extrema y el hambre:

    En el caso particular del primer objetivo, en una parte del cual sebasar la tesis de quien subscribe, la comunidad internacional haba

    determinado tres metas dentro de l, a saber:1. Meta A: Reducir a la mitad, entre 1990 y 2015, la proporcin depersonas con ingresos inferiores a 1,25 dlares al da.

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    2. Meta B: Alcanzar el empleo pleno y productivo y un trabajo de-cente para todos, incluidos las mujeres y los jvenes.

    3. Meta C: Reducir a la mitad, entre 1990 y 2015, la proporcin de

    personas que padecen hambre.El presente trabajo se focalizar en la Meta C, particularmen-

    te en la regin de Amrica Latina y el Caribe.El incremento de la poblacin mundial, la crisis inanciera inter-

    nacional surgida a inales de 2008, el alza en los precios de los ali-mentos y el aumento del uso de los mismos con ines energticos endetrimento de su inalidad alimenticia, pueden mencionarse a prioricomo posibles responsables de la diicultad de erradicar la pobreza

    extrema y el hambre para 2015, e incluso de reducir este ltimo a lamitad para dicha fecha. El impacto de estas causas en la regin men-cionada ser analizado, as como tambin el de otras que no estnsiendo consideradas desde el inicio pero que puedan descubrirsedurante la investigacin.

    Finalmente, se esbozarn propuestas que contribuyan a la Agendade Desarrollo Sostenible Post 2015, particularmente en lo que reierea los objetivos referidos al hambre, a la seguridad energtica y al cui-

    dado del medio ambiente (objetivos 2, 7 y 13).

    1.2. Deinicin de conceptos clave: Pobreza extrema, hambrecrnica y seguridad alimentaria, derecho a la alimentaciny soberana alimentaria.

    A continuacin se deinirn brevemente trminos que si bien pue-den parecer similares entre s y en efecto estn interrelacionados, noreieren exactamente a lo mismo:

    1.2.1 Hambre Crnica:

    Estado de las personas cuya ingestin alimentaria regular no lle-ga a cubrir sus necesidades energticas mnimas. La necesidad mnimadiaria de energa es de unas 1.800 kcal. por persona. La necesidad exac-ta viene determinada por la edad, tamao corporal, nivel de actividad

    y condiciones isiolgicas como enfermedades, infecciones, embarazo olactancia. (FAO).

    El concepto no debe confundirse con el de hambruna, que es aque-lla situacin que surge al empeorar varios factores simultneamente,afectando la seguridad alimentaria de una poblacin que ya padeca

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    hambre (por ejemplo, crisis polticas prolongadas, conlictos arma-dos sumados a desastres naturales).

    1.2.2. Seguridad Alimentaria:

    Existe cuando todas las personas tienen en todo momento accesosico y econmico a suicientes alimentos inocuos y nutritivos que sa-tisfagan sus necesidades alimentarias para desarrollar una vida activa

    y sana(FAO).En la misma lnea, se entiende por inseguridad alimentaria a la

    situacin que se da cuando las personas carecen de un acceso seguro auna cantidad suiciente de alimentos inocuos y nutritivos para un creci-miento y desarrollo normales y una vida activa y sana(FAO).

    1.2.3. Derecho a la Alimentacin:

    La legislacin internacional reconoce a la alimentacin como unDerecho Humano, a la vez que obliga a los Estados a garantizar nosolo la disponibilidad y la accesibilidad a alimentos adecuados, sinotambin un entorno propicio para que las personas puedan producir-los, o bien disponer de los medios para adquirirlos. En otras palabras,los Estados deben garantizar los medios sicos y econmicos para

    generar y acceder a los alimentos de manera libre, regular y perma-nente, en manera suiciente tanto cuantitativa como cualitativamen-te, respetando las tradiciones culturales y religiosas, en pos de unavida psquica y sicamente digna.

    En este sentido, los elementos claves del derecho a la alimenta-cin son tres: disponibilidad, accesibilidad y adecuacin. Existiendolos tres, el derecho a la alimentacin se considera garantizado. Porejemplo, si la ayuda humanitaria lleva alimentos suicientes y per-

    manentes para determinados consumidores, pero que resulten tabpara ellos desde el punto de vista religioso o cultural, se estaran cum-pliendo los dos primeros requisitos (disponibilidad y accesibilidad)pero no el tercero (adecuacin), por lo que en s mismo el derecho ala alimentacin no estara garantizndose.

    El derecho humanitario contempla que, en situaciones de emer-gencia, el derecho a la alimentacin no debe solo garantizarse du-rante la catstrofe sino tambin posteriormente a ella. Omitir esto

    ltimo, as como tambin proveer alimentos sin tener debidamenteen cuenta los aspectos nutricionales, puede traer beneicios a cortoplazo pero negativos a largo trmino.

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    Pese a referirse a una de las problemticas ms histricas delmundo, su reglamentacin no es antigua. En el subcontinente objetode investigacin, por ejemplo, el Derecho a la Alimentacin, Seguri-

    dad y Soberana Alimentaria fue aprobado como ley durante la XVIIIAsamblea Ordinaria del Parlamento Latinoamericano, desarrolladaen Panam del 30 de noviembre al 1 de diciembre de 2012.

    1.2.4. Soberana alimentaria:

    En la Cumbre Mundial de la Alimentacin de la FAO de 1996, sepresent el concepto de soberana alimentaria como aquella queexiste cuando las personas, pueblos y comunidades tienen derecho adecidir e implementar sus polticas y estrategias agrcolas y alimen-

    tarias, tanto para la produccin como para la distribucin sosteniblede alimentos.

    La correcta gestin del agua es requisito fundamental para la esta-bilidad en la produccin mundial de alimentos. Sin embargo, el pro-nstico a futuro es de creciente escasez de este recurso, lo cual sumaun desao ms a la soberana y a la seguridad alimentaria.

    Cabe aclarar que el concepto no ha sido an aceptado por todoslos pases miembros del Comit de Seguridad Alimentaria Mundial

    (CSAM). Pese a ello, es ampliamente utilizado como referencia en dis-cusiones y propuestas a nivel mundial.

    Habindose aclarado estos conceptos, se pasar a continuacin adescribir a aquellas agencias internacionales encargados de velar porsu cumplimiento o de su erradicacin, segn el caso.

    1.3. Agencias de Naciones Unidas dedicados a la erradicacin delhambre y sus compromisos con los Objetivos de Desarrollo del

    Milenio: La Organizacin de las Naciones Unidas para la Alimen-tacin y la Agricultura (FAO), el Programa Mundial de Alimentos(PMA) Y Fondo Internacional de Desarrollo Agrcola (FIDA).

    Si bien existe una vasta cantidad de organizaciones internaciona-les dedicadas a la lucha contra el hambre (ONGs, entidades pblicas yprivadas, etc.), la comunidad internacional como tal encomienda estacausa a tres agencias dedicadas especicamente a la temtica: la Orga-

    nizacin de las Naciones Unidas para la Alimentacin y la Agricultura(FAO), el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y el Fondo Internacio-nal de Desarrollo Agrcola (FIDA), todos ellos con sede en Roma, Italia.

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    Ellos tres son los organismos de Naciones Unidas abocados a laalimentacin y a la agricultura. Trabajan mancomunadamente enpos de estas temticas para beneicio de sus Estados miembros y, as,

    de la comunidad internacional entera.No obstante, cada uno tiene un mandato particular y, por ende, unamisin especica respecto de la consecucin de los Objetivos de Desa-rrollo del Milenio primero, y de los Objetivos de Desarrollo Sostenibledespus: mientras que la FAO, como depsito de conocimientos, ponea disposicin la informacin recopilada, analizada y estudiada, a inde que los Estados la tomen en consideracin a la hora de establecerpolticas y de disear proyectos en el terreno, el FIDA proporciona el

    inanciamiento esencial para llevarlos a cabo en los pases en desa-rrollo que no cuentan con los recursos autnomos para hacerlo. Porsu parte el PMA, de carcter ms asistencialista, suministra racionesde alimentos a las personas ms vulnerables del mundo, sobre todode los pases ms pobres o que sufren catstrofes de diversa ndole.La combinacin de las tres frmulas ha proporcionado importantesresultados, aunque queda ms por hacer en pos de la deinitiva erra-dicacin del hambre mundial, tanto es as que 14 de los 17 nuevosODS guardan relacin directa o indirecta con esta temtica, y por endecon la labor de las mencionadas agencias. Los resultados de estas tressinergias han demostrado, adems, que los logros son ms signiicati-vos actuando en conjunto ms que separadamente.

    En efecto, se aprob en 2009 una estrategia comn a las tresorientada especicamente al cumplimiento del ODM Nmero 1, espe-ciicando el rol de cada una de las agencias en l, tal como se explicarseguidamente.

    1.3.1. La Organizacin de Naciones Unidas para la Alimentaciny la Agricultura (FAO):

    Siendo la principal organizacin mundial abocada a la lucha con-tra el hambre, la FAO colabora con sus pases de diversas formas: susactividades se centran en cinco objetivos estratgicos: 1) ayudar aeliminar el hambre, la inseguridad alimentaria y la malnutricin; 2)hacer que la agricultura, la actividad forestal y la pesca sean ms pro-

    ductivas y sostenibles; 3) reducir la pobreza rural; 4) propiciar siste-mas agrcolas y alimentarios inclusivos y eicientes; y 5) incrementarla resiliencia de los medios de vida ante las catstrofes.

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    Adems de medidas tendientes al incremento de la capacidadagrcola y del rendimiento de las cosechas, la FAO es consciente deque el desao de garantizar la seguridad alimentaria mundial depen-

    de tambin de la voluntad poltica, es por ello que trabaja y ayuda enla formulacin y aplicacin de las distintos proyectos y programastanto a nivel local como nacional, regional y mundial.

    A su vez, coopera haciendo llamados de atencin a travs de es-tadsticas, investigaciones y datos concretos, diseando junto a losEstados planes de accin y apoyando todas aquellas medidas nacio-nales tendientes a revertir la tendencia, de un modo sustentable ysostenible. Asiste, adems, mediante el establecimiento de redes de

    cooperacin y asociaciones, la difusin de medidas de xito a in dereplicar los modelos en otras geograas, a la vez que tambin coo-pera con la adaptacin de stas a los entornos sociales, econmicos,culturales y polticos diversos.

    Asimismo, la FAO seala las amenazas presentes y futuras queatentan contra el objetivo de alcanzar un mundo sin hambre. En estesentido, se destaca el doble dilema de la creciente demanda de pro-ductos agrcolas (debido al incremento poblacional mundial y tam-bin al uso de stos para la generacin de energa) y el cambio cli-mtico, que afecta la capacidad de generar los alimentos necesarios.

    En efecto, se prev que la poblacin global ascienda a 9.000.000de individuos para 2050, lo que requerir un incremento de la pro-ductividad del sector de un 70% para alimentar a todos. Sin embargo,se estima tambin que para dicho ao, las zonas productivas sernmucho menos que las existentes en la actualidad si no se toman me-didas urgentes contra las desbastadoras consecuencias del cambioclimtico, que har que la agricultura sea el sector ms afectado, re-duciendo esto su capacidad de proveer recursos.

    A pesar de las responsabilidades adoptadas con los ODM, la FAOestima que los compromisos polticos y los recursos inancieros asig-nados no han estado a la altura de las circunstancias, al menos noen igual medida en todos los pases del mundo. En este sentido, sedestaca la situacin en la que se encuentra Latinoamrica y el Caribe,constituyndose como la regin que ms cerca estuvo de alcanzar ensu totalidad el objetivo del milenio vinculado al hambre.

    De acuerdo a su mandato y experiencia, la FAO aboga mayorita-riamente por el cumplimiento del Objetivo de Desarrollo del MilenioNmero 1, pero tambin por el alcance del Nmero 7 (garantizar la

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    sostenibilidad del medio ambiente), en un claro reconocimiento deque esto es condicin imprescindible para alcanzar el antedicho. Seentiende, adems, que el cumplimiento del primer objetivo ser clave

    para la consecucin casi todos los dems, tales como el acceso a laeducacin universal y las mejoras en la salud.La FAO, adems, sent importantes antecedentes al estableci-

    miento de los ODM. En efecto, la Cumbre Mundial de Alimentacin(CMA) llevada a cabo en 1996 dio como resultado la Declaracin deRoma, por la cual los Estados Miembro de la Organizacin se com-prometieron ya por entonces a reducir a la mitad el nmero de per-sonas aquejadas por el hambre para 2015. Partiendo de esta base, la

    Declaracin del Milenio, adoptada cuatro aos despus, agreg a estecompromiso metas concretas, medibles y mesurables, adaptndolasa las capacidades de cada regin.

    Finalmente, la FAO es tambin la organizacin responsable de me-dir y hacer seguimiento a los progresos (parciales y totales) de cadapas y de cada regin respecto del primer ODM y de sus metas.

    1.3.2. El Programa Mundial de Alimentos (PMA):

    El PMA, nacido inicialmente como un programa propio de la FAO eindependizndose posteriormente hasta convertirse en una agenciade Naciones Unidas debido fundamentalmente a su dimensin, es laagencia humanitaria ms grande del mundo. Su principal misin es laasistencia alimentaria.

    En tal sentido, coopera con la consecucin del Objetivo de Desa-rrollo del Milenio en cuestin a travs de la provisin directa de ali-mentos, de cupones para ellos o bien de transferencias en efectivo,

    segn el caso, fundamentalmente en contextos adversos repentinoscomo desastres ambientales (inundaciones, sequas, terremotos, hu-racanes, tsunamis, etc.) que pueden provocar que los logros de lospases respecto del objetivo retrocedan o se detengan.

    En efecto, las catstrofes naturales -como las anteriormente cita-das- y humanas -por ejemplo, guerras o desplazamientos territorialesforzados- atentaron contra la consecucin de los ODM y frecuente-mente hicieron retroceder los pasos dados previamente en direccin

    a ellos. Es por esto que, cuando estas circunstancias golpean fuer-temente a un pas o regin (y, con ello, las capacidades nacionales yregionales de garantizar la seguridad alimentaria) el PMA asiste antela urgencia, contribuyendo as a que la consecucin de los Objetivos

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    del Milenio antes y de los de Desarrollo Sostenible ahora, no se veatan diicultada.

    Es importante subrayar que, a la hora de proveer alimentos, el

    PMA prioriza las compras locales, en la medida de lo posible de lospequeos productores. Esto es destacable ya que el Objetivo de De-sarrollo del Milenio Nmero 1 no solo planteaba la erradicacin delhambre, sino tambin de la pobreza extrema. Favoreciendo la econo-ma de los pequeos productores locales, el PMA vel directamentetambin por esta parte del objetivo.

    Pero adems de atender las urgencias, el PMA se preocupa por lasostenibilidad de la seguridad alimentaria, incluso posteriormente a

    las catstrofes. Particularmente, fortiica las capacidades de resisten-cia ante eventuales reiteraciones futuras de las mismas, a in de quelas poblaciones ms vulnerables puedan superar mejor las situacio-nes crticas sin depender enteramente (dentro de lo posible) de lallegada de la asistencia humanitaria. En lnea con esto, tambin for-talece los proyectos alimentarios y nutricionales de proteccin socialya existentes en los pases (por ejemplo, los programas de alimenta-cin escolar).

    Para ello, el PMA dispone de recursos logsticos y de soisticadossistemas de cartograa y evaluacin que permiten determinar en qulugar exacto viven las personas aquejadas por el hambre. Dispone,adems, de avanzados sistemas de comunicaciones para situacionesde emergencia. Esto permite garantizar que la asistencia alimentariallegue donde resulta ms necesaria.

    1.3.3. El Fondo Internacional de Desarrollo Agrcola (FIDA):

    Siendo que el hambre, la malnutricin y la pobreza son un fen-meno mayoritariamente rural y que la agricultura es el principal me-dio de subsistencia del 70% de las poblaciones menos favorecidas delmundo, los esfuerzos del Fondo Internacional de Desarrollo Agrcola(FIDA) son estrictamente necesarios para garantizar el cumplimientode los Objetivos de Desarrollo Sostenible vinculados a estas temti-cas, as como lo fueron antes respecto del primer Objetivo de Desa-rrollo del Milenio.

    En efecto, tal como reza la Declaracin del Milenio adoptada en2000, la lucha para eliminar el hambre y lograr los dems ODM seganar o se perder en las zonas rurales.

    El 50 % de la poblacin mundial vive en estas zonas, y dependeen casi su totalidad de la agricultura (y de las actividades vinculadas

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    a ella) para sobrevivir. A su vez, se pronostica que el porcentaje au-mente a un 70 % para 2050 (FIDA, 2015). Sin embargo, la disparidadde la condicin de vida entre stas y las zonas urbanas es alarmante.

    Tambin las ciudades se vern afectadas si la capacidad de produ-cir alimentos en el campo se ve reducida. Por lo tanto, los esfuerzosdel FIDA no solo pretenden mejorar la condicin alimenticia de loshabitantes de estas zonas, sino tambin sus capacidades productivas,tanto para ellos mismos como para la alimentacin en las urbes.

    Pero fundamentalmente, el objetivo principal de FIDA en lo queal primer ODM respecta, fue el de garantizar que todos los hombresy mujeres de pases en vas de desarrollo mejoren sus ndices de ali-

    mentacin adecuada en el plano de sus hogares y alcancen mayoresingresos. En este sentido, se atacaba tanto el hambre en s mismocomo la pobreza.

    De hecho, con una mayor orientacin hacia el ODM 1 y hacia loslagelos en l planteados (hambre y pobreza), el FIDA redeini suMarco Estratgico entre 2002 y 2006, reformulando su misin quedesde entonces es dar a los pobres de las zonas rurales la oportuni-dad de salir de la pobreza. Por ello, el mismo Marco Estratgico esta-blece que la organizacin no debe abocarse solo al efecto inmediatode sus acciones, sino tambin a garantizar su duracin en el tiempo.

    Este mismo documento, adems, establece tres terrenos de inter-vencin y cambio que resultan clave para la consecucin del objetivoen cuestin:

    Reforzar la capacidad de los pobres de las zonas rurales y susorganizaciones;

    Mejorar el acceso equitativo a los recursos naturales producti-

    vos y a la tecnologa; Aumentar el acceso a los servicios inancieros y a los mercados.

    Entonces, mayores inversiones inanciaras en pos del desarro-llo agrcola y rural resultan elementales para el cumplimiento de laAgenda de Desarrollo Sostenible 2015-2030.

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    CAPTULO IIEstado de la Cuestin

    2.1. Principales etapas de medicin de resultados del Objetivode Desarrollo del Milenio Nmero Uno.

    Tal como se explic al inicio del presente trabajo de investigacin,la Declaracin de los Objetivos de Desarrollo del Milenio del ao 2000consider el estado de determinadas variables en el periodo 1990

    1992 y explicit cmo debera encontrarse cada una para 2015.Con el propsito de hacer seguimientos durante ese lapso, y ade-ms de las mediciones generales anuales, se ijaron tres grandesinstancias intermedias para medir si los caminos escogidos eran losconducentes a los objetivos planteados, si estaban encaminados peroan faltaba un largo tramo por recorrer, o bien si los rumbos toma-dos conducan a destinos diferentes a los elegidos. Estas instanciasfueron 2005 (cuando se debi medir si los nmeros alcanzaban la

    tercera parte del total de los objetivos pretendidos), junio de 2007 (ladenominada Evaluacin de Trmino Medio, a in de veriicar si ya sehaba cumplido con la mitad de los logros ambicionados para 2015)y 2010 (ao en el que idealmente deberan haberse alcanzado dostercios de lo pretendido para el total cumplimiento de los objetivos).

    2.1.1 La evaluacin intermedia de 2005

    Si bien desde el establecimiento de los Objetivos hasta 2005 seregistraron ciertos progresos a nivel mundial respecto del hambre,

    varias regiones del frica Subsahariana y de Asia meridional presen-taron retrocesos. Tanto es as que la pgina 8 del Informe 2005 de losObjetivos de Desarrollo del Milenio presenta una de las secciones de-dicada a las mediciones respecto del hambre titulndola Los retroce-sos casi superan los avances en la lucha contra el hambre (Informe delos Objetivos de Desarrollo del Milenio, 2005).

    La principal causa atribuida a esto durante el primer tercio de lamedicin de los objetivos fue que el crecimiento poblacional no es-

    tuvo acompaado de un aumento de la produccin agrcola en igualproporcin, lo cual gener escasez de alimentos.

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    Siendo que la mayor parte de los individuos que padecen hambrehabitan en zonas rurales, son personas ms propensas a caer en si-tuacin de pobreza, ya que en casi todos los casos, tanto la alimenta-

    cin de estos habitantes como sus ingresos suele depender de lo queproducen.En lo que a alimentacin infantil respecta, se reconoci que glo-

    balmente la proporcin de menores de cinco aos con peso inferior alnormal haba descendido en un 20% durante el periodo 1990-2005.Una de las regiones con progresos ms signiicativos en este sentidofue justamente Amrica Latina y el Caribe, que haba logrado reduciresta prevalencia en ms de la tercera parte de los casos cuando ape-

    nas se estaba cumpliendo un tercio del plazo previsto. No obstante,el gran desbalance que producan otras regiones (particularmentefrica Subsahariana y Asia meridional) haca que, a nivel global, lasprobabilidades de alcanzar la meta fuesen muy escasas.

    Los progresos latinoamericanos y caribeos en cuanto al hambreno vinieron acompaados de una proporcional reduccin de la po-breza. La regin tena en 2005 an un promedio de 42,9% de pobla-cin en esta situacin, equivalente a 222 millones de personas, de loscuales un 19% sumergidos en pobreza extrema, representando algoms de 96 millones de individuos (CEPAL, 2005).

    El progreso en esta direccin fue caratulado como insuicientepuesto que las cifras de referencia del ao 1990 consistan en 48,3%de pobreza en el subcontinente y en 22,5% de pobreza extrema. Parapeor, algunos pases haban registrado incluso retrocesos, nicamen-te uno haba alcanzado la meta y solo cinco haban hecho avances sig-niicativos en esa direccin. La regin, adems, segua siendo la msinequitativa y desigual del mundo, representando esto una especialdiicultad para la consecucin de la meta C del Objetivo de Desarrollodel Milenio Nmero 1 a nivel regional.

    Las defraudantes cifras de 2005 permitieron inferir que, para po-der alcanzar la meta en el plazo estipulado (2015), sera necesarioque en la dcada siguiente se registrase un crecimiento econmicorpido y sostenido equivalente a al menos 2,9 % por habitante (y 4,4% anual en los pases ms pobres que an no haban registrado nin-gn avance en la primera evaluacin intermedia importante).

    No obstante, en lo que respecta particularmente a la Meta C delODM 1, los progresos en materia de hambre eran un poco ms alen-tadores: 15 de los 24 pases de la regin haban ya alcanzado reducir

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    la subnutricin, paso importante para poder aspirar a erradicar elhambre una dcada despus.

    2.1.2. La evaluacin de medio trmino de 2007.

    Las mediciones al cumplirse el 50 % del plazo previsto para losODM determinaron que la cantidad de nios con hambre estaba le-vemente disminuyendo en muchas regiones, pero an as, las cifrasno animaban a pensar que se podra alcanzar el objetivo para 2015,al menos que se aceleraran (y muy rpidamente) los progresos, locual empez a ser reconocido explcitamente. En este sentido, la eva-luacin de medio trmino es importante en lo que a lucha contra elhambre reiere, ya que justamente fue la que permiti comenzar a

    manifestar las altas probabilidades de no alcanzar universalmente elobjetivo para la fecha estipulada.

    En el caso de las mediciones del Objetivo en su conjunto en Lati-noamrica y el Caribe de 2007, algunos pases haban logrado redu-cir la pobreza en los niveles esperados para tal fecha (puntualmen-te Nicaragua, Ecuador, Mxico, Venezuela, Brasil, Costa Rica y Chile)mientras que Honduras, Guatemala, Colombia, El Salvador, Bolivia, yUruguay an no haban alcanzado a la reduccin de la pobreza esti-

    pulada para entonces.El caso puntual argentino, las cifras varan considerablemente de

    acuerdo a si se consultan fuentes nacionales o internacionales.Segn estas ltimas, por ejemplo las de la Comisin Econmica

    para Amrica Latina (CEPAL, 2007), el pas no haba alcanzado anlos niveles previstos de reduccin de pobreza. No obstante, se desta-c que la disminucin de la misma se encontraba encaminada.

    Sin embargo, de acuerdo a fuentes internas (particularmente, las

    provenientes del Consejo Nacional de Coordinacin de Polticas So-ciales dependiente de la Presidencia de la Nacin), la meta interme-dia de 2007 pasaba por reducir al 30 % o menos la cantidad de per-sonas viviendo bajo la lnea de pobreza, objetivo que a la fecha habasido incluso superado.

    En cualquier caso, resulta menester destacar el caso porque, ascomo ms adelante la crisis inanciera repercuti en la consecucindel ODM 1 en algunos pases del continente (ver apartado siguien-

    te), en el caso argentino se ijaron en 2000 estimaciones pretendidaspara 2007 sin calcular los efectos que la crisis econmica nacional de2001 tendra sobre las metas. A raz de ella se increment conside-rablemente el nmero de personas viviendo en situacin de pobreza

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    e indigencia, lo cual pudo haber diicultado el alcance de las cifrasespeculadas para las mediciones intermedias, no solo respecto de lapobreza en s misma sino tambin del hambre.

    An si los logros no fueron los esperados, es menester destacarque una poltica que contribuy a disminuir los niveles de pobrezaque dej como legado la crisis de 2001 pas por reducir la cantidadde comedores comunitarios y fomentar en cambio los proyectos deautoproduccin de alimentos en jardines, centros de da, hogares deancianos, huertas familiares o escolares, etc. De esta manera se redu-jo parte del asistencialismo a favor del desarrollo de actividades eco-nmicas que permitan reducir el hambre y, en algunos casos, cierta

    actividad econmica comercial.En su conjunto, la Medicin de Medio Trmino de 2007 para Am-rica Latina y el Caribe arroj como resultados que la regin habalogrado reducir la pobreza de 211 millones de personas en 2000 a184 millones en 2007. La indigencia, por su parte, haba logrado dis-minuir de 89 millones de individuos a 68 millones en igual perodo.

    2.1.3. La evaluacin intermedia de 2010.

    A nivel global, la medicin de 2010 no solo no alcanz los niveles

    esperados sino que adems, en el caso de algunas metas, presentaronretrocesos respecto de los de 2005.

    Esto fue particularmente visible en el caso del hambre. En parti-cular, el mundo alcanz en 2009 un punto mximo desde el inicio delas mediciones, retrocediendo as respecto de los insuicientes logrosprevios. Los organismos internacionales atribuyeron las causas deesto a las crisis alimentaria (particularmente atribuida al gran au-mento del precio de los alimentos) y inanciera mundiales que haban

    golpeado muy fuertemente durante el ao anterior.Justamente, entre las principales causas atribuidas a estos resul-

    tados se encuentra la crisis inanciera internacional: a raz de ella, ungran nmero de personas perdi sus empleos tanto en pases desa-rrollados como en algunos en vas de desarrollo y, en consecuencia,la capacidad de satisfacer sus necesidades bsicas y las de sus fami-lias, incluida la alimentacin, pasando a integrar las ilas de quienesviven en situacin de pobreza. Esto empeor muchos de los ndices

    del Objetivo de Desarrollo del Milenio Nmero 1. En efecto, en 2009por ejemplo (cuando la crisis ya haba llegado a Europa) hubo entre55 y 90 millones ms personas en extrema pobreza que las previstasantes de la crisis.

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    Con estas cifras, las mediciones del ao 2010 ya adelantaron quesera muy dicil alcanzar el objetivo en 2015, cuando, de acuerdo alas estimaciones por entonces, an quedaran mil millones de perso-

    nas en situacin de pobreza extrema.En algunos casos no se lo alcanzara por la crisis inanciera, peroen otros porque los nmeros anteriores a la debacle econmica inter-nacional tampoco eran lo suicientemente buenos como para que elObjetivo sea alcanzado en 2015, con o sin crisis mediante.

    En efecto, el Informe de 2010 asegur en su pgina 6 que la crisiseconmica mundial ha ralentizado el progreso, pero el mundo sigue encamino de satisfacer la meta de reduccin de la pobreza (Objetivos de

    Desarrollo del Milenio, Informe 2010).En el caso puntual de la regin objeto de estudio, el reporte sea-l la diicultad demonitorear apropiadamente la pobreza debido ala carencia de datos suicientes (o, en algunos casos, coniables) enintervalos regulares, fundamentalmente en pequeos Estados insu-lares del Caribe.

    Dicho documento inform que el hambre, por su parte, pudo ha-ber alcanzado un punto mximo en 2009, tambin como consecuen-cia de la mencionada crisis, y que los progresos por erradicar estelagelo se haban estancado en dicho ao en casi todas las regionesdel globo.

    Solo dos regiones no presentaron esta tendencia: el Sudeste Asi-tico y Amrica Latina y el Caribe. Si bien la preponderancia del ham-bre tambin present una leve reduccin en el frica Subsahariana,no a un ritmo suiciente rpido como para compensar el crecimientopoblacional.

    Por otra parte, a pesar de los avances en direccin al cumplimien-to de la meta, Latinoamrica y Caribe no logr reducir la preponde-rancia del peso inferior al normal en nios menores de cinco aos,respecto de sus propios ndices a inicios de los 90. Incluso, el sub-continente vio incrementado el nmero de nios de zonas rurales enestas condiciones entre 1990 y 2008. Cabe destacar que, en todo elglobo, esta problemtica afecta siempre ms a estos menores ruralesque a los que viven en reas urbanas, en consonancia con lo que plan-tea FAO (2014) en sus contribuciones a los Objetivos de DesarrolloSostenible Post 2015.

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    2.2. La lucha contra el hambre en Amrica Latina y Caribe des-de 1990 hasta 2015.

    La regin de Amrica Latina y el Caribe es la que mayores progre-

    sos alcanz a nivel mundial respecto del ODM 1. En particular, la MetaC de dicho Objetivo -Reducir a la mitad, entre 1990 y 2015, el nme-ro de personas que padecen hambre-fue alcanzada antes de la fechaprevista (no por ello el Objetivo en su conjunto, ya que lo mismo no selogr en lo que reiere a las otras dos metas que componan el obje-tivo, relativas a pobreza y a trabajo), particularmente en septiembrede 2014. Lo expuesto fue atribuido principalmente al compromisopoltico relejado en la implementacin de marcos jurdicos, institu-

    cionales y, principalmente, polticas pblicas vinculadas a la seguri-dad alimentaria y a la nutricin.

    Estas medidas y los programas especicos que se detallarn acontinuacin, se caracterizan por sus intervenciones a corto y largoplazo con enfoque de doble va, es decir, polticas para actuar deforma inmediata y urgente ante escenarios sociales complejos, inclu-yendo complementariamente objetivos de largo plazo, que requierencambios estructurales antes de alcanzar los resultados. De tal forma,

    se ataca la problemtica del hambre de manera urgente, a la vez quese trabaja en sus causas a in de evitar que el mismo reaparezca afuturo. Es as como, por ejemplo, solo entre 2008 y 2013, la reginredujo en 3 millones el nmero de personas con hambre.

    No obstante, vale recalcar que si bien la Meta C del ODM 1 fue al-canzada antes del plazo previsto por el subcontinente, no se debeolvidar que an quedaban en l 34,3 millones de hambrientos al mo-mento de alcanzar el logro (FAO, 2015), equivalentes a un 5,5 % de la

    poblacin total de Amrica Latina y el Caribe.La regin, adems, presenta un grave problema de nutricin, sien-

    do que por ejemplo la falta de hierro (anemia) afecta a casi el 50 %del total de nios menores de cinco aos. Esto causa la reduccin has-ta en un 15 % del coeiciente intelectual en ellos, lo cual claramentecompromete su desarrollo futuro.

    Los programas exitosos implementados hasta ahora, y los cua-les sern explicados a continuacin, debern tener estos factores en

    cuenta a in de mantener e incrementar los logros obtenidos hasta elmomento, contribuyendo as a los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

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    2.3. Principales acciones regionales tendientes a la consecucinde la Meta C del Objetivo de Desarrollo del Milenio Nmero 1:

    Como acciones ms destacables, se presentarn a continuacin las

    de la Comisin Econmica para Amrica Latina y el Caribe (CEPAL)en tanto se trata de la organizacin internacional que, a nivel regio-nal, acta sobre la problemtica del hambre y desarrolla planes deaccin continentales. Del mismo modo, se expondrn las iniciativasde Brasil, puesto que la lucha contra el hambre de dicho pas ha sidotomada como ejemplo modelo no solo en muchas naciones de la re-gin sino tambin en otras de geograas ms lejanas.

    2.3.1. Reto Hambre Cero, Programa Bolsa Familia y otras iniciati-vas de Brasil:

    Los dos planes citados surgieron en Brasil en 2003 bajo la pre-sidencia de Luiz Incio Lula Da Silva, enmarcadas en la estrategianacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional. Fueron claves paraque el pas alcanzase la Meta C del Objetivo de Desarrollo del MilenioNmero 1 antes del plazo previsto. A continuacin se los explicar se-paradamente, a in de entender qu acciones previ cada uno y cul

    es su continuidad en el presente.Tambin en 2003 y en sintona con las dos iniciativas principales,Hambre Cero y Bolsa Familia, Brasil implement adems otros pla-nes interconectados entre s y reformul algunos de los existentes,los cuales vale la pena destacar por su contribucin a la lucha contrael hambre y la pobreza.

    2.3.1.1. Reto Hambre Cero:

    El Programa Hambre Cero naci con el objetivo de garantizarel derecho humano a la alimentacin en el pas. Su xito fue tal queel Secretario General de las Naciones Unidas, el norcoreano Ban KiMoon, llam en 2012 a todos los pases a sumarse al Reto del Ham-bre Cero (Zero Hunger Challenge, en ingls), el cual prev:

    1. Que el 100 % de las personas tengan acceso a una alimentacinadecuada durante todo el ao;

    2. Cero retraso en el crecimiento en nios y nias menores de dosaos;

    3. Sostenibilidad de los sistemas alimentarios en un 100 %;

    a. Aumentar un 100 % la productividad y el ingreso de los peque-os productores;

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    b. Cero desperdicio de alimentos y prdidas post-cosecha.

    Para ello, el Reto Hambre Cero contempla medidas no solo ten-dientes a garantizar el derecho humano a la alimentacin sino tam-

    bin a la reduccin de la pobreza, tales como inversiones en agricul-tura, desarrollo rural, redes de proteccin social, fomento del trabajodecente e igualdad de oportunidades. Promueve, a su vez, la mayorparticipacin de los productores locales en el suministro de alimen-tos, as como su mayor acceso a mercados justos y abiertos, protegi-dos de la excesiva volatilidad del precio de los alimentos.

    A in de garantizar la nutricin, este programa fomenta tambin elempoderamiento de los pequeos productores y, enfticamente, de

    las mujeres, por ser stas las que principalmente tienden a encargar-se de la alimentacin de los hijos.El favorable acogimiento internacional a la propuesta se funda-

    menta en el xito alcanzado por el pas creador: el Informe sobre elEstado de la Seguridad Alimentaria en el Mundo de 2014 (FAO), reve-la que en los ltimos aos Brasil ha reducido muy considerablementetanto el hambre como la desnutricin y la subalimentacin, a la vezque prev que la nacin saldr del Mapa del Hambre en breve.

    Por citar un ejemplo, de acuerdo al indicador de Prevalencia de laSubalimentacin -instrumento utilizado por la FAO- sta se redujo amenos de un 5% desde la implementacin del programa hasta 2014.Este porcentaje del indicador es el lmite estadstico debajo del cualse considera que un pas ha superado el lagelo del hambre. A las mis-mas conclusiones arribaron otros importantes estudios sobre el caso-a travs de diversas formas de medicin-, tales como el Informe so-bre Desarrollo Humano 2014 del Programa de Naciones Unidas para

    el Desarrollo (PNUD) y el Informe Nacional de Acompaamiento delos Objetivos de Desarrollo del Milenio del Instituto de Investigacio-nes Econmicas Aplicadas (IPEA).

    Dichos estudios sealan que, entre 2001 y 2012, el nivel de ingre-sos del 20% ms pobre de la poblacin brasilera creci tres vecesms que el del 20% ms rico. Si se toman los aos contemplados porla Declaracin del Milenio, se deduce que la proporcin de habitantesen pobreza extrema se redujo de 25,5% en 1990, a 3,5% en 2012.

    Entre 2004 y 2009, adems, la inseguridad alimentaria grave dis-minuy en un 25% de acuerdo a la Escala Brasilea de InseguridadAlimentaria de la Encuesta Nacional por Muestra de Viviendas.

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    Segn diversas organizaciones internacionales como las citadasut-supra, el xito de la lucha brasilera contra el hambre se debe ala priorizacin de la agenda de Seguridad Alimentaria y Nutricional

    desde 2003 (donde se destaca el lanzamiento de la Estrategia HambreCero), a la creacin del Consejo Nacional de Seguridad Alimentaria yNutricional (CONSEA) y la aplicacin correcta de medidas de protec-cin social y de inanciacin de la produccin agrcola. Las mismasentidades destacan, asimismo, la promulgacin de la Ley Orgnica deSeguridad Alimentaria y Nutricional de 2006, que dio forma al PlanNacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional, institucionalizadoen 2011, el cual incluye ms de 40 programas y acciones concretas

    llevados a cabo en su mayora por el Ministerio de Desarrollo Socialy Combate al Hambre.A su vez, Brasil incorpor a su Constitucin el Derecho Humano a

    la Alimentacin Adecuada en 2010.Entre 2000 y 2012, es decir, durante casi la totalidad de los aos

    de vida de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, el gasto en pro-gramas sociales creci en un 128 % y la proporcin de ellos en el PBItotal, un 31 %.

    Ejemplos posteriores muestran la voluntad de continuar con latendencia: solo en 2013, el gasto federal en las acciones y programasdestinados a la seguridad alimentaria y nutricional alcanz los 78 milmillones de Reales (USD 33,2 mil millones).

    2.3.1.2. Programa Bolsa Familia:

    Se trata de un proyecto de transferencia condicionada de ingresos,que consiste en transferir dinero, preferentemente a las madres, conel requisito de que los hijos asistan a la escuela y visiten regularmen-

    te los servicios de salud para ser inmunizados y realizar controles decrecimiento.

    El programa, que abarca actualmente a ms de 13,8 millones defamilias de bajos ingresos, triplic su inversin en la dcada com-prendida entre 2004 y 2014. En 2013, el Estado brasilero dedic casi25 mil millones de Reales al proyecto (equivalentes a 10,64 mil millo-nes de dlares estadounidenses).

    El modelo fue posteriormente replicado y adaptado a diversos

    pases de la regin, por ejemplo Argentina.En efecto, este programa es expresamente recomendado por la

    FAO en el marco de una de las 14 sugerencias de la Organizacin a la

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    Agenda de Desarrollo Post 2015 (los llamados 14 Temas). Particu-larmente, la de la Proteccin Social, entendindola como una formade obtener un favorable impacto directo sobre la seguridad alimen-

    taria a la vez que limitando las barreras inancieras que frecuente-mente tienen los ms vulnerables, fundamentalmente en reas rura-les. En este sentido, la FAO destaca explcitamente el Programa BolsaFamilia y sus exitosos resultados, subrayando adems que el costodel mismo solo asciende a menos del 1 % del ingreso nacional. Porlo tanto, alienta a todos los pases a implementarlo, ya que es viabletanto para las naciones de ingreso bajo, mediano, como por supuestolas de nivel alto.

    2.3.1.3 Programa Nacional de Fortalecimiento de la Agricultura Fa-miliar:

    En un claro reconocimiento de que la agroindustria y las grandespropiedades rurales dominan la produccin agrcola en lo que a ex-portaciones respecta, el programa privilegi favorecer la agriculturafamiliar, contribuyendo a que sta produzca actualmente el 70 % delos alimentos consumidos internamente.

    Para lograr lo expuesto, se realiz una inversin en polticas de

    apoyo a los agricultores familiares de 17,3 mil millones de Reales(USD 7,36 mil millones) solo en 2013, diez veces ms que el presu-puesto asignado en 2003.

    El proyecto contempla, asimismo, la facilitacin del acceso al cr-dito rural.

    2.3.1.4. Programa de Adquisicin de Alimentos de la Agricultura Fa-miliar:

    Se trata de asegurar un mercado para los productores familiares,fundamentalmente de las reas rurales (uno de los grupos ms vul-nerables del pas). El gobierno compra directamente los alimentosque estos producen y los dona a instituciones que asisten a otras po-blaciones desfavorecidas socialmente, los utiliza para la alimentacinescolar o bien para reponer los stocks nacionales.

    En 2012, ms de 185.000 agricultores brasileros formaron par-te del programa, recibiendo cada uno un promedio de 4.000 Reales

    (aproximadamente 1.700 dlares) a cambio de sus productos.Tambin en este caso, los fondos federales para el programa seincrementaron casi diez veces desde 2003, llegando a una inversinde ms de 1,3 mil millones de Reales en 2013.

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    2.3.1.5. Programa Nacional de Alimentacin Escolar (PNAE):

    Si bien este programa cuenta con ms de 50 aos, fue reformuladoen la ltima dcada y adaptado a la estrategia nacional de alimenta-

    cin y nutricin.A travs de proporcionar comidas a todos los estudiantes de es-cuelas pblicas, ha representado importantes avances en materia dereduccin de la desnutricin infantil y ausentismo escolar. En estesentido, no solo ha tenido un impacto positivo en la consecucin dela Meta C del Objetivo de Desarrollo del Milenio Nmero 1, sino tam-bin en el 2 (alcanzar la educacin primaria universal).

    El PNAE determina que un mnimo del 20 % de las necesidades

    nutricionales diarias deben ser cubiertas por las escuelas en el casode aquellos alumnos que permanecen en ellas durante cuatro horas,y un 70 % para aquellos matriculados a tiempo completo (maana ytarde). Incluye todos los niveles de educacin bsica (inicial, prima-ria y secundaria), por lo que contempla a nios desde los seis meseshasta los 18 aos de edad.

    Asimismo, sienta la prohibicin de alimentos con altos niveles deazcares, sal y grasas en las escuelas, e incluye la educacin nutricio-

    nal en el programa curricular regular.Al ser que los alimentos brindados provienen en gran parte de laagricultura familiar desde 2009, este programa est estrechamenteligado con los mencionados anteriormente. En efecto, en dicho ao seij la condicin de que las escuelas pblicas destinasen al menos un30% de los fondos transferidos a compras de productos provenientesde la agricultura familiar.

    2.3.2 Iniciativa Amrica Latina y Caribe sin Hambre

    Surgida a partir de la primera Conferencia Latinoamericana so-bre Hambre Crnica (Guatemala, 2005), la Iniciativa Amrica Latinay Caribe sin Hambrees un compromiso asumido tanto por los pasescomo por las organizaciones del subcontinente, tendiente a crear lascondiciones para erradicar el hambre permanentemente de la reginpara el 2025, con especial nfasis en reducir la desnutricin crnicainfantil por debajo del 2,5% para entonces.

    Adems de los gobiernos, participan de ella otros sectores como

    el acadmico y la sociedad civil, en miras de abarcar el tema desdediversas perspectivas y colaborando a mejorar capacidades.

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    La Iniciativa, apoyada por la Organizacin de las Naciones Unidaspara la Alimentacin y la Agricultura (FAO), por la Agencia Espao-la de Cooperacin Internacional para el Desarrollo (AECID) y por el

    Fondo de Cooperacin Internacional Brasil-FAO, prev la colabora-cin entre pases, fomenta el intercambio de experiencia