elster politica racional
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LA POSIBIUDAD
DE U
NA
POLTICA RACIONALI
JO N ELSTu
1, TROOl:CC I:-A
I.1UAIJ
entre las opciones. Tambii:n, si se espera
que
la eleccin tenga
consecuencias imponalue5 en el futuro distante. su inhabilidad
para contemplar hoy cmo le
importarn
entonces, puede tener
el mismo efecto. En olr
as
palabras. puede haber problemas de
comparaciones de utilidad interpersonales
as
como inlraperso-
nales
que
bloquean la comparacin de opciones clltre las cuales
debe elegir el agente. Ntese
que no
estoy diciendo
que
tener
preferencias incompletas es irracional. si
no
simplemente
que
cuando las preferencias son incompletas. el poder prescriptivo
predictivo de la racionalidad pierde agudeza, en esa med ida.
La
ind
eterminacin
de
creencias,
dada
una can tidad deter-
minada de pru ebas, surge en dos formas fundamentales. En
primer lugar, existe incertidumbre en relacin con l
os
resulta-
d
os
debido a la ignorancia de hechos singulares o
de
conexiones
causales. De nuevo, esto puede ocurrir de modo especi::almente
probable, con consecuencias que se ramifican hacia el futuro
remOlO.
En segundo lllgar, la indeterminacin
de
las creencias
puede surgir a partir de una in teraccin estratgica entre indi-
viduos racionales. Si cada uno de ellos tiene que formarse una
expectati\'a en cuanto a lo que los dems harn antes de que
pueda
tomar su
propia
decisin. la
estructura
de interaccin pue-
de ser tal que no haya siMemas de creencias que se apoyen
mutuamente.
a indeterminacin de cuantas pruebas hay que recoger, da-
dos los deseos, es
una
caracterstica
de
numerosas si tuaciones
de eleccin.
Para
ver por qu sucede esto,
uno
debe tener en
mente qu e la racionalidad
es
una nocin
sul;l
jetiva en tod
os
sentidos. En un sentido
ob
jetivo,
bien
puede existir
una
canti-
dad ptima de tiempo, dinero o esfuerzo que el agente debe
invertir al recoger informacin. Sin embargo, usualmente nO
podr deternlinar
cul es dicha
cantidad, Para
hacerlo
se
re-
quiere
de ms informacin, la cual es poco probable qu e tenga,
excepto en si tuaciones de eleccin repe ti tivas y allamente este-
reotipadas. De manera tpica, la coleccin
de
informacin
asociados costos directos conocidos, costos incier tos de opOrtUOl'
dad y beneficios inciertos. Evaluar los elementos de incenidutn-
bre es en
si
misma una operacin costosa e incierta. A meuudo
uno simplemente tendr
que
actuar, sin la ilusin de
que
la
decisin sea
ptima
en algn sentido.
1{lSllln .
mAD
IJE NA roUI.C-\ .A
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tACIONAl.lbAIl
C1'acias pluralisl3s. Y sin embargo. incluso en esto casos, la ten.
tadon de usar el conveniente lenguaje del actor puede
SCr
avasalladora. Puede resultar
de
utilidad explicar exactamente
por qu resulta tan traicionero.
Una razn muy general por la cual las polticas individuales
son distinta
s,
puede resumirse en una palabra: oportunismo. Le
es mucho
m:i
s fcil a un individuo engaar a los demb
que
en-
ga arse a s
mismo,u Cuando
los individuos se emharcan en
un aUlocngaii.o o bien en oportunismo. no hay garantJas
de
que
el resultado agregado de su
comportamiento
corresponder al
modelo del aClor- unitario de la racionalidad polhica. Permita_
seme explicar lo que significa esto
en
tres dimensiones de elec-
cin que nos conciernen en este estudio: preferencias, n[orma
cin e instrumentaci n.
Como not anteriormente, supongo que el mtodo
para
aia
dir preferencias indi viduales est constreiido a ser
lI
O dictatrr
ria . Ad ems, quis iramos
qu
e fuera invulnerable al 0pO Itu-
nismo:
nunca
deberla ofrecer incentivos para que el individuo
expre
se
preferencias
que
no sean sus verdaderas preferencias.
Nunca deberla poder, al malinterpretar sus preferencias, pro-
vocar un resultado que prefiera (de acuerdo con sus .e rcladeras
preferencias) en lugar del que resultara si expresara sus verda
deras preferencias. Si el insumo al proceso
de
agregacin son
preferencias que pueden no ser sinceras en este sentido, seria
absurdo decir que el resultado representa " los valores de la
sociedad". El resuhado del proceso
de
agregacin puede
$e
r una
preferencia social de x en lugar de "/,
aun
cuando los individuos
prefieran
y
a x. Desafonunadamem e, resulta muy dificil diseitar
mecan ismos de agregacin que sean a prueba de cstruegias eu
este s
entido .
El ni
co
procedimiento de votacin
que
es
a la
vez a prueba de estrategias y no dictatorial es la "volacin alea
toria",
en
donde la probabilidad de que se
elija una
opcin es
ig'Ua l a la proporcin de individuos
que
la colocan como su pri -
IlIe "a eleccin.
14
Si bien este procedimiento puede teller algunos
W:anse,
si
n
embargo,
los cap/tulos
t-: en J.
E Jtcr (com p.),
t
,ulliJ>lc l e/l.
u A.
Cibbanl, "'Manipulation of vot ing $(hcJncs:
A
g
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U O O
S. \L1l>
.\ lJ
La unidad del
individuo ascgura que
una vez que
se
han lO.
mado
las decisiones, tambin se llevan a cabo.
La
falta de uni
dad de la poltica hace que ste sea un supuesto
mu
cho ma s
problemtico. Los agentes encargados de
instrumentar
las de
cisiones tomadas
por
el principal '
no pueden
ser confiables
en el s
entido
de que dejen de lado su propio inter
s,
COmo
tampoco puede siempre el principal controlar sus aCliviclades.18
Hoy
en
da
har ulla
amplia literatura
s
obre
la elcccion
pblica
en
cuanto
a cmo las burocracias que maximizan el presupueslo
pu
eden llegar a di storsionar la volulllad poltica.
u
La
po
sicill
de
que
las burocracias son
una
simple
maquinaria
de lransmi
sin, anloga los nervios y msculos que permiten
-
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R.\C; IO l'iA I.
I'M
D
y
y z. y sin embargo, preferir a x sobre z n Y desde luego, l 'o
cualquier caso, parece extremadamen. indeseable usar un me
canismo de agregacin que diera ulla indiferencia" social den_
tro de
la
vasta mayorfa de elecciones,
No
conozco otro ordena_
miento incompleto
(o la
extensin comple
ta
de alguno) que
fll era ms at ractivo.
Se puede cuestionar el requerimiento de
qu
e el mec anismo
de agregaci
fln
se defina
para
todas las constelaciones de prefe_
rencias individuale
s.
Se puede argumentar, esto e
s,
que si las pre
ferencias individua les son lo suficientemente semejantes o caen
dentro de un
pat
rn particular. no tienen que surgir paradojas
de intransitividad o de carcter cclico. Sin
emba
rgo. las condi_
ciones
qu
e se necesitan para evitar estas paradojas resultan ba
s-
tante limitan t
es
. 0, para
pon
erlo de
otra
manera,
es
muy fcil
que
surjan p a r a d o j a ~ : l
Se
puede argumentar
que
si se concibe
la polftica como un proceso cuya meta
no
es slo agregar prefe
rencias, sino tambin transformarlas a
tr
avs de
una
discusin
racional ,
po
sible
que
las preferencias sean b v3das" de sus
elementos c g o s s : t ~ -fe parece que algo puede decirse a fa 'or
de esta posicin (va
se
ms adelante), pero difcilmente llega a
ser una
pmeba
de
qu
e no surgir;in paradojas. Es ulla can
cel
cin hueca de la poltica la que considera que el illters prop io
es
la
n
ica fuente de conflicto. Sabem
os
que la preocupaci
{
n
por
el medio ambiente, en la medida en que afecta a quienes
ya han sido concebidos pero no han nacido, pu ede dar lugar a
una
lu cha po lf tica al menos tan mensa como un conflicto en
relacin con cuestiones materiales. Se puede tambin argumen
tar, tal vez,
qu
e h
ay
un mecanismo de retroalimentac in de los
resu ltados soc ial
es
a las preferencias indi viduales
que
l
as
con-
22
Im
agnese una sociedad de tres prrsonas y tres opciolles, , y y Si
llamamos P a la preferencia ind ividual estr icla, podemos estipular su\
preferencias de la siguicnte manera: P l y P , ~ , yP- P
,:
, xP.: p.,..
En
la regla
(l
e unanimidad,
la
sociedad ser ia indiferente ent re x y y y elllre y y z, dado
que en ning6n caso lie prefiere una opcin unnimemente
y
sin embargo,
) se prefiere unnime y por lo tanto, socialm el,te, a z.
28 Para
un
resum en de algun
os
resultados recientes, \ " t a ~ W. Rik cr ,
Uber
lllism against populism,
San
rancisc
o, 1982, cap . 7.
En
relacin con este argumen to. tase Laundering preferentes', en
J. Eb tcr
(co
mp
.)
, FOIwdCllionJ
o,
odal choi
ce
theory. Cambridge UnivenilY
Prc:
u, 1986.
pp.
75-102 Y
J.
Eh ter,
Th
e market
~ n d
Ihe forunt , bid
pp. IO -H2.
ft
J'
-
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46
aplican, en diversos grados, a las concepciones actor-unitario
de la poltica.
Si bien estos problemas son reales, no deben exagerarse. El
proceso poltico da, de hecho, decisiones relativamente consisten
tes. Si bien son arbitrarias hasta cierto punto con respecto a las
preferencias individuales, al menos no son d i c t a t o r i a l e s . ~ :\l;is
an,
con respeclO a
las
elecciones sociales
importantes no
tengo
la certeza
de
que
las decisiones sean arbitrarias. Si observamos
una
decisin politica
importante
(o una serie de decisiones)
que
ha
conformado a la historia a travs de la ltima
mitad
del
siglo. a saber, el surgimie
nto
del estado benefactor, parece i
m
probable argume
ntar
que,
manteniendo
constantes las preferen
cias individuales, es te desarrollo
pudo no
haber tenido lugar,
aun cuando hubiera
sido
bastante
posible
que
el tiempo
y h
{armas especficas
ele
instrumentacin fueran diferentes. Tendr
ms que .decir sobre este punto
en
la seccin
VI, m;]s
adelante.
Asimismo, pueden recogcrse muchos tipos de informacin,
y
de
hccho se hace, a travs de estudios y solicitando a las empresas
datos regulares sobre ventas, emplem. etc. El mo de tales datos
de funciones de produccin y {undones
de
demanda pu ede cs
timarse a
un
macronivel, incluso
si se
desconoce el micronivel.
AHn
si no es factible una plalleadn central finamente dise
ada,
uno puede
tener suficiente informacin
para
una planea
cin macroeconmica a grosso modo, exitOsa al menos
si
se la
compara
con la alternativa
de no
hacer nada.
]\-fi
conc1min es
que los
sistemas pollicos actuales pueden
acercarse al modelo de actor unitario en grados diversos, depen
diendo
de las ambiciones de l
as
metas polticas,
la
honestidad
de los ciudadanos,
la
distribucin de sus preferencias
y
la tec
nologa
de
la recoleccin de informacin. Los sistemas de tipo
sovilico,
que
tienen metas muy ambiciosas
y
parecen fomentar
un a gran cantid:td de oportunismo pueden, paradjicamente,
:: .}
Sin emba
r
go. puede surgir
U
la forma
~ l t i l
de dictadura
u
oligarqufa
en el
ni.'el
de la manipulacin de la agemb. Si U la pequelia
lite
puede
conlrolar la
ag
e
nda
o los procedimientos electorale$ de manera que se ob
tenga el resultado deseado
en
cada caso paTtic1.llar. el hecho de
que
l
proC"l'30
sea formalmente
de
mocrtico
resulta
irrele.-anlC. La democracia
d
decir, la no
dictadura)
podrfa
asegurarse usando
el mismo
procedimiento
en
todos los casos
o
(preferibtemente) eligiendo procedimientos aleatorillS
en
cada caso
.
J OSllIll.lDAI> nI; UNA. I OLfTICA RACIONAL
H i
desviJ.rse ms del modelo
que bs
democracias pluralistas.
Tal
vel la paradoja podria formularse de
la
siguiente manera, ms
bien cruda: mientrJ.s ms se aproxima la autoimagen de
un siso
tema poltico al modelo de actor.unitario, menos le aproxi
nlar
en
la prctica.
1\'. P R E C O M P ~ O \ I I S O RESULTADOS LATERALES Y LA FOR.\IACIO.'-;
DE
PREFERENCIAS
A
menudo a los individuos les es difcil ser racionales. Algunas
veces
aClan intempestivamente. en contra de su inters y del
buen juicio.
Una
larga relacin o
una
vida de trabajo
arduo
pueden e c h a f ' ~ e a perder por un solo acto
de
adulterio o jucgo.
Las
personas
pueden
fuma
r,
tomar
y
comer
cn
demasa
aun
cuando sepan que no lo deben hacer. Como proteccin
en
con
tra de tales comporlamientos, la sola voluntad puede ser in
su fici ente. Algunas veces es mejor tomar
la
propia voluntad
COIllO dtda
y
adaptarse
raciuuallllClllt: a
dkho
hecho.
El
pn:-
ompromiso es
la tcnica genrica
para enfrentar
de
una ma
nera racional
nu
estra falla de racionalidad. Puede adoptar la
forma de hacer la actividad
no
deseada fsicamente imposib le,
como cuando UJises se at a s mismo al mstil. Si s que puedo
hacer algo
ind
ebido en la fiesta de Navidad en la oficina , puedo
no ir. De manera
menos
radical. un individuo puede precom
prometerse a t
omar
u n cierto tren de accin al aseS'
urar
que
sufrir:j
un
castigo
si
elije la
alternativa tentadora
pero
110
de
seable. Si se
que
tengo
una
tendencia a cancelar citas con
mi
dentista.
puedo
pedirle que
me
cobre, aun
cuando yo
sea el
que cancele.
La racionalidad poltica puede requerir artimai'ias semejantes
para establec
er
un compromiso o precompromiso. En una tem
p r a n : ~ discusin de este problema, Spinoza establece el punto
con una cla
ridad
ejemplar:
;"O
es
contra rio a la practica que las leyes
se
cslablel.can tan
firme
mente que incluso
el rey no las
pueda repeler.
Los persas,
por ejem
plo. solan venerar a
sus reyes
omo
dioses,
y
si
n embargo. ni
5
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,
l-IS
cst:.tl,lec
cr,
como qUOO ;1 duo en
Uanid
, capitulo
ti:
y en nillguli lado,
que yo sepa, se nombra un rey incondicionalmente, si n d i d o l l
c x p l c i t a ~ . Esto, de hecho, no es contrario ni a la
run
ni a [a oh e
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150
se le adujo que "
ningn
decreto o estatuto es tablecido por ( j
rey puede
se
r cambiado . ante lo cual cedi. Como sabemos. lOs
leones no tocaron a Daniel. pero la h istoria, no obstante, ilustra
los riesg
os
de U I precompromiso. Al comprometerse rgidamen.
te a ciertas reglas o procedimientos. uno puede qu edar impe_
dido de ha
ce
r la eleccin adecuada en emergencias no e v i s t a ~
Al discutir la proposicin de que la poltica econmica debe
salir del proceso poltico en desarrollo " confiarse a una insti.
rucin independiente como el llanca een't ral, William
Nordha
u$
escr ibe qu e puede obj etarse, sin
embar
go,
que
el delegar la
responsabilidad a una agencia que no r
es
ponda politicalllente
a las leces idad
es
legtimas
es
incluso ms peligroso que la pre.
senoa de algunos ciclos, Este peligTO se aduce frecuentemente
en relacin con oenos bancos
ce
ntra les
qu
e pon en ms aten.
cin a
la
'solidez del dlar' o a la ltima moda monetar ista,
que a los problemas fundamenta les de la pol
ti
ca",SI Pueden
crearse prob lemas sem ejantes mediante reglas que requieren de
u,na gran cantidad de tiempo para c a ~ b i a r la constitucin, por
ejemplo. el
requer
ir la rati ficacin de dos parlament
os
sucesi\'os.
Idealme
nt
e. qui siramos poder distinguir entre buenos \' 01;1 .
los. mot.ivos
para
querer romper l
as
reglas, pues
to qlc
la
eX istenCia de l
os
bue
no
s motivos es la r
az
n
pa
ra
(;)
tablecer
la regla, y los malos motivos san excepciones leO'ililllas llebid o
. . .
CIrCUnStanCIas no previstas. Necesitamos reglas, pero tambin
necesitamos s
aber
cun
do
hacer excepciones.u (Des pl
s
de
~ o , a l g u
veces uno
tiene buenas razones para cancelar
unO
cita
co
n el denti sta,) Los individuos pueden usar una variedad
de instrumentos para hacer esta d istincin, aun cuando sean
siempre frg il
es
y vu lnera
bl es
al autoengao
.38
En CO l1ll'a5te.
es
diricil ver cmo
un
sistema polltico puede haber interconstrui
do no
s
lo s
-
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M . I O ~ A l . l n \ 1 I
prQ'oca que se haga (lue debido a lo que hace ..
,
Si
bien
l
o c e ~ o
poltico democrtico fracasa en alcanzar su meta inm e.
diata tle tOlllar buenas decisiones. "esparce a travs del cuerpo
soci:l l
una
actiddad incesante, fuel7.a y energa abundames no
cncolllrada$ en otr: parte.: Ciertamente , estos beneficios de
la tlc IIocracia da saparecerall si la gente dejara de creer en la
meta inmediata. Debido a. )' en la medida en que la gente toma
la politica
seriamente
su
pani
ci pacin tiene estos efectos desea.
bies . Jateral
C ..
De manera semejante, ha y acti vidades
qu
e.
el oJo de un observador, se justifican fundamentalmente por el
autolTespe to que inducen en los participantes, pe ro
1IIi
lo con
la co .ndicin
de
que stos piensen
que
tienen
una
meta inde.
peml clltc
que
vale la pena perseguir, L a ~ personas pueden
alcamar un autorrespcto unindose a movimientos polticOs o
c O ~ l s i g u i e n d o un em p
leo, pero
no cuando
saben
qu
e el mo do
mlelllO o el empico han sido creados Sllo con este fin.43
Hay una diferencia aparente entre la racionalidad in dividual
y la polltica en e.
He
tipo
de
caso.
Para
tener xito,
un
individuo
debe
e
sc
onderse a
si
mismo
s u ~
intencione
s,
lo cual puede
ser
dificil. El engao. por
otra
parte, es ms
{;ci
qu e el autoen.
gaio. El gob ierno no puede dar a la gente autorrespeto ponin.
dola a cnvar fosas y luego a llenarlas de n
uc\"O.
pero si pu ede
l a c e r l o creando empleos que parezcan ser productivos ) t i l
Incluso
cuando
de hecho
no
lo sean. El gobierno puede alemar
a la gente a panicipar activame nte en politica, argumentando
p.b
li
camente que esto mejorar la calidad de las decisiones
l
prl\;damente , que tendr buenos efectos ecan6mioos para como
pensar la baja calidad de las decisiones. Sin embargo, estas prc
ticas no son compatibles con la democracia. Siguiendo a Kam
y
a Rawls. podrfamos imponer una condicin
de puhlicitar
las
elecciones poHticas,
que
excluya el engaiio y la
manipul
acin:
el
gobierno no
deberfa adoptar una poltica cuya eficacia d e
penda
de
que no se haga pblica. De manera ms general . po-
drfamos solicitar que ninguna poltica se adoptara si su defensa
u ChI'll{"(r IlCY
in
Americll,
Nue\a
Yorl.:, Anchor 8-00\
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1 1
R.-\C
I
OI
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"' ..1: ' '.>.:.\ 1.
11>
y ell la
medida
en
que
la
111 DE l N'
l
OL(l'\;'\
.....
Cl ON .. I.
157
Consid rese primero la pendiente de la pOltica . Algo de pero.
grullada tiene afi rmar
que
cuando
un
co
nj
unto de
pres up
one
n
mutuamente
entre s
i.
lino
110
puede n;da
n relacin con su eficacia a travs de la instrum
ent
acllJU de
una de e llas. Cada una de ellas pudo
haber
l e n i d terr i
b
ies
de[ectos considerados aisla
damente
. s
in
embargo.
p u d i
haber i d o til
es
al
se
r considerados en su conju nto.
COIl
. : : r ~ e
la creencia
en
la eficiencia
de
la competencia. Sobre
la
hase del
razonamie
nlO
econmico.
uno
xx1ria creer
qu
e
el mundo r a
lUejor si tod
os
l
os
sind icatos, l
as
l I . S O C a c i o ~ p a t r o
a l < : ~ )" otro
s
grupos econmic
o
-
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'
al caso global. Como ejemplo . usar la introduccin de las eln.
presas propiedad de los trabajadores o bajo el control de los
mismos. En primer lugar. est el efecto Hawthorne: el mero
hecho
de
panic ipar en un experimento puede motivar a las
personas a realizar es
rucrz
os que no tendran lugar si la prc.
tica
hubiera
de generalizarse. A continuacin, puede haber
ulla
autoselecdn positi\'a o negativa. Las primeras empresas en in.
troducir
un
a administracin
bajo
el control de los trabajadores
pueden atraer a trabajadores excepcionalmente
mOtivarlos
o ca-
lificados o pueden atraer a "individuos inestabl
es,
especula.
dores exces ivos. y personas carentes
de
una orielllacin prag.
mtica".lil Ms an, puede haber
una
discriminacin positiva
o negativa. Las coopera tivas de los trabajadores
pueden
tcner
un acceso nlcnos sencillo al crd ito que
sus
contrapartes cap ta.
listas -
pet'O
lambin pued
en
atraer partidarios ideolgicos
que
los auxilien en tiemp
os
de crisis. Finalmente, pueden haber fa c.
tares externos positivos o negativos. Las cooperativas
a i s l a d a
de los trabajadores
pueden
fracasar al no lograr internalizar
algunos de estos factores externos positivos, tales como el efeClo
de
entrenar
trabajadores
que
ms tarde
abandonen
la
empr
esa
para tomar un trabajo en otro lugar. De manera inversa,
si
las
cooperativas son buenas para imitar pero malas para innovar.
pueden funcionar mejor aisladas
que
COmo
parte
de un sistema
de tales cooperativas.
Considrese, finalmente,
la
pendiente temporal. Ha}' dos bue
nas
ra7.on
es por las cuales los efectos del COrto pla zo pueden
di r
eri, sis temticamente, en tamao e incluso
en
signo, de los
efectos
de
largo plazo. En primer lugar, los efectos inmediata
ment
e observados
podran
ser de transicin, y pod ran no estar
prescntes cuando el sister.ta se estabilice en su nue\'o estado.
Si
se
producen
resultados
en
con
ju n
cin de
parte
de metas
de
las
instituciones y metas individuales, y si el cambio institucional
da
lugar a cambios endgenos en metas y pre ferencias, encono
ces cualquier rerorma debera juzgarse por el resultado produ.
cido por las nuevas instituciones en co njuncin con l a ~ nu evas
preferencias, y no por 10 que sucede cuando las preferencias
61 L. l'utterm3n,
"Sorne bcha"ioral pt"rspccti\'e
011
Ihe domill anee of
hieral'ehiCllI
O o::r
democra l
ic
forms of enterprisc",
Journal 1 Economic
D ~ h l l v i ud
OrgllniUltion , (1982),
pp.
139160, en p. 152.
-\ r o s ~ [ D . \ D DI:
USA
['()I,. lICA ClOI de una manera eficiente, una transicin del primero
al segundo podra ofrecer mejoras temporal
es,
pero el
nuevo
es
lado estable
podra
ser inferior. Esto apunta a la neces idad
de
una segunda d istincin, dentro del estado estable, entre los d ec
tOS de corto y largo plazo, Tocqueville, Schumpeter y Otros han
insistido en el hecho de que el desperdicio esttico y la inefi
ciencia p ueden ser
una
condicin par:l un crecimiento en el
largo pbzo, ambos considerados como caracteTslicas del estado
estable del sistema.
L1
conclusin de esta discusin
es
que,
para
qu e la sociedad
alc.mce los mximos globales a travs de la prueba y el error,
deberla
se
r necesario iniciar experimentos a gran escala,
de
la ro
plazo. Los experimentos pequeos son, simplemente, dema
si
ado
poco concluyentes. Permanece abierta la pregullla, enton
ces,
de
si l
os
ciudadanos aceptara.n participar en rcrormas cuyos resul
tados
cSln
envueltos en la incertidumbre. Por qu aceptaran
conejillos de indias en experimentos cuyos benefios po
drJan ll egar mllcho despus si es que han de llegar?
La
sguiellle
secci,i:l se ocupa de esta pregunta.
\'J.
cO:'\CI.USIN:
LA JUST ICIA oo:'>fO USA CuiA r .-\RA LA ACCIQ:'\
POLiTiCA
Las principales reformas polftic
as
del siglo pasado no fueron
a p o ~ a d a s por consideraciones instrumentales. Ms bien, han sido
llevadas a cabo por movimientos sociales anclados en una con
52 Critique o{ l: Golha
PrOgTllmm
e; Putterman, ofl dI. p. 14
9.
Vease mi "ConsequCllces
oE
comtitutioll:ll clJoice: Reflcetions on Toe
que\'i1le", de prxima aparicin en Elite ' 1 S I 3 ~ t a \ (comp'.), Cousliluliou
"/;$111 Qnd del1locrllcy
-
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'"
k.\
-
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lfi2
J.\ t :IOS
.
\I
.ID.\t>
inters en
U
bienestar a largo
p l a l O . ~
El argumento t;un )i
n
se ha usado en contra de
una
representacin
estudiamil
delllro
de l
-
8/11/2019 Elster Politica Racional
17/23
gobiernos y las clases g o b e r n a l l l ~ ha
ll
hedlO dcsapa rcc:er,
COn
cx ito, las limitacion
es
sobre el sufrag io} ' lo h1Il
pre
sentado
como concesiones que se vieron oh
ligadOll
a otorgar a fin (le
conservar la legiti midad. Debido al riesgo para ellos mismos,
usualmente lo
han
hecho de
una
manera ren uente, a excepci(in
de
lideres
COIl
vis ion como Bismark,
qui
en minimiz
el
g o : 1 I
otorgar derechos de voto mu cho a Hes
de
cualquier crisis de legi.
timidad.
Si
e l s
ufr
agio
adulto
universal no
hubiera
s
ido
otorga.
do, eve
nt
ualmellle hubie
ra
hahido un t escomc lllo masi\,o
r
ma.
lestar social; por tanto, Jos gobiernos e lectos por
un
pCAL
.
. . . .
-, la forma de ahorro obli
do , hay \'ar ias acti"idaucs que toman . . .
J
I
.. . ..'e.gos obligatorios,u sin elementos red.stl'lbun.
, ... tal IO o ue , l' . . " '
.
p ' , lado ha)' acti vidades esenC
a
l
mente r c ( ISt l lv U
lI \aS
,
,o,
'os
0 1
01 ' 0
, .
u' .
" I I
,, de los servicios de hlcnest ar com
m .m
AUll cua n< o a rna)olla '1' I '
. , aspectos rcdistributivos, resu
ltar
de u t
I l
a , no o
nesgas
tante, distinguirlos, d '
El eleme nto del estado belle
fa
ctor
en
l
as
,
p r ~ ~ e r a
actl\
I ,H
S"
derh
'a de
su
carcter obliga tor io.
Los
l I ~ d h ; l d u o s p l l e d e
1
. hecho lo ha cen. ahor
rar
de m
anera pnvaua
para. su
' C
JCl
" d r medades aCCide ntes o
uieren seguros en co
nt ra
e en er
) ~ I l ~ m s contro\'
er
li
do
)
el
~ p l e Si n e l l l b a r g o h : l ~
manera creciente, los pagos de las.
r ~ l ~ a
de ~
~
I . I de la libre eleccin
de
los mdl vlduos y se n
a
eJ3(
o '6
de deduccin o bliga toria del salario,GG Algunas
una
CllCStl
n d cnsacin retie nen la
cccs
los esqu emas ob hgatonos e comp ,
" '. . I de los P'Iuemas pri vados, En ese caso, los a rgu
base
,1('
(U
ana " " ' 1
r l i to
mentm pa ra introducirlos slo pueden ser palerna Istas o a d .
, . de los polticos, las personas pue en
patern ahstas. A
tr
aves , datlanos pri va.
. d'das qu e descadan tomar como CIU
hga
rs.c
a me
I
'cd 'c
fb l
e
debilidad de
\'ol
untad,
Usual.
dos
SI
no fuera
por
su
PI
li
I
1
me nt
e sin embargo, los esquem
as obligator
ios se
CSY an
( e os
, d elos formas: no son
a C ~ l I a r i a l m
cor rectos
se
-
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166
ninguna clase de riesgo e . ~ complctamcnre homognea. m p r
aparece algn subsidio de los riesgos ligeramente m
li allO
S den
tro de
un
a clase.
debido
a los riesgos ligeramente
m:
s hajo
s .1I'7
1.05 asptos redis tr ibuti vos de los seguros sociales dcli lx-rada_
mente
va
n m:s all
de
estos e
fe
ct
os
inev
it
ables.
lI
sualmclltc en
una direccin iguali
loado
ra. Esto es cada ,-ez ms
cieno
de
[a
s
c o m p a ~ i C 5 privadas de .seguros.
cuando
se les prohl>e
po
r ley
Il
sar
Cie
rtas clasi
fi
caciones
par
a
di
stingu ir
dentro
de
l a ~
clases
de riesgo. Por ejemplo, si no se permitiera n las Chbificacioncs
por
sexo. " los hombres subsi
diari
an l
as
pensiones
fCmc ni'1:lS y
las muje res s
ub
sidiaran las tasas de seguros
de
vida mascu
linos".48 Sin embargo, esta poltica condu ce fci lment
e
absur
dos.
Por
ejemplo, "parece
inapropiado pedir
a l
os
aseg
urado
s
incapacitaos que paguen los
COStos
completos
de
los
a los hemofllic:os".illI De man era seme,j:mte, tan pronto como la
sociedad decide usar
los
seguros obligatorios
para
fin
es
"edi
s
tributi vo
s. vuelve
inade
cuado
requerir que
cada
progr
ama
se
parado
sea autofi nanciable. De hecho,
no
hay caso
en
reque
rir qu
e LOdo el con ju
nto
de programas sea autofinancial> e,
dado
que
no hay raz(
'm para mantener
esta forma
de
red is
tr
ibu citill
completam
ente
separada
de
la redistribucin a travs de
los
im
puestos. El result ado es el estado benefactor"; un sistema en
donde la correlacin or iginal entre primas y beneficios
h;'l
des a
parecido casi del todo.
Por estas razones, los riesgos ob
ligator
i
os
y la redistribucin
son casi iosep.uables en el esta
do
benefactor moderno. Para ver
qu
e la distincin no res
ult
a
in
til, sin
emba
rgo, bas ta nOlar q ue
el est
ado
benefactor cu
br
e muchas incapacidades para
I:IS
cua
les uno
nun
ca podra t
ener un
seguro privado.
L
gente con
ceguera cong
nita
o defectos genticos fcilmente detectabl
es
no puede asegurarse en contra de estas incapacidades, dado
q ue no puede asegurarse por un evento que ya ocurri . En el
~ t r o lado del espectro, algunas partes
de
la seguridad social
sIguen obedecie
ndo
principios actuariales, al
meno
s de manera
K. Abrah3
U1
. DiJlribtlling . islc. l\'('w
H3.\'
en, Yale Uni\'en y
I lB> .
C' i . p. 92.
0 1 [bid. p. 99.
'- 'OS
ll
lIUD D DI: 1) ''' I'OLl' II C. Jt."ClO,",
' 'L
Iti7
aproximada.iO Por tanto, segu ir refirindome a 1
05
riesgo, r a
la redistribucin
C01ll0
d
os
aspect
os se
parados del
es
ta
do
ben
e
factor, que corresponden, respcctivamellle. a los valores de
sc-
gur idad y sol idaridad . . .
La distincin tambin puede plantearse en
un
lenguaje u l
fe
rentc, que resu ltar; ms til
para
los [nes presemes. \Iuchas
teorias de justicia d is tribut iva concuerdan en el punto formal
de
que
una
distribuci
-
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lO
ItACrOI'lM .
dc
la ,.
se hace abstraccin uCIr; s del "clo de ignorancia
en cuestin.
El
ms delgado de estos ,-clos gnlesos
conespond
uua concepcin meritocrtica de la
ju
sticia social, de
a c u e
la cual las personas licuen derecho a l
os
[nllas de su habi.
Ildad y
es fu
erzo
pero
no a
los
frutos
de la propiedad
heredada
Un
e ~ o un poco
ms grueso es
el
que I ~ a pro
puesto
ROllald
Dwork
lll
,
de
acuer
do
con
el
cual t t
di
s
tribucin 1 tc:OllOIll
IC
I t ory,
t
; UN"
I'UI,"IIC" II,,\O
:IOII.\L
](;
-
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170
k.\ ;I )S
AI
.I D,\O
dotados
con un
poder
casi
ir
resis
tible. La
s
qu
ejas en CO
lllf il
de
la de mocracia y el es tado bcncfactol' a menudo pueden ("'Itar
ju stiricad as, en
t
rmino
s
de los costos de
COrto
pl ::17o )' dc
tra n.
s
ici
n que se les asocian. Sin
em bar
go, como dije, estas
qu
ejas
no son ms
qu
e una ac
ci
n
desde la
retaguardia. Debido a la
inju
sticia percibida de la j
erarq
u a
y
la
de
si
gualdad.
o al
me-
nos
la impos
ibi lid
ad
pragmtica
de defenderl
as en pll hl ico, la
tendencia de
largo
p
la
zo hacia la p
articipac
i n
y
la
igualdad
parece
ser
ir r
c\crsiblc. El comprom iso inherente
de
la demo
cracia con valores es tan (uerte que el leng uaj e instru.
me ntal de costos y beneficios no se puede aplicar rea lmente. Si
ha
y costos y
ciertamente
los habr:- se accptar;n
C
DIlIO part
es
in evitables de
un
pro ceso de aprendizaje. y no como ra lOnes
para poner un alto o
dar
marcha atrs.
Pcrmlta
seme concluir con algunas
obse
rvacio
ne
s
brev
es en re.
lacin co n cinco
propo
siciones recientes a favor de la re forma
econmica. Se tra ta: i] de
la
propuesta sueca de un fo nu o de
as
alariados;13
ii] la propuesta
de
J ames
J
[eadc a favor
de una
democracia con poseedores de prop iedad, elaborada recientemen
te
po
r R
ic
h
ar
d
Kr
o use
y
Mic
ha
el McPhersoll;,4 iii ] las
pr
o
pu
es
tas a favor de un d ividendo social"
ingreso
garan
tiuclo en
un
nivel suficien te para proporcion ar
un
modo de " ida decente
sin la obligacin de trabajar a b i o ; 7 ~ iv) el modelo de
Marti
n
Wei tzman de
una econo
mia compartida en donde t
rabaja
dor es y admi n istradores negociarfan sobre las participaciones
relativas en el prexlucto n
et
o en lu
gar
de sobre el niv el
de
salari
o,a y \'1
la
dem
oc
racia econm
ica en un ni\'el empre
sari a l, con el control absoluto de los trabajadores como meta
7;:
Discutir
-
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1
72
, \ l r
fondos penn :mece oscura, pero
es
probable que invo[u crc a tma
Icp re-;enlacin
de [
sindicato mayorilario
}' una
represcmaci
i;
n
de la minor a "socia "', por des ignacin o eleccin.
Sohre la
ba
se de
la
cCiciencia, la propuesta parece
dud
osa, e
ll
el mejor de los casos.
Cienamente
, eliminara gran
pane
de
la mOl i\'acin de las
gana
ncias si las empresas supieran que
per
-
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IIoI
S ,
\I
,I
O.o.1I
mancra irrc\'ersible), cualquier organizacion particular de la.
empr
es
a
que
desean, incluyendo la posibilidad de
dejar
loUa&
las dec isiones en manos
de un
gerente
emp
lea
do
, que re('iba
p:
ll'I
e ue
su
salario como un porcelllaje del ingreso le lO,
Consideremos
ahou
las propuestas de un negati\'o
sobre el ingreso, los dividendos sociales, las becas
mli\
'ersalc), )
cues tioncs se mejantes . H a)' objeciones ob ,-ias a la factibilid ad
econ('unica
de un
ingreso
garanti
zado. sustancial e inc
ond
i
cio
nal
para
todo mundo. A
qu
di
r simplemente
qu
e cualquier
propucst;l semejante {aliara porque se considerada injusta. de
hecho como de carcter
explota
ti\'o.'1 Las personas qu e eligie.
ran lr:lbajar por un ingreso en lu
gar
de vivir en una comu na
con tina beca incondicional, tendran que pagar impuestos ms
altos a fin de sostener a quien
es
tomaran la segunda opcir'm.
Pensadan, correctamente, en mi opinin,
qu
e
el
segun
do
grupo
l
os
estaba ex plotando. En contra de esta
op
inin se ha hecho
el siguiente contraargu mento.
8
Supuestamente, cada perso
na
seda libre
de
elegi r la beca incondicional. Si al
guna
s personas
eleg
an
no tenerla, dif
ci
lment
e podrian quejarse si
otra
s la eli
gen. Su eleccin refleja
una
preferencia por el consumo de
tiempo libre
qu
e
no
es razn para impedir a
otr
os ac
tuar
co n
preferencias distin tas. Tengo dos respu estas a es te argumento.
En
pr
im er lugar, algunas person
as puede
n permanecer en
la
fu eua de trabajo simplemente porque creen
qu
e algui en del>e
es tar en
la
fuerza
de
trabajo. Al cOlllemplar a los felices miem
bros de las comunas, podr
an
comentar, enojados, Qu tal
tocios hicieran lo mismo?
"'
In
.seg
und o lugar , si
de
hecho pre'
fi eren traba jar porque valoran el consumo, esta no es ra
zo
n
para que
se les impon
ga
un impu esto ms alto.
Pued
en preferir
la semana
de
cuaren ta horas en lugar de la
de
cincuenta
qu
e
en
real idad tienen
que
trabajar deb
i
do
a los
i m p u e s t ~
m
s
altos causad
os
por las person
as que
eligen la beca in condicional.
Debido a que estos lt imos les impiden alcanzar el ni vel de
searlo de bienestar co n la opcin de cuarenta horas, el argu
men to basado en la
li
bertad
de
eleccin
no
funciona.
HI
P,ar:..
UII a,Tgum
e
nto
relacionado
COII
puoto,
vtu
e
R
H, F r : ' ~
ho
g Ihe glll poolll Oxford Unh'crsity I' re .. 1985, pp, 2::.6
u.
V';:ue 1, U,n Parij ' y R. van der Vecn, "R
eply
lo si t i t k ~ , de
pls
ima aparicin
en Tll
to
r j and Sacie/y.
Collsieleremos ahora la
propuesta
de un a economa comparo
tida,
Se
justifica exclusivamente sobre la base de efici encia,
m s ('\pecficamente. sobre la base de que eliminar el dbl llI'
pico. El arg umento consiste en
~ u e
cuando la e r z ~ tOta l
trab:jo den tro
de
la emp res:l recibe un porcentaje
fiJO
del 111
greso neto, los adm inistradores siempre tendrn un incent ivo
para c
on
trat.u ms traba jadores mientras el producto margi nal
del lI'aha
jo
sea positivo,
dado
qu e la
adm
inistracion tendr el
porce ntaje acordado sobre el producto. EII COntras te, si la nego
ciacion colet:tiva liene lugar en relaci n con el salario. la admi
dejar de contratar t
rab
ajo cua
nd
o el prod ucto mar
gina l iguale al salario. Para mis fines, no necesito argtlment
-
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23/23
tir.
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CIO: