elígeme elizabeth michel

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Novela Roamntica

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  • Elgeme

    Elizabeth Michel

  • Esta es una obra de ficcin. Fue hecha sin nimos de lucro y es de distribucin gratuita. No debe tomarse en serio los conceptos utilizados. Cualquier parecido con personas vivas o muertas es mera coincidencia.

    Elizabeth Michel, 2014.

    Todos los derechos reservados.

    SAFE CREATIVE 1412262837895

    La autora fomenta que se comparta el libro, pero cabe mencionar que se pide respetar el contenido. No alteres el documento. Da crdito a la autora. Di no al plagio.

  • INDICE Dedicatoria

    Contacto

    Sinopsis

    Prlogo

    Captulo 1

    Captulo 2

    Captulo 3

    Captulo 4

    Captulo 5

    Captulo 6

    Captulo 7

    Captulo 8

    Captulo 9

    Captulo 10

    Captulo 11

    Captulo 12

    Captulo 13

    Captulo 14

    Eplogo

    Sobre la autora

  • DEDICATORIA A todas mis lectoras, gracias por siempre animarme a que siga escribiendo,

    gracias por su paciencia cuando tardo mucho en actualizar mi blog. Gracias por hacerme creer que los sueos se cumplen, y que realmente cumpl mi sueo de escribir libros para que alguien ms los lea.

    A mi familia y a mis amigos.

    A todas aquellas personas que creen en m, gracias.

    A todas aquellas nuevas lectoras que se animaron a darme la oportunidad de mostrarles lo que amo hacer: escribir historia locas y romnticas. Gracias, espero poder gustarles.

    Hey, tMarijo! S, sme refiero a ti. Quiero agradecerte por todo, por tu apoyo y tus nimos. Por todas esas charlas locas (y un poco pervertidas cuando se tratan de DG) que me alegran el da. Agradezco mucho haberte conocido, eres increble. Espero algn da que encuentres a tu Vincent personaly que la vida te llene de bendiciones y mucha felicidad. Este libro va dedicado especialmente a tigracias por acosarme, linda. Gracias por creer en m como escritora. Eres increble.

    Espero que este libro sea de su agrado, jams cre compartirlo pero por fin me anim. Lo escrib hace ya algunos aos y cre justo que finalmente conociera la luz del da. S, s, ya s que tengo muchos ms libros que tengo terminados y arrumbados, espero algn da tener el valor de compartrselos.

    Ojal puedan ayudarme dndome su opinin del libro y calificndolo en Goodreads, o compartindolo con sus amigos, conocidos, desconocidos y en sus blogs o redes sociales.

    Mil gracias por leerme.

    Disculpen si encuentran alguna falta de ortografa que no haya corregido, sin ms que decir por el momento: les deseo una feliz lectura.

    Elizabeth Michel

  • CONTACTO Si quieres enviarme un mensaje con cualquier comentario o

    pregunta, no dudes en hacerlo, estas son mis cuentas oficiales:

    [email protected]

    [email protected]

    https://twitter.com/Eliza_Michel

    https://www.facebook.com/elizabeth.michel95

    http://elizabethmichel-author.blogspot.mx/

    https://www.goodreads.com/author/show/3362912.Elizabeth_Michel

    Comparte tu opinin del libro conmigoespero con ansias escucharte (leerte). XOXO.

    PD: me ayudaras mucho si te animas a entrar al link de Goodreads (el ltimo link) para apoyarme con tu calificacin y/o comentario a mis libros. Gracias de antemano

  • SINOPSIS La primera vez que lo visupe que estaba perdida. No haba nada que pudiera

    haber hecho que evitara que cayera tan fuertemente enamorada de l. Literalmente estaba perdida.

    Perdida, porque me confi en unas manos que no me sostendran.

    Perdida, porque escuchaba a una voz que no apelara a mi favor.

    Perdida, porque me entregu a un cuerpo ajenoque no me perteneca.

    Perdida, porque am a quin no saba amar.

    Perdida, porque cre que l cumplira su palabraa pesar de haberme fallado una y otra vez.

    Estaba jodidamente perdida, porque no me importaba ningn argumento, yo amaba a Rafiq, lo amaba ms de lo que alguna vez podra volver a hacerlo con alguien ms. l era mi todopero tambin era mi nada. Yo saba que l tambin me amabasolo que a su extraa y jodida maneray quiz no fuera el amor que yo esperabacon el que las nias sueanpero era amor, Y eso contaba de algo, no?

    Mi nombre es Vanessa White, y esta es mi jodida, triste, dramtica y hermosa historia de amor con Rafiq Manzur, un hombre cruel y despiadado que no saba amarno de la manera en que nosotros, la gente comn, sabamos hacerlo.

  • PRLOGO Me pregunto cul es la mejor manera de iniciar una historia entre dos personas.

    Con una mirada?

    Con unas palabras?

    Con un tropiezo accidental?

    Con un silencio comunicativo?

    Con un beso?

    Con una cita?

    Con una coincidencia?

    Con una conversacin?

    Bueno, supongo que cosas as eran mucho pedir para m, Vanessa White, la chica ms desafortunada y torpe que podras alguna vez conocer. No bromeo.

    Yo era la clase de chica a la que podra caerle un balde de agua en plena calle, la chica que podra toparse con un gato negro y salir huyendo estpidamente por precaucin y miedo a que algo malo sucediera, porque as de altas eran mis probabilidades de sufrir un accidente increblemente vergonzoso. Soy la chica que no cree en la buena o mala suerte.

    Pero la suerte? Pareca perseguirme a donde sea que fuera, no importaba si fuera buena o mala. Siempre estaba all, siendo una constante en mi vida.

    Y ltimamente? La mala suerte era mi sombra acosadora.

    As que supongo que antes de contarles el inicio de m historia debera decirles y recordarles algo importante, soy la chica ms desafortunada que podra existir. No, no exagero.

    Fueron unas alhajas las que iniciaron todo.

    Unas alhajas que eran mi mayor orgullo, las que me metieron en semejante embrollo.

    Romina, una ex compaera de la escuela primaria fue el detonante de esa locura.

    Vers, yo estaba de vacaciones haciendo un tour econmico en Dubi, era una meta que me haba planteado a los 15 aos. Ahora, a mis 23 aos, recin

  • graduada de la universidad, haba viajado alrededor del mundo para llegar a uno de los siete emiratos que conforman los Emiratos rabes Unidos.

    Cmo lo haba hecho? Con aos y ms aos de juntar cada dinero que caa en mis manos.

    Con el propsito de ser lo ms ahorrativa posible para disfrutar y alargar mi estancia temporal, all estaba yo: en Dubi.

    Qu envidia, Verdad?

    Bueno, la cuestin es que un da, en el hotel en el que me hospedaba durante los 7 das de mi estada relmpago, me haba topado con la ms desagradable y asquerosa coincidencia del mundo.

    Romina Campbell, mi compaera de escuela primaria y secundaria, la chica ms extrovertida, lanzada y desinhibida que podras conocer alguna vez.

    Ella era esa clase de chica que buscaba ser cortejada por lo que ella llamaba un buen partido, que yo podra traducir como alguien asquerosamente rico. S, su cuerpo y belleza eran su nica virtud.

    No tena cerebro, yo sola decir eso todo el tiempo.

    Jams podras tener una conversacin intelectual con ella.

    S, acertaste, es el tpico y desgastado estereotipo de rubia tonta.

    NO.

    NO era envidia de mi parte.

    El punto primordial era que ella y yo ramos como el agua y el aceite.

    Ambas ramos hermosas.

    Yo? Una belleza conservadora, ms bonita que el promedio, sin querer sonar presumida, solo marcaba un hecho. Con mi delgado y estilizado cuerpo que ocultaba tras ropa conservadora y delicada, aunque barata, eso s. Mi cabello, un lo de rizos cobrizos que se negaban a dejarse controlar por mi mano, mucho menos por un cepillo. Mis ojos eran de un exquisito y extrao color mbar brillante, que a simple vista podas confundir con un rojo opaco. Me enorgulleca resaltar el pequeo lunar en la cima de mi labio superior.

    Ella? Bueno, a ella podras encontrarla en una revista Playboy o una parecida. Eso resuma a la perfeccin suliberal vestimentasu abundante cabello rubio y bonitos ojos azules. La usual belleza americana.

    Llegados al punto de la cuestin, ella se haba acercado a hablar, hipcritamente conmigo cuando por pura casualidad nos topamos en el lobby del hotel. Todo haba sido normal, una pltica incmoda y absurda, despus de todo

  • ella y yo siempre nos habamosmolestado amistosamente la una a la otra, pero al final, nos hablbamos, Eso contaba de algo, no?

    Momentos despus ella haba tomado su bolso, buscando primero tranquilamente, y a los dos segundos histricamente, alguna joya que llevaba consigo, por puro capricho de querer presumirla frente m. Hasta ese punto todo est claro, ella es una presumida. Solo marco otro hecho.

    Al final eso estaba bien, estaba acostumbrada a sus escenas, ella siempre haba sido alguien que llamaba la atencin, ya fuera con sus gritos o con su ropa escandalosa y actitud arrasadora. Siempre era el centro de atencin. Le gustaba ser el ombligo de su pequeo mundo de fantasa. Yo lo saba mejor que todos, nadie la aguantaba pero al mismo tiempo nadie tena la capacidad de enfrentarla. As que, lo mejor que t podras hacer, era ignorarla justo como yo siempre he hecho desde que la conoc.

    En resumen, sus gritos e histeria eran los que haban sacado la situacin fuera de control.

    Desde ese momento todo haba sucedido en cmara lenta, lo juro.

    Una voz ladrando rdenes. Una autoritaria voz, debera agregar, aunque eso s, con un tono de voz muy atractivo. Poda una voz ser atractiva? Ahora saba que s.

    Gente de seguridad registrando bolsos de toda la gente.

    Huspedes indignados y asustados por la situacin.

    Una fuerte mano tomando firmemente mi antebrazo y apartndome del silln donde estaba sentada. OUCH, eso dola, aunque no tanto como mi orgullo herido por verme en esa situacin.

    Ese es mi collar! . Grit la loca de Romina sealando una de mis alhajas que guardaba en el bolso con el propsito de pasar dejndolas en la caja fuerte que ofreca el hotel antes de subir a mi habitacin a descansar despus de otro da de turismo.

    Estaba a punto de discutir con ella, Cmo se atreva a insinuar que la haba robado? De verdad haba pasado eso?

    Era una maldita loca. Una loca que pronto conocera mi puo personalmente, por segunda vez en la vida. Te preguntars cundo fue esa primera vez, pues fue en secundaria y despus de una larga suspensin y un terrorfico regao de mis padres, se me quitaron las ganas de volver a ejercer violencia sobre ella, al menos hasta ahora. Las ganas de matarla, al menos de romperle la nariz, regresaron. Y regresaron con venganza, porque a penas y me poda contener.

  • Claro, que tena ms dignidad y educacin que ella, por lo que no hara una escena, no cuando ya tenamos una de tamao monumental que me haca querer correr a esconderme debajo de mi cama por la vergenza.

    Y todo era un simple malentendido que poda resolverse fcilmente.

    Pero claro, yo era la chica de la mala suerte, eso explica lo que vino despus.

    La quiero tras las rejas ahora mismo! . Ladr la misma voz autoritaria de antes. Ahora ya no sonaba tan atractiva, verdad, Vane? ronrone burlonamente mi conciencia.

    Un escalofro recorri mi espalda.

    Gir lentamente la cabeza.

    Alto, con un cuerpo duramente trabajado, una sensual barba de candado, unos ojos tan oscuros que casi parecan negros como la noche o la obsidiana, una mirada intensa y con un aire intimidante a su alrededor.

    Todo ello junto haca al ser ms hermoso que alguna vez haba visto.

    Yo, la chica exigente con los hombres, haba quedado, por primera vez, con la boca abierta, hacindome quedar como una estpida.

    Nuestras miradas se encontraron y me qued congelada con el guardia de seguridad sosteniendo mi bolso y su contenido en sus manos.

    As nos habamos conocido.

    As haba iniciado nuestra historia.

    Con l exigiendo verme arrestada por un crimen que no haba cometido. Supongo que ese debi haber sido mi primer indicativo de que huyera como el infierno de lejos de allms especficamente, de l.

    Despus de todo, lo que mal empiezamal acaba. Verdad?

  • CAPTULO 1 l era el ser ms engredo del planeta.

    Quin demonios se crea que era?!

    Encarcelarme!

    Vlgame Dios!

    Hijo de

    Argh!

    Tragndome toda la extensin de palabras que quera decirle a esehombrelo dej seguir con sus exageraciones. Vamos, que finalmente se las cobrara y al doble. Solo esperen a ver.

    Me par lo ms recta posible, con una confianza que por primera vez experimentaba, ya que siempre tenda a ser un poco insegura y reservada, jams queriendo armar alboroto. No era normal en m, pero s, ahora una confianza abrumadora me invadi, con el objetivo de hacerle pagar con la misma moneda a ese hombre. Una confianza impulsada de la ira, y no hay nada peor que una mujer indignada, furiosa y confiada. Cundo te topes con una mujer en esa situacin? Huye! A veces las mujeres podemos ser cabronas cuando se nos provoca, recurdalo.

    l habl, grit y moviliz a los guardias de seguridad del hotel.

    Todo el mundo alrededor miraba con inters la escena, seguramente esperando a que me arrestaran y me llevaran a rastras a la patrulla de polica. Todo un show entretenido para sus ojos entrometidos. Y yo era el objeto de su diversin.

    Quisiera pedir algo. Interrump al guardia que me tomaba del brazo obligndome a seguirlo a la oficina de seguridad.

    Todo mundo guard silencio.

    Mir directamente a mi acusador mientras me detena obstinadamente.

    No s quin sea usted, y ahora mismo no me interesa, pero le exijo una disculpa, aqu mismo, frente a todos los que usted me ha humillado sin ms razn que un simple collardije con una voz dura mientras me apartaba bruscamente de la mano aprensiva y tomaba la cartera de mi bolso.

    Nadie se movi. Todos me miraban expectantes. Qu vergenza!

  • Saqu las facturas de las joyas que haba comprado recientemente.

    Con paso decidido me acerqu a l, estrell las facturas contra su pecho, s, estaba siendo majadera. Pero l me haba humillado primero! Lo menos que l poda hacer era aceptar mis malos tratos!

    Entrecerr los ojos duramente en mi direccin, tomando las facturas apresuradamente para que no cayeran al suelo. Les dio una rpida mirada, descartndolas rpidamente.

    Le dio una fra mirada a Romina, quien se haca la estpida evitando mirar a cualquiera mientras jugaba tontamente con su cabello. Oh, ahora se haca la ingenua. Dios, solo quera golpearla aunque sea por 5 segundos. No peda ms. Con 5 segundos podra hacerle el suficiente dao para sentirme satisfecha por el resto de mi vida.

    Le pido una disculpa, seorita. Comenz a decir el hombre.

    Vanessa White. Lo interrump aunque una parte de m solo quera quedarse callada y huir lo ms pronto posible.

    Seorita Whiterectific l mirndome framente, como si le fuera realmente difcil disculparse. Quiero que sepa que ser compensada por este malentendido.

    No quiero nada de usted ni de nadievolv a interrumpirlo, solo para molestarlo. Si eso es todo, me retiro a hacer cosas ms interesantes que ser partcipe de un circo barato aqu. Si me disculpan, pasen buena tarde, y una cosa ms, conociendo a Romina, seguramente lo que ella busca est entre la montaa de desorden que seguramente hay en su habitacin.

    Me di la vuelta extendiendo la mano por mi bolsa.

    Un guardia me la entreg mirndome apenado, el mismo que por un instante jalone m brazo. Casi sent pena, casi. Pero no, me negu a mirarlo y disculparlo. Nada justificaba el trato que haba recibido.

    Mir al gerente del hotel, gerente que todo el tiempo guard silencio como si fuera un simple trabajador de baja categora. Incompetente!

    Si no es mucho problema, bien podra hacerme el favor de guardar las joyas en su caja de seguridad, as como las facturas que tiene el seor en su poder. Gracias.

    Sin esperar respuesta me encamin al elevador, en ningn momento dej de sentir los ojos de la gente sobre m, especialmente un par de ojos que casi haca mi piel arder por el odio que transmita.

    Antes de que las puertas se cerraran me encontr con la mirada del hombre, un escalofro recorri mi cuerpo y mis piernas se sintieron dbiles repentinamente,

  • justo como sucede en esas estpidas pelculas de romance. Cmo de tonto era eso? Despus de todo, su mirada era intimidante y al mismo tiempo cautivante, tan solo eso debi asustarme hasta la mdula. l no pareca un buen tipo, por ms atractivo que fuera.

    Las puertas se cerraron silenciosamente y el elevador comenz a subir.

    Al llegar a mi piso sal del elevador hacia mi habitacin, mi da se haba arruinado tremendamente, de eso estaba segura. No haba nada que te quitara las ganas de divertirte como pasar una vergenza monumental, eso arruinaba el nimo de cualquiera.

    Con los planes de quedarme el resto del da comiendo a montones y estar acostada leyendo, comenc a quitarme la ropa, lista para tomar un relajante y largo bao de burbujas. Eso nunca fallaba para levantar el nimo. Y la tina que haba en el bao de mi habitacin era perfecta solucin a mis problemas.

    *****

    Vanessa.

    No poda sacar el nombre de mi mente.

    Su mirada.

    Su mirada estaba grabada a fuego en mi memoria.

    Tanta rabia, indignacin, confianza y orgullo. Haba tantas cosas que esos ojos color mbar transmitan, as como su rostro, ella era un libro abierto.

    Y era interesante.

    Me senta como una polilla atrada a luz, lo cual era algo extrao ya que casi nunca nada me llamaba la atencin lo suficiente como para hacerme querer luchar por tenerlo.

    Siempre obtena lo que quera, ese era un hecho bien sabido, y sta no sera la excepcin. Al fin y al cabo era un Manzur.

    Peroprimero lo primero.

    Mir a Romina fijamente por unos segundos, sintiendo rabia por su usual impulsividad. Ella nunca pensaba. Ella actuaba.

    Eso haba sido lo que me haba llamado la atencin en primer lugar.

    Ahora, vindola fijamente en su habitacin, despus de haber hecho el ridculo frente a docenas de personas, y an peor, de haber humillado a una chica inocenteya no saba, ni poda pensar en una sola razn por la cual segua manteniendo a Romina a mi lado.

  • Ni siquiera la amaba. Nunca lo hara.

    Por Dios, ella ni siquiera me amaba, para ella solo haba un amor real: el dinero.

    Y eso yo lo tena de sobrarazn por la que ella estaba conmigo.

    Cuestin por la cual estaba empezando a cuestionarme el por qu segua al lado de ella.

    No, no es que furamos novios ni nada por el estilo.

    Era complicado.

    Ella siempre estaba all a donde fuera. Yo siempre pagaba una habitacin para ella. Nunca nos habamos cuestionado nuestra relacin.

    Supongo que para todo haba una primera vez.

    Algo que decir? . Pregunt recostado en la cama, sintiendo un dolor de cabeza iniciarse.

    Me aburra la situacin.

    Quera salir de la habitacin, lejos de Romina, a donde verdaderamente quera estar. Ir en busca de mi nuevo objetivo.

    Romina neg con la cabeza mientras se acercaba con lo que pensaba que era un movimiento seductor de caderas. Quera poner los ojos en blanco. Ella era tan predecible, y yo no entenda cmo hasta ahora empezaba a cuestionar todo sobre ella.

    Comodidad y costumbre, era la nica razn por la que poda justificar mi comportamiento.

    Todo respecto a ella erapredecible y cmodo. No haba sorpresas ni inconvenientes, solo una rutina segura.

    De repente, saber que estaba aferrndome a lo seguro me hiso sentir impotente, enojado y aburrido. No poda seguir as. Antes de saberlo estaba saliendo de la habitacin y dejando a Romina con la boca abierta gritando histricamente.

    Odiaba sus gritos.

    No era ms que una mocosa mimada que siempre obtena lo que quera.

    Como t me susurr mi conciencia. Y as era.

    No cambiara el hecho de que siempre consiguiera lo que me propona, menos ahora, que haba encontrado algo que quera como a nada ms que hubiera querido alguna vez.

  • *****

    Despus de una hora de estar escuchando msica relajante y comiendo toda una caja de trufas de chocolate, finalmente me dign a salir de la baera. An quedaba muchas horas por entretenerme en lo que sea que se me ocurriera.

    Por el momento nada vena a mi mente.

    Sin pensar mucho me puse unos pantalones de franela y una camisa de tirantes, mi usual pijama.

    Despus de otra hora de matar el tiempo viendo la tele y caminando por la habitacin sintindome como un len enjaulado, me rend. Estaba por volverme loca de estar en mi auto-confinamiento. Maldicin, no haba gastado miles de dlares para venir al lugar de mis sueos para estar encerrada como cualquier otro da comn y corriente.

    Llamaron a la puerta.

    Mir el reloj, las tres de la tarde y todava no saba cmo distraerme por el resto del da. Definitivamente estar en pijama en un hermoso lugar no era algo que una persona normal hara. As la decisin estaba tomada, me vestira y saldra a comer y a disfrutar de la vida, que difcilmente alguna vez podra volver a juntar el dinero para visitar Dubi.

    Abr la puerta totalmente distrada, planeando lo que hara con mi tiempo.

    Buenas tardes, Vanessadijo esa voz que inundaba mis pensamientos desde que haba subido en el elevador, claro, en contra de m voluntad. Lo menos que quera era tenerlo en mi mente.

    Mir completamente sorprendida al hombre que aguardaba fuera de mi habitacin, no s cmo no poda haber notado todo de l. Pero ahora lo haca, poda apreciar con exactitud su alta estatura, su piel bronceada y su sedoso cabello negro peinado pulcramente.

    Yo no era pequea pero tampoco era alta, aun as apenas me faltaban un buen par de centmetros para conseguir llegarle a la altura de su hombro. Ech la cabeza hacia atrs para mirarlo a los ojos.

    Ese maldito y sexi hombre me provocara torticolis.

    Qu quieres? . Exig encontrando nuevamente mi voz.

    Alz una ceja en mi direccin.

    Quera venir personalmente a ofrecerte mi ms sincera disculpa por mi comportamiento, espero que perdones el malentendido que Romina caus y me permitas redimirme ante ti. Explic con una ronca y varonil voz que envi escalofros a todo mi cuerpo.

  • Ests disculpado, ahora vetedije e intent cerrar la puerta en sus narices.

    Un pie impidi que la cerrara y quise maldecir mi suerte. Antes de que pudiera protestar l abri la puerta y entr como si fuera dueo y seor de mi habitacin. Ech una mirada crtica a mi sencilla habitacin antes de regresar la mirada a m mientras se sentaba en la orilla de la cama.

    Descarado!

    Qu demonios pasa contigo?! . Le grit estupefacta por su atrevimiento.

    Vstete, te llevar a comercontest.

    Sin poder evitarlo me ech a rer snicamente.

    Piensas que simplemente porque violes mi privacidad e interrumpas groseramente en mi habitacin y me ordenes salir contigo, aceptar?

    l hizo una mueca.

    Dicho as no suena muy favorecedor para m. Gru vindose un poco arrepentido. Un poco, no mucho.

    Ni siquiera s t nombre!

    Mis disculpas, me llamo Rafiq.

    Lo mir expectante, l me regres la mirada.

    Rafiqqu? . Insist queriendo tener aunque sea un poco de informacin de l.

    Rafiq Manzur.

    Esper que dijera algo ms de l pero permaneci callado mirndome indiscretamente y con descaro de los pies a la cabeza hasta finalmente detenerse en mi cara. No mostraba ningn remordimiento por el atrevimiento que mostraba. Hombre necio, se crea el rey del mundo!

    Vamos? . Me record como si no pudiera creer que no estuviera poniendo mi habitacin patas arriba en busca de la ropa adecuada para salir con l a donde sea que l quisiera ir. Engredo.

    Yo no voy a ninguna parte contigo, eres un maleducadorespond tercamente aunque parte de m, un noventa por ciento, quera aceptar su propuesta y salir con l.

    Afortunadamente mi diez por cierto que tena coherencia me haca actuar con sensatez. El resto, noventa por ciento de mi ser, estaba compuesto por enloquecidas hormonas que queran arrancarle el traje de vestir a Rafiq y verlo desnudo y quizsolo quiz, hacer cosas prohibidas con l.

  • *****

    Era una mujer de carne dbil.

    Era una mujer controlada por las hormonas.

    Esa era yo: Vanessa White, quien hace media hora se haba resistido tercamente a las insistencias de Rafiq Manzur, estaba tan orgullosa de m por haber mantenido la compostura de no dejarme manipular por ese hombre que se crea el Dios caminante en la tierra.

    Pero ahora, vestida conservadoramente, estaba caminando alrededor del Zabeel Park disfrutando de la vista hermosa que ofreca de la ciudad mientras Rafiq me explicaba cada detalle que veamos.

    Me avergonzaba decirlo pero la vista de l opacaba la belleza de la arquitectura de la ciudad.

    En algn momento del da mientras platicbamos sentados, un pequeo gato se subi a mi regazo y se sent en mis piernas.

    Oh por Dios! . Grit histrica.

    Qu?. Pregunt Rafiq mirndome sonriente.

    No seas un idiota y qutamelo de encima, les tengo pavor a los gatosllorique sin calmarme en absoluto.

    Rafiq se qued disfrutando por unos segundos e incluso sac su celular para tomar una foto de recuerdo. Tuvo el descaro de comentar el fantstico lbum de fotos que armara con mis fotos, especialmente de ese momento, donde la cmara me capt con ojos saltones y la boca abierta en un grito silencioso.

    Imbcil!

    Est bien, aguardafinalmente se compadeci de m y tom en brazos al pequeo gato blanco. Tranquilo bonito, seguramente los gritos de Vanessa te espantaron demasiado, pero ya ests a salvo.

    Verdaderamente estaba tranquilizando al maldito gato?

    Puse los ojos de blanco, se supona que tendra que tranquilizarme a m que era la ms asustada de la situacin. A pesar de ello, pude ver una nueva faceta de Rafiq, una que me hizo pensar que a pesar de la frialdad con que caminaba por la vida, tena compasin y humildad, suficiente para mimar a un gato de la calle.

    Sonre ligeramente sin querer mostrar la emocin que me causaba verlo as. Era algo inexplicable. Quiz solo estaba viendo lo que yo quera ver, donde no haba nada. Realmente no lo saba, pero quera creer que estaba en lo correcto.

  • CAPTULO 2 Nos veremos pronto. Fue lo ltimo que dijo el estpido y necio de Rafiq

    antes de obligarme a entrar en el ascensor que me llevara al piso en donde estaba mi habitacin.

    Habamos recorrido la ciudad hasta que cay la noche y regresamos al hotel con l estando serio y callado. Qu rayos le haba pasado? Haba sido accesible y casi comunicador mientras pasebamos, y de repente, casi al terminar la cita, se haba vuelto un ogro con cara de amargado y cortante. Era exasperante.

    "No le import a Rafiq siquiera asegurarse que el hombre que estaba conmigo en el ascensor no fuera un farsante y tratara de secuestrarme y descuartizarmeeso quiz le hara un favor enorme" pens amargamente mientras lgrimas silenciosas se escapan de mis ojos y yo trataba de distraerme jugando con mi celular. Bueno, tal vez exageraba.

    Qu demonios me pasaba? No lograba reconocerme en absoluto.

    El ascensor se detuvo y sal al pasillo caminando con la vista baja mientras me acercaba a mi habitacin.

    No saba absolutamente nada de Rafiq, l se negaba a hablar de s mismo. Con todo lo reservado y callado que era, no entenda cmo es que consegua afectarme de tal manera que estaba all, recostada contra la puerta para intentar recuperar el aliento y la cordura porque no lograba pensar en algo ms que en l.

    Dej de jugar con el celular y lo avent furiosa a la cama, era una estupidez lo que estaba haciendo, dejndome afectar por un hombre tan...fro e indiferente. Estaba enojada con la vida, no era justo que de un momento a otro mi ms grande sueo se cumpliera y un tonto hombre me apartara de mi enfoque de disfrutar mi estada en Dubi, mandndome a su antojo y voluntad para distraerlo en su tiempo libre.

    Lo peor de todo fue cuando mientras platicbamos el estpido gato se subi a mi regazo y l simplemente sonri y disfrut ante mi histeria. Cinco segundos despus de disfrutar a mis costas, se dign a ayudarme a quitar al atrevido animal lejos de m.

    Yo odiaba los gatos, toda mi vida lo haba hecho y ahora el hombre cruel que me cortejaba, al menos quera creer que lo haca, lo haba descubierto y se haba redo en mi cara por mi debilidad. Rafiq era un estpido hombre cruel. Pero un hombre cruel que me volva loca e imprudente de un momento a otro.

  • Tal como iban las cosas, seguro yo estara atrapada en sus manipulaciones hasta terminar mi estada. de nada me habra servido aos de juntar dinero si cuando haba cumplido mi meta no lograba conocer Dubi como lo mereca, sin ninguna distraccin varonil que me hiciera contemplar su perfil en vez del horizonte en la ciudad cuando el sol se ocultaba. Cumplir con un nuevo ahorro y escabullirme sola nuevamente a Dubi en unos aos sera casi imposible. Lo que me daba como resultado estar atrapada aqu en la habitacin que pagaba con mucho esfuerzo, mientras me recriminaba a m misma por lo que haca y no haca en ese viaje.

    En todo el trayecto por las calles de Bur Dubi solo pude divisar al hombre que caminaba a mi lado explicando cada cosa que veamos. Si de algo estaba segura era que cualquiera se habra percatado que estaba concentrada nicamente en ese misterioso y atractivo hombre en vez del paseo turstico que l me haba proporcionado.

    Si es que lo poda llamar as: misterioso, segn l no haba nada de misterioso en l, solo era "un hombre comn sin nada que contar". Obviamente no lo crea. Haba muchas historias y secretos detrs de sus ojos.

    Me estaba mareando de no poder hacer nada que no fuera ver y recordar los musculosos brazos de Rafiq, su perfil duro y su mirada cruel que siempre tena y de la que l no pareca darse cuenta. Decid que observarlo era mi mayor error, no haba apartado la vista de l cuando estaba demasiado distrado para darse cuenta, y eso me haca sentir...extraa. Nunca en mi vida haba querido tanto observar a alguien y aprender cada detalle de su cuerpo.

    Decidiendo recuperar mi coherencia me fui a cambiar de ropa para descansar el resto de la noche y disfrutar de m amado Dubi al da siguiente por m misma.

    *****

    No me preguntes cmo, pero de alguna manera, con lo tonta que Rafiq me haca ser con su presencia, haba terminado tres das despus de conocernos en el yate de l. Despus de haber pasado por su exclusiva casa en Jumeirah para cambiar mi conservadora ropa por un traje de bao que l muy amablemente, y egostamente, me haba proporcionado habamos subido a su yate en silencio.

    Personalmente creo que lo tena todo planeado y con lo ingenua que era haba cado en su trampa, y l disfrutaba verme hacerlo. Era como un cazador que disfrutaba tenerme en su mira. Yo era su objetivo. Un ingenuo y vulnerable objetivo que se permita cazar al antojo de l.

    Desde que nos conocimos l haba estado cada momento del da llevndome a pasear. l era algo as como mi gua turstico personal y gratuito.

    Pude ver cuando sinti mi mirada sobre l, su musculoso y bronceado cuerpo se gir hacia m. Era inevitable perderme en sus ojos que tenan un hermoso color negro y no se diga que era casi imposible no apreciar que su cabello era tan

  • oscuro que resaltaba el tono bronceado de su piel. Su perfil luca perfecto, todo en l luca perfecto y podra haber ganado una fortuna cuando haba apostado que debajo de sus trajes finos de vestir sus brazos y todo su cuerpo estaba finamente moldeado con fuertes msculos.

    Porque exactamente as era su cuerpo, repleto de msculos perfectos, no esos que te hacan parecer fisicoculturista, pero si esos que tendra un increble Dios griego nacido de la imaginacin de un artista.

    Era demasiado perfecto para ser real, algo estaba mal en l y lo poda sentir pero no saba qu era, l no me dejaba acercarme demasiado como para descubrirlo. No saba si quiera si quera descubrirlo y arruinar mi fantasa sobre l.

    No sabas que es de mala educacin espiar a las personas y verlas detenidamente? . Dijo sin molestarse a sonar menos cortante, y aun as su voz me hizo temblar por intimidacin. Y eso me aseguraba que algo estaba mal con l.

    An peor, algo andaba mal conmigo porque parte de mi le gustaba todo de l, me gustaba su carcter y la fuerza de su mirada, me gustaba la seguridad y el poder con el que caminaba por la vida, como si l fuera dueo y seor de todo.

    Que te puedo decir? Yo nunca he sido muy buena en eso de aprender modales. Respond un tanto a la defensiva.

    Por qu estas a la defensiva conmigo? No he dicho o hecho nada que pueda molestarte u ofenderte.

    Soy as, Algn maldito problema? . No pude detenerme de contestar as. Los nervios me hacan ser grosera.

    Pues s, que por lo general nadie se atreve a hablarme asalgo en su voz me hizo ver que ms que una explicacin, era una amenaza lo que deca.

    "Tengo miedono seas tontano te metas con l" me dije a m misma mentalmente, pero a estas alturas de mi vida ya nada me importaba y qu ms daba provocar a alguien que podra ser el posible psicpata ms sexi del planeta.

    Por mi apariencia, de tpica chica bonita y sumisa muchos podran creer que no era lo suficientemente capaz de defenderme, pero una de mis mejores armas era que me subestimaran. Detrs de un largo y rizado cabello castao rojizo y de una angelical cara con perfecta piel blanca y estatura media, haba una fiera, como me gustaba llamarme a m misma. Porque no tena miedo a cometer acciones estpidas, quiz por eso algn par de veces en mi vida he estado en peligro, en situaciones donde el miedo a morir me invadi, pero mi violenta actitud siempre me salv.

    Eso me hiso recordar la vez que hace 4 aos, cuando tena 19 aos y sala con mi mejor amiga, Jenny, a comprar ropa hasta horas muy tardes, un seor adulto y pervertido se acerc a obligarnos a acompaarlo a caminar y jalone a Jenny. Ella estaba completamente paralizada y en el callejn donde estbamos nadie

  • estaba a la vista. Yo, como siempre, esperaba que no fuera a ella la que l molestara pero l notaba que ella era ms fuerte que yo, lo cual era absurdo porque ella sera incapaz de matar una mosca.

    Yo, como buena amiga, provoqu al maldito pervertido y me sacrifiqu a besarlo para distraerlo para despus patearlo en la entrepierna y romperle la nariz con un puetazo que destroz mis nudillos. Despus de eso me vi obligada a jalar a Jenny mientras corramos hasta un lugar donde estuviramos a salvo para tratar por ms de 3 horas para hacer que se tranquilizara y superara la situacin.

    "Definitivamente yo nuncaNUNCAme rendir ante el miedono importa cunto me llegue a controlar, nunca dejar de luchar para vencerlo" pens acercndome a l con paso decidido. Puede que me hiciera perder la coherencia y me hiciera derramar lgrimas de impotencia porque nada de lo que me haca sentir me era conocido, pero en ocasiones como esta poda demostrarle que no era una mujer sumisa que estaba a su disposicin.

    Eresmuymuy mezquino para ser un hombre comn y corriente, como dices ser No te han enseado la manera de tratar a una mujer?. Pregunt sin dejar de ver el mar mientras me paraba al lado de l.

    Me negaba a mirarlo. Estpido hombre engredo.

    As esla mezquindad se me da muy bien, es algo que forma parte de m desde mi nacimiento.

    "Definitivamente su actitud la tena perfeccionada desde hace aos, era imposible ser tan egocntrico repentinamente" pens burlonamente y no pude evitar sonrer al pensarlo.

    Tienes una bonita sonrisa, Vanessadeseara poder verla ms seguidocoment sorprendido de s mismo al decir tales palabras.

    Lo mir an ms sorprendida, jams esper que justamente l tuviera un lado tan sensible como para hacer un halago, y estaba segura que probablemente era el primer halago honesto que haca en su vida. Ser yo la receptora de tal milagro me dej sin aliento. Dios! Qu ms me deparar la vida?

    Alz una ceja curiosa ante mi incredulidad.

    Esta incredulidad significa queme vale un carajo quin seassolo deja de ser tan amargado y s ms detallista como ahora, te hace ser ms atractivoexpliqu burlonamente.

    Una sonrisa apareci en su hermoso rostro mientras negaba con la cabeza y se acercaba con paso decidido hacia m. Se par frente a m y pos sus manos en mis caderas, acercndome a l.

    Con que atractivo, Eh?pregunt divertido antes de estrellar sus labios contra los mos.

  • Suspir feliz de finalmente haber tenido el placer de besarlo y sentir su fuerte cuerpo contra el mo.

    No saba cunto tiempo con exactitud pas hasta que se separ de m vindose descontrolado y falto de aire. Seguro luca igual o peor que l. Yo jadeaba por aire intentando recuperar el aliento y esforzndome por no caer de bruces al suelo hecha papilla por sus caricias.

    Vayamos al camarotesusurr con voz ronca tomando mi mano.

    Mord nerviosa mi labio. Mierda. Estaba muerta de nervios!

    Asent ligeramente aceptando su proposicin. Solo se viva una vez. Por una vez dejara de pensar tanto las cosas.

    l sonri complacido antes de besarme nuevamente. Cuando se separ nuevamente de m me tom en brazos y me llev cargando hacia el camarote.

    El resto del camino l me observ indiscretamente y fue imposible no notar que sus ojos transmitan un deseo, literalmente, de m. Y no precisamente del bueno e inocente.

    Cada segundo de espera se me hizo insoportable y no aguantaba la idea de no tenerlo cerca, pero as como podra jurar que algo andaba mal con l, tambin poda jurar que por increble que pareciera, en algn momento de sus estrafalarias salidas, me haba...enamorado de l. S, suena loco estar enamorada de alguien cuando ni siquiera lo conoces pero as era, me daban ganas de acercarme a l y descubrir todos y cada uno de sus gustos y disgustos. Quera conocer lo bueno y lo malo, y amaba estar a su lado.

    En resumen, me haba vuelto loca.

    Los amores de verano nunca dejaban nada bueno.

  • CAPTULO 3 Rafiq entr en la habitacin y me arroj dramticamente a la cama mientras

    grua en broma.

    OH MI Rafiq JUGUETN.

    Re en voz alta.

    Amaba verlo tan feliz como estaba en esos momentos, dejando de lado su seriedad y frialdad usual. Y yodefinitivamente me haba vuelto de repente una persona soadora. Ojal me hubiera dado cuenta a tiempo.

    Ven aqu, sexi hombre grunronrone tontamente mientras Rafiq se inclinaba sobre m para besarme.

    S, esto iba por buen camino.

    Con mis manos acarici su pecho.

    l intent separarse de m, mantena los ojos cerrados fuertemente mientras dudaba por unos segundos.

    Por favor, Rafiq, te deseosusurr tmidamente.

    Sus ojos se abrieron y nuestras miradas se encontraron, casi poda ver los engranajes de su mente trabajar a mil por hora.

    l tena alguna extraa manera de siempre razonar en el ltimo momento a pesar de que poda ver que se mora de ganas por continuar con lo que habamos iniciado.

    Me sent resignada en el suave cobertor azul marino.

    Hice una mueca ante la mirada de Rafiq, se poda sentir la tensin en el aire.

    Ignorando la repentina timidez que me invadi tom la parte superior de mi traje de bao por los bordes y me lo quit lanzndolo por algn lugar de la habitacin.

    Casi al instante su ceo se frunci mientras me vea atentamente, me tens en anticipacin, poda ver que estaba teniendo un serio momento de indecisin por lo que haramos. Por qu tena que ser tan serio? No me haca las cosas ms fciles.

    Abri su boca para decir algo.

  • Lo imped.

    Casi sin pensarlo ech mis brazos a su alrededor y lo sostuve apretadamente contra m, levantndome del colchn en el proceso, lo que provoco que para mantener el equilibrio rodeara sus caderas con mis piernas. Termin sentada a horcajadas sobre l.

    Despus de un momento de duda l puso sus brazos alrededor de mi cintura y comenzamos a rer en voz alta. Era nuestra manera improvisada de liberar la tensin, las cosas definitivamente se haban descontrolado. l definitivamente se haba librado de su perfecta compostura y solo quedaba el hombre apasionado que era.

    Unos segundos despus el ambiente cambi y una fuerte tensin sexual se instal alrededor de nosotros. Se apart para mirarme a los ojos y sin pensarlo acerqu mis labios a los suyos.

    Esta vez no dud en corresponderme, sostuve su cara con mis manos y por su parte tens las suyas por debajo de mi trasero en donde me sostena para que no cayera de espaldas al suelo gracias a su fiero agarre que tena en m.

    Al principio el beso era un tanto escpticorenuente, intentando mejorar eso, recorr con mi lengua su labio inferior, haciendo respuesta de mi peticin abri su boca para darme entrada. Cuando nuestras lenguas se tocaron no pude ms que suspirar de xtasis. Rafiq saba cmo el cielo.

    Ya no haba salvacin para m ni para l, que a pesar de sus momentneas dudas anteriores, no poda hacer menos que tomar lo que deseaba, no importaba que lo que deseara fuera comerse a besos a la turista que recientemente conoca: yo.

    Se senta como una pelea de voluntades, ambos respondiendo al beso con gran fervor, y por un momento pens que podramos pasar besndonos el resto de nuestras vidas.

    Nuestras lenguas pasaron a moverse a un ritmo seductor y casi enloquecedor.

    Cuando nos separamos un instante para recuperar el aliento mantuvimos nuestras frentes unidas, yo jadeaba como si hubiera corrido un maratn y l tomaba rpidas respiraciones.

    El aliento de ambos se mezcl y la tensin aument. S, tensin... tensin sexual.

    Definitivamente no haba salvacin para ambos, yo ya poda sentir su excitacin aumentado imposiblemente por debajo de sus short largos que usaba como traje de bao y estaba segura que Rafiq amaba completamente el estar presionado contra m.

  • Bajndome al suelo camin hacia el centro de la recmara donde estaba m bikini que se haba convertido en mi objetivo.

    Con la prenda en mano lo mir alzando una ceja en una pregunta silenciosa. Esta vez la decisin estaba en sus manos.

    Nosusurr caminando hacia m y volviendo a tirar la prenda al suelo.

    Me carg haciendo que rodeara su cintura con las piernas y con cada paso que daba en direccin de regreso a la cama creaba una deliciosa friccin entre su pene y mi entrepierna, hacindonos jadear audiblemente a ambos.

    Un hermoso y casi imperceptible sonrojo se expandi por sus mejillas y sus ojos brillaban como muestra de su propia excitacin.

    Me acost suavemente en el centro de la cama y desliz sus manos por mis muslos, haciendo un camino directo a mi vientre.

    No poda negar que estaba maravillado con esta espectacular chica americana que era yo, aunque no fuera correcto. No nos conocamos y aun as eso no importaba ahora. Por supuesto, saba que lo nuestro era temporal, no tena expectativas de un futuro con l y eso estaba bien. Sobre advertencia no hay engao. Esto era algo fsico y nada ms.

    Tom el borde de sus bermudas y las comenc a bajar, alz las caderas para facilitarme deslizarlas por sus piernas. Qued expuesto, deliciosamente desnudo, y as como yo babeaba por l, poda sentir su mirada clavaba en mis pechos.

    No poda apartar la mirada, no saba qu esperar, pero seguro como el infierno que no era verlo y compararlo como el ser ms perfecto que haya existido, y lo tena frente a m, solo para m. No poda creer mi suerte, aunque eso no cambiara que disfrutara de discutir con l cada vez que fuera posible. Amaba retarlo cuando poda.

    Sin poderlo evitar acerqu mis labios a su cuello, dando deliciosos besos largos y hmedos, dejando algunos chupetones cerca de su clavcula.

    Rafiq inclin su cuello hacia un lado dndome completo acceso para seguirlo saboreando.

    Continu saborendolo hasta que se apart de m e hizo un camino de pequeos besos hasta llegar al valle de mis pechos en donde recorri su lengua lentamente, hacindome temblar descontroladamente con sus caricias. Se detuvo para asegurarse de hasta dnde llegara esto.

    En cualquier momento puedes hacerme pararexplic mirndome a los ojos como si de alguna manera se preocupara por hacerme sentir cmoda.

    Lo sfue lo nico que respond antes de reclamar su boca.

  • *****

    Estaba ms all de mis lmites y no podra estar an ms duro aunque lo intentara. Anhelaba tanto estar dentro de ella, sentirla apretndome y exprimindome, lo deseaba tanto que me dola. Era una sensacin desconocida para m hasta ahora. Nunca haba querido poseer a alguien como lo quera con Vanessa.

    Llegados a este punto, ella se encontraba igual de necesitada, lloriqueaba mientras besaba mi cuello y tiraba de m para acercarme a su cuerpo. Me volva loco verla as. Vanessa era como un soplo de aire fresco, un soplo que me haca adicto.

    Volv a acercarme a ella de la manera en que quera.

    Salvajemente me deshice de su coletero para dejar su cabello extendido en la almohada, me encantaban sus rizos rebeldes, quedaban con su personalidad.

    DIOS, LA DESEABA TANTO.

    Introduje mi mano entre sus piernas y separ sus hmedos e hinchados labios vaginales, quedando complacido, feliz y sorprendido por lo hmeda que estaba.

    Vaya, parece que alguien est igual de necesitada que yomurmur extasiado.

    Siempre por ti, Rafiqrespondi entre jadeos cada vez que rozaba mis dedos contra ella, masajendola.

    Introduje un dedo en ella, provocando que se arqueara como resultado, estaba tan apretada que por un momento casi me corro all mismo de la emocin. Con esto haba llegado a mis lmites, no podra dar marcha atrs. Saqu mis dedos causando quejidos de ella. Mientras me miraba acusadoramente acerqu mi dedo a mi boca y sabore su excitacin como si fuera el ms delicioso manjar alguna vez creado. Y para m, as era.

    Sus ojos se abrieron como platos y no la dej discutir.

    Por un milagro despus de la escena que hice al probar su excitacin, habamos conseguido mantener algo de coherencia. Al momento de acercar mis labios a ella, ambos hicimos un lio de brazos, lenguas y piernas al intentar aprender cada detalle de nuestros cuerpos.

    Con toda la ropa esparcida por el suelo, solo estbamos ella y yo como Dios nos trajo al mundo.

    Te deseo tanto, Vanessa, que me dueleeste anhelo por ti me consumedije minutos despus de una intensa exploracin de nuestros cuerpos.

  • Te deseo tambin, Rafiq, tanto que siento que me ahogo y pierdo la cabezapero nada de esto lo cambiara jamsrespondi Vanessa con una mirada de adoracin.

    Era el bastardo ms afortunado en el mundo.

    Era un bastardo y punto. Lo saba. Ella lo saba. Y a ninguno de los dos nos importaba. Ella pareca no notar lo cruel y amargado que era, no tomaba ninguna advertencia que le daba. Ella segua all, conmigo despus de haberle mostrado la actitud que tena recientemente adquirida.

    Colocndome entre sus piernas la mir, dndole una ltima oportunidad de echarse para atrs, aunque eso me enloqueciera.

    Hazme el amor, Rafiqrog con una deliciosa voz apasionada.

    Y as lo hice.

    Me deslic dentro de ella con delicadeza.

    La bes cuando hizo una mueca de dolor.

    Duele mucho? . Pegunt preocupado. Nunca haba estado con una virgen, Dios sabe que solo buscaba la carne fcil. No me gustaban las complicaciones.

    No quera que sufriera por lo que la deje acostumbrarse a m.

    Ella neg con la cabeza, abrazndome fuertemente.

    Solo al principio, me acostumbro rpidamenteasegur.

    Me retir para volverme a hundir en ella. Ambos gemimos.

    Esto era el cielo.

    Sentirla a m alrededor era el mejor placer que alguna vez podra sentir en la vida.

    Y con ese pensamiento hicimos el amor como dos amantes apasionados hasta perder la coherencia.

    La deseaba tanto, que no podra imaginar perderla alguna vez, era egosta, lo saba pero ahora no vea la manera de dejarla ir aunque eso significara arrastrarla a m vida de mierda.

    Y que Dios me ayude, pero verla aferrarse a m medio adormilada me haca sentir el bastardo ms suertudo y feliz del universo. La culpa la tena ella, por no darme la opcin de apartarme, no podra haberme apartado aunque saba que era lo correcto. Cuando se trataba de ella, yo no tena opciones, deba tenerla.

  • CAPTULO 4 Decir que estaba adolorida era poco.

    Creo que nunca en mi vida me haba sentido as tan envarada entumida usada era como si hubiera tenido una larga sesin de ejercicio.

    Y supongo que as haba sido.

    Hacer el amor incontables veces con Rafiq era como una estricta rutina de ejercicios Tena msculos que nunca en mi vida haba usado! Aunque claro, eso era obvio ya que jams haba hecho ejercicio, por lo que muchos de mis msculos no haban sido usados verdaderamente hasta ahora.

    Era algo indescriptible.

    Y definitivamente haba sido algo maravilloso.

    Ni mis mejores fantasas le habran hecho justicia. Despus de tanto esperar, de tantos aos, finalmente haba conocido lo que era el placer. Y no me arrepenta. Haba valido la pena.

    Ests bien, beb? pregunt Rafiq preocupado.

    Ignor firmemente el sobrenombre, tratando de no tomarle importancia. Ilusionarme sera un tremendo error. Solo estaramos juntos hasta el ltimo momento antes de irme.

    Excelenterespond torpemente con una enorme sonrisa.

    Mi cerebro estaba hecho papilla.

    Despus de tanto placer, eso era de esperarse, no es as?

    Ahora s que me senta en el cielo, recostada sobre el pecho de Rafiq con sus manos acariciando mi espalda en un ritmo tranquilizador.

    No s cunto tiempo pas ni qu hora era.

    Seguramente me haba quedado dormida con los susurros de Rafiq.

    Podra alguien enamorarse an ms de alguien que no conoces despus de compartir algo as? Porque cada vez me enamoraba ms de Rafiq aunque fuera una locura. Un amor de verano podra llamarse, era la nica excusa que tena ante mi temerario comportamiento. Y los amores de verano no duraban ms que eso.

  • Cada segundo recordaba menos cmo haba sido mi vida antes de ly eso erapreocupante. Este viaje a la ciudad de mis sueos me estaba marcando ms de lo que me gustara aceptar. Pero no cambiara nada en absoluto, aprovechara el tiempo restante que tena con este misterioso hombre adictivo.

    No menta cuando pens por un momento que me senta abrumadame sofocaba con mis emocionespero lo amaba, amaba sentir lo que sea que senta por primera vez. Y me sera imposible no pelear contra mis miedos para permanecer con lo que tenamos.

    Dios, una aventura, ni en mi ms grande divagacin podra haberme imaginado siendo tan temeraria para lanzarme de lleno a lo desconocido. Una aventura! No poda hacer que esa palabra dejara de rondar mi mente como un buitre al acecho de mi coherencia.

    Por alguna razn siempre haba tenido miedo a una relacin, quiz era porque pensaba que sera como renunciar a mi libertad. Pero con Rafiq, me haba dado cuenta que la verdadera libertad est la oportunidad de entregarse a alguien sin reservas ni impedimentos y estar al lado de esa persona por decisin propia.

    Estar con l por unos cuantos das? Me haba enseado eso.

    Estando a su lado me senta ms libre que nunca.

    Mi estmago gru.

    Rafiq solt una risa.

    Vamos a alimentarte, nenadijo con esa tonta voz engreda.

    Amaba esa voz.

    Balbuce alguna respuesta.

    S, no era muy coherente y razonable despus de haberme acostado con l, creo que haba perdido un par de neuronas en el proceso.

    Lo sent levantarse de la cama y caminar hacia el bao.

    Me acomod en la cama nuevamente queriendo quedarme acostada por un rato ms a pesar del hambre voraz que tena.

    Rafiq regres a la habitacin acercndose nuevamente a m con una toalla en mano.

    Qu demonios?

    Lo mir nerviosa.

    OH NO. TONTO. TONTO. TONTO HOMBRE CONTROLADOR. JODIDAMENTE NO.

  • No discutas conmigoadvirti seriamente.

    Oh claro, ahora yo era la que estaba haciendo algo indebido.

    Qu tena en la cabeza, Rafiq, piedras?

    Intent separar mis piernas.

    Jodidamente no, eso era tan vergonzoso!

    Ests loco, Rafiq? . Exig sintiendo mi rostro arder.

    Por favor, djame cuidar de tipidi con esos hermosos y chantajistas ojos de borrego, verlos por primera vez fue un impacto que me dej sintindome noqueada.

    DIOS.

    Estpido hombre al que no le poda negar nada.

    Biengru secamente.

    Y s, lo que sucedi despus era algo muy vergonzoso para quien hasta hace un par de horas era una chica virgen de 23 aos.

    l limpindome tanntimamenteno era algo bonito de ver, por lo que cubr mis ojos con mi brazo e intent encontrar mi lugar feliz. Pero cmo poda encontrar un lugar feliz cuando Rafiq estaba tocndome tan ntimamente?!

    Cont hasta 20y segu contando hasta 30 eso no estaba funcionando en absoluto

    Lo que a mi parecer fue una eternidad despus, Rafiq se acost a mi lado jalndome contra l y aprisionndome con sus fuertes brazos.

    No usamos proteccincoment en un susurro ahogado y lleno de sorpresa, como si ni siquiera pudiera creer no haberlo pensado antes.

    OH MI DIOS. Una ola de miedo me invadi.

    Mir sus ojospreocupacinincredulidad.

    OK. En serio no nos haba pasado por la mente que haya podido quedar embarazada por nuestro descuido? EN SERIO?! Qu estaba mal con nosotros y sta loca adiccin?! ESTBAMOS LOCOS!

    Estoy tomando la pldoraexpliqu vindolo a los ojosdime que no tienes ninguna mierda de enfermedad.

    Y salgo de alivio apareci en su rostro.

  • Rafiq, jodido sexi hombre, En verdad tiene tanto miedo de poder embarazarme? Qu demonios haba de malo en ello? No era el fin del mundo! Dios, ni siquiera poda creerlono poda creer el sentimiento de decepcin que me invadi. Era un tonta y actuaba como la reina de las tontas. l estaba en su derecho de no querer tener nada permanente conmigo. Ni siquiera nos conocamos, era ms que obvio el no querer embarazar a una desconocida. Dnde rayos estaba mi cerebro y por qu haba huido?

    Estoy limpio, Desde cundo la tomas?

    Hice la cuenta en mi mente.

    Desde hace un par de aosrevel con las mejillas ruborizadas.

    Demonios.

    l se qued pensativo.

    De verdad estabas pensando en lo horrible que sera dejarme embarazada? . Exig incrdulamente.

    Me mir luciendo culpable.

    Eres Increble, Rafiq, ests completamente loco y paranoico! coment negando con la cabeza.

    Dime que no te asustara que tuviramos un beb con nuestra bellezame ret restndole importancia a la situacin con esos bonitos ojos negrosalgo ocultaban esos ojos, algo que estaba segura que no me revelara aunque lo torturara fsicamente.

    Y s, me estaba perdiendo nuevamente en esos ojos tan cautivantes.

    Me imagin con Rafiq y un pequeo beb con sus ojos y su bonito cabello, un pequeo Rafiq miniatura.

    Bueno, no niego que sera un beb guapsimo, pero concuerdo contigo y definitivamente no quiero un beb ahorabalbuce torpemente despus de que el tema me haya tomado completamente desprevenida.

    Algn da querrs hijos? . Curiose. A qu vena que tocara ese tema tan personal?

    Algn da muymuuuuuy en el futuroadmit dudosa.

    Excelenteexclam alegremente perdindose en sus pensamientos

    Oh Rafiq, Qu estaba planeando? Por qu tena que ser tan maravilloso cuando bajaba la guardia? Por qu tena que hacerme desearmsmuchas cosas ms?

  • Me estaba volviendo loca.

    Era una tonta ilusa.

    *****

    El resto del da lo pasamos navegando en su yate y platicando de cosas superficiales debido a su negativa de querer revelar informacin de s mismo. Acept su silencio, prometindome que de nada servira conocer sus gustos si lo dejara de ver en dos das que sera cuando me marchara de regreso a mi vida.

    Rafiq quedara en un recuerdo de una aventura de verano y nada ms. Ningn corazn roto ni despedidas emocionales. Simplemente lo dejara de ver y todo sera como siempre haba sido, cada cosa estara de regreso a su lugar.

    Rafiq tena unas ideas tan locasy me era imposible detener sus locas divagaciones acerca de lo que hara si tuviera tiempo libre.

    Viajar a Paris. Comer en Italia. Disfrutar un mes en el Mediterrneo. Visitar Australia. Refugiarse en Suiza.

    Todas esas cosas que ya haba hecho sin hacerlas verdaderamente. Al parecer haba viajado a muchos lugares sin conocerlos verdaderamente, con el entusiasmo de un simple turista que quera conocer culturas sin tener que preocuparse por llegar tarde a una reunin de trabajo.

    En algn momento pens que l quera hacerme ver las cosas buenas de estar juntos de la manera en que lo estaba con Romina. Sin compromisos. Sin complicaciones. Con todos los lujos que l podra ofrecer.

    Y por extrao que fuerame negu a mostrar la menor emocin ante sus sugerencias, de nada servira estar al lado de Rafiq como si fuera un simple mueble de adorno que llevaba a donde sea que fuera con el fin de distraerse. Una dama de compaa. Porque eso es lo que era Romina.

    Estaba segura que l era un grandioso hombre muy dentro de l, detrs de todas esas barreras que levantaba a su alrededor estaba un gran hombre con muchas virtudes que tema mostrarse a s mismo. No comprenda por qu se ocultaba. Por qu siempre se mostraba cauto y desinteresado con la gente que lo rodeaba.

    En qu piensas? . Pregunt mientras veamos el sol ocultarse.

    Me permit por un segundo imaginar que era una situacin diferente, ambos nos conocamos como la propia palma de la mano y nos enamorbamos. Una simple ilusin tonta, porque ni l se dejaba conocer y ni yo quera revelar informacin, era una aventura y nada ms.

    Tena que recordrmelo.

  • Eresreservadoexclam mirndolo de reojo.

    Lo pens por unos segundos.

    Aprend a serlo.

    Puedo preguntar por qu? . Susurr mirando su perfil. Era una entrometida, pero quera desesperadamente entenderlo.

    Gir para encontrarse con mi mirada.

    Por un segundo pens que me estaba midiendoprobndome

    Mi padre me ense a serloadmiti dudando de s mismo, como si una parte de l no pudiera creer que quisiera responderme.

    Le di una sonrisa tranquilizadora, quera que l confiara en m, aunque sea por unos segundos, quera sentirlo conectado conmigono quera recordar esto como una simple aventura sin emociones.

    Puedes confiar en msi no es entrometerme descaradamente me gustara saber, Por qu te ense eso? Es decir, es una locura, No te sientes solo algunas veces?

    No puedo negarte que a veces me siento solopero es mejor que estar rodeado de gente que no valga la pena.

    Cmo sabes que no vale la pena si no las dejas entrar?

    Me mir por muchos segundos.

    Te dej entrar a ti. Susurr de tal manera que lo haca sonar como si estuviera compartiendo el mayor secreto del mundo. Para m as era.

    DIOS. Qu me pasaba con este hombre?

    Y no sabes lo mucho que lo agradezcorespond finalmente.

    Un ambiente tenso se cre a nuestro alrededor, estbamos pisando territorio desconocido y no saba decir cmo me senta respecto a ello.

    Vayamos a comerdije finalmente mientras me levantaba.

    No s si era yo o el clima, pero haca mucho calor.

    Voy a tomar una ducha rpida antes, si no es molestia.

    Voy contigoafirm como si fuera un hecho que no me negara a dejarlo compartir la ducha con l. Negu con la cabeza mientras me encoga de hombros.

    Rafiq era un hombre diferente en esos momentos, como si se permitiera relajarse y ser l mismo en mi presencia. Una calidez me inund al darme cuenta

  • de ello, no se lo comentara porque no saba si se daba cuenta, pero me estaba permitiendo conocerlo de poco en poco. Como si se mostrara con precaucin a s mismo lentamente.

    Aunque no le gustara, Rafiq era un hombre misterioso y adictivo. Al menos para m lo era, no me poda apartar sin importar lo mucho que me recordara que no era permanente nuestraaventura.

    La palabra segua sin sonarme correcta pero era la que mejor describa lo que tenamos l y yo.

    Suspir rendida, de nada me serva darle vueltas al asunto en mi mente, solovivira y dejara de preocuparme por una vez en la vida y que sea lo que Dios quiera.

    Con ese pensamiento estaba segura quehaba firmado mi sentencia.

  • CAPTULO 5 Tena que irme.

    Finalmente, me hice consciente de que si no me alejaba, muy probablemente las cosas terminaran mal, no sera capaz de alejarme y ya haba pospuesto mi partida por dos das. Dos das que no me haban salido nada baratos.

    Lo haba organizado de poco en poco, cada dlar lo haba manejado correctamente para hacer mi estada ms larga y ya era hora de tomar el siguiente paso.

    Hoy era el da.

    Rafiq estaba trabajando hasta la tarde, segn me haba dicho, lo que me daba la oportunidad de tomar mis maletas y marcharme. Todo estaba listo para irme. Cada cosa, menos mis pensamientos, en orden.

    Intent actuar lo ms normal posible, para evitar ponerme sentimental y cometer algn error como quedarme ms das que no me poda permitir econmicamente, solo por permanecer un poco de tiempo ms con un hombre que no me perteneca y nunca lo hara.

    Dos horas despus tena el estmago lleno despus de mi ltimo desayuno en el hotel, todas mis maletas estaban amontonadas a un lado de la puerta y todo aquello de valor que haba comprado estaba separado en una maleta aparte.

    Alguien toc y me encamin a abrir la puerta.

    El botones estaba all, entr y tom las maletas, esper a que saliera de la habitacin para cerrar la puerta y seguirme a la recepcin.

    Me mir fijamente, lo haba visto en ms de una ocasin entre mis salidas y entradas al hotel. Le sonre ligeramente, sintindome incomoda por un momento. Entr en el ascensor en silencio, tratando de no pensar en el hombre que no apartaba la mirada de m. l jugaba con su celular cuando lo mir.

    Finalmente, despus de guardar ferviente silencio, llegamos a recepcin donde entregu la tarjeta de la habitacin a la recepcionista y firm mi salida del hotel.

    Lista? . Pregunt el botones con una mirada a la entrada donde aguardaba m transporte.

    Lista. Susurr en voz baja, temblorosa, me costaba alejarme porque saba a quin dejaba atrs. Rafiq.

  • Me senta temblorosa solo de pensar en l y en todos los das que habamos pasado juntos en nuestro paraso personal.

    El botones me ayud a cargar mis maletas en el auto, le ofrec una propina y le indiqu al conductor que me llevara al aeropuerto.

    El bolso que llevaba las cosas ms importantes como mis documentos y tarjetas de crdito y dbito lo dej en el asiento a mi lado, teniendo la vista perdida en la ventanilla del carro.

    Finalmente, finalmente estaba dejando atrs todo lo que ms felicidad me haba dado en mucho tiempo. Dubi.

    El viaje al aeropuerto se llev a cabo en un silencio asfixiante.

    Llegando a l hice todos los trmites necesarios y me qued sentada leyendo un libro que encontr en mi bolso hasta que lleg el anuncio de mi vuelo.

    Lentamente camin al rea de abordaje, una lgrima se escap de mi ojo pero rpidamente la limpi con una mano.

    Todo estar biensusurr para m misma tratando de convencerme que efectivamente, todo estara bien.

    Estaba haciendo todo un drama, y yo estaba actuandotorpe.

    No era algo raro en m, siempre haba sido algo torpe, eso no lo poda negar, pero lo estaba llevando a otro extremo en esta ocasin. Mis piernas se sentan dbiles y choqu con por lo menos dos personas mientras caminaba.

    TONTA. TONTA. TONTA.

    En mi defensa, no podra haber mujer en este mundo que actuara con coherencia despus de haber tenido casi una semana de convivencia al lado de semejante hombre como Rafiq, un hombre que siempre me miraba complacido y divertido de mi actitud.

    Le resultaba divertida? IDIOTA.

    Idiota encantador corrigi mi conciencia.

    Hice una mueca de dolorJODIDA MIERDAemocionalmente me senta como el infierno.

    Solo de pensarlo quera llorar. Era una estpida.

    Pero ya no ms. Basta!

    Haba un instinto que se haba activado en m en el momento en que Rafiq me mir con tanta intensidad suficiente como para congelar el infierno. Pero no pensara en ello.

  • Desde el momento en que puse un pie en el avin, l haba quedado en el pasado.

    Nadie nunca ms me hara sentir como l me haba hecho sentir, pero no me arrepenta en absoluto de todo lo que habamos vivido juntos por unos cuantos das.

    Por primera vez haba vivido mi vida.

    La viv al mximo.

    Pero si algo haba aprendido en aquellos gloriosos momentos en que haba credo que me encontraba en el mismsimo cielo en los brazos de Rafiq Manzur, fue que la vida era bastante corta e inesperada.

    Haba perdido 23 aos de mi vida dejando que la gente hiciera lo que quisiera de m. Dejando que los dems me controlaran a su gusto y observando cmo me perda cada vez ms a m misma en una sociedad controlada. Siempre compadecindome por ser tan callada y tmida para hablar.

    Lo ms triste de todo, es que al final, en este momento, donde haba dado el primer paso de regreso hacia mi vieja vida despus de la mayor aventura que he tomadofinalmente saba quin era.

    Saba quin era yo como persona.

    Saba qu me gustaba en realidad y qu me gustaba porque era lo que deba gustarme.

    Saba lo que era la vida en brazos de un hombre al que siempre llevara en el pensamiento.

    Era pattica por ser tan dbil para no superarlo.

    Pero fue el momento, el momento en que estaba tomando las riendas de mi vida, en que estaba viviendo la vida como si no hubiera un maana, fue el momento en que recuper mi vida sin ser consciente de ello.

    Al demonio con todo, pensara en Rafiq las veces que quisiera porque no haba nada malo en hacerlo.

    Jodidamente hara lo que quisiera, cmo quisiera y cundo quisiera y si eso significaba aferrarme al recuerdo de alguien, que as sea.

    Parpade regresando a la realidad.

    El hombre del al lado me miraba preocupado e intrigado.

    Es que era un jodido bicho raro para l o qu le ocurra?

  • Si me dejas entrar a mi asiento te lo agradeceragru secamente tratando con todas las fuerzas de no mirarlo.

    Sus ojos se endurecieron y apret su mandbula ante mi tono de voz pero se apart un paso de m dejndome el suficiente espacio para sentarme en mi asiento en la ventanilla sin tener que rozarlo. Mi cuerpo contra el suyo.

    Solo de pensarlo me daba nuseas.

    No saba si alguna vez querra sentir el cuerpo de un hombre contra el mo nuevamente.

    Mord mi labio nerviosamente ignorando al resto de los pasajeros que hacan demasiado ruido para m gusto.

    Por un momento pude haberlo ignorado.

    Pero el ruido era tan irritante que una migraa comenz a formarse en mi cabeza y las nuseas me invadieron fuertemente. Odiaba volar. Algunas veces cuando volaba, no poda evitar ir al bao para vomitar.

    Aunque nunca antes haba sentido algo as, quiz no deb de haber comido demasiado en el hotel, ahora tendra que pagar las consecuencias.

    Lo desestim mientras me sentaba en el asiento y recargaba mi bolso con las pertenencias de ms valor que tena sobre mis piernas.

    Por qu Rafiq no se iba de m mente? Me pregunt recordndolo.

    Por primera vez en la vida haba sido una mujer provocadora, una mujer desinhibida que buscaba su propio placer sin pena o vergenza. Apart m pensamiento de l.

    Por un par de segundos lo consegu. Hasta que sucumb a la tentacin y disfrut nuevamente del espectculo que haba sido verlo parado interminables veces con nada que cubriera su pecho o sus musculosas e interminables piernas.

    Una esquina de m boca se alz ligeramente por el recuerdo y mi boca se sec.

    Qu tanto me haba perdido en estos 23 aos de vida? Todo un mundo desconocido, eso me haba perdido.

    Solo de pensar en la forma en que mova sus caderas al caminar, o como pasaba sus manos por su cabello cuando estaba distrado. Rafiq era un hombre digno de ver.

    Mi boca estaba de alguna manera completamente secay al mismo tiempo estaba salivando incontrolablemente por su culpa.

  • l tena una sonrisa personal, una sonrisa que quedaba a la perfeccin con su estilo. Esa era una ligera sonrisa, donde solo curvaba ligeramente sus labios. Y era simplementealucinante.

    Ese hombre era puro sexo andante

    Contuve el aliento, no saba si todo aquello que senta era normalo era inapropiado. De la forma en que fuera, me senta jadeando por aire. En serio, Por qu haca calor?

    Estaba siendo una tonta.

    Desde ese momento saqu mi celular para concentrarme en cualquier cosa que no fuera Rafiq.

    1 llamada perdida de l.

    Todo estar biendije repitiendo lo que me haba dicho cientos de veces en los ltimos minutos.

    La mirada que me diriga la azafata era una de advertencia.

    Apagu el celular.

    Ahora no tena nada en que concentrarme.

    Estaba la opcin de dormir, cosa que normalmente no habra considerado pero la situacin lo ameritaba. Busqu en mi bolso las pastillas de dormir que haba llevado conmigo para momentos como ese y me tom una. Esperaba que el efecto se hiciera presente rpidamente.

    Momentos despus despegamos.

    Cerr los ojos fuertemente. Odiaba esa parte de volar. Me daba vrtigo.

    Agarr fuertemente las manos en los reposaderos y antes de que pudiera quejarme estbamos comenzando a volar, y la azafata anunciaba el vuelo con destino a Dallas, Texas. Un sentimiento de nostalgia me invadi.

    Estaba actuando como una tonta.

    Otra vez su recuerdo vino a mi mente, su boca se curv ligeramente cada vez que me atrapaba mirndolo fijamente, y por alguna razn eso hace maravillas con mis nervios que se incrementaban imposiblemente.

    Ese hombre era tan ilegalmente guapo.

    Rafiq Manzur. Incluso su nombre era especial.

    Maldita sea, estaba como una cabra!

    Recost mi cabeza en el asiento y cerr los ojos.

  • No quera cerrar los ojos.

    Cuando lo haca era inevitable que comenzara a pensar l.

    Un minuto pas en silencio y todo el mundo aport su racin de ruido molesto.

    Qu demonios me pasaba?

    Una de las ventajas de ser pequea, era que nunca me preocupara del espacio de los asientos en los aviones. Me acomod en el asiento para dormirme tan pronto la pastilla que tom hiciera efecto.

    Suspir cerrando los ojos y concentrndome en relajarme.

    Antes de darme cuenta dorm una cantidad considerable de tiempo.

  • CAPTULO 6 Terriblemente cansada, era la nica manera en que poda describir cmo me

    senta.

    Tantas horas de vuelo me tenan agotada con unas tremendas ganas de llegar a acostarme a mi cama y seguir durmiendo como un oso en plena hibernacin. Era una locura, todo lo que haba vivido en Dubi era una locura que no poda sacar de mi mente.

    La mayor locura era Rafiq, ese hombre reservado que se negaba a abandonar mis pensamientos. Ni siquiera poda darme la oportunidad de permitirme pensar en l porque entonces comenzaba a sentir una pizca de remordimiento por no haberle avisado de mi partida.

    No es que debiera haberme despedido de l, despus de todo no ramos nada, y tena que recordrmelo o enloquecera.

    Esper mi equipaje mientras bostezaba.

    En el vuelo solo haba dormido unas cuantas horas hasta que despert y no pude volver a dormir, si no era por el beb que lloraba ruidosamente a unos asientos del mo, era el seor que roncaba a mi lado. Una cosa u otra me impidi dormir, y el jet lag me estaba pasando factura finalmente.

    Cuando reun todas mis maletas me dirig a la salida para tomar un taxi de regreso a casa, no haba tenido valor de decirles a mis padres que estaba de regreso despus de retardar mi llegada por dos das. Haba sido incapaz de dejar esa vida de ensueo en Dubi.

    Los paseos al lado de Rafiq era lo mejor de todo, claro que me haba salido caro el capricho, pero haba valido la pena por completo.

    Con mis divagaciones no not a la persona frente a m hasta que choqu fuertemente con l, antes de que perdiera el balance y callera al suelo unos fuertes brazos se envolvieron a m alrededor, la colonia cara se filtr por mis fosas nasales y pude reconocer el olor antes que ver al dueo de esa colonia a la cara.

    Alc la vista completamente aturdida.

    Qu demonios haces aqu?. Exig confundida.

    Rafiq alz una ceja mientras me miraba divertido por mi obsceno vocabulario que causaba que l me corrigiera cada vez que deca una mala palabra. Ese hombre poda ser mil cosas, y exagerado, era una de ellas. l siempre exageraba cuando explicaba pacientemente la manera en que una dama deba hablar, y

  • estaba de acuerdo con l pero era inevitable que las palabrotas se escaparan de mi boca cuando estaba en su presencia.

    Disfrutaba molestndolo y retndolo. No era mi culpa, verlo exasperarse era divertido.

    Qu crees t que hago?. Pregunt mirndome como si fuera demasiado lenta a la hora de razonar.

    Negu con la cabeza lentamente.

    No tengo la menor idea.

    Puso los ojos en blanco mientras tomaba mi equipaje y lo cargaba mientras me haca seas con la cabeza para que empezara a caminar.

    No pude ms que seguirlo, despus de todo no podra irme sin mi equipaje. Y s, era consciente que era un dbil argumento a mi favor, siendo honesta solo quera seguirlo al fin del mundo.

    Ests de visita? Se te perdi algo? Vas a una junta de trabajo?. Trat de adivinar.

    Acertaste cuando dices que se me perdi algo.

    Mierda! Juro que si sales nuevamente con alguna de tus estpidas apresuraciones querindome mandar a la crcel por algo estpido que te haya dicho Romina, esta vez te patear las pelotas y no podrs caminar por el dolor en por lo menos una semana. Para el momento en que termin mi voz se haba alzado considerablemente.

    Rafiq abri la boca y antes de poder detenerme mi puo se estrell contra su mejilla en un fuerte golpe.

    Eso es un adelantoexpliqu inocentemente cuando me mir confundido e incrdulo.

    l neg con la cabeza rindose en voz alta mientras con su mano se acariciaba el lado de la cara donde la haba pegado. Mis mejillas se ruborizaron inevitablemente ante m explosin repentina. Ese maldito hombre sacaba lo peor de m.

    Se me perdi algo, eres trespondi sonriendo abiertamente mientras dejaba mis maletas en el suelo y se abalanzaba hacia m, rodeando fuertemente con sus brazos y apretndome contra l. A veces eres algo lenta y tontita, nena.

    Abr la boca para gritarle mil y un groseras de regreso pero sus labios se estrellaron contra los mos y antes de poder detenerme nos estbamos besando como si no nos hubiramos visto en largo tiempo en vez de unas cuantas horas.

    Suspir tontamente mientras tomaba aire cuando se separ de m.

  • Cmo...cmo llegaste tan rpido?. Balbuce sintindome desestabilizada por sus besos y su cercana.

    Me mir exasperado.

    Oh genial, siempre yo, siendo tan lenta. Puse los ojos en blanco.

    Vuelo privadome adelant a decir antes de que saliera con alguna de sus tonteras que me haran enojarme con l.

    Asinti y me llev a la salida del aeropuerto donde esperaba una camioneta en la que abri la puerta para m, las maletas las tom el conductor para guardarlas en la cajuela. Sin poder negarme entr antes que l.

    Qu demonios crees que haces? . Pregunt cuando abrochaba el cinturn de seguridad.

    Llevndote conmigo.

    Me ests secuestrando?. Chill tontamente.

    Rafiq resopl divertido.

    No es secuestro cuando vas gustosa conmigobuf sarcstico. Vamos a dormir, estoy muerto despus de que me hiciste viajar por mediomundo para seguir a tu lado.

    Ahora s estaba muy, muy confundida. De qu demonios estaba hablando Rafiq?

    Me perdiste por completo, Puedes explicarte mejor?. Ped sin apartar la mirada de sus ojos.

    Ese fuego lquido que brillaba en la profundidad de su mirada me haca sentir que la piel cosquilleaba de calor y la temperatura saba a nuestro alrededor. Si no estuviera sentada las piernas me temblaran por ser la receptora de la intensidad de su mirada.

    Cre que ya lo sabas mejor, nena, no puedes negar esta atraccin entre nosotros, me niego terminantemente a dejarla pasar y no disfrutar del fuego que arde en mi interior cuando ests conmigo.

    Ese maldito hombre testarudo y caprichoso, haba venido tras mis pasos completamente seguro de que lo recibira con los brazos abiertos. Era tan predecible a sus ojos. Tampoco es que pudiera negarlo, tena una increble debilidad por l, y como la tonta inexperta que era, haba cado enamorada de l.

    l, que se negaba a hablar de s mismo la mayora de las veces pero que de vez en cuando se quitaba las capas de acero que pona a su alrededor y me dejaba verlo como el verdadero hombre que era.

  • Estaba enamorada de l.

    Era de lo nico de lo que yo estaba segura, no poda negarlo y ocultarlo.

    Se supona que sera una aventura de vacaciones, as quedara en el recuerdo.

    Quiz siempre supe que estaba enamorada de l, pero tena el consuelo que estando lejos los sentimientos que el provocaba en mi desapareceran y con el tiempo volvera a ser la misma. Pero el pasado me haba alcanzado.

    l estaba all conmigo, en mi verdadera vida, negndose a salir de un empujn de mi corazn y de mi mente. Cmo podra olvidarlo si segua all? Cmo poda resistirme a obtener un poco ms de l?

    No puedes negarte a estosusurr antes de volver a besarme con esa intensidad con la que siempre lo haca.

    y as como as la decisin estaba tomada, ni siquiera me permiti decir argumentos para aclarar todo, sus besos fueron ms que suficiente para arraigar plenamente la idea de que an poda tener un poco ms de l. Por el tiempo que el destino nos diera, aprovechara cada segundo.

    No protestara. No me quejara. No me arrepentira.

    Solo haba una vida, bien podra escapar como una cobarde o vivir eso entre l y yo y tener el mejor recuerdo de mi vida.

    Debo ser masoquistasusurr con los ojos cerrados cuando l me recostaba contra su costado y me abrazaba firmemente, negndose a dejarme ir.

    Cmo podra alguna vez apartarme?

    Mi mente y corazn estaba en juego y no podra importarme menos.

    Debemos ser masoquistascorrigi con voz ronca.

    Terminar muertame quej sintiendo una lagrima escapar de mi ojo.

    Estars biendijo como si eso pudiera darme fuerzas para seguir con l. No podra haberle importado menos que mis sentimientos estuvieran en juego, un juego donde yo era la nica perdedora sin importar el resultado.

    Cmo lo sabes?. Cuestion sintindome adormilada mientras respiraba su colonia adictiva.

    Me senta tan segura y vulnerable en sus brazos, era una contradiccin total, y no saba qu emocin apoyar.

    Porque nada puede romperte cuando no le das la oportunidad. Est en nosotros la voluntad de seguir adelante sin dolorrespondi distradamente mientras se concentraba en sus pensamientos.

  • Quise decirle que su consejo fallaba por completo, para empezar porque le estaba dando la oportunidad de lastimarme y luego porque seguir sin dolor es evadir el problema. Es mejor enfrentarse a los demonios de frente y con la cara en alto.

    *****

    La camioneta estacion frente a una pequea casa colonial, Rafiq baj del auto y me ayud a bajar, el sueo estaba ganando la batalla mientras bostezaba incontrolablemente. Nunca me haba sentido tan cansada.

    Vamos a dormirdijo mientras me guiaba a la casa.

    Abri la puerta y no fui capaz de observar la decoracin porque me tom en brazos y me llev cargando hasta la habitacin del segundo piso en donde me acost en una enorme cama. Quit mis zapatos y me acomod bajo el cobertor.

    Simplemente observaba divertida la rapidez con que haca las cosas, como si le urgiera acostarse para dormir a mi lado. Sonre observndolo.

    Antes de que pudiera decir nada l aventaba sus zapatos descuidadamente al suelo y arrancaba su ropa hasta quedar en unos bxer ajustados de marca y rpidamente se acostaba a mi lado. Acomod el cobertor sobre nosotros y me abraz fuertemente contra l.

    An vestida me senta completamente expuesta ante l.

    Tienes prisa? . Pregunt recostando mi cabeza en su pecho.

    Podra suspirar, felizmente de estar envuelta por ese hombre que me tena completamente loca y enamorada.

    Demasiadafue una tortura no tener tu cuerpo junto al mo por unas horasrespondi mientras acariciaba mi espalda.

    Eso era puramente fsico, tena que recordrmelo, no podra haber emociones involucradas. Al menos saba que tena que ocultar las mas, as sera como si no estuvieran. No sonaba como un buen plan pero era lo nico que tena.

    Por qu me seguiste? . Pregunt confundida.

    Porque soy egosta y no quiero renunciar a esto.

    Qu es esto?

    La manera en que me haces sentir.

    Lo pens por un segundo.

    Cmo te hago sentir?

    Como sicomo si fuera tu mundorespondi dudoso.

  • Es porqueporque as te has vueltoy me siento estpida dejando que mis emociones se involucrenconfes dudosa mientras cerraba los ojos fuertemente.

    El silencio inund la habitacin mientras el sueo ganaba la batalla y cada segundo mis parpados se hacan ms pesados.

    Una parte de m esperaba que Rafiq dijera algo, lo que sea, pero no fue as, se qued en silencio sostenindome en sus brazos mientras me senta ms vulnerable y expuesta de lo que alguna vez me haba sentido. l era confuso, me haca dudar de todos mis pensamientos y no saba qu era correcto o incorrecto en esarelacin. Si es que se le poda llamar as.

  • CAPTULO 7 Despus de varias horas despert sintindome observada.

    Abr los ojos temerosa de encontrar lo que habamos evadido Rafiq y yo al dormirnos.

    Rafiq tena recostada su cabeza sobre un brazo mientras, acostado de lado, me miraba con el ceo fruncido. Oh, genial, ese ceo fruncido no presagiaba nada bueno.

    Qu tanto me ves? . Pregunt nerviosa, esa mirada intensa me pona los pelos de punta. Honestamente, me daba ganas de salir huyendo. Alejarme de la intensidad que se formaba entre los dos, y en la que saba que saldra lastimada. Aun as me qued, porque no haba manera de dejar esa sensacin de querer algo, de sentir que vives al mximo.

    Toda una vida llena de reglas y normas, de buen comportamiento, me haban llevado a vivir mi vida de manera segura, y de alguna manera, aunque no lo quisiera admitir...tambin aburrida. No haba nada memorable en todos aquellos aos escolares. Nada. Y de cierta forma era pattico.

    Tantos aos estando metida en el estudio y concentrada en obtener mi ttulo universitario me haba hecho perderme muchas cosas y experiencias. Y aunque haba sido mi decisin, no poda evitar lamentarme.

    Y ahora estaba en un momento dnde me pregunta temerosa: qu pasara ahora? Cmo vivira ahora? Tendra siquiera el valor de atreverme a vivir?

    Supongo que era egosta y estpida a la vez, porque aunque era ms que seguro que saliera lastimada por seguir al lado de Rafiq, no quera dejarlo. Me negaba a dejar pasar esta experiencia. Necesitaba recordarlo, recordar que todo lo malo pasa, y que al final quedarn buenos recuerdos. Podr contarles a mis nietos de aquella poca donde conoc a un hombre malo y que me haca sentir que viva al mximo, un hombre que de la manera jodida e incorrecta, era lo que necesitaba para comenzar a vivir. Me gustara poder aconsejarlos sabiendo lo que se siente vivir esto. Poder entenderlos cuando sea vieja y los hijos o nietos me saquen canas verdes cuando pasen a travs de la adolescencia.

    Eres un desastre. La voz de Rafiq me sac de mis ensoaciones de forma brusca.

    Perdn?. Exig sorprendida.

    S, probablemente era un desastre. Senta marcadas las lneas de la almohada en la mitad de mi rostro y mi cabello enredado, adems de mis ojos un poco

  • hinchados, pero al menos l podra tener la decencia de no mencionarlo y guardrselo para s mismo.

    Bueno, probablemente exageraba.

    Las mujeres pedamos honestidad, pero aunque fuera una honestidad brutalmente dolorosa, era lo mejor.

    Y s...probablemente estaba tratando de justificarlo.

    Oh, vamos...tan solo coment que no me vea bien. No era para tanto, O s?

    Tan solo digo que cuando despiertas, luces un poco espantosa.

    Espantosa? Demonios, eso s es tener poco tacto.

    No, ms bien eso es ser...cruel.

    Si no te gusta cmo luzco entonces puedes largarte en cualquier momentoexclam molesta.

    Una voz en mi cabeza se burl de m al recordarme que era su casa en la que nos encontrbamos. Pero eso no me importaba en absoluto, su sinceridad me haba causado molestia. Me haba dolido.

    Est bien, s lo que cualquiera pensara de m: Quin entiende a las mujeres? Piden sinceridad, pero cuando escuchan algo que no quiere o no les gusta, se molestan. S, era ilgico. Pero alguien alguna vez dijo que la verdad no peca pero s incomoda.

    Y precisamente me senta incmodamente avergonzada, porque l luca tremendamente bueno y atractivo al despertar despus de dormir, con su cabello despeinado y luciendo relajado, como si nada en el mundo pudiera perturbarlo.

    A alguien a quien no le importas se largara sin decir nada al ver los defectos que tienes. Quienes se quedan a pesar de todo, es por algo importanteaclar sonriendo de lado y provocando mariposas en mi estmago, como podra expresarse cursimente. As que me quedar, gracias.

    Eso era... alguna declaracin de que le importaba?

    Creo que ese fue otro error por mi parte, asumir intilmente llevada por la esperanza y la ilusin. Ver cosas donde no las hay. Ver lo que quera y no lo que realmente haba. Ojal pudiera haberlo sabido. Despus de todo no le importaba en absoluto que me estuviera enamorando de l, tan solo lo ignoraba.

    *****

    Unas horas despus todo volvi a la normalidad, relativamente. No estaba segura de que Rafiq hiciera algo normal alguna vez.

  • Tena hambre? Saldra a algn restaurante caro y elegante. O simplemente ordenara a domicilio.

    Quera comprar algo? Sencillamente lo buscara en internet y lo comprara en un segundo.

    Tena algn problema en el trabajo que resolver? No haba nada ms sencillo que hacer un video llamada y resolver todo en cuestin de minutos.

    En ese momento nos encontrbamos comiendo en el comedor, mientras l atenda una llamada. Ya haba hecho unas cuantas compras por internet en tiempo record. Cmo era capaz de tomar todo tan a la ligera?

    Cuando finalmente colg sigui comiendo en silencio. Ninguno de los dos hablaba. Ni siquiera me miraba.

    As que trabajo? . Finalmente pregunt.

    Aj.

    Ms silencio.

    Te gusta lo que haces? . Segu intentando.

    Es lo que mi padre dej, tengo que hacerlo.

    Pero, te gusta?

    Solt sus cubiertos y finalmente me observ: No puedo quejarme por algo que me da el dinero y el poder que quiero. No puedo quejarme por atender algo que mi padre quera. Por lo tanto, no podra ser malagradecido como para que no me guste lo que hago.

    Tragu duramente.

    Est bienmi voz era de repente pequea.

    La comida acab en lo que me pareci una eternidad.

    Cuando todo estuvo recogido gir en direccin a la habitacin en la que estaba mi equipaje. Llam a un taxi y tom las cosas.

    Saba que Rafiq no era muy comunicador, pero no soportara pasar el rato con l en silencio y distrado, ignorando por completo m existencia, claro, excepto cuando deseaba m cuerpo, entonces s me daba por completo su atencin.

    A dnde crees que vas? . Pregunt a mis espaldas con voz furiosa.

    Negu con la cabeza y me negu a mirarlo. No poda hacerlo si quera irme.

    Tengo cosas que hacer.

  • Pueden esperardijo simplemente.

    Esperar, realmente lo crea?

    No pueden esperar ms, ya llevo dos das de retraso para hacerlas.

    Pero ests conmigo.

    Quera rer, enserio?

    Rafiq me sorprenda, en un momento era un hombre de negocios cruel y brutalmente fro, pero en un segundo poda cambiar ser casi un nio caprichoso y necesitado. Por qu?

    Quin era Rafiq?

    Qu ocultaba detrs de esa actitud tan cruel y seria?

    Qu secreto ocultaban sus ojos?

    Qu haba vivido para ser as?

    Necesitaba saber, pero era ms que obvio que l no hablara.

    Rafiq, no puedo dejar todo de buenas a primeras solo porque t ests disponible para darme una parte de tu tiempo.

    l apret sus labios por unos segundos y despus tom las maletas para comenzar a bajarlas. Segu sus pasos hasta la entrada.

    Bien, ve a hacer tus cosas importantes. No te quito ms tu tiempo.

    Qu rayos le ocurra?

    Guardamos silencio.

    El taxi est por llegarfinalmente me anim a decir algo.