elcolordelacultura...2015/07/03  · villanueva, luis a. de villena y elena vozmediano el cultural...

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EL CULTURAL 1 E. Venta conjunta e inseparable con El Mundo, y en librerías especializadas EEUU, el nuevo plató del cine español Pensadores y artistas debaten si el eje izquierda/derecha sigue hoy dividiendo al mundo de la creación El color de la cultura Exposiciones Cuaderno de verano Frinje vuelve el teatro experimental 3-9 de julio de 2015 www.elcultural.es

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  • EL CULTURAL1E. Venta conjunta e inseparable con El Mundo, y en librerías especializadas

    EEUU, el nuevo plató delcine español

    Pensadores y artistas debaten si el eje izquierda/derechasigue hoy dividiendo al mundo de la creación

    El color de la cultura

    ExposicionesCuaderno de verano

    Frinjevuelve el teatro

    experimental

    3-9 de julio de 2015 www.elcultural.es

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    P R I M E R A P A L A B R A

    “No puedes ser ama-do por todo elmundo pero yo he

    demostrado que sí se puedeser odiado por casi todos”, dijoJohn Lydon a Ulises Fuenteen una espléndida entrevis-ta. Líder de los Sex Pistols,filósofo de pitiminí, músico dela provocación, enemigo pú-blico número uno del ordensocial reinante en el ReinoUnido, el músico punk britá-nico acaba de publicar una au-tobiografía, La ira es energía,que he leído con interés perosin asombro. Instalado en lacontracultura, asfixiado porla prepotencia de MargarethThatcher, motejado comoJohnny Rotten, Juanito Po-drido por su suciedad dental,Lydon asegura que “viene dela basura”, es decir, de la in-migración irlandesa y que can-ta con ira y con soberbia por-que lo que de verdad le gustaes provocar.

    La ira es energía no tienedesperdicio. Apenas hay hue-llas artificiales en la literaturade John Lydon. Todo es sus-tancia. Ha volcado la realidadde su vida. Y da pena. Vomi-

    ta lo que piensa con esponta-neidad y de forma tan descar-nada que estremece. Lydondesprecia a casi todos sus com-pañeros y a los ídolos de lanueva juventud británica. Enmedio de la carnicería de laspalabras, se instala en el post-punk porque no cree ya ennada ni siquiera en su obra y sejustifica en su niñez amargay en una adolescencia vividaen la puta calle, y canalla. Te-ñido el pelo de color verde, ex-hibía en su camiseta un I hate(yo odio) que resumía su ac-titud ante la vida y eso le con-virtió en vocalista de Sex Pis-tols hasta que tarifó con labanda y se convirtió en unaroca solitaria y agreste. No leha ido mal. Su indiscutible ta-lento se ha impuesto. No teníaéxito por la banda. Al revés.La banda lo tenía por él. Lacalidad de John Lydon siem-pre estuvo por encima de losque le rodeaban. El tiempole ha dado la razón. El líder delpunk es el que ha sobrevivido.

    A sus partidarios, que lostiene, que los pierde, pero quea veces son multitud, les lan-zó su consigna más agresiva:

    Disfruta o muere, a la manera deun patria o muerte del castris-mo que se envanecía al otrolado del océano. Odia Lydonla mentira. También la fanta-sía. Su libro La ira es energíaestá escrito con un grave acen-to de verdad. Desde su Here’sthe Sex Pistols hasta su This isPil, pasando por la provocado-ra God Save the Queen, en la queabofeteaba a la Reina IsabelII, John Lydon ha manteni-do sin decadencia la más en-cendida vanguardia musical.Jinete del potro más avanzadonadie ha podido desarzonarlo.

    Roza ya el adalid del punklos 60 años y no puede lucharcon la edad aunque lo inten-ta disfrazándose de joven.Sabe que muy pronto le em-balsamarán. Su libro La ira esenergía tiene ya más sombrasdecadentes que luces de ju-ventud. El ídolo cae genufle-xo ante un tiempo que le su-pera y consume. Sabe que suarte se ha hecho irremedia-blemente viejo y pelea bra-vamente contra lo imposible.Nada más fugaz que el éxitoen la música de vanguardia.

    Desde la soledad sonora de

    su música, a la que no se pue-de negar aliento y calidad,John Lydon se considera lejosde la muerte y pretende vivirla ancianidad como una se-gunda juventud. No lo va aconseguir pero gastará sus úl-timas energías, y hace bien, enno desaparecer del mapa de laprovocación. Dedica su des-piadada palabra a agigantar losrebuznos de sus competido-res, tal vez porque prefiere, enefecto, que le odien casi todosa que le olviden. Creció él enel odio y en el odio será se-pultado.

    Libro aleccionador, en fin,porque no narra la vida de uncaso aislado. Con mayor o peorfortuna en el éxito, una buenaparte de los cantantes de van-guardia, encumbrados y de-rrotados en las últimas déca-das, podrían firmar laautobiografía de John Lydon.El profeta del punk le ha di-cho a Ulises Fuente que amala vida, que la sigue amandoy que se ha dado cuenta deque él mismo es su peor ene-migo. Habrá que reconocerque en eso al menos tienetoda la razón. ●

    Odiado por casi todos

    L U I S M A R Í A A N S O Nde la Real Academia Española

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    PORTADAIlustración de Ajubel.

    Plataforma digital de información y cultura en español

    EL CULTURAL, Revista de Occidente, El Imparcial, Circunstancia,

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    Edita Prensa Europea S.L.Avenida de San Luis, 25

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    Director de publicidad:Carlos Piccioni (tel.: 91 443 55 52)[email protected]

    EL CULTURAL se vende conjuntamentecon el diario EL MUNDO.

    Imprime Calprint. Dpto. legal: M-4591-2012

    Críticos: Juan Avilés, Rafael Banús, ÁngelBasanta, J.M. Benítez Ariza, Túa Blesa, Ernesto

    Calabuig, Pilar Castro, José Luis Clemente,Antonio Colinas, Jacinta Cremades, Enrique

    Encabo, Ramón Esparza, Laura Fernández, MiguelFernández-Cid, Carlos F. Heredero, Cecilia Frías,

    J. Andrés-Gallego, Pilar G. Mouton, David G.Torres, Álvaro Guibert, Germán Gullón, J. A.Gurpegui, Abel H. Pozuelo, Javier Hontoria,

    F. J. Irazoki, Inmaculada E. Maluenda, JoaquínMarco, Jacobo Muñoz, Nadal Suau, Rafael

    Narbona, Mariano Navarro, R. Núñez Florencio,José Mª Parreño, J. L. Pérez de Arteaga, Román

    Piña, Arturo Reverter, Carlos Reviriego, LuisRibot, Víctor del Rio, Ascensión Rivas, Carlos

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    Sanz Villanueva, Pedro Tedde de Lorca, J.M.Velázquez-Gaztelu, Lourdes Ventura, J. VidalOliveras, Rocío de la Villa, Javier Villán, Darío

    Villanueva, Luis A. de Villena y Elena Vozmediano

    EL CULTURALPresidente

    Luis María Anson

    DirectoraBlanca Berasátegui

    Jefes de RedacciónNuria Azancot, Javier López Rejas

    Jefas de SecciónPaula Achiaga, Bea Espejo

    RedacciónDaniel Arjona, Fernando Díaz de Quijano,

    Alberto Gordo, Alberto Ojeda, Rubén Vique

    3. PRIMERA PALABRAOdiado por casi todos, POR LUIS MARÍA ANSON

    EN PORTADA

    8. El color de la cultura. Los creadores opinan

    LETRAS

    14. El libro de la semana. Gordon Corrigan: Waterloo,POR LUIS RIBOT

    16. Juan Gracia Armendáriz. La pecera, POR NADAL SUAU17. F. Martínez López. Tu nombre..., POR SANZ VILLANUEVA17. Daniel Ruiz García. Todo está bien, POR J.NIETO JURADO18. C. Guelbenfein. Contigo en la distancia, POR E. CALABUIG18. J. Echenoz. Capricho de la reina, POR J. CREMADES19. Coetzee. El buen relato, POR RAFAEL NARBONA20. Ledo Ivo. Relámpago, POR FRANCISCO JAVIER IRAZOKI20. Juan Carlos Mestre. Historia natural de la felici-dad, POR F. J. IRAZOKI21. L. Bock. La nueva fórmula del trabajo, POR B.SARABIA22. Zarzalejos. Mañana será tarde, POR R. NÚÑEZ FLORENCIO23. VV.AA. Reiventar la empresa..., POR MIGUEL CANO24. N.Turok. El universo está..., POR PABLO FRANCESCUTTI25. Infantil y juvenil, POR CECILIA FRÍAS26. Libros más vendidos27. MÍNIMA MOLESTIA, POR IGNACIO ECHEVARRÍA.

    ARTE

    28. Alejandro Cesarco: esos libros imaginarios, PORROCÍO DE LA VILLA

    30. Christian García Bello y la poética del objeto, PORELENA VOZMEDIANO

    31. Kiko Pérez: esa pintura, POR BEA ESPEJO32. Cuaderno de verano, POR B. E.

    ESCENARIOS

    36. El fogón del teatro experimental, POR ALBERTO OJEDA38. Carmen Cortés replica a Cervantes, POR E. MATAMOROS40. Entre Wagner, Elgar y Verdi, POR ARTURO REVERTER41. Dylan o la creación mutante, POR CARLOS REVIRIEGO

    CINE

    42 EEUU, el plató del talento español, POR JUAN SARDÁ44. Gondry, nosotros y yo, POR C. REVIRIEGO

    CIENCIA

    46. Vacunas y contravacunas, POR J. A. LÓPEZ GUERRERO

    48. INTELIGENCIA AJENA, POR GONZALO TORNÉ

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    50. ESTO ES LO ÚLTIMO

    Ignacio Martínez de Pisón

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  • Lejos de los hombres

    EMMA WATSON

    JUAN ANTONIO BAYONA

    DAKOTA JOHNSON

    JUAN ANTONIO VIGAR

    VIGGO MORTENSEN

    L A P A P E L E R A

    J U A N P A L O M O

    Captura este código para opinaren el blog de Juan Palomo

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    Alegra comprobar que el músico Ariel Rotestá promoviendo la reivindicación de lafigura del rockero Moris, cuyo legado vaquedando lejano y corre el riesgo deperderse. Moris fue (y sigue siendo) unrocker argentino extraviado en el Madridde los 70 que hizo literatura de esquina,sociología de fotomatón y poesía trans-atlántica sobre el tiempo que uno pierde–o gana– en los andenes del metro. Alguienque se pateó las calles, guitarra en ban-dolera, con los zapatos lustrados de Mem-phis y corazón de tango para taqui-grafiaren servilletas sus tres minutos de gloria ysu fiebre de vivir, que así tituló su mejorálbum. Todo para arrojarnos su verdadurgente y proletaria: la ciudad no tiene fin.Moris pronunció aceras y deletreó semá-foros, respiró amaneceres rojos de Azca,rectificó Manzanares. La primera vez quevisitamos la Castellana, de niños, fue abordo de una canción de Moris. Madrid hasido una ciudad maldita, vilipendiada porpoetas y concejales que solo han acertadoa ver en ella una gigantesca máquinatragaperras, o bien el cementerio de másde un millón de cadáveres (según lasúltimas estadísticas), en los insomnios deposguerra de Dámaso Alonso. Moris, por elcontrario, amó la sucia belleza madrileñacon ardor porteño, la quiso de verdad, lasacó sensual en sus versos y ella, quizá porcoquetería popular, aceptó posar para él.El rock es poesía eléctrica. El estallido solarde las primeras veces. En Güeros, lahermosísima opera prima del directormexicano Alonso Ruizpalacios, se fantaseacon la idea de localizar a un músicodesaparecido, un tal Epigmenio Cruz, «elhombre que hizo llorar a Bob Dylan».Aceptada esta premisa, Moris sería elmúsico capaz de emocionar al mismoEpigmenio con sus nocturnos de Princesay su alta temperatura emocional.Impulsado por una tensión que no decaecon los años. Una cebra se pasea entrepianos en llamas.

    V É R T I G O S

    MorisE L O Y T I Z Ó N

    C UENTA 140 POES ÍA | CALENTAMIENTO GLOBALEL MICRORRELATO GANADOR DE ESTA SEMANA EN LA WEB

    En su añoranza, / el hombre volvió a pintar /

    ciervos en las paredes de las cuevas.

    FRANTIC (206)

    Resiste todos: los mediáticos y los exquisitos. Hablo de los focos y deVViiggggoo MMoorrtteennsseenn,, que lo mismo se viste de Aragorn en un bañode masas que de capitán danés en la Patagonia para una película defestival. El compromiso y la profesionalidad de Mortensen con aque-llo que hace es de chapeau. Aparte de tener un talento que conven-ce a cineastas tan dispares como DDaavviidd CCrroonneennbbeerrgg o LLiissaannddrroo AAlloonn--ssoo. En otoño llegará a España Lejos de los hombres, filme producido yprotagonizado por él, que adapta un relato de AAllbbeerrtt CCaammuuss paraconvertirlo en un western sobre la Guerra de Argelia. Tema tabúaún en Francia. Y no les extrañe si pronto le vemos detrás de la cámara.

    Los culturetas, que ya tenemos ministro, nos vamos enterando delos daños colaterales de algunos pactos. En Málaga se “extingue”,a finalesdeaño,el InstitutoMunicipaldelLibro,quedirigíadesde2004AAllffrreeddooTTaajjáánn,, desencadenandounaluddeadhesionesycondenas (yasaben: arden las redes). Escasez de medios, dicen, aunque Taján re-cibía el 60% de los 67.000 euros del presupuesto También se fusio-nan el Teatro Cervantes y el Festival de Cine, pero no se sabe quiénqueda al mando, si la directora del Cervantes, CChhaarroo EEmmaa o el direc-tordelcertamen, JJuuaannAAnnttoonniiooVViiggaarr.. UnterremotoenlaCostadelSol.

    Veo que los directores de cine se pasan a la cerveza. Qué digo, a lapublicidad cervecera. Ya habrán visto la calidad de los anuncios dedos marcas de birras como San Miguel y Estrella Damm. El primerolo firma JJuuaann AAnnttoonniioo BBaayyoonnaa bajo el título Lo mejor está por llegar y eságil, directo y muy visual. El segundo, Vale, de AAmmeennáábbaarr es más na-rrativo. De hecho es un corto con DDaakkoottaa JJoohhnnssoonn,, NNaattaalliiaa TTeemmaa yQQuuiimmGGuuttiiéérrrreezz.Porcierto,muybuenasvibracionesantesuestrenodeRegression, a finales del verano, con EEmmmmaa WWaattssoonn y EEtthhaann HHaawwkkee.

    Terminó el desenfadado programa This is opera de RRaammóónn GGeenneerr.El reclamo catódico funcionó de maravilla en la televisión catala-na y en TVE se ha movido en una horquilla de 400 y 500 mil espec-tadores cada domingo. Ojo al clásico: Sepa quien para el público trabaja/que tal vez a la plebe culpa en vano; / pues si en dándole paja, come paja/ siem-pre que le dan grano, come grano. El canal público le dará cancha denuevo en septiembre. ●

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  • E N P O R T A D A

    Gato blanco, gato negro... ¿lo importante es que cace ratones? Un azar en los

    primeros días de la Revolución Francesa, cuando los delegados partidarios de

    acatar el veto real se sentaron a la derecha y los contrarios a la izquierda, dio

    nombre a la división ideológica crucial que ha dotado de sentido a la política

    de los últimos dos siglos. ¿Y la cultura? Ignacio Echevarría se preguntaba

    hace dos semanas en estas páginas “si la polaridad derecha/izquierda tiene

    validez en el ámbito de la cultura”. La respuesta del crítico, lejos de cerrar

    la cuestión, nos daba pie para abrir un debate que, aunque viejo, sigue

    siendo apasionante y complejo. El Cultural ha invitado a entrar al

    terreno de juego a creadores y pensadores diversos, algunos de los

    cuales han preferido no participar, pese a conocer las reglas:

    libertad absoluta. Otros sí, como Javier Gomá, Guillermo

    Solana, Eduardo Gil Bera, Miguel del Arco, César Antonio

    Molina, Eloy Fernández Porta, Javier Duero, Dora García,

    Germán Cano, Ignacio García-May, Isabel Coixet,

    Paloma Pedrero y Enrique Salaberría.

    El colorde la cultura

    ¿Tiene sentido hoy día hablar de izquierda y derecha?¿Condiciona la actividad de nuestros creadores?

    8 E L C U L T U R A L 3 - 7 - 2 0 1 5

    AJUB

    EL

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    Naturalmente, los conceptos –derecha,izquierda, cultura– y las magnitudestemporales –dos siglos, medio siglo– seusan aquí de forma muy esquemática parafavorecer la claridad de la tesis principal. Yla tesis dice así: la cultura ha sido deizquierdas durante dos siglos, pero dejó deserlo hace casi medio siglo, sin que estosignifique, sin embargo, que haya venido aser de derechas.

    Para la cosmovisión antigua, el hombrepuede llegar a ser el centro del mundo,pero, en último término, es sólo una partedentro de un todo mayor (el cosmos)que lo trasciende. Durante milenios, lacultura premoderna, alzándose por encimade lo humano, celebró la majestuosidadtrascendente del cosmos. Esta cosmovisiónmilenaria perdió vigencia a consecuenciadel advenimiento de la modernidad,proceso que empezó a gestarse lentamentedurante el Renacimiento y que culminócon la Ilustración y el Romanticismo. El yo ilustrado-romántico,consciente de su dignidad incondicional, ya no se comprende así mismo como parte de un todo superior, sino que, emancipadode éste, se constituye en una nueva totalidad autónoma:nace el sujeto moderno. El estatus de derechos y deberesinherentes a su antigua posición en el cosmos, asumidosdurante tanto tiempo de forma natural y positiva, son ahorasentidos como opresiones intolerables a la dignidad de ese yoindependiente, que, enamorado de su libertad, repudia lasviejas servidumbres.

    En su pugna contra las opresiones tradicionales, el yomoderno encuentra un aliado eficacísimo en la cultura. Se valeprincipalmente de tres de sus resortes: la filosofía crítica (desdeel siglo XVIII la filosofía sospecha de los relatos míticos-religiosos que legitimaban la obediencia en el régimenanterior), la transgresión moral (que nos recuerda que cualquierley jurídica o costumbre es convención humana y, en conse-cuencia, relativa, revisable y mudable) y la experimentaciónincesante y radical de las vanguardias (donde la libertad delartista se lleva hasta el colmo). Frente a una derecha que porfía

    por mantener el orden establecido,resistente al progreso moral, la cultura eneste tiempo colabora con el yo modernopara ampliar la esfera de la libertadindividual. Por eso la cultura de liberaciónsubjetiva, en su corriente mayoritaria, fuede izquierdas en estos dos siglos.

    La segunda parte de la tesis dice:pero la cultura dejó de ser de izquier-das hace casi medio siglo. Como argumentomás extensamente en mi Ejemplaridadpública, la esfera de la libertad individualalcanzó su máxima expansión posible enlos años sesenta y setenta del siglo XX y, enconsecuencia, la cultura de izquierdas–liberatoria, crítica y transgresora– harendido ya la totalidad de los frutosesperables. La cuestión palpitante,la tarea moral pendiente hoy, no es serlibres sino ser-libres-juntos, no tanto laatención a la vivencia subjetiva como el

    establecimiento de las bases que hagan posible la armoniosaconvivencia intersubjetiva. No ampliar aún más la esfera de lalibertad contra la tradición sino arbitrar nuevas reglas filosóficas,morales y estéticas que nos ayuden a disciplinar esa esferaya ampliada y fundar una tradición propia a la altura denuestro tiempo.

    Siempre la cultura ha sido compañera de la civilización.Primero celebró el mundo, luego ayudó a la liberación subjetivay ahora debe poner todos sus poderosos recursos a contribuciónpara presentar bajo una luz atractiva los gravámenes que soninherentes a una civilizada vida en común. Ya no será cultura deizquierdas, porque la tarea consiste en instituir reglas quelimiten la libertad conquistada. Pero tampoco de derechas,porque no recuperará las antiguas reglas presubjetivas sino queinventará otras de naturaleza intersubjetiva. La mayoría defilósofos, poetas, artistas y creadores actuales no parecenhaberse hecho cargo de este nuevo estadio de la cultura que seinicia, y repiten, con sobrada monotonía, los lugares comunesdel paradigma de la liberación. Pero el proceso ya está enmarcha y es imparable. ■

    Ser-libres-juntosJavier Gomá_Filósofo

    La cuestión palpitante,la tarea moral pendientehoy, no es ser libres sino

    ser-libres-juntos, no tantola atención a la vivencia

    subjetiva como el estableci-miento de las bases que

    hagan posible la armoniosacon-vivencia

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    La dicotomía izquierda-derecha en relacióna la cultura ha estado definida por marcosideológicos hasta hace muy poco tiempo. Laderecha neoliberal considera al mercado librecomo el mejor sistema para democratizar ygarantizar el acceso a la cultura, en mi opinión una absolutaaberración al tratarse de un sector cuyos bienes generan unvalor simbólico, patrimonial, educativo y social. La producciónartística desde la derecha se asume que debe ser mayoritaria-mente financiada desde lo privado y desde la izquierda seconsidera que debe hacerse desde las administracionespúblicas. Ahora nos encontramos en un momento interesanteen el que el espectro de lo “cultural” se va abrir, transforman-do un sector que algunos denominan “industrias”, en unasuerte de comunidad muy orgánica y participada. ■

    Javier Duero_Comisario y gestor cultural

    Valor simbólico,educativo y social

    Cuando un artista crea un personaje puedeasignarle rasgos tales como la manera devestir, la sexualidad o el nivel de ingresos, yponerlo en situaciones poderosas, subalternas oambiguas. Al describirlas puede poner el énfasisen una cualidad intrínseca al personaje o en un proceso desocialización que orienta su comportamiento.

    Si en la construcción del personaje el estatus, las situacionesde subalternidad y la presiones sociales aparecen como los ele-mentos de caracterización más distintivos, se dice que el artistaes “de izquierdas”. Quien lo dice supone que la capacidad cog-nitiva del artista (lo que es capaz de ver) y su habilidad técnica(lo que sabe describir) están necesariamente relacionadas conuna adscripción ideológica –y que “desde el lado derecho” lasjerarquías son invisibles y, las fuerzas sociales, indescriptibles. Yse equivoca, como quien cree que sus artistas norteamericanosfavoritos deben votar demócrata. Los talentos se construyen demaneras muy diversas, y no hay razón para suponer que laslecturas de teoría política sean su fuente primordial, ni laspreferencias electorales un indicador fiable de sus resultados. ■

    Eloy Fernández Porta_ Escritor

    Arte e ideología:una relación equívoca

    E N P O R T A D A

    En España, el debate en los medios (yen la calle) sobre la relación de laCultura con la Izquierda política se suelereferir a las declaraciones de algunosactores o cantantes populares, a lacuestión de si esos actores o cantantes semueven por altruismo o por interés y si elgobierno de turno los trata mejor o peor en función de sussimpatías. Me parece que este tipo de planteamiento distorsionay trivializa completamente el debate. En primer lugar, porquereduce la Cultura al Espectáculo y aún peor, al star-system de laIndustria del Espectáculo. En segundo lugar, porque identificala relación entre Cultura y Política con la elección de votocoyuntural de este o aquel famoso. En la práctica, el debate seconvierte en puro cotilleo, o como se dice ahora, puro famoseo.

    Para mí, uno de los grandes valores propios de la Izquierdaeuropea desde la Ilustración consiste en la concepción del accesoa la Cultura como un derecho universal y no como un privilegioreservado a unos pocos por su nacimiento, formación o clase

    social. Fue una conquistahistórica de la Izquierda el queese derecho se incorporase a laDeclaración Universal de losDerechos Humanos (art. 27:“Toda persona tiene derechoa tomar parte libremente en lavida cultural de la comunidad,a gozar de las artes…”).Nuestra Constitución avanzó

    un paso más allá al establecer: “Los poderes públicos promove-rán y tutelarán el acceso a la cultura, a la que todos tienenderecho”. (art. 44.1). Hoy día la Izquierda debe centrarse enexigir el cumplimiento efectivo de ese derecho con los mediosmateriales necesarios: desde los presupuestos de las administra-ciones públicas hasta las medidas fiscales adecuadas.

    Pero debemos a la Izquierda democrática (a la izquierda NOTOTALITARIA) otra aportación característica en relación conla Cultura. Junto al concepto de la Cultura como patrimoniouniversal, la Izquierda democrática ha defendido desde laIlustración el valor de la Cultura como conciencia crítica. Paramí, una genuina posición de Izquierda democrática no se limitaa exigir el acceso universal a la Cultura como patrimonio, sinoque promueve la Cultura como conciencia crítica que permite alos ciudadanos cuestionar todas las instituciones existentes. ■

    Guillermo Solana_Director artístico del Museo Thyssen-Bornemisza

    La cultura comoconciencia crítica

    Una genuina posiciónde izquierda democráti-ca promueve la culturacomo conciencia críticaque permite cuestionar

    las instituciones

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    Contestar a la pregunta de si los ejes izquierda-derecha siguen teniendo validez exige atendera la peculiar coyuntura histórica española surgidadesde el Régimen del 1978 y su papel de bloqueo.Solo desde aquí y, teniendo presente las novedosastransformaciones culturales y sociales introducidas desde los setenta,apreciamos en qué medida dichos polos han perdido gran parte desu poder a la hora de orientar la práctica política de nuestro tiempo.¿Debemos dejarlos de lado? No, pero es preciso hacer el esfuerzo dearrojar luz sobre las tensiones previas a estos marcos tradicionales. Loque se des-cubre en el paisaje emergente tras la batalla entreIzquierda y Derecha en el siglo veinte es una inédita orografía cul-tural, des-igual en cuanto a su ritmo histórico, abrupta por sus ambi-valencias y monstruosa por sus extrañas hibridaciones (el fascismo esun ejemplo). Solo en este complejo terreno es posible una po-líticacultural e institucional a la altura de estas complejidades. ■

    Germán Cano_Filósofo

    Una inéditaorografía cultural

    E l artículo de Echevarría presentatres banderines didácticos. Uno,en su calificación de tener muy pocode izquierdista referida a la denomina-da farándula izquierdista, a la que tienepor mera simpatizante y pataleadora, osea de izquierdismo epidérmico einfantiloide; otro, en su aseveración de que el campo debatalla tiene un trazado ilusorio a causa de la maldad de laderecha y la ingenuidad de la izquierda; y el tercero y másostentoso, en su negación de la hegemonía cultural de laizquierda, donde insinúa su desiderátum de izquierdaauténtica más allá de la realmente pataleante. De hecho,son los puntos donde da la razón a Anson, aunque sea malgrélui, porque es preciso comprender que su propósito esproclamar su propia ortodoxia, como el juez foucoltiano quejuzga para hacer patente su propia inocencia.

    En el ámbito cultural, la polaridad izquierda-derecha notiene ninguna validez para juzgar una obra. En realidad, lapretendida polaridadse refiere a la opiniónde un artista ointelectual, tanto da,sobre la conductagubernamental y lamejora de la moralpública. Esa perorata,pataleo, columna omanifiesto en funcióndel gobierno entrante o saliente, del que hubo o del quehabría, y sus expectativas clientelares, es una muestra sinvalor desde el punto de vista cultural. No es más que la venapredicadora y mejoradora del mundo que se supone y, enefecto, no tarda en aflorar en el personaje de cultura al quese supone emisor profesional de deseos piadosos comosustituto del viejo clero.

    No existen valores universales de la cultura, en realidadson los mismos que los de las viejas religiones. Tampocoexiste una malvada indiferencia institucionalizada ante lacultura, la pretensión de institucionalizar su adoración esjustamente por donde más asoma la patita de la religiosidadvergonzante. Quizá sea razonable que cultura y deportevayan juntas y se rijan por parecidos criterios, como en lasconcejalías pueblerinas. ■

    Eduardo Gil Bera_Escritor

    Esa polaridad notiene ya validez

    No existen valoresuniversales de la cultura,

    en realidad son los mismosque los de las viejas religio-nes.Tampoco una malvadaindiferencia institucional

    Empiezo a lo bruto: recuerdo unas palabras deBertrand Russell en las que decía que las ideasdel nacionalsocialismo (los nazis) no sólo eranmoralmente condenables, eran sobre todo remata-damente idiotas. No, no creo que la práctica artísticao intelectual sea de izquierdas o de derechas. Pero ocurre quecuando uno lee unos libros, piensa un poco, favorece el debate yconstruye una posición crítica, pues el ideario de la derecha se leaparece como rematadamente idiota. Arendt, Joyce, Kafka,Sontag… ¿eran de izquierdas o de derechas? no podemos afirmarque fueran de izquierdas; pero podemos afirmar categóricamenteque NO eran de derechas.

    Además, en España lo que se llama derecha es una casposísimacombinación de nacional catolicismo, caciquismo, carlismo,franquismo, fascismo… vamos, que hay derechas y derechonas. Esdifícil ser inteligente (es decir, comprender estructuras complejas) eidentificarse con eso. Creo que el papel de las instituciones públicases servir a todos los ciudadanos, favorecer el debate, la crítica, elpensamiento y alejarse de toda sombra de autoritarismo. ■

    Dora García_Artista

    Servir a todos los ciudadanosy favorecer el debate

    C U L T U R A , I Z Q U I E R D A Y D E R E C H A

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  • La misdirection es una estrategia usada en lamagia escénica para confundir la mirada delespectador e impedir que adivine el mecanismosobre el cual se articula el juego. También se usamucho en política: un clásico es poner a la gentea debatir sobre si la cultura es de derechas o de izquierdas. Siaceptas, ya te la han clavado; porque el truco está en que, elijauno la respuesta que elija, lo que nunca llega a cuestionar es laidea misma de cultura, que en su acepción más extendida esuna de las estafas conceptuales más grandes del siglo XX. Lacultura, es decir, la utilización de las artes como forma volunta-ria y consciente de difusión ideológica, es una parte esencial dela propaganda. Sin embargo hemos construido un tótem entorno a eso. Preguntémonos por qué todas las dictaduras delsigo pasado le han dado tanta importancia. ■

    Ignacio García May_Dramaturgo

    Tótem, propaganda,truco, magia escénica

    La cultura es de quien la disfruta, la siente, laadora, la coloca en el centro de su vida, laapoya, la goza, la ama , la vive y la sufre. No sé sies de derechas o izquierdas o centro. Honesta-mente, no lo sé. Y no me importa. Lo que si sées que no pertenece a los que se llenan la boca con ella y lesimporta un pimiento y ésos pueden pertenecer a cualquierpartido. Yo desconfío por igual, tanto de los que desde las institu-ciones, desprecian la cultura , como de los que dicen apreciarla.

    Paradójicamente, en España sobran los centros culturales (ledas una patada a una piedra y te salen casas de cultura a puñados)y falta cultura de la fundamental: la que te convierte enun ser humano con ciertas claves para entender lo que pasa,la que te hace mejor persona,mas magnánimo, mas vivo,menos gritón y menos cafre. ■

    Isabel Coixet_Directora de cine

    Algo que se ama, se disfruta,se adora, se goza y se sufre

    S i la cultura es, y no lo digo yo, que lodice la RAE, el conjunto de conoci-mientos que permite a alguien desarrollarsu juicio crítico, cualquier democracia realdebería fomentar, auspiciar y celebrar quesus ciudadanos fueran cuanto más cultosmejor. No creo que los políticos enEspaña hayan tenido en general el más mínimo interés en queesto sea así. La cultura en este país ha sido para ellos escaparate yentretenimiento cuando no, directamente, una piedra en elzapato. La primera y sangrante prueba de lo que afirmo es suincapacidad a lo largo de estos años para ponerse de acuerdo encuál debería ser el modelo educativo, piedra angular sobre la queedificar la cultura de cualquier país. La educación ha sido para lospolíticos de uno y otro signo fuente de permanente disenso. Suúltimo fracaso, la Ley Wert. Impulsada contra todos, sin la másmínima intención de consensuar una posición común.

    Parece que tras las últimas elecciones municipales/autonómi-cas, los políticos han descubierto, a modo casi de revelación, la

    obligación de dialogar; otra prueba inequívoca de lo pobre denuestra cultura: nuestros representantes políticos han fundamenta-do siempre la perspectiva del buen gobierno en obtener de lasurnas una “amplia mayoría” que les permitiera hacer de su capa unsayo sin la obligación de hablar y escuchar a aquellos que piensande otra manera.Y desde ese pedestal han forjado, a su imagen ysemejanza, la mayoría de los espacios culturales de este país. En elcaso del teatro, enormes y millonarias moles unidas por la caracte-rística común del sobrecoste y la ausencia de contenido o institu-ciones públicas como el CDN que, en palabras de su actualdirector, “destina solo el 30% de su presupuesto a la creación y elresto al mantenimiento de la estructura”.

    La polémica de si la cultura es patrimonio de la izquierda o dela derecha es una perversión más de las campañas electorales, pueses un patrimonio que por definición nos pertenece a todos. Másperversa aún si valoramos el tiempo que, unos y otros, han dedi-cado a explicar sus programas de cultura en las últimas elecciones.Aún están por aparecer políticos interesados en potenciar losespacios de libertad creativa y que no contemplen como un pro-blema que los ciudadanos desarrollemos nuestro juicio crítico y

    podamos expresarlo en libertad.Dicho lo cual, debo añadir que elgobierno del señor Rajoy ha mos-trado a lo largo de esta legislatura undesprecio hacia la cultura sin prece-dentes que nos ha hecho retrocederdramáticamente en lo poco quehabíamos conseguido adelantar. ■

    Miguel del Arco_Director de escena

    Un escaparate,una piedra en el zapato

    En el teatro se hanhecho enormesmoles con una

    característica encomún: el sobrecoste

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    E N P O R T A D A

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  • Es a finales del siglo XIX cuandoFrancia se debate con el asuntoDreyfus. Entonces surge esta denomina-ción, la de intelectual, en apariencia des-pectiva, para identificar a quienes, como elnovelista Émile Zola, defendían denoda-damente la inocencia del militar judío. Ungrupo importante de personas de la Cultura humanística ycientífica, procedentes de todas las ideologías, se agruparon bajoesta causa común y crearon este espacio de contrapoder quedesde entonces han sido los intelectuales.

    Clemenceau en 1898 defendió lo que denominó “estapacífica revuelta del espíritu” mientras que Barrès desde laderecha le respondió acusando a este grupo como “aristócratasdel pensamiento”. A partir de ese instante el término seextenderá universalmente, pero sobrellevará consigo el estigmade elitismo y contrario a lo popular. A la división de poderes deMontesquieu añadiríamos el cuarto que sería la prensa, es decir,la libertad de expresión, según se refirió a ella Edmund Burke.Después de este podría estar el contrapoder de los intelectuales.Aquellas personas que desde su libertad, la experiencia y elprestigio establecen un discurso libre e independiente del poder.El lenguaje de la Cultura expresa a los propios creadores, queson quienes interpretan su entorno y el mundo que les hatocado vivir. La mayor parte de las veces lo hacen al margen deuna ideología concreta.

    La Cultura siempre ha defendido el libre pensamiento y lalibertad de expresión. Hay países que tomaron como esencia desí mismos estos principios y hay otros que fueron más renuentesa este derecho ciudadano, caso de nuestro país. Pensemosquiénes defendían el inmovilismo y quiénes el avance democrá-tico y nos daremos cuenta de por qué en este país la Culturasiempre ha estado más de un lado que de otro. El ejemplo lopodemos resumir en la Constitución de Cádiz. Un texto legalmoderado que apenas duró unos meses. En él se defendía lalibertad de expresión, que en su totalidad no se llegó a reconocerhasta la llegada de nuestra actual democracia. En Inglaterraexiste desde el siglo XVII, en EEUU fue base de su tratado deindependencia y en Francia desde la Revolución Francesa. Enlugares normales la Cultura ha podido desarrollar su lenguaje demanera independiente y, más o menos, en libertad según losperiodos de la historia. Pero en nuestro país no ha sido así. ¿Quéle pasó a Jovellanos, a los ilustrados, a los afrancesados, Larra,Blanco White y tantos y tantos otros durante el siglo XX? ■

    César Antonio Molina_Escritor y director de la Casa del Lector

    Causa comúny contrapoder

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    Treinta años de democracia y ni rastroartístico de lo hecho, y todos han goberna-do, de aquí o de allá. No hay responsables,nunca nadie dentro del sistema exigió en seriouna rendición de cuentas. Este es el contextoen el que se desarrolla nuestra actividad y es el resultado de laconvivencia de la clase política y nuestro sector. La definiríacomo “la destrucción creativa”: se echa a los anteriores ydamos paso a los nuevos. El clientelismo. Los partidospolíticos españoles comparten un gran desprecio por la cultura.Lo demuestra la aplicación del 21% de IVA cultural, a sabien-das de sus estragos. No les servimos para el adoctrinamiento. ■

    Enrique Salaberría_Empresario teatral

    El clientelismoo la destrucción creativa

    Como dice el viejo Aristóteles, uno es lo quehace y no lo que dice. Y ahí nos encontra-mos con contradicciones primordiales entre losartistas que se autonombran de izquierdas.Hacer apología de ideas comprometidas einnovadoras y actuar como un pequeño burgués apegado al solque más calienta es cómodo y tradicional. Cualquier hechoartístico, desde mi punto de vista, ha de portar belleza ycompromiso. Alcanzar, asimismo, los cuatro niveles que brillantambién en lo humano: el intelectual, el sensorial, el emocio-nal y el espiritual. Esto no tiene carácter político, en el sentidosuperficial del término. Esto es una actitud, una forma de ser,pensar y hacer del artista que compone una obra. Para mí, esoconlleva también una mirada transversal a la vida y al pensa-miento. Hay que traspasar de un lado a otro, hay que cruzarpor todos los lugares para luego convertir lo que has visto ovivido en algo artístico. Hay que bajar también muy hondo.Hay que tener, además, un objetivo. Un gran deseo. Para mí esclaro: transformar el dolor en algo que se pueda mirar yescuchar, en algo que nos mejore individual y conjuntamente.Dar voz a los silenciados hasta quedarte sin voz, si es necesario.Y los sin voz son casi siempre gente muy alejada de la riquezamaterial y del poder político. ■

    Paloma Pedrero_Dramaturga

    Lejos de la riquezay el poder

    C U L T U R A , I Z Q U I E R D A Y D E R E C H A

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  • El pasado 18 de junio se cum-plieron 200 años de la batalla deWaterloo, si bien –todo sea di-cho– con bastante indiferenciaporpartede losmediosdenues-tropaísque,una vezmás,mues-tran en este tipo de detalles lapeculiaridad del sentimientoeuropeo de los españoles, puespocas batallas han tenido tantatranscendencia para el devenirde nuestro continente como laque se libró, a unos kilómetrosal sur de Bruselas, aquel día definales de la primavera de 1815.Es de todos conocido que Wa-terloo fue la tumba definitivadel proyecto napoleónico, po-niendofina lacuriosa–yal tiem-po extraordinaria– experienciadel Imperio de los Cien Días:la resurrección del emperadorcon su regreso inesperado de laisla de Elba, el desmorona-miento ante él de la apenas ins-taurada monarquía de LuisXVIII, la interrupción del Con-greso reunidoen Viena,que dis-cutía aún la reordenación deEuropa tras la caída el año ante-rior del formidable corso, y lavuelta a la guerra.

    Paramuchoseuropeos, sobretodo para quienes participaronen la gran coalición que, en dosocasiones, consiguió expulsarledelpoder,Waterlooesunafechadeenormeimportanciay lazonarural en que sucedió la batallaun evidente lugar de la memo-ria, con una significación pare-

    cida a la del recientemente con-memorado desembarco aliadoen Normandía.En ambos casos,los ingleses estuvieron en elbando vencedor, más amplio enla Segunda Guerra Mundial porla incorporación de los EstadosUnidos, y con un cambio de pa-peles entre Francia y Alemania,

    enemigo a batir en un casoy miembro de la coaliciónen el otro. La cuestión noes meramente anecdótica,pues contribuye a explicareldestacadoprotagonismode los británicos en am-bascelebraciones, que res-

    ponde también –en el caso deWaterloo– a la apropiación dela victoria que han hecho confrecuencia en los dos siglostranscurridos, olvidando el pa-pel de otros aliados y especial-mente la contribución decisivadel ejército prusiano al final dela batalla.

    En el mundo editorial espa-ñol dos libros han venido a re-cordarnos la efemérides. El pri-mero de ellos: Waterloo. Laúltima batalla de Napoleón, delhistoriador italiano AlessandroBarbero. El otro, obra del bri-tánico Gordon Corrigan, llevapor título Waterloo. Una nuevahistoria de la batalla y sus ejérci-tos. Dado que el de Barbero esen realidad la segunda ediciónde un libro publicado en 2003y traducido al español al año si-guiente, alqueyadediquéensudía una reseña en estas páginas,centraré mis comentarios sobreel segundo. Gordon Corrigan esun militar ya retirado que ha pu-blicado diversos libros de his-toria militar. El que ahora nospresenta, editado originaria-mente en 2014 y traducido del

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    GORDON CORRIGAN. Trad. de J.M. Parra. La Esfera, 2015. 446 pp., 24’90E

    WATERLOO. LA ÚLTIMA BATALLA DE NAPOLEÓNALESSANDRO BARBERO. Trad. de J.C. Gentile. La Esfera, 2015. 366 pp., 25E

    Corrigan da pruebas en el libro de

    su extraordinario conocimiento

    tanto del ejército como de la his-

    toria militar, sobre todo en los

    aspectos más técnicos

    WaterlooUna nueva historia

    de la batalla y sus ejércitos

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    L I B R O D E L A S E M A N A L E T R A S

    inglés por José Miguel Parra,es un estudio de síntesis, des-tinado a un público no especia-lizado y en cuyo prólogo el au-tor se pregunta si existe en lasestanterías espacio para un nue-vo libro sobre Waterloo, conclu-yendo –y estoy de acuerdo conél– que la batalla y quienes par-ticiparon en ella siguen fasci-nando pese al tiempo transcu-rrido. Lo malo es que, pese alexcesode librosalquealude,ensus escasísimas notas apenascita alguno de ellos, llevandoel afán divulgador hasta tal ex-tremo que, a no ser por la cita-da pregunta, pudiera hacer cre-er que se trata de uno de losprimeros estudios sobre talacontecimiento.

    Corrigan da pruebas en ellibro de su extraordinario co-nocimiento tanto del ejércitocomode lahistoriamilitar, sobretodo en los aspectos más técni-cos que suelen escaparse a losprofanos. Lo mejor son así laspáginasque dedica, en distintoscapítulos, al análisisde lasarmasy el combate en la época de Na-poleón y Wellington, la artille-

    ría, la capacidad de los mosque-tes y fusiles, las complicacio-nes de la carga, las dificultadesde hacer puntería sobre todocon los primeros, la cadencia detiro, el reclutamiento y adiestra-miento militar, las formacionesde combate y toda otra serie decuestiones imprescindiblesparaentender la batalla. Otra cosaes que sus explicaciones nosiempre son lo suficientemen-teclarasyenmuchosmomentos

    se echan de menos algunas re-presentaciones gráficas que hu-bieran ayudado a entenderlas.Algo parecido ocurre con el aná-lisis de la batalla, siempre com-plejo y que habría requerido unmayordesplieguedeelementosvisuales. Su estudio de los man-dos y los soldados muestra asi-mismo un gran conocimiento.

    El libro aporta esencialmen-te eso: las reflexiones de unbuen conocedor de los aspectosmilitares, lo cual no es poco.Todo ello sazonado con unabuena y ágil prosa, ado-bada con un sentido delhumor muy british, sibienenocasionesconto-ques cuarteleros. El res-to, la introducción histó-rica para situar la batallay el análisis del periodonapoleónico resulta algopobre, influido además por esaidea solipsista compartida pormuchos británicos, o ingleses,de que todo puede entendersefijándose únicamente en ellos,que le lleva a ignorar tranquila-mente hechos en los que los in-gleses no participaron –comola batalla de Bailén–, a no inte-resarse por bibliografías ajenas–solo así puede entenderse, porejemplo, que escriba que elnombre de “Pepe Botella” sedebía al gusto del rey José porlas bebidas fuertes, ignorandoque era abstemio–, o a la dis-plicencia con la que se refierea España o lo español en las oca-siones en que no tiene más re-medio que aludir a ellos.

    Baste un ejemplo, en el quemuestra también su sentido delhumor, cuando escribe que enlos meses anteriores a las abdi-caciones de Bayona las tropasfrancesas habían ido apoderán-

    dose de fortalezas y ciudadelasespañolas “por lo general pre-tendiendo ir a reforzar las guar-niciones existentes o, en oca-siones, simplemente esperandohasta la hora de la siesta, la con-sagrada costumbre hispana deirse a dormir durante la mayorparte de la tarde, para penetraren ellas” (p. 48). Siempre me hepreguntado si un libro españolcon una actitud semejante fren-te a los ingleses tendría algunaposibilidad de ser editado enInglaterra.

    El libro de Corrigan –quie-ro repetirlo– no carece de valoren lo relativo a los aspectos máspropiamente militares de la ba-tallay las formasdehacer lague-rra hace doscientos años. Pero ellector no debe olvidar tampocoel de Barbero, que se basa am-pliamente en las numerosas car-tas y relatos escritos por quienesparticiparon en la batalla y pu-dieron contarlo, no solo gene-rales y oficiales, sino tambiénbuen número de soldados. Wa-terloo tuvo una importanciaesencial en la conformación dela historia de Europa y el mun-do, lo que la convierte en unabatalladecisiva.Cuantosdeseenconocerla mejor aprenderán sinduda de cualquiera de ambos li-bros, cuya aparición en el mer-cadohasidounode lospocos re-cuerdos que se han dedicadoen España a la última batallade Bonaparte. LUIS RIBOT

    RESCOLDOS HISTÓRICOS

    El pasado 18 de junio se celebróun espectáculo para turistas enel mismo lugar, al sur de Bru-selas, donde hace 200 años seprodujo una de las mayores car-nicerías que se recuerdan. Viimágenes en televisión. Los ca-ñones disparaban salvas es-truendosas. Los soldados, vesti-dos con vistosos uniformes,encaraban los fusiles; enfrente,otros fingían caer muertos. Elque hacía de Napoleón concedióuna jocosa rueda de prensa. A suespalda, un figurante tecleaba ensu móvil. Infiero que las conme-moraciones teatrales de hechossangrientos del pasado son po-sibles porque estos han sidodesactivados como conflictos.Las naciones entonces enfrenta-das hoy son amigas. Prusia noexiste. El tiempo y otras guerrasposteriores borraron aquella. Mepregunto si sería posible montaruna escenificación parecida,sin agraviar a nadie, con la bata-lla de Belchite o el bombardeo deGuernica. Si la respuesta es no,habrá que admitir que estos res-coldos históricos aún arden.FERNANDO ARAMBURU

    El libro de Barbero se basa amplia-

    mente en las numerosas cartas y

    relatos escritos por quienes parti-

    ciparon en la batalla y pudieron con-

    tarlo, no solo generales y oficiales

    L A B A T A L L A D E W A T E R L O O P I N T A D AP O R W I L L I A M S A N D L E R ( 1 8 1 5 )

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    L E T R A S N O V E L A

    La nueva novela de Juan GraciaArmendáriz (Pamplona, 1965)se sirve de patrones narrativosclásicos y de una prosa con ex-haustiva voluntad lírica para tra-tar un tema difícil, el del alco-holismo. Su protagonista ynarrador es un profesor de lite-ratura caído en desgracia por labebida. Su pareja también atra-vesó ese estado pero ha logra-do desintoxicarse y ahora espe-ra lo mismo de él; su trabajopende de un hilo; el cinismo pa-rece anegar por comple-to la mirada que MiguelQuer proyecta sobre elmundo, la literatura, elsexo. ¿Días de vino y ro-sas, Días sin huella? Pre-sencias asumidas aun-que no determinantes.

    Abre esta novela una cita im-plícita de Los hermanos Karamá-zov: “soy malo y sentimental”.Curiosamente, en una entrevis-ta reciente el escritor Luis Ma-grinyà utilizaba esa misma citapara ilustrar cómo los mayoreshallazgos de estilo a menudoson fruto del azar más que el re-sultado de una elaboración mi-nuciosa. En realidad, La pecerano es literariamente muy cer-cana a Dostoievski, aunque eldesgarro existencial que la re-corre sí resulte deudor ideológi-co del novelista ruso: aquí, eltexto se exige a sí mismo pro-clamar continuamente su con-dición literaria con metáforas,juegos de palabras, citas sola-padas o subrayados líricos (laprofesióndelprotagonista lo jus-tifica de sobras para quien tenga

    el fetiche de la verosimilitud).El resultado es a veces muy sa-tisfactorio, otras discutible (“elcáliz encendido de su sexo”, “ami alrededor todo caía comomáscaras exhaustas”, “un largobeso para que mi lengua lim-piara las telarañasdesupasado”,“le faltaba muy poco para aho-garse en los ojos de Ana”…),pero en todo momento sujetoa un control implacable ycon tendencia a lo explí-cito. Tal vez el registroautobiográfico de dosbuenos libros como Pielroja y Diario de un hombrepálidopropiciabauntonomás irrigado. Sea comosea, la propuestaes siem-pre consecuente y ex-temporánea: al margen

    de modas, pero también de ur-gencias.

    La contraportada de La pe-cera propone interpretar el al-cohol como “la metáfora de unaconciencia y de una sociedad enproceso de disolución”, y conello señala el principal éxito yuna probable limitación del li-bro. Lo primero: es innegableque la conciencia de Miguel

    Quer llegaa tomar formaenestanovela. Su desarraigo y su des-esperación son dolorosos, des-abridos, a veces deliberada-mente cómicos en un registronegro e incómodo. Aunque elgiro final de la trama sea, no mo-lesto, pero sí innecesario y algoobvio, por el camino la confe-sión en primera persona hapuesto en pie un personaje sóli-

    do y en el límite. La na-rración ofrece algunasescenas terribles resuel-

    tas sin caer en el sensacionalis-mo típico del “descenso a los in-fiernos”, y eso que en algunasocasiones habría sido muy fá-cil. El tratamiento de la violen-cia física, más acertado que el dela violencia verbal en los diálo-gos, tiene mucho que ver enello, sobre todo en el arranquenoctámbulo y conscientementeexcesivo y en el encuentro con

    unos vagabundos rusos pocosensibles a la evocación cultura-lista de su patria.

    Pero el segundo nivel me-tafórico es otra cosa: como apro-ximación a una época ya una so-ciedad, La pecera resulta másconvencional. La mirada deQuer, misógina, reaccionaria, enel fondo desvalida, no está encondiciones de ser lúcida, así

    que detecta clichés contempo-ráneos no desprovistos de ver-dad pero no logra tratarlos condensidad ni excesivo ingenio.Por supuesto que existen el ni-hilismo en los 40, los libros deautoayuda, las urbanizacionesdesoladoras, los poderosos quecopulan con scorts y desde luegolos burócratasde la literaturaen-quistados en la universidad (porcierto, de Coetzee y Desgraciaa Roth y La mancha humana, lanovela de profesor caído en des-gracia fue un pilar de la gran na-rrativa de hace una década);pero aquí todo esto resulta mu-chomenos incómodoque los re-covecos íntimos del personaje,porque paradójicamente su ex-posición brutal acaba apuntan-do más a una complicidad con-soladora entre lector y texto, un“tú y yo nos entendemos”, quea una indagación que nos pongacontra las cuerdas. NADAL SUAU

    La peceraJUAN GRACIA ARMENDÁRIZ

    Demipage. Madrid, 2015

    400 páginas, 20E

    El resultado de la lectura de

    La pecera es a veces muy sa-

    tisfactorio, otras discutible, pero en todo

    momento sujeto a un control implacable

    ANTONIO HEREDIA

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  • Laconfrontacióncolectivade1936siguesien-do motivo incesante de nuestros narradores.En poco más de un mes he dado cuenta aquímismo de dos novelas relacionadas con aque-llos trágicos episodios. Enellas, la monotonía del temasediversifica en la forma.Unplanteamiento tradicionalinspira a Álvaro Silva en Ca-mina la noche y otro fabulís-tico sigue Martín Abrisketaen Lalenguade los secretos. Unenfoque distinto prefiereFernando Martínez López(Jaén, 1966) enTu nombre continta de café: su relato fuerte-mente argumental conjugarecursos de la literatura deconsumo y del best seller.

    Como tantas novelas quese ocupan de aquel pasadotodavía influyente, la deMartínez López estableceun nexo entre los días de lasublevación militar y unoslustrosdespués, acomienzosde los años 60, en que per-duran sus peores conse-cuencias. El libro seleccio-na hechos significativos deambos momentos cuya in-tención informativa sirvepara ilustrar el marco histó-rico de la peripecia. Se tratade una ambientación quepodría calificarse de costum-brismo temporal. En las fe-chas más lejanas aparece lacrispación social en el Ma-drid republicano, el mato-nismo fascista y el activismorevolucionario de las iz-quierdas. En las más cerca-nas sabemos del “contubernio” de Múnich,de la represiónfranquista,de las torturasyeje-cucióndeGrimau,de las tertuliasdelCaféGi-jón... En ese doble contexto se emparejanlas vidas de dos jóvenes del 36, un falangis-ta, Guzmán, ahora inspector en la temible bri-

    gadasocial, yunmodestoempleado,Sánchez,en el presente verdugo a la fuerza. El policíaculminará su ansia de refinada venganza ocu-pando a su adversario, aunque le salvó la vida,

    como ejecutor de un anar-quista, Galo Sanz. Esta tra-ma discurre en paralelo deuna peripecia sentimental:los amores de Blanca, unajovenpoetay filóloga, conelanarquista condenado al ga-rrote vil y con un maduroeditor.

    Ambas líneas argumen-tales comparten una comúntendencia a golpes de efec-to y guiños varios. Galo par-ticipa en una conspiraciónnada menos que para liqui-dar a Franco. Dámaso Alon-so dirige la tesis de Blancasobre“Las ideas lingüísticasen España en el sigloXVII”. Por una u otra razónse saca a relucir a Cela, aMatute o al tristemente fa-moso comisario Conesa. Lanarración abunda en lugarescomunessobre lapoesía.Ensuma, la novela entera esuna gavilla de tópicos polí-ticos, ideológicos, sociológi-cos, literariosyemocionales.La trama se encarna en per-sonajes esquemáticos, in-consistentes y maniqueos:una atormentada poeta querenuncia al matrimonio porinterés con el bondadosoeditor para entregarse a lavolcánica pasión con el re-volucionario idealista; unsanguinario policía de dia-

    bólica crueldad; un chico humilde víctimade males sin cuento... En fin, las situacionesbordean el melodrama. No basta contar unadura historia que abarca lo bueno y lo malo dela naturaleza humana para conseguir una no-vela lograda. SANTOS SANZ VILLANUEVA

    N O V E L A L E T R A S

    3 - 7 - 2 0 1 5 E L C U L T U R A L 1 7

    Tu nombre con tinta de café

    FERNANDO MARTÍNEZ LÓPEZ

    Premio Felipe Trigo. Algaida.

    352 pp., 20E Ebook: 9’99E

    La ruta hacia la perdición, el ro-mance del triunfador que devieneen fracasado por un golpe de azartiene un largo aliento en la narrativade todas las épocas, pues permitehilar un esbozo sobre la condiciónhumana y el grado de putrefacciónal que el Hombre puede llegar porun quiebro de la fortuna. Y es queesto de contar el descenso a los in-fiernos es un clásico cuando se tratade contar el declive del tiempo pre-sente. Sobre esta realidad pesa, y dequé manera, el Wolfe de La hogue-ra de las vanidades.

    En este punto queda clara la in-tencionalidad de Daniel Ruiz Gar-cía (Sevilla, 1976) con Todo está bien,crónica amarga de un político auto-nómico al que la victoria electoraly los excesos de la noche de la ce-lebración lo sumergen en los abis-mos. Sobre este viaje a la perdicióndel protagonista, Olegario GarcíaRedondo, consejero de Fomento yVivienda, el autor despliega una ris-tra de personajes que van del lum-pen al frikismo de las nuevas tecno-logías: hay periodistas con olfato ydados a la petaca, travestis enamo-radizosymatonesdeextrarradio.Elestiloesdescarnadoy lírico,esdecir,nopocosgirosdel realismosuciovie-nen a equilibrar los regustos poéti-cos de un escritor empeñado en es-tablecer esa concomitancia entreel hampa y la política de hoy.

    RuizGarcíadominamuybienelsarcasmoylaacidez.El libroesame-noperoelescritornoescapazdehil-vanar una obra autónoma del prin-cipio ideológico –que se agradece–de retratar las cañerías patrias. Lodecimoscomounavisoal lector,quepuede perderse en los referentes.Pero, si se aceptan , el resultado esmás que digno. JESÚS NIETO JURADO

    Todo está bienDANIEL RUIZ GARCÍA

    Tusquets. 211 pp., 17E. Ebook: 9’99E

    ANAH

    ÍMER

    INO

    El autor selecciona hechos

    significativos de nuestra his-

    toria para lograr una ambien-

    tación que podría calificarse

    de constumbrismo temporal

    Pag 16-17ok.qxd 26/06/2015 18:35 PÆgina 15

  • “Escrito por placer”, así define Jean Echenoz (Orange, 1947) suúltimo libro Capricho de la reina, un conjunto de siete breves tex-tos que provienen, como dice, del placer y del gusto que sintióal escribirlos. Los textos fueron redactados entre 2002 y 2014,publicados en revistas de arte y proyectos diversos. Autor consa-grado en Francia, Jean Echenoz siguió de joven estudios de so-ciología para dedicarse, desde 1979, exclusivamente a la literatu-ra.DesdeMeridianodeGreenwich (PremioFénéon)aMevoy (PremioGoncourt), pasando por Al piano, Ravel, Correr, Relámpagos, 14, yun lista de libros inolvidables, casi todas sus novelas, sobrias,económicas y precisas, han obtenido numerosos premios.

    Capricho de la reina se gana la palma en esa sobriedad que ca-racteriza al autor minimalista. ¿Los puntos en común de estos sie-te textos? El capricho y el placer con el que fueron escritos y subrevedad.“Nelson”haceunretratodelalmirantebritánicoquien,tras vencer en Trafalgar, se ve mutilado de varios miembros. “Ca-pricho de la reina” describe, desde un balcón, un paisaje del cam-po de Mayenne. “En Babilonia”, uno de los más extensos y be-llos, explora la ciudad de Babilonia, sus costumbres y la vida desus habitantes, apoyándose en los escritos de Herodoto. “Vein-te mujeres en el parque del Luxemburgo y en el sentido de lasagujas del reloj” es tan lírico como un poema en prosa. El autoradmira las estatuas de las reinas que bordean el Parque del Lu-xemburgo. La mayoría son francesas, algunas españolas. Lostres últimos textos son los que más se acercan a la forma del re-lato. “Ingeniería civil”, lleno de humor y simpatía, nos trasladaa Estados Unidos junto Gluck, viudo y sin trabajo, que decide lis-tar la mayor cantidad de puentes. “Nitrox” habla de CelesteOppenheim y su viaje a las profundidades. Y, por fin, “Tres bo-cadillos en Le Bourget” en el que seguimos a Echenoz durantesus visitas al suburbio parisino de Le Bourget.

    En todos ellos se reconoce el estilo pulcro e irreprochable deEchenozysutrabajodeartesano.Laprecisaeleccióndel léxico, laestructuracon laqueelaborasushistoriasy labellamusicalidaddesus frases hilan estos relatos en apariencia dispares. Con Eche-noz, nunca hay que preguntarse por el contenido. Lo importanteen sus libros reside en la forma, la expresión de ese contenidoque eleva el libro a la categoría de obra de arte. JACINTA CREMADES

    1 8 E L C U L T U R A L 3 - 7 - 2 0 1 5

    L E T R A S N O V E L A R E L A T O S

    Capricho de la reinaJEAN ECHENOZ

    Traducción de Javier Albiñana. Anagrama. Barcelona, 2015. 103 pp., 12’90E

    Quizá porque en los últimosaños el Premio Alfaguara habíarecaído en obras de narrado-res tan poderosos como JuanGabriel Vásquez o Jorge Fran-co, queden aún más en evi-dencia las costuras y limitacio-nes de Contigo en la distancia, dela chilena Carla Guelfenbein(Santiago de Chile, 1959), bió-loga reconvertida al mundo delarte y del estilismo, en su díaeditora de moda de Elle.

    Si en la convocatoria ante-rior, 2014, el triunfo de la des-lumbrante El mundo de afuera,del colombiano Jorge Franco,con su perfecta dialéctica entresecuestrador y secuestrado, su-puso todauna fiesta literaria,enesta ocasión la obra vencedorano pasa de ser la narración a florde piel de una escritora hiper-sensible donde la caída por lasescaleras de una célebre no-

    velista octogenaria, Vera Sigall,pone en marcha una trama enla que dos admiradores (su jo-ven vecino Daniel y la franco-chilena Emilia, que trabaja enuna tesis sobre su obra) conflu-yen, alternando sus voces ypuntos de vista con otro viejoamigo/ enamorado de la escri-tora, el poeta Horacio Infante.

    Mucho más cerca está Car-la Guelfenbein de Pilar Eyre,Laura Restrepo, Ángeles Caso,Zoé Valdés, o Maria de la PauJaner, que de los dos colom-bianos citados o de escritorascontemporáneas hispanoamé-ricanas de fuste, como AliciaPlante, Patricia Ratto o SelvaAlmada. Uno se preguntacómo, en la patria de Bolaño,puede escribirse aún de unmodo anticuado, lineal y pocorompedor, como si aquel ciclóndel autor de 2666 aún no hu-bieseconmovidonihechotem-blar algunos cimientos. El airede cálida evocación y de ho-menaje a la anciana novelistaque lucha por su vida, acabacansando porque lo edulcoradoy lo cursi impregna sin pausalos razonamientosydiálogosdeunos protagonistas que pade-cen “desfachatadas fantasías”,donde un toldo agitado sugiereen Emilia “velas de embarca-ción” o “carpas en el desierto”.

    Pocodepoéticoymuchodepoetizante es lo que aguardaal lector aquí. Ni siquiera la su-puesta grandeza y misterio deVera Sigall o del poeta Hora-cio Infante quedan justificadoso refrendados en los ñoños tex-tos que de ellos se citan. La re-ferencia permanente a los as-tros, estrellas y constelacionesy la emoción hipersensible desusobservadores,nohacensinoabundar aún más en una em-palagosa sensación de conjun-to. ERNESTO CALABUIG

    Contigo enla distancia

    CARLA GUELFENBEIN

    Premio Alfaguara, 2015

    360 páginas, 18’90E

    JUAN

    MAN

    UEL

    BALI

    ELLA

    S

    CARL

    OSM

    IRAL

    LES

    Pag 18-19ok.qxd 26/06/2015 18:30 PÆgina 16

  • La “novela del yo” es un géne-ro escasamente conocido en Es-paña, pero muy popular en Ja-pón. El Nobel Kenzaburo Oéno se cansa de explorar sus po-sibilidades, mezclando hechosreales y ficción. El también Pre-mio Nobel John M. Coetzee(Ciudad del Cabo, 1940) ha em-pleado esta fórmula en sus no-velas autobiográficas: Infancia,Juventud y Verano. La última esparticularmente desconcertan-te, pues es imposible distinguirlo objetivo de lo puramenteimaginario.En Infancia, elpadredel escritor es un brutal racistablanco, un afrikáner de origenholandés, que se identifica ple-namente con el apartheid. EnVerano es un pobre hombre, in-trovertido y apático. ¿Cuál es laverdad? ¿Se puede exigir la ver-dad a un escritor, cuyo trabajo es

    urdir ficciones y hacer creíble loinexistente? Coetzee dialogacon Arabella Kurtz, catedráticade psicología clínica de la Uni-versidad de Leicester y psicoa-nalista en proceso de formación.Coetzee reivindica el derechoa fantasearcon lapropiavida, sinpreocuparse de las distorsionesque producen las mentiras. Laautobiografía no es un género li-bre, pero un escritor no está su-jeto a otros límites que el juicioestético. A fin de cuentas, se li-mitaaejercer“lamisma libertadque tenemos en los sueños,donde imponemos sobre loselementos de una realidad re-cordadauna forma narrativaquees nuestra”.

    Al margen de ese derecho,que es inseparable de cualquieractividad creativa, “¿se puederealmente asegurar que la ver-

    dad es el inequívoco camino ha-cia la libertad?” Platón acusa alospoetasdesacrificar laverdad,siempre que surge la alternativade escoger entre la belleza y loverdadero. SegúnCoetzee, el fi-lósofo ateniense no repara enque para los poetas “la bellezaconstituye una verdad en sí mis-ma”. ¿No es mejor elaborar unaautobiografía“poética”, conunaversión de la realidad que cureheridas y entierre experienciasamargas? ¿No puede ser mássana y terapéutica una mentiraque una dolorosa clarividencia?El pasado sólo existe cuando esconvocado. ¿Por qué no adap-tarlo a nuestras necesidades?Lawrence de Arabia era un mi-tómano, un mentiroso compul-sivo, pero sus embustes le hi-cieron más tolerable la vida yayudaron a construir un relatocolectivo, gracias al cual las tri-bus árabes adquirieron sentidonacionalyconcienciadepueblo.Dostoievski se atribuyó críme-nes aberrantes, que recreó enLos demonios, sacudiendonuestra tolerancia al horror. Suconfesión era falsa, pero nos hapermitidoadentrarnosen losve-ricuetos del mal.

    Abella Kurtz considera quela mentira siempre es el síntomade un malestar reprimido. Esimposible trabajaryamar, ser fe-liz y gozar de equilibrio psíqui-co, falsificando los recuerdos.Cada uno debe “ocupar la pro-pia perspectiva, entenderla yposeerla, pese a toda su dificul-tad y complejidad, de forma tanconsciente como sea posible”.Sin ese proceso, no hay libertad.Eso sí, la libertad real puede re-

    sultar “aterradora”. Por eso, hui-mos de ella con inhibiciones,represiones e invenciones. Co-etzee y Kurtz hablan de Auster-litz, la última novela de Sebald,que relata la peripecia de un ju-dío refugiado en Gales en laépocanazi.Despuésdesoportarel trauma de ser separado a loscuatro años de sus padres, suidioma y su lugar de origen, su-frirá una grave crisis de identi-dad al recomponer pieza a piezasu historia real. “Lo reprimidosiempre regresa”, apunta Co-etzee, que coincide con MartheRobert, según la cual el origende la novela es inequívocamen-te una impostura. La novelanace para “afirmar que las co-sas no son lo que parecen, quenuestras vidas aparentes no sonnuestras vida reales. Y el psico-análisis, diría yo, tiene un inte-rés parecido”.

    Sería injusto calificar El buenrelato como un libro menor,pues la escritura de J.M. Coet-zee siempre obliga a reflexionary profundizar. Su diálogo conArabella Kurtz es un viaje a laraíz de nuestra identidad per-sonal, una estancia en penum-bra que esconde mitos, confu-

    siones y lejanas turbulencias.Quizás bajar tan hondo noconstituya un procedimientocurativo, pero sí es sumamen-te esclarecedor. El ser humanonecesita explicarse, interpretar-se, sincerarse, desmenuzarse,fabular. Si no lo hacemos, nun-ca podremos establecer una re-lación creativa con los otros, niasumiremos la responsabilidadque implica nuestra propia vida.RAFAEL NARBONA

    D I Á L O G O S L E T R A S

    3 - 7 - 2 0 1 5 E L C U L T U R A L 1 9

    El diálogo de Coetzee con Arabella Kurtz es un viaje a la raíz

    de nuestra identidad personal, una estancia en penumbra que

    esconde mitos, confusiones y lejanas turbulencias

    El buen relatoConversaciones sobre la verdad,la ficción y la terapia psicoanalítica

    J.M. COETZEE / ARABELLA KURTZ

    Traducción de Javier Calvo. Literatura Random House. Barcelona, 2015

    192 páginas, 17’90E Ebook: 9’99E

    TIZI

    ANA

    FABI

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  • 2 0 E L C U L T U R A L 3 - 7 - 2 0 1 5

    “Novicio rebelde en el con-vento de los monjes obedien-tes”, lo llamó Wilson Martins.“Literatura es diversidad. No sepuede hacer una dictadura es-tética literaria”, dijo el poeta.Son dos frases que definen elcarácter y la obra artística deLêdo Ivo (Maceló, 1924-Sevi-lla, 2012). Su nombre empezó adifundirse con fuerza en nues-tro país gracias a un poema deJuan Carlos Mestre: “CavaloMorto”.

    Martín López-Vega prologay traduce Relámpago, último po-emario de Ivo. Las veintidós pá-ginas de su introducción des-criben detalladamente elambiente familiar, los inicios, lasluchas y transgresiones del es-critor brasileño. Asimismo elrumbo que traza su poesía. Ro-deado de autores que compo-nen versos cortos, él opta por

    la expresión extensa y narrativa.Descree de la escritura quehuye de la angustia humana.Supera los límites de las mo-das creativas. Rechaza el for-malismo. Domina la métrica; nola concibe como cárcel. Mez-cla con gracia su cultura perso-nal y un decorado colectivo.Acaba consiguiendo una espe-cie de inocencia estoica: “Y eldolor es dolor inútil, vano la-mento / de ave deshecha endesprendida pluma”.

    Existe un claro cono-cimiento en este librobreve, publicado porprimera vez en espa-

    ñol y portugués. Se sabe que,pocos años antes de morir, Ivoaumenta su ritmo de produc-ción literaria. La necesidad im-periosa de expresarse va encompañía de un tono austero.Así encontramos una ética pu-dorosa, sin ruido dogmático. Elpoeta observa las prisas de loshombres, transeúntes des-orientados; la similitud entrela vida y los movimientos deuna serpiente; el oro convertidoen humareda. Sus títulos es-cuetos (“La laguna”, “Invecti-va”, “La batalla”, “El ignoran-te”, etc.) son coherentes conunos versos que, despojados de

    adornos, nos hablan de un via-je sin faro ni pasaporte: “Y nadacomienza o termina. Y nadavive en mí / salvo un rumor dehojas, / salvo el caer de las ho-jas en la espesura”.

    La edición de Relámpago in-cluye un epílogo de ocho pági-nas escritas por el pintor Gon-çalo Ivo, hijo del poeta. Sonreflexiones emocionantes so-bre la personalidad de un padreque identifica el paraíso con lacontemplación de un seto hu-milde. El lector disfruta con lospaseos, la imagen de Lêdo Ivoque recita a Camões, su descu-brimiento de las palabras, losdías finales de su vida, algunasperplejidades íntimas.El librofi-naliza con trece facsímiles quenos permiten conocer la mane-

    ra de trabajar de un autor des-tinadoaconvertirseenclási-co. FRANCISCO JAVIER IRAZOKI

    Relámpago

    L E T R A S P O E S Í A

    LEDO IVO

    Traducción de Martín López-Vega

    Valparaíso, 2015. 94 pp., 12E

    La obra literaria de Juan Car-los Mestre (Villafranca del Bier-zo, 1957) abarca una decena depoemarios. Autor galardonadocon premios de prestigio comoel Nacional de Poesía, entreotros, en sus recitales consigueconectar con un público amplio.El poeta y traductor Jesús Agua-do selecciona los textos y firmael prólogo de la antología His-toria natural de la felicidad. Eltítulo es parte de un verso delpoema “Diminuto amor”.

    En las primeraspáginas editadas porMestre ya se perci-be su coincidenciacon el mundo artísticode Rafael Pérez Estrada.Son hermanos en el arte. Do-tados para el dibujo y a pintu-ra, comparten un surrealismo deimágenes poderosas; también lapericia para aunar elementos deapariencia contradictoria. Enel caso de Mestre, comunica sufe en la expresión verbal:“Como la inmóvil mirada delpájaro ante la ballesta, así la pa-labra y la sombra de esa pala-bra aguardan su permanenciamás allá de la revelación de lamuerte”.

    La madurez poética de JuanCarlos Mestre se consolida apartir del libro La tumba de Keats.Combina, sin que rechinen, in-gredientes diversos: libélulas,un violín que arde, una besa-

    na, el céfiro, una cruz de palo,una gota de tristeza. La ironíasuave se impone en varias com-posiciones (“Monedas secre-tas”, “Manifiesto Noé”, “Labanda de Moebius”). De re-pente, la sobriedad y el misteriode “Espantapájaros”. El autorintegra a mitos de la literaturaen su imaginación torrencial.Los nombres de Li Po, Safo,Homero, Ajmátova, Brodsky,Cortázar, Ivo, etc. figuran en susfolios. Incluso utiliza el estilo delas bienaventuranzas bíblicas:“Bienaventurado el que ha pa-

    sado la noche con la insig-nificancia, porque embe-

    llecido por la privación seráde él alguna vez la ausen-

    cia”. Como en el lorquianoPoeta en Nueva York, el irracio-nalismo es sólo la fina superficiede estos poemas. Debajo estánlas materias principales: el in-conformismo, el ingenio con-tra los lugares comunes, la em-patía con los desfavorecidos, lapulsión humanista.

    Dividida en cuatro seccio-nes, Historia natural de la felici-dad ofrece al lector seis poemasque estaban inéditos hasta la fe-cha. Se añade una bibliografíaescogida y un epílogo redacta-do por el poeta. Jesús Aguadohace una selección adecuada.Los ochenta y nueve textos ele-gidos componen una muestrade las etapas recorridas por unhombre de singular personali-dad creativa. F. J. I.

    Historianatural dela felicidad

    JUAN CARLOS MESTRE

    FCE, 2015. 187 pp., 18E

    E L B R A S I L E Ñ O I V O F U E D A D O AC O N O C E R E N E S P A Ñ A P O R M E S T R E

    Pag 20-21.qxd 26/06/2015 18:40 PÆgina 20

  • 3 - 7 - 2 0 1 5 E L C U L T U R A L 2 1

    Fundada en 1998, Google esuna sociedad privada nortea-mericana que cotiza en bolsadesde 2004. Es la marca de unmotor de búsquedaconstruido entre1995 y 1998 por Ser-gey Brin y LarryPage, dos estudian-tes de doctorado enla Universidad deStanford. Dicho mo-tor de búsqueda estábasado en un algorit-mo denominado Pa-geRank, quizá por elapellido de Larry oporque ordena laspáginas Web, y estono lo sabe todo el mundo, supropiedad ha sido de la Univer-sidad de Stanford hasta 2011,hecho clave para entender la ex-pansión de la compañía. Des-de 2003 se ha ido transforman-do en una plataforma deaplicaciones, que incesante-menteofrecemásymejores ser-vicios, como por ejemplo sufallido –por intereses corporati-vos– intento de digitalizar loslibrosdetodas lasbibliotecasdelmundo (ahora sólo se escaneanpublicaciones en Estados Uni-dos, Canadá, Reino Unido yAustralia).

    Según Wikipedia, Googletenía en 2013, 47.756 emplea-dos y a finales del añopasado te-nía más de setenta oficinas ope-rando en más de cuarentapaíses. Al tiempo que crecía,Google ha creado una culturacorporativa cuyo objetivo es irmás allá de los estándares em-presariales y convertirse en unanueva forma de pensar y vivir el

    trabajo. En su lista de las me-jores compañías para trabajar,la revista Fortune la ha situadoen primer lugar los años 2007,2008 y 2012. En 2009 y 2010 fueposicionada en cuarto lugar.

    Una empresa convencida deque se puede hacer dinero sinconvertirse en un sinverguen-za o que se puede ser serio sinllevar traje y corbata es un es-pacio de trabajo muy atractivo,sobre todo si además hace otrasmuchas cosas por sus emplea-dos. Tan potente es su nuevacultura corporativa que son nu-merosas las publicaciones dedi-cadas a estudiar su éxito y sumodo de trabajar. En ese sen-tido, Jeff Jarvis, un conocido yrespetado periodista norteame-ricano, publicó en 2010 un exi-toso libro, editado aquí por Ges-tión 2000, titulado Y Google,¿Cómo lo haría?.

    Este trayecto de éxito su-perlativo es lo que Laszlo Bocknarra en este volumen, pero ojo,

    su autor es Vicepresidente Sé-nior de Gestión de Personas deGoogle, y eso significa dos co-sas. La primera, un conoci-

    miento desde dentro de la me-gaempresa, es decir, el lector enespañol contempla con detallesu interior, quizá la versión másconcreta de lo publicado hastaahora, sobre todo si nos atene-mosalhilocentraldel relatoquenos ocupa: Google visto a la luzde su trabajo como gurú de Re-cursos Humanos. El segundosignificado, derivado de la po-sición de Bock, es la ausencia deaspectos críticos relevantes.Aquí no se dice nada de los agu-jeros de seguridad que tuvo lacompañía hasta 2013, de sus co-nexionescon la inteligencia nor-teamericana, de su labor delobby o de sus trucos para evitarimpuestos.

    Nacido en 1972 en la Ruma-nía del dictador comunista Ni-colás Ceaucescu, Laszlo Bock,tras trabajar tres años en recur-

    sos humanos de Ge-neral Electric fue fi-chado en 2006 paradirigir la Gestión dePersonas en Google,una empresa queentonces tenía seismil empleados. Encasi una décadaBock ha estado en eleje empresarial ca-paz de crear el pri-mer equipo de Ges-tión de Personas delmundo, sobrepasan-

    do los supuestos que han veni-do rigiendo el manejo de Re-cursos Humanos en las últimasdécadas.

    Contratar a miles de perso-nas en todo el mundo en unproceso de expansióntan rápidocomo el de Google es una ex-periencia fascinante, y eso esjustamente la narración deBock. Conseguir que miles de“googlers” sean más producti-vos, saludables y felices requie-reunashabilidadessociales yunmanejo de datos que se antoja allector como algo próximo al mi-lagro. Ser capaz de contratar y, loque es aún es mejor, persuadir aun empleado de que su trabajono tiene porqué ser deprimentesino “ennoblecedor, energéti-co y apasionante” es tanto unalección de humildad como deun saber hacer de extrema utili-dad no sólo para grandes cor-poraciones sino para la vida co-tidiana de todos nosotros.BERNABÉ SARABIA

    S O C I O L O G Í A L E T R A S

    LASZLO BOCK

    Traducción de J. Fernández de Castro

    Conecta. Barcelona, 2015

    472 páginas, 19’90E

    La nueva fórmula del trabajoRevelaciones de Google que cambiarán su forma de vivir y trabajar

    Contratar a miles de perso-

    nas en todo el mundo en un

    proceso de expansión tan rá-

    pido como el de Google es una

    experiencia fascinante, y eso

    es justamente este libro

    L.B.

    Pag 20-21.qxd 26/06/2015 18:40 PÆgina 21

  • 2 2 E L C U L T U R A L 3 - 7 - 2 0 1 5

    L E T R A S H I S T O R I A

    La confluencia de la crisis eco-nómica mundial con una seriede problemas internos, comola corrupción y el desafío cata-lanista, ha conducido a un pa-tente desgaste del régimenconstitucional del 78. Los de-fectos de nuestro ordenamien-to político se han agravado o,como mínimo, se han hechomás ostensibles. La democraciaespañola no ha sabido encararlos nuevos retos o esa es al me-nos la opinión mayoritaria en losmedios y el debate público. Deahí que haya proliferado una co-rriente crítica, de corte regene-racionista que, como el rege-neracionismo clásico de hace unsiglo, hace hincapié en “los ma-les de España”, simbolizadosen este caso por unos partidospolíticos anquilosados y una cla-se dirigente –la famosa “casta”-que parece haberse quedadosin respuestas ante los nuevostiempos.

    José Antonio Zarzalejos (Bil-bao, 1954) es un reconocidoprofesional de los medios–como analista, contertulio o di-rector de importantes diarios–que se ha labrado una sólida re-

    putación de periodista de raza,serio, ponderado, con buenasfuentes y excelentes relacionescon el establishment. Precisa-mente por todo ello constituyepor sí misma una inequívoca se-ñal de alarma de cómo están lascosas que un autor tradicional-mente moderado parezca apos-tar por una especie de “en-mienda a la totalidad” con unlibro que se titula de modo in-quietante Mañana será tarde ycuya portada se ilustra nada me-nos que con un para-guas abierto y roto delmapa de España.

    Bien es verdad–apresurémonos amatizar- que, tras lalectura del libro, laimpresión que quedano llega a ese gradode sobresalto. No es menoscierto, por otro lado, que en losúltimos tiempos se han genera-do en el debate político unos ni-veles de agresividad y descali-ficación que han barrido laspropuestas moderadas, arrum-badas poco menos que comomeros paños calientes, cuandono de expresión de una conni-vencia culpable con “la casta”.En cualquier caso, el análisis deZarzalejos se aleja tanto del ca-tastrofismo rayano en la dema-

    gogia como de la sugerencia delsimple lavado de cara de un sis-tema que se halla, en su opi-nión, en una crisis tan gravecomo profunda.

    No es por tanto cuestión desimples retoques ni de cambiode personas, aun siendo nece-sarias las reformas y el cambiogeneracional. Lo que se preci-sa, siempre siguiendo al autor,es un doble proceso, de limpie-za por una parte y de recons-trucción por otra. Dicha limpie-

    za de malas prácticas debe ha-cerse en todos los terrenos yafectar a todos, desde el titularde la Corona (¡qué retrato sehace del anterior rey!) a losgrandes periódicos que buscanel amparo del poder. Y tras esahigienización de la vida pública(porque la corrupción no es soloni principalmente un problemaeconómico), una moralizaciónde los comportamientos indivi-duales y un saneamiento de lasinstituciones, con el diseño deunas nuevas reglas de juego ba-sadas en la libertad, la indepen-dencia de los poderes, la ho-nestidad y el respeto mutuo.

    El objetivo principal del li-bro no es sin embargo estable-cer un catálogo de solucioneso medidas urgentes. Zarzale-jos no propone nada que sepueda parecer a un programapolítico determinado. Se limitaa señalar los males y, de pasa-da o de modo implícito, sugieramedidas profilácticas. Con todo,quizás la mayor inquietud quequeda tras cerrar el libro es quealgunos de los problemas quehoy parecen más acuciantes,como la corrupción, son pecca-ta minuta al lado de otros pro-fundamente enquistados, comoel encaje catalán y vasco en eledificio constitucional español.Porque para esto último ni Zar-zalejos ni nadie tiene hoy porhoy una respuesta satisfacto-ria. RAFAEL NÚÑEZ FLORENCIO

    JOSÉ ANTONIO ZARZALEJOS

    Planeta. Barcelona, 2015

    320 pp., 19’50E Ebook: 9’50E

    Mañana será tarde

    Zarzalejos no propone nada que se

    pueda parecer a un programa políti-

    co determinado. Se limita a señalar los

    males y, de pasada o de modo implí-

    cito, sugiera medidas profilácticas

    L A A V E N T U R A D E L A H I S T O R I A

    D I R E C C I Ó N : J A V I E R R E D O N D O . N º 2 0 1 . 3 ’ 9 0 E .

    Pasado ya el ecuador de su número 200, la revista decana de lahistoriografía periodística en nuestro país dedica su número dejulio a glosar la figura del general Miaja, el defensor republicano deMadrid que se convirtió en leyenda. Escriben, sobre sus luces ysombras, Ángel Bahamonde y Ángel Vivas. Y no se pierdan eldossier apropósitodelVcentenariode lamuertedelGranCapitán.

    C L A R Í N

    D I R E C T O R : J O S É L U I S G A R C Í A M A . N º 1 1 6 . 7 5 E .

    La revista Clarín presenta un último número que invita al reco-gimiento y a la serenidad. Abre con un coloquio a través de lossiglos entre Santa Teresa de Jesús y Ana Ozores imaginado porRosa Navarro Durán. Sigue una singular semblanza vital deAzorínamanosdeManuelAlbercayuna razonada reactualizacióndel debate en torno a la poesía desde Auschwitz.

    R E V I S T A S

    ARCH

    IVO

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    La única manera de no perderpie en un mundo tan complejoy especializado es acudir a losque saben. Nunca los expertosfueron tan reclamados ynecesa-rios, y nunca la claridad de la ex-posición fue tanurgente.Así,unaño más BBVA ha reunido parasu alabada colección Operminda los mejores conocedores –enesta ocasión– de los retos quela era digital impone a las em-presas. Big Data, tecnologías dela información, marketing digi-tal, organizacionescolaborativas,revolución del trabajo, edificiossingulares... Del impacto de larevolución tecnológica ha brota-do un ecositema empresarial ra-dicalmenteevolucionadoqueesobligado conocer.

    El Big Data es la primera yprincipal tierradefronteraacon-quistar. El manejo de gigantes-cos volúmenes de datos de-construye por un lado lascadenas de valor tradicionales y,por otro, polariza las economí-as de escala, dos estrate-gias aparentementecontradictorias que,según Philip Evans,del Boston Consul-ting Group, en rea-lidad se comple-mentan. Y KennethCukier, editor de datosen The Economist, refle-xiona acerca de cómo la acu-mulación de datos ha cambiado–de maneras que aún buscamoscomprender– las potencialida-des de nuestra especie.

    La “apertura” es la otra granbanderaqueondeaenlosartícu-los reunidos aquí. La asunción

    deque,desdelaorganizacióndeltrabajoa las representacionesdenuestra creatividad pasando porlagobernanza laboral, deberíanencontrar lasmenores trabaspo-

    sibles para un funcionamientoóptimo de la empresa en la eradigital.ElprofesorHenryChes-brough, de la universidad deBerkeley, defiende en concretola“innovaciónabierta”,o“laan-

    títesis del modelo tradicionalde integración vertical” queapuesta por “el uso de flujos in-ternos y externos de conoci-miento”.

    Pero tal vez el artículo másparadigmático y que mejor re-

    sume los contenidos detan sustancioso vo-

    lumen es el delconsultor y gurúGeoffey Moore

    en La naturalezade la empresa (75

    años después). Mooremide la distancia entre la vi-

    sión de la empresa en 1937 y laactual y saca a la luz así las radi-cales mutaciones ocurridas paraconcluir con un sorprendentediagnóstico: un modelo de em-presa futura de superficie má-xima y volumen mínimo, “másparecida a un racimo de uvasque a una sandía”. MIGUEL CANO

    E C O N O M Í A L E T R A S

    VARIOS AUTORES

    BBVA / Opermind, 2015

    450 páginas, 20E

    CURSO DE VERANO SOBRE LA INDIA EN SAN LORENZO DE EL ESCORIAL(Cursos de Verano de la Universidad Complutense de Madrid)

    Los oyentes pueden matricularse hasta el día de comienzo de curso. Las tasas para oyentes y el reconocimiento decréditos (titulaciones de grado, máster, licenciaturas y doctorado) pueden consultarse en:

    https://www.ucm.es/cursosdeverano/matricula

    TITULO DEL CURSOLA INDIA EN PLENITUD

    DEL 20 DE JULIO AL 24 DE JULIO

    CÓDIGO: 74115Directores: PEDRO CARRERO ERAS. Universidad de Alcalá. Presidente del Instituto de Indología

    RAFAEL IRUZUBIETA FERNÁNDEZ. Fundador del Instituto de IndologíaSecretaria: Paloma Callejo Fernández. Instituto de Indología

    Coordinador: Florentino Moreno MartínPatrocinan: Instituto de Indología y Embajada de la India en España

    Reinventar la empresa en la era digital

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    L E T R A S C I E N C I A

    “En el universo de hoy en día, la energía del va-cío supone el 7% de la energía total. La materiaoscura supone el 22% y la materia ordinaria,comolosátomosymoléculas,el5%; la radiaciónes una pequeña fracción de un 1 por ciento”,dice Neil Tur