Universidad Central

Comunicación Social y Periodismo

Imagen contemporánea

Paloma Botero Andrade

El yo detrás de la imagen

La imagen es más real en cuanto abduce la percepción del sujeto

La sociedad occidental ha edificado su realidad sobre la concepción de su mundo. Ese mundo que con tanta precisión describen las imágenes que colman nuestros escenarios citadinos. Esa iconosfera1 que despliega en su publicidad comercial toda una pluridimensional gama de fragmentos simbólicos que envuelven nuestro haber cotidiano. La realidad entonces se torna de lujosos ropajes y costosas joyas que en el afán de la transacción bancaria abducen al sujeto en la percepción de una realidad efímera.

Es así como nuestra “occidentalidad” carga con más imágenes de las que puede sostener, imágenes un pasado demasiado reciente del que no logramos despojarnos completamente, imágenes en la convulsión de un mundo aquejado por la pobreza, la violencia y la ignorancia, imágenes que describen un mundo que poco quiere saber de sí mismo y más bien enajenarse en el sueño de su razón liberadora, imágenes de una realidad demasiado mercantil pero profundamente alejada de su realidad social y humana.

Román Gubern nos describe con bastante precisión el entorno cultural que envolvió a la edad media en su modorra cotidianidad religiosa. Pero particularmente el autor olvida o desconoce a la Grecia antigua como la base sobre la que esta edificada la sociedad occidental. Sin embargo nos relata la larga y acontecida historia que tuvo que transitar la iconografía hasta ser aceptada. Con fines, dice el autor, de caracteres exclusivamente pedagógicos2. De todas formas el mundo navegaba en otras latitudes.

Inclusive sería posible pensar que la producción de imágenes se dio en su mayoría como una herramienta de los soldados cruzados de la

1 Gubern Román, “Del bisonte a la realidad Virtual: La escena y el laberinto" Anagrama, Barcelona. Pág. 592 Ibíd.

orden jesuitas. “De todos modos el efecto más importante que tuvo la contra reforma en la historia de las artes visuales fue el invento del estilo barroco surgido en la católica Italia y estimulado sobre todo por los jesuitas”3. En la necesidad inminente de crear una identidad común, a través de una memoria colectiva; que a su vez reafirmará la creencia en la fe católica, apostólica y romana mediante imágenes que creaban entre otras cosas noción de verdad alrededor de la divinidad cristiana.

Es así como la pedagogía eclesiástica avanzaba en el escenario de una iglesia dividida, en la búsqueda del restablecimiento, colonización y evangelización de la tierra Santa que para su época eran territorios musulmanes. Es curioso o inclusive paradójico, el hecho de que las cruzadas llevaran su nombre dada la cruz que llevaban los soldados estampada en sus uniformes y armaduras4. Una imagen, un símbolo que probablemente sea el más reconocido en toda la historia de occidente.

La cosmovisión en el renacimiento se traslada en la búsqueda de nuevos senderos desconocidos hasta el momento. Es en este escenario que el hombre desplaza a Dios de su lugar hegemónico para ocuparlo él como entidad dadora de vida y de muerte. Es entonces, cuando el hombre moderno se sienta sobre el proyecto de la razón como vehículo liberador y emancipador, a través de la idea del desarrollo progresista. Es en este momento de la historia cuando el hombre despliega toda su capacidad creadora y se sorprende así mismo con su magnificencia.

El renacimiento en relación con lo que a su nombre corresponde refleja el renacer del ser humano de nuevo. Se rescata el legado de la Grecia Antigua con su iconografía variable y magnifica. Renacen los dioses del Olimpo que en su afán por ser representados llevan a Troya a una guerra sin cuartel. Y a Perseo a enfrentarse con los más tenebrosos y misteriosos seres entre ellos la medusa.

La medusa quien combina en su muy particular cuerpo dos naturalezas que coexisten, que entremezclan la naturaleza animal y la naturaleza humana, que varían según la iconografía del relato dado que su rostro no siempre fue así. Su apariencia cambió cuando sobre ella Afrodita dejó caer una maldición, una maldición que al mismo tiempo es un poder. Sus facciones, sus ojos, su mirada, le están

3 Gubern Román, “Del bisonte a la realidad Virtual: La escena y el laberinto" Anagrama, Barcelona. Pág. 594 Lobosco M., De Echano J., Martínez E. y otros, Phrónesis, Vicens Vives, Impreso en España, Tercera reimpresión 2010, Pág.

prohibidos al otro porque de lo contrario serán convertidos en piedra se convierte entonces en una “deidad femenina y monstruosa”5. La medussa no tiene el placer o el dolor de su propia imagen. La Medussa entonces no puede pasar por el ritual del espejo6.

Particularmente el autor no profundiza en el tema del espejo como un escenario de sentido. Pero trae a colación a La venus del espejo como una atrevida y audaz estrategia que instrumentaliza el tema del espejo7 aún cuando el autor no profundiza mucho en el asunto. El espejo al contrario de lo que comúnmente se piense constituye un rol fundamental dentro de nuestra cultura. El espejo supone un placer, un gusto, una distracción e incluso un morbo que reafirma la humanidad individual. Que rescata la subjetividad colectiva. Es así como el espejo es una herramienta de sentido.

Un espacio reservado exclusivamente para quienes habitan el día, son ellos y sólo ellos quienes pueden reflejarse en el espejo. Por el contrario, los habitantes de la noche no cuentan con este privilegio. Por ejemplo Drácula, de acuerdo con el relato narrativo, vive en un limbo porque él está muerto durante el día pero en la noche revive y su realidad transcurre bajo la penumbra, bajo la oscuridad. Por lo tanto, como Medusa, él tampoco tiene el placer del espejo y adicional a eso su cotidianidad no es paralela con la de los humanos8.

Como ven mediante estos breves ejemplos la imagen define la naturaleza de la realidad de cada uno. La noche es el escenario de la voluptuosidad, de los placeres, del amor desenfrenado, del alcohol, la embriaguez y los vicios. Mientras el día se ocupa de la sobriedad, la seriedad, la razón, la productividad, la ocupación y la discreción. Escenarios mediados por imágenes que condicionan la acción humana.

Entre tanto la modernidad se fue colando por calles, casas y edificios, habitaciones, salas y escenarios. El proyecto de la razón liberadora y paradisiaca se asentó en la vida cotidiana de todos y todas. Para suerte de la imagen aparecieron la cámara fotográfica y la de cine. Aparecieron los inventos más fabulosos que se pensaban como escenarios de novelas futuristas. Europa se revistió de una oleada magnifica de inventos. Y es en este contexto que aparecen los

5 Congreso Cátedra “Jaime Michelsen Uribe: Imago y Keres: “Reflexiones en torno a

la imagen y la violencia", Bogotá. Colombia: DEFGEF, Feb. 16- Jun.10 2011.6 Ibíd.7 Gubern Román, “Del bisonte a la realidad Virtual: La escena y el laberinto" Anagrama, Barcelona. Pág.8 Ibíd.

surrealistas que tienen una importancia que en ocasiones podría ser reprochable dada la singularidad de sus actos. Sin embargo su importancia radica en la ruptura del arte tradicional, en la innovación de la imagen en cuanto a la fotografía el cine y la pintura. Imágenes que se transformaron en hitos, ya que, desafiaban toda ley física. Y por supuesto su tan particular nombre que describe la doctrina de los sueños. La vigilia como un elemento de creación artística y política en cuanto a su lucha patente por despojar al hombre de esa amorfa y pesada tradicional racional que destruía el mundo. Fue así como la imagen se transformó y y nunca volvió a ser la misma.

Por su parte Colombia, la sociedad de la farándula, en el marco de un escenario globalizado, gobernado bajo el yugo de monopolios comerciales, ha desencadenado una autocracia fundamentada en la desigualdad y la exclusión. Colombia es un país de una identidad foránea. Que se vende al mejor postor desconociendo o negando que los recursos naturales y el capital social tienen límites que la historia nos ha demostrado con bastante frecuencia.

Es evidente la necesidad de parecerse a esos cuerpos inertes y fríos de la publicidad. Cuerpos tiesos que obedecen a una lógica de subyugación absoluta. En su nombre se presentan ideales de libertad, paraísos postizos, cuerpos perfectamente operados y falsos, sentimientos plásticos y desechables que se cubren con costosos ropajes en el afán de ocultar su verdadera esencia, pero que en todo caso no ocultan la falsedad de sus miradas y en consecuencia de su ser.

Pero infortunadamente las realidades sociales que transitan diariamente por nuestro país convaleciente no se parecen en nada a esas imágenes con modelos delicadas, hermosas con piel de porcelana y manos de terciopelo. Entonces aparecen esos macondianos personajes que no se hacen esperar y exhiben su miseria como un pesado cajón de cemento a causa del desarraigo, la desigualdad y la violencia. Huellas inherentes al monopolio de intereses que ha concentrado la propiedad de la tierra, de la salud, de la educación, del transporte, etc. En función del poder.