el sentido crítico en la construcción de identidad en las clases de lenguaje

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1 Guía Didáctica EL SENTIDO CRÍTICO EN LA CONSTRUCCIÓN DE IDENTIDAD EN LAS CLASES DE LENGUAJE Daniel Alejandro Contreras Castro* “Hay quien se pasa la vida entera leyendo sin conseguir nunca ir más allá de la lectura, se quedan pegados a la página, no entienden que las palabras son sólo piedras puestas atravesando la corriente de un río, si están allí es para que podamos llegar a la otra margen, la otra margen es lo que importa.” José Saramago *Daniel Alejandro Contreras Castro, Normalista Superior egresado del Programa de Formación Complementaria de Educadores de la ENS de Villavicencio, y estudiante de la licenciatura de lengua castellana y literatura en la Universidad Santo Tomás. Correo electrónico: [email protected] o [email protected] Las clases de lenguaje durante mucho tiempo se han caracterizado por el dictado, la transcripción sin sentido de una cartilla o libro al cuaderno, la memorización de datos e incluso la imposición ortográfica como marca indeleble de la “buena escritura”, negándole la posibilidad a los estudiantes de reflexionar, conocer argumentos y ser críticos frente a sus procesos de lectura y escritura, ocasionando que los niños y las niñas, tengan miedo y se inhiben de expresarse, es decir, que afecta la construcción de su identidad, por lo tanto, se hace necesario ser críticos frente a los procesos que se gestan en las clases de lenguaje. De esta manera, se hace necesario reflexionar que la identidad en la actualidad se reconoce como aquella manifestación relacional en la cual dialoga el reconocimiento del sí mismo, del otro, y de los otros hacia nosotros, es decir, un proceso dialógico entre la alteridad y la otredad (Taylor, 1993; Bauman, 2003), por lo tanto, es esto lo que constituye las formas en las que actuamos. En este sentido, se hace necesario posibilitar espacios que permitan potencializar la construcción de identidad, es decir, las manifestaciones relacionales, pero, cabría preguntarse, ¿cómo las clases de lenguaje podrían ser el espacio pertinente para potencializar la construcción de identidad?, para esto, se hace necesario resaltar que como lo plantea Emilia Ferreiro y Ana Teberosky (1991) el lenguaje no se limita no son las letras, ni tampoco es decodificar palabras y saberlas escribir correctamente, por el contrario, el sentido de la lengua radica en sus usos sociales, es decir, sus manifestaciones relacionales…Por lo tanto, cobraría sentido las palabras de Paulo Freire (1991) al sostener que “la lectura del mundo precede a la lectura de la palabra” (p. 7). De esta forma, los usos sociales que se pueden fomentar en el aula de clase pueden empezar en la creación de murales, artículos, poemas, libros, reseñar, historietas, avisos publicitarios, representaciones pictográficas, entre otras, procesos que se pueden articular con los

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Guía Didáctica

EL SENTIDO CRÍTICO EN LA CONSTRUCCIÓN DE IDENTIDAD EN LAS

CLASES DE LENGUAJE Daniel Alejandro Contreras Castro*

“Hay quien se pasa la vida entera leyendo sin conseguir nunca ir más allá de la lectura,

se quedan pegados a la página, no entienden que las palabras

son sólo piedras puestas atravesando la corriente de un río,

si están allí es para que podamos llegar a la otra margen,

la otra margen es lo que importa.”

José Saramago

*Daniel Alejandro Contreras Castro, Normalista Superior egresado del Programa de Formación

Complementaria de Educadores de la ENS de Villavicencio, y estudiante de la licenciatura de lengua castellana

y literatura en la Universidad Santo Tomás. Correo electrónico: [email protected] o

[email protected]

Las clases de lenguaje durante mucho tiempo se han caracterizado por el dictado, la

transcripción sin sentido de una cartilla o libro al cuaderno, la memorización de datos e

incluso la imposición ortográfica como marca indeleble de la “buena escritura”, negándole

la posibilidad a los estudiantes de reflexionar, conocer argumentos y ser críticos frente a sus

procesos de lectura y escritura, ocasionando que los niños y las niñas, tengan miedo y se

inhiben de expresarse, es decir, que afecta la construcción de su identidad, por lo tanto, se

hace necesario ser críticos frente a los procesos que se gestan en las clases de lenguaje.

De esta manera, se hace necesario reflexionar que la identidad en la actualidad se reconoce

como aquella manifestación relacional en la cual dialoga el reconocimiento del sí mismo, del

otro, y de los otros hacia nosotros, es decir, un proceso dialógico entre la alteridad y la otredad

(Taylor, 1993; Bauman, 2003), por lo tanto, es esto lo que constituye las formas en las que

actuamos.

En este sentido, se hace necesario posibilitar espacios que permitan potencializar la

construcción de identidad, es decir, las manifestaciones relacionales, pero, cabría

preguntarse, ¿cómo las clases de lenguaje podrían ser el espacio pertinente para potencializar

la construcción de identidad?, para esto, se hace necesario resaltar que como lo plantea Emilia

Ferreiro y Ana Teberosky (1991) el lenguaje no se limita no son las letras, ni tampoco es

decodificar palabras y saberlas escribir correctamente, por el contrario, el sentido de la lengua

radica en sus usos sociales, es decir, sus manifestaciones relacionales…Por lo tanto, cobraría

sentido las palabras de Paulo Freire (1991) al sostener que “la lectura del mundo precede a

la lectura de la palabra” (p. 7).

De esta forma, los usos sociales que se pueden fomentar en el aula de clase pueden empezar

en la creación de murales, artículos, poemas, libros, reseñar, historietas, avisos publicitarios,

representaciones pictográficas, entre otras, procesos que se pueden articular con los

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Guía Didáctica

diferentes saberes disciplinares de la lengua castellana, reconociendo así que “el

conocimiento de las informaciones o elementos aislados es insuficiente. Hay que ubicar las

informaciones y los elementos en su contexto para que adquieran sentido” (Morín, 1999:15),

en otras palabras, se está fomentando espacios en dónde cada uno se reconozca de lo que es

capaz de construir, reconocer al otro, y que los otros me reconozcan, es decir, posibilita la

construcción de identidad.

Reconociendo así, que los niños y las niñas como sujetos de derecho, de saber; que tienen

una historicidad; un contexto, una cultura, unas experiencias y vivencias que le han permitido

construirse y reconstruirse a lo largo de su vida, por tanto, es preciso cuestionarse

constantemente cómo expresan las capacidades los niños y niñas; y cómo se vincula

emocionalmente estos aprendizajes a sus realidades (Zapata-Ospina & Restrepo-Mesa,

2013).

En este orden de ideas, se hace necesario que los educadores que orientan y no dictan clase,

reconozcan que la incertidumbre que se encuentra en el mundo contemporáneo ha

cuestionado las verdades absolutas, dogmáticas y cerradas. Inclusive la ciencia no se ha

escapado de esta confrontación; al cuestionar sus procesos lineales, verticales, y

deterministas propios del paradigma positivista (Enciso & Fonseca, 2013: 3), es decir, que

en la actualidad se abandona la “(…) búsqueda casi esquizofrénica del orden y el control…”

(Campos, 2008: 3) que tanto ha caracterizado las clases del profesorado.

Reconociendo así que el rol de un educador es “ayudar a los niños y niñas a ampliar su campo

de intereses, proponiéndoles nuevas vivencias y alentándolos en el uso de nuevos recursos”

(Lacueva, 1998), por lo tanto, se hace necesario que los profesorados reflexionen

críticamente el sentido y significado de sus prácticas pedagógicas, reconociendo así que:

“…la educación, tal como ella está, reprime el pensamiento, así no se lo proponga.

Su acción se reduce a transmitir datos, saberes, conocimientos, conclusiones o

resultados de procesos que otros pensaron. No enseña a pensar por sí mismo, a sacar

conclusiones propias” (Zuleta, 1985).

Por último, se reconoce que solo a través el sentido crítico; caracterizado por la reflexión en

la acción (Ortega, 2008) y la lectura crítica de diversos autores; es lo que permitirá que los

educadores de la lengua castellana puedan reconocer la multiplicidad de posibilidades que

puede ofrecer sus prácticas pedagógicas en los niños, niñas y jóvenes, como lo es la

construcción de identidad, al reconocer el compromiso y el sentido de responsabilidad social

que posee los profesores al estar en sus manos la formación del presente de la sociedad.

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Guía Didáctica

BIBLIOGRAFÍA

Bauman, Zygmunt (2003): “De peregrino a turista, o una breve historia de la identidad”, en

Stuart Hall y Paul du Gay, Cuestiones de identidad cultural, Buenos Aires, Amorrortu, pp.

40-68.

Campos, Rodrigo. (2008). Incertidumbre y complejidad: Reflexiones acerca de los retos y

dilemas de la pedagogía contemporánea, Volumen 8, Numero 1.

Enciso & Fonseca (2013), Intervención desde proyecto de aula en básica primaria.

Estanislao Zuleta. LA EDUCACIÓN,. UN CAMPO DE COMBATE. * …. Entrevista con

Hernán Suárez. Entrevista realizada en 1985.

Ferreiro, Emilia y Teberosky, Ana (1991) Los sistemas de escritura en el desarrollo del niño,

Editorial Siglo XXI

Freire, Paulo (1991), La importancia de leer y el proceso de liberación, México, Siglo XXI

Editores.

Lacueva A. (1998), En Revista Iberoamericana de Educación, núm.16, enero-abril, Madrid,

OEI, 1998, pp.165-187. Escuela de Educación, Universidad Central de Venezuela.

Morin E., (1999). El método, tomo III: El conocimiento del conocimiento. España, Cátedra

Ortega, Piedad Valencia (2008) Prácticas pedagógicas, Universidad Pedagógica Nacional.

Taylor, Charles (1993): El multiculturalismo y la “política del reconocimiento”, México,

FCE.

Zapata-Ospina, B. E. & Restrepo- Mesa, J.H (2013). Aprendizajes relevantes para los niños

y las niñas en la primera infancia. Revista Latinoamericana de Ciencias sociales, Niñez y

juventud, 11 (1), pp. 217- 227.