el programa militar de la revolucion pro let aria

Upload: gonzolive

Post on 07-Apr-2018

215 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

  • 8/6/2019 El Programa Militar de La Revolucion Pro Let Aria

    1/14

    V. I. Lenin

    EL PROGRAMA MILITARDE LA REVOLUCION PROLETARIA

    Escrito en septiembre de 1916.

    Publicado por vez primera en septiembre

    y octubre de 1917, en los numeros9 y 10 deJugend-Internationale.

    Firmado: N. Lenin

    En ruso se public por vez primera en 1929,en las ediciones 2 y 3, tomo XIX, de las

    Obras Completas de V. I. Lenin.

    De la coleccin de folletos:

    Tres artculos de Lenin sobre la guerra y la paz

    EDICIONES EN LENGUAS EXTRANJERAS

    PEKIN 1976

    Primera edicin 1974(2a impresin 1976)

    pgs. 63-79.

    Preparado para el Internet por David Romagnolo,[email protected](Mayo de 1998)

    NOTA DEL EDITOR

    La presente es una versin realizada sobre la base de diversas ediciones en lengua

    castellana, y confrontada con el original ruso, tal como aparece en las Obras Completas

    de V. I. Lenin (4a edicin).

    Las notas incluidas al final han sido tomadas y traducidas de la versin en chino

    publicada por la Editorial del Pueblo, Pekn.

    I N D I C E

    mailto:[email protected]:[email protected]:[email protected]:[email protected]
  • 8/6/2019 El Programa Militar de La Revolucion Pro Let Aria

    2/14

    EL PROGRAMA MILlTAR DE LA

    REVOLUCION

    PROLETARIA

    63

    I. 65

    II. 69

    III. 73

    NOTAS

    pg. 63

    EL PROGRAMA MILlTAR DE LA REVOLUCION

    PROLETARIA[16]

    Escrito en septiembre de 1916.

    Publicado por vez primera en sep-

    tiembre y octubre de 1917, en

    los numeros 9 y 10 deJugend-

    Internationale.

    Firmado: N. Lenin

    En ruso se public por vez pri-

    mera en 1929, en las ediciones

    2 y 3, tomo XIX, de las Obras

    Completas de V. I. Lenin.

    pg. 64 [blanca]

    pg. 65

    En Holanda, Escandinavia y Suiza, entre los socialdemcratas revolucionarios,

    que luchan contra esa mentira socialchovinista de la "defensa de la patria" en la

    actual guerra imperialista, suenan voces en favor de la sustitucin del antiguo punto

  • 8/6/2019 El Programa Militar de La Revolucion Pro Let Aria

    3/14

    del programa minimo socialdemcrata: "milicia" o "armamento del pueblo", por

    uno nuevo: "desarme".Jugend-Internationale ha abierto una discusin sobre este

    problema, y en su numero 3 ha publicado un editorial en favor del desarme. En lasltimas tesis de R. Grimm[17] encontramos tambin, por desgracia, concesiones a la

    idea del "desarme". Se ha abierto una discusin en las revistasNeues Leben [18] y

    Vorbote[*]

    . Examinemos la posicin de los defensores del desarme.

    I

    Como argumento fundamental se aduce que la reivindicacin del desarme es la

    expresin ms franca, decidida y consecuente de la lucha contra todo militarismo y

    contra toda guerra.

    Pero precisamente en este argumento fundamental reside la equivocacin

    fundamental de los partidarios del desarme.

    *El Precursor.

    pg. 66

    Los socialistas, si no dejan de serlo, no pueden estar contra toda guerra.

    En primer lugar, los socialistas nunca han sido ni podrn ser enemigos de las

    guerras revolucionarias. La burguesa de las "grandes" potencias imperialistas es

    hoy reaccionaria de pies a cabeza, y nosotros reconocemos que la guerra que ahorahace esa burguesa es una guerra reaccionaria, esclavista y criminal. Pero, qu

    podra decirse de una guerra contra esa burguesa, de una guerra, por ejemplo, delos pueblos que esa burguesa oprime y que de ella dependen, o de los puebloscoloniales, por su liberacion? En el 5 punto de las tesis del grupo "La

    internacional", leemos: "En la epoca de este imperialismo desenfrenado ya no puede

    haber guerras nacionales de ninguna clase" -- esto es evidentemente errneo.

    La historia del siglo XX, siglo del "imperialismo desenfrenado", est llena deguerras coloniales. Pero lo que nosotros, los europeos, opresores imperialistas de la

    mayora de los pueblos del mundo, con el repugnante chovinismo europeo que nos

    es peculiar, llamamos "guerras coloniales", son a menudo guerras nacionales oinsurrecciones nacionales de esos pueblos oprimidos. Una de las caracteristicas

    esenciales del imperialismo consiste, precisamente, en que acelera el desarrollo delcapitalismo en los pases ms atrasados, ampliando y recrudeciendo as la lucha

    contra la opresin nacional. Esto es un hecho. Y de l se deduce inevitablementeque en muchos casos el imperialismo tiene que engendrar guerras nacionales.

    Junius, que en un folleto suyo defiende las "tesis" arriba mencionadas, dice que en

    la poca imperialista toda guerra nacional contra una de las grandes potenciasimperialistas conduce a la intervencion de otra gran potencia, tambin imperialista,

  • 8/6/2019 El Programa Militar de La Revolucion Pro Let Aria

    4/14

    que compite con la primera, y que, de este modo, toda guerra nacional se conviate

    en guerra imperialista. Mas tambin este argu-

    pg. 67

    mento es falso. Esopuede suceder, pero no siempre sucede as. Muchas guerras

    coloniales, entre 1900 y 1914, no siguieron este camino. Y sera sencillamenteridiculo decir que, por ejemplo, despus de la guerra actual, si termina por unagotamiento extremo de los pases beligerantes, "no puede" haber "ninguna" guerra

    nacional, progresiva, revolucionaria, por parte de China, pongamos por caso, en

    unin de la India, Persia, Siam, etc., contra las grandes potencias.

    Negar toda posibilidad de guerras nacionales bajo el imperialismo estericamente falso, errneo a todas luces desde el punto de vista histrico, y

    equivalente, en la prctica, al chovinismo europeo. Nosotros, que pertenecemos a

    naciones que oprimen a centenares de millones de personas en Europa, en Africa, enAsia, etc., tenemos que decir a los pueblos oprimidos que su guerra contra

    "nuestras" naciones es "imposible"!

    En segundo lugar, las guerras civiles tambin son guerras. Quien admita la lucha

    de clases no puede menos de admitir las guerras civiles, que en toda sociedad declases representan la continuacin, el desarrollo y el recrudecimiento -- naturales y

    en determinadas circunstancias inevitables -- de la lucha de clases. Todas las

    grandes revoluciones lo confirman. Negar las guerras civiles u olvidarlas sera caeren un oportunismo extremo y renegar de la revolucin socialista.

    En tercer lugar, el socialismo triunfante en un pas no excluye en modo alguno,

    de golpe, todas las guerras en general. Al contrario, las presupone. El desarrollo del

    capitalismo sigue un curso extraordinariamente desigual en los diversos pases. Deotro modo no puede ser bajo el regimen de produccin de mercancas. De aqu la

    conclusin indiscutible de que el socialismo no puede triunfar simultaneamente entodos los pases. Triunfar en uno o en varios pases, mientras los dems seguirnsiendo, durante algn tiempo, pases burgueses

    pg. 68

    o preburgueses. Esto no slo habra de provocar rozamientos, sino incluso la

    tendencia directa de la burguesa de los dems pases a aplastar al proletariadotriunfante del Estado socialista. En tales casos, la guerra sera, de nuestra parte, una

    guerra legtima y justa. Sera una guerra por el socialismo, por liberar de laburguesa a los otros pueblos. Engels tena completa razn cuando, en su carta aKautsky del 12 de septiembre de 1882,[19] reconoca directamente la posibilidad de

    "guerras defensivas" del socialismoya triunfante. Se refera precisamente a la

    defensa del proletariado triunfante contra la burguesa de los dems pases.

    Slo cuando hayamos derribado, cuando hayamos vencido y expropiadodefinitivamente a la burguesa en todo el mundo, y no slo en un pas, sern

  • 8/6/2019 El Programa Militar de La Revolucion Pro Let Aria

    5/14

    imposibles las guerras. Y desde un punto de vista cientfico sera completamente

    errneo y antirrevolucionario pasar por alto o disimular lo que tiene precsamente

    ms importancia: el aplastamiento de la resistencia de la burguesa, que es lo msdifcil, lo que ms lucha exige durante elpaso al socialismo. Los popes "sociales" y

    los oportunistas estn siempre dispuestos a soar con un futuro socialismo pacfico,

    pero se distinguen de los socialdemcratas revolucionarios precisamente en que noquieren pensar ni reflexionar en la encarnizada lucha de clases y en lasguerras de

    clases para alcanzar ese bello porvenir.

    No debemos consentir que se nos engae con palabras. Por ejemplo: a muchos les

    es odiosa la idea de la "defensa de la patria", porque los oportunistas francos y loskautskianos en cubren y velan con ella las mentiras de la burguesa en la actual

    guerra de rapia. Esto es un hecho. Pero de l no se deduce que debamos olvidar en

    el sentido de las consignas polticas. Aceptar la "defensa de la patria" en la guerraactual equivaldra a considerarla "justa", adecuada a los intereses del pro-

    pg. 69

    letariado, y nada ms, absolutamente nada ms, porque la invasin no estdescartada en ninguna guerra. Sera sencillamente una necedad negar la "defensa de

    la patria"por parte de los pueblos oprimidos en su guerra contra las grandes

    potencias imperialistas o por parte del proletariado victorioso ensu guerra contra

    cualquier Galliffet[*] de un Estado burgues.

    Desde el punto de vista terico sera totalmente errneo olvidar que toda guerra

    no es ms que la continuacin de la politica por otros medios. La actual guerra

    imperialista es la continuacin de la poltica imperialista de dos grupos de gran despotencias, y esa poltica es originada y nutrida por el con junto de las relaciones de

    la poca imperialista. Pero esta misma poca ha de originar y nutrir tambin,inevitablemente, la poltica de lucha contra la opresin nacional y de lucha del

    proletariado contra la burguesa, y por ello mismo, la posibilidad y la inevitabilidad,en primer lugar, de las insurrecciones y guerras nacionales revolucionarias; en

    segundo lugar, de las guerras e insurrecciones del proletariado contra la burguesa;

    en tercer lugar, de la fusin de los dos tipos de guerras revolucionarias, etc.

    II

    A lo dicho hay que aadir la siguiente consideracin general.

    Una clase oprimida que no aspirase a aprender el manejo de las armas, a tener

    armas, esa clase oprimida slo merecera que se la tratara como a los esclavos.

    Nosotros, si no queremos convertirnos en pacifistas burgueses o en oportunistas, nopodemos olvidar que vivimos en una sociedad de clases, de la

  • 8/6/2019 El Programa Militar de La Revolucion Pro Let Aria

    6/14

    *A. Galliffet, generel francs, famoso por la cruel represin que llev a cabo contra los publicistas

    de la Comuna de Paris de 1871. (N. de T.)

    pg. 70

    que no hay ni puede haber otra salida que la lucha de clases. En toda sociedad de

    clases -- ya se funde en la esclavitud, en la servidumbre, o, como ahora, en eltrabajo asalariado -- , la clase opresora est armada. No slo el ejrcito regular

    moderno, sino tambin la milicia actual -- incluso en las repblicas burguesas ms

    democrticas, como, por ejemplo, en Suiza -- , representan el armamento de la

    burguesa contra el proletariado. Esta es una verdad tan elemental, que apenas sihay necesidad de detenerse especialmente en ella. Bastar recordar el empleo del

    ejrcito contra los huelguistas en todos los pases capitalistas.

    El armamento de la burguesa contra el proletariado es uno de los hechos msconsiderables, fundamentales e importantes de la actual sociedad capitalista. Y ante

    semejante hecho se propone a los socialdemcratas revolucionarios que planteen la

    "reivindicacin" del "desarme"! Esto equivale a renunciar por completo al punto devista de la lucha de clases, a renegar de toda idea de revolucin. Nuestra consignadebe ser: armar al proletariado para vencer, expropiar y desarmar a la burguesa.

    Esta es la nica tctica posible para una clase revolucionaria, tctica que se

    desprende de todo el desarrollo objetivo del militarismo capitalista, y que esprescrita por este desarrollo. Slo despus de haber desarmado a la burguesa podr

    el proletariado, sin traicionar su misin histrica universal, convertir en chatarra

    toda clase de armas en general, y as lo har indudablemente el proletariado, peroslo entonces ; de ningn modo antes.

    Si la guerra actual despierta entre los reaccionarios socialistas cristianos y entre

    los jeremias pequeos burguesesslo susto y horror, slo repugnancia hacia todoempleo de las armas, hacia la sangre, la muerte, etc., nosotros, en cambio, debemosdecir: la sociedad capitalista ha sido y es siempre un

    pg. 71

    horror sin fin. Y si ahora la guerra actual, la ms reaccionaria de todas las guerras,

    prepara a esa sociedad unfin con horror, no tenemos ningn motivo paraentregarnos a la desesperacin. Y en una poca en que, a la vista de todo el mundo,

    se esta preparando por la misma burguesa la nica guerra legtima y revolucionaria,

    a saber: la guerra civil contra la burguesa imperialista, la "reivindicacin" deldesarme, o mejor dicho, la ilusin del desarme es nica y exclusivamente, por su

    significado objetivo, una prueba de desesperacin.

    Al que diga que esto es una teora al margen de la vida, le recordaremos dos

    hechos de carcter histrico universal: el papel de los trusts y del trabajo de lasmujeres en las fbricas, por un lado, y la Comuna de 1871 y la insurreccin de

    diciembre de 1905 en Rusia, por el otro.

  • 8/6/2019 El Programa Militar de La Revolucion Pro Let Aria

    7/14

    El propsito de la burguesa es desarrollar trusts, empujar a nios y mujeres a las

    fbricas, donde los tortura, los pervierte y los condena a la extrema miseria.

    Nosotros no "exigimos" semejante desarrollo, no lo "apoyamos", luchamos contral. Pero como luchamos? Sabemos que los trusts y el trabajo de las mujeres en las

    fbricas son progresistas. No queremos volver atrs, a los oficios artesanos, al

    capitalismo premonopolista, al trabajo domstico de la mujer. Adelante, a travs delos trusts, etc., y ms all de ellos, hacia el socialismo!

    Este razonamiento, con las correspondientes modificaciones, es tambin aplicable

    a la actual militarizacin del pueblo. Hoy la burguesa imperialista no slo

    militariza a todo el pueblo, sino tambin a la juventud. Maana tal vez empiece amilitarizar a las mujeres. Nosotros debemos decir ante esto: tanto mejor! Adelante,

    rapidamente! Cuanto ms rapidamente, tanto ms cerca se estar de la insurreccin

    armada contra el capitalismo. Cmo pueden los socialdemcratas dejarse inti-

    pg. 72

    midar por la militarizacin de la juventud, etc., si no olvidan el ejemplo de laComuna? Eso no es una "teora al margen de la vida", no es una ilusin, sino unhecho. Y sera en verdad gravisimo que los socialdemcratas, pese a todos los

    hechos econmicos y polticos, comenzaran a dudar de que la poca imperialista y

    las guerras imperialistas deben conducir inevitablemente a la repeticin de tales

    hechos.

    Cierto observador burgus de la Comuna escriba en mayo de 1871 en un

    peridico ingls: "Si la nacin francesa estuviera formada slo por mujeres, qu

    nacin tan horrible sera!" Mujeres y nios hasta de trece aos lucharon en los dasde la Comuna al lado de los hombres. Y no podr suceder de otro modo en las

    futuras batallas por el derrocamiento de la burguesa. Las mujeres proletarias nocontemplarn pasivamente cmo la burguesa, bien armada, ametralla a los obreros,

    mal armados o inermes. Tomarn las armas, como en 1871, y de las asustadasnaciones de ahora, o mejor dicho, del actual movimiento obrero, desorganizado ms

    por los oportunistas que por los gobiernos, surgir indudablemente, tarde o

    temprano, pero de un modo absolutamente indudable, la unin internacional de las"horribles naciones" del proletariado revolucionario.

    La militarizacin penetra ahora toda la vida social. El imperialismo es una lucha

    encarnizada de las grandes potencias por el reparto y la redistribucin del mundo, y

    por ello tiene que conclucir inevitablemente a un reforzamiento de la militarizacin

    en todos los pases, incluso en los neutrales y pequeos. Con qu harn frente aesto las mujeres proletarias?? Se limitarn a maldecir toda guerra y todo lo militar,

    se limitarn a exigir el desarme? Nunca se conformarn con papel tan vergonzosolas mujeres de una clase oprimida que sea verdaderamente revolucionaria. Les dirn

    a sus hijos: "Pronto sers grande. Te darn un fusil. Tmalo y aprende bien a

    manejar

    pg. 73

  • 8/6/2019 El Programa Militar de La Revolucion Pro Let Aria

    8/14

    las armas. Es una ciencia imprescindible para los proletarios, y no para disparar

    contra tus hermanos, los obreros de otros pases, como sucede en la guerra actual, y

    como te aconsejan que lo hagas los traidores al socialismo, sino para luchar contrala burguesa de tu propio pas, para poner fin a la explotacin, a la miseria y a las

    guerras, no con buenos deseos, sino venciendo a la burguesa y desarmndola".

    De renunciar a esta propaganda, precisamente a esta ptopaganda, en relacin conla guerra actual, mejor es no decir ms palabras solemnes sobre la socialdemocracia

    revolucionaria internacional, sobre la revolucin socialista, sobre la guerra contra la

    guerra.

    III

    Los partidarios del desarme se pronuncian contra el punto del programa referente

    al "armamento del pueblo", entre otras razones, porque, segn dicen, estareivindicacin conduce ms fcilmente a las concesiones al oportunismo. Ya hemos

    examinado ms arriba lo ms importante: la relacin entre el desarme y la lucha declases y la revolucin social. Examinaremos ahora qu relacin guarda la

    reivindicacin del desarme con el oportunismo. Una de las razones ms importantes

    de que esta reivindicacin sea inadmisible consiste precisamente en que ella, y lasilusiones a que da origen, debilitan y enervan inevitablemente nuestra lucha contra

    el oportunismo.

    No cabe duda de que esta lucha es el principal problema inmediato de la

    Internacional. Una lucha contra el imperialismo que no est indisolublemente ligadaa la lucha contra el oportunismo es una frase vaca o un engao. Uno de los princi-

    pg. 74

    pales defectos de Zimmerwald y de Kienthal,[20] una de las principales causas delposible fracaso de estos germenes de la III Internacional, consiste precisamente en

    que ni siquiera se ha planteado francamente el problema de la lucha contra el opor

    tunismo, sin hablar ya de una solucin de este problema que seale la necesidad deromper con los oportunistas. El oportunismo triunf, temporalmente, en el seno del

    movimiento obrero europeo. En todos los pases ms importantes han aparecido dos

    matices fundamentales del oportunismo: primero, el socialimperialismo franco,

    cnico, y por ello menos peligroso, de los Plejnov, los Scheidemann, los Legien,

    los Albert Thomas y los Sembat, los Vandervelde, los Hyndman, los Henderson,etc.; segundo, el encubierto, kautskiano: Kautsky-Haase y el "Grupo

    Socialdemcrata del Trabajo"[21] en Alemania; Longuet, Pressemane, Mayeras, etc.,en Francia Ramsay McDonald y otros jefes del "Partido Laborista Independiente",

    en Inglaterra; Mrtov, Chjedse, etc., en Rusia; Treves y otros reformistas llamados

    de izquierda, en Italia.

  • 8/6/2019 El Programa Militar de La Revolucion Pro Let Aria

    9/14

    El oportunismo franco esta directa y abiertamente contra la revolucin y contra

    los movimientos y explosiones revolucionarias que se estn iniciando, y ha

    establecido una alianza directa con los gobiernos, por muy diversas que sean lasformas de esta alianza, desde la participacin en los ministerios hasta la

    participacin en los comites de la industria armamentista (en Rusia)[22]. Los

    oportunistas encubiertos, los kautskianos, son mucho ms nocivos y peligrosos parael movimiento obrero porque la defensa que hacen de la alianza con los primeros la

    encubren con palabrejas "marxistas" y consignas pacifistas que suenan

    plausiblemente. La lucha contra estas dos formas del oportunismo dominante debeser desarrollada en todos los terrenos de la poltica proletaria: parlamento,

    sindicatos, huelgas, en la cuestin militar, etc. La particularidad principal

    pg. 75

    que distingue a estas dos formas del oportunismo dominante consiste en que el

    problema concreto de la relacin entre la guerra actual y la revolucin y otrosproblemas concretos de la revolucin se silencian y se encubren, o se tratan con la

    mirada puesta en las prohibiciones policacas. Y eso a pesar de que antes de laguerra se haba sealado infinidad de veces, tanto en forma no oficial como con

    carcter oficial en el Manifiesto de Basilea, la relacin que guardaba precisamenteesa guerra inminente con la revolucin proletaria. Mas el defecto prin cipal de lareivindicacin del desarme consiste precisamente en que se pasan por alto todos los

    problemas concretos de la revolucin. O es que los partidarios del desarme estn a

    favor de un tipo completamente nuevo de revolucin sin armas?

    Prosigamos. En modo alguno estamos contra la lucha por las reformas. Noqueremos desconocer la triste posibilidad de que la humanidad -- en el peor de los

    casos -- pase todava por una segunda guerra imperialista, si la revolucin no surge

    de la guerra actual, a pesar de las numerosas explosiones de efervescencia ydescontento de las masas y a pesar de nuestros esfuerzos. Nosotros somos

    partidarios de un programa de reformas que tambin debe ser dirigido contra los

    oportunistas. Los oportunistas no haran sino alegrarse en el caso de que lesdejasemos por entero la lucha por las reformas y nos elevramos a las nubes de un

    vago "desarme", para huir de una realidad lamentable. El "desarme" es precisamente

    la huida frente a una realidad detestable, y en modo alguno la lucha contra ella.

    En semejante programa nosotros diramos aproximadamente: "La consigna y elreconocimiento de la defensa de la patria en la guerra imperialista de 1914-1916 no

    sirven ms que para corromper el movimiento obrero con mentiras burguesas". Esa

    respuesta concreta a cuestiones concretas sera terica-

    pg. 76

    mente ms justa, mucho ms til para el proletariado y ms insoportable para los

    oportunistas que la reivindicacin del desarme y la renuncia a "toda" defensa de la

    patria. Y podramos aadir: "La burguesa de todas las grandes potenciasimperialistas, de Inglaterra, Francia, Alemania, Austria, Rusia, Italia, el Japn y los

  • 8/6/2019 El Programa Militar de La Revolucion Pro Let Aria

    10/14

    Estados Unidos, es hoy hasta tal punto reaccionaria y est tan penetrada de la

    tendencia a la dominacin mundial, que toda guerra por parte de la burguesa de

    estos pases no puede ser ms que reaccionaria. El proletariado no slo debeoponerse a toda guerra de este tipo, sino que debe desear la derrota de 'su' gobierno

    en tales guerras y utilizar esa derrota para una insurreccin revolucionaria, si fracasa

    la insurreccin destinada a impedir la guerra".

    En lo que se refiere a la milicia, deberamos decir: no somos partidarios de la

    milicia burguesa, sino nicamente de una milicia proletaria. Por eso, "ni un cntimo,

    ni un hombre", no slo para el ejrcito regular, sino tampoco para la milicia

    burguesa, incluso en pases como los Estados Unidos o Suiza, Noruega, etc. Tantoms cuanto que en los pases republicanos ms libres (por ejemplo, en Suiza)

    observamos una prusificacin cada vez mayor de la milicia, sobre todo en 1907 y

    1911, y que se la prostituye, movilizndola contra los huelguistas. Nosotrospodemos exigir que los oficiales sean elegidos por el pueblo, que sea abolida toda

    justicia militar, que los obreros extranjeros tengan los mismos derechos que los

    obreros nacionales (punto de especial importancia para los Estados imperialistasque, como Suiza, explotan cada vez en mayor nmero y cada vez con mayor

    descaro a obreros extranjeros, sin otorgarles derechos). Y adems, que cada cien

    habitantes de un pas, por ejemplo, tengan derecho a formar asociaciones libres para

    aprender el manejo de las armas, eligiendo libremente instructores retribuidos por elEstado, etc. Slo en tales

    pg. 77

    condiciones podra el proletariado aprender el manejo de las armas efectivamenteparas, y no para sus esclavizadores, y los intereses del proletariado exigen

    absolutamente ese aprendizaje. La revolucin rusa ha demostrado que todo xito,

    incluso un xito parcial, del movimiento revolucionario -- por ejemplo, la conquistade una ciudad, un poblado fabril, una parte del ejrcito -- obligar inevitablemente

    al proletariado vencedor a poner en prctica precisamente ese programa.

    Por ltimo, contra el oportunismo no se puede luchar, naturalmente, slo con

    programas, sino vigilando sin descanso para que se los ponga en prctica de unamanera efectiva. El mayor error, el error fatal de la fracasada II Internacional,

    consisti en que sus palabras no correspondian a sus hechos, en que se inculcaba la

    costumbre de recurrir a la hipocresia y a una desvergonzada fraseologiarevolucionaria (vease la actitud de hoy de Kautsky y Ca. ante el Manifiesto de

    Basilea). El desarme como idea social -- es decir, como idea engendrada por

    determinado ambiente social, como idea capaz de actuar sobre determinado mediosocial, y no como simple extravagancia de un individuo -- tiene su origen,evidentemente, en las condiciones particulares de vida, "tranquilas"

    excepcionalmente, de algunos Estados pequeos, que durante un periodo bastante

    largo han estado al margen del sangriento camino mundial de las guerras, y queconfan poder seguir apartados de l. Para convencerse de ello basta reflexionar, por

    ejemplo, en los argu mentos de los partidarios del desarme en Noruega: "Somos un

    pas pequeo, nuestro ejrcito es pequeo, nada podemos hacer contra las grandes

  • 8/6/2019 El Programa Militar de La Revolucion Pro Let Aria

    11/14

    potencias" (y por ello nada pueden hacer tampoco si se les impone por la fuerza unaalianza imperialista con uno u otro grupo de grandes potencias) . . . , "queremos

    seguir en paz en nuestro apartado rinconcito y proseguir nuestra poltica pueblerina,exigir el desarme, tribunales de arbi-

    pg. 78

    traje obligatorios, una neutralidad permanente, etc." ("permanente", como la deBlgica?).

    La mezquina aspiracin de los pequeos Estados a quedarse al margen, el deseo

    pequeoburgues de estar lo ms lejos posible de las grandes batallas de la historia

    mundial, de aprovechar su situacin relativamente monopolista para seguir en unapasividad acorchada, tal es la situacin social objetiva que puede asegurar cierto

    xito y cierta difusin a la idea del desarme en algunos pequeos Estados. Claro que

    semejante aspiracin es reaccionaria y descansa toda ella en ilusiones, pues elimperialismo, de uno u otro modo, arrastra a los pequeos Estados a la vorgine de

    la economa mundial y de la poltica mundial.

    En Suiza, por ejemplo, su situacin imperialista prescribe objetivamente dos

    lineas del movimiento obrero: los oportunistas, en alianza con la burguesa, aspirana hacer de Suiza una unin monopolista republicano-democrtica, a fin de obtener

    ganancias con los turistas de la burguesa imperialista y de aprovechar del modo

    ms lucrativo y ms tranquilo posible esta "tranquila" situacin monopolista.

    Los verdaderos socialdemcratas de Suiza aspiran a utilizar la relativa libertaddel pas y su situacin "internacional" para ayudar a la estrecha alianza de los

    elementos revolucionarios de los partidos obreros europeos a alcanzar la victoria.

    En Suiza no se habla, gracias a Dios, un "idioma propio", sino tres idiomasuniversales, los tres, precisamente, que se hablan en los pases beligerantes que

    limitan con ella.

    Si los 20.000 miembros del Partido suizo contribuyeran semanalmente con dos

    cntimos como "impuesto extraordinario de guerra", obtendramos al ao 20.000francos, cantidad ms que suficiente para imprimir peridicamente y difundir en tres

    idiomas, entre los obreros y soldados de los pases beli-

    pg. 79

    gerantes, a pesar de las prohibiciones de los Estados Mayores Generales, todocuanto diga la verdad sobre la indignacin que comienza a cundir entre los obreros,

    sobre su fraternizacin en las trincheras, sobre sus esperanzas de utilizar

    revolucionariamente las armas contra la burguesa imperialista de sus "pro pios"pases, etc.

    Nada de esto es nuevo. Precisamente es lo que hacen los mejores peridicos,

    comoLa Sentinelle, VolksrechtyBerner Tagwacht,[23] pero, por desgracia, en

  • 8/6/2019 El Programa Militar de La Revolucion Pro Let Aria

    12/14

    medida insuficiente. Slo semejante actividad puede hacer de la magnfica

    resolucin del Congreso de Aarau[24] algo ms que una mera resolucin magnfica.

    La cuestin que ahora nos interesa se plantea en la forma siguiente: correspondela reivindicacin del desarme a la tendencia revolucionaria entre los

    socialdemcratas suizos? Es evidente que no. El "desarme" es, objetivamente, elprograma ms nacional, el ms especficamente nacional de los pequeos Estados,pero en manera alguna el programa internacional de la socialdemocracia

    revolucionaria internacional.

    pg. 113

    NOTAS

    [16]El artculo "El programa militar de la revolucin proletaria " fue escrito en alemn enseptiembre de 1916 para la prensa de los socialdemcratas escandinavos de izquierda, que durante la

    Primera Guerra Mundial se manifestaron en contra del punto del programa socialdemcrata relativoal "armamento del pueblo" y lanzaron la errnea consigna del "desarme".

    En diciembre de 1916 el articulo, redactado de nuevo, fue publicado en laRecopilacin del

    Socialdemcrata, t. II, con el titulo de "La consigna del 'desarme'" (vase V. I. Lenin, Obras

    Completas, t. XXIII).

    pg. 114

    En abril de 1917, poco antes de salir para Rusia, Lenin entreg el texto en alemn del artculo a la

    redaccin de la revistaJugend-Internationale ; el articulo fue publicado el mismo ao en sus nms. 9

    y 10.

    Jugend-Internationale rgano de la Liga Internacional de las Organizaciones Socialistas de laJuventud, adherida a la izquierda de Zimmerwald, se public desde septiembre de 1915 hasta mayo

    de 1918 en Zurich. Lenin emite su juicio acerca de esta revista en la nota "La Internacional de la

    Juventud" (vase V. I. Lenin, Obras Completas, t. XXIII). [pg.63]

    [17]Se alude a las tesis sobre la cuestin militar escritas por R. Grimm (uno de los lideres del PartidoSocialdemcrata de Suiza) en el verano de 1916 con motivo de la preparacin del Congreso

    Extraordinario del mismo Partido. Este Congreso, cuya celebracin haba sido sealada para febrero

    de 1917, tena que resolver la cuestin de la actitud de los socialistas suizos ante la guerra. [pg. 65]

    [18]Neues Leben (Vida Nueva ) rgano del Partido Socialdemcrata de Suiza; se public en Bernadesde enero de 1915 hasta diciembre de 1917. La revista difundia los puntos de vista de los

  • 8/6/2019 El Programa Militar de La Revolucion Pro Let Aria

    13/14

  • 8/6/2019 El Programa Militar de La Revolucion Pro Let Aria

    14/14

    que en esos grupos hubiese representantes de los obreros, encargados de hacer propaganda entre las

    masas obreras en favor de una mayor productividad del trabajo en las fbricas de materiales

    militares. Los mencheviques partidparon activamente en esta empresa seudopatritica de la

    burguesa. Los bolcheviques declararon el boicot a los comits de la industria armamentista y lo

    aplicaron eficazmente con el apoyo de la mayora de los obreros. [pg. 74]

    [23]

    La Sentinelle, rgano de la organizacin socialdemcrata suiza del cantn de Neuchatel (Suizafrancesa), fundado en Chaux de Fonds en 1884. En los primeros aos de la Primera Guerra Mundial,

    el peridico mantuvo una posicin internacionalista. El 13 de noviembre de 1914,

    pg. 116

    en el nm. 265 del peridico fue publicado, en forma abreviada, el Manifiesto del C.C. del

    P.O.S.D.R. "La guerra y la socialdemocracia de Rusia" (vase V. I. Lenin, Obras Completas, t.

    XXI).

    Volksrecht(El Derecbo del Pueblo ), rgano del Partido Social demcrata de Suiza y de la

    organizacin socialdemcrata del cantn de Zurich. Se publica en Zurich desde 1898. Durante laPrimera Guerra Mundial el peridico present artculos de los Zimmerwaldianos de izquierda. En el

    aparecieron tambin artculos de Lenin, como por ejemplo, "Doce breves tesis sobre la defensahecha por G. Greulich de la defensa de la patria", "Sobre las tareas del P.O.S.D.R. en la revolucin

    rusa", "Las maniobras de los chovinistas republicanos". Ms tarde el peridico adopt una posicin

    anticomunista y antidemocrtica.

    Berner Tagwacht(El Centinela de Berna ), rgano del Partido Socialdemcrata de Suiza,publicado desde 1893 en Berna. Al comienzo de la Primera Guerra Mundial el peridico insert

    artculos de K. Liebknecht, de F. Mehring y de otros socialdemcratas de izquierda. A partir de 1917

    apoy abiertamente a los socialchovinistas y ms tarde adopt una posicin anticomunista y

    antidemocrtica. [pg.79]