el primer lunes de noviembre - editorial-club-universitario.es la trama de esta novela se...

27
El primer lunes de noviembre Juan Carlos Padilla Estrada

Upload: trinhmien

Post on 03-Nov-2018

213 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: El primer lunes de noviembre - editorial-club-universitario.es la trama de esta novela se entremezclan personajes reales con imaginarios. El desarrollo de la ... ción y se hacen con

El primer lunes de noviembre

Juan Carlos Padilla Estrada

Page 2: El primer lunes de noviembre - editorial-club-universitario.es la trama de esta novela se entremezclan personajes reales con imaginarios. El desarrollo de la ... ción y se hacen con

Título: El primer lunes de noviembre

Autor: © Juan Carlos Padilla Estrada

ISBN: 978-84-8454-740-2Depósito legal: A–1006–2008

Edita: Editorial Club Universitario Telf.: 96 567 61 33C/. Cottolengo, 25 – San Vicente (Alicante)www.ecu.fm

Printed in SpainImprime: Imprenta Gamma Telf.: 965 67 19 87C/. Cottolengo, 25 – San Vicente (Alicante)[email protected]

Reservados todos los derechos. Ni la totalidad ni parte de este libro puede reproducirse o transmitirse por ningún procedimiento electró-nico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación magnética o cual-quier almacenamiento de información o sistema de reproducción, sin permiso previo y por escrito de los titulares del Copyright.

Page 3: El primer lunes de noviembre - editorial-club-universitario.es la trama de esta novela se entremezclan personajes reales con imaginarios. El desarrollo de la ... ción y se hacen con

COMENTARIOS PREVIOS

La idea inicial de esta novela surgió hace varios años, a raíz de la aparición en un diario de difusión nacional (Diario El Mundo, 6 y 13 de octubre de 2000) de un estudio publi-cado en la revista Journal of Vulcanology and Geothermal Research y corroborado por otros prestigiosos científicos de la Sociedad Geológica y del University College de Londres. Incluso la cadena británica BBC emitió un documental –un tanto apocalíptico– sobre el tema. Los científicos que recogieron esta información la comunicaron al ministro británico de Ciencia y no es exagerado afirmar que toda la comunidad científica y buena parte de la opinión pública está al corriente de este asunto.

Los datos que se refieren en ese informe han sido utilizados en este libro, y el autor desea dejar clara constancia de ello, así como de la gran difusión que dicho informe tuvo en su día.

En la trama de esta novela se entremezclan personajes reales con imaginarios. El desarrollo de la acción, la mayoría de las anécdotas y muchas de las descripciones nacieron de la imaginación del autor.

Page 4: El primer lunes de noviembre - editorial-club-universitario.es la trama de esta novela se entremezclan personajes reales con imaginarios. El desarrollo de la ... ción y se hacen con

5

PRÓLOGO

Cualquier acción terrorista es reprobable, cualquiera. Sin paliativos ni justificación posible. Es obligación de cualquier ciudadano luchar, en la medida de sus posi-bilidades, para conseguir su erradicación. Pero, con esa misma contundencia y determinación, debemos intentar profundizar en las causas que lo originan y entender el ambiente social, el caldo de cultivo, en el que se gestan el odio, la violencia, los agravios… Porque ellos, en última instancia, van a determinar la eclosión de ese fenómeno llamado a ser la verdadera peste del siglo XXI, quizás ya intuido por personajes como Charles de Montesquieu en los inicios del XVIII: “La injusticia hecha a uno solo es una amenaza dirigida a todos”

Y cualquier persona, aun la más abyecta capaz de de-cretar la eliminación de millares de inocentes, posee en su compartimentado cerebro alguna región en la que alberga candor, piedad, amor hacia sus hijos, exquisita sensibili-dad musical o cariño para con los animales… pudiendo coexistir todas las facetas en lo que constituye un complejo poliedro de innumerables caras: la personalidad humana.

Estas son algunas de las motivaciones de la obra que sigue, sin perder de vista la principal función de una nove-la: entretener. Si a la vez se consigue el cometido de formar e informar, el que escribe estas líneas sentirá cumplida la noble aspiración de cualquiera que se siente ante un papel en blanco dispuesto a transmitir ideas.

Juan Carlos Padilla Estrada,julio de 2008.

Page 5: El primer lunes de noviembre - editorial-club-universitario.es la trama de esta novela se entremezclan personajes reales con imaginarios. El desarrollo de la ... ción y se hacen con

7

GALERÍA DE PERSONAJES

Enumerados por orden alfabético:

Karim Rahman Arif: comandante. Jefe del Servicio de Inteligencia libio.

Ruth Ashkelon: Rebeca Bluvstein: agente del Mossad.

Hatim Al–Bakr: estudiante libio en España (Universidad de Alicante).

Harry Spencer Blackstone II: almirante de la VI flota norteamericana.

George Herbert Walter Bush (senior): nacido en 1924. Cuadragésimo primer Presidente de los Estados Unidos de América entre 1989 y 1993.

George W. Bush (junior): nacido en 1946. Cuadragésimo tercer Presidente de los Estados Unidos de América (desde el año 2000).

Richard B. Cheney: nacido en 1941. Vicepresidente de Estados Unidos con George Bush (junior). Anteriormente, Secretario de Defensa entre 1989 y 93 (bajo la presidencia de George Bush, senior)

Meir Dagan: director del Mossad (Servicio de Inteligencia israelí) desde septiembre 2002.

Phil Edmonton: ejecutivo de Media & Market Research World Globe (M&MRWG).

Shlomo Emmelman: responsable del Departamento de Investigación del Mossad.Driss Fakhet: general jefe de la guardia personal del coronel Gaddafi.

Muammar El Gaddafi: de nombre completo Muammar Muhammad Abd as Salam Abu Minyar al Gaddafi. Nacido

Page 6: El primer lunes de noviembre - editorial-club-universitario.es la trama de esta novela se entremezclan personajes reales con imaginarios. El desarrollo de la ... ción y se hacen con

8

en 1942 en la ciudad de Sirte. Desde 1969 líder de la República Libia Árabe Socialista Popular.

Nathaniel Goldberg: agente del Mossad. Autor de un informe acerca de las actividades de Muammar El Gaddafi.

Isser Harel: Jefe del Lohamah Psichlogit Department del Mossad, departamento encargado de las operaciones de guerra psicológica, propaganda y engaño.

Michael Hayden: director de la Agencia Central de Inteligencia estadounidense (CIA)

Sir Henry: reputado falsificador inglés.

Abd–Al–Heikal: alto funcionario del Ministerio de Petróleo libio.

John H. Keane: general vicejefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas norteamericanas.

Osama Bin Laden: Osama bin Mohammad bin Awdah bin Laden: saudí. Jefe de la organización terrorista Al Qaeda.

Efraim Lotz: director de Metsada, la División Especial de Operaciones del Mossad.

Julius Maxwell: profesor de Vulcanología. Director del Departamento de Geofísica de la Universidad de Princeton.

Abu Al–Mutanabbi: general jefe de las Fuerzas Armadas libias.

Horacio Pertusio: directivo argentino de la multinacional Compaq. Padre de Ernesto, a quien liberó Carlos Varela en 1982 de manos de los militares argentinos.

Condoleeza Rice: Secretaria de Estado de Estados Unidos con la Administración Bush (2004–)

Page 7: El primer lunes de noviembre - editorial-club-universitario.es la trama de esta novela se entremezclan personajes reales con imaginarios. El desarrollo de la ... ción y se hacen con

9

Robert Shapiro: vicepresidente ejecutivo de la empresa petrolera Exxon.

Alia Tharwa: ama de Muammar El Gaddafi. Vive en Sirte, ciudad natal del coronel.

Carlos Varela: Tarek Azalíi: Carlos Estrada. Mercenario español.

Jan Van Allen: médico holandés. Subdirector de la organización Médicus Mundi.

William H. Westbrook: experto en inteligencia. Ex director de la Agencia Central de Inteligencia, CIA.

Ayman Al Zawahiri: número dos de Al Qaeda e ideólogo de la organización.

***

Filántropos sin Fronteras: pequeña organización constituída por George Herbert Walter Bush (senior), John H. Keane, Robert Shapiro y William H. Westbrook.

Page 8: El primer lunes de noviembre - editorial-club-universitario.es la trama de esta novela se entremezclan personajes reales con imaginarios. El desarrollo de la ... ción y se hacen con

11

0. Estados Unidos. 11 de septiembre de 2001

Los diecinueve hombres se despertaron casi simultá-neamente, varias horas antes de que amaneciera sobre la costa este de Estados Unidos. Iniciaron el que iba a ser su último día inclinándose en dirección a la Meca y orando a su dios, ese mismo al que iban a ofrecerse apenas unas horas más tarde.

A las cinco en punto los responsables de los cuatro comandos conectan por teléfono móvil con el jefe de todo el operativo, Mohammed Atta, al que le confirman que “luce el sol sobre el reluciente mar”, clave acordada para transmitir que todo el operativo está a punto.

A las ocho en punto el vuelo 11 de American Airlines despega del Aeropuerto Internacional Logan, de Boston hacia Los Ángeles. Catorce minutos después despega del mismo aeropuerto el vuelo 175 de United Airlines. A las 8:21 lo hace el vuelo 77 de American Airlines, desde Washington D.C. hacia Los Ángeles y veinte minutos más tarde el vuelo 93 de United Airlines desde Newark hacia San Francisco. A bordo de todos ellos, varios muchachos corrientes no despiertan la mínima sospecha.

Todos los vuelos han sido cuidadosamente selecciona-dos. Sus trayectos previstos van de costa a costa, lo que garantiza una alta carga de combustible en sus tanques. Además, sus aeropuertos de origen se encuentran cerca de los objetivos previstos.

A los pocos minutos del despegue cinco jóvenes se levantan de sus asientos. El jefe de grupo se aproxima a una azafata y le secciona el cuello con una pequeña na-vaja. Mientras los otros cuatro gritan consignas en árabe y amenazan al pasaje con un pequeño mando a distancia que presuntamente activa bombas instaladas en las bode-gas de los aparatos. La sangre derramada, los gritos y el miedo, sobre todo el miedo, paralizan a los pasajeros de los aviones. Los piratas aprovechan la sorpresa de la tripula-ción y se hacen con el control de la cabina de mando, en un caso ejecutando a un copiloto.

A las 8:39, Waleed al-Shehri, el segundo de a bordo en el vuelo 11 de American Airlines, se dirige a los 92 pasaje-ros del Boeing 767 y les anuncia que van a morir. Añade que lo harán por una causa justa y les permite hacer uso

Page 9: El primer lunes de noviembre - editorial-club-universitario.es la trama de esta novela se entremezclan personajes reales con imaginarios. El desarrollo de la ... ción y se hacen con

12

Juan Carlos Padilla

de sus teléfonos móviles para despedirse de sus seres que-ridos. A las 8:43 Mohammed Atta, que pilota ese avión, avista las dos torres del World Trade Center, en la baja Manhattan. Un instante después marca en su teléfono un número de 16 cifras que le conecta con un destinatario a muchos miles de kilómetros de allí. Tan solo le da tiempo a pronunciar tres palabras: “Alá es grande.”

A las 08:46 el vuelo 11 de American se incrusta por com-pleto en la torre norte del World Trade Center. Diecisiete minutos después, el vuelo 175 de United se estrella entre los pisos 78 y 84 de la torre sur. A las 09:37, el vuelo 77 de American se estrella contra el Pentágono, en Washington D.C. De todos los aviones partió la misma llamada, con idéntica frase, destinada a la misma persona.

Únicamente el vuelo 93 de United se escapó del maca-bro guión preparado por los árabes. Algunos pasajeros se enteraron del destino corrido con los otros aviones secues-trados y rápidamente surgió un espíritu de rebeldía a bor-do, por el que los 44 viajeros optaron por luchar antes que perecer impasibles. Uno de los pasajeros, Todd Beamer, le pidió a su esposa, con quien hablaba por teléfono, que rezara con él y al finalizar simplemente dijo: “let’s roll”. Poco después, el avión se estrella en un campo cercano a Shanksville, Pensilvania, a las 10:03 hora local.

En ese preciso instante, a más de diez mil kilómetros de aquel lugar, un árabe poco conocido hasta aquel momen-to, llamado Osama Bin Laden, se arrodilla dirigiendo sus rezos hacia la Ciudad Santa del Islam, para agradecer a su dios el coraje y la valentía de sus hombres. Tras unos ins-tantes de reflexión toma su teléfono y reproduce la misma llamada que ha recibido de sus subordinados.

Al otro lado, el hombre que recibe la consigna sonríe satisfecho. Tan solo responde: “Y nosotros sus siervos” antes de colgar. Ahora es cuando fija su mirada sobre la enorme bola del mundo que preside su despacho. Y quizá sea una ilusión, pero al árabe le parece que el gran globo, justo en el lugar que ocupa América del Norte, está derra-mando una lágrima.

Page 10: El primer lunes de noviembre - editorial-club-universitario.es la trama de esta novela se entremezclan personajes reales con imaginarios. El desarrollo de la ... ción y se hacen con

13

1. Washington D.C. Casa Blanca. Abril 2008

–Y por todos estos motivos, nuestro análisis concluye, me temo, señor Presidente, con que… las posibilidades de reelección de la actual administración son… son algo más que remotas, con la candidatura del senador McCain. El aspirante demócrata, el senador Barak Obama, lo supera-rá, con una probabilidad de sesenta y dos contra treinta y ocho.

Phil Edmonton acababa de pasar uno de los peores tragos de su vida. La zona superior del abdomen le ardía como si se quemara en el mismísimo infierno, las manos le temblaban haciendo que sus papeles fueran apenas legibles y los latidos de su corazón, transmitidos a sus arterias, retumbaban en su cerebro con tal violencia que lo sorprendente era que no se escucharan en varios metros a la redonda. Y eso sin con-tar con el maldito sudor, que le mantenía empapado en una vergonzante humedad que su chaqueta apenas conseguía disimular.

Y es que no todos los días se le dice al líder de la na-ción más poderosa del mundo que su partido ha perdido la confianza de los electores. Aunque el razonamiento y el argumentario del extenso informe se podía considerar, desde todos los puntos de vista, irreprochable.

El joven Edmonton trabajaba desde 1999 para Media & Market Research World Globe (M&MRWG), una empresa de investigación de mercado que había cosechado notables éxitos en la predicción de los hábitos de consumo de los nor-teamericanos. De hecho, no solamente predecía los gustos de éstos, sino que conseguía misteriosamente influir sobre ellos en la siempre conveniente dirección de sus poderosos clientes. Y entre éstos últimos se encontraban empresas de variada naturaleza, que únicamente tenían una cosa en co-mún: jamás reconocerían públicamente que utilizaban sus servicios. Y éste era también el caso de la primera adminis-tración republicana del siglo XXI. De hecho, M&MRWG era una de las poquísimas agencias no gubernamentales que utilizaba el Ejecutivo norteamericano.

El dossier que presentó Phil Edmonton aquella mañana constaba de más de ochocientas páginas impresas, resumi-das casi milagrosamente en un único folio que figuraba a modo de portada. Y es que el vicepresidente de M&MRWG

Page 11: El primer lunes de noviembre - editorial-club-universitario.es la trama de esta novela se entremezclan personajes reales con imaginarios. El desarrollo de la ... ción y se hacen con

14

Juan Carlos Padilla

había aprendido hacía mucho tiempo que, a mayor rango de cliente, mayor necesidad de extractar el mensaje que se que-ría transmitir: de hecho, es casi imposible que un político de nivel medio lea un informe de más de dos páginas, extensión que puede ser todavía más reducida cuanto más se asciende en el escalafón. En el caso de George Bush junior, Phil creía que aun se había excedido con las 37 líneas de conclusiones y recomendaciones.

Los argumentos que exponía en el informe eran sencillos de entender, y en él se aseguraba que resumían el sentir de la mayoría de los votantes norteamericanos. El mandato de George Bush estaba marcado por un hito histórico: el 11 de septiembre de 2001. El antes era irrelevante. El después, absolutamente condicionado a esa fecha. Se le comparaba –en términos históricos– a Franklin D. Roosevelt y el ataque japonés a Pearl Harbour. Al igual que aquél, Bush se había erigido en un Jefe de Estado en guerra, al mando de una cruzada contra el denominado “eje del mal”. Así, Estados Unidos inició primero una guerra contra el Afganistán go-bernado por los integristas talibanes y posteriormente una nueva contienda contra el Irak de Saddam Hussein, que había podido ser capturado vivo. Pero, lejos de doblegar al terrorismo, los atentados contra intereses norteamericanos y de sus aliados no cesaban en ninguna parte del mundo. Los norteamericanos veían volver a sus soldados en féretros y no víctimas de una gloriosa lucha contra un enemigo tan-gible, sino caídos por los golpes cobardes de desarrapados fanáticos que no dudaban en inmolarse con la estúpida creencia en un más allá de dibujos animados. El enemigo ya no era, como en el siglo pasado, el malvado comunismo de los soviéticos y sus satélites, ahora era el mundo árabe… casi en pleno… porque el sentimiento antiamericano no hacía más que crecer y extenderse por toda aquella extensa área. Seguramente el propio presidente norteamericano había contribuido a ese fenómeno, especialmente con su incondicional postura de apoyo al gobierno israelí. Y es que, ocurriera lo que ocurriera en la atormentada Tierra Santa, fueran cuales fueran las acciones del ejército judío –algunas difíciles de aceptar por una conciencia mínimamente escru-pulosa– el amigo americano siempre aparecía apoyando, justificando, disculpando, bloqueando respuestas, vetando resoluciones contrarias… Como cuando Israel eliminó suce-sivamente a los dos líderes de Hammas, mediante el simple

Page 12: El primer lunes de noviembre - editorial-club-universitario.es la trama de esta novela se entremezclan personajes reales con imaginarios. El desarrollo de la ... ción y se hacen con

15

El Primer Lunes de Noviembre

procedimiento de lanzarles un par de misiles –de fabricación yanki, naturalmente– cuando circulaban por la calle. En ambos casos, y ante el clamor de una buena parte de la opinión pública internacional, Estados Unidos se limitó a palmear en la espalda al amigo judío y recordar ante el mun-do su derecho a la autodefensa. Los sufrimientos del pueblo palestino, el paria del siglo XXI, no podían sino alimentar ese eterno resquemor antiamericano y prender la mecha de la venganza en los súbditos de Alá.

Pero, con todo, no era ése el gran problema. El informe señalaba una clave que justificaba la pérdida de credibilidad del actual inquilino de la Casa Blanca. No había sido capaz de capturar a quien se había constituido en el enemigo público número uno a nivel planetario, quien sintetizaba todas las esencias del mal, el responsable e inspirador del antiamericanismo moderno: Osama Bin Laden.

Phil Edmonton sabía que su trabajo era bueno, muy riguroso, y que reflejaba la realidad, y no aquello que sus clientes querían oír, pero para eso le habían contratado, de lo contrario hubiera sido suficiente encargárselo a cualquier oficina estatal plagada de funcionarios ávidos de medrar en el escalafón. Y, por eso precisamente, sus actuales oyentes apreciaban su trabajo. La conclusión no podía resultar más obvia:

–Señor Presidente, el candidato del Partido Republicano no puede presentarse ante los norteamericanos sin la cabeza de Ben Laden en una bandeja. Es su única baza electoral. De lo contrario se repetirá, con toda seguridad, la historia de 1992, cuando su padre perdió las elecciones tras ganar una guerra en la que cometió el error de dejar vivo y en el poder a su contrincante.

George W. Bush, cuadragésimo tercer Presidente de los Estados Unidos de América, permanecía mudo, con la mirada fija hacia el frente, mirando sin ver el gran ventanal que se abría al jardín este de la que hasta ahora era su residencia y que estaba a punto de perder para su causa por culpa de un árabe mal vestido y seguro que maloliente. No. Eso no le iba a pasar a él. De ninguna manera.

En ese momento la pantalla plana disimulada en un rincón de la estancia parpadeó emitiendo un tenue zumbido. Alguien estaba intentando establecer videoconferencia. Y no hay muchas personas en el mundo que tengan acceso a esa dirección electrónica.

Page 13: El primer lunes de noviembre - editorial-club-universitario.es la trama de esta novela se entremezclan personajes reales con imaginarios. El desarrollo de la ... ción y se hacen con

17

2. Washington D.C.

–¿Ya te has enterado? –a pesar de todo, el Presidente aún se seguía sorprendiendo de la omnipresencia de su padre.

–He recibido una copia del informe. Y quería decirte que, como siempre, me tienes para lo que necesites.

La cara que se plasmaba en la pantalla del monitor aún reflejaba carácter y firmeza. Ciertamente ya alejado de su época de esplendor, el ex presidente seguía siendo toda una figura en el entorno del poder. Temido por unos, respetado por más, nadie dudaba de su enorme influencia en las esferas más íntimas de la cocina del imperio.

–Y… bien. ¿Qué opinas? ¿Voy preparando la mudanza?– preguntó en tono gracioso el Presidente.

El deplorable sentido del humor de su hijo era una de las cosas que exasperaba a George Bush senior. Por no ha-blar de su tendencia al pesimismo, su facilidad para caer en la indolencia, la permanente necesidad de apoyo…

–George, eres el Presidente de los Estados Unidos de América. Tienes bajo tus órdenes la maquinaria política y militar más poderosa de la tierra… ¡utilízala, por el amor de Dios! Da un golpe de efecto, ofrece a tus conciudadanos lo que ellos más desean, lidera sus ansias de justicia, cataliza sus aspiraciones imperiales. Pero, sobre todo, sé resolutivo, eficaz. No yerres el tiro, solo tienes una oportunidad.

El padre parecía por momentos aquel hombre que, allá por los inicios de los años sesenta, explicaba a su hijo los más básicos fundamentos de la convivencia humana. Y aún poseía la paciencia y la capacidad docente que tanto había admirado su primogénito.

–¿Qué ha pasado con el mundo? ¿En qué hemos fallado?

–El mundo ha cambiado, ciertamente. Y el 11 de Septiembre se puede considerar un punto de inflexión. Ese día América descubrió que había dejado de ser un territorio seguro. Que gentes desconocidas que vivían al otro lado del globo podían atentar contra su modo de vida, contra su invulnerabilidad. Algunos pilares de nuestra sociedad se han resquebrajado… y va a costar mucho trabajo restañar esas heridas. Porque lo peor es que el sistema de defensa de nuestra civilización, del que tan orgullosos nos sentíamos,

Page 14: El primer lunes de noviembre - editorial-club-universitario.es la trama de esta novela se entremezclan personajes reales con imaginarios. El desarrollo de la ... ción y se hacen con

18

Juan Carlos Padilla

ya no sirve… y no hemos sido capaces de encontrar otro… porque quizá no lo haya, George. El país, herido en su orgullo, necesita reforzar su percepción, propia y ajena, como potencia hegemónica. Y ese proyecto no puede ser de venganza, como quizá traslucen las acciones derivadas de aquel día, sino que es el mandato civilizado de un pueblo cuya seguridad ha sido quebrada y teme a la violencia latente. No es un mandato de extremistas ni de sectarios, tras él encontrarás a toda la sociedad.

La dialéctica de su padre siempre conseguía hacerle enmudecer. Apenas si se atrevía a interrumpirle.

–¿Crees que me he equivocado? –casi antes de concluir la pregunta se arrepintió de hacerla. Por mucho que fuera su padre y tuviera experiencia en el mismo cargo, el Presidente no debía mostrarse tan débil.

–Sí, creo que te has equivocado. –Las palabras surgían como lo hubieran hecho treinta años antes– Tu respuesta no ha sido la adecuada, has actuado con precipitación, no has calculado bien las consecuencias de una guerra a quince mil kilómetros en un territorio hostil y no has conseguido concluir la campaña con la captura del principal actor del conflicto. Los conflictos en Afganistán e Irak no han sido resueltos con eficacia. La mediación en el contencioso árabe–israelí no supera la categoría de anécdota. Y nuestra influencia en Pakistán, Irán, los Emiratos Árabes y la mayoría de los estados musulmanes ha caído a niveles nunca conocidos.

–Pero tenemos a tu “amigo” Sadam bajo tierra…–el más joven esbozó un tímido contraataque.

–Una pieza menor, solo parte del problema… y una mínima parte, diría yo. La guerra contra Irak ha supuesto el mayor de los errores, sin justificación, que esgrimir ante el mundo. Hiciste el ridículo con la memez de las armas de destrucción masiva, has dividido al bloque de nuestros aliados, soliviantado aún más al mundo musulmán obligándonos a aproximarnos en exceso a Israel… y ¿para qué?... para llenar los bolsillos de un puñado de buitres que esgrimen nuestras carencias de combustibles fósiles como razón de Estado mientras guardan en sus cajones proyectos de energías renovables que nos permitirían prescindir del petróleo en un par de lustros…

–Padre, me parece que no te reconozco…

Page 15: El primer lunes de noviembre - editorial-club-universitario.es la trama de esta novela se entremezclan personajes reales con imaginarios. El desarrollo de la ... ción y se hacen con

19

El Primer Lunes de Noviembre

–Ventajas del estatus de ex… y de la demencia asociada a la edad…. No lo olvides.

La catarata verbal no podía ser interrumpida por su hijo.

–Hay que enfocar el problema, dirigir con precisión el tiro y tener la minuciosidad del neurocirujano que extirpa un tumor rodeado de neuronas.

En ese momento, el jefe del Gabinete del Presidente golpeó la puerta y solicitó permiso para entrar.

–Ahora no, ahora no. –Fue la respuesta que obtuvo de su jefe sin siquiera volverse– Sigue, papá… por favor.

–Pensaba hacerlo, desde luego. El enemigo no es Irak, ni Siria, ni Afganistán. Ni siquiera el Islam. El enemigo es la pobreza, la incultura, el odio inoculado desde las madrasas, el fanatismo y, sobre todo, la falta de perspectivas de una vida mejor, que hace de los hombres seres sin nada que perder, porque nada tienen que ganar. Y es ahí donde surgen individuos dispuestos a aprovechar ese caldo de cultivo. Y ¿cómo lo hacen? Con una de la más viejas fórmulas, que ya usara Napoleón en la campaña de Italia: “Soldados, no tenéis nada… el enemigo lo posee todo… tomadlo”. Solo que el enemigo somos nosotros, nuestro modo de vida, nuestra floreciente sociedad, que es rica, por oposición a su miseria.

–Pero reconocerás que los líderes integristas son un auténtico problema. –El actual Presidente apenas reconocía tras aquellos argumentos a quien había ocupado ese mismo despacho una década antes.

–Ciertamente, y un problema grave que hay que resolver. Pero no es más que un síntoma de la enfermedad, no la enfermedad en sí misma. Lo que hay que combatir es el origen del problema, y también habrá que ocuparse de ellos, pero como estrategia secundaria.

–Pero el odio que nos profesan todos esos pueblos…–Nos odian no por lo que somos, sino por lo que ellos

no pueden llegar a ser. Podemos tener la supremacía o ser amados, pero me temo que no las dos cosas a la vez. Aunque sí podemos intentar cambiar el orden económico: favorecer los flujos de capitales hacia aquellos pueblos, reorientar las políticas proteccionistas hacia los países más necesitados, compartir algo de nuestra exuberante riqueza con aquéllos... Créeme que no es una decisión caritativa, es una necesidad que el tiempo irá imponiendo, más pronto

Page 16: El primer lunes de noviembre - editorial-club-universitario.es la trama de esta novela se entremezclan personajes reales con imaginarios. El desarrollo de la ... ción y se hacen con

20

Juan Carlos Padilla

que tarde, y será mejor que parta de nosotros… antes de que nos sea impuesta.

El ex presidente desapareció momentáneamente de la pantalla del monitor para reaparecer al poco con semblante amable. “Se estaba despachando a gusto el viejo”, pensaba su hijo.

–¿Y entonces?–Georgie, ¡no entiendes nada! Caza a ese cabrón que

personifica el mal que acecha a nuestro país, a nuestros aliados y al Occidente entero y clava su cabeza en tu lanza. Entonces plántala en la plaza del pueblo y haz que desfilen ante él todos los vecinos. Y demuéstrales quién sigue siendo el más fuerte.

El Presidente encajó con desdén la lección de su padre. Solo acertó a pronunciar una frase antes de cerrar la co-nexión:

–¡Detesto que me llames Georgie!

Page 17: El primer lunes de noviembre - editorial-club-universitario.es la trama de esta novela se entremezclan personajes reales con imaginarios. El desarrollo de la ... ción y se hacen con

21

3. Estados Unidos de Norteamérica. Residencia del Expresidente George Bush

Cuando finalizó la videoconferencia, George Herbert Wal-ter Bush, Presidente de los Estados Unidos de América entre 1989 y 1993, se volvió a su invitado. El vaso que temblaba imperceptiblemente en su mano aún mostraba una buena cantidad de bourbon; de hecho, apenas le gustaba, se servía una copa para hacer sentir bien a su acompañante. Su cara reflejaba una cierta placidez. Había hablado mucho más de lo que en él era habitual, con una vehemencia inusual en alguien de carácter tan parco, tan moderado y políticamente correcto. Realmente, era raro verle dejar traslucir sus senti-mientos, aun en círculos muy íntimos. El prolongado silencio no era una situación extraña entre aquellos dos hombres.

–Creo que el partido vuelve a necesitarle otra vez, señor. Y ahora va a tener que ser con algo más que con las “ayuditas” en el recuento de votos de Florida de 2000. Las perspectivas son, indudablemente, pesimistas. Tengo una encuesta que aún no se ha hecho pública, en la que el nivel de popularidad del Presidente desciende por debajo del 40%, el nivel más bajo de todo su mandato. Y el candidato demócrata está explotando bien nuestros flancos débiles. Su estrategia nos está machacando, aunque creo que nuestros males provienen más de la falta de iniciativas propias que de los aciertos ajenos.

–Te confieso que esta vez no sé muy bien qué hacer. No veo definida una táctica que nos saque de este atolladero.

–Si usted mismo lo ha dicho… no nos queda más remedio que presentarnos como garantes de la seguridad mundial, presentar nuestra política como la adecuada y única posible en las circunstancias que nos ha tocado vivir, y demostrar que las guerras que hemos tenido que afrontar no han sido otra cosa que un mal necesario para nuestros intereses y los del mundo libre.

–Y presentar resultados tangibles–Ciertamente… la cabeza de Bin Laden en bandeja a la

que se refería…–Ésa y la de quien esté realmente detrás de todo el gran

aparato terrorista. Dudo mucho que una organización como Al Qaeda, con miles de hombres, ramificaciones en todo el mundo, arsenales de armas, ideólogos, campos de entrenamiento, conexiones con gobiernos y una estructura complejísima e impermeable a los servicios de inteligencia

Page 18: El primer lunes de noviembre - editorial-club-universitario.es la trama de esta novela se entremezclan personajes reales con imaginarios. El desarrollo de la ... ción y se hacen con

22

Juan Carlos Padilla

occidentales, esté soportada por un visionario saudita, por muy multimillonario que sea. Alguien de mucho mayor nivel debe ser el que mueve los hilos tras el escenario. Y esa sí sería la pieza a cobrar que garantizaría la victoria electoral. Y el poder abordar después la verdadera política necesaria hacia el mundo árabe, como le he comentado a mi hijo.

–Bien, pero… ¿cómo? Ni siquiera sabemos dónde puede estar el árabe en cuestión. Hemos movilizado a un gigantesco ejército para buscarlo, hemos ofrecido fortunas para quien lo delatara y todo ha sido en vano.

–A veces lo que no consigue una manada de tigres lo puede lograr un pequeño ratoncillo.

–Pues entonces busquemos ese ratoncillo. No creo que nos queden más alternativas, ni mucho tiempo.

–Sí, quizá haya llegado la hora de buscar soluciones algo más imaginativas. Buenas tardes, Dick.

Bruscamente, Dick Cheney, Vicepresidente de los Es-tados Unidos, se levantó dispuesto a irse. El que era para la mayoría de los comentaristas y analistas políticos el ver-dadero cerebro que regía la Casa Blanca se despidió de su anfitrión con una, apenas perceptible, inclinación de cabeza mientras le estrechaba la mano.

Casi sin saber de dónde, un mayordomo de atuendo impecable irrumpió sin hacer ruido en la biblioteca para hacerse cargo del invitado y conducirlo a la parte trasera de la mansión, donde aguardaban las limusinas y los ocho hombres del Servicio Secreto que jamás se despegan de su patrón. Antes de abandonar la estancia, Cheney cerró la puerta en señal de privacidad dejando fuera al mayordomo y a los dos gigantes que la custodiaban. Carraspeó antes de dirigirse respetuosamente a su amigo.

–El mes que viene, en la convención del partido, ya sabe usted que ciertos grupillos no me tienen demasiada simpatía, significaría mucho para mí su apoyo hacia mi candidatura…

–Sigue cuidando de mi hijo, Dick.– Atajó George W. Bush a su contertulio, contestando su pregunta.

–Gracias, señor Presidente.George Bush sonrió cuando Cheney desaparecía entre

sus guardaespaldas. Desde luego, éste no era el único que seguía llamándole “Presidente”.

Nuevamente en la soledad del despacho, el “eterno pre-sidente” se sentó ante la pantalla de su ordenador y tecleó una dirección de correo electrónico.

Page 19: El primer lunes de noviembre - editorial-club-universitario.es la trama de esta novela se entremezclan personajes reales con imaginarios. El desarrollo de la ... ción y se hacen con

23

4. Jerusalén. Israel. Junio 2008

La tarde era agradable, pese a que en junio el calor es agobiante en Jerusalén. Desde la Puerta Dung, en el sector suroriental de la ciudad, se puede contemplar el monte Sión y la tumba del rey David. Un poco más allá, las amplias avenidas de la ciudad nueva, sus apartamentos modernos y los edificios de oficinas contrastan vivamente con las calles estrechas, los callejones y las casitas humil-des de la antigua urbe. A esa hora decenas de hombres vestidos completamente de negro deambulaban por las calles.

Una figura masculina paseaba de un lado a otro, fu-mando un cigarrillo con aire algo nervioso. Su atuendo no era el tradicional judío; podía pasar por europeo, en todo caso, por mediterráneo. De tanto en tanto miraba hacia los lados, para hacerlo luego hacia el frente y su espalda. Un observador podría decir que presentaba síntomas de intranquilidad. Y el motivo era que en aquella ocasión no le acompañaban sus tres inseparables guardaespaldas. Aquel día Isser Harel, jefe del Lohamah Psichlogit –de-partamento encargado de las operaciones de guerra psi-cológica, propaganda y engaño– del Mossad, iba solo. Su comunicante lo había dejado muy claro en el mensaje que recibió esa misma mañana, por un conducto únicamente al alcance de un agente del propio servicio de inteligencia israelí. Aquello le había tranquilizado en cierto modo, eran rarísimas las infiltraciones de “topos” en el mejor servicio de espionaje del mundo. Además, el sitio que había elegido le inspiraba cierta confianza; lo conocía bien, era abierto, la visibilidad a aquella hora era excelente y la posibilidad de una trampa se le antojaba muy remota. Y había un no se qué en la redacción de la misiva que le hacía intuir que su remitente era uno de los “buenos”. Pese a no ser en absoluto un hombre confiado, decidió acudir a la extraña cita para recibir ese “dossier de importancia capital para la supervivencia de nuestra amada Israel”

Sabía que le estaría observando y que no tardaría en aparecer en cuanto comprobara que estaba solo. Y se de-moró únicamente diez minutos. El hombre que se le acercó no debería tener más de 30 años. Alto, “podría pasar por estudiante universitario, y capitán del equipo de balonces-

Page 20: El primer lunes de noviembre - editorial-club-universitario.es la trama de esta novela se entremezclan personajes reales con imaginarios. El desarrollo de la ... ción y se hacen con

24

Juan Carlos Padilla

to”, pensó Harel, no sin cierta envidia debido a la enorme diferencia de tallas. Se aproximó a él franco, abierto, con una sonrisa en los labios y sin precauciones.

–Eres un novato, muchacho –le espetó sin casi abrir los labios. Y, por suerte para el chico, no añadió lo que estaba pensando acerca de la duración de la vida de los agentes de sus características.

El agente enrojeció, pero no replicó. Estaba cohibido ante una leyenda viva del Mossad, el hombre con más prestigio, más admirado, respetado y temido… aún por sus propios subordinados.

–¿Cómo te llamas? –preguntó Harel.–Nathaniel Goldberg, señor. –Respondió el joven de

inmediato.Harel negaba con la cabeza:–Dios mío, eres peor de lo que pareces. –El rostro del

muchacho ya no admitía más tonos de rojo– Me envías un anónimo y no has tardado ni diez segundos en decirme tu nombre. ¿División?

–Departamento de Tecnología, señor. Subdivisión de Técnicas Experimentales de Investigación.

–Bueno, señor Goldberg, espero que lo que lleva en ese maletín valga realmente mi tiempo. –Miró su reloj– Convénzame en cinco minutos.

Nat Goldberg carraspeó. Y, como por arte de magia, desapareció el enrojecimiento facial. Comenzó a hablar aparentando una seguridad muy alejada de la impresión anterior de inexperiencia que le había transmitido a su superior.

–Verá, señor. Le he traído una serie de pruebas que le convencerán, sin asomo de duda, de quién es la persona que se encuentra detrás de la red terrorista internacional que conocemos como Al Qaeda. Quién es el verdadero financiador, el inspirador, el cerebro, el programador de acciones y quién será, con toda probabilidad, el mayor beneficiado del combate entre el Islam y Occidente, convirtiéndose en el nuevo caudillo árabe, golpeando salvajemente a Occidente y, por último, expulsando al pueblo de Israel de sus posesiones para cederlas a sus hermanos palestinos.

La cara de Isser Harel denotaba una mezcla de incredu-lidad, curiosidad y sorna.

Page 21: El primer lunes de noviembre - editorial-club-universitario.es la trama de esta novela se entremezclan personajes reales con imaginarios. El desarrollo de la ... ción y se hacen con

25

El Primer Lunes de Noviembre

–Ha consumido casi dos minutos… y aún no me ha convencido usted de nada.

Por toda respuesta, Nat Goldberg sacó una carpeta de su maletín y se la entregó con firmeza. Sonriendo condescendiente, Harel extrajo las fotografías de tama-ño folio que contenía. La primera imagen que apareció ante su vista contenía a su viejo conocido, el Dr. Ayan Al Zawahiri, número dos e ideólogo de Al Qaeda abra-zado a un hombre que daba la espalda a la cámara. A su lado se podía ver, parcialmente, a Osama Ben Laden, sonriendo, con mejor aspecto que el que presentaba en los muchos vídeos que había visto de él últimamente. Había algo en el otro hombre, el que no se identificaba, que le resultaba vagamente familiar. La fotografía llevaba impresa la fecha en que fue tomada: 9 de septiembre de 2001. La siguiente fotografía le hizo dar un respingo: el hombre no identificado mostraba ya la cara a la cáma-ra. Las siguientes imágenes fueron una sucesión en las que aparecía el mismo personaje siempre acompañado. En cada una se reflejaban las fechas, los lugares donde habían sido tomadas y se añadía un comentario con los detalles recogidos por el agente. Se trataba de reuniones llevadas a cabo entre 1999 y 2006, casi todas ellas en territorio libio, en las que, invariablemente, participaba el mismo personaje y a las que se añadían diferentes hombres: conocidos agentes de servicios de inteligencia árabes, traficantes internacionales de armas, un militar serbio de alto rango –muy relacionado en su día con Milosevic–, y varios dirigentes de Al Qaeda, entre ellos algunos de los implicados en los intentos de atentados aéreos sobre aeronaves británicas en agosto de 2006. Las más abundantes estaban fechadas el 27 de febrero de 2004, y en ellas los acompañantes del anfitrión habitual eran dos marroquíes que habían sido identificados como autores del atentado terrorista del 11 de marzo de 2004 en Madrid; muertos ambos en un suicidio colectivo pos-terior, en la vecina ciudad de Leganés.

Harel se había olvidado ya de su reloj. Aquellas imáge-nes eran extremadamente reveladoras. Se entretuvo en leer algunos de los detallados informes que acompañaban a las fotografías. En ellos se comentaban los pormenores de las reuniones, y, en tres casos, se adjuntaba una transcripción de la grabación de la conversación realizada, mediante los

Page 22: El primer lunes de noviembre - editorial-club-universitario.es la trama de esta novela se entremezclan personajes reales con imaginarios. El desarrollo de la ... ción y se hacen con

26

Juan Carlos Padilla

nuevos micrófonos direccionales de ultra sensibilidad, recientemente introducidos por la División de Tecnología del Mossad. La conversación no estaba completa, pero se había resaltado un pasaje, fechado el 27 de febrero:

No hay ya vuelta atrás. Todo lo dispuesto ha de llevarse a cabo. Con la sangre de unos cuantos inocentes cimentare-mos el resurgir de nuestro pueblo. El mundo debe entender que los pueblos gobernados por títeres del imperio sufrirán tanto como nuestros hermanos sometidos por el gran Satán y sus amigos sionistas.

En otro extracto, éste fechado el día 13 de marzo de 2004, se mencionaba una conversación telefónica a través de teléfonos móviles que había podido ser intervenida por el servicio de espionaje israelí:

El éxito de la acción española supone el inicio de la cam-paña para derrocar a todos los gobiernos colaboracionistas con el americano. A todos les irá llegando su hora… hasta que llegue el momento de golpear a Satán… los siglos no olvidarán la venganza del pueblo de Alá.

La voz identificada en ambas conversaciones correspon-día a la del hombre que aparecía en todas las fotografías.

El joven agente percibió el impacto que los documentos estaban causando en el veterano y extrajo una carpetilla, algo más pequeña, que mostraba unas fotografías infrarro-jas; otras tomadas con objetivos gran angular “ojo de pez” en las que se plasmaba lo que sin duda era un campo de entrenamiento para guerrilleros. En él volvían a aparecer los mismos personajes: el habitual anfitrión y varios líderes de Al Qaeda, incluido Ben Laden. Sonriente, a un lado de la foto se podía ver a Mohammed Atta, el comandante suicida de los atentados del 11 de septiembre. A pie de foto se leía: Tajarhí, Libia. Julio 2001. Otras instantáneas mostraban a los terroristas suicidas detenidos en Londres en agosto de 2006, también en compañía de ambos líderes.

–Pero… ¿cómo has conseguido esto? ¿Cómo llegaron a tus manos? ¿No conoce estos documentos tu jefe de División? ¿Cómo se tomaron estas fotografías? ¿Cómo se pueden grabar esas conversaciones?–. El desconcierto de Harel era patente. Ya no había burla en su rostro, ahora su tono era de asombro y respeto hacia el agente. Goldberg ya se sentía seguro de sí mismo.

–Bueno, las fotografías fueron tomadas por un grupo que formamos dos agentes más y yo mismo. Hemos aplicado la

Page 23: El primer lunes de noviembre - editorial-club-universitario.es la trama de esta novela se entremezclan personajes reales con imaginarios. El desarrollo de la ... ción y se hacen con

27

El Primer Lunes de Noviembre

última tecnología, “enriquecida” ligeramente con algunas modificaciones de nuestra invención, no en vano somos ingenieros los tres, ellos dos de telecomunicaciones y yo electrónico. El micrófono que hemos diseñado es capaz de grabar el aleteo de un colibrí a 800 metros, pero no le aburriré con detalles técnicos. Lo cierto es que hemos llevado a cabo un trabajo de campo en Libia durante más de ocho años y los resultados están en ese dossier. –Goldberg no podía disimular su orgullo– Hemos arriesgado nuestras vidas para obtener lo que tiene en sus manos. En cuanto al “conducto reglamentario”, no ha sido observado en esta ocasión, y me declaro culpable de la infracción. A mi jefe directo le fue comunicado el inicio de la investigación y su respuesta fue una orden tajante de abandonarla. Por encima de mi jefe de División, el subdirector de Logística, Investigación y Tecnología es una especie de burócrata únicamente preocupado por asistir a las recepciones oficiales y en no destapar el más mínimo asunto que le pueda suponer tener que tomar alguna decisión comprometida. No ha sido preguntado, pero su respuesta, puede usted apostar, habría sido algo así como: “Chicos, dejad esa estupidez y dedicaos a controlar la seguridad de las mansiones de los dirigentes del Likud”

Harel sonrió. Conocía bien al mentado subdirector y la descripción no podía hacerle más justicia. Era un autén-tico cretino.

–Y solo nos quedaban dos alternativas: acudir al di-rector, o a quien pensamos que es el único dirigente de la agencia que posee suficientes arrestos como para que nuestro trabajo no se pierda en un archivo oficial bajo un sello de “confidencial”, que viene a ser algo así como “no abrir jamás”. No confiamos en el director. Solo nos queda usted.

El agente Goldberg había expuesto con precisión casi todo lo que había memorizado durante horas. Había toma-do medio comprimido de Sumial 40 miligramos para evitar que su voz temblara, sus manos se bañaran en sudor y los latidos de su corazón retumbaran en su pecho como cañonazos. Mientras Harel reflexionaba sobre lo que había escuchado, el muchacho pensaba lo curioso del hecho de poder afrontar su trabajo sin vacilar y, sin embargo, lo di-fícil que le resultaba enfrentarse a un hombre como Harel, que le infundía tanto respeto.

Page 24: El primer lunes de noviembre - editorial-club-universitario.es la trama de esta novela se entremezclan personajes reales con imaginarios. El desarrollo de la ... ción y se hacen con

28

Juan Carlos Padilla

–¿Qué queréis que haga con esto? La pregunta parecía poner epílogo a la reunión.

–Usted tiene contactos en el gobierno y con los servicios extranjeros, es una figura muy respetada y su currículum es intachable. Sabrá emplear esta información con lealtad hacia nuestro país y nuestros amigos.

Isser Harel tomó en su mano el maletín del joven sin pedirle permiso y le miró fijamente a los ojos.

–Una última cosa, Señor Goldberg.–¿Sí?–Me ha ocupado usted ocho minutos más del tiempo

concedido.Nathaniel Goldberg dio media vuelta y se alejo sonrien-

do y exhalando despacio el aire que parecía retenido en su pecho desde hacía casi veinte minutos.

Page 25: El primer lunes de noviembre - editorial-club-universitario.es la trama de esta novela se entremezclan personajes reales con imaginarios. El desarrollo de la ... ción y se hacen con

29

5. Washington D.C. El Pentágono

“El tanque” es el nombre por el que se conoce a una gran sala ubicada en los sótanos del Pentágono donde se reúnen los jefes de Estado Mayor del Ejército norteamericano, lejos del circuito turístico que suelen contemplar los visitantes y turistas que cada día acceden al enorme edificio de seiscien-tos mil metros cuadrados y veintitrés mil habitantes que se eleva a las orillas del río Potomac. Y, aunque parezca que forme parte desde siempre del paisaje de la capital federal norteamericana, el Pentágono tan solo lleva erigido algo más de medio siglo, concretamente desde el 11 de Septiembre de 1941, exactamente sesenta años antes del hecho más dramático de su historia, el atentado contra su ala oeste con un avión secuestrado por los terroristas de Al Qaeda.

No era aún mediodía y el general Keane ya había par-ticipado en tres reuniones, discutido un par de informes de trascendencia menor, contestado un sinnúmero de llamadas y, lo peor de todo, discutido agriamente con su inmediato superior, precisamente a costa de la maldita y prolongadísima campaña de Irak, ese endemoniado calle-jón sin salida que iba a traer a su país –según él mismo y muchos otros colegas– indignidad similar a la que acarreó la guerra de Vietnam. Y el diagnóstico era similar en ambos casos: los políticos se inmiscuían en exceso en las labores propias de los militares profesionales y en sus decisiones. Ya pasó al inicio de los setenta y volvía a suceder ahora. “Los pueblos que olvidan su historia están condenados a repetirla”, era la reflexión que en aquel momento le ocupaba, distraído en “el tanque”, cuando un zumbido le sacó de su ensimismamiento. Su ordenador de bolsillo conectado por red inalámbrica acababa de recibir un correo electrónico, sin duda de algún allegado, sin duda urgente y sin duda importante; aquel cauce solo admitía asuntos relevantes o remitentes ilustres.

Comprobó con disimulo que se trataba del segundo supuesto, la firma del correo –Milton24– identificaba a un personaje de la mayor jerarquía. Esperó impaciente a que concluyera el coronel que exponía tediosamente un comple-jo problema de intendencia de la brigada aerotransportada destinada en el Golfo Pérsico y se excusó para retornar rápidamente a su despacho.

Page 26: El primer lunes de noviembre - editorial-club-universitario.es la trama de esta novela se entremezclan personajes reales con imaginarios. El desarrollo de la ... ción y se hacen con

30

Juan Carlos Padilla

Eludiendo con escasa cortesía las innumerables perso-nas que intentaban abordarle recorrió una pequeña parte de los treinta kilómetros de interminables pasillos con que cuenta el edificio. Por fin franqueó una puerta de nogal en la que unas letras doradas identificaban a su inqui-lino: General John H. Keane, Vicejefe del Estado Mayor Conjunto. Se sentó en su sillón y ordenó un rutinario “no me pase llamadas” a través del interfono. Entonces abrió su pequeño ordenador Palm y punteó sobre el icono que parpadeaba en la pantalla.

Como siempre que recibía un correo de ese remitente sonrió al pensar en la poca imaginación del propietario al elegir su log in. Quizá fueran millones de personas los que supieran en Estados Unidos que George W. Bush había nacido en Milton, Massachussets, en 1924. Pero para el escaso número de personas que podían recibir los mensajes con esta firma, el pseudónimo escogido era del todo intrascendente. Y una de esas personas era el general Keane, un militar de casi 65 años que lentamente había ido ascendiendo en el escalafón hasta que, bajo el auspicio y respaldo de George Bush Sr., su carrera experimentó ese salto cualitativo que permite a un soldado acceder a los puestos realmente importantes de la jerarquía. De hecho, fue el propio Presidente quien le impuso tres de las cuatro estrellas que lucía su guerrera, en 1990, 1992 y 1993. Era por ello, entre otras cosas, que Keane le estimaba y admiraba especialmente.

El mensaje era escueto, únicamente pretendía estable-cer una conexión. El general extrajo de un cajón protegido por combinación un aparato algo mayor que un teléfono convencional y lo conectó a una cajita llena de clavijas doradas a la que se accedía mediante una tapa disimulada en el grueso tablero de su mesa. Aquel era un teléfono especial que le permitía conectarse a su línea privada de seguridad y que poseía la capacidad de encriptar su conversación, siendo necesario otro aparato igual con la misma clave activada para poder escuchar sus palabras. El aparato guardaba en su memoria varios números, de los que escogió el primero.

Transcurrieron algunos instantes hasta que se estable-ció la comunicación. El general Keane mantenía sus ojos fijos en la bandera enmarcada que ocupaba la pared frente a su mesa. Aquella enseña había ondeado en Guadalcanal

Page 27: El primer lunes de noviembre - editorial-club-universitario.es la trama de esta novela se entremezclan personajes reales con imaginarios. El desarrollo de la ... ción y se hacen con

31

El Primer Lunes de Noviembre

en 1944 y, sobre ella, él mismo había jurado lealtad y fideli-dad al gran país que representaba y a sus instituciones. El mirar aquel trozo de Historia siempre le traía sentimientos entremezclados. Se sentía extremadamente afortunado de poder servirla, agradecido al destino por haberle permitido llegar hasta su privilegiado puesto actual. Pero, a la vez, evocaba una promesa que firmemente se hizo a sí mismo el día en que perdió en Vietnam a 44 hombres en una ab-surda acción ordenada cuando ya prácticamente se sabía que iba a ser firmado el alto el fuego con el Vietcong. Aquel día, mientras desposeía a los cadáveres que antes habían servido bajo su mando de sus placas identificativas, iba intuyendo en cada una de ellos una historia, una familia, cientos de ilusiones, proyectos de felicidad que jamás se cumplirían, utopías que perecieron en los arrozales del otro lado del mundo… En ese momento se juró a sí mismo que, mientras Dios le diera fuerza, jamás permitiría que, por acción u omisión, ningún otro muchacho americano muriera en vano, lejos de su hogar, alejado de los suyos, en un lugar que ni siquiera había oído nombrar y embar-cado en una estúpida misión ordenada por incompetentes burócratas, que no entienden que la sagrada misión de un mando militar es cuidar de sus hombres.

Las reflexiones del general Keane fueron interrumpidas por la voz del otro lado del teléfono:

–¿John…? Gracias por llamar tan pronto. –A sus órdenes, señor Presidente.– contestó solicito.George Bush padre esbozó una ligera sonrisa ante el

empecinamiento de sus íntimos en seguir llamándole así, pese al tiempo que había transcurrido desde su salida de la Casa Blanca.

–John, tenemos un grave problema.Y en los siguientes ocho minutos apenas se escuchó la

voz del general.