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¿DE QUÉ ESTÁN HECHOS LOS IMAGINARIOS? Porque imaginar e imaginario no son lo mismo... Lic. Micaela González Delgado 2007

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  • DE QU ESTN HECHOS LOS IMAGINARIOS?Porque imaginar e imaginario no son lo mismo...

    Lic. Micaela Gonzlez Delgado 2007

  • Ex tanta urbeEs lugar que tanto tememos y amamosDonde rota la tercera palabraMientras coagula a los mseros errantesPasa y permite mirarse en el espejoReflejo de piel o templo o roca santaQuiz tatuado en nuestro gozoY nos deja y nos tomaComo sombra inmutable diosa Entre el a-mar y la eternidadRastro de distancia no dichaA la duplicidad impronunciable.Mientras el profundo no dichoOstia bebida con cervezaSigno y concepto del fundamentoExhala lo humano y su huella.ltimo vuelo de dobles y desdoblesIncrustados ms all del serY celebramos con bsqueda su revelacinEn el de-venir,En el tiempoEn el bolsillo interiorLugar nocturno y de suprema antigedadPrimer y ltimo desplazamientoEscrito en libro de germen mortalLo pedimos y renunciamosAntes incluso, por encima de que pudiera ser...MGD

  • Cotidianidad Camino en la luz de la nocheVuelo en la oscuridad del daHablo a los idlatras ptreosY escucho voces muertasMi aciago tormentoEs un decrpito ramo de vid, Una heterclita confesinY exequias confabuladas,Una virgen inversin,

    Un pueril intento examinadoPues, el mensaje de tu rostro esLa ftil llaga en tu memoriaTu subterfugio y ruinaConciencia mancillada se descubreEn sordas paredes escolaresQue son Oxmoron en tu amparo.Los sntomas de tu subculturaEn medio de tu omnipotencia heredadaY el agotamiento de paradigmas educativosLugar donde descansas discapacitada.MGD

  • Momentos y linajes de lo imaginario: hacia una genealoga de lo imaginario.(Raymundo Mier)

  • Teorizando...El imaginario, para existir tiene que ser simbolizado, es decir, traducido por los medios institucionales existentes e incorporarse en la significacin de cada uno de los elementos discursivos o componentes institucionales.El imaginario hace uso de lo simblico no slo para expresarse sino para existir, para ser algo ms que una posibilidad (Buenfil, 1994:26).

  • Lo imaginario se convierte en un rubro que hace posible la repeticin, la monotona, la certeza de las claves vacas y estriles. Pero tambin aparece como un enclave para un enciclopedismo escnico, acumulacin del lastre de una erudicin irrelevante, es decir, la mortandad del pensamiento. No obstante, este lugar comn hace posible la bsqueda de un lenguaje comunitario, y abre la expectativa y la posibilidad de un dilogo con los otros.

  • La imaginacinPermaneci como una va para la reflexin acerca de los momentos de creacin y deseo, pero no pocas veces fue tambin el nombre de las resonancias intelectuales surgidas del delirio o de una vocacin ilusoria de la intuicinSe refiere a una condicin errtica del pensamiento que se sita entre el resplandor intelectual de la experiencia y la reiteracin extenuante de lo fantasmal.Revela una calidad singular de las capacidades de la conciencia.Las reflexiones contemporneas sobre imaginacin e imagen tienen sus races en el mundo clsico.

  • Imaginario Aparece como un desarrollo reciente y al mismo tiempo tardo, como una exploracin de las facetas implcitas de otros conceptos primordiales: imaginacin, representacin, identificacin, creacin, singularidad, extraeza.Pero dentro de esa constelacin de filiaciones conceptuales, lo imaginario conserva una huella determinante de dos conceptos que constituyeron su punto de desencantamiento y con los que guarda no slo un vnculo analgico, sino una derivacin lxica: imaginacin e imagen.

  • Pero, el concepto imaginario no muestra esta filiacin y estas proximidades con la imagen y la imaginacin como una contaminacin o una degradacin, sino que las preserva como una densidad histrica.

  • La imaginacinRevela una calidad singular de las capacidades de la conciencia

  • Lo imaginarioNo puede eludir en principio su referencia privilegiada a una condicin de conocimiento, pero se refiere a una faceta enigmtica, elusiva del proceso cognitivo en la que se traza una relacin entre los linderos de la percepcin y sus excesos, a ese momento cuando permanece como una huella que fija los perfiles del conocimiento.Alude tambin a ese dilogo insostenible entre imagen y mimesis con la que una se revela como la negacin radical de la otra; compromete de igual manera una relacin prxima pero asimtrica entre imaginacin y extravo o deseo.

  • La imagenNo revela sino una faceta desfalleciente de la imaginacin.sta aparece como una capacidad ambigua del pensamiento: una potencia responsable de la creacin, de la invencin y el descubrimiento, pero tambin de la simulacin, el extravo y el engao, no una prolongacin de la percepcin o una figura de la memoria, sino el abandono y la figuracin errtica de toda exigencia cognitiva.Pone a la conciencia al amparo de sus espejismos, la preserva de las trampas de la apariencia, revela las condiciones de una va a la verdad al margen de los resplandores y deslumbramientos de lo inmediatamente sensible.

  • Lo imaginario no slo involucra...Las nociones de percepcin, de afeccin, de pasin, de memoria o de imagen, sino tambin, por contraste, las nociones desprendidas de la retrica y las concepciones del lenguaje: metfora, ficcin, alegora, entimema, entre otras muchas, y su capacidad de engendrar figuras a partir de signos en fusin, de desplazamientos verbales y discursivos, de operaciones narrativas, de argumentaciones y derivaciones conceptuales.

  • El lenguaje... Visto a la luz de la imaginacin, se pliega a las exigencias de la memoria, a las improntas de la visin, pero engendra, por s mismo y ms all de la voluntad del sujeto, por su propia lgica y la propia disposicin de sus elementos, figuras ilusorias, sofismas, simulacros; Forja espejismos, engendra furores, arrestos o desbordamientos pasionales, da cabida a extravos fincados en la creencia.Parece desplegar en s mismo las potencias mismas de la imaginacin: al radicarse en el lenguaje, se distancia de una mera respuesta de la memoria o de los reclamos de la referencia emprica; a partir de la capacidad radical de los signos, su condicin simblica, arbitraria se despliega y da lugar a una fuerza autnoma de creacin.

  • Revela potencias disyuntivas de las distintas realizaciones de la significacin.Entre ellas se advierte una capacidad para sealar y hacer presente el sentido de realidad en la experiencia del sujeto.Pero tambin lenguaje e imagen en su composicin y en su disyuncin radical suscitan apegos y afecciones diferenciales: modos distintos de aprehensin de la identidad propia y del entorno, de la fuerza, el sentido y la intensidad de los vnculos, y procesos de identificacin y de mimesis.Un elemento cardinal de esa tensin disyuntiva entre lenguaje e imagen es la temporalidad de la significacin y las estrategias para la simbolizacin de la experiencia individual y colectiva del tiempo.

  • Los signosOperan reflexivamente sobre sus propias condiciones de significacin para suspender la relacin referencial de los signos con el mundo, pero tambin suspender la significacin misma, la fuerza de su propia regulacin: entregarse a la deriva de los juegos de resonancias, a las relaciones fulgurantes y paratcticas es decir, compuestas segn acumulacin fragmentaria de procesos discursivos, yuxtaposicin de impulsos figurativos, composiciones heterogneas de materia significativa-.La autonoma de los signos exhibe la fuerza inherente a una capacidad inusitada de la accin simblica.La imaginacin surge de la capacidad negativa de lo simblico.

  • La imaginacinVa ms all de la mimesis de lo dado, participa en un vuelco constructivo de las identidades, ms all de los imperativos de la norma o los marcos estructurales de lo simblico.Invocar la imaginacin es quiz asumir sus paradojas: al mismo tiempo condicin expresa de la vida psquica y del desarrollo frtil del conocimiento, de su renovacin, pero tambin fuerza de disrupcin, abandono de las exigencias de la vida, repliegue en la autonoma de lo psquico o desarrollo de las potencias de la fantasa, construccin discursiva de torsiones de la significacin imposibles de anticipar y que desmienten la fijeza del augurio.

  • La imaginacin...Reclama una participacin esencial en la composicin pasional como una condicin esencial del impulso que define al ser, que compromete plenamente su intensidad deseante y, en consecuencia, alienta y seala el destino del sujeto.Aparece siempre como un riesgo, como un advenimiento, como la irrupcin perturbadora de una intensidad, de una afeccin, de un estremecimiento que seala un curso insospechado en la dinmica de la experiencia.Se concibe inscrita marginalmente en el rgimen del pensamiento, pero inscrita en su esfera.Revela la fuerza de una potencia disyuntiva de creacin de sentido, que responde a la presentacin y reconocimiento de una experiencia singular.

  • La imaginacin se ofrece como la capacidad fundamental que confiere su corporeidad y su capacidad ntima de afeccin a las ideas que carecen de referencia emprica, liberadas de todo vnculo intuitivo a un objeto especfico.

  • La fuerza impulsiva de la imaginacin surge del despliegue expansivo, de la expresin de la libertad. La imaginacin se proyecta, al dar un cuerpo expresivo a la libertad, en el juicio reflexivo, transita as, de la esfera fundamental, universal de la tica, a la capacidad singularizante, a la posibilidad del juicio y de tiempo singulares implcito en el juicio esttico.

  • La capacidad de imaginacin compromete, con la percepcin de la imagen y el discernimiento del lenguaje, otros facultades y capacidades: la evocacin, la memoria, el deseo, la anticipacin y la metamorfosis de las significaciones; pero tambin acarrea la perturbacin de esas facultades: la imaginacin se muda intempestivamente en alucinacin, pero el silencio de la fijacin incide tambin sobre el proceso mismo del lenguaje, confiere al entramado de palabras la capacidad de suscitar una afeccin anloga a la contemplacin miramos en y con el lenguaje, y el lenguaje despliega ntimamente una pasin asociada a una mirada interior, una figuracin sin imagen pero que despierta afecciones comparables con el mirar- .La imaginacin hace patente la potencia de creacin inherente al acto del lenguaje y a la materia simblica misma.

  • No obstante, lo imaginario se muestra irreductible a la imaginacin.sta, en la tradicin filosfica, no cesa de remitir a una potencia que radica exclusivamente en lo anmico, referida enteramente a una capacidad psquica, a una condicin inherente a los mbitos limtrofes de la razn y esencial en la composicin de lo aprehendido por la conciencia.La imaginacin se concibe inscrita marginalmente en el rgimen de pensamiento, pero inscrita en su esfera. Revela fuerza de una potencia disyuntiva de creacin de sentido, que responde a la representacin y reconocimiento de una experiencia singular.

  • El imaginario es entoncesUna nueva comprensin de lo poltico y la historia.Capacidad de engendrar figuras de inteleccin a partir de signos de fusin, de desplazamientos verbales y discursivos, de operaciones narrativas, de argumentaciones y derivaciones conceptuales.mbito restringido de la subjetividad.Haz de significaciones que se deslizan a horizontes de inteleccin y dan posibilidad a remitirse a significaciones anteriores y colectivas para formular nuevas creaciones de significacin.

  • Mquina de escribir memoriasLa mquina de escribir memoriasEntretiene experimentos localesUn saxofn se escucha en el intermedio.Caf, libros y un cigarrillo.Maravilloso bienestarY absoluto no saber nada, Durante aquellos dasQue peinan las huellas y las afeitan.Miserable flotar a falta de horizontesAmontonamiento y momificacin incompletoDe la comprensin y la desesperacin.Miedo forjado en la voluptuosidadDonde un husped fugitivo se alberga.La mquina de escribir memorias,Miedo a la muerte,Miedo a ser feliz.Una desventura estpida y estrilCuando acabe la msica y te quedes de pieDe rodillas, aplaudirs y gritars.Ante el cansancio Presientes el fin cercano del placer.Delante de s se estrechan puertas y palcosY se observa con tmidos ojos...Ojos tristes, fieros...Cual espejo en la pared...Sobre la mesa(angosto remanso)La mquina de escribir memorias.MGD

  • Arena en el infinitoUna voz.Otra vozDespus, silencioPestilencia sbita.Miro al infinito alimentndose de arenaY alzo en su cspide oscura...Un lamento.Una voz.Otra voz.Despus silencio.T, corrodo expulsas vaho zoosprmico.Slo vientoY esputo hmedoRelmpago endeble en la voz de tu memoriaDesnuda la agnica soberbia!Una voz Otra vozDespus, silencioSempiterno gazapoApidate del vrtice apstataQue gime intilmenteTirado en la arena,Mientras grita...Cmo era?Pero, su aliento transido dice:Una vozOtra vozDespus, silencioMGD

  • Alma que pesa a la pesa a las ideasPiadosas y olorosas rejas de mis librosDonde sonmbulos van mis vagabundos piesY alimento el secreto de lo no pensadoDenme los egregios ritmos de su vozSobre la inconclusa ventana de las horasY toquen violines extraviadas en el timbre del viento.

    Piadosas y olorosas rejas de mis librosDonde el mar turba el cieloY sus enredaderas toman las palmas de mis manosDenme jarras llenas de hambre y sed de sus ojosSobre el sol que traspasa el prtico inerteY toquen el cristal audaz del sagrado silencio

    MGD

  • Gracias!

    Lic. Micaela Gonzlez Delgado 2007