el poder del vocabulario bíblico

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© Chrysalis 2005 Elizabeth Youmans, Doctora en Educación Capacitación para maestros Apacienta Mis Ovejas El poder del vocabulario bíblico Perspectiva general: “Quien sea que controla el idioma, controla la cultura.” (Dennis Peacocke) “Es tan grande mi veneración por la Biblia que entre más temprano empiecen mis hijos a leerla, más segura estará mi esperanza de que serán ciudadanos de provecho para su pais.” (John Q. Adams, Presidente de los Estados Unidos) “Yo creo que ningún hombre jamás ha sido instruido en forma temprana en la verdades de la Biblia sin haberse hecho más sabio o mejora por la operación temprana de estas impresiones sobre su mente.” (Benjamin Rush, Defense of the Use of the Bible in Schools (una sustentación del uso de la Biblia en las escuelas) La Biblia nos enseña que las palabras son espíritu. Jesucristo, la Palabra Encarnada, dijo: Las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida. (Juan 6:63). ¡Las palabras son la sustancia o los componentes básicos de las ideas y las ideas acarrean consecuencias! ¡Los significados de las palabras inspiran ideas que dirigen nuestra forma de pensar y razonar, las cuales nos llevan a tomar decisiones y a experimentar consecuencias! Tener dominio de un vocabulario bíblico y el comunicarse con él es una alta prioridad para los líderes, maestros y padres cristianos. Hoy en día en los Estados Unidos de América, una nación fundada sobre principios bíblicos y sobre el carácter de Cristo, Satanás ha utilizado la estrategia de descristianizar la educación en los últimos 100 años, quitando del corazón de la educación el conocimiento del Dios viviente y de su Palabra. El ha cambiado la historia para borrar de la memoria la mano de Dios en la vida de los hombres y de las naciones. Quemar bibliotecas, destruir registros escritos, y reescribir la historia, son viejas tácticas utilizadas por dictadores y emperadores alrededor del mundo por miles de años. ¡Entonces en lo que concierne a una nación cristiana, una vez que los estándares de Dios y el vocabulario, creencias, e ideales bíblicos han sido erradicados del lenguaje de las personas, ellos quedan prestos para ser conquistados! Ya que la mayoría de nosotros hemos sido educados en el sistema del mundo mediante la filosofía del humanismo, estamos ciegos respecto de estos hechos y necesitamos que nuestras mentes sean renovadas. Como líderes y educadores cristianos, necesitamos un vocabulario bíblico con el cual podamos escribir y hablar sobre la esperanza, el amor, la verdad, e inspirar el razonamiento bíblico y las ideas creativas para resolver problemas y construir una comunidad. Objetivos: Enseñar la importancia de que los líderes, maestros y padres cristianos cultiven y usen un vocabulario bíblico. Cultivar la visión en pro de los deberes generacionales. Esto se trata de la obligación de nuestra generación, como guardianes y administradores de nuestra nación, a cultivar en la juventud el vocabulario bíblico para el liderazgo del mañana a través de la educación cristiana y el estudio bíblico. La batalla del siglo 21: ¡El cincuenta y ocho por ciento de la población mundial es menor de los 25 años! La batalla en el siglo veintiuno mundialmente es una batalla espiritual y cultural para ganar los corazones y mentes de la próxima generación y se libra con palabras en el aula, las catequesis religiosas, y en los medios de comunicación. ¡Para muchas culturas, los medios de comunicación noticiosos son los instructores principales! ¡Se trata de una guerra de ideas y requiere de armas espirituales con las cuales batallar! Será de ayuda para los líderes, educadores y padres cristianos a que están alerta y actúen para estar armados

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Page 1: El poder del vocabulario Bíblico

© Chrysalis 2005 Elizabeth Youmans, Doctora en Educación Capacitación para maestros Apacienta Mis Ovejas

El poder del vocabulario bíblico Perspectiva general:

“Quien sea que controla el idioma, controla la cultura.” (Dennis Peacocke) “Es tan grande mi veneración por la Biblia que entre más temprano empiecen mis hijos a leerla, más segura estará mi esperanza de que serán ciudadanos de provecho para su pais.” (John Q. Adams, Presidente de los Estados Unidos) “Yo creo que ningún hombre jamás ha sido instruido en forma temprana en la verdades de la Biblia sin haberse hecho más sabio o mejora por la operación temprana de estas impresiones sobre su mente.” (Benjamin Rush, Defense of the Use of the Bible in Schools (una sustentación del uso de la Biblia en las escuelas)

La Biblia nos enseña que las palabras son espíritu. Jesucristo, la Palabra Encarnada, dijo: Las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida. (Juan 6:63). ¡Las palabras son la sustancia o los componentes básicos de las ideas y las ideas acarrean consecuencias! ¡Los significados de las palabras inspiran ideas que dirigen nuestra forma de pensar y razonar, las cuales nos llevan a tomar decisiones y a experimentar consecuencias! Tener dominio de un vocabulario bíblico y el comunicarse con él es una alta prioridad para los líderes, maestros y padres cristianos. Hoy en día en los Estados Unidos de América, una nación fundada sobre principios bíblicos y sobre el carácter de Cristo, Satanás ha utilizado la estrategia de descristianizar la educación en los últimos 100 años, quitando del corazón de la educación el conocimiento del Dios viviente y de su Palabra. El ha cambiado la historia para borrar de la memoria la mano de Dios en la vida de los hombres y de las naciones. Quemar bibliotecas, destruir registros escritos, y reescribir la historia, son viejas tácticas utilizadas por dictadores y emperadores alrededor del mundo por miles de años. ¡Entonces en lo que concierne a una nación cristiana, una vez que los estándares de Dios y el vocabulario, creencias, e ideales bíblicos han sido erradicados del lenguaje de las personas, ellos quedan prestos para ser conquistados! Ya que la mayoría de nosotros hemos sido educados en el sistema del mundo mediante la filosofía del humanismo, estamos ciegos respecto de estos hechos y necesitamos que nuestras mentes sean renovadas. Como líderes y educadores cristianos, necesitamos un vocabulario bíblico con el cual podamos escribir y hablar sobre la esperanza, el amor, la verdad, e inspirar el razonamiento bíblico y las ideas creativas para resolver problemas y construir una comunidad. Objetivos:

Enseñar la importancia de que los líderes, maestros y padres cristianos cultiven y usen un vocabulario bíblico. Cultivar la visión en pro de los deberes generacionales. Esto se trata de la obligación de nuestra generación, como guardianes y administradores de nuestra nación, a cultivar en la juventud el vocabulario bíblico para el liderazgo del mañana a través de la educación cristiana y el estudio bíblico.

La batalla del siglo 21: ¡El cincuenta y ocho por ciento de la población mundial es menor de los 25 años! La batalla en el siglo veintiuno mundialmente es una batalla espiritual y cultural para ganar los corazones y mentes de la próxima generación y se libra con palabras en el aula, las catequesis religiosas, y en los medios de comunicación. ¡Para muchas culturas, los medios de comunicación noticiosos son los instructores principales! ¡Se trata de una guerra de ideas y requiere de armas espirituales con las cuales batallar! Será de ayuda para los líderes, educadores y padres cristianos a que están alerta y actúen para estar armados

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con armas de guerra eficaces, un entendimiento de la estrategia de Satanás para prevenir que el conocimiento del Dios viviente y su Palabra sea el centro de la educación, rescribiendo la historia para borrar de la memoria la mano de Dios en las vidas de los hombres y naciones, erradicando del lenguaje y comunicación los estándares de Dios y el vocabulario, imaginería e ideales. La mayoría de nosotros hemos sido educados en el sistema del mundo por la filosofía del humanismo y estamos ciegos respecto de estos hechos. Es un hecho lamentable que aun en muchos seminarios teológicos y colegios bíblicos se enseña con una filosofía secular educativa. Quizás hay muchas áreas dentro del currículo que son bíblicas, sin embargo, la cosmovisión de la mayoría de los instructores, ciertamente la de los libros de texto que se utilizan, y los métodos que usan para enseñar, son progresivos y humanistas. ¡Los estudiantes no se gradúan con una mente renovada o con una fe supernatural, aun de nuestras escuelas cristianas! ¡El 8 por ciento superior de la población del país son los “intelectuales”, o sea los filósofos, profesores, pastores, autores, quienes a su vez, afectan el pensamiento o la cosmovisión del resto de la población! Por lo general, las instituciones de educación superior del mundo propugnan el humanismo. Los profesores buscan ser aceptados por otros eruditos sobre la base de presuposiciones de puntos en común. Estas presuposiciones siempre son humanistas, pues afirman la existencia de estándares fidedignos lejos de Dios y de una confesión de fe supernatural. Esta es una declaración de la existencia de una verdad superior independiente a la de la Biblia. Por lo tanto, la mayoría de los cristianos tienen un modo de pensar dualístico. Ellos separan sus vidas seculares de sus vidas espirituales. El domingo es el día para Dios, y de lunes a sábado se la pasan pensando mundanamente, resolviendo problemas mundanamente, haciendo negocios mundanamente, y enseñando y aprendiendo mundanamente. La Biblia tiene cosas profundas para enseñarnos, pero muchos creyentes no tienen ni idea de lo que dicen las Escrituras con relación a la academia y a la enseñanza y al aprendizaje. La civilización occidental tiene un historial de haber enseñado la revelación de la Biblia en todas las materias y de haberle enseñado a los estudiantes como razonar con la revelación de la Palabra de Dios en cada área de sus vidas. Esto tuvo efecto en el pensamiento, utilización del vocabulario, literatura, los sistemas de ley y gobierno y en el carácter de la nación. Esto se ha perdido hoy en día en la educación cristiana. ¡Pocos pueden pensar en forma cristianan, expresarse elocuentemente y dar sustentación a la cosmovisión cristiana en el comercio, y persuadir a los demás a creer en ella! Mientras muchos tratan de lograr objetivos materialistas en la educación, el enemigo sutilmente se ha robado nuestro patrimonio educacional cristiano. Nuestro vocabulario ha sido robado de las creencias e ideales bíblicos. La verdad y la ética se han vuelto relativos. ¡Se han perdido los ideales de la verdad y la belleza en nuestros pensamientos y en nuestra forma de hablar! El razonamiento se ha vuelto secular. El libro de Allan Bloom, The Closing of the American Mind (1988), comienza con esta inquietante declaración: “Hay algo de lo cual un profesor puede estar completamente seguro: cada estudiante que entra en la universidad cree, o dice que cree, que la verdad es relativa.” ¡Los cristianos están perdiendo la guerra ya que la verdad, belleza y los principios morales de la Palabra de Dios han sido sustraídos del corazón de nuestro sistema educativo! El énfasis sobre la imagen visual, en vez de que sea en la palabra escrita, en nuestra cultura: Hoy en día el enemigo ha engañado a nuestros niños a que se alejen de disfrutar de la palabra escrita mediante el uso excesivo de la imagen visual. Piense en las horas a diario que nosotros y nuestros hijos pasamos sentados pasivamente viendo imágenes visuales en las películas, programas de televisión, dibujos animados, videos, computadoras, Internet, juegos de video y cursos por computadora. He viajado por muchos países alrededor del mundo, ¡y la mayoría de las casas tienen antenas de televisión o antenas satelitales! La palabra escrita ha sido abandonada, sustituida por de la imagen visual. ¡Los científicos ahora han descubierto que el cerebro se desarrolla sicológicamente de manera diferente en las culturas con un alto uso de las imágenes visuales! ¿Cómo ha logrado el énfasis en la imagen visual, en vez de en la palabra escrita, impactar la habilidad de esta generación de revestir las ideas con palabras y de expresar

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los pensamientos en forma eficaz? Dios obviamente valora la palabra escrita y hablada. Él habló para traer a la existencia al universo: Y dijo Dios: Sea la luz. (Génesis 1). ¡Dios se reveló a sí mismo mediante la Palabra escrita y mediante la Palabra Encarnada, Jesucristo! En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. (Juan 1:1) Una lección de la Símil de la Caverna de Platón:

En su obra, The Devil Knows Latin (1999), Christina Kopff escribió sobre el Libro VII en La República de Platón en la cual el comienza con la gran "Símil de la Caverna": “Según Platón, los atenienses de su día eran semejantes a hombres sentados en una caverna oscura, mirando fijamente a una pared sobre la cual otros hombres, al sostener imágenes frente al fuego, proyectaban sombras. La gente sentada en la caverna creían que los reflejos en la pared eran la realidad. Un día, uno de los hombres sentados se levanto de su asiento y se dio la vuelta. Se dio cuenta que los reflejos son la creación de lo que están sosteniendo las imágenes. Él sale afuera y ve al mundo real y al sol, los cuales son la fuente, tanto de la vida como del conocimiento. Eso es lo que Platón pensaba de sus contemporáneos. Y es esto en lo que nos hemos convertido. Nos sentamos en cuartos oscuros, viendo pantallas en las cuales se ven reflejos de imágenes manipuladas por gente que no vemos, y nosotros creemos que esos reflejos son la realidad. Me acuerdo cuando era adolescente que una tienda se incendió. Una gran multitud se acercó a ver. Como a eso de las 11:00 de la noche la multitud desapareció. Después me di cuenta que se habían ido a casa a ver el incendio por televisión. Eso, y no su propia experiencia, era la realidad para ellos. Estaba sorprendido. (¡Francamente, quedé atónito!) Platón no lo hubiera estado.” (pp. 311-12) La lección que podemos sacar como cristianos de la “Símil de la Caverna” de Platón es que la Palabra de Dios es la fuente de luz que se necesita en el corazón de la enseñanza y el aprendizaje, y no la imagen visual, no lo que el humanista secular cree que es la realidad! La realidad se descubre en relación a Jesucristo y su Palabra, la Biblia. Kopff destaca que “la decisión de alejarse de una fácil entrega de la imagen visual a la palabra escrita, conlleva esfuerzo y quizás dolor, ya que la luz del sol será demasiado brillante para nuestras mentes. También es cierto que no recibiremos mucho aliento de los otros que están sentados en la caverna. Entrar en la luz del sol no le traerá dinero o un puesto de importancia en la vida. ¡Sin embargo, sí le traerá una calidad de vida que no encontrará en ningún otro lado!

Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino. (Salmo 119:105)

La exposición de tus palabras alumbra; hace entender a los simples. (Salmo 119:130) Porque el mandamiento es lámpara, y la enseñanza es luz, . . .” (Proverbios 6:23)

Quien sea que controla el idioma, controla la cultura:

“Ningún libro en sí ha afectado tan profundamente a la expresión universal como lo ha hecho la Biblia en inglés." (The Bible in English Literature, Edgar Whitaker, 1917.)

¡El idioma no evolucionó! ¡El hombre no salió andando a gatas, gruñendo como un animal durante millones de años, antes de que pudiera hablar en oraciones con soltura! ¡Dios creó al hombre a su imagen y le dió el “don del lenguaje” mediante el cual puede comunicarse con Él! Luego Dios encargó a Adán a nombrar y a identificar a todas las criaturas vivientes:

Jehová Dios formó, pues, de la tierra toda bestia del campo, y toda ave de los cielos, y las trajo a Adán para que viese cómo las había de llamar; y todo lo que Adán llamó a los animales vivientes, ese es su nombre. Y puso Adán nombre a toda bestia y ave de los cielos y a todo ganado del campo; . . . (Génesis 2:19-20)

En la mayoría de los sistemas educativos de hoy, el lenguaje ha sido “idiotizado"! Los medios de comunicación controlan nuestro lenguaje. Nuestros periódicos en inglés están escritos al nivel del cuarto grado escolar. La New International Version (NIV por sus siglas en inglés) de la Biblia está escrita al nivel del quinto grado en los Estados Unidos.

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Definición de lenguaje (m.) [Del lat. lingua, la lengua, y el habla.] 1) El habla humana; la expresión de ideas mediante palabras y sonidos inteligibles significantes para la comunicación de pensamientos. El lenguaje consiste en la pronunciación oral de los sonidos, los cuales el uso ha convertido en representaciones de las ideas. 2) Palabras debidamente ordenadas en oraciones, escritas, impresas o gravadas, y mostradas a la vista. 3) El habla o la expresión de ideas característica de una nación en particular. Los hombres originalmente tenían uno y el mismo lenguaje, pero las tribus o familias de los hombres, desde su dispersión, han tenido lenguajes distintos. (Webster’s 1828 Dictionary)

El lenguaje es tanto impresivo o apelativo, como expresivo. El modo impresivo o apelativo del lenguaje es el escuchar, leer, pensar y razonar. El modo expresivo es hablar y escribir, comunicar nuestros pensamientos, convicciones e ideas. (The Noah Plan English Language Guide) “Quien controla el idioma, controla la cultura. ¡Las palabras tienen increíble poder porque establecen los programas de naciones enteras! Las palabras que usamos para describir una situación o problema enmarcan la forma en que tratamos de solucionarlo. No son las balas las que ganan las guerras a fin de cuentas, sino que las palabras. Una bala no hará que muera por alguien, pero la palabra correcta alojada dentro de usted, lo volverá valiente. Hacer que las palabras tengan el significado deseado es el primer paso para controlar las mentes de los hombres y a partir de eso, se controlan sus acciones. Las palabras tienen increíble poder en las manos de un propagandista. . . . Los verdaderos guerreros en cada extremo de las disputas, hacen la guerra con las palabras. Si usted divide el lenguaje de un pueblo, usted podrá dividir su voluntad. . . . ¡Si unifica su lenguaje, habrá unificado su poder!” (Dennis Peacocke) Las palabras inspiran ideas. ¡Las ideas conllevan consecuencias! La Biblia nos enseña que las palabras son espíritu. Jesucristo, la Palabra Encarnada, dijo: Las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida. (Juan 6:63). Las palabras son la sustancia misma o los componentes básicos de la ideas. Las palabras forman imágenes mentales en la mente. No podemos pensar sin las palabras. Por lo tanto, ¿es de extrañarse que el enemigo aceche al lenguaje para idiotizarlo, robarnos y saquearnos del vocabulario bíblico? El lenguaje o idioma revela el carácter y el amor de Dios para con nosotros a medida que Él se comunica con nosotros y hace posible que tengamos comunicación con sentido con nuestro prójimo. Las palabras comunican ideas. Las palabras son la sustancia de los pensamientos, el fundamento de nuestra cosmovisión o el filtro a través del cual canalizamos las experiencias e ideas, gobernamos o juzgamos su eficacia, formulamos pensamientos y los revestimos con palabras para comunicarlos a otros. ¡Las ideas comienzan en la mente, la sede de la libertad o la esclavitud, el campo de batalla para nuestro bienestar futuro! El Apóstol Pablo, erudito bíblico del Nuevo Testamento, claramente entendía el poder procreativo y espiritual del poder de las palabras, los pensamientos, e ideas y escribió lo siguiente a la iglesia en Corinto:

Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido, lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual. Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente. En cambio el espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado de nadie. Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Más nosotros tenemos la mente de Cristo. (1 Corintios 2: 12-16)

¡Las ideas conllevan consecuencias! ¡El significado de las palabras inspiran ideas que dirigen el camino de nuestro pensar y razonar, y ultimadamente, nos llevan a las decisiones que tomamos y sus eventuales consecuencias! Cuando las palabras se definen bíblicamente, nos ayudan a pensar y a razonar con la revelación de la Palabra de Dios, librándonos del secularismo. Esto nos permite “llevar cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo” y apropiarnos de "la mente de Cristo.”

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Las palabras tienen gran poder para crear o destruir. La Palabra de Dios es un arma, tanto de ataque como de defensa:

Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. (Hebreos 4:12)

El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo [Jesús] os he hablado son espíritu y son vida. (Juan 6:63)

La muerte y la vida están en poder de la lengua, y el que la ama comerá de sus frutos. (Proverbios 18:21)

El hombre será saciado de bien del fruto de su boca; . . . (Proverbios 12:14)

Así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié. (Isaías 55:11)

Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado. (Mateo 12:37)

Sécase la hierba, marchítase la flor; mas la palabra del Dios nuestro permanece para siempre. (Isaías 40:8)

Y este será mi pacto con ellos, dijo Jehová: El Espíritu mío que está sobre ti, y mis palabras que puse en tu boca, no faltarán de tu boca, ni de la boca de tus hijos, ni de la boca de los hijos de tus hijos, dijo Jehová, desde ahora y para siempre. (Isaías 59:21)

Mas la palabra del Señor permanece para siempre. Y esta es la palabra que por el evangelio os ha sido anunciada. (1 Pedro 1:25)

Las palabras contienen una filosofía de gobierno:

“‘Cuando uso una palabra’, dijo Humpty Dumpty en un tono bastante despreciativo, ‘sólo significa exactamente lo que quiero que signifique, ni más ni menos.’” (Through the Looking Glass, Lewis Carroll)

Uno de los distintivos de un comunicador eficaz o de un gran maestro es su habilidad de inspirar a sus oyentes o estudiantes usando un vocabulario noble al comunicar ideas. Esto se logra al revestir las ideas con la utilización precisa de palabras. El famoso Primer Ministro Británico, Benjamín Disraeli (1804-81) dijo: “Si ha de conversar conmigo, defina sus palabras.” Un comunicador nunca asume que su audiencia entiende completamente los significados de las palabras importantes en su discurso o disertación. Un buen comunicador siempre define las palabras para establecer las presuposiciones o cosmovisión del tema que va a tocar. Para evitar los malentendidos y la confusión, un buen comunicador siempre define las palabras porque las palabras contienen la filosofía de gobierno:

El diccionario original de Noah Webster American Dictionary of the English Language (1828), por el cual el invirtió 20 años investigando los significados de raíz, como también los significados bíblicos, defina la palabra “educar” así: Encaminar, como a un niño; instruir; informar e iluminar el entendimiento; infundir en la mente principios de arte, ciencias, moralidad, religión y conducta. Educar bien a los niños es uno de los deberes más importantes de los padres y tutores.” El diccionario Webster’s Ninth New Collegiate Dictionary (1987), escrito 159 años después, define a ‘educar’ así: “Brindar educación. Formar mediante la instrucción formal y la práctica supervisada, especialmente en alguna habilidad o destreza, oficio o profesión. Desarrollar mental, moral o estéticamente, especialmente mediante la instrucción. Persuadir o condicionar para sentir, creer, o actuar en una forma deseada o aceptar algo como a algo deseable. Educar a una persona o a una cosa.”

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Fácilmente puede discernir la filosofía de gobierno en estas dos definiciones: la primera definición contiene una perspectiva o visión de la educación bíblica y la segunda definición contiene una perspectiva educativa conductista. ¡Hemos sido llamados a equipar a la nueva generación con una cosmovisión cristiana y bíblica! Este es el punto de partida: ¡revestir a las ideas con un vocabulario bíblico! La Foundation for American Christian Education en www.face.net publica el diccionario original de Noah Webster de 1828 y se puede encontrar para uso gratuito en: http://www.christiantech.com. Invierta algún tiempo en ver este sitio y úselo para la enseñanza y para cuando escriba. La Palabra de Dios consagra la mente: Es la Palabra divina la que consagra e inspira la mente y forma una virtud intelectual. La Biblia contiene la más alta forma de lenguaje literario. ¡Exige que sus lectores sean cultos! Donde sea que se predica el evangelio, inmediatamente después sigue la educación cristiana. Es de suma importancia que el creyente pueda leer la Palabra de Dios en su idioma. Donde se enseña la Biblia, surge la erudición, se incrementa la alfabetización, y se mejora el lenguaje. El estándar del lenguaje hablado y escrito siempre ha sido establecido por la iglesia. En la historia de la educación cristiana, los monasterios eran los repositorios del aprendizaje, los clérigos eran los pedagogos, y la Biblia era la fuente del lenguaje y del alfabetismo ennoblecido. La gran Biblia de Ginebra de Calvino y Knox se convirtió para los reformadores europeos en el principal libro de lectura, de instrucción y de texto sobre política. Era el único libro que navegaba hacia el Oeste al Nuevo Mundo con cada familia. De igual forma que los israelitas del Antiguo Testamento se denominaban “pueblo de la Palabra”, también los miles y miles de reformadores europeos eran conocidos como el “pueblo de la Palabra”. Los cristianos modernos deben reclamar su patrimonio de usar la Biblia como su primer libro de instrucción. ¿Es posible que en este siglo se nos llegue a conocer como el "pueblo de la Palabra”?

Y en tu boca he puesto mis palabras, y con la sombra de mi mano te cubrí, extendiendo los cielos y echando los cimientos de la tierra, y diciendo a Sion: . . . Pueblo mío eres tú. (Isaías 51:16).

Los archivos históricos de las eras constitucionales y de la fundación de los Estados Unidos de América, revela que los padres tomaban en serio su papel de educar a sus hijos en la amonestación y formación del Señor, enseñándoles a leer la Biblia cuando ellos eran muy jóvenes. Capacitados a temprana edad a reflexionar y razonar con la Palabra de Dios, estos niños jóvenes de la era colonial “leían y recitaban”, citaban y consultaban, y la memorizaban a temprana edad y constantemente le buscaban significado. Siguió siendo durante el siglo la influencia cultural singular de más importancia en las vidas de los anglo-americanos.” (Cremin, American Education, the Colonial Experience, 1970, p. 40) El énfasis sobre la Biblia como el “primer libro de instrucción”, produjo individuos de erudición y carácter cristiano ennoblecido, quienes amaban la libertad individual sobre la base de la Ley, y también dio a luz a la primera república constitucional cristiana del mundo. Un pueblo cuyo “texto de la libertad” es la Biblia, quienes saben como razonar con la revelación de la Palabra de Dios en cada área de su vida, no son fácilmente engañados o subvertidos. El Dr. Benjamín Rush (1745-1813), distinguido médico pionero y uno de los signatarios más jóvenes de la Declaración de la Independencia, y fundador de la Bible Society, escribió A Defense of the Use of the Bible in the Schools (una sustentación del uso de la Biblia en las escuelas) para fundamentar su idea que la Biblia debía ser el texto principal en las escuelas de los nuevos Estados Unidos de América. Le será de mucha inspiración su sustentación, la cual puede encontrarse en la Internet.

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Conclusión: ¡La intención de Dios era que su Palabra estuviera en el centro de la enseñanza y el aprendizaje! La Biblia debe estar en el centro de todos los programas cristianos de estudio, su luz iluminando todas las materias, todos los programas, y todos los métodos. Un estudio de las herramientas de la restauración del libro de Nehemías confirma esto. Una vez que los muros de Jerusalén habían sido reconstruidos en la era post-exílica de Israel, lo primero que hizo el gobernador Nehemías fue poner a Esdras, el sumo sacerdote y educador, en el centro de la plaza del mercado de Jerusalén para que él pudiera leer la Ley día y noche a los judíos espiritualmente hambrientos. Había existido una ausencia de la Palabra de Dios en sus vidas por casi cien años. A medida que Esdras y los Levitas instruían a la remanente usando la Palabra de Dios, con frecuencia hacían una pausa para esclarecer el significado de las palabras para que el pueblo pudiera entender lo que se estaba leyendo (Nehemías 8:1-8). El escuchar y entender la Palabra de Dios desató un espíritu de arrepentimiento colectivo y de reforma. El pueblo judío “se fue a comer y a beber, y a obsequiar porciones, y a gozar de grande alegría, porque habían entendido las palabras que les habían enseñado.” (Nehemías 8:12). Esdras les enseñó sobre su historia providencial al contarles sobre los milagros asombrosos de Dios y sobre su mano poderosa providencial en su historia (Nehemías, capítulo 9). Cuando sus mentes y sus corazones fueron iluminados con la verdad, los judíos renovaron su pacto con Dios y prometieron lealtad a seguir la leyes de Dios (Nehemías 10:28-30).

Si vamos a levantar una generación de jóvenes que estén equipados espiritual y académicamente para el siglo 21, tenemos que hacernos de las armas espirituales de guerra para derribar las fortalezas de siglos en la educación y el discipulado de la juventud. Necesitamos adquirir un vocabulario bíblico con el cual podamos comunicar conceptos, principios e ideales espirituales a nuestros hijos en nuestra formación como padres, en los cursos de estudio, y en nuestras relaciones interpersonales. Necesitamos un sistema educativo que restaure la Palabra de Dios al centro de la educación y para que podamos ser llamados el “pueblo de la Palabra.” Traducido por el José F. López Jr. Virginia Beach, Virginia USA