el pensamiento y la accion trasnformadora de josé pedro varela

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1 El pensamiento y la acción transformadora de José Pedro Varela en un contexto familiar y sociocultural del Río de la Plata en la segunda mitad del siglo XIX Lic. Genoveva Sives Prof. Pablo Langone Instituto de Historia de las Ideas Facultad de Derecho, UdelaR Uruguay Resumen Como refiere el título de la ponencia, trabajaremos con el pensamiento y la acción transformadora de José Pedro Varela, representante de un núcleo social y familiar, enmarcándolo en la “revolución positivista” del Río de la Plata”. Partimos de reconocerlo como uno de los intelectuales cuyo pensamiento y acción transformaron la realidad de la República Oriental del Uruguay en el último tercio del siglo XIX. Perteneciente a una familia de comerciantes urbanos con una buena formación cultural. Además integró una generación de universitarios inicialmente adeptos al espiritualismo racionalista, lo vemos evolucionar hacia posiciones ideológicas y filosóficas identificadas con el llamado “materialismo positivista” o simplemente positivismo. Esta corriente cumplió un papel fundamental en países que, como Uruguay, iniciaba el período de la modernización capitalista, la cual profundizó los ya estrechos vínculos con el mercado

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Historia de las Ideas

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El pensamiento y la accin transformadora de Jos Pedro Varela en un contexto familiar y sociocultural del Ro de la Plata en la segunda mitad del siglo XIXLic. Genoveva Sives

Prof. Pablo Langone

Instituto de Historia de las Ideas

Facultad de Derecho, UdelaRUruguay

Resumen

Como refiere el ttulo de la ponencia, trabajaremos con el pensamiento y la accin transformadora de Jos Pedro Varela, representante de un ncleo social y familiar, enmarcndolo en la revolucin positivista del Ro de la Plata. Partimos de reconocerlo como uno de los intelectuales cuyo pensamiento y accin transformaron la realidad de la Repblica Oriental del Uruguay en el ltimo tercio del siglo XIX. Perteneciente a una familia de comerciantes urbanos con una buena formacin cultural. Adems integr una generacin de universitarios inicialmente adeptos al espiritualismo racionalista, lo vemos evolucionar hacia posiciones ideolgicas y filosficas identificadas con el llamado materialismo positivista o simplemente positivismo. Esta corriente cumpli un papel fundamental en pases que, como Uruguay, iniciaba el perodo de la modernizacin capitalista, la cual profundiz los ya estrechos vnculos con el mercado mundial hegemonizado por Inglaterra. La vertiente positivista que impregna la regin deriva de Darwin y se apoya explcitamente en Spencer.

Varela, al igual que Sarmiento del cual se manifest siempre fiel admirador-, vio en la educacin la herramienta fundamental para el procesamiento de los cambios econmicos y polticos (a veces en aparente contradiccin unos con otros) que habran de llevar a estos pases indefectiblemente por el camino del progreso.

Es as que, junto con otros jvenes universitarios e intelectuales, constituye la Sociedad de Amigos de la Educacin Popular, cuya principal preocupacin es no solamente la extensin de la educacin, sino tambin la incorporacin de los avances cientficos propios del ltimo tercio del siglo XIX que, por otra parte, harn posible la instalacin de nuevas tecnologas en el campo de las telecomunicaciones, de la industria y del comercio.

Las obras ms importantes de Jos Pedro Varela son: La Legislacin Escolar y La Educacin del Pueblo, en las cuales da cuenta de la lamentable situacin de la Campaa y del atraso del pas en general, en total acuerdo con los conceptos de civilizacin y barbarie puestos en boga por Sarmiento.

Considerado una de las mentes ms brillantes del siglo (aun en la discrepancia) no podemos dejar de reconocer su impronta en la definicin del pas en gestacin.

Su obra, ms creadora que transformadora, se desarrolla en estrecho vnculo con la transformacin de la Universidad, la cual se concreta con el rectorado de Vzquez Acevedo, unido en estrecho parentesco con Varela. Ambos jvenes realizan una febril actividad desde la prensa, los debates en clubes, a veces con el aval del Gobierno, como ocurri con el Coronel Latorre.

Es as que desde ese ncleo efervescente que compartieron amigos, parientes, incansables hombres de pensamiento y accin, surgen las bases del actual pas republicano y laico en la lnea anglosajona en la que ellos abrevaron.

Introduccin. Jos Pedro Varela. El personaje

Descendiente de las familias patricias de los Varela y los Berro, de tanto brillo en las letras y la poltica en el Ro de la Plata, Jos Pedro Varela fue una de las personalidades ms singulares de la Repblica Oriental de Uruguay, y sin duda, responsable en gran medida del camino que habra de seguir la Nacin en construccin desde el punto de vista social, poltico y econmico. Conocido como pedagogo, fundador ms que reformador de la Escuela Uruguaya, fue sobre todas las cosas impulsor de un proyecto poltico a cuyo servicio deba estar la Educacin.

A este proyecto dedica su vida, asaz breve, atravesando diversas etapas, pero haciendo gala en cada una de ellas, de su inteligencia y su energa. Asimismo enfrentar conflictos, no solamente con sus contemporneos, sino con su propia conciencia, conflictos que se resolvern siempre en favor del proyecto en el que obstinadamente crea.

Contexto econmico, poltico y socialA mediados del siglo XIX, las naciones latinoamericanas afrontaron un proceso de modernizacin, que puede definirse como la adaptacin a las exigencias econmicas de las potencias europeas. Este proceso incluye cambios en la rbita econmica y tambin en aspectos administrativos, polticos y hasta culturales. Uruguay tambin se vincula a la economa internacional con un proceso de modernizacin, que le permitieron conformar un modelo de crecimiento que la historiografa ha llamado modelo agro-exportador, o tambin crecimiento inducido por las exportaciones.

Los cambios se iniciaron a partir de la transformacin que fue viviendo la produccin ganadera. La incorporacin de la produccin ovina transform a partir de la dcada de 1860 el modelo agro-exportador vinculado desde la Colonia a la edad del cuero (cueros y carne salada). La denominada revolucin del lanar emprendi una modernizacin de la estructura econmica que modific los modos de produccin pecuaria tradicionales y los fundamentos econmicos de todo el sistema social.

Los pioneros en la adopcin de este ganado ovino fueron una nueva clase alta rural, que no perteneca al viejo patriciado oriental sino que estaba formada por inmigrantes europeos o sus descendientes, llegados entre 1830 y 1845, equipados con una mentalidad capitalista.

Las caractersticas particulares de la cra del ovino hicieron necesaria una mayor fuerza de trabajo permanente y temporaria. El puestero o pen debi renunciar al tradicional nomadismo, afincarse en un lugar y reducir las actividades que traan intranquilidad a la campaa: alzamientos, abigeo, matreraje, etc.. Adems la necesidad de manejar conocimientos adecuados para la atencin del ovino, origin una especializacin de la mano de obra que permiti una mayor "racionalizacin" de las tareas; superando las formas tradicionales de explotacin pecuaria que no exigan ningn trabajo diferenciado.

Todo este proceso increment la productividad de la tierra, diversific la produccin y tambin los mercados consumidores, comenzando un intenso proceso de acumulacin.

El principal puntapi de la modernizacin econmica se vincul a la aplicacin de un nuevo Cdigo Rural, elaborado por la Asociacin Rural del Uruguay (ARU), aprobado en 1875. Estableca:

Obligacin de los propietarios de delimitar y amojonar su campo, obligacin de cercar los campos a travs de la medianera forzosa. Marcacin obligatoria para evitar el abigeo y las mezclas de ganado. En 1877 se crea la Oficina General del Registro de Marcas y Seales nica y central. Prohibicin de penetrar en campo ajeno para recoger haciendas.

No existan lmites en relacin al tamao de la propiedad o cantidad de animales. Autorizacin a los hacendados a establecer una polica rural privada en sus campos. Proteccin del ganado de raza, multando al estanciero que mantuviera haciendas alzadas. Alambrar las propiedades ofreci grandes beneficios para los estancieros que pudieron fijar y delimitar su propiedad tanto de tierras como de ganado. Los pequeos y medianos propietarios se vieron obligados a vender sus tierras ante la imposibilidad de enfrentar el costo del cercamiento. Se fortaleci as el latifundio, que no solo se cobr la medianera en tierras o en el ganado que las poblaba, sino que aglutin los montes hasta entonces de uso comn y las tierras pblicas que pasaron a figuraban en sus ttulos de propiedad. Apareci el "desempleo tecnolgico ya que se necesitaron menos trabajadores sustituidos por alambrados y potreros. Deca un artculo de la Revista de la Asociacin Rural, en 1879: Cada estancia que se cerca representa 10, 15 o 20 individuos o familias, puesteros, peones, agregados, pequeos poseedores en los bordes que quedan en la miseria y marginados Estos trabajadores marcharon a la ciudad o formaron los pueblos de ratas caractersticos de esta poca, donde se conviva con la miseria, y la dieta carnvora debi ser sustituida por ensopados de escaso valor nutritivo. Este marginado rural, por su abundancia abaratar los costos del trabajo en las pocas de zafra, y en las zonas fronterizas marchar como mano de obra trashumante hacia el Brasil; cuando no sern parcialmente incorporados al ejrcito y la polica o aprehendidos como vagos y bandidos y destinados a trabajos pblicos.

La explotacin ganadera pasa a valorarse como una empresa capitalista donde se conjugaban nuevas tcnicas, como el alambramiento y la mestizacin del ganado y nuevos criterios econmico-sociales en la produccin (afirmacin de la propiedad rural y persecucin de los desocupados).

Desde el punto de vista econmico el alambramiento permiti alcanzar la mxima existencia vacuna que nuestras praderas permiten. Pero el aumento de materia prima exportable trajo aparejado la cada de los precios. Para contrarrestar este efecto era necesario diversificar los mercados y los productos: es as que Uruguay comenzar a exportar carne conservada, extracto de carne, lana, carnes ovinas congeladas, cuero y grasas. El pas comenz a ofrecer una variedad de artculos dentro de su monoproduccin ganadera.

Durante las primeras dcadas despus de la independencia, el pas estuvo invadido por la inestabilidad poltica. Peridicas guerras civiles a veces con la participacin de potencias europeas , hicieron del Uruguay centro de los conflictos internacionales, siendo el ms importante de todos la Guerra Grande que dur 12 aos (1839 a 1851).

Con gobiernos centrales inoperantes campe la inseguridad y la anarqua que las revoluciones provocaban y fomentaban haciendo imposible impulsar los nuevos mtodos impulsados en aquel Uruguay de recurrentes enfrentamientos entre blancos y colorados, caudillos y doctores.

Los gobiernos del perodo 1876-1886 impusieron la centralizacin del Estado y la autoridad en todo el territorio. Los cambios militares y sobre todo las nuevas armas monopolizadas por el ejrcito (fusil Remington y Mauser) jugaron un rol fundamental. El militarismo (trmino discutido) no escatim esfuerzos ni violaciones de los derechos individuales, por cierto para hacer habitable la Campaa. En estos aos se extendieron las lneas frreas y los puentes sobre los principales ros del pas contribuyendo a centralizar el poder del Estado. Por otro lado el telgrafo logr enlazar a todos los departamentos con la capital. Como las empresas eran privadas, el gobierno previ una red propia para unir todas las comisaras de campaa entre s y con la jefatura del departamento respectivo, la que a su vez se vinculaba con Montevideo. Esta innovacin facilitaba las comunicaciones, permitindole al gobierno enterarse sin demora de cualquier levantamiento o problema que se produjera en algn rincn del pas. De esta manera, se daba un paso capital en la unificacin poltica del pas, imponiendo los criterios del gobierno central al reducir la autonoma de que antes gozaban los jefes departamentales, que solan actuar segn su propio criterio.

Adems se perfeccion el aparato administrativo y jurdico ponindolo a tono con las nuevas realidades que el pas exiga. A mediados de 1877 fue reorganizado el servicio de correos. Se avanz en la secularizacin del Estado con la creacin del Registro de Estado Civil, que se encargara de registrar los nacimientos, matrimonios, defunciones, etc., tarea que antes se hallaban en la rbita de la Iglesia Catlica.

Mediante todas estas realizaciones, pues, el gobierno logr concentrar en la autoridad central a los elementos de su rpida y eficaz modernizacin: la fuerza militar, la justicia, la supervisin y el aliento de las comunicaciones y el transporte, el desarrollo de la enseanza y el perfeccionamiento del aparato administrativo y judicial. La nacin oriental constitua ahora tambin, un Estado.

La sociedad uruguaya adopta una estructura piramidal en cuya cima se encontraba una oligarqua mercantilagraria que logr concentrar los resortes del poder poltico y econmico y cuya base era un conglomerado de clases y etnias dominadas. Los sectores populares en la capital estaban integrados por unos pocos artesanos, pequeos comerciantes y jornaleros, en su mayora inmigrantes; mientras que en el campo predominaba un pobrero rural y un grupo de hombres sueltos que perduraron por fuera de la estructura social, vinculados al bandidismo rural.

Con la modernizacin la sociedad vive un proceso donde las diferencias de clase se agudizan. En Montevideo aparece la "cuestin social". Las condiciones de vida del proletariado industrial eran duras, con jornadas de 11 o 15 horas que ambientaron la prdica anarquista y la fundacin de los primeros sindicatos hacia 1875. El viejo temor de la clase empresaria a la subversin blanca, fue poco a poco sustituido por su nuevo miedo a la revolucin social.

Por otro lado se consolida el Uruguay como un pas de inmigracin. La presencia temprana de extranjeros y su explosiva incorporacin en la segunda mitad del siglo XIX permiten hablar de una sociedad aluvional. Estas oleadas inmigratorias contribuyeron a diferenciar con claridad los distintos roles dentro de la sociedad, tanto econmica como culturalmente.Los inmigrantes europeos fueron tambin los iniciadores de la industria de bienes de consumo al grado que en 1889 controlaban el 80% de esos establecimientos. Estos, se mostraron hostiles por lo general a las disputas entre blancos y colorados, exigiendo paz interna, contexto necesario e imprescindible para las transformaciones que el pas est comenzando a ensayar.

Entre 1860 y 1908 la poblacin del Uruguay mostr un gran crecimiento, pasando de 223.238 segn el Censo de 1860 a 1.042.686 registrados en el Censo de 1908. Por su parte la urbanizacin fue tambin una constante a lo largo de todo el perodo. Luego de 1880 el crecimiento se desacelera. La corriente inmigratoria desciende, incluso se observa una emigracin hacia los pases vecinos; y comienza a conformarse un nuevo modelo demogrfico similar al de los pases europeos desarrollados. En este nuevo modelo la natalidad desciende ms an de lo que lo hacen la inmigracin y la mortalidad. El entorno familiar y social

Es en esta realidad social y poltica que, el 19 de marzo de 1845, nace Jos Pedro Varela. Su padre fue Jacobo Dionisio Varela, porteo unitario, hombre de bastante instruccin, de ideas muy liberales que vino a Montevideo con sus hermanos a causa de las persecuciones de Rosas. Se dedic siempre al comercio, sin embargo en 1876 tradujo del francs La enseanza de la lengua materna. Tradujo adems otros libros que forman parte de la llamada Biblioteca del Comercio del Plata, diario redactado por uno de sus hermanos don Florencio Varela. Otro de los hermanos (to de Jos Pedro) fue Juan Cruz Varela, reconocido poeta. Por la va materna fue hijo de Benita Berro, nieto de Pedro Berro y sobrino de Adolfo Berro, conocido poeta, y de Bernardo Berro, poltico, quien lleg a la Presidencia de la Repblica. El hermano mayor de Pedro Jos (como fue bautizado) Jacobo, tuvo tambin un papel estacado en la transformacin de la educacin uruguaya.

Si bien la instruccin institucionalizada de Jos Pedro Varela fue muy escasa, ya que apenas curso la escuela de primeras letras y la de los Padres Escolapios, hasta los 15 aos, el entorno familiar fue sin duda culturalmente rico y su infancia se desarroll estimulada por un fermento en el que no eran ajeno la poltica, la literatura y las problemticas sociales que enfrentaban nuestros pases.

Luego se convirti en autodidacta, estudiando francs, ingls y alemn, manejando con soltura los dos primeros idiomas y llegando a poseer una biblioteca cuyo detalle sorprende no slo por el nmero de libros que la componen, sino tambin por la cantidad de ellos escritos en ingls y francs. Entre los que se cuentas, por ejemplo, las obras de Compte, Darwin, Spencer, etc. En carta a Domingo Faustino Sarmiento de noviembre de 1874, el mismo Varela deca: Conozco bastante a fondo el ingls y el francs, traduzco con alguna correccin el italiano y el alemn, y podra dedicarme a verter a nuestro idioma las mejores obras que aparezcan en el extranjero. Manejar l mismo los lineamientos de su formacin intelectual le permiti tal vez liberarse ms fcilmente de los que imparta la Universidad, decididamente espiritualista, aunque al igual que los jvenes de su generacin integr las filas del racionalismo. Entre 1860 y 1866 escribi poesa, crnicas y artculos literarios. Fue el principal colaborados de la Revista Literaria (donde aparece su conocido artculo sobre los gauchos que permite ver su dimensin sociolgica del problema) y en algunos diarios de la poca, firmado con el seudnimo de Cuasimodo, o con el suyo propio. En 1865 cambi el orden de sus nombres, de Pedro Jos por Jos Pedro, a fin de diferenciarse de Pedro Varela el poltico. Adicto a la fraccin principista del Partido Colorado se caracteriz por su intransigencia como opositor al gobierno del general Flores. En el viaje realizado a Europa y Estados Unidos, el contacto con Sarmiento, a la sazn Ministro en Washington, va a dejar en l slida impronta. Lo inici en temas educacionales poniendo en contacto con educadores norteamericanos, y sobre todo, lo convenci de que la educacin era la nica va, la herramienta idnea para transformar nuestras incipientes republicas en las naciones que, mulas de los Estados Unidos, llegaran a ser ricas y pacficas. Es decir, alcanzaran orden y progreso.

Ilustrativa de la admiracin que Varela experimenta por Sarmiento, es la siguiente cita:

Uno de los primeros hombres de la Amrica del Sur que por su talento, por su ilustracin, por su infatigable constancia es acreedor al aprecio de todos los que aman a la Amrica, Sarmiento... atribuye a la educacin popular el crecimiento tan rpido como feliz de los Estados Unidos.

En Nueva York logr imprimir en 1868 su libro de poemas Ecos perdidos. Vuelve a la Patria embargado de entusiasmo por los Estados Unidos, por el pueblo americano y la libertad de sus instituciones. Pero he llegado a los Estados Unidos y he visto que mi tierra de promisin era digna del culto que yo le profesaba desde lejos. Y as como Sarmiento atribuye a la educacin popular los logros de la Repblica del Norte, otros escritores democrticos han visto la causa en la gran libertad del pueblo y en el liberalismo sin par de sus instituciones. Fue al regreso de este viaje que, junto con Elbio Fernndez y otros amigos, todos jvenes intelectuales de destacada posicin social como l, que crea la Sociedad de Amigos de la Educacin Popular. La SAEP se constituy nombrando como Presidente a Elbio Fernndez y como Secretarios a Jos Pedro Varela y Carlos Mara Ramrez, su amigo de la niez. A la temprana muerte de Elbio Fernndez, Varela ocupa su lugar y funcion en l hasta 1877 poniendo en esta empresa lo mejor de su esfuerzo. En este periodo public La Educacin del Pueblo, obra exhaustiva en la que se ocupa desde los mtodos y los fines de la enseanza hasta la formacin de los maestros. Abarcando a la vez una mirada pedaggica como sociolgica. En 1869 fund La Paz, diario de oposicin al gobierno de don Lorenzo Batlle, cuyos editoriales le valieron el destierro a Buenos Aires, junto con los redactores de El Siglo Ramrez y Herrera. En 1871, de regreso reedita La Paz, dedicado fervientemente a trabajar por la terminacin de la guerra civil, promoviendo la conciliacin entre los orientales, dirigiendo aun una edicin vespertina: El Hijo de la Paz.

En 1868 Julio Herrera y Obes hace una amena descripcin de los integrantes del cenculo de El Siglo, entre los cuales destaca a Jos Pedro Ramrez, por entonces en el cenit de su popularidad gracias a su elocuencia tribunicia, su pujanza de polemista, la elevacin y pureza de los principios que predicaba su austeridad poltica. Su hermano Carlos Mara Ramrez, orador, literato, versado en la ciencia constitucional y en la ciencia econmica, unidas a una gran imaginacin. Exaltado colorado en 1869 se hizo radical y constitucionalista en 1870 pero segn el autor sin certidumbre de os enemigos de quienes deba atacar. Nombra adems a don Pedro Bustamante critico sagaz de carcter honrado y austero. Respecto a Jos Pedro Varela dice escptico, entusiasta y crdulo; ateo mstico, partidario sin partido, utilitario y egosta en teora, generoso y abnegado en los hechos, filsofo materialista y poeta espiritualista su fecundidad era inagotable. Es interesante destacar que el mismo Julio Herrera y Obes dice: de cuando en cuando y sobre todo en los das de amenaza y de conflicto haca acto de presencia el Mayor Latorre que en tono de chacota que era el suyo favorito, no eluda peligros ni responsabilidades siendo difcil adivinar los que dentro de sus cerebro y su corazn ocultaba aquel jefe de carcajada sonora y chocarrera.

Creada la SAEP, Varela se rodea de colaboradores, en su mayora jvenes como l, participes de su ideologa y acordes con sus fines, tales como: Francisco Antonio Berra, primer gran cientfico de la pedagoga nacional, que public numerosas obras pedaggicas, presidi la SAEP en cuatro oportunidades y a partir de 1879 orient la pedagoga nacional durante el siglo XIX y primeros aos del XX.

Carlos Mara Ramrez, periodista, historiador, constitucionalista, fiscal de Gobierno y Hacienda, Diputado, Embajador y Ministro de Estado. Aunque unido a Jos Pedro Varela desde los aos juveniles protagoniz con ste en 1876 la clebre polmica que los distanciara a propsito de la publicacin de La Legislacin Escolar.

Elbio Fernndez, abogado, primer presidente de la SAEP, la escuela por ella creada lleva hasta hoy su nombre.

Jos Mara Montero (hijo) acompao a Jos Pedro Varela en el diario La Paz sufriendo las mismas represiones que su amigo. En 1876 fue nombrado Ministro de Gobierno y en calidad de tal propuso a Jos Pedro Varela para sustituirlo en la Direccin de la Comisin de Instruccin Pblica desde la cual Varela impulsara la reforma educativa.

Podramos agregar entre los colaboradores a Jaime Rolds y Pons; Domingo Arambur, Jos Arechavaleta, Eduardo Brito del Pino, Enrique Estrzulas, Carlos Mara de Pena; Mara Stagnero de Munar, quien fue la primera directora del Internato Normal de Seoritas, luego trasformado en Instituto Normal de Seoritas.En 1874 Jos Pedro se cas con Adela Acevedo, hija del doctor Eduardo Acevedo Maturana, ilustre jurisconsulto y hombre poltico; y de Joaquina Vzquez. Formalizada la Guerra Grande en 1843 el Dr. Acevedo establece su estudio jurdico en Buenos Aires. En 1845 el General Oribe le ofrece un lugar en el Tribunal de Justicia, Acevedo vuelve al Uruguay. En 1850 desempea funciones como miembro de la Comisin de Instruccin Pblica. Finalmente, acusado de traidor por los federalistas, hizo abandono de su cargo y se concentr en sus trabajados jurdicos abocndose a la confeccin de un Cdigo Civil. Formalizada la paz de 1851 result Diputado por Montevideo, en 1852, ao en el que adems publica y dirige el diario La Constitucin de vocacin civilista. Interrumpida nuevamente la constitucionalidad, en 1853, fue desterrado nuevamente reabriendo su estudio en Buenos Aires, hasta 1860 cuando a instancias del Presidente Berro, vuelve a Montevideo en carcter de Ministro de Gobierno y Relaciones Exteriores, y en 1861 la Asamblea General lo designa Miembro del Supremo Tribunal de Justicia.

Continuando con la genealoga de Adela Acevedo, por va materna nos encontramos con Eduardo Acevedo Daz, nacido en 1851, sobrino del anterior, escritor, periodista y poltico. Concluidos los estudios de bachillerato en Montevideo, abandona los estudios de Derecho y participa en la lucha entre el caudillo blanco Timoteo Aparicio contra el gobierno de Lorenzo Batlle en 1870. Establecida la paz en 1872 se reintegra a la vida civil y funda el diario La Repblica de corta vida. Entonces junto con Agustn de Vedia entr como redactor a La Democracia, rgano nacionalista, donde se mantuvo hasta 1874. El panorama poltico era un tembladeral de enfrentamientos, y es as que en 1875 abandon el pas yendo a sumarse en la Argentina a los compatriotas que se preparaban para regresar restablecida la ley. Regresa en 1876 en plena dictadura del coronel Latorre. Se suceden nuevos exilios y desexilios hasta que termina instalndose en el Provincia de Buenos Aires, desempeando el cargo de Inspector de Escuelas, paradojalmente en la localidad que llevaba el nombre de su to, Florencio Varela. Eduardo Acevedo Daz se gan su lugar en la historia del Ro de la Plata, no por su agitada vida poltica sino por su obra literaria. Sus libros Ismael, Nativa, Grito de gloria, nos muestran a un literato de frrea pluma, pero tambin dan cuenta de las convulsiones de una poca en la que se disputan el protagonismo el aporte de los intelectuales y el azaroso quehacer de las batallas, del que sin dudas se nutre su obra literaria.

Amigo de Jos Pedro, y tal vez el mayor compinche fue Alfredo Vsquez Acevedo, doblemente pariente, tanto por parte de su suegro como de su suegra. Al igual que los anteriores, jurisconsulto y hombre poltico, pero sobre todo educador, naci en Buenos Aires en 1844 cursando en esta ciudad sus estudios hasta 1860. Ms tarde reside en Montevideo, obteniendo la ciudadana uruguaya y culminando aqu sus estudios de Derecho. Redactor de la Democracia milit en filas principistas bajo la presidencia de Ellauri pero designado a la Fiscala de los Civil y del Crimen en sustitucin de Vzquez Sagastume (tambin pariente) acepta la propuesta demostrando su adaptabilidad poltica. Al igual que Varela, argumenta que lo ms importante es servir a los altos intereses permanentes del pas sacrificando a estos sus principios. Esta decisin desat duras crticas entre los principistas, pero al igual que ocurra con Varela haba ya en Vsquez Acevedo un viraje filosfico que lo llev al positivismo y cuando en 1884, bajo la Presidencia de Santos el Dr. Jos Pedro Ramrez, rector de la Universidad, fue destituido junto con todo el Consejo, Vsquez Acevedo asume el cargo cambiando el carcter de la institucin que pasar a ser bajo su rectorado la Universidad positivista. La accin de Alfredo Vsquez Acevedo al frente de la Universidad es similar a la de Jos Pedro Varela en la enseanza primaria y en la concrecin de ambos proyectos se jug la formacin de los obreros industriosos y de las clases dominantes conscientes de donde provendran los buenos gobiernos.

La formacin intelectual. Del espiritualismo al positivismo

Desde la poca colonial la filosofa imperante tuvo un corte espiritualista, ms concretamente, la escolstica, que represent la introduccin de la filosofa medieval europea vinculada a la teologa. A esta corriente le suceden siguiendo a Ardao otras dos corrientes espiritualistas: la Ideologa y el Saint-simonismo. La primera de estas definida como una "ciencia de las ideas", dio el fundamento para el liberalismo poltico y la secularizacin del Estado. A ella sucede el Saint-simonismo, que provena del positivismo social francs en cuya filosofa encontramos ya la fe en el avance lineal de la humanidad hacia el progreso. Valga esto como antecedente de las potentes ideas que sern fuertemente defendidas medio siglo despus. El saint-simonismo influy en el Uruguay a travs de la generacin argentina del '37 debido a la presencia de los intelectuales que abandonaron Buenos Aires en el perodo rosista, tales como Miguel Can y Juan Bautista Alberdi. Ardao considera que "hasta la Guerra Grande [1839-1851] compartieron el proceso intelectual", pero, a nuestro parecer, y segn veremos en el desarrollo de nuestro trabajo, el trasvase intelectual entre nuestros pases contina hasta fines del siglo XIX. La corriente que habra de tener ms peso y permanencia en Uruguay, fue la denominada "espiritualismo eclctico", que llega con la obra del pensador francs Vctor Cousin. Es la primera corriente filosfica difundida en la Universidad, a travs de la ctedra de Luis Jos de la Pea. En 1852, le sucedi en la ctedra quien sera el exponente acadmico ms significativo del espiritualismo en nuestro pas: Plcido Ellauri, hermano del futuro presidente, Jos Ellauri, y que ocupara la ctedra de filosofa hasta 1877, cuando, arribado el militarismo, fue destituido por el coronel Latorre. Ellauri se mantuvo fiel a la doctrina a pesar de las oposiciones positivistas que se sucederan posteriormente. El espiritualismo tuvo una importante influencia sobre diversos aspectos, desde el punto de vista literario, devino en romanticismo que "comparti [] la exaltacin psicolgica y moral de la conciencia humana, la vida del sentimiento y la imaginacin, el culto a la poesa, el ideal tico, el liberalismo humanitario, la visin metafsica del alma inmortal y de Dios." Se expres polticamente en el principismo, el cual fundament los principios de las libertades pblicas y los derechos individuales, postulados vigentes hasta 1873 cuando fueron disueltas las llamadas "Cmaras girondinas" bajo el gobierno de Jos Ellauri. Desde el punto de vista religioso, se identific con el racionalismo, origen del librepensamiento y la tendencia antidogmtica, supuso un espritu cristiano que, sin embargo, negaba la hegemona de la Iglesia catlica "herencia fatal de Espaa", al decir de Varela. Base tambin del laicismo que, antes de la SAEP, tuvo como antecedente el Club Universitario, de tendencia espiritualista. Algunos de sus ms destacados exponentes fueron Mariano Soler, Julio Herrera y Obes, quien llegara a ser Presidente de la Repblica en 1890, representando as la ltima resistencia de la corriente espiritualista desde el mbito poltico. Tambin fue destacado representante de esta lnea de pensamiento Prudencio Vzquez y Vega, nacido en 1853, que, en 1875 escribe en "La voz de la juventud": "paralelamente a la corriente positivista que se ha producido entre nosotros, se ha desarrollado una corriente egosta y utilitaria que es necesario combatir."

Otro extranjero Amadeo Jacques, arrojado a nuestras costas al igual que Alberdi, por el despotismo de su pas, fund la revista "La libertad de pensar" desde la cual defiende el librepensamiento, el laicismo y los ideales revolucionarios de la Repblica. Cuando desembarca en Montevideo en 1852 haba hecho una verdadera transicin al positivismo que triunfaba ya en Europa. Se puede sealar la presencia de Amadeo Jacques como el primer mojn en la evolucin de la Universidad hacia el positivismo. Sin amiente propicio en nuestro pas, que apenas restaaba las heridas de la Guerra Grande, en 1853 se marcha a Argentina, incorporndose notoriamente a su vida intelectual.

Pasaron todava veinte aos antes de que tales ideas prendieran en el mundo intelectual de nuestra joven Repblica. Los veinte aos de la direccin de Ellauri en la Universidad estuvieron impregnadas de espiritualismo, de liberalismo racionalista, conformando lo que Varela llam "el mundo de los doctores" que constituy el clima intelectual en el que se formaron todos aquellos hombres que crearon las instituciones y sembraron los principios que fueron, y son hasta hoy, fundamento de la Nacin: defensa de las libertades, de la propiedad privada, reconocimiento de la estratificacin social.La renovacin en el campo de las ideas, llegara de la mano de ngel Floro Costa y Jos Pedro Varela, y seran la base para el impulso de un nuevo proyecto de pas, sin que ello signifique el abandono de los principios constitutivos de la Nacin. Si, en cambio, implican una visin realista de la sociedad y de las estrategias para concretar un nuevo proyecto. Costa, poseedor, como todos nuestros jvenes universitarios, de una formacin racionalista, aparece, en 1873 como positivista, reclamando mayor inters y bibliografa para las ciencias naturales y expresando una profesin de fe darwiniana, anticipo de la entusiasta defensa de tales ideas que encontraremos en las prximas generaciones. Ms enfticamente condenatorio de la caduca Universidad espiritualista fue Jos Pedro Varela quien se aparta de "el mundo de los doctores". Cuando por circunstancias que incluyen tanto los intereses comerciales, como la costumbre de la clase alta de enviar a sus jvenes a Europa y Estados Unidos para tomar contacto con estas culturas, realiza, en 1867-68, un viaje a estas regiones "civilizadas", se vincula con figuras prominentes tales como Vctor Hugo, Horacio Mann, pero muy especialmente con Domingo Faustino Sarmiento. Ser sta la personalidad que ms influir en nuestro joven intelectual-poltico y sern sus ideas las que dibujarn el camino a seguir al regreso a la patria. Iniciado en la mentalidad positivista sajona ella fue el fundamento, a partir de ese momento, de su pensamiento y su accin. De ah deriv, tambin, su radical cuestionamiento de la Universidad espiritualista, cuestionamiento que ser a la vez pedaggico y sociolgico. De esta postura, dan cuenta sus dos obras principales: "La Educacin del Pueblo" de 1874 y "De la Legislacin Escolar", de 1875-76, en los comienzos de ciclo militarista. "Pensamiento elaborado con febril urgencia de accin en el vrtice de la crisis poltica" al decir de Ardao.

Analizando la conexin histrica entre la ideologa de las clases ilustradas y la realidad nacional, Varela concluye que doctores y caudillos se auxilian mutuamente. Critica lo que llama "el espritu de la Universidad" con una argumentacin de cuo claramente positivista, incluyendo adems una extensa transcripcin de la "Introduccin a la ciencia social" de Spencer, hasta entonces ignorado en el medio universitario, y hace explcitas referencias a Thomas Huxley y Charles Darwin, de quien cita "El origen de las especies" y defiende su teora de la evolucin.

Publicada la obra "De la legislacin Escolar" suscit una airada respuesta de Carlos Mara Ramrez, producindose una extensa polmica seguida con inters por los defensores de una y otra postura. Discusin que va ms all del plano de las ideas, ya que expresa las concepciones de dos proyectos de pas y la lucha por la imposicin de uno de ellos. Una somera lectura de esta polmica pone en evidencia el nivel acadmico de ambos contendientes que muestra la solidez de las lecturas en que se basan. A partir de 1876 y coincidiendo con la dictadura de Latorre, el afianzamiento del nuevo credo cientista tuvo lugar en medio de una excepcional efervescencia intelectual y cvica. Los encuentros se dan en el Ateneo del Uruguay, trinchera intelectual organizada como universidad libre de enseanza gratuita que le arrebat a la Universidad oficial el carcter de centro intelectual de la Repblica. Desarroll una accin intensa y brillante de inspiracin profundamente liberal. Dicha unidad ideolgica no impidi su divisin en dos bandos filosficos irreductibles: espiritualistas y positivistas. En uno y otro bando se inscribieron los intelectuales que a mediano plazo se convertiran en los prohombres de la Nacin en construccin.

As se enfrentaron Julio Herrera y Obes, lder poltico principista y futuro Presidente de la Repblica, y Gonzalo Ramrez, ilustre maestro de Derecho Internacional, hermano de Jos Pedro Ramrez, a la sazn presidente del Ateneo y recalcitrante espiritualista. A los planteos de Herrera y Obes responde ngel Floro Costa desde Buenos Aires. El segundo importante choque entre espiritualistas y positivistas en el seno del Ateneo, se da entre Vzquez y Vega y los profesores universitarios. Lo motiv la intervencin de Costa, y le responden Julio Jurkowski y Jos Arechavaleta con sendas conferencias: "La metafsica y la ciencia" y "Es la teora de la Evolucin una hiptesis?" Destacan tambin la conferencia del Dr. Carlos Mara de Pena, figura racionalista del '72, convertido al positivismo, quien pronunci "Ecos de una contienda. Los naturalistas y los principios morales." Por su parte, Daniel Muoz (el agudo Sansn Carrasco), adversario del positivismo, pronunci otra sobre "Las ideas espiritualistas en el progreso de las sociedades." A stas, se sucedieron otras, protagonizadas por algunos de lo doctores ya mencionados y por otros jvenes que venan aflorando al "campus" universitario: Gmez Palacio, Baltasar Montero, Batlle y Ordez.

Lo expresado en este desarrollo tiene como objeto destacar el clima intelectual en el que los debates filosficos tuvieron un lugar de privilegio, mientras se estaban fraguando no solamente las ideas sino tambin el carcter y las posiciones polticas de los hombres de las clases dominantes.

El proyecto poltico y pedaggico

Hemos dicho que el proyecto vareliano, mucho ms que una propuesta y una transformacin educativa, fue un proyecto poltico y como tal inclua lo econmico, social y cultural. El centro del proyecto poltico fue sin duda la creacin de la Republica, la que, si bien establecida constitucionalmente, no funcionaba como tal en los hechos: Repblica sin republicanos por lo cual la primera preocupacin de Varela ser la formacin del ciudadano.El gobierno democrtico republicanoel ms perfecto de todos los que los hombres han adoptado hasta ahora, para la direccin de los negocios pblicos garantizando a todos los miembros de la comunidad la libertad en todas sus manifestaciones y llamando a todos a tener participacin activa Para establecer la Repblica lo primero es establecer los republicanos, para crear el gobierno del pueblo lo primero es despertar al pueblo mismo; para hacer que la opinin publica sea soberana lo primero es formar la opinin pblica. Y todas las grandes necesidades de la democracia, todas las exigencias de la Repblica solo tienen un medio posible de realizacin: educar, educar, siempre educar. Educacin exige el voto consciente que se deposita en las urnas electorales, para saber apreciar el orden de ideas polticas, econmicas o sociales a que se quiere servir La escuela es la base de la Repblica; la educacin la condicin indispensable de la ciudadana El pueblo en la Repblica reconocindose como soberano como la fuente de todo poder, de todo saber. El sufragio universal supone la conciencia universal y la conciencia universal supone y exige la educacin universal

De modo que la educacin aparece como la herramienta fundamental e imprescindible para el funcionamiento de una verdadera Repblica. El Uruguay independiente contaba con apenas ms de tres dcadas y buscaba aun independizarse de la madre patria, si no en el plano poltico, s en el econmico, cultural y hasta religioso. Y Varela va a encontrar el modelo en los Estados Unidos; lo deslumbra su organizacin poltica pero tambin la libertad de sus instituciones y hasta su religin, defensora del libre pensamiento. Es por eso que el pueblo ama la libertad; su religin se lo aconseja.

Aparece aqu claramente la oposicin de Varela al catolicismo que era en definitiva, la oposicin a los frailes quienes consumen sin producir, porque ellos eran los representantes y los trasmisores de un modo de vida que la nueva Repblica deba superar. Varias son las referencias que el autor hace sobre este tema en el que est presente la idea de laicizacin cuya base debemos buscar en el racionalismo de su juventud, influido por Bilbao.

Pero en los Estados Unidos donde a todo hijo de su madre puede considerrsele candidato para la presidencia y aspirar a dirigir los destinos de su pas, es necesario que todos los ciudadanos sepan no leer y escribir, sino pensar. Pero estbamos bien lejos de esa aspiracin.

Es necesario que el transcurso de algunos aos nos d por resultado un poco menos de desierto y un poco ms de civilizacin; algunos gauchos menos y algunos pensadores ms.

Esos gauchos que no saben pensar no slo obstaculizan la democracia, sino tambin el desarrollo econmico.

Si el pueblo es embrutecido e ignorante el trabajo ser pobre rutinario y estril la cuestin es de vida o muerte para la gran industria, la agricultura y el comercio, para la riqueza en fin.

Al igual que su mentor, Sarmiento, Varela establece la dicotoma entre la campaa y la ciudad, entre civilizacin y barbarie.

Vemos que entre nosotros progresa Montevideo mientras que la campaa se despuebla y se empobrece. Aqu la riqueza, el bienestar de las naciones civilizadas, all la miseria, el abandono de los pueblos primitivos. Mientras la campaa contine como hasta hoy en la inseguridad y en la ignorancia, no se habr resuelto el problema de nuestra felicidad. Con la paz y la educacin vienen la libertad y la felicidad.

Desde su visin darwinista-spenceriana escribe en El destino nacional y la Universidad, polmica: Si es exacta la doctrina que hace de todos los seres organizados una cadena interminable cuyos eslabones van de los seres embrionarios hasta llegar al hombre; que si la transmisin hereditaria ejerce una inmensa influencia y se notan diferencias aun entre las diversas razas que constituyen la especie humana, diferencias bastante notables para que todos las acepten y las reconozcan con respecto a los indios y los blancos puede abrigarse la duda de que estas diferencias existan aun entre las diversas familias de una misma raza? Ese predominio de la imaginacin sobre la inteligencia continuado durante largo tiempo agregado a que en ms o menos grande escala los pueblos sudamericanos han mezclado su sangre con la sangre decrepita de las razas aborgenes qu resultado puede y debe haber producido esa mezcla?No obstante estas preocupaciones derivadas de su visin de los hombres y de la sociedad, Varela apuesta a la funcin de la educacin, la cual debera abarcar mltiples funciones: capacitar a los obreros para trabajos calificados, combatir las supersticiones, instruir sobre el cuidado de la salud, etc.

La educacin en definitiva deber lograr la extincin de los gauchos, no en tanto individuos, sino en cuanto forma de vida. Desde sus editoriales del diario La Paz proclama una y otra vez la necesidad de hacer de ellos y de los inmigrantes de Montevideo obreros industriosos. Faltan fbricas reclama desde La legislacin Escolar, cuando analiza Nuestra situacin actual y sus causas.

Segn Alcin Cheroni ser fundamental en esta etapa el activo papel de los hacendados ganaderos, unificados social y polticamente en la Asociacin Rural del Uruguay (ARU). De ah que Varela contara con su apoyo para impulsar la reforma. Efectivamente, desde la ARU su presidente Domingo Ordoana confiaba en la educacin para implantar costumbres que incluan los hbitos alimenticios: granos, productos agrcolas, preservando la carne el malhadado churrasco ya que esta deba exportarse. Opinaba tambin acerca de cmo deba educarse a la mujer campesina cuya funcin sera andar por todo lo que es basto y esforzado. Mientras que Juan Ramn Gmez, tambin desde la ARU, se preocupa por que la educacin est fundada en la moral del Evangelio. Ya en 1877 el Presidente de la ARU muestra satisfaccin por que, segn dice: Hoy el estanciero se le respeta, el capataz obedece, el pen trabaja y la familia economiza.

Tales cambios que suponan convertir un pas apenas dibujado, con una sociedad semi feudal, en una nacin prspera y democrtica no era nada fcil. Nos dice Cheroni que A fines de la dcada de 1860 el injerto jurdico constitucional de un estado liberal metido a la fuerza en una estructura precapitalista y semi colonial entr en profunda crisis. Esta crisis prolog el advenimiento del estado bonapartista del periodo del militarismo. Desde esta estructura jurdica liberal emergi un ejrcito cohesionado tcnica e ideolgicamente que llen el vaco de poder transformndose en el agente poltico de los hacendados ganaderos y de los comerciantes. En ese periodo se producen nuevas transformaciones en las relaciones agropecuarias como consecuencia del alambramiento de los campos y la introduccin de la tecnologa del mestizaje. Estos sern alguno de los signos materiales de los nuevos tiempos, cuya convalidacin y consolidacin se establece a travs del Cdigo Rural.

El nuevo modelo de pas y la sociedad que se impulsaban requeran algo ms que abogados, escribanos, doctores al decir de Varela, y es as que gran parte de la nueva generacin de jvenes universitarios transita filosficamente del espiritualismo al positivismo con una concepcin pragmtica que los lleva a reclamar ciencia en lugar de debate filosfico. En realidad la versin darwinista de la ciencia est ya en el mejoramiento de las razas, la seleccin y el cruce del ganado. No olvidemos que desde La Legislacin Escolar en el anlisis Acerca de nuestra situacin actual y sus causas Jos Pedro Varela responsabiliza de la misma tanto a doctores como a caudillos, y pese a la reprobacin de alguno de sus antiguos amigos, es bajo el ala del gobierno autoritario que va a promover los cambios en el sistema educativo. Lo mismo har Vsquez Acevedo desde el rectorado universitario.

A partir del golpe de estado de Latorre se procesan importantes cambios polticos, econmicos y culturales. El establecimiento de un estado centralizado y modernizado tcnicamente propicia ensayos de industrializacin al amparo de medidas proteccionistas y estos cambios econmicos y sociales inciden en la puesta en marcha de las reformas educativas en la enseanza primaria, secundaria y superior. En definitiva, el cientificismo positivista con una fuerte impronta darwiniana encontrar una pronta recepcin entre los representantes de los sectores sociales emergentes.

La propuesta de Varela es en fin, la creacin de una repblica democrtica que marche firmemente por el camino del progreso y la nueva repblica iniciara con paso firme el camino de la democracia poltica, el crecimiento econmico, la instruccin primaria de toda la sociedad, a la vez que ver surgir una nueva clase emergente de la cual saldrn los nuevos gobernantes liberales, pero pragmticos. Pero iniciar tambin el camino de la dependencia y el endeudamiento respecto a las grandes potencias. Este camino iniciado a fines del siglo XIX es el que an seguimos recorriendo.

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enunciado en el tomo 2 de Jos pedro Varela y su tiempo, 2014

PALOMEQUE, 2014, Tomo 1, p. 20.

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dem.

dem.

PALOMEQUE, 2014, Tomo 1, p. 333.

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Cheroni

Ordoana, citado en Bralich, p. 61.

dem.

Ordoana, 1877. En BRALICH, p.61

Cheroni, p. 6.