el ecumenismo en marcha

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Humberto Muñoz P., Pbro. Profesor ele la Facultad de Teología, U. C. EL ECUMENISMO EN MARCHA l.-UN POCO DE HISTORIA. E LMOVIMIENTO ecuménico no se inició en la Iglesia Católica, sino en el protestantismo, y más propiamente en los países de misión. A ello contribuyó evidentemente la fragmentación del protestan- tismo y la agudización de este problema cuando se trata de pre- sentar el mensaje cristiano a los paganos. No faltaron también precursores dentro del catolisismo, co- mo el cardenal Mercier en sus conversaciones de Malinas, y célebres teólogos como Cangar. " que en un principio fueron considerados sospechosos. Esta actitud fue la actitud de la jerarquía frente al ecumenismo: reticencia y des- confianza. Y así pasaron un poco en balde cincuenta años preciosos. Pero la situación cambia con Juan XXIII. No era propiamente un hombre de pensamiento avanzado. Concebía todavía la unión de los cristianos como un "retorno de los hermanos separados a la casa paterna". Pero había estado en Turquía y en Bulgaria, donde vivió de cerca el problema de la separación de los cristianos de Oriente. Y llevaba muy en su corazón el deseo de Cristo de la unidad de todos los cristianos. El Concilio Vaticano II no fue propiamente un concilio de unidad, como parece haber sido la idea primitiva del Papa. Su posición, sin embargo, fue al- tamente positiva en este punto. La misma presencia de observadores ortodoxos y protestantes influyó en el clima ecuménico que se mantuvo en todo instante. Todos los documentos emanados del Concilio tienen un marcado carácter ecu- ménico, pero es, sin duda, la Constitución sobre la Iglesia y el Decreto sobre el Ecumenismo los que marcan posición oficial y explícita de la Iglesia Católica a este respecto. Y el Dr. Visser't Hooft, entonces Secretario Ejecutivo del Con- sejo Mundial de Iglesia pudo declarar: "la adopción y publicación del Decreto sobre el Ecumenismo del Vaticano 11 crea una situación nueva". Y quizás se podría agregar: no sólo nueva, sino de avanzada. En efecto, la Iglesia Católica recupera rápidamente el tiempo perdido y no ha cesado de avanzar con pasos agigantados hasta el día de hoy.

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Page 1: EL ECUMENISMO EN MARCHA

Humberto Muñoz P., Pbro.Profesor ele la Facultad de Teología, U. C.

EL ECUMENISMO EN MARCHA

l.-UN POCO DE HISTORIA.

ELMOVIMIENTO ecuménico no se inició en la Iglesia Católica, sinoen el protestantismo, y más propiamente en los países de misión.A ello contribuyó evidentemente la fragmentación del protestan-tismo y la agudización de este problema cuando se trata de pre-sentar el mensaje cristiano a los paganos.

No faltaron también precursores dentro del catolisismo, co-mo el cardenal Mercier en sus conversaciones de Malinas, y célebres teólogoscomo Cangar. " que en un principio fueron considerados sospechosos. Estaactitud fue la actitud de la jerarquía frente al ecumenismo: reticencia y des-confianza. Y así pasaron un poco en balde cincuenta años preciosos.

Pero la situación cambia con Juan XXIII. No era propiamente un hombrede pensamiento avanzado. Concebía todavía la unión de los cristianos comoun "retorno de los hermanos separados a la casa paterna". Pero había estadoen Turquía y en Bulgaria, donde vivió de cerca el problema de la separaciónde los cristianos de Oriente. Y llevaba muy en su corazón el deseo de Cristode la unidad de todos los cristianos.

El Concilio Vaticano II no fue propiamente un concilio de unidad, comoparece haber sido la idea primitiva del Papa. Su posición, sin embargo, fue al-tamente positiva en este punto. La misma presencia de observadores ortodoxosy protestantes influyó en el clima ecuménico que se mantuvo en todo instante.Todos los documentos emanados del Concilio tienen un marcado carácter ecu-ménico, pero es, sin duda, la Constitución sobre la Iglesia y el Decreto sobre elEcumenismo los que marcan posición oficial y explícita de la Iglesia Católicaa este respecto. Y el Dr. Visser't Hooft, entonces Secretario Ejecutivo del Con-sejo Mundial de Iglesia pudo declarar: "la adopción y publicación del Decretosobre el Ecumenismo del Vaticano 11 crea una situación nueva". Y quizás sepodría agregar: no sólo nueva, sino de avanzada. En efecto, la Iglesia Católicarecupera rápidamente el tiempo perdido y no ha cesado de avanzar con pasosagigantados hasta el día de hoy.

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El organismo encargado de realizar este avance ha sido el Secretariadopara promover la unidad de los cristianos, creado por Juan XXIII poco antesdel Concilio. El hombre providencial que estuvo a su frente desde el prime¡-momento fue el cardenal Agustín Bea, S . .J. Su actuación fue decisiva, no sóloen la redacción del Decreto sobre el Ecumenismo, sino también los documentossobre la Libertad Religiosa, sobre religiones no cristianas y sobre la Divina Re·velación. En todo caso este documento constituye la carta magna del ecume-nismo católico, y ha servido de norma para todo el movimiento ecuménico ca-tólico actual.

El Directorio Ecuménico, que precisa y re<1lamenta las qrandes normasdel Decreto, puede ser considerado como un apéndice o prolongación del mis-mo. Paulo VI, en el discurso del 18 de abril de 1967 que promulgó la primeraparte, pudo decir: "la cuestión ecuménica ha sido olanteada por Roma en to-da su gravedad, su amplitud, sus innumerables implicaciones doctrinales yprácticas".

Ya existe una amplia biblioqrafía de comentarios al Decreto sobre el Ecu-menismo y aún sobre el Directorio Ecuménico. Eso indica con cuánta seri"l-dad se estudian estos documentos que están orientando la actividad ecuménicade los católicos.

Paulo VI, o "Paulo 11", como le IL'lma el Patriarca Atená<1oras, ha tenidoactuaciones que han producido imDacto en el mundo entero. Sus encuentroscon el Patriarca Ecuménico, tanto en JerusiJ!én como en Estambul y en lamisma Roma, son sólo las principales etaoas de una laroa lista de entrevistaspersonales con altos representantes de otrilS 10lesias nue van desde el Primildode la Iqlesia Anqlicana, hasta Su Santidad Vilsken " Pi'ltriarca SUDremo de to-dos los Armenios, sin olvidilr In visita al Conseio Mundial de 10lesi2s en Gi-nebra. A estos encuentros al más alto nivel. hilbría que anreClilr los muv nu-merosos, que no aparecen en In televisión ni en la prenSil, de los modestos pá-rrocos que ahora se visitan con sus pastores v(>cil1os. Podernos decir que entodo el mundo se hé1n abierto Ins cajas fuertes donde se mantenían hermétic<)-mente cerradils las Iglesiils.

No es del caso presentar aauí ni sinuieril un resumen de todas las anivi·dades ecuménicas que florecen hoy en el munclo entero. En pilíses como Esta-dos Unidos, Francia, etc., se multiDlicé1'l las más hermosC\s i'licliltiv2s. Nos re-feriremos a un soto aspecto del quehacer ecuménico. y no en toda SI!. amplitud,sino solamente al realizado directamente por el Vilticano a trilvés del Secreta-riado para la Unidad, y que tiene más relación con el carácter de nuestra re-vista: estoy hablando de los Grupos Mixtos de Trabajo.

A partir de fa separación de los cristianos orientales y con más intensidadtodavía, a raíz de la Reforma Protestante, todos los cristianos nos hemos vistoenvueltos en una prolongada polémica, tomando esta palabra en su sentido eti-mológico de guerra, que no por ser de carácter intelectual es menos guerra.Se han gastado montañas de papel y han corrido ríos de tinta: ¿Cuál es el re·sultado? En lugar de acercanos, la polémica nos ha alejado y endurecido lasrespectivas posiciones. Por eso hoy día nadie cree que la polémica tenga unvalor ecuménico, y sí se tiene fe en el diálogo, llevado entre "verdaderos peri-tos" y con el cristiano deseo de conocerse y comprenderse mutuamente, no abase de un "falso irenismo", sino de un sincero amor a lu vel"dad plena y enla seguridad de que el Espíritu de Dios nos conducirá (Jn. 16, 13).

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2.--LOS ORTODOXOS.

Comencemos por la Ortodoxia. Paulo VI hu definido así la situación en eldiscurso ya citaclo: "entre lu Venerable Iglesia Ortodoxa y nuestra Iglesia Ca·tóliCél pxi~;te ya cierta comunión naciente, preludio no del envejecimiento deluistiilnisillo, sino, por el cOl1trario, señales de su juventud siempre creciente".

Del 9 al 13 de diciembre d,.; 1967 tuvo lugar una serie de conversacionescnt¡"e expertos rusos ortodoxos y católicos en la ACCiciemiaTeológica de Lenin-rJrado. El tema gen81"al de las conversaciones fue el pensamiento social de laIglesia Católica, principalmente en las últimas encíclicas de Juan XXIII y PauloVI. Estas conversaciones se realizaron por expresa invitación del Metropolita-no Nicodim. Si se consideru que los ortodoxos rusos deben enfrentarse conuna ideología social basada en el materialismo dialéctico, uno puede imagi-narse -Fácilmente las proyecciones de este encuentro. Pero no existe un diálogode carácter propiamente teológico. Sin embargo, la Comisión interortodoxa reu-nida en Chambésy, del 8 al 15 de junio de 1968, acordó lo si~luiente: "Que con-tinelen los contactos y mani-Festaciones de amor fraternal entre las Iglesias or-todoxas locales y la Iglesia Católica romana, con el fin de superar las dificul-tildes existentes po:- medio de un diálogo fructuoso, teJllto teórico como teoló-gico". Este diálogo de la caridad, de un carácter muy peculiar, se ha mostradoel1 !() práctica muy fructuoso. Sellalemos sO!i1mente la transferencia ele las re-liCJl'ias de San Andrés a la Iglesia de Patras, ¡as de San Sabas a la ele Jerusalén,y las ele San Tito a la de C!-cta. Existe también un intcl'cumbio de alumnos ca-tólicos que estudian en academias teológicas onodoxas, y viceversa. El mejorc,:;nocimiento ele la patrística DI-iega, iniciada hace ya tantos años estií rrodu-ciendo cosecha abundante.

La Iglesia Católica ha reconocido siempre :a validez de los matrimonioscelebrados en la Iglesia Ortodoxa; pero ahora, en virtud de la OrientaliumEcclesiarum reconoce también los matrimonios mixtos de católicos con ortodo-xos, celebrados ante un ministro ortodoxo. Por su lado, el Santo Sínodo de laIglesia Ortodoxa Rusa ha decidido que no les sean neg<Jc!os los sc!cramentosen general a los católicos (y a los viejos católicos) que los soliciten (16-XI1-1969) .

Por otra parte, las relaciones con el Consejo Mundial de Iglesias son enextremo cordiales. Ya en la Asarnb!eél de Nueva De!hi hubo cinco observado-res católicos, y a su vez, el C.M.!. estuvo oficialmente representado en el Vati-cano 11. En la Asamblea de Upsala, ascendieron a quince los delegados de laIglesia Católica. Pero, sin duda, lo más prornisor, es el Grupo Mixto de Tra-bajo (1).

3.-·EL GRUPO MIXTO DE TRABAJO.

Este GI-UpOMixto de TriJbajo emitió un primer informe oficial después delas reuniones de Bossey (Ginebra), en mayo de 1965, y de Ariccia (Roma) ennoviembre del mismo año. Espigamos solal'nellte algunas ele las declaraciones:

"El Grupo Mixto de Trabajo no se organizó para tomar decisiones. Su tra-

( :) Toci.:s 12s citas referentes a les Grupcs Mixtos de Tr,:.:bJj") provienen de "Information Service",publicación oficial del Secretariado pera 1" Unidad de los Cristianes. Nc) ho sielo posible conse-guir, sino en algunos casos, el texto mismo de los documentos.

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bajo es más limitado: pretende examinar las posibilidades de diálogo y de co-operación. Sin embargo, no tiene poder para tomar decisiones. Su finalidad esel estudio conjunto de problemas, e informar después a la autoridad compe-tente de ambos lados. Su tarea, espiritual y pastoral al mismo tiempo, debe rea-lizarse en espíritu de oración, y en la convicción de que Dios está guiando aSu pueblo".

En cuanto a la naturaleza del ecumenismo, después de reconocer la di-ferente estructura del Consejo Mundial de Iglesias y de la Iglesia Católica, ylos diferentes enfoques ecuménicos de ambas instituciones, acuerda organizarun subgrupo que estudie específicamente este punto. Sin embargo, algunas co-sas quedan claras. Las relaciones de la Iglesia Católica con el Consejo Mundialde Iglesias no impiden las relaciones directas con las diferentes Iglesias. Seprecisa también el rol de los observadores y el de los consultores en las reu-niones eclesiales.

Como las áreas de colaboración son tan amplias, lo más práctico resultaasignarlas a diversas comisiones. Los traba jos propiamente teológicos del Con-sejo Mundial de Iglesias están a cargo de una comisión llamada "Faith andarder", título muy difícil de traducir al castellano. En todo caso, algunos teó-logos católicos podrían integrarse en dicho or<lanismo en calidad de miembrospleno inde. De hecho, a raíz de la Asamblea de Upsala, fueron nombrados va-rios teólogos católicos, uno de ellos chileno. Otro tipo de colaboración podríaser que el Secretariado rara la Unidad de los Cristianos estudiara temas su-geridos por "Faith and arder", y a la inversa. Y el Grupo Mixto de Trabajopropuso la formación de una cornisión especial mixta teológica que abordarael tema general de "Catolicidad y Aposfolicidad".

Con relación a la oración en común, se celebraron en Roma sendas reunio-nes en octubre y noviembre de 1965. l-le aquí alQunas de sus conclusiones:

"Cuando los cristianos se reúnen, experimentan cierta unidad en un pro-fundo compañerismo, a pesar de las separaciones que permanecen muy rea-les". "Sin embargo, la oración en común no debe dar la impresión de que launidad existe, cuando verdaderamente no la hay". En vista de este doble as-pecto de la oración en común, hubo acuerdo en algunos criterios fundamen-tales respecto a la oración en COmlJn. ya sea entre dos diferentes Iglesias, yacuando las Iglesias son rnás en número, ya cuando se celebra la santa Eucaris-tía, etc.

El problema de las misiones es muy delicado, pero también allí es muynecesaria la colaboración. En abril de 1965 se celebró en Crét-Bérard (cerca deLausana en Suiza) una primera consulté1 entre la División Mundial de Misión yEvangelismo y el Secretariado por la Unidad. En el informe se afirma la posi-bilidad de colaboración en el futuro, pero se insiste en el estudio previo delDecreto "Ad Gentes" sobre la actividad misional.

En los problemas relativos a la Ulglcsia y la Sociedad" se ven grandes posi-bilidades de colaboración. Una consulté) se celebró en Ginebra en marzo de1965. La Constitución sobre la "Iglesia en el Mundo" es relativamente fácil deensamblar con el organismo "Iglesia y Sociedad" del Consejo Mundial de Igle-sias.

Para planificar la colaboración en el plano femenino, se celebró una reu-nión en Vicarello-Bracciano (Italia), en octubre de 1965. Asistió un selectogrupo de mujeres del Departamento de Cooperación de Hombres y Mujeres enla Iglesia, la Familia y la Sociedad, del Consejo Mundial de Iglesias, y el Secre-tariado para la Unidad. Se estudiaron ternas tan interesantes corno la reeva\ua-

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ción de la función de la mujer no casada, cambios en la función de la familia,trabajo de tiempo completo o de tiempo parcial para la mujer casada, posibi-lidades de servicio abierto a las mujeres en las instituciones eclesiásticas y po-sibilidades de colaboración entre mujeres de diferentes confesiones en la ce-lebración del "Día Mundial de la Oración de las Mujeres" y en la Semana deOración por la Unidad.

El Grupo Mixto de Trabajo toma conocimiento gozoso de que ya existeuna colaboración en aumento entre la División de Ayuda Intereclesiástica, Refu-giados y Servicio Mundial del Consejo Mundial de 191esias y las organizacionescatólicas de servicio social. En enero de 1966 se celebró en Ginebra una reu-nión con el objeto de estudiar una colaboración todavía mayor.

En el campo internacional se requiere una urgente colaboración por par-te de todos los cristianos. Sin embargo, lñS diferentes estructuras de los or-ganismos diplomáticos del Vaticano y los diversos departamentos del ConsejoMundial de Iglesias, presentan peculiares dificultades. No se corresponden en-tre ellos.

Se consideró también la posible colaboración en el campo bíblico, peroya veremos más adelante el entendimiento directo con lñs Sociedades BíblicasUnidas. Se planteó asimismo el problema de la celebración de la Pascua en elmismo día para todos los cristianos, pero se estimó que era necesario un ma-yor estudio. Y se expresó también el deseo de llegar a una uniformidad en lostextos de las oraciones litúrgicas comunes. Finalmente, se confeccionó una lis-ta de otros temas de posible colaboración.

En 1967, este mismo Grupo Mixto de Trabajo emitió un segundo informeoficial, del cual destacamos algunas ideas.

"Solamente la experiencia podrá decir cuáles son las proyecciones realesque el estudio de las posibilidades del diálogo ha entrevisto". "Hoy día, sinolvidar las diferencias esenciales y sin minimizarlas, los cristianos redescubrenmutuamente los valores del único patrimonio cristiano". "Los miembros delGrupo Mixto de Trabajo piensan que por el momento la incorporación de laIglesia Católica romana al Consejo Ecuménico de Iglesias, no sería de efectospositivos para la causa común de la unidad cristiana".

A propósito de la Semana de Oración por la Unidad, dicen: "los cristia-nos separados no podrán progresar en el camino de la unidad, si no se vuel-ven juntos con frecuencia hacia Dios, por Cristo, en el Espíritu Santo, parapedirle una claridad y una libertad renovadas".

En un coloquio organizado por el Secretariado por la Unidad y el Secreta-riado de Faith and Order, celebrado en octubre de 1966, se llegó a las siguien-tes conclusiones sobre esta Semana:

1) Se formará un equipo compuesto por representantes de la comisión deFaith and Order y de centros católicos romanos que trabajan en este dominio.

2) Este equipo tendrá por tarea preparar cada año el folleto de la Semanade la Unidad; este folleto será puesto libremente a disposición de las Iglesiasy de los consejos de las Iglesias.

3) Las Iglesias de las diferentes naciones serán invitadas a adoptar eltexto del folleto a sus propias necesidades. Esta adaptación deberá hacerse, enlo posible, en cooperación ecuménica.

4) La Semana no se celebra en la misma fecha en todos los países. Mien-tras que la mayoría mantiene la fecha del 18 al 25 de enero, en algunos países,por razones diferentes, han elegido otras fechas, principalmente el período en-tre la Ascensión y Pentecostés.

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En cuanto a la fecha de la celebración de la Pascua, el Consejo Mundialde Iglesias ha realizado una encuesta entre sus Iglesias miembros, y la IglesiaCatólica ha nombrado una comisión ael hoc pai-a estudiar el problema, perotodavía no se ha llegado a ningún acuerdo definitivo.

Unidad y misiones: "La división es un obstáculo a la proclamación efec-tiva del Evangelio". "Un testimonio común hai-á más eficaz la proclé1mació!ldel Evangelio". "El testimonio COl"lllJn presupone la comunión eclesial". "Sinembargo, esto no significa que las Iglesias no puedan ya, en múltiples aspec-tos, dar juntas testimonio elel nombre de Cristo".

Existe también por ambos lados una preocupación por las religiones nocristianas, y hay la convicción de que un estudio de tipo ecuménico producirámás claridad teológica. Por eso el Grupo Mixto de Trabajo tomó nota del colo-quio de Kandy (Ceylán).

"Se cooperará igualmente en la preparación del programa del 111CongresoMundial del Apostolado de los Lairos que se celebrará próximamente en Roma(octubre de 1967), y al cual las diferentes Iglesias, el Consejo Mundial de Igle-sias, así como la J\lianza Mundial de la YMCA y de la YWCA han sido invita-dos a enviar observadores-consultores".

"En junio de 1966 tuvo lugar en Crét-Bérard (Suiza), una reunión de dele-gadas de diferentes organizaciones femeninas para estudiar: a) la educaciónecuménica de base, y b) la posibilidad de acción cOtlllJn pOI' medio de proyec-tos comunes".

"Observadores católicos I'omanos va han tomado parte en la comisiónmixta de estudio sobre la educación potrocinacla por el Consejo Mundial eleIglesias y el Consejo Mundial de 1é1Educación Cristiana".

"Es claro que los cristianos tienen la responsabilidad ele comprometerseen la promoción de la justicia y la paz entre los hombres. Ellos proclamall elEvangelio de la paz". "En primer lugar viene el trabajo a largo plazo erl favorde la justicia social internacional".

En julio de 1966 se celebró la conferencia mundial ele "Iglesia y Sociedad"y allí se dijo con frecuencia que era necesaria una colaboración con la IglesiaCatólica. Por su parte ésta. el 6 de enero ele 1967, creó lo comisión pontificia"Justicia y Paz" que manifestó desde el primer momento su deseo de colabo-rar con "Iglesia y Sociedad".

la Comisión de Fe y Constitución, reunida en Bristol en agosto de 1967,sintetizando las conclusiones de Lund en 1952 y de Montreal en 1963 y las mis-mas de Bristol, redactó un "Resumell del grado actual del consenso ecuménicosobre la Eucaristía". Este resumen, aunque de corácter provisional y destinadomás bien a la divulgación, se considera sin embargo de gran importancia porel enorme avance teológico que significa.

Pero la comisión propiamente teológica del Grupo Mixto de Trabajo se de-nomina "Catolicidad y Apostolicidad". En 1969 hizo una declaración publica-da en la revista Irénicon: "Este documento de estudio, que no es una declara-ción común, ni un "consensus" doctrinal, ni un "status quaestionis", es esen-cialmente un instrumento de trabajo al servicio de una investigación común",Espigamos algunos acápites.

"Este estudio (de la ciltolicicbcl y la apostolicidad), debe tener por finrepensar la problemática que concierne la interpretación del conjunto de lascuatro propiedades atribuidas a la Iglesia en el símbolo por la Tradición, y con-siderar bajo nueva luz la unidad de la santa Iglesia utilizando como nueva víade acceso la reflexión sobre la catolicidad y la apostolicidad".

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"Tal es la perspectiva en la cual nosotros enfocamos la catolicidad: tri-nitaria, cristológica, neumMica misionel'¿¡ y exigitiva de un compromiso con-creto al servicio de la humanidad".

"El Evangelio no promete el pleno cumplimiento de la unidad de todosen Cristo, sino para el tiempo de su retorno en gloria".

"Esta unidad es un fin que nunca se alcanzará en la tierra, pero hacia elcual se debe siempre tender, a fin de que el mundo crea que Dios le ha envia-do". "Ella (la Iglesia), lleva el misterio de Cristo en quien todas las cosas hansido recapituladas. Y por eso ella es desde ya católica".

"La Iglesia es apostólica, según la tradición unánime de las Iglesias, por-que está edificada sobre el fundamento de los Apóstoles" (Apoc. 21, 13 S.; Ef.2, 20).

"Se pueden encontrar en la Escritura y en la Tradición muchos sentidosdiferentes de la palabra apóstol. Es preciso aceptar ele buen grado esta diversi-dad que impone nuevas perspectivas al consentimiento teológico". "Mejor quepidiendo a la letra de las Escrituras un retrato estereotipado del Apóstol, esasumiendo con fidelidad las tareas confiadas por el Señor a los Apóstoles,como la apostolicidad de la iglesia se vuelve digna de fe".

"En relación con las diversas concepciones del ministerio, las Iglesias con-temporáneas c1esculxen alqunas de sus más serias divisiones. Sin embargo, aunen este dominio, se pueder: encontrar acuerdos significativos. He aquí tresejenlplos:

a) La convicción de que, en la vida de la Iglesia, la predicación opostó-lico trasmitida por la Escritul-a y lo Tr'adición, el ministerio apostólico y la vidasegún el Evangelio, son inseparables. Los tres son esenciales a su apostolicidad.

b) La convicción de que, a pesar de numerosos, cambios en el curso de lahistoria, en las concepciones y las funciones del ministerio, estos cambios noperjudican necesariamente la continuidad de la Iglesia con sus orígenes apos-tólicos.

c) La convicción de que uno de los objetivos principales del ministerio esel cumplimieilto de la vocación misionera de la Iglesia, en la sumisión al Espí-ritu Santo y e;l la espera del Señor".

Además, los organismos de asistencia, tanto de la Iglesia Católica cornodel Consejo Mundial de Iglesias, se han reunido ya dos veces (1966 Y 1967)para estudiar planes comunes. El ejemplo más concreto es la campaña llevadaen común para afrontar el hambre en la India.

En cuanto a libertad religiosa se ha llegado a esta conclusión: "Al compa-rar la declaración conciliar del 1I Concilio Vaticano y las diversas declaracio-nes hechas por el Consejo Mundial de Iglesias, se llega a la conclusión de que,si bien la justificación teoló~Jico puede todavía diferir de una Iglesia a otra,existe sin en~bargo un acuerdo de base sobre lo que el principio de la libertadreligiosa exige en la práctica".

El Consejo Mundial d8 Iglesias reunió también un coloquio para conocerla posición de sus Iglesias miembros en relación a los matrimonios mixtos, yel Secretariado por la Unidad convocó a su vez a una reunión con el mismoobjeto. En seguida, mpl-esentantes de a¡",bos organismos se reunieron en uncoloquio ecuménico. Posteriormente la Iglesia Católica emitió un "Motu pro-prio" que da un paso adelante en esta materia.

Respecto al diálogo ecuménico se emitió un documento separado, con elfin de estimular el estudio del problema y sin ninguna pretensión normativa.Pueden verse las conclusiones en Information Service, N? 3, p. 27 ss.

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Después de este informe no se ha emitido otro con carácter oficial, perolas reuniones han proseguido en forma normal; la última se celebró en Nápo-les, del 25 al 30 de mayo de 1970.

En lo relacionado con la Biblia, el Grupo Mixto de Trabajo se hCl pl-eocu-pado de los problemas doctrinales, en especial del que concierne a la autori-dad misma de la Biblia, pues, aunque todas las Iglesias cristianas basan sus en-señanzas en la Biblia, no hay acuerdo en la manera de interpretar dicha auto-ridad. Sin embargo, en lo relacionado con los problemas prácticos de traduc-ción y distribución de la Biblia, se ha producido un gran acercamiento con lasSociedades Bíblicas Unidas.

Las "Sociedades Bíblicas Unidas" son un consejo de varias sociedades bí-blicas nacionales no denominacionales. Su objeto es proporcionar un textobíblico correcto y barato para el uso ele las diferentes Iglesias. No intervienenen la interpretación ni en el uso que de ella hacen las Iglesias. Funcionan congran éxito desde hace 150 años y, al comienzo, desearon incluir también a laIglesia Católica entre sus usuarios. Por desgracia la idea no prosperó y fuE!necesario esperar el clima del Vaticano 11 para reiniciar las relaciones.

La constitución "Dei Verbum" del Concilio Vaticano 11, recomendó expre-samente el "fácil acceso" a las Sagradas Escrituras y recomendó las traduccio-nes ecuménicas. En 1966 las Sociedades Bíb!icas Unidas aprueban una ampliacooperación con la Iglesia Católica, y comienzan él celebrar grandes asambleascontinentales en Norteamérica, Africa, Europa, América latina, Asia, con elobjeto de concretizar esta colaboración.

Por su parte, Paulo VI en 1966 encarga al cardenal Bea la planificaciónde la puesta en marcha de los acuerdos bíblicos del Concilio, y en especial elestudio de las Sociedades Bíblicas Unidas. El SEcretariado parél Unidad nom-bra al P. Walter M. Abbott, S. J. encargado de este programa y como enlaceoficial con las Sociedades Bíblicas Unidas. Los resultados han sido abundantes.De una parte se crea la Sociedad Bíblica Internacional Católica con sede enRoma y, de otra, se emite un importante documento suscrito por la AlianzaBíblica Internacional y el Secretari(ldo por la unidad, con normas muy preci-sas respecto a la forma de abordar las traducciones a las lenguas de cada país.Muchos Obispos del mundo entero comienzan a aprobar versiones protestan-tes de la Biblia, principalmente en regiones de misiones, donde los católicosno habían podido producir su propia traducción. Por su parte, expertos cató-licos están colaborando con las Sociedades Bíblicas Unidas en la traducciónbíblica a 110 idiomas y dialectos. De este niodo, la Iglesia Católica ha visto fa-cilitada su tarea de poner en manos de sus fieles un buen texto bíblico y, porsu parte, las Sociedades Bíblicas Unidas.. incapaces por sí solas de realizar elamplísimo programa en que están empei'íadas, han recibido ulla gran ayuda departe de la Iglesia Católica.

Pero queda todavía el problema fundamenta! del texto original en el cualbasar las traducciones. Es un problema técnico que deben resolver los expertosseleccionando entre las diferentes copias que han llegado hasta nosotros. ElSecretariado para la Unidad aprobó la l'J!tima edición crítica griega del NuevoTestamento preparada por las Sociedades Bíblicas Unidas, aunque en esperade una última revisión. En cuanto a la edición crítica de los originales hebreos,habrá que preparar uno de común acuerdo. Con este objeto, tanto el ConsejoMundial de Iglesias como la Iglesia Católica han aportado US$ 25.000.- parapreparar las ediciones definitivas. A partir de la publicación de estos textosecuménicos, toda nueva traducción se basará en ellos.

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En Francia está ya proxlma a temlinar la publicación de una Biblia Ecumé-nica, y en otros idiomas se está trabajando en esta materia.

4.-LOS ANGLICANOS.

El Arzobispo anglicano Fisher de Canterbury, fue el primero en visitaral Papa. El actual, Michael Ramsey, junto con Paulo VI en la visita de marzode 1966, emitieron el siguiente deseo: "que los cristianos pertenecientes a ambasComuniones estén animados por los mismos sentimientos de respeto, estima yamor fraternal )', con el objeto de fomentarlos, intentan inaugurar entre laIglesia Católica romana y la Comunidad Anglicana un serio diálogo que, fun-dado en los Evangelios y en las comunes antiguas tradiciones, pueda conducir-les a la unidad en la verdad, por la que Cristo oró".

La primera reunión preliminar tuvo lugar en Gazzada, cerca de Milán, del9 al 13 de enero de 1967. Allí se dijo: "Nosotros hemos permanecido en nues-tras divisiones demasiado tiempo".

El Arzobispo de Canterbury mantiene un representante oficial ante el Va-ticano en la persona del canónigo John Findlow.

Un segundo encuentro se celebró a comienzos de septiembre del mismoaño en Inglaterra. Se discutió el problema de la autoridad de la Palabra de Diosy su relación con la Iglesia. "Con relación al tema de la diversidad en la u-ni-dad, se presentaron también interrogantes en relación a la "comprehensiveness"anglicana y a los problemas que ésta crea para la unidad de la fe". "En el cursode nuestras discusiones hemos observado que los problemas teológicos y prác-ticos eran frecuentemente abordados de la misma manera por cada uno denosotros". "Uno de los principales temas fue la posibilidad de utilizar en co-mún las iglesias y otros edificios". "Afirmamos la necesidad urgente de traba-jar en favor de textos comunes para las oraciones y fórmulas que están en usoen ambas Iglesias".

Aunque no pertenece propiamente al más alto nivel, no podemos omitiraquí un informe mixto de anglicanos y católicos en EE. UU. en 1967. "Desde laépoca de la Reforma, la doctrina del sacrificio eucarístico ha sido consideradacomo el obstáculo mayor a la reconciliación de la Comunión anglicana con laIglesia Católica romana. Nuestra comisión está convencida de que esto ya no esefectivo". "Hemos estudiado cuidadosamente los documentos del Concilio Va-ticano 11, el informe de la Conferencia de Lambeth de 1958, el documento deFaith and Order de la Iglesia Protestante Episcopal de EE. UU. de 1949 y otrosdocumentos que indican la posición actual de ambas Iglesias. Estos documentosnos hacen ver que los trabajos modernos en materia bíblica, teológica y litúr-gica, han sobrepasado muchas formulaciones polémicas de la época anterior".

"Creemos que es de extrema importancia para el clero y los laicos de am-bas Iglesias, reconocer la identidad substancial de sus posiciones en materia dedoctrina eucarística, y de partir de esta base para progresar en el diálogo. Aun-que todavía tengamos divergencias doctrinales entre las dos Iglesias, la inteli-gencia de la naturaleza sacrificial de la eucaristía no está entre ellas".

Una tercera reunión se celebró en Malta en los primeros días de enero;de 1968. Esta reunión produjo un informe para ser sometido tanto al Papacomo al Arzobispo de Canterbury, y no se dio de inmediato a la publicidad.

Seis observadores católicos asistieron a la Conferencia de Lambeth de1968.

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En Malta se recomendó la creación de otra comisión internacional encar-gada de estudiar el informe definitivo de Malta. Esta comisión internacional,"encargada de examinar las cuestiones fundamentales que nos separan en elplano teológico y moral", se reunió en Windsor en febrero de 1970. Se dividióen subcomisiones que están en pleno trabajo. El P. Jeróninlo Hamer, O, P., hapodido afirmar en su discurso en la sesión plenaria del Secretariado por laUnidad, noviembre de 1969: "Entre los diálogos organizados, solamente, porlo que yo conozco, aquel con la Comunión anglicana va resueltamente más le-jos (del simple estudio), y no duda en asignarse como fin "la unidad plena yorgánica entre nuestras dos Comuniones". (Informe de Malta, enero de 1968).

S.-LOS LUTERANOS.

También la Iglesia Católica está en diálogo con la Federacióll LuteranaMundial que agrupa 59 iglesias, con 50 de los 80 millones de luteranos quehay en el mundo.

Observadores luteranos asistieron a las cuatro sesiones del Vaticano 11.En agosto de 1965 se celebró en Estrasburgo la prirnera reunión que tuvo uncarácter exploratorio. Se estudiaron estos dos temas POI- sendos teólogos: a)posibilidades del diálogo; b) puntos centrales de teología.

La segunda reunión se celebró igualmente en Estrasbul-go y produ jo un in-forme común. "Las discusiones han mostrado a las dos delegaciones que losproblemas teológicos tradicionales entre católicos y luteranos permanecen ala orden del día. Sin embargo, por las mismas circunstancias elel munelo mo-derno, aparecen en una perspectiva diferente". "El desarrollo ele las cienciasnaturales nos obliga a mirar los problemas tradicionales en un nuevo contex-to". "El desarrollo de las ciencias históricas enseña al hombre un nuevo mé-todo de interpretación del pasado". "El desarrollo reciente de las ciencias bí-blicas ha modificado la formulación tradicional de las posiciones respectivasy ha indicado nuevos enfoques frente a las diferencias confesionales".

Después de estas reuniones preparatorias, se han celebrado ya cuatro reu-niones de trabajo. La primera en Zurich en noviembre de 1967: "Hubo unadefinida convergencia en entender lo que los católicos romanos llaman "la je-rarquía de verdades" (Decreto sobre el Ecumenismo) con lo que los luteranosdenominan "el centro del Evangelio". Ambos concuerdan en que la muerte yresurrección de Jesucristo, como fundamento de la salvación escatológica deDios, es el centro del Evangelio. Hubo también acuerdo en que la Palabra deDios es suprema y que la autoridad de la Iglesia está a su servicio".

La segunda reunión tuvo lugar en Suecia, del 15 al 19 de septiembre de1968. El tema fue: "La Iglesia y el mundo bajo el Evangelio". Sus conclusionesestán resumidas así: "Los participantes han notado un acuerdo substancial yuna convergencia de opiniones cuando se trata de la tarea de la Iglesia frenteal mundo. Hubo igualmente consenso en lo que concierne a la función críticade la Iglesia frente a la sociedad contemporánea".

La tercera tuvo lugar en Nemi, cerca de Roma, en 1969, con el siguientetema: "Las estructuras de la Iglesia". "En las discusiones que siguieron a lasexposiciones, una de las cuestiones principales fue la relación entre el Ministe-rio y el Evangelio o la Palabra de Dios, y aquélla entre el ministerio y los múlti-ples dones del Espíritu Santo en la Iglesia. En este vasto dominio de puntos devista, se han propusto gran númro de cuestiones sobre el papel del Evangelio

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corno "criterio" de sucesión apostólica, el carácter sacramental de la Iglesia, suinfabilicbcl e indefectibilidad, los efectos de ia ordenación, el reconocimientode un orden eclesial que se desarrolle fuera de la sucesión histórica y la funcióndel ministerio de Pedro como signo y centro de unidad. En todos estos temastl'atados, la intención fundamental estuvo centrada en un nuevo enfoque delas estructuras eclesiaies, que ida méÍs allá de la pura noción de función.

La cuarta sesión se celebró en Cartigny (Suiza) del 22 al 26 de febrero de1970, Tema: El Evangelio y el derecho. "Hubo conformidad de opiniones en-tre luteranos y católicos romanos en relación a la constitución jurídica de laIglesia en el Evangelio. Aunque se admitió que las formas variadas que estaconstitución ha revestido en la historia estaban condicionadas por el tiempo,se hizo un esfuerzo real par'a separar las zonas de acuel"do de las de desacuerdo,que quedan todavía".

Una quinta reunión de esta comisión de estudio común, consagrada alEvangel io y a la Iglesia, está programada para 1971,

6.--·LOS METODISTAS.

El Consejo Mundial Metodista agrupa a veinte millones de adeptos. Es unasimple asociación de Iglesias metodistas repartidas por todo el mundo. Noejerce ninguna autoridad sobre ellas. Sus "Conferencias" generales no pasande ser simples foros de discusión. En la última, celebrada en Londres enAgosto de 1966, se aprobó esta proposición: "En una edad ecuménica, los me-todistas no estamos interesados en la preservación del mismo metodismo, sinoen unir nuestra herencia con la de toda la Iglesia de Cristo". De hecho al Va-ticano 11 asistieron dieciséis observadores metodistas y, a su vez, a la Confe-rencia de 1966, asistieron, en reciprocidad, observadores católicos; el propiocardenal Heenan hizo allí uso de la palabra. Asistieron también el arzobispoCardinale el propio Delegado Apostólico. En el mismo año de 1966 se aprobóel Grupo Mixto de Trabajo.

Después de una primera reunión de carácter más bien preparatorio enAriccia, cerca de Roma, en 1967, se tomó conciencia de estas rea Iidades: "Aun-que no se han escamoteado las dificultades, se han podido notar numerosaslíneas de convergencia. El ideal de la santificación personal, la santidad cre-cientr.: a través de la vida de todos los días, han aparecido como elementossobresillientes en ambas tl"adiciones. La vicia disciplinada de los primeros me-todistas, que pretendía renovar una Iglesia relajada, fue comparada a la de losprirnems jesuitas. Los himnos de Carlos Wes!ey (esta fuente rica en espiritua-lidad metodista) y mJs todavía los himnos eucarísticos, encuentran ecos y unacorrespondencia en el alma católica". "La controversia y la investigación cien-tífica metodistas, desde Wesley hasta hoy, han combatido el mismo combateque los católicos en defensa de las verdades fundamentales que tocan a ladivinidad de Cristo, aunque ellos hayan repudiado antes abiertamente el "pa-pismo", corno otros de la misma época.

En la segunda sesión celebrada en Londres a comienzos de septiembrede 1968, el estudio versó principalmente sobre la Eucaristía. "La definición dela Eucaristía como un memorial fue clarificada. Se admitió que, mientras quela tradicional veneración metodista por la predicación del Evangelio encuen-tra eco en el pensamiento teológico y litúrgico reciente, los metodistas -porsu parte- están adquiriendo, a través del movimiento litúrgico, un apreciopor los sacramentos, tal como se presentan, por ejemplo, en los himnos eu-

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carísticos de Carlos Wesley". Se estudiaron también las implicaciones de laencarnación en la eclesiología.

Una tercera reunión se celebró en Rabat, Malta, del 15 al 19 de septiem-bre de 1969. "Los dos temas principales fueron el ministerio sacerdotal enlas tradiciones metodistas y católica, y la reflexión metodista y católica, so-bre la Iglesia en el mundo contemporáneo".

l.-LOS CALVINISTAS.

Last but not ¡east. Con la Alianza Reformada Mundial, de tradición cal-vinista, un encuentro exploratorio tuvo lugar en Ginebra a fines de noviembrede 1968. Una segunda reunión preparatoria se verificó en la primavera de1969. También seis representantes católicos y seis reformados se reunieron enAmsterdam en abril de 1969. Fruto de todas estas reuniones ha sido un in-forme común provisorio: "Ya en muchos países, como en Holanda, en Fran-cia, en Suiza, en Estados Unidos existen diálogos reformados-católicos a es-cala nacional". "Concientes de su responsabilidad con la familia cristiana en-tera, las Iglesias de estas dos tradiciones lo son también de la responsabilidadparticular que tienen la una con la otra", "El grupo está persuadido que eldiálogo reformado-católico a escala mundial debe estudiar no solamente lastensiones especiales entre las dos tradiciones, sino también su preocupacióncomún de manifestar a Cristo al mundo de hoy". De hecho, se ha confeccio-nado un gran ternario en perspectiva. Quizás es en este grupo donde estén lasmejores perspectivas de un avance teológico en profundidad.