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Lecturas del deprtamento Olancho
PRIMERCICLO
El árbolmágico
Ilustración: Karlily Abigail
SI CREO Y LEO, ME RECREO
Que los niños y niñas creen sus propios libros, que lean, jueguen y se diviertan construyendo un mundo a la altura de su imaginación. Que quien mire las imágenes y sus palabras en cada uno de estos cuentos, relatos y poemas de la colección SI CREO Y LEO, ME RECREO, tenga una invitación, una puerta abierta al increíble y fantástico universo de la imaginación infantil hondureña.
El propósito de la colección SI CREO Y LEO, ME RECREO, es contribuir a fortalecer habilidades de lectura, que haya más libros en las escuelas de Honduras, más niños y niñas leyendo. Que la niña y el niño, en ese momento clave de la lectura, interrogue, reconozca su entorno, lo piense, lo invente y lo exprese; en fin, que se transforme en un buen lector, un estudiante sin limitaciones para entrar y salir de todos los mundos que ofrecen la escuela y la vida.
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Lecturas de OlanchoPRIMER CICLO
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Ilustración: Elena Sánchez.
SI CREO Y LEO, ME RECREO
Que los niños y niñas creen sus propios libros, que lean, jueguen y se diviertan construyendo un mundo a la altura de su imaginación. Que quien mire las imágenes y sus palabras en cada uno de estos cuentos, relatos y poemas de la colección SI CREO Y LEO, ME RECREO, tenga una invitación, una puerta abierta al increíble y fantástico universo de la imaginación infantil hondureña.
El propósito de la colección SI CREO Y LEO, ME RECREO, es contribuir a fortalecer habilidades de lectura, que haya más libros en las escuelas de Honduras, más niños y niñas leyendo. Que la niña y el niño, en ese momento clave de la lectura, interrogue, reconozca su entorno, lo piense, lo invente y lo exprese; en fin, que se transforme en un buen lector, un estudiante sin limitaciones para entrar y salir de todos los mundos que ofrecen la escuela y la vida.
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CREACIÓN ORIGINAL DE LOS NIÑOS Y NIÑAS DE SAN FRANCISCO DE BECERRA, CAMPAMENTO Y JUTICALPAEsta edición de EL ÁRBOL MÁGICO, LECTURAS DE SAN FRANCISCO DE BECERRA, CAMPAMENTO Y JUTICALPA, PRIMER CICLO, fue realizada por el PROYECTO EDUCACCIÓN, en coordinación con la Dirección Departamental de Educación de Olancho, y la Dirección Distrital de Educación de cada municipio.
ISBN: D.R. © SECRETARÍA DE EDUCACIÓN PÚBLICA, REPÚBLICA DE HONDURAS© USAID
AUTORES Y AUTORAS:Brayan Manrrique Ponce, Ingrid Xiomara Padilla, Ledy Michelle Flores, Ana Luisa Perdomo, Suany Paola Padilla, Karen Yojana Castillo, Lidia Eunice Rosales, María Fernanda Padilla, Sara Melissa López Martínez, Lidia Eunice Rosales, Génesis Lilieth Almendares, Miguel Isaac Núñez Franco, Michell Armijo Moncada, Jeniffer Gabriela Santos Flores, Stephanie Nicolle Rivera, María Fernanda Varela, Joseph Villeda Morazán, Karen Johana Castillo.
ILUSTRADORES: Velkis María Cerrato, Herlin Manuel Mejía, Jehnso Noel Moncada, Oscar Ismael Padilla, René Galán, Oscar David Chavarría, Oscar Ismael Padilla, Víctor Guerrero, Génesis María Hernández, Cristian Yovany Padilla, Thaily Lobo, José Ayberson Portillo, Cristian Bladimir Martínez, María Fernada Ortiz, Bessy Alejandra Nájera, Víctor Guerrero, Oscar Padilla, Saby Santiago Meza, Iván Lobo, Fabricio García, Yulissa Ruíz, Cristy Mahely Figueroa.
MEDIADORES Y MEDIADORAS: Helen Moya y Oscar Mejía, Carlos Duarte, Reveca Elvir, Claudio Armando Hernández Moncada, Lesbia Rosales, Claudia Matute, Fausto Hipólito Erazo, Martha Dolores Erazo, Elvin Leonel Brevé, Andy Galeano Lobo, Ana Bertha Zavala Aceituno.
Primera edición, 2014Diseño de concepto: Proyecto EducAcciónEdición: Rebeca Becerra
Hecho en Honduras
Se permite la reproducción total o parcial de esta producción solo para fines educativos, por medios electrónicos o mecánicos, fotostáticos, por registro u otros métodos, siempre y cuando se respete la integridad de la misma, así como los créditos aquí registrados, mediante solicitud expresa y escrita ante los editores. Se prohíbe su reproducción con fines lucrativos.
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A MANERA DE PRESENTACIÓN
EL ÁRBOL MÁGICO
En el proyecto EDUCACCIÓN, al realizar la labor de facilitar la creación de textos inéditos, tuvimos la fortuna de encontrar una enorme veta de creadores y creadoras en los distintos municipios del departamento de Olancho. Sin embargo el proceso creativo necesitó la mediación literaria y pedagógica de las y los docentes de distintos municipios. El producto original de cientos de niños y niñas fue finalmente depurado de manera apropiada hasta convertirlas en piezas de lectura.
Cada una representa la admiración por las manifestaciones culturales de Olancho, sus paisajes, sus tradiciones, su historia y sus leyendas; una preciosa colección que indudablemente fortalecerá las habilidades de lectura de los niños y niñas del primer ciclo escolar. Los textos fueron creados por los niños y niñas de los municipios de San Francisco de Becerra, Campamento y Juticalpa, e ilustrados por niños del Centro de Educación Básica Timoteo Muñoz, de la comunidad de La Empalizada, en Juticalpa; una complementación armoniosa que por sí misma habla del talento, la creatividad y el buen gusto de nuestros niños y niñas.
Para el proyecto EDUCACCIÓN fue muy grato constatar la capacidad de construcción creativa de nuestros niños y niñas, lo mismo que la capacidad profesional de nuestras y nuestros docentes, cuyo talento es un importante recurso propio de nuestras comunidades para hacer avanzar la educación en el país.
Conscientes de la calidad de los textos creados en este proceso participativo, piezas que evidencian la riqueza de experiencias y una bella muestra de la cultura en el centro de Honduras; nos complace presentar EL ÁRBOL MÁGICO, LECTURAS DE SAN FRANCISCO DE BECERRA, CAMPAMENTO Y JUTICALPA.
Recomendamos la lectura de este libro que estamos seguros despertará en nuestra niñez el interés por la lectura.
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A LOS MAESTROS, MAESTRAS Y ESTUDIANTES
Uno de los conocimientos más valiosos con que contamos, es que para aprender hay que leer. Los libros son las puertas al conocimiento y no podemos abrirlas si no sabemos leer. Los libros nos llevan a mundos de imaginación mientras satisfacen nuestra curiosidad natural, nuestro deseo de aprender.
Lo primero es aprender a leer, porque solo la lectura permanente nos convierte en buenos lectores, por eso hay que leer todos los días.
Esta colección de textos escritos por los niños y niñas de SAN FRANCISCO DE BECERRA, CAMPAMENTO Y JUTICALPA, y mediados pedagógicamente por un selecto equipo de docentes del departamento de Olancho, está llena de fantasía e imaginación, por eso creemos que despertará un gusto especial por la lectura, y logrará divertir a los estudiantes y a los maestros y maestras.
Fueron hechos para ser compartidos en la escuela, la familia y en los espacios públicos de la comunidad. Debemos hacer de la lectura una empresa común hasta que los niños y niñas logren una lectura fluida y comprensiva, con la dicción adecuada, de esa manera lograremos mejores rendimientos académicos.
Docentes de español han recomendado que las y los estudiantes propongan actividades para fomentar la lectura con este libro, que se realicen actividades no solo en el aula, sino en el patio de la escuela y en la casa. Por ello es recomendable crear un programa de lectura que funcione periódicamente, de manera semanal y mensual. Que se organicen las niñas y los niños lectores y se realicen lecturas propuestas por ellos y ellas, que compartan sus experiencias de lectura en la casa y en la escuela y que siempre se comente lo que se haya leído.
¡DISFRUTEN UNA CREACIÓN MARAVILLOSA!
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RECOMENDACIONES PARA LEER EN FAMILIA
La lectura en familia es la más recomendable porque en la convivencia podemos compartir dudas, sugerir ideas y solucionar dificultades.
Algunas recomendaciones para la lectura en la familia son las siguientes:
• Definir una hora en el día y un espacio en la casa para leer.
• El lugar debe ser cómodo y estar iluminado.
• Seleccionar juntos o juntas el texto que se va a leer.
• A las niñas y niños pequeños hay que señalarles con el dedo las palabras mientras se leen, esto les servirá para relacionar lo escrito con lo que oyen.
• Siempre hay que explorar el título, haciendo que la niña o niño lector participe intentando anticiparse al contenido del texto.
• También hay que explorar lo que observan en las imágenes haciendo preguntas sobre qué ven y a qué se refiere.
• Interrogarlos(as) cada vez que sea necesario para saber lo que imaginan sucederá a continuación.
• Solicitarles que cambien el final de un cuento o relato si lo desean.
• Al final de la lectura, preguntar sobre qué se leyó, a qué se refirió el texto, que opina de él, si les gustó, entre otros.
¡LEER EN FAMILIA ES UNA GRAN IDEA!
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ÍNDICE
Los pichones................................................................................ 11
Pedro y los animales de la granja............................................. 13
El pozo de malacate.................................................................. 15
El árbol mágico........................................................................... 17
El remolino de la quebrada....................................................... 19
La vaquita Lulú............................................................................ 21
La felicidad de Pedrito............................................................... 23
Mi perro Zeus................................................................................ 25
Las cinco florecitas...................................................................... 27
La hormiga................................................................................... 29
El ternerito y el campesino......................................................... 30
El conejo bailarín......................................................................... 31
Petunia, la gata.......................................................................... 32
El cuento de una chorcha......................................................... 33
Tristán y su amigo........................................................................ 34
Leyenda de la quebrada El Escambrón.................................. 35
Perdido en el bosque................................................................. 36
El ratón penoso........................................................................... 38
El viaje en una nube................................................................... 41
El perro y el gato......................................................................... 42
Patria............................................................................................ 43
La rosa mágica........................................................................... 44
Adoptar un árbol........................................................................ 46
Historia de Manuel Bonilla.......................................................... 46
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Lecturas de San Francisco de Becerra,Campamento y Juticalpa
El arbol,
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SI CREO Y LEO, ME RECREO
Que los niños y niñas creen sus propios libros, que lean, jueguen y se diviertan construyendo un mundo a la altura de su imaginación. Que quien mire las imágenes y sus palabras en cada uno de estos cuentos, relatos y poemas de la colección SI CREO Y LEO, ME RECREO, tenga una invitación, una puerta abierta al increíble y fantástico universo de la imaginación infantil hondureña.
El propósito de la colección SI CREO Y LEO, ME RECREO, es contribuir a fortalecer habilidades de lectura, que haya más libros en las escuelas de Honduras, más niños y niñas leyendo. Que la niña y el niño, en ese momento clave de la lectura, interrogue, reconozca su entorno, lo piense, lo invente y lo exprese; en fin, que se transforme en un buen lector, un estudiante sin limitaciones para entrar y salir de todos los mundos que ofrecen la escuela y la vida.
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Ilustración: Elena Sánchez.
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Ilustración: Los pichones, por Ramón Velásquez.
LOS PICHONES
Mientras caminaba hacia la escuela, recorrido que hago en medio de un hermoso bosque que me motiva a recibir mis clases, escuché un ruido algo extraño, al principio me causó mucho miedo lo cual me hizo pensar en regresar a mi casa, pero me llené de valor y dije:
—Investigaré qué es ese ruido. Puse mi bolso en el suelo, bolso que con mucho cariño lo hizo mi mamá. Subí a uno de los muchos árboles que había en ese lugar hasta que encontré el árbol del cual venía el ruido.
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Era demasiado alto y casi me caigo. Entonces grite:
—¡Auxilio ayuda!, ¡auxilio ayuda!
Pero nadie me escuchó, solo una hermosa ardilla que estaba en una de las ramas del árbol, me dijo:
—Agárrate de mi cola para que puedas subir más rápido.
—Gracias —le dije— me subió hasta la copa del árbol y luego se fue.
En la copa me encontré con un gran nido que estaba sin su mamá, de seguro ella andaba trayendo comida para los dos polluelos que chillaban sin parar, también había dos huevitos. Tomé los pichones y los acaricié, se quedaron quietos con el amor que les di. Luego tomé los dos huevitos, con ellos apliqué un secreto que mi abuelo me había contado, es para que nadie se coma los huevitos cuando los ha visto una persona. Seguí la tradición y los escupí.
Me bajé del árbol con mucho cuidado, tomé mi bolso y seguí caminando hasta llegar a la escuela; emocionado conté la historia a mi maestra, ella me pidió que se la contara a mis compañeros y compañeras en la clase de español y ciencias naturales, cuando lo hice les pedí que cuidáramos los bosques y que protegiéramos los animales dándoles cariño.
La maestra nos aconsejó que tuviéramos cuidado de no subir a árboles tan altos porque es un peligro. Al llegar la hora de salida dije:
—Le contaré la historia a mi mamá y a mi abuelo.
Brayan Manrrique Ponce.
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Ilustración: Pedro y los animalitos de la granja, por Yulissa Ruíz.
PEDRO Y LOS ANIMALITOS DE LA GRANJA
Pedro heredó de su padre una hermosa granja con una vaquita, un perrito, un gato y un cerdito, pero a Pedro no le gustaba la granja ni sabía lo útil que le podían ser los animalitos. Un día se enfermó y no había quien lo cuidara, así que los animalitos se reunieron, platicaron y tomaron la decisión de cuidar y ayudar a Pedro. El gato cazó los ratones, el perro cuidó la granja, el cerdito le servía la comida y la vaquita le daba leche tibia. Pedro se dio cuenta de lo útil que pueden ser los animalitos. Ahora todos viven en la granja y se cuidan mutuamente.
Ana Luisa Perdomo.
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Ilustración: El pozo de malacate, por José Ayberson Portillo y Cristian Bladimir Martínez.
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EL POZO DE MALACATE
Cuentan que en la aldea de Pueblo Viejo, en el lugar donde está ubicada la Escuela “Pedro Vargas Fúnez”, se quiso hacer un pozo malacate con el propósito de obtener agua para uso de la escuela. La excavación de este pozo fue de 12 metros en el cual se introdujeron 22 tubos de cemento. Estando un trabajador humilde, al que llamaban Familita por sobrenombre, limpiando el fondo para aclarar el agua, se encontró una piedra brillante. Entonces gritó:
—¡He encontrado una piedra brillante, súbanme para que la vean!
Pero al llegar arriba ya no la tenía con él, y se negó a bajar de nuevo al pozo para recuperarla.
Desde ese día varios hombres intentaron sacar la piedra brillante sin obtener ningún resultado. Entonces buscaron de nuevo a Familita para obligarlo a que bajara y recuperara la piedra pero ya con malas intenciones porque la codicia se había apoderado de las personas de Pueblo Viejo. Familita no aceptó. Un hombre que andaba ebrio se metió en el pozo con tan mala suerte que se rompió las costillas ya que no había la cantidad de agua esperada para que pudiera flotar. Por los problemas que se dieron se tomó la decisión de sellar la entrada del pozo, la cual se encuentra cerrada hasta ahora.
Ingrid Xiomara Padilla.
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Ilustración: El árbol mágico, por Karlily Abigail Aparicio.
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EL ÁRBOL MÁGICO
Jaimito salió de paseo al bosque, ese día caminó por un sendero diferente y llegó hasta un árbol muy hermoso, el árbol era mágico. Jaimito le preguntó al árbol si lo podía llevar a su casa porque él estaba cansado de tanto caminar, el árbol mágico le dijo que sí, que se subiera a sus ramas y se marcharon. Cuando estaban en la casa, Jaimito, le dijo al árbol mágico que se quedara a vivir en su jardín y el árbol aceptó. El árbol mágico le daba todo lo que Jaimito deseaba. Un día su papá le dijo que tenía que compartir con otros niños y niñas todo lo que el árbol mágico le daba. El niño le contestó:
—Papá, ¿por qué me dices eso?
—Porque tienes un árbol mágico y no compartes las cosas que te da —le contestó el papá.
Desde ese día el niño compartió con todos los niños y niñas de la ciudad las cosas que el árbol mágico le obsequiaba.
Ledy Michelle Flores.
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Ilustración: El remolino de la quebrada, por Cristy Ávila y Berta Juárez.
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EL REMOLINO DE LA QUEBRADA
En mi aldea hay una quebrada visitada por muchas personas por tener un atractivo esplendoroso. También la visitan varias especies de animales que saltan, juegan y se bañan; otras especies viven en sus aguas como peces e insectos. Es tan llamativo el ambiente que las aguas provocan un murmurar y susurro tierno al oído.
Pero esta quebrada, tímida y silenciosa en tiempo de verano, se vuelve una trampa en tiempo de lluvia, con sus galopantes y alocadas aguas. Una vez creció y nos sorprendió con sus encantos por lo que dispusimos bañarnos en ella, cuando de pronto una de las compañeras se metió a lo más hondo y de repente empezó a dar vueltas como trompo, estaba siendo arropada por un gigante remolino; ella poco a poco se nos iba perdiendo en medio del agua.
Carlos, el amigo más grande, dio un salto como el que hacen los paracaidistas desde un avión. Carlos salvó la vida de nuestra compañera al sacarla y practicarle los primeros auxilios.
Desde ese día no volvimos a bañar en momentos en que la quebrada se pone galopante y ruidosa.
María Fernanda Padilla.
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Ilustración: La vaquita Lulú, por Velkis María Cerrato.
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LA VAQUITA LULÚ
En una hermosa granja ubicada en la aldea de Tierra Blanca, de San Francisco de La Paz, había muchos animales y entre ellos una vaquita llamada Lulú. Un día Lulú fue al río cercano a la granja a darse un baño, cuando ella iba a tirarse al río se quedó atorada en un charco de lodo, y por más intentos que hizo no pudo desatorar sus patitas.
El hijo del dueño de la granja, llamado Pedro, fue a alimentar a los animales y asustado observó que no se encontraba la vaquita Lulú entre ellos. Se fue a buscarla por todos los alrededores.
—Lulú, Lulú, ¿dónde estás? —gritaba desesperado.
Iba pasando cerca del río cuando escuchó los gemidos de Lulú, cuando llegó a donde ella vio que estaba atorada en el charco. Pedro intentó sacar a Lulú pero no pudo lograr su objetivo. Se le ocurrió ir a pedir ayuda a los animales que estuvieran dispuestos a colaborar; el castor, la ardilla, el oso y la zorra fueron a sacar a la vaquita Lulú del río.
Debido al tiempo que estuvo en el charco Lulú se enfermó de un fuerte resfriado. El doctor de la granja que era el castor, le recetó mucho reposo y tomar muchos líquidos. Estuvo una semana la pobre Lulú en reposo, cuando se recuperó jugó con todos los animales de la granja. Fueron al río a bañarse, pero esta vez no fue sola sino en compañía de todas y todos sus amigos.
Sara Melissa López Martínez.
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Ilustración: La felicidad de Pedrito, por Velkis María Cerrato.
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LA FELICIDAD DE PEDRITO
En una aldea de Campamento, Olancho, vivía un niño llamado Pedrito, era muy pobre pero también muy inteligente y obediente. Un día que se levantó vio que sus zapatos estaban rotos y dijo:
—Si voy a la escuela así, mis compañeros y compañeras se van a burlar de mí.
Hacía muchos días que Pedrito no iba a la escuela, la maestra muy preocupada lo fue a buscar a su casa y le prometió que nadie se burlaría de él. Cuando Pedrito llegó a su aula de clases la maestra, sus compañeritas y compañeritos le tenían una gran sorpresa, sobre su pupitre encontró unos zapatos nuevos muy bonitos, y así con la ayuda de todos y todas, regresó nuevamente a clases.
Génesis Lilieth Almendares.
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Ilustración: Mi perro Zeus, por Víctor Guerrero y Oscar Padilla.
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MI PERRO ZEUS
Ana adoptó a un perrito y lo llamó Zeus. Un día Ana y Zeus salieron de paseo, Zeus como era tan inquieto se soltó de la cadena, Ana se asustó mucho porque su perrito salió corriendo y se metió en medio de unos arbustos. Ana le gritó:
—¡Zeus ven!, Zeus Ven, vamos a casa!
Pero Zeus no apareció por ningún lado.
Estaba oscureciendo y Ana se preocupó más, y buscó y buscó hasta que encontró a Zeus muy triste y con mucho miedo en medio del bosque, el problema es que ahora los dos estaban perdidos en medio del oscuro bosque. Ana le dijo a Zeus que usara su olfato para regresar a casa y así lo hizo. Al anochecer llegaron a casa, comieron, se bañaron y luego se acostaron a dormir porque estaban demasiado cansados. Gracias al olfato de Zeus pudieron volver.
Ana Luisa Perdomo.
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Ilustración: Las cinco florecitas, por María Fernada Ortiz y Bessy Alejandra Nájera.
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LAS CINCO FLORECITAS
Cinco florecitas vivían en un lejano bosque pero querían conocer el mundo, viajaron por todos los países, hasta que llegaron a Honduras, entonces un señor que estaba enamorado de su esposa las cortó, las llevó a su casa; su esposa las puso en un hermoso jarrón con agua. Las florecitas pasaban tristes, la esposa del señor vio que se marchitaban bien rápido y les dijo:
—Pero qué les pasa a mis lindas florecitas.
—Es que estamos tristes porque nos sentimos atrapadas en este jarrón —dijeron las florecitas. —Yo no quiero tener flores tristes en mi casa —dijo la esposa del señor— y, si las dejo ir a dónde irán. —Venimos desde muy lejos y queremos regresar a nuestro bosque —dijo una de las florecitas.
—Está bien —dijo la señora— las dejaré ir si me prometen que se cuidarán en el camino.
—¡Sííííííí! —dijeron al unísono las florecitas.
La señora las sacó del jarrón y las puso fuera de su casa, todas se despidieron y como eran bien inteligentes lograron regresar al bosque de donde habían salido. Todos los días platicaban sobre su viaje y cómo la señora de Honduras las dejó en libertad.
Miguel Isaac Núñez Franco.
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Ilustración: La hormiga, por Thaily Lobo y Cenia Maryuri Nájera Guardado.
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LA HORMIGA
En un lugar lejano vivía una hormiga que era muy trabajadora. Todas las mañanas salía a trabajar con las demás hormigas, cuando regresaba a su hormiguero veía como un niño llamado Moisés destruía los hormigueros de sus vecinas. Ella era tan buena que les decía a las otras hormigas que se quedaran viviendo en su casa, así que su casa siempre estaba llena de hormiguitas que habían quedado sin casa por culpa de Moisés.
Un día la hormiga no tenía que ir a trabajar y decidió buscar a Moisés para reclamarle lo que había hecho con las casas de sus demás compañeritas, y buscó, y buscó hasta que lo halló y le dijo:
—Por fin te encuentro, a donde te habías metido, te estuve buscando toda la mañana, espero que no hayas dejado a más hormigas sin casas porque te las vas a ver conmigo.
—¡Una hormiga me está hablando! —dijo Moisés muy impresionado.
Las demás hormigas habían acompañado a la hormiguita y empezaron a picar a Moisés, después de varios piquetes Moisés dijo:
—Por favor ya no me piquen.
Así fue como el niño aprendió la lección de no molestar a los insectos y desde ese día respetó las casas de las hormiguitas.
Andrea Michell Armijo Moncada.
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EL TERNERITO Y EL CAMPESINO
En la granja de mi amiga María hay una vaquita que es muy encantadora. Un día ella fue de paseo a un campo muy lindo y fresco llevando a sus adorados terneritos y terneritas, iban a compartir en familia y a comer pasto fresco. Estaban pasando una tarde muy agradable cuando de repente un ternerito cayó en un agujero y se lastimó su patita y ya no pudo caminar. En ese momento iba pasando un campesino quien levantó al ternerito y lo llevó a su casa, le vendó la patita y así estuvo por varios días hasta que el ternerito se recuperó y volvió a caminar. Lo regresó a la granja junto a su mamá la vaquita para que salieran a pastar en familia, esta vez teniendo mucho cuidado de no caerse.
Génesis Lilieth Almendares.
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EL CONEJO BAILARÍN
Un conejo blanco y muy gordito vivía en una granja muy bonita, en la granja también vivían sus amigos: la vaca, el cerdito y los corderos. Todos sus amigos tenían un don; el conejito estaba celoso porque aún no sabía cuál era el suyo y pasaba siempre triste porque los demás tenían algo que los hacía diferentes.
Un día el conejito fue con su mamá, su mamá le explicó que él también poseía muchas habilidades y que podía hacer todo lo que él se propusiera; el conejito entendió todo lo que su mamá le explicó y descubrió que tenía muchos dones, pero que su mayor fortaleza era bailar y fue llamado por todos sus amigos de la granja “el conejito bailarín”.
Lidia Eunice Rosales.
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PETUNIA, LA GATITA
Petunia vivía en una granja, era una gatita muy traviesa. Era tan traviesa que un día jugando con sus amiguitos y amiguitas se alejó tanto de la granja que la gatita Petunia se encontró completamente perdida. Petunia se recordó que antes de salir de la granja había pisado un charco de lodo, entonces decidió buscar y seguir sus huellas, y así regresó a la granja y aprendió que nunca más debe alejarse mucho de su casa.
Lidia Eunice Rosales.
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EL CUENTO DE UNA CHORCHA
Una tarde, estando en casa de mi tía Juana, José y yo jugábamos en el patio a las escondidas. José no podía encontrarme, pues me escondí detrás de un enorme y hermoso árbol de guanacaste, mientras estaba escondida escuché un ruido extraño que venía de la copa del árbol, sentí mucha curiosidad, quería saber qué animal hacía ese ruido, por lo que decidí subir y buscarlo siguiendo el sonido. Busqué en varias ramas hasta que por fin en la rama más alta encontré a una hermosa chorcha, tenía un plumaje bellísimo color amarillo intenso con algunas plumas negras. Cantaba hermoso, se movía como presumiéndole al mundo su belleza.
En su nido había dos huevecillos a los que cuidaba con ahínco. Bajé de prisa hasta donde estaba mi tía y le conté lo que había visto; ella tomó mi mano, llamó a José y me pidió que la dirigiera hasta donde se encontraba la chorcha. Cuando llegamos alcanzaba a verse poco por la altura del árbol pero logramos escuchar la hermosa melodía que producía.
Con el tiempo llegaron más chorchas, ahora vuelan y cantan por todo el patio, yo casi todos los días visito a mi tía Juana porque me gusta escuchar ese hermoso canto.
Karen Yojana Castillo.
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Ilustración: Tristán y su amigo, por Oscar Ismael Padilla y René Galán.
TRISTÁN Y SU AMIGO
En mi aldea hay un perrito llamado Tristán que es muy juguetón. Un día que salió a jugar, se encontró con otros perros y lo empezaron a molestar, Tristán se enojó y todos se pusieron a pelear. Yo iba para la escuela y vi un relajo de perros corriendo y ladrando de un lado para otro; a Tristán lo mordió el perro más grande, el pobre no podía caminar, así que lo levanté y lo llevé a donde mi tío que es veterinario, él lo curó rápidamente. Después lo llevé en mis brazos hasta la casa a donde vivían sus dueños, Tristán muy alegre me lamió la cara mientras caminábamos. Después me fui para la escuela porque ya era tarde. Tristán y yo somos buenos amigos.
Génesis Lilieth Almendares.
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LEYENDA DE LA QUEBRADA EL ESCAMBRÓN
Cuentan las personas de la aldea de Pueblo Viejo, en el municipio de Guata, Olancho, que en la quebrada llamada El Escambrón, iba cruzando un hombre montado en su carreta cuando de pronto se le subieron dos hombres vestidos de negro. El hombre tuvo tanto miedo que su cuerpo temblaba; desesperado habló a sus bueyes para que caminaran más rápido, los bueyes corrieron pero el hombre sentía que alguien lo seguía, subió una cuesta y con mucho miedo vio hacia atrás pero los hombres ya no estaban.
Muchas personas del lugar sienten temor al cruzar la quebrada, pues cuentan que en ese lugar han desaparecido muchas personas y salen espíritus que se transforman en animales como gatos negros, perros muy grandes y dice don Ramón, el más anciano de la aldea que cuando él era niño hasta el cadejo salía. La quebrada de El Escambrón se ha convertido en un lugar de miedo y terror.
Suany Paola Padilla.
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PERDIDO EN EL BOSQUE
Un niño y su perro jugaban muy alegres cerca del bosque, jugaron y jugaron tanto que no se dieron cuenta que se adentraron en lo más espeso, pasadas unas horas el niño se dio cuenta que estaba perdido y muy lejos de su casa. Llegó la noche y el niño y su perro estaban muy aterrados, miró una luz a lo lejos y corrió a ver qué era, cuando llegó se dio cuenta que era la luna que se reflejaba en una fuente de agua, como estaba oscuro sin darse cuenta se cayó al agua, desesperado porque no podía salir gritó:
—¡Auxilio, auxilio!, que alguien me saque de aquí.
Pero nadie lo escuchó. Al abrir los ojos dentro del agua miró las patitas de su perro y pensó en agarrarse de ellas, subió al lomo de su amigo y así pudo salir del agua, el niño abrazó a su perro y así se quedaron dormidos a la orilla de la fuente.
Los padres del niño estaban muy preocupados y decidieron salir a buscarlo. Buscaron toda la noche. Al día siguiente emprendieron nuevamente la búsqueda gritando su nombre:
—¡Carlitos! ¡Carlitos! —También llamaron a su perro— ¡Ositoooo! ¡Ositoooo!
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Osito escuchó la voz de los padres de Carlitos y comenzó a ladrar muy fuerte y fue así cómo su amigo sirvió de guía hasta que los encontraron. Carlitos muy alegre abrazó a su mamá y su papá, éstos llenos de felicidad lo besaron. De regreso a casa el niño les contó todo lo que había sucedido durante su aventura en el espeso bosque y cómo su fiel amigo Osito lo había salvado.
Joseph Villeda Morazán.
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EL RATÓN PENOSO
Samuel era un ratón muy inteligente, pero cuando estaba en clases no le gustaba pasar a la pizarra por pena y miedo a que se burlaran de él, mejor se sentaba en la última fila. Una mañana la profesora lo llamó para que pasara adelante, él con miedo lo hizo, la profesora le dijo que tenía que hacer un ejercicio en la pizarra, él agarró la tiza todo tembloroso, no pudo hacer nada. Cuando terminó la jornada escolar, la maestra llamó a Samuel y le preguntó por qué no había hecho nada en la pizarra, Samuel le contestó que no había entendido. La profesora le dijo que se fuera para su casa y que estudiara mucho.
Cuando llegó a la casa su mamá ya sabía lo ocurrido en la escuela pues la profesora la llamó por teléfono para contarle. Su mamá le dio de comer y luego le dijo que se fuera a estudiar a su cuarto. Como Samuel era obediente lo hizo, su madre le había preparado una sorpresa, en su cuarto encontró una pizarra para que practicara sus ejercicios y muy contento empezó a estudiar; su mama le ayudó explicándole el procedimiento para realizar los ejercicios, además le dijo que no debía tener miedo de pasar a la pizarra.
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Al día siguiente que llegó a la escuela, Samuel, fue el primero en pasar adelante, estaba temblando de miedo pero se acordó de su mamá, la maestra lo ayudó y le dijo que no tuviera miedo; en un ¡zas! pasó a la pizarra, hizo sus ejercicios y todo salió perfecto. La maestra, los compañeritos y compañeritas le aplaudieron.
—¡Urra!, ¡urra!, Samuel sí pudo —dijeron en coro.
Él se sintió muy feliz por el apoyo que había recibido.
Jeniffer Gabriela Santos Flores.
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Ilustración: El viaje en una nube, por Cristian Yovany Padilla.
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EL VIAJE EN UNA NUBE
Alexander salió con su papá y su mamá a pasear por el parque, el parque era muy hermoso con avenidas adornadas a ambos lados por hileras de plantas con coloridas flores. Alexander vio otro niño que jugaba solo, corrió para hacer amistad y luego de platicar se pusieron a jugar. Se les ocurrió pedir permiso a sus padres para ir a jugar al lado más grande del parque, los padres les dijeron que no se fueran a tardar y los dejaron ir.
En ese lugar jugaron con más emoción y libertad, de repente el firmamento fue cambiando de color azul a color gris, cada vez se fue poniendo más y más oscuro; pensaron que seguramente iba a llover. Una gran nube gris descendió hasta donde estaban ellos y se los llevó. La nube los trasladó como a un kilómetro de distancia, los niños estaban asustados y tristes. Gritaron desesperados:
—¡Papáááááááá, mamáááááááá, aquí estamos!
Los padres al ver que los niños se tardaban fueron a buscarlos, escucharon los gritos de auxilio y así los encontraron. Los niños contaron cómo una nube los había trasladado a ese lugar, abrazaron a sus padres y dijeron que cuando volvieran a jugar al parque lo harían cerca de ellos.
María Fernanda Varela.
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EL PERRO Y EL GATO
Un gato llamado Jerry y un perro llamado Remolino vivían juntos en la casa de una buena familia que los cuidaba mucho, pero Jerry y Remolino pasaban peleando. Un día Jerry paseaba por la calle, no se fijó que había un enorme hoyo, cayó adentro y no pudo salir. Después de un gran rato escuchó ladrar a Remolino y le grito:
—Remolino, ¿podrías echarte un chapuzón conmigo? Mira que está muy rica el agua.
—Claro que sí, me fascina nadar —contestó Remolino sin pensar.
—¡Ah bueno! Entonces apúrate para que juguemos —dijo Jerry.
Al tirarse el perro, el gato se colgó de la cola y subió por el lomo de Remolino. El gato dijo:
—No puedo nadar, ayúdame por favor a salir de aquí.
—Te saco si me prometes no volver a pelear conmigo —le dijo Remolino.
Jerry le prometió que serían buenos amigos y salieron juntos del hoyo.
Ana Luisa Perdomo.
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PATRIA
Qué bella es la patria mía, sus costas las baña el mar. Tiene montañas hermosas
de las cuales deleitar. Cerros, quebradas, majestuosas,
riachuelos, selvas y un pinar,donde anidan bellas aves
que debemos cuidar.
Karen Johana Castillo.
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LA ROSA MÁGICA
Un día muy soleado Rosita andaba caminando por un hermoso bosque, mientras lo hacía se encontró con un conejo vestido con un traje amarillo, Rosita sorprendida le dijo al conejo:
—Conejito, ¿qué andas haciendo por aquí?
—Ando en busca de una misteriosa y bella rosa mágica —le contestó el conejo.
—¡Mágica! Existe una rosa mágica —dijo Rosita.
—Claro que existe, y además concede ocho deseos a quien la encuentre —contestó el conejo.
Rosita que andaba en el bosque sin permiso de sus padres decidió acompañar al conejo en su búsqueda, quería que la rosa le concediera un deseo. Encontraron la rosa detrás de una cascada, la rosa era muy bella y brillante.
—Rosa, rosita mágica —dijo Rosita cuando estaban frente a la rosa mágica— mi deseo es que nunca me regañen, que no me corrijan, quiero hacer todo lo que yo quiera y cuando quiera sin que nadie intervenga.
De la rosa salió un hermoso destello de colores. Después de pedir su deseo Rosita y el conejo decidieron permanecer más tiempo en el bosque, sin
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darse cuenta se perdieron; Rosita desesperada corrió sin rumbo, el conejo quiso advertirle que no corriera por esa parte del bosque ya que era muy peligrosa, pero no pudo porque cuando Rosita pidió su deseo, los labios del conejo se cerraron y ya no los pudo abrir. Al conejo se le ocurrió buscar a los padres de Rosita, cuando los encontró les contó todo lo que había pasado, sus padres preocupados y confundidos salieron en busca de su hija.
Cuando sus padres llegaron, Rosita estaba desmayada y herida por lo que la llevaron al hospital. Cuando quisieron llamarle la atención por lo ocurrido no pudieron, sus labios al igual que los del conejo se habían sellado. Rosita lloró porque sus padres habían enmudecido, cuando se recuperó fue al lugar donde estaba la rosa mágica y llorando le dijo:
—Rosita, rosita me equivoqué, por favor que todo vuelva a la normalidad, ya no quiero aquel deseo.
La hermosa flor emitió un destello dorado que iluminó todo el lugar; la niña salió corriendo a buscar a sus padres, cuando llegó pudo platicar con ellos, les pidió disculpas y prometió que trataría de portarse bien. Sus padres fueron al bosque encontraron la rosa mágica y la plantaron donde nadie pudiera encontrarla.
Stephanie Nicolle Rivera.
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HISTORIA DE MANUEL BONILLA
Hace muchos años nació en Pueblo Viejo un hombre llamado Manuel Bonilla, personaje muy reconocido ya que fue Presidente de la República de Honduras. A este lugar donde él nació se le conoce con el nombre de Las Bonillas. En el lugar han nacido muchos árboles como pinos, mangos, manzanas de monte, entre otros. También se encuentra una quebrada donde habitan peces y cangrejos. Este es un lugar muy hermoso y es un orgullo para mi pueblo que allí haya nacido un señor que fue Presidente de nuestra nación.
Suany Paola Padilla.
ADOPTAR UN ÁRBOL
Es hacerse cargo de los cuidados que necesita para crecer, regarlo con agua fresca todos los días y, cuidarlo de quienes destruyen la naturaleza.
Lidia Eunice Rosales.
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EL ÁRBOL MÁGICOse terminó de imprimir en
PUBLIGRÁFICAS, en el mes de diciembre de 2014 en Tegucigalpa, Honduras. Su tiraje consta de 3,950 ejemplares.
SI CREO Y LEO, ME RECREO
Que los niños y niñas creen sus propios libros, que lean, jueguen y se diviertan construyendo un mundo a la altura de su imaginación. Que quien mire las imágenes y sus palabras en cada uno de estos cuentos, relatos y poemas de la colección SI CREO Y LEO, ME RECREO, tenga una invitación, una puerta abierta al increíble y fantástico universo de la imaginación infantil hondureña.
El propósito de la colección SI CREO Y LEO, ME RECREO, es contribuir a fortalecer habilidades de lectura, que haya más libros en las escuelas de Honduras, más niños y niñas leyendo. Que la niña y el niño, en ese momento clave de la lectura, interrogue, reconozca su entorno, lo piense, lo invente y lo exprese; en fin, que se transforme en un buen lector, un estudiante sin limitaciones para entrar y salir de todos los mundos que ofrecen la escuela y la vida.
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