INTEGRANTES:Espinoza Huerta Pamela Victoria. Bernable Laureano Luis.Huamaní Huaroto Jason.Obregón Mendoza Carmen Rosa.

DINÁMICA DE SISTEMAS

CAPITULO X

Conocer y Conocedor

• La teoría del conocimiento ha mostrado como el fenómeno del conocer genera la pregunta por el conocer. Esta situación es distinta a la del fenómeno de preguntar y lo preguntado que pertenecen a dominios distintos.

• Si el lector ha seguido el libro con seriedad, se verá obligado a mirar todo su hacer y el mundo que trae a la mano – ya se trate de ver, gustar, preferir, rechazar o conversar – como productos de los mecanismos (autopoiesis, la organización de los metacelulares y sus dominios conductuales, ..)

• Al vernos a nosotros mismos de la misma naturaleza que esos fenómenos, nos deja en una situación enteramente circular, que nos produce un poco un vértigo parecido al de las manos de Escher.

• El vértigo viene de que no parecemos tener ya un punto de referencia fijo y absoluto al cual podamos anclar nuestras descripciones para afirmar y defender su validez. En efecto, si decidimos suponer simplemente que hay un mundo que sencillamente está ahí, y es objetivo y fijo, no podemos entonces, entender al mismo tiempo como funciona nuestro sistema en su dinámica estructural.

Las manos de Escher

• Si no afirmamos la objetividad del mundo, parece como si afirmamos que todo es pura relatividad, y que todo es posible en la negación de toda legalidad. Entonces, nos encontramos con los problemas de entender como nuestra experiencia esta acoplada a un mundo que vivimos como conteniendo regularidades que son resultado de nuestra historia biológica y social.

• El conocer el conocer no se arma como un árbol con un punto de partida sólido que crece gradualmente hasta agotar todo lo que hay que conocer. Se parece más bien a la situación del muchacho en la “Galería de los Cuadros”. El cuadro que mira gradual e imperceptiblemente se transforma en … ¡la ciudad en la que se halla la galería de cuadros!. No sabemos ubicar el punto de partida ¿fuera , adentro? , ¿la ciudad, la mente del muchacho?

• Circularidad cognoscitiva

La galería de cuadros de Escher

El Conocimiento del Conocimiento Obliga

• Sabían que sabían…

• No nos engañemos, aquí no estamos moralizando esta no es una predica del amor, solo estamos destacando el hecho de que biológicamente, sin amor, sin aceptación del otro, no hay fenómeno social, y que si aún así se convive, se vive hipócritamente la indiferencia o la activa negación.

• Hay que tomar en cuenta el papel como observador, pues es a través de esta experiencia que el ser va formando su propio campo de saberes y conocimientos adquiridos

• Sin embargo surge aquella frase que dice «No vemos que no vemos» pues el hombre y la mujer no se dan cuenta lo ignorantes que puedan ser ante determinada situación.

• Así, el conocimiento del conocimiento obliga a tomar actitudes contra la tentación de la certeza y a reconocer que las certidumbres no son pruebas de verdad.

EN CONCLUSION… El conocer el conocer no se arma como un árbol con un

punto de partida solido que crece gradualmente hasta agotar todo lo que hay que conocer.

Nuestro mundo siempre será esa mezcla de regularidad y mutabilidad, esa combinación de solidez y arenas movedizas.

EN CONCLUSION… El conocimiento nos obliga a tomar una actitud de permanente vigilia

contra la tentación de la certeza, a reconocer que nuestras certidumbres no son pruebas de verdad.

la aceptación del otro junto a uno en la convivencia es el fundamento biológico del fenómeno social: sin amor sin aceptación social del otro junto a uno no hay socialización sin socialización no hay humanidad.

Este libro nos muestra como es la comprensión de nuestro

ser humano en la dinámica social.

REFLEXIONES

• No es el conocimiento, sino el conocimiento del conocimiento lo que obliga.

• No es el saber que la bomba mata, sino lo que queremos hacer con la bomba lo que determina el que hagamos explotar o no.

EJEMPLO