egipto, desecubrimiento en r-006 nº148 - mas alla de la ciencia - vicufo2
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TEMARIOTRANSCRIPT
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Un
hueso yvar¡os trozo§:de madera,hallados en 1945 en lapirámide de Kefrén, acabáin{§
de ser datados en EE.UU. grac¡
a MÁS ALLÁ. Aunque las fechasdadas por el Carbono 14 no desvelan la
antigüedad de las pirámides de Gizéh,
plantean algunos interrogantes nuevos sobre la '
función última de estos monumentos.
por Javier Sierra (en colaboración con Robert Bauval)
-1É .,,MAS ALLA financia
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sin'precedentes ='
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ffir*fi*tl*r,'*'Agatha Christie ambientadas junto al Nilo,
donde la escritora se relugió con frecuenci¿r.
Pero no. Los hechos que expone cste trabajo
son tan riglrosos como desconceñantes, v a
buen seguro darán que hablar dr.rrante un buen
tiempo.
Nuestra historia comienz¿r a finales de 1945
o principios de 1946, poco clespués de acabar
la Segunda Guerra Mundial. En aquellas fe-
chas, el director técnico de la [nndot't Ftutti'
gation Cott'Lpan¡ en Orlente Medio, Herbert
Cole, trabajaba en la dcsinfección de barcos
de guerra británicos que atracaban en el puerlo
de Alejandría. Antes había desempeñado tareas
similares en Damasco, aunque finalmcnte se
estableció en Egipto. Fue entonces cuando
desde El Cairo reqrririeroll sLl\ st tr icios paru
un trabajo muv pzrrlicular: las autoridades
egipcias querían quc llmigara la pirámicle de
Kefrén, cerada durante la guerra v asediada
por alguna clase de plaga. Cole accedió.
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todos los seres üvos en una pro-
porción fija. Al mort ese isótopo
se va perdiendo de forma pro-
gresiva, de manera que basta con
calcular el Carbono i4 perdido
por un cuelpo o sustancia para
determinar con ciefia precisión la
fecha de su muene. La técnica es
aplicable a tejidos vegetales, se-
mi11as, maderas y naturaimente,
a huesos.
Por descontado, ninguno de los
anteriores hailazgos de restos
óseos en 1as pirámides había re-
suelto e1 enigma de su antigüe-
dad. Cuando en 1818 el saltim-
banqui J'explorador italiano Gio-
vanni Battista Belzoni entrópor primera vez en la pirá-
mide de Kelrén, encontróbearía a presión en el interior del monumento
a1 tiempo que unos potentes extractores lo ha-
rían circular por sus corredores. Después, in-
virtiendo el sentido de 1os ventiladores, aven-
taríala pirámide de cualquier indicio de gas
tóxico.
Fue durante la instalación de sus equipos
cuando Cole hizo un hallazgo que no esperaba.
N anclar uno de los extractores entre las jun-
tas de dos bloques de1 monumento, una tirilla de madera y un hueso saltaron de una de
aquellas ranuras. La madera se fragmentó en
cuatro, había perdido su coloración originaly presentaba un
aspecto grisáceo
y reseco. El hue-
so, una falange de
un pulgar huma-
no, mostraba un
agujero en e1 cen-
tro v era de un co-
1or marrón claro.
Cole conserr¡ó tres
de los cuatro frag-
mentos de 1a ma-
dera y el hueso, y
se los llevó a su
casa de High Wy-
combe, cerca de
Londres, donde los conservó como recuerdo
de su estancia en Eglpto hasta su muerle en
t993.
Orión tiene la culpaNunca sabremos si Herberl Cole fue consciente
de la tremenda importancia que podría llegar
a tener un descubrimiento de aquella natura-
leza. Desde hace décadas, los arqr.reó1ogos uti-
lizurr lesto: rlc nratclial olgltnico como aqué-
llos para datar los monumentos en los que fue-
ron desenterados. De hecho,
no existe otro método más
preciso y popular que e1 Car-
bono 14 para lograrlo. Y a
falta de mecanismos que per-
mitan fechar 1a antigüedad del
tallado de una piedra, forzo-
samente hay que recurrir a ese
procedimiento si se quieren
determinar las edades de ciertos
vestigios arqueológicos con más
o menos precisión.
La teoría es simple: se parle de 1a
certeza de que el carbono es un isó-
topo radiactivo que se encuentra en
ambiciosoproyecto que
pretendía datarlas grandes
pirámides de
Egipto medianteel método del
Carbono 14 (C-
14). Ante la
imposibilidad de
emplear esa
técnica con la
piedra, los
expertos del David H. Koch Pyramids
Radiocarbon Project centraron su atenciónen los "remiendos" y revestimientos de
del sarcófago
rea1. Nunca fue-
ron datadas. En 1a
campaña de investiga-
ción que en 1836-1837
condujo e1 coronel
inglés HowardVyse en Gizéh, en-
contró en la plrá-
mide de Miceri-nos algunos hue-
sos humanos y una tapa de madera
.éiÉ.-- paftes de un! - .'3.
t.,.., dentro
i E n 1984. con dinero de la Edoar Cavce
i 5 Foundation, se puso en marcha un
yeso de algunos de estos monumentos. El
yeso egipcio se obtenía añadiéndolecenizas, partículas
de cerámica yotras substancias
orgánicas,
datables por
Carbono 14.
Obtuvieron 80
muestras de diezpirámides,
incluidas las de
Keops, Kefrén yMicerinos,
obteniendo 73
fechas diferentes. En líneas generales, los
resultados se ajustaron a la cronología
oficial de estos monumentos,
I
2t] MÁS AtLÁ
- :. ii- .:.::c de
,.. -¡tron. Sin
::-r::so, tras aplicárseles el
-,::,-,no 1-1. fueron fechados en los albores de
.= ::: Cristiana; en el periodo Saíta.
-'. ::.iquias descubiertas por Cole tenían, a- . :::¡ia de éstas, una paúicularidad que las
:--,. :ascinantes: estaban encajadas entre dos
: ,,--:=s del monumento, tal lez desde 1a época
- : : - :onstrucción. 'S¿.t teoría -explicaba Mí-clmel Cole, recordando 1as ideas de su difunto
: :::.- i-i qtLe el hueso perteneció a la ntano de
' ;.,¡s obreros (qtte constnq'ó la pirántide)
,... ,.;ttedó atrapado cuando elbloquelire
, , '.--i: en stt sitio".
', --:::::1 escúbió en estos términos al ingeniero
Robert Bauval -autor del célebre ensa¡,o E/
; . -., ¡le Orión- en octubre de 1998. De he-
- - .:ababa de leer en ese libro cómo en 1872
un ingeniero británico llamado Wayman
contradiciendo la teoría de la propia
Edgar Cayce Foundation que estima
que el conjunto piramidal de Gizéh
tiene mucho más que 4.500 años. La
diferencia entre la fecha oficial y ladada por el C-14 era de sólo
cuatrocientos años,
El proyecto se repitió en 1995, con la
toma de más de 300 nuevas muestras .
de mortero egipcio, de monumentos
comprendidos entre las dinastías I y VI,
incluidas las pirámides de Gizéh. Los
cuatrocientos años de diferencia en el
caso de la Gran Pirámide se
mantuvieron. De confirmarse, alguien
400 años más viejo que Keops levantó
la mayor construcción del mundo
antiguo. Pero, ¿quién?
Dickson descubrió algo parecido a 1o de
su padre. Dickson fue el hombre que destapó
los dos "canales de ventilación" que hov pue-
den admirarse en la Cámara de la Reina de la
Gran Pirámide, r'quien recuper'ó de su inte-
rior tres reliquias insólitas: una bola de dole-
rita, un pequeño garlio de bronce ¡'una pieza
de madera de cedro de casi tres centímetros
de largo. N encon-
trarse con la narra-
ción de estos hechos
en El misterio de
Orlón, Michael re-
cordó el legado de su
padre, lo empaquetó
cuidadosamente, v1o envió a RobertBauval con una con-
dtción "Me complace
donat'le estas pieaas
-le escribiría des-
pués-. Entiendo que
usted h'atard de radiodatailas mediante el Cor-
bono 14, y si se prueban como oLrtét1ticas, de-
berán ser enviadas entonces ol Conseio Supe-
rior de Antigtiedades cle Egipto".
Baur,al, naturalmente, aceptó 1a invitación de
inmediato.
¿Qué podía perder? La madera hailada por
Dlckson en la Gran Pirámlde no se dató nunca
porque se perdió. Bauval sabía bien de lo qr.re
hablaba: habÍa seguido su pista, primero a tra-
r,és de John Dixon, el hermano mavor de Wal'man, v más tarde en los archir,os de Piazzi
Smith, Astrónomo Real de Escocia. Final-
mente, las halló en el Museo Británico, donde
habían sido depositadas por la bisnieta de John
Dixon, aunque incompletas: faltaba la pieza de
madera.
Las reliquias de Cole abrían, pues, nuevas es-
peranzas a1 ingeniero.
El hueso viaja a EspañaBauval comenzó a trabajar con 1as reliquias
de inmediato, DebÍa garantizarse una rápida
r fidedigna datación de las mismas. Para e1lo,
aqr-rel mismo mes de octubre de 1998 r,isitó al
Dr. Urian Daris, dei Museo Británico, para
r er si sr-r institLrción se hacÍa cargo de 1as pme-
bas de Carbono 1'1. Dalis, tras eraminar las
piezas en sus fundas de plástico, declinó. In-
vitó a Bauval a mostrar aqllellos restos a Zahi
Hawass, director de la meseta de Gizéh, 1'éste,
a1 r'erlas, expresó
sus dudas sobre su
':,, autenticidad, re-
chazando impll-carse en e1 asunto.
Después de algu-
nas gestiones más,
las reliquias viaja-
ron a la Universi-
dad de Boston.
donde el geólogo
Robert Schochrehusó financlar de
su bolsillo los tests
de Carbono 14. El tema, en casi dos años, ha-
bía llegado a un callejón sln salida.
Fue en marzo de 2000 cuando Baur,al, en un
hotel cerca de 1as pirámides, me habló de las
reliquias de Cole por primera vez. Poco des-
pués, va en España, tendría ocasión de verlas
¡, de dar los primeros pasos para obtener un
análisis de las mismas que financiaría MÁS
Durante décadas se han
buscado huesos en las
pirámides cuya dataciónpor el Carbono f4
pudiera serv¡r para fechar
esos monumentos,
21MÁS AttÁ
ALLÁ. De la gestión se encargó de inmediatoel Dr. Fernán Alonso, del Laboratorio de
Geocronología del Instltuto de Quimica FÍsica Rocasolano. Esta insti-
tución dependiente del Centro Sr-rpe-
rior de Investigaciones Científicas (CSIC)
posee uno de los mejores laboratorios del
país, ¡, fue precisamente allí donde se pro-
cesal ian lar rnueslras necesarias para \uposterior radiodatación: unos 500 mili-gramos de hueso y sólo 28 de madera,
que decidin-ros remitir al mejor labora-
torio del mundo para estos menesteres.
En efecto, en Tucson (Arizona), la Na-
tional Science Foundation dispone de unacelerador de partÍculas que destinan a
este tipo de trabaios arqueológicos. Para
allá se mandaron las mueslras el 16 de
ma1,o de 2000, tras 1a firma de los protocolos
necesarios. En Arizona, de1 hueso -que lla-
maron A-38550 extrajeron el colágeno para
str datación. "Com.o esta proteína no inter-
cambia calbono con el medio no es susceptible
de estar contatnútada ,t protlucir un error en la
datación", nos expiicó el Dr. Alonso. "AtLn así,
allí se descontamina.ron las mtLestras antes de
procederse a su análisis."
/Vuestro director, lavier Sierra, y RobertBauval, frente a la pirámide de Meidum.
A[11H;"J;li§ll:I::l;investigadora de la Universidad de
Cambridge, hacía públicos en la revistaNature los resultados de datación de las
grandes pirámides de Gizéh en
función de su orientación adeterminadas estrellas. Según
ella, cuando la estrella Kochab(Beta Ursa Minor) alcanzó su
punto más elevado en el cielohacia el 2467 a.C.,lohizocoincidiendo en una línea recta
imaginaria con Mizar (en la Osa
Mayor), y con el polo norteceleste. Esa triple coincidencia,
de la que debían estar al
corriente los arquitectos
egipcios, les sirvió para orientarsus pirámides con precisión
hacia el norte geográfico.
En realidad, la alineación
-explicó Spence- no era
absolutamente precisa. Existe una
pequeña desviación respecto al nortegeográfico que es, precisamente, la que
muestran las pirámides. Eso sí, salvo la
Gran Pirámide que, para Spence, fue
Herbert Cole nuncaexplicó en quécorredor encontrósus reliquias. Estasson las hipótesis
Los resultados, no obstante, se hicieron espe-
rar casi un año. Trabajos prioritarios de la A¡a-
tional Science Foundation relesaron nuestras
muestras a un segundo plano, obligánclonos
Ll:*-""r de paciencia durante varios me-
Madera de CleopatraPero la espera finalmente tuvo su recompensa.
El 30 de enero de 2001, 1a doctora Mitzi de
Martino del laboratorlo de Arizona, nos co-
municaba que la muestra de Ia madera estaba
ya casi lista para entrar en el acelerador de
partículas. Así, mes y medio después, el 12
de marzo, llegaban a nr-restras manos los
pdmeros v desconceñantes resultados.
Ln oportuno mensaje del Dr. Nonsonos plr\o en Sttatdia: \¿ lte,¡tn, ti, i-
bido cotno adeLatto la lecln Lle kt ttn-dera A 38549", escribió.'StL edad es d¿
2.215 + 55 años BP".
Al principio la fecha nos desconcertó.
Pensamos que e1 221 5 antes de Cristo
coincidÍa bastante aproximadamente con
la lecha "oficial" de la erección de la pi-rámide de Kefrén: aproximadamente en-
tre e1 2520 y el 2494 a.C. Pero fue uneror de aprendices. La f'echa dada por
Arizon¡ err, tertualmenre, 2.215
año. BP, es(o es, Btlbre Present
! Es decia ¡tenía que leerse comoque 1a madera era de hac¿
2.215 años, y no como 2215
a.C...!
El problema estaba serr¡ido.
La época propuesta
por aquella datación
situaba a la madera
en época ptolemaica.
Tias calibrar los resulta-dos, la radiodatación estableció que la mues-
tra A-38549 tenía una edad que oscilaba en-
tre el 395 v el 157 a.C. Aunque, er,,identemente,
el resultado no desvelaba 1a edad de 1a pirá-mide de Kefrén, sÍ arrojaba algo de 1uz sobre
otro misterio.
Me expiicaré. Para los egiptó-logos, la pirámide de Kefrénfue sellada en la antigüedad,probablemente poco después
de su saqueo, que debió pro-
ducirse no mucho más tarde
¿Dónde encontraron el
"dedo de Kefrén"?iBelzoni entró en11818 por eli corredor superiorl de la pirámide.¿Estuvo ahi el dedoT
ai; ;i ;;;;;¡;; i;i;;i;; i
pudieron habersehallado las reliquiasde H. Cole.
t
L.
22 MÁS ALtÁ
en la pirámide de
Kefrén data de la1a pirámide entre los si-
glosrrrvrra.c.,¿porqué épOCa de CleOpatfa.
Es la prueba de que
el monumento se
usó con propósitos
[_f i1i"1j'.f'1il]:,1' rituales hasta bienanim:rl sasrado para los avan2ada !a hiStOfia
alineada al norte exacto por casualidad
en una fecha cercana a12467 a.C.
Algo similar había sugerido mucho antes
Robert Bauval en El misterio de Orión, y
aunque fue este autor quien primero
señaló a la estrella Kochab como
importante en el cielo egipcio, no es
citado por Spence en su estudio. Ambos,
Bauval y Spence, coinciden en datar la
orientación astronómica de las pirámides
en torno al 2450 a.C., aunque el primero
indica que el conjunto piramidal de Gizéh
trata de imitar la posición relativa de las
estrellas del cinturón de Orión en una
fecha muy anterior: en el 10500 a.C, (MÁS
R¡-lÁ, IOO). "Puede que las pirámides
fueran construidas en el 2450 a.C. para
conmemorar un acontecimiento que tuvo
lugar en el 10500 a.C. -nos explicó
Bauval-. Eso mismo sucede con las
catedrales góticas, construidas en el siglo
Xlll para rememorar la vida de lesús en el
siglo 1."
de la muerte del faraón. Heródoto, que visitó
Gizéh en el siglo V a.C. no describió entrada
alguna al monumento asegurando er:rónea-
mente que "erL su substtelo no hcn' cántaras lttneraricLs". Tampoco 1o hizo Diodoro de Sici-
Lehner del OrierLtal Institute ¡, la Universidad
de Chicago- "en un período tardío eran ente-
n'ados como símbolos del faraón mismo o de
Osit'is". Si alguien introdujo aquellos huesos,
¿no pudo dejar también nuestro trozo de ma-
dera?
Pero quedaba otro asunto por
resolver: la edad del hueso.
Una sorpresainesperadaRobert Bauval ¡, yo aguarda-
mos impacientes la ilegada
del último análisis de Arizona.
Se hizo esperar aigo más de
una semana, pero finalmente
Ilegó. E1 resultado fue aún más
desconcerlante que el primero.
Según el informe elaborado
por la doctora De Martino, A-
38550 tenía una edad de unos
128 años + 36 años BP Una vez
calibrada la muestra, con un
lia en e1 siglo I a.C. o Pli-nio el Viejo en el I d.C.
El misterio radica en que
si nuestra pieza de ma-
dera fue introducida en
Diodoro no describióesas entradas? ¿Acasofueron selladas por los ir1-
timos "iniciados que
tusarott \a pirárride ? E1
ptolomeos de ese pe-
riodo, ¿no demuestra que
Keh-ér'r estaba abierlo en
La madera hallada
egrpcra.
i los últimos instantes de la civilización egipcia, índice de seguridad del95,4a/o, las fechas asig-
; en época de Cleopatra? ¿No demuestra que nadas a1 hueso se situaban ¡entre 1801 ,v 1943!
i 1a pirámide, más que tumba, debÍa ser una es- ¿Qué significaba aquello? En el CSIC, el Dr.
i p..i. de recinto ritual de alguna ciase? Alonso, sorprendido también por 1a enonne di-..Lostoros_segítnaSegufae1profesorMarkferenciadeedadexistenteentredos>
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*-nraii : u;'n*rcgier§*ffi r:i^#" *s
tas, me advirtió "L¡t edad delhueso
está justo en el umbral de datación
del Carbono-l4. En la práctica,
para aplicar hoy la calibración el lí-mite está entre I 825 y 1 850".
¿A quién, entonces podía pefiene-
cer el pulgar encontrado por Cole,
y por qué estaba allí?
Tenemos dos pistas posibles para
resolver ese enigma: la primera
apunla a alguno de los operarios
del citado Belzoni, que desenteróla entrada superior original al mo-
numento en 1818. No es demasiado especular
sostener qlle uno de sus obreros hubiera po-
dido advertir la presencia de un trozo de ma-
dera en 1a junta de dos bio-ques y que al tratar de res-.catarla se quedara atrapado
allí, viéndose obligado a mu-
tilarse e1 dedo. La segunda,
en cambio, señala a Howard
Vyse. El coronel despejó en
1 837 la que hoy se conoce
como "entrada inferior" a lapirámide. Vyse empleó ex-
plosivos en sll tarea, y tam-poco seúa de extrañar que a1-
guno de sus empleados per-
diera un dedo manejándolos.
Ambas sospechas son, hoy
por hori igualmente válidas
y requieren de la búsqueda
de otras informaciones cola-
terales antes de decantarse
por cualquiera de ellas.
¡Más madera!Pero, ¿acaba aquí nuestro
trabajo?
Sin duda, no. Que sepamos,
existe al menos otro foag-
mento de madera dentro de
la Gran Pirámide que es
susceptible de ser datado.
Fue descubleto en marzo de 1993 por el pe-
queño robot UptLaut 11 en e1 canai norte de laCámara de la Reina, a unos 24 metros de pro-fundidad. Ese canal, de unos 20 x 20 centíme-tros de lado, fue explorado por ese ingenio di-señado por el ingeniero alemán Rudolf Gan-tenbrink, y guarda aún una pieza de maderasimilar a la que los Dixon recuperaron del ca-
nal sur y más tarde perdieron. Junto a el1a, el
robot reveló 1a existencia de una larga vara de
metal, pero ni ésta ni 1a madera han sido ex-
traídas aún a la espera de las opofiunas auto-
rizaciones.
De momento, r.a har a1gírn indicio de que esos
permisos podrían llegar en
breve. Según anunció el se-
manario egipcio Al-Ahrant
en su edición del 25 a1 3 1 de
enero de este año, el Dr. Zahi
Hau,ass ultima ya los pre-
parati\os de una nuera mi-
sión arqueológica, con robotincluido, para desvelar 1os
secretos de esas galerÍas. Nparecel un in.qenio de sólo
19 centímetros de largo pe-
netrará en el corazón de la
Gran Pirámide antes de [i-naies de año. Su objetivo
será abrir la por-tezuela que
en 1 993 descubriera Upuaut
11 al final del canal sur de la
Cámara de la Reina. Allá, asesenta metros de profundi-dad, una piedra con pomos
de cobre aguarda a ser
abierta desde la época
misma de construcción de la
Gran Pirámide. "L,a puerta
-declaraba Hawass a Al-Ah-
ram- podría esconder la cá-
n'Lara sepulcral original delrey
Keops".
Ojalá, en esa lnminente ocasión, no se olvidenotra vez de recoger 1a madera de1 canal nor1e.
Si las ahora optlmistas prer.isiones de Hawass
fallaran, esa astilla podría damos ia clave. r
UPUAUT PROIECT / R, GANTENBR NK
24 MÁS ArrÁ
halcón,
deterrxinar por qué los faraomes del finalel {,Iadl ef-Q¿¡rud, o Valle de los fl¡tromos,
texto y fotos: Teresa Bedman y Francisco Martín Valentín
esde su redescubrimiento, a finales
del siglo XVIII, el llamado Valle del
Oeste, o Valle de los Monos, en lanecrópolis tebana, ha constituido un misteriopara los arqueólogos e investigadores del anti-guo Egipto. Nadie ha sabido explicar convin-centemente cuál fue el motivo por el que los
reyes del final de la dinastía XVIII, a partir de
Tirtmosis IV (1397-1387 a.C.), y con la únicaexclusión de Horemheb, eligieron aquelrincón para construirse süs moradas de eter-
Durante los años 1999 y 2000,
los autores de este ar1ículo,
trabajando por cuenta del 1r¿sd-
tuto de Estudios del Antiguo
Egipto, hemos lratado de des."e-
lar el enigma. Lo que nuncapudimos imaginar es que,
durante aquellos trabajos.apareceía el nuevo y gigan-
tesco desafio que ahora presen-
tamos.
Ocurrió en la primavera de
1 999. Fotografiábamos el Valle
de los Monos para un estudioposterior cuando advertimos la
presencia de un gran haicón de piedra en el
fondo del valle. La figura era inmensa, y esra-
ba orientada muy pocos grados antes del nortemagnético y en perfecta relación con la entra-da y la cámara funeraria de ia tumba de Amen-Hotep III (WV 22), r,ulgar-rnente conocido porsu nombre griego: Amenofis. ¿Cómo no se
había dado cuenta nadie antes?
La figura, mr,ry desgastada v "camuflada" sobre
el tono parduzco del farallón del valle, pudierahaber sido tallada en tiempos remotos direc-tamente sobre la roca. Algo parecido a la céle-
bre montaña de Dakota del Sur en la que
fueron esculpidas las cabezas de cuatro pres-
identes de los Estados Unidos... si no fueraporquenlrcstro halcón fue "adaptado" a la rocatreinta y tres siglos atrás. No obstante, dada lasingularidad de ia formación comenzamos amanejar incluso la hipótesis de que pudieratratarse de una conformación natural de laroca...
Inmediatamente, nos pusimos a trabajar en los
datos ya conocidos que justificaran un hallaz-go asÍ. Tá1 vez el antecedente de este asunto se
produjo cuando los sacer-
dotes del tiempo de la reina
Hatshepsut descubrieron
en ia zona un gran circorocoso con el aspecto de Ios"cuernos de Hator", y deci-
dieran construir en ellos el
templo funerario de lareina. Y a su espalda, derrás
del farallón, su tumba. ¿Se
inauguró por esa causa elValle de los Reyes comolugar de enterramiento de
los faraones?
,'Acaso pudo ser esta histo-
Una imagen gigantesca del dios descubiertapor españoles cerca del Valle de los Reyes
OruS estuvoUn giEantesco'halcón de piedra, tallado rnuy cerca de! Valle de losReyes, en un lugar conoc¡do como uadi el-Qurud, ha sido desc*¡biertoen fechas rec¡entes por m¡erfibros del lnstituta de Esfudíos def AntíguoEgipto. Dos dlrectivos de esta orgñniza€ión española r¡arran psra llfiÁS
ALLÁ las cineunstancias de su hallazgo pero, sohre todo, Ias
implicaciones que tiene para
de !a dinastía Xlfll¡ eligieronpara enterrar§e.
26 MÁS AtLÁ
decidir cuál sería el lugar idóneopara hacerse construir su hipo-geo. El valle utilizado por sus
antecesores no parecía adecuado.
El había sido elegido por el dios
Ra-Hor-Ajty para regir las Dos
Tierras, Irente al dominio tradi-e ional de Amón. El dios mismose 1o había dicho cuando siendotodar ia principe. Tutmosís se
dinastíaX\{[seinicióunsingular ,{+#t:.'.¿á¡¡ii1i,.,,1.;}:'.,;.ffi.=11:]¡:t:4É.!E"8 ,;- ahoru, la atetru del iLesiefto memor,imiento religioso que traería ,,e*iji.f..rr"*S+i; i*.i;;.,9.1i!Éi¡ii.¡r..n;; ,j+¡.in..,.,=.1;.,;.*1iá?rff aÍonllenta, ta arenapor encima cte
c]erodeAmón?HagamosunpocoAtunl,Yoteilarélarealezasobrelade historia' Tíetra a la cabeza de los yiyientes,
riaunreflejohoyolvidadodelaquec1ódormidoa]asombrade1aluchasordaqueseestaba1ievan-GranEsfinge:,,¡ohhijomío!Yo
Hacia1asegundamitadde-laGueb,.._ledijo_,Heaquíque
doacaboentrelacasarea1ye1sottttpadreHot-Ajty,Jepri,Ra'
tú llevarás la corona Blanca y laLarevoluciónsolarffiffiiffi#coronaRoiasobreeltronoile
enornes consecuencias políticas v 1?i;Fiffi;lij,,ff=:.;,, ;."jtÉ+4pfr h ataL yo estclba en otro tiempo.sociales para e1 paÍs. Tutmosis I[ OcLipate iLe ni, afin de que puedasoctaVoreyde1adinastía,habíactulrylirtotloloqtteYod-eseo.Yo
:ly:i:"1:f:':']1"T,1"1: ffií;liTi -''=,;i:1|.1"=,.i*',::; =, ,,::: '' .- ..,. l'F sé Erc t,i,,,, *lhi¡o v protector
todos sus hermanos mayores. El ''.:.::i-::
t;**;u1,.:§|r. t*"1$;fi;itr:,*eiW..s.,&& Aprotrrnre a nri, ,.mira! yo estoyrey,deseosodeapartarsedelasofo- i j1t,V,.;":+ui,ir¡]'¡i"i,¡t ' :." corttigoy serétttgtLía...',.cante tutela del poderoso clero de r'-ir ¡- i":ir''' ::+;-;rr:ri:::;"-t,
Así pues, los sace.dotes debieronAmón, decidió entonces ponerse bajo Ia acontecimientos,enagostodelTgg,dosinge- indicarleque,trasslrmuerle,Tutmosisnece-protección de un antiguo dios solar'Ra-Hotus nieros foanceses encontraron el discreto lugar sitarÍa estar amparado por los dioses solaresdelos Horiz.ontes'. elegido para construir aquella tumba, pero también por la Soberana de Occidente,Cómo consecuencia, esta divinidad, un aspec- Edouard de Villiers ¡r
prosper Jollois. Tias la diosa Hator en su montaña sagrada. pero,todeldiosRa,protegióbajosusalasdehalcón el hallazgo,fueeüdentequeTutmosislVdebió ¿cómo cumpllr ambos requisitos al mismoa los monarcas de esta gloriosa dinastía. El consultar a sacerdotes v consejeros para tiempo?nuevo soberano, al igual que sus antecesores,
:11111ffi1;:ffi:;::'J*H[,';#il1 ,toda la eter:nidad como el "Osiris-rey ilel Alto ,,1
y del Bajo Egipto, Tutmosis Men-Jeperu-Ra". '
il.ilill :ff ,' :#:,f ;;fr#ilr,#identificaban con la diosa l
i:it#:t* conocemos como valle de
ffi # O
A tal fin se eligió cuidadosamente un lugar ,.,.-.1.i.=-iffii 9 consumó la gran revolución solar que inició su padre,para excavar el hipogeo real conforme a 1as ,.--=,=ffii Tutmosis lV. Lo primero que ordenó el nuevo rey fue continuar laórdenes dadas por el rey. Sus antecesores se ,=,= i construcción de la tumba real en el lugar que Ra-Hor-Ajty habíahabían hecho entera! salvo uno o dos de ellos, '.j.:ffii revelado a su padre. Él sería, finalmenie, quien la ocupaseen un uadi, cauce de un río seco for-rnado en ,j,i?,.ffii durante toda ra eternidad.época muy remota, existente al pie de una -.'&düffii Sin embargo, en Ia entrada de Ia tumba, el nuevo rey hizo
represeritar al Ka divinizado de su padre bajo el nombre de ,e/
dios Horus de los Horizontes, Toro poderoso, tmagen de lasradiantes apariciones solares', acogiéndole hacia su viaje eternoy presentándole ante la diosa Nut.losReyes.t,reriLosacontecimientosquesesucedieronpropiciaronlaseparación
Sinembargo,Tutmosisdecidióporrazones'ffiiyrupturadelacasarealconelclerodeAmén.ElVallenli:trriosasQUtsumansiónijtetcrrriuaJ...,ffiffiioccidental,oValledel5ot,fueellugardondelosdescendientesSeconStruyeraenotro1ugar...Nuestr"ffi*i-T,f'#ffi:deTutmosislVsesiguieronconstruyendosustumbas.lnc|uyendo,,halcóndepiedra,,podríaser1acausa.ffi:+'affiielpolémicoAj-en.AtónoAkenatónquesehizoconstruirotra
morada de eternidad en El Amarna.Ylosdioseshablaron,.ffiiLostrabajosdeexploracióndelvalleporeIlnstífufodeEstudiosTutmosisruidetantiguoEgiptosecentraronenlatrlavidadde2000enlaTres mil doscientos años después de estos
¿ó MÁS AttÁ
Era necesario hallar una señal divina,
una indicación sobrenatural. E1 dios
Ra-Hor-Ajty se Io había dicho bien
claro: "Aproxímate a mí, ¡mira! Yo
estoy contigo Y seré tu gtría..."
La revelación divinaCabe imaginarse a los enviados de1 re¡'
inspeccionando todos los uadis circun-
dantes del actual Valle de los Reyes, en
busca de Ia divina señal que mostraría el
lugar elegido por e1 dios para construir 1a
tumba de su hijo predilecto. El
emplazamiento exacto donde el
gran halcón podría acogerle
como Osiris-Rey por toda la
eternidad, bajo sus alas.
..Y entonces sucedió que el dios
habló de nuer,o a1 monarca. Así, por indi-
cación divina, el re¡' designó el pequeño valie
redescubiefio tres mil años después para el
mundo moderno por Jollois y De Villiers. Se
trataba de un pequeño y angosto uadi, sitta-
do a espaldas del valle de los reves, en direc-
ción oeste, del que estaba separado por un gran
farallón.
E1 hallazgo debió producirse en e1 momento
en que el So1, con toda su majestad, se halla-
ba en 1o alto del cielo. Durante el cenit. Tutmo-
sis Men-Jeperu-Ra alzó sus ojos frente a 1a
pared rocosa que le ceraba el paso. Y al1í,
majestuoso, vigilante, revestido de todo su
poder y gloria, se alzaba, dominando toda Ia
garganta, un risco que tenía la forma
de un inmenso halcón con el disco
solar sobre su cabeza. De nuevo, el
dios le habÍa hablado.
Por\o que realmerle sabemos, los
trabajos en el Valle del Sol se
iniciaron nada n-rás subir
Tirtmosis IV al trono. Se co-
menzó haciendo 1os ritos ne-
cesarios para consagrar la
nue\¡a construcción. En
ciertos lugares prescri-
tos fueron enterra-
dos en el suelo pe-
queños amuletos
con los nombres del
rev y otros que proPiciaban el
vigor y 1a fuerza de1 lugar. Después se
comenzó a horadar la masa rocosa en busca
de la entrada hacia el mundo subteráneo.
No obstante, las obras de excavación no
duraron mucho tiempo. Hacia el décimo año
de su reinado, Tutmosis Men-Jeper-u-Ra voló
hacia el cielo como el divino halcón con sus
alas de oro.
Sin embargo, la prematura mueúe del re¡'
obligó a realizar su entemamiento en otra
tumba del Valle de los Reyes que, quizás contra
su voluntad, habían hecho constn.rir para é1 los
poderosos sacerdotes del dios Amón de Tebas.
AsÍ pues, por e1 momento, 1' a partir de 1as
investigaciones realizadas por los autores de
este ar1ícujo, parece quedar resuelto el miste-
rioso motivo que originó el cambio de lugar
de enterramiento de los reyes de1 finai de Ia
dinastía X\1II. El gran halcón del fondo del
valle es el guardián del secreto. rtumba de Akenatón. El hiio del gran
Amen-Hotep lll, había hallado, como
nosotros, una señal aún más precisa que
le induio a elegir el lugar de su futura
tumba: se trataba de un enorme signo
pétreo que recordaba al ieroglíficoihorizonte' (Dyu), que contemplado en
perspect¡va, en dirección a la efigie del
halcón de piedra, permitía leer en los
accidentes naturales del valle el nombre
de 'Horus en el Horizonte'.
A la muerte de Akenatón sobrevino la
restauración del culto a Amón llevada a
cabo por el faraón niño Tutankamón,
quien definitivamente desplazó la corte
desde la ciudad de Aketatón hasta
Menfis, reinstalándose también de nuevo
en Tebas, Ia tradicional capital del sur de
Egipto.
"Giión - AsturiasMaría Álvarez (PsicoteraPeuta)
Telf.: 985 17 11 46l9B5U 67 60
*Barcelona
Rosario Contreras (Psicoterapeuta)Telf.:93 787 02 86/ 606 81 10 01
*Bilbao
Javier Fuentes (Psicoterapeuta)Telf.:94 464 08 04
*Palma de MallorcaNoemí Alonso (Psicoterapeuta)Telf.: 971 52 61 42 I 658 21 47 54
Encuentran un míticoejército persa bajo laarena del desierto
Las tropas persas de Cambises
desaparecierom baio las dumas de§
desierto cu¡ando proeurabam esnq§,tistar
Egipto. Los antiguos habitamtes del Faís
de! l{ilo agradecierom a Amén quehubiera desplegado su¡ fuerza desde §os
eie§os para fremar §a afremta, Ahora, §os
restos de aque§ ején'eñto de §§.§&§
[rombres ham aparec§do eor¡f§rmamdo que§a leyemd&"." Fero, ¿qué prowoeó
realnre¡'¡te !a eatástrofe persa?
por Nacho Ares
La veng
di0sos griegos poseÍan dos grandes divinidades relacionadascon el mundo de los oráculos: Zeus y Apolo, aunque este
último estaba considerado un simple instrumento de pre-dicción del poder de Zeus. Los principales oráculos del mÍtico diosfueron los de Olimpia, ei de Dodona y, sobre todo, el de Amón(versión egipcia del Zeus griego), que se levantaba de forma es-
pectacular sobre una colina rocosa del Aghurni, en el oasis de Siwa.Este lugar se encuentra en pleno corazón del desierto libio deEgipto, a poco más de 5ó0 kilómetros al oeste de El Cairo. Su má-ximo baluarte es el popular oráculo del dios Amón, que se en-cuentra en el mismo lugar en donde Alejandro Magno fue reco-nocido, en el año 332 a.C., por esta divinidad egipcia como suce-sor de los persas en el trono de las Dos Tierras.Desde el siglo VI a.C. el oráculo de Amón en Siwa desempeñó unpapel de vital impodancia para la historia de Egipto y de Grecia.
30 MÁs arlÁ
'rri'raq
15
'ii:
1{4.H
it ' l, . "
-Oráculo de'Amón en Siwa'
*'r\',1\1
t,t !
(,,L.t
EI restr'ü cle Carmhrses
ffi ffi n doeurnento llamado Manuserita de Siwa
W ,u.ogu algunos de los acontecimientos
más extraordinarios ocu¡'ridos a lo largo de la
historla de este oasis, En él se puede leer eómo
lo misrno que sucedió a Cambises aconteció
años después con dos ejércitos distintos' El
primero, una tropa que salió del lugar eon el
fin de contrarrestar la acción de los it'¡vasores
rnusulmanes. Sin embargo, nun(a pudo llegar a
su destino porEr¡e, al igual que sucedié en el
año 525 a.C." una tormenta de arena se tragó a
todos los soldados. El segundo era un grupo de
soldados de la tribu Tibbu, habitantes de los
gigantescos oasis que se extienden al sur del
Gran Mar de Arena y que se dirigían hasta Siwa
con las misrnas intenciones que Cambises:
destruir el lugar y hacer prisioneros a todes sus
habitantm. Pero al final corieron la misma
suerte que el rey persa y todas las lluestes
quedaron sepultadas bajo las dunas. El
egiptélogo Ahmed Fakhry defiende que esto§
dos casos pueden ser perfectamente cieÉos, si
bien lo sucedido con el ejército de Cambises
pudo haber influenciado a la hora de
interpretar los hechos,
No en vano, 1os propios helenos prefirieron emplear los ser-
vicios de estc oráculo durante 1as guerras del Peloponeso,
que entlentaron a atenienses contra espartanos entre e1 431
v el 404 a.C.
El r,alor de sus predicciones no era puesto en duda por nin-
gún mortal. Quien 1o hacía acababa sucumbiendo a1 poder
vengatir,o de la divinidad. Y aunque suene a leyenda, re-
cientes hallazgos demuestran la historicidad del aconteci-
miento porque Lrn grupo de arqueólogos egipclos de la Uni-
versiclad cle Helr'r,an (El Cairo) acaba de descubrir 1o que a
toclas luces parecen ser los restos del ejército de 50.000 hom-
bres que el re¡,'persa Cambises II perdió en el famoso Gran
Mar de Arena que se ertiende al sur de Siwa. Un misterioso
clesastre cuya explicación está mucho más cerca ¡t que hasta
hace blen poco se había tomado como una simple super-
chería: la \¡enganza del oráculo de Amón.
.: '1.:i;=:1.
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'*l.5':1
#,,:!t:=ii]!,:::-iiÍ,,..:ai't-.i.:.:,J,"ÉÉ.1,.*
*r',F
aqÁ§ ALI.,Á 31
La conquista de SiwaCuando el rey persa Cambises II, hijo de Cirotrel Grande, decidió conquistar Egipto en el ano
525 a.C., no calculó -o no supo valorar- las ca-tastróficas consecuencias que la campaña po-día acarrearle. Tias la conquista de Asia por supadre, el único paÍs que quedaba por caer den-tro del saco persa era -precisamente- Egipto.Por ello, Cambises no tardó en planear una ex-
pedición hacia el Valle del Nilo. Y la verdad es
que los hechos demuestran que no le costó mu-cho deshacerse del faraón que por entonces rei-naba en Egipto, Psamético III, para poste-
riormente llegar hasta Nubia, al sur del país.
Pero la ambición de Cambises estaba puesta
en dominar hasta el último grano de arena deldesierto faraónico. Fue entonces cuando el reypersa oyó hablar del oráculo que desde Am-monium lanzaban contra é1. La operación má-gica se desarrollaba, más o menos, del si-guiente modo: la estatua del dios era trans-pofiada sobre una barca dorada y, depen-diendo de Ia pregunta que se le hiciera, mo-vÍa la cabeza en un sentido o en otro, gesto que
los sacerdotes interpretaban posteriormente.De acuerdo al vaticinio, el trágico final de Cam-bises estaba al ilegar...
El historiador Heródoto expiica que Cambises, haciendo gala de su carácte¡, despótico ysacrílego, se mofó del pronóstico y, furioso,mandó un ejército de 50.000 hombres paradestruir y someter a los habitantes del oráculode Amón. Conquistó las riberas del Nilo yel rey persa multiplicó por tres su
afrenta: mandó una expedición contralos cartagineses, otra contra los etíopesy la tercera contra los amonios (los ha-bitantes del oasis de Siwa), a quienes
en ió 1o más selecto de su infantería:50.000 hombres que jamás llegaríana su destino... ¿Por qué? Dicen que
el propio dios Amón bajó de sureino celestial para aplastarlos.
El historiador griego relata que "las
tropds que habían sido enyiadas
para atacar a los amonios, des-
pués de haber panido de Tebas,
poniéndose en camino con unosguías, llegaron, sin ningún género
de dudas, a la ciudad de Oasis (la
actual l{harga), ciudad que ocupan
unos samios que, según cuentan,
pertenecen a la tribu Escrionia yque distan de Tebas siete jomadas
de camino a través de una zona desutica (...)
Según cuentan, hasta ese lugar llegó, pues, elejército; pero, a paúir de aLlí, a excepción de lospropios amonios y de quienes se lo han oídocontar d estos últimos, nadie mds sabe decirnada sobre su suerfe, pues las tropas no llega-ron al teritorio de los amonios ni regresaron
a su punto de pafiida. En concreto, la uersiónque, a. título personal, dan los amonios es la si-guiente: ... se desató sobrelos persas, mientrasestaban tomando almuerzo, un yiento del sursumamente uiolento, que, arrastrando torbe-
llinos de arena, los sepultó, y asífue como de-
saparecieron".
Hallazgo bajo la arena del desiertoRecientemente, mientras realizaba prospec-ciones en busca de petróleo, el equipo geo-
lógico de la Universidad de Helwan ha des-cubierto en el desierto oriental, cerca deSiwa, fragmentos textiles perfectamenteconservados, fragmentos de metal de armas
antiguas y numerosos restos humanos.De inmediato, los expertos pusie-
ron el hecho en cono-
cimiento del Dr. Mo-hammed al-Saghir,del Consejo Superiorpara las Antigüeda-
des de Egipto. Y es
que la lectura que
puede efectuarse del des-
cubrimiento es bien singu-lar: atendiendo al relato de
Heródoto, repetido siglos des-
pués por Plutarco enVida de Alejan-dro, tod.o parece indicar que los res-
tos hallados pertenecen al ejército de
Cambises, un hecho que abandona elmundo de la leyenda para conver-tirse en realidad.
I a desaparición del eiército de cambises ha desatado durante siglos lats fantasía de Ios buscadores de tesoros. Ahmed Fakhry cuenta cómo desdecom¡enzos del siglo xX han s¡do numerosos ¡os exploradores que se hanacercado a las inmediac¡ones del Gran Mar de Arena, al sur del oas¡s, concoches o av¡onetas para intentar encontrar un tesoro incalculable de armas,trajes, mobiliario y demás enseres típicos del ejército persa y que pudieranser vend¡dos a Ias colecciones de Ios museos más importantes.E! que más cerca ha estado de descubrir el ejército ha sido Ladislaus E.Almasy' Este aventurero y explorador llegó a encontrar al norte de Khargauna ser¡e de alamal es decir unos hitos de piedra que habían sido cotocadosallí por e! ejército de cambises, aunque nunca llegó a encontrar sus restos.
s2 MÁS ArrÁ
Lejos de interpretaciones míticas, las tormentas del
desierto de Siwa pudieron ser las causantes de Ia
pérdida del ejército persa.
Sin embargo, los inforlunios de Cambises no
acabaron con e1 desastre de Siwa. Según reiató
el geógrafo griego Estrabón, que üsitó Egipto
en el siglo I a.C., e1 ejército que Cambises
mandó para conquistar a los etíopes tampoco
ruvo un buen final. El contingente estaba for-
mado por un pequeño grupo de espías
que pretendía encontrar la misteriosa
\lesa de1 Sol, una extraña reliquia que
se encontrarÍa en el interior de un san-
ruario cercano a la capital de Kush
tla Etiopía de 1os autores clásicos),
ciudad que podríamos identificar
bien con Meroe o bien con Ia antigua Napata. Y es que hasta ese ie-
jano lugar llegó la maldición de
Amón.
La maldición persiguió a
los persasLos persas no solamente tuvieronproblemas con los oráculos egip-
cios, sino que también se üeron de-
rotados por su soberbia al en-
fuentarse a los dioses griegos. Por
ejemplo, en Ia antigua ciudad de
Delfos se encontraba el famoso oráculo del
dios Apolo, el segundo en importancia después
del de Amón. Estaba ubicado en un lugar es-
tratégico de la ladera suroccidental del monte
Parnaso, en la región de Fócida, a casi 10 ki-
lómetros de1 golfo de Corinto.
Heródoto cuenta que los persas
de Jerjes quisleron destruir e1
oráculo del dios griego, por 1o
que emprendieron el camino
hasta el Parnaso. La razón era
idéntica a la que les habÍa llevado
a destmir el oráculo de Siwa: un
oráculo anunciaba la destmc-
ción de los persas.
Heródoto señala que al llegar los
persas al monumento se encon-
traron estupefactos de que las ar-
mas sagradas de Apolo habían
sido depositadas de forma so-
brenatural frente a 1as puerlas
del templo. Además, "ala altura
del sanruario de LAreneal Pronaia.
de repente (estando el cielo total-
mente despejado) unos rayos pro'
cedentes del cielo cayeron sobre ellos (.,.) aplas-
tando a gran cantidad de soldados". Los pocos
efectivos del ejército persa pudieron contar que
al mismo tiempo "dos hoplitas de Luta altura
sobrehumana se lanzaron a por ellos y estuvie'
ron matdndolos y persiguiéndolo s" .
No son casos únicos. La propla historia de
las legiones romanas está plagada de acon-
tecimientos similares en los que, burlán-
dose de los poderes de los dioses egrpcios,
a los que llamaban bestias por su as-
pecto zoomor{o, acabaron sus
días bajo las arenas del de.ieno.
Los pretextos de losdioses
Las tormentas de arena que
se producen en el desierto
egipcio pueden generar
catástrofes gem6 la-s que
acabamos de contar.
El prestigioso egiptó-
logo egipclo.{hmedfakhry cuenta en
su monogralÍa sobre el oasis de Siwa, a pro-
pósito del misterio dei ejército de Cambises,
que en el año 1805 una caravana de 2.000 per-
sonas con sus camellos sucumbió a los efec-
tos de Ia arena cuando se dirigían desde Dar-
fr¡r; al oeste del Sudán, hacia Ia ciudad de Asiut,
en el Egipto Medio.
El espléndido üajero y perfecto conocedor del
desiefio libio, t^adislaus E. Almasy, el mismo
que inspiró Ia n ovela H paciente inglés , llevada
recientemente al cine y ampliamente oscari-
zada, fue uno de 1os pioneros en buscar el ejér-
cito de Cambises. Este "Padre del Desierlo", ta]
y como fue bautizado porlos beduinos egipcios,
apofió varias explicaciones para explicar el fa-
tal desenlace del despliegue persa. En sus dia-
rios, escritos durante largas noches
de exploración por e1 Gran Mar de
Arena, Nmasy se pregunta inquieto
si en ese mismo instante él mismo no
estaía descansando sobre las hues-
tes sepultadas.
El explorador, de origen húngaro,
achacó a la vir-ulenta acción del
quibli, elviento sur del desieno, la
forrnación de toffnentas capaces de
acabar con todo lo que se interpu-
siera por medio. Y es que a fin de
cuentas, estas tormentas, que ge-
neran inesperadas y fortísimas rá-
fagas de viento y un calor inso-
portable, resultaban morlales de
necesidad. Algo que los antiguos
egipcios muy bien pudieron haber
interpretado como el aliento des-
tructivo del dios Amón. r
MÁs ArtÁ 33
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Difector: Javier Sierra ([email protected])
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erinted in Spain. 30 de iunio de 2001.
Psicofonias:
3B;!i:T flXE,,El origen de las psicofonías continúasiendo un enigma para los
paraps¡cólogos de todo el mundo.
Como complemento al CD que MÁS
ALLÁ regala este mes, incluimos un
artículo que analiza algunas de las
más impactantes "voces del más allá".
En gri.m€re psr§$I:a
r' Lucía Bosé: pasión psr tro§ángelerPágína 48
Desde su juventud una idea anidaba en su interior:crear un museo dedicado a los ángeles. Ahora ha
hecho realidad su sueño, y desde septiembre pasadoel pueblo segoviano de Turégano cuenta con supropio espacio dedicado a estos benéficos seres. Lucía
Bosé nos abrió sus puertas.
MÁS ALTÁ
ILU5TRACION DE PORTADA: ALEJANDRO BAHAMONDE
§umarioEEEEÑT
,,Al encontrar unalma gemela es
posible quenuestra mentediga: yo no te
conozco, Pero elcorazón sí le
conoce. Él o etlanos cogen de la
mano porprimera vez y elrecuen/o de ese
contactotrascrende eI
tiempo y sacudecada uno de los
átomos denuestro sen
))
SupercuerdasEs una de 1as más recientes aportaciones de 1a
física al misterio de 1o lir,o. Se denomina teorÍa de
las supercuerdas v sus enunciados nos sumergenen un increíble universo multidimensionalhabitado por delgadas cuerdas cósmicas que notienen principio ni fin...
ta, ':iJ.:'., i,.,:t¡J,--: .- i " l¡:!i..-J i .'ri 'trr ';.r: ¡ r,..-ir.., i"'l -¿¡'::ii:,'
Barcos vikingos, estatuillas egipcias,
representaciones de dinosaurios... son sólo algunas
de las piezas desencajadas del misterloso puzzle que
es el Valle de Otavalo, en Ecuador. Un enclave cuyos
túneles subteráneos podrían alberga¡ además,pane del lesoro de los inta....
Aterrizaje O\fNl62 en Salamanca
Aunque la actiridad OVNI había descendido últlmamente en nuestropaís, el fenómeno se ha "reactivado" en las últimas semanas. El posible
aterizaje de larios objetos en la prorincia de Salamanca asÍ parece
confirrnarlo. ¿Estamos ante el inicio de una nueva oleada?
Brian WeissPsiquiatra, exper-to
en terapia de
hipnosis y autor,entre otros, de Lazos
cle amor.
En busca 9Bde nuestraalma gemela
Presentimientos, sueños, curiosas
sincrolticidades... son alglnas de las "señales" r¡ue
han erperimentado quienes
aseguran haber encontrado a
su alma gemela. Eneste ar1ículohallarás las
claves paraatraer ydetectar a esas
personas tanespeciales ennuestra r.ida.
Y ad,emás. . .y' H,otéscapo árabe; "armas
de poder" (pág. aa)y' Auiía para entender a Jerng
(pág 72)y' Verdiales, Ia fiesta del 5ol
(pág 78)
MÁs ArrÁ
J]fÉ,
o!aIJJ
Ellos son así La noticia cayó como un jarro de agua fríaen ciertos ambientes. La agencia de prensaReuters hacía público el pasado 23 de abrilun comunicado en el que aseguraba que unaorganización ufológica veterana del Reino
Unido cerraba sus pueftas debido a "la espectacttlar caída deL nritnero de ayistamientos OVNI'| DenisPlunkett, el septuagenario dirigente de aquella asociación, explicaba ese dramático descenso de casosOYNI porque "quizá los visitantes extrateffestres han tenninado la exploración de la Tierra".Sonreí.Era evidente que PJunkett no conocÍa 1a oleada de apariciones de No Identificados que por esas fechasocupaba a los ufólogos en Chile... e ignoraba también 1o que estaba sucediendo en nuestro país.Y es que los OVNIs son así. Llevan más de medio siglo respondiendo a las afirmaciones categó-ricas de los ufólogos respecto a su desaparición, dejándose ver de forma no menos contundente.Y me explico: cuatro días después de publicarse el "acta de defunción" de los OVNIs, el diario ldeal deGranada se hacía eco de un curioso aterrízaje en Aihama de Granada. Sobre las 8,30 de 1a mañana unagricultor obser-vó cómo un objeto troncocónico, anaranjado, que giraba sobre sí mlsmo, habÍa tomadotierra a menos de doscientos metros de su tractor. I de paso, había dejado una huelia de unos tres me-tros de diámetro.
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c-='#::: " ¿Estamos en el inicio de una nueva oleadaOVNI? ¿De un nue\¡o giro de tuerca en las ex-trañas manifestaciones de este fenómeno?Algunos indicios apuntan, desde luego, en esa
dirección. Este misterio, por alguna razón que
se nos escapa, es cíclico. Cada cierto tiempo-unos diez años, para entendernos-, florece, nos
obliga a pensar que no estamos solos, y luego nosdeja caminar una temporada a nuestro aire. A1 me-
nos, hasta que los de Reuters -y otros ilustres colegas-se olvidan que están aquí... y se encargan de recordárselo
Digo yo.
Javier [email protected]
MÁS ATLÁ
Cuandomenosseespera IosOVN lsrcaparecenenpúbl icoCuarenta y ocho horas después, tres plataformas luminosas muy extrañas ater:rorizaron a un ex teniente
ucraniano en otro pueblo de Salamanca, cerca de la frontera con Portugal. Al parece4 dejaron ochentaagujeros sobre el terreno, que la Guardia Civil se apresuró a medir y contar (pág.62).La
noticia, quizás como sutil reprimenda al venerable Plunkett, se publicó en la primerapágina de El Adelanto,
Y es que, insisto, ellos son así. Cuando otros firmaron su óbito a fi-nales de los años ochenta, otra de sus naves aterrtzó en
Voronezh (Rusia) en septiembre de 1989, desenca-denando una furiosa oleada de noticias que in-
cluyó las referentes a los extraños arte-factos triangulares que durante un año
entero sobrevolaron Bélgica, dejandoun enonne rastro de recortes deprensa. Después vino el silencio... hasta
ahora.
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roiloEeca M.A.u. ff!!§ ñrcnlvos ffiiPertenece a: Víctor Fco. Carrasco Ferrada
Investigador OVNIEn §cnibd me encL¡entras enfcon'loVictor Francisco Ca¡'¡'asco Ferrada,en VICUFO, en VICTOR o ViCUFOZ
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