economía social, concepto y reinterpretación (revista cife nº 18) [2011]

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13 Fecha de recepción: septiembre 2 de 2010 - Fecha de revisión: noviembre 10 de 2010 - Fecha de aprobación: noviembre 15 de 2010 Resumen El presente documento aspira a aclarar el espacio que comprende la economía social y el objeto que persigue. Se hará la definición de este concepto desde un punto de vista ético para superar la ambigüedad del mismo al ser usual su aplicación en múltiples escenarios, situación que se presta para confusiones taxonómicas y de signifi- cado. Se exponen las manifestaciones reales que se llevan a cabo en las economías del mundo con lo que es cono- cido como el “tercer sector” o “economía solidaria”, así como las tendencias en el pensamiento económico y po- * Este artículo se elabora en el marco del debate que se adelanta al interior del grupo de trabajo del proyecto de Doctorado en Economía Social de la Facultad de Economía de la Universidad Santo Tomás. ** Magíster de la Universidad Nacional de Colombia y Doctor en Derecho de la Universidad Externado de Colombia. Profesor de la Facultad de Economía de la Universidad Santo Tomás. *** Sociólogo de la Universidad Santo Tomás y economista de la Universidad Nacional de Colombia. Artículo de reflexión La economía social: concepto y reinterpretación * e Social Economy: Concept and Reinterpretation Miguel Eduardo Cárdenas Rivera ** Felipe Díaz Chaves *** Cómo citar este artículo: Cárdenas Rivera, M.E., y Chaves Díaz, F. (2011). La economía social: concepto y reinter- pretación. Revista CIFE, 18, (13), 13-38. lítico que ayudan a hacer aún más indescifrable el térmi- no “economía social”. Posteriormente, se pasa a explicar lo que se entiende por tal concepto en un plano ético y colectivo, como pilar y principio que dirige la economía social para ser asumida (entonces) como una corriente de pensamiento. Palabras clave: economía social, ética, humanismo, pensamiento lebretiano. Clasificación JEL: A-13.

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ARTICULO DE LA REVISTA ECONOMICA DE LA USTA EN REFERENCIA A UN CONCEPTO MUY CONTROVERTIDO COMO LO ES LA ECONOMIA SOCIAL

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13La economa social: concepto y reinterpretacinMiguel Eduardo Crdenas Rivera, Felipe Daz ChavesFecha de recepcin: septiembre 2 de 2010 - Fecha de revisin: noviembre 10 de 2010 -Fecha de aprobacin: noviembre 15 de 2010ResumenElpresentedocumentoaspiraaaclararelespacioque comprendelaeconomasocialyelobjetoquepersigue. Seharladefnicindeesteconceptodesdeunpunto de vista tico para superar la ambigedad del mismo al ser usual su aplicacin en mltiples escenarios, situacin que se presta para confusiones taxonmicas y de signif-cado. Se exponen las manifestaciones reales que se llevan a cabo en las economas del mundo con lo que es cono-cido como el tercer sector o economa solidaria, as como las tendencias en el pensamiento econmico y po-*Este artculo se elabora en el marco del debate que se adelanta al interior del grupo de trabajo del proyecto de Doctorado en Economa Social de la Facultad de Economa de la Universidad Santo Toms.**Magster de la Universidad Nacional de Colombia y Doctor en Derecho de la Universidad Externado de Colombia. Profesor de la Facultad de Economa de la Universidad Santo Toms.*** Socilogo de la Universidad Santo Toms y economista de la Universidad Nacional de Colombia.Artculo de refexinLa economa social: concepto y reinterpretacin*Te Social Economy: Concept and ReinterpretationMiguel Eduardo Crdenas Rivera**Felipe Daz Chaves***Cmo citar este artculo: Crdenas Rivera, M.E., y Chaves Daz, F. (2011). La economa social: concepto y reinter-pretacin. Revista CIFE, 18, (13), 13-38.ltico que ayudan a hacer an ms indescifrable el trmi-no economa social. Posteriormente, se pasa a explicar lo que se entiende por tal concepto en un plano tico y colectivo, como pilar y principio que dirige la economa social para ser asumida (entonces) como una corriente de pensamiento.Palabrasclave:economasocial,tica,humanismo, pensamiento lebretiano.Clasifcacin JEL: A-13.1418AbstractThisdocumentaimstoclarifythespacecomprisedby social economy and its object pursued. This concept will be defned from an ethical point ofview to resolve its am-biguity as it is commonly used in multiple scenarios. This situationlendsitself totaxonomicandsemanticconfu-sion.Theconcrete manifestationsintheworldsecono-mies with what we know as third sector or Solidarity economyarepresented.Similarly,theeconomicand political trends that make the term "social economy" un-decipherableareshown.Afterthis,wegoontoexplain how the concept is understood from an ethical and col-lective dimension, as pillar and principle that guides the social economy, so that it can be assumed as a school ofthought.Keywords: Social economy, Ethics, Humanism, Lebre-tian thought.JEL Classifcation: A-13.Y es evidente que la mayora de los hombres soportan valerosamente las desgracias, apegndose al vivir, como si creyeran que en l hay alguna felicidad y dulzura natural.(Aristteles, Poltica, III, 1278b)1. IntroduccinLa economa social es un concepto en construccin que enlaactualidaddespiertaacaloradosdebatesporsus mltiples interpretaciones, y por la cantidad de espacios prcticos y tericos en los que se aplica. Su uso se ampla cuando se traslada desde las ideas ms liberales (como en el caso de Von Wieser), hasta las concepciones de tericos quemuchasvecesconfundeneltrminoconeldeeco-noma socialista; o pierde fronteras taxonmicas cuando serelacionaconlavisinempresarial-prctica:tercer sector,economasolidaria,economacomunitaria,eco-nomasocial.Porende,estamosanteunaambige-dad del trmino economa social que ac se ilustrar y se intenta superar comprendindola como una corriente tica transversal a todas las ramas de la economa (o eco-noma poltica) de y para lo colectivo.Por consiguiente, se debe primero ilustrar las confusiones bsicas que se dan a nivel terico y prctico, para pasar a aclarar desde nuestra comprensin la complejidad del trmino mismo, las mltiples interpretaciones que asume y la mejor forma de defnirlo desde una perspectiva tica y humana.Es as como el trmino tiene un uso organizacional en el tercer sector y otro positivo, normativo y cientfco, me-nosreconocidoenelpensamientoeconmicooecono-ma poltica, en un orden de ideas que hoy no se tiene del todo claro.Por un lado, en la actualidad, se encuentra la idea arrai-gada segn la cual la economa social hace referencia a un grupo de empresas o tipos de organizacin econ-mica que se originaron en las crisis histricas del modelo de desarrollo capitalista, y a partir de ah, toman fuerza como estructuras que no incumben al sector pblico o al sectorprivado.Seubicanenconjuntodentrodelsector solidario,ysedenominan:cooperativas,mutuales,cajas deahorro,institutosdeprevisin,organizacionesauto-15La economa social: concepto y reinterpretacinMiguel Eduardo Crdenas Rivera, Felipe Daz Chavesgestionarias, asociaciones sin fnes de lucro o prestatarias de servicios, por nombrar slo algunas. Estas organizacio-nes son importantes, pero slo hacen parte de un elevado corpus en el que la economa social tiene dominio: las relaciones micro y macroeconmicas del sistema econ-mico actual, las estructuras institucionales, las teoras de desarrollo, la economa ambiental, la ecologa, la tica, la administracin.Por otro lado, encontramos el uso histrico maleable de lapalabraeconomasocialenlaeconomapoltica, que hace su primera aparicin en 1830, por parte de te-ricos y corrientes polticas, y que colabora a aumentar en mayor grado la confusin reinante al respecto.Bajoestalneaseencuentralaambigedaddelaeco-nomasocial,alintentarserasumidacomoconcepto tericoderaigambrecientfcaynoslocomopalabra e idea. Se presenta a continuacin un acercamiento a las interpretaciones y usos que se hacen del trmino y que a nuestro entender no lo defnen per se, por lo que, valga reconocer,slosesumanalaconfusinexistenteensu defnicin.Posteriormente,sepasaadiscutirsusvaloresyprinci-pios transversales desde un punto de vista humanista, elcualseasumeensugenuinaidentidaddentrodela economa, entendida como una ciencia social y humana. Seapuntaaplantearquesucomprensinradicaensu tica, ms que en caractersticas metodolgicas o episte-molgicas, y que asume los valores propios de la colecti-vidad. De esta manera, se puede llegar a comprender su fexibilidad y adaptacin en todos los campos cientfcos o disciplinares en que se quiera incursionar, para llegar a dar solucin a las discusiones originadas en la economa tradicionalenlaquesiempresegeneraungrandebate tico en torno al alcance de la racionalidad econmica y que queda resuelto a los ojos de dicha economa social: la disyuntiva efciencia - equidad, el entendimiento entre lopblico-privado(losbienespblicos),laticadelas prcticas econmicas y los criterios de desarrollo.Estos ltimos son slo algunos de los tpicos propios a la economa social que queremos entender como corrien-te econmica con enfoque humanista, que son explicados a travs de la colectividad, la igualdad y la sostenibilidad.As las cosas, los lineamientos cientfcos de la economa socialsedesentiendenyapartandeestosdosextremos y por ende, de lo ya reconocido por la economa polti-ca tradicional. Esta teora econmica y cientfca asume unaposicinalternativaindependientedelcapitalismo tradicional, que es inadecuado para explicar la comple-ja realidad socioeconmica, y del socialismo burocrtico descontinuado, que no demostr la efcacia de sus postu-lados cuando fue puesto en prctica.Dentrodelasformasproductivascapitalistasexistentes sedebenaplicarlosprincipiosdedemocracia,inters socialyjusticiadistributivaconaltasposibilidadesde potenciarse en cualquier contexto socioeconmico o cul-tural, como tambin buscar el cumplimiento integral de estos valores en las unidades econmicas pertenecientes a los distintos sectores, as como en sus fases: la produc-cin,ladistribucinyconsumodebienesyservicios, junto con las relaciones sociales y de poder que se tejen en el entorno.Dado el nivel de importancia que se reconoce a los facto-res, la economa social apunta a que en un sistema pro-ductivo prevalezca el trabajo por sobre el capital. Por tanto, la lgica tradicional capitalista en la que la ganan-ciaesproporcionalalcapitalaportadoylasestructuras organizacionales, institucionales, productivas y comercia-1618les se acomodan segn este referente de lucro, es supera-da por una visin econmica de valor democrtico, inclu-yente y justa, que en la eterna disyuntiva riqueza versus distribucin, se inclina hacia la distribucin y la equidad, ubicando el benefcio social sobre el benefcio individual.Labsquedadeestametaimplicalaretroalimentacin epistemolgica y prctica con otras disciplinas que asume la economa social, con el apoyo de ciencias como la so-ciologa, las ciencias polticas y la geografa, por nombrar las principales.La economa social tiene entonces como principal repre-sentante estructural-normativo las organizaciones perte-necientes al sector cooperativo (tercer sector), pero tam-bin se ampla su alcance cientfco a todas las relaciones micro y macroeconmicas del sistema econmico actual. Comprendedesdeinstitucionesprivadashastaestatales, que cumplan o manifesten principios clave como el inte-rs ecolgico, la conservacin del sistema productivo, la economa justa, humana, local y democrtica.2. Delimitacin de la economa social en sentido amplioPara comenzar se pueden diferenciar las interpretaciones con respecto a la esencia de la economa social y en esa medida se delimita su alcance. Se exponen dos de tantas interpretaciones y usos que se dan al trmino, los cuales ilustranlomaleablequesehavuelto,hastaelpuntode llegar a ser parte de dos interpretaciones en s opuestas y porsunaturaleza,mutuamenteexcluyentes.Nosreferi-mos entonces al uso dado por Wieser, reconocido como uno de los padres del neoclasicismo, al trmino de econo-ma social y, por otra parte, al tradicional problema de la confusin existente con la economa socialista.Uno de tantos tericos que utiliz el concepto de econo-masocialfueeleconomistaysocilogoaustriacoVon Wieserenelaode1914,quienfueunodelosprinci-pales fundadores de la escuela austriaca, maestro de eco-nomistas infuyentes en la concepcin neoclsica y neoli-beral como Joseph Alois Schumpeter y Friedrich August vonHayek.VonWieserllegaformularsuteoradela economa social en el momento en que incursion en la sociologa en los albores de su vida profesional y acadmi-ca, proponiendo que debe haber cierta intervencin por parte de entidades planifcadoras, lo cual no obedece a la colectividadsinoalcarcterindividualdelanaturaleza social. Asume, por tanto, que todas las fuerzas individua-les se colocan hacia la direccin social como si siguieran su inters individual (Vizcano, 2009). En su teora, el benef-cio colectivo es importante, pero siempre va a resultar de las fuerzas precisas individuales, y este orden se gua por latransformacinhaciaelnuevoordenmundialque acepta el liberalismo y la economa de mercado, conve-nientementemanejadayreconducidaporlasleyesde este enorme individuo que es la sociedad, mas no por un planifcador. En este orden de ideas, la postura de Wieser obedece al liberalismo y confa plenamente en la raciona-lidad de mecanismos de asignacin como el mercado para que su economa social funcione.En contraste con este autor, encontramos otra interpreta-cin de la economa social, obviamente an discutida, que viene de parte de los que confunden el trmino con la economa socialista, la cual hace referencia a una or-ganizacin que distingue dos clases sociales en oposicin y que le adjudica el poder a la clase obrera en particular, la cual, en consecuencia, ejecuta la adecuada utilizacin de los medios de produccin y la democratizacin de la riquezaparatodalasociedad.Eslaconcretizacinde una sociedad puesta no al orden de la burguesa sino de la clase proletaria controladora del funcionamiento eco-17La economa social: concepto y reinterpretacinMiguel Eduardo Crdenas Rivera, Felipe Daz Chavesnmico a travs del Estado comunista o a travs de orga-nizaciones no estatales de propiedad comunitaria, como mximo agente representante de lo colectivo. Al derivar-sedelmarxismo,delegaaunaclaseparticular(laobre-ra)elcontrolsobrelosmediosdeproduccin,ascomo una oposicin al capitalismo. Su carcter comunitario y planifcador aboga por una tica de igualdad que se con-funde con la economa social misma, ya que tal armona seconsigueenelcursodelahistoria,comounproceso dialcticoenelqueunaclaseserebelafrentealaotra en virtud de la dinmica del materialismo dialctico. La clasequeserebelaobtendraelpoder,sesuprimirala explotacinyunavezeneseestadionohabradiferen-ciacinde clases ni confictospor la propiedad privada. El ingreso sera igual para todos.Paralelo a este socialismo, tenemos el comunismo, las teo-ras comunistas marxistas o el socialismo cientfco, entre otrascorrientesdepensamiento,infuyentesenungran grupo de movimientos polticos contemporneos que en su visin abstracta poltica hbrida dan lugar a la social-democracia. Precisamente, el trmino economa social se despliega hacia posturas polticas normativas muy va-riadasquesedesprendendelaideaoriginalmarxistay asumen el trmino de socialistas como sinnimo de eco-noma social. En la medida en que toma fuerza poltica eltrmino,sebuscanideasdelbiencomneigualdad social,quedesencadenanendiferentestiposdeestados reformistas con el comn denominador de la naturaleza socialista (Danani, 2004). Da igual si hay intervencionis-mo o no. El trmino se volvi tan ambiguo como su n-mero de interlocutores.Es de anotar cmo en los razonamientos de base neolibe-ral como en el sentido del discurso socialista, la palabra economa social se utiliza de manera interpretativa a sus fnalidades tericas y prcticas, situacin que agudiza la difcultad para entender el trmino y se deriva en tenden-cias polticas o sencillos desprendimientos tericos como herramientas o corpus de anlisis, como es el caso de Von Waiser,quienledavalidezalosocialcomoestrictore-sultadodelindividualismo,yllegaavalorarlasociedad misma (conjunto de individuos en interaccin) como un solo ente, casi tan metafrico y con fuerza omnipresente como la mano invisible de Adam Smith.Lainmersindeltrminoeconomasocialenlasdife-rentesescuelas,partidosyteorasesentendible,yaque lo social permea todas las actividades humanas, y en ese sentido,sehacesobreutilizacindeuntrminofcilde adaptar a la gran cantidad de alternativas de pensamien-to en las ciencias econmicas, polticas y administrativas. Porconsiguiente,laeconomasocialsevuelvevaga comoconceptoquealincorporarelsignifcadoloso-cial se utiliza en exceso por las ciencias sociales, las insti-tuciones, los movimientos polticos y, ms an, en la eco-noma misma. En este sentido, toda economa es social, en la medida en que no puede funcionar sin instituciones, sin el compromiso de las personas, sin el apoyo de las co-munidades y del Estado (Bruyn, 1987, p. 19).Para seguir con el problema de cmo entender el alcan-cepolismicodelaeconomasocial,valelapenahacer un resumen histrico sobre la aparicin y desarrollo del concepto, constreir los elementos que lo confguran de manera compleja, para intentar separarlo tanto de las in-terpretacionesnocongruentesconeltrmino,comode las que lo entienden como el tercer sector.3. OrgenesFueeleconomistafrancsCharlesDunoyermquienen 1830 public un tratado en el cual mencion por primera vez el trmino de economa social. Dunoyerm pertene-1818ci al liberalismo econmico de la escuela francesa y tuvo una gran infuencia de la mano invisible teorizada poco antesporAdamSmith.Enelcontextofrancsquedio pasoaestageneracinsedesarrollalaindustrializacin que divida, igual que en Inglaterra, a la clase obrera de laclasenacienteindustrialycapitalista.Deestamane-ra,laintelectualidadylospensadorescomoDunoyerm empezaron a ver la situacin crticamente y a recomen-darvasalternativasquedieransolucinalconfictode pauperizacinqueveanforecer.Elhechoevidenciala aparicindelaeconomasocialcomounaemergencia intelectual y poltica que sugiri iniciativas y nuevas for-mas de disponer los mecanismos de la economa en ese entonces que tuvieran en cuenta solucionar el problema demasasqueseestabagenerandoenunasociedadde transicinhaciaelcapitalismo.Porestarazn,sepue-deinferirquelaexistenciadelaeconomasocial,antes queunaorganizacinmismaounaunidadproductiva cooperativa, fue una idea que la economa poltica fran-cesa alberg antes que una materializacin en la empresa solidariaosocial,economaparticipativaoeneltercer sectormismo,elcualenltimasserefereaunaactivi-dadeconmicadelimitadaenunconjuntoempresarial alternativo.Dentro de esta diferenciacin, Francia a la cabeza de Eu-ropa hace explcita la separacin de dos sistemas econ-micos existentes: capitalismo y colectivismo. Sin abrazar plenamentelosidealesdelospartidoscomunistasyso-cialistas, s se priorizaba el entendimiento del capitalismo comounsistemaconseriasfalenciasparacontenerde manera equilibrada el individualismo, y a la vez, vean en laconductacolectivalasolucininmediataparallenar ese vaco. Es as como, desde comienzos y mediados del sigloXX,seforjuncentrointernacionaldeinvestiga-cin(CIRIEC-Internacional)lideradoporEdgarMil-haud, especializado en economa poltica, el cual reuni aorganizacionessindicales,cooperativas,instituciones ypersonasidentifcadasconlanecesidaddereaccionar enlacoyunturamediantepublicacionesreunidasenlos Anales de la Economa Pblica. Esta organizacin des-de sus comienzos identifc el campo de accin que res-ponda a los sectores y actividades que tienen por princi-pal fnalidad la de servir al inters general, la accin de los poderes pblicos en materia econmica, y los servicios pblicos,lasempresaspblicas,lasentidadesdeecono-masocialcomolascooperativas,sociedadeslaborales, mutualidades y asociaciones.ConlallegadadelosaossesentaenEuropavinoun inmejorable crecimiento econmico que puso su nivel de desarrollo a la par con el de Estados Unidos y Japn, pero a raz de la primera crisis del petrleo, los pases europeos entraron en recesin: aument el desempleo, hubo quie-bra de empresas medianas y pequeas con alto potencial deocupacin,generacindeundespidodeempleados continuo que motiv a las instituciones y estudiosos a re-cuperarlapreocupacinporlosinteresessocialesyco-lectivos. Se ejecutaron iniciativas polticas y legales en di-ferentes pases, lo que motiv, durante la segunda mitad del siglo XX, el giro hacia la economa social entendida comoestablecimientodeorganizacionespertenecientes altercersector,msqueporlospostuladostericosdel ideariocolectivo.Sudesarrolloenestasdcadassevio interrelacionado con el surgimiento repentino y casi que improvisadodeorganizacionesmutuales,cooperativas, colectivas, que pertenecan al tercer sector.Estaocasinhistricafueunpuntodequiebrehaciala atencinenelestudiodeunidadesproductivasalterna-tivasintermediariasentreelcapitalismoconcurrentey la adoracin al Estado, lo que ocasion el inicio de una identidad directa con este tipo de organizaciones y abo-c, a su vez, una confusin conceptual entre el tercer sec-torens(conjuntodeinstitucionesproductivasalterna-tivas) y el concepto de economa social en s, dirigido al 19La economa social: concepto y reinterpretacinMiguel Eduardo Crdenas Rivera, Felipe Daz Chavesseguimiento y observacin de una forma empresarial en el sector sin nimo de lucro o no gubernamental.4. La economa social y el tercer sectorLa estructura de organizaciones productivas o empresas destinadas al benefcio individual con divisin de organi-zacin jerrquica dueo - empleado, y otras organizacio-nes de naturaleza estatal de funcin reguladora y garante del poder pblico superior, no tienen una sostenibilidad muy convincente, por lo que se contempla, a manera de emergencia, organizaciones que estn entre ambos tipos ya existentes y que con un funcionamiento privado no se desentiendendelsistemademercado,encasosconcre-tos como las organizaciones sindicales, las colectividades en sus diversas manifestaciones y las diferentes formas de economa participativa.Dentro de tales disposiciones econmicas, se ofrece suplir necesidades que son de inters para toda la sociedad, en especial para aquella porcin separada de los benefcios capitalistas o burocrticos.Uncasoparticulardelnacimientoorganizacionaldela economasocialpuestaenprcticasonlasasociaciones obreras que adquirieron con el tiempo la forma de sindi-catos ante el esparcimiento de la enajenacin del trabajo a travs del trabajo asalariado y de las empresas capita-listas. La estructura jurdica de los trabajadores adquiri legitimidadanteelEstadoysehizocoherenteentonces laexpansindelsistemacapitalistaconespaciosreivin-dicativos que defenden el derecho social y herramientas organizacionalesdestinadasareparardemaneraalter-nativa las imperfecciones del mercado, ya no slo con la mediacin del Estado sino tambin con participacin de organizaciones de corte social.Enconcordanciaconestecarcterinnovadorymshu-mano,haycabidaenlonormativistaalaideadeuna tercera alternativa o una tercera va, que en trminos prcticos y reales se asocia con las organizaciones del ter-cersector:engeneral,todasaquellasformasmutuales, cooperativistas y autogestionarias. Sin embargo, sus orga-nizaciones se amplan a un abanico institucional ms di-verso que comprende el sector comunitario y cooperativo, el sector privado, el sector pblico u otras manifestaciones mixtasquehaceneldebatedesumarcodeaccinan mscomplejo.Cadaunadeestasunidadesproductivas cumple expectativas de desarrollo bajo los principios mu-tualesydeasociacindadassusposibilidadesdeincor-poracincomoestilodeempresasexitosas.Unaprueba de la importancia que ha adquirido esta modalidad es la experienciaenEuropa.All,lasempresassociales,han mostradocrecimientoycontribucionesaladisminucin deldesempleo.EnAlemaniaseidentifcunaportedel 4% que hizo el sector al crecimiento del empleo. Su en-tendimiento de funcin social empresarial,sumadoa las posibilidades de crecimiento en los nuevos mercados (am-biental, cultural y social), le dan un peso de desarrollo que pretende no slo centrarse en estos tres campos de activi-dad, sino tambin en otros que aumenten su capacidad de injerencia en todas las esferas de la sociedad: actividades socialesempresarialescomolaagriculturayproduccin alimenticia, la manufactura industrial, los servicios de alta tecnologa,porreferirsloalgunosdetantosque,como se anot anteriormente, estn permeados por lo social y tienen la necesidad de llenar agudos vacos en ese campo.A partir de esta fase, la economa empieza a ser norma-tiva y sugiere estrategias de mejoramiento capitalista por medio de un sistema cuasi empresarial, que funciona bajo los principios de la democracia. Se caracteriza por hacer partcipes a sus socios de manera proporcional e igualita-ria, as como en el principio de reparticin de benefcios. Sesuperaentonceseljuiciotradicionalcapitalista,de 2018manera que la ganancia es proporcional al capital apor-tadoylasestructurasorganizacionales,institucionales, productivas y comerciales se acomodan segn sea el caso a este referente de lucro social-cooperativo. Bajo un refe-rente organizacional de este tipo, la economa social en-tra a ocupar un sector de actividades econmicas que en lo bsico se puede defnir en un sentido sistmico como:Unsistemasocioeconmicoalternativodeempresasp-blicas o privadas gobernadas por obreros, consumidores, agricultores y otros tipos de usuarios con unas normas de funcionamientoparticularesquedemocratizalapropie-dadenlaesferadelaproduccinylacategoradebe-nefcioparticularenladistribucin(Bastidas-Delgadoy Richer, 2001, p. 23).Todasestasinstitucionesadquirierondiferentedenomi-nacin, pero fnalmente son del tercer sector. En Europa seledenominacomosectordelaeconomasocial;en Latinoamrica, sector de la economa solidaria, tambin reconocido como sector de la solidaridad. Hay diferentes denominaciones utilizadas para este conjunto de organis-mos en cada pas y para la posicin de mercado en que se ubique (tercer sector, social, comunitario y colectivo, em-presarial, solidario, etc.). Por tanto, si hay inconvenientes en defnir la economa social como teora del pensamien-to econmico o de la economa poltica, tambin los te-ricos del tercer sector, que asumen la economa social desdesuvisinempresarial-social,observanprofundos vacos e inconvenientes al delimitar el concepto.Ante la difcultad, los investigadores se han dado a la ta-rea de resolver tal confusin y han necesitado identifcar una serie de objetivos a tener en cuenta para que el tercer sector sea mejor delimitado y entendido:-Importancia en defnir el aspecto econmico, organi-zacional y social del tercer sector. -Encontrar una amplia y comn comprensin que sea aceptada para realizar investigaciones ms concretas eneconomasocial(tercersector).Estosepresenta porque no hay verifcaciones de investigaciones em-pricas que comprueben que se cumplan las expecta-tivas que debera cumplir una organizacin del tercer sectorconmnimaplenitud:integraralossectores excluidosdelasociedad,promoverlainclusinde ciudadanosdemocrticamenteydarleindependen-ciaalasempresasdeltercersectorconrespectoal mercado.-Establecerunaestructuraparalainvestigacindel tercersectorylaeconomasocial.Hayunacom-plicacinenlostrminostantoeneldebatepolti-co como en lo pblico. Y en esa misma direccin se reconocelaconfusinentretercersectorosistema social,economasolidariay/ocomunitaria.Todas son categoras que en s mismas, de manera aislada, tienen mltiples usos y se emplean en diferentes espa-cios. Por ejemplo, el tercer sector es utilizado tambin para referirse al conjunto de actividades terciarias o de servicios, o para aludir a la poltica de la tercera va de Anthony Giddens. La confusin prosigue con sistemasocialyeconomasolidaria,lascualesson usadas en la sociologa para explicar los sistemas so-ciales desde el funcionalismo o desde teoras moder-nas de las ciencias humanas. La confusin contina eneltrminocomunitarioquehacereferenciaa unvalorconcebidoenlassociedadesdelsocialismo utpico:lapasinporlasolidaridadquetienetoda sociedad humana, la dependencia del nivel existente entre sus vnculos sociales. De manera similar, la eco-noma social fue identifcada con servicios sociales, o se mezcl en la segunda posguerra en Alemania con el rtulo de economa social de mercado, y con el viejo modelo de la economa socialista. 21La economa social: concepto y reinterpretacinMiguel Eduardo Crdenas Rivera, Felipe Daz ChavesPoresoseaseveraquecuandointentamospasaresos conceptos a diferentes lenguajes, se hace an ms difcil. Porconsiguiente,latareaesdefniryclarifcarlosdife-rentes signifcados, y limitantes de los trminos que que-ramos usar (Montolio, 2002, p. 6).Lanecesidaddecrearunmnimodeentendimientoco-mn en el rea del tercer sector o de economa solidaria, refejaqueeldesconciertodelquequieresalirlaEco-noma Social para ser validada como pensamiento eco-nmico cientfco, es el mismo nivel de confusin en que se encuentran aquellos que defenden la economa social interpretndola desde el tercer sector o razones empre-sariales-organizativas.Desdeambasaristasdeinterpre-tacin hay serios confictos de categorizacin, de concep-tualizacin, de anlisis y de objetos de estudio a investigar.Entonceshayquehacerlaaclaracindelascaracte-rsticasqueataendeformaespecfcaaltercersector (Birkholzer, 2005):1.Setratadeunaactividadeconmicaprivada(segn laleyprivada)paralograrlosobjetivossocialeso comunitarios.2.Se desprende de iniciativas voluntarias y organizacio-nesdeciudadanos,quienessesientenafectadosyse organizan alrededor de los confictos y/o necesidades insatisfechas en lo social, lo ecolgico, lo cultural y en la esfera econmica.3.Sus objetivos econmicos estn subordinados (o por lo menos son secundarios) hacia lo social y lo ecolgico. 4.Sus actividades econmicas estn basadas en lo colec-tivo, cooperativo o lo comunitario orientado al espri-tu empresarial.El tercer sector es entonces una manifestacin productiva y empresarial mimetizada con el mercado y apoyada por el Estado y la defensa de lo pblico. Por tanto, a nuestro entender tiene caractersticas precisas y concretas que lo delimitan y a la vez lo hacen parte de la economa social, la cual incluye el tercer sistema (tercer sector) para ser es-tudiado como objeto metodolgico-cientfco. En sntesis, la organizacin solidaria es un objeto prctico y cientfco de la economa social, mas no su fn en s, como pretende hacer ver la literatura del tercer sector.5. La economa social reinterpretadaLasprcticaseconmicasactualesqueracionalizansu funcionamientobajo la maximizacindelbenefcio yla competencia, son vistas por la economa social de mane-ra crtica y propositiva, en tanto esta ltima pone en tela dejuiciolaspolticasactualesdedesarrollo,losvalores que dan base a modelos econmicos como el neoliberal, olascuestionablescapacidadesquetienenlasactuales prcticas econmicas de ser sustentables para la raza hu-mana y para el medio ambiente.Simultneamente, desde su lgica, se despliegan teoras dedesarrolloalternativas,puestoqueinvestigalasma-nifestacionesdeeconomasquesiguensuscriteriosde asignacinderecursosdentroofueradeltercersector a nivel mundial. La economa social piensa nuevas teo-ras del desarrollo alternativo1 y hace lecturas de nuevas interpretaciones de la economa tradicional que ayudan acambiarlineamientosdentrodelmismoparadigma existente.La economa social tiene una amplitud y una perspectiva de mejora y credibilidad en el tiempo que viene tejindose 1Se referencia, por ejemplo, el buen vivir, los estudios crticos sobre el desarrollo, el ambientalismo biocntrico, el feminismo radical, la decolonialidad o el desarrollo a escala humana de Manfred Max Neef.2218desde el nacimiento de la economa misma como ciencia, en donde dentro de la economa poltica ya venan dndo-se brotes de lo que en estos momentos se quiere recuperar y reivindicar como valores y principios a seguir. Por tanto, se asegura que la economa social es una idea que siempre buscaestarafavordelacolectividad,delajusticiayla sostenibilidad como referentes ticos y cientfcos robustos como para consolidar la corriente de pensamiento y rama de la economa llamada economa social.Deestamanera,cumpledemaneraintegralvaloresde equidad y sostenibilidad a un nivel humano en todas las unidades econmicas pertenecientes a todos los sectores, as como en todas sus fases: la produccin, la distribucin y consumo de bienes y servicios, junto con las relaciones sociales y de poder que se tejen en torno.Valesealarquelaeconomasocialdebeserentendida como un trmino que va ms all del tercer sector, el cual englobaactividadesyorganizacioneseconmicasmu-tuales que practican el cooperativismo y se articulan en medio del obvio peligro con el mercado capitalista2. Se puede pensar que es un trmino con gran alcance episte-molgico que en la actualidad permea la ciencia econ-mica y se refere a la intencionalidad de mirar alternati-vas cientfcas a los paradigmas imperantes. En este orden de ideas, la economa se alimenta de los enunciados ante-riores y a la vez detecta nuevas iniciativas o prcticas que se dan al interior de las empresas o unidades productivas 2Las iniciativas de la economa solidaria se inscriben en la tradi-cincooperativaalserempresasbasadasenlademocraciayla solidaridad, formadas por la cooperacin econmica organizada de los ciudadanos (Lorendahl, 1997, p. 78). Pero muchas de las organizaciones tradicionales de la economa social, las cooperati-vas y mutuales, se han ido adaptando a la economa dominante. Sesubrayaladimensinpolticadelaeconomasolidaria,que retomaelproyectooriginariodelcooperativismo,hoyolvidado por una parte de la economa social institucionalizada en vas de banalizacin (Delgado-Bastidas y Richer, 2001).que reivindican lo colectivo, lo social, el bien comn so-bre el bien individual, no como medio y fn en s mismo, diferentealoqueapuntalanlasmalasprcticasdelli-beralismo (monopolio, concentracin irracional de la ri-queza, sobrexplotacin de los recursos naturales, etc.). La economa social, ms que ser defnida por el conjunto de organizaciones que rene, se convierte en una corriente del pensamiento econmico con sentido tico, por lo que se hace imprescindible separarlo del trmino tercer sec-tor, ya que como es posible entender lo contiene ms que lo defne.Al mirar el inmenso campo de inters que hace conver-ger tal cantidad de tpicos y reas acadmicas, organiza-cionales,ambientalesyhumanas,essinceroanotarque laeconomasocialestodoynada,sisequieredefnira partir de lo que engloba. Teniendo en cuenta esta ambi-gedad, se la puede ubicar como una nocin de lo que es correcto,comoideametafricaeintangiblequehabita en todoslos sereshumanos, en susacciones,susideasy sus pensamientos en pro de la humanidad, el medio am-biente yel desarrollo bien aplicado en congruencia con elpensamientoylaplanifcacinenfuncindelbien comn(strictusensuaquinatense).Laideadebiense vuelve vaga en el momento en que se intenta materiali-zar y objetivar, y se asume que este riesgo se presenta en todosycadaunodeloseconomistasquebuscanponer enelpoloatierramecanismosdedesarrolloodepol-tica econmica a sabiendas de que implican disyuntivas trascendentales entre la colectividad y el individuo, entre elbiencomnyelbienindividual,entrelaexplotacin de recursos y la preservacin del medio ambiente, entre laseguridadylaalimentacinoeducacindeunapo-blacin.Peroestadifcultadseesgrimealidentifcarel elemento comn que subyace y trasciende cualquiera de todas las apropiaciones de los conceptos que se mencio-naron, in crescendo a travs del tiempo. La compleja tarea 23La economa social: concepto y reinterpretacinMiguel Eduardo Crdenas Rivera, Felipe Daz Chavesdeidentifcarsehaceenelplanoticodelaeconoma conenfoquehumano,lacualessubvaloradaporlafr-gida racionalidad y la estolidez de la ciencia normativa.Esta nocin comn a todos los seres humanos sin distin-go de clase es bien mencionada en el humanismo eco-nmico, que acepta una tica de solidaridad subyacente acadaunodelosindividuoscomopartedeunasocie-dad. Al aceptar que el hombre per se es un ser tico, por su educacin y autopreservacin puede escoger entre la moral egosta-utilitarista y la tica humana-comunitaria o solidaria como direcciones de su conducta. Por tanto, la bsqueda del inters individual puede responder a sa-tisfacerunanecesidaddevidamancomunadaysocial. En este caso hay una necesidad moral por llenar en cada unodenosotrosquetrasciendemsalldelacoercin religiosaoviolacinalaconductanormativaticaoc-cidental y que se explica por nuestra misma conciencia socialhumanaquetomafuerzaatravsdelhumanitatis principium.Fray Louis Joseph Lebret, O.P., pionero de la economa humana dominicana, enfatiza la idea de que nuestra in-sercinnospermitevaloraratodoslossereshumanos, ricos y pobres, ya que todos tienen en s mismos semillas de su propio desarrollo y, consecuentemente deseamos su realizacin. Al referirse a l mismo escribe: Yo siento una intimidad profunda con todas las personas. Las quiero por ellas y en ellas porque siendo humanos son maravillosos y son llamados para serlo an ms. Yo quiero darles luz y no limitarlas. Yo no quiero ser obstculo en sus destinos sino solamente ayudarlos a crecer y que puedan llegar a la plenitud (Rueda Acevedo, 2011, p. 5).Sus principios residen en promover la satisfaccin de las necesidades genuinas pensando en disponer de recursos y mecanismos alrededor de este objetivo y no a favor de las excesivas ganancias que unos pocos disfrutan en la apli-cacin del modelo econmico actual, iniciativa que no es difcil de concebir en las conciencias ticas humanas in-mersas en cada uno de nosotros que nos permiten pensar en el bien comn antes que en el bien individual3.Se distingue entonces la tica de la economa humana como principio que se elige para situarse en tanto seres humanos justos que tienen que sortear su naturaleza contradictoria entre el inters individual y el inters general. Marx identi-fca la exacerbacin del individualismo y el egosmo como sentimientos motivados por las mismas contradicciones del sistema refejadas en la dinmica de las clases dominantes en funcin de sus propios intereses, por lo que apela a la concepcin del hombre como un ser social cuya dimensin individualista,competitiva,sintetizadaporHobbesensu frase el hombre es el lobo del hombre, predomina por necesidad y supervivencia en una sociedad de clases.LasideasdeMarxconvergensobrelaimportanciade que el ser humano tenga en cuenta el peso del individua-lismo y la necesidad de buscar los caminos para que en la mente vuelva a prevalecer la cooperacin, la solidaridad y el inters general sobre el inters particular.Si buscamos un comn denominador entre la posicin de Lebret y Marx, ste es la esencia de la tica humanstica, comoguadetodolosocialydetodolocientfco:Se trata de la realidad de todas las personas y de toda la hu-manidad. Tiene una dimensin personal, social, cultural, intelectual,moral,econmica,cientfcaytambinun aspecto estrictamente espiritual (Rueda Acevedo, 2011).3En defensa de teoras como el individualismo metodolgico, que a primera vista parece ir totalmente en contra del pensamiento hu-manista, ste tambin tiene una raz colectiva que se materializa en la mano invisible de Adam Smith, cuyo fn ltimo es el bienestar de la sociedad valindose de ese primigenio inters egosta e individual.2418En ese sentido podemos hablar de ingeniera social, ma-temtica social, biologa social, porque en todas las ramas delsabercientfcoyaplicadoseapelaalosprincipios ticos humanos que de por s son colectivos, comunitarios y solidarios.La economa social, como corriente tica de una ciencia que se encarga de asignar los recursos, no se sostiene en lo utpico, ni apunta a incentivar, como plantea Wieser, el individualismo metodolgico en pro de la consecuente colectivizacin de los benefcios de la sociedad. Tambin, adiferenciadelsocialismo,nocuestionaquintienelos mediosdeproduccinsinolosvaloresyprincipiosmis-mos sobre los que se manejan y adquieren. Pasa a segun-do plano la discusin de una economa planifcada o libre al accionar de las fuerzas del mercado. No atiende a una frmula exacta para superar las problemticas humanas en que se encuentra la economa o para salir de la crisis coyuntural, sino para identifcar y reproducir las teoras yprcticasalternativasquerespetanlaresponsabilidad social de la ciencia y la economa.Siguiendo a Lebret y su idea de progreso humano, la falta dedesarrolloescarenciadeconcienciatica:Lafalta de desarrollo humano, no es tanto la pobreza de los que notienensinolafaltadeconcienciadelosquetienen (Rueda Acevedo, 2011).Antelaticahumanasehacenobvioslosprincipiosde colectividad,democratizacinysostenibilidadambien-tal.Elfnltimodelaeconomaenestecontextonoes proveerbienesyserviciosoasignarlosadecuadamente, sino hacer cumplir un compromiso tico de crecimiento humano y no material, algo difcil de hacer coincidir en las mentes de los economistas tradicionales: la economa humanaynuestrocompromisotienenunsloobjetivo: ayudar a las personas a ser ms, y no a tener ms (Rueda Acevedo, 2011).Estas ideas han sido siempre buscadas por la economa, pero se le ha dado largas a su aplicacin, volvindose slo efmerasutopasenunmodeloeconmicodepredador que omite permanentemente en su prctica estos objeti-vos humanistas, para darle prelacin a los intereses em-presariales y de mercado.6. Economa social y formas alternativas de desarrollo4Hastaelmomento,hemosdefnidopropsitosinterpre-tativosdeloyadichoporlaeconomatradicionalcon el fn de solucionar los problemas ya existentes, ms que por proponer algo diferente que sea mejor. Ahora, vale la pena mencionar una serie de pensamientos de desarrollo queproponenvasalternativaseconmicas,ycuyoem-pleo no se ha logrado concretar en muchos casos ms por la mera falta de voluntad poltica que por la inviabilidad prctica de sus postulados. Sin embargo, as como encon-tramos ejemplos de teoras que no se han podido ejecutar enlarealidad,hayotrasquelohanhechodemanera contundente y que han podido rebasar el mbito intelec-tual y acadmico para ubicarse en la base de la poltica de desarrollo de un pas.Dentro del primer tipo se encuentran, por mencionar los mssignifcativos,Eldesarrolloaescalahumanade ManfredMaxNeef oEldesarrollocomolibertadde Amartya Sen, que pueden tener su correspondencia con laalternativapolticadelaterceravapropuestapor AnthonyGiddens.Estoshansidocasosalternativosde 4Paraprofundizareltemasobreeconomasalternativas,consl-tesesobreunmodelodesolidaridadproductivaenelsitioweb ;asmismo,esdesumointersThe VenusProject. Sobreeconomaruraldelaconservacin,ver. 25La economa social: concepto y reinterpretacinMiguel Eduardo Crdenas Rivera, Felipe Daz Chavesdesarrollo muy mencionados en el mundo acadmico, y objeto de anlisis robustos que no han podido llevarse a larealidadyquehanpasadoaserpartedeesenutrido corpus de la teora del desarrollo actual.Sin embargo, como ejemplo del segundo caso en que se trasciende a la puesta en prctica de una idea de desarro-llo,tenemoseldelbuenvivir,quealigualquelasotras teoras de desarrollo, cumple con los principios humanos de la economa social o por lo menos, con una afnidad5 conella,conelvaloragregadodehaberpodidoganar ubicacin legtima en las polticas pblicas y econmicas estructurales de una nacin, con soporte jurdico consti-tucional.Estelogroseilustraacontinuacincomouno detantosenfoquesprcticosqueadquierelaeconoma social como corriente de pensamiento econmico.6.1 El buen vivirElbuenviviresunconjuntodeideasdiversasqueest germinandoendiferentespasessegnsuscontextos ambientalessocioeconmicosypolticos,yendireccin a las necesidades de sus coyunturas. Sus mismos propo-nentes aceptan que es un concepto en construccin pero conunamutuaplataformacompartida:unacategora en permanente construccin y reproduccin (Gudynas, 2011, p. 48).En Ecuador, la idea del buen vivir recupera las ideas del bienestar entendido desde la cosmovisin aborigen, don-de vida depende de la naturaleza y nuestra interrelacin armnicaconcadaser.Estalgicaseoponealosprin-cipios materialistas, consumistas, de obsesin por la ren-tabilidad,elcrecimientoeconmicouotrosindicadores 5Se debe aclarar que no todas las teoras alternativas, por ser alterna-tivas, pueden ser de la economa social. Cada una debe ser evaluada desde sus principios para confrmar sus propias congruencias.que se han vuelto fn en s mismos en nuestras sociedades modernas.Estratgicamente, el buen vivir se desarrolla en tres campos:1.Lasideas:todasaquellasconcepcionescrticasyal-ternativasalaideologadelprogresotpicamente occidental.Semiranosloeldesarrolloens,sino tambinlaformacomonosconcebimosanosotros mismos y al mundo.2.Losdiscursos:hayuncambiohaciaotrasformasde escribir, hablar o pensar el mundo. En ese sentido, el lenguaje y los trminos convencionales de rendimien-to, crecimiento, prosperidad y riqueza son revaluados e incluso reemplazados.3.Acciones:referealaconcrecindeloanteriorme-diante proyectos polticos, acciones gubernamentales, marcos normativos y formas de produccin alternati-vas aplicadas.Podemos resumirlo como una postura de crtica al desa-rrollo convencionalmente entendido que empieza a tener bases polticas fuertes para que las alternativas que pro-pone se cumplan.Lo anterior, comose puede observar, va msall delas correcciones o ajustes. No es sufciente contar con desa-rrollos alternativos, ya que estos se mantienen dentro de la misma racionalidad de entender el progreso, el uso de lanaturalezaylasrelacionesentrehumanos.Enlugar de insistir con los desarrollos alternativos, se deberan construir alternativas al desarrollo (siguiendo las pala-bras del antroplogo colombiano Arturo Escobar).En ese orden de ideas, en la Constitucin del Ecuador de 2008sepresentanlosderechosdelBuenVivircomo unconjuntodecondicionesnecesariasydignasdelser humano: sobre alimentacin, salud, recreacin, vivienda, 2618educacinycomunicacin,entreotras.Tienesecciones dedicadas a la equidad y la conservacin de la biodiver-sidad.Alestararticulado alrgimen dedesarrollo,se garantiza el cumplimiento de estos derechos en la polti-ca pblica, estatal y regulacin privada de la industria o cualquier otra institucin que infuya de manera directa sobre la vida de los ciudadanos.Paralelamente se ubica la Constitucin de Bolivia modi-fcadaenelao2009.Enesteestatuto,elbuenvivirse reconoce como una de las bases fundamentales del Esta-do. All se promueve la sociedad plural sobre un principio de cumplimiento tico-moral a nivel de cada una de las culturasindgenasquehabitaelterritorionacional.Por estarazn,sehabladecategorastanautctonascomo personalesenlaConstitucin,unadelascualesesAma Suwa,quesignifcanoseasmentiroso,noseasladrn ni seas holgazn. Tales categoras se ubican en el mismo ni-vel de importancia que los principios clsicos que conoce-mos como la equidad, la igualdad, la libertad, el respeto ylareciprocidad.Suinjerenciaseprolongaaladirec-trizeconmicaparaseguirenlaconstitucindelbuen vivir,eindicaqueelmodeloeconmicobolivianoest orientado a mejorar la calidad de vida y el vivir bien, entendiendo vivir bien como la condicin plena de todas las necesidades en todas las dimensiones humanas com-prendidas,responsabilizandoalEstadodedistribuirde maneraequitativatodoslosexcedenteshacialapobla-cin mediante una poltica pblica y social solidaria bajo principiosquefguranenlaConstitucin,comoloson: ladistribucinjustadelariqueza,generarcrecimiento del producto social y hacer uso adecuado de los recursos naturalesrespetandolasoberanaylacomunidadantes que cualquier otro inters.Ambasconstitucionesestnguiadasporelbuenvivir, segobiernanporlastradicionesyformasdepensarin-dgena.MientrasqueenlaConstitucinecuatorianael idioma es castellano y kichwa, en la boliviana los idiomas utilizados, as como las culturas referenciadas, son mucho ms amplios. Lo importante es poder extraer el verdade-ro principio subyacente a ambas iniciativas, que ms que apoyarunaetniaycomunidadignoradahistricamen-teporlalgicadedesarrollooccidentalinequitativa,lo quehaceesreivindicarlosderechosfundamentalesdel ser humano, entre los que se encuentra la diversidad y la igualdaddederechosenelsistemaeconmicoquesea. Raznporlacualelbuenvivirpuedeseraplicadoen otrassociedadescondiferentescaractersticasculturales ysociodemogrfcasalalatinoamericanaindgena,que demanda una dimensin plural de desarrollos y de obje-tivos econmicos diversos.La sintona entre lo que el enfoque humanista de la eco-nomasocialbuscaylosprincipioscomunesdelbuen vivir ecuatoriano y boliviano, es un hechoilustrativo de aprehensin de la interpretacin que se le debe dar a esta corrientedepensamiento.Lostemasquepromuevey comparte con la economa social son: mejorar la calidad de vida desde diversos puntos de vista, dentro de un sis-tema democrtico y solidario; fomentar la participacin y construir un sistema econmico justo. Sumado a lo an-teriorestlaconservacinyrecuperacindelanatura-lezayelmedioambiente.Elbuenviviresunelemento clave para reformular el desarrollo; se busca y se ensaya un nuevo marco conceptual, y se presta especial atencin acondicionar,porejemplo,lareformaeconmicaque encuentre el equilibrio.27La economa social: concepto y reinterpretacinMiguel Eduardo Crdenas Rivera, Felipe Daz Chaves7. Economas e iniciativas alternativas en la prctica, hacia la aplicacin concienzuda de la economa socialLa viabilidad de todo el constructo de la economa social seevidenciaen la experiencia exitosa que est teniendo Amrica Latina con el buen vivir. No obstante, tambin podemos darnos cuenta de que el campo de accin que esta idea pudo desarrollar en los pases de Bolivia y Ecua-dor, tambin ha podido ser logrado en otras alternativas que estn siendo puestas en prctica con amplios antece-dentes. Brevemente, se mostrarn tres iniciativas que han podidoincidirenlasociedadyelmercadodemanera positiva y prctica, y que deben ser puntos de referencia y objetos cientfcos de la economa social. Ellos son trans-versales a las mltiples dimensiones tericas y metodol-gicas que, como hemos dicho, incumben a esta corriente de pensamiento, porque engloban instituciones del tercer sector hasta estructuras de ingeniera ecolgica.7.1 Mondragn Corporacin Cooperativa (MCC)Dentro de la economa cooperativa se tiene la experiencia de Mondragn Corporacin Cooperativa (MCC), la cual es lder mundial de la experiencia cooperativa, que desde 1956 se ha consolidado como fbrica de estufas y cocinas de petrleo. Esta es una empresa con un activo total de 1482.176 millones, cerca de 630.000 millones de ventas. Cuenta con aproximadamente 30.634 trabajadores. Sus objetivos son aumentar la riqueza social, crear empleo sin irrespetar el medio ambiente, la satisfaccin del cliente y la contribucin en todas las escalas de la sociedad.Entre los principios fundamentales de MCC estn la libre adhesindondenoimportalafliacinpoltica,tnica oculturaldelosempleados,laorganizacindemocr-tica en virtud de la cual todos y cada uno de los miem-bros tienen rotacin, desde la asamblea general hasta los talleres de montaje, y la soberana del trabajo como el principalfactorsobreelcualserepartenlasriquezasy se dicta el direccionamiento de la gerencia. Por tanto, la riqueza de la cooperativa se distribuye entre los socios en proporcin al trabajo realizado y no con base en su parti-cipacin en el capital. El trabajador se vuelve el principal protagonista de todo el proceso productivo.Por otra parte, el capital es subordinado y de funcin ins-trumental en el sentido en que frente al factor fuerza de trabajo, la funcin que cumple el capital es meramente de apoyo. Tenemos tambin la participacin en la gestin que se resume en la autogestin que vuelve a la empre-sa participativa e incluyente para todos los socios, que a la vez son trabajadores de la empresa cooperativa. Den-trodelcooperativismointernacional,MCCproclama la economa democrtica en el mbito de la economa social(Azurmendi,1992,p.15)ysirvecomoreferente para todas las iniciativas que nazcan en el mundo al llevar aproximadamente ms de 40 aos funcionando exitosa-mente. Tiempo durante el que ha consolidado una fuerte microeconoma cooperativa dentro del territorio espaol que tiene como base instituciones educativas, de salud y polticas, que funcionan tambin independientemente al resto de estructuras estatales o privadas de Espaa.Estatutariamente y normativamente, se podra concebir como una clula autnoma y autosufciente que se inte-gra a la sociedad como abastecedora de bienes y servicios paraelconsumoyconsecuentecrecimientoeconmico refejadoenindicadorescomoelPIB,elPIBpercpita ylastasasdeempleo.Sinmencionarlasexternalidades 2818positivas derivadas de los procesos ticos al interior de la empresa como la educacin comunitaria y solidaria im-partida a miembros de la sociedad, el buen trato al medio ambiente y ser ejemplo de equilibrio entre las ganancias del ejercicio productivo y la acumulacin de los mismos. Elhechodedarmsde34.000empleos,ysimultnea-mente volver a esos trabajadores socios con participacin en los dividendos reportados por la empresa, materializa la popular autogestin que pregona el tercer sector y que desafortunadamenteseveempaadaenotraslatitudes comolacolombiana,enlaquelafguradelcooperati-vismosehavueltounaherramientadeintervenciny elucin por parte del capital privado y de los agentes del mercado para reducir costos o incursionar en lo solidario a manera de mejora en los rendimientos empresariales de sociedades con fnes de lucro6.7.2 Eco-sistemas industriales (Kalundorg)Ante los problemas ambientales que se estn presentan-doenelmundoyelefectoinvernaderoquenotiene freno,hahabidounaseriedepropuestasqueseestn desarrollandosatisfactoriamenteenlatitudesdelatie-rra especfcas, pero que no han encontrado eco por la mismafaltadevoluntadpolticaquesufrenlasteoras de desarrollo. La realidad es que la emisin de dixido decarbonosehaelevadoun25%ynohacesadode aumentardesdeiniciosdelarevolucinindustrialaf-nalesdelsigloXIXyenconsecuencia,latemperatura se ha incrementado entre 0.3 y 0.6 grados Celsius. Ante el proceso de calentamiento, los cientfcos coinciden en 6Cabealudiralascooperativasdetrabajoasociadoquefuncio-nan en Colombia, las cuales a partir de la Ley 50 de 1990 toman unanotablefuerzacomointermediadorlaboraleneloutsoursing empresarial.Enestadinmicalossociosdelascooperativasson desprovistosdesusderechoseconmicosypolticos.Esunclaro ejemplodelpeligrosoacercamientoquehaceeltercersectoral libre mercado y al capitalismo puro.decirquealdarseelaumentoaungradoCelsius,el planeta dejar de ser un ambiente propicio para la con-servacin de la vida, por lo que se hace imperioso dis-minuir el nivel de emisiones que suponen prcticamente todaslasactividadeshumanas:laagricultura,lagana-dera,laproduccindeelectricidad,laindustriaauto-motrizyelmismoconsumodelasunidadesfamiliares en el mundo en sus respectivos hogares, por mencionar slo los problemas principales.Frenteaestapreocupacinsediseeleco-sistemain-dustrial, como solucin que podra ayudar a resolver, al menosparcialmente,lasituacindecontaminacinpor emisin de gases. Su construccin comprende ciudadelas o parques industriales que autogeneran calor y electrici-dadsimultneamentepormediodelacogeneracin,lo querevaluaraelprocesoindustrialtradicionalehist-ricosegnelcualcadafbricarequiereparasufuncio-namiento recursos que se obtienen de fuentes separadas. El ejemplo ms ilustrativo se encuentra en la posibilidad quetieneunapapeleradehacerelproductoutilizando supropiaenerga,alquemarsuspropiosdesperdiciosy reutilizar esta energa en la electricidad de sus mquinas yelvaporqueusaenelsecado,envezdecomprarla energa a una empresa o proveedor.Lacogeneracinconsisteentoncesenreciclarlamayo-radelosdesperdiciosquepuedegenerarunaempresa comoelexcrementoanimalparareutilizarlaenelfun-cionamiento de la misma. Es un ciclo que termina repro-duciendo el curso de un ecosistema natural. Por esta ra-zn, se le denomina modelo de ecologa industrial, en donde los desperdicios industriales no son votados como basuraalmedioambienteylasociedad,sinodevueltos al sistema que los produjo para crear sostenibilidad. Esta prctica reducira en una cuarta parte las emisiones de la industria con solo reequipar todas las fbricas existentes con tecnologas ms efcientes.29La economa social: concepto y reinterpretacinMiguel Eduardo Crdenas Rivera, Felipe Daz ChavesEl puerto de Kalundborg en Dinamarca es la ms exitosa aplicacin de este mtodo en la actualidad. All una plan-tadecarbngenera electricidad, mientrasqueelvapor excedenteesatrapadoybombeadoa5.000viviendasy muchas de las fbricas de la poblacin. Una refnera de petrleo obtiene as el 40% de sus necesidades de calor; una usina farmacutica recibe todo el calor que necesita para la calefaccin y la produccin de medicamentos; el vapor tambin es usado en una granja pisccola donde 57 estanquesclimatizadosproducen250toneladasalao. Tambin el depurador de dixido de azufre de la planta elctrica produce yeso que es aprovechado por una fbri-cadetablerosparahacerparedesinteriores;lascenizas antesdeserarrojadasaunvertedero,ahoraseutilizan para hacer cemento.Graciasaestaecologaindustrial,Kalundborgdejade emitir130.000toneladasdeCO2alaoalaprovechar sus desperdicios y entrar en simbiosis con el medio am-biente. Es una prctica que es de vital ayuda para la eco-noma ambiental, el desarrollo sostenible y las industrias detecnologaslimpias.Suimplicacinhumanaesmuy positivaporquenoslopiensaenlaeconomacomo recursosexplotablesyadministrables,sinotambin como instrumento de asignacin medioambientalmente respetuoso.7.3 KibutzEl Kibutz es una comuna agrcola propia de Israel y con-cebida bajo las bases tericas de socialismo sionista7. Su signifcado etimolgico hebreo es agrupacin y se cons-7Seinspiraronsobretodoenlaideasderetornoalatierrade Aarn David Gordon y el sionismo socialista de Dov Ver Borojov y Sirkin. Gordon, inspirado a su vez por Tolstoi, insista en que un pueblo no puede ser libre si no produce su sustento por s mismo, empezando por la produccin agrcola.tituye en forma de comuna a disposicinde actividades en principio agrcolas.Dentrodelautopacomunitaria,elKibutzesunode losejemplosmsespecialesanivelmundialdelmodo devidacomunalydemayordesarrollohistricoalre-lacionarse con las disporas que vivi el pueblo judo en sus desplazamientos como etnia discriminada de Europa hacia Estados Unidos. En esta tendencia al nomadismo involuntario,laideologasionistasocialistaidentifcala actividadagrcolacomounadelasvasmsefectivas paraconseguirelarraigoterritorialysocialquetanto hafaltadoenelpueblojudodesdesunacimiento.El Kibutz respondi a esta necesidad de plantear como base econmica juda la actividad campesina por encima de la industrial o comercial, de manera que esta forma pro-ductivaalternativaempezdedicndoseexclusivamen-tealacosecha,peroconelcorrerdelosaos,gracias alapresindesectoresdelapoblacininteresadosen auspiciar otros sectores, se abri al desarrollo de indus-trias a su interior que exportan productos y se proyectan internacionalmente.Los principios bajo los que funciona se asimilan a los de la economa cooperativa de MCC, sealando conceptos como la propiedad colectiva, trabajo propio o autogestio-nado, salarios igualitarios, rotacin de los puestos y deci-siones democrticas.Lasdiferenciasradicanenquelasredistribucionesdelas ganancias conseguidas por la unidad productiva son dadas en forma de salarios y stos se asignan a cada miembro de acuerdo a la pauta de recibir en proporcin justa a lo que aporta,perotambinasusnecesidades.Portanto,todos reciben en proporcin a la cantidad de hijos o a otros indi-cadores como el estado de salud en el que se encuentran. En casos excepcionales las personas con ms aos y expe-riencia reciben mayor salario. Esto signifca que las jerar-3018quas administrativas se tornan horizontales cuando se dis-tribuyen las ganancias y priman los criterios de demanda de necesidades de cada persona por aparte, y criterios de experiencia y condiciones productivas como la vejez.Sumado a lo anterior, la ideologa marxista o socialista de-marca aspectos como el tipo de fuerza de trabajo utiliza-do y la relacin directa entre los trabajadores y los medios de produccin, propiedad de ellos. Lo que se combina en muchos casos con la religin juda, existiendo Kibutz ex-clusivamente seculares, pero otros con infuencias judas en donde se asumen principios de conducta dentro de la comunidad determinados por una vocacin religiosa.En la actualidad, el Kibutz est entrando a formar parte de esas fguras de economa solidaria que tambin estn siendo absorbidas por el mercado, de manera que se han privatizado muchos de sus medios de produccin y con-tratado fuerza de trabajo externa que no cuenta con los mismos benefcios del afliado o miembro.Siendoas,elKibutzestinsertndosealaeconomade su pas con transformaciones que implican dejar atrs el modelo socialista para adquirir formas capitalistas como privatizaciones en su interior, salarios preferenciales e in-cursinenlosmercadosfnancierosespeculativosmun-diales.Mientrasquehay65Kibutzqueanoperanal modo tradicional, el resto de empresas han aceptado su rol colectivo en el marco del libre mercado. Lo que hace entendible el hecho de que hayan al da de hoy 22 Kibutz listados en las bolsas de Tel Aviv, Nueva York y Londres, con ventas anuales por valor de 7.000 millones de euros, un 10% de la produccin industrial israel (Teece, 2010). La agricultura sigue siendo importante en muchos Kibutz, pero ha habido un importante giro hacia la cooperativa colectiva privada.8. La economa del bien comn Esdemencionarunareinterpretacindelmodeloeco-nmicoactualqueofreceCristianFelber8,denominada la economa del bien comn. Su principal fortaleza es quelasideastrasciendenhacialapuestaenprcticaen 50 empresas que aplican el modelo en la gestin al inte-rior de su organizacin. As mismo, encuentra apoyo en otras150organizacionesproductivasdeSuiza,Austria y Alemania.Encontexto,elautorafrmaqueelegosmoeselgran engaodelcapitalismo.Laeconomadeberegirsepor losmismosvaloresquelasrelacioneshumanas,porlo que estas pasan a ser el objetivo primordial de la econo-ma y el principal criterio para el desempeo y los logros organizacionales.Su innovadora, creativa y revolucionaria propuesta se re-sume en hacer cumplir de manera congruente una eco-nomahumanaatravsdeprincipiosquegarantizanel respeto del bien comn, mximo bien sobre el que debe 8Especialistaaustriacoenmateriadeeconomasostenibleyal-ternativasparalosmercadosfnancieros,quienhadesarrolla-dounnuevomodelointernacionalllamadoEconomadel BienComn.Consltese:; ;y. Paraampliarunacomprensinalrespectopuedeconsultarse tambinelconceptodebienescomunesdelahumanidaden ;.Esde especialintersconocerlosplanteamientosdelPremioNobel Alternativode2007,FranciscoWhitaker,en.Derecienteaparicinen Ecuador,conslteseellibrosobreeconomasocialenelmarco delanuevainstitucionalidad. 31La economa social: concepto y reinterpretacinMiguel Eduardo Crdenas Rivera, Felipe Daz Chavesvelar el inters privado y pblico de las sociedades. Estas directrices se numeran a continuacin (Felber, 2008): 1.La economa del bien comn reposa sobre los mismos valoresquehacenforecernuestrasrelacionesinter-humanas:confanza,cooperacin,aprecio,co-deter-minacin, solidaridad y accin de compartir. 2.Enlaeconomadelbiencomn,elmarcolegalex-perimenta un giro radical al pasar de estar orientado segn los principios de competencia y avidez de lucro a los de cooperacin y solidaridad. El signifcado del xitoempresarialcambiadebenefciofnancieroa contribucin al bien comn.3.El bien comn ser defnido en una asamblea demo-crticamente elegida y anclada en la Constitucin. Un nuevo balance principal mide el bien comn: el balan-ce del bien comn. El balance del bien comn se com-pone de criterios duros y medibles en lo que concierne a los siguientes valores universales: dignidad humana, responsabilidad social, sostenibilidad ecolgica, code-terminacin democrtica, y solidaridad con todos los grupos involucrados en la actividad de la empresa.4.Elbalancefnancieroserelbalancesecundario.El capitaldejadeserelfndelaactividadempresarial para convertirse en un medio. Meramente sirve para lograr el fn empresarial que es el bien comn. Parte del bien comn son los ingresos de todas las personas que trabajan en las empresas, que pueden representar una cifra mxima de 20 veces el salario mnimo legal.5.El balance del bien comn mide rendimientos sociales, ecolgicos,democrticosydejusticiadistributivavo-luntarios.Lasempresasconlosmejoresbalancesdis-frutan de incentivos y ventajas legales que les permiten cubrir sus costes mayores y ofrecer los productos ticos a precios inferiores que los no ticos: tasas de impues-tos reducidas, crditos con inters reducido, prioridad en la compra pblica y programas de investigacin.6.El benefcio fnanciero, antes el fn de la actividad em-presarial,seconvierteahoraenunmediodelnuevo fn:elbiencomn.Esosignifcaqueslosernper-mitidas aquellas aplicaciones del benefcio fnanciero queaumentenelbiencomn:inversiones(conplus-valasocialyecolgica),repagodecrditos,reservas (limitadas),distribucinalosquecreanlaplusvala (mximo20veceselsalariomnimo)ycrditossin intersaco-empresas;mientrasquelasaplicaciones quereduzcanelbiencomnyanosernlegales:in-versionesenlosmercadosfnancieros,adquisiciones hostiles, distribucin a personas que no trabajan en la empresa, donaciones a partidos polticos.7.Como el benefcio fnanciero ya no es un fn en s mis-mo,lasempresasrecuperanlalibertaddeaspirara su tamao ptimo. Ya no tienen que temer que otras empresas se las traguen y ya no les estar permitido tragarseaotrasempresas;nonecesitarntenerque crecer para ser ms lucrativas, poderosas o fuertes que los competidores. Todas las empresas sern redimidas de la coercin estructural de tener que crecer y devo-rarse mutuamente.8.Las desigualdades en las rentas y en la propiedad se-rn limitadas: la renta mxima no puede ser msde 20veceslarentamnima;lapropiedadprivadano puede exceder 10 millones de euros; el derecho here-ditario se limita a medio milln de euros por persona yenelcasodeempresasfamiliaresadiezmillones deeurosporpersona.Herenciasqueexcedanestos lmites sern distribuidas como dote democrtica a miembros de la generacin siguiente. El objetivo de la herenciamximayherenciamnimaes:cuanto ms justamente distribuido est el capital inicial tanto mayor ser la igualdad de oportunidades.9.Empresas grandes con ms de 250 empleados pasan parcialmentealapropiedaddelosempleadosylos ciudadanos; empresas con ms de 5.000 empleados al 3218cien por cien. Los ciudadanos sern representados por delegados directamente elegidos en parlamentos eco-nmicosregionales.Elgobiernonopuede intervenir ni tiene propiedad en esas empresas.10. Elgobiernotampocopuedetocarlosbienesdemo-crticos, la tercera categora de propiedad aparte de lagranmayoradePymesprivadasyunascuantas grandes empresas de propiedad mixta. Bienes demo-crticospuedenser:escuelas,universidades,hospita-les,empresasdeabastecimientodeaguayenerga, telecomunicacin, transporte pblico o bancas (la in-fraestructura bsica).11. Unbiendemocrticoclaveeselbancodemocr-tico.Estebancosirve,comotodaslasempresas,al bien comny est controlado como todos los bienes democrticos por la ciudadana soberana y no por el gobierno. Su servicio consiste en depsitos garantiza-dos, crditos de inters reducido y cuentas corrientes gratuitas. Los mercados fnancieros, tal y como se pre-sentan hoy, ya no existirn.12. Lademocraciarepresentativasercomplementada por la democracia directa y la participativa. El pueblo soberanotieneelderechoa:a)corregirasusrepre-sentantes (el parlamento), b) iniciar y adoptar leyes, c) iniciaryadoptaruncambiodelaConstitucin,yd) controlar reas clave de la economa como los bienes democrticos.13. Aparte de la asamblea econmica [del bien comn] habr otras convenciones para profundizar la demo-cracia:convencinparalaeducacin,convencin para la democratizacin de los medios de comunica-cin, y convencin para la creacin de bienes demo-crticos.14. Para anclar los valores de la economa del bien comn en las generaciones futuras tan profundamente como estarraigadaenlageneracinactuallavisindel serhumanosocialdarwinistaycapitalista,propongo cinco nuevas asignaturas obligatorias: emocionologa, tica,comunicacin,educacindemocrticayexpe-riencia de la naturaleza.15. Como la nocin de xito empresarial ser diferente enlaeconomadelbiencomn,otrascompetencias de gestin sern las ms solicitadas. Las personas ms responsables, sociables, empticas y capaces de aten-der al bien de todas y de la comunidad ecolgica, se-rn los modelos apreciados por la sociedad y los ms buscados por las empresas.9. Humanismo, tica econmica y bien comnEnretrospectiva,anteriormenteserepasarondiferen-tesejemplosdemodelosdedesarrollo,organizacionales yformasdepensamientoquenosolamentesepueden abordar desde la unicidad de la economa. Para entender las alternativas del buen vivir, los eco-sistemas industria-les, el corpus de las teoras de desarrollo o las organizacio-nes ms exitosas del tercer sector, se debe hacer una com-prensin cientfca desde el dilogo con otras disciplinas como la sociologa, el derecho, la ingeniera, la ecologa y la flosofa. Sumado a ello, est el comn denominador del humanismo tico en cada una de las iniciativas que a nuestro entender son objeto de estudio y refexin de la economa social.Paracerrarestareinterpretacindelaeconomasocial, en la que ya se separ el trmino y se delimit su alcan-ce como sugerida corriente de pensamiento, se har una refexin en torno a su carga tica humana, la cual es a nuestro entender la esencia y columna vertebral a travs de la que la economa debe dar su giro para evolucionar. As mismo, se sienta su alcance en la formacin educativa de la ciencia econmica universitaria, donde debe haber una nocin directriz del bien comn.33La economa social: concepto y reinterpretacinMiguel Eduardo Crdenas Rivera, Felipe Daz ChavesPocosdiscutenlacomplejidadqueimplicatratardeli-garlaticaconlaeconoma,ascomoladifcultadde determinarlaformadesurelacin,paraestablecerun enfoqueaceptabledeloquesedenominaticaecon-mica, que alude al problema aquinatense de abarcar la economa desde el humanismo. La idea central consiste en tomar como base una defnicin de tica (Abbagnano, 1996) desde la perspectiva de las virtudes de las personas y cmo sta debe infuir en la economa, para buscar un bienestar social o bien vivir, o ms precisamente: el bien comn.El asunto tiene dos partes: una alude a la economa como una ciencia social que estudia las relaciones sociales que tratan sobre los procesos de produccin, intercambio, dis-tribucin y consumo de bienes y servicios, con el objeto de satisfacer las necesidades de la sociedad; otra plantea que la tica abarca el estudio de la libertad, la virtud, la felicidad y el buen vivir.A la vez se encuentran conceptos bsicos que se mueven en los dos planos que conforman la realidad: a un lado la concrecin (mundo de los hechos) y en otro, la abstraccin (mundodelasideas),quealyuxtaponersesonunatota-lidad.Loconcretoesloprecisodeunasuntoomateria y abarca la poltica que se refere al poder y sus formas de gobierno, la administracin el uso adecuado de los recursos, y la economa como el hecho fctico ms con-creto de lo concreto; por otro lado, lo abstracto se aplica al sustantivo que expresa una realidad, la cual no se percibe por medio de los sentidos sino de los conceptos.En el cielo de los conceptos, en primer lugar se encuentra la esttica, que tiene como objeto el estudio de la belleza y la perfeccin. Luego se encuentra la tica, que estudia la libertad como bsqueda del bien, la virtud como valor. Y la flosofa como estudio de la dialctica, mtodo que se basa en la ley de la contradiccin, la cual se aprehende atravsdelaeducacinflosfca,herramientaquepo-sibilita el uso del cerebro con el conocimiento de ideas y de la moral como conjunto de normas y creencias de un grupo social que compele a obrar bien. Por ltimo, se en-cuentra la ciencia como el instrumento ms efectivo para conocerlarealidadeimpedirelsolipsismo;consisteen un conjunto de teoras comprobadas empricamente que permite conocer la realidad y modifcarla en un sentido prospectivo.La economa pura concentra la riqueza al estar orientada porelcapitalismoliberalqueconfgurahoylaplutono-ma9; la economa social se orienta a la distribucin equita-tiva de los bienes y servicios para resolver las iniquidades.En el curso de la historia entendida como el mbito en el que se desenvuelve la humanidad, se presentan facto-res relevantes que generan la crisis marcada por la mise-ria, el cambio climtico y la corrupcin.Esimportanteresaltareltrminodecomn,elcualse basaenlaconcienciasobreelbiencomn.Estetrmi-no se relaciona con la toma de conciencia sobre el bien comndelosindividuosdeunasociedadenlaquelos hombres se agrupan mediante un sentimiento de solidari-dad como un thelos para organizar la comunidad a travs del pensamiento colectivo, de la conciencia comn, de la libertad de las personas, de aplicar la ley moral que es-tablece como garanta el bien colectivo de la comunidad.La ley individual se basa en el usufructo de la propiedad y la ley colectiva se enfoca al bienvivir de la comunidad. Como los seres humanos necesitan satisfacer sus necesi-dades, la teora econmica de la acumulacin de capital genera un ndice de pobreza considerable como resulta-9Conslteseelsentidoysignifcadodelconceptoen. 3418do del individualismo que se arraiga en la sociedad por la acumulacin de dinero (codicia) y el bienestar individual (avaricia y pragmatismo).Larealidaddemuestraqueseequivocanyporellose debeaplicarelcolectivismogeneradordeunbenefcio mutuo; es a travs de la solidaridad que se llega al bien-estar social. As, en Toms de Aquino la categora de los comunes (Llanos, 1993, p. 12) implica asumir el bienes-tar que resulta del trabajo en grupo o buscar un bien que benefcie al conjunto.El bien comn es aquello que es de todos y de nadie en particular;esunaopcinenelplanodelacultura,en tanto comprende tanto bienes materiales como espiritua-les.Cadapersonaestenlibertaddequererconviviry compartir para con los dems, lo que lo lleva a ser soli-dario con el otro y hacer de sus decisiones un bien colec-tivo. El trmino comn va de la mano del colectivismo, dostrminosqueseentrelazanporlanecesidadsocial de construir la solidaridad en la cual todo tiende hacia el bien comn. En ese sentido, se trata de un enfoque tico y moral tanto de la poltica como de la economa: la toma de conciencia del bien comn, constituye un salto civili-zatorio en el que todos y cada uno se siente solidario, por medio de un colectivismo cuyos intereses materiales son la trama de los compromisos espirituales.Serpartedelcomnesunapercepcinqueresultadel proceso que atraviesa un ser en busca del conocimiento de s mismo y su entorno. En este proceso encuentra in-tereses materiales alcanzados por medio del colectivismo que benefcian a todo un conjunto de personas incluyn-doseelmismo,yestebienointerspersonalsetrans-formaencolectivoenvirtuddelbenefciocomunalque pretende y logra. En complemento, disfruta de la satisfac-cinqueresultadeloscompromisosespiritualesdelser oindividuoluegodealcanzarlocolectivoyelplacer de estar en funcin de una comunidad y no de s mismo.HastacuandoTomsdeAquinoloexplicaenelsiglo XIII, el juramento una verticalmente al vasallo con su se-or. Luego y hasta ahora los hombres se agrupan tam-bin mediante juramento, pero se trata de un juramento queexpresaunasolidaridadhorizontalenunatomade conciencia de los bienes materiales y espirituales que ser menester conquistar y organizar en comunidad. Este reto del aquinate contina vigente al albor del siglo XXI.10. La tica como fundamento de la vida pblicaLa tica est relacionada con asuntos tales como los de-beres hacia los dems, las normas, los valores, las creen-cias,etc.Demaneraequvoca,laticasemezclacon mltiples juicios y regulaciones de conductas que se con-sideran ticas.Los seres humanos optan por diferentes formas de actuar, se justifcan a s mismos. As, el individuo elige una forma de actuar que le permita lograr sus intereses, para lo cual invoca ante los dems unos valores.Laspreferenciasidealesabarcandosreas:laprimera hacereferenciaalavidamisma,lasalud,lafamilia,la felicidad,labelleza,lassatisfaccionesdelcuerpo,laf-delidad,lacompasin,etc.Lasegundarea,asumela libertad como precepto e involucra valores de excelencia y riesgo, el reto a lo desconocido, el afn de conocimien-to, la inmortalidad, la conquista, la invencin, entre otros. Estas dos reas se refuerzan y se oponen con frecuencia, en tanto la vida humana como proceso se sublima en la bsqueda de la libertad, y asume retos con tal de alcan-zarla. Tales valores dan sustento a la tica.35La economa social: concepto y reinterpretacinMiguel Eduardo Crdenas Rivera, Felipe Daz ChavesLaticacambiajuntoconlapolticacomoconjuntode estrategias de los individuos que hacen vida comunitaria y libre. En esta accin del hombre no hay lmite, pues siem-prebuscaelintersmsalto.Unindividuoconvalores despliega su amor propio para concretar el inters de lo-grar su plenitud y as estar en condiciones de darse a cono-cer, relacionarse con la sociedad e infuir en el transcurso de los acontecimientos en una determinada circunstancia.Los individuos no consiguen por s mismos los valores de vida y libertad. Ello slo sucede cuando stos se relacio-nan con un grupo social, el cual impone unas conductas o comportamientos sociales que desaprueban o castigan acciones que coaccionen la comunidad, creando de esta forma obligaciones y responsabilidades en el ser humano para pensar, interpretar y convivir. Para la tica el proble-ma no es lo que puede ser sancionado sino lo impropio del ser humano.Para una mejor comprensin sobre la tica, es preciso ha-cer tres clasifcaciones: la primera defne al campo moral como la administracin que hace el individuo de su vida, sus valores ntimos y la libertad de manejarlos con el fn de conseguir sus ideales, reconocimiento y mrito; la se-gunda clasifcacin es el campo deontolgico, las normas queestablecenlascomunidadespararesolverconfictos einteresescolectivosdesusmiembros,pretendiendola armona conjunta; la tercera es el campo poltico, valora-ciones de una sociedad, as como su organizacin, toma dedecisionesyparticipacin.Enesteltimocampoel individuo en ocasiones renuncia a su libertad por im-posiciones polticas.Es necesario conocer los planteamientos actuales sobre la tica, en especial, la tica comunicativa, segn la cual el lenguaje defne la condicin humana, y la reciprocidad, la responsabilidad fraternal por el otro, se plantea la tica como el arte del bien vivir.La tica muestra la necesidad del ser humano por man-tenerunaconductaquelepermitarelacionarseconla comunidad de una manera provechosa para l, sin nece-sidad de aprovecharse de los dems. Para esto la sociedad inculca unos valores y comportamientos al individuo que al adoptarlos va a ser aceptado en cualquier grupo, y que al negarse se ver enfrascado en el rechazo y el castigo.Enotrostrminos,losvaloreshacenqueelindividuo tenga amor propio e involucran la vida y la libertad, dos categoras que se complementan pero tambin crean un confictodeintereses.Poresoalgunosexplicanlatica como la responsabilidad fraternal por el otro.11. El bien comn: la relacin entre humanismo y economaLarelacinentreelhumanismoylaeconomaesfun-damentalporelefectodirectoquetienenlasdecisiones econmicassobrecadaserhumano.Lasociedadcon-tempornea se debate entre el logro de los intereses per-sonalesylaexistenciadeunacosmovisinmundial.La economa como ciencia social y humana se preocupa por el bienestar de cada individuo, por lo cual la obtencin de los objetivos materiales debera ser parte fundamental de un acuerdo-marco tico global basado en el principio de humanidad que para algunos no es posible bajo la actual forma del mercado.En la actualidad, la economa, al verse cuestionada por el humanismo, reivindica la tica y la moral, para imponer unas bases que hacen posibles algunos principios bsicos. Comoaspectoesencial,serequierequecadapersona desarrolle una libertad personal y una vocacin hacia lo colectivo como mecanismo para articularse con el talante tico global; como complemento se exige un criterio hu-manista para la toma de decisiones econmicas, polticas 3618y sociales. No obstante, es necesario reconocer las limita-ciones que se explican por las races histricas, por lo cual replantear la cuestin de la economa en su vnculo con el humanismo en la segunda dcada del siglo XXI requiere recabar en la opcin tica de una economa social.Enlaactualidad,sehacenecesarioahondarenlossi-guientes aspectos generales:La existencia bsica de una relacin entre humanis-mo y economa.Lahistoricidaddelhumanismotomistaylaecono-ma tica.La formulacin, actualizacin y aplicacin del mto-do lebretiano. La reconfguracin del sistema de relaciones econ-micas a escala mundial.Se trata de desarrollar la capacidad tica del economista tomasino de conformidad con la doctrina que predica la OrdenDominicafelallegadodeTomsdeAquino10. Loanteriorimplicaasimilarelfundamentoepistemol-gicoqueseencuentraenladoctrinatomista;enefecto, la doctrina del bien comn sirve de base para considerar que el humanismo debe y puede gobernar la vida tica en comunidad.Eltomismopermiteligarlaideamoraldel bien comn con la categora econmica del buen vivir.La Facultad de Economa busca entonces que el econo-mista tomasino aplique la tica a la economa y en su vida profesional se desenvuelva con el propsito humanista de transformarlainstitucionalidadparaqueelenfoquede 10Para profundizar en el enfoque del humanismo tomista, ver Pea Salinas (2002, pp. 145-155).la economa social prevalezca sobre el individualismo y la concentracin, y se supere en la vida del comn la expo-liacin y la rapacidad.El programa de Economa asume como objetivo acad-mico e institucional fortalecer la relacin entre el huma-nismoylaticaeconmicaenlamiradeconsolidarel perflpropiodeleconomistatomasinocomopromotor del bien comn bajo el siguiente precepto:Paraestablecerquelacomunidadpblicavivacomoes debido,serequierentrescosas:enprimerlugarquelos ciudadanos una vez congregados, vivan en paz. En segun-do lugar que los mismos ciudadanos unidos por el vnculo de la paz, sean conducidos a obrar bien En tercer lugar se requiere que la comunidad pblica goce, por arte de la administracin y del buen gobierno, de las cosas que son necesarias para vivir bien (Toms de Aquino, De regimine principum, 1, 15).El(la)economistatomasino(a)estarencapacidadde comprenderelsignifcadodelhumanismoyescudriar msalldelaaparenteincompatibilidadentrelati-caylaeconoma,queenlaprcticaprofesionalesun problemasolublesiserealizalaformacinsistmicaen humanismo y tica econmica como rasgo propio de los economistas de la Universidad Santo Toms.Dado que los economistas cumplen un papel fundamen-tal como humanistas en la vida en comunidad, su compe-tencia tica ser fortalecida en la Universidad Santo To-ms. El reto institucional consiste en que los economistas tomasinospuedanadquirirlacompetenciaparaaplicar la tica en su ejercicio profesional y en la cotidianidad en pro de la perfeccin humana.12. ConclusionesAl mirar el inmenso campo de inters que hace converger tal cantidad de tpicos y reas acadmicas, organizacio-37La economa social: concepto y reinterpretacinMiguel Eduardo Crdenas Rivera, Felipe Daz Chavesnales,ambientalesyhumanas,essinceroanotarquela economa social es todo y nada si se quiere defnir a partir de lo que engloba. Teniendo en cuenta esta ambigedad, se la puede ubicar como una nocin de lo que es correcto, comoideametafricaeintangiblequehabitaentodos los seres humanos, en sus acciones, ideas y pensamientos enprodelahumanidad,elmedioambienteyeldesa-rrollobienaplicadoencongruenciaconelpensamien-to y la planifcacin en funcin del bien comn (strictu sensuaquinatense).Laideadebiensevuelvevagaenel momento en que se intenta materializar y objetivar, y se asume que este riesgo se presenta en todos y cada uno de los economistas que buscan poner en el polo a tierra me-canismos de desarrollo o de poltica econmica a sabien-das de que implican disyuntivas trascendentales entre la colectividad y el individuo, entre el bien comn y el bien individual, entre la explotacin de recursos y la preserva-cin del medio ambiente, entre la seguridad y la alimen-tacin o educacin de una poblacin. Pero esta difcultad se esgrime al identifcar el elemento comn que subyace y trasciende cualquiera de todas las apropiaciones de los conceptosquesemencionaron,increscendoatravsdel tiempo. La compleja tarea de identifcar se hace en el pla-no tico de la economa con enfoque humano, la cual es subvalorada por la frgida racionalidad y la estolidez de la ciencia normativa.Esta nocin comn a todos los seres humanos sin distin-go de clase es bien mencionada en el humanismo eco-nmico, que acepta una tica de solidaridad subyacente a cada uno de los individuos como parte de una sociedad. Al aceptar que el hombre per se es un ser tico, por su en-seanza y autopreservacin puede escoger entre la moral egosta-utilitarista y la tica humana-comunitaria o soli-daria como direcciones de su conducta. Por tanto, la bs-queda del inters individual puede responder a satisfacer unanecesidaddevidamancomunadaysocial.Eneste casohayunanecesidadmoralallenarencadaunode nosotros que trasciende ms all de la coercin religiosa o violacin a la conducta normativa tica occidental y que seexplicapornuestramismaconcienciasocialhumana que toma fuerza a travs del humanitatis principium.Por tanto, se deja claro que la economa social como co-rriente de pensamiento es un conjunto de iniciativas te-ricas, epistemolgicas y organizacionales propias la eco-noma, regidas por la tica humana cuya complejidad es slo entendible desde un punto de vista interdisciplinar. El buen vivir, los eco-sistemas industriales, los casos exito-sos de la economa solidaria (tambin llamada tercer sec-tor),lasteorasalternativasdedesarrollo,entremuchas otrasmanifestacionesdelaeconomasocialqueen este mundo homogenizado son empaadas e ignoradas, tienenunaintencinhumanitariaquerevalaelpensa-mientotradicionaleconmicoydefendelaequidad,la sostenibilidad y el bien comn.ReferenciasAbbagnano,N.(1996).DiccionariodeFilosofa(pp.466-476). Mxico, D.F.: Fondo de Cultura Econmica.Azumerdi,J.(1992).Elhombrecooperativo,pensamientode Arizmendiarrieta. Otlora: Azatza, S.A.Bastidas-Delgado, O. y Richer, M. (2002). Economa so-cial y economa solidaria: intento de defnicin. CAYA-PA Revista Venezolana de Economa Social, 1.Birkholzer, K. (2005). Development and Perspectives ofthe So-cial Economy or Third Sector in Germany. Interdisciplinary Research Group Local Economy, Technical Universi-ty ofBerlin. Paris.Bruyn, S. (1987). The Field ofSocial Investment. 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