e l español de hispanoamerica

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E l español de hispanoamerica: constituye la variedad geografica mas rica de nuestro idioma y tiene el mayor porcentaje de hablantes. El descubrimiento y la colonizacion de america fue la causa de la penetracion del castellano en estas tierras. El proceso fue lento y complejo, a la enseñanza del castellano a los indios contribuyeron mucho los misioneros. Hay dos caracteristicas muy especiales : la estrecha relacion de los rasgos dialectales con los dialectos meridionales del español y la existencia de una gran diversidad lingüistica en hispanoamerica.Rasgos lingüisticos: en la lengua culta existen pocas diferencias pero en la coloquial hay grandes diferencias, las mas importantes son a nivel fonico y lexico y son menores en el morfologico y sintactico.Rasgos fonicos: la entonacion tiene mayores matices melodicos,el seseo, el yeismo, la aspiracion de la h inicial, perdida de la s final de la silava(pa´s´to), confusion entre r y l alfinal de la silava.Rasgos lexicos: cambio de significado enpalabras de origen castellano, indigenismosprocedentes de las lenguas aborigenes, arcaismos palabras en desuso en el español, neologismos del ingles Rasgos morfosintacticos: cambio de genero, advervializacion de los adjetivos, anteposicion del pesesivo, perifrasis vervales, preferencia del pret perfecto sim, empleo de lo mas + adjt, uso de aca y alla,El voseo:el vosotros no se emplea el ustedes es velida pero en una situacion con confianza se utiliza el vos, el tuo ambos dos.

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E l español de hispanoamerica:constituye la variedad geografica mas rica de

nuestro idioma y tiene el mayor porcentaje de hablantes. El descubrimiento y la

colonizacion de america fue la causa de la penetracion del castellano en estas

tierras. El proceso fue lento y complejo, a la enseñanza del castellano a los indios

contribuyeron mucho los misioneros. Hay dos caracteristicas muy especiales: la

estrecha relacion de los rasgos dialectales con los dialectos meridionales del

español y la existencia de una gran diversidad lingüistica en

hispanoamerica.Rasgos lingüisticos: en la lengua culta existen pocas diferencias

pero en la coloquial hay grandes diferencias, las mas importantes son a nivel

fonico y lexico y son menores en el morfologico y sintactico.Rasgos fonicos:la

entonacion tiene mayores matices melodicos,el seseo, el yeismo, la aspiracion de

la h inicial, perdida de la s final de la silava(pa´s´to), confusion entre r y l alfinal de

la silava.Rasgos lexicos:cambio de significado enpalabras de origen castellano,

indigenismosprocedentes de las lenguas aborigenes, arcaismos palabras en

desuso en el español, neologismos del ingles Rasgos morfosintacticos: cambio de

genero, advervializacion de los adjetivos, anteposicion del pesesivo, perifrasis

vervales, preferencia del pret perfecto sim, empleo de lo mas + adjt, uso de aca y

alla,El voseo:el vosotros no se emplea el ustedes es velida pero en una situacion

con confianza se utiliza el vos, el tuo ambos dos.

Un quechuismo es una especie de préstamo lingüístico, palabra de una lengua

que proviene de otra, donde el vocablo proviene de alguna de las lenguas

quechuas. Estas lenguas tienen muchos cognados similares, por lo que en

algunos casos, determinar la lengua exacta de la cual proviene un quechuismo es

a veces complicado (como por ejemplo: jisus y negro hipies).

Muchos de los quechuismos del castellano son sustantivos que se relacionan con

la agricultura, principalmente nombres de plantas, animales y productos agrícolas.

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Nahuatlismo es el nombre con que se identifican aquellas palabras en el idioma

español que tienen su origen en la lengua náhuatl. Se conocen también con el

nombre de aztequismos. Muchos de los nahuatlismos son conocidos únicamente

en el dialecto mexicano del español, pues es en este país donde se concentra una

gran mayoría de los hablantes de la lengua náhuatl. Otros han pasado a diversas

lenguas, casi siempre como préstamos que éstas han tomado de los

hispanohablantes.

El uso de los nahuatlismos en el idioma español es uno de los rasgos distintivos

del español mexicano. Siendo un tema de gran importancia, existe un gran

número de estudios sobre la frecuencia de su uso y su prevalencia entre distintas

capas de la población en México. Estas cuestiones suelen ser motivo de

desacuerdo entre los investigadores.

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Origen yOrigen y uso actual de los nahuatlismos

La Malinche, en el centro de esta imagen, fue una de las primeras lenguas que sirvieron a los españoles. Su nombre es castellanización de Malintzin, y también es un nahuatlismo que designa a una persona que prefiere lo extranjero y desprecia lo propio de su país.

Los nahuatlismos comenzaron a penetrar en el léxico del español desde el contacto entre los hispanoparlantes y los pueblos de habla náhuatl, asentados en Mesoamérica. El inicio de este lazo ocurrió en el siglo XVI. De la misma manera que ocurrió en las Antillas, donde los españoles adoptaron numerosas palabras del taíno, en Mesoamérica también tomaron voces de las lenguas indígenas, principalmente del maya y el náhuatl. Estas voces eran empleadas para describir conceptos que eran desconocidos por los europeos, o bien, llegaron a sustituir las voces españolas.

La historia de la relación entre el náhuatl y el español no fue sencilla. Para poder entenderse con los nativos, los españoles recurrieron en un primer momento a intérpretes que llamaron lenguas. Las primeras lenguas fueron Jerónimo de Aguilar y La Malinche. Muy poco tiempo después de la Conquista, los misioneros se preocuparon por aprender las lenguas de los pueblos que se propusieron cristianizar. El el caso del náhuatl, destaca la labor de Bernardino de Sahagún, Toribio de Benavente y otros, que legaron gramáticas y vocabularios de este idioma. La diversidad lingüística mesoamericana motivo la adopción del náhuatl como lengua general, de modo que muchos pueblos aprendieron este idioma para simplificar la comunicación. El reconocimiento por parte de la Corona española del náhuatl como lengua general favoreció su difusión por un territorio considerable, que abarcaba Nueva España desde Sinaloa hasta Costa Rica.[1] Posteriormente, durante el reinado de Carlos III en España, las autoridades coloniales favorecieron la eliminación de las lenguas indígenas, incluyendo el náhuatl, y la castellanización de todos los pueblos indígenas. La medida fue rechazada por los franciscanos en su momento.[2]

En contra de estos propósitos de desaparecer las lenguas indígenas, muchas voces pasaron del náhuatl al español. La interacción entre el español y el náhuatl no se reduce al momento

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de la Conquista o la Colonia, sino que continúa en el siglo XXI en tanto que la lengua de los mexicas es el idioma indígena con mayor número de hablantes. El empleo de los nahuatlismos ha sido motivo de discusiones entre investigadores interesados en el tema. Se habla de que su uso es mayor en zonas rurales que en zonas urbanas,[3] en la medida que muchos de ellos aluden a instrumentos, técnicas, objetos que han desparecido en contextos urbanos. Otros han desaparecido del habla cotidiana, pero se conservan en el refranero popular.[4]

[editar] Rasgos fonéticos de los nahuatlismos

El petate ha derivado en otros nahuatlismos frecuentes como petatearse uno (morirse), petatear a alguien (presionar a otro en el juego de baraja, fingiendo tener un juego excelente), o petatazo (tufo de marihuana).

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Tiza es un nahuatlismo que se emplea para designar las barras de yeso que se emplean para escribir en pizarrones. En México es de uso poco frecuente, en su lugar se emplea el helenismo gis.

El náhuatl y el español tienen diferencias en su repertorio fonético. Algunos fonemas que son muy frecuentes en náhuatl —por ejemplo [t͡�ɬ], [ʦ] o [ʃ]— sufrieron transformaciones más o menos coherentes cuando pasaron en los nahuatlismos. Algunos de estos cambios son los siguientes:[5]

El fonema [t͡�ɬ] al final de una palabra se modificó de maneras diversas. En algunos casos, se añadió una [e] y el fonema final [t͡�ɬ] se transformó en [t͡], dando lugar a una muy frecuente terminación -te. Ejemplo son voces como elote (<élotl), metate (<métatl) o petate (<pétatl). En otros casos [t͡�ɬ] al final de la palabra se transformó en [l], como en los casos de palabras como cempasúchil (<cempoalxóchitl). En otros, el fonema en cuestión desapareció de la enunciación. Ejemplo es tiza (<tízatl).

El sonido [t͡�ɬ] al principio o en el intermedio de la palabra casi siempre pasó intacto del náhuatl al español. Ejemplos son xoloitzcuintle (<xoloitzcuintli), tlacoyo (<tlatlaoyoh) o tlapalería (<tlapalli).

La combinación -[ɬ:i] al final de la palabra se transformó con frecuencia en -[le]. Es decir, la "ele larga" del idioma náhuatl se convirtió en una ele española y la vocal anterior cerrada se convirtió en vocal anterior abierta. Ejemplos de este cambio fonológico son abundantes, entre ellos se puede señalar atole (<atolli), pinole (<pinolli), pozole (pozolli). En otros casos despareció la vocal final para quedar únicamente -[l], en estos casos se encuentran tamal (<tamalli), jacal (xalcalli) y escamol (azcamolli).

El sonido [ʦ] se transformó con frecuencia en [ʧ] en los nahuatlismos. Como ejemplo se encuentra La Malinche (<Malintzin), chicle (<tzictli) y apapacho (<papatzoa). En otros casos, desapareció el rasgo plosivo del fonema en lengua náhuatl y pasó como la fricativa [s] al español; es el caso de voces como escuincle (<itzcuintli), huauzontle (<huauhtzontli) o zapote (<tzápotl). Es interesante observar que a pesar de realizarse en el habla como [s], este sonido se suele escribir como z en los nahuatlismos, como indicación etimológica.

El sonido [ʃ] sufrió modificaciones similares a las ocurridas en el español alrededor del siglo XVI. En algunos casos pasó como [s], por ejemplo en Súchil (<xóchitl).En otras voces se transformó en [j]: ajolote (<axólotl), jonote (<xónotl). Sólo en algunos se conservó intacto, como en mixiote (<mexiotl) o xoloitzcuintle (<xoloitzcuintli).

[editar] Topónimos de origen náhuatl

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Son abundantes los topónimos de origen náhuatl en el centro de México. En los estados de México, Morelos, Puebla, Veracruz, Tlaxcala y Guerrero la mayoría de los municipios llevan nombres de origen náhuatl. Sin embargo, la toponimia náhuatl se encuentra presente desde Sinaloa hasta Guanacaste (Costa Rica). Varios topónimos nahuas se impusieron sobre los nombres que los españoles dieron a los poblados indígenas existentes a su llegada, como en el caso de Tepeaca (<Tepeyácac) a la que Hernán Cortés llamó Segura de la Frontera. En muchos casos, a los topónimos originales se les antepuso el nombre del santo patrón que les designaron los religiosos españoles. En el caso de México, después de la Independencia a muchos pueblos indígenas se les añadió el nombre de algún personaje notable; ejemplos de este proceso son los nombres de poblaciones como Toluca de Lerdo, Miahuatlán de Porfirio Díaz o Cuautepec de Hinojosa. Algunos casos como San Bartolo Naucalpan de Juárez reflejan todos los estilos con el que los topónimos nahuas entraron en el habla cotidiana de los hispanófonos en México.

[editar] Estudios sobre el léxico de origen náhuatl en el español

Los primeros estudios sistemáticos sobre el tema se realizaron en el siglo XIX, y es ejemplar en ese sentido la obra de Cecilio Robelo. Este autor mexicano investigó la toponimia indígena de los estados del centro de México y sistematizó además un Diccionario de aztequismos, en el que sumó más de 2.000 voces, entre topónimos, gentilicios y palabras de uso común. Robelo puso además especial importancia en el repertorio de refranes populares en los que aparecen las voces indígenas. De acuerdo con el autor, sólo el conocimiento de los aztequismos podría permitir la enseñanza total del español tal como se habla en México.[6

Indigenismo.

El 'indigenismo' es una corriente cultural, política y antropológica concentrada en el estudio y valoración de las culturas indígenas, y cuestionamiento de los mecanismos de discriminación y etnocentrismo en perjuicio de los pueblos indígenas

SeseoDe Wikipedia, la enciclopedia libre

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El seseo es un fenómeno lingüístico de la lengua española y de la lengua gallega, por el cual los fonemas representados por las grafías "c" (ante "e" o "i"), "z" y "s" se vuelven equivalentes, asimilándose a la consonante fricativa alveolar sorda [s]. Este fenómeno, presente en la enorme mayoría de las variantes del idioma español, no aparece sin embargo

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en el dialecto tradicionalmente considerado la referencia lingüística principal, el dialecto castellano —la denominada modalidad norteña del idioma español—, en que la "c suave" y la "z" tienen el valor de la consonante fricativa dental sorda [θ]

Yeísmo.

El yeísmo es un cambio fonético que consiste en pronunciar de manera idéntica < y > /ʝ̞ �/ ([ʝ̞ �]~[ɟ͡�ʝ̞]~[ʤ]~[ʒ]~[ʃ]), y el dígrafo < ll > /ʎ/. Es decir, se trata de un proceso fonológico de confusión de dos fonemas originalmente distintos, por deslateralización de uno de ellos.

En castellano estándar los sonidos de y y ll representan fonemas diferentes, pero en la mayoría de variedades de español moderno se ha dado un cambio lingüístico y actualmente no se diferencian en la pronunciación (salvo en áreas de Bolivia, Ecuador, Paraguay, los Andes centrales, zona andina Argentina y sur de Chile, así como en algunas zonas rurales de Castilla y León, Castilla-La Mancha y Murcia como en hablantes bilingües de la Comunidad Valenciana, Cataluña y Galicia). Es un fenómeno lingüístico muy difundido en la mayoría de los países y ciudades hispanohablantes.

Voseo

Se llama voseo al fenómeno lingüístico dentro de la lengua española en el que se hace uso del pronombre "vos" y de ciertas conjugaciones verbales particulares para dirigirse al interlocutor; en contraste con otras variantes de la lengua en que se emplea el pronombre "tú". Se distinguen dos tipos de voseo, el voseo reverencial (o voseo clásico) y el voseo dialectal americano, existe en vias de desaparición el voseo dialectal peninsular.

El voseo reverencial o clásico consiste en usar el pronombre "vos" para dirigirse reverencialmente a la segunda persona gramatical (tanto singular como plural), implicando la conjugación verbal de 2ª persona de plural (vg., "lo que vos digáis," "vos me mirasteis").

El voseo dialectal americano, en general llamado simplemente voseo, procede gramaticalmente de igual manera, pero la morfología de la conjugación ha sufrido diferentes evoluciones a través del continente. Semánticamente, tiene valor de trato familiar y se dirige a segunda persona de singular.

El voseo dialectal peninsular, se presenta en las zonas rurales del noroeste de la península ibérica (provincia de Lugo) de manera aislada y probablemente por influencia de los rasgos arcaizantes de la lengua gallega, consiste en usar el prononmbre "vos" en lugar de "tú" pero se conjuga como "tú" de manera totalmente transparente.

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Morfológicamente, puede afectar a todos los tiempos y modos, sin embargo, suele restringirse al presente de indicativo.

En el habla de América, el voseo no tiene en cuenta sus dos correlatos clásicos (y vigentes en el castellano peninsular) de "os" (pronombre objeto de 2ª persona de plural) y el posesivo "vuestro/-a/-s", asimismo referido a la 2ª persona del plural. El primero es reemplazado por "a vos" / "te", en tanto que el posesivo es reemplazado por "tu" / "tuyo/-a/-s".

En la práctica, este voseo sistemático o ideal, muchas veces no es observado, puesto que tal tratamiento coexiste o alterna con el uso del "tú" (tuteo). Asimismo, se dan incongruencias como el pronombre "tú" antepuesto a formas verbales del voseo (vg., "tú querés"), o viceversa: un "vos" antepuesto a formas verbales tuteantes: (vg., "vos tienes").

El origen de ambos voseos se remonta a una de las formas de la segunda persona, tanto del singular como del plural del latín (vos), que se mantenía en el castellano antiguo.

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