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Las ideas, afirmaciones y opiniones expresadas por los autores son de su exclusiva responsabilidad y no representan necesariamente las del Centro de Formación para la Integración Regional (CEFIR).

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Las ideas, afirmaciones y opiniones expresadas por los autores son de su exclusiva responsabilidad y no representan necesariamente las del Centro de Formacin para la Integracin Regional (CEFIR).

"Competencia y Competitividad en reas Econmicas Integradas: Procesos y Experienciasen la Unin Europea y en Amrica Latina"

44Tabla de Contenido

Jos Manuel QUIJANOLa competencia en las Condiciones Actuales de Amrica Latinap. 3

Loukas TSOUKALISCompetencia e Integracin Europeap. 7

Jos TA VARES DE ARAUJO Jr.Competencia y Competitividad: Perspectivas y Tendenciasp. 16

Gonzalo SAMANIEGO BORDIUEfectos y Lmites de la Competencia y de los Regmenes de Competenciap. 23

Rafael GARCIA-PALENCIA CEBRIANExperiencias de la Unin Europea en el Area de Poltica de Competenciap. 31

Jean DUBOISExperiencia Prctica en el Campo de la Competencia: la Poltica de Competencia de la Unin Europea desde una perspectiva Jurdicap. 39

Jos MATIAS PEREIRARegmenes de Competencia y Polticas de Competencia en Amrica Latina: el Caso del MERCOSURp. 49

Gabriel IBARRA PARDORegmenes de Competencia y Polticas de Competencia en Amrica Latina, con Especial Referencia al Grupo Andinop. 57

Franz LEHNERCompetencia y Competitividad: un Enfoque Alternativop. 68

Armando DI FILIPPOPolticas de Integracin, Competencia y Competitividad en Amrica Latinap. 78

Martin SCHRZLa Competitividad en una Economa Mundial - La Inversin en Cualificacin de los Recursos Humanos: la Relacin entre las Universidades y la Industriap. 87

Carlos PEREZ DEL CASTILLOLas Nuevas Dimensiones de la Competitividad Internacionalp. 92

LA COMPETENCIA EN LAS CONDICIONES ACTUALES DE AMERICA LATINAJos Manuel QUIJANOAsesor, Cmara de Industrias del Uruguay; Ex-Director del Instituto de Economa de la Universidad de la Repblica, Montevideo, URUGUAY1. INTRODUCCIONQuisiera comenzar haciendo algunas consideraciones generales sobre el tema de la competencia. Se trata de aspectos bien conocidos y que merecen, por esa razn, un repaso muy breve. La competencia remite, de inmediato, a la estructura de mercado. Es decir, al nmero y a la conducta de compradores y vendedores en un mercado dado. Ahora bien, existe en teora el mercado perfectamente competitivo. Se trata de un mercado atomizado, tanto de compradores como de vendedores y estos toman decisiones de compra y venta que no afectan a los precios del mercado. Si bien buena parte de la teora econmica se ha desarrollado a partir de la competencia perfecta, lo cierto es que los mercados son imperfectamente competitivos, tal como hace ya muchas dcadas Chamberlain y Robinson nos ensearon.En un mercado imperfectamente competitivo los compradores y vendedores tienen en cuenta los efectos de sus decisiones sobre los precios del mercado. En el oligopolio, por ejemplo, se suelen evitar las "guerras de precios" y la competencia se desarrolla predominantemente por diferenciacin de producto. En la competencia monopolstica, si bien hay muchos vendedores, cada uno tiene cierta capacidad (limitada) de influir en el precio de venta. Por fin, tenemos el caso del monopolio, es decir, un solo vendedor con una curva de demanda que es la de todo el mercado y con capacidad de elegir el nivel de produccin.As entonces, podemos idear un cuadro sobre la estructura de mercado con las siguientes caractersticas:ESTRUCTURA DEL MERCADOCaractersticaCompetenciaPerfectaCompetenciaMonopolsticaCompetencia imperfecta

OligopolsticaMonopolstica

N de vendedoresMuchosMuchosPocosPocos

Influencia precioNingunaLimitadaFuerteMuy fuerte

Barrera entradaNingunaNingunaSNo ent.

De manera que, como puede verse, las estructuras son diferentes segn los mercados y ello Puede deberse a distintas razones. Puede deberse, por ejemplo, a razones polticas: ciertos Grupos, ya instalados, consiguen, por influencia, que se requiera una autorizacin especial Para instalarse. Pero, lo ms frecuente es que se deba a razones tecnolgicas: en muchas actividades hay rendimientos crecientes a escala (o costos decrecientes a escala) .En ese caso Slo pocas empresas pueden obtener la escala requerida. Y se presentan situaciones, tambin, en las cuales los costos medios son decrecientes y una sola empresa puede producir con costos ms bajos que en caso de que hubiera varias instaladas. En este ltimo caso decimos que se trata de un monopolio natural.2. LA COMPETENCIA EN LA EPOCA DE LA TRANSNACIONALIZACIONLo expuesto en los prrafos precedentes es una primera aproximacin, muy general. El contacto con la realidad muestra un mundo ms complejo y, tambin, muy concentrado. Cuando hablamos de competencia no podemos ignorar que existen empresas transnacionales que operan a escala global. Hace algunos aos el Centro de las Naciones Unidas sobre Corporaciones Transnacionales (UNCTC) indicaba que 600 Corporaciones Transnacionales (CTNs) significaban un quinto del valor agregado industrial mundial (excluidos los entonces pases socialistas).No deja de ser significativo, as mismo, que diez de esas 600 CTN controlaran el 66% del mercado mundial de semiconductores, que nueve de ellas detentaran el 89% del mercado mundial de telecomunicaciones y que diez de ellas manejaran ms del 50% del mercado mundial de computadores. Estas son apenas algunas evidencias de que las CTN controlan una proporcin creciente del comercio mundial as como delos flujos de inversin. Debe notarse tambin que una parte creciente del comercio mundial es intercambio intra-firma.Esta concentracin no elimina, obviamente, la competencia. Ms bien se podra decir que ella se ha agudizado. Pero esta nueva competencia no afecta por igual a todos los pases, a todas las ramas industriales y a todas las empresas. Lo caracterstico de esta nueva competencia es que se presenta en los mercados dinmicos (automviles, semiconductores, computadoras, bienes de consumo electrnico, equipos de oficina, mquinas herramientas, etc.) y se libra, casi exclusivamente, entre CTNs de Japn, Estados Unidos y de la Unin Europea (UE).De manera que, en sntesis, podemos decir que en una decena de actividades tecnolgicamente intensivas participan unos pocos cientos de grandes e innovativas CTNs que provienen y se disputan tres grandes mercados con distintas caractersticas de acceso: Estados Unidos (relativamente abierto), la UE (semi- abierto) y Japn (semi-cerrado). Hay aqu un primer reto bsico para los pases en desarrollo. Deben prepararse para ser parte de esa disputa de la cual hoy estn excluidos? Pueden aprovechar la rivalidad entre los polos desarrollados? Cmo hacerlo?. De la respuesta a stas preguntas dependen, en realidad, la poltica de competencia as como los esfuerzos para superar una condicin productiva subordinada.3. CARACTERISTICAS DE LA COMPETENCIA SEGUN PRODUCTOSLa exposicin anterior refleja una aproximacin macro, enfocando la perspectiva de grandes sectores que se disputan grandes mercados. Pero hay una dimensin que no debera ser perdida de vista y es la del producto que se oferta en el mercado. Qu caracterstica debe presentar ese producto? Han variado stas con el tiempo y con los cambios en las estructuras de los mercados?Es til comenzar distinguiendo entre productos estandarizados y productos no estandarizados. Cuando se trata de los primeros, la competencia opera, predominantemente, a travs del precio y de la oferta exportable abundante y regular (an con precio competitivo un abastecedor puede perder al cliente si su oferta es escasa y/o irregular).Ahora bien, con frecuencia los productos no son estandarizados. Cuando se trata de mercados oligoplicos, por ejemplo, tiende a predominar la especializacin intraindustrial y la diferenciacin de productos. En estos casos, se suele decir que la "importancia relativa del precio es hoy menor" porque adquieren gran relevancia la calidad del producto, el servicio logstico que lo acompaa, la entrega oportuna y tambin, por supuesto, el precio.Este aspecto es de especial importancia. En mercados exigentes, con productos diferenciados, la calidad adquiere cada vez ms relevancia. Alcanzar la calidad adecuada, en diversas y crecientes lneas de produccin, es, puede decirse, uno de los retos ms difciles para los pases en vas de desarrollo.4. POLITICAS DE COMPETENCIAConvendr ahora detenerse, siquiera brevemente, en las polticas orientadas a fomentar la competencia. Comencemos por ocuparnos de los actores de primera lnea en una poltica de competencia. Podemos decir que el Estado y las empresas son actores de primera lnea.En cuanto al Estado es un hecho que, en muchos pases de Amrica Latina, ha tendido a reducir su presencia como empresario (privatizaciones). Pero ello no quita que haya tenido y mantenga un papel fundamental como actor en la poltica de competencia. Hay aqu varios aspectos a sealar: En primer lugar, el Estado suele ser un abastecedor de ciertos insumos bsicos (electricidad, fueloil,agua) cuyo precio puede contribuir o puede no hacerlo a incrementar la capacidad de competencia (competitividad) de las empresas privadas. Sin ir muy lejos, aqu, en el MERCOSUR, Argentina y Brasil subsidian la electricidad y los grandes consumidores pagan 2 centavos de dlar el kw/h, Uruguay no subsidia y los grandes consumidores de ste pas pagan 5 centavos de dlar el kw/h. En segundo lugar, la poltica impositiva que aplique el Estado no es un tema de escasa relevancia. Cuando la estructura tributaria est volcada a los impuestos directos no es posible practicar la devolucin de impuestos a los exportadores, por el contrario, si los impuestos son predominantemente indirectos, sern pasibles de devolucin segn las normas del GATT. En tercer lugar, el Estado puede gastar mucho y bien en educacin y en investigacin y desarrollo (I + D), en cuyo caso contribuir a elevar la capacidad sistemtica de competir. Tambin puede gastar poco y mal (los gobernantes de turno pueden creer, por ejemplo, que alcanza con importar tecnologa) y entonces conseguir el efecto contrario. En cuarto lugar, quienes gobiernan hacen poltica econmica. Hacen, por ejemplo, poltica cambiaria. Y sta puede mantener un tipo de cambio de equilibrio, o un tipo de cambio sub sobrevaluado. Y cualquiera de stos caminos tiene distintos efectos sobre la capacidad de competir de las exportaciones de bienes y servicios.Otro actor de primera lnea es la empresa. Es ella, en verdad, la que produce y est obligada a competir. Con respecto a la empresa hay varios aspectos a considerar. En primer lugar, en las condiciones presentes el tamao de la empresa es un dato sumamente relevante. Importa, sin duda, por las economas de escala. Pero tambin, y de manera significativa, por los umbrales tecnolgicos, cada vez ms elevados en la mayora de las actividades industriales dinmicas. En segundo lugar, lo expuesto en el prrafo anterior explica que cada vez con ms frecuencia las empresas procuren alianzas estratgicas. Las alianzas estratgicas se han planteado entre grandes CTNs(por ejemplo, la concretada entre la sueca Volvo y la francesa Renault) pero tambin entre empresas de pases desarrollados y subdesarrollados. Estas ltimas buscan, con las alianzas, recursos para capitalizarse, acceso a la tecnologa, ingreso con sus productos a los mercados externos, etc. En tercer lugar, hay otra dimensin del tema de la empresa que no puede ignorarse cuando se analiza la competencia. Es un hecho que empresas muy agresivas en el mercado internacional no slo son de gran tamao sino que, adems, forman parte de grupos. Los keiretsu japoneses, los chaebol coreanos, los grupos financieros franceses o los bancos mltiples alemanes expresan distintas lgicas de conjunto pero con un resultado siempre presente; el fortalecimiento de la empresa a la hora de competir.Las consideraciones anteriores tienen su importancia para la poltica de competencia. Se debe procurar, a travs de la accin pblica, que los mercados se atomicen o al tamao de la empresa (y de las plantas) es un elemento a rescatar para poder competir? Cmo fomentar las alianzas estratgicas?. El modelo germano-japones, que apoya la vinculacin entre empresas industriales, comerciales y financieras, debe ser tolerado?. O, por el contrario, debe predominar el modelo de corte anglosajn (en los hechos, cada vez ms desdibujado en los propios pases de origen) donde es obligatoria la separacin formal entre actividades?5. APERTURA Y MERCADO LABORALHemos hecho referencia al Estado y a la empresa como actores de primera lnea. Hay al menos dos aspectos ms a los cuales deberamos prestar atencin. Por un lado, la modalidad de apertura; por el otro, las transformaciones en el mercado laboral.En cuanto a la apertura, puede decirse que hay una tendencia mundial en esa direccin. Pero de inmediato deberamos acotar esa informacin. Dicha apertura no tiene la misma intensidad ni la misma modalidad en todos los pases. Hay ejemplos, por cierto, entre los casos ms exitosos de desarrollo, de aperturas esencialmente exportadoras de bienes y servicios. Japn, por ejemplo, se ha abierto para exportar pero no lo ha hecho para importar (como cualquiera que quiere venderle algo lo sabe).Tambin hay ejemplos de aperturas graduales que toleran ms importacin a medida que crecen las exportaciones. Varios pases de la Unin Europea han transitado ste camino. Y est tambin la apertura unilateral importadora, que ha conducido rpidamente -por incremento importador y descenso exportador- a un gran dficit en las balanzas comercial y de cuenta corriente y que se prctica en algunos pases de Amrica Latina con una finalidad estabilizadora de los precios internos.La modalidad y la intensidad de la apertura no es un tema menor para la competencia. Implica, entre otras cosas, escoger el terreno para competir. Fuera de fronteras, en el caso de Japn. Dentro de fronteras, en la apertura importadora unilateral de algunos pases de Amrica Latina. Permtanme decirles que los acontecimientos posteriores al 20 de diciembre de 1994, tanto en Mxico como en Argentina, eximen de todo comentario sobre la conveniencia y viabilidad de las aperturas unilaterales importadoras.El otro aspecto tiene que ver con el mercado laboral. Existen reglas, por lo general muy justas, que regulan la relacin entre los patronos y los trabajadores. Estas reglas suelen ser el resultado de la historia de cada pas, de conflictos y conciliaciones. Ahora bien, las exigencias actuales de competencia, a nivel global, llevan a la necesidad de flexibilizar las condiciones laborales.Imaginemos, por ejemplo, una empresa que tiene muchsima actividad durante seis meses, y escasa durante los otros seis. Debe pagar ocho horas de jornada todo el ao ms horas extra en el perodo de mxima actividad? Puede hacerlo? La competencia se lo permite?. Pongo este ejemplo (podra poner otros muchos) para demostrar que los trabajadores, los empresarios y el Estado deben discutir, con madurez, las nuevas condiciones del mercado laboral porque ese es un tema bsico para la supervivencia de muchas empresas.De manera que la modalidad y la intensidad de la apertura y las nuevas condiciones en el mercado laboral, son componentes esenciales en una poltica de competencia. Son estos algunos de los temas de una agenda ineludible para Amrica Latina, que no puede ser postergada.COMPETENCIA E INTEGRACION EUROPEALoukas TSOUKALISDirector de Estudios Econmicos Europeos, Colegio de Europa, Brujas; Profesor de Integracin Europea, Universidad de Atenas, GRECIA1. ETAPAS DE LA INTEGRACION EUROPEALas iniciativas polticas y las fuerzas econmicas autnomas han originado, en el transcurso de los aos, una transformacin radical de las relaciones econmicas intraeuropeas, as comoTambin de las relaciones entre la regin como un todo y el resto del mundo. La Unin Europea (UE)(1) y sus diversas instituciones han servido hasta ahora como los principales instrumentos polticos para la integracin progresiva de las economas nacionales. La interaccin de las polticas con la fuerzas del mercado, que naturalmente tienden a transcender las fronteras nacionales, ha dado forma a la identidad regional de Europa Occidental en el contexto de una creciente interdependencia econmica internacional.Los cimientos de la integracin econmica europea fueron erigidos sobre las secuelas de la Segunda Guerra Mundial. A partir de entonces pueden distinguirse tres etapas principales. La primera coincide con un largo perodo de gran crecimiento, los aos dorados de las dcadas de los 50 y los 6, cuando la creacin de instituciones comunes y el establecimiento de un nuevo marco jurdico acompas la rpida liberalizacin del comercio intraeuropeo, la cual afect principalmente al comercio de bienes. En trminos econmicos, se hizo nfasis en la eliminacin de los controles fronterizos y, ms especficamente, en la eliminacin de los aranceles y de las restricciones que imponan los contingentes. La intervencin activa poor parte de las instituciones comunes se limit esencialmente a la agricultura, debido a las caractersticas peculiares de este sector y a su importancia dentro de las economas nacionales de ese perodo. Tambin se establecieron disposiciones que implicaron una intervencin activa en el sector del carbn y del acero, aunque en aquellos primeros aos pocas veces se recurri a ellas. Por otra parte, la liberalizacin tanto en el mbito europeo, como en el internacional, coincidi con el desarrollo de la economa mixta y del estado de bienestar en Europa Occidental.La segunda etapa se caracteriz por el estancamiento. El largo perodo de auge econmico lleg a su fin cuando las economas europeas fueron sacudidas por la crisis petroleras y la rpida desintegracin del orden monetario internacional. Se podra tambin argumentar que el perodo de rpido crecimiento y de alto empleo llevaba las semillas de su propia destruccin, para usar una expresin que ahora est fuera de moda en el discurso poltico. Al mismo tiempo, hubo estancamiento en trminos de integracin y gran parte del esfuerzo de los "arquitectos" del proceso fue volcado a evitar el colapso del an muy incompleto edificio europeo. Si bien esos fueron los aos en que la diversidad econmica nacional se hizo pronunciada el trmino estancamiento es quizs demasiado fuerte para ser utilizado dado que "lEurope des petits pas" continuaba avanzando y algunos de aquellos pequeos pasos tales como el establecimiento del Sistema Monetario Europeo (SME), al final resultaron ser muy significativos. Incluso la crisis econmica no impidi que otros pases se unieran a la CE.El comienzo de la tercera etapa puede situarse alrededor de 1985, si bien ya se haban notado previamente ciertas corrientes de cambio. La segunda mitad de los aos 80 estuvo marcada por el nuevo lanzamiento del proceso de integracin regional y un notable cambio en el clima econmico y poltico en Europa Occidental. La integracin se adentr en reas nuevas: la regulacin econmica dentro de las fronteras nacionales y tambin en el mbito de los servicios y de los factores de produccin. Los acontecimientos acaecidos a partir de mediados de la dcada de los 80 constituyen un cambio cualitativo en el proceso histrico. Hemos sido testigos del surgimiento de un sistema econmico europeo a modo de superestructura construida por encima de la trama ya densa de las economas nacionales (Tsoukalis,1993)(2).Durante este perodo, Europa Occidental experiment uno de los auges ms prolongados del perodo de posguerra, si bien las tasas de crecimiento fueron inferiores a las experimentadas durante "los aos dorados" de las dcadas de los 50 y 60. Sin embargo, si se le compara con el perodo ms reciente, el desempeo econmico fue verdaderamente espectacular. El crecimiento estuvo impulsado por la inversin. Los pases de la CE se transformaron, con creces, en los mayores receptores de inversiones en cartera extranjera y de inversin directa, la que registr un incremento pronunciado. Se podan apreciar ciertas reminiscencias de los primeros aos de la integracin regional all por fines de la dcada de los 50 y comienzos de los 60.El rpido aumento de los coeficientes de inversin estuvo acompaado de un proceso de grandes reconversiones en el sector manufacturero y de servicios. Hubo una ola de fusiones y adquisiciones, que en un gran nmero se realizaron traspasando las fronteras nacionales. Por primera vez, la integracin europea se extendi a la esfera de la produccin. Mientras tanto, la participacin del comercio al interior de la CE registr un agudo incremento. El programa del mercado interior y el nuevo enfoque respecto de la poltica industrial fueron totalmente coherentes con los acontecimientos en el mbito empresarial; por eso result natural que los dos procesos se fortalecieran mutuamente. Las iniciativas polticas europeas tambin estuvieron fuertemente influenciadas y fortalecidas por el proceso de globalizacin y por los nuevos vientos ideolgicos que soplaban allende el Atlntico y al otro lado del Canal de la Mancha.Durante el mismo perodo se crearon millones de nuevos empleos si bien el desempleo en Europa Occidental sigui alcanzando niveles histricamente altos. Al mismo tiempo, los costos laborales unitarios continuaron su tendencia decreciente, lo que tambin contribuy a un cambio ulterior de las participaciones en los ingresos de los beneficios. Se trat de una confirmacin ms del importante cambio que estaba teniendo lugar en las condiciones polticas y econmicas de Europa Occidental que, a su vez, estuvo estrechamente vinculado al nuevo lanzamiento del proceso de integracin.Es evidentemente imposible establecer la relacin exacta entre las iniciativas polticas en el mbito europeo y la marcada mejora de las condiciones macroeconmicas durante la segunda mitad de la dcada anterior. La confianza empresarial estuvo indudablemente influenciada por factores exgenos, tales como la disminucin de los precios del petrleo y la distensin de la poltica monetaria despus del "crash" burstil de octubre de 1987, que tambin contribuyeron al crecimiento de la produccin mundial durante el mismo perodo. No obstante , no se debera subestimar el papel desempeado por las medidas para el reforzamiento de la integracin y para implantar una economa basada en la oferta, incluyendo el programa del mercado interior, en la conformacin de las expectativas de los agentes econmicos de Europa Occidental.Se trat ms que nada de un efecto de anticipacin, ya que la accin empresarial precedi a la aplicacin real de las medidas de la CE. Se trat de una repeticin del crculo virtuoso experimentado casi 30 aos antes? La desaceleracin del crecimiento econmico que comenz en la dcada de los 90 y que rpidamente se torn en estancamiento parece sugerir que este crculo virtuoso no podra durar mucho tiempo. El deterioro del clima econmico estuvo acompaado, una vez ms, de un creciente escepticismo acerca del proceso de integracin regional. La integracin europea, es acaso un fenmeno de tiempos de bonanza?2. CARACTERISTICAS BASICAS DE LA NUEVA ECONOMIA EUROPEAEl mapa econmico de Europa Occidental se ha ido transformando de manera constante. A ms de 40 aos del establecimiento de las primeras instituciones regionales, Europa Occidental se caracteriza por una alta densidad de intercambios econmicos intra-regionales. Las fronteras econmicas nacionales se han tornado cada vez menos importantes, si bien todava estn lejos de ser intrascendentes. A transcendencia de las fronteras econmicas se relaciona no slo con los controles fronterizos sino tambin, cada vez ms, con las diversas formas de discriminacin indirecta entre productores y propietarios de los factores de produccin en base a su nacionalidad, lo que resulta de los diferentes marcos reglamentarios de cada pas. La integracin ha penetrado de forma lenta pero constante en el rea de la economa mixta, lo que se ha logrado gracias a la combinacin de medidas de desregulacin, a la amplia aplicacin del principio de mutuo reconocimiento y a la adopcin de normas comunes en el mbito europeo. Los nuevos "regmenes" emergentes varan considerablemente de una regin econmica a otra. En el transcurso de los aos, la atencin se ha ido desplazando progresivamente de los derechos aduaneros sobre los bienes, a las regulaciones y normas tcnicas, a las normas de supervisin de las instituciones financieras y a la apertura de las licitaciones pblicas.En trminos de bienes y servicios, ha habido un nfasis creciente en la liberalizacin del mercado y en el fortalecimiento de la competencia. La intervencin estatal en el mbito nacional se vio debilitada como resultado de la apertura de fronteras y de las exigencias impuestas en el mbito europeo, lo que no ha sido compensado mediante intervenciones similares por parte de las nuevas instituciones centrales. La ltima etapa de la integracin se ha caracterizado por un fuerte nfasis desregulatorio, aunque es an prematuro proncunciarse respecto del alcance y los efectos probables de la desregulacin. El nuevo enfoque en materia de normas y la liberalizacin de los servicios financieros son dos ejemplos en este sentido.La poltica industrial europea consiste principalmente en la poltica de competencia que se aplica tanto a las empresas privadas como, cada vez ms, a las ayudas estatales y a las empresas nacionalizadas. Por el contrario, la intervencin pblica en el mbito europeo est dirigida, ante todo, a la promocin de la investigacin y el desarrollo (I + D), especialmente en los sectores de alta tecnologa, y a la colaboracin entre empresas de diversos pases europeos. Esta es una versin europea muy atenuada de la vieja poltica de los "campeones nacionales" a la que ha reemplazado parcialmente. Las instituciones de la UE no cuentan ni con los recursos econmicos, ni con la legitimidad necesaria para llevar adelante una poltica industrial ms activa.El intervencionismo, bajo la forma de una poltica industrial activa, dirigido a influir la asignacin de recursos a nivel sectorial e incluso a nivel micro, ha sido la excepcin ms que la regla. La excepcin ms notoria es la agricultura, en la cual un conjunto de normas sumamente elaboradas junto con una poltica muy onerosa datan de los primeros aos de la integracin, en el sector agrcola, el laissez faire no existe, por cierto, como opcin poltica. Hay demasiados aspectos a tener en cuenta, sociales y ambientales entre otros, aparte de la escasa eficiencia del mercado, que descartan la posibilidad de un desmantelamiento completo de la Poltica Agrcola Comn (PAC) en un futuro cercano. Sin embargo, el balance de esta poltica sectorial, la forma ms avanzada de poltica comn en el mbito europeo, no es del todo alentador. Ha habido poca correspondencia entre los objetivos y los instrumentos, lo que ha determinado un desperdicio de los escasos recursos y un serio enturbamiento de las relaciones con terceros pases. Adems, las instituciones europeas han demostrado una gran falta de flexibilidad para adaptar la PAC a las circunstancias econmicas cambiantes. Slo muy recientemente, y como resultado de las crecientes presiones externas y de las restricciones presupuestarias internas, la UE parece en la actualidad estar ms dispuesta que nunca a proceder a una reforma radical, desplazando la carga de la intervencin de las garantas de precios a los subsidios a las rentas.En el sector manufacturero, el nico ejemplo importante de una poltica altamente intervencionista ha sido el caso de la siderurgia. Se desarroll en respuesta a un profunda crisis del sector durante los largos aos de recesin y fue fuertemente cuestionada en trminos de su eficiencia. Sin embargo, en aquel momento, la nica alternativa realista la constituan, aunque puede ser discutible, las polticas proteccionistas nacionales que podran haber causado perjuicios an peores. El elaborado sistema de controles europeos se ha ido desmantelando gradualmente, si bien en los ltimos tiempos, con el deterioro de la coyuntura econmica ha habido, una vez ms, grandes presiones a favor de la intervencin. No obstante resulta difcil imaginarse que un sistema de esta ndole se vuelva a implantar en un futuro previsible.La liberalizacin del comercio, incluyendo la eliminacin progresiva de un gran nmero de barreras no arancelarias, ha contribuido a generar un alto grado de interdependencia entre los pases de Europa Occidental. El comercio intraeuropeo ha crecido ms rpidamente que el PIB y ms velozmente que el comercio con el resto del mundo. Esta interdependencia se observa, ante todo, en materia de bienes, aunque tambin se produce cada vez ms en los servicios que han estado en el ncleo en la ltima etapa de la integracin.La situacin es cualitativamente diferente respecto del capital y del trabajo. La movilidad del capital ha crecido rpidamente con los aos, pero esto es ms un fenmeno internacional que europeo. Durante muchos aos, los flujos de capital entre Europa Occidental y el resto del mundo fueron varias veces mayores que los flujos al interior de Europa; esto se verificaba tanto en las inversiones extranjeras directas como en el movimiento de capitales de corto plazo. La situacin ha cambiado un poco en los ltimos aos que han sido testigos de un aumento importante en la movilidad del capital intraeuropeo, ayudada por importantes medidas de liberalizacin. La capacidad de los gobiernos nacionales de influir en la colocacin de las inversiones y de los flujos de capital se ha visto generalmente cercenada, aunque dista de ser marginal. El incremento de la movilidad del capital ha estado acompaado por una ola de fusiones y adquisiciones transfronterizas y por la aparicin de un gran nmero de empresas europeas e internacionales. Ha habido un debilitamiento progresivo de los lazos entre las empresas y los Estados. Si bien esta tendencia no est limitada a Europa, ella debera conducir, finalmente, a un mayor incremento de la interdependencia comercial en el interior de Europa.Por lo contrario, la movilidad de la mano de obra entre los pases de la UE ha sido escasa, ya que la mayora de los inmigrantes provienen de fuera de Europa Occidental. Las presiones ejercidas por la migracin de la mano de obra desde el Este y el Sur han ido creciendo a un ritmo rpido en los ltimos aos. A excepcin de Irlanda, todos los pases de la UE se han convertido en importadores netos de mano de obra incluyendo, muy especialmente, los pases del Sur de Europa que solan ser los que enviaban el grueso de los trabajadores temporarios a los pases ms adelantados e industrializados del Norte.Dentro de Europa Occidental, la circulacin de profesionales se ha incrementado y se espera que la haga an ms como resultado de la actual etapa de liberalizacin. Los mercados de trabajo nacionales se siguen caracterizando por una amplia diversidad en trminos de legislacin y de relaciones de poder entre los empresarios y los sindicatos; en otras palabras, el mercado de trabajo europeo permanece altamente compartimentado. La persistencia de realidades sociales y polticas nacionales es lo que explica, en gran medida, que no se hayan hecho grandes adelantos respecto de la poltica social europea, a pesar de los ingentes esfuerzos realizados en los ltimos aos. La descentralizacin y los subsidios continuarn siendo, por algn tiempo, los principios claves en esta rea. Una armonizacin demasiado amplia y demasiado rpida en trminos de poltica social podra socavar la competitividad de las economas menos desarrolladas.En el campo macroeconmico, ha habido adelantos significativos en los ltimos aos, luego de un comienzo lento y difcil. Una vez establecido el SME, el nfasis se ha puesto en la conservacin de tipos de cambio intraeuropeos estables, utilizndose a esos efectos una estrecha coordinacin de las polticas monetarias nacionales. La estabilidad, empero, lleg a su fin con la gran crisis especulativa de 1992-93.La creacin plena de una unin econmica y monetaria (UEM) debera ser el tema clave de la dcada de los 90. Significar la transferencia de instrumentos polticos importantes del mbito nacional al europeo, con consecuencias polticas y econmicas muy importantes. En realidad, el efecto de una unin monetaria sobre el sistema econmico europeo probablemente sea mayor que todo lo que haya ocurrido hasta ahora.Contrariamente a la poltica monetaria, la poltica fiscal por el momento permanece siendo marcadamente nacional. El progreso en trminos de la armonizacin impositiva ha sido muy lento y, a falta de una armonizacin suficiente, el mtodo adoptado para la eliminacin de las fronteras fiscales al interior de la UE, si bien bastante ingenioso, conlleva riesgos considerables. Un logro importante ha sido la armonizacin de los sistemas de imposicin indirecta, aunque tanto la base imponible como las tasas todava difieren considerablemente entre los pases. Las polticas presupuestarias tambin continuaron difiriendo ampliamente entre s como un residuo importante de las soberanas econmicas nacionales. En cierta medida, haciendo de la necesidad virtud, se ha conservado una amplia autonoma fiscal como parte de una plena UEM. El dbil poder fiscal en el centro es la otra cara de la moneda, lo que significa tambin que las funciones de estabilizacin y redistribucin de las instituciones centrales continuarn siendo marginales durante algn tiempo.La gran interpenetracin econmica entre los pases de Europa Occidental se combina con una apertura considerable frente al resto del mundo, si bien en este sentido Europa Occidental, en su totalidad, no difiere mucho de Estados Unidos o Japn. Europa Occidental es el principal bloque econmico del mundo y participa activamente en el intercambio econmico internacional. Tanto la gran restructuracin del sector manufacturero como la desregulacin de los servicios financieros que han marcado la evolucin econmica europea de los ltimos aos son parte de los fenmenos internacionales; pero evidentemente se han visto afectados por las decisiones polticas adoptadas dentro del mbito europeo.En algunos sectores existen polticas defensivas y barreras proteccionistas relativamente altas, tanto en el extremo superior como inferior de la divisin internacional del trabajo en la que los europeos perciben una prdida de la ventaja comparativa. Pero, en general, sera quizs injusto caracterizar a las polticas europeas como ms proteccionistas y dirigidas hacia el interior que las perseguidas por los otros dos grandes actores de la escena econmica mundial. Las polticas comerciales europeas tradicionalmente han tenido una fuerte dimensin regional si bien las preferencias comerciales han sido utilizadas, algunas veces, como sustituto de la falta de otros instrumentos de poltica para el logro del objetivos ms amplios. Tal vez se trate de las frustraciones de un gigante econmico que durante aos permaneci siendo un enano poltico. La debilidad relativa de las instituciones centrales tambin explica, al menos en parte, el carcter defensivo y reactivo de las polticas europeas.3. CAMBIOS EN EL ORDEN ECONOMICOEl sistema econmico europeo que est surgiendo se caracteriza por un incremento rpido de la movilidad de los bienes, los servicios y los factores de produccin; -tambin se caracteriza por un alto grado de descentralizacin del poder poltico. Ha tenido lugar una cierta transferencia de poder en la esfera econmica hacia fuera del mbito nacional y esto se ha visto fortalecido por la adopcin de normas comunes. De todas formas, la integracin econmica ha tenido un efecto innegable sobre la interaccin entre el Estado y el mercado, generando un desplazamiento hacia este ltimo. En la medida en que se asuma que hay una cierta alternativa (trade off) entre eficiencia, por una parte, y estabilidad y equidad, por la otra, el nfasis se ha puesto sobre la primera, especialmente durante la ltima etapa de la integracin , lo que tambin es coherente con el cambio ideolgico de la dcada de los '80. El nuevo sistema econmico europeo est ms cercano al modelo estadounidense: quizs ms dinmico, pero tambin ms desigual.El debilitamiento del poder estatal se observa tanto en las actividades regulatorias e intervencionistas de las autoridades pblicas, como su papel redistributivo. Los ejemplos de normas y servicios financieros se relacionan con las primeras aunque, como se mencionara anteriormente, el alcance del impacto desregulatorio de la integracin no puede todava evaluarse en su totalidad y en algunos casos quizs se exagere. En la medida en que la eliminacin de las barreras intraeuropeas tenga lugar en base al reconocimiento mutuo de las normas nacionales y no en base a la adopcin de normas comunes nuevas, la integracin tambin significar la intensificacin de la competencia entre los sistemas econmicos nacionales. Por ejemplo, Siebert (1989, pg. 6) sostiene que "el arbitraje de los consumidores y las empresas demostrar cul es el mejor marco de reglamentacin nacional a los ojos del consumidor o del productor: la reglamentacin nacional tiene que pasar la prueba del papel de tornasol de los agentes privados que votan con sus bolsillos y con sus pies. Ser posible probar el proceso de seleccin darwinista o encontrar el menor denominador comn que pueda significar una menor ataencin por las externalidades econmicas y una mayor proteccin del consumidor y del medio ambiente?."Tambin existe una dimensin externa del papel reducido de las autoridades pblicas en la ejercitacin de influencia sobre la asignacin de recursos. As pues, en un mundo de interacciones comerciales estratgicas, las instituciones europeas tienen tendencia a seguir siendo jugadores dbiles durante mucho tiempo, a la vez que los gobiernos nacionales cada vez estn menos aptos para jugar este juego en forma efectiva. Sin embargo, esta debilidad de las instituciones europeas slo puede ser vista como una verdadera bendicin para los que apoyen el libre comercio.Por otra parte, el lento progreso en materia de armonizacin fiscal, combinado con la creciente movilidad de los bienes y factores de produccin y, sobre todo, del capital, seguramente conduzca a un mayor arbitraje entre los pases y, consecuentemente, a menores ingresos por concepto de impuestos. Esto a su vez restringir la capacidad de los Estados nacionales de suministrar bienes pblicos y reducir las disparidades de ingresos entre diferentes regiones y clases sociales por medio de polticas redistributivas, mientras que la contribucin de las instituciones europeas en este sentido permanece limitada. Tambin en la esfera monetaria habr un papel menos activo por parte del Estado ya que las ideas keynesianas han perdido gradualmente su atractivo para los formuladores de polticas. Es as que los intrumentos monetarios han sido dirigidos, en forma creciente, hacia la estabilidad de precios, tendencia sta que se ha visto fortalecida por la cooperacin europea en el contexto del SME. Esta orientacin ser llevada a su conclusin lgica mediante la creacin de instituciones monetarias centrales y por la ulterior disminucin del poder discrecional que los gobiernos electos tengan sobre las polticas monetarias.La descentralizacin, combinada con la amplia diversidad y las grandes disparidades dentro de la UE, significa que los agentes econmicos privados entran en la competencia intraeuropea con ventajas muy diferentes. Las diferencias en trminos de infraestructura de capital entre pases y regiones son lisa y llanamente enormes; en cuanto a las diferencias en la calidad de los sistemas educativos y de la eficiencia relativa de las estructuras institucionales, no son tampoco mucho menores. Sin embargo, la experiencia histrica no nos permite ninguna generalizacin significativa acerca del efecto de la integracin sobre las disparidades econmicas entre diferentes pases y regiones. En todo caso, esas disparidades han demostrado una tendencia a estrecharse en perodos de alto crecimiento. Debemos, por lo tanto, permanecer cautelosos acerca de los efectos distributivos que una mayor integracin pueda comportar en el futuro.La UE trata de abordar el problema de las disparidades econmicas entre pases mediante un pequeo nmero de instrumentos de poltica redistributiva, cierta diferenciacin en la aplicacin de las normas y polticas comunes (el recurso a calendarios ms extensos para las economas ms dbiles y a derogaciones temporarias han caracterizado una buena parte de las modalidades de aplicacin de la legislacin del mercado interno) y el intento por mejorar las condiciones macroeconmicas generales para facilitar la tarea del ajuste econmico. Las transferencias de recursos al interior de la UE se canalizan principalmente hacia los proyectos de infraestructura pblica y hacia los programas de capacitacin laboral en los pases y regiones ms dbiles. Si bien es cierto que en los ltimos aos han crecido signficativamente, la principal responsabilidad de la redistribucin sigue estando en manos de los gobiernos nacionales. Es por ello que estos ltimos continan asumiendo la principal carga de la redistribucin del ingreso y de la provisin de la asistencia social.4. LA EMERGENCIA DE LOS "CAMPEONES EUROPEOS" COMPETENCIA O POLITICA INDUSTRIAL?Muchos libros de texto siguen haciendo referencia a las cinco etapas de la integracin econmica definidas por Balassa (1961), comprendiendo la zona de libre comercio, la unin aduanera, el mercado comn, la armonizacin de las polticas econmicas y la unin econmica plena. Las distintas etapas generalmente se presentan en forma de escalera que puede subirse escaln por escaln para finalmente llegar al estado de dicha eterna, es decir, a la integracin econmica completa. Pero tanto esta categorizacin como la teora tradicional del comercio internacional son engaosas porque las dos bsicamente ignoran la realidad de las economas mixtas en las que la intervencin estatal no se limita a los controles fronterizos ni a la poltica macroeconmica (Pelkmans, 1980).En el contexto de tales economas, una unin aduanera completa o un mercado comn no son en absoluto inferiores a una integracin econmica total; esto es lo que resulta cada vez ms evidente en el caso de la UE. La extensa lista de barreras an persistentes contenidas en el Libro Blanco de 1985, fueron seguramente prueba suficiente de los anteriores fracasos por lograr un mercado comn pleno; pero tambin son un recordatorio de la envergadura de la tarea emprendida y un testimonio de la omnipresencia del Estado en las economas europeas mixtas y su relevante papel como regulador de la actividad econmica.El Tratado de Roma estableci las bases para una poltica comn de competencia a ser dirigida por la Comisin. El Artculo 85 trata del comportamiento colusorio, el Artculo 86 del abuso de la posicin dominante y el Artculo 92 del problema de las ayudas estatales en que la prohibicin general est seguida de una extensa lista de excepciones. No se otorgaron a la Comision facultades directas para controlar las fusiones ex ante, si bien el Tratado de Pars contena disposiciones en ese sentido. En vista de la larga historia de formacin de carteles en el sector siderrgico, eso era comprensible. No se consider que esas potestades fueran necesarias para la CEE y , en realidad, el establecimiento de sta en 1958 trajo como consecuencia un proceso de concentracin econmica en algunos pases europeos que asistieron al nacimiento de muchos "campeones nacionales". En ese momento, los gobiernos de los Estados Miembros y la Comisin adoptaron un enfoque laxo sobre el tema, dado que el gran tamao de las empresas se consideraba como la forma de enfrentar la competencia de las multinacionales de Estados Unidos. Se trataba, despus de todo, de los tiempos llamados del "dfi amricain" (Servan-Schreiber, 1967).El Reino Unido introdujo una legislacin contraria a las fusiones en 1965 y a continuacin la Repblica Federal de Alemania hizo lo propio en 1973. Este fue el mismo ao en que laComisin tambin decidi plantear propuestas con el objeto de contar con una legislacin similar en el mbito comunitario. Tuvo que esperarse 16 aos antes que el Consejo de Ministros decidiera avanzar en esa direccin. Los gobiernos nacionales, por lo menos los que posean facultades legales en esta rea, no estaban nada entusiasmados con la idea de transferirlas a la CE. En efecto, vale la pena observar que, en 1989, cuando la legislacin comunitaria fue aprobada en esta materia, slo tres pases(Alemania, Francia y Reino Unido)Contaban con instrumentos efectivos para el control de las fusiones; mientras que Irlanda y los Pases Bajos tambin tenan alguna disposicin al respecto. Si se pudiera considerar que la dimensin y el alto grado de dependencia del comercio internacional fueran sustitutos efectivos de las normas internas en materia de concentracin del mercado para las economas pequeas y abiertas, este argumento tendra menor validez en los casos de Espaa e Italia. De hecho, la aprobacin de la legislacin comunitaria desencaden, entretanto, respuestas similares en el mbito nacional.Tres episodios diferentes contribuyeron gradualmente a generar un cambio de actitudes por parte de los gobiernos y de las empresas privadas en el sentido de aceptar la conveniencia de adoptar una legislacin propiamente comunitaria para un control ex ante de las fusiones. Uno de ellos fue la jurisprudencia dictada por el Tribunal de justicia de la CE: las decisiones emitidas en los casos de Continental Can, en 1973 y de Philip Morris-Rothmans en 1987, abrieron la posibilidad al uso de los Artculos 85 y 86 para un control ex ante en algunos casos claramente definidos. Estas sentencias provocaron inmediatamente que la Comisin tomara cartas en el asunto, al crearse de hecho una zona gris en trminos de facultades jurdicas en un espacio situado entre el mbito nacional y el de la CE. Por otra parte, el veloz crecimiento de la actividad transnacional de las empresas europeas en los ltimos aos signific que esta actividad poda estar sujeta a la jurisdiccin de pases diferentes, creando as una pesadilla para las empresas interesadas y un negocio muy lucrativo para los abogados especializados en competencia. De ah el anhelo por lo que fue dada en llamarse "la tienda centralizada"(one-stop shop), es decir que una sola autoridad, al menos dentro de la Comunidad, debera tener competencia para decidir la conveniencia de una fusin que rebasara las fronteras nacionales. Es por ello que la legislacin de la CE en esta rea se volvi importante slo cuando las fusiones comenzaron a desbordar el marco nacional. El tercer factor que hizo que esa legislacin fuera polticamente factible fue la convergencia gradual de las legislaciones nacionales en materia de poltica de competencia.La teora microeconmica moderna ha ido ms all de la simple medicin del grado de concentracin del mercado (la definicin de la importancia del producto y de mercado geogrfico es una tarea difcil en s misma) y, en cambio, ha hecho hincapi en la "desafiabilidad" de los mercados. Factores tales como penetracin de las importaciones, barreras al ingreso y elasticidad de la demanda se tienen en cuenta para decidir la opcin (trade-off)entre eficiencia y poder monoplico. Por supuesto que las fusiones en los sectores de rpido crecimiento con fuerte competencia internacional plantean menos problemas en trminos de poder monoplico potencial que las que tienen lugar en las industrias maduras con baja penetracin de las importaciones. En Europa se ha visto ejemplos de ambos casos (Jacquemin, Buigues y Llzkovits, 1989). Las prolongadas y difciles negociaciones se centraron alrededor de tres temas principales: el umbral, expresado en trminos del volumen de negocios combinado de las empresas en cuestin, ms all del cual se activaran las facultades de la Comisin; la lnea de demarcacin entre las competencias de la CE y las nacionales; y los criterios a ser utilizados cuando se juzgara si una propuesta de fusin sera aceptable o no. Sobre el terna del umbral, la divisin estuvo entre los pases grandes y los pequeos, mas precisamente entre los pases que tenan una legislacin efectiva en esta materia y aquellos que no la tenan. Los primeros, naturalmente, estaban a favor de umbrales altos que maximizaran el rea de influencia de las entidades nacionales. Una divisin similar surgi en cuanto a si la Comisin tendra la ltima palabra respecto de la fusin propuesta. En este sentido, los britnicos y los alemanes pugnaban por restringir lo ms posible los poderes de la Comisin. En cuanto a los criterios a utilizar, la divisin entre los pases era un reflejo de las distintas tradiciones y actitudes en materia de poltica industrial. Mientras que Alemania con la poltica antitrust mas desarrollada de todos los pases miembros insista en el uso exclusivo del criterio de competencia para decidir la conveniencia de una fusin propuesta, otros piases corno Francia e Italia queran agregar otras consideraciones relacionadas con los objetivos de las polticas industriales y regionales.La reglamentacin finalmente aprobada en diciembre de 1989 y que ha estado en vigor desde setiembre de 1990, estableci en 5.000 millones de ECUs el umbral para el volumen combinado de negocios de las empresas en cuestin en el mbito mundial. Este umbral puede reducirse a 2.000 millones de ECUs cuando tenga lugar un reexamen de esta poltica. Se establecieron dos condiciones adicionales para que usa oferta propuesta caiga bajo jurisdiccin comunitaria, a saber, que por lo menos 350 millones de ECUs del volumen combinado de negocios se realice dentro de la Comunidad y que menos de los dos tercios de volumen combinado de negocios se encuentre en un nico pas miembro. La influencia alemana fue realmente muy fuerte en esta nueva legislacin: las decisiones de la Comisin se basaran, primordialmente, en motivos de competencia, si bien no poda excluirse totalmente la referencia a los criterios de "eficiencia" en las futuras decisiones de la Comisi6n (George y Jacquemin, 1992). Los alemanes tambin lograron diluir el objetivo de "la tienda centralizada" al abrir el camino a 1as decisiones comunitarias y nacionales conjuntas, al menos en algunos casos definidos en forma limitada. La idea del doble control era minimizar el riesgo de que la Comisin aprobara luego otros criterios que no fueran los de la competencia para permitir la realizacin de grandes fusiones.Mientras tanto, la Comisin ha procurado alentar la cooperacin entre empresas europeas, mediante varios proyectos en el campo de alta tecnologa, el programa del mercado interior y a travs de persistentes esfuerzos encaminados a armonizar la legislacin sobre las empresas. La nueva reglamentacin para el control de fusiones tambin puede verse como un medio para facilitar las fusiones europeas al reducir, en la medida de 1o posible, el rea en que se superponen las competencias nacionales y las comunitarias. La cooperacin entre las empresas europeas ha sido considerada corno un medio para lograr el objetivo del mercado inicio europeo y para mejorar la competitividad internacional. Ello tambin ayudara a fortalecer la base econmica y poltica para la integracin europea el reconducir gradualmente los lazos polticos al mbito europeo y de esta manera cortar el cordn umbilical que une a las grandes empresas con sus gobiernos nacionales.Puede la creacin de "campeones europeos" representar una primera etapa hacia la unin poltica europea? Es una idea demasiado simple para ser cierta. Por una parte, las medidas para fortalecer la dimensin europea de un proceso internacional hacia la produccin global y el "trabajo en redes" han estado acompaadas por un nfasis creciente en las polticas antitrust tanto en el mbito nacional corno europeo. Esto refleja un cierto cambio de actitudes, si bien no siempre coherente, hacia una mayor competencia y facilita la comprensin de que la dimensin, por si misma, no garantiza la competitividad internacional. Por otra parte, la UE, contrariamente a los gobiernos nacionales en las primeras etapas de la integracin, no tiene muchos instrumentos a su disposicin para promover en forma activa el desarrollo de "campeones europeos", ni tiene probabilidades de conseguirlo en un futuro previsible. Esto ha sido confirmado tambin por el nuevo capitulo sobre poltica industrial incluido en el Tratado de Maastricht, que muestra que todava existe poco consenso para aprobar un papel activo e intervencionista por parte de la Comunidad en este rea. Un Estado dbil tambin implica una poltica industrial dbil, aun cuando exista la intencin de llevarla a cabo, lo que tampoco es el caso para un gran numero de pases. Esto podra resultar en una seria desventaja en un mundo de interaccin comercial estratgica, aunque las opiniones varan mucho al respecto.La aprobacin de la nueva legislacin para el control de las grandes fusiones europeas todava deja un campo muy amplio de decisiones en manos de las autoridades nacionales. Las propuestas formuladas por la Comisin para la armonizacin de las legislaciones nacionales y el proceso de smosis podrn dar lugar, gradualmente, a una mayor convergencia de las polticas nacionales de competencia. Una experiencia similar existe en relacin con la aplicacin de los Artculos 85 y 86 del Tratado. De todas formas, este proceso probablemente sea extremadamente lento, lo que a su vez plantea el terna de las posibles distorsiones en la competencia intraeuropea entre empresas. El mismo comentario so aplica con respecto a las diferentes leyes que afectan a las empresas y a su efecto sobre la actividad corporativa y la asignacin de recursos entre los piases. Pero, hasta dnde quieren llegar la UE y los Listados Miembros en trminos de armonizacin y de transferencia de poderes a has instituciones comunitarias para eliminar las distorsiones econmicas que solamente pueden ser derogadas mediante medidas de integracin negativas? Algunas veces, los pases que se quejan de esas distorsiones y de los trminos desiguales de la competencia no estn dispuestos a pagar el precio poltico de la reduccin de su autonoma corno resultado de un intento serio por resolverlos. Este quizs sea un problema perenne a medida que se vaya transfiriendo mis poder hacia el centro.Ha surgido un problema importante, por ejemplo, respecto de las condiciones legales a aplicarse en las absorciones de empresas en un pas miembro en forma individuaI, lo que a su vez ha llevado a presiones para que se introduzca una legislacin comunitaria para enfrentar las distorsiones creadas. La mayora de las absorciones supranacionales han tenido lugar en el Reino Unido, siendo especialmente abundantes en el caso de las ofertas hostiles. Justa concentracin de las absorciones en un pas ha sido atribuida a diversas condiciones jurdicas e institucionales, las que en gran medida determinan el funcionamiento del "mercado para el control corporativo"; estas diferencias son bastante mas notorias dentro de la UE.Otro aspecto ale la poltica de competencia de la UE son las ayudas estatales. Para evitar una confrontacin directa con los gobiernos nacionales, la Comisin adopto un enfoque muy cauteloso en este sentido cuya aplicacin se prolong durante muchos aos despus del establecimiento de la CEE. El problema adquiri rpidamente mayor dimensin durante los largos aos de recesin y de creciente desempleo, cuando las ayudas se tornaron en un importante instrumento de proteccionismo y en una medida para mantener a flote a los insolventes. En este sentido, la industria siderrgica es el mejor ejemplo.Luego de la publicacin del Libro Blanco en 1985 y de la aprobacin del objetivo del mercado interior, la Comisin tambin ha estado concentrando sus energas en este rea. El nmero creciente de notificaciones enviadas por la Comisin a los distintos Estados Miembros y el manejo de casos difciles tales como los de Renault y Rover y, ms recientemente, los de varias aerolneas nacionales, son buenos ejemplos de la posicin mucho ms dura adoptada por la Comisin. Un signo de esta nueva actitud lo constituy 1a publicacin de los primeros informes globales sobre ayudas estatales. Las empresas nacionalizadas presentan los problemas mas complicados, especialmente porque es necesario distinguir entre la inversi6n (que es legtima) y la ayuda (que puede no serlo), distincin que no es del todo obvia en el sector pblico. Despus de todo, si se aplicaran criterios privados en forma estricta al tratar de trazar la lnea de demarcacin entre las dos (posicin que ha sido progresivamente asumida por la Comisin sobre este tema), cul sera la lgica econmica de una empresa estatal? Evidentemente no se trata aqu de un interrogante tcnico. Una posici6n dura de parte de la Comisin frente a las empresas nacionalizadas podra contribuir an ms a la tendencia a la privatizacin, si bien no debe esperarse que todos los gobiernos nacionales estn dispuestos a ceder fcilmente.Se pueden extraer algunas conclusiones generales relacionadas con el desarrollo de la poltica comn de competencia y con la reciente ola de fusiones. Parece existir una relacin estrecha entre las modificaciones de las polticas y las transformaciones del mercado: las primeras alientan a las segundas. Las iniciativas polticas han contribuido en forma significativa a los cambios en las estructuras empresariales, a la vez que 1a ola de fusiones y adquisiciones en toda Europa precipit la aprobacin de un nuevo marco reglamentario y, consecuentemente, 1a transferencia de ciertos poderes a las instituciones europeas. Por otra parte, la distribucin de poderes entre la UE y los Estados nacionales en este rea es poco probable que permanezca esttica, en vista de las tensiones polticas y de las distorsiones del mercado que surgen de normas nacionales diferentes. Hay evidencia de efectos secundarios funcionales, en que la integracin econmica demuestra una lgica acumulativa propia.Al tiempo que se van eliminando las barreras nacionales, somos testigos de una-aceleraci6n del proceso de concentracin econmica en el mbito europeo e internacional. Hay tambin signos de una concentracin geogrfica en trminos de propiedad y de control, con grandes empresas de los pases ms desarrollados de la Comunidad como activos compradores del mercado de las empresas; de continuar su curso, esta tendencia podra terminar produciendo un retroceso poltico. En la medida en que existe una poltica europea incipiente de estructuras industriales, el nfasis parece recaer sobre su dimensin antitrust, acercando a Europa Occidental a la prctica estadounidense. Esto acontece en parte por eleccin y en parte por omisin. El hincapi en los mercados competitivos es coherente con la ideologa econmica dominante y con el propio mercado interior. Por otra parte, una poltica industrial activa sera imposible debido a la combinacin de la interdependencia econmica intraeuropea y a la naturaleza altamente descentralizada del poder poltico en la Comunidad. Los gobiernos nacionales cada vez son menos capaces de desempear ese papel, mientras que las instituciones de la UE carecen de la legitimidad y el poder poltico para llenar ese vaco. Consiguientemente, aun cuando la moda econmica cambiara en un futuro previsible, por razones polticas e institucionales sera sumamente difcil aplicar una poltica intervencionista.NOTAS1. Para el perodo anterior a 1993 se utilizar el trmino Comunidad Europea (CE)2. El argumento acerca del surgimiento de un nuevo sistema econmico europeo est desarrollado en mayor profundidad en Tsoukalis 1993 que constituye la principal fuente de esta ponenciaBIBLIOGRAFIA BALASSA, Bela1961 The Theory of Economic Integration London: Allen and Unwin.GEORGE, Ken & JACQUEMIN, Alexis1992 "Dominant firms and mergers", The Economic Journal (January).JACQUEMIN, Alexis, BUIGUES, Pierre & ILZKOVITZ, Favienne1989 "Horizontal mergers and competition policy in the European Community", European Economy num. 40 (May).PELKMANS, Jacques1980 "Economic theories of integration revisited", Journal of Common Market Studies (June).SERVAN-SCHREIBER, Jean-Jacques 1967 Le Dfi amricain. Pars: Denoel.SIEBERT, Horst1989 "The Armonization Issue in Europe: Prior Agreement or a Competitive Process?, Kiel Working Papers num. 377 (June).TSOUKALIS, Loukas1993 The New European Economy, Oxford: Oxford University Press (Second Edition).COMPETENCIA Y COMPETITIVIDAD: Perspectivas y TendenciasJos TAVARES DE ARAJO JROficial de Operaciones, Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Washington, ESTADOS UNIDOS;Ex-Secretario Ejecutivo de la Comisin de Poltica Aduanera de Brasil1. INTRODUCCINLa expresin "competitividad internacional" se populariz a principios de la dcada de los 80. Con anterioridad era un trmino tcnico empleado slo en estudios sobre desempeo exportador, regmenes cambiarios u otros aspectos del comercio exterior. En los aos siguientes, junto a otro modismo, el de la "la economa global", se convirti en una referencia obligatoria en documentos gubernamentales, campaas electorales y en la prensa diaria. Anteriormente, incluso Calvin y Hobbes ya haban tenido la oportunidad de hacer comentarios interesantes sobre el tema.Como le sucede a todo neologismo, ste tambin incorpor mltiples significados, generalmente, asociados al precio de los productos exportados o al saldo de la balanza comercial. Otras veces ha servido para indicar el dinamismo innovador de la economa en la creacin de bienes de consumo o tcnicas productivas, la calidad de los bienes ofrecidos en el mercado, o simplemente el ritmo de crecimiento del pas.Este artculo recupera el contenido analtico del trmino competitividad y discute la importancia de este concepto en el estudio de las transformaciones recientes de la economa mundial. Su organizacin es la siguiente: la seccin 2 resume las crticas de Paul Krugman a los usos indebidos de este trmino y sirve como prefacio a la exposicin subsiguiente. La seccin 3 presenta las teoras de los mercados desafiables y de la competencia schumpeteriana, que ofrecen los fundamentos para un debate riguroso sobre el comportamiento de las estructuras industriales diversificadas. La seccin 4 indica los conceptos de competitividad que pueden derivarse de estas teoras, as como su utilidad para el logro de algunas metas en materia de poltica industrial. La seccin 5 examina las vinculaciones de la poltica industrial con otras acciones del gobierno. Finalmente, la seccin 6 pone de relieve los principales argumentos del texto.2. LA CRTICA DE KRUGMANUna crtica contundente a la nocin de competitividad ha sido formulada recientemente por Paul Krugman (1994). Segn l, este trmino carece de sentido cuando se aplica a economas nacionales y, a su juicio, la atencin exagerada que se le dedica no es slo errnea, sino tambin peligrosa porque estimula fervores nacionalistas indeseables. Krugman se concentra en los tres tipos ms frecuentes de uso inadecuado del trmino competitividad. El primero tipo consiste en creer que los pases compiten entre s tal y como lo hacen las empresas transnacionales. Lo que ocurre, segn Krugman, es que los pases no desaparecen del mercado cuando pierden competitividad, ni tampoco cuando carecen de recursos suficientes para saldar sus deudas. Al contrario de lo que establecen los patrones usuales de competitividad entre las empresas, las transacciones internacionales no forman parte de un juego de suma cero. El aumento de la productividad en un determinado pas casi siempre provoca efectos positivos en sus socios comerciales mediante la difusin de innovaciones y del aumento del intercambio.El segundo equvoco, segn Krugman, consiste en considerar que el supervit comercial es un indicador de la competitividad internacional. Krugman descalifica este argumento recordando que, tanto en la teora como en la prctica, ste puede ser un indicador de fragilidad econmica y no de prosperidad. En este sentido, una evidencia elocuente de ello es la evolucin de la balanza comercial de los pases latinoamericanos en los aos 80 perodo en el que los supervit comerciales fueron resultado del dramtico esfuerzo realizado por los pases de la regin para enfrentar la crisis de la deuda externa.La tercera falacia consiste en suponer que los niveles de competitividad dependen de las inversiones en industrias con alto valor agregado por trabajador. Esta hiptesis contiene un doble equvoco, aunque Krugman slo explore el primero de ellos, aqul que reside en asociar el valor agregado con la sofisticacin tecnolgica. Para invalidar este punto, el autor recurre a un mtodo sencillo, prepara una lista, a ttulo de ejemplo, de las estadsticas recientes para algunos sectores de la industria americana (ver Cuadro 1). Conforme a lo que all se aprecia, el valor agregado apenas refleja la intensidad de la relacin capital/trabajo y tampoco se relaciona con la sofisticacin tecnolgica.Cuadro 1

Valor Agregado por Trabajador en la Industria Americana, 1968 (en miles de dlares)

IndustriaValor Agregado

1. Tabaco488

2. Refinacin de Petrleo283

3. Automviles99

4. Siderurgia97

5. Aeronutica68

6. Electrnica64

7. Total66

Fuente: Statistical Abstract of the United States, 1991.

El equvoco complementario consiste en creer que existen disparidades internacionales importantes en los valores agregados por unidad de produccin, sobre todo entre las economas industrializadas y los pases en vas de desarrollo. Ratificando el fenmeno de la convergencia industrial, sealando por Chenery y otros autores hace ya varias dcadas, el Cuadro 2 muestra los valores agregados por unidad de produccin en 15 sectores industriales de Colombia, Ecuador y EE.UU. Slo algunos sectores de la industria ecuatoriana, como tabaco, vidrio, fertilizantes e instrumentos cientficos, presentan datos divergentes; en cuanto a los dems, los ndices son prcticamente idnticos, pese a las diferencias en poltica industrial, sofisticacin tecnolgica y vectores de produccin existentes en los tres pases.El objetivo principal de la crtica de Krugman es llamar la atencin sobre un hecho trivial que se suele olvidar frecuentemente; la competitividad es tan slo una contrapartida de los niveles de productividad vigentes en la economa, cuya alteracin es bsicamente el resultado de esfuerzos domsticos y depende escasamente de lo que est sucediendo en el resto del mundo. Este es el aspecto central del argumento que se desarrollar en las prximas secciones.Cuadro 2

Valor Agregado por Unidad de Produccin: Colombia (1987), Ecuador (1992) y Estados Unidos (1987) (Porcentajes)

IndustriaColombiaEcuadorEstados Unidos

1. Tabaco662564

2. Mueble474047

3. Tejidos232527

4. Confeccin413342

5. Calzado423642

6. Cermica553747

7. Vidrio523051

8. Papel393942

9. Neumtico462744

10. Plstico343135

11. Fertilizantes271725

12. Automviles231519

13. Electrodomsticos482643

14. Equipamiento fotogrfico634557

15. Instrumentos Cientficos502757

Fuentes:1. Colombia: Anuario de Industria Manufacturera, 1987;2. Ecuador: Encuesta Anual de Manufactura y Minera, 1992;3. Estados Unidos: 1987 Input-Output Tables; Survey of Current Business, abril 1994.3. MERCADOS DESAFIABLES Y COMPETENCIA SCHUMPETERIANAEn la dcada de los 80, la investigacin terica y emprica en el rea de la economa industrial ha estado profundamente influenciada por las teoras de los mercados desafiables y de la competencia schumpeteriana, que pasaron a ofrecer un cuerpo articulado y convincente de ideas para el estudio de la evolucin de las estructuras industriales marcadas por la presencia de grandes empresas diversificadas y de ritmos heterogneos de progreso tcnico. La teora de los mercados desafiables se encuentra formulada en el libro de Baumol, Panzar y Willig (1982), mientras la teora de la competencia schumpeteriana se halla en Nelson y Winter (1982).El concepto de mercado desafiable est en el ncleo de una teora, segn la cual la estructura industrial es determinada de manera endgena y simultnea por los vectores de produccin y los precios de la industria. Esta teora elige como tema fundamental el estudio de las conexiones entre tres rdenes de factores: las caractersticas de las tcnicas de produccin disponibles, la dimensin del mercado y la competencia potencial. A partir de la naturaleza de las tecnologas vigentes, resulta posible identificar la configuracin de la estructura industrial que es eficiente para la produccin del vector de bienes consistentes con la dimensin del mercado bajo anlisis. Una vez definida la configuracin eficiente, es decir, el nmero y la distribucin de los diferentes tamaos de empresas, as como sus respectivas pautas de produccin y cuotas de mercado, el patrn de competencia de la industria no dependern slo de las industrias establecidas en su entorno, puesto que las estrategias que sern aplicadas sern el resultado de cuidadosas evaluaciones respecto al podero eventual de sus competidores potenciales.Un mercado se define como perfectamente desafiable cuando los competidores potenciales estn en condiciones de impugnar efectivamente las prcticas de las empresas establecidas anteriormente en el sector. Para ello, hace falta que los competidores potenciales tengan acceso a las tecnologas vigentes en la industria y, adems, consigna recuperar el gasto invertido en el proceso de su entrada en el juego, en caso de que posteriormente ellos decidan suspender sus actividades. Es decir que un mercado es perfectamente desafiable cuando existe libertad de entrada y salida. La importancia del concepto no est en su significacin emprica, sino en su capacidad de proveer instrumentos analticos tiles al estudio de las particularidades del capitalismo contemporneo. Conforme a lo que observ Baumol, en el mundo real la existencia de los mercados perfectamente desafiables es tan rara como en el caso de los mercados de competencia perfecta.De hecho, "un mercado perfectamente competitivo es por fuerza perfectamente desafiable, pero en esta lgica no existe reciprocidad" (Baumol, 1982, pg.4). Sin embargo, la nocin de desafiabilidad no depende de las hiptesis usuales en cuanto a la atomicidad del mercado, homogeneidad del producto e independencia entre los procesos decisorios de las empresas; y tampoco conduce a la conclusin de que la eficiencia en la asignacin de los recursos constituye una funcin creciente del nmero de empresas existentes en el mercado o, por otro lado, que se prefieren las industrias competitivas a los oligopolios o monopolios. Al contrario, la teora de los mercados desafiables no solamente sugiere que los oligopolios y monopolios son las configuraciones ms frecuentes en el capitalismo contemporneo, sino tambin que en la mayor parte de los casos, estas estructuras son las ms deseables atendiendo a criterios de bienestar.Una estructura industrial slo es eficiente si su configuracin es factible y sustentable, la nocin de factibilidad es trivial: significa que existen tcnicas de produccin con las cuales es posible atender la demanda a precios vigentes sin causar perjuicios a ninguna empresa industrial. La nocin de sustentabilidad es ms restrictiva, al imponer que, en caso de mantenerse unos precios vigentes, ningn competidor potencial podr entrar en el mercado y obtener beneficios.Resulta evidente que un mercado perfectamente desafiable estar en equilibrio siempre que su configuracin sea sustentable. Otras propiedades importantes de las configuraciones desafiables son las siguientes:a. Cualesquiera otras sean las distribuciones del tamao de las empresas, pautas de produccin, cuotas de mercado y tcnicas productivas, ellas no sern suficientes para atender la demanda a costos menores.b. Ninguna firma puede operar con un vector de precios que contenga subsidios cruzados.c. En caso de que surja una innovacin que reduzca los costos de produccin de algn producto de la industria, los fabricantes del bien estn obligados a adoptarla. Si la fusin entre dos o ms empresas, o el desmembramiento de una de ellas, provocara la reduccin del costo total de la industria, un competidor potencial, cuyo tamao fuera consistente con este reajuste podra entrar en el mercado y obtener beneficios. De la misma manera, si alguna empresa est subsidiando una lnea de produccin deficitaria con los beneficios originados en otros bienes ms rentables, un competidor podra entrar en el mercado con el objeto de fabricar slo los productos rentables, ofrecindolos a precios menores. Finalmente, los parmetros de sustentabilidad son necesariamente efmeros, puesto que el progreso tcnico los redefine peridicamente.Segn la teora de los mercados desafiables, el estudio de la estructura industrial comprende, por tanto, dos movimientos. En primer lugar, la identificacin de la configuracin ptima que es compatible con las funciones de costo y los vectores de produccin vigentes. A continuacin, se examina el tipo de configuracin que tender efectivamente a surgir como resultante del patrn de competencia establecido en la industria. En esta segunda etapa, el anlisis puede ser complementado con los instrumentos de la teora de la competencia schumpeteriana.La principal afinidad entre las dos teoras reside en la manera en que ambas tratan la estructura industrial, que es contemplada como una resultante de las interacciones entre el progreso tcnico y el proceso de competencia. Ello torna posible el empleo simultneo de los conceptos de ambas teoras. De este modo, se ampla el alcance del anlisis, puesto que Nelson y Winter buscan desarrollar la teora de la competencia schumpeteriana como parte integrante de un ambicioso enfoque general de los procesos de cambio en las economas capitalistas. En este enfoque, el estudio de la evolucin de los diversos tipos de estructuras industriales constituye una de las etapas de un esfuerzo de integracin de lo micro y de lo macro que comprende cuatro niveles de anlisis.a. Una propuesta de consolidacin -a travs del concepto de trayectorias naturales- del vasto acervo de evidencias sobre la direccin, el ritmo y el alcance del desarrollo tecnolgico en el capitalismo industrial, minuciosamente documentado en la literatura sobre historia de la tecnologa.b. Una teora del comportamiento de las empresas basada en las ideas de "rutina", "bsqueda" y "seleccin".c. El examen de las consecuencias producidas por la competencia schumpeteriana en cada tipo de industria.d. Un modelo de crecimiento macroeconmico coherente con los niveles anteriores de anlisis.4. COMPETITIVIDAD INTERNACIONAL Y POLTICA INDUSTRIALA partir de las teoras de los mercados contestables y de la competencia schumpeteriana es posible especificar los conceptos de forma precisa y operacional en aras de la nocin de competitividad internacional. Tales conceptos poseen dos propiedades principales: por un lado, evitan que se confunda la nocin de competitividad con algunos de sus efectos eventuales como, por ejemplos, la obtencin de beneficios y el desempeo exportador; o con sus causas probables, como la actualizacin tecnolgica; o an con consecuencias que resultan tan slo de la accin del gobierno, a travs de la poltica cambiaria, los subsidios, los controles de precios, la legislacin laboral, las barreras comerciales, etc.; por otro lado, permiten que se pueda dimensionar la competitividad internacional de una economa en diferentes niveles de agregacin. Debido a estas propiedades metodolgicas, los conceptos enunciados a continuacin no sufren las deficiencias sealadas por Krugman.Una economa es competitiva en la produccin de una determinada mercanca cuando logra por lo menos alcanzar los mismos patrones de eficiencia vigentes en el resto del mundo en cuanto al empleo de los recursos y a la calidad del bien. Tal capacidad es, en principio, transitoria, puesto que resulta de factores mutables que operan en el mbito de la empresa (instalaciones, organizacin del proceso de trabajo, inversiones en investigacin, estrategia de crecimiento, etc.), en el sector industrial (grado de concentracin requerido por las tecnologas vigentes, posibilidades de economas de alcance, patrones de competencia, etc.) y de la economa (formato de la estructura industrial, dimensin del mercado consumidor, estilo de la insercin internacional, etc.). Como subray Fajnzylber (1988), al proponer la nocin de competitividad sistmica,"... en el mercado internacional no compiten slo empresas. Se confrontan tambin sistemas productivos, esquemas institucionales y organismos sociales, en los que la empresa constituye un elemento importante, pero integrada a una red de vinculaciones con el sistema educativo, la infraestructura tecnolgica, las relaciones gerencial/laborales, el aparato institucional pblico y privado, el sistema financiero, etc."(pg.22).Por ello, no resulta siempre posible estimar los niveles de competitividad a travs de indicadores sencillos tales como productividad, comparaciones de precios locales e internacionales, o indirectos, como rentabilidad y exportaciones. Sin embargo, conforme a lo expuesto en otro trabajo (Tavares de Arajo y al. , 1990), los indicadores de este tipo pueden ser tiles para una evaluacin general de las condiciones de competitividad vigentes en la economa, siempre que se respeten las precauciones metodolgicas mencionadas anteriormente. Cabe subrayar que la relevancia del concepto de competitividad aqu adoptado consiste en su capacidad para sealar problemas domsticos de la economa en estudio. Las cuestiones vinculadas al comercio internacional slo aparecen para calificar el foco central del anlisis. Conforme a lo expuesto en la seccin anterior, una economa slo es competitiva en la produccin de un bien si este pertenece a una industria cuya configuracin es sustentare. En caso contrario, 1a competitividad ser espuria, como dira Fajnzylber, puesto que no resultar de la eficiencia tcnica, sino de factores artificiales corno subsidios gubernamentales, barreras comerciales, destruccin ambiental o anomalas en los mercados de los factores de produccin. Adems, cuando las configuraciones industriales no son sustentables existe ms despilfarro en la asignacin de recursos de la economa en estudio. De hecho, las configuraciones no sustentables solo sobreviven a largo plazo bajo medidas proteccionistas y, por lo tanto, generando distorsiones en el sistema de precios y/o en la distribucin de rentas del pas. La principal consecuencia prctica de ste enfoque es la de permitir que los gobiernos enfrenten el llamado dilema contemporneo de la poltica industrial. Existen dos caractersticas relevantes del progreso tcnico en el capitalismo industrial: la de redefinir peridicamente los patrones de competencia del sistema productivo y la de generar nuevas formas de intervencin del Estado en la economa. As, en los ltimos 40 aos, las innovaciones en las reas de informtica, telecomunicaciones y transportes implicaron formas inditas de internacionalizacin de los mercados que, entre otras consecuencias, posibilitaron nuevos tipos de vinculaciones entre los agentes econmicos de diferentes partes del planeta. Actualmente, el mantenimiento de transacciones cotidianas con empresas similares de otros pases no es exclusiva de grandes corporaciones que operan a escala mundial, sino que es un recurso cada vez ms utilizado por pequeas y medianas empresas que comparten redes de bancos de datos, actan en bolsas de comercio, suministran bienes o servicios estandarizados a grupos transnacionales, representan a determinadas marcas, etc. Esta intimidad entre los agentes econmicos viene erosionando gradualmente la eficacia de los instrumentos de poltica industrial basados en la imposicin de barreras explcitas a los flujos internacionales de mercancas, capitales y ciudadanos. Efectivamente, en la era del fax, del mdem y de los multimedia, las instituciones como la aduana, el pasaporte, el arancel y el certificado de origen constituyen anacronismos de la poca de la mquina de vapor y del telar mecnico.Sin embargo, el cambio en los patrones de competencia suele acompaarse de nuevas ventajas comparativas internacionales y de nuevos patrones de sustentabi1idad de las configuraciones industriales. En cada pas, estas circunstancias estimulan dos tipos de demanda por proteccin. El primero proviene de empresas que detentan tecnologas de punta, que presionan en favor de medidas que les permitan extender el perodo en el cual consiguen extraer rentas schumpeterianas de las innovaciones que implementaron. Tales medidas no implican, en general, la creacin de barreras al comercio de mercancas, pero si implican la adquisicin de conocimientos incorporados en aquellos mtodos productivos, como en el caso de las legislaciones sobre patentes, el uso de marcas, las licencias de fabricacin y demos instrumentos de preservacin de la propiedad intelectual. El segundo tipo de demanda proviene de sectores que perdieron competitividad y necesitan temporariamente proteccin para reestructurarse y evitar la obsolescencia involuntaria de su capacidad productiva.Por lo tanto, aqu estamos en el centro del dilema contemporneo de la poltica industrial: Cmo crear condiciones privilegiadas de acumulacin de capital para ciertas industrias sin estimular la aparicin de trabas directas a las transacciones internacionales? La formacin de espacios econmicos unificados, los esfuerzos de armonizacin de las polticas macroeconmicas entre los pases de la Organizacin para la Cooperacin y el Desarrollo Econmico (OCDE), adems de los recientes instrumentos emanados de la Ronda Uruguay constituyen respuestas parciales a este dilema, cuya administracin cotidiana abarca el conjunto de las restricciones que se comenta a continuacin.5. POLITICA INDUSTRIAL Y LIBRE COMERCIOUna creencia muy difundida en los ltimos aos consiste en la nocin de que no existe margen de maniobra para la poltica industrial en el contexto de una economa global, puesto que las formas clsicas de proteccionismo como aranceles, cuotas y otros expedientes de comercio administrado estn en vas de extincin. No obstante, el dilema descrito en la seccin anterior impone a los gobiernos nacionales dos prioridades permanentes de poltica industrial: la bsqueda de configuraciones sustentables para el mayor nmero posible de segmentos productivos y la manutencin de fuentes endgenas de progreso tcnico en la economa. El alcance de esta poltica es de largo plazo en tres sentidos. En primer lugar, porque las estructuras industriales eficientes slo utilizan todo su potencial en un ambiente macroeconmico de crecimiento con pleno empleo y estabilidad de precios. En segundo lugar, porque la credibilidad de ciertos instrumentos, como los que buscan limitar las prcticas desleales de comercio y el abuso del poder econmico, resulta ser una funcin directa del tiempo en que estn vigentes de forma transparente y en armona con las dems conductas del gobierno. Por ltimo, porque el elemento bsico de las polticas de ciencia y tecnologa es la actualizacin permanente del sistema educacional.Como vimos en la seccin 3, cuando la configuracin de una industria es sustentable, ningn competidor potencial consigue entrar en el mercado y obtener beneficios. Las empresas establecidas en este marco prescinden, por lo tanto, de cualquier tipo de apoyo del gobierno para enfrentar la competencia de importaciones o de inversiones extranjeras. Esta proteccin propiciada por el formato estructural de la industria, adems de ser ms eficaz, tiene otras ventajas sobre la proteccin resultante de medidas gubernamentales: no consume recursos pblicos y tampoco representa una carga para otros segmentos de la sociedad.Como las configuraciones sustentables son en principio efmeras, las vinculaciones de la poltica industrial con las dems acciones de los gobiernos necesitan ser peridicamente reevaluadas, sobre todo, las relativas a la poltica macroeconmica y a las normas jurdicas que preservan la tica y la transparencia de los mercados. Conviene empezar por la poltica monetaria, puesto que el equilibrio del tipo real de cambio es el punto de partida para el anlisis de los parmetros de sustentabilidad.El tipo de cambio cumple simultneamente tres funciones en la economa: a) define el poder de compra de la moneda domstica en el mercado internacional y, consecuentemente, el nivel medio de prosperidad de la poblacin nacional con relacin al resto del mundo; b) afecta la competitividad internacional de la industria local; y c) influye en el comportamiento de los precios domsticos. Uno de los aspectos que es a menudo eludido en los debates sobre poltica monetaria consiste en que ningn gobierno tiene el poder de elegir permanentemente una de stas funciones sin tener en cuenta las dems. Un tipo de cambio apreciado puede elevar artificialmente el patrn de vida de un pas, al mismo tiempo en que desestimula las exportaciones y, eventualmente, ayuda a combatir la inflacin domstica a travs de la entrada de productos importados a precios menores. Este tipo de estrategia termina, en general, con una crisis en la balanza de pagos del pas. Un tipo de cambio depreciado puede generar supervit comercial por un largo perodo, a travs de la transferencia indebida de recursos al resto del mundo y del empobrecimiento innecesario de la poblacin nacional.Por tanto, la bsqueda del equilibrio estable es el nico objetivo factible a largo plazo. Lo que ocurre es que tambin en este caso ningn gobierno tiene el poder unilateral de garantizar la realizacin de esta meta en un mundo donde existe una amplia libertad de movimiento de capitales. Es decir, la estabilidad de precios domsticos es una condicin necesaria, pero no es suficiente para garantizar la estabilidad del tipo de cambio. A esto se debe el hecho de que en el sistema multilateral de comercio inaugurado recientemente bajo la gida de la Organizacin Mundial de Comercio (OMC) y de los nuevos acuerdos de integracin regional, las cuestiones monetarias se tornen crecientemente prioritarias.La poltica fiscal constituye otro de los componentes importantes en la bsqueda de configuraciones sustentables. En una economa abierta, el mantenimiento de un nivel adecuado y no inflacionario de inversiones pblicas exige un sistema tributario en condiciones de atender las siguientes finalidades:a. Garantizar recursos a favor de la principal fuente de dinamismo del sistema capitalista -el progreso tcnico- independientemente de los nimos de los inversores privados.b. Contrarrestar el dao principal causado por el progreso tcnico, que consiste en la generacin de diferencias sociales, a travs de inversiones en educacin, seguridad social y otros programas de bienestar.c. No gravar la competitividad de la industria local, evitando tributos que se apliquen exclusivamente sobre las transacciones domsticas.d. Proveer la simetra entre la demanda por recursos pblicos y la capacidad de tributacin del Estado a travs de la ampliacin de la base tributaria y de la reduccin de las alicuotas de los impuestos.Conforme a lo que vimos en la seccin 3, la presencia de oligopolios es una caracterstica inevitable en las estructuras industriales contemporneas, lo que requiere instituciones que establezcan firmemente los lmites entre intereses pblicos y privados. El cumplimiento de esta funcin suele generar problemas polticos delicados. Por un lado, existe una cierta relacin entre el grado de concentracin de un sector y su importancia estratgica para el conjunto de la economa, en materia de generacin de empleo, efectos de encadenamiento, difusin del progreso tcnico, desempeo exportador, etc. A esto se debe el hecho de que estos sectores capten la mayor parte de los recursos pblicos destinados a la poltica industrial. Por otro lado, el fortalecimiento del poder econmico de las empresas que operan en este entorno constituye un riesgo permanente a la preservacin de los intereses pblicos. De este modo, cuando hace falta limitar abusos eventuales, las medidas de correccin deben cumplir un doble requisito: ser eficaces sin inviabilizar el funcionamiento del sector.No es casual que cada pas presente una solucin particular para este problema. En lo referente a atribuciones, formato institucional y resultados alcanzados, existe muy poco en comn entre la Antitrust Division de Estados Unidos, la Monopolies Commission del Reino Unido, la Bundeskartellant de Alemania y la Fair Trade Commission de Japn, por ejemplo. A parte de las especificidades nacionales, la capacidad de implementar normas jurdicas, en el sentido de preservar la tica y la transparencia de los mercados, depende de dos factores generales:a. Una legislacin que incorpore los avances recientes de la teora econmica en cuanto a las vinculaciones entre progreso tcnico, estructura industrial y competencia potencial.b. Un organismo gubernamental dotado de recursos tcnicos convenientes, de credibilidad incuestionable y de poderes suficientes para ejecutar la ley.El establecimiento de dichas condiciones no interesa slo a los ciudadanos, sino tambin a las grandes empresas que pasan a disponer de un parmetro importante para formular sus estrategias de competencia: la indicacin precisa de los tipos de conducta inaceptables por la sociedad.6. CONCLUSIONESAtendiendo a los conceptos expuestos en las secciones anteriores, la competitividad internacional consiste en la capacidad adquirida por los agentes econmicos para acompaar el ritmo del progreso tcnico y utilizar el acervo de conocimientos disponibles por la sociedad contempornea. Adems de las inversiones en capital humano realizadas en el pasado, los niveles de competitividad de una economa dependen de una estrecha articulacin entre las estrategias adoptadas por los agentes privados y la conducta del gobierno. Conforme a las consideraciones realizadas, esta interaccin de las esferas pblica y privada sufre mutaciones peridicas, cuya intensidad se hizo notar particularmente en los ltimos 15 aos. Por un lado, el progreso tcnico alter el funcionamiento de varios mercados, provoc la difusin de nuevas rutinas productiva y posibilit formas inditas de asociacin entre empresas. Por otro lado, los gobiernos han sido forzados a abandonar gradualmente las formas clsicas de proteccionismo, buscar nuevos mecanismos de coordinacin internacional, y a renovar el estilo de la gestin de los recursos pblicos. Asimismo, el dinamismo de este proceso no presenta ninguna seal de agotamiento, dada la magnitud de diversos mecanismos institucionales inaugurados recien