Revista trimestral publicada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura con la colaboración de la Comisión Española de Cooperación con la U N E S C O y del Centre U N E S C O de Catalunya. Vol XLVI, Núm. 4, 1994 Condiciones de abono en contrapórtada interior.
Director: A M Kazancigil Redactor jefe: David Makinson Maquetista: Jacques Carrasco Ilustraciones: Florence Bonjean Realización: Marita Viscarro
( Corresponsales Bangkok: Yogesh Atal Beijing: Li Xuekun Berlín: Oscar Vogel Budapest: György Enyedi Buenos Aires: Elizabeth Jelin Canberra: Geoffroy Caldwell Caracas: Gonzalo Abad-Ortiz Colonia: Alphons Silbermann Dakar: T . Ngakoutou Delhi: André Béteille Estados Unidos de América: Gene M . Lyons Florencia: Francesco Margiotta Broglio Harare: Chen Chimutengwende H o n g Kong : Peter Chen Londres: Chris Caswill México: Pablo González Casanova M o s c ú : Marien Gapotchka Nigeria: Akinsola A k i w o w o Ottawa: Paul L a m y Seúl: Chang Dal-joong Tokyo: Hiroshi Ohta Túnez: A . Bouhdiba
T e m a s de los próximos números Medida y evaluación del desarrollo Cincuenta años de las Naciones Unidas
Ilustraciones: Portada: Atril giratorio. Grabado de Agostino Ramelli, 1588. Los libros estaban colocados sobre planos inclinados de tal manera que bastaba una simple presión manual sobre la rueda para alcanzar el volumen deseado, abierto a nivel de los ojos. . Conservatorio Nacional de las Artes y Oficios de París. A la derecha: El ratón de biblioteca. Cuadro de Carl Spitzweg 1850. D.R.
Revista internacional de ciencias sociales 142
Base de datos de las ciencias s en Europa y su utilización en la investigación
Eric Tanenbaum y Ekkehard M o c h m a n n
David Sanders
Mareia Freed Taylor
Richard Sinnot
Franz Rothenbacher
T o m Bryder
Jostein Ryssevik
Peter Lengyel
Arnaud F. Marks
Introducción
Resúmenes
Integración de la base de datos europea: servicios de infraestructura y necesidad de integración
Consideraciones metodológicas en la investigación comparativa entre países
Consideraciones éticas en la investigación comparada en Europa
Teorías de la integración, e integración de la base de datos europea
Fuentes estadísticas para la investigación social comparada en Europa
Tecnología de la computadorización y la comunicación e integración de la base de datos políticos europea
Laboratorios para la ciencia social comparada
El contexto de las ciencias sociales
El M O S T , primer programa intergubernamental de ciencias sociales
Interacción entre investigación e información en el programa M O S T
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Servicios profesionales y documentales
Calendario de reuniones internacionales 695
Libros recibidos 697
Publicaciones recientes de la U N E S C O 699
Números aparecidos 701
índice de materias y de autores 1994 707
La creación de una base europea de datos sobre estudios sociales comparados
Ekkehard Mochmann y Eric Tanenbaum
Introducción
La creación de una base europea integrada de datos responde a ideas enunciadas por los iniciadores de los estudios sociales comparados. En efecto, ya en 1962 Stein Rokkan consideró las posibilidades de los estudios sociales c o m parados entre distintos países, sus problemas y la perspectiva de internacionalizar las ciencias sociales. Ithiel de Sola Pool observó que el rápido aumento del número de viajeros internacionales, el mejoramiento de las comunicaciones, la creación de archivos de datos informatizados y la utilización de computadoras ultrarrápidas facilitan «el tipo de empresa conjunta que deben ser los estudios comparados» (de Sola Pool, 1963, pág. 17). En su libro Comparing Nations (1966), Merrit y Rokkan aportaron un resumen de las ideas expuestas en las conferencias de Yale (1963), Colonia (1963) y La Napoule (1962) sobre las maneras de desarrollar y mejorar las condiciones para los estudios comparados (véase además R o k kan, 1964, págs. 7 y 16).
Los temas considerados fueron los siguientes: - la promoción de la idea de los estudios c o m
parados e interculturales - la creación de una base de datos y de infraes
tructuras para los estudios comparados - la elaboración y difusión de métodos y técni
cas de investigaciones comparadas -la realización de seminarios de confronta
ción de datos - el fomento de la utilización de datos proce
dentes de diferentes fuentes (por ejemplo, las encuestas, los microdatos estadísticos y los datos producidos en el proceso).
Todas estas actividades fueron apoyadas por el Consejo Internacional de Ciencias Sociales de la U N E S C O y su programa de inter-nacionalización de las ciencias sociales. El programa abarca una gran variedad de técnicas y metodologías de estudios comparados de diferentes culturas y naciones, incluido el análisis de las estadísticas nacionales globales, los datos referentes a localidades y regiones, los datos históricos y los datos obtenidos mediante encuestas efectuadas en varios países.
Gozaron de consideración prioritaria los proyectos infraestructurales conjuntos en m a teria de ciencias sociales: bancos de datos, bibliotecas y conjuntos de programas informáticos (Szalai, Petrella y otros, 1977, pág. vii). Se hizo hincapié ademas en la necesidad de contar con instrumentos de recuperación de la información que permitan identificar los datos pertinentes por tema y obtener una visión global de las investigaciones en curso, a fin de evitar la duplicación de esfuerzos.
Este programa se concibió en una época en que se reanudaban los estudios sociales y se
' restablecía la cooperación internacional interrumpida por la Segunda Guerra Mundial.
La metodología de los estudios comparados y sus condiciones de base fueron defendidas por un grupo de pioneros que adoptó la perspectiva programática de internacionalizar los estudios sociales en un m u n d o de Estados nación.
La situación se ha modificado en forma radical. La integración de la base de datos europea ha llegado a ser indispensable en virtud de la propia integración de Europa, que gracias a la integración política y económica, se ha convertido en tema dominante de los
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Cliente de supermercado en California. El comportamiento de los consumidores de diferentes países no siempre es el m i s m o . Georg Gerstcr/Rapho.
medios de comunicación de masas y de las investigaciones de ciencias sociales.
C o m o resultado de la integración europea, se ha pasado de las comparaciones intereuropeas a las intraeuropeas. D e todos modos , los especialistas de Europa pueden aprovechar los resultados de los estudios comparados «clásicos», con los que se han alcanzado casi todos los objetivos fijados hace 30 años: en casi todos los países de Europa occidental se han creado (o se están creando) archivos de datos informatizados sobre ciencias sociales. Debem o s ahora extender la red a España, Grecia y Portugal, así c o m o a los países de Europa oriental. Desde fines de los años sesenta se vienen dictando con frecuencia seminarios internacionales de capacitación en los que participan activamente numerosos especialistas de Europa y otras regiones. Se han elaborado m é todos e instrumentos para los estudios comparados. La base de las investigaciones profesionales se ha ampliado en forma considerable gracias a la creciente coordinación europea en el ámbito comercial. Se dispone de numerosos
medios de telecomunicación, redes informáticas y programas informáticos de análisis perfeccionados.
Los estudios sociales se refieren aún en su mayoría a temas locales, pero cabe mencionar algunos estudios internacionales destacados: el Programa Internacional de Encuestas en Ciencias Sociales (SSP), los Eurobarómetros, los Estudios de Valores, la Acción Política, los Empleos del Tiempo y la Cultura Cívica.
Habiendo recordado los antecedentes históricos, evaluemos a continuación las condiciones de funcionamiento actuales de la investigación en ciencias sociales. Podemos decir que en la década de 1990 la integración de la base de datos europea sigue siendo el objetivo principal. En este libro consideramos la situación en Europa, pero deseamos subrayar que, al mismo tiempo que la regionalización, tiene lugar una mundialización que obliga a adoptar una perspectiva transeuropea. En este sentido Europa puede servir de modelo para las actividades que deberán realizarse en todo el m u n d o .
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En los archivos europeos existen datos de encuestas, datos microestadísticos, datos globales, datos regionales y datos textuales relativos al período transcurrido desde 1944. En algunos archivos se conservan también datos históricos acumulados en los siglos anteriores. En esos datos se reflejan casi todos los aspectos de la vida social. Cada archivo ha establecido un catálogo donde se describen los temas comprendidos en sus fondos. A juzgar por estos documentos, podemos decir que las ciencias sociales cuentan con una gran riqueza de datos.
Pero no dejan de plantearse dificultades de análisis cuando se intenta utilizar esta riqueza: aún dentro del mismo país, no resulta fácil comparar datos recogidos en momentos diferentes. En uno de los ámbitos mejor desarrollados, el de la «investigación electoral», algunos archivos europeos han preparado guías de continuidad de los respectivos estudios nacionales en materia de redacción de las preguntas y categorías de respuesta. La identidad del 100 % que suelen requerir los estudios de reproducción sólo se puede obtener en forma excepcional. Inclusive es difícil encontrar indicadores funcionalmente equivalentes para todos los aspectos de la vida social. Podría lograrse una mejor base para las investigaciones futuras si se pudiera determinar, por medio del ensayo y la validación de indicadores, las maneras de redactar las preguntas que tengan una equivalencia funcional en calidad de indicadores en el análisis de los datos. Hasta ahora, a pesar de las conocidas propuestas de Paul Lazarsfeld, m u y poco es lo que se ha avanzado en el ámbito de la validación de indicadores. En los archivos existen materias primas sobre las que se podría ensayar, en forma experimental, el valor de medición de los datos. Pero estos ensayos deben ser complementados m e diante el estudio de datos nuevos bien preparados, que deberían basarse, en forma ideal, en los resultados de investigaciones sobre la validación de indicadores.
Habiendo desaparecido la cortina de hierro, mucho de lo logrado en Europa occidental debe ser promovido en Europa oriental. Algunas colectividades científicas pueden desarrollarse sobre la base de antiguas tradiciones de investigación; otras deberían surgir de la nada. Sobre todo, es necesario y urgente crear las infraestructuras básicas que hacen falta para
que esos países puedan regir la transición de sus sociedades hacia la democracia parlamentaria. Afortundamente, podrán aprovechar la experiencia adquirida durante m á s de 30 años por la comunidad internacional de ciencias sociales. D e manera análoga, la sociología internacional puede beneficiarse de experiencias realizadas en momentos en que la investigación comparada, aunque sometida a un control político estricto, logró sentar los cimientos de una base de datos que ahora suministra pruebas empíricas de la transición al postsocialismo (Kiuzadjan y otros, 1988).
Desde hace años, los especialistas en estadística y ciencias sociales en todo el m u n d o estudian los problemas metodológicos y de organización pertinentes. La Sociedad Europea de Sondeos de Opinión y Estudios de Mercado ( E S O M A R ) ha establecido una demografía normalizada que sus miembros utilizarán en todo el continente (Jung, 1993). En Alemania, la Asociación de Institutos de Investigación de Mercado ( A D M ) , la Asociación de Institutos de Ciencias Sociales (ASI) y la Oficina Federal de Estadísticas han establecido una norma m í nima de variables de antecedentes demográficos que ha de facilitar las comparaciones de encuestas efectuadas por las oficinas estadísticas, el sector universitario y el sector comercial (ASI N e w s , 1992; Ehling y otros, 1992). C o n todo, m u c h o es lo que falta para lograr una base de datos armonizada e integrada.
Las generalizaciones tan frecuentemente citadas de que, en materia de diseño de investigaciones, «todo requiere m á s tiempo» y «todo cuesta más» (Verba, 1977) se aplican a la creación de las bases de datos necesarias para los análisis comparados. Los actuales servicios de datos sobre ciencias sociales no tienen los recursos suficientes para efectuar las investigaciones básicas destinadas a reunir datos diversos. D e manera análoga, no son m u chos los productores de datos primarios capaces de orientar sus esfuerzos al logro de la comparabilidad. A m b o s sectores necesitan contar con mayores recursos para lograr esos fines. Sólo así podremos estudiar las barreras naturales que se oponen a la integración y la armonización, barreras que provienen de la diversidad inherente a la propia realidad social.
Traducido del inglés
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Resúmenes
Integración de la base de datos europea: servicios de infraestructura y necesidad de integración
Eric Tanenbaum y Ekkehard M o c h m a n n
Este artículo trata de las tareas necesarias para constituir una base integrada europea de datos socioeconómicos. Comienza exponiendo la historia de los servicios informáticos de datos de alcance nacional y muestra que muchos de los adelantos técnicos que han servido para la investigación nacional pueden adaptarse a la investigación comparada. Tras señalar que gran parte del trabajo debe su impulso a que los archivos nacionales de datos han tenido que responder a las demandas de sus respectivos investigadores, el artículo sostiene que ha llegado el m o m e n t o de atender a las necesidades de investigadores interesados en los estudios a nivel de varios países.
Consideraciones metodológicas en la investigación comparativa entre países
David Sanders
En este trabajo se examinan las dos lógicas principales («evaluación de la teoría» y «conocimiento sustantivo») en que se basa la investigación comparativa entre países. Se describen los supuestos básicos de las comparaciones a nivel individual y global y se examinan los problemas de medición típicos de los análi
sis comparativos entre países. Se sostiene que, aún cuando el objetivo primordial del investigador sea «la evaluación de teorías», un análisis comparativo resulta tanto m á s productivo cuanto que se afirma sólidamente en un conocimiento a fondo de las sutilezas y complejida- ' des que caracterizan los distintos sistemas políticos que se comparan.
Consideraciones éticas en la investigación comparada en Europa
Mareia Freed Taylor
E n el presente artículo se destacan algunos de los dilemas éticos en que se encuentra la investigación social comparada en Europa y se pasa revista a algunos de los procedimientos nacionales e internacionales destinados a resolverlos. Figura también un informe preliminar sobre una encuesta comenzada por el autor en 1993, y aún en curso, de entidades que financian investigaciones, de centros e institutos de investigación, de instituciones y de investigadores independientes a fin de evaluar la medida en que los investigadores profesionales han reconocido esos dilemas éticos y aceptado la necesidad de mantener normas éticas, así c o m o de determinar qué medidas se aplican actualmente o se prevé aplicar a fin de ayudar a los investigadores en esa tarea. E n la última sección se indican elementos que pueden ayudar en el futuro a los electos de la investigación comparada y entre países.
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566 Resúmenes
Teorías de la integración, e integración de la base de datos europea
Richard Sinnott
L a finalidad de este artículo es examinar los imperativos referentes a la integración de la base de datos europea, que se derivan de las teorías de la integración política. M á s concretamente, se trata de determinar lo que podría aprenderse sobre el proceso de integración europea si se dispusiera de una base de datos de la opinión pública plenamente integrada, y lo que, según el programa de investigaciones sobre integración europea, debe tenerse en cuenta al diseñar la base integrada de datos. El artículo empieza con una revisión de la teoría acerca de la nación-Estado y su papel en la integración y la internacionalización del gobierno. A continuación se examina el papel de la opinión pública en las teorías de la integración. Al considerar estos dos temas, el artículo recalca la importancia del neofuncionalismo revisionista de finales de los años sesenta, de las teorías de la persistencia de la nación-Estado, las teorías del nacionalismo y la desintegración y la reciente teoría de las relaciones internacionales. Acto seguido se aplican las lecciones generales extraídas de esas consideraciones a tres áreas específicas: la integración y el programa político, la integración y la democracia y la integración y la identidad política. El artículo llega a la conclusión de que la integración de la base de datos europea contribuiría de m o d o considerable al propio proceso de integración europea.
Fuentes estadísticas para la investigación social comparada en Europa
Franz Rothenbacher
El presente artículo contiene una enumeración general de las principales fuentes estadísticas nacionales e internacionales, c o m o base para la investigación social comparada en Europa. Se indican las fuentes estadísticas disponibles, c o m o los censos de población, los microcensos y los distintos tipos de encuesta de muestreo por hogares (por ejemplo, la encuesta sobre la
fuerza de trabajo, la encuesta sobre el presupuesto del hogar), en los países de Europa occidental y oriental. Asimismo, se proporciona información sobre los datos armonizados existentes, procedentes de organizaciones supranationales e internacionales c o m o la Unión Europea o el Consejo Nórdico. Se hace una clasificación de las encuestas y los datos sociales derivados de los informes sociales a nivel nacional. E n el último capítulo se examinan diversos problemas del acceso a las encuestas estadísticas, especialmente de la Unión Europea, y nuevas formas de acceso a los microdatos nacionales.
Tecnología de la computadorización y la comunicación e integración de la base de datos políticos europea T o m Bryder
El considerable avance de las nuevas tecnologías de la información en el decenio de 1980 surte a la vez grandes efectos sobre los especialistas en ciencias políticas empíricas y los especialistas en archivo de datos. Las nuevas tecnologías incluyen programas de computación que pueden absorber grandes volúmenes de datos estadísticos, computadoras personales m á s eficientes, redes internacionales de investigación que utilizan protocolos normalizados de traspaso de archivos y mayores posibilidades de comunicar datos y resultados de investigaciones a través de las fronteras nacionales por conducto del control remoto y el correo electrónico. Las posibilidades de integrar datos y resultados de investigaciones entre distintos países entrañan a la vez oportunidades y problemas para los investigadores y quienes se dedican al archivo de datos.. Al aumentar el intercambio de datos probablemente han de surgir dificultades en los ámbitos de la vigilancia y la supervisión. Existe también un peligro de hipertrofia, un avance tan rápido que deje de ser posible mantenerse a la par de las innovaciones. El resultado puede ser la apraxia, la incapacidad para coordinar la información necesaria a fin de que la investigación comparada sea adecuada. El pro-
Resúmenes 567
blema de la sobrecarga de datos se puede subsanar técnicamente en principio mediante dispositivos que impartan directrices para el contenido de las estructuras de otras bases de datos y la supervisión del contenido del archivo. E n razón de cuestiones de seguridad, de los derechos de propiedad intelectual de los investigadores principales y de la administración práctica de datos procedentes de distintos archivos y.bases de datos se necesita una fórmula normalizada para la distribución. También hay que contar con expertos en archivos de datos a fin de proporcionar servicios de infraestructura, si bien la cuestión de la comercialización de los servicios de datos académicos es demasiado compleja para que haya soluciones fáciles.
Laboratorios para la ciencia social comparada
Jostein Ryssevik
Los recientes avances tecnológicos van a provocar una revolución en nuestras escuelas y universidades. La información moderna permite ofrecer a los estudiantes de tecnología, incluso m u y jóvenes, acceso a instrumentos y recursos de datos que hasta hace poco era privilegio exclusivo de una minoría de titulados universitarios. El presente artículo examina el concepto de «laboratorios de ciencias sociales», un entorno de enseñanza en el cual los estudiantes pueden actuar c o m o especialistas en ciencias sociales, con material concreto de investigación. Se presentan varios proyectos en curso, así c o m o planes de proyectos futuros. Entre ellos figuran la descripción de cuatro «laboratorios» basados en datos c o m parados para Europa.
El M O S T , primer programa intergubernamental de ciencias sociales
Peter Lengyel
El presente artículo distingue tres fases en la internacionalización de las ciencias sociales desde los años 1860, señala el carácter regresivo de la segunda, enumera los principales-ele
mentos en la fase actual, examina las características y ventajas de los programas intergubernamentales, y explica las razones de la creación del programa de Gestión de las Transformaciones Sociales ( M O S T ) . Se estudian los tres temas principales de investigación de este programa, así c o m o su estructura, financiación y perspectivas.
Interacción entre investigación e información en el programa M O S T
Arnaud F. Marks
Los investigadores necesitan información específica para llevar a cabo su labor. Las necesidades en materia de información varían según las distintas fases de la investigación: preparación, concepción, trabajo sobre el terreno e informe. La información en materia de ciencias sociales se está convirtiendo cada vez m á s en un instrumento decisivo de la formulación de políticas. El suministro activo de información está sustituyendo a su acopio y. almacenamiento pasivo; se está pasando de la gestión de datos almacenados a la gestión de su circulación. El valor cada vez m á s estratégico de la información lleva a la aparición de la gestión estratégica de la misma . La gestión estratégica de la información se refiere a la creación de capacidades en materia de investigación y determinación de políticas. Se han examinado seis aspectos esenciales: la explotación de las bases de datos existentes, la creación de bases de datos, el establecimiento de redes nacionales y regionales, el desarrollo de las infraestructuras técnicas, la solución del problema del plurilingüismo en la información y la comunicación, y la capacitación de especialistas de la información e investigadores. Puede verse en las prioridades y los temas de investigación de M O S T focos de una gestión estratégica de la información. M O S T es un programa de la U N E S C O , recientemente creado, de investigaciones internacionales en ciencias sociales sobre los problemas étnicos y la sociedad multicultural, las ciudades c o m o escenarios de una transformación social acelerada y las consecuencias en el plano'local de las transformaciones ambientales, tecnológicas y económicas en el plano mundial.
Integración de la base de datos europea: servicios de infraestructura y necesidad de integración
Eric Tanenbaum y Ekkehard Mochmann
Generalidades
H a y una gran abundancia de datos en Europa. La mayoría de los países europeos tienen un sistema establecido de institutos de demosco-pia y estudios de mercado, oficinas estadísticas, institutos académicos de investigación social y, en cierta medida, una infraestructura de servicios de datos en ciencias sociales. A d e más , la administración pública aporta cantidades enormes de información a su base de datos.
A pesar de esta riqueza de datos, es m u y escasa la investigación comparada en Europa. La mayor parte de los datos se acopian en respuesta a prioridades nacionales y tienden, por lo tanto, a reflejar perspectivas nacionales. La base de datos europea, en conjunto, no está bien integrada: la coordinación de la investigación a gran escala es insuficiente, los instrumentos de medición y la representación de datos no son comparables, las normas de acceso a los datos y de protección de éstos son diferentes y ni siquiera es fácil obtener información sobre la disponibilidad de datos comparados.
En caso de que el panorama que presentam o s parezca demasiado sombrío, quisiéramos de entrada formular dos observaciones. - E n primer lugar, el problema no es reciente.
Estas mismas preocupaciones acompañaron el nacimiento de la investigación cuantitativa asistida por computadora a finales de los
Eric Tanenbaum es director adjunto del British Economic and Social Research Council's Data Archive de la Universidad de Essex, y profesor en la facultad de ciencias políticas (Wivenhoe Park, Colchester C 0 4 3 5 Q , Reino Unido). Es director de la Essex S u m m e r School in Social Research Methods. Ekkehard M o c h m a n n es presidente del Consejo de Archivos Europeos de D a tos sobre Ciencias Sociales ( C E S S D A ) , director ejecutivo del Archivo Central de Investigación Social Empírica (ZA) de la Universidad de Colonia (Bache-mer Strasse 40, D-5000, Colonia, Alemania) y miembro de la junta directiva de los Institutos Alemanes de Infraestructura en Ciencias Sociales (GESIS).
años cincuenta. C o m o demostraremos m á s adelante, muchos de los programas en curso tratan cuestiones planteadas hace treinta años. Sin embargo, esos programas suelen ser nacionales. A riesgo de converger con la no siempre bien vista escuela «funcionalis-ta», sostendremos que muchos de los adelantos nacionales se prestan a una generalización multinacional. U n a evolución «de abajo hacia arriba» debería permitir un mejor
aprovechamiento de los recursos. En segundo lugar, cabe señalar también que varias de las actuales iniciativas «de arriba hacia abajo» hacen hincapié en una perspectiva europea. Se trata de programas en curso de acopio de datos c o m o los EUROBAROMETROS y el Programa Internacional de Estudios Sociales; iniciativas c o m o el Proyecto Eurocom de archivos de datos informatizados que
intenta integrar determinadas partes de la base de datos europea; proyectos europeos de análisis secundarios c o m o Ideologías de Gobierno (Beliefs in Government - B I G ) de la Fundación Europea para la Ciencia (ESF), y las recomendaciones de armonizar los protocolos de protección de datos en toda Europa.
El artículo comienza con una reseña histórica sobre la evolución de los principales servicios de datos en ciencias sociales. Recordamos los problemas planteados a finales de los años cincuenta e indicamos qué respuesta se les dio.
570 Eric Tanenbaum y Ekkehard Mochmann
N o s centramos en particular en los archivos nacionales de datos en ciencias sociales. Creados al inicio de la informatización de las ciencias sociales, los archivos de datos informatizados reflejan las utilizaciones sucesivas de la información cuantitativa por parte de los científicos sociales. Así, en su forma actual, los archivos conservan la huella de muchas experiencias de adaptación.
Proseguimos mostrando c ó m o las lecciones aprendidas de la resolución de los archivos en función de los cambios en el m u n d o de la información pueden servir de orientación para crear fuentes de datos a través de toda Europa durante los próximos treinta años. El artículo termina proponiendo varias generalizaciones de las prácticas actuales que serán provechosas para la investigación comparada en Europa. Antes de seguir adelante, empero, cabe destacar tres aspectos determinantes de la experiencia colectiva de los archivos que se deberán tener presentes para las futuras etapas evolutivas.
E n primer lugar, hecho poco habitual en ciencias sociales, los archivos de datos informatizados sobre ciencias sociales fueron impulsados por los progresos informáticos. Cada nuevo adelanto fue precedido por la afirmación de que resolvería problemas existentes. En realidad, se vaticinaba que el adelanto siguiente suprimiría obstáculos a la investigación científica. Los archivistas, c o m o tantos otros, descubrieron que el hecho de disponer de un mayor poder planteaba problemas tan complejos que las antiguas dificultades parecían triviales.
E n segundo lugar, aunque existían los instrumentos producidos por los últimos adelantos de la tecnología de la información, la m a yoría de los investigadores no tenían acceso a ellos.
Los archivos trabajaban con colectividades científicas de desarrollo dispar: tenían que satisfacer las necesidades de los investigadores m á s avanzados tecnológicamente sin olvidar a los que habían quedado rezagados.
Por último, c o m o suele suceder con las innovaciones, no siempre resultó evidente que los archivos sobrevivirían. El hecho de que ahora prosperen y se preparen a actuar en la nueva Europa es mérito de quienes supieron adoptar una actitud positiva en su m o m e n t o .
Los orígenes de las colecciones europeas de datos comparados
Desde el principio, los archivos de datos informatizados se propusieron aportar a la investigación social datos cuantitativos utilizables, aunque no se supiera cuál era la mejor estrategia para conseguirlo. Lo interesante, c o m o muestra el análisis siguiente, es que los problem a s clave que motivaron a los primeros defensores de los servicios de datos centralizados se siguen planteando hoy día.
En 1955, Stein Rokkan estudió las «... posibilidades y los problemas del análisis secundario de datos a partir de... encuestas por mues-treo organizadas en forma independiente». En aquel entonces, pocos investigadores sociales se percataban del potencial que representaban las grandes cantidades de datos de que hubieran podido disponer1. Los inventarios de datos escaseaban. A d e m á s , aun si los catálogos hubiesen existido, no había mecanismos para obtener el material (por ejemplo, las cajas de tarjetas perforadas) de las diferentes organizaciones que lo producían. E n un informe sobre su estudio, Rokkan llegaba a la conclusión de que «esas dificultades son por supuesto particularmente desalentadoras en el caso de los análisis plurinacionales comparados».
El objetivo de Rokkan era resolver esos problemas. Solicitó el asesoramiento y el apoyo- de los principales representantes de las ciencias sociales cuantitativas europeas. Así, por ejemplo, en un cuestionario distribuido a los encuestadores asociados con W A P O R , E S O M A R , IPSA e ISA, Rokkan preguntó cuál sería la viabilidad de un archivo internacional o regional que conciliara los intereses de los productores y los usuarios de datos. Entre los intereses comunes se mencionaban «... los problemas de normalización y de interpretación de datos...».
El tema de los datos comparados volvió a tratarse en un documento presentado en una reunión, de E S O M A R celebrada en 1956 en Biarritz. Rokkan declaró ulteriormente que se había manifestado una disposición favorable a un archivo regional europeo cuya creación se basaría en una serie de «estudios piloto» centrados en problemas de análisis comparado secundario. Tales estudios a) tratarían la «situación de Europa occidental», b) se referirían a la comparabilidad de las distintas fuentes de
Integración de la base de datos europea: servicios de infraestructura y necesidad de integración 571
datos en varios países, en particular en relación con diferentes «... contextos históricos, culturales y lingüísticos...», c) explorarían las consecuencias de los distintos diseños de muestras, d) determinarían las repercusiones de los distintos criterios aplicados en los cuestionarios, y e) evaluarían la calidad de las estimaciones con respecto a las fuentes estadísticas oficiales.
Rokkan propuso además que el archivo (¿o los archivos?) controlara la calidad de los datos que difundiera. Los archivos se encargarían de cerciorarse de que en los estudios se utilizaran, c o m o mínimo, parámetros equivalentes para las variables demográficas. Podrían asimismo encargar el acopio de datos para colmar posibles lagunas en el material comparado de sus respectivas colecciones.
Si bien los productores de datos parecieron aceptar la idea de un archivo supranacional, los (potenciales) usuarios académicos reaccionaron de m o d o diverso, quizás porque en las ciencias sociales de Europa occidental no existía una tradición cuantitativa. Sin ir m á s lejos, en esa época los investigadores en ciencias políticas que habían trabajado con datos de encuesta no llegaban a una docena. Hicieron falta varios proyectos «de demostración» de la utilidad de los análisis secundarios para disipar las reservas metodológicas y de fondo de los teóricos de las ciencias sociales con respecto a la utilización de dicho material.
Entre los proyectos que debían emprenderse «se convino en una serie de análisis piloto, principalmente sobre los problemas metodológicos de muestreo y las inferencias estadísticas, la comparabilidad de los marcos de mues treo, los procedimiento de estratificación y de
selección definitiva, las relaciones entre las distribuciones de muestras y los distintos parámetros demográficos establecidos en forma independiente».
Se recordará que esta lista coincide con las propuestas formuladas en la conferencia de E S O M A R . A d e m á s de estos temas, se propusieron los siguientes para un estudio comparado sistemático: características básicas (por ejemplo, ocupación, actividad económica, condición económica); matrimonio, parentesco y estructura familiar; comportamiento del consumidor; tiempo libre y empleos del tiempo; conductas y actitudes religiosas; conducta y actitudes políticas, y utilización y efectos de los medios de comunicación.
Rokkan parece haberse inclinado por un archivo supranacional, tal vez al servicio de usuarios de Europa occidental. Sin embargo, el movimiento archivístico siguió una evolución diferente y se concentró en el establecimiento de infraestructuras nacionales.
Al describir la evolución inicial en Alemania, por ejemplo, Scheuch y Brüning (1964) sostuvieron que la utilización sería m á s bien intracultural que intercultural. Al planificar el archivo central en Colonia esperaron que sus datos sirvieran para efectuar análisis interculturales, pero consideraron que la manera m á s eficaz de conseguirlo era constituyendo grandes colecciones nacionales que luego podrían integrarse en «... un sistema de cooperación entre archivos organizado por áreas lingüísticas o países». Esto fue lo que sucedió en realidad. Los archivos de datos informatizados se concentraron en conjuntos de datos nacionales y empezaron a crear colecciones especiales para la investigación comparada intercultural
C U A D R O A . Consejo de archivos europeos de datos sobre ciencias sociales
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Zentralarchiv für empirische Sozialforschung (ZA) Wiener Institut für sozialwissenschaftliche Dokumentation und Methodik ( W I S D O M ) Archivos belgas de ciencias sociales (BASS) Archivos de datos informatizados daneses ( D D A ) Centre Informatique de Données Socio-Politiques ( B D S P / C . E . R . A . T . ) Sociedad informática de investigación social ( T A R K J ) Archivio Dati e Programmi per le Science Sociali (ADPSS) Servicios noruegos de datos sobre ciencias sociales ( N S D ) Archivos Steinmetz (STAR) Servicio sueco de datos sobre ciencias sociales (SSD) Schweizerischer Informations- und Daternarchivdicnst für die Sozialwissenschaften (SIDOS)
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Fichero rotativo, Estados Unidos 1944. U n acceso a la información que recuerda el atril giratorio del siglo dieciséis que aparece en nuestra portada, R.R.
(por ejemplo, los cinco estudios nacionales de «culturas cívicas» de Almond y Verba, la encuesta del Reader's Digest sobre Europa, la encuesta sobre el empleo del tiempo efectuada por Szalai y otros autores).
E n la actualidad, muchos países europeos cuentan con archivos de datos informatizados sobre ciencias sociales. En el Cuadro A figuran los miembros actuales del Consejo de Archivos Europeos de Datos sobre Ciencias Sociales, así c o m o los que aspiran a serlo. Todos están asociados a establecimientos de enseñanza superior y muchos están financiados por sus respectivos consejos nacionales de investigación en ciencias sociales. Por consiguiente, sus clientes son por lo general investigadores y profesores que trabajan en el sector académico.
Problemas y soluciones comunes: las experiencias nacionales
La principal preocupación de los primeros archiveros era que la utilización de los datos
fuese lo m á s amplia posible. Advirtieron que la creación de un banco de datos no se reducía a ingresar datos en un entorno seguro de donde se los podría recuperar. En realidad, a riesgo de abusar de la metáfora bancaria, se percataron de que los investigadores necesitaban a la vez una cuenta corriente de cheques y una cuenta de ahorros a largo plazo que devengara intereses. La primera servía para aplicaciones inmediatas mientras que la segunda iba cobrando importancia con el tiempo. En este caso, empero, la ganancia no era monetaria sino que consistía en la experiencia acumulada con las fuentes de datos.
Para determinados proyectos a corto plazo, cada base de datos era un conjunto integral. Al recibir la documentación adecuada, un investigador podía suponer que los datos poseían una coherencia interna. Esta suposición, a su vez, le permitía profundizar en la sustancia del conjunto de datos. Las investigaciones a fondo con conjuntos de datos individuales permitieron acumular conocimientos" sobre los parámetros del conjunto (esto es, sus puntos fuer-
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tes y débiles, sus dificultades analíticas potenciales). Al reintroducir esos nuevos conocimientos al archivo de donde procedían los datos, se alimentaba el fondo de metadatos sobre esa fuente particular. Los archivos elaboraron sistemas para registrar esas informaciones aportadas por los investigadores y las transmitieron a su vez a los usuarios ulteriores del fichero.
Sin embargo, conforme se iban acumulando los datos en los archivos nacionales, los investigadores empezaron a considerar la posibilidad de utilizar en sus estudios varios conjuntos de datos2. Entonces, aun cuando estuviesen trabajando dentro de un solo contexto nacional, corrían el riesgo de enfrentarse a los problemas que Rokkan y otros autores temían que afectaran a los investigadores a nivel de varios países. Por ejemplo, un analista que consultase varios conjuntos de datos podría encontrarse con a) indicadores «casi iguales» (por ejemplo, clase social), b) referencias espaciales variadas (Openshaw, 1987), c) diseños de muestras diferentes, d) diseños de cuestionarios diferentes, e) diferencias lingüísticas en las preguntas, f). diversos procedimientos de trabajo sobre el terreno y g) marcos de codificación incompatibles. A todo ello, se debe añadir la categoría general de «calidad de los datos»3. Esta serie de problemas - y no son los únicos- ilustran las dificultades de los archivos de datos informatizados para presentar material fiable a los investigadores.
Los archivos están en condiciones ideales de acopiar, almacenar y comunicar los meta-datos que tratan de esos aspectos de los ficheros de datos que difunden. Esta «información sobre la información» suele ser descubierta por los investigadores al tratar de utilizar los datos. Los investigadores secundarios inform a n al archivo fuente de los problemas y soluciones; en realidad, esta retroinformación suele ser una condición obligatoria para la c o m u nicación de los datos. Al convertirse en parte de la base de información, los metadatos enriquecen el fondo de datos del archivo.
Además , los conocimientos adquiridos sobre esos datos individuales se preservan y permanecen a disposición de ulteriores investigadores, que podrán ser especialistas en un solo país o bien - c o m o esperamos- cada vez con mayor frecuencia, profesionales dedicados a la investigación comparada. Es m u y posible que
estén alejados de algunas de sus fuentes de datos, datos que podrían ser incomprensibles sin los conocimientos adicionales aportados por investigadores anteriores. E n resumen, si bien los archivos europeos evolucionaron en el ámbito nacional, su labor los preparó para facilitar investigación transversal en varios países. Otro hecho igualmente importante es que, c o m o a lo largo de los dos últimos decenios, los archivos nacionales de datos han desarrollado una actitud de cooperación en á m bitos de interés c o m ú n , pueden propiciar la creación de una infraestructura paneuropea de servicios de datos.
La colaboración archivística intraeuropea: el decenio pasado
Si bien todos los archivos de datos informatizados participan en las tareas antes expuestas, su labor cotidiana hace hincapié en diferentes facetas. Esto se debe en parte a que las prioridades nacionales difieren entre sí, pero refleja cada vez m á s una insuficiencia de los recursos necesarios para ocuparse de todo y hacerlo bien. Así pues, cuando es posible los archivos comparten algunas tareas iterativas. Varios ejemplos de esta colaboración ilustran su alcance potencial.
1. El archivo central de Colonia, en cooperación con el I C P S R , A n n Arbor, ha emprendido la validación y redocumentación de la colección actual de E U R O B A R O M E T R O en nombre de los otros archivos europeos. Sirve también de archivo para el Comité Internacional para la investigación sobre las elecciones y la democracia representativa ( I C O R E ) y el Programa Internacional de Estudios Sociales (ISSP) (Scheuch, 1990).
2. El archivo Steinmetz en Amsterdam está evaluando los diversos protocolos de los gráficos en m o d o de puntos. Ello permitirá que los archivos intercambien imágenes nu-merizadas.
3. El archivo de datos de Colchester está investigando nuevas formas de documentación en m o d o interactivo. El objetivo es establecer un método europeo que facilite el intercambio de datos.
4. El Norsk Samfunnsvitenskafelig Datat-jeneste de Bergen ha dedicado muchos esfuerzos a producir el NSDStat, un conjunto de
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programas de análisis estadístico destinado a las escuelas y centros de enseñanza superior. Varios archivos europeos han apoyado esos esfuerzos y van a adoptar el producto.
5. El archivo de datos informatizados de Dinamarca promovió la normalización del plan de descripción de estudio elaborado originalmente por el archivo Steinmetz y el archivo central (Klingemann, 1966). La Descripción de Estudio Normalizada (SSD) es utilizada por la mayoría de los archivos para catalogar sus ficheros de datos informatizados. Esta norm a facilita la creación en Europa de inventarios de datos integrados. H a influido también en las prácticas de documentación de datos de varias oficinas estadísticas.
6. El servicio de datos sobre ciencias sociales de Suécia (SSD) ha elaborado un servicio «Gophen> que da acceso a descripciones de estudio y a documentación sobre variables.
Cabe señalar asimismo que los archivos europeos comparten recursos de capacitación. Hace algunos años, el Consejo de Archivos Europeos de Datos sobre Ciencias Sociales ( C E S S D A ) inició un programa de seminarios de expertos. Esas reuniones, organizadas por los archivos miembros por rotación, se centran en los conocimientos técnicos particulares del archivo anfitrión, lo cual permite inculcar un planteamiento c o m ú n de los problemas comunes. Por otra parte, el personal de los distintos archivos empieza a sentir que forma parte de un todo más amplio.
Por último, los archivos europeos, bajo los auspicios del C E S S D A , utilizan un protocolo de intercambio de datos. Este protocolo, que figura en el Anexo A , entró en vigor hace más de diez años, y todo nuevo archivo nacional que quiera ser miembro del C E S S D A debe plegarse a las condiciones establecidas.
La ventaja del Protocolo de Intercambio de Datos del C E S S D A es que facilita los intercambios bilaterales. Además , como el protocolo se acordó entre varios países, un investigador sabe de inmediato si los datos extranjeros pertinentes están disponibles y cuáles son las condiciones para su uso. El Protocolo significó varias otras ventajas dignas de mención.
El archivo nacional, consciente de que todos sus datos podían interesar a usuarios extranjeros, podía dar a conocer a los nuevos depositantes la posibilidad de intercambiar datos. C o m o el Protocolo funcionaba a través
de los archivos nacionales, cada archivo podía garantizar a sus depositantes locales la protección de sus datos en otros países.
Se simplificó también la transferencia m a terial de datos. El principal medio de intercambio de datos eran las cintas magnéticas para computadoras, que no utilizan un formato normalizado universal. Por consiguiente, cada archivo tiene una serie de programas informáticos con los que responde a-las necesidades de sus clientes locales. Ahora bien, cada país tiene una gama distinta de computadoras. Al establecer intercambios entre archivos el Protocolo facilitaba las conversiones de ficheros.
Había que tener en cuenta también el costo de los datos. Aunque la mayoría de los archivos no cobran por comunicar los datos, practican distintas políticas para resarcirse de los gastos de manipulación. Algunos cobran, otros no. En el caso del intercambio de datos, empero, se convino de un m o d o general en que prevalecería un «mercado entre archivos» en que los costos se compensarían por intercambios futuros. Se estimó que a largo plazo todos los archivos participantes en el intercambio equilibrarían sus cuentas.
Si bien el intercambio de datos se centra en los propios datos, gran parte del proceso entraña el intercambio de información sobre a) la disponibilidad de los datos y b) sobre su utilización. El Protocolo resultó útil también en este caso.
C o m o se indicó antes, muchos archivos adoptaron la Descripción de Estudio Normalizada c o m o base de su propia catalogación. Así, todos los archivos que participaban en el proyecto sabían de qué metainformación se podría disponer. Por otra parte, los proyectos comunes sobre catalogación de datos estimularon el intercambio de información sobre sus datos. Se efectúan periódicamente intercambios de catálogos y de sus ediciones actualizadas. Se celebran, también periódicamente, seminarios- y reuniones sobre catalogación. En resumen, están sentadas las bases para proyectos conjuntos de catalogación más ambiciosos, que se emprenderán cuando se disponga de la tecnología informática necesaria4.
Durante el decenio de 1980 los procedimientos de intercambio de datos se elaboraron gradualmente a través de la experiencia. C o m o no había mucha demanda de material compa-
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rado, hubo que establecer prácticas de intercambio en espera de que surgiera la necesidad. Cuando las demandas se manifestaron, se comprobó que había que modificar los sistemas . E n la sección siguiente exponemos los problemas con que se toparon los archivos.
Intercambio de datos intraeuropeo: aprender por experiencia
Los años ochenta enseñaron que la circulación transnacional de datos es posible ya que los obstáculos técnicos y financieros para el intercambio de datos son superables. Sin embargo, el éxito de esos primeros intercambios puso de manifiesto otra serie de preocupaciones, tal vez la próxima. En términos generales, éstas se refieren a la índole de los propios datos.
C o m o se indicó, la mayor parte de los datos son indisociables de la realidad que reflejan. N o obstante, la investigación sobre Europa entraña la comparación de conjuntos de datos país por país. El problema con gran parte de los datos de que se dispone actualmente es que los indicadores de los ficheros nacionales son difícilmente comparables. Esto puede ilustrarse mediante una simple lista de las variables utilizadas en nuestros estudios nacionales:
a) referenciación geográfica b) categorización demográfica c) conducta d) creencias, actitudes, valores H e m o s expuesto ya los problemas plantea
dos por los estudios mononacionales y no insistiremos en ello. Añadiremos simplemente que cuando se consideran los datos desde un punto de vista multinacional surgen las mism a s dificultades, y que, por consiguiente, las soluciones a dichos problemas redundarán también en provecho del investigador multinacional. Sin embargo, la investigación c o m parada agrega una nueva dimensión: la elección de las unidades que deben compararse.
La complejidad del problema resulta m á s evidente si se examinan varios de los temas de investigación actuales. Para mencionar sólo tres ejemplos, no se sabe si el «cambio a m biental mundial», el «SIDA» o la «desindustrialización» deben considerarse c o m o fenómenos nacionales, subnacionales o suprana-cionales. En tales casos no .está claro si las
fronteras nacionales tradicionales son pertinentes.
N o todos los temas han de ser tan trascendentes. Scheuch (1990) observa que son m u chas las áreas sustantivas que deben examinarse con flexibilidad al escoger el nivel de análisis m á s apropiado. Sé podría sostener que la definición del nivel de análisis m á s apropiado debería constituir siempre una de las primeras etapas de todo proyecto de investigación. Esto no impediría utilizar el Estado nación, pero éste no sería m á s que una entre varias opciones posibles.
C o n todo, aun cuando los investigadores están de acuerdo en la unidad funcional de análisis apropiada, la obtención de los datos necesarios resulta difícil por varias razones. Su acceso debe organizarse. E n áreas de investigación nuevas, esto podría suponer la aplicación de métodos de análisis país por país. U n a vez. que ha tenido acceso a los datos, el investigador puede toparse con problemas planteados por la escala de las unidades de los diferentes países. Así, por ejemplo, unos datos que son significativos en el plano de un «département» francés pueden tener sentido solamente en el plano de una «standard region» del Reino Unido, o bien, si no se trata del sentido, pueden acopiarse solamente en ese plano. Las diferencias de magnitud entre esas dos unidades son fuente de confusión en los análisis c o m p a rados: es posible que haya que tratar previamente los datos para que sean equivalentes. Por último, aunque esto sólo se refiere a las series cronológicas, puede haber soluciones de continuidad en determinadas series debido a que las unidades administrativas que producen los datos fueron reformadas durante el periodo que interesa o debido a que se han modificado las definiciones operacionales.
Intercambio de datos intraeuropeo: necesidades futuras
Existe una evidente necesidad de armonización en varios ámbitos. Sin embargo, al abordar el problema de la armonización y establecer nuestros objetivos de producción, no podem o s tener en cuenta únicamente los proyectos que por su índole intrínseca son estudios c o m parados. Es preciso tener en cuenta asimismo las necesidades del investigador interesado en
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un solo pais, que necesita un material de referencia con que comparar los resultados nacionales.
D e b e m o s tener presente también que a los estudios transversales basados en los datos de interés nacional, que • constituyen la mayor parte de los fondos actuales de los archivos, se añadirán otras investigaciones comparadas. Los contextos funcionales sociales y económicos están cobrando importancia para las c o m paraciones entre países y entre regiones europeas, que en muchos casos, son independientes de los Estados nación «tradicionales». Por lo demás, esos estudios serán a m e n u d o independientes de las fuentes de datos «tradicionales».
L a fusión de diferentes tipos de datos (por ejemplo, encuestas, microdatos administrativos, datos regionales y datos textuales) para las investigaciones comparadas será posible gracias a la utilización eficaz de técnicas de interconexión de documentos. Es evidente que la coordinación, la normalización y la armonización previas, desde la fase de acopio de los datos, contribuirían considerablemente a c o m binar y compartir las fuentes de datos. N o obstante, debemos recordar que tenemos ahora grandes cantidades de material almacenadas que son una fuente irreemplazable de información básica para los estudios sobre el cambio. Así pues, cuando pensemos en armonizar los datos, debemos cerciorarnos de que los «nuevos» planes de nuevos convenios sobre acopio de datos se ajustan a los procedimientos establecidos para preservar el valor de los «antiguos» datos existentes. A m b a s cosas exigen un trabajo de coordinación por parte de las oficinas de estadística, los institutos de investigación sobré el terreno, los investigadores a título individual, los archivos de datos informatizados y los organismos de financiación de las actividades de investigación.
Los esfuerzos deben iniciarse ahora mism o . Las tentativas anteriores de elaborar series cronológicas a partir de los datos existentes ilustran las dificultades de una armonización a posteriori. Para que la investigación se vuelva acumulativa, se deberá asignar m á s importancia a la búsqueda de indicadores sensibles a la especificidad cultural y a la equivalencia funcional de los indicadores. Así se logrará mayor coherencia cuando se apliquen variables idénticas para medir el m i s m o fenómeno
en diferentes periodos y en distintos países. Si bien se aprecia la creatividad en el dise
ño de las investigaciones y la formulación de las preguntas, el déficit conceptual y técnico de la representación y la documentación de datos suele dificultar innecesariamente la utilización eficaz de éstos. Se podrían ahorrar m u chos esfuerzos en el control y la recodificación de los datos si se dispusiese de directrices claras, y si se las promoviese, sobre c ó m o codificar, estructurar y documentar datos que faciliten la investigación acumulativa.
Debido a la falta de normalización, los datos disponibles sobre los países europeos deben armonizarse para enriquecer la investigación sobre Europa. Se trata de una labor absorbente desde el punto de vista conceptual, tecnológico y metodológico. Puesto que las estructuras actuales de la investigación social están orientadas hacia las necesidades de cada país, será difícil responder a estas exigencias adicionales con los recursos existentes.
Aunque no se dispone por ahora de los fondos para impulsar esos cambios, existen en cambio los instrumentos para ello. D e hecho, los archivos europeos los han utilizado con otros fines. Indicaremos c ó m o podrían a m pliarse al fomento de las investigaciones multinacionales en Europa.
Intercambio de datos intraeuropeo: construir el futuro a partir del pasado
H e m o s mostrado que muchos -si no la mayor parte- de los obstáculos con que se topan quienes emprenden investigaciones comparadas afectan también a los especialistas de cada país. Los archivos nacionales de datos han trabajado con productores y usuarios de datos sociales en sus respectivos países para paliar los peores efectos de tales obstáculos. Indicarem o s a continuación c ó m o pueden aplicarse los servicios prestados por los archivos en el plano nacional a las necesidades internacionales de datos. Para ello recurriremos a la lista de funciones archivísticas enumeradas en el Cuadro B .
C o m o muestra el cuadro, las tareas de los archivos de datos informatizados nacionales son la adquisición de datos, la validación de datos, la documentación, la catalogación, la
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C U A D R O Ë . El árbol archivístico
adquirir validar
documentar catalogar capacitar
supervisar compartir los conocimientos
crear redes de intereses preparar materiales de consulta para las escuelas
crear un archivo de análisis transcuropco
capacitación de los usuarios, la supervisión, la mejora de la información, la creación de redes de intereses especiales, la preparación de materiales de consulta para las escuelas, la integración multinacional de datos y la constitución de archivos de datos informatizados. Existen procedimientos corrientes a este respecto que pueden aplicarse a un reducido costo marginal a los datos europeos. En la parte final del presente artículo indicaremos c ó m o conseguirlo. Muchas de las tareas representan la estrategia «de abajo hacia arriba» que expusimos antes. Tal vez su extensión al plano europeo estimule la cooperación entre investigadores sociales en otros terrenos.
Adquisición
El interés en los conjuntos de datos nacionales no disminuirá pero se empezará a ejercer presión para que se añada información computadorizada producida durante el proceso. Esos datos se utilizarán directamente por su valor intrínseco y también con fines contextúales.
Evidentemente también despertará interés la información producida en el plano europeo para los fines de la Comunidad. Así c o m o muchos archivos negociaron con sus respectivos organismos estadísticos nacionales el acceso a los datos oficiales, habrá que trabajar para que los organismos de la Comunidad comuniquen más fácilmente su información. Esto plantea de entrada varias dificultades posibles:
1. Hay que identificar las fuentes de datos. C o m o los fondos disponibles para cotejar y acopiar la información existente son limitados, se deben fijar prioridades para racionalizar la utilización de esos recursos. Corresponde a los archivos nacionales solicitar la opinión de los usuarios finales. Habrá que hacer
algunas mejoras marginales a la actual estructura de información de datos para que funcione en este terreno m á s amplio.
2. Las legislaciones sobre protección de'da-tos varían según los países y los organismos. En muchos países las normas estadísticas reglamentan de m o d o rígido el uso ulterior del material estadístico para la investigación. E n la mayoría de los casos, la garantía de anonimato permite comunicar los datos, pero aun en este aspecto existen diferencias entre países (de Guchteneire y M o c h m m a n , 1990). Para evitar lagunas en la base de datos europea, se requerirá una estrecha colaboración entre productores, distribuidores y usuarios de datos. Los archivos han demostrado que son capaces de organizar actividades c o m o ésta.
3. La divergencia en las prácticas nacionales en relación con la autorización de la circulación transfronteriza de datos constituye también una amenaza para la base europea de datos comparados. En la mayor parte de los países de Europa, la reglamentación relativa a la protección de datos autoriza un intercambio de datos multinacional controlado, pero algunos países lo prohiben. Si bien los archivos de datos informatizados no pueden violar la reglamentación en vigor, pueden demostrar, por medio de concertaciones con las autoridades nacionales competentes, que muchas de las técnicas que han elaborado en sus respectivos países para que se tenga acceso a los datos en forma aceptable se aplican a la protección de los datos en el plano multinacional. Así, por ejemplo, debería ser m á s del conocimiento público que en más de 20 años de funcionamiento, los archivos no han tenido noticia de que ninguna persona se haya visto perjudicada en sus intereses. Por el contrario, la Üsta de publicaciones que se derivan del acceso a esos datos redundó en provecho de quienes los proporcionaron originalmente (Tanenbaum, 1985).
4 . El costo constituye otro inconveniente para la disponibilidad. La mayoría de las oficinas estadísticas nacionales cobran los costos de reproducción, pero algunas exigen también unos derechos proporcionales al valor que asignan a la información. Por ejemplo, en Gran Bretaña se puede cobrar a los usuarios comerciales de la «General Household Survey» (encuesta doméstica general) 10.000 libras esterlinas por cada encuesta anual, mientras que los académicos que utilizan el m i s m o
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material para trabajos de investigación pueden obtener la información gratuitamente. La oficina central de estadísticas de los Países Bajos, en cambio, cobra 150.000 florines por la encuesta sobre la población activa en ese país. Semejante suma resulta prohibitiva para un investigador.
Validación de datos
Cualquiera que sea su procedencia, los datos tienen que ser verificados. Ahora bien, es de esperar que para los datos de fuentes multinacionales se compartan los recursos de los archivos nacionales. Sería un despilfarro que cada archivo expurgase los mismos ficheros de datos; es m u c h o m á s sensato que se ocupe de conjuntos de datos particulares en beneficio de todos los demás archivos. Esto supondría establecer normas entre archivos y compartir los gastos de elaboración de instrumentos que faciliten la producción de un producto de calidad homogénea.
E n la práctica, este tipo de trabajo se está llevando a cabo. Proyectos c o m o los E U R O -B A R O M E T R O S , el Grupo de Acción Política y el Programa Internacional de Encuestas Sociales suministran su material «bruto» a un solo archivo que lo trata antes de que sea difundido por otros archivos.
Documentación
También en este caso la colaboración entre archivos es patente y continua. Cabe señalar tres aspectos de la documentación en la actualidad que deben examinarse por separado.
E n primer lugar, está el aspecto lingüístico. N o nos referimos solamente a las diferencias de lengua entre países, sino además a las terminologías particulares utilizadas por los investigadores de diferentes tradiciones. La larga historia del programa I N T E R C O C T A (Cooperación internacional e interdisciplinaria en análisis conceptual y terminológico), centrado en el control terminológico en las ciencias sociales, nos hace dudar de que los archivos puedan resolver por sí solos este problema en su documentación (Riggs, 1990; Brittain, 1989). Este es otro terreno en el que pueden colaborar productores, difusores y usuarios.
E n segundo lugar, hacen falta normas para descubrir electrónicamente los datos que han
de utilizarse con programas informáticos de análisis. H a y una diversidad creciente en el estilo de los diccionarios de datos necesarios para los programas informáticos de análisis; en consecuencia, para no desperdiciar el esfuerzo de los investigadores, es preciso ponerse de acuerdo sobre las definiciones de datos básicos que pueden alimentar los dialectos de los diferentes programas. U n a vez más , esto es competencia de los archivos. En tercer lugar, los investigadores utilizan medios de trabajo de gran potencia que podrían incorporarse en la labor de documentación de datos. Hasta ahora, la mayor parte de la documentación era de papel porque ése era el único medio normalizado de que disponíamos. En la actualidad hay por lo menos otro medio c o m ú n (aunque con algunas variantes): la microcomputadora, que permite una flexibilidad de presentación de la documentación mucho mayor. En adelante, los archivos pueden considerar la posibilidad de utilizar hipertextos para ampliar la información sobre puntos difíciles. Los instrumentos de gestión de las bases de datos permiten vincular las distintas partes del documento de forma que pueda ser estructurado por el usuario final con arreglo a sus necesidades inmediatas (David y Robbin, 1989). Esto significa que ahora se dispone de instrumentos que dan un acceso inmediato a los metadatos antes mencionados c o m o parte de la documentación.
Catalogación
Se tiende a pensar que el problema principal de este decenio es el exceso de información. Se crean grandes cantidades de datos informatizados que podrían estar disponibles si la gente supiese dónde buscarlos5. La tarea de los archivos es catalogar esos datos; el objetivo final es la creación de un «catálogo colectivo» integral, análogo al que existe para los libros.
Su forma se inspirará en las tendencias nacionales actuales. Los archivos de datos informatizados europeos han colaborado para establecer criterios comunes de catalogación (Taylor y Winstanley, 1990) y, por lo tanto, la tarea más fácil de controlar.
En cuanto a su contenido, esperamos que el catálogo refleje los nuevos ámbitos de interés de las ciencias sociales. Así, por ejemplo, hará referencia probablemente a los datos a m -
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Biblioteca de la Cámara de Comercio e Industria de Bordeaux, Francia 1983, después de introducirse el Ordenador. Michel BaretfRapho.
bientales (clima, uso de la tierra, vegetación) y fisiológicos que se están integrando en las ciencias sociales «convencionales» (Worcester y Barnes, 1991).
C o m o en el pasado, el estilo de los inventarios de datos se basará en los adelantos tecnológicos en el tratamiento de la información que resulten más convenientes. La creación de mejores redes ( D e m , 1992) permitirá búsquedas bibliográficas interactivas con los instrumentos de consulta más modernos (por ejemplo, apertura de hipertextos). Los datos localizados podrían recuperarse de inmediato a través de la red6.
El acceso al «catálogo» no se limitará a un solo medio. Se han entablado debates sobre la viabilidad de un catálogo común europeo publicado en C D - R O M . Las bibliotecas de material impreso utilizan ampliamente este medio para crear ficheros bibliográficos y, por lo tanto, su adopción por los archivos de datos es un paso importante en la integración de ficheros
informatizados en el m u n d o de la información general.
Capacitación de los usuarios
Los archivos saben que suministrar datos cuantitativos inteligibles a los investigadores en ciencias sociales es fundamental, pero no suficiente. El apoyo continuo es esencial. Así, han elaborado con los años varios medios de capacitar a los investigadores en la utilización de los fondos archivísticos7, que seguirán siendo una forma de apoyo necesaria para quienes emprendan análisis comparados. Esperamos una vez más , sin embargo, que las modificaciones de los «antiguos» métodos den por resultado un programa eficaz para el próximo decenio. Por otra parte, si trabajan en estrecha cooperación, los archivos pueden prestar un servicio de capacitación eficaz y rentable. Por ejemplo, se podrían preparar colectivamente diferentes programas de capacitación y apli-
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carlos por separado en los distintos países. Los sistemas mejorados de teleconferencia pueden utilizarse para organizar en Europa talleres multinacionales interactivos.
Otra posibilidad interesante es la creación de instrumentos de capacitación polivalentes que, a diferencia de las dos propuestas anteriores, podrían ser manejados por los investigadores conforme los necesiten.
U n objetivo evidente que los archivos pueden perseguir es inculcar una cultura de la investigación comparada entre los profesionales europeos de las ciencias sociales. Habrá de ser un proceso lento pero constante que sólo se concretará si se asignan estratégicamente los recursos necesarios.
Se deberá recordar asimismo la actividad llevada a cabo anteriormente por los archivos de datos informatizados para fomentar la investigación comparada mediante su participación en seminarios internacionales de confrontación de datos. Esas reuniones, basadas en conjuntos de datos personalizados procedentes de fondos archivísticos, sirvieron para capacitar a muchos profesionales dedicados actualmente a la investigación comparada.
Apoyo a redes de interés especial
Las estrategias de capacitación antes expuestas suelen centrarse en determinados programas pedagógicos destinados a inculcar competencias específicas. Sin embargo, la utilización eficaz de datos exige un apoyo continuo. M u chos archivos de datos informatizados a m plían sus limitados recursos propios estimulando la creación de grupos de usuarios que vinculan entre sí (electrónicamente o de otro m o d o ) a los investigadores que trabajan con las mismas fuentes de datos. Los miembros de esos grupos de usuarios pueden ayudarse m u tuamente a superar determinados problemas y compartir la experiencia adquirida en sus propios análisis. Los archivos prestan servicios de secretaría y codifican esos adelantos para que queden a disposición de otros investigadores que utilizan las mismas fuentes.
Este es un aspecto que los archivos habrán de desarrollar en los años noventa. Compartir los conocimientos en toda Europa será una contribución importante al fondo de datos europeo. Corresponde a los archivos nacionales prestar servicios de organización regionales y
técnicos a esos grupos. Esperamos que los archivos tomen algún día la iniciativa de prestar apoyo a las redes de usuarios en sus propias áreas de interés especial.
Preparación de materiales de consulta
La mayoría de los archivos crean materiales de consulta destinados a sus respectivos sistemas escolares nacionales. D e ahora en adelante habrá que producir material de apoyo a los programas de estudios para contribuir a que las escuelas creen una conciencia europea. Esto puede lograrse de varias formas. Los archivos podrían crear fuentes de datos nacionales que utilizaran un núcleo c o m ú n y cuya difusión en los distintos países europeos aportara a los alumnos una visión de Europa desde los diferentes puntos de vista nacionales. Otra alternativa sería estudiar la posibilidad de producir colectivamente una serie de materiales sobre un solo tema pero con criterio comparado.
En todo caso - y las alternativas no se excluyen mutuamente- los materiales de consulta pueden ser difundidos por medios distintos (por ejemplo, en C D - R O M o en disquetes). C o m o la instalación de algunos medios es onerosa y su viabilidad requiere grandes mercados, la colaboración entre países permitirá efectuar economías de escala.
Mejora de la información
Los archivos almacenan los conocimientos acumulados resultantes de los nuevos análisis de los datos suministrados por ellos; al incorporar esos metadalos, dinamizan un material que de otro m o d o permanecería estático. Los archivos ofrecen el mismo servicio a quienes efectúan investigaciones comparadas. N o obstante, podrían mejorar las prestaciones que han estado ofreciendo durante los últimos veinte años.
Los archivos deben, c o m o mínimo, codificar los conocimientos adquiridos mediante las grandes investigaciones científicas de sus fondos efectuadas, por ejemplo, por el Proyecto de Ideologías de Gobierno y el Grupo Internacional para la Representación Comparada del Cambio Social. Este tipo de proyectos persiguen naturalmente resultados sustantivos. Se debería encargar a los archivos que registrasen los conocimientos técnicos • y metodológicos
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adquiridos en la consecución de esos objetivos sustantivos. Se podría insistir, por ejemplo, en que los destinatarios de datos retribuyeran el esfuerzo de los archivos informando acerca de su experiencia de manejo dé los datos, lo cual, después de todo, no haría m á s que suplir las reuniones de confrontación de datos comparados mencionadas m á s arriba.
Supervisión
Los archivos supervisan el uso que se ha hecho de los ficheros de datos a fin de comunicar a los depositantes el valor agregado a sus datos por los análisis subsiguientes. Los depositantes suelen considerar que ese valor agregado constituye el pago por consultar los datos. Es tal vez igualmente importante que los patrocinadores de las colecciones de datos en curso tengan en cuenta la utilización dada a las fuentes de datos al decidir si continúan financiando los proyectos de producción de datos. Los archivos tienden a centrar su labor en el plano nacional, pero es evidente que los proveedores de datos multinacionales esperan también recibir información acerca del uso que se ha hecho de sus datos. Los archivos tienden a centrar su labor en el plano nacional, pero es evidente que los proveedores de datos multinacionales esperan también recibir información acerca del uso que se ha hecho de sus datos. Corresponde a los archivos nacionales colaborar en el suministro de esa información.
Integración multinacional de datos
Durante m á s de un decenio, los archivos de datos informatizados europeos han colaborado en acopios especiales de datos transeuropeos para facilitar la investigación comparada, procurando en particular transformar los datos para que concuerden los indicadores y los periodos. E n el futuro habrá que prestar m a yor atención a los proyectos de colaboración entre archivistas e investigadores de fondo.
Archivado de datos
Existe el grave riesgo de que los productos de datos de las investigaciones primarias multinacionales en curso se pierdan sea por falta de un organismo preciso al que se puedan c o m u nicar los datos, sea debido a que el organismo
patrocinador no se ha percatado de la posibilidad ofrecida por los archivos. E n el plano nacional, los archivos de datos informatizados han establecido por lo general cláusulas relativas al depósito obligatorio de datos en los contratos de investigación con los organismos nacionales de financiación. Se deberían aplicar disposiciones similares a los organismos supranacionales de financiación de la investigación.
Conclusión
E n este artículo h e m o s examinado la evolución de los archivos nacionales de datos para mostrar hasta qué punto sus imperativos coinciden con las exigencias de quienes se dedican a la investigación comparada multinacional. El artículo propugna en particular la aplicación de la experiencia nacional al plano internacional. Si bien la base de datos europea es nueva, su constitución está respaldada por treinta años de adelantos tecnológicos. C o n vendría que los responsables de la creación de la base de datos velaran por la disponibilidad de los recursos marginales necesarios para integrar esos servicios nacionales. Del m i s m o m o d o , los archivistas nacionales deberían estar dispuestos a definir esos costos marginales para que se pueda entablar el diálogo.
Anexo A . Acuerdo C E S S D A sobre transferencia transfronteriza de datos
1. Se acepta que un archivo pueda pedir datos a un archivo extranjero, a reserva de c u m plir las condiciones de acceso a ese conjunto de datos, para comunicarlos a u n usuario final local.
2. Se acepta asimismo que un usuario final pueda solicitar directamente un conjunto de datos a un archivo extranjero. C u a n d o un archivo reciba una solicitud de este tipo deberá: a) enviar una copia de toda la correspon
dencia con el usuario al archivo «local» del usuario (si existe alguno);
b) enviar una copia del conjunto de datos al archivo «local» del usuario, previa solicitud del archivo interesado y a reserva de cumplir las condiciones de acceso a dicho conjunto de datos.
582 Eric Tanenbaum y Ekkehard Mochmann
3. El archivo «local» del usuario informará de ulteriores utilizaciones del conjunto de datos al archivo de origen, con una periodicidad que se determinará de común acuerdo.
4. N o se comunicará ningún conjunto de datos a ningún redistribuidor de datos que no sea miembro de C E S S D A sin haber consultado previamente al archivo donante.
Se convino además que las transferencias de datos entre archivos miembros serán gratuitas. Los cosjtos directos de otros materiales (por ejemplo, costos de impresión) se podrán cobrar a los usuarios extranjeros en caso de transferencia directa de datos.
Traducido del inglés
Notas
1. Se olvida a m e n u d o que a final de los años cincuenta se llevaron a cabo miles de encuestas de mercado. Las respuestas a los cuestionarios se transcribieron en tarjetas perforadas I B M . Las tarjetas para computadora, que son un medio de almacenamiento informático universal de fácil reproducción, permitieron el intercambio de datos. Los primeros archivos distribuían cajas de tarjetas perforadas para computadora.
2. Aunque se refería a la investigación multinacional, es interesante que Rokkan haya indicado que los análisis intensivos de los estudios de un solo país, análogos a los análisis de fondo de ficheros individuales que mencionamos, preceden al trabajo de comparación. En una reseña de The Civic Culture comenta: «... m e parece preferible hacer primero un recuento de las fuentes de variación intranacional antes de emprender análisis más complejos sobre un solo aspecto». Rokkan, S. 1969. «Cross-National Survey Research: Historical, Analytical and Substantive Contexts», en S. Rokkan et al. (eds) Comparative Survey Analysis. La Haya, Mouton, 40.
3. Esto incluye la variedad de datos faltantes (y su tratamiento), la cobertura espacial, la exactitud
de la introducción y la transcripción de los datos, la validación de los datos introducidos y, de hecho, la integridad del mecanismo de almacenamiento de los mismos. Para las encuestas, véase Statistical Office, Department of International Economic and Social Affairs (1984, 42-72) y, aunque a un nivel más teórico, Batcson (1984). Para datos que no son de encuestas, véase Banco Mundial (1989) o Taylor y Jodice (1983, 176-200).
4. Necesitamos c o m o mínimo bases de datos eficientes, precisas y plurilingües. Fuera de ello, las búsquedas directas complejas efectuadas independientemente del personal de los archivos dependen de la disponibilidad de interfaces programables para nuestras bases de datos. Es probable asimismo que los catálogos mejoraran si pudiesen integrar las funciones de hipertexto.
5. Este fenómeno no es del todo nuevo. C o m o observamos anteriormente, Rokkan se refirió ' a algo semejante cuando escribió que los investigadores ignoraban las grandes cantidades de datos de encuestas de opinión de que podrían haber dispuesto. Pero entonces el problema era que a los investigadores no les
interesaban esos datos. N o ocurre lo mismo en los años noventa: tanto los organismos de difusión de datos c o m o los archivos de datos informatizados han fomentado una cultura cuantitativa en las ciencias sociales.
6. Suponiendo, desde luego, que se resuelvan los problemas jurídicos relativos a a) la propiedad de los datos y b) la circulación transfronteriza de datos. Lo que sucede es que, c o m o se dispone ya de las capacidades técnicas, las cuestiones jurídicas deberán tener mayor prioridad.
7. Entre ellos podemos mencionar las reuniones de trabajo sobre fuentes de datos particulares y metodología analítica. Los problemas de las investigaciones comparadas se han tratado en «talleres de confrontación de datos» y en módulos patrocinados por la Escuela de Verano anual de Essex.
8. Entre los conjuntos de datos que se sometieron a este tratamiento está la «encuesta sobre Europa» de 1969 del Reader's Digest, el Proyecto sobre valores europeos de 1981 y el proyecto E U R O C O M en curso.
Integración de la base de datos europea: servicios de infraestructura y necesidad de integración 583
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Consideraciones metodológicas en la investigación comparativa entre países
David Sanders
La tesis básica de este trabajo es simple. Los investigadores sociales deberían ser m u y prudentes en lo que respecta a emprender investigaciones comparativas entre países a menos que sus comparaciones se fundaran en un profundo conocimiento sustantivo de los sistemas que se comparan. Esto no significa negar que una leve familiaridad con varios sistemas políticos distintos pueda bastar en ciertos casos para realizar análisis comparativos útiles entre países. Se trata simplemente de sugerir que en general el análisis comparativo es tanto m á s productivo cuanto que se afianza sólidamente en un conocimiento a fondo de las sutilezas y complejidades que caracterizan los distintos sistemas políticos que se examinan.
En el presente artículo se examinan en primer lugar las dos principales justificaciones del análisis comparativo. A continuación se consideran los supuestos básicos del análisis comparativo entre países. Por último se pasa revista a una serie de problemas comunes de medición. Precisamente de las dificultades que se plantean en este contexto se infiere la necesidad de que el análisis comparativo se base en un sólido conocimiento sustantivo.
¿Por qué hacer comparaciones entre países? En el fondo de prácticamente todo intento de
David Sanders es Profesor de Gobierno de la Universidad de Essex, Wivcn-hoe Park, Colchester C 0 4 3 5 Q , Reino Unido. Es autor de varios libros y artículos sobre política comparada y relaciones internacionales. Sus investigaciones más recientes se centran en la economía política de los gobiernos británicos de posguerra. Le interesan especialmente los problemas y la práctica concreta de las predicciones políticas.
someter una especulación teórica en una prueba empírica está implícito algún tipo de c o m paración. Por ejemplo, la base de casi todos los estudios empíricos del voto consiste en comparar las pautas de apoyo a los partidos con la distribución de otras variables teóricamente pertinentes -clase social, ingreso, región, percepciones económicas, preferencias en distintas cuestiones, etc.1.
Analógicamente, la lógica básica de los m o delos econométricos consiste en comparar los m o vimientos de distintas variables medidas (y a veces no medidas) en el curso del tiempo. Solamente cuando, controlando todos los demás efectos pertinentes, los cambios en una variable exógena, Xt, sistemáticamente preceden u ocurren simultáneamente con los cambios en una variable endógena, Yt, los investigadores consideran justificado llegar a la con
clusión de que Xt ejerce un efecto sobre Yt2. En el nivel m á s simple, la investigación
científica procede en parte mediante afirmaciones del tipo: «Si la(s) condición(es) A , entonces la observación B» . La evaluación de estas afirmaciones exige claramente una c o m paración de la medida en que ocurre B cuando se da la condición A en comparación con no A 3 .
Sin embargo, el tipo de comparación recién descrito no entraña necesariamente el uso de datos comparativos entre países. H a y dos ra-
R I C S 142/Diciembre 1994
586 David Sanders
zones principales para realizar expresamente comparaciones entre ellos. L a primera se refiere a la prueba empírica de hipótesis explicativas que pretenden trascender las fronteras nacionales. Este tipo de prueba empírica procede en dos contextos generales.
1. Si se postula la hipótesis de que una característica de macronivel A «explica» una característica de macronivel B , los países que poseen la característica A tendrán también con mayor probabilidad la característica B que los países que no poseen la característica A , y así sucesivamente. Si no se observa la relación empírica prevista, la hipótesis es falsa; si se observa, puede considerarse que la hipótesis es «coherente con» los datos disponibles. Esta es la lógica implícita en un gran número de estudios realizados en las décadas de 1970 y 1980 que se interesaban en el análisis comparativo entre países de pautas de violencia política e inestabilidad4. T o m a n d o c o m o unidad básica de análisis la nación-Estado, esos estudios procuraban relacionar fenómenos c o m o la guerrilla, disturbios, huelgas y golpes de Estado con, entre otras cosas, distintas medidas de pobreza, desarrollo socioeconómico y político, diversidad étnica y niveles de coerción del gobierno. El objetivo central de la investigación era establecer los correlatos y determinantes del desorden civil a nivel del sistema general y entender por qué ciertos países eran m á s violentos y m á s inestables que otros. Puesto que las teorías se referían al macronivel, necesariamente debían probarse a nivel de un conjunto de naciones-Estado.
2. La prueba empírica que trasciende las fronteras nacionales procede también cuando se evalúan hipótesis sobre comportamientos individuales. U n ejemplo clásico de este tipo de investigación es la de Inglehart sobre el posmaterialismo (Inglehart 1971, 1990). Inglehart postula que en el periodo posterior a 1945 el mejoramiento de los niveles de vida en las democracias industriales avanzadas ha determinado cambios en las prioridades de los ciudadanos en materia de valores. La gente ha pasado a preocuparse menos por la seguridad y los logros materiales y m á s por la libertad política y las cuestiones relativas al medio a m biente. E n resumen, ha tendido a pasar de un sistema de valores materialista a un sistema de valores posmaterialista. Las postulaciones teóricas de este tipo exigen claramente compara
ciones y pruebas a nivel individual entre países. ¿Hasta qué punto la adhesión al posmaterialismo varía según los países? ¿Es en los países m á s avanzados económicamente donde también se registra la proporción m á s alta de posmaterialistas? Si esto no es así, ¿en qué medida las variaciones sistemáticas observadas pueden explicarse por las distintas características estructurales de los sistemas que se examinan?
U n a segunda razón para realizar comparaciones específicas entre países es lo que puede describirse c o m o el conocimiento sustantivo. El objetivo principal de este tipo de estudio es lograr una mejor comprensión de un país remitiéndose a la experiencia de otro u otros. La variedad de temas de investigación que pueden tratarse desde esta perspectiva es enorme. La lista siguiente, que no pretende ser exhaustiva, ilustra los ámbitos en que el conocimiento sustantivo es típicamente el objetivo del estudio. ¿En qué marco político se inscriben las prestaciones de bienestar social o las medidas de reducción de la contaminación ambiental en los países que tienen resultados satisfactorios en estos ámbitos? ¿Qué prácticas institucionales en las esferas económica y política son características de las economías más prósperas? ¿Qué hacen, por ejemplo, las empresas japonesas que no hacen las europeas en lo que respecta a relaciones laborales, desarrollo de productos y comercialización? ¿Qué importancia tiene la estrategia industrial del gobierno en la determinación del éxito económico? ¿En qué medida las barreras comerciales informales protegen a los mercados y los productores locales, incluso cuando existe una política oficial de liberalización del comercio?
Lo que importa subrayar acerca de estas dos justificaciones generales de la investigación comparativa entre países es que tienen consecuencias m u y distintas respecto del tipo de investigación comparativa que se ha de realizar5. La investigación que apunta principalmente a la prueba empírica y a la evaluación de teorías implica un criterio generalmente incluyente en materia de comparación. Se supone que una teoría explicativa debe tener aplicación general, lo cual implica que, en igualdad de condiciones, una prueba es tanto m á s rigurosa en la medida en que incluye m á s casos que podrían refutar la hipótesis (y m á s variedad de casos)6. Por lo tanto, en lo que
Consideraciones metodológicas en la investigación comparativa entre países 587
respecta a la comparación a los efectos de evaluar una teoría, cuantos m á s países se analicen empíricamente, mejor. En cambio, la investigación cuyo objetivo principal es el conocimiento sustantivo entraña un enfoque generalmente excluyente de la comparación. El objetivo de la comparación en este contexto es identificar el conjunto mín imo de características institucionales que diferencian la economía, entidad política u organización que logra resultados satisfactorios de la que no los logra. Esto no significa que bastará con simples c o m paraciones bilaterales, sino que es más probable que se logre un conocimeinto sustantivo si la comparación se circunscribe a un número relativamente limitado de países7.
Los supuestos básicos del análisis comparativo entre países
Los supuestos básicos del análisis comparativo entre países varía según el análisis se realice a nivel individual o global.
A nivel individual, el instrumento m á s utilizado para evaluar cuestiones de comportamiento o actitud es la encuesta por muestreo. Las encuestas por muestreo en distintos países constituían la base de una serie de estudios realizados en los decenios de 1970 y 1980 en que se investigaban pautas de participación política no convencional (en las que se incluían actos que iban desde la firma de peticiones hasta la violencia política abierta) en ocho democracias industriales avanzadas8. El supuesto crítico que se hace en este análisis basado en encuestas es obviamente el de la similaridad lingüística: es preciso suponer que las preguntas formuladas (y las respuestas posibles) en todo estudio comparativo entre países tienen el m i s m o significado en distintos idiomas. Lamentablemente, esto no puede probarse empíricamente. La exactitud del supuesto depende enteramente del buen juicio de los investigadores de que se trate.
A nivel global, el supuesto central es el de las condiciones similares, que puede expresarse c o m o sigue: si la hipótesis es que X influye en Y , cuando los sistemas que actualmente registran un nivel bajo de X lleguen a niveles más altos de X , experimentarán condiciones similares a las de los sistemas que actualmente tienen altos niveles de X (lo que determinará
un aumento de Y ) . En consecuencia, mayores niveles de X producirán mayores niveles de Y .
A primera vista, este supuesto parece de un prosaico casi ridículo. Sin embargo, a veces ha sido aceptado tácitamente cuando la justificación para hacerlo en realidad era m u y controvertible. U n ejemplo obvio en este contexto lo constituye la proporción central de «El h o m bre político» de Lipset que postula que el desarrollo económico probablemente determine un mayor grado de democracia9. La conclusión de Lipset se basaba en la observación hecha a fines del decenio de 1950, de que prácticamente todos los países prósperos eran democracias liberales. Lipset suponía tácitamente que, a medida que los países pobres se enriquecieran, comenzarían a experimentar «condiciones similares» a las que en ese m o m e n t o experimentaban los países desarrollados. E n consecuencia, los países pobres se harían m á s democráticos a medida que se desarrollaran.
Tal vez en el futuro la tesis de Lipset resulte correcta en términos generales. Desde la perspectiva de mediados del decenio de 1990, sin embargo, no parece ajustarse demasiado a los datos disponibles. Si bien muchos países de la O P E P han prosperado enormemente desde finales del decenio de 1950, pocos han avanzado en el camino de la democracia. Podría sacarse una conclusión similar de la experiencia de la República Popular China y los florecientes «pequeños dragones» del Asia sudoriental, países todos ellos en que el rápido progreso económico que se registró desde el decenio de 1970 (hasta ahora) ha influido m u y poco en la adopción de una práctica política democrática. Cabe observar también que en la región en que la democracia ha realizado los avances más evidentes, en los países del ex bloque soviético, es el fracaso económico m á s que la prosperidad lo que parece haber desempeñado un papel importante en el proceso de transición democrática. En definitiva, el «supuesto de las condiciones similares» no parece justificarse en ninguno de estos casos. En consecuencia, las conclusiones de Lipset sobre la importancia del desarrollo económico para el logro de la democracia parecen un tanto injustificadas.
Otro ejemplo sirve para reforzar este argumento. En la época de la descolonización a fines del decenio de 1950 y principios del de-
588 David Sanders
Dactilógrafo en cl Ministerio de Información del Japón, 1948. Los elementos de los caracteres se hallan alineados horizontalmente bajo cl cilindro y son accionados por palancas. En manos de un operador experimentado, la máquina puede reunir hasta 3.300 caracteres japoneses, a la velocidad de diez por minuto. Estos inventos mecánicos están siendo suplantados por instrumentos electrónicos, wniiam Macquitty/camera Press.
cenio de 1960, el Gobierno británico estaba convencido de que su sistema bipartidista competitivo al estilo Westminster ejercía una importante influencia en la estabilidad política de Gran Bretaña a largo plazo. En consecuencia, a medida que procedió a la descolonización, Gran Bretaña procuró dejar establecida toda la parafernália política de la democracia al estilo Westminster. A u n q u e en algunos casos la práctica tuvo éxito, los trasplantes en general fracasaron ampliamente en el sentido de que hacia 1970, muchas ex colonias británicas fueron presa de notable inestabilidad y sucumbieron al régimen del partido único10.
L o que estos ejemplos muestran en forma m á s general es el peligro m u y considerable que entraña la utilización del supuesto de las «condiciones similares», el peligro de la correlación espuria. E n la investigación comparativa entre países, es m u y fácil suponer que una correlación empírica entre dos fenómenos representa algún tipo de relación causal entre ellos cuan
do en «realidad» esa correlación es teóricamente espuria. Lamentablemente, en el contexto de la investigación comparativa entre países de carácter global, las técnicas estadísticas habituales para identificar las correlaciones espurias (como la correlación parcial o la regresión múltiple) no siempre resultan apropiadas. La tarea de identificar y medir una tercera variable o variables que puedan estar interviniendo en la relación entre X e Y suele ser m u c h o m á s difícil de lo que parece.
Por ejemplo, ¿cómo se podría encapsular en una serie de variables operaciones de control que permitieran identificar una correlación espuria en la asociación entre desarrollo económico y democracia la prolongada y peculiar experiencia históricas de los distintos países, experiencia que bien podría guardar una relación compleja con su desarrollo económico y democrático? El hecho de que no sea fácil elaborar esas pruebas, suponiendo que sea posible elaborarlas, hace que buena parte de la
Consideraciones metodológicas en la investigación comparativa entre países 589
investigación comparativa entre países de carácter global sea particularmente susceptible a los riesgos de la correlación espuria.
Incluso si el objetivo es «simplemente» el conocimiento sustantivo m á s que la verificación de hipótesis generales, puede presentarse un problema similar de correlación espuria. Consideremos, por ejemplo, la propuesta de que Italia reemplace su sistema electoral, que es básicamente proporcional, por un sistema mayoritario, a fin de reducir el grado de corrupción en la vida política. Estas propuestas suponen la idea de que hay un marcado contraste entre el sistema de representación proporcional y el alto grado de corrupción política de Italia y los sistemas mayoritarios y los grados de corrupción relativamente bajos que se observan típicamente en el m u n d o anglosajón. Confundiendo la correlación con una causa, se infiere que la reforma electoral tendrá de algún m o d o el efecto de reducir la corrupción política. Sin embargo, inmediatamente después de terminada la Primera Guerra M u n dial, Italia adoptó el sistema de la representación proporcional precisamente a fin de reducir la corrupción que en ese m o m e n t o se consideraba endémica del sistema político. En este sentido, la yuxtaposición actual de la representación proporcional y la corrupción es fundamentalmente espuria. Es probable que las raíces de la corrupción en la política italiana sean m u c h o m á s profundas que los caprichos de un mecanismo particular para convertir el voto popular en escaños parlamentarios. Sin duda el supuesto de las condiciones similares puede tener sentido en ciertas circunstancias. Sin embargo, en los contextos en que la experiencia histórica y la tradición tienen mucho peso, puede dar lugar a inferencias teóricas bastante sospechosas y a consecuencias políticas de m u y dudosa justificación.
El problema de la medición
La medición es sin duda uno de los ámbitos m á s difíciles de la investigación en ciencias sociales, se trate o no de investigación comparativa. Suele ocurrir que la investigación que se realiza dentro de un país tropiece con problemas de medición que son m u y difíciles de resolver satisfactoriamente. Consideremos, por ejemplo, algunas preguntas sobre la intención
de voto que se hacen normalmente en muchas democracias liberales. En Gran Bretaña, por ejemplo, todos los meses durante m á s de 40 años se ha hecho la siguiente pregunta a una muestra representativa de electorado: «¿Si m a ñana hubiera elecciones generales, por qué partido votaría?» Aunque se usa la m i s m a pregunta, siempre se ha sospechado que su significado varía a lo largo del «ciclo electorado», que tiene distinto sentido cuando es m u y improbable que haya elecciones que cuando se supone que las elecciones son inminentes. Lamentablemente, nadie ha inventado todavía una forma satisfactoria de determinar si existe o no esta variación en el significado. Tenemos , pues, una situación en que una pregunta idéntica puede ser objeto de interpretaciones distintas por los miembros de una m i s m a población entrevistados en distinto m o m e n t o .
Cuando se agrega una dimensión de c o m paración entre países, es evidente que el problema se multiplica enormemente. ¿Significa lo m i s m o una pregunta sobre la intención de voto hecha a mitad de periodo entre dos elecciones en los países que tienen parlamentos con periodos fijos que en los países que tienen parlamentos con periodos variables? ¿ C ó m o se podría encontrar una prueba convincente de la validez de la propuesta de que existe una diferencia? (En general, simplemente terminamos por suponer que no hay diferencia.)
Sin embargo, los problemas de medición en las comparaciones entre países no se limitan a las investigaciones en que se emplean encuestas. Se plantean dificultades similares cuando el objetivo es la comparación de instituciones en el macronivel. La lista de estadísticas comparativas entre países de dudoso valor es bien conocida. ¿Es posible reunir medidas comparables de los gastos de defensa c o m o porcentaje del PIB de distintos países? ¿Qué utilidad tienen las cifras que proporcionan los gobiernos sobre el porcentaje de desempleo cuando tantos gobiernos cambian su propia definición de desempleo con gran frecuencia? ¿Sirven para algo las estadísticas comparativas sobre delincuencia cuando los métodos y eficacia de la reunión de datos varían tanto de un país a otro? (Las respuestas a estas preguntas son, respectivamente, sin partir de supuestos m u y firmes: no; no m u c h o ; no).
La introducción de conceptos sutiles o complejos en el análisis comparativo entre
590 David Sanders
países agrava aún m á s el problema de c o m p a -rabilidad de la medición. H a y tres conceptos que ejemplifican las dificultades de operacio-nalizar ideas relativamente complejas en el contexto de la comparación entre países.
1. El poder político de los sindicatos. Esta es una noción m u c h o m á s sutil que la de cantidad de miembros, puesto que entraña la tarea extraordinariamente difícil de verificar la m a g nitud exacta de las relaciones oficiales y oficiosas de los sindicatos con los partidos políticos y la medida en que los dirigentes sindicales tienen acceso a los altos dirigentes de los partidos.
2. La esclerosis institucional. Esta inflexi-bilidad de las instituciones económicas y políticas ante los cambios de la situación suele considerarse parcialmente responsable de la relativa declinación económica de algunos países".
3. La institucionalización. Este concepto, que se refiere al desarrollo de instituciones fuertes y estables capaces de encauzar la dem a n d a popular de participación, se ha usado frecuentemente c o m o una explicación parcial de las diferencias entre países en materia de estabilidad política12.
Pese a la considerable masa de investigaciones y sin despreciar la labor innovadora de Choi sobre la esclerosis (Choi, 1983), aún no se han elaborado indicadores convincentes que capten estos tres conceptos en toda su complejidad. La tarea de especificar indicadores que se prestaran a la comparación entre países ha resultado simplemente demasiado difícil para todos los que han intentado hacerlo13. Esto no significa que, c o m o demuestra el trabajo de Choi, no se haya avanzado en la medición de conceptos complejos a los efectos de realizar comparaciones entre países. Se trata simplemente de indicar que no se ha progresado m u c h o . Naturalmente, el peligro consiste en suponer que se ha medido un fenómeno complejo cuando ello no es así o bien en limitar las comparaciones entre países a los ámbitos teóricamente menos interesantes en que pueden realizarse mediciones bastante directas que no dan lugar a discusión. Ninguna de estas opciones m e parece particularmente deseable.
La importancia del conocimiento sustantivo de los sistemas estudiados
Cualesquiera sean las concesiones que tengan que hacer los investigadores en lo que respecta a la cuestión de la medición, ya se trate de características institucionales o de comportamiento individual, m e parece que el requisito previo fundamental de una investigación c o m parativa metodológicamente correcta es un firm e conocimiento sustantivo de los sistemas que se están comparando en toda su complejidad. Sólo contando con un conocimiento sustantivo detallado pueden los investigadores formular juicios bien fundados acerca de la pertinencia de sus caracterizaciones de determinados sistemas o acerca de la identidad de significado de sus preguntas para personas que viven en distintos países. H a y c o m o mínimo tres importantes proyectos de investigación comparativa entre países (y es m u y posible que haya otros) que, a mi juicio, parecen satisfacer realmente este criterio de conocimiento sustantivo.
1. El proyecto internacional de encuestas sociales14. E n el marco de este proyecto se ha realizado una serie de encuestas para comparar las actitudes sociales y políticas generales de distintos países desde principios del decenio de 1980. U n a de sus principales virtudes es que para incorporar un país al estudio tiene que haber un equipo de investigadores de ese país (con su propia financiación) para asegurar que las preguntas básicas se traduzcan sin m a yor alteración de su significado. E n consecuencia, se reduce al mínimo el posible problema de las variaciones del significado entre países.
2. El proyecto de las expectativas respecto del gobierno15. Aunque aún no se ha dado a conocer el grueso de sus conclusiones, este proyecto cuenta, c o m o el anterior, con la participación de investigadores experimentados de todos los países que incluye, lò que proporciona al equipo de investigación en su conjunto el contexto informativo necesario para poder interpretar los datos de los distintos países que se está tratando de analizar.
3. El proyecto de comparación de manifiestos16. E n este proyecto se analizan los m a nifiestos de distintos partidos y se procura, entre otras cosas, relacionarlos con las prioridades de los gobiernos democráticamente elec-
Consideraciones metodológicas en la investigación comparativa entre países 591
tos. También en este caso, la participación de investigadores de todos los países estudiados contribuye a garantizar que en la etapa de la medición se tengan plenamente en cuenta los distintos contextos políticos en que se redactan los manifiestos. Se obtiene así un grado de comparabilidad entre países que de otra m a n e ra no existiría.
La necesidad de un conocimiento sustantivo de los sistemas también es evidente en un ámbito en que los investigadores suelen caer en la tentación de hacer comparaciones informales entre países: el comportamiento de los votantes. U n método corriente en los últimos años ha sido el de formular «funciones de popularidad» para los distintos partidos políticos. E n Gran Bretaña, por ejemplo, se han hecho varios intentos de elaborar modelos de las variaciones mensuales o trimestrales del apoyo que reciben en las encuestas de opinión los partidos Conservador, Laborista y Liberal Demócrata17. E n estos modelos se tienen típicamente en cuenta los efectos del desempleo, las tasas de interés y la inflación, así c o m o ciertos acontecimientos políticos «extraordinarios» c o m o la guerra de las Falkland en 1982 o la huelga de mineros en 1984-1985. Se han elaborado modelos similares en el caso de los Estados Unidos y de varios otros países democráticos18.
U n modelo que empleé a mitad de periodo parlamentario de 1987 a 1992, resultó particularmente acertado para predecir el resultado de las elecciones generales de abril de 1992 en Gran Bretaña19. E n el modelo las predicciones se derivaban principalmente de:
a) la relación observada entre la popularidad del gobierno y la suma de las expectativas financieras personales en el periodo 1979-1990;
b) la escasa duración que parecían tener los efectos de los acontecimientos políticos «extraordinarios» en la popularidad del gobierno y
c) la relación observada entre i) el conjunto de las expectativas personales y ii) los tipos de interés y las tasas de inflación en el periodo 1979-1990.
El modelo predijo que, si la elección se celebraba en la primavera o principios del verano de 1992, el partido Conservador obtendría un 42,5 % de los votos en Gran Bretaña.
En la práctica, los Conservadores obtuvieron el 42,7 %.
N o menciono esta predicción simplemente para presumir, aunque no m e molesta presumir al respecto, sino para explicar por qué m e consideraba suficientemente seguro c o m o para atreverme a pronosticar (mis colegas pensaban que los pronósticos eran «audaces»). Sencillamente, considero que conozco razonablemente bien la política electoral británica. H e leído m u c h o sobre qué motiva a los votantes británicos en las elecciones generales, conozco suficientemente bien los cambios de la política macroeconómica británica en los últimos 30 años y la evolución, básicamente descendente, que ha sufrido la economía británica en su conjunto. Conozco la mayor parte de los acontecimientos inusuales y los escándalos políticos, los triunfos, los traspiés y los desastres, que han afectado a los principales partidos políticos en ese periodo, conozco las principales personalidades que han participado en la política de los partidos y estoy familiarizado con las consecuencias electorales del peculiar sistema británico de dos partidos y medio. A d e m á s , creo entender la forma en que los programas y símbolos políticos han cambiado en las tres últimas décadas.
N o puedo incorporar todas estas cosas, ni siquiera la mayoría de ellas, en un modelo estadístico formal del apoyo a los partidos, precisamente por el tipo de problemas de m e dición que mencioné anteriormente, pero m e creo capaz de percibir cuándo es probable que un cambio importante en cualquiera de estos factores trastoque seriamente la validez de determinados modelos de predicción de carácter estadístico. Sin embargo, también soy consciente de que sería sumamente arriesgado, una necedad inclusive, tratar de hacer este tipo de pronósticos en otros países de los cuales no tengo el m i s m o grado de conocimiento colateral. Simplemente carezco de la información sustantiva que se necesitaría para hacerlo.
A mi juicio, los especialistas nacionales harían bien en circunscribir sus investigaciones al país del que realmente saben algo. Análogamente, los comparadores en ciernes sólo deberían aventurarse a abandonar la seguridad de lo familiar si están dispuestos a colaborar con otros estudiosos que poseen el conocimiento' sustantivo necesario de los demás países que entran en la comparación.
592 David Sanders
Epílogo Metodologías estadísticas y comparaciones regionales Habiendo sido un tanto pesimista acerca de las perspectivas de realizar una investigación comparativa sobre bases metodológicas sólidas, desearía terminar con una visión m á s optimista. Aunque nuestras posibilidades de m e dir siguen siendo deficientes, las posibilidades de manipular las medidas con que contamos han aumentado considerablemente en los últim o s años. Los métodos y procedimientos para construir escalas se han perfeccionado enormemente en las dos últimas décadas20. Los últimos avances en materia de modelos de muchos niveles prometen métodos s u m a m e n te eficientes para estimar simultáneamente los efectos sobre las actitudes y el comportamiento a nivel individual, regional y nacional. En principio, siempre ha sido posible estimar estos efectos empleando técnicas lineales estándar. Sin embargo, los métodos de muchos niveles, que aportan nuevas pruebas de significación para las variaciones en los efectos nacionales y los efectos en el curso del tiempo, por ejemplo, representan un importante avance metodológico en relación con técnicas m á s tradicionales21. C o m o indicó un entusiasta defensor del método, los modelos de muchos niveles equivalen a la regresión con la incorporación de la historia y la geografía, que en otras circunstancias se pasaban por alto. Sospecho que tendremos que acostumbrarnos a ellos en los próximos años.
Por último, cabe destacar las considerables posibilidades de análisis comparativo que están surgiendo en los planos subnacional o regional. A medida que adquiere impulso la idea de una Europa de las regiones, resulta cada vez
más útil concebir estudios comparativos regionales basados en unidades regionales diferenciadas y con una cohesión interna cada vez mayor. En efecto, todo lleva a suponer que en el futuro se emprenderán cada vez con mayor frecuencia estudios comparativos entre regiones análogos a los análisis comparativos entre países descritos en este artículo.
Sin embargo, tanto en lo que respecta a las comparaciones entre regiones como a las comparaciones entre países, la conclusión general de este artículo apunta a la prudencia. Los problemas metodológicos de la investigación comparativa siguen siendo formidables. La tarea de operacionalizar conceptos teóricos complejos ya es bastante difícil cuando sólo se trata de un sistema regional o nacional: los problemas se multiplican considerablemente cuando se contempla un diseño comparativo entre distintos sistemas. El investigador también tiene que tener claro el objetivo principal de su investigación. Si éste es la evaluación de teorías, conviene un enfoque incluyente que abarque tantas regiones o naciones (idealmente distintas entre sí) c o m o sea posible. Sin embargo, si el objetivo es el conocimiento sustantivo, se requiere un enfoque más circunscrito para comparar temas en gran medida similares que difieran no obstante en algún respecto limitado pero importante. En ambos casos, empero, la investigación comparativa ofrecerá mayores posibilidades de obtener resultados valiosos desde el punto de vista teórico y sustantivo si se acompaña de un conocimiento sólido de las peculiaridades y rasgos definitivos de las regiones o naciones que se comparan.
Traducido del inglés
Notas
1. La bibliografía a este respecto es voluminosa. Entre los ejemplares recientes, véase Heath (1991); Shanks y Miller (1991).
2. Para una breve reseña de los principios de la inferencia causal en econometria, véase Granger (1969).
3. Para un examen típico de estas cuestiones, véase Hempel (1966).
4. El estudio más conocido en este terreno es probablemente Gurr (1970). Para una reseña general, véase Sanders (1981).
5. La distinción que se hace aquí tiene similitudes con la diferenciación de Przeworski y Teune entre comparaciones de los «sistemas más similares» y los «sistemas más diferentes». Véase Przeworski y M . Teune (1970).
6. Popper (1959).
Consideraciones metodológicas en la investigación comparativa entre países 593
7. Para ejemplos de estudios comparativos que apuntan a proporcionar un conocimiento sustantivo véase Smith, Hitchens y Davies (1982); Prais y Steedman (1986).
8. Barnes, Kaase et al. (1979); Marsh y Barnes (1990).
9. Lipset(1963).
10. Sanders (1990).
11. Los dos estudios clásicos en este contexto son Olson (1982) y North (1990).
12. Véase Huntington (1968).
13. Gurr (Gurr, 1968), por ejemplo, mide la institucionalización principalmente en función de la duración del sistema constitucional vigente. Simplemente no existen medidas eficaces del poder de los sindicatos que vayan más allá del número de afiliados.
14. Jowelletal. (1963).
15. En 1995 se publicará un estudio en cinco volúmenes dirigido port M a x Kaase, Kenneth Newton y Elinor Scarbrough. Véase, por ejemplo,
Klingeman y Fuchs (1995, de próxima publicación).
16. Hqffcrbert y Budge (1992).
17. Véase, por ejemplo, Norpoth (1992); Price y Sanders (1993).
18. Para una reseña, véase Norpoth, Lafay y Leis-Beck (1991).
19. Sanders (1991 y 1993).
20. Van Schuur (1989).
21. Véase, por ejemplo, Jones, Johnston y Pattie (1992).
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Consideraciones éticas en la investigación comparada en Europa
Mareia Freed Taylor
Introducción
La investigación social de toda índole es evidentemente una actividad compleja y tiene lugar dentro de diversos marcos culturales, jurídicos, económicos y políticos que necesariamente ejercen influencia en ella, tanto en su alcance c o m o en su tema. Para complicar m á s las cosas, en los proyectos de investigación suelen participar profesionales procedentes de distintas disciplinas que tienen sus propias prioridades y sus propios procedimientos especiales. Si a ello se suman los objetivos y las necesidades de quienes patrocinan la investigación, que a veces pueden ser contradictorios con los de los propios investigadores, la complejidad es tanto mayor.
En esas circunstancias, no es extraño que las facetas éticas del proceso de investigación pasen a ocupar un lugar totalmente secundario y que incluso los investigadores mejor intencionados desestimen los aspectos éticos del proceso.
Sin embargo, la definición y aplicación coherente de normas éticas revisten importancia evidente en todas las investigaciones, particularmente en aquellas cuyos sujetos son seres humanos. Es legítimo que preocupe a quienes suministran la información que sirve de base para la investigación saber a qué usos se ha de destinar y que esperen una adhesión estricta a las garantías de confidencialidad que se dan al
Mareia Freed Taylor es Directora de Información y Desarrollo del Centro de Información sobre Cambio Micro-social de la Universidad de Essex, W i -venhoe Park, Colchester, C04 35 Q , Reino Unido. Es también Coordinadora de la red para el proyecto de compa-rabilidad financiado por la Comunidad Europea y con sede en C E P S / I N S -T E A D , Walferdange (Luxemburgo). Entre sus intereses especiales se incluyen la difusión y documentación de datos sobre ciencias sociales y los requisitos para la investigación social comparada en Europa.
m o m e n t o de reunir los datos. D e incumplirse estas garantías se puede limitar gravemente las posibilidades de que otros investigadores reúnan en el futuro datos fiables y útiles y limitar el acceso a quienes proporcionan la información que se necesita para la investigación, así c o m o el acceso a los datos estadísticos recopilados por otros. Si los procedimientos y el diseño de investigaciones no cumplen normas éticas y no respetan a los sujetos de la informa
ción es probable que sus resultados sean parciales, no sean concluyentes e induzcan a error, lo que redundará no sólo en detrimento de los participantes en la investigación, sino también de toda la empresa científica y de la sociedad en su conjunto.
E n la investigación comparada y entre países los problemas se superponen. Quienes proporcionan la información deben estar seguros de que todos
y cada uno de los analistas que participan en el estudio comparado actúen con el m i s m o celo respecto de la información y ello no es tan claro porque las normas nacionales sobre investigación pueden ser m á s o menos estrictas y muchos países pueden o no tener vigente leyes sobre protección de los datos o tener leyes divergentes. Estas diferencias en los procedimientos de investigación y en la forma en que la enfocan tanto los investigadores c o m o la sociedad en su conjunto pueden hacer que el análisis social comparado constituya una e m -
RICS 142/Diciembrc 1994
596 Mareia Freed Taylor
presa sumamente compleja y a veces pueden sabotearla por completo.
Es evidente que la preocupación básica ya no es de índole exclusivamente técnica. E n nuestros días es cada vez m á s posible dar carácter confidencial a los datos mediante la aplicación de técnicas que, al tiempo de ser eficaces, son fieles a los datos originales; el control del acceso y el uso secundario mediante guardianes electrónicos (archivos y bibliotecas de datos) está resultando efectivo. El problema a que hacen frente los investigadores cuantitativos que realizan investigaciones entre países tal vez sea primordialmente de índole ética; será necesario que los propios círculos que participan en la investigación internacional acepten la necesidad de intereses éticos comunes y sus miembros asuman el papel de investigadores con sentido de la ética, que reúnan datos en forma responsable y los administren en forma consciente. El problema fundamental consiste en proteger tanto los derechos de la comunidad social c o m o la intregridad profesional de los círculos de investigación.
E n el presente artículo se destacarán algunos de los dilemas éticos en que se ve el investigador social, se pasará revista a algunos de los procedimientos nacionales e internacionales destinados a resolverlos y, por último, se indicarán elementos que pueden ayudar a quien se dedica a la investigación comparada y entre países.
Los intereses éticos
Todos los investigadores sociales comparten diversos intereses éticos definidos y diferenciados de distinta manera c o m o , por ejemplo, una serie de obligaciones con la sociedad que deben cumplir todos los investigadores, sus obligaciones con las entidades de financiación y los empleadores o con los colegas y con los sujetos de la investigación1 o c o m o tres grandes normas científicas que deben regir toda la investigación social, la beneficencia (maximizar buenos resultados al tiempo de minimizar el riesgo o el daño innecesario), el respeto (proteger la autonomía de las personas) y la justificia (aplicar procedimientos razonables, minuciosamente estudiados, que no se presten a abuso y en que haya una justa distribución
de los costos y los beneficios)2. Existen otras definiciones cuyo elemento central depende tanto de la orientación de la disciplina c o m o , y esto tal vez sea m á s importante, de los intereses del país.
Habría que destinar otro artículo a un exam e n m á s a fondo de estos dilemas, pero, para los fines que nos ocupan, podemos hacer las siguientes consideraciones básicas:
a) los derechos de los sujetos de la investigación: la necesidad de proteger los derechos de los miembros de la comunidad social o los grupos que se investigan evitando una injerencia excesiva, recabando un consentimiento informado y protegiendo los derechos de personas y grupos sociales a la confidencialidad;
b) la realización ética de la investigación: la necesidad de dar un marco objetivo a las preguntas y los programas de investigación de manera de ampliar el alcance de la investigación social y de mantener la confianza en el proceso de investigación; la necesidad de cerciorarse de que la investigación se realice y administre de manera compatible con los principios éticos y de manera de reconocer los límites de la competencia de cada uno de los miembros del equipo de investigación;
c) la sensibilidad a las diferencias culturales y sociales: la necesidad de ser consciente de las diferencia sociales y culturales y sensibles a ellas, así c o m o la de tener en cuenta los intereses en conflicto;
d) los informes de la investigación: la necesidad de preparar informes completos, amplios y objetivos de las conclusiones de la investigación, que incluyen todos los datos acerca de la metodología empleada, de manera que los colegas puedan evaluar la labor de investigación y el público tenga mayor confianza en su fiabilídad.
Los métodos que existen en la actualidad para velar porque se tengan en cuenta ésos intereses pueden dividirse en términos generales en 1) los métodos impuestos desde el exterior, c o m o la legislación, las disposiciones jurídicas, administrativas y contractuales, las sanciones o la puesta en práctica de soluciones técnicas y 2) los que presuponen una regulación interna, c o m o los programas educacionales y la formulación de códigos de conducta profesional.
Consideraciones éticas en la investigación comparada en Europa 597
Naturalmente, estas soluciones están estrechamente relacionadas entre sí. La existencia de una solución puede en algunos casos ser consecuencia de la falta de otra o puede inhibir la aparición de soluciones alternativas. Por ejemplo, la existencia de una legislación estricta puede hacer difícil o imposible la aparición de tendencias hacia la autorregulación. Por otra parte, una autorregulación efectiva tal vez haga innecesaria la imposición de sanciones legislativas o punitivas. En otros casos la legislación puede referirse únicamente a las investigaciones realizadas por un sector de la c o m u nidad (el público o el federal, por ejemplo) y no a otros tipos de actividades bastante similares en el marco de la comunidad académica.
En general, y esto tal vez sea inevitable, las soluciones sólo tienen alcance parcial y se refieren a una disciplina o a un tipo de investigación. C o n pocas excepciones se refieren también a un país determinado únicamente.
Soluciones impuestas desde el exterior
N o s referiremos brevemente en primer lugar a las regulaciones que se imponen desde el exterior, en muchos casos desde fuera de los propios círculos de investigación y que hay que distinguir de las comprendidas en las atribuciones del investigador o el equipo de investigación. La forma más habitual de control impuesto desde el exterior en forma de legislación, las leyes sobre protección de los datos, se refiere a la protección del derecho a la confidencialidad del sujeto de los datos. Es bien sabido que los procedimientos consignados en la legislación de los diversos países de Europa varían sobremanera y lo mismo ocurre con la rigurosidad con que se imponen3. En muchos casos bien documentados, la legislación nacional, al tiempo de proteger los derechos de los ciudadanos sujetos de los datos, ha entrabado la preparación de estudios comparados en Europa4. La reciente publicación por la Comuni dad Europea de un proyecto europeo de protección de los datos constituye un intento de superar algunas de estas dificultades, si bien entraña la posibilidad de que se abran nuevas barreras a la investigación comparada. Hasta que estas cuestiones sean examinadas y resuel
tas plenamente, no está claro c ó m o se han de superar estas posibles barreras legislativas.
Otro tipo de vigilancia ética previsto en la ley corresponde a la Internal Review Board, o Human Subject Committee, en los Estados Unidos de América. Según la Ley nacional sobre investigación, cada universidad u organización de otra índole que realice investigación biomédica o sobre comportamiento en que participen seres humanos y que reciba fondos federales para investigaciones en que éstos participen tiene que establecer una junta de examen interno, cuyo propósito consiste en «examinar todas las propuestas de investigación antes de que ésta se lleve a cabo a fin de cerciorarse de que el plan de investigación haya tenido en cuenta adecuadamente las dimensiones éticas del proyecto»5. Si la universidad u organización no cumple las normas éticas fijadas por la junta puede perder todos los fondos federales para investigación. E n el C a nadá y en Suécia, los Consejos de Investigación han establecido comités similares si bien constituyen básicamente intentos de autorregulación por parte de los propios círculos de investigación6.
Otras medidas impuestas desde el exterior incluyen las adoptadas por proveedores de datos y por guardianes electrónicos de datos. El objetivo consiste en velar porque por lo menos algunos de los principios y procedimientos éticos no sean transgredidos y en proporcionar asistencia en la imposición de sanciones por el abuso de datos de investigación, especialmente datos estadísticos7. La eficacia cada vez m a yor con que los archivos de datos desempeñan estas funciones y controlan y supervisan el acceso a los datos para investigación ha disminuido en forma considerable los problemas con que tropiezan quienes se proponen llevar a cabo una investigación comparada al disipar el temor de los recopiladores de los datos de que éstos no sean utilizados para el fin debido y facilitar el acceso a los mismos mediante el suministro y la normalización centralizados tanto de los datos c o m o de los procedimientos de acceso. Los experimentos en que se imponen estrictas condiciones para dar acceso por control remoto a datos confidenciales normalizados, c o m o por ejemplo el Estudio sobre la Renta en Luxemburgo8, puede servir de m o d e lo para el futuro. Están bien establecidos actualmente los medios técnicos para velar por
598 Mareia Freed Taylor
"X &* -
Encuesta a domicilio. Las cuestiones éticas se plantean en cada etapa del proceso - recogida de datos, tratamiento y utilización de las mismos, D . DaWo/Rapho.
la confidencialidad de los datos (y, por lo tanto, la imposición a los investigadores de ciertos tipos de conducta ética)9. Sin embargo, a pesar del avance de estas técnicas, el conflicto de las necesidades de acceso a información estadística y la necesidad de confidencialidad sigue evidentemente constituyendo una gran inquietud para todos los que recopilan datos con fines de investigación, especialmente quienes forman parte de organismos nacionales de estadística. E n los documentos del Seminario internacional sobre el carácter confidencial de las estadísticas, celebrado en Dublin en septiembre de 1992, se pasa revista a algunos de los problemas con que tropiezan estos representantes de países10. E n las monografías presentadas al Seminario se destacan tanto este
elemento de interés continuo c o m o , lo que es m á s pertinente al tema del presente artículo, las distintas formas en que los países tratan de resolver el problema. Si bien hay intentos de normalizar los procedimientos, ello dista aún de concretarse pero, en todo caso, los seminarios de esta índole constituyen un paso positivo.
Medidas internas o de autorregulación
Las leyes y los reglamentos, si bien pueden evitar los peores abusos de los principios éticos, no pueden hacer que la investigación sea absolutamente ética. La responsabilidad incumbe al investigador y la forma de asegurarse
Consideraciones éticas en la investigación comparada en Europa 599
de que la investigación sea responsable y apropiada consiste en que el investigawdor cobre conciencia de ello. Por lo tanto, debemos ocuparnos en primer lugar de la definición y el examen de la base de toda la investigación ética en materia de ciencias sociales.
Estudio de los códigos de ética
Cabe definir al investigador ético c o m o aquel que se preocupa del bienestar de los participantes en la investigación y de la forma en que se utilizarán en el futuro los conocimientos obtenidos, al tiempo de aceptar la responsabilidad personal por las decisiones referentes a esa utilización. A fin de evaluar la medida en que los investigadores profesionales han reconocido esas consideraciones éticas y la necesidad de mantener normas éticas, en 1993 el autor del presente artículo comenzó un estudio de entidades que financiaban investigaciones, de institutos y centros de investigación, de instituciones de investigación y de investigadores independientes. A continuación presentamos los resultados preliminares del estudio, que se encuentra aún en curso.
El estudio formaba parte de un examen m á s general de los códigos de ética profesional y de investigación y se llevó a cabo a fin de determinar si los círculos de investigación en ciencias sociales eran conscientes de los posibles conflictos éticos y profesionales y de evaluar el alcance actual de los códigos existentes".
El estudio comenzó en 1993. Se entablaron contactos con diversas organizaciones de investigación en ciencias sociales a fin de determinar si se habían formulado y se aplicaban códigos de ética y conducta profesional y de obtener ejemplares de aquellos que estaban disponibles. Entre las organizaciones con que se entabló contacto se incluían entidades que financiaban investigaciones en ciencias sociales, asociaciones profesionales correspondientes a las disciplinas de las ciencias sociales y una gran variedad de órganos académicos, cuasiacadémicos o del sector público que llevaban a cabo o administraban investigaciones en ciencias sociales.
E n principio se hicieron indagaciones en 117 organizaciones y se recibieron 65 respuestas, entre ellas de 44 organizaciones que ha
bían puesto en práctica códigos de ética profesional o de conducta ética y que enviaban ejemplares de ellos. D e estos últimos, dos son declaraciones1 de ética de organismos de financiación de investigaciones (los Consejos de Investigación de Suécia y el Canadá), 30 proceden de asociaciones profesionales de investigación en ciencias sociales (como las Asociaciones de Psicología y Ciencias Políticas de los Estados Unidos, la Asociación de Investigación Social del Reino Unido, las Asociaciones de Sociología e Investigación Educacional del Reino Unido, la Asociación de Sociología de los Estados Unidos, la Sociedad de Profesior nales de los Estados Unidos, la Asociación de Profesores Universitarios del Canadá, la Asociación de Profesores Universitarios de los Estados Unidos y el Instituto Internacional de Estadística), 11 de instituciones de investigación, universidades, centros de investigación y departamentos de investigación (como la Uni-versida de Cornell, el Centro de Investigación sobre Cambio Microsocial de la Universidad de Essex, el Centro de Sociología Educacional de la Universidad de Edimburgo y las Universidades de Warwick, Surrey y Loughborough del Reino Unido).
La mayoría de los códigos y directrices que ya estaban en vigor fueron proporcionados por organizaciones de los Estados Unidos. D e las grandes organizaciones internacionales, pocas pudieron responder en forma positiva, si bien es posible que existieran códigos de esa índole pero no estuvieran en conocimiento de las personas con quienes se entabló contacto. D e haber sido así, la situación sería bastante preocupante. En todo caso, se pudo observar en general un alentador interés en la materia. Muchas organizaciones indicaron que estaban examinando la cuestión y que era posible que formulasen directrices de esa índole en el futuro.
Resumen de los principios enunciados en códigos de ética
Los principios generales en todos estos códigos se refieren a la definición de las cuestiones sustantivas que se tienen en cuenta a efectos de la investigación y a las decisiones adoptadas acerca de la realización de la m i s m a , la organización del proyecto y las metodologías
600 Mareia Freed Taylor
que se han de emplear. Todo ello es particularmente pertinente para quien se dedica a la investigación comparada o entre países. Estos principios se pueden resumir en los siguientes términos:
Aceptación de la responsabilidad
Los investigadores principales deben ser plenamente conscientes de las cuestiones éticas que están enjuego en la investigación que se proponen realizar y aceptar la responsabilidad por todos los procedimientos y las cuestiones técnicas que guarden relación con el proyecto. Esta cuestión reviste particular importancia en la investigación comparada o entre países y es necesario estudiarla minuciosamente en una de las primeras etapas del proyecto de investigación. N o cabe suponer automáticamente la existencia de principios o intereses éticos com u n e s ni de un enfoque compartido y la responsabilidad de uno de los miembros de un equipo integrado por investigadores procedentes de distintos países debe ser compartida por todos los demás.
Realización de la investigación
La investigación debe realizarse de manera tal que se mantenga la integridad de la actividad y no se reduzcan las posibilidades de investigación en el futuro. La selección de las cuestiones para la investigación empírica debe basarse en el juicio científico m á s adecuado y en una evaluación de los posibles beneficios para los participantes y para la sociedad en comparación con el riesgo que han de correr los participantes. Las cuestiones incluidas en la investigación deben guardar relación con un importante problema intelectual; el investigador debe estar convencido de que no existe otra manera de investigar la cuestión y debe tener argumentos para corroborar esto.
La investigación debe llevarse a cabo en forma competente, como proyecto objetivo y científico sin sesgo alguno, utilizando un diseño válido de investigación que tenga en cuenta la teoría, los métodos y las conclusiones previas que sean aplicables y todo el personal de investigación debe estar cualificado y ser competente a los efectos de los procedimientos empleados en el proyecto. Los investigadores deben proceder a una evaluación de los riesgos y benefi
cios y modificar los procedimientos a fin de respetar la vida privada, garantizar la confidencialidad, maximizar los beneficios y minimizar los riesgos. E n los casos en que sea m á s probable una excepción a los principios éticos establecidos en determinadas profesiones o a
•los de los investigadores de un determinado país, el investigador del país debe aceptar automáticamente un mayor grado de responsabilidad.
Los investigadores deben evitar la injerencia indebida en la vida de las personas o comunidades que estudian y hacer todo lo posible por protegerlos de cualquier efecto nocivo que pueda dimanar de la participación. Esta cuestión bien puede suscitarse en los estudios entre países, particularmente aquellos en que participan comunidades de culturas y sociedades m u y distintas. Entre los elementos concretos que deben tener particularmente en cuenta quienes presentan un proyecto de investigación se encuentran el consentimiento informado, el pleno carácter confidencial de todos los registros y la necesidad de que no se revela la identidad de los participantes.
Conocimiento de la legislación
Los investigadores deben conocer los requisitos de las leyes sobre protección de datos y otras leyes aplicables y cumplirlos. Esto es particularmente pertinente en el caso de los estudios entre países o entre culturas, en los que las diferencias en la legislación nacional y su aplicación pueden causar posteriormente problem a s imprevistos en la investigación, ya se trate de problemas de análisis o de interpretación.
Suministro de información a terceros
Los investigadores deben suministrar información adecuada a sus colegas a fin de, que se puedan evaluar sus métodos y conclusiones y alertar a los posibles usuarios en cuanto a los límites de la fiabilidad y aplicabilidad de los datos que dimanen de sus estudios. Habría que dejar claro los principios éticos del propio investigador a fin de hacer posible una colaboración informada con otros investigadores, sea en el plano nacional o en el internacional. Si en el proyecto de investigación participan investigadores u organizaciones externos, hay
Consideraciones éticas en la investigación comparada en Europa 601
que examinar los principios profesionales y éticos aplicados a fin de velar por su armonización. Por ejemplo, si a los efectos de la recopilación de datos se utilizan diversas organizaciones de investigación de mercado habría que hacer referencia al código de ética de la sociedad de investigación en el mercado (nacional).
Investigación transcultural
Quienes realicen investigaciones sobre otras culturas, países o grupos étnicos tienen la responsabilidad especial de velar porque sus objetivos de investigación sean particulamente claros, de mantenerse al corriente de los intereses de las personas o comunidades incluidas en el estudio y de respetar esos intereses. Toda la investigación debe ser compatible con las norm a s éticas tanto de la comunidad de origen c o m o de la comunidad receptora.
Investigación sobre grupos vulnerables
Al hacer investigaciones de personas o grupos en una relación en el marco de la cual la diferencia de poder pueda redundar en desmedro de ellos como sujetos (estudiantes, presos, empleados, grupos minoritarios o personas en situación social desventajosa, por ejemplo), los investigadores deben prestar especial atención a los problemas de consentimiento y riesgo potencial. E n la investigación sobre niños se plantean problemas especiales en cuanto al consentimiento y el daño potencial.
Solución de conflictos
Si en la formulación del proyecto de investigación o su realización se plantean dilemas éticos difíciles o no resueltos, habría que recabar la asistencia de colegas o de comités apropiados patrocinados por asociaciones profesionales.
Estos principios están consignados de diversa forma en la mayoría de los códigos y, en la mayoría de los casos, se trata m á s de guías que de prescripciones detalladas. Se parte de la hipótesis universal de que cualquier excepción a esas normas éticas debe ser resultado de una decisión consciente y no de la ignorancia.
Ejemplos de códigos
Los 50 códigos de ética profesional incluidos en el estudio pueden dividirse en categorías generales básicas, la «ideal», que consigna, la «punitiva» o «regulatoria» y la «educacional» que no es ni moralista ni punitiva12.
La Declaración sobre Ética Profesional formulada por el Instituto Internacional de Estadística está en la tercera categoría, la «educacional», pues no es moralista ni punitiva. Según una descripción, este tipo de código «se basa en las premisas de que la mayoría de los problemas éticos no se prestan a una reglamentación inequívoca y todas las decisiones de carácter ético deben quedar liberadas a la persona y no al grupo». La declaración apunta a describir las normas vigentes de práctica profesional, a exponer los conflictos que entrañe la realización de investigaciones y a impartir orientación acerca de las soluciones posibles. Su objetivo consiste en «velar porque cada decisión de índole ética esté informada por la experiencia profesional y no regida por la autoridad profesional»13. Las Directrices anotadas consignan en forma excelente los dilemas típicos a que hacen frente los investigadores sociales de toda índole y han sido adoptadas en forma modificada por otras organizaciones de investigación. Por ejemplo, sirvieron de base para las Directrices Éticas de la Asociación de InvestigaciónSocial de Gran Bretaña y para la Declaración de Principios Éticos del Centro de Investigación sobre Cambio Micro-social de la Universidad de Essex.
E n otros códigos se combinan elementos de m á s de un tipo. Los códigos de los dos órganos de financiación (el Consejo de Investigación de Suécia y el Consejo de Investigación en Ciencias Sociales y Humanidades del Canadá) incluyen elementos de los dos tipos, de los códigos «ideales» y «regulatorios». Los principios están redactados en términos generales (para así abarcar la gran diversidad de investigación que se puede financiar), pero el requisito de que se mantenga una conducta ética da a entender la necesidad de algún tipo de examen ético antes de que se concedan las subvenciones y de que haya una consulta en el Comité de Ética en la Investigación del propio Consejo o con un comité de ética oficial o semiofi-cial.
602 Mareia Freed Taylor
Según el Consejo de Investigación en H u manidades y Ciencias Sociales del Canadá, «Todos los postulantes que se propongan realizar una investigación en cualquier disciplina cuyos sujetos hayan de ser seres humanos deben organizar un examen desde el punto de vista ético, requisito que será aplicable cada vez que la investigación afecte a personas vivas o a comunidades... El Consejo se reserva un juicio definitivo en todas las cuestiones relativas a la ética en la investigación. Las directrices que figuran en el presente folleto obedecen al propósito de prestar asistencia a los investigadores y a los comités que examinen cuestiones de ética institucional, estén o no financiados por el Consejo...».
El Consejo de Investigación de Suécia recomienda que se consulte a su Comité de Cuestiones Éticas en la investigación en todos los casos en que haya alguna duda en cuanto a la transgresión de los derechos del sujeto de la investigación. Básicamente se da a entender que todas las solicitudes pueden ser objeto de una revisión por parte de ese Comité. El C o n sejo de Investigación Social y Económica de Gran Bretaña está examinando un proyecto de código de ética que combina los elementos educacional y de consulta, por una parte, y de reglamentación, por la otra.
Muchas asociaciones profesionales tienen también comités de examen ético, ya sea para la solución de conflictos o para responder preguntas formuladas por miembros. E n los Estados Unidos, la Oficina Nacional para la Investigación Económica ha establecido un comité autorizado para «aprobar o rechazar, de conformidad con las normas establecidas, la realización de cualquier investigación cuyos sujetos sean seres humanos o imponer condiciones para esa investigación»14.
E n el otro extremo (y m á s cerca de las Directrices del Instituto Internacional de Estadística), el Director General del C N R S de Francia, François Kourilsky, dio comienzo en noviembre a un debate sobre principios de ética. Doce académicos se reunieron para formular postulados básicos que habían de ser examinados en un seminario de diciembre de 1993 que se centraría en «La ética de investigación científica» y en el cual el debate estaría a cargo de tres filósofos15. Se recabaron respuestas de especialistas nacionales e internacionales, así c o m o declaraciones concretas de
investigadores que hicieran frente a problemas éticos prácticos en sus actividades de investigación en curso. U n o de los moderadores del seminario, Hourya Dinaceur, insiste en que la solución no se encuentra en la legislación. El objetivo del grupo no consiste en dictar una conferencia sobre moral sino en ofrecer un marco para pensar en el tema. Sostienen que no están buscando normas de acción sino una conciencia ilustrada para establecer un interés pragmático y permanente en la dimensión ética. La ética de la investigación en Francia, según sostienen, básicamente seguirá siendo siempre una cuestión de pensamiento y vigilancia y los científicos harán las veces de auto-censores.
Estas distintas orientaciones comparten un elemento c o m ú n , los investigadores deben cobrar conciencia ética. Sin embargo, al igual que en todo el debate de cuestiones éticas, subsiste el interrogante de si debemos y podem o s legislar la buena conducta o en última instancia puede ésta reducirse a una cuestión de educación y conciencia personal. Muchos de los que han escrito sobre el tema llegan, junto con Diener y Crandall, a la conclusión de que la definición de «prácticas ideales» (o la «ética de la sabiduría») en la mayoría de los casos no se materializa en situciones concretas en razón de las limitaciones y los valores en conflicto del ser h u m a n o y de que es imposible sentar normas expresas acerca de las formas de conducta buenas y malas («éticas sustantivas») porque no están aceptadas universal-mente por todos los académicos. Esto nos deja con las «decisiones éticas», que parten de la hipótesis de que el científico hace un juicio individual acerca de las prácticas de investigación a la luz de sus propios valores éticos o morales.
Teniendo en cuenta lo que antecede, se llevó a cabo un estudio m á s estructurado de investigadores independientes, además de una reseña de los códigos de ética y las directrices éticas ya existentes. Todo ello indicó que actualmente existe escasa conciencia de las directrices y los códigos existentes. Las respuestas típicas eran « m e parece que hay uno pero no tengo la menor idea de lo que dice», «creo que lo vi una vez pero no m e acuerdo bien», «¿hay tal cosa?, no tenía ni idea». Suele ocurrir que los miembros de organizaciones o asociaciones profesionales firmen un compromiso
Consideraciones éticas en la investigación comparada en Europa 603
ético al ingresar en ellas pero rara vez lo lean o estudien con cierto detalle.
E n vista de que no cabe dar por sentada la existencia de un conjunto de principios aceptado universalmente por todos los académicos y en vista de las limitaciones y los valores en conflicto del ser h u m a n o , además del hecho de que los investigadores en distintas disciplinas y de distintos países no tendrán conciencia de que sus prácticas normales o sus «normas compartidas» no son en realidad ni normales ni compartidas, tampoco cabe dar por sentado que podemos confiar en que todos los investigadores se comporten en todo m o m e n t o de forma responsable.
H e m o s visto que en muchas de las organizaciones incluidas en el estudio hay una c o m binación de directrices de conducta ética (que dependen del autocontrol de cada uno) y de comités de examen ético (que ofrecen juicios m á s imparciales y otras perspectivas en cuestiones de ética). Junto con las directrices y los códigos de autorregulación existen también diversas sanciones que pueden imponerse a quienes transgreden el código o las normas. Entre ellas se incluye la censura, la amonestación y, en el caso de transgresiones graves de la ética, el ostracismo de los órganos profesionales concretado en la negativa a financiar investigaciones, en el retiro de fondos aprobados para una investigación, en la suspensión de la cooperación del público en actividades de investigación y, en algunos casos, la prohibición, impuesta por proveedores o por archivos de datos, del acceso a datos estadísticos en el futuro. La amenaza de las sanciones de esta índole suele ser suficiente para disuadir a los investigadores de mala conducta o, y esto es igualmente probable, para recordarles las posibilidades de «buena» conducta.
Las decisiones que debe adoptar el investigador social suelen ser sumamente complicadas y para adoptarlas en forma satisfactoria hay que tener una conciencia m u y desarrollada de los problemas morales y éticos. Para el investigador comparado o para quien participa en investigaciones entre países, los problem a s son aún m á s complejos. Por nuestra parte sugerimos una combinación de un código de autorregulación, un comité de examen ético y el recurso a sanciones legislativas en casos de transgresines graves. Para que esta solución fructifique, en todo caso, se requieren dos co
sas. E n primer lugar, los círculos de investigación deben estar interesados en las cuestiones éticas e informados de ellas. En beneficio del investigador'entre países, el debate debe tener lugar justamente en ese plano. Las diferencias en cuanto a las normas éticas y los métodos profesionales deben ser ventiladas, discutidas y, en la medida de lo posible, superadas. E n segundo lugar, es preciso formular y armonizar entre disciplinas y entre países las directrices y las posibles sanciones que conlleven. Evidentemente, el examen de esos temas ya se encuentra incluido en el programa de varias organizaciones de investigación comparada que están considerando la posibilidad de formular normas comunes de esa índole. Los círculos de investigación, a fin de velar por que ese examen tenga en cuenta las actuales necesidades de los investigadores y de los sujetos de la investigación, deben a su vez tomar un mayor interés y participar en forma m á s activa en el debate.
Conclusión
La necesidad de un examen coherente, pertinente y efectivo de los principios éticos en los planos europeo e internacional está cobrando carácter de urgencia en razón del desarrollo de la investigación comparada y entre países y de la frecuencia cada vez mayor con que se recurre a la financiación internacional para los estudios de esa índole. Todos los investigadores deben aceptar y poner en práctica esos principios. Las diferencias en la legislación relativa a los productos de la investigación, así c o m o la legislación propuesta, por la que se limita la libre circulación de los datos de investigación por todos los círculos de investigación en Europa y el m u n d o entero, plantean una amenaza que puede llegar a ser grave para que la investigación entre países sea interesante y válida a efectos científicos. Unicamente mediante el debate y la formulación de norm a s éticas compartidas por científicos informados y mediante la aplicación de sanciones que puedan ser efectivas será posible hacer frente a estas amenazas y superarlas. L a autorregulación y el debate informado son esenciales para que las limitaciones a las libertades de investigación impuestas desde el exterior no
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tengan un carácter excesivamente restrictivo o punitivo.
El texto que figura a continuación se refiere a una falta de comportamiento ético en la investigación en materia de ingeniería que, según se sostiene, fue causa importante de la explosión del transbordador espacial Challenger de los Estados Unidos. L o reproducimos en este artículo en razón de su gran pertinencia en la investigación social16.
«Cualquiera que sea la disciplina de que se trate, la dimensión ética ocupa un lugar intrínseco en su práctica y nunca debe ser considerada un elemento separado o distinto. D e lo contrario, es probable que la perspectiva ética quede a la zaga hasta convertirse en una retrospectiva y los investigadores y académicos miren hacia atrás para ver qué falló... La necesidad de for
mación ética aplicada y la demanda de una comunicación efectiva son temas bien conocidos en la organización moderna. Hasta que estos temas sean integrados en los programas de estudios, los profesionales seguirán atrapados en una visión de su trabajo que, en el mejor de los casos, es limitada y, en el peor, peligrosa.»
El despertar de la conciencia ética que exigía el equipo del C N R S que formuló un código de ética para los investigadores sociales en Francia bien puede constituir un avance esencial hacia una investigación realmente comparada. El objetivo mínimo debe ser por cierto el expuesto por Barnes en 1984 [los investigadores deben] «aprender a vivir con la conciencia intranquila sin que ello deje de preocuparles».
Traducido del inglés
Notas
1. Para un tratamiento m á s detallado, véase Jowell, Roger «The Codification of Statistical Ethics».
2. Véase para un tratamiento más detallado The Belmont Report. En Sieber (pág. 18) figura una breve
3. Para una reseña de las leyes sobre protección de datos vigentes en los países de Europa, véase M o c h m a n n y DeGuchteneire.
4. Actualmente hay un proyecto de comparabilidad, con sede en C E P S / I N S T E A D en Luxemburgo, que trata de resolver los problemas creados por las diferencias en las leyes sobre confidencialidad y protección de los datos nacionales; el proyecto, al tiempo de crear una gran base de datos con variables comparables procedentes de diversos estudios de hogares, únicamente puede difundir parte de la base de datos a los usuarios ajenos al proyecto. Actualmente, el proyecto procura obtener los
derechos de distribución de una versión de toda la base de datos para uso público lo que, en algunos casos, entrañarla una modificación de la legislación relativa a la protección de los datos. Para mayor información, sírvase ponerse en contacto con el autor.
5. Sieber, pág. 5. Este libro, Planning Ethically Responsible Research, fue escrito a fin de impartir a los profesionales de las ciencias sociales, sus alumnos y los miembros de comités de ética en investigación, los conocimientos teóricos y prácticos necesarios para planificar una investigación conductual y social éticamente responsable y obedece al propósito de servir de «manual para concretar principios éticos en métodos y procedimientos válidos de investigación que cumplan normas tanto científicas c o m o éticas» (Prefacio, pág. xi).
6. Para un examen más detallado de estos comités, véase la sección relativa a la autorregulación.
7. En todo caso, es posible que los disuasivos m á s efectivos para la utilización indebida de datos estén constituidos por la falta de incentivos para hacerlo y por la falta de recursos suficientes.
8. El Estudio sobre la Renta en Luxemburgo, organizado y administrado por C E P S / I N S T E A D de Luxemburgo, contiene datos procedentes de un gran número de organismos nacionales de estadística. Los datos están armonizados en cierta medida y hay estrictos controles en cuanto al acceso a información que de otra manera no estaría disponible. Para mayor información, sírvase ponerse en contacton con C E P S / I N S T E A D , B . P . 65, L-7201, Walferdange (Luxemburgo).
9. Para una breve reseña de esas técnicas véase Duncan y Pearson.
10. Véase International Seminar on Statistical Confidentiality.
11. Los resultados del estudio fueron utilizados también c o m o
Consideraciones éticas en la investigación comparada en Europa 605
base para un primer proyecto de código de ética del Consejo para la Investigación Social Económica, del Reino Unido, que aún se encuentra en preparación. Para mayor información, sírvase ponerse en contacto con el autor del presente artículo.
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Teorías de la integración, e integración de la base de datos europea
Richard Sinnot
Introducción
La finalidad de este artículo es examinar los imperativos referentes a la integración de la base de datos europea que se derivan de las teorías de la integración política. H a y que tener m u y en cuenta que no se trata de aplicar las lecciones de la teoría de la integración al proceso de integración de la base de datos. Dada la importancia atribuida a las teorías sobre la integración funcional o sectorial, esta operación podría ser fascinante e incluso, a veces, fructífera; entre otras cosas, las nociones de las barreras visibles e invisibles al libre movimiento (en este caso de datos), del desbordamiento, de los modelos su-pranacionales contra los modelos intergubernamentales y de la subsidiaridad, podrían m u y bien arrojar luz sobre la empresa. Los objetivos de este trabajo son m u c h o m á s modestos. Se trata de ver, por una parte, lo que podría aprenderse acerca del proceso de integración europea si se dispusiera de una base de datos de la opinión pública plenamente integrada y, por la otra, lo que nos dice un programa de investigación sobre la integración europea respecto de los objetivos que deben tenerse en cuenta al diseñar la base de datos integrada.
Disponemos de dos puntos de partida evidentes. E n primer lugar, actualmente las bases de datos se organizan a escala de las naciones-
Richard Sinnott es Profesor de Política y director del C E E P A (Centre for European Economic and Public Affairs) del University College, Dublin, Bclficd, Dublin 4, Irlanda. Sus investigaciones abarcan la integración política, la política extranjera, la opinión pública, las elecciones y el comportamiento electoral. Entre sus publicaciones m á s recientes figuran: «Irish Voters Decide: V o ting Behaviour in Elections and Referendums, 1918-92» (1994) y, en colaboración con Oskar Niedermayer, «European Publics and the Internationalization of Governance» ( 1994).
Estados. Empezaremos pues con la teoría acerca de la nación-Estado y el papel de dicha nación-Estado en el proceso de integración, y en el proceso m á s amplio de lo que podría considerarse la internacionalización del gobierno. E n segundo lugar, las bases de datos que nos interesan son principalmente bases de datos de la opinión pública. Por consiguiente, nuestro segundo punto de partida será lo que nos diga la teoría de la integración respecto del
papel de la opinión pública.
La integración y la nación-Estado
Tropezamos de inmediato con una objeción potencial: la predicción, aparentemente errónea, de la desaparición de la nación-Estado, predicción que ha hecho de la ciencia política el blanco de las críticas de Milward, quien llega a la
conclusión de que «la historia ha conquistado a la teoría...» (Milward, 1992, pág. 18). Podría alegarse que una predicción explícita o implícita de la decadencia de la nación-Estado se introdujo ya en la conciencia general del m u n do académico con la teoría de la integración neofuncionalista. Sin embargo, considerar esto c o m o una medida de la teoría de la integración política es simplificar en exceso lo que dijeron los teóricos. En particular, con ello se pasan por alto tres adelantos teóricos de extrem a importancia: el neofuncionalismo revisio-
R I C S 142/Dicicmbre 1994
608 Richard Sinnot
nista de finales de los años sesenta (Haas, 1971, Schmitter, 1971, N y e , 1971), la teoría de la persistencia de la nación-Estado (Hoffm a n n , 1966) y las teorías de la desintegración (Gellner, 1964, 1983, Hechter, 1975). Todos estos teóricos destacan, a su manera, la importancia de las naciones y las naciones-Estado y el hecho de que la integración no es inevitable sino que, en realidad, depende m u c h o de los procesos políticos que se produzcan dentro de los Estados, y entre ellos. Así pues, la impor- • tancia atribuida en las teorías recientes de la integración al papel desempeñado por la nación-Estado y las políticas nacionales (véase por ejemplo, Keohane y Hoffmann, 1990; W a llace, 1990;Moravcsik, 1991) coincide bastante con un desarrollo anterior, pero a m e n u d o ignorado, de la teoría de la integración que hemos denominado neofuncionalismo revisionista, y con las teorías de la nación-Estado y el nacionalismo. También está de acuerdo con la idea sustantiva (y teórica) fundamental de Milward, basada en la investigación histórica: que la integración, lejos de ser la antítesis de la nación-Estado, es un instrumento que favorece su persistente vitalidad, y que todos los desplazamientos (hacia adelante o hacia atrás) del proceso de integración están basados en las necesidades políticas de cada nación-Estado (Milward, 1992).
Sin embargo, esto no significa que hayam o s regresado al punto de partida, o sea, a una noción de la autonomía absoluta de la nación-Estado. D e hecho, lo contrario es m á s cierto: la nación-Estado puede ocupar aún el centro de la escena, pero el entorno se ha transformado por causa de lo que podríamos llamar la internacionalización del gobierno. Es cierto que este fenómeno es m á s fácil de señalar que de definir. La integración europea es su forma m á s visible, pero podríamos identificar m u chas zonas conílictivas en el sistema internacional en las que los principios, normas, reglas y mecanismos de decisión implícitos (es decir, regímenes) limitan la autonomía de las naciones-Estados. Pero nuestro objetivo actual no es entablar un debate definitorio, sino simplemente señalar que el gobierno internacionalizado puede representarse c o m o un proceso continuo que va desde la unión política de pleno derecho hasta los regímenes específicos (véase Niedermayer y Sinnott, de próxima publicación) y que está relacionado con un cierto
número de cambios en el sistema internacional: la aparición de una multiplicidad de agentes no estables en las relaciones internacionales, la aparición de la interdependencia económica y ecológica, la presencia creciente de problemas más específicos (a este respecto se citan con frecuencia el tráfico de drogas y el delito organizado), que precisan una acción internacional concertada y, por último, la mundialización de las comunicaciones y los sistemas de información. Desde luego no hay que exagerar la importancia de los cambios (véase, en particular, la advertencia de Strange, 1983), pero tampoco deben pasarse por alto y, si se toman verdaderamente en serio, apuntan a la necesidad de eliminar las barreras entre la política comparada y las relaciones internacionales, y entre aquélla y los estudios sobre la integración europea. La necesidad de desplazarse sin trabas entre los niveles de análisis europeo o internacional, y el nivel nacional, se ve fortalecida por la reciente teoría de las relaciones internacionales, que atribuye mayor importancia a la política nacional en la conducción de las relaciones internacionales (véase por ejemplo, Keohane y Nye , 1987; Haggard y S immons , 1987, y Putnam, 1988).
En cuanto a la integración de la base de datos europea, el imperativo que se deriva de esta consideración de lo que dicen la teoría de la integración y la teoría de las relaciones internacionales acerca de la nación-Estado está claro: hay una urgente necesidad de estudiar la interacción entre las políticas nacionales y el proceso de integración europea, y esto significa llevar la investigación al interior de las naciones-Estado, cosa que sólo una base de datos europea integrada haría posible.
La integración y la opinión pública
En nuestro segundo punto de partida encontramos otra objeción potencial. Después de todo, ¿no fue el padre de la teoría de la integración quien dijo, en el estudio sobre la integración, «es tan inviable c o m o innecesario recurrir a las encuestas sobre la opinión pública en general y las actitudes del público...»? (Haas, 1958, pág. 16). Desde luego, si en los años cincuenta hubiera existido una base de datos europea integrada, Haas no habría tenido que referirse a la inviabilidad de esta ope-
Teorías de la integración, e integración de la base de datos europea 609
ración. M á s importante es que después retiró su objeción de principio a las encuestas sobre las actitudes, cuando introdujo el concepto de «transferir o compartir la legitimidad de la autoridad», concepto que contrastó específicamente con «la importancia atribuida a la lealtad de las élites en mis anteriores fórmulas», y cuando dijo que los indicadores de la transferencia de autoridad-legitimidad se encuentran, entre otras cosas, en «la élite y las percepciones de masa» (Haas, 1971, págs. 26 a 36, el subrayado es nuestro). N o fue solamente Hass quien señaló la pertinencia de las actitudes de masa en el estudio de integración; de hecho, una característica definitoria del neofuncionalismo revisionista antes mencionado es la importancia atribuida a una amplia serie de variables de la opinio pública y la política cultural (Sin-nott, 1994a).
Esto nos conduce a nuestro segundo imperativo general: una base de datos integrada de la opinión pública es un elemento esencial para el estudio de la integración europea. Este imperativo general se asienta sobre una serie de imperativos particulares, toda una serie de hipótesis acerca de la relación entre la opinión pública y la integración, que indican las cosas que tenemos que saber para entender el proceso de integración (para un examen detallado de este argumento, véase Sinnott, 1994a). C o n objeto de señalar las posibilidades que ofrecería una plena integración de la base de datos europea, examinaremos brevemente tres áreas específicas: a) actitudes frente al programa político y las cuestiones de política, b) cultura política democrática y participación, y c) identidad política.
La integración y el programa político
El fenómeno de la internacionalización de los problemas y su pertinencia para el papel de la nación-Estado fue previsto ya por Hoffmann hace casi 30 años, cuando afirmó que «las cuestiones políticas transnacionales de interés para todas las fuerzas políticas y todos los públicos en los diferentes países son un requisito previo de la integración política» (Hoffm a n n , 1966). Pero, ¿qué es un problema transnacional, o, c o m o le llamamos aquí, un pro
blema internacionalizado? Los problemas pueden internacionalizarse de tres maneras: internacionalización atribuida, internacionalización exógena e internacionalización endógena. La internacionalización atribuida se produce cuando el público asigna la competencia o la responsabilidad de un problema a la comunidad u a otro órgano de gobierno internaciona-. lizado. La internacionalización exógena se deriva de las reclamaciones de competencia hechas por la comunidad o por un organismo. La internacionalización endógena depende de la naturaleza de los problemas. Esta última internacionalización es de particular importancia. La solución de algunos problemas precisa la intervención de órganos de gobierno internacionalizado. E n otras palabras, la internacionalización está afincada en la naturaleza del problema y existe independientemente de las percepciones del público o de las reclamaciones de un órgano de gobierno internacionalizado.
La relación entre las tres formas de internacionalización será probablemente compleja, variable y dependiente de los problemas. E n vez de considerarlas categorías distintas y m u tuamente exclusivas, podemos ver las tres form a s de internacionalización c o m o grupos representados por círculos que coinciden y se cruzan, y los diferentes problemas quedan comprendidos en los subgrupos delimitados por las intersecciones. Utilizando la anotación de grupos y un diagrama de V e n n (véase el gráfico 1), podemos proceder a un recuento sistemático de las coincidencias y las intersecciones (todos los problemas que se plantean a las sociedades llevan la letra U - o sea, el grupo universal-, y los tres subgrupos de problemas internacionalizados se designan con las letras A , B y C , de m o d o que el grupo A = internacionalización atribuida; el grupo B = internacionalización exógena, y el grupo C = internacionalización endógena). A título de ejemplo, podríamos describir una situación ideal desde el punto de vista de la teoría de la subsidiari-dad, basándonos en la igualdad de los tres grupos de problemas: A = B = C El m u n d o real no es tan claro, y es preciso pues revisar cada uno de los subgrupos. Esta revisión conduce a la identificación de sectores políticos en los que la atribución pública y las preferencias del público interactúan para adelantar o retrasar, o quizás incluso defor-
610 Richard Sinnot
A : Problemas internacionalizados atribuidos
B: Problemas internacionalizados exógenos
C : Problemas internacionalizados endógenos
U : Problemas
Gráfico 1: Problemas internacionalizados c o m o intersecciones de conjuntos.
mar , el proceso de integración (para m á s detalles, véase Sinnott, 1994b).
Desde el punto de vista de los imperativos que condicionan la integración de la base de datos europea, uno de los puntos m á s importantes que se desprenden del argumento expuesto es que los datos sobre las preferencias políticas a nivel nacional son vitales para entender la integración. En lo referente a los conceptos antes empleados, necesitamos datos de la opinión pública no sólo sobre la interna-cionalización atribuida sino también sobre las preferencias relativas a las cuestiones internacionales de m o d o endógeno. En la actualidad, mientras que «Eurobarometen> dispone de un número incluso excesivo de datos sobre la in-ternacionalización atribuida, en lo tocante a los datos sobre las preferencias la situación es claramente deficiente. Para encontrar datos sobre las preferencias relativos a todas las cuestiones internacionalizadas, y especialmente las endógenas, que son las m á s importantes, debemos recurrir a las series de datos nacionales. Y para ello necesitamos una base de datos integrada.
Integración y democracia
La internacionalización del gobierno tiene series consecuencias para el funcionamiento de
la democracia. C o m o observa Held: «decisiones adoptadas por organizaciones cuasi-regio-nales o cuasi-supranacionales c o m o la C o m u nidad Europea, la Organización del Tratado del Atlántico Norte o el Fondo Monetario Internacional, reducen la gama de decisiones que pueden tomar determinadas «mayorías» nacionales. El resultado es que un principio democrático esencial, el del autogobierno de la comunidad, «hoy día es sumamente problemático» (Held, 1993, pág. 26). En consecuencia, el estudio de la integración política debe analizar a fondo las consecuencias de la internacionalización del gobierno para la práctica d e m o crática. En un contexto europeo esto va m á s allá de la cuestión del papel del Parlamento Europeo, por importante que sea, c o m o indudablemente es. En realidad, el estudio debe abarcar el alcance y la práctica de la democracia en los planos internacional, nacional y sub-nacional.
La mención de la democracia en el plano subnacional nos recuerda que, una vez que emprendamos el análisis del proceso político a múltiples niveles, deberemos considerar tanto el nivel superior c o m o el nivel inferior a la nación-Estado. D e hecho se produce una interacción entre la regionalización y la internacionalización a través del cultivo del regionalismo por la Unión Europea, mediante diversos programas e iniciativas de carácter político
Teorías de la integración, e integración de la base de dalos europea 611
Coches esperando en la frontera de Estados Unidos y México, entre San Diego y Tijuana, 1991. La interdependencia económica es un factor que entraña la integración de las bases de datos. Alain Bizos/Agcnce Vu.
612 Richard Sinnol
y los mecanismos institucionales previstos en el Tratado de Maastricht. Para contrarrestar la autonomía de la nación-Estado, la regionaliza-ción del gobierno es una fuerza menos destacada y quizás menos coercitiva que su interna-cionalización. Esto ocurre ciertamente con dos de sus manifestaciones, la nueva afirmación de ciertas regiones ricas y desarrolladas situadas en las zonas centrales del desarrollo económico europeo, o cerca de ellas, las «regiones burguesas» de Harvie (Harvie, 1994, pág. 3), y la regionalización inducida, creada por los planes de descentralización y concesión de la autonomía, emprendidos a iniciativa del gobierno central. La tercera manifestación de regionalismo es de otro orden, al estar vinculada a las fuerzas m á s potentes de la etnicidad y la diferencia cultural y acercarse m u c h o al nacionalismo o irredentismo secesionista, o convertirse incluso en una expresión del m i s m o . Esta cuestión del vínculo entre la etnicidad y las políticas regionales se considera en la próxima sección. Por el m o m e n t o , baste con señalar que estas tres manifestaciones del regionalism o pueden coincidir, multiplicando su impacto potencial.
El programa de investigación que se deriva de este problema de la democracia a múltiples niveles conlleva un claro imperativo de integración de la base de datos europea. La cuestión capital de la investigación es la democracia, tal c o m o la ven y la experimentan los ciudadanos en los planos local, regional, nacional e internacional. Las áreas específicas de investigación a estos distintos niveles son la conciencia de las instituciones democráticas por parte de los ciudadanos, la confianza en esas instituciones, el sentido de la eficacia y, por último, la participación (en los procesos político informales, en las elecciones a todos los niveles y en los referendums). Es probable que deba prestarse especial atención al estudio de la expresión particular de la democracia que vincula lo nacional con lo internacional de un m o d o m u y directo, por ejemplo, los referendums para el ingreso en la Comunidad/ Unión Europea y los cambios de los tratados y cuestiones afines (por ejemplo, el referéndum suizo sobre la Zona Económica Europea). En resumen, la preocupación por el déficit d e m o crático a nivel europeo impone que nuestro estudio no se limite al papel del Parlamento Europeo, sino que abarque la democracia en
todas sus manifestaciones. N o sólo necesitam o s tener acceso a estudios sobre las elecciones nacionales, sino que precisamos también datos sobre el comportamiento de los electores y sobre las actitudes hacia la democracia y la participación a todos los niveles.
La integración y la identidad política
Cuando se habla de nacionalismo surge enseguida el espectro de los conflictos creados por identidades enfrentadas. Sería posible, desde luego, dedicar exclusivamente una parte de la base de datos integrada a este tema. Sin e m bargo, lo m á s importante es que el análisis de las sociedades divididas en grupos étnicos, en Europa occidental o en Europa central y oriental, se efectúe en el contexto m á s amplio de la internacionalización del gobierno. A d e m á s , a medida que avanza la integración, la identidad deja de ser un problema exclusivo de los países aquejados de conflictos étnicos. En la nueva situación, este problema afectará a todas las naciones-Estados. Por consiguiente, la investigación en este campo debe centrarse en tres temas. El primero es la cuestión de la identidad europea y su relación con la identidad nacional, incluido el problema de determinar si una de las dos identidades, o las dos, son pluralistas o étnicas, y el problema conexo de las consecuencias de las recientes manifestaciones de conflictos comunales, racismo y xenofobia. El segundo es el problema específico de las identidades nacionales conflictivas en Europa occidental, y también en Europa central y oriental. Estos problemas tienden a estudiarse aisladamente, c o m o si no fuera posible abstraerlos de su contexto histórico inmediato. Lo que necesitamos m á s que nada es un estudio comparado que tenga en cuenta el contexto histórico, pero que aborde las cuestiones generales sugeridas por las teorías del nacionalismo i la etnicidad. Por último, la investigación en este campo debe ocuparse del posible efecto de la internacionalización o la regionalización del gobierno en la mejora directa o indirecta de los problemas del nacionalismo y los conflictos étnicos.
El acceso a los datos y la integración de éstos es un requisito previo para el estudio sistemático de estas cuestiones. T o m e m o s
Teorías de la integración, e integración de la base de datos europea 613
c o m o ejemplo el problema de Irlanda del Norte. Los principales estudios sobre las actitudes frente al conflicto en Irlanda del Norte son m u y conocidos y accesibles, por lo menos c o m o informes (Rose, 1973; Davis y Sinnott, 1979, y Moxon-Browne , 1983). N o obstante, además de estas informaciones hay numerosas series de datos pertinentes de la opinión pública que se han recogido y deben protegerse y hacerse accesibles si se quiere entender plenamente esta manifestación particular del problema de la integración/desintegración. N o cabe duda de que esta observación puede aplicarse a otros conflictos étnicos o nacionales europeos de larga data y, a medida que pasa el tiempo, se hace cada vez m á s aplicable a los conflictos étnicos reales y potenciales (y m á s peligrosos) en Europa central y oriental. Para que toda Europa pueda aprovechar el legado y el impulso de la integración con objeto de responder a estos desafíos, hay que disponer de la clase de datos integrados que son indispensables para mejorar nuestro conocimiento de estos problemas.
Conclusión Integración, tiempo y espacio
En este trabajo nos hemos centrado en un pequeño sector de la teoría política empírica. Es de suponer que podrían nacerse deducciones similares en otros sectores de la investigación social y política. Limitándonos al tema en examen, los imperativos de que se trata pueden resumirse por referencia a las dimensiones del espacio y el tiempo. El imperativo temporal es, en cierto m o d o , obvio. Y precisamente porque es obvio, es fácil pasarlo por alto; afortunadamente tampoco es difícil exponerlo con concisión y claridad. La integración es, en su
esencia, un proceso, y por consiguiente debe estudiarse en el tiempo. La razón de que insistamos en este punto es que muchas de las consideraciones expuestas podrían verse c o m o una petición de nuevos proyectos de acopio de datos. H a y que pensárselo bien antes de afirmar que no necesitamos recoger nuevos datos. Desde luego que los necesitamos. Pero necesitamos también utilizar los datos existentes en todos los sectores indicados, no sólo porque están ahí y son rentables, sino también y sobre todo porque ello nos puede revelar claves vitales para la solución de los rompecabezas que desafían nuestra comprensión del proceso de integración, y su desarrollo en el tiempo.
Sin embargo, el estudio de la integración no sólo debe moverse libremente por el ámbito temporal, sino que también debe desplazarse sin trabas dentro de los límites espaciales existentes. Nuestra comprensión del proceso de integración europea y de los problemas antes indicados mejoraría m u c h o si una base de datos europea integrada nos permitiera penetrar profundamente dentro de las fronteras de la nación-Estado. H a y que disponer de series de datos de la opinión pública compilados a nivel nacional, para hacer no sólo análisis comparados sino un análisis que vaya más allá de la comparación, para poder pasar libremente del plano nacional o subnacional al internacional, superando la distinción entre la política comparada y las relaciones internacionales, y entre el estudio de las políticas internas y el estudio de las políticas comunitarias.
En resumen, la integración de la base de datos europea contribuiría de m o d o importante a nuestra comprensión del proceso de integración europea.
Traducido del inglés
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Fuentes estadísticas para la investigación social comparada en Europa
Franz Rothenbacher
Introducción
La reciente evolución política de Europa hace indispensable plantear el problema de las bases de datos para la investigación social c o m parada europea. Los años de lenta evolución, a comienzos del decenio de 1980, han quedado atrás; ahora la integración europea avanza a ritmo acelerado, particularmente en relación con el mercado único, desde la promulgación, el 1.° de enero de 1993, del Acta Única Europea (Weidenfeld and Wessels, 1986). Las rápidas reform a s institucionales tendrán importantes consecuencias para todos los tipos de información, y especialmente para las estadísticas. Es de prever, pues, para un futuro próxim o , la creación de un Sistema Estadístico Europeo (SEE).
Por otra parte, los cambios políticos en Europa oriental, con la disolución de las estructuras institucionales y la transición a las economías de mercado, han tenido consecuencias importantísimas para la producción de información social. En lo que se refiere a los datos estadísticos, será necesario revisar gran parte del sistem a estadístico anterior para reflejar el cambio en las instituciones sociales. Por consiguiente, habrá que elaborar una serie completamente nueva de estadísticas, c o m o por ejemplo, estadísticas del mercado de trabajo o del Sistema Nacional de Cuentas (SNC) , etc. Para las cien-
Franz Rothenbacher trabaja como sociólogo en el Archivo de Investigación E U R O D A T A , del Centro de Investigación Social Europea de Mannhe im ( M Z E S ) , Universidad de Mannheim, 68131 Mannheim, Alemania. Entre las cuestiones que le interesan en particular figuran los informes sociales europeos, la sociología de la familia europea y la estructura social de Europa. Sus publicaciones más recientes son Soziale Ungleichheit im Modernisierungsprozeß des 19. und 20. Jahrhunderts (1989) y (en colaboración con otros) Social Statistics and Social Reporting in and for Europe (1994).
cias sociales es de especial importancia no sólo mantenerse al corriente de esta rapidísima evolución sino también tener alguna influencia sobre ella, para garantizar un mejor acceso a los datos que se creen ahora y en el futuro. Los tratados de asociación de la Unión Europea con Polonia, Checoslovaquia y Hungría, de diciembre de 1991 (Bruselas), harán necesaria una reestructuración a fondo de las estadísticas nacionales en esos países, para ajustar
ías a las normas de la C o munidad Europea.
La transición a la economía de mercado de los países que pertenecieron al Consejo de Asistencia Económica Mutua ( C A E M ) y su subsiguiente reorientación hacia Europa occidental, tienen consecuencias también para los países nórdicos. Los países escandinavos están sometidos a una presión creciente para que se aproximen m á s a Europa occidental, y en
particular a la Unión Europea (UE) . Ante la nueva situación económica y política, Suécia, y m á s recientemente Finlandia (18 de marzo de 1992) solicitaron su ingreso en la U E . Los países nórdicos tienen una experiencia m u c h o mayor y más antigua de cooperación interestatal que los países de la U E , ya que en ellos la colaboración entre Estados se remonta al decenio de 1890. Estas primeras actividades fueron el punto de partida de un proceso que culminó en la creación en 1952 del Consejo Nórdico, que hace dos años celebró su 40.° aniversario,
RICS 142/Diciembre 1994
616 Franz Rothenbacher
y que es la principal institución de armonización jurídica (Unión Nórdica de Pasaportes, mercado c o m ú n del trabajo, Convención Social, reconocimiento mutuo de títulos universitarios) y estadística.
Otra etapa importante en el camino hacia la integración europea es la probable creación de un Espacio Económico Europeo a m o d o de unión económica entre los doce Estados miembros de la U E y los siete países m i e m bros de la A E L C (Austria, Finlandia, Islândia, Liechtenstein, Noruega, Suécia y Suiza). Las cuatro libertades del mercado interno -libre movimiento de mercancías, servicios, personas y capitales- se harán extensivas a toda Europa occidental, con una población total de 380 millones de personas.
E n el ámbito de la U E , los países y regiones periféricas de Grecia, Irlanda, España, Portugal y el sur de Italia, con un menor grado de desarrollo económico y social, son de especial interés; para estos países los procesos de convergencia con los Estados miembros m á s desarrollados, ya iniciados en diversas áreas, son de gran importancia.
Estadísticas nacionales: Datos para la investigación social europea Estadísticas sociales en Europa occidental
E n lo relativo a los datos estadísticos y sociales a nivel nacional, las categorías m á s importantes son los censos, las encuestas de muestreo estadístico y los registros administrativos.
1. Los censos, entendidos en su sentido ' amplio -que incluye sus diferentes modalidades- son una de las fuentes m á s importantes de la investigación social comparada. Dentro de esta categoría de fuentes de datos, pueden distinguirse por lo menos dos tipos: a) censos de población y de los hogares, y b) censos de las instituciones. C o n m u c h a frecuencia estas dos clases de censos se llevan a cabo simultáneamente, en un marco c o m ú n (Cuadro 1). A d e m á s del hecho importante de que los censos abarcan la población total y por consiguiente facilitan el análisis regional, los datos censales adquieren una relevancia especial cuando pueden combinarse con otras fuentes estadísticas. Eso es posible en los sistemas nacionales de información estadística que utili
zan el código de identificación personal en todas las series estadísticas.
2. Las encuestas de muestreo son la segunda fuente de investigación social en orden de importancia. E n una primera subdivisión podemos distinguir: a) microcensos globales, y b) encuestas de muestreo temáticas.
a) Los microcensos (Cuadro 2a) se efectúan con muestras de tamaño relativamente grande y, a diferencia de las otras encuestas de muestreo, abarcan múltiples temas (estadísticas de la población y de la familia, empleo, vivienda, etc.). N o obstante, los microcensos sólo se llevan a cabo en algunos países de habla alemana y en el Reino Unido.
b) E n casi todos los demás países se efectúan diversas encuestas de muestreo temáticas. Algunas de las encuestas m á s importantes de este grupo son las siguientes:
1. Las encuestas de la fuerza de trabajo, que actualmente realizan todos los países europeos en una forma u otra (Cuadro 3). 2. Las encuestas sobre los presupuestos del hogar (Cuadro 4a). Este tipo de encuesta, que actualmente se recoge en todos los países europeos, recaba datos sobre el ingreso y el consumo de los hogares y por consiguiente es una fuente esencial para el estudio de las condiciones y niveles de vida de los diversos grupos sociales. 3. Otra encuesta m u y importante es la que trata de la distribución del tiempo (Cuadro 5a). Sólo en el último decenio ha empezado a apreciarse la importancia de este tipo de encuesta para diversas disciplinas del conocimiento y la investigación. Los datos sobre la distribución del tiempo son especialmente importantes, por ejemplo, para la política relativa a la familia y a la mujer, porque permiten estudiar el trabajo de hombres y mujeres en la familia. A d e m á s , estas encuestas se utilizan actualmente para mejorar las cuentas nacionales, porque facilitan el cálculo de la producción asistencial a partir de la medida de la producción del hogar (Ehling/Schäfer, 1988; Bechtold/Ehling, 1990; Ehling/von Schweitzer et al., 1991). 4. Las encuestas sobre los ingresos se llevan a cabo en la mayoría de los países de Europa occidental, y especialmente en los Estados miembros de la U E (Marsden y Redl-bacher, 1984).
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Fuentes estadísticas para la investigación social comparada en Europa 625
5. A d e m á s de esos cuatro tipos especiales de encuestas de muestreo, en varios países se realizan diversas encuestas ad hoc y especializadas. U n gran número de encuestas ad hoc se llevan a cabo, en particular, en Francia (Desabie, 1987), los Países Bajos (encuesta sobre la d e m a n d a de vivienda, encuesta sobre la salud), el Reino Unido (estudio longitudinal, encuesta alimentaria nacional), Italia (diferentes encuestas sobre la familia), Noruega (encuesta nacional), Italia (diferentes encuestas sobre la familia), Noruega (encuesta sobre la familia y la ocupación) y España (encuesta de fecundidad) (Cuadro 6). c) A d e m á s de las encuestas temáticas, son
m u y frecuentes las encuestas sobre grupos especiales de la población. A este grupo pertenecen, por ejemplo:
1. las encuestas sobre los extranjeros y los trabajadores «inmigrantes» (Alemania, Países Bajos) 2. las encuestas sobre los niños (Noruega, Alemania) 3. las encuestas sobre las minorías étnicas (Países Bajos: naturales de Suriname y de las Antillas Neerlandesas) 4. las encuestas sobre los jóvenes (Países Bajos) y sobre los ancianos (Países Bajos). Las encuestas de este tipo pertenecen en
general al área de la investigación social, aunque en la mayoría de los casos se originan en los servicios de estadística.
d) E n algunos países, c o m o Dinamarca y Alemania, se llevan a cabo encuestas generales que son un flexible instrumento para las ciencias sociales y para la estadística (Dinamarca: 1974-, anual; Alemania: 1980-; bianual).
3. La tercera fuente principal de la investigación social son los registros administrativos. Hasta ahora los servicios estadísticos oficiales en Europa no recurrían m u y frecuentemente a los registros. El procedimiento consiste en utilizar los registros administrativos c o m o base para el acopio de datos destinados a los censos de población y las encuestas de muestreo. Algunos ejemplos permitirán ilustrar este procedimiento:
a) Hasta ahora, sólo algunos países escandinavos c o m o Dinamarca, Noruega, Finlandia y Suécia, llevaban a cabo censos basados en los registros. Dinamarca efectuó su último censo convencional en 1970, y en 1976 y 1981 los
censos levantados se basaron en los registros. E n Suécia (con intervalos censales de cinco años desde 1960), se aplica un procedimiento mixto basado en los cuestionarios y los registros. L o propio ocurre en Finlandia (con intervalos censales de cinco años desde 1970), pero con una utilización creciente, actualmente m a -yoritaria, de los registros.
E n algunos países europeos va en aumento la práctica de hacer censos de población basados en los registros. E n los Países Bajos, la ley de 1991 abrogó los censos tradicionales después de que la opinión pública hiciera fracasar el censo decenal de población de 1981. Actualmente se aplica un programa de sustitución estadística, basado en tres fuentes de datos, a saber, los registros de población (el elemento central), la encuesta sobre la fuerza de trabajo y la encuesta sobre la d e m a n d a de vivienda.
E n Bélgica, el censo de 1981 ya utilizó datos personales básicos procedentes del Registro Nacional. E n este registro se almacenan datos básicos (nombre y apellido, sexo, fecha de nacimiento, nacionalidad, relación con la persona de referencia del hogar), con un número personal de identificación. Siguiendo el ejemplo escandinavo, Bélgica está estableciendo una red de registros administrativos, basada en el código de identificación personal.
b) Los registros administrativos son una fuente valiosísima de datos para las encuestas de muestreo, e incluso para las encuestas globales sobre el bienestar. Ejemplo de.ello es el procedimiento seguido por el Instituto Sueco de Investigación Social (SOFI), al preparar sus encuestas sobre el nivel de vida. A d e m á s del acopio de datos por cuestionario, se recurre frecuentemente a diversos registros administrativos, c o m o el registro de ingresos.
Las estadísticas sociales en las economias de transición de Europa oriental
La transición a la economía de mercado en los países de Europa oriental tiene importantes consecuencias para los sistemas estadísticos. Desde noviembre de 1989 ha habido que reorganizar muchos sectores estadísticos. E n 1990 la mayoría de estos países aplicaron nuevos métodos y planes para el acopio de las estadísticas oficiales que son menester en una economía de mercado, y en 1991 se publicaron las primeras series estadísticas nuevas. E n los dos
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Fuentes estadísticas para la investigación social comparada en Europa 627
últimos años la reorganización de los sistemas estadísticos de la mayoría de los países de Europa oriental estaba ya m u y avanzada (ECE, 1990; Jilek, 1992).
En las economías de planificación central las estadísticas tenían finalidades y estructuras diferentes. Los datos recogidos no respondían a los mismos conceptos que los de las economías de mercado, y algunas estadísticas que las economías de mercado necesitaban urgentemente no eran importantes para las economías de planificación central (por ejemplo, las estadísticas del mercado de trabajo, o de los precios).
Si consideramos únicamente las estadísticas sociales y demográficas - y en particular las encuestas de muestreo- los resultados de los considerables esfuerzos desplegados para la recolección de estadísticas sociales son bien visibles. En Checoslovaquia, Hungría y Polonia se llevaban a cabo regularmente microcensos multitemáticos (Klinger y Kepecs, 1986) (Cuadro 2b). En 1989, todos los países de Europa oriental hacían encuestas sobre el presupuesto del hogar, que en su mayor parte habían comenzado en los años cincuenta y a menudo se efectuaban con una periodicidad anual (Cuadro 4b). Los países de Europa oriental introdujeron antes que los países de Europa occidental las encuestas nacionales, sobre la distribución del tiempo (Cuadro 5b) (Kordos, 1988; Belova y Dmitrichv, 1988; Fiebiger, 1989). Además de .estas encuestas regulares, se llevaban a cabo otras encuestas especializadas, en particular sobre los ingresos y los gastos y las condiciones de vida, así c o m o un elevado número de encuestas ad hoc.
N o se dispone de estadísticas de registros y encuestas sobre la m a n o de obra y el empleo; hasta la transición a la economía de mercado los países de Europa oriental no efectuaban encuestas sobre la fuerza de trabajo, que es uno de los instrumentos más importantes de las estadísticas de Europa occidental. Faltaban también estadísticas económicas de otro tipo, como las cuentas nacionales, las estadísticas de precios, la hacienda pública y la moneda, o bien los indicadores de los ciclos comerciales (Anónimo, 1990). En el campo demográfico y social, podríamos añadir las estadísticas de la migración, los indicadores sociales y la aplicación de las clasificaciones uniformes internacionales. Todos, estos tipos de estadísticas han
tenido que introducirse o revisarse en los últim o s años.
La difusión de las estadísticas sociales
M á s allá del ámbito nacional y en el contexto espacial de la innovación transfronteriza, se plantea el problema de cuál será el marco de las estadísticas sociales en Europa. E n primer lugar, ciertos tipos de estadísticas y encuestas sociales pueden considerarse innovaciones sociales; y es posible analizar su aceptación por parte de los agentes políticos y estadísticos. El proceso de difusión es uno de los pocos procesos sociales que pueden considerarse «cuasina-turales»; sin embargo, en realidad, muchas veces son procesos que no reflejan el modelo teórico de la curva de difusión en S. Así pues, puede ocurrir que la curva de difusión se aplane, o que haya una fase inicial m u y larga, o que se produzcan procesos de sustitución que den lugar a un pronto descenso de la curva, después de la subida inicial. Teniendo en cuenta todo esto, es m u y interesante examinar los factores que determinan la forma concreta de los procesos.
E n lo relativo a la difusión de los tipos específicos de estadísticas sociales en Europa, hasta 1989 hubo un factor institucional principal (los diferentes sistemas económicos) que determinó la no difusión de muchas estadísticas sociales entre Europa occidental y Europa oriental. Esto es así porque las de los sistemas de mercado requieren estadísticas distintas a las de los sistemas de planificación central. N o obstante, si bien existía una importante línea divisoria, se observaban influencias mutuas y una cierta convergencia en el campo estadístico, mediante los contactos entre redes. Esto se debe principalmente a la labor de una sola institución estadística en Europa que, desde su creación en 1952, incluyó a los países de Europa oriental: la Conferencia de Estadísticos Europeos (CEE), perteneciente a la Comisión Económica para Europa (CEPE), de las Naciones Unidas, con sede en Ginebra. Por intermedio de esta institución se aceptaban en toda Europa muchas recomendaciones sobre estadísticas, como las estadísticas relativas a la población y los censos sobre la vivienda, independientemente del sistema económico. La transición a la economía de mercado ha inducido a los países de Europa oriental a aproxi-
628 Franz Rothenbacher
m a r sus sistemas estadísticos desde 1989. Esto es especialmente aplicable a Polonia, Checoslovaquia y Hungría, que en la actualidad están asociados con la U E . Existen pues estructuras institucionales comunes y una considerable, aunque no completa, convergencia.
T a m p o c o la difusión de tipos específicos de estadísticas sociales es completa entre los Estados miembros de la Unión Europea. Esto se debe principalmente a que hasta ahora las estadísticas sociales sólo se elaboran y normalizan parcialmente en la U E . En consecuencia, los Estados miembros tienen m u c h o margen para intervenir o no en sectores concretos.
Es evidente que el C A E M tuvo un efecto integrador en los sistemas estadísticos de los Estados miembros (con la excepción habitual de Albania). A d e m á s del sistema nacional de cálculo del producto nacional, el Sistema del Producto Material ( S P M ) , todos los países hacían encuestas del presupuesto del hogar y de la distribución del tiempo. Los microcensos globales sólo se efectuaban en Checoslovaquia y Hungría, probablemente bajo la influencia de los países occidentales de habla alemana.
E n los países de Europa occidental ha habido muchas oportunidades -a pesar de las actividades de la U E y de otras organizaciones internacionales c o m o la C E P E , la C E S , la O C D E , la A E L C , el Consejo Nórdico y el Consejo de Europa- de conferir características propiamente nacionales a los sistemas estadísticos. Ejemplo de ello es la difusión de tipos particulares de encuestas sociales.
Dejando aparte los censos de población, cuya difusión era ya completa en el siglo X I X (véase el Cuadro 1 ), a este respecto convendrá considerar los microcensos globales, las encuestas del presupuesto del hogar y las encuestas de la distribución del tiempo.
Los microcensos globales empezaron a efectuarse a finales de los años cincuenta, y son el tipo predominante de censos en los países ger-manófonos, aunque también se llevan a cabo en el Reino Unido. Por consiguiente, su difusión es relativamente escasa. Otros países de Europa occidental recurren a diversos tipos de encuestas sustitutivas. H o y día las encuestas sobre el presupuesto del hogar, cuyo origen se remonta también a los años cincuenta, son comunes a todos los países de Europa occidental. E n cambio, las encuestas sobre la distribución del tiempo, que son la tercera fuente en
orden de importancia, son m á s recientes y su difusión sigue progresando. En resumen, pues, en el contexto de las fuertes tendencias integradoras en los países de Europa occidental, hay procesos de difusión de algunos tipos de encuestas ya completados, otros en vías de completarse y algunos procesos sustitutivos que acaban de iniciarse (por ejemplo, la sustitución de los censos totales de población por las estadísticas basadas en los registros).
El nivel europeo: Datos armonizados para la investigación social europea
La Comunidad Europea
Las estadísticas europeas tienen sus propios objetivos c o m o disciplina independiente, pero también forman parte del sistema estadístico internacional y tratan por consiguiente de mantener su compatibilidad con las normas y recomendaciones internacionales1.
La principal tarea de la Unión Europea (UE) y de su oficina de estadística, Eurostat, consiste en elaborar una base armonizada de datos estadísticos para los Estados miembros de la U E (Schumacher, 1981). En primer lugar, la labor de Eurostat tiene una dimensión política, por cuanto suministra datos a la C o misión Europea y a su programa de estadísticas; por consiguiente, hasta ahora su mandato se ha limitado estrictamente a las tareas políticas de la Comisión. La labor de Eurostat es importante, porque es prácticamente el único organismo supranacional del m u n d o que hace estadísticas comparables, c o m o parte de su trabajo normal. Por lo tanto, esos datos son de la m á x i m a importancia para las ciencias sociales en general y para la investigación social comparada en particular.
Hasta la fecha, las encuestas de muestreo de la U E (Cuadro 7) que se han armonizado son las siguientes: - encuesta sobre la fuerza de trabajo; - encuesta sobre los gastos de la familia; - encuesta sobre el costo del trabajo, y - encuesta sobre los ingresos.
La encuesta m á s importante quizás de la U E en el campo de las estadísticas sociales es la Encuesta sobre la Fuerza de Trabajo (EFT). La E F T , que se llevó a cabo por primera vez
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Máquina de sumar de Lindholm. La estructura de una base de datos depende de los medios matemáticos e informáticos disponibles para su utilización. Colección Lconand da Selva/Edimedia.
recientes sobre los presupuestos del hogar, celebradas en 1979 y 1985, aquéllas corrieron a cargo de Eurostat, en el marco de un programa de armonización. Para la encuesta de 1979, se armonizaron las encuestas nacionales de los diez Estados miembros de la U E , con arreglo a un plan común. Los resultados se publicaron en dos volúmenes (1984, 1986). La segunda tanda de presupuestos familiares se armonizó en torno a 1985. El primero de los dos volúmenes apareció en 1990.
U n tercer tipo de encuesta de muestreo realizado por Eurostat en el campo de las estadísticas sociales es la encuesta sobre los costos del trabajo. Esta encuesta empezó a practicarse en 1953 en la Comunidad Europea del Carbón y el Acero, con periodicidad anual. Desde 1966 se lleva a cabo también para otras industrias. En 1970 se hizo la primera encuesta sobre la industria de los servicios. En 1988 se unificaron las encuestas sobre los costos de trabajo de la industria y los servicios.
El cuarto tipo de encuesta de muestreo es
en 1960, fue anual de 1968 a 1971, bianual de 1973 a 1983 y volvió a ser anual en 1983. A partir de 1992, se amplió considerablemente, con un número mucho mayor de preguntas y nuevos conceptos c o m o «tipos de trabajo no habituales (jornada parcial, trabajo temporal, turnos, trabajo de fin de semana, etc.), formación profesional, pluriempleo, migración y movilidad regional» (Comisión de las C o m u nidades Europeas, 1991a). En la actualidad, la E F T es la única fuente para las investigaciones sobre la estructura de la fuerza laboral europea (empleo femenino, características de la m a n o de obra de los hogares, etc.), y la dinámica del mercado de trabajo (desempleo, fluctuación de la fuerza de trabajo, distribución regional del desempleo).
Otra encuesta especialmente importante para las cuestiones sociales es la encuesta sobre el presupuesto del hogar. En 1963 y 1964 se efectuaron encuestas de ámbito comunitario en los seis Estados que constituían entonces la Comunidad. A diferencia de las encuestas más
Fílenles estadísticas para la investigación social comparada en Europa 631
la encuesta sobre los ingresos en la industria y sobre los ingresos de los trabajadores permanentes en la agricultura. La primera de estas encuestas se hizo a partir de 1964, y la segunda a partir de 1974 (Comisión de las Comuni dades Europeas, 1991b).
Además de las encuestas de muestreo, otra fuente importante de las estadísticas de la U E son los censos de la población y la vivienda. U n primer intento en este campo consistió en la sincronización de los datos de referencia de los censos de los Estados miembros, primero para la serie de 1980-1981, y después para la de 1990-1991. El intervalo recomendado fue del 1.° de marzo al 31 de m a y o de 1991. Sin embargo, no fue posible sincronizar los censos en esta ocasión, como se había hecho con censos anteriores. Así pues, Francia hizo su censo en marzo de 1990 e Italia en octubre de 1991. En Alemania, el censo se organizó en 1987, y hubo que sustituir el censo de 1991 por un microcenso. En los Países Bajos el último censo se realizó en 1971, y a partir de entonces se han organizado encuestas especiales. En Dinamarca, c o m o en otros países escandinavos, el censo se efectúa a partir de los registros y otras encuestas complementarias. Hasta ahora no ha sido posible subsanar las diferencias en la sincronización o en los métodos de recolección de datos. Por el contrario, estas diferencias van en aumento.
Otras estadísticas armonizadas, no procedentes de las encuestas de muestreo sino de los registros administrativos o de los archivos de los diversos organismos (por ejemplo los servicios de seguridad social) son m u y importantes para las estadísticas sociales. Las estadísticas de protección social empezaron a calcularse en 1962/1963, en forma de cuentas sociales que incluían los ingresos y los gastos de la protección social, pero no datos sobre las prestaciones y los beneficiarios. Los datos se tomaron de fuentes nacionales y después se normalizaron.
En 1980 se introdujo una mejora esencial, con el nombre de Sistema Europeo de Estadísticas Integradas de la Protección Social (ESS-P R O S ) y se elaboró una nomenclatura integrada. Desde que se creó este sistema, los datos se reúnen a un nivel desagregado de los distintos organismos y, por lo tanto, en la actualidad se incluyen también datos sobre las prestaciones en especie y los beneficiarios.
Las estadísticas de la educación empezaron a recogerse en 1968, y ahora se producen a intervalos regulares de varios años. Entre los sujetos estadísticos figuran los alumnos y estudiantes de escuelas y universidades y el personal docente, y las estadísticas se han ampliado de m o d o que incluyan la formación de adultos y la formación profesional. Subsisten considerables diferencias entre los sistemas educativos nacionales, que siguen dificultando la interpretación de estos tipos de estadísticas.
E n el área de las estadísticas de la salud, por ahora sólo pueden publicarse datos sobre la mortalidad y las causas de la muerte, porque todavía no se hacen estadísticas de la morbilidad ni de los hospitales públicos.
Los datos sobre las condiciones de la vivienda y la construcción no se reúnen aún. de m o d o sistemático, con la excepción de los censos decenales de la población y la vivienda, para los cuales se preparan cuadros normalizados.
E n 1990 la Comisión propuso al Consejo un programa plurianual (1991-1993) de elaboración de estadísticas del turismo (Kommis sion der Europäischen Gemeinschaften 1990a). Este programa recoge y armoniza todas las estadísticas disponibles en los Estados miembros respecto de la demanda y el rendimiento de los servicios de turismo2.
En lo tocante a las estadísticas del medio ambiente1, la Comisión sometió una propuesta al Consejo para la creación de un programa cuatrienal (1990-1993) de preparación de estadísticas regulares sobre el medio ambiente (Kommission der Europäischen Gemeinschaften 1990b).
La definición moderna de la estadística c o m o base de la descripción numérica de la sociedad (que en los sistemas estadísticos nacionales es mucho m á s teórica que práctica, porque la recolección de datos tiene siempre finalidades políticas) no corresponde a la tarea predominante del sistema estadístico europeo. A ello se debe la ausencia de algunas estadísticas sociales importantes. Así pues, en la actualidad no hay estadísticas sobre los hogares y la familia, aunque se han dado los primeros pasos en este sentido, con la creación de un Observatorio de la Familia. T a m p o c o existen estadísticas de la salud en el sentido estricto del término; y faltan por completo estadísticas judiciales, lo que refleja la falta de un código penal europeo. Las estadísticas de la educación
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636 Franz Rolhenbacher
deberán ampliarse para satisfacer las necesidades del mercado único. Las estadísticas de la protección social se encuentran en una fase m u y preliminar, y también deberán ampliarse.
El Sistema Estadístico Europeo (SEE)
El 30 de enero de 1992 (Comisión de las C o munidades Europeas, 1992) la Comisión presentó el Sistema Estadístico Europeo (SEE). Según este documento, el S E E se caracterizará por la «máxima aplicación posible del principio de subsidiariedad». U n a importante novedad para las estadísticas de la U E es la introducción de órganos consultivos que ya eran conocidos de los servicios estadísticos nacionales. La Comisión ha creado recientemente el primero de estos órganos, el Comité Directivo de Información Estadística (CDIE), que se encarga de la coordinación de las actividades de estadística de la Comisión. Para los Estados miembros se crearon otros tres comités:
- el Comité del Programa Estadístico, - el Comité de Estadísticas Monetarias, Finan
cieras y de la Balanza de Pagos, -el Comité Consultivo Europeo sobre Infor
mación Estadística en las Áreas Económicas y Sociales.
La Comisión tiene el propósito de emitir una directiva para dar base jurídica a las estadísticas europeas, de conformidad con los principios básicos de los sistemas estadísticos de los Estados miembros. Esto es sumamente importante para los investigadores de las ciencias sociales, ya que permitirá ver con claridad c ó m o se regulará el acceso a los datos, y en particular a los microdatos de las encuestas de muestreo.
Datos armonizados para los países nórdicos
El Consejo Nórdico, institución que regula la cooperación de los países nórdicos, se creó en 1952, y recientemente ha celebrado su 40° aniversario. Esta cooperación nórdica se basa en tradiciones m u c h o más antiguas de coordinación de las actividades en los países nórdicos, en particular en Escandinávia. La primera reunión de los encargados de los servicios estadísticos de los países nórdicos se celebró en 1889 (Kuhnle, 1989). El Consejo Nórdico intensificó considerablemente la cooperación estadística. E n 1969 se estableció la Secretaría Estadís
tica Nórdica, encargada de representar y coordinar, en su calidad de secretaría de los responsables de los servicios de estadística de los países nórdicos, las actividades de unos veinte comités estadísticos de estos países. La Secretaría edita publicaciones estadísticas para los cinco países nórdicos y elabora estadísticas comparadas.
El Comité Socioestadístico Nórdico ( N O -S O S C O ) se dedica a la compilación de estadísticas sociales desde 1946. El principal resultado de su labor fueron las estadísticas comparables de la seguridad social de los países nórdicos, con datos de series cronológicas disponibles desde 1948; los resultados se publican cada tres años en la revista «Seguridad Social en los Países Nórdicos» (Secretaría Estadística Nórdica, 1990).
En lo referente a las estadísticas de la salud, el Comité Médico-Estadístico Nórdico ( N O -M E S C O ) se ocupa de la armonización de las estadísticas sobre todas las cuestiones relacionadas con la salud, c o m o la clasificación de las enfermedades, estadísticas de enfermos, estadísticas de nacimientos con asistencia médica, etc. Los resultados se publican en el anuario «Estadísticas de la Salud en los Países Nórdicos» ( N O M E S K O , 1988).
En una tercera área, la de los informes sociales, se tiende también a realizar investigaciones coherentes y comparables. En 1980, 1984 y 1990 se organizaron seminarios sobre las estadísticas de las condiciones de vida y el bienestar. En el decenio de 1970 todos los países nórdicos (con exclusión de Islândia) organizaron encuestas sobre el bienestar o sobre el nivel de vida. A propuesta de los países nórdicos, a finales de los años setenta la O C D E organizó la llamada encuesta global. Las Oficinas de Estadística de Suécia, Noruega y Finlandia organizaron encuestas idénticas. En Dinamarca se obtuvieron datos similares mediante varias encuestas especiales. Los resultados de este primer proyecto comparado fueron publicados por Joachim Vogel en su trabajo «Nivel de vida y desigualdad en los países nórdicos» (1983). E n 1986-1987, las Oficinas de Estadística de Suécia, Finlandia y Noruega realizaron otra vez encuestas esencialmente idénticas. Islândia organizó una serie de entrevistas en 1988. Estas cuatro encuestas han proporcionado hasta ahora más de 20.000 entrevistas que fueron analizadas tam-
Fuentes estadísticas para la investigación social comparada en Europa 637
bien por Joachim Vogel en su «Informe social para los países nórdicos» (1991).
Datos armonizados para los países de Europa oriental
En 1949 se fundó el Consejo de Asistencia Económica Mutua ( C A E M ) , compuesto de los siguientes países de Europa oriental: Bulgaria, Checoslovaquia, República Democrática Alem a n a ( R D A ) (desde 1950), Hungría, Polonia, Rumania y la U R S S 4 . E n 1974 Yugoslavia ingresó en el Consejo c o m o miembro asociado. Albania dejó de asistir a las reuniones del Consejo en 1962.
La principal finalidad del C A E M era la integración económica; se necesitaban pues estadísticas comparables de los Estados m i e m bros. Para coordinar la producción de estas estadísticas se creó una Comisión Directiva sobre Cooperación Estadística en la Secretaría del Comité (Moscú). Se preveía la cooperación en todos los sectores de la estadística, con especial atención al desarrollo de un sistema de indicadores sociales. Los miembros del C o mité cooperaron en la compilación de toda clase de estadísticas sociales, entre ellas las estadísticas sobre la población y la familia, la educación, la salud, la vivienda, las actividades culturales, la seguridad social, la distribución del tiempo, etc. Los resultados de estas actividades coordinadas se publicaron desde 1970 en el Anuario Estadístico de los Estados Miembros del CAEM. La labor del C A E M dio resultados visibles de armonización y normalización de las estadísticas de los Estados M i e m bros.
Los cambios económicos y políticos sobrevenidos en Europa oriental causaron la desintegración del sistema económico del C A E M , que fue disuelto el 18 de julio de 1991.
Datos para los informes sociales
Las Naciones Unidas, la O C D E y otras organizaciones internacionales promovieron el interés y las actividades de información social en casi todos los países de Europa occidental durante los años setenta. Las actividades en este campo, así como sus agentes y sus productos, fueron sumamente heterogéneas. La información social no fue una actividad continua y
universal en toda Europa occidental. En Grecia, Luxemburgo y Portugal las actividades de información social fueron casi inexistentes, mientras que otros países c o m o Irlanda, Bélgica e Italia anunciaron la publicación de series pero las interrumpieron después del primer número, y en Alemania, Austria y Suiza hubo una sucesión de agentes y criterios distintos. Sólo unos pocos países han sido capaces de llevar a cabo la información social de manera estable y continua. Se destacan a este respecto, los Estados sociales escandinavos, y en particular, Suécia, cuya aportación es impresionante en constancia y en volumen. Noruega viene a continuación, y después Dinamarca. E n cambio, Finlandia no organizó actividades institucionalizadas de información social hasta hace poco. Los Países Bajos, con su Estado de beneficencia, y Francia tienen un sistema diferenciado de información social. En Alemania (RFA), cuya situación es algo peculiar, la actividad del Gobierno se interrumpió después de algunos años, y en la actualidad la mayoría del trabajo corre a cargo de grupos de investigación.
En general las actividades de información social tenían los siguientes objetivos: en primer lugar, informar al público de la evolución de la sociedad; en segundo lugar, integrar materiales dispersos en un marco coherente para los gobiernos (ministerios, organismos de planificación, planificación, etc.); en tercer lugar, seguir y evaluar los movimientos sociales y, en cuarto lugar, completar las cuentas nacionales con las cuentas sociales.
Las actividades nacionales se diferencian entre sí según la institución, la intención, el grupo destinatario y el tipo, lo que da una imagen m u y heterogénea de la información social en Europa occidental. N o obstante, pueden señalarse algunos elementos comunes:
1. Investigaciones sobre el nivel de vida (países nórdicos: Dinamarca, Noruega, Islândia, Suécia y Finlandia).
2. Investigaciones sobre la calidad de vida (Austria, Alemania, Países Bajos).
3. Condiciones de vida: estadísticas sociales por componentes (Francia, España, Italia, Austria, Suiza, Reino Unido).
4. Información social (casi todos los países).
5. Sistemas de indicadores sociales (Suiza, Alemania).
638 Franz Rothenbacher
6. Matrices de contabilidad social {Matrices de Contabilidad Social ( S A M ) ( N U : S S D S , Países Bajos).
7. Sistemas auxiliares (satélites) (Francia, Alemania).
1. La investigación sobre el nivel de vida es típica de los países nórdicos, y donde se ha llevado a cabo de m o d o m á s completo es en Suécia, a cargo del Instituto Sueco de Investigación Social (SOFI, Estocolmo) y de la Oficina Central de Estadística (SCB, Estocolmo/ Örebro). Esta clase de investigación se basa principalmente en las recomendaciones de 1961 de las Naciones Unidas y utiliza en consecuencia el criterio de los componentes del bienestar. Este criterio niega la utilidad del índice del nivel de vida u otras medidas sintéticas, y también de los indicadores subjetivos, que no se evalúan (con algunas excepciones, c o m o Finlandia, Noruega y Dinamarca). Su teoría subyacente es la de los recursos, desarrollada principalmente en Suécia, que hace hincapié en la importancia de los recursos de que dispone el individuo. Así pues, lo importante no es la utilización individual de los ingresos, sino que la participación de los individuos en la riqueza nacional sea suficiente y equitativa en la medida de lo posible. T a m bién es importante la clase de satisfacción derivada de los ingresos, porque no se trata en absoluto de influir en la satisfacción o en otros sentimientos personales, c o m o el grado de felicidad, etc. La estrecha relación entre el criterio del componente objetivo y las instituciones macrosociales de la sociedad y la política se considera un argumento válido en favor de este procedimiento.
2. Podríamos denominar el segundo criterio investigación de la calidad de la vida. Los principales instrumentos de este procedimiento son encuestas que combinan elementos objetivos y subjetivos. La terminología varía según los países: en los Países Bajos la llaman «Leefsituatiesurvey» (LSS), en Alemania ( R F A ) de «Wohlfahrtssurvey» (encuesta sobre el bienestar) y en Austria encuesta subjetiva sobre la calidad de la vida. La principal diferencia entre este procedimiento y la encuesta sobre el nivel de vida es la inclusión general en el cuestionario de indicadores objetivos y subjetivos (preguntas), c o m o se hace en Alemania y en los Países Bajos. En Austria, en 1984, se llevó a cabo una encuesta especial sobre la
calidad subjetiva de la vida. Sin embargo, no solamente se diferencian los indicadores, sino también la teoría en que se basan las cuestiones subjetivas. El criterio de los recursos es sustituido por un criterio basado en las necesidades, que incluye la evaluación de la satisfacción con los componentes objetivos, las aspiraciones y los acontecimientos que causan felicidad o frustración. Esta estrategia de investigación es resultado en parte de la curiosidad científica y del deseo de evaluar los resultados de la investigación objetiva; asimismo se considera importante para evaluar «el objetivo inmanente de la vida de los seres humanos, o sea vivir de un m o d o feliz y satisfactorio» (Schulz, Norden y Költringer, 1988). Esta finalidad es problemática si se utilizan los resultados para optimizar o maximizar la calidad subjetiva de la vida (dado el carácter normativo de la hipótesis subyacente). Se trata de una cuestión filosófica que los científicos no pueden resolver, el objetivo último de la vida de los seres humanos .
3. La tercera práctica está m á s basada en las estadísticas oficiales y consiste en una presentación diferenciada e inteligente de todas las estadísticas disponibles (en su mayor parte censos y encuestas de muestreo) en forma de compendios estadísticos globales o informes sociales (estadísticos). En lo principal, este procedimiento se basa en cierto m o d o en el criterio de-los componentes («Social Trends», «Statistiche Sociali», «Panorámica Social», «Indicadores Sociales», «Portugal Social») y puede clasificarse en el m i s m o grupo que las encuestas sobre las condiciones de la vida o las estadísticas sociales por componentes. E n su mayor parte, estos compendios estadísticos se publican en forma de series todos los años, o a intervalos de 3-4 años, y contienen solamente datos objetivos. U n a excepción importante es el alemán «Datenreport».
Los ejemplos más destacados de este tipo de información social son quizás los «Données Sociales» de Francia. Publicaciones de este tipo se encuentran también en España («Panorámica Social», «Indicadores Sociales»), Italia («Statistiche Sociali», «Sintesi delia Vita Sociale Italiana»), Dinamarca («Distribución de las Condiciones de Vida»), Reino Unido («Social Trends»), Austria («Sozialstatistische Daten»), Suiza («Soziale Indikatoren», Alemania («Datenreport») y Noruega («Sosialt Utsyn»).
Fuentes estadísticas para la investigación social comparada en Europa 639
Estoc de informaciones en el Instituto de Sondeo S O F R E S , 1987. Gracias a la introducción de medios de tratamiento electrónicos, las bases de datos han encontrado su actual función, M . Barct/Rapho.
4. C o m o actividad de carácter más general la información social se produce, en cierto sentido, en casi todos los países, en los informes de las oficinas de estadística, las ciencias sociales o los ministerios y organizaciones intermedias. Los informes sociales se subdividen en informes sectoriales e informes funcionales. Informes sectoriales son los que tratan de secciones específicas de la sociedad (por ejemplo, salud, educación o familia); los informes funcionales se ocupan de problemas sociales que se encuentran en relación horizontal con respecto a los componentes, como por ejemplo, los informes sobre la pobreza. U n a tercera categoría de informes sociales son los que llamaríamos informes globales. Esta categoría constituye el objetivo último de la información social, por cuanto proporciona un inform e anual sobre el desarrollo social de la sociedad en comparación con los informes económicos existentes (por ejemplo, el «Economie Report» del Presidente de los Estados Unidos
(1947-), o la publicación alemana (FA) « G u tachten des Sachverständigenrates» (1964-).
5. El quinto procedimiento -basado en los indicadores sociales- tiene su origen en las recomendaciones de las Naciones Unidas. La O C D E adaptó la idea y desde 1970 hasta comienzos de los años ochenta trabajó con un sistema de indicadores para los países de la O C D E , que adquirieron un considerable renombre. Tanto las recomendaciones de las Naciones Unidas como el sistema aplicado por la O C D E son ejemplos de sistemas de indicar dores nacionales; sin embargo, sólo dos países adoptaron este procedimiento. En Alemania (RFA) se estableció en 1977 el «SPES-Social Indicators Tableau», que incluía 196 indicadores; los principios de su elaboración eran casi los mismos que los de las Naciones Unidas y la O C D E . La Oficina Federal de Estadística de Suiza recogió en 1981 unos 130 indicadores sobre 12 componentes.. N o hay m á s países de Europa occidental que hayan estable-
640 Franz Roihenbacher
eido sistemas de indicadores sociales; en m u chos casos, las oficinas centrales de estadística expresaron graves dudas acerca de la viabilidad de estos sistemas.
6. Matrices de Contabilidad Social ( S A M ) es el nombre de un procedimiento destinado a integrar diferentes fuentes de datos estadísticos en un marco coherente. Su origen se encuentra en dos publicaciones de Richard Stone (1971 y 1975), autor que propuso la elaboración de un sistema de estadísticas sociales y demográficas (SSDS o m á s tarde FSDS, «Fram e w o r k for Social and Demographic Statistics») (Marco para Estadísticas Sociales y D e mográficas). E n la actualidad este procedimiento se utiliza principalmente en los Países Bajos, donde se preparan cuentas sociodemo-gráficas, cuentas socioeconómicas y cuentas de la mano de obra. El procedimiento del S A M introduce un elemento dinámico que permite seguir la trayectoria de los subgrupos -si se dispone de series cronológicas- a través de un segmento definido de la sociedad. Así, por ejemplo, dentro de las cuentas sociodemográ-ficas es posible seguir las cohortes de nacimientos a través de las diferentes fases del ciclo vital.
7. Los sistemas auxiliares (satélites) (Reich y Stahmer et al., 1988) son el procedimiento m á s reciente y adecuado para medir, el bienestar social. Se consideran complementarios de las cuentas nacionales y deberían corregir dichas cuentas en función de la producción social no incluida en las mismas (por ejemplo, la producción de los hogares) o no orientada directamente al bienestar (por ejemplo, costos de protección del medio ambiente, que se añaden al producto interior bruto). Las cuentas auxiliares se elaboraron por primera vez en Francia, para la salud, la educación, la protección social y el medio ambiente. Estas cuentas contienen, además de información monetaria, indicadores sociales, es decir, información sobre unidades físicas.
Productos de la información social
Las encuestas globales sobre el bienestar social son una de las principales fuentes de investigación social. Pueden dividirse en encuestas sobre el nivel de vida y encuestas sobre la calidad de la vida (Cuadros 8a y 8b). Las primeras se ocupan solamente de las condiciones objetivas
de vida, mientras que las segundas abarcan también la dimensión subjetiva. La globabili-dad de las encuestas es m u y importante, porque han de abarcar una amplia variedad de dominios sociales con objeto de poder estudiar las relaciones entre los dominios y la acumulación de deficiencias y ventajas, a nivel individual. Las encuestas sobre la calidad de la vida son útiles para estudiar la relación entre los estados objetivos y su evaluación, a partir de las respuestas a los cuestionarios. Esta relación no es en m o d o alguno sencilla, c o m o muestran varios estudios; este tipo de encuesta tiene por finalidad evaluar el grado de satisfacción de las necesidades de la población.
Los resultados de estas encuestas se presentan al público en tres formas principales: a) compendios estadísticos; b) informes sociales y c) publicaciones especiales. La m á s importante y extendida de todas ellas son los compendios estadísticos globales, que en muchos países aparecen en serie. La diferencia entre esos compendios y los informes sociales no siempre es fácil de determinar; sin embargo, además del hecho formal de que los informes sociales suelen incluir descripciones, otra diferencia importante es la interpretación de los hechos estadísticos a la luz de los elementos normativos. U n a tercera innovación, relativamente reciente, son los boletines especializados sobre bienestar, que informan m á s directamente al público sobre los aspectos del bienestar en la sociedad (Cuadros 9a y 9b).
Acceso a las encuestas estadísticas
Acceso a los datos de UE
La cuestión m á s importante derivada de la disponibilidad actual de encuestas estadísticas es el uso de los microdatos resultantes en las ciencias sociales. Hasta ahora el acceso a los microdatos es m u y limitado y difícil. Para las ciencias sociales lo m á s importante sería el acceso a las estadísticas armonizadas de Eurostat, porque ésta es la base m á s válida para la investigación social europea. N o obstante, el proceso de armonización es m u y lento, y por consiguiente el acceso a las encuestas estadísticas nacionales seguirá siendo dé importancia capital durante un cierto tiempo. A nivel de la
Fuentes estadísticas para la investigación social comparada en Europa 641
U E , por ejemplo, no existen todavía encuestas integradas sobre la distribución del tiempo; las encuestas sobre el presupuesto de los hogares no abarcan todos los países y aparecen irregularmente; no hay encuestas globales sobre el nivel de vida (excepto los trabajos del Euro-pean Community Household Panel ( E C H P ) (Grupo de Estudio de los Hogares de la C o m u nidad Europea), que está compilando la primera serie de datos), ni tampoco sobre la calidad de la vida, incluido el componente subjetivo, aunque las encuestas de Eurobarometer dan algunos datos sobre la satisfacción. N o parece que los especialistas en ciencias sociales tengan acceso a los microdatos de las encuestas de muestreo de la U E . Esto puede deberse a la falta de legislación sobre la materia y a que no hay un código europeo de protección de los datos, que garantice el carácter confidencial de éstos. En cuanto a la encuesta sobre la fuerza de trabajo, en la actualidad la más interesante para las ciencias sociales, en octubre de 1987 hubo un vivo debate al respecto en un seminario celebrado en Luxemburgo respecto de la encuesta sobre la fuerza de trabajo de la C o munidad (Eurostat, 1988). E n la actualidad, el usuario externo tiene acceso a las estadísticas impresas o a las bases de datos estadísticos en línea o fuera de ella (en disquete, cinta o C D -R O M ) . U n a excepción son las encuestas armonizadas de Eurobarometer, que son accesibles a partir de los archivos nacionales de datos sobre ciencias sociales.
Acceso a los datos nacionales: servicios de datos específicos de las encuestas Nuevas formas de acceso a los microdatos
U n a de las tareas más importantes para conseguir una base de datos europea es la integración de los archivos de datos de cada nación. Este problema se ha tratado de resolver con diferentes procedimientos. A comienzos de los años ochenta se creó un nuevo tipo de servicios de datos, el archivo de microdatos específicos de las encuestas. Este procedimiento se ideó en respuesta a las restricciones impuestas por los servicios de estadística al acceso del público a los microdatos confidenciales. Para las ciencias sociales, el único medio de recibir y utilizar estos microdatos parece ser un m e dio centralizado: con este modelo, una institución es responsable de la gestión de la base de
microdatos; el usuario final no tiene acceso directo a los microdatos, pero puede analizarlos a través de las redes. La primera base de datos de este tipo fue la del Estudio sobre los Ingresos de Luxemburgo (LIS), para datos referentes a los ingresos; en M a n n h e i m (Alemania), Z U M A está elaborando una base de datos microcensales y en Dublín/Bath se está estableciendo una base de datos sobre la distribución del tiempo.
La base de datos del Estudio sobre los Ingresos en Luxemburgo (LIS)
El Estudio sobre los Ingresos en Luxemburgo (LIS) se inició en 1983 en Walferdange (Luxemburgo). Su principal finalidad consistía en facilitar el acceso de la comunidad científica, mediante un procedimiento de comparación, a los microdatos sobre la situación de los ingresos de los hogares. En aquel m o m e n t o , las leyes de protección de la información limitaban cada vez m á s la disponibilidad de datos de las oficinas nacionales de estadística. El único medio de facilitar el acceso a los micro-datos era centralizarlos, haciéndolos disponibles mediante un proceso de elaboración electrónica central y almacenamiento en una sola base de datos. A través de una red electrónica, los usuarios de la base de datos pueden solicitar análisis de datos, que se les envían por la red. Este modelo funciona m u y bien. La base de datos LIS podría ampliarse en términos geográficos -incluyendo a la mayoría de los países de Europa oriental- y también en la dimensión diacrónica (series de datos de puntos sucesivos en el tiempo). En principio la información se limita a datos sobre los ingresos, de diferentes procedencias. Está disponible, o está en preparación, documentación de las diferentes encuestas, así c o m o información institucional de base. Las encuestas son m u y heterogéneas, y la comparabilidad entre ellas es un problema particularmente difícil, que está siendo objeto de estudio (The Luxembourg Income Study, 1991).
La División de Microdatos Z U M A
El Centro de Microdatos se fundó en la primavera de 1987, c o m o división del Zentrum für Umfragen, Methoden und Analysen ( Z U M A ) , que forma parte de la GESIS (Gesellschaft
642 Franz Rothenbacher
Sozialwissenschaftlicher Infrastruktureinrichtungen e.V., de Bonn, Colonia y M a n n h e i m ) . La Ley Federal de Estadística (Bundesstatistikgesetz), de 22 de enero de 1987, sometió a control el acceso a los microdatos de las estadísticas oficiales en Alemania. En la actualidad, los especialistas en ciencias sociales pueden utilizar y analizar los microdatos, después de haberse garantizado su anonimato. El Centro de Microdatos recoge datos no sólo de los microcensos sino también de encuestas de muestreo m u c h o m á s especializadas c o m o , por ejemplo, la encuesta sobre la fuerza de trabajo, muestras de los censos de población, encuestas sobre la movilidad social, encuestas sobre el nivel de vida y encuestas sobre el presupuesto de los hogares. A d e m á s de las encuestas nacionales, sobre todo de Alemania, se recogen datos de encuestas de muestreo internacionales, en particular de los industriales desarrollados. En cuanto sea posible se recogerán datos de los regímenes en transición de Europa oriental. D e m o d o análogo a la estrategia de LIS, se ha planeado un sistema de teleanálisis para que los especialistas en ciencias sociales del exterior puedan tener acceso a estos bancos de datos, a través de la D F N (Deutsches Forschungs-Netz) (Papastefanou, 1987).
El Archivo de la Fundación Europea de Datos sobre la distribución del Tiempo, o Archivo Multinacional Longitudinal de Datos sobre la Distribución del Tiempo (MLTBA)
En 1983 se creó el Archivo de Datos sobre la Distribución del Tiempo, en la Fundación Europea para la Mejora de las Condiciones de Vida y de Trabajo, con sede en Dublin. Su finalidad consiste en establecer una base longitudinal internacional de datos para el examen de la distribución del tiempo, mediante la realización y el archivo de estudios comparables sobre este tema. En 1988 se hicieron los primeros análisis, y los resultados fueron publicados en forma preliminar. E n abril de 1989 tuvo lugar una reunión internacional de trabajo en Bruselas, con el objeto de demostrar la utilidad del archivo para los responsables políticos. Sobre la base de los resultados de la reunión de 1989, en 1991 apareció la publicación titulada «El cambio en el empleo del
tiempo», de 1972, (European Foundation for the Improvement of Living and Working C o n ditions, 1988-1989; 1990; 1991; Gershuny, 1990).
Estadísticas internacionales, estadísticas nacionales e investigación social empírica
La estructura futura de las estadísticas internacionales, las estadísticas nacionales y la investigación social empírica podría presentar las siguientes características:
En primer lugar, hay que tener en cuenta que por ahora no se dispone de encuestas sociales armonizadas de la U E para el macroni-vel; es probable que en un futuro próximo se imponga una reglamentación m á s positiva. Ello hace que las ciencias sociales tengan que recurrir a los microdatos de las encuestas nacionales, aunque existen encuestas de muestreo armonizadas de la U E .
En segundo lugar, la introducción en el Sistema Estadístico Europeo de encuestas y datos relativos a áreas sociales que no están cubiertas todavía por Eurostat, c o m o por ejemplo las encuestas de la familia y el hogar, las encuestas de la salud, las encuestas de la vivienda y las encuestas globales sobre las condiciones de vida, sólo se efectuará gradualmente y con lentitud.
En tercer lugar, es probable que las estadísticas internacionales no abarquen algunas áreas, c o m o tampoco lo hacen los sistemas estadísticos nacionales. Podríamos preguntarnos si se dispondrá alguna vez de estadísticas sobre temas tales c o m o la desigualdad social (con mucha frecuencia ni siquiera las estadísticas nacionales dan información sobre la desigualdad)5; el desglose por características socioeconómicas, las encuestas subjetivas o los estudios de la opinión pública. Queda m u c h o margen todavía para el desarrollo de los sistemas estadísticos nacionales y la investigación científica.
En cuarto lugar, esta situación es resultado de los requisitos políticos de la integración europea. Si se nos permite una analogía histórica, cuando se constituyó el Imperio Alemán, en 1870-1871, las estadísticas no se integraron hasta una fase posterior, después de la integración jurídica e institucional. Las estadísticas
Fuentes estadísticas para la investigación social comparada en Europa 643
de los diversos Estados federales eran siempre mucho m á s detalladas que las del Imperio, pero probablemente no existía una plena com-parabilidad entre los Estados federales. Y , llevando aún m á s lejos la analogía, en muchos aspectos la información estadística municipal era aún más detallada que la información a nivel del Estado federal. Esto era especialmente cierto en el caso de los desgloses socioeconómicos de las estadísticas, que casi nunca se facilitaban a nivel del Imperio. Por consiguiente, para verificar la hipótesis de que el desarrollo de la estadística va a la zaga de la evolución del derecho, convendrá que consideremos las diversas etapas de la normalización jurídica del Imperio Alemán. Antes de la unificación alemana se produjo la Unión Arancelaria Alemana, que dio lugar a un sistem a común de estadísticas de la población y los hogares. Sin embargo, después de la unificación hicieron falta cinco años para llegar a una moneda común, 15 años para crear un sistema común incipiente de seguridad social, 30 años para crear un derecho civil c o m ú n y unos 55 años para establecer un sistema fiscal unifica
do en todo el territorio (Fürst, 1963: 18; véase también Bartels/Fürst, 1966).
En quinto lugar, es probable que se plantee un problema de acceso que deberá reglamentarse, si sigue proliferando la práctica de basar los censos en los registros administrativos, sustituyendo así a los censos propiamente dichos y las encuestas, c o m o ocurre ya en los países nórdicos. Este procedimiento se aplica ya m u cho en Dinamarca, y los demás países nórdicos están mejorando gradualmente sus sistem a s basados en los registros. Lo m á s importante es el número de identificación personal, que permite conectar los diferentes registros administrativos. Debido a sus ventajas -costos m á s bajos, una mejor utilización de los datos existentes, pocos problemas de falta de respuesta en la población- otros países miembros de la U E , c o m o Bélgica, es probable que recurran cada vez con m á s frecuencia a las estadísticas basadas en los registros (Jensen, 1983; Heldal/Swenson/Thomsen, 1987; Myrskylä, 1991).
Traducido del inglés
Notas
1. Para una relación general de las estadísticas internacionales, véanse Ais, 1981, Kahnert, 1981 y Menges, 1981.
2. La primera edición del anuario «Tourism Statistics» (para los años 1988-1989) se publicó en 1989.
3. El primer volumen de «Environment Statistics 1989» se publicó en 1990.
4. M á s tarde ingresaron los siguientes países: República Democrática Alemana ( R D A ) en 1950, Mongolia en 1962, Cuba en 1972 y Viet N a m en 1978.
5. Así pues, en las estadísticas alemanas por ejemplo el desglose socioeconómico de las estadísticas de la demografía y la salud es escaso o inexistente.
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Tecnología de la computadorización y la comunicación e integración de la base de datos políticos europea
Tom Bryder
Introducción
Para comenzar el artículo m e remitiré a una observación hecha por el difunto especialista en comunicaciones Ithiel de Sola Pool, que era también especialista en ciencias políticas y gozaba de una elevada reputación académica. Pool sostenía que actualmente podemos observar cinco grandes tendencias en la comunicación electrónica que han de cambiar la sociedad hasta el m i s m o punto en que la había cambiado antes en la historia la palabra impresa. Según Pool (1990:8):
1. La distancia está dejando de ser una barrera para la comunicación y, como resultado, la organización espacial de la actividad h u m a n a sufrirá profundos cambios.
2. La palabra, el texto y las imágenes se representan y transmiten mediante el mismo tipo de impulsos electrónicos, una corriente digital común. La separación entre ellos cada vez es menor.
3. E n esta «sociedad de la información», se dedica a la comunicación una proporción m u c h o mayor del trabajo y del tiempo libre. El manejo de la información representa una proporción cada vez mayor de toda la actividad humana.
4. La computadorización y la comunicación se están convirtiendo en una misma cosa, lo que equivale a decir que se están reuniendo la comunicación y el razonamiento. Al conver
tir mensajes en bitios electrónicos, es posible no sólo transmitirlos electrónicamente sino también manipularlos mediante dispositivos lógicos y transformarlos.
5. La revolución de los medios de comunicación se encuentra en proceso de reversión, en lugar de difundir mensajes a millones de personas, la tecnología electrónica permite adaptar mensajes electrónicos a las necesidades especiales o singulares de cada uno.
Estas tendencias tienen profundas consecuencias no sólo para la sociedad en general, sino también para las ciencias políticas c o m paradas y la investigación política empírica en particular. Las consecuencias guardan relación con los procesos de creación de datos, almacenamiento de datos, análisis de datos y «comercialización» de datos, de los que tendrán que ocuparse en el futuro próximo los espe
cialistas en ciencias políticas.
Algunos conceptos y definiciones básicos
Antes de pasar a examinar estas cuestiones, tenemos que pensar un poco en el concepto de tecnología de los vínculos entre computadorización y comunicación, a la que se refirió expresamente por primera vez en las ciencias políticas Heinz Eulau (1977). Las nuevas tecnologías de la información, que se refieren al elemento físico de la tecnología de los vínculos
T o m Bryder tiene un doctorado en ciencias políticas de la Universidad de Lund y ha impartido cursos en diversas universidades escandinavas. Actualmente trabaja en el Instituto de Ciencias Políticas de la Universidad de C o penhague, Rosenborggade 15, 1130 Copenhagen K , Dinamarca. H a sido presidente de la Sociedad Internacional de Sociología Política y su ámbito actual de intereses es la psicología política y los diseños experimentales. Su obra más reciente se titula Machiavelli and Modern Political Psychology (1990).
RICS 142/Diciembre 1994
648 Tom Bryder
entre computadorización y comunicación, son un concepto que abarca aproximadamente 30 dispositivos tecnológicos que incluyen satélites, televisión por cable, discos láser, facsímiles, redes de computación, procesamiento de la información computadorizada, conmutadores digitales, fibras ópticas, impresoras de rayos láser, reproducción electrostática, teléfonos portátiles y algunos métodos nuevos de impresión como las linotipias computadorizadas y el sistema Post-Script.
Brzezinski (1970) había dicho ya que los cambios que tenían lugar a fines del siglo X X estaban llevando a una «era tecnotrónica» que cambiaría sustancialmente nuestra vida política, social y económica; si bien Brzezinski era optimista respecto de esos cambios, no faltaban también los escépticos, c o m o Jacques Ellul (1964) y Langdon Winner (1977), para los cuales la creación de nuevos sistemas técnicos en general y las nuevas tecnologías de la información en particular eran precursoras de una nueva forma de esclavitud. N o he de referirme a ese debate en el presente artículo ya que, a m i juicio, carece de contenido empírico y su lógica no está clara'. E n todo caso, sí deseo retomar de ese debate el concepto de «sistema» en la forma en que es empleado en los «sistemas de computación-comunicación», no c o m o una entidad abstracta sino como una realidad tecnológica de la sociedad de la información.
Tendencias en la relación entre computadorización y comunicación
En un pasado no m u y remoto, la comunicación electrónica y la computadorización eran consideradas actividades distintas y separadas. E n nuestros días están vinculadas hasta tal punto que ya no podemos realmente distinguir entre ellas. El denominador común se encuentra en el hecho de que las computadoras y los sistemas de comunicación digital constituyen dispositivos tecnológicos que transforman bitios (dígitos binarios) de información controlados por programas preestablecidos. E n ambos casos estamos hablando de máquinas que funcionan sobre la base de señales almacenadas en una memoria. Cada sistem a puede sacar señales de una terminal u otro tipo de dispositivo periférico y cada sistema puede también transmitir señales a otros dispositivos periféricos.
Sistemas de comunicación Desde el punto de vista mecánico, un sistema de comunicación2 consiste en:
- Dos o m á s nodos o dispositivos periféricos tales c o m o terminales, cada uno de los cuales es un dispositivo de entrada, de salida o de ambas cosas.
- U n medio de transmisión entre los nodos, como un cable, un cable coaxial, un cable de fibra óptica o un enlace de satélite.
- En algunos casos, un dispositivo de conmutación que determina qué nodos están conectados entre sí, y
- En algunos casos, un dispositivo de almacenamiento para guardar mensajes y transmitirlos más tarde.
Además, el sistema de comunicación puede ser de corriente unidireccional (como la televisión y la radio), en el cual un nodo «habla» y los demás escuchan, o puede ser bi o multidi-reccional, c o m o un teléfono o un sistema de conferencias multimedios. Si el sistema bidireccional permite utilizar simultáneamente las líneas en ambos sentidos hablamos de «duplex» y si es preciso que el primer nodo deje de «hablar» antes de que el segundo nodo pueda «contestar» hablamos de un «semiduplex». Habida cuenta de que muchos sistemas telefónicos todavía funcionan con señales analógicas y no digitales, se necesita un dispositivo para hacer la conversión entre las formas analógica y digital de transmisión de la información. Ese dispositivo suele llamarse « m o dem», que es una expresión abreviada de m o dulador y demodulador.
Computadoras y redes de computación En las primeras computadoras, el camino entre la terminal periférica y la unidad central de proceso rara vez superaba unos pocos cientos de metros y ésa fue una de las razones por las cuales se establecieron centros de computadorización en universidades y organizaciones comerciales, lo que llevó a la creación de la «tecnoestructura» en el manejo de la información (Bryder, 1991).
Ithiel de Sola Pool (1990:51) nos recuerda que «Es un error hablar de la computadora como si se tratara de una máquina con su propia definición espacial y que se encuentra sola y circunscrita a una habitación. Hay m u chas computadoras así, varios miles de ellas; en una época esto era lo que pensaban incluso
Tecnologia de la computadorización y la comunicación e integración de la base de datos políticos europea 649
los expertos en computadoras, ahora ya no». A fines de los años setenta y principios de
los ochenta muchos sistemas de computación habían dejado de estar físicamente circunscritos a un solo lugar geográfico. Se habían convertido en grandes redes de procesadoras y dispositivos de almacenamiento funcionalmente distintos y con complejas interconexiones. En los grandes almacenes, las terminales reemplazaban a las cajas registradoras m á s viejas y concatenaban los pedidos con las existencias de productos y los registros de caja. Las aerolíneas podían recurrir para la reserva de plazas y la información sobre vuelos a una base de datos c o m ú n transformada en el centro de un sistema de tiempo compartido que estaba disperso en cientos o miles de kilómetros en muchos países distintos.
D e esta manera, las operaciones computadorizadas se estaban distribuyendo en todo el sistema y existía una interconexión cada vez mayor entre los distintos sistemas. C o m o consecuencia, muchas veces era difícil ubicar el centro3 del sistema y determinar cuál era su periferia. Pool (1990:70) decía que, «Al hablar de los efectos sociales de la tecnología de las telecomunicaciones sería mejor no hablar para nada de centralización o descentralización. Insistir en que un proceso integrado por varios aspectos diferentes tenga que ser caracterizado según se ajuste o no a una deteminada palabra es convertirse en esclavo del lenguaje. Podem o s describir lo que hacen los sistemas de comunicación: propician organizaciones m á s extensas pero con actividades m á s dispersas y variadas, con menor autonomía de los agentes en el terreno y también con una jerarquía m e nos rígida».
Desde el punto de vista funcional se puede decir que los dispositivos de entrada y salida se encuentran en el borde del sistema, ya que constituyen los umbrales de las corrientes de movimiento. Sin embargo, no está para nada claro que la información que transmiten estos nodos haya de llegar directamente a sus lugares de destino previstos. Pueden desplazarse en muchas direcciones distintas por nodos en los que no haya interacción humana y terminar en mezclas con otra información que haya entrado de otros lugares.
Por lo tanto, todas las computadoras contiguas que se encuentran conectadas a una red pueden ser calificadas de partes de un megasis-
tema que dispone de diversos recursos y en los que coexisten distintos niveles tecnológicos y distintas estructuras lingüísticas. Desde el punto de vista técnico, deja de tener sentido hablar de un centro y una periferia en ese sistema o de una dependencia entre algunos emplazamientos y otros. El sistema es de índole pluralista y hay recursos de sustitución dispersos en torno a los distintos nodos4. A medida que los sistemas de computación crecen y, a su vez, se interconectan, cobran carácter diverso c o m o sistemas, algo parecido a las redes de teléfono del m u n d o .
Capacidad de la red Para el escéptico5 queda pronto de manifiesto que tiene que haber barreras para la ampliación del tráfico de computación y comunicación por la simple razón de la capacidad de la red. H a y que tener en cuenta tres aspectos de la «capacidad», la velocidad de.transmisión, la anchura de banda y la fidelidad.
La velocidad se mide en bitios por segundo (bps) y en lo que a veces se llama por error «tasa en baudios». U n a buena línea telefónica puede transmitir datos entre 1.200 y 4.800 bps. C o n los acondicionamientos del caso, la tasa puede ser un tanto mayor, 9.600 bps. por ejemplo. Las necesidades en cuanto a la anchura de banda son distintas en el caso del texto, la voz y las imágenes, aunque todos pueden ser transmitidos por el m i s m o medio. El texto se representa generalmente con 7 a 8 bitios por letra. U n circuito telefónico funciona satisfactoriamente entre 1.200 y 9.600 bps. U n a imagen de vídeo puede utilizar un trans-pondedor con una capacidad de hasta 6 millones de bps. U n solo transpondedor de satélite puede transmitir uno o dos canales de televisión, equivalentes hasta 1.000 líneas telefónicas duplex o m á s de 100.000 palabras de texto por segundo (Pool, 1990:47).
La relación entre la anchura de banda y la calidad corresponde a la velocidad. Cuando el escéptico dice que para un determinado fin se necesita una cierta anchura de banda está diciendo que necesita'esa anchura de banda (velocidad de transmisión) para que el grado de fidelidad sea el deseado. Si al utilizar una línea telefónica para la transmisión de datos se excede la capacidad de la anchura de banda, probablemente aparecerá «ruido», en la forma de señales falsas en la pantalla. Para subsanar
650 Tom Bryder
este problema, generalmente se puede reducir la velocidad de transmisión de, por ejemplo, 2.400 a 1.200 bps.
El costo de la anchura de banda de pago anticipado está bajando. Son cada vez más comunes las redes híbridas que utilizan fibras ópticas, satélites y otros dispositivos de esa índole. Sin embargo, no es posible conectar con hilos los satélites y los vehículos móviles y se necesita un espectro mayor para el creciente tráfico. Es razonable entonces suponer que, cada vez que sea viable, se ampliará el uso de medios con aislamiento, tales c o m o el cable coaxial y él cable de fibra óptica.
Conocimientos de procedimiento y de fondo6
Es difícil representar los sistemas de computa-dorización y comunicación porque cambian y crecen cada día, pero ello no significa que, c o m o sostienen Winner (1977) y Ellul (1964), el ser h u m a n o haya perdido por completo el control sobre su avance técnico7. En principio se puede conocer el esquema básico, pero ese conocimiento de fondo sería tan inútil c o m o conocer por completo los directorios telefónicos del m u n d o . Para utilizar estos sistemas son m u c h o m á s importantes los conocimientos de procedimiento, sobre la base de los cuales están construidos8. Los conocimientos de procedimiento nos dan las normas y directrices que nos permiten llegar al conocimiento de fondo.
Centralización y descentralización
Habida cuenta de que muchos especialistas en ciencias sociales y muchas personas con formación técnica tienden a extrapolar tendencias lineales c o m o método de previsión9, en las etapas iniciales del desarrollo de las computadoras existía la expectativa generalizada de que pronto habría unas pocas computadoras de gran tamaño de las cuales una élite privilegiada, los tecnocratas podrían extraer toda la información básica acerca de una sociedad. D e hecho, ello dio lugar a muchos temores desde el punto de vista político ya que existiría entonces una gigantesca base de datos nacionales en la que se guardarían archivos sobre todos. Se registró un debate similar en los primeros días del P C E R y entre los principales candidatos para la base central de datos se contaban la Universidad de Bergen, la Universidad de Essex y unas pocas más .
En los años sesenta y principio de los años setenta se registró en los Estados Unidos, Suécia, el Canadá y otros países una considerable inquietud política por los peligros para la confidencialidad que entrañarían los grandes archivos de datos que, según se suponía, habrían de establecerse. El establecimiento de números exclusivos de seguridad social en los Estados Unidos y de códigos personales en Dinamarca y Suécia servía de medio para vincular entre sí las bases de datos a fin de mejorar la vigilancia. Ello ayudaría a las autoridades a resolver los propiemas de control de la evasión tributaria y el control de las licencias por enfermedad, a lo que en Suécia se procedió en escala masiva, gracias a lo cual el Estado pudo recaudar ingresos de evasores de impuestos y constatar problemas con las licencias pagas de enfermedad. En los Estados Unidos, los números de seguridad social no estaban destinados a fines exclusivos de esa índole y, por lo tanto, nunca se utilizaron política o administrativamente de la misma manera.
La fusión de la computación y la comunicación
Cuando hablamos de fundir la computación y la comunicación no se trata tanto de aumentar la utilización de computadoras c o m o de aumentar la capacidad interactiva del sistema de comunicaciones, que está cobrando carácter multipolar. Las condiciones para la multipola-ridad pueden encontrarse en la transición de la anarquía técnica a los intentos por llegar a un estándar industrial tanto para los programas c o m o para el equipo.
Por m á s que la búsqueda de un estándar industrial haya obedecido primordialmente a fines comerciales, también ha habido intervención gubernamental en aras tanto de la uniformidad c o m o de la diversidad.
La incompatibilidad entre los dispositivos constituía uno de los grandes problemas de las redes de computación. Algunas redes no «hablaban» con otras porque los protocolos de transmisión que usaban eran distintos.
U n protocolo de transmisión es un dispositivo que crea un conjunto de información digital y la envía a su lugar de destino.
El conjunto tiene dos partes, fun encabezamiento con información básica para el re-
Tecnologia de la computadorización y la comunicación e integración de la base de dalos políticos europea 651
Lectura de gastos militares microfotografiados durante la Guerra Francoprusiana de 1870-71. uMonde iiiusirc/Museodci Correo, París.
Las redes y los recursos de datos interactivos (en línea)
Los objetivos de la creación de redes y las funciones
La distinción entre las explicaciones teleológicas y las funcionales se basa en el axioma de que las intenciones no siempre corresponden a la práctica real. Ello queda particularmente de manifiesto en el desarrollo de sistemas y el diseño técnico de los sistemas de comunicación.
C o m o ha ocurrido tantas veces en la historia de la tecnología moderna, si bien los militares fueron los primeros en aprovechar las nuevas tecnologías de la información, permitieron casi desde el principio el acceso de los medios académicos. La red A R P A N E T incluía entre sus principales objetivos una utilización más eficiente en otros lugares de equipo y programas costosos. Se esperaba que los investigadores en la universidad y la industria (mu-
ceptor, que utiliza el m i s m o protocolo, acerca del volumen y el tipo de información que se transmite y un «cuerpo» con la información digitalizada propiamente dicha.
Otras dificultades con que se tropezaba obedecían a que en principio se había dicho que toda la comunicación debía tener lugar mediante el código estadounidense ASCII, de 128 signos (o 7 bitios), que no incluye varias letras del alfabeto de los países escandinavos, los países germanoparlantes y los países del Mediterráneo.
Asimismo, para la transmisión por facsímile había que usar un protocolo distinto ya que era posible enviar imágenes gráficas en un determinado formato binario. Sin embargo, esos obstáculos se están superando gradualmente en razón de los nuevos intentos de normalización que han seguido a la aceptación internacional generalizada de la norm a X . 4 0 0 de comunicación, que reemplazará a la norma X . 2 5 que se emplea en la actualidad.
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chos de los cuales trabajaban para los militares) lo emplearan a fin de hacer cálculos que no podían hacer en sus propios lugares de trabajo. Esta idea sigue haciendo que muchos centros de computación en universidades pidan fondos para adquirir computadoras Cray, procesadoras en paralelo y sistemas informáticos de vectores10. Sin embargo, según estadísticas de entrada en el sistema, esta forma de utilización no ha tenido resultados particularmente positivos.
Al aumentar a fines del decenio de 1980 la utilización de mini y microcomputadores, esto es, el número efectivo de personas que realmente usaban computadoras, se registró una tendencia negativa en la utilización de grandes sistemas informáticos ya que éstos entrañaban gastos de consola, almacenamiento y tiempo de utilización de la unidad central de proceso. C o m o consecuencia, muchos centros de computación registraron pérdidas debido a que no se materializaron las proyecciones financieras de grandes estructuras centrales. E n nuestros días, la computadorización por control remoto prácticamente no se utiliza, salvo en ámbitos especializados c o m o la física subatómica y otros con un grado de avance tecnológico igualmente elevado ya que los usuarios, una vez que aprenden sus propios programas y equipos, pocas veces quieren gastar su tiempo en conocer otro conjunto de programas que tenga sus propias características especiales. Cabe citar c o m o ejemplo el Centro de la Biblioteca Electrónica de Berlín, en que es posible utilizar casi gratuitamente todo el equipo desarrollado por la universidad para fines especializados. Naturalmente, para quienes conocen sistemas operativos de la misma índole, c o m o los sistemas V A X V M S , los sistemas U N I X y los sistemas V M y C M S puede resultar cómodo utilizar máquinas similares con control remoto pero, en general, el incremento reciente de los grandes sistemas informáticos obedecía en general a su utilización c o m o nodos de redes electrónicas y no a fines de computación numérica. Ello obedece también al hecho de que las micro y las minicomputa-doras pueden hacer prácticamente lo mismo que las grandes estructuras centrales y que, en términos generales, los programas preparados para estas computadoras son de m á s fácil utilización.
Sin embargo, el grado de utilización de
redes mundiales tales c o m o A R P A N E T e INT E R N E T ha sido considerable y estas redes se encuentran en continuo proceso de ampliación. Básicamente han sido utilizadas para fines de comunicación y recuperación de datos, con lo que se ha creado una comunidad de académicos y administradores que trabajan juntos e intercambian experiencias e información. E n los últimos años, las redes mundiales han sido conectadas con otras redes tales como N O R D U , en Escandinávia, E A R N y B I T N E T , así c o m o con otras m á s especializadas c o m o la red F I D O . En el ámbito comercial, entidades nacionales de correos, teléfonos y telégrafos han establecido redes en atención a las recomendaciones del Comité Consultivo sobre Redes Telegráficas y Telefónicas Internacionales, de manera que actualmente los usuarios de universidades pueden conectarse con nodos que pertenecen a las redes comerciales.
En todo caso, el motivo principal por el cual se recurre a las redes no suele ser el de ahorrar dinero. Se trata más bien de ahorrar grandes costos humanos que no tienen que ver con el proceso de computadorización propiamente dicho sino que corresponden al acceso a información en línea que puede atender determinados intereses en los ámbitos público o privado. El costo de la reunión y preparación de datos, su verificación y su edición, el de la seguridad de los datos y el de su manejo, probablemente ha de ser mucho mayor que el costo del cálculo propiamente dicho. Por ello se manifiesta la tendencia a utilizar y ajustar los datos en el entorno propio del usuario.
Los catálogos de acceso público
En muchas situaciones, no se trata de optar entre distribuir la computación a muchos lugares o comunicarse con una computadora central. La opción consiste a la vez en distribuir la computación y en comunicarse. Cabe mencior nar c o m o ejemplo la compilación de una bibliografía especializada para fines de investigación. U n a vez consultada la biblioteca de la universidad para la cual se trabaja, el interesado puede conectarse con I N T E R N E T y tener acceso, por ejemplo a la Biblioteca del Congreso en Washington, D . C . , a H O L L I S en la Universidad de Harvard o a C A R L D en Denver (Colorado), para ver si existe algo más sobre el
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tema que se había seleccionado. D e hecho, el interesado puede tener acceso a miles de catálogos de bibliotecas de todo el m u n d o y, para averiguar m á s acerca de los sistemas de búsqueda y de la identificación a los efectos del acceso, basta con un programa denominado H Y T E L N E T " que funciona con microcomputadores y con aparatos que utilicen el sistema U N I X . Hay cada vez más recursos especializados tales como los catálogos de acceso público de bibliotecas, servicios Freenet y bases de datos que se pueden consultar a un costo m u y bajo o incluso gratuitamente. Al mismo tiempo hay un mercado cada vez mayor para información comercial sobre comercialización, números de teléfono, reservas de billetes y otros. Bien cabría calificar parte de la información que necesitan los investigadores de «infraestructura», esto es, patrimonio común de la investigación académica. Los catálogos de bibliotecas universitarias promueven una investigación de alta calidad12 y los servicios Freenet permiten, como mínimo, economizar papel en un m u n d o en que los recursos naturales son cada vez m á s escasos. D e todas maneras, también es evidente que hay otros servicios de redes, como los de acceso a enciclopedias y los de preparación de resúmenes, que son candidatos a la comercialización ya que también pueden ser utilizados con fines de lucro.
El contenido de las bases de datos comerciales en linea
Las principales bases de datos en línea que se publican actualmente para fines generales se refieren, entre otras cosas, a: - Servicios de información financiera - Propiedades inmobiliarias en venta - Crédito comercial y al consumidor - Datos sobre comercialización - Datos económicos - Servicios jurídicos - Información científica y tecnológica
Además, cada vez es m á s posible obtener información de grandes bases de datos en que se registran los debates parlamentarios y en las que los periódicos almacenan sus principales artículos y noticias. Sin embargo, muchos de esos servicios tienen precios que exceden con mucho las posibilidades del usuario común . Por ejemplo, P O L T E X T de Copenhague y R E T S D A T A tienen precios prohibitivos y los
bancos de datos más internacionales, como D I A L O G , no venden actualmente sus servicios en línea a precios que pueda pagar un particular.
Las cuestiones de la racionalidad y la legalidad
Cabe por cierto poner en duda en general si todos estos datos deben quedar a disposición del público. El m á s benevolente adoptará probablemente una posición racionalista y dirá que cuanta m á s información esté disponible m á s racionales e ilustradas serán las decisiones que se tomen. Sin embargo, ello tal vez per se no sea tan bueno como parece a primera vista. C o m o ha dicho Eulau (1977:11) «Hay buenas razones para suponer que el exceso de información puede ser tan perjudicial para un comportamiento político inteligente c o m o la falta de información». Se plantea además la cuestión jurídica de qué constituye una base de datos en un registro personal. Esta cuestión se ha planteado tanto en Suécia c o m o en Dinamarca, países en los cuales el Ministerio de Justicia sostiene que los artículos de periódico que se pueden recuperar en línea son similares a los registros en otros tipos de bases de datos y, por lo tanto, deben ser objeto del mismo tratamiento legal a los efectos de proteger su carácter confidencial.
A medida que la recuperación de información en línea crece y asume muchas de las funciones que desempeñan en la actualidad bibliotecas, archivos y publicaciones de referencia, tenemos que pensar en los cambios en las relaciones de trabajo y de propiedad que puede crear esta nueva situación, así como en las instituciones y prácticas que probablemente han de surgir de las nuevas relaciones sociales.
El futuro de los archivos de datos en la era de los servicios en línea
Los archivos de datos, ¿fuentes de bienes o de servicios?
Al hablar de las actividades de los archivos de datos no es lo mismo considerar que básicamente suministran bienes (datos) o constitu-
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yen un servicio (datos y asesoramiento). En el pasado, y en el caso de los archivos que no son de datos, se solía sostener que la principal diferencia entre una biblioteca y un archivo consistía en que la biblioteca tenía libros para que los usuarios pudiesen tomarlos en préstam o mientras que la principal función de un archivo consistía en destruir la información que dejara de ser necesaria. C o n el advenimiento de los discos duros Winchester y otros medios de almacenamiento masivo, la necesidad de destruir información ya no es tan urgente en los archivos de datos. El archivo de datos, igual que la biblioteca, tiene que estar en condiciones de recuperar información para su análisis y reanálisis y, en algunos casos, de hacer «comercialización» para sufragar sus gastos. E n todo caso, los servicios que proporcionan los archivos de datos profesionales en la comunidad científica han sido calificados en muchos casos de «infraestructura», esto es, algo que debe estar a disposición de los usuarios pero que no hay por qué pagar salvo cuando haya un importante mercado externo.
E n cambio, las bases comerciales de datos han sido utilizadas con hipótesis distintas de la relación entre cliente y profesional a que están acostumbrados los investigadores académicos y los archivos de datos. En el caso de esas bases de datos es m á s adecuado hablar de vendedores y compradores que de profesionales y clientes. Esto ha hecho que los servicios de datos crezcan con mucha mayor rapidez en el ámbito comercial que en el público y avancen con mayor rapidez hacia interfaces de más fácil utilización.
Las bases de datos académicos, especialmente en los ámbitos de las ciencias sociales y las humanidades, partían de la hipótesis de que la creación y actualización de la información correspondía a los investigadores principales, en muchos casos financiados por consejos nacionales de investigación u otras instituciones de becas de investigación. Sin embargo, habida cuenta de que la mayoría de los datos obedecían a intereses de investigación dimanados de los problemas científicos básicos de la investigación propiamente dicha, las bases de datos académicos no estaban orientadas hacia el mercado en el mi smo grado en que lo estaban las bases de datos comerciales y bancos de datos tales c o m o P R O D I G Y , M I N I TEL o DIALOG.
El hecho de que los recursos públicos sean escasos ha significado que la orientación hacia el mercado cobre cada vez más el carácter de gran imperativo político, razón por la cual la perspectiva de que los bancos de datos académicos, o al menos partes de ellos, se comercialicen puede convertirse en una amenaza creciente para la inercia científica. Esto significa también que la creación de datos pasa a ser una función de los archivos, en circunstancias de que anteriormente la principal tarea de los archivos de datos académicos consistía en almacenar, analizar, volver a analizar y suministrar información de interés científico, especialmente en el ámbito de la investigación comparada.
La «industrialización» de las bases de datos académicos significa que se prestará m a yor importancia a la investigación en general, a la investigación para la comercialización y a la ciencia política.
Esas actividades, de aumentar en alcance e importancia en el contexto de un juego de suma cero, bien pueden redundar en detrimento de la investigación básica para las ciencias sociales en caso de que no se encuentre una solución que permita racionalizar al mism o tiempo la labor ordinaria de archivo.
Los archivos de datos siguen siendo subvencionados, total o parcialmente, con fondos del erario público, lo que puede también dar lugar a quejas, cuando los archivos se dediquen a la creación de datos, por parte de las entidades comerciales que, sin subvenciones, proporcionan datos. Esto es particularmente válido en el caso de un país c o m o Dinamarca, en el cual el Instituto de Investigación Social y Danmark Statistic (la Dirección Nacional del Censo) tienen posibilidades enormemente m e jores de hacer muéstreos estructurados que cualquiera de las entidades comerciales, tales como Gallup, Vilstrup, Observa y A I M . El monopolio en cuestiones de calidad, como el acceso a criterios acertados para el muestreo, puede distorsionar la competencia, cosa que con el tiempo el mercado privado no ha de tolerar. En todo caso, las entidades comerciales de creación de datos suelen tener la ventaja respecto de los centros académicos de contar con mejor equipo técnico, ya que ello es necesario a los efectos de la competencia en un grado que no suele darse en los entornos académicos.
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Los archivos de datos y las bibliotecas
Podemos también enfocar los archivos de datos en el entorno académico desde otro punto de vista, el de las bibliotecas. Las bibliotecas se computadorizaron más tarde que los archivos de datos y, por lo tanto, suelen tener mejor equipo y mejores programas y en muchos casos su proceso de computadorización comenzó cuando ya no era necesario para los sistemas dominar los elementos básicos de la ciencia de la computación. Así, han podido aprovechar el desarrollo de las nuevas tecnologías de la información en una medida que no siempre ha convenido a los archivos de datos académicos.
Los productores de los datos propiamente dichos no son normalmente bibliotecas tales como C A R L , G L A D I S o M E L V Y L o la Biblioteca del Congreso en los Estados Unidos, que difunden servicios de información por conducto de sus computadoras. Estas bibliotecas compran los datos a oficinas de servicios que actualizan los archivos de gran número de bibliotecas y empresas que producen resúmenes y enciclopedias en linea. En este sentido se asemejan a los archivos de datos académicos. En el caso de las bibliotecas, la separación entre la creación de datos y el servicio en línea probablemente ha de mantenerse, si bien en muchos lugares los archivos de datos, en razón de que los fondos aportados por la comunidad de investigación y los políticos no son suficientes, se han visto obligados a entrar en el ámbito de la creación de datos.
Al hablar de una separación funcional entre los servicios de creación y de archivos de datos nos estamos refiriendo a la misma distinción que existe entre las biliotecas y las empresas editoriales. Los elementos económicos de sus actividades son distintos. La bibliotecas y los archivos de datos, para cumplir su objetivo, tienen que ser completos.
El usuario, al menos en el caso de una sola disciplina c o m o la investigación electoral, quiere encontrar en el mismo lugar libros de cualquier empresa editorial o, en el caso de los archivos de datos, datos procedentes de cualquier investigador de importancia. Por otra parte, también es probable que las empresas editoriales y los proveedores de información comercial también sean completos porque más allá de un cierto punto no hay grandes econo
mías de escala. Los productores de bases de datos, se trate de investigadores o de recopiladores de datos comerciales tienden, sin embargo, a moverse dentro de una especialidad estrecha que impone límites al tema almacenado en sus bases de datos y, en muchos casos, son los líderes indiscutidos en su ámbito, ya sea comercial o académico.
La recopilación de bases de datos y los archivos de datos
Al aumentar los servicios en línea observamos, sin embargo, una nueva división funcional entre quien recopila bases de datos (el investigador empírico), por una parte, y el que presta servicios en línea (archivero de datos), por la otra. Sin embargo, la función que desempeñan uno y otro en m o d o alguno es fija y ello tiene que ver con la naturaleza de la propia distribución almacenada y distribuida y con quienes la utilizan.
H a y un tipo de información, como la procedente de encuestas electorales, que se vende directamente a las agencias de noticias que han pagado su creación. Sin embargo, para el investigador, los datos pueden ser utilizados nuevamente a fin de someter a prueba postulados científicos. Ello ha dado origen a grandes diferencias en el mecanismo de fijación de precios.
C o n las bases de datos comerciales hay diversas maneras de facturar a los clientes el precio de los servicios. Algunas bibliotecas envían por facsímile artículos tomados de publicaciones periódicas cobrando una tarifa nominal que puede cargarse a una tarjeta de crédito13. Ahora bien, por más que no sea imposible resultaría bastante engorroso establecer un sistema de contabilidad y facturación para cada conjunto de datos que el investigador académico ocasional quiera utilizar para un nuevo análisis. E n muchos casos.la suma cobrada alcanza únicamente a cubrir los gastos directos.
La prestación sin cargo de servicios de datos parece obedecer a la hipótesis de que se parece, por ejemplo, a tener conocimientos médicos en cuestiones tales como enfermedades tropicales por más que no haya un mercado para ellos. El conocimiento tiene un valor pero no se comercializa y, por lo tanto, hay que subvencionarlo.
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Puesta a punto de un satélite de comunicaciones G S T A R en una cámara de experimentación. El sistema de satélites GSTAR/Spacenct garantiza las comunicaciones americanas, así como la transmisión de datos e imágenes a través del m u n d o . G E Astro Space/Science Library/Cosnos.
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Algunos sistemas de facturación
Habida cuenta de que no cabe excluir la posibilidad de que, en el futuro, los archivos de datos se vean obligados a comercializarse más de lo que lo están en la actualidad, tal vez proceda referirse a las posibilidades de facturación de los servicios prestados. En el sistema francés M I N I T E L , ' utilizado por 5,5 millones de hogares y unos 25 millones de personas, todos los usuarios pagan una pequeña suma para suscribirse al sistema. El resto de cargos depende del nivel de entrada al sistema; los más caros tienen que ver con datos comerciales como información sobre el mercado de valores y los más baratos son los servicios de publicidad y de directorios telefónicos. Se paga una sola vez y quienes proporcionan la información a M I N I T E L perciben el 75% de la suma cobrada por el sistema. El costo depende del tiempo durante el cual se utilice el servicio. El suministro de información por conducto de M I N I T E L es una operación de gran cuantía y la forma en que se administra el sistema parece mejor que en otros sistemas cuyo diseño parece haber quedado determinado por una actitud más táctica y, tal vez, m á s codiciosa.
Hay otros servicios de información, como P R O D I G Y , servicio estadounidense equivalente a M I N I T E L , que obtienen sus ingresos de varias fuentes. En primer lugar, hay que hacerse miembro y ello cuesta una pequeña suma. Luego, al entrar en el sistema, el usuario ve publicidad comercial en las dos líneas de abajo del monitor. A continuación, el usuario paga por cada uno de los datos que ve mientras se encuentra en el sistema. Finalmente, todas las actividades de búsqueda del cliente quedan archivadas y se utilizan posteriormente a fines de comercialización ya que el vendedor de información sabe cuáles son los hábitos de búsqueda del usuario. Estos servicios de información comercial utilizan una táctica consistente en dividir el costo real en pequeñas partes para que sea m á s probable que el usuario compre su producto. La práctica de dejar constancia de las búsquedas de los usuarios, entre paréntesis, no parece ajustarse a las disposiciones legales de países como Dinamarca y Suécia y, sin embargo, no existen obstáculos políticos o técnicos por los cuales los daneses o los suecos no puedan utilizar los servicios de proveedores tales c o m o P R O D I G Y . Ello
indica la necesidad de una reglamentación internacional de las prácticas actuales, si bien los políticos no parecen haber cobrado conciencia hasta ahora de estos problemas.
Hay otras formas de facturación, pero parecería que en el caso de las bases de datos académicos, que obedecen a propósitos no comerciales o, al menos, no comercializables, no son universalmente apropiadas. A d e m á s , los datos registrados en archivos de datos son de índole m á s intelectual que de propiedad comercial y, por lo tanto, las cuestiones de derechos de propiedad intelectual guardan mayor relación con una prioridad intelectual que con intereses exclusivamente económicos.
Las ventajas de los archivos de datos respecto de los proveedores individuales
En el m u n d o académico, quienes recopilan datos («investigadores principales») y quienes los analizan forman todos parte de las redes de telecomunicaciones, m á s concretamente aquéllas c o m o I N T E R N E T , B I T N E T y E A R N para las cuales prácticamente hay acceso desde cualquier lugar del planeta. Cabe entonces preguntarse para qué preservar la práctica de mantener archivos de datos.y por qué no establecer directamente relaciones de cooperación entre los investigadores.
A m i juicio, hay por lo menos tres buenas razones que siempre justifican la existencia de archivos de datos. En primer lugar, dan a los usuarios una guía acerca de qué información se encuentra disponible y dónde se encuentra. En este sentido, los archivos de datos funcionan c o m o bibliotecas de referencia. E n segundo lugar, quienes archivan datos pueden tratar de hacer cumplir procedimientos de búsqueda y protocolos de transmisión uniformes partiendo de los principios de la lógica booleana. Por m á s que subsistan idiosincrasias en las bibliotecas universitarias de todo el m u n d o , las interconexiones entre los usuarios están relativamente limitadas en cuanto al número y lo m i s m o debe ocurrir cuando los archivos de datos entran en el ámbito de los servicios en línea ya que ningún usuario se va a tomar la molestia de aprender muchos idiomas distintos de búsqueda. En tercer lugar, los archiveros de datos actuarán en el futuro c o m o protectores de los intereses de investigadores principales y de la seguridad de los datos, con
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arreglo a la ley y el contrato vigentes, c o m o han hecho en el pasado. Para ello se requiere una organización que los investigadores principales no suelen tener a su disposición y, por lo tanto, no es probable que nos veamos en una situación c o m o la de la literatura clandestina en la ex Unión Soviética, en que los autores se dirigían a sus lectores directamente con textos manuscritos o mecanografiados.
Las consecuencias de las funciones de archivo de datos
E n suma, a los efectos de la racionalidad de la creación de bases de datos, su mantenimiento y el suministro de información, parecería ser preferible una pluralidad de centros independientes de archivos de datos, tal vez con una especialización funcional m á s que nacional. Tal vez ambas cosas sean posibles, si bien es probable que el intercambio de datos haya de incrementarse para que la investigación c o m parada pueda funcionar en condiciones óptimas.
La enumeración de todas las investigaciones hechas sobre, por ejemplo, el postmaterialismo, el autoritarismo y la eficacia política a partir del decenio anterior constituye una labor hercúlea y, cuando alguien ya la hecho, no es probable que para alguien m á s tenga sentido hacerla de nuevo. Probablemente han de subsistir las prácticas de copiar datos, de duplicar series de datos y ajustados a necesidades concretas.
A medida que la comunicación entre los países se hace tan fácil desde el punto de vista técnico c o m o la comunicación dentro de ellos, cambian la división del trabajo y la interdependencia entre los especialistas de distintas nacionalidades. Las bases de datos a las que todo el m u n d o tiene acceso van a funcionar cada vez en mayor medida en un plano nacional, europeo y mundial. En diversas subdivisiones de las ciencias políticas, c o m o el análisis electoral, la investigación sobre socialización y la adopción de decisiones sobre política exterior, los especialistas ya están comenzando a cooperar en «universidades invisibles». Se escriben, se telefonean, se envían facsímiles e intercambian reimpresiones de artículos y datos dentro de Europa y en todo el m u n d o . A medida que aumente esta tendencia surgen posibilidades de un renacimiento de la investi
gación política empírica, que dependen en gran medida de los servicios que puedan proporcionar los archivos de datos cuando planifiquen y presten servicios en línea.
Posibilidades de colaboración entre los especialistas en investigación política comparada
Tras examinar las opciones que anteceden tenemos que preguntarnos: ¿Quién se va a comunicar en la práctica con quién, cuándo y cómo? ¿Qué tipo de datos van a necesitar en el futuro los especialistas en ciencias políticas empíricas? ¿Qué formas de intercambios de datos se han de desarrollar probablemente cuando haya más bases de datos en líneas disponibles en general?
¿Quién se va a comunicar con quién?
Por m á s que las nuevas tecnologías de la información dejarán de constituir un obstáculo, las costumbres sociales, el idioma y las estructuras política impondrán indudablemente límites para el establecimiento de una comunidad científica mundial. E n la concepción pragmática general de la comunicación, c o m o ya he dicho, se buscan respuestas a las preguntas de quién dice qué, a quién, con qué intención y con qué consecuencias. Ello es también útil para comprender las nuevas pautas de colaboración que, según cabe prever, han de desarrollarse a medida que se generalicen las nuevas tecnologías de la información y su utilización.
Habida cuenta de que las redes que conectan a muchos archivos de datos dispersos están también al alcance de muchos usuarios de datos dispersos, lo m á s probable es que se reduzcan así las actividades de duplicación. N o hay razón, al menos en el ámbito académico, para suponer que la dispersión no ha de tener lugar también a través de las fronteras y, ya que el objetivo de la investigación política empírica es la generalización sobre la base de los resultados de la investigación comparada, habrá un nuevo debate acerca de cuál es la forma más adecuada de poner en práctica conceptos teóricos. Y es probable que, una vez más , esto dé origen a debates c o m o aquellos a que dio lugar el movimiento de los «indicadores sociales» en los años sesenta. El establecí-
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miento de indicadores m á s adecuados para medir fenómenos tales c o m o el grado de politización, la adhesión política, la autoeficacia y la eficacia política y la autoestima como condición para la participación política requerirá gran esfuerzo de los analistas y de los archiveros de datos ya que, en teoría, tendría que ser posible utilizar en nuevas combinaciones indicadores ya utilizados antes a fin de poder trazar la trayectoria del cambio. En algunos casos ello no bastará y será preciso construir nuevas variables con todas las controversias que conlleva14.
La utilización de la tecnología de la computadorización y la comunicación en general y de los recursos de datos interactivos en particular estará particularmente difundida entre los especialistas en ciencias políticas e m píricas que utilicen métodos comparados. Ello se desprende de lá creciente insatisfacción entre muchos profesionales de las ciencias políticas que critican por no ser «comparada» gran parte de la investigación que lleva ese nombre. N o es lo mismo reunir ejemplos aislados de monografías nacionales que hacer investigación comparada15. En los primeros días del E C P R muchos creyeron que, por fin, iba a haber una verdadera colaboración en cuyo marco los académicos se concentrarían en una verdadera comparación de datos indicados de la misma manera a través de las fronteras nacionales. En la práctica sólo hubo unos pocos proyectos de esa índole, lo que tal vez se debió a problemas de comunicación y a barreras tecnológicas. Esas excusas ya no son aceptables en nuestros días.
Los especialistas en distintas disciplinas de investigación política pueden aprender ahora a trabajar juntos sin las barreras físicas que impone la distancia y ello se justifica porque, por razones didácticas, los departamentos prefieren tener una diversidad de especialidades y no varias de la misma índole.
¿Cómo y cuándo?
La pregunta de cómo se ha de materializar esta colaboración no se puede responder sin tener en cuenta las posibilidades técnicas del m u n d o de hoy. Probablemente el correo electrónico constituya una de las formas predilectas de intercambiar opiniones ya que es instantáneo, cuesta una fracción del costo del correo ordi
nario y sigue siendo confidencial ya que el usuario tiene que tener acceso a su propio nodo de la red antes de poder enviarlo o leerlo. Tal vez nos desmienta el hecho de que muchos académicos tengan direcciones para el correo electrónico pero no miren cada día qué hay en su buzón, si bien ello puede superarse dando una mayor motivación al usuario del correo electrónico mediante, por ejemplo, suscripciones a listas que se refieran a la vez a intereses profesionales e intereses de esparcimiento. El facsímile es otra forma de comunicación que probablemente ha de ser popular, pues c o m parte con el correo electrónico el bajo costo y la alta velocidad pero, cuando es utilizado en departamentos universitarios, tiene la desventaja de no ser realmente privado. En todo caso, el facsímile tiene la ventaja de ser m á s físico que el correo electrónico; no hay manera de evitarlo porque siempre va a haber un secretario o una secretaria que lo recoja y lo lleve al escritorio. Tanto el correo electrónico c o m o los facsímiles presentan la ventaja respecto de las llamadas telefónicas y las conferencias por vídeo de que no dependen de los husos horarios, lo que en realidad no es problema en Europa, pero sí lo es cuando los medios de información se utilizan en todo el m u n d o .
Los elementos de fondo en la utilización de la computadorización y la comunicación
Las nuevas tecnologías de la información se han de utilizar también para otros fines además de intercambiar datos y escribir cartas. E n general pensamos en la comunicación c o m o una dicotomía en que la comunicación entre un punto y otro representa la pauta individualista y la comunicación de masas representa el otro polo. Sin embargo, entre ambas están también los medios para grupos. U n buen aparato moderno de facsímiles puede enviar el mismo mensaje a una lista de otros números de facsímiles y lo mismo ocurre con el correo electrónico. Se prepara una lista de distribución con las direcciones electrónicas, se escribe un artículo o un boletín y el sistema envía el mensaje a todas las direcciones enumeradas en la lista.
Entre los mecanismos útiles que se han invertido para distribuir mensajes a grupos se
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encuentran los servicios de lista, por lo general una micro o minicomputadora especializada con un programa que registra las direcciones electrónicas de quienes quieren suscribirse y remite a todos los demás suscriptores cualquier mensaje que reciba. P H I L O S - L , por ejemplo, es un servicio de esta índole que presta a los filósofos la Universidad de Liverpool (Inglaterra). Recibe aportaciones a la disciplina de la filosofía, que luego se discuten y transmiten a todos los que estén en la lista, sin que intervenga un moderador. En los Estados Unidos, los servicios de esta índole se han multiplicado en los últimos años y se está tratando de construir una base de datos que informe acerca de los distintos temas que se están examinando en listas diferentes. Estos temas van desde comportamientos sexuales no convencionales hasta métodos estadísticos para las ciencias políticas y, entremedio, incluyen películas en vídeo, teatro, pesca y otros intereses similares.
H a y otros servicios distribuidos a grupos que pueden obtenerse gratuitamente. CRT-net es una lista para estudios de comunicación. A veces se utiliza sin moderador y, por lo general, se publica como boletín en el que se anuncian puestos académicos vacantes, conferencias y avances en materia de la comunicación.
C o m o ejemplos de otros servicios de línea cabe mencionar los servicios Freenet de la Universidad de Clevelant y el Campus Information Board de la Universidad de Maryland. El usuario, tras entrar en el sistema, para lo cual no se necesita contraseña, tiene acceso a diversos servicios, como el diccionario W e b s ter, directorios telefónicos, el CIA World Fact-book, una base de datos sobre medio ambiente, la Biblia y el Corán. Existe también un Bulletin Board System (BBS) en el cual se puede tener acceso sin cargo a programas de dominio público.
Algunas consideraciones acerca de ARCHIE
Todos estos elementos, naturalmente, están dispersos en la red de manera tan compleja que parece imposible tener una verdadera visión de conjunto. Si bien es relativamente fácil encontrar nodos de la red donde se pueda obtener servicios en línea, mediante el program a H Y T E L N E T por ejemplo, suele ser más
difícil encontrar información acerca del contenido más concreto de los archivos existentes. Por ello, en la Universidad McGill del Canadá se ha preparado un programa A R C H I E , que es a la vez una especie de Superbase de datos y de máquina contestadora.
Supongamos que el usuario quiere encontrar un nodo de la red donde pueda obtener la versión más reciente de K E R M I T , programa de comunicación de uso común y de dominio público. Se envía una comunicación electrónica, por ejemplo archie anic.funet.fi, se especifica «prog kermit» y, tras unos pocos minutos, aparecerán en pantalla más de 600 bases de datos en I N T E R N E T donde se puede encontrar el programa K E R M I T . Además de encontrar en la práctica los lugares y los caminos en computadoras a las cuales el usuario tiene acceso mediante el protocolo de transferencia de ficheros (FTP) empleando una identificación anónima como U S E R y la dirección electrónica real como contraseña, A R C H I E envía a la dirección electrónica del usuario un informe completo sobre la cuestión y el usuario, al utilizar el m a n d o «whatis» en lugar de «prog», puede obtener también una descripción del contenido de muchos de los archivos de cuya existencia se había enterado. A R C H I E se utiliza cada mes y constantemente se agregan nuevas bases de datos. El usuario, si no tiene interés en recibir los informes, que son un tanto voluminosos, también puede tener acceso al programa A R C H I E por control remoto utilizando protocolos de control de transmisión o entre redes (TCP/IP).
Consecuencias de programas.como ARCHIE para los servicios de archivo de datos
N o es difícil imaginarse a quienes piensan hoy en el futuro de los archivos de datos y las bases de datos c o m o una pesadilla cibernética e impersonal. En nuestros días los datos se pueden almacenar en discos múltiples C D - r o m con miles de gigabitios de programas, textos y archivos de datos. Con varios programas como A R C H I E , que minimicen la utilización de la anchura de banda transatlántica, se puede racionalizar gran parte de las funciones tradicionales de archivo de datos. Ahora bien, cabe preguntarse si es eso lo que realmente quieren los investigadores y los proveedores de infor-
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mación y si no va a dar lugar a una redistribución de personal.
M e parece m u c h o m á s probable que las funciones de archivo de datos se orienten hacia la consultoria y el asesoramiento para la investigación profesional. Además , las interfaces entre comunicación y computadorización deben mejorarse constantemente y, si bien buena parte de las mejoras pueden duplicarse nunca faltarán solicitudes de información «sobre medida» que no pueden automatizarse. En menor escala, cabe también suponer que se registrará un aumento de los servicios de índole exclusivamente comercial, hecho que tal vez entrañe sueldos m á s altos.
A fin de velar porque los datos sin procesar se utilicen en forma adecuada, en el futuro también habrá que tener algún tipo de certificación en el sentido de que el conjunto de datos empleados para un reanálisis es auténtico. Si bien existe ahora un acuerdo en cuanto a la forma de construir «sellos electrónicos», en muchos casos será m u c h o más fácil enviar mediante facsímiles o correo electrónico un certificado directamente al archivo de datos, que luego podría remitir una copia del conjunto de datos solicitados. Estos datos suelen almacenarse en formatos que ya no se utilizan y será necesario transformarlos. Asimismo, para facilitar los intercambios de datos se necesitarán traductores y especialistas en documentación que trabajen en los archivos; todo esto, a mi juicio, significará mejores prácticas de investigación y un mejor futuro para una investigación política comparada m á s genuina.
Resumen y conclusiones
Desde el punto de vista técnico, el proveedor de servicios de información puede tener sede en cualquier lugar o, de hecho, estar disperso en una red en muchos lugares. A medida que baja el costo de la memoria de las computadoras y la comunicació deja de depender de la distancia, resulta económico almacenar grandes volúmenes de información en muchos lugares y evitar de esa manera el costo del envío de datos fragmentados de un lugar a otro, en línea o fuera de línea.
H a y una tendencia que apunta en esa dirección, pero se percibe también otra. A medida que baja el costo de las comunicaciones se
hace también económico centralizar datos y tener acceso a ellos desde la distancia. Si bien el costo de la computadorización evidentemente baja m u c h o m á s rápido que el de las comunicaciones, en razón de prácticas m o n o polísticas de las organizaciones nacionales de correos y telégrafos, no está claro cuál será en última instancia la diferencia entre ellos. El menor costo de las comunicaciones entre redes distantes y el menor costo del almacenamiento local contribuyen ambos a reducir la carga cada vez mayor por otros conceptos que pesan sobre algunas formas de gestión de la información.
Existen buenos argumentos, sin lugar a dudas, para almacenar datos dispersos a un bajo costo y para transmitir a un bajo costo, también, datos procedentes de lugares centrales, particularmente transmitiendo de noche lotes de información. La comparación entre estas opciones cambia continuamente. Se trata de alternativas que tienen entre sí una relación proporcional inversa y entrañan además importantes consecuencias para la estructura internacional de los servicios de datos.
Pueden existir también obstáculos políticos para la ampliación irrestricta de la información en línea y los políticos no siempre ven con buenos ojos las comunicaciones, particularmente las internacionales. Quieren el progreso técnico, o sea quieren computadoras, satélites, teléfonos que funcionen bien y televisión pero, al m i s m o tiempo, no siempre quieren las ideas que transmiten esos medios. Les preocupa la atenuación de las idiosincrasias culturales, se quejan del empleo de idiomas extranjeros, se quejan de que las normas se cumplen cada vez menos y el statu quo se deteriora. Por razones de orgullo étnico o de clase, de seguridad nacional o de politica mercantilista, puede ocurrir que los gobiernos establezcan sus propias bases de datos que se superpongan, incluso cuando resultaría m á s económico buscar bases de datos en el extranjero.
El archivo innecesario se puede reducir si la formación de redes permite tener acceso a datos desde el medio natural, en el cual se acumulan en el proceso de su producción. Cuando se comienza a diseñar un sistema de información queda de manifiesto que no resulta económico centralizar todos los datos. M u chos de los distintos tipos de uso de las c o m u -
662 Tom Bryder
nicaciones mediante computadoras consisten necesario el asesoramiento del experto en aren originar datos en forma continua, pero chivo de datos, cuando se trata de utilizar datos no procesados para fines de análisis y reanálisis siempre será Traducido del inglés
Notas
i. Véase en Eulau (1977:3 y siguientes) un examen de la contracultura y las ideas de los partidarios de la tecnología a ultranza; m e refiero por mi parte a esto en relación con la educación en Bryder (1979).
2. Si bien el sistema de comunicaciones que describimos es de naturaleza m á s bien física, tiene afinidades con el modelo «pragmático» de comunicación que se ha utilizado a partir de los años treinta en la investigación en la materia. Ese modelo procuraba responder las preguntas de quién dice que a quién, con qué intenciones y con qué consecuencias. Véase Bryder (1986) y, para un análisis m á s a fondo, Deutsch (1963).
3. Al principio se consideraba que el concepto de centro y periferia en los sistemas de computación tenía importancia política. Eulau (1977:9), por ejemplo, decía que «La información obtenida mediante el servicio interactivo, para que sea políticamente útil, tiene que ser tamizada, evaluada y condensada. Ello otorga mucho poder al centro del sistema y no resulta difícil imaginarse la posibilidad de que un sistema de información controlado desde el centro se convierta en un sistema de dcsinformación».
4. Parece haber acuerdo generalizado en que la tecnología de la computadorización y la comunicación surtirá el efecto de reforzar las tendencias hacia la fragmentación social, el pluralismo y la privacidad.
5. H e tomado esta idea de un comentario hecho por M a r k
Franklin en la reunión de planificación acerca de la Integración de la Base de Datos Europea, que se celebró en la Universidad de Essex en 1991.
6. Para un estudio más minucioso sobre el conocimiento sustantivo, el procedimiento y la función que cabe en la acumulación de la ciencia política, veáse Sjöblom, 1977.
7. Parece m u c h o más útil estudiar esta cuestión desde el punto de vista de la adopción de decisiones. El problema consiste en determinar quién ha de elegir qué indicadores para incluir en qué bancos de datos, no sobre la base de principios elevados sino de las necesidades teóricas.
8. La sociedad ideal de información es un universo cada vez mayor y m á s rico de información al cual el legislador, investigador, líder político o ciudadano puede recurrir con un criterio selectivo para obtener lo que a su juicio necesita a fin de adoptar una decisión. Ese sistema, en todo caso, exige un estándar para la recuperación de información que aún no existe siquiera en los catálogos de bibliotecas.
9. Las tendencias tienden a revertirse y no constituyen necesariamente buenos indicadores de lo que ha de ocurrir en el futuro. D a d o que en la mayoría de los casos las predicciones se basan en eventualidades que han o no de tener lugar en el presente y el futuro, es fácil que se conviertan en profecías que se cumplan o no por sí mismas. Para investigar las consecuencias políticas de las
nuevas tecnologías de la información se necesita una hipótesis que se aparte de la extrapolación lineal habitual del efecto de la tecnología de la computadorización y la comunicación sobre la transformación y la distribución del poder político y que se base en indicadores empíricos, m á s que en especulaciones elevadas y metáforas floridas.
10. H e tenido ocasión de presenciar esto en persona en la organización conjunta de los Centros de Computación de la Universidad de Dinamarca (UNI-C) , de cuyo consejo directivo he sido miembro durante varios años.
11. H Y T E L N E T , creado por Peter Scott de la Universidad de Saskatchewan (Canadá) es un sistema de hipertexto de dominio público que puede activarse en línea y ser ubicado por conducto de A R C H I E (sistema que se describirá posteriormente) utilizando un protocolo de transferencia de ficheros.
12. N o ocurre así en Dinamarca, por ejemplo, país en el cual los centros de computación de las bibliotecas de investigación cobran desde enero de 1992 un derecho sobre las búsquedas en el catálogo. El costo de administración del sistema contable probablemente ha de ser superior a los ingresos, pues el precio se ha fijado arbitrariamente en un monto bajo.
13. La Universidad de Hawai tiene un servicio de biblioteca que abarca la mayoría de las publicaciones científicas.
Tecnologia de la compuíádorización y la comunicación e integración de la base de datos políticos europea 663
14. Estas controversias suelen dimanar del hecho de que no existe un índice de actitud o comportamiento que sirva para todos los países, como indica el debate sobre el posmaterialismo. Si bien los indicadores empleados
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Laboratorios para la ciencia social comparada
Jostein Ryssevik
Introducción
Desde un punto de vista educativo, los progresos hacia la creación de una base de datos europea integrada ofrecen nuevas y excitantes oportunidades, y plantean graves problemas. Por una parte, la proliferación de bases de datos comparados bien organizadas y de fácil acceso podría revolucionar nuestros métodos y conceptos de la enseñanza de las ciencias sociales y políticas. Por la otra, hay que idear las técnicas metodológicas y analíticas necesarias para m a nipular estos recursos de datos comparados e integrados. C o m o el acceso a los datos es un requisito previo necesario, pero desde luego no suficiente, para una investigación adecuada, la integración de bases de datos europeas precisa de una nueva generación de especialistas en ciencias sociales, que se hayan formado en la lógica del método c o m parado y en el análisis de los datos.
E n este documento se examinan las oportunidades y los problemas, y en particular el concepto de los laboratorios de ciencias sociales. La microrrevolución del último decenio ha puesto en marcha un enorme proceso de democratización de la tecnología. La correspondiente democratización de la información debería ser uno de los objetivos principales del próximo decenio. Nosotros tenemos la convicción de que los archivos de datos deben de
sempeñar un papel primordial en este proceso, y la creación de laboratorios de ciencias sociales podría ser un m o d o importante de lograrlo.
La idea de los laboratorios de ciencias sociales
Aunque está tomado de la ciencia, el concepto de laboratorio puede aplicarse con la mi sma
facilidad y buen resultado a las disciplinas dedicadas al estudio de la sociedad. La idea misma de laboratorio consiste en proporcionar a los estudiantes la materia prima de su disciplina, así c o m o los instrumentos y herramientas para observar, manipular y analizar este material. Ello es así, independientemente del tema o la materia de que se trate.
Sin embargo, de ordinario a los estudiantes de
ciencias sociales y políticas se les niega el acceso a la materia prima de sus disciplinas. Por razones prácticas, su contacto con la materia de su ciencia suele limitarse al estudio de descripciones de segunda m a n o en manuales estadísticos, libros de texto, etc. Pero los cuadros, planos y gráficos de los libros son información «congelada», respecto de la cual las decisiones importantes ya se han tomado. El lector no puede abrir sus propias «ventanas» al material de los datos, sino que debe someterse a las opiniones e interpretaciones del autor, lo que
Jostein Ryssevik es Consultor de los Servicios Noruegos de Datos sobre Ciencias Sociales (NSD) , Hans Ho lm-boesgate 22, 5007 Bergen, Noruega. Sus temas predilectos de estudios son las políticas europeas comparadas, la metodología de la ciencia social y el uso de la tecnología de la información en la educación. Sus publicaciones más recientes son: Regional Contrasts Revisited (1990) y Parly vs. Parliament -Contrasting Configuration of Electoral and Ministerial Socialism in Scandinavian Social Democracy ( 1992).
RICS 142/Diciembre 1994
666 Jostein Ryssevik
crea una distancia y eleva barreras. El advenimiento de la tecnología moderna
de la información ha ofrecido una oportunidad única para colmar esta brecha y, por ende, crear formas nuevas y excitantes de aprendizaje. E n primer lugar, la tecnología nos ofrece la posibilidad de distribuir directamente a las unidades educativas colecciones completas de datos y material de investigación. En segundo lugar, y lo que es de igual importancia, ahora somos capaces de desarrollar medios de c o m u nicación eficaces y de fácil uso que conecten a los estudiantes con estos vastos recursos de datos. Existen pues los requisitos previos para el montaje de «laboratorios de ciencias sociales».
El quid de la idea de laboratorio consiste en ofrecer una alternativa al consumo pasivo de información previamente digerida, o sea, entornos abiertos y creadores que estimulen a los estudiantes a participar en su propia educación. Las aulas donde se enseñan las ciencias sociales y políticas pueden servir de palestra para una confrontación activa entre las mentes creadoras de los estudiantes y las fuentes de información. Al «afilarse los dientes» con m a terial de investigación concreto, los estudiantes adquieren un conocimiento de la materia que se investiga y aprenden las técnicas analíticas necesarias para manipular esta información.
Nosotros creemos que la idea de los laboratorios de ciencias sociales es aplicable a una amplia variedad de materias. Su pertinencia para la enseñanza de la metodología de las ciencias sociales no precisa demostración. La confrontación activa con los datos «testarudos» es sin duda el m o d o m á s eficiente de aprender la teoría y la práctica de la investigación social y política. Sin embargo, los análisis de los datos han de ir m á s allá del ámbito de la metodología y las estadísticas, e incorporarse a los cursos sobre la disciplina correspondiente. H a y firmes motivos para creer que la c o m prensión de los conceptos, las teorías y los modelos por parte de los estudiantes aumenta cuando se les da la oportunidad de poner a prueba su validez y pertinencia con un material concreto de investigación.
Nosotros creemos también que, si se ajusta a los niveles adecuados de conocimiento y sofisticación, la idea del laboratorio puede aplicarse con éxito en las diversas fases del
sistema educativo. Todas las experiencias indican que los estudiantes, incluso los m á s jóvenes, se consideran aptos para la «investigación». Encuentran fascinante la operación de encontrar, analizar e interpretar los datos sobre su propia sociedad. El diálogo entre los estudiantes y los datos -entre las ideas y los hechos- facilita la dedicación, que sin duda alguna es un instrumento m u y poderoso en el proceso de aprendizaje.
Para conseguirlo hay que suministrar a los niveles del sistema educativo grandes cantidades de datos pertinentes, así c o m o el soporte lógico adecuado para la recuperación, análisis y presentación de esos datos. C o m o una de las principales obligaciones de los archivos de datos de ciencias sociales es reducir o eliminar las barreras entre los datos y sus usuarios (en acto o en potencia), éste es un desafío que debe tomarse en serio. La próxima generación de científicos de las ciencias sociales y políticas se encuentra hoy en los diversos niveles del sistema educativo.
U n archivo de datos de ciencias sociales es no sólo un almacén de datos, sino también una refinería de datos. A medida que las nuevas tecnologías eliminan las operaciones más aburridas y laboriosas del trabajo de los archivos, una proporción creciente de los recursos puede dedicarse a la «limpieza» y el «embalaje» de los productos de información. El esfuerzo para crear una base de datos europea, en sus diversas fases de integración, normalización, mejora de la documentación y difusión eficiente, es desde luego un paso importante en esta dirección. La preparación de «conjuntos» de datos para la enseñanza puede considerarse otra fase de este proceso de refinación. D e este m o d o , la base de datos europea integrada podrá servir de plataforma para la construcción de laboratorios pedagógicos, con vistas a la investigación social y política comparada.
Experiencias: primera fase
El laboratorio de ciencias sociales no es desde luego un invento de la era de la computadora personal. La idea se concibió - y se dieron los primeros pasos importantes hacia su realización- m u c h o antes de que las microcomputa-doras invadieran las universidades.
Hace una veintena de años el Consejo In-
Laboratorios para la ciencia social comparada 667
G R A F I C O 1. Los manuales prácticos del CICS
Título
Participación política
Investigación sobre la distribución del tiempo
Movilidad social
Estructuras centrales-periféricas en Europa
Autores
Herbert F. Asher Bradley M . Richardson Herbert F. Weisberg
Andrew S. Harvey Alexander Szalai David H . Elliot Philip J. Stone Susan M . Clark
Thomas A . Herz
Stein Rokkan Derek Urwin Frank H . Aarebrot Pamela Malerba Terje Sande
Datos de
Australia, Canadá, Alemania Occidental, Japón, Países Bajos, Noruega, Reino Unido, E E . U U . Canadá, Hungría, Francia, E E . U U .
Finlandia, Italia, E E . U U . , Países Bajos, Reino Unido, Alemania Occidental, Suiza, Austria
Noruega, Suiza, Reino Unido, Alemania Occidental
ternacional de Ciencias Sociales1 emprendió un vigoroso proyecto destinado a elaborar una serie de manuales prácticos o «conjuntos» de enseñanza del análisis comparado. E n esta serie, que fue una empresa conjunta del CICS en cooperación con varios archivos de datos y facultades universitarias, se completaron cuatro conjuntos. C o m o la finalidad principal del proyecto consistía en estimular y promover la investigación cultural cruzada, cada conjunto incluía datos de varios países.
A partir de 1978 los Servicios Noruegos de Datos sobre Ciencias Sociales ( N S D ) atribuyeron una alta prioridad a la preparación de conjuntos didácticos similares para las universidades nórdicas. Se completaron tres conjun-. tos que abarcaban otros tantos temas, a saber: 1) análisis de datos regionales; 2) análisis de datos de las cuentas comunales, y 3) análisis de datos sobre las élites políticas. Al m i s m o tiempo aproximadamente la American Political Science Association (Asociación America
na de Ciencias Políticas) emprendió la serie S E T U P S 2 , en cooperación con el Inter-Univer-sity Consortium for Political and Social R e search (Consorcio Interuniversitário para la Investigación Política y social (ICPSR). E n esta serie se produjeron varios conjuntos didácticos basados en su mayor parte en datos sobre la política estadounidense. Los Estados Unidos crearon incluso un servicio especial de intercambio, el Social Science Curriculum Committee ( C O N D U I T ) (Comité de Programas de Estudio de las Ciencias Sociales), para fomentar el intercambio universitario de m a terial electrónico de enseñanza3.
Todos los conjuntos producidos con estos programas de desarrollo tenían un diseño com ú n . Cada conjunto se basaba en una serie de datos cuidadosamente seleccionados y documentados a fondo, ajustados a las necesidades concretas de la situación docente. Estas series de datos iban acompañadas de un manual práctico que presentaba el sector de investigación correspondiente y describía concisamente los posibles procedimientos de análisis. Estos manuales prácticos tenían por finalidad orientar a los estudiantes a través de las diferentes fases del proceso de investigación y alentarles a que llevasen a cabo sus propios análisis.
Los diversos conjuntos se prepararon también para una plataforma tecnológica c o m ú n , la SPSS en la computadora central. D a d o el entorno tecnológico de las universidades, así c o m o las preferencias y experiencias compartidas de la comunidad internacional de las ciencias sociales, ésta fue una opción m u y natural. Sin embargo, nosotros creemos que fue también la causa principal de las dudas en aceptar los primeros experimentos con conjuntos didácticos.
Visto en perspectiva, es fácil llegar a la conclusión de que los partidarios del primer conjunto didáctico se adelantaron a su tiempo. El entorno tecnológico no estaba maduro para llevar a la práctica con éxito sus ideas. Si bien la preparación de estos conjuntos requirió una considerable cantidad de recursos y conocimientos técnicos, la utilización efectiva de los productos difícilmente justifica las inversiones. El SPSS en la computadora central no era simplemente el m o d o adecuado para los experimentos docentes en el aula. Se dedicó d e m a siado tiempo y energía a la penetración en la jungla tecnológica antes de que los estudiantes
668 Joslein Ryssevik
Comcims.
c c?nilc£ «cs finte cjtibtó: -p o; fco pu (bntauiuinâ: e c;mpinfcrantD;m<m
Monjes y estudiantes en una biblioteca. T o m a d o del Roman de Troie de Benevoit de Sainte More . Edimedia.
pudieran comprender a dónde iba la expedición. Las barreras entre los estudiantes y los datos -entre las ideas y los hechos- eran demasiado numerosas para que pudiera producirse un diálogo fructífero. C o m o consecuencia, la primera generación de conjuntos didácticos nunca tuvo un impacto importante en los métodos y las prácticas de enseñanza de las ciencias políticas y sociales.
Experiencias: segunda fase
Por fortuna, los recientes progresos de la tecnología informática han abierto nuevos caminos en el campo de la enseñanza. A d e m á s de los progresos gigantescos de la velocidad y la capacidad, el aspecto más valioso de la micro-rrevolución es la mejora radical de la interfaz hombre-máquina. Y a no hace falta dominar una serie de cuasi-idiomas para comunicarse con la computadora. Los problemas de la conversación entre el hombre y la máquina se han reducido a un mínimo.
A d e m á s , y ello es igualmente importante, la reducción del tamaño y el abaratamiento de los precios han causado un aumento extraordinario del número de personas con acceso a las computadoras. Mientras que hace unos diez años el dominio de la manipulación electrónica de datos era privilegio exclusivo de una minoría de titulados universitarios, hoy día en casi todos los niveles y unidades del sistema educativo se ofrece a los estudiantes acceso a la computadora. Incluso en los hogares particulares es corriente la posesión de micro-computadoras tan poderosas c o m o las computadoras centrales de los años setenta.
Existe pues el entorno tecnológico necesario para la aplicación de la idea del laboratorio. Lo que falta, por desgracia, es el impulso y el poder creador de los archivos de datos sobre ciencias sociales. Después de los proyectos pioneros de los años setenta y comienzos de los ochenta, se ha hecho m u y poco en materia de enseñanza. En comparación con la mejora radical de las oportunidades tecnológicas y con la expansión de los grupos de usuarios
Laboratorios para la ciencia social comparada 669
efectivos o en potencia, podríamos llegar a la conclusión de que en los últimos años la enseñanza ha ocupado un lugar m u y bajo en la lista de prioridades de los archivos.
N o obstante, se han producido algunos progresos dignos de mención: apenas entrados en la era de la P C (computadora personal), el Archivo Danés de Datos ( D D A ) produjo varios datos o conjuntos didácticos basados en encuestas de muestreo de la sociedad danesa. Se ideó además un instrumento sencillo para manipular estos recursos de datos ( D D A T A B ) . Aproximadamente en la misma época el Archivo de Datos E S R C de Essex creó el «Census Data Pack» (Conjunto de datos censales) basado en estadísticas de áreas pequeñas, procedentes del censo de población de 1981. Este conjunto debió utilizarse con soportes lógicos estándar para la microcomputadora B B C . El Archivo de Datos participó también de m o d o destacado en el proyecto pionero Doomsday, un conjunto de múltiples medios basado en la tecnología del disco óptico. La ICPSR, de A n n Arbor, preparó el soporte lógico A B C . Este instrumento de fácil uso para el análisis estadístico ha servido después de plataforma para varios de los conjuntos originales de S E T U P S .
Es interesante observar que tanto la iniciativa-DDA como los proyectos del Archivo de Datos E S R C iban destinados a los ciclos más bajos de enseñanza y no a las universidades. Lo mismo puede decirse del proyecto de desa-
. rrollo noruego NSDstat, que describiremos después con más detalle. Todas estas empresas poseían en común una voluntad de utilizar la tecnología moderna de la información como medio para llevar los datos de las ciencias sociales hasta «el pueblo» (o para ser más precisos, a una comunidad de usuarios más a m plia que las simples universidades).
Se emprendió en 1985 el proyecto NSDstat como una ampliación del programa de desarrollo del conjunto didáctico N S D . La finalidad de este proyecto era producir una biblioteca de conjuntos didácticos elementales para la escuela superior noruega, que abarcasen distintos temas de la amplia familia de las ciencias sociales. Actualmente hay completados seis conjuntos en esta biblioteca, y otros varios se están completando:
El soporte lógico estadístico NSDsat se creó para proporcionar a los estudiantes un medio de comunicación de fácil uso con los
G R Á F I C O 2. Conjuntos didácticos preparados para NSDstat
Título Fuente de datos
recursos de información. En la creación de este instrumento hubo que tener en cuenta varias limitaciones, tanto técnicas c o m o intelectuales. Por una parte, la capacidad de las computadoras utilizadas habitualmente en las escuelas era m u y limitada. Por otra parte, el grupo de destinatarios carecía de conocimientos previos de análisis de datos, o de los conceptos generales de la metodología de las ciencias sociales. Lo que hacía falta a este nivel no era un análisis sofisticado (como el que ofrecían los conjuntos estándar c o m o SPSS), sino técnicas y métodos de presentación que permitiesen a los datos «contar su historia» con facilidad.
Este punto de partida ha influido por varios conceptos en el producto final. Las limitaciones técnicas requerían un almacenamiento compacto de los datos y algoritmos eficientes, mientras que las limitaciones intelectuales im-
Actitudes políticas
Los jóvenes en Europa
Demografía y estructura económica
Geografía política
Datos nacionales
Ventana a la sociedad 1
Datos acerca de las actitudes y los comportamientos políticos, procedentes de los estudios sobre las elecciones noruegas de 1981, 1985 y 1989.
Datos de encuestas nacionales cruzadas, procedentes de los Estudios de Valor Europeos en 1981.
Series cronológicas de datos censales agregados (a nivel de municipio).
Datos agregados (a nivel de municipio) acerca de las elecciones y el comportamiento político.
Datos seleccionados de diversas fuentes acerca de todas las naciones del m u n d o .
Primera distribución de una serie de cuatro conjuntos que abarcan partes distintas del programa de estudios de las ciencias sociales y política en la enseñanza superior noruega. Cada conjunto contiene de 10 a 12 series de datos procedentes de diversas fuentes y bases de datos.
670 Jostein Ryssevik
ponían procedimientos.de uso fácil y técnicas pedagógicas. '
H o y día NSDstat es un programa general de análisis de datos compuesto de elementos numéricos y gráficos y de presentaciones cartográficas. Puede manipular toda clase de información numérica, c o m o encuestas de mues-treo, estadísticas regionales, datos de registros históricos, etc., e incluye un módulo de entrada de datos que da a los estudiantes la oportunidad de introducir y analizar sus propios datos.
NSDstat y los diversos conjuntos didácticos son m u y utilizados en Noruega. Unas 350 de las 600 escuelas de enseñanza superior existentes en el país utilizan el programa, así como unas cuantas escuelas primarias y centros de formación del personal docente. Según n u m e rosos informes y evaluaciones, los conjuntos han tenido una acogida m u y favorable. D e hecho, el comentario más frecuente de los estudiantes y de los profesores es lamentarse porque los horarios sobrecargados no dejan tiempo suficiente para tratar el material. A d e m á s , y lo que es m á s importante, los maestros han comunicado mejoras en el aprendizaje.
Muchas escuelas utilizan el servicio de entrada de datos del NSDstat para proyectos m á s o menos ambiciosos de acopio de datos, que pueden ir desde breves encuestas entre los alumnos hasta estudios globales en la comuni- ' dad en que está situada la escuela. Además , hay varios ejemplos de proyectos conjuntos de escuelas que han coordinado sus actividades y llevado a cabo estudios similares. Mediante el intercambio y la fusión de los datos recogidos en diferentes contextos, estos proyectos han creado material de investigación comparado de cierto interés. Por lo general, hemos observado un nivel bastante elevado de interacción entre los profesores y las escuelas que utilizan los soportes lógicos. Por lo menos hay dos grupos de usuarios en acción, cada uno de los cuales publica su propio boletín.
A d e m á s de estas iniciativas locales, hemos tenido algunas experiencias con proyectos nacionales de organización central. En ocasión de la elección parlamentaria celebrada en N o ruega en 1989, se invitó a todas las escuelas de enseñanza superior a participar en un gigantesco estudio sobre la electoral, titulado «La elección en la escuela en 1989». U n equipo de
investigadores preparó un cuestionario que fue distribuido a todas la escuelas que aceptaron participar en el proyecto (unas 120). Se pidió a todos los alumnos de estas escuelas que participaran en la encuesta, que constaba de unas treinta preguntas acerca de las actitudes y el comportamiento político. Los cuestionarios se perforaron localmente mediante un servicio de entrada de datos de NSDstat, y se enviaron al N S D en disquetes. Conjuntando todos los archivos locales llegamos a una base de datos que contenía respuestas de unos 42.000 estudiantes de todo el país. D e esta base de datos se extrajeron 4.200 entrevistas (mediante un muestreo estratificado) que se devolvieron a las escuelas participantes en forma de un archivo de NSDstat.
El proyecto se completó en 10 días (desde que los estudiantes llenaron el cuestionario hasta que recibieron el archivo de datos con información acerca de los otros estudiantes de toda Noruega).
En 1991 se organizó otro proyecto de este mismo tipo. Esta vez 175 escuelas contribuyeron a un archivo de datos, que alcanzó la impresionante cifra de 65.000 entrevistas.
Los proyectos «La elección en la escuela, 1989 y 1992» atrajeron la atención de círculos m u y alejados de la comunidad escolar. La televisión y la prensa prestaron considerable atención al proyecto, y los datos han sido solicitados frecuentemente por investigadores de las universidades. N o obstante, el aspecto m á s importante del proyecto fue el efecto que tuvo entre los alumnos participantes.
Según la mayoría de los informes, tanto el interés en la política c o m o el conocimiento de ésta aumentaron visiblemente durante el período del proyecto, y en la fase posterior. Si ello fuera así, los esfuerzos y recursos dedicados a la preparación de un «laboratorio de las ciencias sociales» habrían merecido la pena.
Si bien NSDstat estaba dedicado a los niveles inferiores del sistema educativo, pronto se vio claramente que hacían falta instrumentos similares en las universidades. D e hecho, tanto el soporte lógico c o m o los diversos conjuntos didácticos han sido objeto de frecuentes solicitudes -para nuestra sorpresa, y a pesar de sus evidentes limitaciones- para cursos universitarios y de iniciación sobre la metodolo-
Laboratorios para la ciencia social comparada 671
gía de las ciencias sociales. E n consecuencia, ya a comienzos del proyecto se decidió seguir desarrollando el NSDstat y adaptarlo a las necesidades específicas de la enseñanza universitaria. Lo que queríamos era un soporte lógico parcial que combinase la simplicidad de la versión para la escuela de enseñanza superior con las necesidades m á s perfeccionadas de las clases de ciencias sociales y políticas en la universidad.
La versión ampliada NSDstat+ se viene utilizando en la enseñanza universitaria y la investigación científica desde hace tres o cuatro años. Las dos versiones del soporte lógico son iguales en lo relativo a la interfaz del usuario y la capacidad. Sin embargo , NSDstat+ ofrece procedimientos estadísticos mucho m á s avanzados que la versión para la enseñanza superior: - Regresión y correlación múltiples - Análisis desglosado - Análisis de variância, pruebas-t, etc. - Tabulaciones cruzadas multidireccionales
con varias medidas de asociación. En la actualidad, NSDstat+ se utiliza en un
mayor número de universidades y centros de enseñanza superior de Noruega. Asimismo es un competidor serio en el mercado de soportes lógicos estadísticos profesionales, fuera del sector educativo. Gracias a la simplicidad y a la facilidad de su uso, es m u y solicitado por organismos administrativos y empresas privadas.
Este soporte lógico se utiliza también a escala internacional. E n 1991 se prepararon las versiones danesa, sueca y finlandesa, en 1992 se distribuyeron las versiones inglesa y alemana, y se está preparando una versión francesa. E n cada país (con excepción de Finlandia) la ejecución y la distribución se organizan en estrecha cooperación con los archivos de datos sobre ciencias sociales. Varios países están tratando de establecer conjuntos didácticos para el soporte lógico. El primer conjunto sueco fue distribuido por el Servicio Sueco de Datos sobre Ciencias Sociales (SSD) en 1991. Se trataba de un conjunto de nivel universitario basado en datos sobre las actitudes políticas. E n Dinamarca se han preparado tres conjuntos para la enseñanza superior, basados en diversas fuentes de datos, en estrecha colaboración con la D D A .
Para fomentar y coordinar estas activida
des, en 1992 se organizó en Bergen una reunión internacional de trabajo sobre los conjuntos didácticos.. La finalidad de esta reunión consistía en intercambiar ideas y experiencias sobre el desarrollo de materiales docentes informatizados, y preparar el terreno para posibles proyectos conjuntos. Estuvieron representados en la reunión la mayoría de los archivos de datos europeos.
La situación actual se caracteriza, pues, por un nuevo entusiasmo y una importante reactivación de viejas ideas. Al propio tiempo, las actividades se centran cada vez menos en la enseñanza superior y cada vez m á s en la universidad. N o obstante, nosotros tenemos la convicción de que la concentración temporal en la enseñanza superior fue un paso necesario que será de la m á x i m a importancia para la evolución ulterior.
El m o d o en que los niveles inferiores del ciclo de enseñanza abordaron la tecnología de la información sin ideas preconcebidas, y la elevada importancia atribuida a la pedagogía, nos han permitido adquirir una considerable y valiosa experiencia. E n los próximos años deberemos concentrarnos sobre todo en aprovechar parte de esta experiencia para la creación de laboratorios de ciencias sociales en las universidades.
Perspectivas
El análisis nacional cruzado supone, por su propia naturaleza, un desafío excitante. La confrontación con series de datos comparados para poner a prueba modelos alternativos, criticar anteriores interpretaciones o desarrollar nuevos y mejores diseños, es una invitación al pensamiento innovador. E n consecuencia, los datos comparados se adaptan m u y bien a los fines educativos.
E n la última parte de este trabajo presentam o s una descripción concisa de diversos «talleres pedagógicos» o laboratorios establecidos a partir de datos comparados de Europa. Ninguna de estas descripciones son fantasías futuristas; todas ellas pueden hacerse realidad con tecnologías conocidas y ampliamente utilizadas, así c o m o con los recursos de datos existentes. Lo que hace falta son acciones concertadas, cooperación entre los países y una considerable dosis de energía..
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Biblioteca del Liceo piloto de Poitiers, Francia. E n último plano, el Instituto Internacional de Prospectiva en el Parque de FutUrOSCOpe. Marc Tulane/Rapho.
Conjunto N ú m . 1 Una reconsideración de «Los jóvenes en Europa» El conjunto didáctico m á s frecuentemente utilizado en Noruega es el llamado «Los jóvenes en Europa», que se basa en datos comparados procedentes de los «Estudios Europeos de V a lor de 1981». El conjunto aborda tres temas: 1) actitudes políticas y participación; 2) prácticas y creencias religiosas, y 3) calidad de la vida. Cada uno de estos temas está representado por una serie de datos que comprende de 30 a 40 preguntas en la encuesta original. C o m o indica el título, el conjunto no abarca todas las muestras. Cada serie de datos contiene respuestas de 3.561 jóvenes de 18 a 24 años de edad, de once países distintos (aproximadamente 350 jóvenes por país). Los datos van acompañados de un manual de 200 páginas, en el que se presenta a los alumnos los Estudios de Valor y se explica c ó m o pueden utilizarse.
A los alumnos les gusta mucho trabajar con los Estudios de Valor. Este material les permi
te «viajan> por Europa, haciendo comparaciones entre países o nacionalidades, jóvenes de ambos sexos, protestantes y católicos, personas de niveles distintos de educación, empleados y desempleados, etc. Los datos revelan acusados contrastes en las condiciones de vida, las actitudes y los comportamientos entre las diferentes naciones y culturas. Sin e m bargo, el estudiante interesado descubrirá también que las diferencias entre los grupos sociales de un país determinado pueden ser con frecuencia tan acentuadas, o incluso más, que los contrastes entre naciones. Para los jóvenes europeos hay factores determinantes de la vida que no son las fronteras entre los Estados.
Los Estudios de Valor se realizaron de nuevo en 1990-1991, esta vez con un grupo de países más numeroso que en 1981. Es de esperar que nos ofrezcan la oportunidad de preparar un programa «Reconsideración de los jóvenes en Europa», que contenga a la vez los materiales originales y nuevos de información.
Laboratorios para la ciencia social comparada 673
Añadiendo la dimensión del cambio de los valores, este conjunto debería constituir sin duda un instrumento educativo aún m á s excitante que su predecesor.
Además , no hay razón para que un conjunto comparado c o m o «Reconsideración de los jóvenes en Europa» se prepare para un solo sistema educativo. U n a empresa conjunta, con contribuciones de varios países, podría proporcionar un producto verdaderamente internacional de valor igual para todos los participantes.
Proyecto 2 De vuelta a los clásicos
Cada disciplina tiene sus clásicos. A este respecto, la ciencia social y política comparada no es una excepción. Los «clásicos» se convirtieron en clásicos por su importante contribución al desarrollo de la disciplina y, m u y frecuentemente, porque la publicación de sus obras dio lugar a debates o controversias intelectuales.
Los clásicos pueden mantenerse en sus panteones respectivos y leerse en los libros de historia de la disciplina. N o obstante, un procedimiento m á s interesante sería confrontar a los estudiantes con los problemas y los datos empíricos que inspiraron originalmente los estudios. Este procedimiento estimularía a los estudiantes a seguir los argumentos de los autores y poner a prueba sus modelos con los datos originales. Asimismo se les podría explicar las críticas al estudio, y darles la oportunidad de evaluar las interpretaciones contrapuestas o los modelos alternativos. Podría incluso ofrecerse a los estudiantes la oportunidad de confrontar los modelos y teorías originales con series de datos m á s amplias y diversificadas que las que tenía el autor a su disposición cuando realizó el estudio.
Varios estudios clásicos se prestarían fácilmente a este procedimiento, entre ellos obviamente «La cultura cívica. La piedra angular de un «Laboratorio de cultura cívica» debería ser, naturalmente, el estudio de cinco países que hicieron A l m o n d y Verba a comienzos de los años sesenta. Esto podría complementarse con datos posteriores, por ejemplo los derivados del estudio de siete países que figura en «Participación e igualdad política», o algunos de los materiales que sirvieron para escribir la
«Reconsideración de la Cultura Cívica». Los datos podrían ir acompañados de un manual práctico que introdujese el debate y alentase a los alumnos a leer las contribuciones originales. Mediante un soporte lógico hipertextual estándar podríamos incluso ofrecer a los estudiantes el acceso a todo el debate, en forma mecanolegible. C o n módulo no secuencial hipertextual de este tipo, el estudiante podría pasar fácilmente del manuscrito original a sus diversos críticos, y regresar de nuevo al original. Asimismo podrían establecerse conexiones con algunas de las bases de la construcción teórica de A l m o n d y Verba, por ejemplo algunos textos seleccionados de Aristóteles, Toc-queville y Schumpeter.
La plataforma tecnológica ideal de un laboratorio global y compuesto de este tipo es el C D - R o m (por su precio, capacidad y duración). Sin embargo, el conjunto podría distribuirse también en medios magnéticos estándar (como disquetes) para su instalación en discos duros.
Proyecto 3 Eurodisk
La fuente m á s completa de información acerca del público europeo son sin duda los Euroba-rómetros, que vienen realizándose con una periodicidad aproximada de dos años desde comienzos de los años setenta. H o y día estos vastos recursos de información (más de 30 estudios nacionales cruzados) viven una vida fragmentaria en las cintas magnéticas. A u n q u e se utilizan frecuentemente para la investigación científica, cualquier intento de estudiar las tendencias o de pasar de un «barómetro» a otro plantea problemas de normalización e integración. E n nuestros esfuerzos por integrar la base de datos europea, la m á x i m a prioridad debería corresponder a la integración de los Eurobarómetros. Se está avanzando hacia este objetivo, en cooperación con I C P S R y 2 A .
En este caso también C D - R o m parece una plataforma adecuada. C o n una capacidad aproximada de 600 M b , todos los Eurobarómetros podrían almacenarse fácilmente en un solo disco, dejando m u c h o espacio para la documentación multilingue ampliada (freetext). Junto con una interfaz inteligente y un sistema de recuperación, esto ofrecería al investigador la oportunidad de investigar toda la base de
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datos para obtener la información pertinente, hacer una primera consideración de los márgenes o tendencias nacionales cruzadas, o descargar los datos pertinentes formateados para el soporte lógico estadístico y el lenguaje que prefiera el investigador4.
En vez de difundir los datos de los Euroba-rómetros c o m o estudios únicos en cintas magnéticas, los archivos podrían proporcionar a los investigadores el «Eurodisk» completo e indicarles c ó m o recuperar datos por su cuenta. Esto supondría un considerable ahorro de tiempo y energía, tanto para los archivos como para los investigadores.
¿Es éste un m o d o agradable y fácil de hacer supérfluos los archivos de datos? N o lo entendemos así. C o m o dijimos antes, la principal función de los archivos es eliminar o reducir las barreras que separan a los usuarios de los datos. U n «Eurodisk» sería un paso importante en esta dirección. H a y un gran número de tareas importantes y significativas que podrían emprenderse con la energía y los recursos economizados gracias a este proyecto.
Desde el punto de vista de los investigadores, la utilidad de un «Eurodisk» no ofrece la menor duda. Pero el disco podría servir también de plataforma rica y excitante para finalidades educativas. Cuando «Eurodisk» sea una realidad, sus aplicaciones educativas serán variadas y múltiples.
. Proyecto 4 Explorador Eurocomp
Los proyectos descritos anteriormente se basan en datos de encuestas nacionales cruzadas. Otra fuente de información comparada que puede prestarse fácilmente a fines educativos son los datos agregados o regionales. Si bien el proyecto Eurocomp nunca alcanzó sus ambiciones respecto de la magnitud y la integrali-dad, se ha compilado ya un buen número de datos. Subsanando las omisiones y actualizando el archivo, la base de datos Eurocomp podría ser de gran interés c o m o medio educativo.
La Unidad de Medios Interactivos de la Universidad de Uppsala ha preparado en los últimos años varias bases de datos regionales con fines educativos, almacenados en C D -R o m . La característica más importante de sus productos es una interfaz inteligente y gráfica, que permite al estudiante buscar en la base de datos mediante listas indicadoras. La información sobre las unidades regionales puede proyectarse en la pantalla, pero la interfaz incluye un sistema de recuperación que da a los estudiantes la oportunidad de descargar datos en diferentes formatos. U n o de estos formatos es el NSDstat.
N S D ha trabajado en estrecha cooperación con esta organización durante varios años, principalmente en relación con el proyecto N O R D B A S , una base regional de datos c o m parados para los países nórdicos (a nivel de municipio), que se distribuyó en 1993. Nosotros creemos que los sistemas desarrollados para esta base de datos podrían incorporarse en un disco Eurocomp.
Observaciones finales
Ninguno de estos proyectos son fantasías. T o dos ellos están a nuestro alcance. La tecnología actual ofrece posibilidades que hace unos pocos años no hubiéramos soñado. D e hecho, nos encontramos por primera vez en la historia en condiciones de hacer realidad los viejos ideales acerca de los laboratorios de ciencias sociales y políticas. Los archivos de datos sobre ciencias sociales no pueden perder esta oportunidad. Dada su experiencia en el desarrollo de bases de datos y material de instrucción, hasta los seminarios de confrontación de datos para la investigación comparada, están en una situación especialmente favorable para proporcionar a la próxima generación de estudiantes e investigadores una base de datos integrada para la enseñanza y la investigación.
Traducido del inglés
Laboratorios para la ciencia social comparada 675
Notas
1. Para ser más precisos: cl Standing Committee on Comparative Research of the International Social Science Council ( S C O C R E S / I S S C ) , en cooperación con el Inter-University Consortium for Political and Social Research (ICPSR), A n n Arbor, Michigan, los Norwegian Social Science Data Services ( N D S ) , de Bergen,
el Institute for Public Affairs (IPA), Dalhousie University, Halifax, y el Zentralarchiv für empirische Sozialforschung (ZA) de la Universidad de Colonia.
2. S E T U P S son las siglas de Supplementary Empirical Teaching Units in Political Science (Unidades docentes
empíricas suplementarias para la ciencia política).
3. Esta breve lista de actividades de los años setenta y comienzos de los ochenta no pretende en m o d o alguno ser exhaustiva.
4. La N S D está preparando un prototipo que contiene algunas de estas características.
El M O S T , primer programa intergubernamental de ciencias sociales
Peter Lengyel
Antecedentes: las fases de la internacionalización de las ciencias sociales
La internacionalización paulatina de las ciencias sociales modernas ha pasado por tres fases principales. La primera comenzó en los años 1860 y consistió en la difusión a otros países, y principalmente a algunos centros de Europa y América del Norte, de prácticas e instituciones originarias, en particular, de Gran Bretaña y Francia. En cada caso, se destacaron determinadas disciplinas o escuelas de pensamiento. Así, por ejemplo, en Gran Bretaña se dio preferencia a la economía y la antropología, mientras que en Francia a la sociología, la geografía humana y las ciencias políticas. E n Alemania la tendencia fue al desarrollo de la sociología y disciplinas afines como Staatswissenschaften (ciencias políticas) y Wirtschaftswissenschaften (ciencias económicas); en Austria y Suécia, la economía; en Bélgica, la estadística; en Italia, la demografía y la criminología; en los Estados Unidos, la sociología, las ciencias políticas y la psicología social.
Son múltiples y diversas las razones de esa especialización: tienen que ver a veces con las situaciones nacionales (por ejemplo, las posesiones coloniales, los esfuerzos de construcción nacional o las estrategias comerciales); otras veces son el resultado de las estructuras
Peter Lengyel fue director de esta Revista de 1923 a 1984. H a publicado desde entonces un libro, International Social Science: the UNESCO experience (1986), y numerosos artículos sobre las ciencias sociales y la función pública internacional. Junto con Jacques Richardson, dirigió el estudio de los m o delos para el programa M O S T y es ahora consultor ante la Independent Commission on Population and Q u a lity of Life. Dirección: 4, Villa Dietz-Monnin, 75016 París, Francia. Fax: (1) 46 47 52 14.
académicas o del dinamismo y la iniciativa de algunas personalidades. Sin embargo, cualquiera que haya sido el concurso de circunstancias, en vísperas de la Primera Guerra Mundial se podía decir que las ciencias sociales habían sentado bases sólidas, al menos en algunas de sus disciplinas, en varios países de Europa noroccidental, los Estados Unidos y algunos de los dominios británicos, con tímidos inicios asimismo en Europa oriental y m e
ridional y en el Japón. Ese impulso, detenido
por la Primera Guerra Mundial, debía haberse reanudado después de 1918. Por desgracia, ocurrió m á s bien lo contrario. La aparición del totalitarismo en la Unión Soviética, Italia, Alemania y los países ibéricos, y de corporativismos y militarismos poco simpatizantes del discurso analítico de las ciencias sociales en varios otros (como Polonia, H u n
gría, Japón y Grecia), inhibió considerablemente el impulso, cuando no lo invirtió por completo. Se produjo un importante desplazamiento hacia el oeste y los científicos sociales se instalaron sobre todo en los Estados Unidos y Gran Bretaña, y en menor medida en Francia, México, Argentina, Canadá y Australasia. Las instituciones de esos países acogieron a muchos especialistas sobresalientes; en ciertos casos, algunas incluso se crearon especialmente para recibirlos, c o m o la N e w School of Social Research de Nueva York- o el Colegio de
RICS 142/Diciembre 1994
678 Peter Lengyel
México. A d e m á s , fue únicamente en esos países de acogida donde las ciencias sociales pudieron desarrollarse en sus formas aplicadas en el gobierno, los medios de comunicación o las empresas y cobrar formas comercialmente viables, c o m o las encuestas de opinión pública, los estudios de mercado o el asesoramiento para la contratación.
Hacia 1945, por consiguiente, la situación era sumamente desequilibrada. Fuera de los Estados Unidos, Gran Bretaña y otros pocos países, las ciencias sociales habían experimentado un retroceso en todas partes y su difusión m á s allá de su centro, hacia lo que m á s tarde se conocería c o m o el Tercer M u n d o , había comenzado apenas. N o era de extrañarse, por lo tanto, que se las tuviese por manifestaciones culturales «estadounidenses» o al menos «anglosajonas», por lo que las tentativas de internacionalizarlas durante los primeros decenios posteriores a la guerra fueron calificadas de manifestaciones neoimperialistas. Las colectividades profesionales nacionales tuvieron que esperar a adquirir suficiente amplitud, diversidad y confianza en sí mismas y producir sus propios estilos y centros de interés para eludir tales acusaciones. La internacionalización no podía tampoco progresar con facilidad ya que en una región importante -el bloque soviético- las ciencias sociales empíricas, que no sostenían la ortodoxia ideológica, estaba prácticamente proscritas. Esto fue motivo de confusión en las reuniones internacionales en que las declaraciones a priori de los oradores marxistas se contraponían en un aparente pie de igualdad a investigaciones cuyos resultados habían sido validados científicamente y cuya instrumentación había mejorado.
La internacionalización ocurrida en los últimos decenios responde a factores múltiples y variados, tanto formales c o m o informales. U n o de ellos, desde luego, han sido las universidades y sus extensiones, que en algunos casos contaron en los antiguos territorios coloniales con recursos de ciencias sociales mejores que en las metrópolis. Las asociaciones profesionales (la m á s antigua, la de los estadísticos, se remonta a los años 1880) permitieron también que los interesados en temas de investigación afines comunicaran entre sí. Las principales organizaciones intergubernamentales del sistem a de las Naciones Unidas, la O C D E y otras han promovido la creación de bases de datos
comparables y el mejoramiento de las mediciones en el plano internacional. Entre ellas, la U N E S C O es la única en tener un mandato específico de fomento de las ciencias sociales c o m o tales, aunque nunca se ha asignado a su programa de ciencias sociales m á s del 5% de la totalidad de los recursos ordinarios de la Organización, en términos de personal o de presupuesto.
Otro factor importante, aunque indirecto, de internacionalización ha sido la normalización gradual de las contabilidades nacionales con arreglo al Sistema de Cuentas Nacionales preconizado por las Naciones Unidas por primera vez en 1953, revisado en 1968 y de nuevo en 1993, bajo el patrocinio conjunto de las Naciones Unidas, el F M I , el Banco Mundial, la O C D E y la C E E , y que esta vez debía abarcar también a los países socialistas, que tenían antes un sistema de cuentas nacionales incompatible.
Los contactos se intensificaron a través de congresos, reuniones, estudios en el extranjero, cambios y traducciones. Se multiplicaron las publicaciones, periódicas o no, para mantener a los investigadores al tanto de los adelantos en todas las disciplinas y subdisciplinas. Se crearon redes de todo tipo, recientemente por computadora y correo electrónico, que dieron remate a la internacionalización de las ciencias sociales. Las desigualdades restantes no son m á s que el reflejo de las' que separan el centro de la periferia y que son características de muchos otros aspectos, c o m o la tecnología, la esperanza de vida o el acceso a la educación.
N o obstante, la mayor parte de las investigaciones en ciencias sociales se siguen centrando en cuestiones estrictamente nacionales. Aunque no siempre reviste una gran importancia, resulta más fácil conseguir fondos y medios para ellas que para las más modestas iniciativas multinacionales. H o y día, esta situación ha sido reconocida por numerosos organismos internacionales y fundaciones c o m o , por ejemplo, la Fundación Europea para la Ciencia, con sede en Estrasburgo, que sólo financia proyectos con mayor valor intrínseco en que participen varios países.
Teniendo en cuenta estos antecedentes, la Conferencia General de la U N E S C O celebrada en 1991 resolvió poner en marcha el primer programa intergubernamental de ciencias sociales del m u n d o .
El MOST, primer programa intergiibernamental de ciencias sociales 679
Los sin techo cerca del Kremlin, 1991. El crecimiento y la estructura social de las ciudades constituyen uno de los centros de interés del programa M O S T de la U N E S C O , A. Avakían/Woodfin Camp/Cosmos.
¿Por qué un programa intergubernamental?
Los gobiernos que prestan apoyo a las organizaciones intergubernamentales (OIG) quieren controlarlas lo más estrechamente posible. Para ello, suelen exigirles que elaboren periódicamente programas y presupuestos en que se expongan los planes de trabajo detallados y los costos de los distintos componentes. A pesar de que la planificación anticipada se ha desprestigiado considerablemente y que las políticas nacionales se suelen dirigir de manera improvisada a plazos breves ajustados a las fechas de las elecciones, se pide a las O I G que prevean con detalle todas sus actividades. La U N E S C O , por ejemplo, elabora programas y presupuestos bienales que se someten a la aprobación de su Conferencia General celebrada cada dos años, así como un plan a plazo medio de seis años que configura hasta cierto punto los tres programas bienales que abarca.
Evidentemente, esas prácticas crean una rigidez considerable y determinan asimismo una distribución entre las diferentes actividades realizadas. La innovación y las actividades experimentales son las principales víctimas de estos engorrosos procedimientos ya que se deben negociar cuidadosamente, una por una, y con mucha anticipación.
En parte para soslayar esa rigidez y también para atraer fondos suplementarios extra-presupuestarios, se inventó el mecanismo de los programas intergubernamentales (PIG). Estos pueden ser simplemente O I G encubiertas, como el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo ( P N U D ) o el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente ( P N U M A ) . A una escala menor, empero, puede tratarse de iniciativas en ámbitos específicos sometidas al control de un consejo intergubernamental integrado por representantes de algunos Estados Miembros y por un grupo de especialistas contratados con arreglo a sus m é -
680 Peter Lengyel
ritos profesionales para dirigir las principales actividades de los PIG. Estos programas suelen estar vinculados a una O I G para desarrollar el trabajo iniciado dentro de ella. En la actualidad, hay siete de ellos en la U N E S C O : la Comisión Oceanógrafica Intergubernamen-tal (COI, creada en 1960), el Programa Hidrológico Internacional (PHI, iniciado en 1965), el Programa sobre el H o m b r e y la Biosfera ( M A B , iniciado en 1971), el Programa Internacional de Correlación Geológica (PICG, iniciado en 1972), el Programa General de Información (PGI, iniciado en 1976), el Programa Internacional para el Desarrollo de la C o m u n i cación (PIDC, iniciado en 1981 ) y el Programa Internacional de Informática (PII, iniciado en 1985).
En vista del éxito de los P I G en las ciencias naturales, la información y la comunicación, se consideraba desde hace tiempo que convenía emprender una iniciativa similar para las ciencias sociales, sobre todo si se tiene en cuenta, como se indicó antes, que al programa ordinario de ciencias sociales de la U N E S C O se asigna una parte ínfima de los recursos totales de la Organización.
A principios de 1992, poco después de que la Conferencia General, en su reunión celebrada en 1991, aprobara una resolución sobre la creación de un programa intergubernamental de ciencias sociales, se tomó la primera medida concreta que consistió en encomendar a dos consultores un estudio de los modelos que cubriera no sólo todos los P I G ya existentes en la U N E S C O , sino además las iniciatias de la C E E , la O C D E y otras organizaciones. En las conclusiones de su estudio, los consultores propusieron una estructura general y las posibles opciones específicas para un programa intergubernamental de ciencias sociales.
Tras varias reuniones celebradas en 1992, el Consejo Ejecutivo en su 140.a reunión celebrada en 1992 adoptó la decisión de presentar a la Conferencia General un documento que ésta aprobó en su reunión celebrada ese mism o año. Así se inició oficialmente el program a de Gestión de las Transformaciones Sociales ( M O S T ) con una dotación inicial para 1994-1995 de 600.000 dólares estadounidenses con cargo al presupuesto ordinario de la U N E S C O y con una dotación de personal de cinco funcionarios del sector de ciencias sociales.
Los temas del MOST
C o m o las ciencias sociales abarcan un gran número de disciplinas, se decidió en primer lugar que se requería un título especial para el programa intergubernamental correspondiente. Se cogió el de «Gestión de las Transformaciones Sociales» porque destacaba la orientación política de las investigaciones que se financiarían. Se consideró que un programa intergubernamental que procurase conseguir fondos de los gobiernos, entre otros, debería atender las necesidades gubernamentales contribuyendo a definir las opciones de política. En este contexto, el término «gestión» no debe entenderse en el sentido de administrar, sino más bien de hacer frente o de contener. M u chas transformaciones no pueden someterse a control: simplemente ocurren, les guste o no a los gobiernos. Pero los gobiernos tienen que enfrentarse a sus consecuencias, y en este sentido procuran hacerse cargo de su gestión. Precisamente, las investigaciones del programa M O S T deben indicarnos la mejor manera de conseguirlo.
Además , se decidió definir algunos temas prioritarios de investigación, al menos para los primeros cuatro años de funcionamiento del M O S T . Tras muchos debates, se escogieron tres temas generales: i) la gestión del cambio en las sociedades pluriculturales y pluriétni-cas; ii) las ciudades c o m o centros de transformación social acelerada y iii) la manera de hacer frente local y regionalmente a las transformaciones económicas, tecnológicas y a m bientales mundiales. El M O S T contribuirá asimismo a la creación de capacidades institucionales y científicas, en particular en los países en desarrollo, mediante información, documentación y aportación de datos. Prestará especial atención a la difusión de resultados, poniéndolos a disposición no sólo de los científicos en general (por conducto de un Boletín del M O S T que se publicará en la Revista International de Ciencias Sociales), sino también de los responsables de las decisiones políticas en términos que puedan asimilar. Se trata de un ejercicio particularmente difícil que requiere una hábil «traducción» de los informes de investigación en categorías operacionales.
Los proyectos que apoyará el M O S T se elegirán en función de tres criterios generales que tienen en cuenta las consideraciones ante-
El MOST, primer programa intergubernamental de ciencias sociales 681
riores: deberán asociar a dos países por lo menos (y de preferencia a más), deberán tratar un asunto importante que se investigará durante un periodo de tal vez dos años y deberán de preferencia correr a cargo de equipos relacionados con una red o un grupo existente. Esto significa que el M O S T descartará las propuestas de investigación m á s modestas sobre asuntos principalmente nacionales presentadas por individuos. Se trata de una opción deliberada destinada a promover la investigación colectiva de alcance internacional y contrarrestar el predominio actual de la investigación personal de alcance limitado, que con demasiada frecuencia ha mantenido a la labor científica en una fase artesanal y dificultado la aplicación concreta de los resultados de las investigaciones.
Se han celebrado ya dos reuniones para debatir los temas del M O S T . La primera, auspiciada por Canadá y celebrada en Ottawa en diciembre de 1993, trató el tema de las sociedades pluriculturales; la segunda, financiada por Canadá y Austria en colaboración con la municipalidad de Viena, se celebró en dicha ciudad en febrero de 1994 y trató el tema de las ciudades. Sus respectivos informes contribuirán a esclarecer los problemas y servirán de base para una serie de reuniones regionales previstas, la primera de las cuales se celebrará en Asia en noviembre de 1994. Esas reuniones regionales, en que participarán encargados de formular políticas e investigadores, se centrarán en otros temas del M O S T y considerarán la posibilidad de efectuar inventarios de las investigaciones y las fuentes de datos existentes para evitar la duplicación y la superposición. Se repartirán a lo largo de varios años y se asociarán a estructuras regionales existentes como la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales ( F L A C S O ) y el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales ( C L A C S O ) o el C O D E S R I A en África.
Estructura y perspectivas del M O S T
C o m o otros programas intergubernamentales, el M O S T es supervisado por un Consejo ínter-gubernamental y un Comité Científico de Dirección. El Consejo, que cuenta con 33 m i e m bros (véase en el Anexo I la lista de los Estados representados), se reunió por primera vez en
marzo de 1994. Se reunirá periódicamente cada dos años antes de la Conferencia General de la U N E S C O , a la que presentará un inform e .
El Comité Científico de Dirección, cuyos miembros fueron designados por el Director General de la U N E S C O sobre la base de sus méritos profesionales en abril de 1994, está integrado por nueve «sabios» (véase Anexo II), cuya principal tarea es hacer una selección entre las propuestas de investigación sometidas al M O S T . Se reunirá dos veces al año, a partir de junio-julio de 1994. El Presidente del Consejo, el Profesor M o h a m e d El-Gawhary (Egipto), miembro de derecho del Comité Director, se encargará de las relaciones entre el Comité Director y el Consejo.
Las opciones de financiación de los G I P son deliberadamente flexibles. Así, los donantes (Estados, fundaciones, organismos internacionales, gubernamentales y no gubernamentales, incluso individuos) pueden contribuir al M O S T sea en su conjunto, sea depositando fondos fiduciarios en la U N E S C O para financiar determinados proyectos. Además , las solicitudes de apoyo para los proyectos del M O S T pueden pasar por el Programa de Participación de la U N E S C O , cuya dotación para las ciencias sociales es de 2,04 millones de dólares para 1994-1995, y en el que tendrán prioridad. Se aceptan también las contribuciones en especie (servicios, medios, equipo, capacitación, etc.). Por consiguiente, el M O S T no es un mero fondo para la investigación: su fondo es servir de catalizador en el fomento de actividades internacionales relacionadas con las políticas, contribuyendo a la creación de capacidades, la financiación de proyectos y la c o m u nicación.
La experiencia de otros G I P enseña que tardan cierto tiempo antes de empezar a funcionar bien. La formulación y selección de las propuestas es un proceso que requiere aprendizaje y maduración, tanto por parte de los interesados en los Estados Miembros c o m o de los encargados de la selección. Debe ajustarse, por supuesto, a los fondos disponibles, que a su vez determinan en parte el éxito del program a . Hay, sin embargo, muchos motivos de optimismo. En los 22 años de historia del M A B , por ejemplo, este programa ha logrado captar un promedio anual de 5 millones de dólares de financiación extrapresupuestaria y
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Entrada en clase de la escuela coránica, La Goutte d'Or, Paris, 1989. U n o de los temas del programa M O S T se refiere a las sociedades pluriétnicas. Darryl Evan$/Vu.
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puede obtener ahora hasta 7 millones de dólares al año, además de una contribución de la U N E S C O de 1.240.000 dólares. H a establecido una estrecha interacción con varios programas de la U N E S C O , el P N U D y el P N U M A y ha contribuido de manera significativa a la creación de 300 reservas de biosfera en el mundo y a la promoción de la Convención para la Protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natural.
A u n si es probable que no se puedan esperar logros tan espectaculares en el ámbito de las ciencias sociales, el M O S T puede sin duda tener importantes repercusiones en el m u n d o . U n a de ellas podría ser definir más claramente lo que se entiende por «adecuación a las políticas» y averiguar por qué las aportaciones científicas, basadas en resultados de investigación bien fundados, no ejercen a menudo la influencia que deberían en la determinación de las combinaciones políticas definitivas. D e las tres esferas que mantienen una interacción recíproca y rigen los destinos de las comunidades humanas -la biosfera, la tecnosfera y la sociosfera- la última es la menos bien definida. Tiende a ser configurada por las otras dos, aunque posee características propias, apenas articuladas a veces. Ejemplo de ello es el problema actual del desempleo en los países adelantados, que se debe en parte a un desarrollo tecnológico aplicado a las sociedades sin previa consideración de sus consecuencias probables. Otro ejemplo es la tensión creciente entre la continuación del crecimiento económico y el respeto de los recursos biosféricos irrempla-zables, problema particularmente agudo en varios países de industrialización reciente. Es posible que las contribuciones al M O S T que se acumulen en los años venideros permitan determinar las características específicas de la sociosfera y conocerla en toda su complejidad e imprevisibilidad.
Además , el M O S T es un paso importante en la internacionalización de una base de conocimientos supuestamente falseada por valores culturales y cuyas capacidades operaciones se suelen comprender mal. En los años setenta y ochenta se instó repetidas veces a «indigeni-zan> las ciencias sociales con el argumento de que su aparato conceptual y sus instrumentos, desarrollados sobre todo en los países occidentales, no se adaptaban forzosamente a las situaciones imperantes en el resto del m u n d o ,
en particular en las regiones preindustriales. Si bien no se han formulado propuestas coherentes de «indigenización», el M O S T ofrece la oportunidad de comprobar si las ciencias sociales centrales adolecen efectivamente de deformaciones culturales o si, por el contrario, sus principales premisas y métodos son universalmente válidos, c o m o deberían serlo tratándose de ciencias. La participación de colectividades nacionales de especialistas con antecedentes m u y diversos podría resultar sumamente reveladora, en particular para evaluar la validez de las comparaciones multinacionales, tan generalizadas ahora, y poner de manifiesto omisiones o distorsiones importantes a m e n u do no mensurables estadísticamente. E n este sentido y en otros, cabe esperar que el M O S T mejore el perfil general de las ciencias sociales, especialmente en círculos en que hasta ahora han sido casi totalmente ignoradas.
Anexo I. El Consejo Intergubernamental del M O S T 4
África Camerún Ghana* Guinea* Madagascar Togo* Zambia* Zimbabwe
Estados árabes Argelia* Egipto* Túnez Yemen
Asia y el Pacífico Bangladesh* China Filipinas* India Japón Pakistán* Tailandia
*E1 Consejo del M O S T se eligió de conformidad con los párrafos 1 y 2 del Artículo II de los Estatutos del Consejo Intergubernamental del programa internacional de ciencias sociales «Gestión de las Transformaciones Sociales», durante la 27.a reunión de la Conferencia General celebrada en noviembre de 1993. El mandato
Europa oriental Bulgaria Polonia Federación
de Rusia*
América Latina y el Caribe
Argentina* • Brasil* Colombia* Costa Rica Chile México
Europa occidental Alemania Francia Italia* Países Bajos* Suécia* Suiza
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de los 16 miembros con asterisco (*) finalizará al final de la próxima reunión ordinaria de la Conferencia General. El mandato de los otros miembros finalizará al final de la subsiguiente reunión ordinaria de la C o n ferencia General. Los miembros del Consejo podrán ser reelegidos (párrafo 4 del Artículo II de los Estatutos).
Anexo II. Comité Científico director del M O S T
Profesor Yoginder K . A L A G H (India) Vicerrector de la Universidad de Jawaharlal Nehru
Profesor Maurice A Y M A R D (Francia) Maison des sciences de l 'homme
Dra. Marianne H E I B E R G (Noruega) Investigadora asociada superior Instituto Noruego de Asuntos Internacionales
Dr. Anthony K U K L I N S K I (Polonia) Director de la Universidad de Varsóvia
Profesor Davinder L A M B A (Kenya) Director ejecutivo Instituto Mazingira, Nairobi
Profesor Norber L E C H N E R (Chile) Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO)
! Profesor Narifurni Maeda T A C H I M O T O (Japón) Centro de Estudios de Asia Sudoriental Universidad de Kyoto
Profesora Licia V A L L A D A R E S (Brasil) Instituto Universitario de Investigación, Río de Janeiro
Profesor Elvi W H I T T A K E R (Canadá) Departamento de Antropología y Sociología Universidad de Columbia Británica
Traducido del inglés
Interacción entre investigación e información en el programa M O S T
Arnaud F. Marks
Fases en las investigaciones del M O S T y necesidades de información
El M O S T es un programa de la U N E S C O , creado recientemente, de investigaciones internacionales en ciencias sociales sobre los problemas étnicos y la sociedad multicultural, las ciudades c o m o escenarios de una transformación social acelerada y las consecuencias en el plano local de las transformaciones ambientales, tecnológicas y económicas. Este artículo no se refiere a proyectos concretos del M O S T , ya que éstos se encuentran todavía en una fase incipiente, sino a la gestión estratégica de la información que ha de ponerse en práctica para apoyar dicho programa de investigaciones internacionales c o m paradas en ciencias so-ciales.
Empezaremos centrando nuestro análisis en las necesidades de información en las distintas fases de las investigaciones internacionales comparadas, a las que deberían poder atender las oficinas de estadística, archivos de datos informatizados, los centros de documentación e información y las bibliotecas.
Cabe distinguir aquí tres fases distintas en la labor de investigación (Berting, 1988): preparatoria, de concepción de la investigación, y de trabajo sobre el terreno e informe.
La fase preparatoria
En la fase preparatoria se necesitan numerosos datos para lograr delimitar el problema del m o d o m á s claro posible y definir los problem a s específicos de la investigación. A veces se cuenta con información abundante porque el problema estudiado forma parte de un c a m p o bien determinado e institucionalizado, en el que se dispone ya de modelos teóricos y métodos de investigación m á s o menos generalmen
te aceptados. Así sucede, por ejemplo, con las investigaciones comparadas sobre la movilidad social de generaciones sucesivas de diversos sectores de la población. En otros casos, sin embargo, no es tan fácil presentar claramente el problema estudiado; el marco conceptual no es tan elaborado y coherente; o no hay un conjunto de investigaciones del que forma parte el problema, ni unanimidad con respec
to a los instrumentos de investigación m á s apropiados. Pongamos un ejemplo: la influencia de los sistemas políticos, económicos, culturales y espaciales en las relaciones interétnicas. Si se prepara una investigación internacional sobre este problema, va a haber una necesidad apremiante de datos nuevos sobre los resultados pertinentes de la investigación en toda una serie de disciplinas de las ciencias sociales, en diversos países, los expertos con capacidades científicas adecuadas a los que se puede recurrir, o la medida en que determina-
Arnaud F. Marks es secretario general del Comité Internacional de Información y Documentación sobre Ciencias Sociales (CIDCS). Es también director del Centro de Información y Documentación sobre Ciencias Sociales ( S W I D O C ) , 410-412 Herengracht, 1017 B X Amsterdam, Países Bajos. C o m o antropólogo social, se ha dedicado a la enseñanza de la sociología y la economía del desarrollo. H o y en día se ocupa esencialmente de la interacción estratégica entre investigación c información de las ciencias sociales entendidas como ciencias de la decisión.
RICS 142/Diciembre 1994
686 Arnaud F. Marks
dos países están dispuestos a participar en el proyecto.
La fase de concepción de la investigación
E n esta fase se necesitan determinados datos suplementarios si se quiere empezar con buen pie. Es menester, por ejemplo, aclarar las diferencias entre distintos planteamientos teóricos y conceptuales o entre las diversas tradiciones científicas de los investigadores. Los m i e m bros de un equipo tienen que ponerse de acuerdo sobre las variables, los indicadores y las hipótesis, y también con respecto a los instrumentos de investigación apropiados para dar un valor práctico a los primeros y poner a prueba estas últimas.
A u n cuando hayan quedado aclarados de m o d o s satisfactorio los planteamientos teóricos de un problema que va a ser estudiado, queda todavía la posibilidad de que existan confusiones semánticas ò terminológicas. El
. significado, el valor emocional y las asociaciones de palabras y conceptos pueden variar, por ejemplo, según el lugar, la época y el grupo al que se pertenece. H a y términos c o m o sociedad liberal, economía de mercado, democracia, necesidades fundamentales, ciudadanía, carácter étnico, sociedad multicultural, discriminación, aculturación, asimilación o segregación que pueden suscitar abundantes confusiones en la comunicación y la cooperación.
Conviene también, si se quiere establecer relaciones de cooperación o efectuar comparaciones efectivas, que se reconozcan explícitamente las diferencias en la clasificación de los fenómenos. Aunque supongamos, por ejemplo, que los investigadores llegaran a un acuerdo sobre un modelo formal de jerarquía de los grupos sociales en la sociedad, con estratos del tipo clases baja-baja, alta-baja, media-baja, media-alta, alta-baja o alta-alta, la dificultad de efectuar comparaciones en el plano internacional puede subsistir si dichas clases se determinan en las distintas sociedades aplicando criterios distintos.
La fase de trabajo sobre el terreno e informe
También pueden surgir nuevas necesidades en materia de información durante esta fase.
H a de continuar pues el diálogo en cuanto a variables, indicadores, criterios, significados, vínculos hipotéticos o validez de los resultados. La libre disponibilidad y el libre acceso a la información referente a todos estos puntos son indispensables.
Los investigadores han de saber de qué datos se dispone y dónde y c ó m o se puede tener acceso a ellos. Los que «controlan» la información, o sea las oficinas de estadística, los archivos de datos informatizados, los centros de comunicación e información y las bibliotecas han de saber, por su parte, qué es lo que puede preguntárseles y c ó m o han de ser dichos datos presentados y facilitados a los usuarios. H a n de proporcionar también materiales destinados a informar a los investigadores y a permitir que los responsables de la formulación de políticas en materia de investigación tomen decisiones con conocimiento de causa.
La gestión de la información: gestión de la circulación y gestión de datos almacenados
Durante estos últimos decenios las ciencias sociales han cobrado formas cada vez m á s diversas. H a n producido un caudal de datos e m píricos, de conceptos y de conocimientos referentes a numerosos aspectos de la vida social. Esta producción ha quedado almacenada en bases de datos estadísticos, archivos de datos informatizados, centros de información y documentación y bibliotecas.
Gradualmente ha empezado a entenderse que la documentación en ciencias sociales no ha de consistir simplemente en aceptar y almacenar los resultados proporcionados por los investigadores. También ha de contribuir a mejorar la calidad de la investigación y facilitar el establecimiento de balances sobre el estado de los conocimientos, el reconocimiento de configuraciones y los informes sobre tendencias.
El suministro activo de información, la reorganización de la información de acuerdo con las necesidades y la orientación de la información de acuerdo con programas de investigación y proyectos del tipo de los que ha previsto el M O S T , exigen la participación de profesionales modernos de la información.
Interacción entre investigación e información en el programa M O S T 687
Pesca profesional de atún con caña. Factores globales -tecnológicos, comerciales y del entorno- causan transformaciones a nivel local, una de las preocupaciones del programa M O S T . Christian Poveda/Vu. .
La necesidad de disponer de capacidades que permitan hacer frente a los problemas
Los responsables de la formulación de políticas tienen que estar bien informados si quieren enfrentarse con la realidad, determinar cuáles son los tipos de problemas prioritarios y tomar decisiones eficaces. Tienen que reforzar su capacidad de hacer frente a los problemas apremiantes de la supervivencia y el desarrollo, c o m o la prevención de la guerra y las contiendas civiles, la seguridad de los individuos y de la sociedad, los servicios de salud apropiados, la educación, la vivienda, el e m pleo, el bienestar general en un medio natural y sin contaminación y el desarrollo sostenible.
Las ciencias sociales pueden contribuir a fortalecer esa capacidad de estar a la altura de los problemas que necesitan los responsables de las políticas. Sin embargo, hay que estudiar m u y atentamente las relaciones entre investigación, información y determinación de políti
cas. La ciencia y la determinación de políticas representan dos «mundos intelectuales» distintos, con objetivos distintos. Son la encarnación de valores distintos y cumplen con sus cometidos en medios de trabajo también distintos, cuyos imperativos discrepan totalmente. La ciencia ha de mantener su autonomía relativa con respecto a la formulación de políticas. Los científicos sociales, que han de atenerse a las normas de su profesión, no pueden hacer realmente suyos los cometidos de los responsables de las políticas, y éstos no deben entrometerse en el proceso de investigación e intercambio de información. E n último término, es siempre perjudicial para los resultados científicos la procedencia de investigaciones efectuadas según criterios no científicos.
Se prevé que las investigaciones internacionales en ciencias sociales sobre temas del M O S T van a producir una amplia base de conocimientos empíricos, conceptuales y teóricos que habrá que acopiar, tratar y difundir por medio de centros de información naciona-
688 Arnaud F. Marks
les. Se espera que los centros nacionales envíen sus datos a un centro internacional especializado, el Centro de Intercambio de Información del M O S T , y que éste ponga a su vez la base de datos completa a disposición de los centros nacionales a través de toda una serie de medios de comunicación en línea e indirectos.
Los responsables de la determinación de políticas pueden utilizar los servicios de especialistas de la información, para que éstos se encarguen de aprovechar esta rica fuente de información de acuerdo con sus necesidades y les proporcionen información en formatos adecuados que puedan circular a través de los canales burocráticos y políticos en los que los responsables de,las políticas han de maniobrar para alcanzar sus objetivos.
Gestión estratégica de la información
Cuantos han de enfrentarse con los problem a s de nuestro tiempo necesitan buen criterio y conocimientos sobre una gran variedad de fenómenos. La información se está convirtiendo rápidamente en el recurso esencial para la acción. Se trata de una fuente importante de valor añadido para la decisión política, el desarrollo económico y la sociedad en general.
Requiere, c o m o tal, una gestión estratégica, esto es, una gestión de la información en cuanto a la planificación, la organización y el control de los recursos de información (datos, sistemas e infraestructuras) y de los procesos de información (difusión, intercambio y producción de conocimientos).
La gestión estratégica de la información se orienta a la transformación eficaz de los datos (aislados e inertes) mediante la información (multidisciplinaria, selectiva, organizada y pertinente con respecto a una cuestión) hasta llegar al conocimiento (integrador, coherente, flexible, interrelacionado con las actitudes y. los valores y orientador de la acción). E n últim o término, está encaminada a la utilización eficaz de los datos y la información en la investigación, la programación de las investigaciones, la política científica, y otras políticas en los contextos m á s diversos.
Gestión estratégica de la información
El interés por la interacción estratégica de las investigaciones en ciencias sociales y la información está siendo favorecido por el desarrollo de tecnologías de vanguardia en el campo de la información y la comunicación. Algunos ejemplos son:
- el desarrollo de las bases de datos informatizadas;
-las posibilidades de almacenamiento en discos ópticos de enormes cantidades de datos e información;
- el aumento de los servicios de búsqueda en línea, local o a distancia, y los programas y técnicas de recuperación correspondientes;
-el potencial de comunicación por intermedio de la computadora a través de las redes de comunicación mundiales por satélite.
Las nuevas técnicas de almacenamiento y transmisión están reduciendo enormemente la dependencia con respecto a los sistemas de comunicación telefónica, costosos y a m e n u d o deficientes. Gracias a una utilización cada vez mayor de redes de comunicación informatizadas por satélite, poco costosas y fiables, c o m o I N T E R N E T , los investigadores y especialistas de la información están consiguiendo en todas partes, en particular en los países menos adelantados, salir de su aislamiento relativo y son relativamente capaces de internacionalizar así sus actividades. El correo electrónico y las dem á s formas de comunicación por intermedio de la computadora, por ejemplo, han permitido realizar una labor científica en cooperación, con la ayuda de la computadora, en «comunidades científicas electrónicas» o «colaboratorios» (Meadows, 1993). Los investigadores en ciencias sociales están utilizando cada vez m á s frecuentemente el correo electrónico para comunicar entre sí. Tienen también cada vez m á s a m e n u d o la posibilidad de encontrar información sobre proyectos, publicaciones o datos empíricos y estadísticos pulsando unas teclas mientras elaboran sus proyectos y escriben sus informes. Entre las numerosas actividades que pueden transmitirse así, cabe m e n cionar:
- la definición de sectores críticos; - la elaboración de estrategias de investiga
ción;
Interacción entre investigación e información en el programa M O S T 689
- la programación y planificación de los proyectos de investigación;
- el acopio de información y datos; - el análisis; - el intercambio de información y la pro
ducción de conocimientos; -la elaboración de informes sobre los re
sultados de la investigación; - el acopio, la documentación y el almace
namiento de las descripciones de proyectos, de los datos y los documentos en oficinas de estadística, archivos de datos informatizados, centros de documentación e información y bibliotecas;
- el inicio de nuevos programas y proyectos de investigación.
Todavía hay que superar en muchos países serios obstáculos que entorpecen la utilización efectiva de tecnologías de vanguardia en información y comunicación para la investigación y la documentación e información (Meadows, 1993). Mencionemos algunos de esos obstáculos:
- la falta de infraestructuras adecuadas; -la necesidad de modificar el funciona
miento de las organizaciones y los métodos de trabajo;
- los problemas de control de la calidad; - el problema de las normas; - la cuestión de los costos y de su distribu
ción; - los problemas de índole jurídica; - las disparidades en materia de capacita
ción y educación. La eliminación de estos obstáculos exige
determinadas inversiones para investigación (sobre las necesidades nacionales e internacionales en materia de infraestructuras, por ejemplo, o los requisitos del cargo para el investigador y el profesional de la información moderno), medios de infraestructura y cursillos de capacitación y reuniones de trabajo. El M O S T espera que podrá impulsar el desarrollo de nuevos sistemas e infraestructuras de investigación e información, mediante:
- la definición de sectores críticos estratégicos;
-la elaboración de un programa internacional coherente de investigaciones en ciencias sociales, en cooperación y comparadas;
- la formulación de proyectos de investigación prioritarios;
- la adecuación entre información e investigación;
-la creación de mecanismos de financiación para asignar fondos nacionales e internacionales a actividades de investigación e información importantes.
Creación de capacidades medíante la gestión estratégica de la información
La gestión estratégica de la información que hemos examinado brevemente en la sección IV, está encaminada a incrementar:
- las capacidades de que disponen los investigadores, mediante el acceso a datos, información bibliográfica, textos completos, o la posibilidad de establecer relaciones;
- las capacidades de que disponen los responsables de la determinación de políticas, los programadores y los planificadores, mediante inventarios de las investigaciones, exámenes del estado de los conocimientos actuales e informes sobre las tendencias;
- las capacidades de que disponen los dem á s responsables de políticas, suministrándoles las informaciones empíricamente fundadas y conceptualmente claras.
Se destacan a continuación seis aspectos importantes de la gestión estratégica de la información:
-la «explotación» de las bases de datos actuales sobre ciencias sociales;
- la creación de bases de datos empíricos y el fomento de los análisis secundarios de los datos empíricos existentes sobre temas de investigación específicos;
-la promoción del establecimiento de redes nacionales y regionales entre centros de información y documentación sobre ciencias sociales;
-la creación de infraestructuras técnicas de suministro de información y comunicación;
- la solución efectiva del problema del plu-rilingüismo en la documentación, la información y la comunicación;
- la capacitación de profesionales de la información e investigadores en ciencias sociales modernos en lo referente a la documentación, el suministro de información y la utilización de la información en el plano internacional.
690 Arnaud F. Marks
La «explotación» de las bases de datos actuales en ciencias sociales
Los encargados de la determinación de políticas en el campo de la ciencia, los especialistas de la información y los investigadores pueden «explotar» con provecho la posibilidad de utilizar la documentación referente a datos empíricos e investigaciones en curso, bibliográfica y sobre instituciones, almacenada en algunas bases de datos bien estructuradas y regularmente actualizadas.
En bastantes países, la disponibilidad y calidad de los datos estadísticos dejan m u c h o que desear, pero en algunas regiones hay archivos nacionales de datos informatizados, oficinas de estadística y organizaciones y asociaciones internacionales que han hecho grandes progresos en materia de creación de bases de datos, desarrollo de sistemas de documentación e intercambio de datos armonizados, y formulación de pautas de orientación para el acopio, almacenamiento, documentación y suministro de datos, para el análisis secundario. Cabe mencionar al respecto a organismos c o m o la International Federation of Data Organizations (IFDO), la Internacional Association for Social Science Information Service and Technology (IASSIST), el Interuniversity Consortium for Political and Social Research (ICPSR), y a organizaciones regionales c o m o el Council for European Social Science Data Archives ( C E S S D A ) o el Centro Latinoamericano de Demografía ( C E L A D E ) .
Puede obtenerse una documentación internacional sobre gran número de proyectos de investigación en ciencias sociales en curso en la base de datos de la Red IDIN (International Development Information Newtwork). C o n tribuyen al mantenimiento de esta base de datos cinco asociaciones regionales de establecimientos de investigación y capacitación, que han manifestado un vivo interés por los problemas de la documentación. En el marco del Comité de Coordinación Interregional de Asociaciones de Desarrollo ( I C C D A ) , trabajan en estrecha asociación en esta interesante empresa la E A D I (Europa), C O D E S R I A (África), C L A C S O (América Latina), A I C A R D E S (Estados árabes) y A D I P A (Asia y el Pacífico). El Comité Internacional de Información y Documentación en Ciencias Sociales (CIDCS) m a n tiene relaciones, de trabajo o afiliación, con
dichas asociaciones. H a y abundante información bibliográfica disponible en las bases de datos y los volúmenes impresos de la International Bibliography of the Social Sciences (IBSS). Esta bibliografía, cuya publicación inició el C I D C S en los años cincuenta, comprende publicaciones de ciencias políticas, economía, sociología y antropología social y cultural. E n la actualidad, la IBSS indica aproximadamente 3.500 revistas de 60 países en unas 25 lenguas distintas. Se trata de una rica fuente de información que puede ser utilizada en proyectos realizados en el marco del M O S T . Se encarga actualmente de su publicación y actualización periódica la British Library of Political and Economic Science de Londres, bajo los auspicios de la U N E S C O y el C I D C S .
El C I D C S está elaborando instrumentos de análisis de las bases de datos bibliográficos con miras a la producción de panoramas bibliográficos temáticos.
La U N E S C O se encarga por su parte del mantenimiento y actualización de la base de datos D A R E , que contiene un caudal de informaciones mundiales sobre publicaciones periódicas e institutos de ciencias sociales activos en los campos de la investigación y la información.
Creación de bases de datos empíricos y fomento del análisis secundario
C o m o ya se señaló anteriormente, la disponibilidad y calidad de los datos empíricos son poco satisfactorias en algunos países. Sin e m bargo, en las oficinas de estadística, los ministerios, las facultades universitarias, los institutos de investigación, las organizaciones internacionales o nacionales, las empresas, los bancos y las compañías de seguros, se está produciendo un número cada vez mayor de datos legibles por máquina. Se trata de datos que pueden ser de interés para las investigaciones en ciencias sociales pero a los que a m e n u d o es difícil tener acceso, y que por lo tanto no se aprovechan. El análisis secundario puede permitir utilizarlos para los investigadores en ciencias sociales, sincrónicas o diacrónicas. Tanto en el plano nacional c o m o en el plano internacional, hay que alentar a los ministerios, centros de investigación, empresas, etc., a que envíen sus datos estadísticos a archivos de datos informatizados.
Interacción entre investigación e información en el programa M O S T 691
D e no existir dichos archivos de datos informatizados, ha de fomentarse enérgicamente su creación. Se trata de instrumentos que permiten mejorar los niveles de disponibilidad y calidad de los datos estadísticos. La actividad esencial de los archivos de datos informatizados no se refiere exclusivamente a la adquisición, acumulación y conservación de conjuntos de datos. Se ocupan también de la selección de datos, el (re)formateo de los conjuntos de datos, la documentación del material estadístico y la preparación para la búsqueda. Señalan los datos marginales o ausentes, efectúan controles de plausibilidad y determinan la validez metodológica de los conjuntos o ficheros. Y por último, formulan normas y reglas que permiten a las oficinas o a los individuos que se dedican a la investigación aprovechar mejor el material estadístico.
El desarrollo de redes nacionales y regionales
El desarrollo institucional en el campo de las ciencias sociales supone el establecimiento de redes de índole técnica y organizativa en los ámbitos nacional y regional. D e hecho, el establecimiento de redes en un aspecto de una gestión de los recursos materiales y humanos que sabe aprovechar las «economías de escala» en toda la medida de lo posible.
El establecimiento de redes en los planos nacional, regional y (en último término) m u n dial es una de las tareas m á s importantes para la documentación e información en ciencias sociales. La participación en el establecimiento de redes internacionales supone una adaptación de los dispositivos institucionales nacionales para armonizarlos con la práctica internacional. La mayor parte de los servicios internacionales de documentación e información se han desarrollado de m o d o cuantitativo, sin método, y relativamente aislados. La mayoría funcionan sólo en los planos local o nacional, aun cuando puedan manejar n u m e rosas informaciones pertinentes para la investigación comparada internacional. La falta de cooperación en el plano nacional -por no hablar del plano internacional- lleva forzosamente a deficiencias en el alcance del material primario, pero también a la repetición inútil de algunos servicios.
Las redes de cooperación e intercambio sólo se desarrollan cuando los participantes llegan a ser conscientes de las ventajas que ofrecen. H e aquí algunas de las principales ventajas de la cooperación en los planos nacional e internacional:
- un mayor número de temas abarcados; - una documentación m á s completa; -servicios de documentación e informa
ción m á s completos; - m á s rapidez en el suministro de la infor
mación; - economías de escala. A u n cuando los centros dispongan de re
cursos limitados, el establecimiento de redes puede mejorar la calidad de sus resultados gracias a un mejor acceso a los materiales informativos, una mejora de las prácticas de documentación y también la prestación de m e jores servicios a los investigadores, los responsables de las políticas, los profesionales y los organismos de financiación. H a y diferentes modelos aplicables en materia de división del trabajo, cooperación e intercambio, según los servicios existentes y las diferencias de capacidades locales. Cabe distinguir en este caso entre:
- el modelo de cooperación e intercambio bilaterales (que puede transformarse eventualmente en alguna forma de cooperación e intercambio m á s amplios, de tipo red);
- el modelo de la utilización m a n c o m u n a da de recursos de tipo multilateral, sobre una base de igualdad;
- el modelo de establecimiento de redes con centros de servicios (en el que el centro se encarga del aporte de datos y de la compilación de la base de los mismos, del tratamiento de productos c o m o listas impresas, en disquetes o C D - R O M , o de proporcionar servicios de difusión, en línea o independientes, de información en nombre de los otros centros participantes).
Ampliación y mejora de las infraestructuras técnicas
En muchos países, las infraestructuras técnicas son deficientes. Los investigadores y especialistas de la información han de trabajar a m e nudo con sistemas telefónicos defectuosos, material de oficina anticuado y equipo y programas informáticos escasos. Sin embargo, es
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posible dar un paso adelante, a un precio relativamente bajo para la comunidad internacional. La instalación selectiva de computadoras personales potentes pero cada vez m á s bara-
. tas, la utilización de medios electrónicos autón o m o s c o m o el disquete o el C D - R O M para la distribución e intercambio de datos e información en el marco de los sistemas de redes, y la comunicación por intermedio de la computadora a través de redes de comunicación por satélite gratuitas, no exigen inversiones prohibitivas.
La solución del problema del plurilingülsmo
Desde un punto de vista histórico, las ciencias sociales tuvieron su origen en la Ilustración europea, y han estado influidas de m o d o decisivo por su desarrollo en un medio de habla inglesa. Por consiguiente, se plasman en ellas valores, conceptos y m o d o s de razonar que pueden resultar ajenos para otras lenguas y otras culturas, en que pueden reflejar concepciones del m u n d o , teorías sobre la naturaleza y la sociedad h u m a n a y tipos de racionalidad distintos. Puede decirse que hasta en el continente europeo, cuna de las ciencias sociales, las barreras lingüísticas impiden una circulación adecuada de resultados e ideas importantes en el c a m p o de las ciencias sociales.
El acceso mutuo a la información primaria en ciencias sociales supone una documentación plurilingüe, bilingüe o trilingüe, en particular para el resumen, la clasificación y la indización, y supone también políticas y establecimiento de redes en materia de intercambio de información en el plano internacional. La creación de tesauros plurilingües de ciencias sociales, ya sea c o m o proyectos terminológicos separados o, lo cual es preferible, c o m o elementos de actividades de documentación en expansión, tropieza con problemas que se deben hasta cierto punto a la índole m i s m a de las ciencias sociales. La terminología de las ciencias sociales es m á s bien heterogénea. Los términos pueden utilizase con acepciones distintas según las disciplinas (cuya definición m i s m a puede variar), según las escuelas en una m i s m a disciplina y según las disciplinas en contextos socioculturales distintos. A u n cuando se haya llegado en algunos casos a definiciones m á s o menos coherentes, éstas pueden cambiar con el tiempo, reflejando en parte la
evolución de las propias ciencias sociales, pero también en parte, el cambio social m i s m o , lo cual da a viejos significados una dimensión so-ciohistórica.
En materia de documentación y comunicación internacional, sería prudente, por motivos de eficiencia y eficacia en relación con los costos, adoptar una lengua c o m ú n , para las referencias a partir de todas las demás regiones lingüísticas interesadas y c o m o instrumento de comunicación universal. Puede contribuirse así a la democratización de la información, evitándose una nueva dicotomía a escala mundial entre «los que saben y los que no saben». Teniendo en cuenta la situación actual, el inglés podría servir de lingua franca mundial. Adoptar el inglés c o m o lengua com ú n de la documentación no supone forzosamente que se adopten los conceptos que suelen estar asociados con las palabras inglesas. La vinculación entre términos de una lengua local y términos ingleses puede permitir que se diferencien y maticen los significados. La solución que se propone aquí tiene c o m o único fin orientar a los especialistas hacia los documentos en cuyos textos los términos han sido traducidos, conceptual o culturalmente, con significados locales.
Capacitación
Los responsables de las políticas en el campo de la información tienen también que familiarizarse con los principios de la gestión estratégica de la información. Los especialistas modernos de la información, en los distintos niveles de responsabilidad y competencia, deben aprender las técnicas que se necesitan para pasar de la gestión de la información almacenada a la gestión de la circulación de información, y-han de adquirir los conocimientos y habilidades necesarios para realizar con eficacia su cometido.
Sin querer presentar aquí una lista completa de temas, los especialistas modernos de la información deberían familiariarse con los conocimientos y técnicas referentes a:
-la adquisición y el intercambio, en los planos nacional o internacional, de fuentes de información primarias y secundarias;
- la creación de bases de datos de información;
Interacción entre investigación e información en el programa MOST 693
-la creación y aplicación de sistemas de documentación armonizados y plurilingües;
-la elaboración y aplicación de técnicas apropiadas, en línea o autónomas, de búsqueda de datos e información;
- los aspectos más complejos de la comunicación por intermedio de la computadora;
-los aspectos organizativos del establecimiento de redes;
- los aspectos complejos del archivo de datos informatizados y del análisis secundario de los conjuntos de datos empíricos.
Los investigadores son al m i s m o tiempo suministradores y usuarios de datos y de información (primaria). H a n de aprender cuáles son los requisitos bibliográficos necesarios para facilitar la recuperación de su trabajo, y deben saber también c ó m o utilizar, desde el punto de vista metodológico y técnico, los servicios de las bibliotecas, centros de documentación e información, centros de procesos de datos y redes y sistemas de telecomunicación c o m o I N T E R N E T y Gopher. Por su parte, las bibliotecas y los centros de documentación e información han de saber también, cuáles pueden ser las necesidades de información de los
investigadores (y en particulr de los que participan en investigaciones en cooperación y comparadas en el plano internacional). H a n de poder estar al tanto de la evolución de los conceptos y las teorías, a fin de poder adaptar su lenguaje documental, sus clasificaciones y sus indizaciones al lenguaje de la investigación.
Todos estos aspectos - a los que podrían añadirse otros- de la gestión estratégica de información, y el suministro y la utilización de información, son otros tantos temas a los que podrían dedicarse cursillos de capacitación o reuniones de trabajo. En el marco del program a M O S T , el Comité International de Información y Documentación sobre Ciencias Sociales (CIDCS) está dispuesto a desempeñar un papel de iniciativa, coordinación y dirección para la realización de dichos cursillos y reuniones de trabajo, así c o m o a elaborar proyectos de documentación «ajustados» a los temas y materias prioritarios del M O S T .
Traducido del inglés
Referencias
B E R T I N G J. Information Needs in International Comparative and Cooperative Research, en: Information Needs, Problems and Possibilities. Proceedings of the Vienna Centre's Vl-th International Training Seminar, eds. L. Kiuzadjan, K . Thesen Saelen y G . So'loviev; Viena, 1988.
in Europe. A Programme of Integrated Research Projects, 1992-1997; European Research Centre on Migration and Ethnic Relations, Utrecht, junio de 1992.
ICSS (CIDCS). Position Paper, junio de 1992.
M E A D O W S J. «Collaborators». Ponencia para el «ICSSD-BLPES Seminar on Changing Roles in the Information Chain»; Londres, marzo de 1993. Informe publicado en ICSSD N E W S L E T T E R , 1993, N u m . 1; publicado también en Inspcl, 1993, vol. 27, N u m . 3.
E R C O M E R Migration, Citizenship and Social Cohesion
ICSS (CIDCS). N E W S L E T T E R 1993, N u m . 2.
Servicios profesionales y documentales
Calendario de reuniones internacionales La Dirección de la Revista no puede ofrecer ninguna información complementaria sobre estas reuniones.
1994
2-9 octubre Tsukuba (Japón)
12-18 octubre Manila (Filipinas)
Federación internacional para la información y la documentación: 47 Asamblea General, conferencia y congreso. Prof. Y. Fujiwara, University of Tsukuba, Institute of Electronics and Inform. Science, Tsukuba, Ibaraki, 305 (Japón)
E S C A P : Asian and Pacific Ministerial Conference in preparation of the World Summit for Social Development. ESCAP, United Nations Buildin, Rajadamnern Avenue, Bangkok 10200 (Tailandia)
Noviembre Dakar
10-12 noviembre Berlín (Alemania)
5-9 diciembre Cotonou
Comisión económica para África: 5.a Conferencia regional sobre las m u jeres. ECA., P.O. Box 3001, Addis-Abeba (Etiopía)
Conferencia europea: la necesidad de información en ciencias sociales y las previsiones para una Europa en cambio. U Becker, Informationszentrum Sozialwissenschaften, Abteilung Berlin in der Aussenstelle der GESIS, Schiffbauerdamm 19, D-10117 Berlin (Alemania)
Asociación internacional de desarrollo y acción comunitarios: coloquio internacional «La acción comunitaria en la instauración de un desarrollo estable y la consolidación de un proceso de democratización». AIDA, 179 rue du Débarcadère, 6001 Marcinelle (Bélgica)
1995 Cuba Unión geográfica internacional: Conferencia regional IGU Secretariat, Dept. of Geography, University of Alberta, Edmonton, Alberta T6G 2H4 (Canadá)
6-9 febrero Nueva Delhi Asociación internacional de universidades: 10.a Conferencia general (Tema: Civilización global y raíces culturales - llenar el vacío). AIU, 1 Rue Miollis, 75732 Paris-Cedex 15 (Francia)
R I C S 142/Diciembre 1994
696 Calendario de reuniones internacionales
6-12 marzo Copenhague
30 marzo-1 abril
1-5 abril Saariselkä (Finlandia)
13-18 agosto Dublin (Irlanda)
Naciones Unidas. C u m b r e mundial para el desarrollo social Nations Unies, New York, N.Y. 10017 (Estados Unidos)
Population Association of America: Reunion. PAA, 1722 N Street N W , Washington, D C 20036 (Estados Unidos)
Federación internacional para la vivienda, urbanismo y ordenación territorial: Conferencia internacional (Vivir al margen - mejor aprove-chameinto de los recursos limitados). FIHUAT, Wassenaarseweg 43, 2596 CG Den Hague (Países Bajos)
Federación mundial para la salud mental: Congreso Mundial. M.J. O'Mahony, Mental Heeallh Assc. of Ireland, 6 Adelaide Street, Dun Laoghaire, County Dublin (Irlanda)
Setiembre Pekín
4-8 setiembre Milán (Italia)
10-14 setiembre Belfast
Naciones Unidas: IV Conferencia mundial sobre las mujeres: igualdad, desarrollo y paz. M m e . Meslem, Dir. Division for the Advancement of Women, Vienna International Center, P.O.B. 500, A-Viena (Austria)
III Congreso europeo de demografía. B Servicio, Vila Leopardi 20, Milán 20123 (Italia)
Congreso internacional: Cultivar las diferencias. FIHUAT, 43 Wassenaarseweg, 2596 Den Hague (Países Bajos)
1996
4-9 agosto
4-rO agosto
14-17 octubre
i
6-11 julio
Jyväskylä (Finlandia)
La Haya (Países Bajos)
Sendai City (Japón)
Lathi (Finlandia)
Asociación internacional de lingüística: 11,° Congreso mundial
Unión Geográfica Internacional: 28.° Congreso Internacional. Dr. J. Vries, President, 28th IGC Org. Cominee, Faculty of Spatial Sciences, University of Groningen, P.O. Box 800, 9700 AV Groningen (Países Bajos)
Federación nacional para la vivienda, urbanismo y ordenación territorial: Congreso mundial (la vivienda y la vida del mañana). FIHUAT, 43 Wassenaarseweg, 2596 Den Hague (Países Bajos)
Federación mundial para la salud mental: Congreso mundial. Pirkko Lahti, Finnish Assoc, for Mental Health, Lauttaasarentie 28-30, 00200 Helsinki (Finlandia)
Libros recibidos
Generalidad, documentación, ciencia y conocimiento
Communautés européennes. Organigramme de la Commission européenne. Luxembourg, Office des publications officielles des C o m munautés européennes, 1994. 196 P-
Crowley, David; Mitchell, David (eds.). Communication Theory Today. Oxford, Polity Press, 1994. 132 p. fig. tabl.; index. £12.95; $45.
Rodríguez López, Franccsca. L'En-senyament de periodisme a Europa. Barcelona, Centre d'investigació de la comunicado; Generalität de C a talunya, 1994. 132 p. bibl.
ISIS International. Listado de descriptores en el tema de la mujer / List of Descriptors on the Theme of Women, 5th version. Santiago, Chile, ISIS International, 1994. 179 p.
Organisation for Economic Co-operation. Development Centre. Human Rights, Refugees, Migrants and Development: Directory of NGO's in OECD Countries / Droits de l'homme, réfugiés, migrants et développement: Répertoire des O N G dans les pays de l'OCDE. Paris, O E C D , 1994. 409 p. 300 p.
Psicología, ética
Bolognini, M . ; Plancherel, B . ; N u nez, R . ; Bettschart, W . Préadolescence: Théorie, recherche et clinique. París, E S F éditeur, 1994. 261 p. fig. tabl. bibl. (Coll. La vie de l'enfant). 160 F .
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Ciencias Sociales
Qvortrup Jens; Bardy, Marjatta; Sgritta, Giovanni; Wintersberger, Helmunt (eds.) Childhoot Matters: Social Theory, Practice and Politics.
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First: Identities, Decisions, Citizenship. London, U C L Press, 1994. 249 p. tabl. index. Paperback £12.95; Hardback £35.
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Czernis, Loretta. Weaving a Canadian Allegory: Anonymous Writing, Personal Reading. Waterloo, Wilfrid Laurier University Press, 1994. 134 p . bibl. index.
Quiroz Pérez, Miguel; Gutierrez, Luciano H . De Carranza a Salinas: Otras razones en el ejercicio del poder en México. México, Universi-
R I C S 142/Diciembre 1994
698 Libros recibidos
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Ratelife, Peter (ed.). «Race», Ethnicity and Nation: International Perspectives on Social Conflict. London, U C L Press Ltd., 1994. 248 p. index.
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Seyni Ndione, Emmanuel (sous la dir. de). Réinventer le présent: Quelques jalons pour l'action. Dakar, E N D A , 1994. 129 p. fig. bibl.
Wolfe Marshall. Some Paradoxes of Social Exclusion. Geneva, International Institute for Labour Studies, 1994. 14 p. (DP/63/1994).
The World Bank. Environment D e partment. Resettlement and Development: The Bankwide Review of Projects Involving Involuntary Resettlement, 1986-1993. Washington, The World Bank, 1994. v. p. tabl.
Derecho
Amnesty International. Rapport 1994. Paris, Les Editions francophones d'Amnesty International, 1994. 381 p. map/carte, ill. 95 F.
Educación
Wallace, Belle; Adams , Harvey B . (eds.). Worldwide Perspectives on the Gifted Disadvantated Academic Publishers, 1993. 479 p. fig. tabl. index. £49.50; U S $95.
Antropología social
Matuli-Walanda, A . P . ; Matuli, Jan V . Women's Emancipation in North Sulawesi: The Story of Maria Wa-landa-Maramis. Jakarta, Pustaka Sinar Harapan, 1989.
Salud
World Health Organization; Regional Office for Europe. Nuclear Power and Health: The Implications for Health of Nuclear Power Production. Copenhagen, W H O , 1994. 145 p. graph, tabl. bibl. 26 Sw.Fr.
Ordenación del territorio, arquitectura
Berque, Augustin (sous la dir. de). La Maîtrise de la ville: Urbanité française, urbanité nippone. Paris, Editions de l'Ecole des hautes études en sciences sociales, 1994. 594 p. fig. ill. map/carte. 290 F.
Seitz, Frédéric (sous la dir. de). Architecture en métal en France, 19e -20e siècles. Paris, Editions de l'Ecole des hautes études en sciences sociales, 1994. 240 p. fig. ill. 150 F.
Geografía, historia
D e Freitas Ferraz, Maria de Lourdes. Dinamismo sócio-económico do Funchal na segunda metade do século XVIII. Lisboa, Instituto de investigação científica tropical, 1994. 203 p. graph, ill. tabl.
Médard, Claire. Les Représentations de l'Afrique orientale dans les géographies universelles françaises des XIXe et XXe siècles. Talence, Centre d'études d'Afrique Noire, 1993. 110 p./carta (Travaux et documents, 38-39). 70 F.
Publicaciones recientes de la U N E S C O (incluidas las auspiciadas por la U N E S C O )
La alimentación del hombre del mañana, por Albert Sasson. París, U N E S C O ; Barcelona, Editorial Reverte, 1993. 807 p. tabl bibl. (Col. Sextant, 3). 225 F.
Anuario estadístico de la UNESCO 1993. París, U N E S C O , 1993. p.v. 375 F.
Bibliographie international des sciences sociales: Anthropologie sociale et culturelle /International Bibliography of the Social Sciences: Economics, vol. 41, 1992. London; N e w York, Routledge / for / The British Library of Political and Economic Science; The Internat. Committee for social Science Inform, and D o c , 1993. 359 p. index. (Diffusion: Offilib, Paris). 1120 F.
Estudios en el extranjero / Study Abroad / Etudes à l'étranger, vol. 28. Paris, U N E S C O , 1993. 1.300 p. 100 F.
Cultura y gobernabilidad democráticas: América Latina en el umbral del tercer milenio, coord, por Luis Albalá-Bertrand. París, Ediciones U N E S C O , 1993. 136 p. (Col. D e mocracia y poder). 70 F.
Index translationum, vol. 39, 1986. París, U N E S C O , 1992. 1.323 p. 350 F.
Las nuevas tecnologías de comunicación: orientaciones de la investigación, por Josiane Jouet y Sylvie Coudray. París, U N E S C O , 1993. 82 p. bibl. (Estudios y documentos de comunicación de masas, 105). 45 F.
Para la vida: un reto de comunicación. Barcelona, J & J Asociados / por / U N I C E F , O M S , la U N E S C O y el F N U A P , 1993. 105 p. ill. tabl.
Raza y cultura, por Claude Lévi-Strauss. París, Ediciones U N E S C O ; Ediciones Cátedra, 1993. 142 p. 24 F.
Répertoire international jeunes et patrimoine / International Directory Youhh and Heritage. Paris, Jeunesse et patrimonie international; U N E S C O , 1993. 117 p. ill.
Repertorio internacional de organismos de juventud /Répertoire international des organismes de jeunesse / International Directory of Youth Bodies. Paris, U N E S C O , 1992. 160 P-
Répertoire mondial de fondations / World Directory to Foundations. Paris, Editions U N E S C O , 1993. 156 p.
Selective Inventory of Social Science Information and Documentation Services, 4th ed. / Inventaire sélectif des services d'information et de documentation en sciences sociales / Inventario de servicios de información y documentación en ciencias sociales. Paris, U N E S C O ; Oxford, B. Blackwell, 1993. 388 p. index. (World Social Science Information Directories / Répertoires mondiaux d'information en sciences sociales / Repertorios mundiales de información sobre las ciencias sociales). £45 países industrializados; £27.50 países en vías de desarrollo.
La Tolerancia: Antología de textos, por Zaghloul Morsy. París, Ediciones U N E S C O ; Madrid, Editorial Popular, S.A., 1994. 270 p. index. 80 F.
Visión iberoamericana 2000:1 cumbre del pensamiento. París, Ediciones U N E S C O , 1994. 101 p. 85 F.
World Directory of Human Rights Research and Training Institutions, 2nd ed. / Répertoire mondial des institutions de recherche et de formation sur les droits de l'homme / Repertorio mundial de instituciones de investigación y de formación en materia de derechos humanos. Paris, U N E S C O , 1992. 290 p. (World Social Science Information Directories / Répertoires mondiaux d'information en sciences sociales / Repertorios mundiales de información sobre las ciencias sociales). 125 F.
World Directory of Peace Research and Training Institutions, 7th ed. / Répertoire mondial des institutions de recherche et de formation sur la paix / Repertorio mundial de instituciones de investigación y de formación sobre la paz. Paris, U N E S
C O , 1991. 354 p. World Social Science Information Directories / Répertoires mondiaux d'information en sciences sociales / Repertorios mundiales de información sobre las ciencias sociales). 120 F.
World Directory of Social Science Institutions, 5 th ed. / Répertoire mondial des instituions de sciences sociales / Repertorio mundial de instituciones de ciencias sociales. Paris, U N E S C O , 1990. 1211 p. (World Social Science Information Directories / Répertoires mondiaux d'information en sciences sociales / Repertorios mundiales de información sobre las ciencias sociales). 225 F.
World Directory of Teaching and Research Institutions in International Law, 3rd ed. / Répertoire mondial des institutions deformation et de recherche en droit international / Repertorio mundial de instituciones de formación y de investigación en derecho internacional. Paris, UNESCO Publishing; Oxford, B. Blackwell, 1993. 245 p. (World Social Science Information Directories / Répertoires mondiaux d'information en sciences sociales / Repertorios mundiales de información sobre las ciencias sociales). £30.
World List of Social Science Periodicals, 8th ed. / Liste mondiale des périodiques spécialisés dans les sciences sociales / Lista mundial de revistas especializadas en ciencias sociales. Paris, U N E S C O , 1991. 1.265 p. index. (World Social Science Information Services / Services mondiaux d'information en sciences sociales / Servicios m u n diales de information sobre las ciencias sociales). 150 F.
Cómo obtener estas publicaciones: a) Las publicaciones de la U N E S C O que lleven precio pueden obtenerse en las Ediciones U N E S C O , Servicio de Ventas, 7 Place de Fon-tenoy, 75353 Paris 07 SP, o en los distribuidores nacionales; b) las co-publicaciones de la U N E S C O pueden obtenerse en todas aquellas librerías de alguna importancia o en las Ediciones U N E S C O .
RICS 142/Diciembre 1994
Números aparecidos
Desde 1949 hasta 1958, esta Revista se publicó con el título de International Social Science Bulletin/Bulletin international des sciences sociales. Desde 1978 hasta 1984, la RICS se ha publicado regularmente en español y, en 1987, ha reiniciado su edición española con el número 114. Todos los números de la Revista están publicados en francés y en inglés. Los ejemplares anteriores pueden comprarse en la U N E S C O . División de publicaciones periódicas, 7, Place de Fontenoy, 75700 París (Francia). Los microfilms y microfichas pueden adquirirse a través de la University Microfilms Inc., 300 N Zeeb Road, Ann Arbor, M I 48106 (USA), y las reimpresiones en Kraus Reprint Corporation, 16 East 46th Street, Nueva York, N Y 10017 (USA). Las microfichas también están disponibles en Ia U N E S C O , División de publicaciones periódicas.
Vol. XI, 1959
N u m . 1 Social aspects of mental health* N u m . 2 Teaching of the social sciences in the U S S R * N u m . 3 The study and practice of planning* N u m . 4 N o m a d s and nomadism in the arid zone*
Vol. XII, 1960
N u m . 1 Citizen participation in political life* N u m . 2 The social sciences and peaceful
co-operation* N u m . 3 Technical change and political decision* N u m . 4 Sociological aspects of leisure*
Vol. XIII, 1961
N u m . 1 Post-war democratization in Japan* N u m . 2 Recent research on racial relations* N u m . 3 The Yugoslav c o m m u n e * N u m . 4 The parliamentary profession*
Vol. XIV, 1962
N u m . 1 Images of w o m e n in society* N u m . 2 Communication and information* N u m . 3 Changes in the family* N u m . 4 Economics of education*
Vol. XV 1963
N u m . 1 Opinion surveys in developing countries* N u m . 2 Compromise and conflict resolution* N u m . 3 Old age* N u m . 4 Sociology of development in Latin America*
Vol. XVI, 1964
N u m . 1 Data in comparative research* N u m . 2 Leadership and economic growth* N u m . 3 Social aspects of African resource
development* N u m . 4 Problems of surveying the social science
and humanities*
Vol. XVII, 1965
N u m . 1 M a x Weber today/Biological aspects of race* N u m . 2 Population studies* N u m . 3 Peace research* N u m . 4 History and social science*
Vol. XVIII, 1966
N u m . 1 H u m a n rights in perspective* N u m . 2 Modern methods in criminology* N u m . 3 Science and technology as development
factors* N u m . 4 Social science in physical planning*
Vol. XIX, 1967
N u m . 1 Linguistics and communication* N u m . 2 The social science press* N u m . 3 Social functions of education* N u m . 4 Sociology of literary creativity
Vol. XX, 1968
N u m . 1 Theory, training and practice in management*
N u m . 2 Multi-disciplinary problem-focused research* N u m . 3 Motivational patterns for modernization* N u m . 4 The arts in society*
Vol. XXI, 1969
N u m . 1 Innovation in public administration N u m . 2 Approaches to rural problems* N u m . 3 Social science in the Third World* N u m . 4 Futurology*
Vol. XXII, 1970
N u m . 1 Sociology of science* N u m . 2 Towards a policy for social research* N u m . 3 Trends in legal learning* N u m . 4 Controlling the h u m a n environment*
Vol. XXIII, 1971
N u m . 1 Understanding aggression N u m . 2 Computers and documentation in the social
sciences* N u m . 3 Regional variations in nation-building* N u m . 4 Dimensions of the racial situation*
Vol. XXIV, 1972
N u m . 1 Development studies* N u m . 2 Youth: a social force?* N u m . 3 The protection of privacy* N u m . 4 Ethics and institutionalization in social
science*
R I C S 142/Diciembre 1994
702 Números aparecidos
Vol. XXV, 1973
N ú m . 1/2 Autobiographical portraits* N u m . 3 The social assessment of technology* N u m . 4 Psychology and psychiatry at the crossroads
Vol. XXVI, 1974
N u m . 1 Challenged paradigms in international relations*
N u m . 2 Contributions to population policy* N u m . 3 Communicating and diffusing social science* N u m . 4 The sciences of life and of society*
Vol. XXVII, 1975
N u m . 1 Socio-economic indicators: theories and applications*
N u m . 2 The uses of geography N u m . 3 Quantified analyses of social phenomena N u m . 4 Professionalism in flux
Vol. XXVIII, 1976
N u m . 1 Science in policy and policy for science* N u m . 2 The infernal cycle of armament* N u m . 3 Economics of information and information
for economists* N u m . 4 Towards a new international economic
and social order* Vol. XXIX, 1977
N u m . 1 Approaches to the study of international organizations
N u m . 2 Social dimensions of religion N u m . 3 The health of nations N u m . 4 Facets of interdisciplinarity
Vol. XXX, 1978
N u m . 1 La territorialidad: parámetro político N ú m . 2 Percepciones de la interdependencia mundial N ú m . 3 Viviendas humanas: de la tradición
al modernismo N u m . 4 La violencia
Vol. XXXI, 1979
N ú m . 1 La pedagogía de las ciencias sociales: algunas experiencias
N ú m . 2 Articulaciones entre zonas urbanas y rurales N ú m . 3 Modos de socialización del niño N ú m . 4 En busca de una organización racional
Vol. XXXII, 1980
N ú m . 1 Anatomía del turismo N ú m . 2 Dilemas de la comunicación: ¿tecnología
contra comunidades? N ú m . 3 El trabajo N ú m . 4 Acerca del Estado
Vol. XXXIII, 1981
N ú m . 1 La información socioeconómica: sistemas, usos y necesidades
N ú m . 2 En las fronteras de la sociología N ú m . 3 La tecnología y los valores culturales N ú m . 4 La historiografía moderna
Vol. XXXIV 1982
N ú m . 91 Imágenes de la sociedad mundial
N ú m . 92 El deporte N ú m . 93 El hombre en los ecosistemas N ú m . 94 Los componentes de la música
Vol. XXXV, 1983
N ú m . 95 El peso de la militarización N ú m . 96 Dimensiones políticas de la psicología N ú m . 97 La economía mundial: teoría y realidad N ú m . 98 La mujer y las esferas de poder
Vol. XXXVI, 1984
N ú m . 99 La interacción por medio del lenguaje N ú m . 100 La democracia en el trabajo N ú m . 101 Las migraciones N ú m . 102 Epistemología de las ciencias sociales Vol. XXXVII, 1985
N ú m . 103 International comparisons N u m . 104 Social sciences of education N u m . 105 Food systems N u m . 106 Youth
Vol. XXXVIII, 1986
N u m . 107 Time and society N u m . 108 The study of public policy N u m . 109 Environmental awareness N u m . 110 Collective violence and security
Vol. XXXIX, 1987
N u m . 111 Ethnic phenomena N u m . 112 Regional science N u m . 113 Economic analysis and interdisciplinary N u m . 114 Los procesos de transición Vol. XL, 1988
N u m . 115 Las ciencias cognoscitivas N ú m . 116 Tendencias de la antropología N ú m . 117 Las relaciones locales-mundiales N ú m . 118 Modernidad e identidad: un simposio
Vol. XLI, 1989
N ú m . 119 El impacto mundial de la Revolución francesa
N ú m . 120 Políticas de crecimiento económico N ú m . 121 Reconciliar la biosfera y la sociosfera N ú m . 122 El conocimiento y el Estado
Vol. XLII, 1990
N ú m . 123 Actores de las políticas públicas N ú m . 124 El campesinado N ú m . 125 Historias de ciudades N ú m . 126 Evoluciones de la familia
Vol. XLIII, 1991
N ú m . 127 Estudio de los conflictos internacionales N ú m . 128 La hora de la democracia N ú m . 129 Repensar la democracia N ú m . 130 Cambios en el medio ambiente planetario Vol. XLIV, 1992
N ú m . 131 La integración europea N ú m . 132 Pensarla violencia N ú m . 133 La sociología histórica N ú m . 134 América: 1492-1992
Números aparecidos 703
Vol. XLV, 1993
N ú m . 135 La innovación N u m . 136 La sociología política comparativa N ú m . 137 Investigar el futuro N ú m . 138 Las Organizaciones Internacionales
Vol. XLVI, 1994
N ú m . 139 Balance actual de la Sociología I N ú m . 140 Balance actual de la Sociología II N ú m . 141 Población: problemas y políticas N ú m . 142 Base de datos de las Ciencias Sociales en
Europa
*Números agotados
Autores
B A D I E , Bertrand. BlRBAUM, Pierre. Sociología del Estado: nuevas interpretaciones.
B I R B A U M , Pierre. B A D I E , Bertrand. Sociología del Estado: Nuevas interpretaciones.
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B R Y D E R , T o m . Tecnología de la computadorización y la comunicación e integración de la base de datos europea.
CARDOSO, Ruth y HAMBURGER, Esther. Los jóvenes y los medias en Brasil.
CIPRIANI, Roberto. Religiosidad, Secularismo religioso y Religiones seculares.
C O N S T A N T I N O - D A V I D , Karina. V A L T E , Maricris R . Pobreza, crecimiento demográfico y efectos de la urbanización en Filipinas.
D I M I T R O V A , Dimitrina. Trabajo, compromiso y alienación.
D O G A N , Mattei. Disgregación de las ciencias sociales y recomposición de las especialidades.
D Y S O N , Tim. Crecimiento demográfico y disponibilidades alimentarias en el mundo .
E D G A R , D o n . G L E Z E R , Helen. La familia y la intimidad. Las "carreras" familiares y la reconstrucción de la vida privada.
E R I N O S H O , Olayiwola. Los sistemas africanos de bienestar
social, una mirada en perspectiva. 295-314
187-201 G A N G , K e . U n modelo de organización institucional condenado al fracaso: la
187-201 economía política comunista. 527-544 G L E Z E R , Helen. E D G A R , Don. La
familia y la intimidad. Las 445-456 "carreras" familiares y la
reconstrucción de la vida privada. 139-162
K E A N E , John. Naciones, 323-334 nacionalismo y ciudadanos en
Europa. 203-219 H A M B U R G E R , Esther. C A R D O S O ,
Ruth. Los jóvenes y los medias 647-666 en Brasil. 519-526
H A N S E N , Stein. La población: un desafío para los especialistas en
519-526 ciencias sociales. 387-400 K E T C H A M , Alien. B R U N E R ,
Michael. N O R W I N E , Jim. 315-322 P R E D A , Michel. El sentido del
sentido en la era postsignificante. 323-334 K H A T T A B , Hind. Z U R A Y K , Huda.
YOUNIS, Nabil. Replanteamiento de la política de planificación
475-484 familiar, atendiendo a las investigaciones sobre la salud
239-250 relacionada con la reproducción. 485-502 L E N G Y E L , Peter. El M O S T , primer
programa intergubernamental de ciencias sociales. 677-684
37-53 LIVI -BACCI , Massimo. Las políticas demográficas desde una perspectiva comparada. 371-386
419-444 M A R K S , Arnaud F. Interacción entre investigación e información. 685-693
M C N I C O L L , Geoffrey. Demografía y cambio institucional. 361-370
139-162 M O C H M A N N , Ekkehard. T A N E N B A U M , Eric. Integración de la base de datos europea:
RICS 142/Diciembre 1994
706 Autores
servicios de infraestructura y necesidad de integración. 569-584
M O G H A D A M , Valentine M . La mujer en la sociedad. 115-137
N O R W I N E , Jim. B R U N E R , Michael.
K E T C H A M , Allen. P R E D A ,
Michael. El sentido del sentido en la era postsignificante. 323-334
O O M M E N , T . K . Raza, etnicidad y clase: análisis de las interrelaciones. 101-113
P R E D A , Michael. B R U N E R ,
Michael. K E T C H A M , Allen. N O R W I N E , Jim. El sentido del
sentido en la era postsignificante. 323-334 R O T H E N B A C H E R , Franz. Fuentes
estadísticas para la investigación social comparada en Europa. 615-646
R Y S S E V I K , Jostein. Laboratorios para la ciencia social comparada. 665-675
S A C H S , Ignacy. Población, desarrollo y empleo. 401-418
S A N D E R S , David. Consideraciones metodológicas en la investigación comparativa entre países 585-594
S A S S E N , Saskia. El complejo urbano en una economía mundial. 55-78
S C H U D S O N , Michael. La cultura y la integración de las sociedades nacionales. 79-100
S E N A R C L E N S , Pierre. Población y seguridad. 503-518
SlNNOT, Richard. Teorías de la integración de la base de datos europea. 607-614
S M E L S E R , Neil J. Teorías sociológicas. 9-23
S O N K O , Sheriff. Fecundidad y
cultura en África subsahariana. 457-474 S O N N T A G , Heinz R . Las vicisitudes
del desarrollo. 265-284 S Z E L L , György. Tecnología,
producción, consumo y medio ambiente. 251-264
T A N E N B A U M , Eric. M O C H M A N N , Ekkehard. Integración de la base de datos europea: servicios de infraestructura y necesidad de integración. 569-584
T A Y L O R , Mareia Fred. Consideraciones éticas en la investigación comparada en Europa. 595-606
V A L T E , Maricris R . y
C O N S T A N T I N O - D A V I D , Karina.
Pobreza, crecimiento demográfico y efectos de la urbanización en Filipinas. 475-484
V A N M E T E R , Karl M . Metodología sociológica. 25-37
W N U K - L I P I N S K I , Edmund . Las
vicisitudes del principio de mercado. 221-238
YOUNIS, Nabil. KHATTAB, Hind. ZURAYK, Huda. Replanteamiento de la política de planificación familiar, atendiendo a las investigaciones sobre la salud relacionada con la reproducción. 485-502
Z U R A Y K , Huda. Y O U N I S , Nabil.
K H A T T A B , Hind.
Replanteamiento de la política de planificación familiar, atendiendo a las investigaciones sobre la salud relacionada con la reproducción. 485-502
índice de materias y de autores Vol. XLIV. 1994 Núms. 139-142
Materias
África Sistemas africanos de bienestar social. U n a mirada en
r perspectiva África subsahariana
fecundidad y cultura en Alienación
Trabajo, compromiso y Base de datos europea
Teorías de la integración, e integración de la
Brasil Los jóvenes y los medias en Brasil
Cambio institucional Demografía y
Cambio demográfico Discriminación social de las mujeres y
Carreras familiares y reconstrucción de la vida privada. Familia e intimidad.
Ciencias sociales -su disgregación. Recomposición
de las especialidades entorno a la sociología
Ciencias sociales y económicas La población: un desafío para los especialistas de las
Ciencias políticas Computadoras e integración de la base europea de datos en
Ciencias sociales M O S T , primer programa intergubernamental de las
Ciencias sociales comparadas Laboratorios para las
Ciudadanos en Europa. Naciones y nacionalismo.
285-294
457-474
239-250
569-584
519-526
361-370
445-456
139-162
37-54
387-400
561-563
667-684
665-676
203-220
Clase Raza y etnicidad: análisis de las interrelaciones
Complejo urbano en una economía mundial
Compromiso y alienación. Trabajo,
Computadorización Integración de la base de datos políticos europea. Tecnología de la comunicación y de la
Consideraciones éticas en la investigación comparada en Europa
Consideraciones metodológicas en la investigación comparativa entre países
Consumo y medio ambiente Tecnología y producción
Contexto social La población en su
Crecimiento demográfico y disponibilidades alimentarias en el m u n d o y efectos de la urbanización en Filipinas. La pobreza.
Cultura y fecundidad en África subsahariana e integración de las sociedades nacionales
Demografía y cambio institucional
Desarrollo población y empleo Las vicisitudes del
Discriminación social de las mujeres y cambio demográfico
101-114
55-78
239-250
647-664
595-606
585-594
251-264
295-314
419-444
475-484
475-484 79-100
361-370
401-418 265-284
445-456
RICS 142/Diciembre 1994
708 índice de materias y de autores
Disgregación de las ciencias sociales y recomposición de las especialidades
Disponibilidades alimentarias en el m u n d o . Crecimiento demográfico
Economía mundial y complejo urbano
Economía política comunista: U n modelo de organización institucional condenado al fracaso
Empleo desarrollo y población
Especialistas de las ciencias sociales La población: un desafío para los
Estadísticas para la investigación comparada en Europa. Fuentes
Etnicidad y clase, raza. Análisis de las interrelaciones
Europa Naciones, nacionalismo y ciudadanos en
Familia e intimidad. Las "carreras" familiares y la reconstrucción de la vida privada.
Fecundidad y cultura en África subsahariana
Filipinas Pobreza, crecimiento demográfico y efectos de la urbanización en
Fuentes estadísticas para la investigación comparada en Europa
Integración y cultura de las sociedades nacionales
Interacción e investigación en el programa MOST
Intimidad y familia. "Carreras" familiares y reconstrucción de la vida privada.
Investigación comparada en Europa. Consideraciones éticas entre países. Consideraciones metodológicas
37-54
419-444
55-78
527-544
401-418
387-400
615-646
101-114
203-220
139-162
457-474
475-484
615-646
79-100
685-693.
139-162
595-606
585-594
sobre salud reproductiva Jóvenes en Brasil
los medias y los Laboratorios
para la ciencia social comparada Mass medias y jóvenes en Brasil
Medio ambiente y consumo Tecnología y producción
Mercado Las vicisitudes del principio de
Metodología sociológica Modelo de organización
institucional condenado al fracaso: la economía comunista
MOST Interacción entre investigación e información en el programa primer programa intergubernamental de ciencias sociales
Mujer y sociedad
Mujeres y cambio demográfico. Discriminación social de las
Mundial Complejo urbano y economía
Nación y nacionalismo. Ciudadanos en Europa.
Nacionalismo y nación. Ciudadanos en Europa
Perspectiva comparada Las políticas demográficas desde una
Planificación familiar replanteamiento de la política, atendiendo a las investigaciones sobre la salud relacionada con la reproducción
Población desarrollo y empleo
Población en su contexto social. La
Población y seguridad
Población: un desafío para los especialistas en ciencias sociales
Pobreza crecimiento demográfico y
485-502
519-526
665-676
519-526
251-264
221-238 25-36
527-544
685-693
677-684
115-138
445-456
55-78
203-220
203-220
371-386
485-502
401-418
295-314
503-518
387-400
índice de materias y de autores 709
efectos de la urbanización en Filipinas
Políticas demográficas desde una perspectiva comparada
Postsignificante Sentido del sentido en la era
Producción y tecnología Consumo y medio ambiente
Programa intergubernamental de ciencias sociales. M O S T , primer
Protección social en África. Perspectiva sobre
Raza etnicidad y clase. Análisis de las interrelaciones
Religiones seculares Religiosidad y secularismo religioso.
Religiosidad Secularismo religioso y Religiones seculares
Reproducción Replanteamiento de la política de planificación familiar, atendiendo a las investigaciones sobre la salud relacionadas con la
Salud reproductiva Replanteamiento de la política de planificación familiar, atendiendo a las investigaciones relacionadas con la
Secularismo religioso y religiosidad. Religiones seculares
Seguridad y población
475-484
371-386
323-334
251-264
677-684
285-294
101-114
315-322
315-322
485-502
485-502
Sentido del sentido en la era postsignificante
Servicios de infraestructura y necesidad de integración de la base de datos europea
Sistemas de protección social en África. Perspectivas.
Sociedad La mujer y la
Sociedades nacionales La cultura y la integración de las
Sociología del estado: nuevas interpretaciones Fragmentación de las ciencias sociales y recomposición de las especialidades
Tecnología y producción Medio ambiente y consumo
Teorías sociológicas Trabajo
compromiso y alienación Urbanización
sus efectos en Filipinas. Pobreza y crecimiento demográfico
Vicisitudes del desarrollo. Las
Vicisitudes del principio de mercado. Las
Vida privada. Familia e intimidad. Las "carreras" familiares y la reconstrucción de la
323-334
569-584
285-294
115-138
79-101
187-202
37-54
251-264 9-24
239-250 \.
475-484
265-284
221-238
139-162 315-322
503-518
Konrad -Adenauer-
Stiftung
CO
W
O P PQ PC!
O 2/1994
Fundación Konrad Adenauer
CIEDLA Centro Interdisciplinary d e Estudios sobre el Desarrollo Latinoamericano
ESTADO DE DERECHO
TEMA:
Del segundo encuentro latinoamericano de salas y cortes constitucionales Hernando Herrera Vergara
Dedicatoria al Dr. Epaminondas González D u b ó n Gabriel Larios Ochaíta
La eficacia de la justicia constitucional: El caso Guatemala Epaminondas González D u b ó n
Fallo de la corte de constilucionalidad de la República de Guatemala
La Corte de Constitucionalidad c o m o último guardián del Orden Constitucional: Negotiorum Gestio para restablecer el equilibrio Estatal Matthias Herdcgcn
La jurisdicción constitucional: El entorno político Profesor G e r m á n J. Didart C a m p o s
Jurisdicción constitucional y protección de los derechos fundamentales en América Latina Héctor Fix-Zamudio
La Jurisprudencia Constitucional en el Derecho Comparado Matthias Herdegcn
La Jurisdicción Constitucional en Colombia Ivan Casanova Moreno
La Jurisdicción Constitucional en Puerto Rico José A . Andréu García
El nuevo régimen de control constitucional en el Ecuador Dr. Carlos Pozo Montes de Oca
Justicia constitucional en Venezuela Magistrada Josefina Calcaño de Temellas.
La justicia constitucional en Panamá: estructura y evolución reciente Arturo Hoyos .
La reforma de la jurisdicción constitucional en Bolivia Dr. Stefan Lost
ENSAYO: Cuba: Reforma sin cambios Wilhelm Hofmeister
DOCUMENTOS V HECHOS: Elecciones en El Salvador/Ecuador/Rcpúbllca Dominicana/Colombia
Revista de Ia CEPAL
Santiago de Chile Diciembre de 1994 N ú m e r o 54
Mercados de salud: morfología, comportamiento y regulación Jorge Katz y Ernesto Miranda
¿Liberalization o desarrollo financiero? Gunthar Held
Ajuste fiscal y gasto social Rosella Cominetti
Logros y obstáculos en la educación formal de las mujeres Diane Aimeras
¿ Q u é se entiende por flexibilidad del mercado de trabajo? Ricardo A . Lagos
Modernización de la supervisión bancaria Cristian Lorrain
Costos y beneficios de la integración centroamericana Luis Cáceres
Algunas enseñanzas de las privatizaciones en Argentina Daniel Azpiazu y Adolfo Vispo
Ventajas comparativas extraordinarias y crecimiento de largo plazo: el caso de Ecuador
André Hofman y Rudolf Buitelaar Industria cultural y nuevos códigos de modernidad
Martin Hopenhayn
Orientaciones para colaboradores de la Revista de la C E P A L Publicaciones recientes de la C E P A L
Publicación cuatrimestral, en español e inglés. Valor: U S S 1 0 (o su equivalente en moneda nacional). Suscripción anual: US$16 (esparto!) y US$18 (inglés). Pedidos: Unidad de Distribución de la C E P A L , Casilla 179-D, Santiago de Chile; Publicaciones de las Naciones Unidas, Sección Ventas: DC-2 -866 Nueva York, 10017, Estados Unidos de América; Palais des Nations, 1211 Ginebra 10, Suiza.
REVISTA MEXICANA DE SOCIOLOGÍA Director: Ricardo Pozas Horcasitas
Editora: Sara Cordon Rapoport
Órgano oficial del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México, Torre II de Humanidades, T piso, C d . Universitaria, C.P. 04510
NÚM. 2 / AÉRIL -JUNIO / 1994
LOS MOVIMIENTOS SOCIALES EM EL C A M P O
Los movimientos sociales. Problemas teórico-metodológicos GILBERTO GIMÉNEZ
Algunas reflexiones sobre el análisis de los movimientos sociales en el campo LUISA PARÉ
El movimiento campesino y la dimensión regional JAIME T A M A Y O V ELISA CÁRDENAS AYALA
Los estudios sobre movimientos sociales en la Sierra Norte de Puebla (1969-1989) PIERRE BEAUCAGE
Estrategia modernizante y perfil del movimiento campesino contemporáneo EMILIO GARCÍA
Las mujeres: ¿nuevos actores sociales en el campo? SARA M A R I A LARA
La mujer campesina como sujeto social BEATRIZ CANABAL CRISTIANI
El empresariado agrícola: un actor en formación H U B E R T C A R T O N DE G R A M M O N T
El Frente Independiente de Pueblos Indios M A R G A R I T O RUIZ
La Unidad de Producción Forestal de Pueblos Mancomunados: la constitución de un sujeto social
G U A D A L U P E V A L E N C I A
Las organizaciones no gubernamentales: un nuevo actor social CMILOS CORTÉS RUIZ
La identidad y el papel de las ONG's en el ámbito rural G E R A R D O ALATORRE Y JASMINE G . AGUILAR
Grupos cristianos y movimientos campesinos en México VÍCTOR GABRIEL M U R O
El papel de las organizaciones no gubernamentales en el desarrollo rural de México: la FMDR
NEFTALÍ MARTÍNEZ A.
SKCCION BIBLIOGRÁFICA M A R C O S CUEVA PERUS »SERCIO VILLENA FIENGO « M A R Í A DEL C A R M E N ARAYA
lililí Informes y suscripciones: Departamento de ventas
Teléfono: 6 2 3 - 0 2 - 3 4
EL TRIMESTRE E C O N Ó M I C O 60 ANIVERSARIO
C O M I T E D ICTAMINADOR: Carlos Bazdresch P., Alejandro Castañeda, Benjamin Contreras, Raúl Uvas, John Scott, Lucia Segovia, Rodolfo de la Torre. C O N S E J O EDITORIAL: Edmar L. Bacha, José Blanco, Gerardo Bueno, Enrique Cárdenas, Arturo Fernández, Ricardo Ffrench-Davis, Enrique Florescano, Roberto Frenkel, Ricardo Hausmann, Albert O . Hirschman, David Ibarra, Francisco Lopes, Guillermo Maldonado, José A . O c a m p o , Luis Ángel Rojo Duque, Gert Rosenthal, Fernando Rosenzweig (t), Francisco Sagasti, Jaime José Serra, Jesús Silva Herzog Flores, Osvaldo Sunkel, Carlos Teilo, Ernesto Zedillo.
Director: Carlos Bazdresch P. Subdirector: Rodolfo de la Torre Secretario de Redacción: Guillermo Escalante A .
Vol. LXI (2) México, Abril-Junio de 1994 N ú m . 242
A R T Í C U L O S
Fausto Hernández Trillo Estimación endógena del repudio en mercados soberanos de crédito
Daniel Villavicenclo y Rigas Arvanitis Transferencia de tecnología y aprendizaje tecnológico. Reflexiones basadas en trabajos empíricos
Marta Bekerman La integración en el Cono Sur y sus ventajas económicas potenciales para la economía brasileña
Luis Cabezas Vega y A n n Velderpass Eficiencia y cambio de la productividad en la industria cémentera del Perú. Aplicación de un método no paramétrico
N O T A S Y C O M E N T A R I O S : Adolfo Figueroa, La naturaleza del mercado laboral. R E S E Ñ A S BIBLIOG R Á F I C A S : Carlos Javier Maya Ambla: Christopher Colclough y James Manor (compiladores), Sfafes or Markets? Neo-liberalism and the Development Policy Debate. D O C U M E N T O S : Declaración del Consejo InterAcción
E L TRIMESTRE E C O N Ó M I C O aparece en los meses de enero, abril, julio y octubre. La suscripción en México cuesta N$100.00. Número suelto N$35.00. índices de números 1-200 (por autores y temático) N$7.50
Precio de suscripción por un año, 1994
Personal Número suelto índice de números 1-200
Universidades, bibliotecas e instituciones Número suelto
España, Centro y Sudamérica (dólares)
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42.00 30.00
flesfo del mundo (dólares)
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120.00 42.00
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REVISTA MEXICANA DE SOCIOLOGÍA Director: Ricardo Pozas Horcasitas
Editora: Sara Cordon Rapoport
Órgano oficial del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México, Torre II de Humanidades, 7o piso, C d . Universitaria, C.P. 04510
NÚM. 3 / JULIO - SEPTIEMBRE / 1994
VALORES Y CULTURA DEMOCRÁTICA
Del patrimonialismo a la competüividad: élites y sistema de valores en España
FÉLIX O R T E G A
¿Videopolítica vs. mediocracia? Los medios y la cultura democrática R A Ú L T R E J O DELARBRE
POLÍTICA Y ACTORES SOCIALES El ajuste neoliberal y sus opciones: la respuesta del movimiento
sindical nicaragüense RICHARD STAHLER-SHOLK
Democracia y política interna en los sindicatos brasileños, 1978-1992 •
J O R G E V E N T U R A D E M O R A I S
Aportaciones políticas del Movimiento Urbano Popular J U A N M A N U E L RAMÍREZ SAIZ
Violencia colectiva, jóvenes y educación M A R I Ú A P O N T E S SPOSITO
El protagonismo histórico de los sindicatos rurales de Yucatán: 1933-1936
OTHÓN BAÑOS RAMÍREZ
La entrada de los ejércitos revolucionarios a la ciudad de México 1913-1915
BEATRIZ A . A L M A N Z A
GESTION DE RECURSOS Y POLÍTICA SOCIAL Democracia y participación ciudadana: ¿en busca de la equidad
o de nuevos recursos? C A R L O S G U E R R A R O D R Í G U E Z
Las políticas sociales en Chile PILAR V E R G A R A
SECCIÓN BIBLIOGRÁFICA G E O R G I N A N A U F A L - SERGIO VILLENA FIENGO
imiicnfe Informes y suscripciones: Departamento de ventas
Teléfono: 623-02-34
estudios sociales N281 /trimestre 3/1994
PRESENTACIÓN
ARTÍCULOS
LOS CONSEJOS ECONÓMICOS Y SOCIALES COMUNALES: ¿POSIBILIDAD O FICCIÓN DE PARTICIPACIÓN COMUNITARIA LOCAL? Carlos A. Amtmann y Liliana La-
rrañaga 9
FORESTACIÓN Y CAMPESINADO: Análisis de los Efectos de la Expansión Forestal sobre los Campesinos de la X Región, 1990-1993. Sergio Gómez 29
SISTEMA EDUCATIVO, PROCESO E C O N Ó M I C O Y SUSTENTABILI-DAD AMBIENTAL. Carlos Delgado A 81
REPRESENTATIVIDAD DE LAS ENCUESTAS SOCIALES Y SOND E O S DE OPINION PUBLICA: M O
DELOS IDEALES Y LIMITACIONES DE LA REALIDAD.
Fernando Aguirre B 107 EL NUEVO IMPULSO: ESTADO, CULTURA Y ASOCIATIVIDAD C O MUNITARIA. Marcelo Arnold C 135
DOCUMENTOS
ESTUDIO DE LA EFECTIVIDAD DE ACTIVIDADES Q U E ORIENTAN AL AUTOAPRENDIZAJE. Wilda Fuentes G. e Irma Molina V 161
LECTURA DE LA CENTESIMUS ANNUS EN EL MARCO DEL DEBATE MODERNIDAD - POSTMODER-
NIDAD. Pablo Salvat B 169 DE LA EDUCACIÓN COMO FACTOR DE DESARROLLO: REFLEXIONES IRREVERENTES. Rodrigo Larraín C 183
corporación de promoción universitaria
Los artículos publicados en esta revista expresan los puntos de vista de los autores y no necesariamente representan la posición de la Corporación
HOMINES Desde Puerto Rico "Homines"publica artículos sobre
el país y otras partes de América Latina.
Con una visión amplia de los ciencias sociales, esta
revista examina aspectos interdisciplinarios de la historia,
economía, folklore, arte, educación, política, sociología,
baile, teatro, sobre la mujer, antropología, arqueología y
relaciones internacionales entre otros.
H o m i n e s es una revista para investigadores, maestros,
coleccionistas y todas las mujeres y hombres interesados en
la transformación de la sociedad.
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Decanato de Ciencias Sociales Apartado 191293
Hato Rey, Puerto Rico 00919-1293
Reis CIS Centro de Investigaciones Sociológicas
Revista Española d e Investigaciones Sociológicas
65 E n e r o - M a r z o 1994
Director Joaquín Arango
Secretaria Mercedes Contreras Porta
Consejo Editorial Inés Alberdi, José Jiménez Blanco, Emilio Lamo de Espinosa, José María Maravall, Juan Diez Nicolás, Jesús M . de Miguel, Ludolfo Paramio, Alfonso Pérez-Agote, José F. Tezanos, Angeles Valero
Redacción y suscripciones Centro de Investigaciones Sociológicas Montalbán, 8.28014 Madrid (España) Tels. 580 76 07/580 7614 Fax: 580 7619
Distribución Siglo XXI de España Editores, S . A . Plaza, 5.28043 Madrid Apdo. Postal 48023 Tel. 759 48 09. Fax 759 45 57 Precios de suscripción Anual (4 números): 4.000 ptas. (45 $ USA) Número suelto ' 1.200 ptas. (12$ USA)
Monográfico sobre: Norbert Elias Coordinado por: Ramón Ramos Torre
y Helena Béjar
Ramón Ramos y Helena Béjar Presentación
Helena Béjar Norbert Elias, retrato de un marginado
Ramón Ramos Torre Del aprendiz de brujo a la escalada reflexiva: el problema de la historia en la sociología de Norbert Elias
José M . González García Norbert Elias: literatura y sociología en el proceso de la civilización
Fermín Bouzá Debatiendo con Norbert Elias: entre el yo y el nosotros
Jürgen Kocka Norbert Elias desde el punto de vista de un historiador
Feo. Javier Noya Miranda ¿Una economía moral internacional? Elias, Polanyi y la legitimación de la ciudadanía social europea
Ramón Ramos y Helena Béjar Presentación de dos textos de Norbert Elias
Norbert Elias Civilización y violencia
El destino de la lírica alemana del barroco. Entre la tradición cortesana y la tradición burguesa.
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La Revista internacional de ciencias sociales se publica en marzo, junio, septiembre y diciembre.
Precio y condiciones de subscripción en 1994 Países industrializados: 5.000 ptas. o 45 $. Países en desarrollo: 3.000 ptas. o 27 $. Precio del número: 1.500 ptas. o 15 $.
Se ruega dirigir los pedidos de subscripción, compra de un número, así como los pagos y reclamaciones al Centre U N E S C O de Catalunya: Mallorca, 285. 08037 Barcelona
Toda la correspondencia relativa al contenido debe dirigirse al Redactor jefe de la Revue internationale des sciences sociales U N E S C O , 1 rue Miollis, 75732 Paris Cedex 15, ; France.
Los autores son responsables de la elección y presentación de los hechos que figuran en esta revista, del mismo m o d o las opiniones que expresan no son necesariamente las de Ia U N E S C O y no comprometen a la Organización.
Edición inglesa: International Social Science Journal (ISSN 0020-8701) Basil Blackwell Ltd. 108 Cowley Road, Oxford O X 4 IJF ( R . U . )
Edición francesa: Revue internationale des sciences sociales (ISSN 0304-3037) Editions Eres 19, rue Gustave-Courbet 31400 Toulouse (Francia)
Edición china: Giioji shehui kexùe zazhi Gulouxidajie Jia 158, Beijing (China)
Edición árabe: Al-Majalla Addawlya Hl Ulum al Ijtimaiya U N E S C O Publications Centre 1, Talaat Harb Street, El Cairo (Egipto)
Edición rusa: Mezhdunarodnyi zliurnal sotsialnykh naak Instituto de Historia Universal Academia Rusa de Ciencias Leninsky Prospekt 32A 117334 Moscú (Rusia)
Fotocomposición: Fotoletra, S.A. Aragó, 208-210 - 08011 Barcelona Impresión: Impremta Orriols Ctra. de Manresa, 23 - 08660 Balsareny Depósito legal: B . 37.323-1987 Printed in Catalonia ISSN 0379-0762 © UNESCO 1994
Las investigaciones comparativas entré países en ciencias sociales deben fundarse sobre datos coherentes y compatibles, lo cual no puede llevarse a término m á s que con bases de datos integradas. E n el caso de Europa del Oeste, dicha integración se inició hace ya treinta años,1 pára continuar hacia el Este una vez finalizada la división europea, acelerándose a comienzos de la unificación política y económica de la región. A pesar de ello, subsisten toda suerte de dificultades -conceptuales, técnicas, lingüísticas, políticas y étnicas. Este número examina los progresos, así c o m o los retos a los qué siempre se ve confrontado ; el desarrollo de las bases de datos europeas en el dominio de las ciencias sociales. Aunque centrado específicamente en Europa, este número aporta indicaciones y lecciones útiles para otras regiones donde son previsibles durante los próximos decenios movimientos de integración similares.
Eric Tanenbaum ',,'.: y Ekkehard M o c h m a n n
David Sanders
''Mareia Freed Taylor
.Richard Sinnot
'> Franz Rothenbacher
i T o m Bryder
/•Jostein Ryssevik
Integración de la base de datos europea: servicios de infraestructura y necesidad de ;
' i n t e g r a c i ó n '•'•••'•; '[<•[ •';'•,
Consideraciones metodológicas , en la investigación comparativa entre países,
Consideraciones éticas en la investigación comparada en Europa '¡ ;
Teorías de la integración, e integración de la base de datos europea /
Fuentes estadísticas para la investigación social; comparada en Europa ,
Tecnología ; de la compütadorización y la comunicación e integración de la base de datos políticos europea ,
Laboratorios para la ciencia social comparada
El contexto de las ciencias sociales
Peter Lengyel
; Arnaud F. Marks
El. M O S T , primer programa intergubernamental de ciencias sociales
Interacción entre investigación e información en el programa M O S T
I HUÍ 1.500 ptaè. Revista Internacional de Ciencias Sociales, n ú m . 142/Diciembre 1994. ISSN 0379-0762