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DON ANTONIO PÉREZ DÍAZ Un franciscano voluntario, al servicio de los animales Silvestres de nuestra plaza Bolívar Por: Ysnardo Conigliaro Pedro Antonio Pérez Díaz 23-10-1936 + 20-01-2015 El pasado martes 20 de enero, falleció cristianamente, a los 78 años de edad, el señor Pedro Antonio Pérez Díaz, hombre muy popular en nuestra plaza Bolívar, ya que desde hace más de treinta años había asumido la tarea de dar de comer y beber a las aves silvestres, ardillas, iguanas y camaleones que viven en este espacio público. Antonio Pérez, como lo conocían comúnmente en el ambiente, nació en Calabozo el 23 de octubre de 1923 y estuvo casado con la educadora Albertina Fleitas con quien procreó cuatro varones y dos hembras. Trabajo por muchos años en el desaparecido Ministerio de Obras Públicas (MOP), de donde fue jubilado en el primer gobierno del Dr. Rafael Caldera (q.e.p.d.). Cual franciscano devoto, ejerció su humanitaria misión de forma voluntaria y sin pretensiones de que el Estado le pagara por dicha actividad. Diariamente, incluyendo fines de semanas y días feriados, este señor acudía, desde muy tempranas horas de la mañana, a nuestra Plaza mayor trayendo en sus manos los alimentos necesarios (pico de arroz, cambures, mangos, guayabas y otras frutas) para colocarlas en unas repicitas de madera que había colocado en los mangos de la plaza. Con el correr del tiempo, se le sumaron otras personas de la tercera edad que frecuentan el lugar, procurando seguir

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Don Antonio Pérez Díaz

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Page 1: Don Antonio Pérez Díaz

DON ANTONIO PÉREZ DÍAZ

Un franciscano voluntario, al servicio de los animales Silvestres de nuestra plaza Bolívar

Por: Ysnardo Conigliaro

Pedro Antonio Pérez Díaz 23-10-1936 + 20-01-2015

El pasado martes 20 de enero, falleció cristianamente, a los 78 años de edad, el señor Pedro Antonio Pérez Díaz, hombre muy popular en nuestra plaza Bolívar, ya que desde hace más de treinta años había asumido la tarea de dar de comer y beber a las aves silvestres, ardillas, iguanas y camaleones que viven en este espacio público. Antonio Pérez, como lo conocían comúnmente en el ambiente, nació en Calabozo el 23 de octubre de 1923 y estuvo casado con la educadora Albertina Fleitas con quien procreó cuatro varones y dos hembras.Trabajo por muchos años en el desaparecido Ministerio de Obras Públicas (MOP), de donde fue jubilado en el primer gobierno del Dr. Rafael Caldera (q.e.p.d.). Cual franciscano devoto, ejerció su humanitaria misión de forma voluntaria y sin pretensiones de que el Estado le pagara por dicha actividad. Diariamente, incluyendo fines de semanas y días feriados, este señor acudía, desde muy tempranas horas de la mañana, a nuestra Plaza mayor trayendo en sus manos los alimentos necesarios (pico de arroz, cambures, mangos, guayabas y otras frutas) para colocarlas en unas repicitas de madera que había colocado en los mangos de la plaza. Con el correr del tiempo, se le sumaron otras personas de la tercera edad que frecuentan el lugar, procurando seguir su ejemplo; quienes desde ahora en adelante, asumirán voluntariamente continuar con este legado humanitario. Quiera Dios que existan en el mundo y en nuestra comunidad, otras personas que como el señor Antonio Pérez tengan la virtud de respetar y cuidar los recursos naturales y ecológicos que nos proporciona la madre tierra y así colaborar con el Creador a mantener el equilibrio de la naturaleza, para el bienestar del ser humano. “Que San Francisco de Asís nos inspire y nos ayude a conservar siempre vivo el sentimiento de la ‘fraternidad’ con todas las cosas- creadas buenas y bellas por Dios Todopoderoso- y nos recuerde el grave deber de respetarlas y custodiarlas. “(SS Juan Pablo II; 8 Dic. 1989)